Novena San Jose

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con textos de san agustín

patrono de la iglesia universal


PAG.1
EL PORQUE DE LA NOVENA A SAN JOSÉ
Dios se ha revelado en el pueblo ha tenido y sigue teniendo su apocalipsis
con la esperanza de ser reconocido y más que ser reconocido por medio de
su Hijo el amado, ser creído porque una realidad es creer en Dios y otra es
creerle a Dios y en este apocalipsis de Dios a su pueblo un hombre justo le ha
creído a Dios y ha sido portador de buenas noticias porque a pesar de las
dudad no dudó en Dios y acogió en su casa a María y al Hijo de Dios.
Dios se ha revelado por medio de sueños al hombre justo, quien ha asumido la
obediencia signo de delidad a Dios y la delidad es un proyecto de vida que
se da en el acontecimiento pascual de Jesús y en la vida de San José que
siempre supo dar un Sí a pesar de la adversidad siendo llamado “ministro de la
salvación” (JP II, R C 14) Dios lo iluminó para que decidiera por María como
varón respetuoso, lo llamó a ser justo.
De esta manera, José da paso a lo que acontece, el acontecer de Dios en la
historia, su presencia se puede llamar el Evangelio de José, la Buena Noticia
que acoge y acepta la voluntad de Dios que lo acoge en el Corazón y en la
historia del pueblo y en la historia de salvación que se maniesta:
* En la Genealogía - Mt 1,16
* En la Anunciación – Lc 1, 26-27.34
* En el Nacimiento – Lc 2,1-5.15-16
* En la Huida a Egipto – Mt 2,13-15. José cuida a la familia
* En la Familia de Nazaret – Mt 2,19-23
* En la Presentación de Jesús en el Templo – Lc 2,22.27.33.39
* Jesús en el Templo – Lc 2,41-51
* Como el Hijo de José – Lc 4,22; Jn 1,45.6,41-42
* José el artesano – Mt 6,3;13,55
* José Esposo de María – Mt 1,16.18.20.24; Lc 1,27; 2,5

Estos aspectos que forman parte del Evangelio de José que desde los primeros
siglos los Padres de la Iglesia han acogido lo poco que se encuentra en los
Evangelios maniestan que José acogió y cuidó amorosamente a María y se
dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo (JP II. RC. Introducción).
Por lo que se ha planteado y recogiendo lo planteado por el Papa León XIII en
Quamquam Pluries en el número 3 donde se da la explicación de el por qué
San José debe ser considerado especial Patrono de la Iglesia: “Las razones
por las que el bienaventurado José debe ser considerado especial patrono
de la Iglesia, y por las que, a su vez, la Iglesia espera muchísimo de su tutela y
patrocinio, nacen principalmente del hecho de que él es el esposo de María
y padre putativo de Jesús.
De estas fuentes ha manado su dignidad, su santidad, su gloria. Es cierto que
la dignidad de Madre de Dios llega tan alto que nada puede existir más
sublime; más, porque entre la santísima Virgen y José se estrechó un lazo
conyugal, no hay duda de que, a aquella altísima dignidad, por la que la
Madre de Dios supera con mucho a todas las criaturas, él se acercó más que
ningún otro.
PAG. 2 G.C.F.: Novena Agustiniana de San José
Ya que el matrimonio es el máximo consorcio y amistad —al que de por sí va
unida la comunión de bienes— se sigue que, si Dios ha dado a José como
esposo a la Virgen, se lo ha dado no sólo como compañero de vida, testigo
de la virginidad y tutor de la honestidad, sino también para que participase,
por medio del pacto conyugal, en la excelsa grandeza de ella.
El se impone entre todos por su augusta dignidad, dado que por disposición
divina fue custodio y, en la creencia de los hombres, padre del Hijo de Dios.
De donde se seguía que el Verbo de Dios se sometiera a José, le obedeciera y
le diera aquel honor y aquella reverencia que los hijos deben a sus propios
padres.

De esta doble dignidad se siguió la obligación que la naturaleza pone en la


cabeza de las familias, de modo que José, en su momento, fue el custodio
legítimo y natural, cabeza y defensor de la Sagrada Familia. Y durante el curso
entero de su vida él cumplió plenamente con esos cargos y esas
responsabilidades.
El se dedicó con gran amor y diaria solicitud a proteger a su esposa y al Divino
Niño; regularmente por medio de su trabajo consiguió lo que era necesario
para la alimentación y el vestido de ambos; cuidó al Niño de la muerte
cuando era amenazado por los celos de un monarca, y le encontró un
refugio; en las miserias del viaje y en la amargura del exilio fue siempre la
compañía, la ayuda y el apoyo de la Virgen y de Jesús.

Ahora bien, el divino hogar que José dirigía con la autoridad de un padre,
contenía dentro de sí a la apenas naciente Iglesia.
Por el mismo hecho de que la Santísima Virgen es la Madre de Jesucristo, ella
es la Madre de todos los cristianos a quienes dio a luz en el Monte Calvario en
medio de los supremos dolores de la Redención; Jesucristo es, de alguna
manera, el primogénito de los cristianos, quienes por la adopción y la
Redención son sus hermanos.

Y por estas razones el Santo Patriarca contempla a la multitud de cristianos


que conformamos la Iglesia como conados especialmente a su cuidado, a
esta ilimitada familia, extendida por toda la tierra, sobre la cual, puesto que es
el esposo de María y el padre de Jesucristo, conserva cierta paternal
autoridad.

Es, por tanto, conveniente y sumamente digno del bienaventurado José que,
lo mismo que entonces solía tutelar santamente en todo momento a la familia
de Nazaret, así proteja ahora y deenda con su celeste patrocinio a la Iglesia
de Cristo”.

Boff Leonardo. San José. Ed. Sal Terrae. Santander 2007. Pag. 17-21

G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.3


Novena a San José Padre de Corazón
Esquema de la Novena
1. Persignación
2. Acto de Contrición
3. Oración para todos los días
4. Gozos
5. Consideración del día
6. Oración Final

1. Persignación
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios
nuestro. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
2. Acto de Contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he
cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he
ofendido a un Dios tan bueno. Propongo rmemente no volver a pecar y
confío que por tu innita misericordia me has de conceder el perdón de mis
culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.

3. Oración para todos los días


Salve, Custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios conó a su Hijo,
en ti María depositó su conanza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate, padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y deéndenos de todo mal. Amén. (P.P Francisco. PC).

4. Gozos a San José


Pues eres Santo sin igual
y del mismo Dios amado
Sea José nuestro abogado
en esta vida mortal
I
Antes de haber nacido
ya fuiste santicado
y eternamente destinado
linaje y sangre real
naciste de esclarecido
linaje de sangre Real

PAG. 4 G.C.F.: Novena Agustiniana de San José


Pues eres Santo sin igual Pues eres Santo sin igual
y del mismo Dios amado y del mismo Dios amado
Sea José nuestro abogado Sea José nuestro abogado
en esta vida mortal.
en esta vida mortal
V
II
A su muerte dichosa
Antes de haber nacido
estuvo siempre con contigo
ya fuiste santicado
el mismo humanado Dios
y eternamente destinado
con María tu Esposa
linaje y sangre real
y Gloria tan prodigiosa
naciste de esclarecido
canta el coro Angelical.
linaje de sangre Real
Pues eres Santo sin igual Pues eres Santo sin igual
y del mismo Dios amado y del mismo Dios amado
Sea José nuestro abogado Sea José nuestro abogado
en esta vida mortal. en esta vida mortal.

III VI
Su vida fue tan pura Con Cristo resucitaste
que en todo eres sin segundo en cuerpo y alma glorioso
después de María el mundo y a los Cielos victorioso
vio tan santa criatura a Jesús acompañaste
y así fue su ventura y a su derecha te sentaste
entre todos sin igual formando coro especial
Pues eres Santo sin igual
Pues eres Santo sin igual y del mismo Dios amado
y del mismo Dios amado Sea José nuestro abogado
Sea José nuestro abogado en esta vida mortal.
en esta vida mortal.
VII
IV
Allá estás como abogado
Su Santidad declara
de todos los pecadores
aquel caso soberano
alcanzando mil favores que te llama
cuando en su Santa mano
el que te llama atribulado
oreció la seca vara
ninguno desconsolado
y porque nadie dudara
salió de este tribunal
hizo el Cielo esta señal. (José Gálvez Krüger).

5. Consideración del día. (Día correspondiente).


6. Oración Final
A ti, bienaventurado San José, acudimos y conados invocamos tu protección,
junto con el auxilio de tu Santísima Esposa: Por aquel sagrado vínculo de caridad
que te unió a la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, y por el paterno amor
con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los
ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio
socorras nuestras necesidades.Protege y Provee, Custodio de la Sagrada Familia,
las necesidades de nuestra Familia Agustiniana; aparta de nosotros todo mal y
peligro; asístenos propicio, desde el cielo, y como en otro tiempo libraste de las
amenazas de muerte al Niño Jesús, así ahora, deende a la Iglesia Santa de Dios
de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad. Protégenos a cada uno
de nosotros con tu perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu
auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en el cielo la
eterna felicidad. Amén.
G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.5
padre amado
PAG. 6
DÍA PRIMERO
PADRE AMADO Su vida un servicio
Lectura bíblica: 1Crónicas 17, 10-14
Desde los días en que instituí jueces sobre mi pueblo de Israel, te sometí a
todos tus enemigos, y te anuncié que Yahvé te edicará una casa. Cuando
se cumplan tus días para ir con tus padres, armaré después de ti a uno de tus
descendientes, a uno de tu sangre, y aseguraré tu reino. El me edicará una
Casa y yo armaré su trono para siempre. Yo seré para él un padre, y él será
para mí un hijo, y no apartaré de él mi amor, como lo aparté del que estaba
ante ti. Yo lo mantendré en mi casa y en mi reino para siempre y su trono
estará rme eternamente. Palabra de Dios.

Reexión Agustiniana: San Agustín. Serm 51, 26


Una vez nacido el Rey mismo de todos los pueblos, comenzó a ser honrada la
virginidad a partir de la Madre del Señor, que mereció tener un hijo sin perder
su integridad. Así, pues, aquel era matrimonio, y matrimonio sin corrupción
alguna; así porque la esposa dio a luz castamente; ¿por qué el marido no la
iba a recibir castamente? De hecho, como aquella esposa lo dio a luz
castamente, así la recibió castamente aquel marido, y como ella fue madre,
siendo casta, así él fue padre, siendo igualmente casto.

Meditación del Papa. Papa Francisco Patris Corde 1


La grandeza de san José consiste en el hecho de que fue el esposo de María y
el padre de Jesús. En cuanto tal, entró en el servicio de toda la economía de
la encarnación, como dice san Juan Crisóstomo. San Pablo VI observa que su
paternidad se manifestó concretamente al haber hecho de su vida un
servicio, un sacricio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora que
le está unida; al haber utilizado la autoridad legal, que le correspondía en la
Sagrada Familia, para hacer de ella un don total de sí mismo, de su vida, de su
trabajo; al haber convertido su vocación humana de amor doméstico en la
oblación sobrehumana de sí mismo, de su corazón y de toda capacidad en
el amor puesto al servicio del Mesías nacido en su casa. Así pues, por su papel
en la historia de la salvación, san José es un padre que siempre ha sido
amado por el pueblo cristiano.

PAG.7
padre En la ternura
PAG. 8
DÍA SEGUNDO PADRE EN LA TERNURA
José nos enseña que tener fe en Dios incluye además creer que Él.
Lectura Bíblica: 1Juan 4, 6-14 Nosotros somos de Dios. Quien conoce a Dios nos
escucha, quien no es de Dios no nos escucha. En esto conocemos el espíritu de la
verdad y el espíritu del error. Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es
de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha
conocido a Dios, porque Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos
tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de
él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que
él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Si Dios
nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios
nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y
su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que
permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros
hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo, como Salvador del
mundo. Palabra de Dios.
Reexión Agustiniana: San Agustín Serm 189,3
¡Qué condescendencia la suya! ¡Cuán airado estaba antes! ¿Por qué? Éramos
mortales, nos oprimían nuestros pecados, cargábamos con nuestros castigos. Todo
hombre comienza su vida en la miseria; ya desde su nacimiento. No creas que
hago profecías; pregunta a quien acaba de nacer y observa cómo llora. Siendo
tan grande la ira de Dios sobre la tierra, ¡cuál y cuán rápida fue su
condescendencia! La Verdad ha surgido de la tierra. Creó todas las cosas, y entre
ellas fue creado él; hizo el día, y vino al día; existía antes del tiempo y marcó los
tiempos. Cristo el Señor existe sin comienzo y por siempre junto al Padre (...) La
Palabra que existía en el principio, Dios junto a Dios, ¿tiene día de nacimiento? Sí, lo
tiene. Si él no hubiera tenido generación humana, no llegaríamos nosotros a la
regeneración divina: nació para que renaciéramos (...) Su madre lo llevó en el
seno; llevémoslo nosotros en el corazón; la virgen quedó grávida por la
encarnación de Cristo, estén grávidos nuestros corazones de la fe en Cristo; ella
alumbró al salvador; alumbremos nosotros la alabanza. No seamos estériles;
dejemos que nuestras almas las fecunde Dios.
Meditación del Papa: Papa Francisco Patris Corde 2
El Maligno nos hace mirar nuestra fragilidad con un juicio negativo, mientras que el
Espíritu la saca a la luz con ternura. La ternura es el mejor modo para tocar lo que es
frágil en nosotros. El dedo que señala y el juicio que hacemos de los demás son a
menudo un signo de nuestra incapacidad para aceptar nuestra propia debilidad,
nuestra propia fragilidad. Sólo la ternura nos salvará de la obra del Acusador. Por
esta razón es importante encontrarnos con la Misericordia de Dios, especialmente
en el sacramento de la Reconciliación, teniendo una experiencia de verdad y
ternura. La Verdad que viene de Dios no nos condena, sino que nos acoge, nos
abraza, nos sostiene, nos perdona. También a través de la angustia de José pasa
la voluntad de Dios, su historia, su proyecto. José nos enseña que tener fe en Dios
incluye además creer que Él puede actuar incluso a través de nuestros miedos, de
nuestras fragilidades, de nuestra debilidad. Y nos enseña que, en medio de las
tormentas de la vida, no debemos tener miedo de ceder a Dios el timón de nuestra
barca. A veces, nosotros quisiéramos tener todo bajo control, pero Él tiene siempre
una mirada más amplia.

G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.9


padre En la obediencia
PAG. 10
DÍA TERCERO
PADRE EN LA OBEDIENCIA
Bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre

Lectura Bíblica: Mateo 1,20-24

El Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: José, hijo de David,
no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del
Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se
cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que
traducido signica: Dios con nosotros. Despertado José del sueño, hizo como
el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.
Palabra de Dios.

Reexión Agustiniana: San Agustín Serm. 51, 10


Continúa diciendo el evangelista: Pensando él en todas estas cosas, he aquí
que se le apareció en sueños un ángel que le dijo: José, no temas recibir a
María como tu esposa, pues lo que en ella ha nacido es del Espíritu Santo.
Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, ¿Por qué Jesús? Porque él
—dijo— salvará a su pueblo de sus pecados.
Se entiende, por tanto, que el término hebreo “Jesús” se traduce en latín por
Salvador, lo que deducimos de la misma explicación del nombre.
Como si se le preguntase: ¿Por qué Jesús?, añadió inmediatamente: Él
salvará a su pueblo de todos sus pecados, dando razón del término. Esto
creemos con piedad, esto retenemos con toda rmeza: que Cristo nació del
Espíritu Santo y de la Virgen María [desposada con José].

Meditación del Papa: Papa Francisco Patris Corde 3

Así como Dios hizo con María cuando le manifestó su plan de salvación,
también a José le reveló sus designios y lo hizo a través de sueños que, en la
Biblia, como en todos los pueblos antiguos, eran considerados uno de los
medios por los que Dios manifestaba su voluntad.
En cada circunstancia de su vida, José supo pronunciar su “Fiat”, como María
en la Anunciación y Jesús en Getsemaní. En la vida oculta de Nazaret, bajo la
guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre. Dicha voluntad
se transformó en su alimento diario. Incluso en el momento más difícil de su
vida, que fue en Getsemaní, prerió hacer la voluntad del Padre y no la suya
propia y se hizo obediente hasta la muerte de cruz.
Todos estos acontecimientos muestran que José ha sido llamado por Dios
para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el
ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los
tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente ministro de
la salvación.

G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.11


padre En la acogida
PAG. 12
DÍA CUARTO PADRE EN LA ACOGIDA
La vida espiritual de José nos muestra una vía que acoge

Lectura Bíblica: Lucas 2,41-52


Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la esta. y, al
volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus
padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y
le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron
a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el
Templo sentado en medio de los maestros, escuchándolos y preguntándoles;
todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos
has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando. Él les
dijo: Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi
Padre? Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Palabra de Dios.

Reexión Agustiniana: San Agustín Serm 51,17


Ved de qué manera. Cuando tenía doce años en cuanto hombre, el Señor
Jesucristo que en cuanto Dios es anterior y exterior al tiempo, separándose de sus
padres, se quedó en el templo discutiendo con los ancianos, que se admiraban
de su enseñanza. Ellos, los padres, al regresar de Jerusalén, lo buscaron en la
caravana, es decir, entre los que caminaban con ellos; al no encontrarlo, llenos
de preocupación, volvieron a Jerusalén, donde le hallaron discutiendo con los
ancianos en el templo. Todo ello cuando tenía solo doce años, según indiqué.
Mas ¿por qué extrañarse de ello? La Palabra de Dios nunca calla, pero no
siempre se le escucha (...) Cuando le dijo María: Tu padre y yo, angustiados, te
estábamos buscando, él contestó: ¿No sabíais que conviene que yo me ocupe
de las cosas de mi Padre? Aunque era hijo de ellos, no quería serlo en forma que
excluyese el ser Hijo de Dios. Hijo de Dios, en efecto; Hijo de Dios desde siempre, el
que los creó a ellos mismos.
Meditación del Papa: Papa Francisco Patris Corde 4
José acogió a María sin poner condiciones previas. Conó en las palabras del
ángel. La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por
ley; y hoy, en este mundo donde la violencia psicológica, verbal y física sobre la
mujer es patente, José se presenta como gura de varón respetuoso, delicado
que, aun no teniendo toda la información, se decide por la fama, dignidad y vida
de María. Y, en su duda de cómo hacer lo mejor, Dios lo ayudó a optar iluminando
su juicio. Muchas veces ocurren hechos en nuestra vida cuyo signicado no
entendemos. Nuestra primera reacción es a menudo de decepción y rebelión.
José deja de lado sus razonamientos para dar paso a lo que acontece y, por más
misterioso que le parezca, lo acoge, asume la responsabilidad y se reconcilia con
su propia historia. Si no nos reconciliamos con nuestra historia, ni siquiera
podremos dar el paso siguiente, porque siempre seremos prisioneros de nuestras
expectativas y de las consiguientes decepciones. La vida espiritual de José no
nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge. Sólo a partir de esta
acogida, de esta reconciliación, podemos también intuir una historia más
grande, un signicado más profundo.
G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.13
padre de la
valentia creativa
PAG. 14
DÍA QUINTO
PADRE DE LA VALENTÍA CREATIVA
El cielo intervino conando en la valentía creadora de este hombre

Lectura Bíblica: Mateo 2, 13-21


El Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo
al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque
Herodes va a buscar al niño para matarle. Él se levantó, tomó de noche al niño y a
su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se
cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo (...)
Muerto Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le
dijo: Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino a la tierra
de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño. Él se levantó,
tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Palabra de Dios

Reexión Agustiniana: San Agustín Combate Cristiano XI,12


Realmente son unos necios los que dicen: ¿No podía la Sabiduría divina liberar al
hombre de otro modo sino asumiendo al hombre, naciendo de mujer y
padeciendo tanto de parte de los pecadores? A éstos les decimos: Podía
perfectamente. Pero, si lo hubiese hecho de otro modo, también hubiese
disgustado a vuestra necedad. Si no hubiese aparecido a los ojos de los
pecadores, no hubiesen podido contemplar su esplendor eterno, visible a la
mirada interior pero invisible a las mentes corruptibles (...)
Para eso el Hijo de Dios asumió al hombre y en él padeció los achaques humanos.
Esta medicina del género humano es tan alta que no podemos ni imaginarla.
Porque ¿qué soberbia podrá curarse si no se cura con la humildad del Hijo de
Dios? ¿Qué avaricia podrá curarse si no se cura con la pobreza del Hijo de Dios?
¿Qué ira podrá curarse si no se cura con la paciencia del Hijo de Dios? ¿Qué
impiedad podrá curarse si no se cura con la caridad del Hijo de Dios? Finalmente,
¿qué miedo podrá curarse si no se cura con la resurrección del cuerpo de Cristo el
Señor? Levante el género humano su esperanza y reconozca su naturaleza y vea
qué alto lugar ocupa entre las obras de Dios. No os menospreciéis, ¡oh varones!,
pues el Hijo de Dios se hizo varón. No os menospreciéis, ¡oh mujeres!, pues el Hijo de
Dios nació de mujer.

Meditación del Papa: Papa Francisco Patris Corde 5


Muchas veces, leyendo los “Evangelios de la infancia”, nos preguntamos por qué
Dios no intervino directa y claramente. Pero Dios actúa a través de eventos y
personas. José era el hombre por medio del cual Dios se ocupó de los comienzos
de la historia de la redención.
Él era el verdadero “milagro” con el que Dios salvó al Niño y a su madre. El cielo
intervino conando en la valentía creadora de este hombre, que cuando llegó a
Belén y no encontró un lugar donde María pudiera dar a luz, se instaló en un
establo y lo arregló hasta convertirlo en un lugar lo más acogedor posible para el
Hijo de Dios que venía al mundo. Ante el peligro inminente de Herodes, que quería
matar al Niño, José fue alertado una vez más en un sueño para protegerlo, y en
medio de la noche organizó la huida a Egipto.

G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.15


padre trabajador
PAG. 16
DÍA SEXTO
PADRE TRABAJADOR
El trabajo se convierte en participación en la obra misma de la salvación

Lectura Bíblica: Mt 13,55-56


¿No es éste el hijo del carpintero? ¡Pero si su madre es María, y sus hermanos son
Santiago, y José, y Simón, y Judas! Sus hermanas también están todas entre
nosotros, ¿no es cierto? ¿De dónde, entonces, le viene todo eso?» Ellos se
escandalizaban y no lo reconocían. Palabra de Dios.

Reexión Agustiniana: San Agustín Del trabajo de los monjes 1, 2


Así que no vayáis diciendo acongojados: ¿Dónde hallaremos qué comer y
beber? ¿Dónde hallaremos con qué vestirnos? Como hacen los paganos, los
cuales andan ansiosos tras todas estas cosas; que bien sabe vuestro Padre la
necesidad que de ellas tenéis. Así que buscad primero el reino de Dios y su justicia,
y todas las demás cosas se os darán por añadidura. No andéis, pues,
acongojados por el día de mañana; que el día de mañana harto cuidado traerá
por sí; bástele ya a cada día su propio afán.

He aquí un texto, argumentan ellos, en el que el Señor nos manda que esperemos
conados nuestro vestido y alimento. ¿Cómo podría el Apóstol sostener un
pensamiento contrario al del Señor, exigiéndonos una actitud solícita por lo que
hemos de comer, beber y vestir, mediante la imposición de trabajos, cuidados y
ocios propios de los artesanos?
Por lo tanto, cuando el Apóstol dice: quien no quiera trabajar, que no coma,
hemos de referirlo, dicen ellos, al trabajo espiritual, del que arma en otro lugar:
según el don que a cada uno ha concedido el Señor.

Meditación del Papa: Papa Francisco Patris Corde 6


San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el
sustento de su familia. De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría
de lo que signica comer el pan que es fruto del propio trabajo.
En nuestra época actual, en la que el trabajo parece haber vuelto a representar
una urgente cuestión social y el desempleo alcanza a veces niveles
impresionantes, aun en aquellas naciones en las que durante décadas se ha
experimentado un cierto bienestar, es necesario, con una conciencia renovada,
comprender el signicado del trabajo que da dignidad y del que nuestro santo es
un patrono ejemplar. El trabajo se convierte en participación en la obra misma de
la salvación, en oportunidad para acelerar el advenimiento del Reino, para
desarrollar las propias potencialidades y cualidades, poniéndolas al servicio de la
sociedad y de la comunión.
El trabajo se convierte en ocasión de realización no sólo para uno mismo, sino
sobre todo para ese núcleo original de la sociedad que es la familia. Una
familia que carece de trabajo está más expuesta a dicultades, tensiones,
fracturas e incluso a la desesperada y desesperante tentación de la
disolución.
G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.17
padre En la sombra
PAG.18
DÍA SÉPTIMO PADRE EN LA SOMBRA
El silencio es el Padre de la Palabra (Paul Claudel)

Lectura Bíblica: Mt 1,19-21


Su esposo, José, pensó despedirla, pero como era un hombre bueno, quiso
actuar discretamente para no difamarla. Mientras lo estaba pensando, el Ángel
del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, descendiente de David, no
tengas miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está esperando por
obra del Espíritu Santo, tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo
llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» . Palabra de Dios.
Reexión Agustiniana: San Agustín Serm 51, 26
Así que no vayáis diciendo acongojados: ¿Dónde hallaremos qué comer y beber?
¿Dónde hallaremos con qué vestirnos? Como hacen los paganos, los cuales
andan ansiosos tras todas estas cosas; que bien sabe vuestro Padre la necesidad
que de ellas tenéis. Así que buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas las
demás cosas se os darán por añadidura. No andéis, pues, acongojados por el día
de mañana; que el día de mañana harto cuidado traerá por sí; bástele ya a cada
día su propio afán.
He aquí un texto, argumentan ellos, en el que el Señor nos manda que esperemos
conados nuestro vestido y alimento. ¿Cómo podría el Apóstol sostener un
pensamiento contrario al del Señor, exigiéndonos una actitud solícita por lo que
hemos de comer, beber y vestir, mediante la imposición de trabajos, cuidados y
ocios propios de los artesanos? Por lo tanto, cuando el Apóstol dice: quien no
quiera trabajar, que no coma, hemos de referirlo, dicen ellos, al trabajo espiritual,
del que arma en otro lugar: según el don que a cada uno ha concedido el Señor.
Meditación del Papa: Papa Francisco Patris Corde 7
El amor que quiere poseer, al nal, siempre se vuelve peligroso, aprisiona, sofoca,
hace infeliz. Dios mismo amó al hombre con amor casto, dejándolo libre incluso
para equivocarse y ponerse en contra suya. La lógica del amor es siempre una
lógica de libertad, y José fue capaz de amar de una manera
extraordinariamente libre. Nunca se puso en el centro. Supo cómo descentrarse,
para poner a María y a Jesús en el centro de su vida. La felicidad de José no está
en la lógica del auto-sacricio, sino en el don de sí mismo. Nunca se percibe en
este hombre la frustración, sino sólo la conanza.
Su silencio persistente no contempla quejas, sino gestos concretos de conanza.
El mundo necesita padres, rechaza a los amos, es decir: rechaza a los que quieren
usar la posesión del otro para llenar su propio vacío; rehúsa a los que confunden
autoridad con autoritarismo, servicio con servilismo, confrontación con opresión,
caridad con asistencialismo, fuerza con destrucción. Toda vocación verdadera
nace del don de sí mismo, que es la maduración del simple sacricio. También en
el sacerdocio y la vida consagrada se requiere este tipo de madurez. Cuando
una vocación, ya sea en la vida matrimonial, célibe o virginal, no alcanza la
madurez de la entrega de sí misma deteniéndose sólo en la lógica del sacricio,
entonces en lugar de convertirse en signo de la belleza y la alegría del amor corre
el riesgo de expresar infelicidad, tristeza y frustración. La paternidad que rehúsa la
tentación de vivir la vida de los hijos está siempre abierta a nuevos espacios.
G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.19
esposo Jjusto
PAG. 20
DÍA OCTAVO ESPOSO JUSTO
“Su voz es el silencio reexivo” (P Juan Pablo II R.C 25)
Lectura Bíblica: Ct 2,10-14
Mi amado empieza a hablar y me dice: Levántate, compañera mía, hermosa mía,
y ven por acá, paloma mía. Acaba de pasar el invierno, y las lluvias ya han cesado
y se han ido. Han aparecido las ores en la tierra, ha llegado el tiempo de las
canciones, se oye el arrullo de la tórtola en nuestra tierra. Las higueras echan sus
brotes y las viñas nuevas exhalan su olor. Levántate, amada mía, hermosa mía, y
ven. Paloma mía, que te escondes en las grietas de las rocas, en apartados riscos,
muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz, porque tu voz es dulce y amoroso tu
semblante. Palabra de Dios.
Reexión Agustiniana: San Agustín Serm 51,30
Se dice también a María: He aquí que vas a concebir un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. Y a José: José, hijo de David, no temas recibir a María como tu esposa. Lo que
en ella ha nacido es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre
Jesús: él salvará a su pueblo de sus pecados.
Se arma también: Y le dio a luz un hijo. Con ello se le aanza como padre, no por
obra de la carne, sino del amor. Por tanto, él es padre de esa manera. Con suma
cautela y prudencia, pues, cuentan los evangelistas las generaciones por la línea de
José, tanto Mateo, descendiendo desde Abrahán hasta Cristo, como Lucas,
ascendiendo desde Cristo hasta Dios, pasando por Abrahán. Uno las cuenta en línea
descendente, otro en línea ascendente, pero ambos a través de José. ¿Por qué?
Porque él es el padre. ¿Cómo es el padre? Porque su paternidad era tanto más
sólida cuanto más casta. Ciertamente era tenido por padre de nuestro Señor
Jesucristo, pero de otra manera, es decir, como los demás padres que engendran en
la carne y reciben hijos por cauce distinto al solo afecto espiritual. Pues también dijo
Lucas: Se le tenía por padre de Jesús. ¿Por qué se le tenía por tal? Porque la opinión y
juicio de los hombres se deja llevar de lo que suele suceder entre los hombres. Pero el
Señor no nació del semen de José, aunque así se pensase; sin embargo, a la piedad
y caridad de José le nació de la Virgen María un hijo, Hijo a la vez de Dios.
Meditación del Papa: Juan Pablo II. Redemtoris Custos 18-19
Son muy signicativas las palabras dichas a José: «No temas en tomar contigo a
María, tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo» (Mt 1, 20). Estas
palabras explican el misterio de la esposa de José: María es virgen en su
maternidad. En ella el «Hijo del Altísimo» asume un cuerpo humano y viene a ser «el
Hijo del hombre». Dios, dirigiéndose a José con las palabras del ángel, se dirige a él
al ser el esposo de la Virgen de Nazaret. Lo que se ha cumplido en ella por obra del
Espíritu Santo expresa al mismo tiempo una especial conrmación del vínculo
esponsal, existente ya antes entre José y María. El mensajero dice claramente a
José: «No temas tomar contigo a María tu mujer».Por tanto, lo que había tenido
lugar antes —esto es, sus desposorios con María— había sucedido por voluntad de
Dios y, consiguientemente, había que conservarlo. En su maternidad divina María
ha de continuar viviendo como «una virgen, esposa de un esposo» (cf. Lc 1, 27).
En las palabras de la «Anunciación» nocturna, José escucha no sólo la verdad
divina acerca de la inefable vocación de su esposa, sino que también vuelve a
escuchar la verdad sobre su propia vocación. Este hombre «justo», que en el espíritu
de las más nobles tradiciones del pueblo elegido amaba a la virgen de Nazaret y se
había unido a ella con amor esponsal, es llamado nuevamente por Dios a este
amor.
G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.21
DE JESÚS
padre dE
PAG. 22
DÍA NOVENO
PADRE DE JESÚS
Su paternidad se ha expresado concretamente
al haber hecho de su vida un servicio.

Lectura Bíblica: Mt 13,53-57

Cuando Jesús terminó de decir estas parábolas, se fue de allí. Un día se fue a
su pueblo y enseñó a la gente en su sinagoga. Todos quedaban maravillados
y se preguntaban: «¿De dónde le viene esa sabiduría? ¿Y de dónde esos
milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¡Pero si su madre es María, y sus
hermanos son Santiago, y José, y Simón, y Judas! Sus hermanas también están
todas entre nosotros, ¿no es cierto? ¿De dónde, entonces, le viene todo eso?»
Ellos se escandalizaban y no lo reconocían. Entonces Jesús les dijo: «Si hay un
lugar donde un profeta es despreciado, es en su patria y en su propia familia.»
58 Y como no creían en él, no hizo allí muchos milagros. Palabra de Dios.

Reexión Agustiniana: San Agustín Serm. 51,21

En consecuencia, que nadie niegue la paternidad a José por el hecho de no


haber mantenido relación carnal con la madre del Señor, como si fuera la
libido la que hace a una mujer esposa y no el amor conyugal. Esté atenta
Vuestra Caridad. Trascurrido algún tiempo había de decir el Apóstol de Cristo
en la Iglesia: Por lo demás, quienes tienen mujer vivan como si no la tuvieran.
Conocemos a muchos hermanos nuestros quienes, como fruto de la gracia,
se contienen de mutuo acuerdo, en el nombre de Cristo, de satisfacer la
concupiscencia carnal, aunque sin renunciar al recíproco amor conyugal.

Meditación del Papa: Juan Pablo II. Redemtoris Custos 8

San José ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la
misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él
coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es
verdaderamente «ministro de la salvación». Su paternidad se ha expresado
concretamente «al haber hecho de su vida un servicio, un sacricio, al
misterio de la encarnación y a la misión redentora que está unida a él; al
haber hecho uso de la autoridad legal, que le correspondía sobre la Sagrada
Familia, para hacerle don total de sí, de su vida y de su trabajo; al haber
convertido su vocación humana al amor doméstico con la oblación
sobrehumana de sí, de su corazón y de toda capacidad, en el amor puesto al
servicio del Mesías, que crece en su casa»..

Novena a San José


en el 150 aniversario de ser declarado
Patrono de la Iglesia Universal por el Papa Pio IX
Recopilación del P.P. Guillermo Casalins O.S.A.
y de Fray Carlos Saúl Jaimes Guerrero O.S.A.

G.C.F.: Novena Agustiniana de San José PAG.23


Con corazón de padre: así José amó a Jesús,
llamado en los cuatro Evangelios «el hijo de José».

Los dos evangelistas que evidenciaron su gura, Mateo y Lucas, reeren poco, pero lo
suciente para entender qué tipo de padre fuese y la misión que la Providencia le
conó.
Sabemos que fue un humilde carpintero (cf. Mt 13,55), desposado con María (cf. Mt
1,18; Lc 1,27); un «hombre justo» (Mt 1,19), siempre dispuesto a hacer la voluntad de
Dios manifestada en su ley (cf. Lc 2,22.27.39) y a través de los cuatro sueños que tuvo
(cf. Mt 1,20; 2,13.19.22). Después de un largo y duro viaje de Nazaret a Belén, vio nacer
al Mesías en un pesebre, porque en otro sitio «no había lugar para ellos» (Lc 2,7). Fue
testigo de la adoración de los pastores (cf. Lc 2,8-20) y de los Magos (cf. Mt 2,1-12), que
representaban respectivamente el pueblo de Israel y los pueblos paganos.

Tuvo la valentía de asumir la paternidad legal de Jesús, a quien dio el nombre que
le reveló el ángel: «Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo
de sus pecados» (Mt 1,21). Como se sabe, en los pueblos antiguos poner un
nombre a una persona o a una cosa signicaba adquirir la pertenencia, como
hizo Adán en el relato del Génesis (cf. 2,19-20).

[…]Por eso, al cumplirse ciento cincuenta años de que el beato Pío IX, el 8 de
diciembre de 1870, lo declarara como Patrono de la Iglesia Católica, quisiera
—como dice Jesús— que “la boca hable de aquello de lo que está lleno el
corazón” (cf. Mt 12,34), para compartir con ustedes algunas reexiones personales
sobre esta gura extraordinaria, tan cercana a nuestra condición humana.
Este deseo ha crecido durante estos meses de pandemia, en los que podemos
experimentar, en medio de la crisis que nos está golpeando, que «nuestras vidas
están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que
no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del
último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos
decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de
reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras,
transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero
tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo. […]
Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose
de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y
abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos,
cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e
impulsando la oración.
Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos»[6]. Todos
pueden encontrar en san José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de
la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en
tiempos de dicultad.
San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en
“segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A
todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud

Papa Francisco. Patris Corde. Introducción. Roma, en San Juan de Letrán, 8 de diciembre, Solemnidad de la
Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, del año 2020, octavo de mi ponticado.

PAG. 24 G.C.F.: Novena Agustiniana de San José

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