Resumen Didactica - Da Silva - Terigi

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

DESCOLONIZAR EL CURRÍCULUM – DA SILVA

Cierta teorización educacional tiende a trivializar y fetichizar (hacer una cosa) la esfera cotidiana. Todas las
nociones de relaciones sociales tienen un valor pedagógico inestimable. Una cosa, o una aparente relación
entre cosas, esconde una relación social. La mercancía es una cosa compleja, llena de sutileza metafísica. Sus
superficies lisas no muestran señales de la relación social de explotación que la produjo. Un objeto, entonces,
<<no es más que determinada relación social entre los propios hombres, que para ellos asume la forma
fantasmagórica de una relación entre cosas>>. Willis dice que <<las mercancías producidas dentro de un
conjunto de historias, relaciones y habilidades altamente específicas y determinadas>>. El fetichismo es el
proceso donde las relaciones se tornan invisibles, haciendo aparecer solamente la cosa, el objeto, de forma
aislada y desconectada de otros procesos y relaciones. El mundo simbólico, cultural, progresivamente
mercantilizado, tiende a aparecer en su carácter petrificado, listo, final, que esconde su condición de
construcción y relación social.

Un currículum crítico desfetichizaría lo social, demostrando su carácter construido, su naturaleza relacional.


Una perspectiva pedagógica crítica debería permitirnos interrumpir ese proceso de fetichización, tornando
visibles las conexiones entre esa apariencia fetichizada y las relaciones sociales que ella esconde.

Los productos culturales tienden a aparecer como un jeroglífico social, que, agrego, el currículum debería
enseñar a traducir.

El conocimiento, el currículum y la ciencia deben ser vistos como productos de relaciones sociales. Son
producidos y creados a través de relaciones sociales particulares entre grupos sociales interesados, por lo que
traen esa marca de interés y relación.

La noción de relaciones sociales podría ser considerada como un dispositivo pedagógico. Así, nos permite un
triple movimiento:

1- Posibilita introducir la educación y el currículum en la moldura de sus conexiones con relaciones


sociales más amplias. Como instituciones, no pueden separarse de sus articulaciones con las relaciones
de clase, género, raza, y globales.
2- Permite establecer uno de los objetivos centrales de la pedagogía crítica: tener siempre presente el
carácter construido y relacional del conocimiento trabajado y producido en el currículo. El quiebre del
sentido común podría servir como un hilo conductor para integrar las diversas áreas de un currículo
orientado hacia una perspectiva crítica.
3- El currículum y el conocimiento deben ser visto como construcciones y productos de relaciones
sociales particulares e históricas, lo que nos debería impedir considerarlos como naturales y
desinteresados.

Las relaciones de poder atraviesan múltiples esferas. Las relaciones de construcción simbólica de la
dominación construyen a ciertos grupos como superiores y a otros como inferiores. Además de las relaciones
de clase, cobran importancia las relaciones de subyugación entre razas y las relaciones asimétricas entre
géneros. Las relaciones de desigualdad y dominación entre naciones y las de raza representan la explotación y
el sufrimiento de los subyugados y aislados. El confort de unos siempre va a representar la incomodidad de
otros.

En un currículum crítico, es crucial ver qué es lo que torna al otro <<una cosa>> y uno otro igual a mí.

Las nociones de prejuicio y discriminación tienden a llevar la cuestión hacia el plano individual y psicológico.
Precisamos discutir el carácter social e histórico de los mecanismos de dominación. El prejuicio y la
discriminación no constituyen sólo un desvío o una patología individual y psicológica, sino que dependen de
categorías y clasificaciones que están profundamente inscriptas en la historia y en el tejido social.
Plantear una discusión y el cuestionamiento de las relaciones sociales e históricas que construyen nuestras
actuales categorías de división y exclusión social no debería ser un objetivo marginal y secundario. Debería ser
uno de los objetivos centrales de un currículum crítico y político, de un currículo que contenga la idea de que
nuestra identidad social es producida histórica y socialmente, no sólo en el contexto escolar sino en el de
procesos pedagógicos y formativos más amplios,

La tarea restringida de la enseñanza y del currículo está inevitablemente comprometida en procesos


formativos que culminan en la producción y reproducción de divisiones sociales que pagan por el molde de
identidades sociales particulares. Lo cultural y lo social son también dimensiones pedagógicas y curriculares: el
contexto social y cultural más amplio <<enseña>> dónde somos ubicados en la sociedad, enseña la identidad
social. La pedagogía y el currículo están involucrados en procesos formativos y productivos. La educación tiene
un carácter político.

El currículum corporifica un <<conocimiento oficial>>, el cual expresa los puntos de vista de los grupos
dominantes. Estos puntos de vistas son poco disputados y cuestionados por los grupos dominados. El
currículo es un territorio colonizado.

Una estrategia para la descolonización del currículum consiste en una construcción de nuevos materiales que
puedan reflejar visiones y representaciones alternativas, lo que demandaría muchos recursos humanos. Los
materiales existentes deberían construir la materia prima a partir de la cual los significados, las visiones y las
representaciones dominantes puedan ser cuestionadas y resistidas.

DA SILVA APARTADO PÁGINA 40 – CURRÍCULUM OCULTO

El currículum oculto está constituido por todos aquellos aspectos del ambiente escolar que, sin ser parte del
currículum oficial, explícito, contribuyen de forma implícita a aprendizajes sociales y relevantes. Lo que se
aprende en el currículum oculto son actitudes, comportamientos, valores y orientaciones que permiten que
niños y jóvenes se ajusten de forma más conveniente a las estructuras y a las pautas de funcionamiento
consideradas indeseables en la sociedad capitalista. Enseña el conformismo, la obediencia, el individualismo.
Los subordinados aprenden actitudes para seguir siendo subordinados, mientras que los dominantes aprenden
a seguir dominando. Se aprende a cómo ser hombre, a cómo ser mujer, heterosexual, homosexual.

Una de las fuentes del currículum oculto está constituida por las relaciones sociales de la escuela: el orden del
aula, tradicionalmente organizado, y el tiempo -puntualidad, control, división en unidades discretas-.

El currículum oculto enseña a través de rituales, de normas. Se aprende a través de divisiones y categorías
explícitas o implícitas propias de la experiencia escolar (más capaz, más bruto).

En la teoría crítica, el currículum oculto implica una posibilidad de tener un momento de lucidez, en el cual
identificamos una determinada situación como constituyendo una instancia de currículum oculto. Consiste en
desocultar el currículum oculto, en hacerlo visible, porque el currículum oculto funciona porque es eso: oculto.
Al desocultarlo, lo hacemos menos eficaz, lo desarmamos.

TERIGI – EL CURRÍCULUM Y LOS PROCESS DE ESCOLARIZACIÓN DEL SABER.

Los contenidos escolares pueden hallarse transformados hasta cierto punto por la cultura de la escuela, pero
su origen está fuera de ese ámbito y poseen una existencia independiente. La escuela es un distribuidor de
conocimiento.
Hay complejas relaciones entre la cultura y la escuela. El currículum es un dispositivo de condensación de estas
relaciones. El lugar que ocupa el currículum es en la comunicación de saberes y prácticas sociales en la escuela.

En los ámbitos de referencia tienen lugar prácticas sociales específicas. Las instituciones que generar
conocimiento académico forman parte de estos ámbitos. Las prácticas y saberes generados en estos ámbitos
constituyen un universo de referencia para el currículum escolar. Son saberes y prácticas que, por su alto valor
social, deberían ser transmitidos en las instituciones que se han dispuesto para tal fin: las escuelas en sus
diversas formas. La elaboración curricular consiste sobre todo en seleccionar los conocimientos que se
transmiten en la escuela. El currículum escolar contiene una selección de aquellos saberes y prácticas, y las
escuelas transmiten estos saberes a los niños y jóvenes, lo que supone un carácter socialmente desinteresado
del currículum -que es mentira.

Una ilusión es que la escuela pone a disposición de los alumnos versiones fieles del conocimiento valioso
socialmente construido. Hay un supuesto sobre la doble fidelidad:

1- Fidelidad del currículum al saber: tiene dos tipos de dificultades


- el primer problema es el de la selección: no podemos esperar que las escuelas enseñen todo porque
es imposible, es decir que cuando se decide qué estudiar, quedan afuera ciertos contenidos, que
conforman el currículum nulo, que es tan significativo como lo que se enseña. El currículum nulo es lo que
las escuelas no enseñan. Esta selección tiende es una relación con un universo curricular de referencia,
constituido por el conjunto de saberes y prácticas que es posible enseñar en la escuela. Los saberes que se
relegan al currículum se los deja afuera por su carácter conflictivo, controversial. Esto nos pone ante el
riesgo de suponer que lo que sí se incluye en el currículum es la porción de los conocimientos con la que
todos estaríamos de acuerdo. El proceso de creación del currículum está atravesado por intereses
históricos, sociales y culturales. El currículum académico se analiza como instrumento de legitimación de
las formas culturales privilegiadas por los grupos dominantes y como instrumento de exclusión de vastos
sectores sociales. La neutralidad curricular no es posible.
-La justicia curricular es el cumplimiento de tres principios básicos: la atención de los intereses de los
menos favorecidos, la participación y escolarización común de ciudadanía, y la producción histórica de la
igualdad.

2- Fidelidad de la escuela al currículum

También podría gustarte