El Pensil de Iberia 4º Época, Nº 6

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4.» ÉPOCA. L unes 30 de M ato de 18 59. N Ú M . 6.

recen
todo

EL PENSIL DE IBERIA.
justo
onde
;dazo
ie se
) ab-
E,ETISTA UNIYEESAL GONTEMPOEANEA.
CO LA BO RA D O RES.
Sra. D?' M argarita P . de Celia. Sr. D. Andrés G-. de Gaviria. Sr. D .Francisco de S. Brandan. Sr. D. M anuel Jiménez.
,, M aría J . Zapata. „ Benigno J . M artinez. ,, Joaqniu Mi‘ da-Silva. „ N arciso M pnturiol.
„ Rosa Butler. ,, Domingo de la Vega. „ Joaquiu M . M artos. „ Roberto R'obert.
Rosa M arina. „ Federico Ferredou. ,, Joaquin Fiol. „ Romualdo Lafuente.
Sr. D. Antonio I. Oervera. „ Federico Beltran. ,, José Bartorelo. ,, Roque Barcia.
,, Antonio Quiles. „ Fernando Garrido. ,, José Francisco Vieh. „ Sixto Cámara.
„ Antonio N egrete. „ Francisco P . de Puente. José M oreno Fuentes.
C ondiciones materiales de la publicación .— JSl Pensil y el estrangero; Tres meses, 57.—Seis, 110.—U n ano, 2 0 0 .-S e
de Ib eria se reparte los diaa 10, 20 y 30 de cada mes, y consta suscribe en Cádiz, en la Administración, calle del Sacramento,
de cuatro pliegos de esmerada impresión. num. 33, (á donde se dirijirán toda clase de reclamaciones): en
P recios de suscricion paq-ada adelantada.—E n Cádiz: la librería de la Revista M édica y en la ouenaderuacion de Fá-
U n mes, 3 rs.—Tres, 8.—Seis, 15.—U n año, 28.—E n provincias: bregas, calle de la Verónica.
U n mes, <1rs.—Tres, 10.—Seis, 19.—U n año, 35.—E n U ltram ar E n provincias, en las principales librerías.

SüMAÉio.—Nociones de analogía universal y otras cosas mas, La libertad, que es el medio qu(f nos sirve para bus­
)r Alfonso Toussenel.—Leyendas morales.—Jorge Sand.—
S evista de Sevilla.—Cuatro meses en Paiús.—Correspon­ car la felicidad, nos lleva al cumplimiento de la ley
dencia particular del Pensil de Iberia.—Pantos de suscricion. de Ab'accion, en la cual se encuentra irremisible­
mente el cumplimiento de nuestros destinos.
El satélite está íntimamente persuadido de que no
bacc mas que satisfacer su propia voluntad, cuando
NOdO^’ES DE AMLOfiU IM ÍERSAL recorre la órbita, que le asignó la Atracción.
■2- ZDIE O T ia jA S c o s ^ s E l amante, también está persuadido de que no hace
mco mas que lo que quiere, cuando obedece ciegamente los
Se POR ALFONSO TOUSSENEL. caprichos de su amada, y por esto el pueblo de los ena-’
hau morados es el único que merece" el hermoso nombre
erra de pueblo libre, porque es el único que obedece un
U na sola ley rige el universo.
1 fa- El amor. gobierno de su elección.
Las Atracciones son proporcionales á los destinos
Amor es el motor divino, irresistible, que atrae la
tierra hacia el sol, el amante hacia su querida, la sa­ délos seres: toda criatura se siente «¿raií/a hacia el
polo de su destino, y existe una doble brújula, el Pla­
via hacia laestrem idad de.las ramas, la molécula me­ cer, que les indica que están en la buena via, y el Do­
Sa- tálica, que se suponia insensible, hacia la molécula de
la misma natux’aleza. lor, que aumenta en proporción que de ella se aparta.
QSti- Los cielos proclaman la santidad de la Pasión y en­
calle Que á este poder se le llame Amor, Atracción, Afi­
■onio señan á la tierra á reverenciar el Amor, cuyo poder
nidad molecular, según las ciencias han ido adelantan­
Fuan transporta el Planeta al través del espacio, formando
1 de do en el conocimiento de los fenómenos v leyes de la
la elipse simbólica en torno de su centro de atracción,
'uer- naturaleza, la diferencia de nombre no importa nada
y haciendo brillar la alegría en la superficie de los glo­
Iban’. en la esencia; la cosa es una; es el principio universal
) Or- bos, cuando disipan las tinieblas ])ara sumergirse en
del movimiento y de la vida, fuerza irresistible, que las vivificantes olas de un océano de luz.
jrdá, llfeva tras sí, llenos de entusiasmo, á todos los seres
:bay creados. Los poetas, que comprenden á Dios á media pala­
reno. bra, han comparado la Aurora, que tifie de opalo y
-J i- Los sabios la llaman pasión, de la palabra latina
rosa el Oriente, y que disipa las sombras de la noche,
3CÍOU paúl que quiere decir sufrir, para espresar la idea de
-min- con la radiante sonrisa de lam uger, que desvanece las
la sumisión del hombre y de su obediencia irresisti­
ble á esta ley superior. inquietudes del corazón prometiendo mi hermoso dia....
y los poetas han dicho bien.
ircia, Y ,yo acepto esta espresion, porque es justa y no
Y en fefectOj como la enamorada que se adorna de
muel quiero ocuparme por ahora del descrédito que han in­
;únez sus mas bellas galas, y perfuma sus cabellos para la
tentado, aunque vanamente, echar sobre ella los hipó- amorosa cita, así cada mañana se ren ste la Tierra de
Sala- critas y los tontos.
Juan sus mas ricos adornos, para salir al encuentro de'los
Ber- La Pasión, principio del movimiento universal, es el rayos del astro amado desplegando para aguardarlo
Verbo eterno, por el cual hace Dios conocer su volun­ un faustoso lujo....
tad y sudey á todas las criaturas.
El mismo fuego de amor, es qui ;n hace brillar á es­
líüPasiori es la revelación permanente de la vohm- ta hora los líquidos diamantes dcl verde manto de las
tad de Dios. Ella conduce al hombre á la felicidad. praderas y quien enciende el cielo en ráfagas de oro.
La felididad está para cada ser, en el desarrollo in­
Necesidad de amar, que dcsiúerta bajo las ramas de
doQ tegral y contínuode todas sus facultades, y de todas
sus atracciones naturales. los bosques los colorínes de mélodioso canto, y que
hace entreabrírselas corolas embalsamadas de las fio-
Todo ser es feliz,■cuando no encuentra obstáculos res, para empaparse en Ids aromas v la luz, y sacudir
en la via de sus destinos. en los aires sus cálices 'de inciebéo.

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— 2—

Flores y cosechas, perfumes y cantos alegres, bro­ dos, que tiene un infinito numero de astros, de univer­
tan por todas partes al soplo clel amor. sos y de torbellinos de universos que dirigir, se di­
Alegrías sin fin, inefables armonías que se despier­ vierta en tentar á los hombres, en un petjueño rincón
tan del seno de la naturaleza al prim er beso del sol, de un planetilla pequeñísimo, perdido en la inmensi­
entonando himnos al amor, repitiendo en rail tonos: dad del espacio, y tau ruin, que no ha podido aun ser
"No hay mas que u n Dios, y el Amor es -su Profeta." descubierto por los otros planetas sus vecinos.
Feliz, mil veces feliz es la tierra, porque el consejo Preciso era que la falsa moral escomulgara de ante­
sideral que rige los mundos no ha lanzado todavía el mano la Pasión, para que un moralista anglicano osa­
anatema de inmovilidad contra su ardiente amor por ra escribir que el derecho de sentarse en el banquete
el ardiente Febo! de la vida, solo pertenecía al hijo del rico, lo mismo
¡Qué dirá nuestra madre tierra de la falsa moral que el derecho de amor y de paternidad.
que rige á su liumanidad! E n m ateria de amor, el Lo cual quiere decir, que la falsa moral, honrada
hombre se vé obligado á envidiar la libertad del vege­ por el bárbaro civilizado, ha cometido un crimen de
tal y del mineral! impiedad suprema, degradando la pasión, lo que equi­
L a tierra no ha dictado leyes ridiculas contra sus vale á destituir á Dios de su título de gefe del movi­
amores! ' miento pivotal, que es el movimiento pasional.
Preciso es confesarlo para vergüenza de la hum ani­ Y.yo pregunto ¿debemos tolerar semejantes infrac­
>• dad terrestre; hay en su seño falsos doctores y religio­ ciones del buen sentido y del orden?
nes íalsas, dedicados á difamar y anatematizar el amor, Unios á mí, almas santas y caritativas, abrasadas
á perseguirlo de muerte, á pesar de venir garantido por el espíritu de Dios, vosotros, y sobre todo voso-
con certificados de Dios, y ardientemente recomenda­ tras, nobles y generosas hijas de Eva, á quienes Dios
do por el sol. no concede la belleza, las gracias y el encanto que os
H a habido y hay todavía falsos impostores, que sos­ distinguen, la voz melodiosa y el don de seducir, sino
tienen que la pasior^es un lazo y u n lazo que Dios nos para m antener en el corazón del hombre simpre viva
tiende. y potente la Pasión!
H ay todavía falsos sacerdotes que se dan á sí mis­ Unios á. mí, para liacer justicia de la odiosa doctri­
mos el título de piadosos, y que se empeñan en hacer­ na de la indignidad de la Pasión, doctrina que ha
nos creer que el espectáculo de nuestros sufrimientos servido á los impostores y á los tiranos, desde hace
es particularmente agradable á Dios, cuyo mayor seis mil años, para erigir y perpetuar sus sistemas y
placer no es otro que tentar á sus pobres criaturas, sus instituciones de opresión y de tortura, y proceda­
chasqueándolas y jugándoles muchas pasadas, hasta mos inmediatamente á la rehabilitación d(?í amor; del
tal punto que los fieles de ese supuesto buen Dios, se amor que es vuestra causa, la causa de Dios, la causa
yerian obligados á suplicarle todos los dias que no les de la felicidad y de la libertad humana.
indujera en mala tentación. La rehabilitación de la pasión es el principio de la
Los sacerdotes Judios cuentan que había un Dios sabiduría y el punto de partida para llegar á la armo­
([qjusticia y de clemencia, llamado Sabaoth, el cual nía social.
mandó á un padre que degollase á su hijo en testimo­ E l amor es la columna de fuego que debe guiar há«
nio de su fé, y que esperó á que el cuchillo paternal ciada tierra prometida á l a pobre humanidad que lu­
llegase al cuello de la víctima para ordenarle de­ cha á ciegas é instintivam ente estraviada, sedienta y
tenerse.... errante en el desierto de la sociedades límbicas.
Como si fuera posible que un Dios, por poco huma­ Alzaos conmigo, hijas de Eva, las de cabellos sedo­
no que fuera, pasase el tiempo en bromas tan pesadas. sos rubios y negros, sacerdotisas de la ley de amor;
Como si fuera posible que un Dios, que se respete alzaos para decir con vuestra voz tan dulee al corazón
á sí mismo pudiera empezar por prescribir á un padre del hombre, para decir con las flores, las aves y los
el amar á su hijo con todas las potencias de su alma, astros: "Dios es bueno, y la Pasión es santa, porque es
para exijirle luego que le degollara! la ley de Dios."
O tra vez, según los mismos narradores, fue el sol á Dios es bueno, y no ama la matanza, y no gusta del
quien ese mismo Sabaoth detuvo ante los muros de derramamiento de sangre, por el cual nos inspira hor­
una miserable bicoca de Palestina para facilitar á los ror, y los que le entonan el Te-Deum laudamus para
verdugos que la sitiaban algunos minutos mas de ma­ darle gracias por el triunfo de sus armas, le calumnian
tanza y esterminio. y le insultan.
Como si Dios pudiera detener el sol sin detener el Dios es nuestro padre, y como tal desea que los pa­
tiempo y sin detenerse él mismo. E l diablo eran los dres trabajen para la felicidad de sus hijos.
judíos, y su Dios Sabaoth. V erdades, que después de Dios es justo, y por consecuencia, cada uno de los
H' todo, es preciso pasar la mano sobre las miserias hu­ deseos que nos dá, es una promesa que nos hace. Así
manas, que al fin por mas rabino que ese sea, cada por ejemplo, si no quisiera que fuésemos inmortales,
uno tiene sus pasiones que alimentar, y el sacerdote no nos hubiera dado el deseo de serlo; por el contra­
ha de vivir del altar, y yo sé bien que solo los malos rio, nos hubiera inspirado atracción por la idea de la
'J *
dioses producen y merecen por consecuencia la pena nada. A su infinito poder le hubiera costado lo
de ser servidos; pero también sé que la doctrina de un mismo lo uno que lo-otro. *
I D iostentador, es la locura mas vergonzosa y disonan­ Y la mejor prueba que tenemos de nuestra inm orta­
•T:
te que ha nacido en el cerebro del hombre y la injuria lidad, es la necesidad generalmente sentida de creer
mas grave que ha hecho á la Divinidad. en ella.
E n efecto, esta doctrina monstruosa de im Dios O somos inmortales según nuestro deseo, ó Dios, ha
malo y traidor, esta doctrina impía no es mas que la hecho nacer este deseo en el corazón de sus hijos,
conclusión fatal y rigorosa del dogma de la maldad sin verse obligado á ello, sabiendo que no ha de cum­
de la Pasión. Absurdo que conduce á la ridícida idea plirse, en cuyo caso seria un ser soberanamente i n ­
de que todo un Dios supremo, ordenador de los m un­ sidioso y malo, ó lo que es lo mismo, no seria Dios;

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■ 1

caprichos dé Alár, con ese bello> estilo^ con esa pureza


que revelan las almas apasionadas. Su arco se des­
liza sobre las sonoras cuerdas de su Stradivarius, con fU M O MESES Ei\ P.iEIS,
toda la precisión de un severo y envidiable método: lo
que mas distingue á esta verdadera artista, es la afina­ (CONTINUACION.)
ción con que egecuta los mas difíciles pasages. Dotada
mte- de un corazón formadq para el'sentimiento, sus cantos, E n el bulevar de M ontm artre hay un letrero enor­
osa- producen ese efecto que solo el alma esplica. N o se me, en que se brindan dientes por 5 francos cada
uete sabe qué mas admirar én la condesa de Vernay, si su uíw, previa una garantía de iO años.
;SmO talento artístico, ó su facultad como violinista. Su ¡Dónde estará el diente al cabo de diez años, y aquel
elegante postura, la gallardía con que tira el arco, el á quien se puso, y el mismo que lo puso!
color que da á las notas, todo.la singulariza. Es ines- L a antigua casa de Michaad (aquí todo el mundo
plicable la sensación que ha .^odúcidd esta heroína se denomina casa, antigua casa, casa única) se presen­
del concierto, que tuvo que repetir su Bolero en medio ta como la sola casa.de París, que pone á nuestro ar­
lOVJ- de los bravos y aplausos de la entusiasmada concur­ bitrio y disposición una dentadura completa (un Ben^
rencia. P ara apreciar el ;yalbr artístico de la condesa tier complet) por la suma de 150 fraíleos, reuniendo
!rac- de Vernay, es preciso oirla'en’ lós momentos en que las mejores condiciones de actividad y duración (de
presa de su inspiración, canta con su violin. travail et de durée.J
adas También Jas artes de recreo, están al servicio de la E n una de las travesías del bulevar de Beaumar-
oso- humanidad, porque ésta sociedad ha sido invitada para chais, se ve uu gran rotulo; donde so iiromete uu men-
Dios que dé otro concierto, destinándose sus productos á jurge para hacer salir el pelo d todo et mundo-, con el
e os favor de unos misioneros que, de paso, se encueutmu bien e n te n d ió de que no se recibe paga alguna, hasta
sino en esta capital. Si el objeto se consigue, y si toma después de haberse obtenido el resultado. E l objeto
viva ^ r t e , como es de presumir, la condesa de Vernay, el es que acuda gente; lo demás queda reservado á otro
éxito será satisfactorio, porqué existiendo un vivo de­ m cujurgeque solo ellos conocen. La churla en los
seo por volver á escuchar á tan hábil instrumentista, mercaderes es aquí un verdadero y misterioso men-
la concurrencia será numerosa. jui’ge, una operación química, velada por el arte de un
hechicero, ürfila era uu niño de teta, como suele
VI. decirse.
Tendrás noticia, por lá polémica que lian sostenido E n la iis no se escapa ningún bicho viviente; ni el
estos dias dos periódicos delo ^ que llaman políticos, oidium, ni las pulgas, ni las liendres, ni las chinches.
ausa sobre un sonámbulo de esta. H asta en esta materia, Levante los ojes el que pasea por estas espaciosas y
sujeta a la ciencia, ha hecho su importante i)apel el magníficas calfos; lea ciertos ^cuadros que están es-
esp.ritu de> tal o cual partido., Ello es lo cierto que puestos en los almacenes y tiendas de comestibles, y
el del sonambulo forma el pasto de la conversación dia­ se convencerá.como solo la negligencia, en soltar unos
ria, y que cada cual deduce de sus efectos, su conse­ cuantos sueldos, puede tolerar el desacato de que haya
cuencia. Yo,-que nada niego al influjo ds la ciencia, pulgas en _el mundo. ¡Cuántos millones necesitaría
asisto al epítasis de. esta especie de comedia, sin la un solo individuo, si le asaltase la humorada de creer
prevención que abriga la incredulidad. en lo que le dice este pueblo volátil, adornado no obs
L a multitud acude a consultar el remedio para sus tante de tan grandes dotes, abismado no obstante bajo
dolencias, y el dormido Galeno régala la esperanza á el peso de tantas flaquezas! ^
los que padecen. ¿Son ilusorios lós dfectos del sonam­ Visitemos las tiendas de pieles, y encontraremos,
bulismo? La ciencia habla eii^ Francia. E n el siglo perlectamente disecados, leones, panteras, tigres leo­
del vapor todo parece creíble, al menos lo que se pro­ pardos, Menas, lobos, zorras, castores; en fin ’ un ira
duce en el mundo interior. ' bínete natural de zoología. N o he visto ratas- pero
no estrauaria alzar la cabeza y darme de hocicos con
. V II. una enorme culebra boa, puesta en una urna de cris­
Voy á concluir estos párrafos. tal, á lo largo de uu escaparate. '
L a capital andaluza está* llamada á mejor destino, Tal es el deseo que aquí hay de llamar la ateudon
81 sus municipios comprenden la imperiosa fuerza de y causar impresiones teatrales. Seguramente no se
la necesidad de la época. Por do quier se divisa el contentan con la simple impresión artística: claro es
pa- espíritu declarado en pro dé las mejoras materiales: y que sueldo la suprema aparición que se vislumbra
SI no fuera por la manía centralizadora, se marcharía á en el fondo de estas admirables sombras chinescas-
paso de gigante. Ya se piensa en la formación de pero es un sueldo particular, un sueldo francés, que
Lampos hhseos, á semejanza de los que tanto recrean necesita estudiarlo mucho para comprenderlo; que no
a los parisienses. ¿Se llevará á cabo el proyecto? podra nunca comprenderse si se estudia de un modo
lo d o lo conveniente, halla á su paso muchos inconve­ aislado. Es necesario poner en observación en todas
nientes; pero, se dice, que.tres; capitalistas catalanes las taces de este gran todo, para que lleguemos á divi­
han hecho sus proposiciones al. municipio, para que la sar que clase de sueldo es el que está depositado en el
ciu<^d de Julio César-sea una parodia de la del impe­ fondo de esta inmensa urna. . Aquí entra en todo
rio de Napoleón I I I . • Para ver, e l tiempo. como uno de los elementos mas poderosos, como 1¿
L a estadística -criminal se ha aumentado estos dias, primera vitalidad del país, como carácter de raza, la
con hechos que espantan. N o se quiere comprender fantasía. Aquí tiene todo un algo fantástico, el suel­
que en la educación popidar está el lenitivo contra el do también. Aquí todas las cosas se cobijan bajo un
m al que corroe las entrañas de una sociedad que ca­ manto de coquetismo, también el sueldo. París no
duca para dar lugar á otra mas morabzadora. quem a le concedo esta idealidad noble y generosa
un sueldo grosefo, ignorante, idiota, no; quiere el
M anuel JIM E N E Z . oro que se da por ir al teatro, por ver las maniobras
de un hechicero, de una bruja, si las hubiera: busca

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siempre y en todas partes la satisfacción de su genio de pascua; y no se sabe qué'adm irar mas, si la ironía
artístico; su sombra chinesca. ¡Fenómeno admirable del mercader ó la. del sastre. E n punto á comprar y
en verdad! Los pueblos menos aidástas por natTirale- vender, todo ol mnndó- es poeta á su modo, literato,
za, son los que mas se dan al arte por instinto y por erudito. -En el bulevar de. la Poisonniére o de San
educación. Por esto mismo los oradores suelen tener Dionisio, he visto hoy una especie de programa en
la pasión funesta de querer ver escrito lo que hablan. que, uno se presenta cómo candidato á la diputación,
Su palabra es su única belleza^ y no se contentan con alegando por título que Vestirá^ las mujeres mejor y
ser bellos. L a escritura es un postizo que los afeá^ mas barato que uinguiia casa de Paris. ¿Qué mayores
que los ridiculiza mas de una vez, y estiín contentos ventajas podéis hallar en un diputado, dice á los elec­
con su fealdad y su ridiculez. El genio tiene sus ar­ tores, qv^e la de contentar á vuestras muyeres? Esto
canos^ como tiene el abismo cavidades o p u lt^, y aquí no pasa de ser una broma;' pero es una broma de un
r ‘ encuentro yo uno de sus arcanos mas curiosos. gusto enteramente piarisien.
Todo respira aquí contra el arte_, contra el arte úni­ Pasan de seis á siete lienzos de pared en que hemos
co que conoce la humanidad^ contra esa poesía santa- divisado, á una altura de quinto 6 sesto piso, el anun­
y sublime que nos hace sentir el bieiq la verdad y el cio de la ville de Paris, calle de M ontm artre, núm.
amor, bajo la relación de la belleza; pero de una be- 74. Es seguro que en taliss avisos ha empleado uu ca­
Ueza espontánea, iropregnada en todo, en el ademan, pital considerable. Calcule el lector que para anun­
en la mirada, en el movimiento, en la voz, en el cielo, ciarse en algunos lienzos de jiared, ha necesitado po­
en el aire, en la luz, hasta en el susurro de los ár­ ner andamios ó empalizadas.
boles mecidos por la brisa. Yo no encuentro esa poe­ No puede darse el caso de caminar por algún punto
sía profunda, ese arte infuso, por decirlo asi,’ en ningu­ sin darse de cara con un letrero, con una enseña, con
na parte de esta' magnífica ciudad. Llevemos una uu aviso; como si el «aviso fuese el aire que aquí se
estatua de-las Tuberías 6 del Luxembnrgo á lin pa­ respira, el espíritu que todo lo mueve, el liornillo que
seo de Roma, y seguramente parecerá mas bella, mas todo lo calienta. Nos metemos en un carruage; allí
estatua, mas arte; es decir, mas sentimiento; porqué está el rótulo del diente, del pelo, de las píldoras, del
sentimiento es el arte, así como verdad es la ciencia, agua prodigiosa: nos introducimos en los lugares mas
utilidad la industria ó justicia el derecho huraátio. cscusados, toda vez que sean del dominio público;
Pero estoy robando su escaso interés á otros pasages allí están las píldoras ó el unto también. El aviso, el
de estos apuntes. Ahora debo ocuparme, en el exa­ decir aquí hay esto ó lo otro, es el arca predestinada
men general de Paris, según las impresiones del mo­ donde se ha refugiado estcN oécon toda su familia.
mento. El P av is. interior y comparativo vendrá
después. {Se- continuará.)
¡Qué espectáculo tan interesante nos ofrece un cen­ R o que BARCIA.
f tro tal de creaciones! Aquí unos calcetines por odio
} ................ ' ' ' ............................ ....... i . . I

cuartos; allí una Sortija de dos 6 tres mil duros; ahora Con'espondencia partiefular del Pensil de Iberia.
un chaleco hecho, que se da por una peseta; después Zafra.—Sr. D(>n F. M. ü . Rocibida su apreciable del 24.
una pipa de ocho mil reales, como la que hay en la Desde este número se remite directamente el peri^ico á
plaza de. la Bolsa, número 3. Al fin d é l a calle de los suscritorcs. Si remite á la Admiuistracion el importe
M ontm artre, cerca de San Eustaquio, corbatas de se­ en sellos, certifique la carta. Se reimprime el Loco á to­
da por poco mas de dos reales; en la calle de Riche- da prisa, y ninguno quedara Sin sus pliegos correspon­
dientes.
iieu, uu sombrero por doscientos duros. Álpera.—Sr. Don J? J. Ií- Recibida su apreciable del 16, y
Seguramente habrá mil contrastes mas raros; pero queda satisfecha su reclamación.
no puedo hablar sino de lo que he visto en 2-1 horas Palma de Mallorca.— ^v. í)oii B. S. Ib Recibida su aprecia-
que vivo en París, y parece que una regular indul­ ble del 13. Se lé ba remitido lo que reclamaba, y espe­
ramos que esta vétí Üi'reciba. Se sirvió la nueva suscri-
gencia no jwdria exigirme mas. cioii. Adelante!!! l-j .
H e ajustado la cuenta del iniporte á que suben los Revellinos.—Sr. Don D. F .—Recibida su apreciable del 14.
sombreros de paja que hemos visto, según él número En adelante no se diríja al 'Sr. G-iierrero, sino al Admi­
•ii' nistrador del Pensil de.Iberia, Sacramento 33. Se le si­
anunciado en los depósitos y el precio corriente, y re­
gue remitiendo el peri<Wico, y puede remitir el importe
sulta que no bajará de 8 á 10 millones de reales.* Es cuando guate. Ko son I6s do todo el año pasado, sino
’í; verdad que no creo completamente en el anuncio de desde Mayo inolíisive los números quo so le pueden
J' los almacenistas; porque aquí nada es' fo que aparece; mandar.
ni se fia tanto en la bondad intrínseca de la cosa, co­ L a Serena.—Sr. Don G. G. T. Recibida su favorecida del 16
conloa 35 r.s. de sellos y la nueva suscricion que'queda
mo en su brillante manifestación. Como ya dije, servida. El importe .|m'éde remitirlo como el suyo en se­
aquí todo tiende á poetizarse, aunque nada tenga una llos. Gracias por.sus recuerdos páralos amigos.
verdadera poesía. Es menester contar, para no en­
gañarse, coú la rcalidad. del objeto y sus aspiraciones PUNTOS D É SUSCRICION.
poéticas. E l cubilete es verdad; él prestidigitador
m entira, ó si queremos llamarle verdad, habremos de
llamarle verdad fantástica, verdad mentiros^^ verdad 3.Fabrcg£
de la .Vorónicn.-WAíicanté, 'D. Basilio' Planelles, D. Antonio
en que la verdad sufre mn escambteó. Pino.—Almería,’DíiDiogo Mayaral.-^Almeadralejo,‘D. Juan
Tina de las cosas mas' dignas de observarse en-este Alvarez F ’ ijóo.—rádge^r^, p . y.í^entej García, D, Rafael de
gran horno de fundicioii social es, hasta qué punto Muro.—Almadem D. Frailesco juliat^.do ía Puer­
agita los entendimientos: quiero decir, las imaginacio­ ta.—Meañiz, D. Felipe ib'anez.—Ántequera, D. Diego Galb^n.

___________ LÍ.j______ <j____________ I______ [■ ' ■•'_____
nes, porqiie la imaginación es el gran chtendimiénto • B Ú I T Ó & 'B E S V O N S A B L E ,- ' '' '
de los franceses, la competeuéia industrial y .merl
cantil. '' í '■ ‘ . DON PEDRO LUIS CARNIAGO. ' . '
E l mercader de ropas hechas pdiie á Iqs sastres co­ Cádiz; 1859.—Imprenta,de le-'B-bvista Médica, á cargo de don
mo hoja úe perejil-, el sastre viste ál níercadcr dq ropa Juan B. de Gaona. plaza dula Constitución, uúm. 11.

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