Abuso de Autoridad Por Acto Arbitrario o Injusto-Dolo, No culposo-AP242-2020 (55753) PDF

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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Penal

JAIME HUMBERT MORENO ACERO


Magistrado ponente

AP242-2020
Radicado N° 55753.
Aprobado acta No. 17.

Bogotá, D.C., veintinueve (29) de enero de dos mil veinte


(2020).

VISTOS

Se pronuncia la Corte respecto del recurso de apelación


presentado por el Fiscal 4 Delegado ante el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Manizales, contra el auto
proferido por la Sala Penal de esa Corporación el 27 de junio
de 2019, a través del cual negó la solicitud de preclusión de
la investigación seguida contra la Dra. MARÍA ELENA
MEJÍA SÁNCHEZ, en su calidad de Juez Promiscuo
Municipal de Manzanares (Caldas), por el presunto delito de
abuso de autoridad por acto arbitrario o injusto.
Segunda instancia- sistema acusatorio N° 55
María Elena Mejía Sá

HECHOS

Los sucesos jurídicamente relevantes fueron narrados


en el proveído impugnado de la forma como sigue:

1. El Señor Carlos Andrés Giraldo Giraldo, como secretario


del Juzgado promiscuo Municipal de Manzanares, denunció
que el 3 de octubre de 2015 la doctora María Elena Mejía
Sánchez, quien fungía como juez del Despacho, le expresó
que no le interesaba su colaboración en una audiencia
penal concentrada donde aparecía indiciado el señor
Bertulio Castrillón.

2. Ante tal manifestación el secretario respondió exigiendo


que se le permitiera ejercer su función y que, en caso
contrario, se le informará de esa determinación por escrito.

3. La juez respondió con molestia y con la amenaza de que


si no acataba su decisión procedería a ordenar el empleo de
la fuerza pública. Además, insistió en que no iniciaría la
audiencia mientras el secretario estuviera presente en la
Sala.

4. Tal proceder, en concepto del denunciante, constituyó


una extralimitación en el ejercicio de sus funciones.

Cabe agregar que una vez el secretario se retiró de la


Sala de audiencias y se ubicó en el despacho judicial, la
doctora MEJÍA SÁNCHEZ habría solicitado a un miembro de
la Policía Nacional sacarlo de ese lugar; el agente lo requirió
en tal sentido logrando finalmente que el empleado se
marchara.

ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE

1. El señor Carlos Andrés Giraldo Giraldo radicó la


denuncia en la Fiscalía el 5 de octubre de 2015, anexando

2
Segunda instancia- sistema acusatorio N° 5575
María Elena Mejía Sánc

como pruebas: (i) «CD. Con aparte de lo ocurrido en el día ya


señalado» y (ii) «Pantallazo del mensaje enviado por la Señora Juez

notificándome de la hora de inicio de la audiencia».

2. Según acta de reparto de 9 de octubre de 20151, el


conocimiento de la denuncia correspondió a la Fiscalía 3
Delegada ante el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Manizales, autoridad que, en desarrollo del Programa
Metodológico, recabó elementos materiales probatorios e
información útil para la investigación.

3. Mediante acta de reparto de 7 de febrero de 2019, la


investigación preliminar fue reasignada a la Fiscalía 4
Delegada ante el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Manizales. (Fol. 157), autoridad que luego de obtener alguna
información adicional, el 2 de abril de 2019 elevó solicitud
de preclusión a favor de la indiciada MARÍA ELENA MEJÍA
SÁNCHEZ, con fundamento en el artículo 32 numeral 4, de
la Ley 906 de 2004, por «Atipicidad del hecho investigado por
ausencia del elemento subjetivo del tipo (dolo).».

4. La solicitud precedente fue asignada al Magistrado


Dr. Antonio Toro Ruiz de la Sala Penal del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Manizales, y la audiencia de
sustentación fue convocada para el 30 de abril del año en
curso, data en la que la delegada del ente persecutor
fundamentó su pedimento, que se sintetiza así:

' Fol. 6, C. N° 1.

3
Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

(i) Aclaró que solicita la preclusión a favor de la


indiciada, por encontrar atípico el hecho investigado en la
modalidad objetiva, y, subsidiariamente, por ausencia del
aspecto subjetivo del delito de abuso de autoridad por acto
arbitrario e injusto.

(ii) Lo anterior, por cuanto, los hechos que dieron lugar


a la denuncia formulada, correspondieron a una diferencia
entre la jueza y su secretario, surgida con antelación a la
realización de una audiencia preliminar; discusión en la que
la titular del despacho solicitó a un miembro de la Sijin
desalojar al empleado, del recinto, retirándose este último de
manera voluntaria.

(iii) La indiciada actuó amparada en los poderes


correccionales que consagran los artículos 10 y 143 de la Ley
906 de 2004, en concordancia con el artículo 42 del Código
General del Proceso, ante la aparente obstrucción que el
secretario del juzgado generaba para la cabal realización de
la audiencia preliminar a la que fue convocada, motivo por el
cual es procedente la preclusión de la investigación por
atipicidad de la conducta al no evidenciarse arbitrariedad o
injusticia en su actuar.

(iv) Tal situación, de manera subsidiaria, también


conduce a establecer la ausencia del elemento subjetivo,
dolo, ya que la indiciada consideraba que su proceder se
encontraba amparado en la Ley.

4
Segunda instancia- sistema acusatorio N° 55.,
María Elena Mejía S. •

5. El 8 de mayo de 2019 los Magistrados Dr. Antonio


Toro Ruiz, Dra. Gloria Ligia Castaño Duque y Dra. Dennys
Garzón Orduña, manifestaron su impedimento para decidir
la solicitud de preclusión de la investigación sustentada por
la Fiscalía.

6. Mediante proveído de 15 de mayo de 2019, el Dr.


César Augusto Castillo Taborda, Magistrado de la Sala Penal
de esa colegiatura, aceptó el impedimento reseñado en el
acápite precedente, al tiempo que ordenó la reconformación
de la Sala con el sorteo de conjueces.

LA DECISIÓN DE PRIMERA INSTANCIA

A través de auto de 27 de junio del presente año, la Sala


Penal del Tribunal Superior de Manizales negó la preclusión
de la investigación seguida contra de la Dra. MARÍA ELENA
MEJÍA SÁNCHEZ, por el delito de abuso de autoridad por
acto arbitrario e injusto, tras considerar lo siguiente:

(i) Con los elementos materiales probatorios exhibidos,


se logra establecer que la indiciada no actuó con apego a las
facultades correccionales que la ley le confiere para la
realización de las audiencias preliminares, pues, su
proceder, luego de suspender el acto público, estuvo
encaminado a asegurar que el denunciante fuera retirado del
despacho judicial donde se encontraba, por medios
coercitivos.

5
Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

(ii) Los desproporcionados requerimientos de la juez a


su secretario desencadenaron, incluso, una situación de
acoso laboral, al no permitirle ejercer sus funciones oficiales,
frente a un suceso intrascendente, como lo fue no contestarle
un requerimiento telefónico. Sin embargo, el denunciante sí
acudió a su compromiso laboral, pese a lo cual la jueza lo
forzó a desalojar su oficina «como si fuera un delincuente»,
actuar que constituyó un acto arbitrario e injusto, razón por
la cual se descarta la atipicidad objetiva de la conducta.

(iii) De manera consecuente, tampoco se evidencia la


ausencia de dolo en el comportamiento de la indiciada, pues,
su actuar «era consciente y voluntario a tal punto de que interrumpió
el inicio de la audiencia para ocuparse de imponer sus ciegas razones de

autoridad en detrimento de su subalterno.»

DE LA SOLICITUD DE ACLARACIÓN Y LO

DECIDIDO POR EL TRIBUNAL

El delegado del Ministerio Público solicitó a la Sala A


quo la aclaración de la determinación adoptada, toda vez
que revestía confusión la manifestación en torno a la
estructuración de una conducta de acoso laboral,
debiéndose, por ende, establecer si con ello se mutaba la
ilicitud por la cual el ente persecutor se encontraba
solicitando la preclusión de la investigación.

6
Segunda instancia- sistema acusatorio N° 55
María Elena Mejía S "

Luego de disponer un breve receso, el Magistrado


Ponente resolvió la petición de aclaración, para lo cual
indicó que no existía ningún aspecto confuso en la decisión,
pues, la referencia a la ley de acoso laboral se hizo en el
contexto de calificar el ingrediente normativo relacionado
con la estructuración de un acto arbitrario e injusto en el
proceder de la indiciada.

Seguidamente, el director de la audiencia dio paso a la


sustentación de la alzada formulada por la Fiscalía en
contra del auto.

DEL RECURSO

Los argumentos materia de disenso expuestos por el


delegado del ente persecutor, se contraen a lo siguiente:

1. Extraña que el Tribunal no haya verificado el cd


aportado por el denunciante, pues, contiene una grabación
en audio y video de los hechos objeto de investigación
preliminar, siendo relevante su apreciación, toda vez que se
logra determinar que fue la Sala de Audiencias el lugar
específico en el que ocurrieron los sucesos, como lo referenció
el entrevistado Fabio Alberto Ramírez Zuluaga.

2. El proceder de la Dra. MEJÍA SÁNCHEZ resulta


excusable si se contempla que su ánimo estaba alterado al
ver entorpecida la consecución de una audiencia preliminar
con persona privada de la libertad, ofuscación que se

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

incrementó como producto de las desavenencias que desde


tiempo atrás tenía con su secretario.

3. En todo caso, la conducta de la juez estuvo ajustada


al ejercicio de los poderes correccionales y disciplinarios que
se desprenden de los artículos 10 y 143 de la Ley 906 de
2004, así como el artículo 42 de la Ley 1564 de 2012, pues,
debía propender porque la labor funcional no se viera
entorpecida, encontrándose facultada, entonces, para
expulsar del recinto judicial a quien en ese momento se
encontraba obstaculizando su labor funcional como Juez de
la República.

De manera que, si la indiciada hizo uso del poder


correccional a ella atribuido para cumplir con su deber, no
puede sostenerse que con su proceder se cumplieron los
elementos objetivos del tipo penal.

4. Si se aceptara que la juez incurrió en la conducta que


se investiga, lo cierto es que no tuvo intención dirigida a
efectuada, situación que descarta el dolo.

Así las cosas, solicita el apelante se desestimen los


argumentos del A quo y, en su defecto, se revoque la decisión
aceptando la solicitud de preclusión esbozada, ante la
ausencia de tipicidad objetiva.

Subsidiariamente, propende porque se precluya la


investigación ante la ausencia de elementos demostrativos

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

que permitan establecer que la indiciada actuó de manera


dolosa.

INTERVENCIÓN DE LOS NO RECURRENTES

Apoderado de la Rama Judicial (Víctima)

Se limitó a coadyuvar la argumentación esbozada por el


ente persecutor.

Ministerio Público

Sostuvo que la decisión del Tribunal es anfibológica,


pues, si evidenció una conducta de acoso laboral, es claro
que no se configura el delito de abuso de autoridad por acto
arbitrario e injusto, ya que este último es un tipo penal
subsidiario en el que, conforme se desprende de la lectura
del artículo 416 del C.P., incurre el servidor público, «fuera de
los casos especialmente previstos como conductas punibles...»; por

tanto, en su sentir, la existencia del acoso laboral descarta la


aplicación del tipo de abuso de autoridad.

Aun así, como lo acreditó la Fiscalía, no se presentan los


elementos objetivos integrantes de la conducta punible
investigada, tal cual han sido desglosados en la
jurisprudencia de esta Corporación (CSJ AP368 de 2018,
Rad. No. 51049 del 31 de enero de 2018; 11 sept. 2013, Rad,
41297 y 12 de nov. de 2014, Rad. 40.458), toda vez que de
los elementos materiales probatorios hasta ahora allegados

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María Elena Mejía Sán

no se evidencia la afectación al interés ni a la función pública,


puesto que el asunto objeto de indagación no fue más allá de
una desavenencia particular.

Defensa

Con apego en los argumentos esbozados por la fiscalía y


el Ministerio Público, solicitó la revocatoria de la decisión que
negó la preclusión.

CONSIDERACIONES

Competencia

Conforme se dispone en los artículos 32, numeral 3°, 176


y 177, numeral 2° de la Ley 906 de 2004, la Corte es
competente para resolver el recurso de apelación interpuesto
contra el auto dictado por la Sala Penal del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Manizales, el 27 de junio de 2019, por
cuyo medio no precluyó la investigación que se adelanta en
contra de la Dra. MARÍA ELENA MEJÍA SÁNCHEZ, por el
presunto delito de abuso de autoridad por acto arbitrario e
injusto.

Aspectos generales de la solicitud de preclusión

Según el artículo 250 de la Constitución Política,


modificado por el Acto Legislativo No 003 de 2002, la Fiscalía

lo
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María Elena Mejía S

General de la Nación tiene la obligación de adelantar el


ejercicio de la acción penal y realizar la investigación de los
hechos que revistan las características de un delito. Sin
embargo, el mismo artículo superior, en su numeral 5', faculta
a dicho órgano para solicitar ante el juez de conocimiento la
preclusión de la investigación cuando, acorde con lo dispuesto
en la ley, no hubiese mérito para acusar. Esa misma facultad
aparece reiterada en el artículo 331 de la Ley 906 de 2004 y,
como fue explicado en la sentencia C-591 de 2005, puede
ejercitarse aún con anterioridad a la formulación de la
imputación.

La fuerza de cosa juzgada que entraña la preclusión, como


decisión que pone fin al ejercicio de la acción penal de manera
anticipada, exige que la causal que la funda se encuentre
demostrada de manera cierta o, lo que es igual, que respecto
de la misma no exista duda o posibilidad de verificación
contraria con un mejor esfuerzo investigativo (CSJ AP, 24 jun.
2008, Rad. 29344; CSJ AP, 27 sept. 2010, Rad. 34177; y CSJ AP, 24 jul.
2013, Rad. 41604)2.

Así mismo, la solicitud de preclusión no puede ser una


simple exposición argumentativa por parte del peticionario,
sino que, además, debe contar con el respectivo sustento
probatorio que permita al Juez de conocimiento llegar a un
estado de convicción.

2 CSJ AP, 18 de junio de 2014, Rad. 43797.

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María Elena Mejía Sánc

De la causal invocada

El numeral 4° del artículo 331 de la Ley 906 de 2004,


establece como causal de preclusión de la investigación, la
«Atipicidad del hecho investigado». Tal y como puede verse, la
norma no distingue entre la atipicidad objetiva y la subjetiva,
por lo que la interpretación literal y sistemática del precepto,
obliga concluir que incluye ambas categorías.

Caso concreto

La Sala anticipa que el proveído impugnado será


revocado, dado que, en efecto, la Fiscalía presentó elementos
de juicio suficientes para demostrar la causal de preclusión
fundada en la atipicidad subjetiva del delito atribuido,
aunque se encuentra probado el cariz objetivo de la
conducta. Veamos:

El artículo 416 del Código Penal describe el delito de


abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto de la
siguiente manera:

El servidor público que fuera de los casos especialmente


previstos como conductas punibles, con ocasión de sus
funciones o excediéndose en el ejercicio de ellas, cometa
acto arbitrario e injusto, incurrirá en multa y pérdida del
empleo o cargo público.

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María Elena Mejía Sánc

Para la configuración del tipo, conforme lo ha

desglosado la Sala3, es necesaria la concurrencia de los

siguientes requisitos:

Sujeto activo calificado, un servidor público. El pasivo lo


constituye el Estado como titular que es del bien jurídico
tutelado, la administración pública.

Objeto jurídico: Protege el normal funcionamiento y


desarrollo de la administración pública, la cual es
per turbada en su componente de legalidad.

Objeto material: Puede ser real o personal, atendiendo si


la acción recae en una cosa o persona, y fenomenológico si
se vincula con un acto jurídico.

La conducta: Consiste en cometer un acto arbitrario e


injusto de manera acumulativa y no alternativa, como
antes se requería.

El acto puede ser jurídico o material. El primero comprende


la manifestación de la voluntad de un servidor público con
alcance jurídico, y el segundo, expresado como un hecho
material.

Arbitrario es aquello realizado sin sustento en un marco


legal, la voluntad del servidor se sobrepone al deber de
actuar conforme a derecho. Lo injusto es algo más, es lo
que va directamente contra la ley y la razón.

En ese sentido la Sala ha definido el acto arbitrario como


el realizado por el servidor público haciendo prevalecer su
propia voluntad sobre la de la ley con el fin de procurar
objetivos personales y no el interés público, el cual se
manifiesta como extralimitación de las facultades o el
desvió de su ejercicio hacia propósitos distintos a los
previstos en la ley. Y, la injusticia, como la disconformidad
entre los efectos producidos por el acto oficial y los que
debió causar de haberse ejecutado con arreglo al orden
jurídico. La injusticia debe buscarse en la afectación
ocasionada con el acto caprichos& .

3
CSJ AP001-2014, En.14 de 2014, Rad. 40374, postura reiterada en CSJ AP368-
2018, En. 31 de 2018, Rad. 51049.
4 Radicado No. 31277 del 3 de diciembre de 2009.

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sá

Elemento normativo: La acción debe realizarse con motivo


de las funciones o excediéndose en el ejercicio de ellas. Lo
conceptos mismos de' arbitrariedad e injusticia no tienen
sentido sino dentro del ejercicio de la función pública.

El tipo subjetivo. Solo admite la modalidad dolosa, en


consecuencia, requiere en el servidor público que conozca
la arbitrariedad e injusticia de su proceder.

La naturaleza subsidiaria otorgada por la ley al tipo penal


da solución al concurso aparente eventualmente
presentado entre los punibles lesivos de la administración
pública, los cuales comportan abuso del poder por parte de
los servidores públicos, como sucede en los casos de
prevaricato, concusión y violación de derechos políticos,
entre otros. En estos eventos aplicando este principio se
excluye el concurso material de conductas punibles.

En el presente evento se conoce que el día sábado 3 de


octubre de 2015, el Juzgado Promiscuo Municipal de
Manzanares (Caldas), tenía asignado el cumplimiento de
turno de disponibilidad, en función de control de garantías.
Para esa data la in diciada, Dra. MARÍA ELENA MEJÍA
SÁNCHEZ, fungía como titular del despacho, en
provisionalidad, al tiempo que el señor Carlos Andrés
Giraldo Giraldo ostentaba la condición de secretario.

Aconteció que la Dra. MEJÍA SÁNCHEZ, así como el


señor Giraldo Giraldo, fueron contactados, vía telefónica, por
el Dr. Germán Valencia Campo, Fiscal Seccional de
Manzanares (Caldas), para informarles de la asignación de
una carpeta en la que debían ser tramitadas audiencias
preliminares respecto de una persona privada de la libertad.

Para atender la disponibilidad, la juez intentó en varias


oportunidades comunicarse al abonado del señor Carlos

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María Elena Mejía Sá

Andrés Giraldo Giraldo, pero como éste no contestó, se vio


en la necesidad de contactar a otro empleado del juzgado
para que la asistiera en la diligencia.

Paralelamente, llegada la hora de la realización de la


audiencia Giraldo Giraldo concurrió a la sede judicial y,
previo a que arribara la titular del juzgado, se dirigió a la
sala de audiencias con el fin de apoyar a la indiciada en el
trámite asignado; no obstante, cuando la juez llegó al recinto
mostró su disgusto con la presencia del empleado, a quien
increpó por no haberle contestado sus llamadas, al paso que
le indicó que ya no requería de su presencia, razón por la
cual le solicitó desalojar la sede judicial; requerimiento al
que replicó el secretario, expresándole su intención de
cumplir con su deber, pues, finalmente estaba atendiendo el
turno de disponibilidad al que fue convocado.

Ante la persistencia de la juez por evacuar las audiencias


con la asistencia de la citadora del despacho, el señor
Giraldo Giraldo salió de la sala donde tendrían lugar las
mismas y se ubicó en la oficina del juzgado; solo que la
indiciada, al percatarse de tal situación, se desplazó hasta
ese lugar, en el que solicitó el apoyo policivo para expulsarlo
de la sede judicial.

Tal requerimiento fue atendido por el patrullero Edwin


Cárdenas Castaño, quien, finalmente, solicitó al señor
Giraldo Giraldo que abandonara el recinto, lo que
efectivamente ocurrió.

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María Elena Mejía Sán

El contexto del acontecer precedente se construye a


partir de las manifestaciones realizadas, no solo por el
denunciante, sino también por las personas que tuvieron la
percepción directa de lo sucedido, de donde se desprende
que el incidente protagonizado por la titular del despacho y
el secretario, tuvo dos escenarios claramente identificados:
(i) la sala designada para atender las solicitudes de
audiencia deprecadas por el ente persecutor y (ii) las
instalaciones del Juzgado Promiscuo Municipal de
Manzanares, lugar este en que la juez conminó a un efectivo
de la fuerza pública para que retirara al señor Giraldo
Giraldo de las instalaciones de ese despacho.

En efecto, en entrevista tomada al Dr. Germán Valencia


Ocampo, Fiscal Seccional de Manzanares, el 2 de diciembre
de 20155, éste manifestó lo siguiente:

... a eso de las dos de la tarde radiqué la solicitud de


audiencias concentradas y CARLOS ANDRÉS ya se
encontraba en el despacho y me manifestó que había
llegado a eso de la una de la tarde a la oficina, en ese
instante llegó la doctora MARÍA ELENA o no recuerdo si ya
estaba ahí y la vi muy ofuscada, manifestándole a su
secretario que se saliera de la oficina de él, que
desocupara el despacho, porque ella lo había llamado y
no le había contestado, le seguía insistiendo que
desocupara la oficina pues iba a realizar la Audiencia con
otro empleado del Juzgado y pedía que llamaran a la Policía
que sacaran a CARLOS ANDRÉS, ante esa situación yo le
dije a MARÍA ELENA que no se buscara problemas, que
dejara las cosas así, porque él era el Secretario del
despacho, y me fui para la entrada del edificio. Recuerdo
que había un agente de la Policía uniformado y él fue hasta
la oficina del Juzgado y creo que ANDRÉS salió del

5 Cuad. Anexo, fol. 42.

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María Elena Mejía Sán

despacho de forma voluntaria eso es lo que recuerdo de ese


día. (Énfasis fuera de texto).

Por su parte, el Dr. Fabio Alberto Ramírez Zuluaga,


Defensor Público, en entrevista de la misma fecha6, indicó
que encontrándose en la sala de audiencias y estando
presentes todas las partes, previo a la realización de las
diligencias, la juez le dijo a su secretario que saliera del
recinto, so pena de llamar a la Policía; posteriormente,
precisó:

En la Sala de audiencias no hubo ninguna intervención de


la Policía, el doctor CARLOS ANDRÉS salió de la Sala de
audiencias y se fue para el despacho del Juzgado, ante esta
situación la doctora MARÍA ELENA también salió de la sala
y se fue para el juzgado y le dijo a CARLOS ANDRÉS que se
saliera de la oficina porque él no podía realizar la Audiencia
y los Policiales estaban en el pasillo del edificio y después
no supe si hubo intervención de la Policía o no...

El policial Edwin Cárdenas Castaño, rindió entrevista de


la misma data7 y, sobre el particular, expuso lo siguiente:

...11egamos a las instalaciones del Palacio de Justicia, yo


iba solo con el detenido ya allá en el palacio entramos al
pasillo del palacio y allí ya se encontraban el Fiscal, el
abogado, defensor público, estaba la juez parada en la
puerta de la oficina de ella y allí ya entonces el abogado
procedió a entrevistarse con el detenido, y ya entonces la
doctora MARÍA ELENA parada en la puerta de su despacho,
me manifestó que por favor le sacara a ese señor de la
ofician (sic) de ella, yo en ese momento no sabía a quién se
refería, igual yo me paré en la puerta porque no ingresé a
esa oficina porque me tocaba estar pendiente del detenido,
entonces yo observé y miré a ver quién era la persona a la
cual la doctora se refería a que debía de sacarlo de la oficina
y me percaté de que era un muchacho que trabaja ahí en

6 Ibídem, fol. 44.


7 Ibídem, fol. 46.

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

esa oficina, yo lo saludé porque no sabía si la doctora se


refería a él, y entonces la juez volvió y me dijo que por favor
se lo sacara de la oficina y que pidiera apoyo a lo cual le
manifesté que no podía porque estaba solo y no había más
personal, entonces ya el señor del Juzgado creo que se
llama Carlos le respondió a la doctora ya un momentico
estoy haciendo una constancia, entonces ella nuevamente
como estaba exaltada me repetía que por favor sacara a ese
señor de ahí, entonces yo le dije a la Doctora que se calmara
y ella me decía que pidiera más apoyo y le volví a
manifestar que no había más gente disponible y que yo
estaba solo y le dije a CARLOS que por favor para evitar
problemas que se saliera de la oficina, a lo cual el me
manifestó, agente estoy apagando el computador y ya
salgo, entonces el ya terminó de pagar (sic) el equipo
cuestión de dos minutos, salió me dio la mano...la Doctora
ahí me manifestó que porque no pedía más apoyo que
porque como ella iba para audiencia de pronto el señor se
devolvía y se entraba nuevamente a la oficina a lo cual le
manifesté que mientras se llevara a cabo la Audiencia yo
estaría pendiente de la oficina de ella...

Del mismo modo, en entrevista de 1 de diciembre de


20158, Luz Ángela Montoya Herrera, citadora del juzgado, en
relación con lo acontecido, precisó:

...cuando yo abrí la puerta de la calle ingresó de inmediato


la Doctora al Juzgado, enseguida yo entré cuando sólo
escuché que la Doctora MARÍA ELENA le decía a CARLOS que
qué hacía ahí que se fuera que iba a hacer el turno conmigo
que porque él no había contestado el teléfono, entonces
CARLOS de inmediato le dijo que él era el que estaba de turno
y estaba a tiempo para la Audiencia, ahí empezó una
discusión entre ellos dos y yo me salí para el corredor...al
instante la doctora salió de la oficina y me dijo que la
audiencia la haría conmigo...al ver su estado de exaltación
yo lo único que pude hacer fue pedirle al Fiscal la petición
para proceder a radicar la Audiencia e irme para la Sala de
Audiencias, es de anotar que como CARLOS ya estaba en el
edificio y era el de turno ya todo estaba listo para iniciar la
Audiencia, no obstante todas las partes ingresaron a la sala
junto con la Doctora, cuando ella de un momento a otro salió
de la sala y se fue para la oficina, cuando de un momento
escuché que ella gritaba como seguridad o llamaba a la

8 Ibídem, fol. 48.

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María Elena Mejía Sánc

Policía, cuando nos asomamos que era lo que había pasado


estaba la Doctora diciéndole a los Policiales que sacaran a
CARLOS del Juzgado, en esos momentos yo me le acerqué a
CARLOS y le dije que evitara problemas y que se fuera de la
oficina y me fui para la sala de audiencias eso fue lo que
pasó...

De esta manera, cabe precisar que inicialmente pierde


fuerza la tesis de la fiscalía respecto a la ausencia de
configuración del tipo objetivo, máxime cuando del
contenido del cd aportado por el denunciante, solo puede
evidenciarse parte del acontecer objeto de indagación, esto
es, lo ocurrido en la sala de audiencias; mientras que las
entrevistas atrás referidas permiten establecer que la
conducta desplegada por la doctora MEJÍA SÁNCHEZ, se
verificó también en el despacho judicial, lugar donde se
materializó la intervención de un miembro de la fuerza
pública.

Retómese que el recurrente ha pretendido circunscribir


el ámbito espacial de lo sucedido, únicamente a la sala de
audiencias, porque solo de esa manera, en su criterio, se
justificaría el proceder de la juez bajo la imposición de una
inusual medida correccional en relación con un empleado de
su despacho.

No obstante, no puede pasar inadvertido que el


incidente objeto de análisis encuentra su génesis en una
instancia previa al desarrollo de la audiencia, la cual se vio
retrasada en virtud, no de actuación u omisión atribuible al
empleado, según se extrae preliminarmente de los elementos

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

allegados al trámite, sino del empeño de la funcionaria por


desalojarlo tanto de la sala donde la diligencia tendría lugar,
como del despacho judicial a su cargo, situación que
descarta el ejercicio de una legítima actuación de la
funcionaria respecto a la imposición de una medida
correccional.

Es así como, ninguno de los elementos probatorios


relacionados en precedencia refiere a algún tipo de
entorpecimiento por parte del denunciante tendiente a evitar
que el acto público se desarrollara con normalidad. Por el
contrario, lo que se evidencia hasta este punto es que la
indiciada, luego de lograr que el secretario saliera de la sala
de audiencias, se dirigió a la oficina donde éste se hallaba y
requirió a la policía para que lo desalojara también de ahí.

En orden a lograr tal propósito, se evidencia cómo la juez


se sirvió de su investidura para disponer de la fuerza
pública, por la mortificación que le generó el hecho de que
el empleado inicialmente no atendiera su llamado.

La situación descrita, entonces, escapa de la naturaleza


y finalidad de las medidas correccionales, pues, como lo
precisó recientemente la Sala9 , las mismas autorizan al
funcionario judicial, en su condición de director o conductor
del proceso, a mantener el orden y la buena marcha del

9 CSJ AP2177-2019, Jun 5 de 2019, Rad. 54.504.

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 5575
María Elena Mejía Sánc

mismo en su desarrollo general o en determinadas


actuaciones, como las audiencias.

En este punto la Corte Constitucional precisó:

La finalidad de dichas facultades consiste en hacer prevalecer


y preservar la dignidad de la justicia y dentro de ella,
garantizar el normal desenvolvimiento y la celeridad de las
actuaciones judiciales. Ello, cuando en el proceso las partes e
intervinientes tengan alguno de los comportamientos descritos
en tales preceptos, pero al mismo tiempo cuando sea visible
que con su conducta, buscan claramente entorpecer o dilatar
el normal desenvolvimiento del proceso.

Tal descripción se advierte por tanto alejada de los


intereses individuales o caprichosos de los funcionarios
judiciales, respecto a actuaciones completamente ajenas a
la preservación del orden en las audiencias o al adecuado
tramite del proceso a su cargo.

Así las cosas, decae el argumento del recurrente


orientado a descartar la tipicidad objetiva de la conducta
delictiva materia de indagación por la supuesta ausencia de
arbitrariedad e injusticia en la conducta de la implicada.

Frente a la definición de estos dos componentes del tipo


penal, la Corte serialólo:

La conducta: Consiste en cometer un acto arbitrario e injusto


de manera acumulativa y no alternativa, como antes se
requería. El acto puede ser jurídico o material. El primero
comprende la manifestación de la voluntad de un servidor
público con alcance jurídico, y el segundo, expresado como

CSJ AP4835-2016, Jul. 27 de 2016, RAD. 47806.

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 5575
María Elena Mejía Sánc

un hecho material. Arbitrario es aquello realizado sin


sustento en un marco legal, la voluntad del servidor se
sobrepone al deber de actuar conforme a derecho. Lo injusto
es algo más, es lo que va directamente contra la ley y la
razón. En ese sentido la Sala ha definido el acto arbitrario
como el realizado por el servidor público haciendo prevalecer
su propia voluntad sobre la de la ley con el fin de procurar
objetivos personales y no el interés público, el cual se
manifiesta como extralimitación de las facultades o el desvío
de su ejercicio hacia propósitos distintos a los previstos en la
ley. Y, la injusticia, como la disconformidad entre los efectos
producidos por el acto oficial y los que debió causar de
haberse ejecutado con arreglo al orden jurídico. La injusticia
debe buscarse en la afectación ocasionada con el acto
caprichoso. Elemento normativo: La acción debe realizarse
con motivo de las funciones o excediéndose en el ejercicio de
ellas. Lo conceptos mismos de arbitrariedad e injusticia no
tienen sentido sino dentro del ejercicio de la función pública".
(CSJ AP 11 Sep. 2013, Rad. 41297, pronunciamiento
reiterado en SP 12 Nov. 2014, Rad. 40458).

A su turno, la injusticia suele identificarse a través de la


disparidad entre los efectos que el acto oficial produce y los
que deseablemente debían haberse realizado si la función se
hubiere desarrollado con apego al ordenamiento jurídico; en
esencia, la injusticia debe buscarse en la afectación que se
genera como producto del obrar caprichoso, ya porque a
través suyo se reconoce un derecho una garantía inmerecida,
ora porque se niega uno u otra cuando eran exigibles.

Ahora bien, respecto al argumento expuesto por


Ministerio Público, referido a la ausencia de afectación de la
función pública en el presente caso, se tiene que, contrario a
lo manifestado por él, el incidente que dio origen a la denuncia
penal no puede ser vislumbrado como un simple conflicto
entre particulares, pues, (i) los involucrados fueron una Juez
de la República y el secretario de su despacho, en el
cumplimiento de la función judicial, (ii) el oportuno inicio y
desarrollo de una actuación judicial se vio obstaculizado como

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

consecuencia del actuar de la investigada, y (i.ü) esta última


acudió a un miembro de la Policía Nacional para hacer
prevalecer su voluntad de, a toda costa, desalojar al empleado
de su sitio de trabajo, con lo cual se valió necesariamente de
su investidura.

Es de anotar, por lo demás, que el miembro de la fuerza


pública, ante los clamores de la juez, expuso insistentemente
que en ese momento estaba a cargo de custodiar al indiciado
dentro de la audiencia que le competía adelantar, por lo cual
fue instado, incluso, a solicitar apoyo en orden a expulsar al
empleado, del despacho donde este se hallaba.

De tal manera que la funcionaria distrajo al miembro de


la Policía Nacional del cumplimiento del deber que le competía
en ese momento -que no era otro que el de custodiar al privado
de la libertad a su cargo-, mediante el suministro de órdenes
contrarias a la función pública, llegando al extremo de
conminarlo a solicitar refuerzos con el fin de ejecutar el
desalojo, situación que finalmente culminó en la solicitud que
el agente realizara al secretario, quien a la postre abandonó el
recinto.

De otra parte, se tiene que, aunque el A quo hizo mención


a la materialización de una conducta indicativa de acoso
laboral de que fue víctima el empleado judicial, lo que a juicio
del Procurador Delegado descartaría la configuración del delito
de abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto, dado el
carácter subsidiario del citado tipo penal, pasa por alto el

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sá

interviniente que la conducta de acoso laboral, confoi me lo ha


venido decantando la Sala, no se encuentra prevista en la ley
como delito"- , razón por la cual su argumento surge
inadmisible.

Ahora bien, en lo que atañe al ingrediente subjetivo del


tipo que, como se plasmó en el antecedente jurisprudencial
reseñado en precedencia, solo admite la modalidad dolosa, ha
de examinarse su concurrencia, pues, de no verificarse, la
conducta desplegada surge atípica, a tono con la tesis
subsidiaria reclamada por la Fiscalía.

En este punto, para el A quo el proceder doloso de la


indiciada se halla acreditado por cuanto «interrumpió el inicio
de la audiencia para ocuparse de imponer sus ciegas razones
de autoridad en detrimento de su subalterno.». No obstante,
tal argumento deviene insuficiente, pues, una detallada
contemplación de los hechos que envolvieron el proceder de
la Dra. MEJÍA SÁNCHEZ, permite colegir que su conducta
estuvo signada por un error de tipo.

Establece el numeral 10 del artículo 32 del Código


Penal, que no habrá responsabilidad penal cuando se obre
con error invencible «de que no concurre en su conducta un
hecho constitutivo de la descripción típica o de que concurren
los presupuestos objetivos de una causal que excluya la
responsabilidad.». Si el error fuere vencible, continúa la

11 CSJ AP4683-2014, Ag.13 de 2014, Rad. 37234.

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 5575 „t....4f
María Elena Mejía Sán

norma, la conducta será punible cuando la ley la hubiere


previsto como culposa.

En ese contexto, el error de tipo hace referencia al


desconocimiento o conocimiento defectuoso de las
circunstancias objetivas del hecho que pertenecen al tipo
legal, con independencia de que estas tengan carácter
fáctico, de naturaleza descriptiva (cosa, cuerpo, causalidad),
o normativa, de esencia comprensiva (ajenidad, documento,
funcionario) (CSJ SP, 10 abr. 2013, rad. 40116)12.

Frente a la consecuencia del reconocimiento de un error


de tipo vencible, en eventos en que la conducta no se halla
prevista en la modalidad culposa, se ha establecido que el
mismo conduce a la atipicidad del comportamiento,
susceptible de alegarse a través de la causal 4 de preclusión.

Así lo precisó la Corte en auto CSJ AP554-2019, Feb.


20 de 2019, Rad. 50077:

Huelga concluir que el único error de tipo que lleva a


declarar ausencia de responsabilidad es el invencible,
porque recho7a el dolo, pues no depende de la culpa o
negligencia el agente, mientras que el error vencible en
conducta dolosa implica la atipicidad subjetiva por
ausencia de dolo, en la medida en que es un error que el
autor había podido evitar si hubiese hecho el esfuerzo
que le era exigible. El error vencible en delito culposo, de
acuerdo a nuestra jurisprudencia, sí es punible.

De manera que, al configurarse el primer evento, procede


la preclusión por la causal 2a del artículo 332 de la Ley

12 Reiterada en CSJ AP, 15 mar. 2017, rad. 49429.

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 55753
María Elena Mejía Sánc

906 de 2004, de darse el segundo suceso, correspondería


a la causal 4".

Dígase, entonces, para el caso concreto, que la Dra.


MEJÍA SÁNCHEZ inicialmente se enfrentó a la coyuntura de
no ubicar a su secretario —empleado destacado en el
cumplimiento de turno de disponibilidad- para requerir el
apoyo necesario en la evacuación oportuna de las audiencias
preliminares concentradas con persona privada de la
libertad que le fueron asignadas, toda vez que el
denunciante, como él mismo lo reconoció, para el día de los
hechos omitió responder las llamadas telefónicas de la juez,
así como el mensaje de texto que le remitió para informarle
acerca del compromiso laboral aludido, situación que
condujo a que la funcionaria debiese, ante la premura de la
realización de la diligencia, requerir la presencia de otro
empleado.

Lo acontecido hasta ese momento se constituía en un


motivo de peso para que la Dra. MEJÍA SÁNCHEZ
prescindiera de la colaboración del secretario en el
adelantamiento de la audiencia, pues, se itera, requirió el
acompañamiento de otra persona, atendiendo la omisión del
denunciante de atender sus llamadas.

En ese sentido, el denunciante debía, como lo hizo,


acatar la orden de la juez, de retirarse de la Sala en que
tendría lugar la misma, ya que su falta de atención respecto

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

a los llamados previos de la funcionaria, condujo a que su


función fuese asumida por otro empleado.

Ahora, respecto a lo acontecido posteriormente, esto es,


en el despacho judicial, lugar en el cual la funcionaria
requirió la presencia de la fuerza pública para el desalojo del
señor Giraldo Giraldo, los elementos probatorios atrás
esbozados permiten concluir que la indiciada creyó
erróneamente que tal conducta no era arbitraria ni injusta,
pues, obedecía al ejercicio de su función como directora de
la audiencia y del despacho, máxime cuando, según lo
afirmado por ella en interrogatorio13 , aquél le exigió, para
abandonar el recinto, el otorgamiento de un compensatorio,
el cual surgía improcedente, toda vez que otro empleado del
despacho asumiría el adelantamiento del apoyo requerido en
audiencia.

En este sentido, el error verificado en la funcionaria,


reclama analizar el contexto dentro del cual esta pretendió
responder al comportamiento de su subordinado.

Se trataba, así, de un escenario en el que, de una


parte, no puede desconocerse el grado de exaltación de la
Dra. MEJÍA SÁNCHEZ, generado por la contrariedad que le
ocasionó la desatención del señor Giraldo Giraldo; y, de otra,
el apremio que le asistía para atender el requerimiento del
ente persecutor; conjunto de circunstancias que, atendiendo

13 Cuad. Anexo, fol. 80.

27
Segunda instancia- sistema acusatorio N° 557
María Elena Mejía Sán

la dinámica impetuosa en la que se iban desarrollando los


hechos, impidió que la juez tuviera la oportunidad de
discernir entre lo emocional y lo jurídico, por lo cual resulta
aventurado concluir que razonó y dolosamente aplicó el
correctivo en contra del empleado del despacho.

Lo anterior, aunado a que la aplicación de las medidas


correccionales consagradas en la Ley 906 de 2004, no se
desenvuelve en un escenario natural o normal, pues, no se
trata de una temática que los juzgadores afronten de manera
reiterada, al punto de conocer de manera decantada su
naturaleza, efectos y procedimiento, de tal suerte que,
cuando menos en el caso particular, no es posible sostener
que la indiciada contaba con un conocimiento depurado
sobre la materia.

Tomadas en cuenta todas las circunstancias


precedentes respecto de la actitud asumida por el
denunciante y la indiciada, así como la manera en que se
desplegó el comportamiento, deviene plausible enunciar que
la Dra. MEJÍA SÁNCHEZ creyó que efectivamente podía
adoptar medidas correccionales consistentes en la
intervención de la fuerza pública para el desalojo tantas
veces ordenado, al considerar que, de manera indirecta, el
comportamiento de su subordinado entorpecería la oportuna
y cabal realización de las audiencias asignadas, y que su
permanencia en el despacho lo facultaría para solicitar un
turno compensatorio que no merecía.

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Segunda instancia- sistema acusatorio N° 5575
María Elena Mejía Sánc

En esa dirección, y como ha quedado claro en el curso


de esta providencia, aunque el comportamiento de la juez se
advierte arbitrario e injusto en lo que atañe al factor objetivo,
puesto que su conducta como se expuso anteriormente, no
corresponde al ejercicio de una medida correccional
adoptada en el curso de una audiencia, ni a una actuación
que podría adelantar válidamente como directora del
despacho en orden a que sus directrices fuesen acatadas,
resulta plausible colegir que la funcionaria desplegó tal
comportamiento bajo el convencimiento de que podía hacerlo
en el marco de sus funciones y que su actuación respondía
a criterios de justicia.

Ahora bien, surge evidente la vencibilidad de ese error


de tipo, pues, basta señalar que la Dra. MARÍA ELENA
MEJÍA SÁNCHEZ es una abogada que actuó en ejercicio de
la función pública de administrar justicia y, por tanto,
siempre le fue posible superar el yerro en que incurrió, ya
que el ejercicio de su cargo le imponía estar al tanto de lo
que correspondía efectivamente a una medida correccional,
susceptible de ser adoptada en el curso de una audiencia,
así como tener presente sus competencias y límites como
directora del despacho, respecto al comportamiento de sus
empleados; sin embargo, no actuó con la mínima diligencia
que le era exigible.

Así las cosas, como se está reconociendo que en el


presente asunto existió un error de tipo vencible
determinante en el actuar de la indiciada, tal factor elimina
el dolo en su comportamiento y, a su vez, lo torna atípico,

29
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María Elena Mejía Sány$%z

pues, en nuestra legislación penal no se prevé la conducta


de abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto en
modalidad culposa, la Sala revocará la decisión impugnada,
para en su lugar decretar la preclusión solicitada por el
fiscal recurrente.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de


la Corte Suprema de Justicia,

RESUELVE

Primero: REVOCAR la providencia impugnada y, en su


lugar, PRECLUIR la indagación adelantada en contra de
MARÍA ELENA MEJÍA SÁNCHEZ

Segundo: Contra este interlocutorio no procede recurso

alguno.

Comuníquese, cúmplase y devuélvase a Tribunal de

origen.

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

OSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

30
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María Elena Mejía Sá

EUGENIO FERNÁNDEZCARM R

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BAR,

JAIME HUTA ILÍTÓMORENO ACERO

R TIÑO CABRERA

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Secretaria

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