La Conquista de America. Cinco Siglos de Controversia y Una Leyenda Negra Omnipresente
La Conquista de America. Cinco Siglos de Controversia y Una Leyenda Negra Omnipresente
La Conquista de America. Cinco Siglos de Controversia y Una Leyenda Negra Omnipresente
CULTURA Y COLONIZACIÓN
D. L. BA-000265-19
ISBN: 978-84-09-09652-7
In memorian
ESPAÑA Y AMÉRICA. CULTURA Y COLONIZACIÓN
JUNTA DE EXTREMADURA
Consejería de Cultura e Igualdad
Llerena, 2018
XIX JORNADAS DE HISTORIA EN LLERENA
Llerena, 26 y 27 de octubre de 2018
ORGANIZACIÓN
Sociedad Extremeña de Historia
Junta de Extremadura. Consejería de Cultura e Igualdad
COMISIÓN CIENTÍFICA
Manuel del Barco Cantero (Universidad Popular de Llerena)
Luis Garraín Villa (Cronista Oficial de Llerena)
Alfonso Gutiérrez Barba (IES de Llerena)
Ángel Hernández García (Asociación Cultural Morrimer)
Felipe Lorenzana de la Puente (IES Alba Plata, Fuente de Cantos)
Francisco Javier Mateos Ascacíbar (Archivo Municipal de Llerena)
Eugenio Santos Rafael (IES Sierra del Agua, Guadalcanal)
Rogelio Segovia Sopo (IES Ramón Carande, Jerez de los Caballeros)
PATROCINIO
Junta de Extremadura. Consejería de Cultura e Igualdad
Diputación de Badajoz
Asamblea de Extremadura
Ayuntamiento de Llerena
Centro de Profesores y Recursos de Azuaga
Caja Rural de Extremadura
Sainforan
COLABORACIÓN
Universidad Popular de Llerena
Imprenta Grandizo
Drogas vegetales en la obra Parte primera de la Crónica del Perú de Cieza de León
José Ramón Vallejo Villalobos y José Miguel Cobos Bueno................................................................................................................ 127
Lope de Saavedra Barba y Juan Alonso de Bustamante, dos extremeños en las minas de azogue de
Huancavelica y Almadén (siglo XVII)
María Silvestre Madrid, Emiliano Almansa Rodríguez y Ángel Hernández Sobrino...................................... 181
El Testamento de Juan Camacho de Moya como muestra de la religiosidad popular ante la muerte en
el Perú de Cieza de León. Mercader en las ciudades de la Plata, Potosi y San Bernardo de Tarija
Juan Francisco Cerrillo Mansilla.............................................................................................................................................................................................. 217
La arquitectura civil de Hispanoamérica en época del cronista Pedro Cieza en la primera mitad del
siglo XVI
Rocío García Rodríguez........................................................................................................................................................................................................................ 233
OTROS ESTUDIOS SOBRE EXTREMADURA
Un disiecta membra de datación romana hallado en Llerena (Badajoz). ¿Una Evidencia del sacrificio
de bóvidos en el territorio de Regina Turdulorum?
Jacobo Vázquez Paz y Juan Eugenio Mena Cabezas...................................................................................................................................... 245
La escritura de venta del lugar de la Puebla otorgada a favor de Alonso de Cárdenas, comendador
mayor de León
María del Pilar Casado Izquierdo........................................................................................................................................................................................... 259
ABSTRACT: The conquest of America provoked a great debate about its nature, justification
and about the behavior of the conquerors. The controversy was presented by the Spaniard them-
selves in the 16th century and reached a huge impact in Europe. One of its consequences was the
appearance of a negative image of the Hispanic, called the black legend. Nowadays it is difficult
to approach the study if those events without interference with this. It is therefore pertinent to
wonder about the reasons for its constant current over the centuries and calibrate the bases on
which it is held. The vast literature on the subject reveals, on the other hand, the high polarization
on the approaches and the intensity of the historiographical debate that accompanies. This paper
attempts shed light on this matter.
XIX Jornadas de Historia en Llerena
35
España y América. Cultura y Colonización
Pgs. 35-55
ISBN: 978-84-09-09652-7
36
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
“Parece que fue ayer la conquista de México por Hernán Cortés y sus huestes
… no parece que haya sido a principios del siglo XVI el salto al gran Teocalli, la
Noche Triste y la destrucción de Tenochtitlan, sino el año pasado, ayer mismo.
Se habla de ello con el mismo encono con que pudo haberse hablado del tema
en tiempos de Don Antonio de Mendoza, el primer virrey. Este antagonismo es
fatal”
(José Clemente Orozco)
I. INTRODUCCIÓN
El V Centenario del nacimiento de Pedro Cieza de León, quien viviera en
primera persona los acontecimientos que siguieron a la conquista de Perú,
brinda la ocasión propicia para volver sobre aquellos hechos y examinar la
controversia que suscitaron. Una controversia que alcanzó a todo el ámbito
colonial hispano y a la propia península y que, todavía hoy, dista mucho de
estar zanjada. Las bases de la empresa conquistadora, sus fundamentos,
los métodos de los conquistadores o sus resultados pasaron de ser discutidos de
puertas adentro a convertirse en argumentos recurrentes para la crítica antiespa-
ñola. La situación ha devenido, por encima de la propia investigación histórica, en
la conformación de un pensamiento y una actitud de negatividad hacia lo hispano
que, en su día, fueron contemplados bajo el concepto de leyenda negra. La per-
sistencia de este fenómeno da motivo para interrogarse sobre las razones de su
constante actualidad a lo largo de los siglos y calibrar los fundamentos sobre los
que se sostiene. Como se verá, la abundante bibliografía disponible en torno a este
tema pone de manifiesto la disparidad de enfoques y la intensidad del debate his-
toriográfico que acompaña.
Pedro Cieza de León, el llamado Príncipe de los cronistas, testigo de buena parte
de los turbulentos sucesos que acontecieron en Perú tras la llegada de Pizarro y sus
huestes, es traído aquí como referencia para constatar la problemática inherente a
la comprensión de una realidad compleja, de múltiples aristas y posicionamientos
enfrentados, como fue la llegada de los españoles a América. El texto del cronista
de Llerena ahonda en la singular tesitura de unos protagonistas que se debaten en-
tre la exaltación de la misión española en Indias y la dramática evidencia de muerte
y desolación consecuente a aquélla. Así pues,
“… era justo que por el mundo se supiese en qué manera tanta multitud
de gentes como de estos indios había fue reducida al gremio de la santa ma-
dre Iglesia con trabajo de españoles, que fue tanto que otra nación alguna
XIX Jornadas de Historia en Llerena
de todo el universo no los pudiera sufrir. Y así los eligió Dios para una cosa
tan grande, más que a otra nación alguna.
1
CIEZA DE LEÓN, P. La crónica del Perú (edición de Manuel Ballesteros), Madrid, Historia 16, Crónicas de América,
4, 1984, pp. 62 y 70.
37
Miguel Molina Martínez
2
ARNOLDSSON, S. La conquista española de América, según el juicio de la posterioridad.Vestigios de la Leyenda Negra,
Madrid, Ínsula, 1960 (1ª edición en sueco 1953), p. 10.
3
KAMEN, H. “La visión de España en la Inglaterra isabelina”, en KAMEN, H y PÉREZ, J. La imagen internacional de la
España de Felipe II: Leyenda negra o conflicto de intereses,Valladolid, Universidad de Valladolid, 1980, p 39.
38
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
4
GÓMEZ-CENTURIÓN JIMÉNEZ, C. “Bajo el signo de Sagitario. La visión europea del poder español (siglos XVI-
XVII)”, Cuadernos de Historia Moderna, 16, 1995, p. 203.
5
LAFAYE, J. Los conquistadores. Figuras y escrituras, México, FCE, 1999, p. 13.
39
Miguel Molina Martínez
6
Ibídem, p. 19.
7
ARAM, B. Leyenda negra y leyendas doradas en la conquista de América. Pedrarias y Balboa, Madrid, Marcial Pons, 2008,
p. 257.
8
MOLINA MARTÍNEZ, M. La leyenda negra, Madrid, Nerea, 1991, p. 140.
40
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
9
RESTALL, M. Los siete mitos de la conquista española, Barcelona, Paidos, 2004; ARAM, B. Leyenda negra y leyendas
doradas…; ESPINO LÓPEZ, A. La conquista de América. Una revisión crítica, Madrid, Ediciones RBA, 2013. Véanse,
también, las incursiones de MIRA CABALLOS, E. sobre dos conquistadores de referencia: Hernán Cortés. El fin
de una leyenda, Badajoz, Editorial Palacio de Barrantes Cervantes S.L., 2010; Hernán Cortés. Mitos y leyendas del
conquistador de Nueva España, Badajoz, Editorial Palacio de Barrantes Cervantes S.L., 2017; Francisco Pizarro. Una
nueva visión de la conquista del Perú, Barcelona, Crítica, 2018.
XIX Jornadas de Historia en Llerena
10
GARCÍA CÁRCEL, R. El demonio del sur. La Leyenda Negra de Felipe II, Madrid, Cátedra, 2017, pp. 24-25.
11
Para ahondar en estas cuestiones, véase MARÍAS, J. España inteligible. Razón histórica de las Españas, Madrid, Alianza
Editorial, 2014, pp., 199-206. Julián Marías insiste en que la condenación y descalificación se extiende “a todo el
país a lo largo de toda su historia, incluida la futura… y reverdece con cualquier pretexto, sin prescribir jamás”.
Además apunta tres condiciones para que prospere la leyenda negra: “Primera, que se trata de un país muy im-
portante, que esté de tal modo presente en el horizonte de los demás, que haya que contar con él. Segunda, que
exista una secreta admiración, envidiosa y no confesada, por ese país. Tercera, la existencia de una organización
(pueden ser varias, que se combinan o se turnan), p. 202; IGLESIAS, C. No siempre lo peor es cierto. Estudios sobre
Historia de España, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2008. En el prólogo la autora señala:“La historia de España tiene
que ser, según los doctrinarios de turno, la peor opción de las posibles”, p. 20; GARCÍA CÁRCEL, R. El demonio
del sur... En su opinión, “la Leyenda Negra no puede entenderse, desde luego, sin la capacidad propagandística de
la opinión protestante, pero tampoco sin la erosión del sistema desde dentro de determinadas élites intelectuales
que nunca se identificaron plenamente con el nacionalcatolicismo identitario”, p. 24, así como sin la presencia de
un “complejo de inferioridad, que se refleja en un complicado lastre de inseguridades e inhibiciones”, p. 26.
41
Miguel Molina Martínez
12
LAS CASAS, B. (DE) Los Tesoros del Perú (introducción de Ángel Losada), Madrid, CSIC, 1958, p. 27.
13
IGLESIAS, C. No siempre lo peor..., p. 20.
14
MOLINA MARTÍNEZ, M. “La Leyenda Negra revisitada: la polémica continúa”, Revista Hispanoamericana. Revista
Digital de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y Letras, nº 2, 2012. Disponible en: <http://revista.
raha.es/>. [11-09-2018]. ISSN: 2174-0445, p. 4.
15
ELLIOTT, J. Imperios del mundo atlántico. España y Gran Bretaña en América (1492-1830), Madrid, Editorial Taurus,
2006, p. 587.
42
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
de todos los naturales universalmente desta tierra; y cómo por la mala costumbre
de los primeros ha continuado hasta hoy la grande vejación y destrucción de la
tierra; por donde evidentemente parece faltan más de las tres cuartas partes de
los naturales de la tierra; y si Nuestro Señor no trae remedio, presto se acabarán
los más de los que quedan; por manera que lo que aquí trataré más se podrá decir
destrucción del Perú que conquista ni población21.
Fueron muchos más los autores que se pronunciaron en este mismo sentido e in-
contables los documentos que denunciaron ante la misma Corona tanta violencia y
crueldad. Inútil su refutación y vano esfuerzo pretender que no existieron. Algunas
de estas fuentes hispanas sirvieron de inspiración para que autores extranjeros
compusieran alegatos igualmente críticos con la presencia española en América. Tal
es el caso del italiano Benzoni quien redactó su Historia del Nuevo Mundo (Venecia,
1565) incorporando fragmentos puntuales de cronistas como López de Gómara,
Fernández de Oviedo e incluso Cieza de León. El texto presenta un panorama som-
brío de la conquista a la que considera como una campaña de saqueo y exterminio.
Los conquistadores aparecen como crueles y sanguinarios, codiciosos e interesados
sólo en enriquecerse, cobardes, sucios, traidores y responsables de la desaparición
de la población indígena22.
Mientras Europa conocía los pormenores de la conquista de América según la
versión de Las Casas y Benzoni, fronteras adentro nació otra corriente de signo
contrario, empeñada en vindicar la heroicidad y servicio a la Corona puesta de ma-
nifiesto por aquellos hombres. Sus escritos defendían la conquista como una guerra
justa y legitimaban la explotación indígena en nombre de la superioridad cultural y
moral de Occidente. Juan Ginés de Sepúlveda resumió con todo lujo de argumentos
esta posición, plasmada en su Tratado sobre las justas causas de la guerra contra
los indios23. Los propios conquistadores, por razones obvias, fueron los primeros
en fundamentar su discurso en razones políticas y religiosas para justificar sus
acciones. Fernández de Oviedo, Hernán Cortes, Bernal Díaz del Castillo, Francisco
Pizarro, Jiménez de Quesada y tantos otros dejaron patente que los hechos de
armas que protagonizaron formaban parte de una empresa estatal con tintes pro-
videncialistas y ajustada a Derecho. Con claridad meridiana lo expresó Cortés en
su segunda carta de relación:
“Y como traíamos la bandera de la cruz y pugnábamos por nuestra fe y
por servicio de vuestra sacra majestad en su muy real ventura, nos dio Dios
tanta victoria que les matamos mucha gente, sin que los nuestros recibie-
sen daño”24.
Magno o Julio César. El mismo López de Gómara resumió la idea con estas breves
y repetidas palabras:
“La mayor cosa después de la creación del mundo, sacando la encar-
nación y muerte del que lo crio, es el descubrimiento de Indias; y así las
llaman Nuevo Mundo…Nunca nación extendió tanto como la española sus
21
ESTEVE BARBA, F. (Ed.) Crónicas Peruanas de Interés Indígena, Madrid, Ediciones Atlas, 1968, Biblioteca de Auto-
res Españoles, t. CCIX, pp. 57-95.
22
BENZONI, G. Historia del Nuevo Mundo, Madrid, Alianza Editorial, 1989 (Introducción y notas de Manuel Carrera
Díaz). Se da la circunstancia de que esta es la primera edición que se publicó en España. La traducción al caste-
llano data de 1965 en sendas publicaciones de Caracas y Lima.
23
GINÉS DE SEPÚLVEDA, J. Tratado sobre las justas causas de la guerra contra los indios, México, FCE, 1941.
24
CORTES, H. Cartas de relación, México, Editorial Porrúa, 1979, p. 38.
44
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
costumbres, su lenguaje y armas, ni caminó tan lejos por mar y tierra, las
armas a cuestas”25.
semejante conducta lo que se vende no es más que una imagen tan defor-
25
LÓPEZ DE GOMARA, F. Historia General de las Indias, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1979, p. 7.
26
La expresión se ha popularizado después que Lewis Hanke titulara así uno de sus libros. La lucha española por la
justicia en la conquista de América (Madrid, Aguilar, 1967). Fue publicada por primera vez en 1947 por la Univer-
sity of Pennsylvania Press. En la Introducción escribió su autor: “El propósito de esta obra es demostrar que la
conquista española de América fue mucho más que sus extraordinaria hazaña militar y política; que fue también
uno de los mayores intentos que ha presenciado el mundo para que prevalezcan los preceptos cristianos en las
relaciones entre las gentes. Este intento se convirtió fundamentalmente en una fogosa defensa de los derechos
de los indios, que descansaba en dos de las presunciones básicas que puede hacer un cristiano, a saber: que todos
los hombres son iguales ante Dios, y que un cristiano es responsable del bienestar de sus hermanos, a pesar de
lo ajenos o humildes que sean”, p. 15.
27
ARAM, B. Leyenda negra y leyendas doradas…, p. 27.
45
Miguel Molina Martínez
mada de la realidad, como alejada del rigor histórico; una leyenda, al fin y
al cabo”28.
28
MOLINA MARTÍNEZ, M. “La Leyenda Negra revisitada…”, pp. 12-13.
29
La Recopilación de Leyes de Indias (1640) recoge este punto en su Libro IV, título I, ley VI: “Que en las capitulacio-
nes se excuse la palabra conquista y usen las de pacificación y población”. Los motivos quedan expuestos del
siguiente modo: “pues habiéndose de hacer con toda paz y caridad es nuestra voluntad que aun este nombre,
interpretado contra nuestra intención, no ocasione, ni de color a lo capitulado, para que se pueda hacer fuerza,
ni agravio a los indios”.
España y América. Cultura y Colonización
30
Excepción hecha de la edición de 1646, aparecida en Barcelona en el contexto de la sublevación catalana de 1640.
31
SOLÍS, A. Historia de la conquista de México [1648], México, Porrúa, 1978, p. 25.
32
QUEVEDO, F. (DE) España defendida [1609] (Edición de Victoriano Roncero), Nueva York, Instituto de Estudios
Auriseculares, 2012, p. 13.
33
SAAVEDRA FAJARDO, D. Idea de un príncipe político cristiano, representada en cien Empresas [1640], http://
www.cervantesvirtual.com/obra-visor/idea-de-un-principe-politico-cristiano--0/html/feeb3dea-82b1-11df-acc7-
002185ce6064_2.html. La posición del autor queda resumida en este fragmento de la Empresa XII: “No niego
que en las primeras conquistas de América sucederían algunos desórdenes, por haberlas emprendido hombres
que, no cabiendo la bizarría de sus ánimos en un mundo, se arrojaron, más por permisión que por elección de su
rey, a probar su fortuna con el descubrimiento de nuevas regiones, donde hallaron idólatras más fieros que las
mismas fieras, que tenían carnicerías de carne humana, con que se sustentaban. Los cuales no podían reducirse
a la razón si no era con la fuerza y el rigor. Pero no quedaron sin remedio aquellos desórdenes, enviando contra
ellos los Reyes Católicos severos comisarios que los castigasen, y mantuviesen los indios en justicia…”
34
ARNOLDSSON, S. La leyenda negra. Estudios sobre sus orígenes, Goteborg, 1960, p. 27.
35
GÓMEZ-CENTURIÓN JIMÉNEZ, C. “Bajo el signo de Sagitario…”, p. 219.
46
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
Así fue como el inglés Thomas Gage convirtió sus viajes por México y Guatemala
durante la primera mitad del siglo XVII en un relato antihispánico y anticatólico36.
A lo largo del siglo XVIII la conquista y, por extensión, la presencia española en
América continuaron siendo objeto de miradas enfrentadas y con Las Casas en un
segundo plano. En ese contexto la crítica Historia de América del escocés William
Robertson37 fue replicada con la hispana Historia del Nuevo Mundo, a cargo de Juan
Bautista Muñoz38. Juan Pablo Forner volvió a clamar, en un alarde defensivo, contra
los ataques de los escritores extranjeros en su Oración apologética por la España
y su mérito literario (1786). La religión vino a introducir un nuevo elemento al de-
bate. El racionalismo dieciochesco difícilmente congeniaba con la tradición católica
hispana, identificada ahora como exponente de oscurantismo, opresión y rechazo
al progreso. La Ilustración francesa fue particularmente incisiva y el abate Raynal
atribuyó a los conquistadores españoles haber situado a España fuera de la civiliza-
ción y convertirla en un país despótico y cruel. Marmontel y De Paw transitaron por
esta misma senda39. La asunción de estas ideas por parte de un amplio sector de
los ilustrados españoles facilitó el arraigo de una corriente que interpretó el pasa-
do hispánico con los ojos de la intelectualidad francesa y contribuyó a extender la
percepción de la decadencia y el atraso intelectual como resultado de la naturaleza
política y religiosa de los gobiernos anteriores40.
La independencia de las colonias a comienzos del siglo XIX propició un nuevo
contexto para volver con renovados bríos al debate sobre la conquista. Los liberales
españoles Juan Antonio Llorente41 y Manuel José Quintana42 rescataron la figura de
las Casas para arremeter contra los conquistadores. En América, los insurgentes
tampoco desaprovecharon la coyuntura para volcar sus críticas hacia el pasado
colonial. El exjesuita Juan Pablo Vizcardo y Guzmán en su Carta a los españoles
americanos (1801) recreó con negros tintes los siglos anteriores y los redujo a es-
tas cuatro palabras: “ingratitud, injusticia, servidumbre y desolación”43. En la Carta
de Jamaica (1815) Bolívar se acercó a los sucesos de la conquista de la mano de
Bartolomé de las Casas en estos términos:
“Barbaridades que la presente edad ha rechazado como fabulosas, por-
que parecen superiores a la perversidad humana; y jamás serían creídas
por los críticos modernos, si constantes y repetidos documentos no testifi-
casen estas infaustas verdades. El filantrópico obispo de Chiapa, el apóstol
de la América, Las Casas, ha dejado a la posteridad una breve relación de
ellas, extractada de las sumarias que siguieron en Sevilla a los conquistado-
res, con el testimonio de cuantas personas respetables había entonces en el
36
Es sintomático que las sucesivas ediciones de la obra guarden estrecha relación con motivos políticos al servicio
de Inglaterra o Francia.Véase GAGE, Th. Viajes por la Nueva España y Guatemala, Madrid, Historia 16, Crónicas de
América, 30, 1987 (Edición de Dionisia Tejera), pp. 32-33.
37
Publicada en Londres en 1777, la Academia Española de la Historia, dirigida entonces por Campomanes, aprobó
XIX Jornadas de Historia en Llerena
su traducción al castellano considerando que no estaba inspirada en la leyenda negra. Al año siguiente, José de
Gálvez cambió de criterio y determinó su prohibición por Real Cédula de 23 de diciembre.
38
MUÑOZ, J. B. Historia del Nuevo Mundo, Madrid, Imprenta Viuda de Ibarra, 1793.
39
VILLAVERDE RICO, Mª. J. “La conquista española según “Los Incas o la destrucción del imperio del Perú”, de
Marmontel, y la “Historia de las dos Indias”, del abate Raynal”, en FRANCO, G. y otros (Coords.) España y el
continente americano en el siglo XVIII, Madrid, Ediciones Trea, 2017, pp. 853-866.
40
ZARAGOZA, G y GARCÍA CÁRCEL, R. “La polémica sobre la conquista española de América. Algunos testi-
monios en el siglo XVIII”, en GIL NOVALES, A. (Ed.) Ilustración española e independencia de América. Homenaje a
Noël Salomón, Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona, 1979, pp. 373-379. Una exposición más amplia en
GARCÍA CÁRCEL, R. La leyenda negra. Historia y opinión, Madrid, Alianza Editorial, 1992, pp. 255-269.
41
LLORENTE, J.A. Colección de las obras del venerable obispo de Chiapa, don Bartolomé de las Casas, París, Rosas, 1822.
42
QUINTANA, M.J. Vida de fray Bartolomé de las Casas, en Obras de Manuel José Quintana. Vidas de los españoles
célebres, Madrid, Ediciones Atlas, Biblioteca de Autores Españoles, t. XIX, 1946.
43
VISCARDO Y GUZMÁN, J.P. Carta a los españoles americanos (introducción de David Brading), México, FCE, 2004.
47
Miguel Molina Martínez
Nuevo Mundo, y con los procesos mismos que los tiranos se hicieron entre
sí: como consta por los más sublimes historiadores de aquel tiempo. Todos
los imparciales han hecho justicia al celo, verdad y virtudes de aquel amigo
de la humanidad, que con tanto fervor y firmeza denunció ante su gobierno
y contemporáneos los actos más horrorosos de un frenesí sanguinario”44.
Baste estas breves referencias para dejar constancia del tono dominante en
los escritos de esta época convulsa de la Independencia. Los liberales americanos
abonaron esta corriente tratando de edificar históricamente la nueva nacionalidad
sobre un pasado prehispánico idealizado y una república ganada heroicamente a la
tiranía española. El liberalismo de la segunda mitad del siglo XIX y su fe ciega en
el progreso desdeñó toda la herencia colonial tachándola de barbarie y defendió la
civilización representada por la cultura anglosajona. En este proyecto el indio no
tuvo cabida y fue objeto de persecución y eliminación46.
El siglo XX ofrece la singularidad de haber suscitado un extraordinario avance de
la investigación histórica acerca de la conquista y la colonización; al mismo tiempo,
ha sido testigo de una importante eclosión de la leyenda negra. Como nunca antes,
los historiadores se han ocupado de estudiar aquella época y el volumen de lo pu-
blicado no tiene parangón. No está de más señalar que la centuria se abrió con la
edición del texto de Julián Juderías47 y se cerró con la abrumadora actividad edito-
rial generada por el Quinto Centenario del descubrimiento y el Centenario de 1898,
que evocaba la pérdida de los últimos territorios ultramarinos. Como no podía ser
de otra manera, historia y leyenda han seguido caminos paralelos a lo largo de esa
centuria y, en gran medida, retroalimentándose mutuamente.
El año de la publicación de la Leyenda Negra de Juderías coincidió también con
la edición de las actas y memorias del congreso de Geografía e Historia hispanoa-
mericanas celebrado en Sevilla y convocado a propósito de la conmemoración del
descubrimiento del Pacífico. Sus conclusiones pusieron énfasis en la defensa del
papel de España y en la refutación de la leyenda negra. Así se pudo afirmar:
“4.ª El Congreso declara que España, como nación, no fue responsable
de los excesos realizados durante la conquista y civilización americana.
5.ª El Congreso hace constar su vivo deseo de que en todos los países
España y América. Cultura y Colonización
44
BOLÍVAR, S. Carta de Jamaica, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1976, p. 56.
45
FUNES, G. Ensayo de la historia civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán, Buenos Aires, 1816, T. 1, p. X. Consultado
en http://bibliotecadigital.aecid.es/bibliodig/es/consulta/registro.cmd?id=530.
46
Un caso paradigmático se encuentra en la Argentina de esos años, bajo las presidencias de Sarmiento, Avellaneda
o Roca; consúltese NAVARRO FLORIA, P. “El salvaje y su tratamiento en el discurso político argentino sobre la
frontera sur, 1853-1879, Revista de Indias, 222 (2001), pp. 345-376.
47
JUDERÍAS, J. La leyenda negra y la verdad histórica, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Mu-
seos, 1914; Una aproximación reciente a la biografía de su autor en ESPAÑOL BOUCHÉ, L. Leyendas negras,Vida
y obra de Julián Juderías (1877-1918); la leyenda negra antiamericana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2007.
48
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
América, siguiendo el alto ejemplo que España dio siempre a favor de los
aborígenes americanos”48.
Por otro lado, aunque la obra de Juderías sólo abordó tangencialmente el tema
americano, al menos contribuyó a poner sobre la mesa el debate sobre la conquis-
ta y la colonización. Jerónimo Becker (La política española en las Indias, 1920),
Antonio Carranza (España en América, 1921) y Beltrán y Rospide (España en sus
Indias, 1923), vindicaron el papel de España en los territorios ultramarinos en la
misma línea que otros autores de aquel continente, entre ellos, el mexicano Carlos
Pereyra49, el venezolano Rufino Blanco Fombona50 o el norteamericano Charles F.
Lummis51. El régimen de Primo de Rivera consolidó el nacionalismo patriótico y se
sirvió de la Exposición Iberoamericana de Sevilla celebrada en 1929 para tratar
de desmantelar la leyenda negra52. La unión espiritual y cultural entre España y
América fue asimismo reivindicada por Ramiro de Maeztu desde las páginas de
la revista Acción Española y luego en forma de libro bajo el título Defensa de la
Hispanidad53.
Durante la república y al amparo de la Junta de Ampliación de Estudios, el
americanismo español fue tomando cuerpo, concretándose en la aparición de or-
ganismos tales como el madrileño Centro de Estudios Históricos y su sección de
América o el Centro de Estudios de América, en Sevilla, a los que habría que sumar
las cátedras americanistas creadas en la Universidad Central con titulares como
Rafael Altamira y Antonio Ballesteros Gaibrois54. La sección americana del Centro
de Estudios Históricos, entre cuyos colaboradores estuvieron Américo Castro, Ángel
Rosenblat o Silvio Zavala, se marcó como objetivo principal en esos años “alejarse
de los panegíricos de la conquista y la evangelización y de los pasquines de uno u
otro color y apostar por el trabajo sereno, científico, documentado, cimentado en
la crítica literaria y en los últimos avances del Americanismo internacional55. Por su
parte, el Centro de Estudios de Historia de América orientó su actividad en la capital
hispalense a la labor docente, en directa colaboración con el Archivo General de
Indias, y ello redundó en la formación de buenos profesionales y una exhaustiva
catalogación de los fondos archivísticos. Por aquel centro pasaron historiadores
como Rómulo Carbia, Ricardo Levene, Carlos Pereyra o Clarence H. Haring56. En
ninguno de estos organismos se cuestionó la conquista; al contrario, su tratamiento
rozó la apología en sintonía con la reivindicación de la obra española en América.
Tras la Guerra Civil, el franquismo se esforzó en moldear el nuevo americanis-
mo, acercándolo a sus postulados ideológicos, mediante la creación de nuevos cen-
tros y la definición de los objetivos prioritarios de la disciplina; estos no eran otros
48
Congreso de Historia y Geografía hispanoamericanas. Actas y Memorias, Madrid, Establecimiento Tipográfico de Jaime
Ratés, 1914, pp. 168-169.
49
PEREYRA, C. La obra de España en América, Madrid, Biblioteca Nueva,1920. Volvería sobre el tema en Las huellas
XIX Jornadas de Historia en Llerena
Ignacio Escobar calificaba la leyenda negra urdida en torno a la conquista como “la
57
Sobre el carácter e ideología de estas instituciones, véase IZARD, M. El rechazo a la civilización. Sobre quienes no se
tragaron que las Indias fueron esa maravilla, Barcelona, Península, 2000, pp. 18-27.
58
Un análisis más detenido de esta obra puede consultarse en mi Estudio preliminar a la edición de la misma en
Marcial Pons Historia, Madrid, 2004, pp. 9-29.
59
BAYLE, C. El Protector de indios, Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1945. Años atrás hizo una defensa
de la conquista de América en su España en Indias: nuevos ataques y nuevas defensas, Vitoria, Editorial Illuminare,
1934.
60
PÉREZ DE BARRADAS, J. Los mestizos de América [l948], Madrid, España-Calpe, 1976
61
Véase VALLARÍAS ROBLES, J. “La antropología americanista española y la identidad nacional: el debate entre Juan
Comas y José Pérez de Barradas (1949-1953)”, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, LIII:1 (1998), pp.
235-257.
50
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
Diez años más tarde, Menéndez Pidal con su diatriba sobre Las Casas64 marcó un
nuevo hito en su empeño de desvincular a los conquistadores de las críticas del do-
minico, a la vez que fortaleció una vieja escuela antilascasiana en curso65. En aque-
lla misma fecha, Morales Padrón daba a la imprenta su Historia del Descubrimiento
y Conquista de América, que aprovechaba material contenido en su Fisonomía de la
conquista, de 1955, y luego recuperado en Los conquistadores de América (1974).
En todos los casos su posición en relación a este tema fue la misma y se puede
condensar en lo siguiente:
“La conquista fue deseo de mejora económica, anhelo de ganar hon-
ra y fama; celo misionero; preocupación de ascender socialmente; afán
de aventura; ´lucha por la justicia`; proyección de una plenitud cultural;
etc. Fue, especialmente, la base de un edificio que hoy se yergue lleno de
esperanzas”66.
62
ESCOBAR LÓPEZ, I. La leyenda blanca, Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1953, p. 8.
63
Ibídem, p. 104.
64
MENÉNDEZ PIDAL, R. El Padre Las Casas. Su doble personalidad. Madrid, Espasa-Calpe, 1963.
65
Para un acercamiento historiográfico a la figura del dominico, véase el Estudio preliminar de Vidal Abril Castelló
a la edición de la Apología de Las Casas,Valladolid, Junta de Castilla y León, 2000
66
MORALES PADRÓN, F. Los conquistadores de América, Madrid, Espasa-Calpe, 1974, pp. 13-14. Su posicionamiento
en contra de la leyenda negra quedó de manifiesto en su Historia negativa de España en América, Madrid, Ateneo,
1956.
67
MORALES PADRÓN, F. Los conquistadores…, p. 13.
68
Una perspectiva general de la evolución del americanismo español puede consultarse en TABANERA GARCÍA,
N. “Un cuarto de siglo de americanismo en España: 1975-2000”, Revista Europea de Estudios latinoamericanos y el
Caribe, 72, 2002, pp. 81-94.
69
Sus contenidos los fue desgranando en sucesivas entregas: “Hombres aunque indios: 500 años de leyendas”, en
GARCÍA JORDÁN, P. (Coord.) Conflictos y violencia en la historia de América, Barcelona, Universidad de Barcelona,
51
Miguel Molina Martínez
crítico con aquellos sucesos y con los autores que encasilla dentro de esta nueva
denominación, su concepto de leyenda apologética y legitimadora pasa por ser una
versión más elaborada y completa de la conocida como leyenda blanca o rosa. Para
su caracterización Izard acumula diferentes epítetos que, a la postre, terminan
configurando y definiendo el aparato historiográfico que sin concesiones pretende
derribar. Partiendo de la afirmación de que la conquista de América fue “el mayor
genocidio de la historia humana”, califica la leyenda apologética y legitimadora,
entre otras cosas, como “franquista”, “clerical”, “providencial”, “españolista”, “fas-
cista”, “racista”, “machista”, “etnocéntrica”, “ecocida”, plagada de “exageraciones,
falacias y mentiras” e interesada en la “sacralización del sistema”70. Además,
“desde un buen principio la LAL [Leyenda apologética legitimadora] es-
tuvo al servicio del estado, tarea en la que colaboraron enfervorizadamente
cronistas, curas, intelectuales o militares, la apología se reforzó con cada
crisis del sistema, así tras el desastre del 98, y devino uno de los buques
insignia de la ideología franquista”71.
Desde luego el enfoque sobre la conquista que propone Izard queda en las antí-
podas del discurso oficial. Su planteamiento, sin embargo, se reduce en la mayoría
de los casos a extraer citas y fragmentos de textos que ponen de relieve la violencia
del proceso conquistador. Lo cual no es difícil ni nuevo porque, como se ha señala-
do, la documentación al respecto es muy abundante y, además, proporcionada por
los mismos cronistas, frailes, autoridades coloniales, etc. En el fondo se trata de un
ejercicio similar al de los autores que critica, que ciertamente se esforzaron en ca-
muflar los efectos catastróficos de la conquista con otra manipulación documental.
Ya señalé en su día que a nada conduce la estrategia de confrontar los documentos
de un signo con los del otro. Al final sólo tendríamos un cúmulo de textos, unos
ensalzando y justificando las acciones de los conquistadores y otros condenándo-
los sin paliativos72. Luciano Pereña y más tarde Juan Luis Beceiro incursionaron
en este camino en su afán de contrarrestar la leyenda negra sobre la base de una
acumulación documental que avalase sus tesis73. Unos y otros olvidaban que su
celo por exhibir información que validara sus planteamientos chocaba inmediata-
mente con otra montaña de papeles que proclamaba justamente la idea contraria.
En definitiva, se trata de un cotejo inútil de documentos que recuerda proyectos
ya trasnochados. En fechas más recientes, desde la perspectiva del Derecho y
tomando como referencia el texto lascasiano, Bartolomé Clavero ha planteado la
“destruyción de las Indias” en términos de genocidio y reclama para los pueblos
indígenas justicia, reparación, devolución74. Desde similares presupuestos y con la
mirada puesta en los vencidos, Mira Caballos ha abordado la problemática75.
1992, pp. 447-464. “Elegir lo posible y escoger lo mejor”, Boletín Americanista, 42-43, 1992-1993, pp. 141-158; “Los
España y América. Cultura y Colonización
indios son allí todavía indios y vagan en la barbarie esperando la Hispanidad”, Boletín Americanista, 45, 1995, pp.
189-199; “Perpetuar el embeleco o rememorar lo ocurrido”, Boletín Americanista, 46, 1996, pp. 243-257; “Alucina-
ciones, artificios, engaños, fábulas y mitos”, Boletín Americanista, 52, 2002, pp. 145-164; “Españoleando y metafor-
seando”, en DALLA-CORTE CABALLERO, G. (Coord.) Conflictos y violencia en América, Barcelona, Universidad de
Barcelona, 2002, pp. 333-346.
70
Términos insertos en los epígrafes de los artículos antes mencionados. Lo mismo en IZARD, M. El rechazo a la
civilización…, pp. 15-63.
71
IZARD, M. “Españoleando…”, p. 335.
72
MOLINA MARTÍNEZ, M. La leyenda negra…, p. 52.
73
PEREÑA VICENTE, L. Proceso a la leyenda negra, Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, 1989; BECEIRO,
J.L. La mentira histórica desvelada. ¿Genocidio en América? Ensayo sobre la acción de España en el Nuevo Mundo, Edi-
torial Ejearte, Madrid, 1994.
74
CLAVERO, B. Genocidio y justicia. La destrucción de las Indias, ayer y hoy, Madrid, Marcial Pons Historia, 2002.
75
MIRA CABALLOS, E. Conquista y destrucción…; Imperialismo y poder. Una Historia desde la óptica de los vencidos,
Almería, Círculo Rojo Editorial, 2013.
52
La conquista de América: Cinco siglos de controversia y una leyenda negra omnipresente
76
ARNOLDSSON, S. La leyenda negra…, p. 142.
77
KEEN, B. “The Black Legend Revisited: Assumptions and Realities”, Hispanic American Historical Review, vol. XLIX:4,
1969, pp. 703-719; HANKE, L. “A Modest Proposal for a Moratorium on Grand Generalizations: Some Thoughts
on the Black Legend”, Hispanic American Historical Review, vol. LI:1, 1971, pp. 112-127; KEEN, L. “The White Legend
Revisited: A Reply to Professor Hanke’s «Modesl Propasal»”. Hispanic American Historical Review, vol. LI:2, 1971, pp.
336-355. Su traducción española queda recogida en MOLINA MARTÍNEZ, M. La leyenda negra…, pp. 151-196.
78
MALTBY, W.S. La leyenda negra en Inglaterra. Desarrollo del sentimiento antihispánico, 1558-1660, México, FCE, 1982
XIX Jornadas de Historia en Llerena
tes y sus causas, la literatura resulta muy abultada86. Como réplica, el peruano
Lohmann Villena pudo escribir “la obra cumplida por España en América no fue ni
un error histórico, ni un crimen cultural ni constituye un fracaso del que tenga que
arrepentirse”87.
Sin embargo, fue la conmemoración del V Centenario del descubrimiento la que
elevó el grado de discusión y arreció el debate en torno al significado de 1492 y el
carácter de la conquista. En correspondencia directa con ello, se asistió a un nuevo
resurgimiento de la leyenda negra. Fue ese el contexto en el que apareció mi libro
sobre La leyenda negra (1991). Su objetivo principal era llamar la atención sobre la
dinámica que estaba tomando la efeméride a tenor del creciente rechazo que había
suscitado desde muy diferentes instancias. La entrada en escena de las reivindi-
caciones indígenas y su repulsa a la conmemoración fue uno de los aspectos más
significativos, hasta el punto de socavar los fundamentos que inspiraron la pro-
puesta conmemorativa de 1992. Ello se tradujo en la consolidación de una corriente
historiográfica que puso voz al indígena y lo elevó a la condición de sujeto activo
y protagonista. Rivera Pagán así lo entiende y redacta su obra como “un tributo
de respeto y honor a unos pueblos conquistados y diezmados, martirizados ante
el altar de un peculiar providencialismo imperial”88. Del mismo modo, los estudios
sobre la resistencia indígena -entendida en un sentido amplio- se han multiplica-
do de forma notable89. Finalmente, en opinión de Sánchez Jiménez, la efeméride
“significó para los estudios de la leyenda negra tanto una revitalización como una
repolitización -si cabe- del fenómeno”90.
Si alguna vez se pensó que la vorágine del V Centenario, el enjambre de con-
gresos y encuentros científicos o la desmesurada cifra de publicaciones a que dio
lugar serían capaces de certificar la defunción de la leyenda negra, se erró en la
predicción. Casi tres décadas después de aquello, el debate no ha menguado un
ápice. El interés por las cuestiones que remiten a los viejos tópicos mantiene su
plena actualidad en los más diversos ámbitos. ¿Qué significan si no ese aluvión de
ediciones y reediciones de obras relativas a la leyenda negra?91 ¿Por qué Cieza de
86
Algunas aproximaciones al tema: STANNARD, D.E. American Holocaust: Columbus and the Conquest of the New
World, Nueva York, 1992; CHURCHILL, W.A little matter of genocide: Holocaust and denial in the Americas, 1492 to
the Present, San Francisco, 1997; COOK, D.N. La conquista biológica. Las enfermedades en el Nuevo Mundo, Madrid,
Siglo XXI, 2005; LIVI BACCI, M. Los estragos de la conquista. Quebranto y declive de los indios de América, Barcelona,
Editorial Crítica, 2006. Véanse también las páginas que MIRA CABALLOS, E. dedica al tema: Conquista y destruc-
ción…, pp. 65-80.
87
LOHMANN VILLENA, G. “La acción de España en Hispanoamérica (s. XVI-XVII)”, en VÁZQUEZ DE PRADA, V.
(Coord.) Balance de la historiografía sobre Iberoamérica (1945-1988), Pamplona, EUNSA, 1989, pp. 461-498.
88
RIVERA PAGÁN, L.N. Evangelización y violencia: la conquista de América, San Juan de Puerto Rico, Editorial CEMI,
1990, p. 2.
89
Algunas referencias orientativas: COLOMBRES, A. (Coord.) A los 500 años del choque de dos mundos, Buenos
España y América. Cultura y Colonización
Aires, Ediciones del Sol, 1989; OLIVA DE COLL, J. La resistencia indígena ante la conquista. Madrid, Siglo XXI, 1991;
BARRAL, A. Las rebeliones indígenas en la América española, Madrid, Mapfre,1992; SANTOS GRANERO, F. Opresión
colonial y resistencia indígena en la alta Amazonía, Quito, FLACSO Ecuador, 1992; SORIANO HERNÁNDEZ, S.
Lucha y resistencia indígena en México colonial. México, UNAM, 1994.
90
SÁNCHEZ JIMÉNEZ, A. Leyenda negra. La batalla sobre la imagen de España en tiempos de Lope de Vega, Madrid,
Cátedra, 2016, p. 127.
91
VACA DE OSMA, J.A. El Imperio y la Leyenda Negra, Madrid, Rialp, 2004; POWELL, Ph.W. La leyenda negra. Un inven-
to contra España, Madrid, Editorial Altera, 2008; PEREZ, J. La leyenda negra, Madrid, Gadir, 2009 (4ª edición 2017);
MUÑOZ SANZ, A. La leyenda negra. Historia natural y moral de una catástrofe demográfica, Editora Regional de
Extremadura, 2012; MENÉNDEZ PIDAL, R. El padre Las Casas. Su doble personalidad, Madrid, Real Academia de la
Historia, 2012;VÉLEZ, I. Sobre la leyenda negra, Madrid, Ediciones Encuentro, 2014 (2ª edición 2018); RODRIGUEZ
PEREZ,Y., SANCHEZ JIMENEZ, A. y DEN BOER, H. (Coords.) España antes sus críticos: las claves de la leyenda ne-
gra, Madrid, Iberoamericana Vervuert, 2015;VILLAVERDE RICO, Mª y CASTILLA URBANO, F. (Dirs.) La sombra de
la leyenda negra, Madrid, Tecnos, 2016. ROCA BAREA, Mª.E. Imperiofobia y leyenda negra, Madrid, Ediciones Siruela,
2016 (19ª edición 2018); PAINE, S.G. En defensa de España: desmontando mitos y leyendas negras, Madrid, Espasa,
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León nos convoca en el centenario de su nacimiento a debatir sobre el tema? La
leyenda está viva a pesar de que los historiadores la den por fenecida; la leyenda
fascina y seduce. Y eso será así mientras no se construya un relato de la conquis-
ta más desapasionado, despojado de complejos y alejado de las rancias cuentas
pendientes.
2017; INSUA RODRIGUEZ, P. 1492. España contra sus fantasmas. Barcelona, Ariel, 2018. En cuanto a las reedicio-
nes de obras clásicas, pueden citarse la de JUDERÍAS, J. (Madrid, Esfera de los Libros, 2014), ARNOLDSONN, S.
(Sevilla, Editorial El Paseo, 2018) y CARBIA, R. (Madrid, Marcial Pons, 2004).
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