Pintura Del Siglo XX

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PINTURA DEL SIGLO XX

I. Introducción
II. Movimientos con gran repercusión en España
 Modernismo
 Cubismo
 Surrealismo
III. Pintores españoles más conocidos del siglo XX
 Pablo Picasso
 Joan Miró
 Salvador Dalí
IV. Pinturas más conocidas del siglo XX y su análisis
 El Guernica (Picasso)
 La mujer que llora (Picasso)
 Hombre y mujer frente a un montón de excrementos (Miró)
 El rostro de la guerra (Dalí)
V. Otras obras artísticas conocidas del siglo XX
I. Introducción

Durante el siglo XX Europa vivía en una situación caracterizada por la inestabilidad social, la
rivalidad económica y política entre las distintas naciones, que desemboca en la Guerra Civil
española y la Segunda Guerra Mundial, y una gran productividad en el ámbito científico e
intelectual. En ello el arte se vio afectado y empezaron a surgir múltiples corrientes que se
denominaron "ismos", que eran las diferentes rupturas con los modelos de belleza dominantes
en la época.

II. Algunos movimientos con gran repercusión en España

El modernismo

Es un estilo internacional desarrollado a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Algunas características de este movimiento son: la inspiración en la naturaleza y el uso de
elementos de origen natural, el uso la asimetría, el uso de imágenes femeninas en actitudes
delicadas y gráciles, la actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos y
la libertad en el uso de motivos de tipo exótico.

El cubismo

El cubismo es un movimiento iniciado en 1907 en París, y aunque inicialmente nace en el


campo de la pintura, se extenderá más tarde a otras ramas del arte. Este movimiento se
caracteriza porque rompe con la perspectiva tradicional y da un nuevo enfoque a la forma de
concebir la pintura. El cubismo intenta recoger en la misma pintura objetos desde distintas
perspectivas: perfil, planta, alzado… Los colores son apagados aunque luego van
evolucionando y la gama cromática se amplia.En el cubismo la idea intelectual es tan
importante o más que la propia pintura que se plasma, algo revolucionario.

El surrealismo

Mientras que el dadaísmo pretendía la burla, la provocación y, en ocasiones, la crítica


revolucionaria. El surrealismo intenta, de alguna manera, poner orden en el caos dadá, aunque
sin renunciar a la libertad de pensamiento. Para ello recurre al sueño y a lo maravilloso, a
dominios inexplorados del pensamiento humano.

Dentro del surrealismo existen dos modalidades distintas de representación:


 la línea objetiva: obras que imitan las formas de la realidad, mediante una técnica
casi fotográfica;

 la línea antiobjetiva: los que de forma más o menos abstracta no reproducen


formas naturales.

III. Pintores españoles más conocidos del siglo XX

Pablo Picasso

Pablo Ruiz Picasso nació en la ciudad andaluza de Málaga, el día 25 de octubre de 1881. Fue
el artista más famoso del arte contemporáneo, y lo que influyó en sus creaciones fue la Guerra
Civil española y el bombardeo de Guernica, que provocó la realización de esta obra tan
famosa, la cual es contemplada  hasta el día de hoy en el museo Reina Sofía en Madrid.
Durante su carrera artística, que comenzó cuando era muy joven y duró más de 75
años, creó cientos de obras. Lo que mucha gente no sabe es que no solo hizo pinturas, sino
también esculturas, grabados, ilustraciones y cerámica, usando todo tipo de materiales.

La vida de Pablo Picasso se desarrolla en una época caracterizada por las guerras, pero lo que
afectó tremendamente al artista fue el estallido de la Guerra Civil española y el bombardeo de
Guernica, que provocó la realización de la obra más famosa del arte contemporáneo, en la que
critica la guerra y la sinrazón que conlleva un enfrentamiento armado.

Joan Miró

Fue un pintor, escultor, grabador y ceramista español, considerado uno de los máximos


representantes del surrealismo. La situación personal de Miró en el primer semestre de 1936
es de optimismo vital, con grandes expectativas profesionales. Todo cambia durante el
segundo semestre, pues la Guerra Civil española de 1936-1939 tuvo una enorme influencia en
Miró. Los acontecimientos bélicos van marcando casi cada uno de sus pasos en estos años
desde el exilio, los encargos de obras para la República (en especial “El segador” para el
Pabellón de París de 1937), la sucesión de fases de optimismo y pesimismo a medida que
llegan noticias de la guerra...

Salvador Dalí
Artista español con variadas facetas destacando las de pintor, escultor y escritor. Descendiente
de una familia rica y culta, hijo de un notario conservador, se formó de modo autodidacto en
Figueras, aunque entre 1921 y 1924 asistió en Madrid a las clases de dibujo y pintura de la
Academia de San Fernando, de la que es expulsado (1926) por su indisciplina.

La influencia de Miró y de Picasso en Salvador Dalí parece evidente en el fondo monocolor y


las bioformas (como las elongaciones de partes corporales) del óleo sobre tela.

IV. Pinturas más conocidas del siglo XX

El Guernica (Pablo Picasso)

En el lienzo los seres humanos y los animales están en pie de igualdad, con el objetivo de
ilustrar no sólo la brutalización y la deshumanización de la humanidad durante la guerra, sino
también el sentimiento que todos los seres vivos, animales y humanos, comparten, es decir: el
miedo y la muerte.

Como sugiere Picasso, el Guernica es principalmente un “cuadro de guerra”, que ofrece un


relato visual del devastador y caótico impacto de la guerra tanto en hombres como en mujeres,
y en este caso específico, sobre la población civil y las comunidades. Picasso completó la
pintura del Guernica en 1937, una época dominada por un generalizado malestar político no
sólo en España, sino en todo el mundo.

En el Guernica, podemos ver varias de las víctimas del bombardeo de la Luftwaffe alemana
sobre el pueblo de Guernica durante la Guerra Civil española.

Una figura estirada en el primer plano de la pintura: parece ser un cadáver, está rodeado en
ambos lados por víctimas todavía vivas con la cabeza echada hacia atrás en medio de
lamentos de agonía.

La figura de la izquierda: es una madre agarrando a un bebé que parece haber fallecido
también durante el bombardeo.

La paloma: símbolo tradicional de la paz, aparece deformada y con un ala caída, por lo que
puede significar la ruptura de la paz.

En el Guernica los colores que predominan son el negro y el gris, recordando quizá la muerte
misma. 
La mujer que llora (Pablo Picasso)

En 1937, siguiendo los pasos del Guernica, Picasso realizó una serie de pinturas que
representaban el rostro de una mujer desesperada por la guerra. Aunque el rostro esté
fuertemente distorsionado, parte del mismo es el de una persona real, la fotógrafa Dora Maar,
que en aquella época era la pareja sentimental de Picasso. En el cuadro predominan las formas
y los colores ásperos. Los rasgos del rostro están alterados y desmenuzados en formas
recortadas que ponen de manifiesto el tormento interior de la mujer.

El dolor y el sufrimiento se hacen patentes. No hay lugar para la serenidad y el equilibrio. Las
líneas se quiebran y los colores se contraponen. Los colores nos evocan los tonos de la
bandera republicana. Son a su vez tonos intensos, amarillos y rojos frente al frío azul que
capta nuestra atención hacia el punto más dramático, unas inmensas manos y esa boca que
muerde con desesperación un pañuelo arrugado.

Hombre y mujer frente a un montón de excrementos (Joan Miró)

Los surrealistas fueron los primeros en olerse que algo iba a ocurrir pronto, y entre ellos, el
“niño” del grupo, Joan Miró que declaró:

Inconscientemente, vivía la atmósfera de malestar característica de


cuándo va a pasar algo grave. Como antes de llover: la cabeza pesada,
mal en los huesos y una humedad asfixiante. Era un malestar más físico
que moral. Presentía una catástrofe y no sabía qué: fueron la Guerra
Civil española y la Segunda Guerra Mundial. Traté de representar este
ambiente trágico que me torturaba y que sentía dentro de mí.
-Joan Miró-

Así, Miró cogió una placa de cobre y pintó sobre ella una pintura muy oscura, impropia de su
estilo infantil y colorista. Representó a un hombre y una mujer (que se diferencian por sus
genitales desmesurados) que parecen alargar los brazos para acercarse, sin llegar a tener
contacto. Al fondo, una montaña de excrementos parece un monumento que al parecer es el
Mont-roig del Camp de Tarragona.

Es un ejemplo de las “pinturas salvajes” de Miró, que dan un “mal rollo” palpable por
su color intenso y ácido, y esa luz inquietante que pretenden ilustrar esa atmósfera previa a la
tormenta que se vivía en Cataluña a mediados de los años 30.

El título de la obra proviene de unas palabras de Rembrandt que obsesionaron a Miró:


Es en un estercolero donde encuentro rubíes y esmeraldas.

El rostro de la guerra (Dalí)

Salvador Dalí pintó este cuadro entre el final de la Guerra Civil española y el inicio de la
Segunda Guerra Mundial.
Durante la Guerra Civil española,  Dalí huyó de España por la guerra, y no fue hasta que esta
acabara que se inspiró para pintar este cuadro.
Quizás su inspiración se debió, no sólo a las atrocidades ocurridas durante las guerras que
sucedían mientras pintaba este cuadro, sino quizás a su tristeza por la ejecución de Federico
García Lorca, hombre al cual Salvador Dalí amaba (y por el cual era correspondido), pero
cuyo amor nunca pudo suceder.

El cuadro presenta una expresión de miseria, dolor y terror. Exactamente lo que sienten
normalmente las personas que están en guerra.Se explica que Dalí quiso dibujar un rostro
putrefacto, como el de un cadáver. En nuestra opinión, este gran pintor trató de representar
todo lo que se siente y se vive durante la guerra en una sola cara: el miedo, la desesperación,
la muerte…

Dalí representa un rostro flotando sin cuerpo en un paisaje desértico. El rostro tiene una
expresión de miseria, angustia, llanto y dolor. En su boca y en las cuencas de los ojos muestra
caras idénticas, en un proceso que parece ser infinito.

En torno a la cara grande aparece un enjambre de serpientes picando el rostro. Utiliza colores


ocres y en algunos momentos oscuros, con un discreto tinte azul del cielo.

V. Otras obras artísticas conocidas del siglo XX

"El Payés catalán en rebeldía" (1937) de Joan Miró.

Joan Miró participó en el Pabellón de la República con una obra realizada


expresamente para la ocasión, El payés catalán en rebeldía, también conocida como El
Segador.Miró realizó la obra en el mismo Pabellón, en el rellano de la escalera de bajada
de la segunda a la primera planta. El propio Miró explicaba:

Participé en el pabellón español de la exposición de París de 1937,


porque me sentía humanamente solidarizado con lo que
representaba. Presenté el gran panel del Payés catalán en rebeldía de
grandes dimensiones, que pinté directamente subido en unos andamios
en la misma sala del edificio, hice previamente unos ligeros croquis
para saber vagamente a lo que debía atenerme, pero como le he dicho,
la ejecución de ésta obra fue directa y brutal. Mi pintura fue ejecutada
sobre una superficie de conglomerado de madera, de una gran calidad
mural y de gran belleza, que   se aplicó sobre el muro, dividida en
varios paneles simétricos. Escogí este personaje, con una estrella azul
proyectándose en la superficie, porque el payés, con una gran hoz es un
gran símbolo de Cataluña, personaje que echa sus raíces más profundas
en la tierra, materializándose con ella.

El payés, personaje frecuente en sus obras, se impregna de contenido político,


como el cartel “Ayudad a España” que realizó poco antes para recaudar fondos para el
bando republicano. Representando el payés catalán con la hoz en el puño en actitud
revolucionaria, simboliza la colectividad de todo un pueblo en lucha. Lamentablemente el
paradero de esta pieza es totalmente desconocido, lo que también ha dificultado
considerablemente su estudio que solo se ha podido llevar a cabo mediante los
testimonios y las fotos que se realizaron durante la exposición internacional de París.

La cabeza de Montserrat gritando de Julio González

Es  una estatua  de estilo cubista y símbolo del sufrimiento, del dolor y la angustia
que provoca la guerra civil o incivil como diría Unamuno.  El   rostro de esta  mujer
sencilla, fuerte y humilde, con el pañuelo en la cabeza está llena de gran expresividad al
representarla en el momento de exhalar  con la boca abierta el grito de dolor  que está
soportando la población indefensa. Julio González revela por medio de esta emotiva
imagen el horror que provoca la guerra. El rostro recuerda la expresividad de las figuras
del Guernica de Picasso. El personaje, que lleva el típico pañuelo campesino de los años
30, dirige el rostro hacia el infinito y la boca abierta expresando la rabia y el dolor por la
situación de angustia que padece.

El material utilizado es el bronce, en ciertas zonas pulido.

Construcción blanda con judías hervidas (Premonición de la Guerra Civil) de


Salvador Dalí 

Un monstruo amorfo autoestrangulando sus carnes, haciéndose daño a sí mismo…


¿Existe mejor imagen para representar una guerra?

Dalí pinta esta obra maestra del surrealismo seis meses antes del estallido de


la Guerra Civil Española. Después añadiría el subtítulo. El artista expresa el horror de
una guerra inminente entre hermanos, que a través del filtro del pintor se expresa
mediante lo sexual, lo podrido, lo violento, lo escatológico y por supuesto, lo
gastronómico, muy presente en toda la producción de Salvador Dalí: una visión
autodestructiva y comestible de las relaciones humanas. La figura está constituida por
una pierna y una extremidad de la que surge otra. Estas dos partes se intentan despedazar.

Debajo del monstruo amorfo hay un pie, el cual tiene un dedo de gran tamaño.
Arriba se encuentra una cabeza sonriente inclinada hacia arriba, pareciendo ser cegada
por el Sol.

La cabeza del monstruo (inquietantemente sonriente) recuerda un poco


al Goya de Saturno devorando a sus hijos y El Coloso. Ambas tratan el mismo tema: la
guerra.

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