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Alejandro es un joven de 18 años, se le observa un chico con un lenguaje

fluido, al hablar usa un argot propio de su grupo social, precisa con


exactitud los datos que se le van solicitando, en ocasiones se muestra
reacio, desconfiado al hablar de cosas personales, comenta que vivió
con su madre hasta los 11 años ya que después de esa edad prefirió
salirse de casa, ya que constantemente era golpeado, por cualquier
motivo por ejemplo cuando no hacia los quehaceres de casa, dice que
era castigado físicamente, para ello su mamá usaba palos, manguera,
correa y en ocasiones con sus propias manos. Agrega que no tiene
recuerdos de que ella se mostrara afectiva con él, ante ello prefiere
quedarse callado y tratar de no pensar. Siempre lo estaba gritando, lo
insultaba, todo ello generaba en él mucho odio, cólera y muchas veces
se preguntó si realmente era su madre. A su padre lo conoció solo unos
años, aproximadamente cuando tenía entre 6, 7 años; sus recuerdos son
vagos de él, siempre llegaba mareado y golpeaba a su mamá por
cualquier motivo, al recodar eso siente mucha ira, refiere: “quería
matarlo, sentía miedo y cólera hacia a la vez hacia él”. A sus 7 años,
tenía la responsabilidad de cuidar a sus hermanos menores, además
tenía que estudiar, hacer sus tareas escolares, ordenar la casa. Por lo
cual su rendimiento en el colegio era bajo, sus notas siempre estaban
entre 10 y 12, sus profesores le llamaban la atención por no cumplir con
las tareas y sus compañeros de clase se burlaban por no saber algunas
materias. Llegando en muchas veces a pelearse y ser expulsado, por su
mal comportamiento. Prefería estar con los palomillas del aula, ahí
aprendió también a defenderse, ser líder y muchas veces no entraba al
aula, llego a estudiar hasta 4to grado de primaria, repitió el colegio, no
precisa cuantas veces, pero fueron varias según dice. Prefería salirse a
la calle y estar con sus amigos, con quienes estaba la mayor parte del
día y de la noche, en ocasiones se quedaba hasta las 11 de la noche; se
ganaba haciendo mucha labor con sus amigos, tenía plata, libertad y lo
mejor nadie le pegaba. Sabía que igual lo iban a golpear. A los 11 años,
comenzó a robar celulares, le pagaban 50 a 100 soles por celular, así
que prefirió estar en calle, no estudiar y ganarse la vida de esa forma.
Probo drogas desde los 12 años, inicio con marihuana, ron. El año
pasado mezclaba PBC en sus cigarrillos, esto le ayudaba mucho a
olvidar sus tristezas y a sentirse fuerte. Actualmente, a sus 18 años, es
líder de un grupo de chicos con los cuales se dedica a robar, pedir cupos,
al sicariato; dice ser muy violento, agresivo, guerrero, no tiene miedo a la
muerte y jamás deja que nadie le diga nada o lo mande.

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