Alejandro vivió una infancia difícil marcada por el maltrato físico y emocional por parte de su madre y el abandono de su padre. Esto lo llevó a descuidar su educación, pasar tiempo en la calle con pandillas y comenzar a robar y consumir drogas desde una edad temprana. Ahora, a los 18 años, es el líder de un grupo delictivo que se dedica al robo, extorsión y sicariato, y se enorgullece de su agresividad y falta de miedo.
Alejandro vivió una infancia difícil marcada por el maltrato físico y emocional por parte de su madre y el abandono de su padre. Esto lo llevó a descuidar su educación, pasar tiempo en la calle con pandillas y comenzar a robar y consumir drogas desde una edad temprana. Ahora, a los 18 años, es el líder de un grupo delictivo que se dedica al robo, extorsión y sicariato, y se enorgullece de su agresividad y falta de miedo.
Alejandro vivió una infancia difícil marcada por el maltrato físico y emocional por parte de su madre y el abandono de su padre. Esto lo llevó a descuidar su educación, pasar tiempo en la calle con pandillas y comenzar a robar y consumir drogas desde una edad temprana. Ahora, a los 18 años, es el líder de un grupo delictivo que se dedica al robo, extorsión y sicariato, y se enorgullece de su agresividad y falta de miedo.
Alejandro vivió una infancia difícil marcada por el maltrato físico y emocional por parte de su madre y el abandono de su padre. Esto lo llevó a descuidar su educación, pasar tiempo en la calle con pandillas y comenzar a robar y consumir drogas desde una edad temprana. Ahora, a los 18 años, es el líder de un grupo delictivo que se dedica al robo, extorsión y sicariato, y se enorgullece de su agresividad y falta de miedo.
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Alejandro es un joven de 18 años, se le observa un chico con un lenguaje
fluido, al hablar usa un argot propio de su grupo social, precisa con
exactitud los datos que se le van solicitando, en ocasiones se muestra reacio, desconfiado al hablar de cosas personales, comenta que vivió con su madre hasta los 11 años ya que después de esa edad prefirió salirse de casa, ya que constantemente era golpeado, por cualquier motivo por ejemplo cuando no hacia los quehaceres de casa, dice que era castigado físicamente, para ello su mamá usaba palos, manguera, correa y en ocasiones con sus propias manos. Agrega que no tiene recuerdos de que ella se mostrara afectiva con él, ante ello prefiere quedarse callado y tratar de no pensar. Siempre lo estaba gritando, lo insultaba, todo ello generaba en él mucho odio, cólera y muchas veces se preguntó si realmente era su madre. A su padre lo conoció solo unos años, aproximadamente cuando tenía entre 6, 7 años; sus recuerdos son vagos de él, siempre llegaba mareado y golpeaba a su mamá por cualquier motivo, al recodar eso siente mucha ira, refiere: “quería matarlo, sentía miedo y cólera hacia a la vez hacia él”. A sus 7 años, tenía la responsabilidad de cuidar a sus hermanos menores, además tenía que estudiar, hacer sus tareas escolares, ordenar la casa. Por lo cual su rendimiento en el colegio era bajo, sus notas siempre estaban entre 10 y 12, sus profesores le llamaban la atención por no cumplir con las tareas y sus compañeros de clase se burlaban por no saber algunas materias. Llegando en muchas veces a pelearse y ser expulsado, por su mal comportamiento. Prefería estar con los palomillas del aula, ahí aprendió también a defenderse, ser líder y muchas veces no entraba al aula, llego a estudiar hasta 4to grado de primaria, repitió el colegio, no precisa cuantas veces, pero fueron varias según dice. Prefería salirse a la calle y estar con sus amigos, con quienes estaba la mayor parte del día y de la noche, en ocasiones se quedaba hasta las 11 de la noche; se ganaba haciendo mucha labor con sus amigos, tenía plata, libertad y lo mejor nadie le pegaba. Sabía que igual lo iban a golpear. A los 11 años, comenzó a robar celulares, le pagaban 50 a 100 soles por celular, así que prefirió estar en calle, no estudiar y ganarse la vida de esa forma. Probo drogas desde los 12 años, inicio con marihuana, ron. El año pasado mezclaba PBC en sus cigarrillos, esto le ayudaba mucho a olvidar sus tristezas y a sentirse fuerte. Actualmente, a sus 18 años, es líder de un grupo de chicos con los cuales se dedica a robar, pedir cupos, al sicariato; dice ser muy violento, agresivo, guerrero, no tiene miedo a la muerte y jamás deja que nadie le diga nada o lo mande.