Ensayo. Ciencias Políticas

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UNIVERSIDAD LIBRE

FACULTAD DE DERCHO

¿EL ABOGADO DEBE ESTAR A SERVICIO DEL MAL?

PRESENTADO POR:

JULIÁN DAVID ABRIL LOZANO

VÍCTOR MANUEL CORTES PRECIADO

DAVID SANTIAGO COPETE

JUAN PABLO ESPINOSA GARCIA

YULIANN STTEVEN ROMAN CORTES

PRIMER AÑO

18/09/2020
¿EL ABOGADO DEBE ESTAR A SERVICIO DEL MAL?

INTRODUCCIÓN

Desde hace muchos decenios se ha discutido si se debe ser bueno o, por el contrario, si se debe ser malo.
En otras palabras, se ha debatido mucho sobre la capacidad que tienen las personas de elegir si quieren
hacer el bien o quieren hacer lo contrario. Por ello, resulta pertinente abordar esta cuestión desde lo ético y
moral para arribar a una respuesta aparentemente objetiva, y así definir de qué manera un jurista está
atado también a esta cuestión de elección.

La ética y moral del abogado son factores que determinan el profesionalismo y, con ello, la aprobación
de su entorno social. Por esa razón, es necesario comprender cómo se crean los conceptos de “bien” y
“mal” y qué significado se les ha atribuido; Entendiendo que son las personas, y sus convicciones, quienes
crean, atribuyen y definen dichas palabras.

Dado que el contenido sobre esta cuestión es tan vasto, puede que algunos pensadores no se mencionen,
no siendo estos menos importantes. Por ello, se tratará de llegar a una respuesta aparentemente
satisfactoria y libre de ser controvertida, ya que el derecho como la moral son susceptibles de cambio.
DESARROLLO.

“Bueno y malo” palabras tan utilizadas frecuentemente, pero ¿¡Sabemos qué significan¡?, la respuesta que
se dé estará, generalmente, muy arraigada a la construcción moral de la sociedad en la cual se encuentre.
Es decir, lo que es bueno para una sociedad, puede que no lo sea para otra. Esto significa que la definición
que se les ha atribuido a esos conceptos son mera subjetividad, ya que decimos que algo es “bueno” o
“malo”, “frío” o “caliente”, cuando nos vemos directa o indirectamente afectados por aquello. Valiéndose
de esto, se puede decir que la naturaleza de los conceptos “bueno” y “malo” no está totalmente definida.
Naturaleza que podríamos encontrar con Nietzsche, si nos remontamos a la etimología y genealogía de
las palabras, entendiendo que quienes dieron principalmente estas definiciones, eran los sujetos que se
encontraban en una jerarquía superior: Buenos, originalmente, eran los nobles, poderosos y los señores;
Malos eran los plebeyos, los vulgares y los bajos. Se puede decir que, estas valoraciones, se hacían a partir
de criterios muy puntuales: Una forma de ser y una forma de hallarse en la sociedad. Posteriormente,
sabemos que esas definiciones han cambiado gracias a múltiples hechos históricos, uno de ellos es la
influencia que alcanzó la moral religiosa de los judíos, quienes introducen algo que llamaremos
transvaloración, la cual consiste en que los buenos ya no son los ricos, sino los pobres. De allí es que se
origina la moral cristiana.

Dicho esto, para que los lectores comprendan qué tan difícil es decir quién es “bueno” y quién es “malo”,
pasaremos a tratar una cuestión bastante interesante: “La naturaleza del hombre”. El hombre es un ser
social por naturaleza, pero eso ya lo sabemos. Lo que se necesita comprender es la naturaleza misma del
hombre, es decir, ¿El hombre es malo por naturaleza?, ¿El hombre es bueno por naturaleza?, ¿No hay
naturaleza? Para responder éstas múltiples interrogantes debemos remitirnos, parcialmente, a algunos
pensadores:

HOBBES: El ser humano es malo por naturaleza, de modo que para la convivencia debe mediar una ley
que controle ese impulso de hacer el mal

Rousseau: El ser humano es bueno, pero la sociedad lo corrompe. Permítasenos modificar esa cita, El ser
humano es bueno, pero al aparecer la propiedad se vuelve malo.
Freud: La naturaleza humana contiene la potencialidad tanto de ser bueno, como de ser malo. Somos
capaceas de hacer tanto el bien como el mal.

Este pensador dice que tenemos 2 instintos, el Eros y Tánatos, respectivamente son amor y odio. Lo que
hacemos es motivado por cualquiera de esos 2 instintos. Necesitamos de ambos impulsos. La violencia es
una parte que constituye la naturaleza humana, y aquí Nietzsche está de acuerdo, ya que el hombre es
cruel.

Erich Fromm: No existe una condición humana natural, lo que tenemos es un conflicto existencial:
Somos animales con instintos, pero estos no son suficientes para nuestra supervivencia. Dado que los
instintos no son suficientes para nuestra supervivencia, nos organizamos en comunidades. A esas
comunidades las llamaremos hordas, en primera instancia; luego clanes y por último tribus. Esa primera
comunidad, las hordas, tienen como fin principal la protección ¿Por qué sabemos que necesitamos
protección? Porque somos seres racionales, a diferencia de los demás animales, los cuales actúan por
instinto. Esa capacidad de pensar, de ser un ser racional, es lo que nos hace separarnos de la naturaleza, es
decir, nos hace pensar no por instinto, sino por razón. Pero la naturaleza, el estado natural, es necesario
también, porque nos hace saber que pertenecemos a ella. Por ello hay 2 caminos:

La regresión: Que significa volver a un estado primitivo, donde nos gobiernen los impulsos.

La progresión: Que significa controlar esos impulsos. Spinoza dice que la libertad se alcanza en la
medida que aprendamos a controlar nuestros impulsos. Se tiene en cuenta que no somos ni buenos, ni
malos, sino que hacemos cosas buenas o cosas malas.

Tomando la posición de Fromm, que es la que más se acerca a nuestro pensamiento, se llega a la
conclusión que, al optar, es decir, elegir entre hacer algo bueno o algo malo, se está demostrando si
actuamos progresivamente, es decir, controlando nuestros impulsos; O regresivamente, dejando que
nuestros impulsos nos gobiernen.
Puesta ya la cuestión de los impulsos y la elección, pasaremos a explicar la culpa. La culpa, según
Friedrich Nietzsche, es una deuda. Es decir, la culpa nace a partir de las relaciones contractuales, entre un
acreedor y un deudor. El acreedor, es en este caso, la sociedad; y el deudor es quien haya faltado a
alguna norma moral de esa sociedad. Dijimos anteriormente que la sociedad, dependiendo en cuál
sociedad nos hallemos, juzgaba lo que es bueno y lo que es malo, basta mencionar aquí una frase de Hume
para explicar lo que queremos decir: “Buena” es aquella acción que todos los hombres prefieren frente a
las demás, y que por tanto aprueban; Mala es la que reprueban. No decimos que todas las comunidades
juzguen de igual forma, decimos que juzgan lo que es bueno y lo que es malo de forma distinta. ¿Y cómo
juzga, la sociedad, “qué es bueno” y “qué es malo”? Por medio de las normas morales. Son las normas
morales de una sociedad las que fijan las reglas para pertenecer a dicha sociedad, y que quien falte a esa
norma tendrá una sanción interna: Vergüenza moral, por parte de sí mismo, es decir, el deudor; Y la
posterior indignación o reprobación correlativa, es decir, por parte del acreedor, su entorno social. Para
que dicha sanción surta efecto, el deudor debe querer pertenecer a dicha sociedad, es decir identificarse
con ella y desear ser parte de ella: Éste “querer ser parte” es lo que se conoce como conciencia moral.
Las únicas personas que pueden ser castigados con la culpa moral, vergüenza moral y sentir la indignación
por parte de su entorno social, son aquellas personas que quieren pertenecer a esa sociedad y que por ende
han formado la conciencia moral y, han formado también, la habilidad central; Las personas que no
tengan ni conciencia moral, y tampoco posean la habilidad central, no sentirán ni vergüenza, ni culpa y
tampoco sentirán la indignación por parte de su entorno social, porque “no quieren” pertenecer a dicha
sociedad, esto es conocido como “Lack of moral sense” en psicopatología.

No hemos tratado lo que es la habilidad central —Tranquilo, querido lector o querida lectora (o como se
quiera identificar), ya explicaremos rápidamente qué significa —. Las habilidades, se dividen en dos:
Habilidades especiales y, la más importante en este caso, habilidad central. El objetivo de las dos
habilidades es socializar a la persona y si el ser, es decir la persona, las desarrolla su autoestima dependerá
de ellas. Una diferencia entre éstas es que las habilidades especiales, son más que todo roles y son más
voluntarios, es decir, la persona decide qué habilidad o qué rol quiere desempeñar dentro de la sociedad,
los ejemplos: Cocineros, bailarinas, abogados o abogadas; Y la habilidad central es lo que exige la
sociedad si se quiere pertenecer a ella, es decir, ser alguien tratable, cooperativo que acate sus normas.
Cuando nos juzgan moralmente, no nos juzgan por nuestra habilidad especial, sino por nuestra habilidad
central. Puede suceder que, en algunas sociedades, como Colombia, también se juzgue moralmente no
solamente por la habilidad central, sino también por la habilidad especial. Si un abogado, en Colombia,
defiende a un violador y gana el juicio, lo más probable es que va a ser juzgado y cuestionado no
intelectualmente, sino moralmente e incluso se cuestionará sobre su ética profesional. Por ello es por lo
que el abogado se encuentra en una situación de elección. Esa elección no es decir sí o no, es una escala,
esa escala se divide en escala preferencial, que es subjetiva; Y escala de excelencia que es más objetiva,
ya que hay en muchas razones para preferirlo, aparte de lo fáctico. La escala preferencial subjetiva es lo
que yo prefiero frente a algo que puede ser mejor; La escala de excelencia objetiva, es la que me dice qué
es lo mejor en comparación con otras cosas, ya sean acciones u objetos. Volviendo al caso de el abogado
que defiende al violador, ¿Qué debió haber hecho el abogado?, ¿Una escala objetiva o una escala
subjetiva? Nosotros escogeríamos la escala objetiva. Por ello, la cuestión de si debe el abogado estar al
servicio del mal o no, es una mera cuestión de elección, ya que, si bien existen las buenas acciones,
también existen las malas acciones. Morgan Freeman nos dice que para saber cuáles son las acciones
buenas, también se debe conocer las acciones malas. El bien y el mal son necesarios, recordemos que
gracias al mal debemos nuestra profesión. Creemos pues que el abogado también debe que estar al
servicio de la mal.
Bibliografía

Lecciones de etica - Ernst Tugendhat (3).pdf nietzsche-friedrich-la-genealogc3ada-de-la-moral-por-ganz1912.pdf

https://www.filco.es/el-ser-humano-es-bueno-o-malo-por-naturaleza/

https://www.netflix.com/us-es/title/1181732: El abogado del diablo.

https://www.youtube.com/watch?v=PcFBxhGQN8o

https://www.youtube.com/watch?v=jzhwS-qyT0g: Morgan Freeman.

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