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La morfología macroscópica de las colonias de los hongos, es una
herramienta importante para la identificación de estos agentes, para lo cual
se tienen en cuenta una serie de parámetros que se deben analizar y que el estudiante de Micología aprenderá Entendemos por colonias el conjunto de hongos que se originan a partir de una espora que germina, o de un fragmento de micelio de un microorganismo determinado. Las colonias se forman a partir de prolongaciones tubulares conocidas como tubo germinal que darán origen a las hifas, que se alargan por el crecimiento de su extremo distal. Las hifas conforman el talo o micelio. El micelio que se origina se va extendiendo radialmente y las colonias que se forman tienen características propias para cada especie o grupo de especies. Si deseamos estudiar la morfología macroscópica de una colonia se deben estudiar las siguientes características: forma y tamaño, color en la superficie(blanca, rosada, gris, anaranjada, rojiza, verde, negra) o en el reverso (hialina o dematiácea), difusión del pigmento, textura (yesosa, glabra, terrosa, granulosa, filamentosa, cremosa), superficie (elevada o plana, levantamiento central), aspecto (plegado, radiado, cerebriforme, crateriforme) y rapidez de crecimiento (las levaduras y los hongos oportunistas crecen en 24 a 48 horas, y los dermatofitos en cinco a diez días).
La observación microscópica de los hongos es importante para su
identificación, existen tres técnicas fundamentales para este proceso Para la observación de las características de esporulación de los hongos se utilizan las técnicas: microcultivo, desmenuzamiento o disgregación y los preparados con cinta pegante. Para la visualización de las estructuras se utiliza el azul de lactofenol, colorante que penetra en el protoplasma de los hongos haciendo más visibles las estructuras internas TÉCNICA DEL MICROCULTIVO (ver figura 1) 1. Tomar la caja Petri estéril y colocar dos palillos y el algodón (ver figura 1), luego la lámina de vidrio sobre los dos palillos. Sobre la lámina, se colocará de manera aséptica un cuadrado de agar Sabouraud (de 1 cm de lado), previamente cortado con ayuda del asa recta. Inocular el hongo en estudio en el centro de cada uno de los 4 lados del agar por medio de punciones. 3. Cubrir el agar con una laminilla (cubreobjetos estéril) y colocar agua destilada sobre el algodón. TODO BAJO CONDICIONES DE ESTERILIDAD. 4. Incubar a temperatura ambiente durante 5 días. Una vez cumplido el tiempo de incubación, colocar el cubreobjetos recogido del bloque de agar microcultivado en una gota de azul de lactofenol en una lámina para el montaje microscópico. 5. Enfocar con objetivo de 40x y 100 x.
TÉCNICA DE LA DISGREGACIÓN O DESMENUZAMIENTO (ver figura 2)
1. Las láminas deben estar completamente limpias y desengrasadas, colocar una gota de azul de lactofenol y, con la ayuda de un asa recta o agujas de disección estériles, tomar micelio del hongo esparciéndolo cuidadosamente en la gota y desmenuzar la colonia. Colocar una laminilla evitando la formación de burbujas (soltarlas con un ángulo aproximado de 45º). 2. Enfocar con objetivo de 40x y 100 x.
PREPARADOS CON CINTA PEGANTE (ver figura 3)
1. Tomar la cinta adhesiva transparente, presionar la parte engomada suavemente contra la superficie de las colonias, tomando una porción del micelio aéreo. 2. Colocar la cinta con la parte engomada hacia abajo sobre un portaobjetos con una pequeña gota de azul de lactofenol y examinar en objetivo de 40x.
Existen diferentes técnicas para la siembra y repique de hongos en medios de
cultivo teniendo en cuenta las características morfológicas de las colonias. Las técnicas de inoculación para obtener colonias varían según sus necesidades y requieren el uso de diversos utensilios: agujas de mango o de anillo, bisturí, lancetas, transportadores normalizados, etc. Las colonias se pueden obtener a partir de fragmentos de micelio joven, de otras estructuras sin esporas o a partir de esporas. Siembra a partir de un fragmento de micelio (Figura 1A) Si se van obtener colonias a partir de fragmentos de micelio joven o de otras estructuras sin esporas, se puede cortar una parte elegida de la colonia que se encuentre en las colonias aisladas del ambiente con cualquiera de los utensilios mencionados en el marco teórico y la transportamos a la placa que queremos inocular. El fragmento se coloca sobre la superficie del agar abriendo al mínimo la caja a fin de evitar infecciones. Siembra a partir de esporas (Figura 1B) Si deseamos obtener una colonia a partir de esporas, con una mano abrimos la caja que queremos sembrar manteniéndola boca abajo; de esta forma las esporas que se desprenden del utensilio utilizado para la inoculación del medio caen sobre el revés de la caja. Las placas se mantienen boca abajo, sin tocarlas. De esta forma se evita el crecimiento de multitud de colonias nacidas de la germinación de cada espora que hubiera caído, si se le hubiera dado vuelta a la caja. Siembras en estría (Figura 2) Para la realización de este tipo de siembra se pueden utilizar cajas y tubos con agar inclinado. Siembra en tubos: se sostiene el tubo a inocular con una mano y con la otra el asa, pero de tal manera que nos queden libres dos dedos de esta misma mano, para así abrir y sostener los tapones del tubo. Los tapones no deben caer nunca de la mano, ni hay que dejarlos sobre la mesa de trabajo. Se abre el tubo, flameamos el cuello y también el asa; con el asa tomamos un poco de esporas o de micelio de la colonia que queremos sembrar, la introducimos en el tubo sin inocular y depositamos el material que esta adherido al asa o lo hacemos deslizar en estría, sobre la superficie del agar. Se flamea el cuello del tubo y se coloca el tapón. También se debe flamear el asa. Estructura de los Hongos
Para conservar su capacidad de adaptación, es necesario que estos
organismos se reproduzcan. Los hongos pueden presentar una reproducción bien sea sexual (estado teleomorfo), asexual (estado anamorfo) o pueden tener ambos tipos de reproducción (estado holomorfo). La reproducción sexual exige condiciones previas tanto del hongo como del ambiente, por lo cual, esta forma de reproducción no se presenta con mucha frecuencia. La esporulación asexuada es útil para la identificación de los hongos debido a que se presenta con mayor frecuencia en el laboratorio, para esto es necesario analizar el tipo de esporas asexuales producidas por el hongo, su morfología y ordenamiento en el cuerpo de fructificación. El examen directo es el procedimiento más utilizado en el diagnostico presuntivo de micosis, debido a que permite la identificación del agente etiológico en una muestra clínica. Con frecuencia es la única herramienta utilizada para diagnosticar estas enfermedades. Existen tres tipos de examen directo los cuales son: el fresco, el frotis y la biopsia; en los cuales se emplean una serie de reactivos y coloraciones para visualizar las estructuras fúngicas. Entre los reactivos más utilizados en el diagnóstico micológico se encuentran: el hidróxido de potasio (KOH) a diferentes concentraciones (10 – 40%); el agua destilada y el lugol. Entre los colorantes se encuentran las tinciones de Gram, Giemsa, Wright, Kinyoun, Coloración plata–metenamina y hematoxilina– eosina, entre otros. En algunas micosis, es necesario para confirmar el diagnóstico, la realización de un cultivo en medios de aislamiento primario, tales como el agar Sabouraud con o sin antibióticos.
PROCESAMIENTO DE LAS MUESTRAS EXAMEN DIRECTO Para la observación
microscópica se puede utilizar KOH al 20% + tinta china (1:1). También se puede utilizar azul de lactofenol. Para el procesamiento de la muestra, se toma una pequeña cantidad de las escamas y se le adiciona una gota de cualquiera de los reactivos mencionados anteriormente; se le coloca un cubreobjetos. Se observa en el microscopio a 10x y 40x
Se debe observar cualquiera de las siguientes estructuras:
− Levaduras o blastosporas redondas u ovales de pared gruesa de tamaño variado, filamentos cortos de pared gruesa cuando se encuentran aislados o en grupos. En ocasiones los filamentos son más largos: indican presuntamente Pitiriasis versicolor. − Hifas largas septadas, hialinas y artrosporas: indican presuntamente dermatofitosis. − Hifas septadas o aseptadas hialinas o dematiáceas: indican una dermatomicosis. Las esporas producidas por los hongos filamentosos pueden presentar diferentes características de tamaño y forma, pueden estar constituidas por una célula conocido como ameroconidio o cuando presentan más de una célula didimoconidios, fragmoconidios, dictioconidios entre otros, estos pueden ser móviles o inmóviles. Los conidios pueden ser producidos y permanecer hasta su madurez dentro de estructuras especializadas como esporangios, zoosporangios o ascomas; o formarse y madurar dentro de estructuras especializadas (esporógenas) tales como basidios, fiálides o anélides o, directamente, de la hifa, como los artroconidos y aleurosporas, producidos por varios tipos de hongos, incluidos los dermatófitos (agentes de tiñas). Todas estas características facilitan la identificación clásica de los hongos filamentosos