GOBIERNO DE CANTABRIA (borrador)

CONSEJERIA DE UNIVERSIDADES E INVESTIGACIÓN, MEDIO AMBIENTE Y POLITICA SOCIAL

DIRECCION GENERAL DE DE MEDIO AMBIENTE

OBJETO: Consultas en la evaluación de impacto ambiental del proyecto “Parque Eólico

Henestrosas” en TM Valdeolea , en CANTABRIA.

D. Adán Musi Restegui, con DNI 13.668.869 S, como Presidente y en representación de

la Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria (ARCA), inscrita
en el Registro de Asociaciones de Cantabria con el nº 820 y domicilio a efectos de
notificación en el apartado 421 de Santander, ALEGA:

CONSIDERACIONES GENERALES

Cambio climático

Los estudios científicos nos están advirtiendo que estamos ante un escenario de
cambio climático, con efectos graves sobre el medio ambiente, provocado en gran
medida por la acción del hombre, fundamentalmente por la emisión de gases de
efecto invernadero. La lucha contra esta situación, que tiene una dimensión global, es
un deber de todos para asegurar la sostenibilidad del planeta.

Ante el cambio climático, un problema complejo, se deben tomar ante todo medidas
que impliquen la colaboración entre los países, a través de la planificación y la
racionalidad en las propuestas a largo plazo. China, EEUU, India, solo esos tres países,
emiten el 50% de toda los gases efecto invernadero del mundo, y siguen aumentado
sus emisiones aportando anualmente a la atmosfera un 2% más. Frente a ellos España
con unas emisiones de 0,77%, poco margen tiene para incidir en la solución material
del problema, por mucho que pueda reducir sus emisiones. Por lo tanto sus acciones,
debe venir dentro de la participación en los organismos internacionales, intentando
ayudar a revertir esta situación global y cumplir con los acuerdos y protocolos
asumidos.

Unos de los factores que más influyen en esta situación climática son las formas de
generación eléctrica, como emisores de CO2. También hay otros, como el transporte,
la agricultura, el uso del territorio, el urbanismo, el modo de alimentación, etc. Se
debe actuar responsablemente en todos estos ámbitos, atendiendo a las
características y los usos sostenibles de cada territorio. También se puede luchar

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contra el cambio climático, aplicando otro tipo de medidas, como políticas efectivas
de eficiencia y ahorro energético o de creación de sumideros de CO2.

No todas las actuaciones tienen el mismo alcance y efectos y hay que entender el
problema como un conjunto global, en donde no suelen servir las actuaciones
parciales. Así España poniéndose a la cabeza de las energías renovables, sobre todo la
eólica, al amparo de primas y subvenciones, es el país de la Unión Europea en el que
más crecieron las emisiones de gases de efecto invernadero en términos absolutos
entre 1990 y 2017, contraviniendo lo acordado y suscrito en el Protocolo de Kioto de
reducción de emisiones, lo que además nos implica pagos millonarios por su
incumplimiento. En ese periodo aumentaron las emisiones en 51,7 millones de
toneladas, lo que supone un 17,9% y por ello, entre 2.008 y 2.012, se tuvieron que
pagar 800 millones de euros por este incremento. Este dato contrasta con del
conjunto de la UE, que redujo, en esos 27 años, un 23,5% sus emisiones.

Algo no se está haciendo bien en la lucha contra al cambio climático en España. No

vale seguir con propuestas desmesuradas, que bajo la coartada de la necesidad de la
lucha contra el cambio climático, al final responde a otras implicaciones más
interesadas, casi siempre con el trasfondo de intereses económicos privados y que
además crea la falsa sensación de estar haciendo las cosas correctamente, provocan
injustificados y impactantes afecciones territoriales.

Energía eléctrica

La energía eléctrica en España, tiene una estructura de producción sobredimensionada

que presenta graves desequilibrios. Estamos ante una situación de potencia de
generación eléctrica instalada de 104.000 MW, más del doble de la punta de demanda
que se sitúa en 40.000 MW y que pediría una dimensionamiento de producción
eléctrica mucho menor.

De ellos unos 25.000 MW, corresponden a los ciclos combinado, instalaciones de

reciente construcción, que deben permanecer abiertas y prácticamente paradas, en
espera de su apoyo, fundamentalmente, a la impredecible e inconstante energía
eólica y cobrándonos por ello en la factura de la luz .

Esto, junto con otras razones como las primas a las renovables y la regulación del
mercado mayorista, hace que tengamos una de las electricidades más caras de

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Europa, lo que resta competitividad de las empresas que se traduce en una menor
capacidad de creación de empleo y a las familias en quitar capacidad a su economía
domestica y a su ahorros, llevando a muchas de ellas a entrar en situación de pobreza
energética.

Ante esta situación se debería, desde el ámbito estatal, establecer una mejor
regulación del sector, racionalizando las necesidades globales de los distintos tipos de
generación energía eléctrica, su compatibilidad operacional y sus efectos de
implantación en el territorio nacional, junto con una mejor efectividad en la economía
y en el medioambiente. No estamos en una situación de déficit de producción
eléctrica, en los últimos años hemos sido exportadores de electricidad a los países
vecinos, si no de mala planificación y gestión de nuestros recursos, en el que las
grandes eléctricas son las grandes beneficiadas, en detrimento del interés público .

Energía Eólica

En relación con la energía eólica. Tenemos en España un escenario de implantación de

23. 000 MW de potencia eólica, el segundo pais que tiene más instalada en Europa
detrás de Alemania, siendo que una gran parte, está llegando a su término de
operatividad, con sus instalaciones anticuadas y de bajos rendimientos, pero
ocupando ya una parte considerable de nuestro territorio. Para el año 2.020, el 46%
de los parques instalado tendrá 15 años, a 5 del final de su vida útil.

En esta situación, se debería ir pensando ya en tomar medidas que ayuden a la

repotenciación de estos parques, como primera premisa a tener en cuenta, en una
racionalización territorial de este tipo de energía, en donde su extensión no puede
seguir produciéndose indefinidamente, en un territorio limitado y no renovable. Se
podría conseguir, sin mayores impactos, adecuarse a lo que de esta tecnología, se pide
para cumplir los requerimientos derivados del calentamiento global y que los
convenios internacionales y Europa nos demandan.

Además se podría elegir entre los parques que se han mostrado más adecuados
ambientalmente, más eficientes energéticamente y que han tenido un menor afección
territorial. Por otro lado, se podría revertir todas aquellas situaciones que se han
mostrado inadecuadas y sumamente impactantes, muchas de ellas aprobadas
mediante procesos fraudulentos, financiaciones ilegales y demás corruptelas, que
lamentablemente vienen apareciendo con demasiada frecuencia en los titulares de los
medios de comunicación.

Muchos de estos parques hoy desfasados, están situados en los mejores

emplazamientos y con un mayor recurso eolico. Frente a la construcción de nuevos
parques, no se tendría necesidad de construir nuevos accesos, nuevos tendidos

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eléctricos, nuevos centros de transformación, ni realizar restauraciones ambientales.
Se mejoraría los impactos visuales y paisajísticos existentes y se cambiaria los
aerogeneradores ineficientes y obsoletos por tecnologías actuales. También permitiría
una tramitación más ágil y segura jurídicamente. Esta propuesta, que estaba en las
prioridades del Ministerio de Industria de la legislatura anterior, nos parece que debe
ser una de las vías para actuar, y conseguir la racionalidad eólica, dada la situación de
este tipo de energía en España.

Sirvan estas consideraciones anteriores, para remarcar que la producción de energía

renovable, mediante nuevos parques eólicos, no se muestra ya imprescindible y
necesaria desde un punto de vista energético, ni conveniente medioambiental en
muchas situaciones, ni tan siquiera se necesita, en los modos expuestos
anteriormente, para la lucha contra el cambio climático. Por ello no debe hacerse a
costa de ocasionar daños a la biodiversidad, al territorio y a los paisajes relevantes. La
creación de nuevos parques, debe hacerse tras seleccionar rigurosamente las
implantaciones y solo en aquellos lugares en que los impactos sean asumibles o
menores, dentro de una ordenación general del territorio.

PLAN EÓLICO

En la Comunidad de Cantabria, en relación con la energía eólica, volvemos a

encontrarnos en una situación descontrolada y caótica, en que están en tramitación
decenas de parques por toda la región, como viene siendo recurrente en cuanto las
eléctricas vislumbran un cambio de negocio en el sector. Con una potencia que
superan ampliamente los máximos establecidos en el plan energético, están solicitados
sin una ordenación, ni prioridad en las adjudicaciones, más allá del que llegue el
primero, pero sin valorar cuales son los más adecuados, desde una visión de conjunto,
para el pequeño y frágil territorio de Cantabria. Este descontrol reiterativo, que al final
bloquea el otorgamiento de las autorizaciones, es lo que viene provocando que no se
haya desarrollado adecuadamente la energía eólica en Cantabria.

Y es que ante tal avalancha de proyectos, es necesario priorizar y valorar de los

mejores emplazamientos, cara a su mejor rendimiento y menor impacto, que
racionalice y ordene la implantación de estas industrias, que se pretenden situar en
nuestra región. Esta situación, de delimitación racional de los lugares de implantación,
un plan eólico, la llevamos demandando desde hace más de 10 años, sin que al
parecer los políticos estén interesados en una ordenación territorial de esta
naturaleza, tan necesaria como urgente.

Además, estos proyectos industriales se pretenden situar sobre las cumbres de las
montañas, sin valorar el conjunto de la afección sobre la misma y su idoneidad. Las
montañas son importantísimos corredores ecológicos, que aseguran la biodiversidad y

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un correcto estado del medio ambiente, en un territorio como el cántabro de una gran
dispersión constructiva, que tiene artificializado todo la partes bajas de la región, zonas
de los Valles y La Marina. La referencia del territorio conservado y la importancia del
equilibrio entre lo construido y lo natural, queda sustentada, de manera muy
importante, en las cumbres de estas montañas y no deberían ser objeto prioritario de
implantación de industrias electicas, simplemente porque allí sople mucho viento. Por
otra parte, las instituciones europeas, nos vienen recordando que tan importante es la
lucha contra el cambio climático, como la preservación de la biodiversidad en un
territorio bien conservado.

La energía eólica, dadas las características de Cantabria, no debería ser la forma

principal de plantear el recurso energético en nuestra región, dado el carácter
limitado y no renovable del territorio y el gran consumo espacial que para este supone
las industrias eólicas y sus estructuras de los aerogeneradores. La re potenciación de la
central de Aguayo, la biomasa, la geotermia, la solar y sobre todo políticas efectivas de
ahorro y eficiencia energética, serían opciones más acordes con la condiciones de
nuestro territorio y debieran ser las opciones a dar prioridad en un uso sostenible de
las capacidades territoriales.

Hoy volvemos a asistir a una alocada carrera por posicionarse en la región, por
empresas que ni tan siquiera son del ramo y cuyo único objetivo es entrar en el
reparto del negocio económico eólico, sin considerar las consecuencias
medioambientales ni territoriales, más allá de lo estrictamente necesario para tramitar
su aprobación. Esto no se puede admitir.

Y esta es la primera objeción general que se le hace a la valoración de los proyectos

eólicos que se están tramitando. Entendemos que en esta situación anteriormente
comentada, no se debe autorizar nuevos parques, sin antes tener una ordenación de
carácter territorial, un Plan Eólico, que racionalice los impactos al medioambiente, a la
biodiversidad y al paisaje en el territorio de Cantabria, delimitando los emplazamientos
susceptibles de acoger estas industrias de producción eléctrica y haciendo una
valoración conjunta de las afecciones e impactos sobre la región.

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PARQUE EÓLICO HENESTROSAS

Patrimonio cultural.

La instalación industrial de generación eléctrica eólica de Henestrosas, se quiere

instalar en un enclave que posee un elevado valor patrimonial, ya que se trata de uno
de los escenarios más especiales de situación de un BIC en Cantabria, con la iglesia
románica de Santa Maria la Real, ubicada fuera del casco urbano, en un enclave
natural de gran belleza y singularidad, que caracteriza el conjunto.

Ahora es e entorno, se quiere transformar, mediante la construcción de una industria

de de producción eléctrica, sobre el monte que supone su marco referencial de su
paisaje . Siendo que se entiende por entorno de un bien inmueble declarado de Interés
Cultural próximo al bien, aquel “que permite su adecuada percepción y
comprensión considerando tanto la época de su construcción como su
evolución histórica, queda apoyo ambiental y cultural al mismo y que permite la
plena percepción y comprensión cultural del bien y cuya alteración puede
afectar a su contemplación o a los valores del mismo".

En vista de las características del proyecto presentado, resulta evidente que las obras
a ejecutar van a suponer una seria alteración de los valores de bienes del patrimonio
cultural de Cantabria que son objeto de la máxima protección contemplada en la
legislación.

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 También otro BIC, existente en la zona, el yacimiento arqueológico de Monte Ornedo,
se pretende atravesar con la línea subterránea de alta tensión, por cuanto Se
considera que las obras derivadas de este proyecto tendrían riesgo de un severo
impacto sobre esta zona, de manera que la autorización administrativa del proyecto
debería asumir el elevado riesgo para el patrimonio cultural que éste implica y que se
considera no necesario

Por lo tanto entendemos, no se debe considerar viable la ubicación del parque eolico
en ese emplazamiento.

Afección a la fauna protegida.

La instalación industrial de generación eléctrica eólica de Henestrosas, se quiere

instalar en una zona IBA, (área importante para la conservación de las aves), Sierras
de Peña Labra y del Cordel, con presencia de especies amenazadas, como el Milano
Real, el Alimoche o la Perdiz Pardilla.

Asimismo, dentro del Informe de Sostenibilidad Ambiental, del Plan de Sostenibilidad

Energética de Cantabria, 2011- 2020, se señala la zona como de anidamiento y de
campeo de grandes aves planeadoras, como el Aguilucho cenizo y el Aguilucho pálido,
aves especialmente protegidas.

Siendo además que el polígono ya fue descartado en su día, en atención a su riesgo

para las aves, dentro de la propuesta de Estrategia Ambiental para el
Aprovechamiento de la Energía Eólica en Cantabria, realizado por la Universidad de
Cantabria a petición de la Sociedad Genercan, dependiente del Gobierno de
Cantabria.

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EL emplazamiento por lo tanto no es adecuado para la implantación de este tipo de
industria

Afección a la vegetación.

El parque se pretende instalar en una zona de bosque de frondosas autóctonas,

fundamentalmente a especies de Quercus Robur y Quercus Pirinaica, robles que están
en fase de regeneración espontánea en la zona, lo que habla de la calidad del entorno
como espacio de un alto valor ambiental y que está desempeñando un importante
papel como sumidero de CO”, con importantes beneficios medioambientales frente
al cambio climático.

También se ve afectado el bosque de galería existente, de especies como el Salix alba y

Populus alba.

Afección al medio ambiente

La zona también tiene la consideración de zona Conectividad Territorial, con categoría

de Muy Alta, Alta, (plano 2.19), del informe de sostenibilidad ambiental, del Plan de
Sostenibilidad Energética de Cantabria 2.011-2020. Siendo señalado en el PROT como
parte del corredor ecológico regional del Ebro- Duero, considerándose como núcleo
para la conectividad y el mantenimiento de la biodiversidad.

Plano de los LIC ( Lugares de Importancia Comunitaria) en la Cordillera Cantábrica

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Esta consideración, se ve acrecentada por la posición estratégica que la zona presenta,
cara a dar continuidad a la transición y continuidad ecológica este – oeste a través de
la Cordillera Cantábrica, toda vez que es la única área que no tiene una protección que
permita garantizar la continuidad de los espacios protegidos, a modo de los tan
necesarios como imprescindibles corredores ecológicos, en un entorno tan especial,
variado y frágil como la cordillera. Ahora esta zona quiere llenarse de impactantes
estructuras industriales rompiendo la continuidad de los ecosistemas.

Desorden y saturación del territorio.

Estamos ante un descontrol de proyectos de parques en tramitación en Cantabria y

singularmente en esta parte de la región, que junto a los ya aprobado y construidos en
la zona, van a suponer un escenario que va a transformar profundamente el territorio,
con especial incidencia en los valles de Valdeolea y Valdeprado.

En la zona de los Valles de Valdeolea y Valdeprado.

P.E. COTIO, P.E. MOROSO, P.E.E OLEA, P.E. HENESTROSAS, P.E. ORNEDO, P.E.
QUINTANILLAS, P.E. CESPEDES, P.E. SOMALOMA- LAS QUEMADAS, P.E. LA MILLA- EL
HORNO, P.E. PEÑA MORA, P.E. BERNORIO, P.E. BARRUELO DE SANTULLAN,…

A ello hay que añadir los parques ya aprobados, los construidos en los límites de las
provincias vecinas de Palencia y Burgos y en tramitación en esas comunidades, los
presentados en virtud del concurso eolico de Cantabria, los recogidos en el PSEC, etc .

Dada la situación en que nos encontramos, se constata que esta no puede gestionarse
con aprobaciones parque a parque, de ninguna de las maneras, y se hace urgente y
necesario, la redacción de un Plan Eólico, que permita racionalizar la instalación de
este tipo de producción eléctrica en Cantabria.

Decir, que la evaluación conjunta, de acuerdo a las Prescripciones Técnicas generales

para la elaboración de los Estudios de Impacto Ambiental de Parques Eólicos, debe
hacerse dentro de los 10 km de cada parque en el entorno, incluyendo los existentes o

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futuros, y por tanto debe abarcar al menos todos los que se encuentren en un radio de
20 km del parque que se evalúa, con el fin de hacer una valoración real de los impactos
acumulativos y sinérgicos.

Por otra parte, se debería informar a los habitantes de la zona de forma clara y
expresa de lo que se pretende o se puede hacer con el territorio que habitan en su
conjunto y con la previsión de estado final. Explicando los impactos de la construcción
y efectos de los aerogeneradores, y demás instalaciones industriales asociadas, como
son los centros de transformación eléctrica y los tendidos de alta tensión, que se
extenderán por todo el territorio, con los efectos que ello va a suponer en su entorno
vivencial y patrimonial.

El Convenio de Aarhus, sobre la participación del público en la toma de decisiones con

contenido medioambiental, en vigor en España desde el 29 de marzo de 2005,
requiere de las administraciones, que se haga una participación efectiva del público
afectado y una información veraz y comprensible de los procesos que se están
desarrollando.

Sería una irresponsabilidad, no ordenar el territorio ante esta situación, teniendo en

cuenta además que una parte importante de estas instalaciones se están tramitando
desde las competencias del Gobierno Central, ajenos a muchos de los proyectos que
hoy se plantean.

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Conclusiones

En definitiva el lugar escogido no es el adecuado para la instalación de esta naturaleza,

ya que se encuentran en una ZONA DE ESPECIAL VALOR CULTURAL, a la vez que
impacta un área que constituye un lugar de HABITAT Y REPRODUCCIÓN DE AVES
PROTEGIDAS, sobre BOSQUES DE FRONDOSAS autóctonas y en un espacio que
constituye un CORREDOR DE ALTA CONECTIVIDAD ECOLÓGICA.

En todo caso, dada la proliferación de otros proyectos de parques en la zona, debería

realizarse previamente una ordenación eólica de toda el área y en el resto de
Cantabria, mediante un PLAN EÓLICO, que racionalizase la desproporcionada, y
descontrolada, situación planteada.

Por todo lo anteriormente expuesto SOLICITAMOS QUE EL PROYECTO DEL PARQUE

EÓLICO DE HENESTROSAS, SEA DENEGADO.

Santander a 6 de septiembre de 2.019

El Presidente:

Adán Musi Restegui

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