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Cristo,: Unificador y Sustentador

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Cristo,

Unificador y Sustentador

Cuando Isaías, el profeta, vio la gloria de Cristo dijo: “¡Ay de mí! Que soy
muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en me-
dio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey…”
(6:5). Juan el Bautista dijo de él: “...a quien no soy digno de desatar
encorvado la correa de su calzado” (Mr. 1:7). Y Juan, el apóstol, en Apo-
calipsis, dice: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies” (1:17). ¿Qué
diremos nosotros ahora, al intentar balbucear, en las páginas que siguen,
algunas cosas respecto a la gloria suprema e inmarcesible de Cristo?
Al tocar a Cristo, tocamos el corazón mismo de Dios, la centralidad de Su
propósito, Su voluntad perfecta y el significado final de todo cuanto exis-
te, sea del macrocosmos, sea del universo infinitesimal, tanto de lo visi-
ble como de lo escondido en las más abismales honduras.
De todo cuanto pudiera decirse – y que ocupará hermosamente a los
bienaventurados por la eternidad sin fin – de la gloria de Cristo, resalta
en esta edición, como un dorado cordón transversal, la visión de Cristo
como Unificador y Sustentador de todas las cosas.
T. Austin-Sparks lo dice así: “Si no fuese por el Señor Jesucristo, el uni-
verso entero se desintegraría, se desmembraría; estaría sin su factor uni-
ficador, cesaría de tener una razón para mantenerse como un todo com-
pleto y concreto. Su cohesión, su imposibilidad de desintegrarse y acabar
es a causa de esto: Dios ha determinado que el Señor Jesús sea el centro
– el centro gobernante de este universo entero, y él, el Hijo de Dios, es la
explicación de la creación”.
De esto, ha quedado una huella sorprendente en los seres vivos, como
nos plantea Ricardo Bravo, algo que se ha descubierto recientemente en
la proteína denominada laminina, la cual tiene forma de cruz, y que es la
que mantiene unidos los tejidos corporales, siendo así la expresión del
poder sustentador y unificador de la cruz de Cristo en la esfera biológica.
Pero ¿cuánto más se puede decir, en el plano espiritual, respecto de la
gloria de Cristo en el creyente y en la iglesia? El Señor permita a sus
santos ocuparse provechosamente en el descubrimiento cada vez más
abundante y acabado de las riquezas que aún permanecen escondidas en
nuestro Señor Jesucristo.
Contenido
ENFOQUE DE ACTUALIDAD
4 Jerusalén en el centro de la escena mundial
Profecía y realidad de la posición y el futuro de Israel.
Lance Lambert.

EVANGELIO
10 Cómo nos cuida Dios
Confiando en Dios, en medio de las tormentas de la vida.
Rob Bell.

LA GLORIA DE CRISTO
13 Cristo en Colosenses
Nueve aspectos de la gloria de Cristo. Roberto Sáez.

20 La gloria del conocimiento de Cristo


La necesidad de conocer verdaderamente a Cristo, y per-
mitir que ese conocimiento rija nuestra manera de pen-
sar y vivir. Rodrigo Abarca.

27 Uniendo el Cielo y la tierra


La doble reconciliación obtenida por Cristo: de la crea-
ción y de los hombres. Christian Chen.

39 La doble primogenitura de Cristo


Los gloriosos efectos de la doble primogenitura de Cris-
to. Romeu Bornelli.

44 Asidos a la Cabeza
Un llamado a vivir la realidad de Cristo, y a tomar la car-
ga del Espíritu en oración. Álvaro Astete.

LEGADO
57 Colosenses
Una visión sumaria de la grandiosa epístola. J.G. Bellet.

59 Toda plenitud en Cristo


Una mirada del Príncipe de los Predicadores a la gloria
de Cristo. Charles H. Spurgeon.

66 Por Él todas las cosas subsisten


Solo en Cristo todas las cosas del Cielo y de la tierra tie-
nen sentido. Vance Havner.
70 Cristo, el todo en todos
Cristo es la explicación y suma de todas las cosas, de eter-
nidad a eternidad. T. Austin-Sparks.

81 Que Cristo tenga la preeminencia


Las verdades de Dios están todas orgánicamente relacio-
nadas, y todas ellas convergen hacia un mismo centro:
Cristo. Watchman Nee.

88 ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA


De ateo a apologista cristiano
Semblanza de C.S. Lewis, uno de los autores cristianos
más influyentes del siglo XX.

ESTUDIO BÍBLICO
101 Bosquejo de Sofonías A. T. Pierson.
102 Símbolos y tipos en la vida de Jacob A.B. Simpson.

VIDA CRISTIANA
104 Consagración
Lecciones básicas sobre la vida cristiana práctica.
Watchman Nee.

108 Psicología Sexual Masculina


Un enfoque bíblico. Marcelo Díaz.

APOLOGÉTICA
112 La laminina cruciforme nos mantiene unidos
El misterio de la proteína que revela a nivel molecular la
obra unificadora y sustentadora de la cruz de Cristo. Ri-
cardo Bravo Méndez.

REPORTAJE
117 ¿Por qué él no me odiaba?
Yo había dado muerte a su esposa en un accidente auto-
movilístico, y ahora él deseaba hablar conmigo. Shannon
Ethridge.

Secciones Fijas
55 Parábolas
87 Joyas de Inspiración
120 Página del lector
4 ENFOQUE DE ACTUALIDAD

Jerusalén
en el centro de la escena mundial
Profecía y realidad
de la posición y el futuro de Israel.

Deseo leer algunas Escrituras que creo se Quisiera agregar otra Escritura, Salmo
refieren a Israel y las naciones en el tiem- 33:10:11: «Jehová hace nulo el consejo de
po presente. las naciones, y frustra las maquinaciones
de los pueblos. El consejo de Jehová per-
Primero, de la profecía de Zacarías, dada
manecerá para siempre; los pensamien-
hace unos 2.400 años: «Profecía de la pa-
tos de su corazón por todas las genera-
labra de Jehová acerca de Israel. Jehová,
ciones». Y luego otra en Proverbios 21:30–
que extiende los cielos y funda la tierra, y
31: «No hay sabiduría, ni inteligencia, ni
forma el espíritu del hombre dentro de él,
consejo, contra Jehová. El caballo se alis-
ha dicho: He aquí yo pongo a Jerusalén
ta para el día de la batalla; mas Jehová
por copa que hará temblar a todos los
es el que da la victoria».
pueblos de alrededor contra Judá, en el
sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo Finalmente, quisiera agregar la voz de
pondré a Jerusalén por piedra pesada a Isaías, capítulo 8 versos 9 y 10: «Reuníos,
todos los pueblos; todos los que se la pueblos, y seréis quebrantados; oíd, to-
cargaren serán despedazados, bien que dos los que sois de lejanas tierras; ceñíos,
todas las naciones de la tierra se junta- y seréis quebrantados; disponeos, y seréis
rán contra ella» (Zacarías 12:1–3). quebrantados. Tomad consejo, y será
anulado; proferid palabra, y no será fir-
Versos 9 y 10: «Y en aquel día yo procu-
me, porque Dios está con nosotros».
raré destruir a todas las naciones que
vinieren contra Jerusalén. Y derramaré Por dos años, al menos, he estado advir-
sobre la casa de David, y sobre los mo- tiendo a los creyentes, dondequiera que he
radores de Jerusalén, espíritu de gracia viajado, que estamos pasando por el pe-
y de oración; y mirarán a mí, a quien ríodo descrito por el profeta Zacarías hace
traspasaron, y llorarán como se llora por 2.400 años. Él dijo que Jerusalén, súbita-
hijo unigénito, afligiéndose por él como mente, desde la oscuridad, volverá al cen-
quien se aflige por el primogénito». Ver- tro del escenario mundial, y que habrá
so 13:1: «En aquel tiempo habrá un ma- enorme controversia sobre la posición y el
nantial abierto para la casa de David y futuro de Jerusalén, y alboroto y polémica
para los habitantes de Jerusalén, para sobre su lugar.
la purificación del pecado y de la inmun-
Es realmente asombroso, porque la única
dicia».
vez que ha habido una gran expectación
Jerusalén en el centro de la escena mundial 55

sobre Jerusalén fue en el período de las mocracia. No tengo ninguna duda que hay
cruzadas, cuando fue recuperada de los muchos árabes que desean la libertad, de-
musulmanes y por supuesto más adelan- sean vivir una vida libre y poder expresar
te, perdida otra vez a los otomanos. Así su opinión libremente. Pero el hecho es
pues, yo creo en cierta manera que es una que, lo que está sucediendo en estos esta-
cosa asombrosa lo que hemos visto hace dos, en esta revolución, tiene que ver bási-
100 años, hace 200 años, hace 300 o 400 camente con el Islam radical, militante.
años. Quiero decir que era una ciudad que
Oí al líder de la Hermandad Egipcia Mu-
tuvo una enorme importancia «antigua»,
sulmana, el partido más grande, que fue
de alguna manera, una importancia reli-
suprimido por años por Mubarak. Él dijo,
giosa, pero no tuvo ninguna relevancia eco-
en una entrevista en la BBC: «¡Por supues-
nómica y política.
to, creemos en la democracia! ¡Tendremos
Y entonces, este profeta hebreo habla de democracia islámica!». La democracia
su carga del Señor referente a Israel. Y él islámica no es democracia. Lo que está su-
no habla tanto sobre Israel, sino sobre Je- cediendo a los cristianos coptos – que ates-
rusalén. Y dice que, cuando Jerusalén se tigüé con mis propios ojos en los tres o cua-
vuelva el centro de la escena del mundo, tro años que viví en Egipto – es una buena
esto marcará el principio de la última fase indicación y evidencia de que no va a ha-
de la historia mundial. Creo que es asom- ber democracia para los cristianos o para
broso lo que él dice. Él dice que Jerusalén los judíos, o para cualquiera que no sea un
será «una copa de temblor» para toda la musulmán.
gente alrededor – esto es, las naciones que
El hecho real es que somos testigos del
limitan con nosotros y están cercanas a
principio de un enorme aumento y renaci-
nosotros.
miento del Islam radical. Esto tiene inmen-
Islam radical sa y grave significación para Israel. Signi-
fica que Israel será rodeado por todos la-
Hoy, casi todas las naciones están a favor
dos por un Islam militante que desea nues-
de la división de la Tierra Prometida en dos
tra destrucción. Después de todo, recuer-
estados. Esto tiene una enorme trascen-
den esto: ¿Por qué Hamas es llamado
dencia. El aumento de la confrontación, de
«Hamas»? Porque, cuando éste estaba
la revolución, de la agitación y del conflic-
bajo control egipcio, Egipto prohibió la
to que hemos observado en el mundo ára-
Hermandad Musulmana. La Hermandad
be, tiene enorme significado para Oriente
Musulmana ha estado prohibida en
Medio, y particularmente para Israel.
Yemen, en los emiratos petroleros, en
Como he dicho en el pasado, terminará en
Arabia Saudita, Jordania, Siria, Libia, en
gran ganancia – si no en franca victoria –
Túnez y Argelia. La razón por la cual
para el Islam radical y militante. Todos los
Hamas tomó el nombre «Hamas», es que
medios de comunicación del mundo han
esta es la Hermandad Musulmana, bajo
ido aclamando este ascenso de la revolu-
otro nombre. El nombre «Hamas», en he-
ción en todos nuestros vecinos árabes
breo, significa «ira» o «sublevación» y,
como algo que tiene que ver con la demo-
básicamente, esa es la política de la Her-
cracia. Llega a ser increíble. Por primera
mandad, para derrocar cualquier gobier-
vez, los árabes están clamando por la de-
6 ENFOQUE DE ACTUALIDAD

no que no sea islámico. Por lo tanto, creo, que esto es muy consolador para muchos
nos hemos movido a un estado muy serio. de ustedes en diversas naciones, pero es
un gran consuelo para Israel.
Irán
El pequeño Israel es, después de todo, un
Por supuesto, en medio de todo esto, tene-
pequeño país minúsculo – siete y medio
mos el silencioso progreso de Irán – mien-
millones de personas en el territorio de una
tras toda esta revolución y agitación está
estampilla de correos que usted podría
ocurriendo – en su programa nuclear, que
meter en el estado de Jersey, o en País de
ellos dicen es para uso civil. Rusia ha cons-
Gales en el Reino Unido, o en Hungría en
truido y ha equipado el complejo de
Europa Oriental. Así es el pequeño Israel.
Bushehr – que ahora está funcionando
El problema es religioso, espiritual, no solo
como una central eléctrica civil. Pero es
político o económico, y el hecho es que las
muy significativo que los resultados de la
naciones están de muchas maneras toman-
Agencia Atómica Internacional ahora es-
do el lado de los palestinos y del Islam.
tán bajo un caballero japonés que los está
conduciendo, y él dice que es algo preocu- Lo que es enormemente consolador para
pante lo que está sucediendo en Irán. Ese Israel es que el Señor está en el campo de
es un gran paso adelante para la AIEA batalla. Él no está apenas a mil millas de
(Atomic International Energy Agency). distancia, él está realmente en el campo de
Las naciones árabes de hecho tienen mu-
cho temor de Irán. Irán no es árabe – es
musulmán, pero no árabe, y ellos están
La reconstrucción de Is-
muy asustados. En los viejos tiempos, los rael y todo lo que tiene
árabes estaban asustados de los turcos, por relación con ella es el
un lado, y de los persas, por el otro. Pero
ellos tienen temor de Irán obteniendo un
cumplimiento no solo
dispositivo nuclear y empezando a produ- de la palabra de Dios,
cirlo. Sabemos que el uranio está siendo sino del propósito de
suplido actualmente de Rusia, sabemos
que uno de estos días Irán va probable-
Dios. Y como he dicho,
mente a probar disparando un dispositivo cualquiera que intente
nuclear, y todo cambiará durante la noche impedirlo, caerá.
en que suceda eso. El resultado, por lo tan-
to, es extremadamente serio.
batalla – invisible, pero allí. Él aplastará a
Lado brillante
esas naciones – es una palabra muy fuerte
Ahora, todo podría ser muy oscuro y me- que utiliza en Zacarías. Él intentará des-
lancólico. ¿Cuál es el lado brillante? Bue- truir las naciones que vienen contra Jeru-
no, hay dos materias que constituyen un salén. Ahora, Jeremías dice exactamente
lado gloriosamente brillante en esta situa- la misma cosa, en el capítulo 30: «Yo des-
ción. El Señor dice, en Zacarías 12:9, que truiré a todas las naciones entre las cua-
él destruirá todas las naciones que vengan les te esparcí». Siempre me enseñaron que,
contra Jerusalén. Ahora, yo no pensaría si en las Escrituras se repite algo, palabra
Jerusalén en el centro de la escena mundial 77

por palabra, ella es extremadamente im- cesariamente en guerra, sino en actitud, en


portante y necesita ser tomada en cuenta. concepto. Entonces veremos a Dios mis-
En Jeremías 46:28 se dice la misma cosa, mo en el campo de batalla, y él se ocupará
palabra por palabra. El Señor dice: «…por- de aquellas naciones, sin importar si son
que destruiré a todas las naciones entre «superpotencias» o lo que sea. Él se ocu-
las cuales te he dispersado; pero a ti no te pará de ellos – Rusia, o China, o cualquier
destruiré del todo, sino que te castigaré otra gran superpotencia. Él se encargará
con justicia (este es Israel); de ninguna de ellas – lo verás con tus ojos.
manera te dejaré sin castigo».
¿En qué consiste este juicio divino sobre
Ahora, ¿por qué está el Señor en el campo las naciones? A mí me parece que será eco-
de batalla? ¿Qué interés podría tener po- nómico, financiero, climático – y de ese
siblemente él, el Todopoderoso, en un pe- juicio climático vendrán escaseces, infla-
dazo de tierra en el Oriente Medio, con sie- ción – social y político. Es muy interesan-
te y medio millones de ciudadanos? Todo te en esto reconocer que el litoral este de
viene del hecho de que, en el propósito de los Estados Unidos tuvo un terremoto, cen-
Dios, Israel tiene una parte muy grande a trado a 43 millas de Richmond, que sacu-
jugar. Usted no puede entender la escato- dió todo Washington, y dañó el monumen-
logía, los acontecimientos finales en la his- to de Washington. Pienso que es muy in-
toria del mundo, sin entender a Israel. teresante.
Ahora la batalla, incluso entre cristianos, Entonces vimos en la BBC, trabajadores
de la cual Dios ha hablado en el Nuevo y que trataban de restaurarlo. Es asombro-
en el Antiguo Testamento, ¿se refiere a Is- so para mí, porque me parece que Dios es-
rael? Creo que sí. Y eso significa que, si taba diciendo algo a Washington. Por su-
cualquier nación en la última fase de la his- puesto, hubo más tarde un terremoto si-
toria del mundo viene contra lo que Dios milar, de algo como seis puntos en la esca-
ha hecho – la mano de Dios en la historia la de Richter, en Manhattan, Nueva York.
humana – entonces el Señor los destruirá. Yo lo encuentro asombroso, como si Dios
Usted no puede oponerse al Señor. Algu- mismo estuviese hablando al pueblo ame-
nas personas dirán: «¡Oh, pero ellos son ricano. ¿Hay alguien que oiga? Creo que
ignorantes, ellos no entienden!». Ése es su hay fieles que oyen, pero es increíble para
negocio. El Libro está aquí, y además solo mí. Es un consuelo para mí que Dios esté
el Espíritu Santo está suficientemente pre- en este negocio.
parado para iluminar y revelar la verdad
Tú no puedes contradecir los pactos que
divina.
Dios ha hecho con los seres humanos. Oh,
Dios en el campo de batalla tú dices: Sí, pero eso fue hace mucho – hace
4.000 años, creo, es antiguo – es irrele-
Creo que esto es de enorme importancia
vante. El hecho es que Dios no tiene pasa-
para nosotros. Este hecho significa que, si
do o futuro. Él vive en el presente. Él es
no me equivoco, ahora estamos pasando
«Yo soy el que soy» y eso significa que, un
por ese período de la historia que Zacarías
pacto que él haya hecho, permanece. Su
describe cientos de años atrás, como las
mismo carácter sería distorsionado si tú
naciones vienen contra Jerusalén – no ne-
8 ENFOQUE DE ACTUALIDAD

pudieras cambiar los convenios o la Pala- todo el mundo, a través de estos dos últi-
bra que él da. Y la palabra de Dios – haya mos milenios, que ha venido conocer y ex-
sido dada hace 3.000 años, hace 4.000 o perimentar la salvación de Dios. Para ellos,
2.000 años atrás – es aún la palabra de Abraham es el padre de todos los que creen.
Dios, viva y eficaz, y más aguda que espa-
La reconstrucción de Israel y todo lo que
da de dos filos.
tiene relación con ella es el cumplimiento
Significado espiritual no solo de la palabra de Dios, sino del pro-
pósito de Dios. Y como he dicho, cualquie-
Pero hay una segunda cosa gloriosa, creo,
ra que intente impedirlo, caerá. Los acuer-
y encuentro esto tremendo. El Señor dice
dos de Oslo insistieron, en una pequeña
en Zacarías 12:9: «Y en aquel día yo pro-
cláusula, que el reconocimiento de un es-
curaré destruir a todas las naciones que
tado palestino tenía que ser el resultado de
vinieren contra Jerusalén. Y derramaré
negociaciones entre las partes principales.
sobre la casa de David, y sobre los mora-
dores de Jerusalén, espíritu de gracia y La patria judía fue suscrita legalmente por
de oración; y mirarán a mí, a quien tras- las Naciones Unidas, que asumieron el
pasaron». Y en ese día, una fuente será control sobre los documentos de la Liga de
abierta para limpieza del pecado. Encuen- las Naciones. Todo esto nos hace entender
tro eso simplemente asombroso, y esto se que ahora estamos realmente en un perío-
enlaza a las palabras del Señor Jesús: «Por- do de problemas y crisis muy grandes. No
que os digo que desde ahora no me veréis, tengo ninguna duda de que todos vamos a
hasta que digáis: Bendito el que viene en ser atacados, en un cierto punto. No hay
el nombre del Señor». manera de que la Hermandad Musulma-
na o el Islam radical puedan vivir en me-
He aquí la segunda cosa gloriosa que, en el
dio de un estado judío. Es por eso que ellos
medio, es no solo que Dios está en el cam-
rehúsan aceptar que Israel es un estado
po de batalla. Dios se revelará a sí mismo
judío. Eso significa que el futuro es incier-
como el Salvador y el Redentor de Israel. Y
to, si no fuera por el Señor y por eso que he
pienso que eso tiene un significado no solo
llamado el «lado brillante» – el Señor en
físico y político, sino espiritual. Entonces
el campo de batalla – la salvación y la re-
encuentro estas cosas tremendas – esta
dención del pueblo judío.
salvación y redención de Israel. Será el cie-
rre del círculo, el acto final en la redención Oración
de Dios, que comenzó cuando él habló a
Ahora, ¿por qué debemos orar? Primera-
Abraham, diciéndole: «De ti saldrá una
mente, por el primer ministro Benjamin
gran nación» – que era Israel, y ella era
Netanyahu. Orar para que no haya com-
grande debido a la palabra de Dios que fue
promiso, para que él sea como roca incon-
dada a las naciones a través de ella. La luz
movible. Su discurso de la ONU, si alguno
de Dios, la salvación de Dios y el Mesías de
de ustedes lo escuchó, fue maravilloso.
Dios fue dado a través de ella. Eso hace a
Mira, llamando a las Naciones Unidas –
Israel único en la historia de las naciones
con razón – un «salón de la mentira» y el
del mundo. Y entonces, él dijo: «Y en ti
«teatro del absurdo». Ya lo creo, también,
(éste es Abraham) todas las familias de la
cuando tienes a Libia presidiendo la comi-
tierra serán bendecidas». Hay gente por
Jerusalén en el centro de la escena mundial 99

sión para las minorías perseguidas. Y en- «superhombre»? ¿No crees que financie-
tonces tienes Hezbolá – el Líbano presi- ramente, económicamente, en todo senti-
diendo el Consejo de Seguridad. Quiero do, el mundo está buscando a algún bri-
decir, es increíble – es absurdo, en reali- llante «genio» que podría devolver la es-
dad, cuando se piensa en ello. tabilidad al mundo? Un gobierno mundial,
una fuerza de seguridad mundial – no sé.
Rueguen por el gobierno, para que no cai-
La Biblia habla de este misterioso perso-
ga, para que permanezcan juntos y sean
naje llamado el anticristo. Debemos tener
claros. En tercer lugar, oren por las fuer-
esto presente en lo que estamos comenzan-
zas de defensa de Israel, a fin de que los
do a ver.
responsables de la estrategia y la planifi-
cación estén preparados para cualquier Oren ustedes por sus naciones. Si el juicio
eventualidad que pudiera venir sobre no- va a caer sobre ellas, rueguen para que
sotros. La lluvia ya cayó sobre Israel, y ala- muchos encuentren al Señor allí, y que la
bamos al Señor por eso, pero necesitamos verdad de Dios pueda ser comprendida y
su oración por más. recibida.
Lance Lambert
El mundo espera un «superhombre» Maestro y predicador britanico-israelí
Analista de asuntos de Medio Oriente
Finalmente, ¿no crees que tal vez el mun- Traducido y adaptado de
do entero está siendo preparado para un http://www.cfijerusalem.net

No quieren creer

En mi experiencia de más de 27 años de compartir las buenas nuevas


del Salvador con el mundo académico, personalmente nunca he oído a un
solo individuo –que haya considerado honestamente la evidencia– negar
que Jesucristo sea el Hijo de Dios y el Salvador de los hombres.
La evidencia que prueba la deidad del Señor Jesucristo es
abrumadoramente conclusiva para cualquier honesto y objetivo buscador
de la verdad. Sin embargo, no todos –ni siquiera la mayoría– de aquellos
a quienes he hablado, lo han aceptado como su Salvador y Señor. Esto no
se debe a fueran incapaces de creer – ¡es que sencillamente no querían
creer!
Por ejemplo, un brillante pero confuso psiquiatra que vino a Arrowhead
Springs en busca de consejo, me confesó francamente que nunca había
estado dispuesto a considerar honestamente las aseveraciones de Cristo
en su propia vida, por temor de llegar a convencerse y, como resultado,
tener que cambiar de manera de vivir.
Otros ateos profesos, muy bien conocidos, incluyendo a Aldous Huxley y
Bertrand Russell, han rehusado considerar intelectualmente los hechos
básicos de la historia concernientes al nacimiento, vida, enseñanzas,
milagros, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.
Aquellos que lo han hecho, tal como C.S. Lewis y C.E.M. Josad, han
encontrado que la evidencia era tan convincente que han aceptado el
veredicto de que Jesucristo es verdaderamente lo que decía ser –y lo que
otros han dicho que él era– el Hijo de Dios y su propio Salvador y Señor.
William R. Bright, en Evidencia que exige un veredicto
10 EVANGELIO

Cómo nos cuida


Dios
Confiando en Dios, en medio de las tormentas de la vida.

Hace un par de años, estaba con mi fami- no, cuando Jesús habla de ello, se refiere a
lia pasando algunos días en una cabaña en dos personas diferentes. Él habla de una
el bosque, a la orilla de un apartado lago. persona que construye su casa en la arena,
Estábamos en medio de la nada. de alguien que prefiere rechazar sus ense-
ñanzas, y de alguien que construye su casa
Una mañana, mi hijo Trace y yo nos des-
sobre la roca, que prefiere edificar su vida
pertamos y nos dispusimos a dar un paseo
en las enseñanzas de Jesús. Y la metáfora
alrededor del lago. Era una de esas maña-
que utiliza es la de la tormenta que viene y
nas sin nubes en el cielo. Los pájaros can-
la persona que rechaza Sus enseñanzas y
taban. Mi hijo Trace tenía poco más de un
Su verdad.
año en ese entonces. Hacía esos sonidos y
gruñidos que acostumbran los niños de un La casa construida en la arena es destrui-
año. Lo cargaba en la espalda en una mo- da; pero la casa construida sobre la roca,
chila. Mientras caminaba, lo escuchaba permanece. Esta idea, dice Jesús: «Cuan-
hacer todos esos ruidos. do lleguen las lluvias». No es que podría
suceder. Sucede. Llueve mucho en nues-
Nos dirigimos hacia el bosque para cami-
tras vidas.
nar alrededor del lago. Era uno de esos…
¿Alguna vez tuvieron alguno de esos mo- Al principio, caía una gota aquí, otra gota
mentos que, si pudieran, lo detendrían en allá. Y entonces le cubrí la cabeza a Trace
el tiempo? Simplemente fue muy hermoso. con la capucha. Lo que yo no sabía es que
él se la había quitado. Paulatinamente, las
Llegamos al otro lado del lago. Estábamos
gotas se hicieron cada vez más grandes,
exactamente a mitad de camino. Estába-
cayendo cada vez más y más rápido. De
mos en el punto más lejano de la cabaña.
repente, empezó a llover a cántaros. Era el
Nos disponíamos a dar la vuelta para re-
tipo de lluvia que te empapa, que hace que
gresar y miré al cielo y vi unas nubes. En-
tu cabello se pegue a tu cabeza y que em-
tonces, comenzó a llover. Siempre llueve,
pape tu ropa.
¿verdad? Es interesante, porque las Escri-
turas dicen muchas cosas sobre la lluvia y Al principio, los truenos y relámpagos no
las tormentas. le molestaban a Trace, pero continuaban
cayendo y se tornaban más estrepitosos y
Cuando Jesús nos enseña lo que significa
el viento era más intenso, y los árboles
vivir, vivir la plenitud de la vida en su Rei-
empezaban a sacudirse. Trace se puso
11
11
Cómo nos cuida Dios 11

más nervioso. Podía sentirlo en mi espal- del desconsolado. Él está cerca de aquellos
da. Primero, empezó a lloriquear, y des- que lloran y admiten que están asustados,
pués daba pequeños gritos de vez en cuan- perdidos, empapados y confundidos.
do. Pero, al poco tiempo, Trace gritaba a
Existe la falsa y distorsionada idea entre
todo pulmón.
las personas religiosas de que, de alguna
El viento soplaba, había truenos y relám- forma, hay que tenerlo todo para que exis-
pagos, y nos empapábamos con la fuerte ta una relación con Dios. Que, de algún
lluvia. Los árboles ya no nos servían de re- modo, Dios solo busca a la gente que no
fugio. Y Trace, desde lo profundo de su ser, tiene problemas, que ha logrado todo y que
comenzó a gritar y a llorar fuertemente y se muestran felices todo el tiempo. Pero las
con terror en su voz. Escrituras hablan en contra de esa clase de
pensamiento.

La esencia de la salvación Jesús es franco cuando dice: «Vengan a


mí todos los que están cansados y que lle-
es clamar a Dios y acep- van un peso a cuestas». La esencia de la
tar: «Estoy perdido, es- salvación es clamar a Dios y admitir: «No
toy lastimado. La natura- entiendo». Es aceptar: «Estoy perdido,
estoy lastimado. La naturaleza pecamino-
leza pecaminosa que lle- sa que llevo sobre mí ha estropeado todo
vo sobre mí ha estropea- para mí. Y Dios, si tú no me enseñas el
do todo para mí. Y Dios, camino, si tú no arreglas las cosas, si tú
no intervienes, moriré». Y ese pensamien-
si tú no me enseñas el ca- to lo encontramos en las Escrituras. Una
mino, si tú no arreglas y otra vez, Dios nos dice: «Cuando te acer-
las cosas, si tú no inter- ques a mí, ven a mí con todo. Ven a mí
con tus problemas, ven a mí todo perver-
vienes, moriré». tido, todo estropeado. Deja que yo me
haga cargo». Jesús intenta buscar a la
gente. Incluso dice: «No busco al que está
Es interesante, porque si buscan la pala-
sano; busco al enfermo».
bra «llorar» en las Escrituras, encontrarán
que aparece una y otra vez. Aun en los Sal- Si piensan en la tormenta desde la pers-
mos, solo en los Salmos, si empiezan a leer- pectiva de Trace, para él la tormenta es su
los, se menciona una y otra y otra vez llo- realidad. No ver nada más. Los relámpa-
rar o clamar a Dios. gos, los truenos, los árboles balanceándo-
se, las gotas de lluvia y el agua escurrién-
Dios dice cosas asombrosas. Él dice:
dole. Es todo lo que él sabe. No ve la reali-
«Cuando clamen a mí, yo los escucharé».
dad más allá de la tormenta.
También dice: «No puedo ignorar el llan-
to de alguien afligido». Si estoy lastimado, Lo que Trace no comprende es que su papá
perdido, empapado, asustado y confundi- haría cualquier cosa por llevarlo a casa. En
do, Dios dice: «Tú me clamas y yo te escu- este momento, Trace grita a todo pulmón,
cho». Dios dice que, al llorar, él está cerca con gran fuerza, detrás de mi cabeza. Me
12 EVANGELIO Cómo nos cuida Dios

detengo, me arrodillo y lo saco de la mo- Quizá ustedes estén resentidos o sientan


chila. Lo acerco a mi pecho y lo abrazo fuer- desconfianza debido a cosas por las que
temente contra mi corazón. Y casi al final han pasado, algunas tormentas en su vida,
de nuestro paseo, me inclino hacia él todo y se preguntan: «Si en verdad él me ama-
el tiempo y susurro en su oído, una y otra ra, si Dios realmente hubiese estado allí,
vez: «Te amo, amigo, lo lograremos. Papá no me habría permitido pasar por eso». Y
conoce el camino a casa; lo lograremos. Te tal vez Dios dice: «No. ¿No lo compren-
amo, amigo». Una y otra vez, a través de la des? Pude abrazarte fuerte; pude recordar-
tormenta, lo llevo fuertemente apretado te una y otra vez: Te amo, amigo». Como
contra mi pecho, susurrando: «Te amo, dicen las Escrituras, en Deuteronomio ca-
amigo, lo lograremos». pítulo 1, Dios le recuerda a su pueblo lo
bueno que ha sido con ellos, y dice: «¿Re-
Imaginen si años más tarde, Trace está en
cuerdan? Los cargué como un padre carga
alguna terapia y saca el recuerdo de la ca-
a su hijo».
minata. Y viene y me dice: «Papá, ¿por qué
me hiciste pasar por eso? Siento descon- Y ahora tú, cuando estés empapado, per-
fianza dentro de mí. Pensé que me ama- dido, lastimado y confundido, puedas cla-
bas. ¿Cómo pudiste exponerme a algo tan mar, y que el Creador del universo te sa-
horrible como aquella tormenta? ¿Por qué que de tu mochila, que te abrace fuerte-
no me protegiste?». Me sentiría abatido, mente contra su pecho, con sus brazos eter-
porque, para mí, ese paseo fue uno de los namente amorosos, y que lo escuches su-
más profundos, uno de los más íntimos surrar: «Te amo, amigo; lo lograremos.
recuerdos de mi vida con mi hijo. No cam- Papá conoce el camino a casa; lo lograre-
biaría esa experiencia por nada. mos. Te amo».
Rob Bell.

Una lógica diferente

Cuando venimos a Cristo entramos a un mundo diferente. El Nuevo


Testamento nos presenta una filosofía espiritual infinitamente superior y
totalmente contraria a la que motiva al mundo. De acuerdo a las enseñanzas
de Cristo, los pobres en espíritu son bienaventurados; los mansos recibirán
la tierra por heredad; los primeros serán los últimos y los últimos, primeros;
el mayor es el que sirve mejor a los demás, y aquel que pierde todo es el
único que poseerá todas las cosas al final. El hombre triunfador del mundo
verá que la tempestad del juicio barre con todos sus tesoros acumulados;
el mendigo justo va al seno de Abraham, y el hombre rico se quema en el
fuego del infierno.
Al morir, nuestro Señor sufrió un aparente fracaso, desacreditado por
los líderes de la religión establecida, rechazado por la sociedad y
abandonado por sus amigos. El hombre que ordenó su muerte en la cruz
fue el exitoso estadista cuya mano besaron los ambiciosos mercenarios
políticos. La resurrección demostró cuán gloriosamente había triunfado
Cristo y cuán prácticamente había fracasado el gobernador. La resurrección
y el juicio demostrarán ante el universo quién ganó y quién perdió.
¡Esperemos!
A.W. Tozer, en Manantiales de lo alto
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La gloria de Cristo
Cristo en Colosenses

Nueve aspectos de la gloria de Cristo en Colosenses.

«El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Por-


que en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean prin-
cipados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es
antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza
del cuerpo que es la iglesia, el que es el principio, el primogénito de entre
los muertos, para que en todo tenga la preeminencia» (Col.1:15-18).
Las palabras destacadas con negrita dejan ver, con toda claridad, la gloria de
Cristo en esta epístola a los Colosenses; a las que habría que agregar las si-
14 LA GLORIA DE CRISTO

guientes: «Cristo en vosotros, la esperanza de gloria» (1:27), y «Porque


en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad» (2:9).
1. Cristo como la imagen de Dios
La gloria de Cristo es habernos traído la imagen del Dios invisible. Dios es es-
píritu, y como tal, no tiene una imagen visible. Dios nunca había sido visto
por nadie, pues tal cosa era imposible. En el Antiguo Testamento se habla de
Dios de manera antropomórfica, al hacer referencias al dedo de Dios, el ros-
tro de Dios, la mano de Dios, de forma simbólica.
Pero Dios se nos hizo visible en Cristo; por lo que Juan nos recuerda palabras
que Jesús mismo dijo de sí: «El que me ve, ve al que me envió», o también
como Juan nos describe la forma como Cristo mostró a Dios cuando nos dice:
«A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él
le ha dado a conocer» (Jn. 1:18); parafraseando este texto diría: «A Dios na-
die lo exegetó jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha
exegetado».
La palabra exégesis pasó del griego al español tal cual, y es esta palabra la que
emplea Juan para explicarnos cómo es que Cristo interpretó a Dios. Cristo es
el revelador de Dios, pues en él se reflejó fielmente cómo es Dios. No sólo por
las palabras que Cristo dijo de él, sino por sus obras, su conducta intachable,
su muerte y resurrección.
Lo grandioso es que en Jesucristo como hombre se haya manifestado visible-
mente el poder de Dios, reflejado en las señales que Cristo hacía, en la sabi-
duría y autoridad con que hablaba –jamás hombre alguno habló como él– y
en el cumplimiento del culto hebreo, con sus ofrendas, sacrificios, fiestas,
sacerdocio, templo, profecías, shabat – todo lo cual era sombra de la realidad
que fue manifestada en Cristo.
En el culto hebreo, Dios se muestra a Israel a través de símbolos, para ense-
ñarle al pueblo cómo acercarse y cómo caminar con él, además de revelar su
carácter a través de la ley. Cristo es la realidad de esos símbolos; en él se cum-
ple de manera real la ley y todo lo expresado en el culto hebreo; Cristo es la
expresión misma de la ley de Dios.
La cruz es la obra central de Cristo, donde revela la gloria de Dios, al satisfa-
cer la justicia divina conjugándola con el amor de Dios por los pecadores.
Justicia y amor se encontraron, se reunieron y se manifestaron como los ex-
tremos del carácter de Dios revelado en la cruz de Cristo. Para que Dios fuese
comprendido en su justicia, tenía que condenar y castigar el pecado; la huma-
nidad representada en Cristo, fue llevada a la cruz. Cuando Cristo murió, para
Cristo en Colosenses 15
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Dios, el mundo entero fue llevado a juicio. Toda la raza de Adán fue puesta en
la cruz; Jesús murió una muerte vicaria. Ese fue el justo juicio de Dios a una
humanidad perdida.
Pero la sabiduría de Dios es revelada en Cristo crucificado, pues Dios está ha-
ciendo una transacción de la justicia divina; él está transfiriendo el castigo que
merecía la humanidad a Cristo crucificado, al mismo tiempo que por la justicia
de Cristo –el cual fue inocente de toda culpa– transfiere justicia a todo aquel
que cree en el Hijo de Dios, a todo aquel que recibe la abundancia de la gracia y
el don de la justicia de Dios. En la cruz de Cristo se muestra el poder, las rique-
zas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria, y la alabanza de Dios. Siete
virtudes, de las cuales se dice en Apocalipsis, que el Cordero inmolado es digno
de tomarlas. O sea que la gloria de Dios, es la gloria del Cordero. Por todo esto y
mucho más, Cristo es la imagen del Dios invisible.
2. Cristo, el primogénito de toda creación.
La palabra «primogénito» tiene dos sentidos: uno se usa para designar lo que
va en primer lugar, y el otro para señalar al primer nacido. Pablo está refi-
riéndose a Jesús en esta ocasión, como el primero de la creación, dando a en-
tender que Cristo es la causa por la cual fueron hechas todas las cosas –«por-
que en él fueron creadas todas las cosas»– y esta expresión lo excluye a él,
siendo él mismo el autor de toda creación.
Las preposiciones «de», «por» y «para» son indicadores del origen, sustento
y fin de todas las cosas. La preposición «de» indica la procedencia de las co-
sas; la preposición «por» refiere cómo se sustentan las cosas y la preposición
«para» señala el objetivo con que fueron hechas las cosas. Estas preposicio-
nes las encontramos a lo largo de todas las Sagradas Escrituras referidas al
Padre, otras veces al Hijo y otras veces al Espíritu, indicando que es Dios –el
Dios trino– en quien se originan todas las cosas, asimismo en él se sustentan
y encuentran su objetivo final. «Porque de él, por él, y para él, son todas las
cosas» (Rom. 11:36). Esta frase que hace referencia a la gloria de Dios, en
Colosenses se refiere a la gloria de Cristo, lo cual comprueba la afirmación en
cuanto al uso de estas preposiciones en toda la Biblia referidas al Dios trino.
3. Cristo es antes de todas las cosas
Esta afirmación confirma más aún la gloria de Cristo en cuanto a su eterni-
dad, pues «él es antes de todas las cosas» quedando excluido de las cosas
creadas, siendo copartícipe, junto al Padre y al Espíritu Santo en la autoría de
todas las cosas que fueron creadas. Este es el verdadero sentido de la asigna-
ción a Cristo como el primogénito de toda creación.
16 LA GLORIA DE CRISTO

4. En Cristo subsisten todas las cosas


La preposición «por» es referida a Cristo con mayor frecuencia en toda la Bi-
blia, pues en el anticipado y determinado consejo de Dios, la convergencia de
todas las cosas que están en los cielos y en la tierra fue asignada a la persona
de Cristo. Dicho de otro modo, la reunión de todas las cosas bajo Cristo como
cabeza de todo el universo, fue una determinación tomada antes de todas las
cosas. Todo se resume en Cristo, todo converge en él, debido a la gestión re-
dentora en la cruz del Calvario, donde la autoridad del reino de Dios quedó
reivindicada de la rebelión de los ángeles caídos y la del hombre allá en el
huerto del Edén; por lo que Dios le ha dado gloria exaltándolo a lo sumo,
constituyéndolo heredero del universo. Siendo Cristo el eje central donde
converge toda la creación de Dios, no puede ser más glorioso de lo que ya es.
Sin la mediación de Cristo en la cruz, el Espíritu Santo no podría haber des-
cendido de los cielos a la tierra para conducir a los redimidos a la gloria; el
Padre no habría cumplido su eterno propósito de compartir su vida, reino y
gloria a través de Cristo con su creación; por lo que la sustentación de todas
las cosas descansa en la mediación de Jesucristo.
5. Cristo la cabeza del cuerpo que es la iglesia
Cristo participa de la creación. Como hombre, es nacido de mujer, pasa por
todas las contingencias de la naturaleza humana: es engendrado por el Espí-
ritu, nace como nacen todos los bebés, crece en toda sabiduría, estatura y gra-
cia para con Dios y los hombres, trabaja para el sustento de su familia, se le
ve sufrir, llorar, comer, cansarse… es decir, asume todo lo que el ser humano
es, excepto el pecado, pues en él no se halló maldad ni engaño.
Todo lo dicho en el párrafo anterior, es para exaltar la obra maestra de la
creación, la cual es el hombre que Dios siempre quiso tener. La encarnación
del Verbo de Dios no se debe solo al pecado, y por lo tanto, tampoco corres-
ponde solamente a la redención; de lo contrario, Dios habría quedado sujeto
a un cuerpo humano por toda la eternidad, únicamente por causa del pecado
del hombre. El primer hombre fue creado teniendo presente la imagen del
que había de venir, el cual es Cristo; y la creación de ese hombre es anterior al
pecado. Dios no creó al hombre para que cayera, lo creó para que fuese un re-
flejo de su imagen, imagen que estaba concebida desde la eternidad; por lo
que Dios siempre supo que él sería manifestado en carne.
La forma de asumirlo habría sido diferente a lo visto en la redención, pero
igual se habría encarnado, pues su voluntad era esa desde la eternidad. Esa
forma diferente, habría sido a través de una comida verdadera y correcta. Era
por comer a Cristo, el árbol de la vida, a través del cual el hombre habría in-
Cristo en Colosenses 17
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17

corporado la imagen de Dios, y ese árbol dejaría de ser un misterio para


revelarse por completo en la incorporación de la imagen del hombre. La re-
dención no es un fin, sino el medio por el cual Dios continúa con su eterno
propósito de revelarse divina y humanamente en Cristo. Cristo habría tenido
iglesia sin redención, si el hombre del principio hubiera comido de su fruto.
La iglesia vino a través de la redención, no como un plan de último minuto,

Necesitamos aprender que sin cruz no habrá


gloria; por lo que necesitamos valorar la cruz,
al punto de gloriarnos en la cruz de Cristo.
Toda gloria que no pasa por la cruz, es com-
pletamente vana y no tiene otro fin que extin-
guirse en las tinieblas.

sino porque tener una familia conformada a su imagen era el deseo de Dios
desde la eternidad: la creación de una familia con quien compartir su reino,
su vida y gloria.
Ahora sabemos que ese hombre que Dios siempre quiso tener, es Cristo y su
iglesia, siendo Cristo la cabeza y la iglesia su cuerpo. Fue por una comida
equivocada que vino la desgracia de perder la imagen de Dios; fue por una co-
mida verdadera que vino la restauración de la imagen de Dios; de esto da se-
ñales la Santa Cena, donde los cristianos manifestamos, como cuerpo de Cris-
to, nuestra unión con él, siendo Cristo la cabeza del cuerpo que es la iglesia.
6. Cristo como el primogénito de entre los muertos
Esto significa que Cristo es el primero en resucitar para no volver a morir
nunca más. La fiesta de las primicias, en Israel, conmemoraba la siega de los
primeros frutos de la tierra. Se celebra el hecho de que el grano de trigo, des-
pués de haber caído en tierra y haber roto su cáscara para dejar liberada la
vida de su interior, ha dado como fruto la multiplicación de muchos granos.
Jesús usó esta metáfora para referirse a su muerte y resurrección. La muerte
de Cristo es una muerte fecunda y fructífera, pues de la misma manera como
el grano partido bajo tierra da lugar a la vida, así mismo Cristo, con su muer-
te, liberó la vida de resurrección impartiéndola a sus redimidos. Nosotros ce-
lebramos una continua fiesta de primicias, esperando aquel día glorioso en
que los muertos en Cristo serán levantados y los que vivan serán transforma-
dos.
18 LA GLORIA DE CRISTO

7. Cristo preeminente
Esta frase referida a Cristo demuestra una vez más en esta exposición, la su-
premacía y centralidad de Cristo en el pináculo del universo de la creación de
Dios, señalando la gloria de Cristo, en las cosas creadas, sean estas visibles o
invisibles, sean tronos, dominios, potestades, principados – todo converge en
él. Esto no significa que Dios se quede sin gloria por haberla dado a Cristo,
pues el Padre ha sido glorificado por el Hijo y el Hijo por el Padre en el Espíri-
tu Santo.
8. En Cristo habitó la plenitud de Dios
Esta expresión, señala que en la encarnación Cristo no está solo, aunque de
los tres, es el Hijo quien ha sido encarnado; pero le acompañan en comunión
de vida y propósito, el Padre y el Espíritu Santo. Sin embargo, Cristo encarna-
do rehúsa la forma de Dios como cosa a que aferrarse, y se despoja de sí mis-
mo, es decir, que en la encarnación, sin dejar de ser Dios, prefiere anonadarse
(hacerse nada) para manifestar en la forma humana la plenitud de Dios.
Nunca se debe confundir las personas de la Trinidad, ni separar la sustancia
de Dios, pues lo que vemos en el Padre, lo vemos en el Hijo y en el Espíritu
Santo de la misma forma. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, siendo un con-
junto, una familia, comparten una igualdad de sustancia viviendo en perfecta
unidad. Por esta razón, Cristo, en los días de su carne, nunca vivió separado
del Padre, manifestando esa unidad por el Espíritu en todo momento y ac-
ción.
9. Cristo en vosotros la esperanza de gloria
La gloria de Dios es uno de los aspectos de la imagen de Dios, cuando el peca-
do no existía, la creación de Dios contemplaba y reflejaba la gloria de Dios. El
hombre fue creado para lo mismo. Esto es lo que nos dice Pablo en el capítulo
1:3-14 de Efesios, que el Padre nos escogió para la alabanza de su gloria, que
el Hijo nos redimió para la alabanza de su gloria y que el Espíritu Santo nos
selló para la alabanza de la gloria de Dios.
En la caída, nos tornamos oscuros; la separación de Dios nos apartó de su
gloria. En el huerto, el hombre conversaba con Dios cara a cara; cuando pecó,
se escondió, asumió la conciencia de su desnudez, perdió la cobertura de
Dios; el vestido que Dios le había puesto era el de la gloria de Dios; al caer en
pecado, perdió la gloria de Dios.
Al intentar recuperar la cobertura (el vestido), teje un delantal de hojas de hi-
guera. Esto a Dios no le agrada, pues recuperar la gloria será un largo camino
a través de la cruz. Dios le da la primera lección de redención al sacrificar un
Cristo en Colosenses 19
19
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cordero y vestir la desnudez con la piel del animal inocente. La inocencia del
cordero le es transferida al pecador y la culpa del pecador le es transferida al
cordero inocente. Es una acción de Dios la que salva y no lo que el hombre
puede hacer.
El tema de la cobertura de Dios lo encontramos extensamente difundido en
toda la Biblia. La desgracia más grande del ser humano es quedar al descu-
bierto de la gloria de Dios y la gloria más grande es morar bajo su cubierta.
La redención nos pone en el camino de regreso a la gloria, en un continuo mi-
rar a cara descubierta la gloria del Señor. Mediante esa contemplación de su
gloria, es que somos transformados en su misma imagen por el Espíritu San-
to de Dios. La justificación es el inicio, y la santificación, a través de la cruz
cargada día a día, es el camino de regreso a la gloria. Sin cruz no hay gloria;
amar la gloria de los hombres es despreciar la gloria de Dios.
Muchas veces tomar la cruz significará perder la gloria humana. Necesitamos
aprender que sin cruz no habrá gloria; por lo que necesitamos valorar la cruz,
al punto de gloriarnos en la cruz de Cristo. Toda gloria que no pasa por la
cruz, es completamente vana y no tiene otro fin que extinguirse en las tinie-
blas. Es Cristo en nosotros la esperanza de gloria; es su vida impartida en
nuestro espíritu la que nos lleva de gloria en gloria, aunque para eso nos hará
pasar por el fuego y por el agua; no obstante, el fuego no nos quemará y el
agua no nos anegará.
Roberto Sáez

Él no tuvo derechos

Él no tuvo derechos:
Ningún derecho a una cama blanda, y una mesa bien servida;
ningún derecho a un hogar propio, un lugar donde buscar su propio
placer;
ningún derecho a escoger compañeros agradables congeniables, que le
pudieran comprender y simpatizar con él;
ningún derecho a evitar la presencia de lo sucio y del pecado, de recoger
sus vestidos y apartarse para andar en sendas más puras;
ningún derecho a ser entendido y apreciado; no, ni siquiera por aquellos
sobre los cuales había Él derramado doble porción de su amor;
ningún derecho a no ser abandonado por su Padre, aquel que más signi-
ficaba para Él.
Su único derecho fue soportar silenciosamente la vergüenza, los golpes
y los esputos; tomar su lugar como un vil pecador; llevar mis pecados y
angustias en la cruz.
Él no tuvo derechos, ¿y yo?
Mabel Williamson, misionera en China, en ¿No tenemos derecho?
20 LA GLORIA DE CRISTO

La gloria de Cristo
La gloria del conocimiento de Cristo

La necesidad de conocer verdaderamente a Cristo,


permitir que ese conocimiento rija nuestra manera
de pensar y vivir.

Colosenses nos habla de la incomparable gloria del Señor Jesucristo. En esta


carta, el apóstol ha reunido los pensamientos más sublimes sobre Cristo, la
cabeza del cuerpo que es la iglesia. La razón de su énfasis parece ser la pre-
sencia de cierta herejía en la iglesia de Colosas, que colocaba a Cristo como
un intermediario de categoría angélica, anticipando quizá las especulaciones
gnósticas del siglo II. Como sea, tal posición, por muy elevada que fuese, ha-
cía de Cristo una mera criatura y no la encarnación del eterno Hijo de Dios,
que es la imagen del Dios invisible y el primogénito de toda creación.
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De este modo, en Colosenses hallamos una medida de la cristología más ele-


vada del Nuevo Testamento. Pablo no duda en declarar la identidad divina de
Cristo y su lugar hegemónico en la economía divina; esto es, su centralidad y
supremacía tanto en la creación como en la redención del mundo y la huma-
nidad. Este lugar central es, nada menos, que el misterio oculto desde los si-
glos y edades que ahora ha sido revelado a los santos (Col. 1:26): Que Cristo
ha de tener la preeminencia en todo. Este es el gran tema de su carta a los
Colosenses.
Creador y Redentor
Casi como haciendo eco de las palabras del evangelio, Pablo nos presenta a
Cristo como el amado Hijo de Dios, en quien Dios se complace de manera su-
prema. Por ello, Dios ha querido y establecido en el consejo soberano de su
voluntad que todas las cosas sean hechas por medio de él y para él (Col. 1:17),
y esto incluye todos los poderes y categorías angélicas. Todo está subordinado
a él, porque es su creador y sustentador. El universo le pertenece porque él lo
hizo. Dios creó todas las cosas por medio de él. Pero además, le pertenece,
por así decirlo, por partida doble; porque, por voluntad de Dios, él es también
su redentor.
La caída del hombre en Adán no solo afectó a la totalidad de la raza humana,
sino que también a toda la creación visible, que cayó bajo el dominio de la co-
rrupción, la decadencia y la muerte. Por ello, la sangre de su cruz no sólo re-
concilió al hombre con Dios, sino que también a toda la creación. No solo la
humanidad fue rescatada de las garras del pecado y la muerte, también lo fue
la creación dañada por los efectos del pecado.
La grandeza de Cristo
¿Quién o qué puede compararse con Cristo? Esta parece ser la pregunta tácita
que la carta a los Colosenses responde. Pues él se encuentra por encima de to-
das las ideas y conceptos que los hombres puedan imaginar o soñar sobre él.
Cristo es más grande que nuestros pensamientos y doctrinas acerca de él.
Aquí yace uno de los mayores peligros y tentaciones que la iglesia ha enfren-
tado y enfrentará hasta el fin: fabricarse un Cristo más pequeño, a escala hu-
mana. Un ídolo de nuestra propia factura que podamos acariciar y manejar a
voluntad. Sin duda, ésta es la fuente de la que manan todos los males que
aquejan a la cristiandad. No conocemos a Cristo. No como quién realmente
es: la plenitud de Dios, que esconde todos las riquezas de gracia, sabiduría,
conocimiento y poder que la iglesia necesita. No existe nada que no haya sido
provisto en él.
22 LA GLORIA DE CRISTO

¿Por qué, entonces, nuestra profunda pobreza y necesidad? La respuesta es


una sola: No le conocemos; no lo suficiente. La mayoría de nosotros se con-
tenta con un conocimiento superficial de ciertas doctrinas muy básicas acerca
de él. Pero no mucho más. Lo que de verdad nos interesa, y acapara nuestro
esfuerzo y atención, son nuestras necesidades y problemas. Cristo –es triste
decirlo– nos interesa en la medida que nos ayuda y socorre con nuestras vi-
das. Y si ello no ocurre, nuestra fe tambalea y nos llenamos de dudas y resen-
timiento. Pues no estamos interesados en conocerlo más allá de ese punto.
Pero, ¿por qué actuamos así?
El triunfo de Cristo
El apóstol comienza diciendo a los colosenses que Dios nos ha trasladado al
reino de su amado Hijo (Col. 1.13). Esta es una afirmación de importancia
fundamental. Todos nosotros nacimos bajo el dominio del pecado, y por tan-
to bajo la tiranía de nuestra carne. Esto significa que estamos radicalmente
inclinados hacia la satisfacción de nuestros deseos. Los deseos y necesidades

Nuestra necesidad más imperiosa es que la


luz de la palabra de Dios irrumpa en nuestros
corazones y renueve totalmente nuestra
manera de pensar. Nuestra tragedia radica en
nuestra ignorancia. Nuestro fatal
desconocimiento de Cristo.

de nuestro cuerpo nos tiranizan y demandan toda nuestra atención: ¿Qué co-
meremos? ¿Qué vestiremos?, etc., son las preguntas que acosan nuestra exis-
tencia. La vida humana entera se organiza y concentra en torno a ellas. Este
es el efecto del pecado sobre nuestra naturaleza. Nuestra carne es el centro
gravitacional de nuestra vida. Y así estamos bajo la potestad de las tinieblas.
Pero el evangelio nos trae vida y salvación. Somos libertados de la esclavitud
del pecado y la servidumbre de la carne y sus deseos. Somos traslados de un
universo, donde reina el oscuro sol de nuestro yo carnal, hacia otro, cuyo
centro de gravedad es un sol infinitamente más grande y luminoso. Es el rei-
no del Hijo de su amor.
Nuestra vida antigua ha sido sustituida por la suya. Nuestro centro de grave-
dad ha sido modificado. Un poder más grande que el pecado y la muerte nos
está rigiendo y gobernando desde el centro de nuestra naturaleza, redimida y
La gloria del conocimiento de Cristo 23
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regenerada. Cristo en nosotros es la esperanza de gloria (Col. 1:27). Un poder


inconmensurable nos está atrayendo hacia sí.
Todo esto ha sido realizado en la cruz. La vieja creación, con su sabiduría, le-
yes y principios, ha quedado atrás. El viejo hombre ha muerto, el cuerpo pe-
caminoso carnal ha sido echado fuera. Nuestros pecados fueron perdonados y
los decretos que nos condenaban han sido cancelados (Col. 3:14). Y, puesto
que el viejo hombre ha muerto, los poderes de las tinieblas han perdido su
base de operación. También ellos fueron vencidos y reducidos a la impotencia
en el triunfo del Crucificado. Como aquella larga fila de reyes, generales y ca-
pitanes que desfilaban encadenados tras el cortejo triunfal del conquistador
romano, así todos los poderes de las tinieblas, con su derrotado rey a la cabe-
za, marchan encadenados y reducidos a la total impotencia tras el cortejo
triunfal de Cristo. Este es el triunfo de la cruz (Col. 3:15).
El viejo hombre carnal, sometido a los poderes de las tinieblas fue quitado de
en medio en la cruz. La resurrección de Cristo es, luego, un nuevo comienzo.
El principio de una nueva creación. Una nueva humanidad ha sido levantada
en unión con Cristo. Este punto resulta vital para comprender la naturaleza
de nuestra salvación. Dios nos dio vida juntamente con Cristo, perdonándo-
nos todos nuestros pecados (Col.1:13). No obstante, ¿cuál es su significado?
Las riquezas de Cristo
Para entender las palabras del apóstol, es fundamental comprender primero
que aquí él no se refiere a algún evento en nuestra experiencia personal. No
se trata de alguna clase de experiencia mística. El sentido es que, de manera
objetiva, los valores eternos de la muerte y resurrección de Cristo han sido
puestos a nuestra disposición por medio del evangelio. Cuando creemos y nos
bautizamos nos incorporamos, por medio de la fe, a Cristo. Somos unidos a
él. De manera que somos incluidos de manera legal y real en su muerte y su
resurrección. Los valores de su muerte y su resurrección son puestos, por así
decirlo, a nuestra cuenta.
La regeneración o nuevo nacimiento es la confirmación efectiva de este he-
cho. Puesto que hemos sido incluidos en su muerte y resurrección, estamos
eternamente unidos a él. Por ello se nos ha participado su vida indestructible.
Su vida es ahora también la nuestra. Nuestra vida de esclavitud bajo el domi-
nio del pecado ha terminado. Otra vida nos sostiene y crece en nuestro inte-
rior. Su propia vida. Este es el secreto de la iglesia y de toda la vida cristiana.
Por esta razón, conocer a Cristo debe ser ahora la meta suprema de nuestra
vida. Una vida centrada en los deseos de la carne es una vida separada de
Dios y su gloria. Una vida de servidumbre y derrota. Pero no tenemos que vi-
24 LA GLORIA DE CRISTO

vir así. Pues ahora somos libres en Cristo. Por tanto, nuestra necesidad más
imperiosa es que la luz de la palabra de Dios irrumpa en nuestros corazones y
renueve totalmente nuestra manera de pensar. Nuestra tragedia radica en
nuestra ignorancia. Nuestro fatal desconocimiento de Cristo.
¿Por qué nos conformamos con tan poco? Somos como aquel rey de Israel
que, pudiendo golpear el suelo muchas veces con sus flechas, solo lo hizo tres.
Y el profeta Eliseo reprendió duramente su falta de fe y ambición espiritual.
Pues, la gracia es tan abundante, que nuestra mezquindad o timidez resulta
una grave ofensa hacia el Dador ¿No somos culpables, acaso, del mismo pe-
cado?
Pablo exhorta a los colosenses a no conformarse con los pobres sustitutos de
la religión, la tradición y las doctrinas humanas. ¿Si hemos resucitado con
Cristo, para que necesitamos esas cosas? Los creyentes de Colosas estaban
tentados a hacer de la fe un asunto de reglas y normas de comportamiento
exterior. Siempre que el conocimiento de la grandeza de Cristo desaparece del
horizonte de la iglesia, y ésta lo sustituye por un Cristo empequeñecido y mo-
delado por sus propias manos, se desliza hacia algún tipo de religión humana,
hecha de doctrinas, normas y costumbres carentes de vida y realidad. Nos
convertimos en creyentes rutinarios, de costumbres religiosas repetitivas,
centrados únicamente en nuestros propios intereses y deseos.
Colosenses es un gran llamado a apropiarnos de Cristo, de todas las riquezas
que Dios depositó en él para nosotros (Col. 1:27; 2:3). Nuestra cabeza posee
riquezas ilimitadas, que son todas nuestras por gracia de Dios ¿Qué podemos
hacer para apropiarnos de ellas?
Cristo, nuestra Vida
Gracias a Dios, el apóstol Pablo es un hombre muy práctico. No deja nada
simplemente en el terreno de las declaraciones doctrinales o teológicas. Pues
el propósito de Dios es que Cristo viva y exprese su vida en su pueblo. A la
gran verdad de nuestra unión con Cristo en su muerte y su resurrección, sigue
el que nosotros nos apropiemos de ella por medio de la fe, y vivamos gober-
nados por ella: «Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de
arriba» (Col. 3:1). ¿Nos hemos dado cuenta del inmenso significado de esta
verdad para nuestra vida práctica? Pues existe una conexión lógica ineludible.
Si verdaderamente hemos muerto y resucitado con Cristo (y este es un hecho
necesariamente verdadero respecto de nosotros si es que hemos sido salvos),
entonces ya no podemos vivir más bajo los poderes y rudimentos del mundo.
Puesto que estamos vitalmente unidos a Cristo, nuestros intereses y deseos
no pueden ser más los de esta tierra, sino los suyos en el cielo.
La gloria del conocimiento de Cristo 25
25
25

Esto es lo que significa estar en Cristo. Hemos sido separados del mundo, el
pecado, la carne y los poderes de las tinieblas por medio de su muerte. Estos
ya no tienen más poder ni dominio sobre nosotros. Sin embargo, este hecho
se hace parte de nuestra experiencia a medida que nos apropiamos de Cristo.
Y Pablo agrega aquí una frase que es clave para entender cómo se realiza:
«Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra». La expresión
«poned la mira» significa, literalmente, «fijar la mente». Pero aquí se refiere
a la disposición de la mente; a aquellos pensamientos habituales y constantes
que gobiernan nuestra conducta y decisiones.
En otras palabras, se trata de la ocupación constante de nuestra mente, que,
de acuerdo a Pablo, debe ahora enfocarse en conocer a Cristo como su ocupa-
ción principal y habitual. «Las cosas de arriba» no son alguna clase de vida
futura en el cielo. Son todas las cosas relativas a Cristo, quién está sentado a
la diestra de Dios (Col. 2:1); esto es, en victoria y triunfo eternos. ¡Y nuestra
vida está escondida y segura en él! Nada de esta tierra puede tocarlo y alcan-
zarlo. Está para siempre más allá de los poderes del pecado y la muerte que
imperan en el mundo. Esta vida celestial y gloriosa es la que ahora vivimos
por el poder y la presencia del Espíritu Santo.
La clave práctica de esta vida nueva en Cristo está en aprender a asirnos de la
Cabeza (Col. 2:19). Y esto se realiza cuando nos despojamos de nuestra mente
carnal, y nos apropiamos de la mente de Cristo, porque así nos estamos
asiendo de nuestra Cabeza. Ahora bien, sólo conocemos la mente de otras
personas a través de sus palabras. Si no escuchamos sus palabras no pode-
mos conocer sus mentes. De manera que nos apropiamos de la mente de
Cristo a través de sus palabras. Ellas tienen el poder de renovar nuestra men-
te e introducirnos en la poderosa corriente de vida del Espíritu. Por ello el
apóstol Pablo nos exhorta a poseer en abundancia la palabra de Cristo en
nuestra vida de comunión. Es por medio de ella que hacemos morir lo terre-
nal en nosotros.
Es por ello que el ministerio de la palabra resulta vital en la iglesia. Pues su pro-
pósito es presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre (Col. 1:28). El mis-
terio de Dios está en que Cristo llegue a ser la vida plena y perfecta de su pue-
blo. Y para ello, él debe ser formado en las mentes y los corazones de los suyos.
Nuestra unión con Cristo en Espíritu llegará a ser efectiva en nuestra experien-
cia cuando nuestras mentes, y sentimientos e intereses fundamentales lleguen
a estar totalmente conformados a la mente, los sentimientos y los intereses de
Cristo. En este punto las inescrutables riquezas de Cristo serán plenamente
nuestras. Este es el conocimiento pleno de Cristo, para el cual –es necesario rei-
terarlo– el conocimiento de la palabra de Dios es de capital importancia.
26 LA GLORIA DE CRISTO La gloria del conocimiento de Cristo

Para que esto sea posible necesitamos una reorientación total de nuestras vi-
das. No podemos continuar enfocados solamente en nuestros asuntos terre-
nales, nuestras luchas e intereses en este mundo, como si en ellos radicara el
objeto de todas nuestras esperanzas y anhelos. Si las metas que gobiernan
realmente nuestra vida son meramente mundanas y terrenales (trabajo, casa,
bienes materiales, etc.), estaremos muy lejos del reino de Dios. Las cosas ce-
lestiales nos parecerán insípidas e insustanciales, y su mención no alcanzará
a provocar más que una tibia reacción en nuestro corazón, demasiado débil
para apartarnos de las atracciones y diversiones de este mundo caído.
Pero, cuando nuestros ojos se abran para ver a Cristo en toda su gloria y gran-
deza, y conocerlo se convierta en nuestra meta suprema, nuestra vida será al-
terada de manera radical. El cielo dejará de ser una esperanza futura y nebu-
losa, para convertirse en algo más cercano y sustancial que cualquier cosa de
esta tierra. Cristo comenzará a crecer día a día en nuestros afectos y pensa-
mientos más íntimos. Su presencia se nos volverá tan real como el aire que
respiramos o el suelo que pisamos. Aún más, descubriremos, al igual que
Jacob en Bet-el, que él siempre ha estado presente con toda su riqueza y es-
plendor, sólo que nosotros no lo sabíamos.
Rodrigo Abarca

Citas escogidas

Una persona puede ir al cielo sin salud, sin riquezas, sin honores, sin
haber aprendido nada y sin amigos, pero nunca sin Cristo.
John Dyer

Yo recuerdo dos cosas: que soy un gran pecador y que Cristo es un gran
Salvador.
John Newton

No es tu permanencia en Cristo lo que te salva, sino la permanencia de


Él en ti.
C.H. Spurgeon

Siempre que alguna cosa desagradable o que disgusta te suceda, recuerda


a Cristo crucificado, y calla.
Juan de la Cruz (1542-1591)

Tus ofensas acumuladas no sobrepasan la multiplicidad de las


misericordias de Dios: tus heridas no sobrepasan la habilidad del gran
médico.
Cirilo de Jerusalén (c.315-386)

El haber abandonado mi derecho a “tener la razón” me ha ayudado a


disfrutar del poder de la gracia de Dios como nunca antes.
David Wilkerson
27
27
27

La gloria de Cristo
Uniendo el cielo y la tierra

La doble reconciliación obtenida por Cristo:


de la creación y de los hombres.
Colosenses 1:15-19.

A partir del verso 15 del capítulo 1 de Colosenses, Pablo nos da una revelación
muy gloriosa sobre la persona y la obra de Cristo. Mientras repasamos estos
versículos, intentaremos apreciar lo que Pablo quiso enseñarnos.
El versículo 15 nos dice que Dios es invisible; sin embargo, nuestro Señor es
«la imagen del Dios invisible». La palabra imagen en griego tiene dos signifi-
cados; uno es la representación, el otro es la manifestación. Esto significa que
nuestro Señor Jesús es la representación de Dios y también la manifestación
de Dios.
28 LA GLORIA DE CRISTO

«A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer» (Jn 1:18). Es por eso que nosotros le vemos, porque
nuestro Señor es el Hijo de Dios; él está en el seno del Padre y solo él puede
manifestarlo. Nuestro Señor Jesús es único. «Él es la imagen del Dios invisi-
ble, el primogénito de toda creación».
Dos significados de primogénito
Hay dos significados para primogénito en la Biblia; el primero habla del
tiempo en que alguien ha nacido. Ustedes recuerdan que todos los primogéni-
tos del pueblo de Israel, en la Pascua, serían salvados si realmente ponían la
sangre del cordero sobre el dintel de la puerta. Pero en la Biblia hay otro uso.
Si se habla solo del primogénito en términos de tiempo, la frase: «el primogé-
nito de toda creación» dará la impresión incorrecta, es decir, como el primer
ser creado. Pero ese no es el caso aquí. ¿Cómo lo sabemos? Juzgando cómo el
Espíritu Santo utiliza esta palabra en toda la Biblia. Sí, a veces, él la utiliza en
referencia al tiempo; cuando alguien es primogénito usted sabe que él es el
primero nacido en una familia.
Éxodo 4:22, dice: «Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo,
mi primogénito». Todos sabemos que, con respecto a las naciones, Israel de-
finitivamente no es el primogénito, pero aquí no se hace referencia al tiempo.
Se relaciona con el propósito de Dios con Israel. Esto habla de la primacía, de
algo en el corazón de Dios, no según el orden del tiempo.
«Yo también le pondré por primogénito, el más excelso de los reyes de la tie-
rra» (Salmo 89:27). Este versículo se refiere a David, aunque señala al
Mesías. De todas formas, David no es el primogénito según el tiempo. Pero si
vemos en el corazón de nuestro Dios, definitivamente él dijo: «Yo le haré mi
primogénito». A partir de estos versículos, sabemos que hay dos maneras de
utilizar la palabra primogénito.
Entonces, ¿cómo sabemos cuándo refiere al primero o al segundo caso? He-
mos de juzgar por el contexto. Ahora, si leemos el verso siguiente, sabemos
que no puede aplicarse al tiempo: «Porque en él fueron creadas todas las co-
sas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue
creado por medio de él y para él».
Todas las cosas fueron creadas en él; él es el Creador, así que, en definitiva, él
no es el primero creado. Es imposible. En la cita: «Él es la imagen del Dios
invisible, el primogénito de toda creación», el primogénito significa la prima-
cía. Él no es un ser creado, él es la primacía sobre toda la creación.
Uniendo el cielo y la tierra 29
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La primacía de Cristo en ambas creaciones


«Porque en él fueron creadas todas las cosas… por medio de él y para él». El
Espíritu Santo utilizó tres preposiciones diferentes aquí. En él, por medio de
él y para él. Ahora, «en él» significa que, en el principio, antes de que Dios
creara el cielo y la tierra, él ya había creado «en él»; es decir, en su mente, en
la eternidad pasada, Dios ya tenía una idea sobre la creación. Todo aquello ya
estaba en él.
Por ejemplo, si tú visitas el lugar donde está Brasilia, la capital del Brasil, hace
50 años, esa parte del mundo era un desierto. Pero un día, un gran arquitecto
brasileño se paró en aquel sitio, y se puede decir que en ese momento Brasilia
estaba ya en él, en su mente. Él llevó a cabo su plan, y si visitas hoy ese lugar,
tú encuentras a Brasilia. ¿Cómo era esa ciudad en su mente? Él pensó en un
avión 747, y diseñó toda la ciudad como un 747. La sede del gobierno corres-
ponde al asiento del piloto. Si hoy ves la ciudad desde el aire, verás la forma
de un gran jet jumbo 747.
Fue lo mismo con nuestro universo. En Él, en la eternidad pasada, todas las
cosas fueron creadas. Luego, todas las cosas fueron creadas por medio de él –
cuando llegó el momento en que el Señor lo pusiera en acción. Entonces el
tiempo comenzó. Nuestro tiempo es como paréntesis: hay una eternidad pa-
sada y una eternidad futura. Ahora, cuando Dios comenzó a trabajar, fue
cuando el tiempo comenzó, y todas las cosas fueron creadas por medio de él.
Pero no sólo por medio de él, sino también para él.
No solo eso, en el versículo 17, dice: «Y él es antes de todas las cosas». Pienso
que el obispo Moule trató de recordarnos que en griego eso significa: «Antes
que todas las cosas fuesen, él es». Esto nos recuerda cómo nuestro Señor dijo
a los judíos: «Antes que Abraham fuese, yo soy». Esa palabra, «Yo soy», es el
nombre de Jehová Dios. Dios dijo: «Yo soy el que soy». Por eso, cuando el
evangelio de Juan menciona el «Yo soy», se refiere realmente al nombre de
nuestro Señor Jesús. Cuando oyeron a Jesús decir esto, ellos retrocedieron.
¿Por qué? Porque antes de todas las cosas él es.
«…y todas las cosas en él subsisten». Eso significa que el universo puede per-
manecer unido debido a un factor – aquel que lo mantiene unido. En él todas
las cosas tienen consistencia. No es de extrañarse que cuando nuestro Señor
Jesús moría por nosotros en la cruz, cuando la gente golpeaba al Hijo de
Dios, cuando la vara de la ira caía sobre él –porque Cristo es el centro del uni-
verso–, cuando aquello ocurría en la cruz, la tierra entera tembló. Sin duda, él
es antes de todas las cosas y en él todas las cosas se sostienen. Así es el uni-
verso; esa es nuestra visión del cosmos.
30 LA GLORIA DE CRISTO

Ahora, esa es la vieja creación. Pero en la nueva creación, en el verso 18, «él es
la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de
entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia». Ya sea que se
hable del mundo material o del universo redimido, del universo gobernado o
del universo de acuerdo al sistema de la gracia, él es la cabeza del cuerpo, la
iglesia. La Biblia no dice que él es la cabeza de la iglesia que es su cuerpo; dice
que él es la cabeza del cuerpo, la iglesia.
«…él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en
todo tenga la preeminencia». Él es el Alfa, el principio, el primogénito de en-
tre de los muertos. No solo es el primogénito sobre toda la creación, sino tam-
bién el primogénito de entre los muertos. Luego, «para que en todo…», en to-
das las cosas – enfatiza otra vez todo –, «para que en todo tenga la preemi-
nencia». Ahora podemos ver la primacía de Cristo, la total suficiencia de Cris-
to. Cuando hablamos de la persona de Cristo, esa es la persona que Pablo in-
tenta presentarnos. Esta es la comprensión correcta, la revelación correcta
acerca de Cristo.
Cristo y la reconciliación de todas las cosas
Eso en cuanto a la persona. Ahora, ¿qué decir acerca de su obra? Versículos
20-23: «…y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que
están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante
la sangre de su cruz. Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extra-
ños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha recon-
ciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros
santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis
fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que
habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo;
del cual yo Pablo fui hecho ministro».
Al estudiar esta parte, vemos definitivamente la obra de Cristo. ¿Cómo vemos
esa obra? Pablo nos da una real visión de conjunto. Si estudiamos Efesios, ve-
mos solo una porción, pero solo en este libro él nos da un cuadro tan comple-
to. Ahora para entender eso, tenemos que recordar el capítulo 1 del Evangelio
de Juan. Recuerden que en el principio, Juan presenta a Cristo como el Cor-
dero de Dios. Pero luego, en el mismo capítulo, él presenta a Cristo como la
escalera celestial, recordándonos el sueño de Jacob.
En el Antiguo Testamento, los ángeles subían y bajaban por esa escalera.
Pero ahora, según nuestro Señor, él es esa escalera celestial. ¿Qué significa
eso? Por una parte, vemos que él es el Cordero del Dios; el mediador entre
Dios y el hombre. Es el pecado lo que separa al hombre de Dios, así que noso-
Uniendo el cielo y la tierra 31
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31

tros estamos lejos de Dios, y él está lejos de nosotros. Él es Dios y nosotros


somos hombres pecadores. El pecado crea una distancia entre Dios y el hom-
bre. Pero, cuando Cristo murió en la cruz, él fue nuestro mediador. Con una
mano, él tomó nuestra mano y en la otra él tomó la mano de Dios. Nosotros
pecamos contra Dios y éramos sus enemigos, pero en la cruz, Cristo puso es-
tas dos manos sobre su pecho y luego murió.
De esta manera, siendo nosotros pecadores, el Cordero de Dios murió en la
cruz y nos reunió con Dios. Ahora fuimos hechos cercanos al Padre. Por su
sangre, a través de la cruz, Cristo ha abierto un camino vivo para entrar al Lu-
gar Santísimo. Estábamos lejos, pero ahora podemos acercarnos a él. La san-
gre de nuestro Señor nos trae cerca del Padre. Ese es un lado de la historia.
Cuando se habla de la raza humana, de cómo hemos caído, ese es el cuadro.
Pero ese no es el único cuadro. También necesitamos hablar del universo.
Ahora, después de la caída, ¿qué sucedió al universo? Después de que el peca-
do entró en el mundo, no solo separó a Dios del hombre, sino que también
separó el cielo de la tierra. Entonces, no solo está Dios lejos del hombre, sino
que el cielo está altísimo sobre la tierra; no hay cómo medir esto. Antes de la
caída, en el jardín de Edén, esta tierra era el espejo que reflejaba el cielo; el
cielo y la tierra eran distinguibles, pero no podían ser separados. Tú no tenías
que subir al cielo para ver el cielo, podías ver cielo en la tierra. Pero, debido al
pecado, a partir de entonces el cielo estuvo lejos de la tierra.
Esa es la historia verdadera del principio, y por qué necesitamos la obra de la
cruz. Es por eso que necesitamos la escalera, y Cristo vino a ser la escalera.
No fueron los ángeles. Ellos subían y bajaban por la escalera, pero no podían
hacer nada para traer el cielo de vuelta y reconectarlo con la tierra.
Cristo es nuestro mediador; por eso, por medio de su sangre, cuando él estu-
vo en la cruz, fuimos reconciliados con él y podemos ser cercanos. Él pudo
acercarnos a él. Esto es muy maravilloso. Recuerden hoy que él no está leja-
no. Tú no necesitas ninguna otra escalera más que Cristo mismo, la escalera
celestial, para estar cerca. Solo en esta carta, Pablo habla primero de cómo
Cristo realmente combinó el cielo y la tierra juntos.
Para los cristianos, aquellos que han sido salvados, el cielo y la tierra están
unidos otra vez. Pero, para los incrédulos, incluso hoy, aunque tienen una
ojeada de la belleza de la creación de Dios, cuando ven el sol salir o ponerse, o
la belleza del océano, ven solo el océano. Raramente les recuerda a Dios. ¿Por
qué? Porque el pecado les ha separado. La carta habla de un universo redimi-
do, porque hoy toda la creación está sometida a vanidad. Por eso Pablo habla
de que toda la creación gime.
32 LA GLORIA DE CRISTO

Hace muchos años, en Cambridge, hubo un nuevo descubrimiento. A través


de una máquina, se pudo percibir cierta clase de señales del espacio exterior.
En el principio, se pensó que provenían de los ‘extraterrestres’, pero más tar-
de se descubrió que era una estrella que moría. Al morir, enviaba una señal,
casi como un gemido. Cuando la estrella está muriendo, significa que el uni-
verso entero está sujeto a vanidad, esperando la manifestación de los hijos de
Dios.
Tras la caída del hombre, eso es lo que sucedió al universo. Pero, gracias a
Dios, cuando Jesús murió en la cruz, él nos reconcilió con Dios. Él es la esca-
lera. Él reconcilió todas las cosas consigo mismo – las cosas en la tierra y las
cosas en el cielo. Él realmente unió el cielo y la tierra. Eso es lo que sucedió
con nosotros. Es por eso que hoy vivimos bajo un cielo abierto. Pero, para los
pecadores, el cielo nunca está abierto.
Incluso en el Antiguo Testamento, aunque Ezequiel habla del cielo abierto,
ese era solo el primer cielo; él nunca vio el tercer cielo abierto. Pero, gracias a

A través de los dolores de parto de Cristo, na-


ció la iglesia. Ahora cuando la iglesia comien-
za a crecer, cuando el cuerpo comienza a cre-
cer, cada uno de nosotros debe pasar por
cierta clase de sufrimiento. Pero ese sufri-
miento no tiene relación con nuestro pecado.

Dios, después de haber sido salvados, nosotros sí. Ustedes recuerdan que,
cuando Jesús subió del río de Jordán, el cielo fue realmente abierto.
Después de eso, ¿qué vio Esteban antes de su martirio? El cielo abierto. Él
pudo penetrar en el tercer cielo y ver a Jesús de pie junto al trono, como si él
diera la bienvenida a quien daba su vida por su Maestro. Ahora, gracias a
Dios, nosotros estamos siempre bajo el cielo abierto. Esa es nuestra visión del
cosmos, nuestra visión del universo. Gracias a Dios, por la Palabra podemos
ver que Cristo es nuestra escalera celestial.
El ministerio de Pablo para con la iglesia
Esa es la primera parte. Como nuestra escalera celestial, él unió el cielo y la
tierra. Pero no solo eso. Verso 21-22: «Y a vosotros también, que erais en
otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras,
Uniendo el cielo y la tierra 33
33
33

ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte,


para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él». Él es
una salvación maravillosa. Él es nuestro mediador. Esa es la obra de Cristo.
Se nos dice de una manera muy clara. Pero el verso 19, después de hablar de
la persona de Cristo, «el primogénito de entre los muertos, para que en todo
tenga la preeminencia», dice: «…por cuanto agradó al Padre que en él habi-
tase toda plenitud».
Por una parte, él es la cabeza del universo – para que él tenga la preeminen-
cia en todas las cosas. Él es el todo y en todos, así que él debe tener la prima-
cía en todas las cosas. Eso significa que agradó al Padre que en él habitase
toda plenitud; es decir, toda la plenitud del Padre en él. Por eso, cuando ha-
blamos de la persona de Cristo, también hablamos de la plenitud de Cristo.
Todo lo que Dios es, se encuentra en él.
Ese es el fin de la sección sobre la persona de Cristo, y luego tenemos la obra
de Cristo. Verso 23: «…si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe,
y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predi-
ca en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho
ministro». Pablo es, en definitiva, un ministro de la reconciliación.
Vemos aquí la obra de Cristo, pero no está restringida solo a esto. Verso 24-
25: «Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo
que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia, de la
cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada
para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios».
Sabemos que cuando Jesús murió por nosotros en la cruz, él padeció. Y ade-
más de aquel sufrimiento, sabemos que un soldado perforó su costado y esa
lanza hizo manar agua y sangre. La sangre es para perdonar, y el agua para
dar vida. Así como Adán cayó en un sueño profundo y de su costado Eva fue
creada. Pero Eva era solamente un tipo. Del costado de nuestro Señor, nació
la iglesia. Esas son las aflicciones de Cristo.
La aflicción de Cristo es doble. Por una parte, él murió por nuestros pecados.
Por otra parte, él quiso repartir su vida. Su vida era un grano de trigo. Una
vida maravillosa. Pero él quiso liberar esa vida. ¿Cómo podía él hacer eso? Él
tuvo que pasar por el sufrimiento para que la iglesia naciera.
¿Por qué Pablo habla de aquello que falta de las aflicciones de Cristo? No debe-
ría haber carencia aquí; todo debería ser pleno. Pero, de alguna manera, Pablo
habla acerca de lo que está faltando. Cuando estaba en la prisión, él estaba su-
friendo. Él dijo que él se gozaba en lo que sufría por la obra de Cristo. Ahora, la
obra de Cristo fue ya acabada en la cruz. Pero hoy, el Espíritu Santo aún está
34 LA GLORIA DE CRISTO

obrando en ti y en mí. Él quiere hacer todo plenamente cumplido en nosotros.


Él desea que todo aquello que fue consumado en la cruz sea hecho real en tu
vida y en mi vida. Por eso, Pablo deseaba ser un ministro. Él quería servirnos.
Con respecto a la obra de Cristo, por una parte, él murió por nosotros como
Salvador y consumó la obra de redención; mientras que, por otra parte, la
iglesia nació porque él liberó su vida y nosotros recibimos esa vida. Todos no-
sotros somos salvados. Gracias a Dios, ya no somos más pecadores bajo con-
denación, sino que también gozamos de su vida, del árbol de la vida. Gracias
a Dios, él nos dio vida. Para que la iglesia naciera, él pasó a través del sufri-
miento, a través de dolores de parto.
Pero esa no es toda la historia. Pablo dice: «Ahora me gozo en lo que padezco
por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo
por su cuerpo, que es la iglesia» (v. 24). ¿Por qué él habla así? Si hablamos
del nacimiento del cuerpo, eso es el sufrimiento de Cristo. Pero hoy, el cuerpo
de Cristo, la iglesia, debería crecer en esta tierra. Pablo y los otros obreros, los
ministros de la iglesia, tenían que sufrir. Cuando hablamos de la edificación
del cuerpo de Cristo, no sólo Pablo o los otros tenían que sufrir, porque si es-
tudiamos Efesios capítulo 4, entonces vemos que todos estamos implicados
en esta obra.
Nosotros somos llamados a esta obra central de la edificación del cuerpo de
Cristo. Cuando la iglesia nació, nuestro Señor padeció mucho en la cruz. Pero,
ahora, lo que está faltando de las aflicciones de Cristo no tiene nada que ver
con la redención. En ese respecto, Pablo no tiene nada que ver con ello; fue
Cristo y Cristo solo quien sufrió por nuestro pecado. Eso es todo – como Sal-
vador, no hubo comunicación o compañerismo aquí. Si Pablo tiene cierta cla-
se de comunión con los sufrimientos de Cristo, no tiene nada que ver con el
rescate. Tiene que ver con el cuerpo.
A través de los dolores de parto de Cristo, nació la iglesia. Ahora cuando la
iglesia comienza a crecer, cuando el cuerpo comienza a crecer, cada uno de
nosotros debe pasar por cierta clase de sufrimiento. Pero ese sufrimiento no
tiene relación con nuestro pecado. No. Según el principio de Dios, cuando se
necesita construir algo, cuando se necesita liberar la vida, entonces es necesa-
rio pasar a través de la cruz.
Aquí, ustedes pueden ver que Dios continúa trabajando hoy por medio del
Espíritu en su iglesia. Todo esto es parte de la obra de Cristo. La obra de Cris-
to ya fue hecha en la cruz; pero él aún continúa su trabajo por medio del Espí-
ritu Santo y él aplica su obra de modo que llegue a ser muy efectiva en noso-
tros. Entonces, cuando hablamos de la obra de Cristo, no puede terminar con
Uniendo el cielo y la tierra 35
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el verso 23; hay que seguir. Aquí no sólo se habla del cuerpo, sino también del
crecimiento del cuerpo.
Entonces, en el capítulo siguiente, hallaremos que allí había muchas diferen-
cias. ¿Por qué la iglesia no podía crecer? Había problemas allí, y por esa razón
Pablo tenía que sufrir. ¿Por qué Pablo tiene esas cadenas? ¿Por qué él fue
puesto en prisión? Por una razón – a través de su ministerio, la iglesia podría
realmente crecer y es por eso que él nos da estas cartas desde la prisión, y por
eso podemos apreciar lo que él está intentando decirnos. Veamos un poco
más.
La revelación del misterio
«…fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para
con vosotros, para que anuncie cumplidamente [completamente] la palabra
de Dios» (v. 25). ¿Qué significa para la Palabra de Dios estar completa? Es
como si la palabra de Dios no estuviera completa. Pablo tiene algo más que de-
cir – completar la Palabra de Dios. El verso 26 dice: «…el misterio que había
estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a
sus santos». Pablo habla de un misterio oculto por edades y generaciones.
Los filósofos hablaron de misterio, los herejes de Colosas hablaron de miste-
rio, pero Pablo también habla de un misterio. Este misterio era de una índole
diferente. Este misterio fue revelado en el árbol de la vida. Había estado ocul-
to por siglos y edades, pero ahora ha sido revelado a sus santos. Todos noso-
tros somos sus santos. No sólo para algunos pocos elegidos, no solo para
aquellos con conocimiento. No. ¡Qué maravillosa obra! Ahora, en su obra, se
supone que nosotros conocemos su misterio, porque nos ha sido revelado.
Nosotros anhelamos saber cuál es ese misterio.
«…a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este miste-
rio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria» (v.
27). Lo importante a considerar es que es un misterio glorioso – «la gloria de
este misterio». Pero no solo eso, tú también tienes las riquezas de esta gloria,
no solo un poco de la gloria. No solo aquí y allí. No, la Biblia dice: «…las ri-
quezas de la gloria». Recuerden que cuando Pablo trata de darnos algo, es
siempre algo completo. No solo un misterio, sino también la gloria de ese
misterio, y las riquezas de la gloria de este misterio. A ellos, Dios quería dar a
conocer esto. ¿Y cuáles son esas riquezas de la gloria del misterio? «Cristo en
vosotros, la esperanza de gloria».
Aquí se dice que Cristo mora en nosotros. No sólo murió por nosotros en la
cruz. No sólo es Cristo en el cielo. «Cristo en vosotros, la esperanza de glo-
ria». No solo el misterio. Nos habla de las riquezas de la gloria de este miste-
36 LA GLORIA DE CRISTO

rio. Es Cristo habitando. ¿Por qué tenemos esperanza? Cuando te miras a ti


mismo, o a la iglesia hoy, no hay esperanza. Pero, porque Cristo está en ti,
esta es la esperanza de gloria.
Esta es la obra de Cristo. No es sólo la obra de Cristo en la cruz. También él
continúa obrando a través del Espíritu Santo. «Cristo en vosotros, la espe-
ranza de gloria». Entonces la iglesia crecerá. Entonces la iglesia tendrá un
mañana, un futuro creciendo en madurez. ¿Tenemos una esperanza para ma-
ñana? Sí, debido a Cristo en la iglesia, en cada de nosotros, en cada individuo,
entonces la iglesia crecerá, con nuestro sufrimiento. Cuando nosotros real-
mente tengamos comunión con sus padecimientos y la cruz realmente trabaje
profundo en nosotros, entonces la iglesia madurará.
«…a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo
hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo
hombre» (v. 28). A él predicamos. Nosotros predicamos al Cristo que habita.
No sólo predicamos a Cristo ascendido. También predicamos a Cristo en sus
santos, en su iglesia. «Amonestando a todo hombre, y enseñando a todo
hombre en toda sabiduría». No advirtiendo solo a unos pocos escogidos, sino
a todo hombre. Enseñando a cada miembro de la iglesia.
Algunas personas creen que la iglesia es todo, y hablan solo de vida corporati-
va y no de la vida individual en todos. Sin embargo, para ver la plenitud de
Cristo, «a él anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo
hombre». En griego, es la misma palabra para todo que se refiere a la pleni-
tud. «…a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre». Recuer-
den, a todo hombre, perfecto en Cristo Jesús. La palabra perfecto aquí signifi-
ca maduro.
Cuando Pablo predicaba, él amonestaba y enseñaba a todo hombre en toda sa-
biduría. Pero, ¿por qué tú necesitas esa sabiduría? Porque todo hombre necesi-
ta ser maduro. No un niño. Esta es la obra de Cristo. Él no sólo murió por su
iglesia y ascendió por su iglesia. Ahora, por causa de Su cuerpo, Pablo llegó a
ser un ministro. Él deseaba completar la palabra de Dios; para hacer la palabra
de Dios plena. ¿Cómo podía esa palabra ser completa sin el misterio de Cristo?
Ese misterio de Cristo es la iglesia, y es Cristo en ustedes la esperanza de gloria.
Eso explica toda la obra de Cristo de una manera muy clara. Al mismo tiem-
po, podemos ver que Pablo intentaba corregir aquel aspecto del árbol del co-
nocimiento del bien y del mal que estaba en el trasfondo. Pero ahora vemos el
árbol de la vida en el primer plano, y vemos qué clase de vida es esta. Es una
vida plena. Cada persona debe ser hecha perfecta en Cristo Jesús – todos de-
ben ser maduros. Solo cuando cada uno es maduro, la iglesia alcanzará la
Uniendo el cielo y la tierra 37
37
37

edad adulta. Las vidas individuales son muy importantes y la vida corporativa
es muy importante. Pero recuerden que el fundamento de esa vida corporati-
va es la vida individual. Gracias a Dios. Este misterio fue hecho manifiesto no
solo a los obreros, o a un grupo selecto o a una élite, sino a cada uno de noso-
tros.
Si tú ves este misterio, sabrás que lo que Dios desea no es solo un cuerpo, es
el cuerpo que crecerá. No es solo un bebé. Es solo cuando alcanzamos edad
adulta. Cuando cada uno de nosotros alcanza la madurez, entonces el cuerpo
de Cristo crecerá y aumentará. Esa es la obra.
«…para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual
actúa poderosamente en mí» (v. 29). Pablo tiene una meta. Él no sólo predi-
caba el evangelio. Él no sólo quería que ellos fueran salvos. Él no sólo les ha-
cía saber sobre una salvación inicial, sino también que nuestra salvación es
diaria. Tenemos que experimentar la salvación de nuestras almas; entonces
todos seremos maduros y alcanzaremos el objetivo.
Cristo, la plenitud
Pero Pablo tuvo que pagar el precio, y esa es la razón por la cual él estaba en
prisión, en cadenas. Por eso él dice que se goza en su sufrimiento por ellos. Él
conocía la obra de Cristo, así que él conocía el significado de sus cadenas. En-
tonces, cuando escribió esta carta, él vertió hacia fuera de su corazón cuál es
esta vida. Es no sólo una vida más profunda, no sólo una vida más elevada –
es también una vida plena. Un miembro no es suficiente. Es necesario el
cuerpo entero para apreciar la plenitud de Cristo.
Gracias a Dios, Pablo también habló de la plenitud. En el árbol del conoci-
miento del bien y del mal, muchos filósofos y maestros de la religión también
hablaron de la plenitud, pero aquello era totalmente diferente. Cuando Pablo
habla de la plenitud de Cristo, significa la suma total. Pablo dice que la pleni-
tud del Padre habita en Él. ¿Qué significa eso? Todo, toda la plenitud, está
únicamente en él.
Aquí Pablo no sólo trabajaba para la iglesia en general, sino que él también
trabajaba para Colosas. En el verso 1 del capítulo 2, él dice: «Porque quiero
que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en
Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro». El conflicto aquí
significa agonía. Pablo estaba en agonía por los santos allí y en Laodicea. Ha-
bía una razón para ello. Él vio el obstáculo del árbol del conocimiento del
bien y del mal. «…y por todos los que nunca han visto mi rostro». Por todas
partes tenemos el mismo problema – hoy, esto puede ser aplicado a nosotros,
aunque localmente fue aplicado a Colosas.
38 LA GLORIA DE CRISTO Uniendo el cielo y la tierra

«…para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar
todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de
Dios el Padre, y de Cristo…» (v. 2). ¿Por qué Pablo estaba trabajando y en tal
agonía? Con un propósito: para que nosotros seamos alentados, unidos en
amor y capaces de lograr todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de
conocer el misterio de Dios. Por eso es que Pablo se hizo ministro de la iglesia
– él quería que ellos lograran esto.
Hay dos traducciones aquí: «…el misterio de Dios el Padre, y de Cristo», o
«…el misterio de Dios el Padre, Cristo», pero, con todo, después de decir:
«Cristo», entonces dice: «…en quien están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y del conocimiento». En Cristo están reunidos todos estos tesoros.
Así pues, si tú deseas conocerlos, ellos están ocultos en Cristo. La plenitud de
la Deidad y del Padre mora en él, al igual que estos tesoros de la sabiduría y
del conocimiento. Esa es la obra de Cristo.
También a través de sus santos, cuando somos edificados juntos, perfecciona-
dos, estamos levantando el cuerpo de Cristo a medida que pasamos por dolo-
res de parto, y finalmente deberíamos poder alcanzar ese lugar, obteniendo
todas las riquezas de pleno entendimiento, dando por resultado un conoci-
miento real del misterio de Dios, esto es, de Cristo mismo.
Eso es todo sobre la total suficiencia de Cristo. Algunas personas en Colosas
pensaban que el evangelio era muy simple; que no era lo suficientemente
bueno. Ellos intentaron agregar algo a Cristo y ese fue el problema. Recuer-
den, el árbol de la vida es suficientemente bueno. No se necesita agregar nada
al árbol de la vida. Eso es lo que Pablo intenta demostrarnos a través de esta
carta.
Christian Chen
Mensaje oral impartido en Nueva York, USA, en noviembre de 2009.

Sólo Cristo

No la Iglesia, sino Cristo. No las doctrinas, sino Cristo. No las formas,


sino Cristo. No las ceremonias, sino Cristo. Cristo, el Dios-hombre, dando
su vida por la nuestra – sellando la eterna alianza y dándonos paz a través
de la sangre de su cruz. Cristo, el depósito divino de toda luz y verdad, “en
quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”.
Cristo, el vaso infinito, lleno con el Espíritu Santo, Aquel que ilumina, que
enseña, que despierta, que conforta de tal forma que “todos nosotros
hemos recibido de su plenitud, y gracia sobre gracia”. Éste, éste solamente,
es el refugio del alma afligida, la roca sobre la cual ella puede construir el
hogar para habitar, hasta que el gran tentador sea apresado, y todo conflicto
termine en victoria.
Horatious Bonar (1808-1889)
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La gloria de Cristo
La doble primogenitura de Cristo

Los gloriosos efectos


de la doble primogenitura de Cristo.

Todos concordamos en que la epístola a los Colosenses presenta la mención


más exhaustiva y completa de la gloria de Cristo reunida en un pequeño nú-
mero de versículos. Me refiero al pasaje comprendido entre los versículos 13 a
23 del primer capítulo de esta magnífica epístola. El único otro pasaje que
presenta una mención tan gloriosa como ésta, aunque no tan exhaustiva, es
aquel de Hebreos 1:1-4.
También sabemos, por la historia, que en la época en que esta carta fue escri-
ta existió algo descrito como «la herejía colosense». Esta enseñanza herética
era una extraña combinación de gnosticismo y judaísmo muy atractiva para
40 LA GLORIA DE CRISTO

los sentidos y el intelecto carnal. La iglesia de los colosenses fue atraída por
esta enseñanza que, podemos decir así, sugería que, si bien no necesitarían
abandonar a Cristo o despojarse de Cristo para ser «perfectos», sí necesita-
rían tener a Cristo y algo más.
Los gnósticos estaban obcecados con la obtención del conocimiento con res-
pecto a todas las cosas, cómo comenzó todo, cómo funciona todo y cuál es el
secreto que está por detrás del universo. Los judaizantes eran obcecados con
su ritualismo religioso y tangible que apelaba tanto a las sensaciones huma-
nas. La unión de estos dos representaría una gran arma del maligno para des-
truir al cristianismo, desviando los ojos de los discípulos de Cristo hacia otro
foco y distrayéndolos con sus apelaciones a los sentidos de la carne.
El antídoto divino contra esta arma era uno solo: una presentación del signi-
ficado espiritual de la plenitud de Cristo. La palabra pleroma, que significa
‘plenitud’, era muy utilizada en el vocabulario de los gnósticos, y Pablo hace
uso de ella en esta epístola para decir que toda la plenitud de la Deidad está
corporalmente presente y es manifestada en Cristo.
Todo lo que podemos pensar con respecto a Dios, cómo es él –su amor, justi-
cia, poder, sabiduría–, todo esto reside, habita, permanentemente en Cristo, y
en él tenemos la descripción del ser de la Deidad. Al hacer esta descripción,
Pablo nos da, por el Espíritu, un cuadro de la deslumbrante gloria de aquel
que es no solo un hijo, sino «el Hijo de Su amor». En este cuadro, él es llama-
do dos veces «primogénito», siendo el primogénito de toda creación (v. 15) y
también el primogénito de entre los muertos (v. 18).
En estas dos descripciones están las dos glorias centrales de Cristo en este pa-
saje. Como primogénito de toda creación, él es el principio de la creación ma-
terial, de la primera creación; el principio de todo, no creado pero sí el propio
Creador, y el más elevado, según las palabras dirigidas al Mesías en el Salmo
89:27: «Yo también le pondré por primogénito, el más excelso de los reyes
de la tierra». Como primogénito de entre los muertos, él es el principio de
una nueva creación, de una creación espiritual, siendo él mismo la Cabeza de
esta nueva creación, que lo tiene a él mismo como la Cabeza, y la iglesia como
Su propio cuerpo (v. 18). Así, «si alguien está en Cristo, nueva criatura es»,
pues en él Dios introdujo un nuevo comienzo, un nuevo principio. ¡Bendito
sea su nombre!
El Primogénito de toda creación
Cada uno de estos títulos se relaciona con una lista de los aspectos de las glo-
rias de Cristo. Vamos a examinarlos sucintamente. Unido al primero de ellos,
el primogénito de toda creación, dice que Cristo es la «imagen del Dios invisi-
La doble primogenitura de Cristo 41
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ble», pues en él y solo en él está tanto la representación exterior como la rea-


lidad interior de lo que la Deidad es en sí misma, pues «quien me ve a mí, ha
visto al Padre».
El Hijo, siendo el Logos divino, concentra en sí mismo todo aquello que Dios
es y todo aquello que de Dios se puede conocer, y entonces lo manifiesta a los
seres creados. Después de estas afirmaciones, son agregadas varias preposi-
ciones de gran importancia para explicar el tremendo significado de la supre-
macía de Cristo en relación a todo el universo.
Se dice que «en él» fueron creadas todas las cosas, significando que él es la
esfera dentro de la cual está todo lo que existe. Él es la base de sustentación
de todas las cosas, de tal manera que si él sufriese alguna variación en su ser y
carácter, o si cualquier clase de tinieblas pudiese alcanzarlo, todo lo que fue
creado en él se desintegraría. En él también están fundamentados todos los
poderes creados en los cielos.

En él todo se mantiene cohesionado. Cristo es


el poder integrador de todas las cosas creadas.
Pablo habla del poder integrador de la pleni-
tud de Cristo, es decir, todo el universo se sos-
tiene en cohesión por causa de Aquel que es el
mismo ayer, hoy, y lo será por siempre.

Todo también fue creado «por medio de él», queriendo decir que él es el vehí-
culo de toda la creación, pues sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.
Todo lo que fue creado lleva consigo Su marca original, fue hecho a través de
él, de modo que pudiera responder a Sus designios eternos.
También todo fue hecho «para él», pues él es el heredero de todas las cosas, y
todo cuanto el Padre tiene es de él. Esto implica que él es la razón, propósito y
fin de todo cuanto fue creado y que finalmente todo traerá gloria a él de una
forma u otra, cuando él revele plenamente su justicia y también su misericor-
dia en los tiempos de la consumación de todas las cosas.
¡Es un privilegio de sus redimidos, como sus primicias, reconocerlo desde ya
como soberano absoluto, santificándolo como Señor en sus corazones y vi-
viendo en él, por medio de él y para él! Aún se dice que «todas las cosas en él
subsisten», lo que contiene la idea de que en él todo se mantiene cohesiona-
do. Así, Cristo es el poder integrador de todas las cosas creadas. Pablo, contra
42 LA GLORIA DE CRISTO

todas las ideas gnósticas ya incipientes en aquellos días, habla del poder
integrador de la plenitud de Cristo, es decir, todo el universo se sostiene en
cohesión por causa de Aquel que es el mismo ayer, hoy, y lo será por siempre.
El Primogénito de entre los muertos
Unido al segundo de sus títulos, es decir, el de primogénito de entre los muer-
tos, están las declaraciones de que él es la Cabeza del cuerpo, de la iglesia,
queriendo con esto decir que en todo lo que le pertenece a él por mérito per-
sonal, como el varón aprobado por Dios, nosotros tenemos garantizada una
participación, y que ésta, su tan grande gloria, será experimentada y manifes-
tada por aquellos que son Su cuerpo.
Éstos que están unidos al Hombre glorificado en una unión tan plena e in-
quebrantable, serán exhibidos como un espectáculo tanto a los hombres
como a los ángeles, cuando el Señor venga para ser glorificado en sus santos y
para ser admirado en todos los que creyeron, y solo así él tendrá toda la pri-
macía. A través de su muerte y por la eficacia de la sangre del Cordero perfec-
to de Dios, todas las cosas de los cielos y de la tierra fueron reconciliadas con
él, y serán colocadas un día en plena armonía con lo que el Padre de gloria
planeó para ser manifestado en la revelación de la gloria de los hijos de Dios,
en unión con aquel que es el resplandor de la gloria de Dios.
Con una visión tan completa de Cristo, Pablo no podía dejar de decirles que
ellos eran perfeccionados en Cristo (2: 10), significando que en él ellos habían
recibido vida completa y que nada les faltaba que de algún modo pudiese ser
alcanzado fuera de Cristo o más allá de él. Debido a esta revelación de un
Cristo tan inmenso, Pablo cumplía lo que restaba de sus aflicciones en su car-
ne, las aflicciones de un colaborador de Cristo en la edificación de su iglesia
(1: 24), puesto que, las aflicciones para la redención de ella, Cristo ya las ha-
bía cumplido cabalmente.
También, por motivo de esta revelación, Pablo anunciaba a Cristo, advirtien-
do y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, para presentarlos plenos y
perfectos delante de Él, y esforzándose para esto hasta el cansancio. También
les animaba a «asirse de la Cabeza» (2: 19), es decir, a glorificar la Cabeza en
toda la vida y conducta de ellos, sometiéndose en todo a Él, no dejándose in-
fluenciar por el ritualismo, el misticismo, el ascetismo o cualquier especie de
filosofía humana, que para nada servían sino para fortalecer la carne en sus
codicias sensuales o racionales, en vez de mortificarla.
Pablo también nos introduce en el capítulo 3 en la visión de la gloria de Cristo
como el nuevo hombre, en el cual él mismo es el todo, y en todos. Este nuevo
hombre de una nueva creación tiene a Cristo Jesús como su cabeza, ya en el
La doble primogenitura de Cristo 43
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trono de Dios y a su diestra (3: 1), y un cuerpo de muchos miembros unidos


intrínsecamente con él aquí en la tierra.
Este nuevo hombre se renueva día a día hasta alcanzar la plenitud de su lla-
mamiento, se renueva «de gloria en gloria», de fuerza en fuerza y de fe en fe,
recibiendo de su plenitud «gracia sobre gracia». Entonces, a nosotros nos
compete habitar en él y tener sus palabras morando en nosotros de modo que
alcancemos la plena madurez y la medida de Su estatura. Nuestra responsa-
bilidad es tener una actitud definida de mente, determinada a pensar en las
cosas de lo alto, donde vive Cristo (3:1-2), pues él es el deseo que constriñe
nuestros corazones.
Concluyendo, podemos decir que una revelación de la grandiosidad de Cris-
to desde el punto de vista de Dios es la única salvaguarda contra los errores,
sean de doctrina o de ética, así como el único medio de alcanzar Su pleni-
tud. Así, que podamos también ser «llenos del pleno conocimiento de su vo-
luntad, en toda sabiduría y entendimiento espiritual», contenidos en aquel
en quien están ocultos todos los tesoros de Dios, y que las glorias de Cristo
sean para nosotros tan absorbentes que podamos vivir vidas llenas de su
plenitud.
Que Dios nos introduzca más profundamente en su inmensurable Cristo.
Romeu Bornelli
(Traducido del portugués)

Lo más importante

Cierta vez se le pidió a una dama cristiana hablar en una Casa de Refugio
para mujeres pobres. Cuando ella llegó, fue donde la Directora, y mientras
hablaban, vieron por la ventana a una mujer afuera, sentada en el suelo.
La dama preguntó por ella. La directora contestó: “Ha estado muchas
veces así, a la puerta de la Casa; se va y vuelve otra vez. Es una vida
arruinada. Nada hemos podido hacer con ella, es muy dura y de baja
condición”.
La dama le dijo: “Hazla entrar”. La directora contestó: “La gente está
reunida para oírte. Tienes solo una hora para hablar”. La dama replicó:
“Esto es más importante”. Y salió, y fue donde estaba sentada la mujer.
“Hermana mía, ¿cuál es tu problema?”, le dijo. La mujer contestó: “No soy
tu hermana”. La dama puso su mano sobre ella y le dijo: “Sí, yo soy tu
hermana… y te amo”. Y así le habló hasta que el corazón de la pobre
mujer fue tocado. La conversación se demoró algún tiempo, mientras la
gente reunida esperaba pacientemente. Finalmente, la dama llevó a la
mujer al salón. Allí estaba la pobre criatura. No podía sentarse en una
silla, pero se sentó en un taburete al lado del asiento de la disertante.
Había hallado a alguien que realmente la amó, y ese amor le dio entrada
al amor de Jesús.
Adaptado de Entrega Absoluta, de Andrew Murray
44 LA GLORIA DE CRISTO

La gloria de Cristo
Asidos de la Cabeza

Un llamado a vivir la realidad de Cristo, y a tomar


la carga del Espíritu en oración.

“Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entreme-
tiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no
asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por
las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios” (Col. 2:18-19).

Hemos venido compartiendo, en diferentes localidades, la carta a los Efesios.


¡Cuánta riqueza tenemos en el Señor! Efesios nos ha posicionado en un lugar
tan elevado, sentados en lugares celestiales con Cristo Jesús, y de esa posición
nadie nos moverá, porque es el Señor quien nos colocó allí. Pero también he-
mos visto que, comenzando en los cielos, en la gloria, poco a poco la Palabra
Asidos de la Cabeza 45
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va aterrizando en términos muy prácticos y, a partir de Efesios 4, se nos habla


de nuestra responsabilidad frente a la gracia que nos ha sido dada. Entonces
tenemos ese «andar en el Espíritu», que implica nuestra responsabilidad.
Dentro de esa carta hay un versículo que también hemos revisado, muy simi-
lar a lo que acabamos de leer en Colosenses. En Colosenses se dice: «…y no
asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y
uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da
Dios». Efesios dice: «…para que… crezcamos en todo en aquel que es la ca-
beza» (Ef. 4:15). Y sabemos quién es la Cabeza: Cristo es la Cabeza de la igle-
sia.
Efesios y Colosenses son cartas gemelas. De hecho, para entender las verda-
des de Efesios, tenemos que entender necesariamente también las verdades
de Colosenses, porque son complementarias. Se dice que fueron escritas en el
mismo tiempo.
Dos clases de hermanos
En Colosenses, el apóstol Pablo va hablar de algo bien particular. La primera
parte del versículo 19 dice: «…y no asiéndose de la Cabeza», o no aferrándose
a la Cabeza. Es muy interesante este versículo. Pablo contrapone dos situacio-
nes, dos tipos de hermanos – porque esta carta fue escrita a creyentes. En el
versículo 18 habla de que nadie nos prive de nuestro premio, pero luego dice
que la condición de algunos es estar «vanamente hinchados por su propia
mente carnal».
Pablo aquí hace la diferencia entre aquellos que están hinchados por su pro-
pia mente carnal, en contraposición con el versículo 19, que son los que están
unidos a la Cabeza. Y, ¿qué pasa con éstos? Ellos crecen. El versículo 19 nos
da la clave del crecimiento: crecemos asiéndonos de la Cabeza.
Entonces, aquellos que no permanecen asidos a Cristo no maduran, porque el
crecimiento solo es posible cuando el cuerpo está unido a la Cabeza. Pablo
menciona que estos hermanos están hinchados, pero no crecidos. Es muy in-
teresante la palabra que se ocupa aquí: «vanamente hinchado», porque la ex-
presión «hinchado» se usa también en 1ª Corintios. En esa carta, unas cuatro
o cinco veces se usa la palabra traducida del griego. Sin embargo, en la carta a
los corintios se ha traducido como «vano».
Por ejemplo en 1ª Corintios 8:1 dice: «El conocimiento envanece, pero el
amor edifica». En el original es: «El conocimiento hincha». Es muy intere-
sante esa expresión. Cuando algo está hinchado, en su interior no hay nada,
puede haber aire, pero nada más. Algo vano es algo vacío. Sin embargo, hay
46 LA GLORIA DE CRISTO

una acepción de la palabra «vano» que es mucho más interesante. Tomada


en este contexto, significa falto de realidad, falto de sustancia, falto de esen-
cia.
Cuando dice: «...vanamente hinchado por su propia mente carnal», quiere
decir que estos hermanos no han crecido en el Señor, porque no han estado
ligados a la Cabeza. Sin embargo, al verlos externamente, parecen robustos,
parecen crecidos. Nuestro Dios ve mucho más allá de lo que nuestros ojos
ven. Y él ve, y dice: «No, no están crecidos; están hinchados». ¿Se fijan, her-
manos, la importancia que tiene este versículo para nosotros? Nosotros pode-
mos estar hoy reunidos, podemos participar y testificar del Señor. ¡Qué pre-
cioso es cuando la iglesia testifica! Sin embargo, que hoy el Señor examine
nuestros corazones.
¿Cuántas de nuestras declaraciones son una realidad, y cuántas son producto
de una vana mente carnal? Aquí se habla a creyentes, y a éstos el Señor los
descubre y les dice que son solamente «hinchazón», son solo aire, y no hay
realidad en ellos.
¿Recuerdan cuando el Señor Jesús se dirige a una higuera queriendo hallar
fruto en ella? Era una higuera frondosa, verde. Verla era algo precioso. Pero
él no encuentra fruto; solamente hojas. ¿Podemos aplicar ese ejemplo a lo
que estamos diciendo? Perfectamente. Podemos decir, entonces, que ese ár-
bol representa también este tipo de creyentes, que tienen muchas hojas, que
se ven verdes y frondosos; sin embargo a la hora que el Señor va a buscar un
fruto, no lo halla.
Fruto = realidad
¿Qué es ese fruto? Ese fruto, en el fondo, es realidad. ¿Sabe lo que el Señor
busca de nosotros? Realidad. No busca solo proclamas con respecto a que él
es el Señor. Si en realidad el Señor es tu Señor y es mi Señor, entonces esa
proclama cobra vida, y se hace real en medio nuestro, y entonces él reina so-
bre su casa. De otra forma, no. Así que, cuán importante es esta palabra – que
vivamos nuestra vida ligados a la Cabeza. No hay otra forma de crecer.
¿Te imaginas cuán raro sería que un cuerpo anduviera sin cabeza? Es una
imagen horrenda para nuestras mentes. ¡Sin embargo, en nuestra realidad
espiritual, muchas veces hemos andado como un cuerpo sin cabeza, porque
no le hemos reconocido a Él como nuestra autoridad! Hermano, el Señor es
el Señor de la iglesia, y debemos anhelar que eso sea una realidad en noso-
tros. Esa es la gloria de la iglesia, y tenemos provisión en el Señor para que
eso sea una realidad, porque hemos muerto y nuestra vida está escondida con
Cristo en Dios.
Asidos de la Cabeza 47
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Ahora, esto de lo cual hablamos, parte primero en forma individual. Es cier-


to que el Señor es Cabeza de su iglesia en forma corporativa. Sin embargo,
para que eso sea real en la iglesia, primero debe ser realidad en tu vida. En
tu casa, en tu familia, con tus hijos, en tu matrimonio, ¡él tiene que ser la
Cabeza! Si no lo es, entonces, ¿cómo vamos a pretender que él sea el Señor
en la iglesia?
Que el Señor nos socorra a todos, para que el Espíritu Santo vaya descubrien-
do nuestros corazones. ¿Cómo hemos vivido este tiempo? ¿Hemos andado li-
gados a la Cabeza, sujetos a Cristo? El Espíritu Santo pueda hacer en nuestros
corazones un examen profundo, primero en forma individual, para que luego
sea en forma corporativa.
Hay una traducción del versículo 18b que quiero compartir. En vez de decir:
«vanamente hinchado por su propia mente carnal», dice que es una persona
«llena de sí misma». Y tiene sentido, porque una persona que aún está llena
de sí misma, jamás estará unida con la Cabeza. Si yo estoy lleno de mí mismo,
de mis ideas, de mis proyectos, de mis necesidades, todo centrado en mí mis-
mo, ¿cómo podría estar sujeto a la Cabeza? Es imposible. Hermanos, que no
sea esta nuestra condición. El Señor misericordioso, a través de esta palabra,
pueda traer profundo arrepentimiento a nuestros corazones, para que, si este
ha sido nuestro estado, ya no lo sea más.
Ahora, cuando hablamos de este ‘unirnos a la Cabeza’, todavía pareciera ser
algo abstracto, que no entendemos muy bien lo que significa. Yo puedo decir,
para empatizar con los hermanos: «¡Sí, hermanos, yo estoy unido con la Ca-
beza!». Pero, en términos prácticos, ¿cómo me doy cuenta de que yo o mi
hermano, o nosotros como congregación, estamos realmente unidos a la Ca-
beza?
Hay muchas marcas, muchas evidencias, si una congregación anda de esta
forma. La carta a los Colosenses está llena de estas marcas. Solo una, al pasar.
Aquí, en Colosenses, el apóstol Pablo llama la atención a los hermanos, di-
ciendo: «…perdonándoos unos a otros… de la manera que Cristo os perdo-
nó». ¿Quién de nosotros podría perdonar como Cristo perdonó, si no está li-
gado a la Cabeza? No podríamos.
¿Cómo nos perdonó él Señor? Su perdón fue unilateral. ¡Él nos perdonó! Yo
no fui donde él a pedirle perdón. No; ¡él vino y él nos perdonó! ¡Gloria al
Señor! Pero ese perdón que él nos dio, es el perdón que él también deman-
da a la iglesia que está unida a Cristo. ¿Se fija, hermano? Aquí podemos ver
si lo que proclamamos cada vez que nos reunimos es una realidad en noso-
tros.
48 LA GLORIA DE CRISTO

Cristo en el centro
Podríamos ahondar mucho más en esa marca, pero quiero poner el énfasis en
algo más. Se reconoce una iglesia que anda ligada a la Cabeza, porque Cristo
«es el todo, y en todos» en ella. También está en Colosenses esa expresión.
Para una iglesia local, que Cristo sea el todo, significa que esa iglesia no tiene
otro centro de atención, otro foco, sino Cristo; no desea otra cosa, sino a Cris-
to; no se distrae con nada, porque su atención es Cristo. Si una iglesia está li-
gada a la Cabeza, siempre en su corazón está su Señor.
En nuestros días, muchos cristianos, infelizmente, han perdido, de alguna
forma, la atención del Señor. Se han distraído de Cristo, y otras cosas vienen
a cobrar mayor relevancia. También nos puede ocurrir a todos, si, por ejem-
plo, comenzamos a enfatizar los dones, y a exaltar al don por sobre el Dador
del don. Podemos distraernos de Cristo, y ya no es él nuestro foco sino un

¿Sabe lo que el Señor busca de nosotros?


Realidad. No busca solo proclamas con
respecto a que él es el Señor.

cierto predicador, y si éste no predica, entonces pareciera que la Palabra no


fluye. Lo mismo ocurre con la alabanza. Si no usamos estos acordes, o no in-
novamos en esto y en lo otro… Cristo deja de ser el centro, y la música pasa a
ser el centro. ¿Se fijan?
¿Cuál es el llamado del Señor hoy día? Es un llamado dulce, pero al mismo
tiempo fuerte y firme: «¡No se distraigan de mí!». ¡Que las cosas del mundo
no nos distraigan de la persona más bendita que hemos conocido! ¡Él es el
mayor de todos, él es el excelso, él es el sublime, a él rendimos nuestra vida!
¡Señor, que nada nos distraiga de ti! ¡Que nada nos aparte del Señor, herma-
nos!
Satanás no descansa; él va a poner una y otra artimaña con tal de que tú te
distraigas, de que yo me distraiga. Y no quiero hablar de pecados groseros,
porque sabemos eso, pero el enemigo es mucho más sutil, y tu don, tu gracia,
te puede distraer de Cristo. ¿Sabes a qué nos lleva esto, entonces? Nos lleva a
estar siempre delante de nuestro Dios.
Colosenses 1:9-10: «Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos,
no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimien-
Asidos de la Cabeza 49
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to de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis


como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena
obra, y creciendo en el conocimiento de Dios». Este era el deseo de Pablo
para la iglesia en Colosas, pero también es el deseo del corazón del Señor
para todas las iglesias: Que seamos llenos del conocimiento de su voluntad.
Una iglesia ligada a su Cabeza, conoce cuál es la voluntad de su Señor. Así
como nuestro cuerpo conoce cuál es la voluntad de la cabeza, y le obedece, así
también la iglesia conoce la voluntad de Dios.
La carga del Señor en Nehemías
¿Conocemos cuál es la voluntad de Dios en este tiempo? No estoy hablando
de la voluntad eterna de Dios, porque la conocemos, y podemos decir, por
ejemplo, que su voluntad es llevar muchos hijos a la gloria. Esa es su voluntad
eterna; pero hay también una voluntad presente, una carga en el corazón del
Señor. La carga de Dios hoy día es la misma de ayer; sin embargo, a veces se
nos olvida cuál es la carga de su corazón. Con respecto a esto, quiero dar un
ejemplo en la Escritura, en la historia de Nehemías.
Nehemías era el copero del rey, que estaba siempre delante de él sirviéndole.
Nehemías se encontraba en Babilonia, cautivo, junto con los demás. Sin em-
bargo, su situación era distinta a la del resto del pueblo, porque él llegó a ser
el copero del rey. Éste no era un cargo menor, era un cargo de confianza ab-
soluta, porque si al rey le pasaba algo por causa de la comida o la bebida, el
copero era el responsable. Nehemías alcanzó el favor del rey.
Nehemías capítulo 1 es muy interesante. Cuando él está en ejercicio de su
función, vienen algunos desde Israel, y él les pregunta: «¿Cómo está Jerusa-
lén?». Y recibe el reporte de que Jerusalén estaba destruida, absolutamente
en ruinas. Cuando Nehemías se enteró de esto, hizo duelo, ayunó y oró. Tal
vez él nunca estuvo en Jerusalén antes; pero, ¿por qué hubo en su corazón
esta reacción? A veces reaccionamos de esta forma cuando nos informan so-
bre una situación relacionada con una persona que conocemos. Parece ser
que nos duele más, porque conocemos al afectado. Pero cuando no es así, lo
lamentamos un poco, pero no es tan significativo.
Quería puntualizar esto, porque el lloro de Nehemías, su ayuno y sus oracio-
nes, no son una carga de él en particular, sino una carga de Dios. A lo mejor él
nunca tuvo una experiencia con Jerusalén, ni recorrió sus calles, ni había ser-
vido en el Templo; sin embargo, su corazón se compungió, y Dios vio en él un
corazón dispuesto a llevar Su carga.
Nehemías no era un predicador, no era un profeta. Por lo que deducimos de
su mismo libro, él era un hombre de oración. Por lo tanto, Dios escoge, para
50 LA GLORIA DE CRISTO

restaurar su testimonio en la tierra, no a los predicadores, al menos no en pri-


mera instancia, porque Esdras viene después; primero es Nehemías. Hoy,
Dios está buscando hombres y mujeres que estén dispuestos a llevar Su carga.
¿Y cómo llevaremos su carga? Si estamos unidos a la Cabeza. Si no lo esta-
mos, entonces a mí no me va a interesar lo que a él le interesa, no voy a sufrir
por lo que él sufre, y voy a sufrir solo por mí, todavía.
Pero, ¿cuál es la invitación del Señor? «Llevad mi carga, llevad mi yugo. Mi
yugo es ligero. Es mi yugo, es mi carga, lo que tienes que llevar; no es tu car-
ga». ¿Se fija, hermano? No es tu carga, no son tus problemas; porque de esas
situaciones, él se va a encargar. Eso es fe: él se va a encargar de tus proble-
mas. Es como si el Señor dijese: «Mira, de tus cargas me preocupo yo. Pero te
voy a pedir un favor (porque el Señor es tan tierno con nosotros, que no nos
impone nada, sino que casi rogándonos nos pide): Yo llevo lo tuyo, tus cargas,
tus problemas, aquellas preocupaciones nocturnas, aquellos desvelos por las
deudas, por tu familia, por tus hijos. Pero quiero una sola cosa de ti: que tú
lleves mi carga».
Hermanos, como iglesia, ¿estamos dispuestos a llevar la carga del Señor, a
derramarnos, como Nehemías, por Su carga? Nehemías no oró por sí mismo,
no lloró ni ayunó por sí mismo. Su situación no podía ser mejor, él ocupaba
un lugar de privilegio; sin embargo, cuando recibió la carga del corazón de
Dios, se presentó ante el rey y aunque estaba prohibido presentarse con el
semblante demudado, él se arriesgó, se presentó, y en pocas palabras, le dijo
al rey: «Tengo que irme».
Nehemías lo dejó todo, porque Dios había puesto su carga en él y no podía
hacer otra cosa, sino cumplir con lo que Dios le había encomendado. Enton-
ces, él deja el palacio y se va a las ruinas de Jerusalén, porque era un hombre
de oración, un hombre que buscaba a Dios siempre, y Dios ve en él un cora-
zón dispuesto, un corazón que está con el Señor y con Su carga, en completa
armonía.
Hermanos, ¿cuál es la carga del Señor hoy día? ¿Cuál es la voluntad de Dios
hoy día? Con nosotros, con la iglesia; hay una voluntad específica, hay una
voluntad clara. Se nos ha venido hablando todo este tiempo sobre una línea
de pensamiento: Que ya no seamos más niños, sino que crezcamos y madure-
mos, que seamos creyentes e hijos maduros. Esa es la voluntad de Dios para
nosotros hoy día.
Dios quiere que dejemos nuestras niñerías y seamos creyentes maduros, que
dejemos de tener pleitos por niñerías y le miremos a él y le sigamos a él,
quien soportó mucho más que nosotros, quien soportó aun el oprobio por no-
Asidos de la Cabeza 51
51
51

sotros. Todo esto se cumple solo si estamos ligados a la Cabeza, que es Cristo.
En términos prácticos, un hombre que está ligado a la Cabeza, va a ser un
hombre que tendrá la carga del Señor en su corazón, y esa carga lo llevará a
doblar sus rodillas, a orar por lo que el Señor quiere.
En Nehemías capítulo 4, vemos a Nehemías en plena faena de reconstruc-
ción. Y, siempre que se inicia un proceso de restauración, hay oposición. Lo
vemos aquí con Sanbalat y Tobías, unidos para intentar que el pueblo de Is-
rael no continuase con la obra de reedificación de los muros y del templo,
usando muchas artimañas para entorpecer la obra de Dios. Una de ellas fue
decir sutilmente: «Te ayudamos; queremos colaborar contigo también», pero
su propósito no era colaborar – Ellos querían distraerlos de Cristo.
Hay muchos enemigos espirituales intentando distraerte de Cristo día a día.
Ahora, si esto es así, si sabemos que ellos están ocupados en distraernos de lo
que es importante, ¡cómo no hemos de doblar nuestras rodillas todos los días
delante del Señor, para que él nos guarde! Nehemías se dio cuenta de esto.
Por eso, cuando están los enemigos al acecho, para defender los muros, él va
ubicar –y esto es muy significativo– no a los soldados, sino a las familias.

¿Cuál es el llamado del Señor hoy día? Es un


llamado dulce, pero al mismo tiempo fuerte y
firme: «¡No se distraigan de mí!».

«Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios
abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con
sus arcos» (4:13). Los puso por familias, eso es muy interesante. ¿Quiénes
son los que, en primera instancia, van a defender el testimonio de Dios en la
tierra?... Porque, en ese momento, Jerusalén era el testimonio de Dios que te-
nía que ser restaurado. ¡Nehemías puso a las familias!
Nehemías 4:14: «Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficia-
les, y al resto del pueblo –Mira la arenga de Nehemías, en el Espíritu del Se-
ñor–: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible». Sí,
tenemos enemigos. Ellos van a hacer lo imposible por sacarte de Cristo, no te
quepa duda. Pero no temamos; acordémonos del Señor, grande y temible. Así
es tu Señor, hermano. Solo cuando me acuerdo de quién es el Señor, en mi
corazón no habrá temor frente a mis enemigos, porque sé que él es el que me
guarda, él es el que me defiende, él es el que está por mí. ¡Gloria al Señor!
52 LA GLORIA DE CRISTO

Es lo mismo en Colosenses. Cuando Pablo ora por la iglesia en Colosas, él


pide tres cosas: Uno, «que seáis llenos del conocimiento de su voluntad»;
dos, «que andéis … agradándole en todo»; tres, «que seáis llenos del conoci-
miento de su voluntad». ¿Se fijan? Lo último, «llenos del conocimiento de su
voluntad». ¿Qué dice Nehemías? «Acordaos del Señor».
¿Conocemos al Señor? Tal vez alguno de ustedes podría preguntar: «Herma-
no, ¡qué pregunta estás haciendo, si estamos aquí!». Pero la pregunta es váli-
da, porque de acuerdo a lo que vimos al principio, podemos estar aquí, pode-
mos venir todos los días domingos a reunión puntualmente; sin embargo, to-
davía podemos no conocer al Señor, podemos vivir una vida vana, podemos
estar viviendo una irrealidad. Por eso es importante esta palabra. ¡Acordémo-
nos del Señor, conozcamos al Señor!
No vamos a pretender que ya le conocemos. Hemos recibido mucha Palabra,
por mucho tiempo; pero eso no nos haga pensar que ya le conocemos com-
pletamente, que ya no necesitamos nada más. ¡No, hermano! Él es eterno;
nos faltará eternidad para conocerle. Que nuestro corazón se llene de este
sentir. ¡Queremos conocerte a ti Señor, queremos conocerte más y más, por-
que este es el conocimiento que produce vida, que produce realidad en noso-
tros; si no, viviremos solamente una ilusión, viviremos un engaño!
Después dice: «…y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos, por
vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas». Dos puntos aquí:
primero, el verbo pelead. Fíjense muy bien, hermanos. ¿Qué está ocurriendo
en la escena en el contexto aquí? Venían enemigos que querían destruir los
muros que estaban siendo reconstruidos. Sin embargo, la orden de Nehemías
en su arenga al pueblo, no fue: «Peleemos para que no nos boten los muros».
No dijo: «Tenemos que pelear por Jerusalén, tenemos que pelear por estos
muros». No dijo así. ¿Qué dijo? «Pelead por vuestras familias».
Entonces, ¿qué estamos reconstruyendo? En el fondo, ¿aquello era solamente
una ciudad con muros? No. ¿Estaba en peligro, en ese momento, la ciudad
amurallada? No. Nehemías vio mucho más allá, por el Espíritu del Señor. Vio
que lo que estaba en peligro no eran los muros, no eran las piedras. Estaba en
peligro la familia; porque si no, no se entiende que él diga: «Pelead por vues-
tros hermanos, por vuestros hijos, por vuestras hijas, por vuestras mujeres y
por vuestras casas».
Hermanos, es muy interesante que aquí se desglose esto, porque a veces nos
cuesta entender también a nosotros. Pero aquí está claro. Si yo preguntara di-
ciendo: «¿Por qué tiene que pelear usted hoy día, mi hermano?», podríamos
responder esto, que tiene directa relación con Efesios 6:12: «Porque no tene-
Asidos de la Cabeza 53
53
53

mos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potesta-
des, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes». Tene-
mos una pelea que dar. A veces no nos damos cuenta, a veces pareciera ser
que todo marcha tan bien, y eso nos hace olvidar que hay una lucha desatada
en los cielos.
Yo les decía esto a los hermanos en Chol-Chol, a los padres: Hay alguien más,
aparte de ustedes como padres, y del Señor, que también quiere a tus hijos.
Hay una persona que no los quiere para bien. ¿Y, sabes qué?, él va a luchar
por conseguirlos. En muchos casos pareciera ser que los padres se han dado
por vencidos, han dejado de luchar por los hijos. Pareciera ser que el enemigo
ya ganó esa batalla. Entonces, nuestras oraciones cesan; ya no oramos como
antes.
Hermano amado, tú tienes un Señor que nunca ha perdido una batalla; con
tu hijo tampoco la perderá. Pero, ¿de qué depende? De que estemos ligados a
la Cabeza. ¡Oh, hermano, si estamos unidos a Cristo, él lo hará; él lo traerá y
él lo sentará a tu lado aquí en la reunión, y alabarán juntos al Señor! ¡Herma-
nos, pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas!
¿Preocupación o angustia?
Hermanos, hay una diferencia fundamental entre la angustia y la preocupa-
ción. Son dos conceptos que a veces manejamos y los hacemos sinónimos. Y
decimos que estamos preocupados por algo cuando hay una preocupación en
nuestro corazón con respecto a algún asunto. Sin embargo, hay una diferen-
cia semántica entre estas dos palabras.
¿Qué es la preocupación? La preocupación tiene una cualidad, y esa cualidad
es que dura un breve tiempo. Entonces, yo digo, por ejemplo: «Estoy preocu-
pado por el hermano que no viene desde hace dos domingos a reunión». Es-
toy preocupado. Pero, cuando lo veo en la tercera reunión, la preocupación se
va. «Ah, apareció. ¡Qué bueno!». Pero, ¿qué es la angustia? Es distinto. La an-
gustia es un dolor intenso y profundo. La angustia, a diferencia de la preocu-
pación, no se va tan luego, permanece.
Ahora, yo pregunto: ¿Qué creen ustedes que sintió Nehemías en el capítulo 1,
con respecto a Jerusalén? ¿Preocupación o angustia? Si Nehemías hubiese
sentido solo preocupación, sí, hubiese orado, hubiese ayunado uno o dos días,
y después se le hubiese pasado, porque se hubiese afanado en sus quehaceres,
y se hubiese olvidado. Tal vez, unos dos meses más tarde hubiese venido de
nuevo la misma preocupación. Pero su corazón no se preocupó, sino que se
angustió. Hubo un dolor profundo en su corazón, del cual no podía zafarse.
54 LA GLORIA DE CRISTO Asidos de la Cabeza

Hermanos, ¿por qué nos estamos angustiando nosotros hoy día? ¿Nos esta-
mos angustiando por lo que Dios quiere que nos angustiemos? ¿O, por las co-
sas de Dios, hay solo una preocupación? Yo creo que lo que Dios quiere es
que su iglesia, en este tiempo, se angustie; porque solo desde la angustia, el
Señor puede restaurar las cosas. No de una oración ‘preocupada’, sino de una
oración que nace de un corazón angustiado. ¡Angustiémonos por nuestros hi-
jos, angustiémonos por nuestras hijas, angustiémonos por nuestras esposas,
por nuestros esposos! ¡Haya una angustia en nuestra oración!
¿Sabe lo que le conviene a mi esposa? Que yo muera, y me voy a angustiar
por eso. No una angustia que llame a la desesperación, sino una angustia del
Señor, la angustia que nace de su corazón, hasta que Cristo sea formado en
nosotros. Pablo dice: «Hijitos míos, por los cuales vuelvo a sufrir dolores de
parto hasta que Cristo sea formado en vosotros».
¿Nos vamos solo a preocupar por el hermano que no vino? No, nos vamos a
angustiar. «Hermano, ¿pero cómo, tan exagerado?». Hermano amado, yo
creo, en mi corazón, que este tiempo que vivimos no da para otra cosa. Si tú
ves las noticias y ves la realidad, vemos cómo está el mundo, cómo Satanás ha
ejercido tal influencia en la sociedad, en los jóvenes. ¿No es para angustiarse?
Sí, es para angustiarnos, para que vivamos de rodillas, para que vivamos pi-
diendo al Señor.
Hermanos, que el Señor ponga su carga en nuestros corazones. No solamente
preocupémonos – angustiémonos. Esa angustia, te lo aseguro, te va a llevar
al cuarto secreto, a orar al Señor. Entonces, todo lo que hemos dicho tendrá
cumplimiento, si solo cumplimos este requisito – si estamos ligados a Cristo.
Si estamos unidos a Cristo, esto será una realidad en nosotros.
Que vivamos siempre unidos a nuestra Cabeza, que no sea solo una procla-
ma. Que no sea solo andar espiritualmente hinchados de conocimientos, de
lo que sabemos de las Escrituras. Hermanos, el solo conocimiento de las co-
sas no nos sirve de nada. Nos sirve la realidad de las cosas, y el Señor quiere
llevar a todas las iglesias a la realidad. ¡Gloria al Señor!
Álvaro Astete
(Transcripción de un mensaje impartido en Temuco, en agosto de 2011)

Nada fue suyo

Nació en un establo prestado. No tuvo un hogar que pudiera llamar suyo.


Celebró su última cena en un aposento prestado. Entró en Jerusalén
cabalgando en un asno prestado. Fue crucificado en una cruz prestada y
enterrado en un sepulcro prestado.
Billy Graham, en El mundo en llamas
PARABOLAS 55
55

El salón
de belleza

Existe en un palacio ruso un famoso «sa- que vino; más allá, un sacrificio
lón de belleza», que tiene en sus paredes tipológico; en otro lugar, el Cordero en-
más de 850 retratos de jóvenes doncellas. sangrentado, a quien todos los sacrificios
Esos cuadros fueron pintados para Cata- anunciaban; aquí, un individuo o un epi-
lina II, emperatriz rusa, por el conde de sodio que prefiguraba a la mayor de to-
Rotari. Para encontrar sus modelos, el das las personas y los acontecimientos
artista hizo un viaje a través de 50 pro- que son los puntos convergentes de la
vincias de ese vasto imperio del norte. historia; allí, una parábola, un poema,
una lección objetiva y más adelante, una
Se dice que en los soberbios retratos que
sencilla narración, exposición o explica-
cubren las paredes de esa sala, existe un
ción, que llena con significado divino los
elogio medio oculto y medio revelado a
misterios que estuvieron ocultos por si-
la noble protectora del artista. En cada
glos, esperando por la clave que los re-
uno de esos retratos, el observador aten-
velaría. Pero cualquiera que fuese la for-
to puede percibir detalles que recuerdan
ma o el modelo, el aspecto del hecho o la
de forma velada a la emperatriz para
imagen, profecía o historia, parábola o
quien fueron pintados los retratos. En
milagro, tipo o antitipo, alegoría o na-
uno, se sugiere una característica de Ca-
rración, un ojo atento puede encontrar-
talina, en otro, alguna actitud, algún ges-
lo por todas partes – el Mesías señalado
to, algún adorno o ambiente favorito, al-
por Dios, el Cristo, el Ungido de Dios.
guna joya, modelo, flor, manera de ves-
tir, o modo de vida, algo peculiar o ca- No existe gracia humana que no haya
racterístico de la emperatriz – de modo sido una débil predicción o reflejo de Su
que las paredes del salón están cubier- belleza, en Quien toda la gracia fue con-
tos con tributos silenciosos a su belleza servada y exaltada – no existe virtud que
o elogios a su buen gusto. Cuán ingenio- no sea una nueva muestra de su atracti-
so e inventivo es el espíritu de adulación vo. Todo lo que es glorioso no pasa de
humana cuando procura glorificar a un ser un aspecto de Su infinita excelencia,
ente humano mortal, quebrando su fras- y de este modo toda la verdad y santi-
co de pródiga alabanza a los pies de un dad, que se encuentran en la Santa Es-
monarca terreno. critura, son solo un nuevo tributo a Él,
que es la Verdad, el Santo de Dios.
La palabra de Dios es una galería de cua-
dros adornada con homenajes al bendi- Este lenguaje no es ninguna exageración;
to Cristo de Dios, el Salvador del ser hu- en tal tema no sólo es imposible la exa-
mano. Aquí, un retrato profético del geración, sino que la máxima expresión
Mesías; allí, un retrato histórico de Aquel de la lengua humana queda infinitamen-
56 PARABOLAS El salón de belleza

te por debajo de su valor divino, ante es tan visible como sello de Dios sobre la
cuya gloria indescriptible los querubines palabra escrita, como el hecho de que por
y serafines sólo pueden inclinarse, cu- todas partes, de Génesis a Apocalipsis,
briendo sus rostros y sus pies. Cuanto podemos encontrar al Cristo; y nada más
más nos acercamos al trono mismo don- pone el sello de Dios sobre la Palabra viva
de tal majestad se sienta, más somos so- que el hecho de que Él solo explica y re-
brecogidos hasta el silencio. Cuanto más vela las Escrituras.
conocemos de él, menos parecemos sa- Tomado del libro «In Christ Jesus»,
ber, porque más infinito e ilimitado pa- de Arthur Pierson.
rece lo que queda por ser conocido. Nada

¡Nada, sino la sangre de Jesús!

Una noche en un servicio de iglesia, una mujer joven sintió el toque de


Dios en su corazón. Ella respondió al llamado de Dios y aceptó a Jesús
como su Señor y Salvador. Ella tenía un pasado muy oscuro, por los efectos
del alcohol, las drogas y la prostitución. Sin embargo, el cambio en ella
fue evidente.
Con el tiempo, ella llegó a ser un miembro fiel de la iglesia, y se involucró
en el servicio de enseñar a los niños. No pasó mucho tiempo hasta que la
joven captó la mirada y el corazón del hijo del pastor. La relación creció y
ambos comenzaron a hacer planes de boda. Allí fue cuando los problemas
comenzaron.
Cerca de la mitad de la iglesia no creía que una mujer con un pasado
como aquél fuera apropiada para el hijo de un pastor. La iglesia comenzó
a discutir y a contender sobre la materia. Entonces decidieron tener una
reunión. Allí, las discusiones aumentaron las tensiones, y la reunión se
hizo caótica. La joven se estremeció por todas las cosas que salían a luz
acerca de su pasado. Cuando ella comenzó a llorar, el hijo del pastor se
puso en pie para hablar.
El joven no podía soportar el dolor que aquello estaba causando a su
prometida. Él comenzó a hablar y su declaración fue ésta: “Lo que está en
juicio aquí no es el pasado de mi novia. Lo que ustedes están cuestionando
es la capacidad de la sangre de Jesús para lavar el pecado. Ustedes han
puesto hoy la sangre de Jesús en tela de juicio. Así, pues, ¿ella lava el
pecado o no?“.
La iglesia entera comenzó a llorar cuando ellos comprendieron que habían
menospreciado la sangre del Señor Jesucristo.
Demasiado a menudo, aun como cristianos, retomamos el pasado y lo
utilizamos como arma contra nuestros hermanos y hermanas. El perdón
es una parte fundamental del evangelio del Señor Jesucristo. Si la sangre
de Jesús no ha limpiado a la otra persona completamente, entonces
tampoco puede limpiarnos a nosotros totalmente. Si ese es el caso,
entonces estamos TODOS en un gran problema.
Pregúntese: “¿Qué puede lavar mis pecados?”. Nada, sino la sangre de
Jesús. ¡Este es el fin del caso! Todos nosotros necesitamos este mensaje.
Dios perdona total e incondicionalmente.
Dave Griffith, citado en Christianity Today
LEGADO 57
57

Colosenses

Una visión sumaria de la grandiosa epístola.

Los santos en Colosas habían comenza- Esta consumación dio carácter especial
do bien, y su progreso había sido bueno, al ministerio de Pablo. Él fue un minis-
pero estaban en peligro de ser desviados tro del evangelio y también de la iglesia
del Señor viviente y del caminar que re- (Col. 1:23-25), y ésta es la última y más
sulta de la ocupación del alma con él, por elevada revelación de Dios, la más rica
la entrada de las doctrinas judaizantes y en todos los consejos de su gracia.
las filosofías de los gentiles. El apóstol
les revela en formas ricas y variadas la
plenitud y la suficiencia de Cristo que es Colosenses 2 dice cómo el
el correctivo divino de ese mal. poder de la cruz ha reunido
En esta epístola, el apóstol dice que a él todo, que el santo es como
le fue dado el ministerio especial de uno que ha muerto, y así es
«anunciar cumplidamente la palabra
de Dios» (Col. 1:25), «completar» la re- liberado de esa esfera en la
velación de Dios. A él le fue dado reve- cual el pecado y la carne
lar, por su ministerio, el más alto de los tienen su dominio.
misterios divinos.
La revelación de Dios brilla más alto a
medida que avanza el progreso de las Como Eva fue la última de todas las obras
dispensaciones. maravillosas de Dios en la primera crea-
ción, así la mujer aquí, el complemento
Aquí Cristo es visto como la Cabeza y la del hombre (Ef. 1: 23), es la corona de
plenitud de su cuerpo que es la iglesia, toda su obra en gracia, la novia de Apo-
integrada por un llamado hacia afuera calipsis 21, que estará en gloria.
de judíos y de gentiles, para llegar a ser
compañeros miembros de Cristo y co- Y esta gracia multiforme en todas sus ri-
herederos de la gloria. Estos habían sido quezas ahora es manifestada ante prin-
los secretos del corazón de Dios desde cipados y potestades en los lugares ce-
el principio, los más profundos de to- lestiales, que oyen en maravilloso silen-
dos sus consejos de gracia, pero ahora cio la historia de esa gracia que este lla-
ellos son exteriorizados. mamiento de la iglesia ahora está ensa-
yando.
58 LEGADO Colosenses

En Colosenses 1, las glorias de Cristo tal trayectoria. Los preceptos de este ca-
brillan en toda su plenitud. Él es pre- pítulo testimonian el llamado celestial y
eminente por todas partes. Su señorío carácter de los santos, porque expresan
y su plenitud permanecen prominentes, la virtud moral que está en la doctrina,
y son dirigidos especialmente a los san- de modo que ellos la glorifiquen.
tos que componen este cuerpo, la igle-
La audacia que debe marcar el camino
sia.
de los santos es estar de acuerdo con su
Colosenses 2 dice cómo el poder de la posición celestial: es la osadía adecuada
cruz ha reunido todo, que el santo es a la dispensación. En épocas anteriores
como uno que ha muerto, y así es libera- habría sido deshonroso para un judío co-
do de esa esfera en la cual el pecado y la mer con un gentil; ahora todos son uno
carne tienen su dominio. Por lo tanto, en Cristo, y el único Espíritu de Quien se
ellos no son (sujetándose a preceptos) deriva todo fruto lo impregna todo.
como hombres que todavía viven en el
Colosenses 4. Las relaciones terrenales
mundo (verso 20). El «crecimiento que
así como los impulsos de la conducta
da Dios», que es la fuente de su alimen-
moral, deben ser todas purificadas y go-
to (verso 19), es celestial y no de las filo-
bernadas por estas verdades celestiales
sofías de la tierra; es espiritual, no de
que moran y que operan en los santos.
ordenanzas carnales, y Cristo es en ellos
Los siervos rinden su servicio al Señor y
la esperanza de gloria.
el maestro halla su patrón y ejemplo en
Colosenses 3 nos habla de un pueblo le- su «Maestro celestial». Todo esto honra
vantado con Cristo, que es Cabeza y ca- la doctrina de la epístola, y en las manos
rácter de una nueva creación. Como ta- del Espíritu está la expresión de su vir-
les, ellos deben buscar las cosas de arri- tud moral.
ba, y su conducta debe concordar con su J.G. Bellet (1795-1864)
llamamiento, que provee el poder para Escritor y teólogo asociado al movimiento
Plymouth Brethern.

Jesucristo en español

Bill Irwin, un amigo mío que es ciego, tiene un computador que habla en
inglés, el cual usa para estudiar la Biblia. Hill se ha tenido que reír de la
forma en que el computador pronuncia algunas palabras. “Durante mucho
tiempo –me dijo Bill– el computador pronunciaba mal las palabras “Santa
Biblia”, hasta que averigüé cómo modificarla”. Pero hubo una cosa que Hill
nunca pudo cambiar. El computador pronuncia la palabra “Jesucristo” en
español. “El programador era hispano –dijo Bill con una sonrisa– y se
aseguró de que “Jesucristo” no se pudiera alterar nunca”.
Eso me gusta. Me recuerda que entre las cosas de la vida que se pueden
cambiar para acomodarse a mi gusto hay una que siempre resistirá las
alteraciones. No puedo cambiar a Jesucristo.
DCM, en Nuestro Pan Diario
LEGADO 59
59

Toda plenitud
en Cristo
Una mirada del Príncipe de los Predicadores
a la gloria de Cristo.
«Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud» (Col.1:19).

Hay aquí dos palabras poderosas: «ple- Pecador, santo, para ustedes dos por
nitud», una palabra que es en sí misma igual estas palabras «toda plenitud» sue-
sustancial, exhaustiva y expresiva, y nan como un himno santo. Los acentos
«toda», una gran palabrita que lo inclu- son dulces como aquéllos del ángel men-
ye todo. Cuando se combinan en la ex- sajero cuando cantó: «He aquí os doy
presión «toda plenitud», tenemos ante nuevas de gran gozo». ¿No les parece que
nosotros una superlativa riqueza de sig- son notas extraviadas de sonetos celes-
nificado. tiales?
Bendito sea Dios por esas dos palabras. Cristo es sustancia y no una sombra, es
Nuestros corazones se gozan al pensar plenitud, y no un anticipo. Estas son
que existe tal cosa en el universo como buenas nuevas para nosotros pues nada
«toda plenitud», pues en la mayor parte resolverá nuestro caso, excepto realida-
de las búsquedas entre los mortales se des.
encuentra una completa esterilidad.
Los tipos pueden instruir, pero no pue-
«Vanidad de vanidades, todo es vani-
den salvar en la realidad. Los modelos
dad».
de las cosas en los cielos son demasiado
Bendito sea el Señor eternamente por- débiles para adecuarse a nuestro caso;
que ha provisto una plenitud para noso- necesitamos las propias cosas celestia-
tros, pues en nosotros, por naturaleza, les. Ni el pájaro sangrante, ni el novillo
todo es vacío y completa vanidad. «En sacrificado, ni el torrente corriente, ni la
mí, esto es, en mi carne, no mora el lana escarlata ni el hisopo, podrían qui-
bien». En nosotros hay una carencia de tar nuestros pecados—
todo mérito, una ausencia de todo po- «Ninguna forma externa podría limpiarme,
der para alcanzar cualquier mérito, e in- la lepra está arraigada profundamente adentro».
cluso una ausencia de voluntad para al-
canzarlo si pudiéramos. Las ceremonias eran preciosas bajo la
antigua dispensación porque exponían
En referencia a estas cosas, la naturale- las realidades que habrían de ser revela-
za humana es un desierto vacío, estéril y das, pero en Cristo Jesús nosotros trata-
desolado, habitado únicamente por el mos con las realidades mismas, y esta es
dragón del pecado y el avetoro de la aflic- una feliz circunstancia para nosotros,
ción.
60 LEGADO

pues tanto nuestros pecados como nues- Si el Salvador solo hubiera extendido Su
tras aflicciones son reales, y únicamente dedo para ayudar a nuestros esfuerzos,
las misericordias sustanciales pueden o si solo hubiera extendido Su mano para
contrarrestarlos. En Jesús tenemos la llevar a cabo una porción de la obra de
sustancia de todo lo que los símbolos salvación, dejándonos que la completá-
exponen. Él es nuestro sacrificio, nues- ramos nosotros, nuestra alma habría
tro altar, nuestro sacerdote, nuestro in- morado para siempre en tinieblas.
cienso, nuestro tabernáculo, nuestro
En estas palabras, «toda plenitud», oí-
todo en todo. La ley tenía «la sombra de
mos el eco de su clamor de muerte:
los bienes venideros», pero en Cristo te-
«Consumado es». No tenemos que traer
nemos «la imagen misma de las cosas»
nada, sino que encontramos todo en él,
(Heb. 10: 1). ¡Qué embelesamiento es
sí, toda la plenitud en él: hemos de to-
éste para aquéllos que sienten tanto su
mar simplemente de su plenitud gracia
vacío que no podrían ser consolados por
sobre gracia. No se nos pide que contri-
la mera representación de una verdad, o
buyamos, ni se requiere de nosotros que
por el modelo de una verdad, o por el
solventemos las deficiencias, pues no hay
símbolo de una verdad, sino que tienen
deficiencias que solventar: todo, absolu-
que tener la sustancia misma! «Pues la
tamente todo recae en Cristo. Todo lo que
ley por medio de Moisés fue dada, pero
necesitaremos entre este lugar y el cielo,
la gracia y la verdad vinieron por medio
todo lo que pudiéramos necesitar entre
de Jesucristo» (Juan 1:17).
las puertas del infierno, donde yacíamos
¡Qué gozo nos proporcionan estas pala- en nuestra sangre, y las puertas del cie-
bras cuando recordamos que nuestras lo, donde encontraremos admisión, está
inmensas necesidades exigen una pleni- atesorado para nosotros en el Señor Cris-
tud, sí, «toda plenitud» para poder ser to Jesús—
provistas! Una pequeña ayuda no nos «Grandioso Dios,
serviría de nada, pues estamos comple- los tesoros de Tu amor son minas eternas,
tamente sin fuerzas. Una medida limi- profundas como nuestras impotentes miserias,
tada de misericordia sólo serviría de es- e ilimitadas como nuestros pecados».
carnio para nuestra miseria. Un escaso La expresión usada aquí denota que hay
grado de gracia no será nunca suficiente en Jesucristo la plenitud de la Deidad,
para llevarnos al cielo, manchados como como está escrito: «En él habita
estamos de pecado, asediados de peli- corporalmente toda la plenitud de la
gros, anegados en debilidades, asaltados Deidad». Cuando Juan vio al Hijo del
por tentaciones, molestados por afliccio- Hombre en Patmos, las señales de la
nes, y acarreando todo el tiempo con Deidad estaban sobre Él. «Su cabeza y
nosotros «este cuerpo de muerte». Pero sus cabellos eran blancos como blanca
puesto que se trata de «toda plenitud», lana»: allí estaba su eternidad; «sus ojos
será adecuada para nosotros. Aquí tene- como llama de fuego»: allí estaba su
mos exactamente lo que nuestro deses- omnisciencia; «de su boca salía una es-
perado estado exige para su recupera- pada aguda de dos filos»: aquí estaba la
ción. omnipotencia de su palabra; «y su ros-
Toda plenitud en Cristo 61
61

tro era como el sol cuando resplandece Él es poseedor del cielo y de la tierra, no
en su fuerza»: aquí estaba su gloria infi- únicamente como el Dios fuerte, el Pa-
nita e inalcanzable. Él es el Alfa y la Ome- dre eterno, y por ello está lleno de toda
ga, el principio y el fin, el primero y el plenitud, sino también en razón de que
último. Por esta razón, nada es demasia- como el Mediador, ha consumado nues-
do difícil para él. tra redención: «El cual nos ha sido he-
cho por Dios sabiduría, justificación,
Poder, sabiduría, verdad, inmutabilidad
santificación y redención». Gloria sea
y todos los demás atributos de Dios es-
dada a su nombre por esta doble pleni-
tán en él, y constituyen una plenitud in-
tud.
concebible e inextinguible.
Den nuevamente un giro al pensamien-
El intelecto más desarrollado sería ne-
to y recuerden que en Cristo habita toda
cesariamente incapaz de entender la ple-
plenitud para con Dios y para con los
nitud personal de Cristo como Dios; por
hombres. Toda plenitud para con Dios:
tanto no haremos más que citar de nue-
me refiero a todo lo que Dios requiere
vo ese noble texto: «En él habita
del hombre; todo lo que contenta y de-
corporalmente toda la plenitud de la
leita a la mente eterna, de tal manera que
Deidad, y vosotros estáis completos en
una vez más, con complacencia, él pue-
él».
de mirar a su criatura y declararla: «bue-
Además, la plenitud habita en nuestro na en gran manera».
Señor no sólo intrínsecamente, porque
El Señor buscó uvas en su viña, pero solo
proviene de Su naturaleza, sino como
produjo uvas silvestres; pero ahora en
resultado de Su obra mediadora.
Cristo Jesús, el grandioso Labrador con-
Él alcanzó por el sufrimiento una asom- templa la verdadera viña que produce
brosa plenitud que también poseía por mucho fruto. El Creador requería obe-
naturaleza. Él llevó sobre sus hombros diencia, y contempla en Cristo Jesús al
el peso de nuestro pecado; él expió por siervo que no ha fallado nunca en el cum-
su muerte nuestra culpa, y ahora tiene plimiento de la voluntad del Señor. La
con el Padre un mérito infinito, inconce- justicia requería que la ley fuese guarda-
bible, una plenitud de merecimiento. da y, he aquí, el fin de la ley es Cristo para
justicia a todo aquel que cree. Viendo que
El Padre ha atesorado en Cristo Jesús, nosotros habíamos quebrantado la ley,
como en un depósito a ser usado por todo la justicia exigía que soportáramos el jus-
su pueblo, su amor eterno y su gracia ili- to castigo, y Jesús lo soportó hasta el lí-
mitada, para que los recibamos a través mite, pues inclinó su cabeza a la muerte,
de Cristo Jesús, y le glorifiquemos por y muerte de cruz. Cuando Dios hizo al
ello. Todo poder ha sido entregado en sus hombre poco menor que los ángeles, y
manos, y la vida, y la luz y la gracia están sopló en su nariz el aliento de vida, ha-
enteramente a su disposición. «El que ciéndolo así inmortal, tenía el derecho
abre y ninguno cierra, y cierra y ningu- de esperar un servicio singular prove-
no abre». Tomó dones para los hombres; niente de una criatura tan favorecida, un
sí, también para los rebeldes. servicio perfecto, gozoso, continuo; y
62 LEGADO

nuestro Salvador ha prestado al Padre con lo cual pudiéramos presentarnos


eso que lo contenta perfectamente, pues delante del Dios Altísimo, todavía po-
clama: «Este es mi Hijo amado, en quien dríamos estarnos preguntando: «¿Habré
tengo complacencia». Dios es más glori- de presentarme delante de él con holo-
ficado en la persona de su Hijo de lo que caustos, con becerros de un año? ¿Se
habría sido glorificado por un mundo agradará Jehová de millares de carneros,
caído. A lo largo del universo entero re- o de diez mil arroyos de aceite?».
fulge una exhibición de infinita miseri-
Pero ahora escucha la voz que dice: «Sa-
cordia, de justicia y sabiduría, que ni la
crificio y ofrenda y holocaustos y expia-
majestad de la naturaleza ni la excelen-
ciones por el pecado no quisiste, ni te
cia de la providencia habrían podido re-
agradaron», y oímos que la misma voz
velar. Su obra, en la estimación de Dios,
divina agrega: «He aquí que vengo, oh
es honorable y preciosa; por causa de Su
Dios, para hacer tu voluntad», y nos re-
justicia, Dios está muy complacido.
gocijamos al recibir el testimonio del
La mente eterna está satisfecha con la Espíritu, diciendo: «En esa voluntad so-
persona, con la obra y con el sacrificio mos santificados mediante la ofrenda del
del Redentor, pues «del Hijo dice: Tu tro- cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
no, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro siempre», pues de ahora en adelante se
de equidad es el cetro de tu reino. Has dice: «Nunca más me acordaré de sus
amado la justicia, y aborrecido la mal- pecados y transgresiones».
La plenitud de Cristo es también para
No hay ninguna con el hombre, y eso se refiere tanto al
pecador como al santo. Hay una pleni-
necesidad en nuestro tud en Cristo Jesús que el pecador que
espíritu que no sea está buscando debería contemplar con
abundantemente gozo.
provista en toda la Pecador, ¿qué necesitas? Tú necesitas
plenitud de Jesucristo. todas las cosas, pero Cristo lo es todo. Tú
necesitas poder para creer en él: Él da
poder al desfallecido. Tú necesitas el
dad, por lo cual te ungió Dios, el Dios arrepentimiento: Él fue exaltado en lo
tuyo, con óleo de alegría más que a tus alto para dar arrepentimiento así como
compañeros» (Heb. 1:8, 9). remisión de pecado. Tú necesitas un nue-
vo corazón: el pacto conlleva ese senti-
Cuán indecibles consolaciones surgen de do: «Y les daré un corazón, y un espíritu
esta verdad, pues, queridos hermanos, nuevo pondré dentro de ellos». Tú nece-
si tuviéramos que rendirle a Dios algo sitas perdón: mira las heridas sangran-
mediante lo cual fuésemos aceptados, tes, lávate y sé limpio. Tú necesitas sa-
siempre estaríamos en peligro; pero nar: Él es «Yo soy Jehová tu sanador».
como ahora somos «aceptos en el Ama- Tú necesitas un vestido: Su justicia se
do», estamos seguros más allá de todo convertirá en tu vestido. Tú necesitas ser
peligro. Si tuviéramos que encontrar algo preservado: tú serás preservado en él. Tú
Toda plenitud en Cristo 63
63
63

necesitas vida, y Él ha dicho: «Despiér- meter los corazones de los demás a Cris-
tate, tú que duermes, y levántate de los to; contempla la gracia necesaria para
muertos, y te alumbrará Cristo». Él ha todo ello. Contempla en la sagrada ar-
venido para que tengamos vida. mería del Hijo de David, Su hacha de
combate y Sus armas de guerra; en los
Tú necesitas…, pero, en verdad, el catá-
depósitos de Aquel que es más grande
logo sería demasiado largo si lo leyéra-
que Aarón, mira las vestiduras con las
mos de principio a fin en este momento,
cuales has de cumplir tu sacerdocio; y en
pero puedes tener la seguridad de que
las heridas de Jesús contempla el poder
aunque apilaras tus necesidades hasta
con el cual puedes convertirte en un sa-
que se alzasen como los Alpes delante de
crificio vivo. Si quieres refulgir como un
ti, el todo suficiente Salvador puede su-
serafín, y servir como un apóstol, con-
plir todas tus necesidades.
templa la gracia que te espera en Jesús.
Puedes cantar confiadamente—
Si quieres ir de poder en poder, y escalar
«Tú, oh Cristo, eres todo lo que necesito, las cumbres más elevadas de la santidad,
y encuentro en Ti más que todo eso». contempla una gracia sobre otra, prepa-
Esto es válido para el santo tanto como radas para ti. Si experimentas la estre-
para el pecador. chez, no la experimentarás en Cristo; si
hubiese algún límite para tus santos lo-
Oh, hijo de Dios, tú eres salvo ahora, pero gros, ese límite estaría establecido por ti
tus necesidades no quedan suprimidas mismo.
por eso. ¿Acaso no son tan continuas
como los latidos de tu corazón? ¿Cuán- El propio Dios infinito se entrega a ti en
do dejamos de estar necesitados, herma- la persona de Su amado Hijo y te dice:
nos míos? Entre más vivos estemos para «Todo es vuestro». «Jehová es la por-
Dios, estamos más conscientes de nues- ción de tu herencia y de tu copa». La in-
tras necesidades espirituales. finitud es nuestra. Aquel que nos dio a
Su propio Hijo, nos ha dado en ese pre-
Aquel que está «ciego y desnudo» se con- ciso acto todas las cosas. ¿Acaso no ha
sidera «rico y que se ha enriquecido», dicho: «Yo soy Jehová tu Dios, que te
pero cuando la mente ha sido verdade- hice subir de la tierra de Egipto; abre tu
ramente iluminada, entonces sentimos boca, y yo la llenaré»?
que somos completamente dependien-
tes de la caridad de Dios. Permítanme comentarles que esto es
cierto no solo en referencia a los santos
Debemos estar alegres, entonces, al en la tierra, sino que es cierto también
aprender que no hay ninguna necesidad en cuanto a los santos en el cielo, pues
en nuestro espíritu que no sea abundan- toda la plenitud de la iglesia triunfante
temente provista en toda la plenitud de está en Cristo, así como también la ple-
Jesucristo. Tú buscas una plataforma nitud de la iglesia militante.
más elevada de logros espirituales, te
propones vencer al pecado, deseas dar Incluso los santos que están en el cielo
abundantes frutos para Su gloria, estás no son nada sin Él. El río puro de agua
anhelando ser útil, estás ansioso por so- de vida del cual beben, procede del tro-
64 LEGADO

no de Dios y del Cordero. Él los ha hecho toles, donde pudiera habitar cosa algu-
sacerdotes y reyes, y ellos reinan en Su na que yo necesito. Puedo pasármela
poder. El Cordero es el templo del cielo muy bien sin ustedes; es más, yo no in-
(Ap. 21:22), la luz del cielo (Ap. 21:23), sultaría a mi Salvador negociando con
Su boda es el gozo del cielo (Ap. 19:7), y ustedes, puesto que como «toda pleni-
el cántico de Moisés, el siervo de Dios y tud» habita en él, ¿qué podría haber en
el cántico del Cordero, es el cántico del ustedes que yo pudiera requerir? Recu-
cielo (Ap. 15: 3). rran a sus ‘incautos’ que no conocen a
Cristo, pero quienes poseen las sumas
Ni siquiera todas las arpas en lo alto po-
riquezas de la gracia de Cristo no se in-
drían conformar un lugar celestial si Cris-
clinan ante ustedes. Nosotros estamos
to no estuviera, pues él es el cielo de los
«completos en Cristo» sin ustedes. Aquel
cielos, y llena todo en todo. Agradó al
que tiene todo en Cristo estaría loco en
Padre que toda la plenitud fuera ateso-
verdad si buscara algo más, o teniendo
rada en Cristo Jesús para todos los san-
la plenitud, ansiara el vacío. Este texto
tos y los pecadores.
nos aparta de toda confianza en los hom-
Yo siento que mi texto me sobrecoge. Los bres, sí, o incluso en los ángeles, hacién-
hombres pueden navegar alrededor del donos ver que todo está atesorado en
mundo, ¿pero quién podría circunnave- Jesucristo.
gar un tema tan vasto como éste? Tan
Hermanos, si hay algo bueno en el
lejos como el este está del oeste, así de
ritualismo religioso, o en las modernas
amplio es su alcance de bendición –
novedades filosóficas, que los fanáticos
«Los filósofos han medido los montes, de esas religiones se queden con lo que
han calculado las profundidades de mares, encuentren ahí; nosotros no los envidia-
de estados y reyes;
han caminado con un báculo al cielo remos, pues no podríamos encontrar
y rastreado las fuentes; nada digno de obtenerse en sus formas
pero hay dos vastas cosas espaciosas, de adoración o de creencia que sea dife-
que nos incumbe medir más,
pero hay pocos que las sondean:
rente de lo que ya tenemos en la persona
la Gracia y el Amor».
del todo suficiente Salvador.

¿Quién es aquél que sería capaz de ex- ¡Qué importa que sus velas brillen
presar todo el significado de nuestro tex- radiantemente, pues el sol mismo es
to? Pues aquí tenemos «toda» y «pleni- nuestro! ¡Qué importa que sean suceso-
tud», todo en plenitud y una plenitud en res de los apóstoles pues nosotros segui-
todo. mos al Cordero mismo dondequiera que
va! ¡Qué importa que sean sumamente
Las palabras son tanto exclusivas como sabios, pues nosotros habitamos con la
inclusivas. Niegan que haya una pleni- propia Sabiduría encarnada! Déjenlos
tud en cualquier otra parte, pues recla- que vayan a sus cisternas, ya que noso-
man todo para Cristo. Dejan fuera a to- tros nos atendremos a la fuente de agua
dos los demás. «Agradó al Padre que en viva. Pero en verdad no hay ninguna luz
él habitase toda plenitud». No es en us- en sus luminarias; lo único que hacen es
tedes, pretendidos sucesores de los após- incrementar la oscuridad; son líderes cie-
Toda plenitud en Cristo 65
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gos de los ciegos. Ponen sus vacíos reso- nieron. Así como la atmósfera rodea a
nantes en competencia con la plenitud toda la tierra, y todas las cosas viven en
de Jesús, y predican otro evangelio, que ese mar de aire, así también todas las
no es otro. La imprecación del apóstol cosas buenas están contenidas en la ben-
sea sobre ellos. Ellos agregan a las pala- dita persona de nuestro amado Reden-
bras de Dios, y él les añadirá sus plagas. tor. Unámonos para alabarle. Exalté-
mosle con voz y corazón, y que los peca-
A la vez que el texto es exclusivo es tam-
dores sean reconciliados con Dios por él.
bién inclusivo. Encierra todo lo que to-
Si todas las cosas buenas que un peca-
dos los comprados con sangre requieren
dor requiere para hacerlo aceptable para
para el tiempo y para la eternidad. Es un
con Dios están en él, entonces el peca-
arca que contiene todas las buenas co-
dor debe venir de inmediato a través de
sas concebibles, sí, y muchas cosas que
ese Mediador. Las dudas y los temores
son todavía inconcebibles, pues en razón
han de desvanecerse a la vista de la ple-
de nuestra debilidad no hemos concebi-
nitud de la mediación.
do todavía la plenitud de Cristo. Él es
capaz de dar abundantemente cosas que Jesús tiene que ser capaz de salvar al gra-
ustedes no han pedido todavía y en las do máximo, puesto que toda plenitud
que ni siquiera han pensado. Aunque habita en Él. Ven, pecador, ven y recíbe-
ustedes llegaran a la consagración de los lo. Cree en Él y te encontrarás hecho per-
mártires, a la piedad de los apóstoles y a fecto en Cristo Jesús —
la pureza de los ángeles, todavía no ha- «En el instante en que un pecador cree,
brían visto nunca ni habrían sido capa- y confía en su Dios crucificado,
ces de pensar en algo puro, amable y de recibe de inmediato Su perdón,
buen nombre, que no estuviera atesora- la plena redención por medio de Su sangre».
do ya en Cristo Jesús. Todos los ríos flu- C.H. Spurgeon (1834-1892)
yen a este mar, pues de este mar provi- Predicador inglés (fragmento)

Al otro lado

Un hombre enfermo se volvió a su doctor, mientras éste se preparaba


para salir de la sala de examen y dijo: “Doctor, yo temo que voy a morir.
Dígame qué hay al otro lado“.
Muy tranquilamente, el doctor dijo: “No sé”.
“¿Usted no sabe? ¿Usted, un hombre cristiano, no sabe qué hay al otro
lado?”, dijo el hombre.
El doctor sostenía la manilla de la puerta, del otro lado de la cual vino el
sonido de un rasguño y un gimoteo, y cuando él abrió la puerta, un perro
irrumpió en la sala y saltó sobre él con una ansiosa muestra de alegría.
Volviéndose al paciente, el doctor dijo: “¿Vio usted a mi perro? Él nunca
ha estado en esta pieza antes. Él no sabía qué había adentro. Él no sabía
nada, salvo que su amo estaba aquí, y cuando la puerta se abrió, él saltó
adentro sin miedo. Yo sé poco de lo que hay al otro lado de la muerte,
pero sé una cosa: Mi Maestro está allí, y eso es suficiente".
Autor desconocido
66 LEGADO

Por él todas las cosas


subsisten

Solo en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra


tienen sentido.

Cuando Pablo declaró en Efesios que Palestina un largo tiempo atrás, o a la


Cristo «todo lo llena en todo» y en diestra del Padre ahora. Uno piensa en
Colosenses que «Cristo es el todo, y en el predicador que viene de regreso de un
todos», él no estaba meramente dándo- viaje a la tierra santa y que aburre a to-
nos frases piadosas; él estaba indicando dos mencionándolo continuamente. Un
el hecho firme y fundamental de la su- viejo predicador observaba: «¡Yo prefe-
premacía de Jesucristo. Cristo era todo riría caminar con Cristo cinco minutos
para Pablo. A los corintios, él había es- ahora que caminar cinco años donde él
crito: «Me propuse no saber entre vo- estuvo!». Necesitamos el panorama de
sotros cosa alguna sino a Jesucristo, y la visión de Pablo para ver a Cristo en el
a éste crucificado». A los gálatas, él es- pasado, en el presente y en el futuro. No
cribió: «Dios prohíbe que me gloríe, sal- es extraño ver tantos cristianos pálidos,
vo en la cruz del Señor Jesucristo». A los enfermos, anémicos: no conocen al Cris-
efesios, escribió de Aquel que «todo lo to que tienen. Si Jesús es el Alfa y la
llena en todo» y a los filipenses declaró: Omega, el principio y el fin, el autor y
«Para mí el vivir es Cristo». consumador de nuestra fe, si por él to-
das las cosas subsisten, se sigue que todo
Escribiendo a los Colosenses, él enfren-
se centra y converge en él.
tó un estallido de herejía, no tanto apun-
tando sus errores – aunque él hizo eso – Por él, la creación subsiste. «Por-
, sino presentando al Señor Jesucristo que en él fueron creadas todas las co-
como «la imagen del Dios invisible», sas, las que hay en los cielos y las que
«Cristo en vosotros, la esperanza de glo- hay en la tierra, visibles e invisibles;
ria», «en quien están escondidos todos sean tronos, sean dominios, sean prin-
los tesoros de la sabiduría y del conoci- cipados, sean potestades; todo fue crea-
miento», «Cristo, nuestra vida», «Cris- do por medio de él y para él» (Col. 1:16).
to, el todo, y en todos». ¿Cuántos cristianos piensan siempre en
Cristo como Aquel en quien «fueron
Ha transcurrido un largo tiempo desde
creadas todas las cosas», como dice
que Colosenses fue escrito, pero hay la
Colosenses; por quien «todas las cosas
misma tendencia a menospreciar a nues-
fueron hechas», como escribe Juan; por
tro Señor. En sus pensamientos, milla-
quien Dios «hizo el universo», como lee-
res de cristianos lo localizan ya sea en
mos en Hebreos? ¿Por qué Dios hizo el
Por él todas las cosas subsisten 67
67

universo, a fin de cuentas? Él lo hizo para ha dicho que el Pentateuco nos da la pre-
que un día Cristo pueda ser el todo, y en figura de Cristo; los profetas, los anun-
todos, para que un día, desde el electrón cios de Cristo; los salmos, los sentimien-
más minúsculo al planeta más podero- tos de Cristo; los evangelios, los hechos
so, todos puedan glorificar a Jesús. de Cristo; y las epístolas, los frutos de
Cristo.
Los científicos no pueden dar la razón
del universo: Cristo es la razón. La crea- Por él, la iglesia subsiste. Dios «lo
ción ahora está sujeta a corrupción, pero dio por cabeza sobre todas las cosas a
un día exhibirá la gloria de Cristo, la es- la iglesia, la cual es su cuerpo, la pleni-
clavitud del pecado será rota, los hijos tud de Aquel que todo lo llena en todo»
de Dios serán manifestados. Y Cristo no (Ef. 1:22-23). Estamos ligados a él, so-
solo creó el universo, y es su objeto, sino mos miembros de su cuerpo. Un cuerpo
que él ahora lo sostiene. La misma exis- que se sustente en sí mismo y no en Cris-
tencia de cada uno de nosotros, para no to es una monstruosidad, porque es un
decir nada de nuestra salvación, depen- cuerpo sin cabeza.
de de él. Sin él, el universo se desin-
Por él, la doctrina subsiste. Algunos
tegraría.
cristianos se hacen discípulos de una fra-
Por él, la redención subsiste. Para se en vez de una persona, pulsan sobre
conformar a los hombres a la imagen de una sola cuerda y pasean a través de una
su Hijo, Dios dio a su Hijo. Y en ningún cosa predilecta. Algunos se descuelgan
otro hay salvación. por una tangente en la santificación, por
ejemplo. Pero la santificación, en senti-
Por él, el evangelio subsiste. El
do estricto, no es solo una doctrina: Cris-
evangelio es simplemente las buenas
to es nuestra santificación (1ª Cor. 1:30).
nuevas de Jesús, a eso él vino, murió, y
Spurgeon dice: «La santidad no es el ca-
se levantó otra vez. No es un programa,
mino a Cristo; Cristo es el camino a la
un plan, una filosofía que salva, sino una
santidad». Mejor aún, Cristo es nuestra
Persona. Cabía a una Persona alcanzar a
santidad.
las personas, a una Vida alcanzar a las
vidas. El evangelio es una cuestión per- Algunos hacen del Espíritu Santo el es-
sonal: «Él salvará a su pueblo de sus tandarte de un movimiento, pero el Es-
pecados». «Si yo fuere levantado de la píritu no testifica de sí mismo, sino de
tierra, a todos atraeré a mí mismo». Cristo (Juan 15:26). En ese pasaje clási-
co sobre el Espíritu, Juan 7:37-39, es Je-
Por él, la Biblia subsiste. Verdade-
sús quien está en el centro de la escena:
ramente, vemos a Cristo a la luz de las
«Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Escrituras, porque son ellas las que ates-
El que cree en mí, como dice la Escritu-
tiguan de él. Pero solo podemos ver las
ra, de su interior correrán ríos de agua
Escrituras a la luz de Cristo. Él es la llave
viva. Esto dijo del Espíritu que habían
de las Escrituras. En todas las Escritu-
de recibir los que creyesen en él; pues
ras, él expuso a sus discípulos todas las
aún no había venido el Espíritu Santo,
cosas referentes a él. Todos los caminos
porque Jesús no había sido aún glorifi-
conducen a él a través del Libro. Alguien
cado». Una supuesta experiencia del
68 LEGADO

Espíritu que fija la atención en sí mismo El punto principal acerca del regreso del
y no en Cristo, no es confiable. Señor es el Señor. Algunos están miran-
do simplemente a algo a suceder, no a
Por él, la resurrección subsiste.
Alguien a venir. Nosotros no buscamos
Jesús dijo a Marta: «Tu hermano resu-
un programa de eventos sino a una Per-
citará». Ella dijo: «Yo sé que resucitará
sona.
en la resurrección, en el día postrero».
Marta era ortodoxa, pero ella necesita- Por él, la comunión cristiana sub-
ba moverse desde lo doctrinal a lo per- siste. «Nuestra comunión verdadera-
sonal. Entonces Jesús dijo: «Yo soy la mente es con el Padre, y con su hijo Je-
resurrección y la vida». La resurrección sucristo» (1ª Juan 1:3). Oí hablar de una
es no algo a lo cual creer sino Alguien en iglesia con un letrero «JESUS ONLY»
quien creer. (Solo Jesús) en frente. Una noche, una
tormenta arrancó las primeras letras y
Por él, la fe subsiste. Lo que importa
dejó «US ONLY» (Solo nosotros). Eso ha
no es la cantidad o la calidad, sino el ob-
sucedido en muchas otras formas hoy.
jeto de nuestra fe. La fe que salva es la fe
La base de la comunión es Cristo. Usted
en Cristo, no meramente creer cosas so-
no puede tener a los santos juntos de nin-
bre Cristo. El hombre con mayor valor
guna otra manera. Algunos santos no tie-
es el hombre menos consciente de su
nen un testimonio, sino solo un argu-
valor, y el hombre con la mejor fe es el
mento. El sello distintivo de la comunión
hombre menos consciente de su fe, pero
verdadera es el «amor a todos los san-
más consciente de su Cristo.
tos», que fluye de la «fe en Cristo Jesús»
Por él, toda la experiencia cristia- (Col. 1:4).
na subsiste. La vida cristiana es sim-
Sin duda, por él, el testimonio sub-
plemente Cristo, el morar y el vivir de
siste. Nosotros somos sus testigos, no
Cristo. «Para mí el vivir es Cristo». La
sus abogados. «No nos predicamos a
vida victoriosa o la vida abundante o más
nosotros mismos, sino a Jesucristo como
profunda, como quieran llamarla, es solo
Señor». Hay demasiado sermón y muy
Cristo, más de Cristo y menos de uno
poco testimonio. La gente no viene a
mismo. Él es nuestra vida, no solo un
Cristo al final de una discusión. Simón
maestro de cómo vivir.
Pedro vino a Jesús porque Andrés vino
Por él, la separación subsiste. Él es a él con un testimonio.
el gran Separador que vino, no a traer paz,
Por él, nuestro fruto subsiste. «El
sino espada, y él debe separarnos. La se-
que permanece en mí, y yo en él, éste
paración no es solo dejar las cosas; ella
lleva mucho fruto; porque separados de
guía hacia Él fuera del campamento lle-
mí nada podéis hacer» (Juan 15:5). Lo
vando su vituperio. Cuando él estuvo en
que cuenta no es lo que es hecho para él,
la tierra, a menudo hubo una división de
sino lo que es hecho por él. Me pregunto
la gente a causa de él, y él todavía divide a
cuánta de nuestra actividad de iglesia
los hombres hoy. Pero hay también aque-
realmente procede de él. Pensamos que
llos que causan división entre nosotros;
ella depende de nosotros, de nuestro es-
éstos deben ser detectados y evitados.
fuerzo, de nuestra organización, de nues-
Por él todas las cosas subsisten 69
69
69

tro entusiasmo. Necesitamos quitar to. Es su presencia la que hace el cielo


nuestros ojos de nuestra eficacia y fijar- tan glorioso. Y es la separación de él la
los en su suficiencia. característica peor del infierno. Es toda
la diferencia entre «Venid, benditos de
Por él, la respuesta a cada necesi-
mi Padre» y «Apartaos, nunca os cono-
dad subsiste. Dios ha prometido pro-
cí». Ser cortados de él, que es la vida, no
veer toda nuestra necesidad según sus
puede sino ser muerte interminable; ser
riquezas en gloria por Cristo Jesús. Si
cortados de la luz no puede ser sino os-
necesitamos la victoria podemos reinar
curidad eterna. La cosa más gloriosa
en vida a través de Cristo Jesús. Si nece-
acerca del cielo es que nosotros seremos
sitamos paz, la paz de Dios guardará
como él.
nuestros corazones a través de Cristo
Jesús. Si necesitamos sabiduría, él es Por él, el futuro del universo crea-
do y sustentado por él será consu-
mado en él. En la dispensación de la
La vida victoriosa o la plenitud de los tiempos, Dios reunirá to-
das las cosas en Cristo, en el cielo, y en la
vida abundante o más tierra.
profunda, como quieran
La pequeña muchacha que, no sabiendo
llamarla, es solo Cristo, cómo colocar correctamente un mapa de
más de Cristo y menos los Estados Unidos en la pared, descu-
de uno mismo. brió que en el reverso había un cuadro
de George Washington y que poniendo
ese cuadro en posición correcta también
nuestra sabiduría. Si necesitamos fuer- montaba el mapa, ilustra una profunda
za, todo lo podemos en Cristo. Como la verdad. Nada se puede ensamblar, ya sea
multitud hambrienta de aquel tiempo, la vida de alguien o el universo, aparte
no necesitamos apartarnos de él para de Cristo. Pero cuando le conocemos a
nada. él, todas las cosas hallan su lugar, por-
que en él todas las cosas subsisten, y es-
Por él, el futuro subsiste. Para el cre- tamos completos en él.
yente, la perspectiva no es simplemente
ir al cielo sino partir para estar con Cris- Vance Havner (1901-1986)
Pastor, evangelista y autor bautista.

En la torre del vigía

Que la bendita esperanza de la venida de Cristo nos mantenga siempre


en la torre del vigía; vigilando, ansiando por ella y apresurándola. ¡Quisiera
que considerásemos nuestra responsabilidad para con Cristo, el cual, el
día de su regreso, juzgará el secreto de todos los corazones! Entonces
cada uno será llamado a rendir cuentas de su mayordomía – rendición de
cuentas no solamente de los dones de entendimiento y realidad, sino de la
ocupación diaria, y de todos los minutos del día.
Robert C. Chapman (1803-1902)
70 LEGADO

Cristo, el todo
y en todos
Cristo es la explicación y suma de todas las cosas
de eternidad a eternidad.

Lecturas: Col. 1:18; 3:11.

Se ha hecho mucho en los últimos días todas las cosas, las que hay en los cielos
para traer las grandes magnitudes del y las que hay en la tierra, visibles e invi-
universo a la comprensión del hombre sibles; sean tronos, sean dominios, sean
común. Esto significa que mucha gente principados, sean potestades; todo fue
está interesada en la explicación del uni- creado por medio de él y para él. Y él es
verso, y sin duda, del curso de esta tierra antes de todas las cosas, y todas las co-
y de la creación e historia del hombre; sas en él subsisten» (1:16-17). Esta es una
pero nosotros creemos que tenemos la declaración amplia, y claramente mues-
respuesta final y positiva a la interrogan- tra que Cristo siendo el todo, y en todos,
te. Para nosotros hay solo una definitiva es la explicación de toda la creación. ¿Por
y concluyente explicación del universo, qué fueron creadas todas las cosas? ¿Por
y esa explicación es una Persona – el Se- qué Dios trajo el universo a la existencia
ñor Jesucristo, con todo lo que está eter- por medio de él? ¿Por qué este gran sis-
namente ligado a él. tema universal existe y continúa? ¿Cuál
es la explicación del mundo? La respues-
No importa cuánto leamos o estudiemos,
ta es para que Cristo pueda ser el todo, y
nunca tendremos la explicación del uni-
en todos.
verso, global o parcial, hasta que llegue-
mos a ver el lugar del Señor Jesús en el La intención del corazón de Dios al traer
designio eterno de Dios. Las simples pero este universo a la existencia era que, fi-
amplias palabras «Cristo es el todo, y en nalmente, toda la creación pudiese mos-
todos», resumen toda la materia desde trar la gloria y supremacía de su Hijo
la eternidad, a través de todas las eda- Jesucristo, y este pequeño fragmento, «y
des, hasta la eternidad. todas las cosas en él subsisten (tienen
cohesión)», dice muy claramente que, si
Primeramente, entonces, vemos que
no fuese por el Señor Jesucristo, el uni-
«Cristo es el todo, y en todos» significa:
verso entero se desintegraría, se des-
1. La explicación de la propia crea- membraría; estaría sin su factor unifica-
ción dor, cesaría de tener una razón para
mantenerse como un todo completo y
Esta carta a los colosenses hace esa mis- concreto. Su cohesión, su imposibilidad
ma declaración en otras palabras. Ella de desintegrarse y acabar es a causa de
nos dice: «Porque en él fueron creadas
Cristo, el todo y en todos 71
71
71

esto: Dios ha determinado que el Señor co de Dios. Esto es lo que él ha determi-


Jesús sea el centro – el centro gobernante nado; todo mostrando al Señor Jesús;
de este universo entero, y él, el Hijo de todo para él.
Dios, es la explicación de la creación. Si
Ahora vemos entre nosotros muchas
no fuese por él, nunca habría habido una
otras cosas que no son el Señor Jesús; el
creación. Sin él, la creación pierde su
día está llegando cuando tú no verás
propósito y su objetivo, y no podría se-
nada, excepto al Señor Jesús en mí, y yo
guir adelante. «Cristo es el todo, y en to-
no veré en ti nada sino al Señor Jesús;
dos», era el pensamiento dominante en
nosotros seremos «conformados a la
la mente de Dios durante la creación del
imagen de su Hijo». Su gloria moral res-
universo.
plandecerá y será exhibida; Cristo será
Esto puede, en cierta medida, dejarles «el todo, y en todos». Dios lo ha deter-
indiferentes y no llevarles muy lejos, pero minado, y lo que Dios ha determinado,
me atrevo a pensar que lo que voy a de- él lo tendrá. Entonces, esta es la explica-
cirles los llevará un poco más adelante y ción de la creación, que Cristo sea el todo,
alentará sus corazones; porque la perspec- y en todos, y sobre todo tenga la preemi-
tiva es ésta: que cuando Dios tuvo las co- nencia.
sas como él determinó tenerlas en la eter-
En su carta a los Romanos, el apóstol
nidad pasada – y así las tendrá – cada áto-
Pablo tiene una declaración muy nota-
mo de todo este universo mostrará la glo-
ble dentro de este contexto: «Porque el
ria de Jesucristo. Usted no podrá mirar a
anhelo ardiente de la creación es el
algo o a alguien sin ver a Cristo glorifica-
aguardar la manifestación de los hijos
do. ¡Una bendita perspectiva!
de Dios. Porque la creación fue sujeta-
Es algo dichoso cuando, como una com- da a vanidad, no por su propia volun-
pañía de hijos del Señor, nosotros pode- tad, sino por causa del que la sujetó en
mos al fin estar juntos por horas o por esperanza; porque también la creación
días; cuando estamos ocupados con el misma será libertada de la esclavitud
Señor como nuestro único interés común de corrupción, a la libertad gloriosa de
y todos estamos elevados con él. Cuando los hijos de Dios. Porque sabemos que
tenemos un tiempo como éste, y regre- toda la creación gime a una, y a una está
samos al mundo, ¡qué diferente atmós- con dolores de parto hasta ahora…»
fera encontramos! ¡Cuán fríos nos sen- (8:19-22).
timos! Es tan grato encontrar al Señor
Noten lo que esto realmente dice e im-
en sus hijos y estar reunidos a él en esta
plica. La creación está llena de una ar-
manera – aunque esto sea aun parcial.
diente expectación. Este anhelo es con
Pero viene el día eterno cuando no ha-
gemidos como de dolores de parto, una
brá que volver al mundo en una mañana
expectación de esperanza – no de la di-
de lunes después de un día en los atrios
solución del universo, acerca de la cual
del Señor; cuando no estaremos tocan-
hablan mucho ciertos científicos. Aun
do a nadie más sino al Señor Jesús, y el
así, la esperanza y los gemidos, hasta el
universo entero estará lleno de él. «¡Cris-
momento, han sido deliberadamente
to, el todo, y en todos!». Este es el blan-
puestos bajo un reino de vanidad – he-
72 LEGADO

chos para ser todos en vano – hasta un la corrupción de Su naturaleza y vida sin
tiempo y blanco fijados. Este clímax es pecado, la eficacia de Su sangre incorrup-
en dos partes: una, la manifestación de tible, y la provisión de justificación para
los hijos de Dios; la otra –ligada con todos los que creen, los cuales por rege-
aquélla– la liberación de la creación de neración llegan a ser nueva criatura en
estar sujeta a corrupción. Cristo Jesús (2ª Cor. 5:17). Solo por este
medio la creación puede ser liberada.
Todo esto es llevado de vuelta a la eterni-
Cuando estos hijos de Dios son manifies-
dad pasada y enlazado con el Señor Jesús
tos –su número completo– y todos aque-
como el Hijo. «Porque a los que antes
llos que han rehusado esta salvación son
conoció, también los predestinó para que
rechazados del dominio de Dios, enton-
fuesen hechos conformes a la imagen de
ces la creación será liberada y su inten-
su Hijo, para que él sea el primogénito
ción original será cumplida, siendo Cris-
entre muchos hermanos» (8:29).
to el todo, y en todos.
En el pasaje anterior hay una declara-
2. La explicación del hombre
ción definitiva y una clara implicación.
La declaración es que la creación fue su- Luego, en el lugar siguiente, como una
jeta a vanidad, y su estado es la esclavi- parte central de la creación, tenemos al
tud de la corrupción. Claramente, la im- hombre. ¿Cuál es la explicación del hom-
plicación es que hubo un tiempo defini- bre? ¿Cuál es la explicación de Adán
do cuando, a causa de su corrupción, la como el primer hombre? Hay un peque-
creación entera fue llevada a una condi- ño pasaje de la escritura que responde a
ción en la cual fue forzada a gemir y a esto: «…Adán, el cual es figura del que
sufrir dolores de parto hasta un final que había de venir» (Rom. 5:14). Una figura
no podía ser alcanzado. En conexión con de aquel que había de venir; esa es la ex-
esto hay lugar para la amplia gama y plicación del hombre.
naturaleza de la interferencia satánica en
Dios planeó que cada hombre que ingre-
la creación, con miras a desafiar el pro-
sa en este mundo sea conformado a la
pósito divino final de la creación, y a frus-
imagen de su Hijo Jesucristo. Multitu-
trarlo trayéndolo a la corrupción. Tan
des perderán esto, pero habrá tales mul-
universal fue esta corrupción, que una
titudes que ningún hombre podrá enu-
sentencia de vanidad fue pronunciada
merar, de toda tribu, raza, nación y len-
sobre «toda la creación». El efecto de
gua, que alcanzarán esto. ¡Cuán alto lla-
esto fue, y es, que la creación nunca pue-
mamiento! ¡Qué concepción tan diferen-
de alcanzar el objetivo de su existencia,
te del hombre es ésta de aquella acepta-
salvo sobre el terreno de la santidad y la
da popularmente, y qué tremenda cosa
semejanza divina.
a ser perdida! Y aun así, hay muchos que
Aquí también entra todo el alcance de «la dicen, reclamando, que si hubiesen po-
redención que es en Cristo Jesús»; la dido escoger, nunca hubiesen venido a
obra universal que él consumó por su este mundo. Ha habido aquellos que, en
cruz destruyendo la obra del diablo y, una hora de eclipse, maldicen el día en
potencialmente, al diablo mismo; con que vieron la luz. Ah, pero hay algo erra-
todo el poder destructor del pecado y de do aquí; esto no es como el Señor planeó
Cristo, el todo y en todos 73
73

que fuese, y no importa cuántos días de- 3. La explicación de la redención


presivos tengamos, cuando nos pregun-
Además de esto, la expresión «Cristo, el
tamos después de todo si realmente vale
todo, y en todos», es la explicación de la
la pena, regresamos en nuestro ser ínti-
redención. Por supuesto, las cosas fue-
mo al pensamiento de Dios. Es nuestro
ron mal: el propósito de Dios fue inter-
tremendo privilegio, la más alta honra
ferido. Éste no podía ser frustrado por
que nos podría ser conferida desde el
completo, pero hubo otro que determi-
punto de vista divino, el que nosotros
nó, tanto cuanto estuviese en su poder,
hayamos nacido.
que aquella presentación universal de
Jesucristo – el ser «el todo, y en todos»
del Señor Jesús – nunca ocurriese; uno
Ustedes conocen las ten- que deseaba tener aquello para sí mis-
taciones y la fascinación mo, de manera que él pudiese ser el se-
ñor universal del cielo y de la tierra. Esa
del servicio cristiano; la interferencia produjo una gran diferen-
fascinación de estar afa- cia por un tiempo. Ha interferido con el
nado, de estar ocupado hombre y lo ha transformado en otro dis-
tinto a aquel que Dios quería que fuese.
con muchas cosas; de te- Ha arruinado la imagen.
ner tu programa, tus es-
Sin embargo, hay redención a través de
quemas, tus proyectos; la cruz del Señor Jesús. ¿Cuál es la expli-
estar en ello y siempre en cación de la cruz? Por un lado, ¿cuál es
ello. Allí hay un peligro la explicación de toda aquella expiación,
aquella obra redentora del Señor Jesús
que ha cazado a multitu- al tratar con el pecado, tomando sobre sí
des de siervos del Señor. el pecado universal y ser hecho maldi-
ción por nosotros, en nuestro lugar?

No siempre sentimos o hablamos de esto, Y entonces, por otra parte, como com-
pero constantemente somos movidos a plemento de esto, ¿cuál es la explicación
volvernos al punto de vista de Dios acer- de aquella cruz operando en el creyente
ca de esto y a recordar que su propósito para que éste sea unido con Él en la se-
es tener un universo poblado con aque- mejanza de Su muerte y sepultación
llos que han sido conformados a la ima- como una experiencia espiritual? – toda
gen de su Hijo Jesucristo, un pueblo que esa aplicación del Calvario que es tan
es una manifestación universal de Cris- dolorosa, tan terrible de sobrellevar: sí,
to glorificado con la gloria del Padre. ¡Ese la desintegración del «viejo hombre», el
es un privilegio, un honor; vale la pena echar fuera el «cuerpo pecaminoso car-
haber nacido para ello! Esa es la explica- nal», aquel conocimiento interior del
ción del hombre. poder de la cruz, tan terrible a la carne.
¿Cuál es la explicación? Amados, es que
Sólo podemos tocar ligeramente muchos Cristo sea el todo, y en todos.
de estos asuntos, y seguir adelante.
74 LEGADO

¿Por qué somos quebrantados? Para dar Este es un proceso doloroso, pero es un
lugar al Señor Jesús. ¿Por qué somos lle- asunto bienaventurado; y aquellos entre
vados al polvo por el Espíritu Santo cuan- nosotros que han sufrido la mayor ago-
do él aplica la muerte del Calvario en nía a lo largo de este camino podrían tes-
nosotros? Para que el Señor Jesús pue- tificar, creo, que lo que esto nos trajo del
da tomar el lugar que nosotros hemos conocimiento y de las riquezas del Señor
ocupado en la carne. A menudo enten- Jesús ha hecho que todo sufrimiento
demos como errada esta aplicación de la valga la pena. Así la obra del Señor por
cruz. El enemigo está siempre sobre nosotros y la obra del Señor en nosotros,
nuestro hombro insinuando y sugirien- por la cruz, solo es entendida en el pen-
do la inclemencia de Dios aplastándonos, samiento divino para dar lugar al Señor
humillándonos, reduciéndonos a nada, Jesús.
diciendo que no hay un final en esto, tra-
El altar de bronce del tabernáculo, así
tando así de derribarnos.
como el del templo, era un altar muy
Amados, la intención de la cruz es solo grande. Era posible poner todos los uten-
hacer al Señor Jesús el todo, y en todos, silios restantes del tabernáculo entero
para nosotros. ¿Y no es verdad que, a dentro de él. Sí, el altar tiene que ser muy
causa de la forma en que el Señor ha tra- grande; debe haber un gran espacio para
tado con nosotros, el modo en el cual él Cristo crucificado. Él irá a llenar todas
ha aplicado la cruz, plantándonos en las cosas y él será la plenitud de todo, y
aquella muerte y sepultura, que nosotros no habrá lugar para nosotros en el final.
le conocemos de un modo en que nunca ¿Esto te deja atónito? Ciertamente, no.
le conocimos antes? ¿No es de esta ma- Así, la cruz, la obra de redención a tra-
nera que él ha llegado a ser lo que él es vés de esa cruz, tiene como su explica-
para nosotros, cada vez más y más ama- ción simplemente esto: que Cristo sea el
do de nuestros corazones? El crecimien- todo, y en todos; que en todas las cosas
to del Señor Jesús en nosotros y para él pueda tener la preeminencia.
nosotros es por el camino de la cruz. Sa-
Esto, pues, es la explicación de nuestras
bemos muy bien que nuestro principal
experiencias – por qué el Señor trata con
enemigo somos nosotros mismos, nues-
nosotros como lo hace; por qué los cre-
tra carne. Esta carne no nos da descan-
yentes pasan a través de las experiencias
so, ni paz ni satisfacción; no tenemos
que atraviesan; por qué ellos pasan por
gozo en ella. Ella es obsesiva, nos absor-
cosas que nadie más parece llamado a
be, constantemente se pavonea cruzán-
atravesar; por qué algunas veces ellos
dose en nuestro camino para robarnos
casi envidian a los incrédulos por la vida
el verdadero gozo de vivir. ¿Qué se debe
fácil que tantos de éstos tienen. Esto ex-
hacer con ella? Bueno, en la cruz y por la
plica los tratos del Señor con Israel en el
cruz, nosotros somos liberados de noso-
desierto. Aun después de su liberación
tros mismos; no solo de nuestros peca-
de la esclavitud y la tiranía de Egipto,
dos, sino de nosotros mismos; y siendo
hubo quebrantamiento de corazones y
liberados de nosotros mismos somos
agonía. ¿Por qué esta disciplina? En el
libertos para Cristo, y Cristo se torna
desierto, ellos aún pensaban en Egipto.
mucho más que nosotros.
Cristo, el todo y en todos 75
75

La obra que el Señor estaba haciendo en ner una maravillosa comprensión de la


ellos era para que él pudiese ser el todo doctrina, de la enseñanza, de la verdad,
en ellos y para ellos. Si él cortaba sus re- incluso de las Escrituras, y aun ser espi-
cursos naturales, era solo para demos- ritualmente muy pequeños, muy
trarles cuáles eran sus recursos celestia- inmaduros, muy infantiles. (Hay una
les. Si él los despojaba de su poder natu- gran diferencia entre ser infantil y ser se-
ral, era para que ellos llegasen a conocer mejante a un niño). El crecimiento espi-
el poder de los cielos. Lo que quiera que ritual es solo esto: Yo menguo, él crece.
sea que él pudiese quitar de ellos o lle- Es el Señor tornándose más. De esa for-
varlos a ello, era con miras a apartarlos ma tú puedes testear el crecimiento es-
de sí mismos, para que él solo pudiese piritual.
ser el todo, y en todos.
Entonces, de nuevo, esta palabra es
Esta es la explicación de nuestras difi-
5. La explicación de todo servicio
cultades. El Señor sabe cómo tratar me-
jor con cada uno de nosotros, y él no usa ¿Qué es el servicio cristiano de acuerdo
métodos estandarizados. Él trata de un con la mente de Dios? No es necesaria-
modo contigo y de otro conmigo. Él sabe mente que tengamos un programa lleno
cómo conducirnos a experiencias que de actividades cristianas. No es que es-
son bien calculadas para traernos a don- temos siempre ocupados en aquello que
de el Señor es el todo, y en todos. llamamos ‘las cosas del Señor’. No es la
medida o la cantidad de nuestra activi-
4. La explicación del crecimiento
dad u ocupación, ni el grado de nuestra
cristiano
energía y entusiasmo en las cosas del rei-
¿Qué es el crecimiento espiritual? ¿Qué no de Dios. No son nuestras agendas,
es la madurez espiritual? Me temo que nuestros proyectos para el Señor. Ama-
nosotros tenemos ideas contradictorias dos, el test de todo servicio es su moti-
acerca de esto. Muchos piensan que la vación. ¿Es el motivo, de principio a fin,
madurez espiritual es un conocimiento que en todas las cosas él pueda tener la
más amplio de la doctrina cristiana, una preeminencia, que Cristo pueda ser el
comprensión más vasta de la verdad de todo, y en todos?
las Escrituras, una amplia expansión del
Ustedes conocen las tentaciones y la fas-
conocimiento de las cosas de Dios; y
cinación del servicio cristiano; la fasci-
muchas de estas características son re-
nación de estar afanado, de estar ocupa-
gistradas como marcas del crecimiento,
do con muchas cosas; de tener tu pro-
desarrollo, madurez espiritual. Amados,
grama, tus esquemas, tus proyectos; es-
no es nada de eso. La marca distintiva
tar en ello y siempre en ello. Allí hay un
del verdadero desarrollo y madurez es
peligro que ha cazado a multitudes de
ésta: que nosotros hayamos crecido muy
siervos del Señor. El peligro es que esto
poco y que el Señor Jesús haya crecido
los lleva a ser prominentes, hace que la
mucho. El alma madura es una que es
obra sea de ellos; es su obra, sus intere-
pequeña a sus propios ojos, mas a cuyos
ses, y cuanto más gobiernan y caminan
ojos el Señor es grande. Eso es crecimien-
en esto, más satisfechos están.
to. Nosotros podemos saber mucho, te-
76 LEGADO

No; hay una diferencia entre pasar el día El desafío del servicio de acuerdo al pen-
en el servicio cristiano como un mero samiento de Dios es solo este: ¿Por qué
disfrutar del activismo, con la fascinación lo estamos haciendo? ¿Queremos estar
de esto y todas las ventajas que esto pro- en la obra porque nos gusta estar ocupa-
vee para nosotros mismos, y su gratifi- dos? ¿O es absolutamente y únicamente
cación para nuestra carne – hay una gran para que, por cualquier medio, él pueda
diferencia entre esto y «Cristo, el todo, y venir a lo suyo, para que el propósito de
en todos». A veces, esto último es alcan- Dios pueda ser realizado? Si él puede ser
zado cuando somos puestos fuera de ac- el todo, y en todos, por nuestra muerte
ción; entonces es la prueba de si estamos así como por nuestra vida, ¿llegaremos
o no totalmente satisfechos de ser pues- al punto donde realmente deseemos que
tos por completo fuera de acción, para «será magnificado Cristo en mi cuerpo,
que de esta forma solo el Señor pueda o por vida o por muerte» (Fil. 1:20)? Esa
ser más glorificado. Si tan solo él pudie- es la explicación del servicio desde el
ra venir a lo que es suyo, nada importa si punto de vista de Dios.
nosotros somos vistos u oídos. Estamos
Naturalmente, esta es la explicación de
alcanzando un lugar, en la gracia de Dios,
muchas otras cosas. Es también...
donde estamos dichosos de ser puestos
en un rincón, sin ser vistos o notados, si 6. La explicación de todo el Anti-
de este modo el Señor Jesús puede venir guo Testamento
a lo suyo más rápida y completamente.
No nos detendremos examinando esto
De algún modo hemos sido atrapados en en detalle, sino solo lo indicaremos y se-
esto, y pensamos que el Señor solo pue- guiremos adelante. ¿Qué es el Antiguo
de venir a lo que es suyo si nosotros so- Testamento? Todo él está resumido en
mos el instrumento. La rivalidad en la grandes representaciones de Jesucristo.
plataforma y en el púlpito, la sensibili- Vea las dos principales: el tabernáculo y
dad porque uno es puesto antes que otro, el templo. Estas son detalladas represen-
porque el sermón de uno recibe más taciones del Señor Jesús tanto en su per-
atención que el de otro; los comentarios sona como en su obra, y ellas ocupan, de
favorables hechos todos en una sola di- esta forma, el lugar central en la vida del
rección, etc. Conozco bien todo esto. A pueblo escogido, cuya vida está unida a
fin de cuentas, ¿qué estamos buscando? ellas. Las dos son una, y mientras el pue-
¿Estamos buscando impresionar a nues- blo escogido permanece en un
tra audiencia por nuestra habilidad o por relacionamiento correcto con aquel ob-
hacer conocido a nuestro Señor? ¡Es una jeto central – el tabernáculo o el templo
gran diferencia! A veces el Señor gana – mientras le da su lugar de honra y re-
más de nuestros malos momentos de lo verencia y lo mantiene en su lugar de más
que pensamos, y puede ser que cuando alta santidad, siendo ellos fieles a su es-
tengamos buenos momentos él no haya píritu, sus leyes y su testimonio, y aun
obtenido lo máximo. A causa de esto, es siendo entre todos los pueblos de la tie-
necesario que seamos puestos de lado, rra los menos capaces de cuidar, natu-
mantenidos débiles y humildes, para que ralmente, de sus propios intereses, aun
él pueda tener la preeminencia. así son el pueblo supremo de la tierra:
Cristo, el todo y en todos 77
77

no hay nación o pueblo terrenal capaz operación para destruir la memoria de


de permanecer delante de ellos. Ellos este pueblo humilde y despreciado.
nunca fueron entrenados en el arte de la
La historia es exactamente ésta, que los
guerra, ni tienen un gran historial de ar-
imperios fueron quebrantados, los po-
mas y estrategia militar, y son en sí mis-
deres del mundo dejaron de existir. No-
mos un pueblo indefenso; aun así, ellos
sotros ahora recorremos el mundo para
tienen ascendencia no solo sobre nacio-
contemplar las reliquias y las ruinas de
nes individuales mayores y más fuertes
aquellos grandes imperios; pero, ¿dón-
que ellos, sino sobre una alianza de na-
de está aquella gente del Camino del
ciones. Y aunque todos se unan contra
despreciado Nazareno? ¡Es una gran
ellos, mientras son fieles a aquel objeto
multitud, que ningún hombre puede
central, ellos prevalecen. Ese objeto cen-
contar! El cielo está lleno de ellos, y aquí
tral es una representación del Señor Je-
en la tierra hay cientos de miles que co-
sús, su persona y su obra.
nocen y aman al Señor Jesús, que son
La interpretación espiritual de esto es de este Camino. La explicación es que
que cuando el Señor Jesús tiene su lu- Dios determinó que su Hijo sea el todo,
gar, hay supremacía; hay absoluta supre- y que en todas las cosas él tenga la pre-
macía cuando él tiene la preeminencia eminencia.
en todas las cosas, en su pueblo y por
Tengamos un relacionamiento vivo con
medio de su pueblo. «Cristo es el todo, y
el Hijo de Dios, y los hombres y el infier-
en todos». Cuando esto es real en su pue-
no podrán hacer lo que quieran, pero
blo, no hay fuerzas capaces de resistir-
Dios logrará su propósito y tal pueblo
les. El secreto de la absoluta supremacía
será victorioso.
y soberanía es el Señor teniendo su lu-
gar en las vidas y en los corazones, en Una palabra más. Esta es también...
todas las acciones y relaciones de su pro-
8. La explicación de la iglesia
pio pueblo; y entonces las puertas del
Hades no prevalecen. ¿Qué es la iglesia? El pensamiento de
Además, es... Dios no es el cristianismo; no es tener
iglesias como centros organizados del
7. La explicación del Nuevo Testa- cristianismo; no es la propagación de las
mento enseñanzas y empresas cristianas. El
pensamiento de Dios es tener un pueblo
El Nuevo Testamento nos muestra gru-
en la tierra en el cual, y en medio del cual,
pos diminutos, pequeños entre los pue-
Cristo es el todo, y en todos. Esta es la
blos de la tierra, menospreciados, des-
iglesia.
echados, a los que difícilmente se les per-
mite hablar sin ser amargamente moles- Tenemos que revisar nuestras ideas. En
tados, y sobre los cuales eventualmente el pensamiento de Dios, la iglesia co-
venía la ira y el odio organizado de las mienza y termina con esto – la absoluta
naciones de este mundo, culminando en supremacía del Señor Jesucristo; y lo que
que todos los recursos del imperio de Dios está siempre buscando es reunir a
hierro fueron explotados y puestos en aquellos de su pueblo que concretizarán
78 LEGADO

este pensamiento suyo más plenamen- congregacionales y todo el resto se jun-


te, y serán para él la satisfacción de su tan y olvidan sus diferencias por un tiem-
propio deseo eterno: el Señor Jesús te- po; eso no es la iglesia. En la iglesia, es-
niendo la preeminencia en todas las co- tas diferencias no son meramente cu-
sas y siendo el todo, y en todos. Él ignora biertas por un tiempo – ellas no existen.
la gran institución, la así llamada ‘Igle- Hay un cuerpo, un Espíritu. La iglesia es
sia’, y está con aquellos que en sí mis- esto: «Cristo, el todo, y en todos». Ten-
mos son de un espíritu contrito y humi- ga esto, y tiene a la iglesia. Llamar igle-
llado y que tiemblan delante de su pala- sia a cualquiera otra cosa y dejar esto de
bra, y para los cuales el Señor Jesús es el lado, es una contradicción. Pruébenlo a
único y exclusivo objeto de reverencia y través de esto.
adoración. Éstos satisfacen el corazón de
Si es verdad que la vida cristiana confor-
Dios; éstos, para él, son la respuesta a su
me al pensamiento y la mente de Dios es
eterna búsqueda.
solo esto: «Cristo, el todo, y en todos»,
Ustedes ven que la palabra de Dios dice entonces, ¿somos tú y yo verdaderos cris-
esto. Veamos Col. 3:11: «…donde no hay tianos? Pues hemos visto que, mediante
griego ni judío, circuncisión ni la cruz, nosotros desaparecimos para dar
incircuncisión, bárbaro ni escita, sier- lugar al Señor Jesús. Ahora, si profesa-
vo ni libre, sino que Cristo es el todo, y mos haber venido por el camino del Cal-
en todos». Ellos se han revestido del nue- vario hasta el Señor, la implicación es que
vo hombre, «el cual conforme a la ima- desaparecemos por medio de esta cruz,
gen del que lo creó se va renovando has- para que Cristo sea el todo, y en todos.
ta el conocimiento pleno». Observen
¿Qué pensar sobre esto? ¿Queremos no-
atentamente estas palabras, y ustedes
sotros un pedacito del mundo? ¿Nos ape-
entenderán que este es el hombre cor-
gamos voluntariamente a esta cosa o a
porativo, la iglesia, el cuerpo de Cristo,
aquella otra, fuera del Señor, porque el
«la plenitud de Aquel que todo lo llena
Señor Jesús no nos satisface plenamen-
en todo» (Ef. 1:23), y allí, en ese hombre
te y necesitamos tener un contrapeso?
corporativo, no puede haber griego o ju-
Un cristiano mundano es una contradic-
dío. Note las palabras. No dice donde el
ción de términos. Tener un poquito de
griego y el judío se reúnen juntos en ben-
algo fuera de Cristo es negar el Calvario
dita comunión. No, no hay nacionalida-
y permanecer en directa oposición al
des en la iglesia; nos hemos despojado
eterno propósito de Dios concerniente a
de toda nacionalidad, y ahora vemos un
Cristo. ¿Asumes esta responsabilidad?
nuevo hombre espiritual, una nueva
Dios determinó esto desde toda la eter-
creación, donde no hay griego ni judío,
nidad en lo referente a su Hijo, ¿y pode-
esclavo ni libre. Todas las distinciones
mos profesar pertenecer al Señor Jesús
terrenales se fueron para siempre – es
y al mismo tiempo aún no ser verdad que
un nuevo hombre.
él es el todo, y en todos, para nosotros?
No; esto pasó. En esa iglesia hay un nue- Si es así, hay algo errado, hay una nega-
vo hombre – no una combinación don- ción, una contradicción. Estamos en
de anglicanos, metodistas, bautistas, oposición al pensamiento y al propósito
Cristo, el todo y en todos 79
79

de Dios. ¿Es realmente él el todo, y en Entonces, él obra otra vez; y así la vida
todos? Él lo será si nosotros tomamos llega a ser un romance, aunque nadie
todo el camino. adivinaría que tú estabas dependiendo
del Señor hasta para respirar. Es muy
Oh, aquellas sutiles insinuaciones que
bienaventurado saber que el Señor está
siempre están siendo susurradas en
haciendo esto, cuando tú de hecho no
nuestros oídos, que si desistimos de esto
podías hacerlo – es humana y natural-
o de aquello tendremos pérdida, y la
mente imposible, ¡pero el Señor lo está
vida será más pobre y seremos puestos
haciendo!
en estrecho hasta no tener nada. ¡Es una
mentira! Esto es lo que se contrapone Prosigamos en el asunto de la iglesia.
al gran pensamiento de Dios para no- Apliquen el test. No estoy hablando con
sotros. El pensamiento de Dios para enjuiciamiento o censura, ni intento dis-
nosotros es que alguien, nada menos criminar en un sentido errado, pero per-
que su Hijo, Jesucristo, en quien habi- mítanme ser fiel – para nosotros, nues-
ta corporalmente toda la plenitud de la tra comunión debe estar donde el Señor
Deidad, sea nuestra plenitud. Jesús es más honrado. Nuestra comu-
nión debe estar donde Dios obtiene más
¡Toda la plenitud de Dios en Cristo para
plenamente lo que es suyo, donde Cristo
nosotros! Nunca obtendrás esto al recha-
es el todo, y en todos. Nosotros no pode-
zarlo. La vida será mucho menos de lo
mos estar atados por tradiciones, por
que debe ser si tú no vas hasta el final
cosas que levantan un clamor y asumen
con el Señor; y lo que se obtiene en ma-
una denominación.
teria de nuestra consagración al Señor,
nuestro entero y completo abandono a Donde el Señor es más honrado, ahí de-
él en nuestra vida, nuestro dejar comple- ben estar nuestros corazones; donde todo
tamente todo lo que no es del Señor, se lo demás está supeditado a una cosa: Je-
obtiene en el ámbito del servicio. Esta sucristo, el todo, y en todos. Este es el pen-
carne ama jactarse en la obra cristiana, samiento de Dios sobre la iglesia, y este
y nos dice que si pasamos a ser depen- debe ser el lugar donde gravitan nuestros
dientes del Señor tendremos un tiempo corazones. El lugar donde Dios va a re-
de ansiedad. Sin embargo, una vida en gistrar su testimonio y traerá el impacto
dependencia de Dios puede ser una vida de este testimonio será hallado donde el
de continuo romance. Es aquí que hace- Señor Jesús es más honrado, y tú perci-
mos descubrimientos que son constan- birás que, donde hay personas hambrien-
tes maravillas. tas, tendrás la oportunidad de ministrar,
si estás en total acuerdo con el propósito
Tú puedes estar casi muerto en un mi-
de Dios concerniente a su Hijo.
nuto, y al siguiente, el Señor te da algo
para hacer y tú estás muy vivo, depen- 9. Experimentando todo
diendo de él aun para respirar. Así lle-
Recuerda que todo lo relacionado con el
gas a conocer al Señor. Luego, después
cristiano es experimental. Todo lo rela-
de aquella experiencia, te vuelves de nue-
tivo al Señor Jesús es esencialmente ex-
vo desvalido y muerto por un tiempo,
perimental. No es solo doctrinal. No es
pero recuerdas que el Señor hizo algo.
80 LEGADO Cristo, el todo y en todos

una cuestión de credo. No es que acep- Ahora, es aquí donde tú llegas a la reali-
temos ciertas declaraciones de doctrina dad de Dios. Una cosa es cantar himnos
o de credo, y que solo por ese hecho sea- acerca de ‘Cristo como el todo y en to-
mos introducidos en el relacionamiento dos’, mirar a ello como algo objetivo y
con el Señor Jesús. No somos hechos estar de acuerdo con ello; pero otra cosa
cristianos por aceptar declaraciones es ser traído experimentalmente al lugar
doctrinales o credos ortodoxos, o hechos donde la verdad realmente opera. Mu-
sobre el Señor Jesús. La iglesia no está chos dirán hoy: «Sí, está bien, Cristo es
constituida en absoluto sobre ese terre- el todo y en todos», y mañana por la
no, aunque la iglesia defienda ciertas mañana, cuando tú los tocas en algún
cosas. La experiencia tiene que ser ope- asunto insignificante donde sus prefe-
rada en la vida, tú debes hacerte parte rencias están involucradas, hallarás que
de ella, y ella de ti. Cristo no es el todo y en todos. Tenemos
que llegar a esto a través de la experien-
No es suficiente creer que Cristo murió
cia. El Señor nos dé gracia para ello.
en la cruz. Esto se debe aplicar aquí en
nuestras vidas volviéndose una experien- La apelación final que formulo es que
cia, una fuerza y un factor poderoso y todos nosotros busquemos nuevamente
operativo en nuestro ser. La iglesia no la entronización del Señor Jesús como
ha sido constituida sobre una base de supremo Señor en nuestros corazones,
declaraciones doctrinales. Tú no puedes en cada área de nuestra vida, en todos
reunir personas, tenerlas juntas y decir: nuestros relacionamientos; que si tene-
«Esto parece perfectamente confiable; mos algo asegurado, lo dejemos ir; si
constituiremos nuestra iglesia sobre esta hemos tenido alguna reserva, debería-
base». No puedes hacer esto. mos quebrarla ahora; si hemos estado
menos que absolutamente comprometi-
La iglesia es aquella en la cual la verdad
dos con él, desde ahora esto ya no sea
ha operado, en la cual ésta se ha tornado
más así, sino que él sea el todo, y en to-
experimental. Los credos no pueden
dos, a partir de hoy. Este debe ser nues-
mantenernos juntos cuando el infierno
tro entendimiento, nuestro compromi-
se alza para dividirnos. No; el credo más
so con el Señor. ¿Lo harás? Pidamos al
ultra fundamentalista no ha logrado
Señor romper toda atadura que haya en
mantener a las personas juntas. La uni-
el camino, para que él sea el todo, y en
dad del Espíritu es una cosa interior. A
todos. ¿Estamos preparados para esto?
menos que sea así, no hay nada que pue-
Que el Señor nos dé gracia.
da resistir contra los espíritus de división
y cisma. Todo debe ser experimental, no Theodore Austin-Sparks (1888-1971)
Predicador británico, expastor bautista.
meramente doctrinal o confesional. Tomado de http://www.austin-sparks.net

Del lado de Cristo

Dios los ha llamado a estar del lado de Cristo, y ahora en esta tierra, el
viento golpea el rostro de Cristo; y al ver que ustedes están con él, no pueden
esperar estar en el lado protegido o disfrutar del lado asoleado del valle.
Samuel Rutherford (1600-1661)
LEGADO 81
81

Que Cristo tenga


la preeminencia
Las verdades de Dios están todas orgánicamente
relacionadas y todas ellas convergen
hacia un mismo centro: Cristo.

Lo central y universal de Cristo El Señor Jesús es el Cristo de Dios ade-


más de ser el Hijo de Dios (Luc. 1:35 y
¿Por qué existen todas las cosas? ¿Por
2:11). Pedro reconoció a Jesús como Cris-
qué existen los ángeles? ¿Creó Dios todo
to y como Hijo de Dios (Mat. 16:16). En
ello accidentalmente? ¿O fueron más
sí mismo, y en lo que se refiere al lugar
bien creados conforme al plan de Dios?
que ocupa en la divinidad es el Hijo de
¿Por qué escoge Dios a los hombres? Dios, pero en el plan de Dios y de acuer-
¿Por qué envía profetas? ¿Por qué da do a la obra de Dios, el Señor Jesús es el
un Salvador? ¿Por qué concede el Espí- Cristo de Dios porque es ungido por Dios
ritu Santo? ¿Por qué edifica la iglesia y y es el Hijo de Dios de eternidad a eter-
establece el reino? ¿Por qué hace que nidad. Fue el Cristo desde el momento
sea predicado el evangelio hasta lo últi- en que fue concebido el plan de Dios.
mo de la tierra a fin de que los pecado-
El propósito de Dios se centra en su Hijo
res sean salvos? ¿Por qué debemos lle-
«para que en todo tenga la preeminen-
gar a los pecadores y formar a los cre-
cia», y el plan de Dios se centra también
yentes?
en su Hijo para que Cristo pueda ser «el
¿Qué es lo fundamental de Dios? ¿Qué todo y en todos» (Col. 1:18; 3:11).
hilo es el que corre a través de todas las
Dios creó todas las cosas y creó también
verdades de Dios? ¿Cuál es la verdad su-
a la humanidad con el fin de manifestar
prema de Dios?
su gloria, y los creyentes de nuestros
¿Quién es el Señor Jesucristo? Todos días están manifestando un poco de
podríamos contestar que es nuestro Sal- Cristo, pero un día todas las cosas ha-
vador, pero muy pocos podrían contes- brán de manifestar a Cristo porque todo
tar como Pedro, que dijo que era «el Cris- el universo estará lleno de él. Al crear
to de Dios» (Luc. 9:20). todas las cosas, Dios desea que todas las
cosas manifiesten a Cristo, y al crear al
Lo fundamental, o central, de las verda- hombre, que éste sea como su Hijo, te-
des de Dios es Cristo, esto es, la niendo la vida de su Hijo, y poseyendo
centralidad de Dios no es otra cosa que la gloria de su Hijo a fin de que su Hijo
Cristo, y así escribió Pablo «El misterio unigénito pudiese ser el primogénito de
de Dios, esto es, Cristo» (Col. 2:2). entre sus muchos hijos. Dios creó y re-
82 LEGADO

dimió al hombre por causa de Cristo y con la muerte sabe que el Padre le ha
la redención se realiza para que se lleve dado todas las cosas en sus manos (Jn.
a cabo el propósito de la creación. Cris- 13:3) y la resurrección y ascensión tie-
to es el esposo y nosotros la esposa. Él nen como propósito el llenarlo todo (Ef.
es la piedra del ángulo y nosotros so- 4:10).
mos las muchas piedras vivas del edifi-
Cristo en la creación
cio. Dios nos creó para satisfacer el co-
razón de Cristo. (Heb. 1:2-3; Jn. 1:1-3,10; Col. 1:16,17; 1a
Cor. 8:6, 11:3; Gál. 4:4-7; Rom. 8:28-30;
En realidad, Cristo es lo fundamental o
1a Ped. 1:2; 1a Cor. 11:3; Gál. 4:4-7; Rom.
centro de Dios, porque el propósito de
8:28-30; 1a Ped. 1:2, 1a Cor. 1:9; Heb. 2:5-
Dios se centra en Él.
10, 1a Cor. 3:21-23).
Cristo en la eternidad pasada
El Padre concibe el plan y el Hijo es el
(Ef. 3:9-11; Ef.1:8-11; Ap. 4:11; 1a Cor. 8:6; que procede a crear. El Padre planea con-
Rom. 11:36; Ef. 4:10; Jn. 3:35, 13:3, 16:15, forme a su voluntad, y el Hijo aprueba y
17:7; Heb. 1:2). crea, y el Espíritu Santo presta la ener-
gía para que se lleve a cabo. El Hijo es el
Dios tuvo un plan incluso antes de la
Creador de todas las cosas, es «el primo-
creación del mundo. Ese plan está reali-
génito de toda creación» (Col. 1:15), y tie-
zado en Cristo y ha de resumir en él to-
ne la preeminencia sobre todas las co-
das las cosas que están en los cielos y en
sas.
la tierra. Dios planea todo esto median-
te la satisfacción de su voluntad y él es el Él es el principio (literalmente, princi-
Principal a fin de que todas las cosas sean pal) de la creación de Dios» (Ap. 3:14),
suyas y se realicen por medio de él. porque Dios ha predeterminado en su
plan eterno que el Hijo habría de crear
En la eternidad pasada, Dios predeter-
todas las cosas y que luego habría de ha-
minó establecer una casa sobre la cual la
cerse carne para poder llevar a cabo la
segunda persona de la deidad, el Hijo,
redención (1a Pedro 1:18-20). El motivo
habría de gobernar, y le dio al Hijo todas
de que todas las cosas sean creadas es
las cosas como herencia suya. Todas las
el de satisfacer el corazón del Hijo.
cosas son del Hijo, son por medio del
¡Cuán grandioso es nuestro Señor! Él es
Hijo y van al Hijo. El Padre realiza los
el Alfa y la Omega. Es el Alfa porque de
planes y el Hijo hereda lo que el Padre
él son todas las cosas, y es el Omega
ha planeado y el Espíritu Santo lleva a
porque para Él son todas las cosas.
cabo lo que el Padre ha planeado. El
amor del Padre hacia el Hijo comienza Dios creó al hombre para que éste fuese
en la eternidad pasada y éste es el Ama- como Cristo, pudiendo tener tanto la vida
do del Padre. El Padre ya amó al Hijo en como la gloria de Cristo. Del mismo
la eternidad y cuando el Hijo viene a la modo que Dios se manifiesta por medio
tierra el Padre sigue declarando: «Este de Cristo, éste se manifiesta a sí mismo
es mi Hijo amado» (Mat. 3:17). El Padre por medio del hombre. Dios nos llama
ama al Hijo y ha entregado todas las co- para que podamos ser participantes de
sas en sus manos. Al enfrentarse el Hijo su Hijo, habiendo sido hechos conformes
Que Cristo tenga la preeminencia 83
83
83

a la imagen de su Hijo a fin de que su la caída del hombre, y está a la espera


Hijo pudiese ser el primogénito entre de la manifestación de los hijos de Dios.
muchos hermanos. Cuando éstos disfruten de la libertad
gloriosa, todas las cosas serán liberta-
Pero Dios hace que además de hijos sea-
das. Nuestro cuerpo será redimido, y
mos herederos, dándonos la vida de su
cuando aparezca el Señor, seremos
Hijo y haciéndonos coherederos con su
como él.
Hijo. El motivo por al cual Dios crea al
hombre es que éste pueda recibir la vida Apocalipsis 21 y 22 describe la situación
de su Hijo y entre en la gloria con su Hijo. en la eternidad, en lo que respecta a Dios,
Todo es a fin de satisfacer el corazón del al Cordero, la ciudad con sus habitantes,
Hijo. y las naciones.
Dios ha predestinado que el hombre sea Allí se nos muestra que la meta y el pro-
hecho conforme a la imagen de su Hijo. pósito de todo cuanto hace Dios de eter-
Esto significa que Dios toma a su Hijo nidad a eternidad es darle al Hijo la pre-
como el molde o la estampa y sobre ella eminencia en todas las cosas, porque el
Dios imprime en nosotros, sus muchos propósito de Dios es hacer a su Hijo Se-
hijos, para que su Hijo pueda ser el pri- ñor de todo.
mogénito entre los muchos hijos.
Cristo en la redención
Es la voluntad de Dios distribuir la vida
(Heb. 2:9; Cl. 1:18-20; Ef. 1:10-11; Ti. 2:4;
de su Hijo a muchos, a fin de permitir a
Rom. 12:1; 14:7-9; 2a Cor. 5:15; 1a Cor.
muchos que sean hijos de Dios, para que
6:19-20; Stgo. 1:18).
su Hijo pueda ser el primogénito entre
muchos hijos, de manera que su Hijo El propósito del plan de Dios es doble:
tenga la preeminencia en todas las co- (1) que todas las cosas puedan manifes-
sas. tar la gloria de Cristo, de modo que él
pueda tener la preeminencia en todas las
Cristo en la eternidad venidera
cosas, y para que (2) el hombre pudiese
(Fl. 2:9-11; Ap. 4:11; 5:12-14; 1a Jn. 3:2; ser como Cristo, teniendo tanto su vida
1a Pd. 1:3-4; Ap. 22:1-5; Rom. 8:19-23; 1a como su gloria.
Jn. 3:2).
El capítulo 1 de Colosenses nos informa
Los capítulos 4 y 5 de Apocalipsis nos de estos mismos aspectos, es decir (1) que
muestran el estado glorioso y bendito del Cristo tuviese la preeminencia en todas
Señor después de su resurrección y as- las cosas y (2) que Cristo es la cabeza de
censión. Dios pondrá a todos los enemi- la iglesia (v. 18).
gos bajo los pies de Cristo (Mat. 22:44),
Dios crea a fin de llevar a cabo su plan,
y en esta labor determinada, la iglesia ac-
creando todas las cosas y al hombre con
tual tiene una gran responsabilidad, por-
la intención de que todas las cosas pu-
que Dios está esperando que la iglesia lle-
diesen manifestar a Cristo, en especial
ve a cabo esta misión.
el hombre, que debía ser como él, tenien-
Toda la creación fue sujetada a vanidad do su vida y su gloria, pero Satanás se
después de la rebelión de Satanás y de rebeló y produjo tal interferencia que
84 LEGADO

todas las cosas se hicieron discordantes cer uso del poder de Cristo podrán ven-
y el hombre cayó en pecado. cer y ser santos.
Dios trajo la redención a fin de recon- La respuesta a lo anterior es que Cristo
quistar, de ese modo, el propósito de su es nuestra vida. ¡Solamente eso es la vic-
creación. Por consiguiente, la redención toria! ¡Cristo mismo es la vida victoria,
de Cristo debía (1) reconciliar todas las santa y perfecta! Desde el principio al fin
cosas con Dios, y (2) redimir a la huma- es Cristo y fuera de él no tenemos abso-
nidad caída impartiendo su vida al lutamente nada. Por tanto, ¡Cristo debe
hombre. Necesitaba, además, resolver tener la preeminencia en todas las cosas!
dos de los problemas de Dios: (1) la re-
¡No soy un vencedor por la ayuda de Cris-
belión de Satanás, y (2) el pecado del
to, sino que permito que Cristo mismo
hombre.
sea el que vence por medio de mí! ¡Cris-
La muerte de Cristo cumple el doble pro- to es la victoria! ¡Cristo es la paciencia!
pósito y al mismo tiempo resuelve el do- Lo que nosotros necesitamos no es pa-
ble problema. Esa es la victoria de Cristo ciencia, ni amabilidad, ni amor, sola-
y ya ha sido ganada. mente tenemos necesidad de Cristo y él
debe tener la preeminencia en todas las
El propósito de la redención de Cristo es
cosas.
hacernos un pueblo propio, a fin de que
podamos ser un sacrificio vivo para él, Para alcanzar una vida victoriosa no de-
viviendo y muriendo por él, y sirviendo bemos confiar en nosotros mismos de
como templo del Espíritu Santo para glo- ninguna manera, y debemos consagrar-
rificar a Dios, a fin de que Cristo pueda nos de un modo absoluto. Luego, es pre-
ser engrandecido en nosotros. ciso que creamos que Cristo nos gobier-
na y que está viviendo en nosotros. Nues-
El propósito de la redención es permitir
tra victoria depende de que Cristo tenga
que Cristo tenga la preeminencia en to-
la preeminencia en todas las cosas, de-
das las cosas, y para que eso ocurra es
pende de que le permitamos que sea el
preciso que tenga la preeminencia pri-
Señor de todas nuestras vidas.
meramente en nosotros.
Las experiencias del cristiano son de dos
Cristo en la vida y la experiencia
clases: dulces y amargas. Las oraciones
del cristiano
contestadas, el crecimiento espiritual, la
(2a Cor. 5:14-15; Gál. 2:20; Jn. 3:30) iluminación (visión espiritual), y el po-
der están entre las primeras. Entre las
Cristo es la vida del cristiano. ¿Cómo ven- segundas está la pérdida material, la an-
cemos nosotros? ¿Cómo podemos ser gustia emocional, las enfermedades físi-
santos? Muchos piensan que si pueden cas, la agonía sobre las virtudes natura-
dominar su mal genio, y son capaces de les.
ser libertadas de los diferentes pecados
tendrán la victoria y serán santas; o bien Dios nos hace pasar por todas ellas a fin
si son pacientes, o si leen la Biblia y oran, de inducirnos a que concedamos a Cris-
o si crucifican su propia persona y su to la preeminencia en nuestras vidas.
propia carne, o, finalmente si logran ha-
Que Cristo tenga la preeminencia 85
85
85

Cristo en el trabajo y en el mensa- Nosotros realizamos las obras para Cris-


je del cristiano to, no para los pecadores. La medida del
éxito que obtengamos en nuestro traba-
(Ef. 2:10; 1a Cor. 2:2; 2a Cor. 4:5).
jo lo determinará la presencia de Cristo
La vida y la experiencia son algo inter- en nuestras obras.
no, mientras que el trabajo y el mensaje
No debemos proceder para nuestra pro-
son externos. Cristo debe tener la pre-
pia ganancia, para nuestro propio gru-
eminencia no solamente en lo interno,
po, ni siquiera para nuestro tipo de en-
sino en lo externo y, por lo tanto, Cristo
señanza, sino que debemos trabajar ex-
debe ocupar el primer lugar tanto en el
clusivamente para Cristo. No estamos
trabajo como el mensaje del cristiano.
aquí para satisfacernos a nosotros mis-
Cristo debiera ocupar el primer lugar en mos, sino para satisfacer el corazón de
nuestro trabajo, ya que fuimos creados Cristo. Y en caso de que prosperemos y
«para buenas obras… para que anduvié- obtengamos ganancia, seremos un obs-
semos en ellas». Cristo es buenas obras, táculo para el Señor y él sufrirá la pérdi-
ya que el propósito mismo de la obra de da. Si nos contentásemos con la ganan-
Dios es Cristo. cia de Dios nos veríamos libres del orgu-
llo y de los celos.
El servir a Dios y el trabajar para Dios
son dos conceptos muy diferentes. Hay Pablo sembró y Apolos regó de modo que
muchos que trabajan para Dios pero que la obra no fue realizada por una sola per-
no le están sirviendo. La obra fiel, si es sona, para que nadie pudiese decir «Yo
de verdad para Cristo, ha de ser juzgada soy de Pablo» o «Yo soy de Apolos». La
por su motivo y propósito. El realizar la obra es para Cristo y no para los obre-
obra de Dios nos da placer, pero también ros. Nosotros somos como el pan en las
dolor y aunque hay dificultades también manos del Señor. Cuando las personas
hay alivio. comen, le dan las gracias a Aquel que da
el pan y no al pan mismo. Del principio
Esta obra posee su propio interés y atrac- al fin, la obra entera es para Cristo, nun-
tivo, y hay veces que trabajamos por in- ca para nosotros.
terés en lugar de hacerlo para Cristo, y
muchos van apresuradamente de un si- Cristo debiera también ocupar el primer
tio a otro para conseguir fama por sus lugar en nuestro mensaje. Como lo hicie-
obras. No cabe duda que han realizado ron aquellos en los primeros tiempos de
esas obras, pero en realidad no han ser- la iglesia, también nosotros deberíamos
vido a Dios. Dios obra de eternidad a predicar a «Jesucristo como Señor», y no
eternidad con el propósito de dar a su saber nada entre los demás sino «a Jesu-
Hijo la preeminencia en todas las cosas. cristo, y a éste crucificado». Cristo es el
Por ello también nosotros debemos rea- centro del propósito y del plan de Dios, y
lizar esas obras para Cristo y, a menos la cruz se encuentra situada en el centro
que Dios limpie nuestra motivación y de la obra de Dios, ya que opera para cum-
nuestro propósito, no podremos ser ben- plir su propósito. La cruz tiene como fin
decidos por él. dejar a un lado todo lo que es de la carne
86 LEGADO Que Cristo tenga la preeminencia

para que Cristo pueda tener la preeminen- Cuando realizamos la obra debemos
cia, así que nuestro mensaje central no siempre atraer a las personas al centro y
debiera de ser la dispensación, la profe- mostrarles que Cristo es el Señor. Es
cía, ni la figura, ni el reino, ni el bautismo, imposible para nosotros intentar reali-
ni el dejar denominaciones, ni el hablar zar la obra desde una base puramente
en lenguas, ni el guardar el día de reposo, objetiva. Debemos ser primeramente
ni la santidad ni ninguna otra cosa, sino quebrantados por Dios a fin de hacer que
que debiera ser Cristo, y la centralidad de Cristo tenga la preeminencia en nuestras
Dios es Cristo. Por lo tanto, también no- vidas antes de que podamos ayudar a
sotros debemos hacer que Cristo sea nues- otros a que acepten a Cristo como Señor
tro centro. para que también en las vidas de esas
personas Cristo tenga la preeminencia.
En toda la Biblia las verdades están uni-
das en forma orgánica de la misma ma- Es necesario que permitamos que Cris-
nera que lo está la rueda a todos sus ra- to tenga la preeminencia en las peque-
yos. Cristo es el centro. Así que necesita- ñas cosas a lo largo del día para poder
mos relacionar las otras verdades con la así predicar el mensaje de Cristo como
central. Deberíamos de saber dos cosas: centro. ¡Qué maravilloso sería que cada
(1) en qué consiste esta verdad en parti- uno de nosotros colocásemos a Cristo en
cular, de qué habla, y (2) cuál es la rela- el trono!
ción entre esta verdad específica y el cen- Watchman Nee
tro. Obrero cristiano chino (1903-1972)
(Condensado de El Plan de Dios)

Apenas un hombrecito

La primera novia de Mozart desistió de su elección cuando conoció más


del mundo, y abandonó al compositor. Ella lo hallaba muy pequeño de
estatura. Cuando el mundo comenzó a reconocer su grandeza, la ex novia
explicó más tarde su rechazo: “Yo no conocía nada de la grandeza de su
genio, vi en él nada más que un hombrecito”.
Del mismo modo, Cristo fue rechazado por el mundo, como muestra
Isaías 53: “No hay parecer en él ni hermosura; le veremos, mas sin
atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los
hombres”. ¡Cuán sorprendidos quedarán aquellos mismos hombres cuando
Lo vean en su belleza y gloria!
Tomado de À Maturidade

Que nadie se aflija en su pobreza,


porque el reino universal ha sido revelado.
Que nadie esté de luto porque ha caído una y otra vez,
porque el perdón se ha levantado del sepulcro.
Que nadie tenga temor a la muerte,
porque la muerte de nuestro Salvador nos ha libertado.
Él la ha destruido resistiéndola.
Juan Crisóstomo, obispo de Constantinopla (347-407)
JOYAS DE INSPIRACION 87
87

Cristo, el centro y el corazón de la Biblia

El Antiguo Testamento describe a una na- aun, resucitó de los muertos y ahora vive.
ción. El Nuevo Testamento describe a un Sin embargo, él no es solo un personaje
Hombre. La nación fue establecida y sus- histórico, sino una Persona viva. Él es el
tentada por Dios para que trajese a aquel hecho más relevante de la historia y la fuer-
Hombre al mundo. za más vital en el mundo de hoy.
Dios mismo se hizo hombre para dar al Toda la Biblia se desarrolla en torno a esta
género humano una idea concreta, defini- bella historia de Cristo y de su promesa de
da y palpable de lo que es la Persona que vida eterna, hecha a todos aquellos que lo
debemos tener en mente cuando pensa- aceptan. La Biblia fue escrita solamente
mos en Dios. Dios es tal como Jesús. Jesús para que el hombre crea, comprenda, co-
es Dios encarnado, en forma humana. nozca, ame y siga a Cristo.
Su aparición en la tierra es el acontecimien- Cristo, el centro y la razón de ser de la Bi-
to central de toda la historia. El Antiguo blia, es el centro y la razón de ser de nues-
Testamento proporciona el escenario para tras vidas. Nuestro destino eterno está en
ese aparecimiento. El Nuevo Testamento sus manos. De aceptarlo o de rechazarlo
lo describe. depende, para cada uno de nosotros, la glo-
ria eterna o la ruina eterna, el cielo o el in-
Como hombre, Jesús vivió la vida más pe-
fierno; o uno, u otro. La más importante
culiarmente bella que se haya conocido. Él
decisión que alguien pueda ser llamado a
fue el hombre más bondadoso, más tier-
tomar es la de resolver, en su corazón, de-
no, más amable, más compasivo que haya
finitivamente, la cuestión de su actitud
existido. Amaba a las personas. Detestaba
para con Cristo. De eso depende todo.
verlas afligidas. Le gustaba perdonar. Se
deleitaba en ayudar. Obraba milagros Ser creyente es una cosa gloriosa, el más
asombrosos para alimentar al pueblo ham- elevado privilegio de la raza humana. Acep-
briento. Aliviando a los que sufrían, se ol- tar a Cristo como Salvador, Señor y Maes-
vidaba de comer. Multitudes cansadas, tro, empeñarse sincera y piadosamente por
vencidas por los dolores, de corazón afligi- seguirlo en el camino de la vida que él en-
do, venían a él y encontraban cura y alivio. señó, es, cierta y decididamente, el modo
De él, y de ningún otro, se ha dicho que, si más razonable y más satisfactorio de vida.
fuesen registradas todas sus obras de bon- Eso significa paz, paz de espíritu, conten-
dad, el mundo no podría contener los li- tamiento de corazón, perdón, gozo, espe-
bros. Jesús fue este tipo de hombre. Y Dios ranza, vida, vida aquí y ahora, vida abun-
es esta clase de Persona. dante, vida que nunca tendrá fin.
Después, él murió en una cruz, para qui- Henry Halley (1874-1965)
Maestro bíblico norteamericano.
tar el pecado del mundo, haciéndose el Tomado de Manual Bíblico.
Redentor y Salvador del hombre. Y más
88 ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

De ateo
a apologista cristiano
C.S. Lewis, uno de los autores cristianos más influ-
yentes del siglo XX, que logró hacer comprensibles
los misterios de la fe a niños e intelectuales.

C.S. Lewis es una figura única y atípica padre, Albert, era notario y provenía de
en el escenario cristiano del siglo XX. una familia de granjeros de Gales que
Ateo más de la mitad de su vida (duran- habían inmigrado a Irlanda. Había em-
te su juventud se sintió fuertemente pezado como obrero y terminó como so-
atraído hacia el ocultismo, aunque nun- cio de una importante firma de ingenie-
ca llegó a practicarlo), llegó a ser no solo ría y armadores de buques. De talante
cristiano, sino un apologista, conferen- sentimental, era apasionado y
cista radial y profesante cristiano en un melodramático; tan tierno como lleno
ambiente –el académico– donde serlo de ira, muy al contrario de su madre,
era impopular y donde más valía callar Florence Augusta Hamilton que hacía
cualquier fe que se tuviese. gala de una mente crítica e irónica. Ella
provenía de una familia de clérigos y
Ni católico ni evangélico propiamente
abogados y era la hija de un pastor pro-
tal, sin embargo, hoy es valorado y leí-
testante. Esta diferencia tan notable de
do por ambos sectores, los cuales hacen
caracteres en las familias, marcó parte
fuerza por hacerle suyo, y hasta cano-
del temperamento y carácter de C. S.
nizarle. No siendo un teólogo, y más
Lewis.
aun, siendo criticado en varios puntos
por los más ortodoxos, ha difundido la Desde su más tierna infancia estuvo ro-
fe cristiana más que ninguno, y su talla deado de libros de todas clases. Lejos de
ha alcanzado tal valía que su solo nom- ser criado en un puritanismo estricto,
bre inspira respeto y da aires a quien lo Lewis fue enseñado en la rutina de ir a la
cita. iglesia y de orar a su debido tiempo, cosa
que él aceptó sin mayor interés.
Pero, ¿es C.S. Lewis un personaje digno
de integrar la galería de los cristianos En 1908, cuando solo contaba 9 años de
prominentes en el último período de la edad, su madre enfermó de cáncer y
historia de la iglesia? ¿Un cristiano que murió. Esta muerte marcó su vida. An-
vivió la vida cristiana tan solitaria, y pe- tes de que terminara el mes de septiem-
culiarmente? bre de ese mismo año, su padre tomó la
decisión de enviarlos, a él y a su herma-
Clive Staples Lewis fue bautizado el 29
no mayor Warren, a un estricto interna-
de Junio de 1899 en la iglesia de San
do inglés.
Marcos Dundela de Belfast, Irlanda. Su
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Primeros aprendizajes sean necios, pero es difícil que su estu-


pidez llegue hasta el extremo de inferir
Como estudiante secundario, en el
directamente lo blanco de lo negro».
Cherbourg School, en Malvern, Lewis fue
un aventajado lector de los poemas Si bien las palabras del cristianismo, en
homéricos en su idioma original, un pé- el que sus padres protestantes lo educa-
simo estudiante de matemáticas y un ron, le habían sido útiles en las peores
admirador de las obras de arte. Domi- noches de duelo infantil; si bien la lectu-
naba también el francés, el alemán, el ita- ra de la Biblia lo había salvado del dolor
liano. Admiraba la mitología nórdica, y penetrante que había llegado a sentir en
oía con fascinación la música de Richard la soledad del internado; ahora, en 1914,
Wagner. al tiempo que abandonaba el colegio para
ser instruido por un tutor llamado
Le decían «Jack», después de haberle
William Kirkpatrick, estaba convencido
dicho «Jacksie» durante mucho tiempo,
de que la religión era «un sinsentido en
y en su fuero íntimo estaba completa-
el que la humanidad vive perdida».
mente seguro de que Dios no existía. Su
ateísmo se muestra tempranamente con El señor Kirkpatrick era, sin duda, el ateo
gran dureza: «No creo en ninguna reli- que necesitaba en esos momentos para
gión», dice. «No hay absolutamente nin- reforzar sus convicciones. Él corrigió sus
guna prueba para ninguna de ellas, y primeros poemas; le enseñó a llegar a sus
desde el punto de vista filosófico, el cris- propias conclusiones; a debatir fiera y
tianismo no es ni siquiera la mejor. To- lógicamente; y lo animó a ser cínico ante
das las religiones, o sea todas las una naturaleza que podía dejarnos huér-
mitologías, para darle su nombre correc- fanos de un día para otro. Le permitió
to, son simplemente un invento del hom- decir que lo único que nunca perdería-
bre». mos –lo único en lo que valía la pena
creer- era la imaginación.
Lewis sentía el mundo como un espa-
cio terriblemente frío y vacío, donde la Con Kirkpatrick, Lewis desarrolló el arte
historia humana era en gran parte una de argumentar, que le sería útil después
secuencia de crímenes, guerras, enfer- para batallar a favor de Dios. Con
medades y dolor. «Si me piden que crea Smiugy, otro querido maestro anterior,
que todo esto es obra de un espíritu om- había aprendido con deleite las claves de
nipotente y misericordioso –decía–, me la gramática y la retórica en los textos
veré obligado a responder que todos los clásicos; con Kirpatrick, en cambio,
testimonios apuntan en dirección con- aprendió dialéctica. Una dialéctica iró-
traria». Sin embargo, agregaría des- nica y sutil: «Si alguna vez ha existido
pués, con la perspectiva de los años, «la un hombre que fuera casi un ente pura-
solidez y facilidad de mis argumentos mente lógico, ese hombre fue Kirk (...).
planteaban un problema: ¿Cómo es po- Le asombraba que hubiera quien no de-
sible que un universo tan malo haya sido seara que le aclarasen algo o le corrigie-
atribuido constantemente por los seres sen (...). Al final, a menos que me
humanos a la actividad de un sabio y sobreestime, me convertí en un
poderoso creador? Tal vez los hombres «sparring» nada despreciable. Fue un
90 ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

gran día aquél en que el hombre que du- cados. En Inglaterra existían muchas
rante tanto tiempo había peleado para publicaciones de bajo costo que un estu-
demostrar mi imprecisión, me acabó diante acomodado como él podía finan-
advirtiendo de los peligros de tener una ciar.
sutileza excesiva».
Su itinerario intelectual e ideológico está
Poco a poco, Lewis llegó a sentirse có- marcado, pues, por innumerables lectu-
modo y confirmado en su ateísmo: «Para ras. Tan aventajado llegó a ser en ello que
un cobarde como yo, el universo del ma- ni él mismo estaba consciente de sus ven-
terialista tenía el enorme atractivo de que tajas comparativas con otros jóvenes
te ofrecía una responsabilidad limitada. hasta cuando se presentó en la universi-
Ningún desastre estrictamente infinito dad. Fue admitido de inmediato, y su
podía atraparte, pues la muerte termi- carrera como estudiante y después como
naba con todo (...). El horror del univer- profesor llegó a ser brillante.
so cristiano era que no tenía una puerta
A fines de 1916 se presentó en Oxford
con el cartel de ‘Salida’».
para el examen a una beca. Entró en la
Le gustaba citar a Lucrecio, como quien Residencia en el trimestre del verano de
tenía el argumento más fuerte a favor de 1917. Corrían los tiempos de la Primera
su postura: Guerra Mundial y tuvo que alistarse en
Nequaquam nobis divinitus esse paratam
el ejército. Fue herido en la batalla de
Naturam rerum; tanta stat praedita culpa. Arras, el lunes 15 de abril de 1918, tras
(Si Dios hubiera diseñado el mundo, no sería un sobrevivir a una serie de explosiones en
mundo tan frágil y defectuoso como lo vemos). el monte Berenchon. En combate perdió
Sin embargo, como no hay ateo en esta- a su gran amigo Paddy Moore, cuando
do puro, Lewis después diría en su auto- ya el armisticio comenzaba a asomarse:
biografía «(por ese tiempo) yo vivía, tuvo que enterrarlo en un campo refun-
como tanto ateos o antiteístas, en un tor- dido en el sur de Peronne.
bellino de contradicciones. Afirmaba que Mientras convalecía de sus heridas en el
Dios no existía. A la vez, estaba furioso hospital de Le Tréport, tuvo su primer
con Dios por no existir. Y estaba igual- encuentro con la obra de G.K.
mente enojado con Él por haber creado Chesterton, el primer «misil» cristiano
un mundo». que recibió su enconado ateísmo. «Nun-
Su carácter reconcentrado y serio le ale- ca había oído hablar de él ni sabía qué
jaba del contacto con las personas – de pretendía. Tampoco puedo entender de-
hecho, tuvo muy pocos amigos – y más masiado bien por qué me conquistó tan
que buscar entretención en sus horas inmediatamente. Se podría esperar que
quietas, le interesaba no ser interrumpi- mi pesimismo, mi ateísmo y mi horror
do. Asiduo lector, tuvo siempre a dispo- hacia el sentimentalismo hubieran he-
sición en casa la nutrida biblioteca de su cho que fuera el autor con el que menos
padre, y después, mientras estudiaba congeniase (...). Al leer a Chesterton,
fuera de ella, se suscribía a las mejores como al leer a MacDonald, no sabía dón-
librerías para recibir libros recién publi- de me estaba metiendo».
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La lectura de las obras de George Moore y de su hija Maureen, que queda-


McDonald, por su parte, le abrió la fron- ron desamparadas, y las instaló en su
tera a un nuevo mundo, un mundo de casa. La mujer se convirtió en una espe-
beatitud en donde Dios estaba más cer- cie de madrastra, que gobernaba la vida
ca de la realidad de lo que nunca antes de Lewis y de su hermano Warnie. Lewis
había vivido. Leer a Chesterton y a la llamaba «madre» y Warnie la aborre-
McDonald no era lo más recomendable cía. Con todo, Lewis la habría de soste-
para uno que se decía ser ateo. ner en los próximos treinta años, hasta
su muerte en 1951.
En enero de 1919 regresó a Oxford y vi-
vió situaciones y que tuvieron una in- El 1922 terminó su carrera con las más
altas calificaciones, y estuvo un año más
dedicado al estudio de la literatura in-
Poco a poco, Lewis llegó a glesa. En tanto, su pensamiento se iba
sentirse cómodo y conformando principalmente por las lec-
turas de autores cristianos, pese a su
confirmado en su ateísmo: ateísmo, pues en ellos encontró una ple-
«Para un cobarde como yo, nitud de vida que faltaba en el
el universo del materialista racionalismo laico.
tenía el enorme atractivo «Todos los libros empezaban a volverse
de que te ofrecía una en mi contra (...). No solo MacDonald,
que había hecho por mí más que ningún
responsabilidad limitada». escritor, pero era una pena que estuvie-
se tan obsesionado por el cristianismo.
Chesterton tenía más sentido común que
fluencia esencial en su forma de ver la
todos los escritores modernos juntos...,
vida. Entre ellas, las conversaciones con
prescindiendo, por supuesto, de su cris-
un cura católico apóstata; la experiencia
tianismo. Johnson era uno de los pocos
de ver a un ser querido que había expe-
autores en los que me daba la impresión
rimentado con toda clase de experien-
de que se podía confiar totalmente, pero
cias «espirituales» volverse loco (expe-
curiosamente tenía la misma chifladu-
riencia que lo alejó definitivamente del
ra. Por alguna extraña coincidencia a
ocultismo y que retrató más tarde en
Spencer y Milton les pasaba lo mismo.
Weston, el arrogante científico de su li-
Incluso entre los autores antiguos iba a
bro «Perelandra»); y la conversión de sus
encontrar la misma paradoja. Los más
mejores amigos a la corriente antropo-
religiosos (Platón, Esquilo, Virgilio) eran
sofista de Steniner que invadía el mun-
claramente aquellos de los que podía ali-
do intelectual de la época. Todo esto le
mentarme de verdad. Por otro lado, con
llevó a plantearse cuestiones que hasta
los escritores que no tenían la enferme-
entonces creía tener resueltas.
dad de la religión y con los que, teórica-
A causa de una promesa hecha a su ami- mente, mi afinidad tenía que haber sido
go Paddy antes de morir, Lewis se hizo total (Shaw, Wells, Mill, Gibbon,
cargo de la madre de él, Janie King Voltaire), ésta afinidad me parecía un
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poco pequeña. No era que no me gusta- contados. «Leí el Everlasting Man (El
ran. Todos ellos eran entretenidos, pero hombre eterno) de Chesterton, y por
nada más. Parecían poco profundos, de- primera vez vi toda la concepción cris-
masiado simples. El dramatismo y la tiana de la historia expuesta de una for-
densidad de la vida no aparecían en sus ma que parecía tener sentido (...). No
obras». Era como si Dios lo fuese ence- hacía mucho que había terminado el li-
rrando en su propio reducto, el de sus bro, cuando me ocurrió algo mucho
preferencias literarias. peor. A principios de 1926, el más con-
vencido de todos los ateos que conocía
En 1925 pasó a formar parte del claus-
se sentó en mi habitación al otro lado
tro de profesores del Magdalen College,
de la chimenea y comentó que las prue-
ejerciendo como maestro de lengua y li-
bas de la historicidad de los Evangelios
teratura inglesa. Al año siguiente cono-
eran sorprendentemente buenas. «Es
ce a J.R.R. Tolkien, con quien fundará
extraño», continuó, «esas majaderías
más adelante, junto a Charles Williams
de Frazer sobre el Dios que muere. Ex-
y Owen Barfield, el Club de los Inklings
traño. Casi parece como si realmente
para discutir sobre literatura y filoso-
hubiera sucedido alguna vez». Para
fía.
comprender el fuerte impacto que me
La amistad con J.R.R. Tolkien fue muy supuso, tendrías que conocer a aquel
significativa y duradera, a veces inte- hombre (que nunca ha demostrado nin-
rrumpida, pero nunca rota, y ayudó efi- gún interés por el cristianismo). Si él, el
cazmente a la caída de algunos de sus cínico de los cínicos, el más duro de los
prejuicios. Lewis recuerda que «al en- duros, no estaba a salvo, ¿a dónde po-
trar por primera vez en el mundo, me dría volverme yo? ¿Es que no había es-
había advertido (implícitamente) que capatoria?».
no confiase nunca en un papista (cató-
Conversión
lico), y al entrar por primera vez en la
Facultad (explícitamente), que no con- Lewis se siente acorralado y nos describe
fiara nunca en un filólogo. Tolkien era su situación con una imagen muy britá-
ambas cosas». nica: «La zorra había sido expulsada del
bosque hegeliano y corría por campo
Lewis fue un gran apoyo para éste en
abierto ‘con todo el dolor del mundo’, su-
cuanto a la creación de su Tierra Media
cia y cansada, con los sabuesos pisándole
en «El Señor de los anillos», ya que oía
los talones. Y casi todo el mundo perte-
sin parar a Tolkien recitándole su nove-
necía a la jauría: Platón, Dante,
la, al igual como hacían con otras, tales
MacDonald, Herbert, Barfield, Tolkien,
como la Ilíada y Odisea de Homero, o la
Dyson, la Alegría. Todo el mundo y todas
Divina Comedia de Dante; y así, Lewis
las cosas se habían unido en mi contra».
alentó siempre a J.R.R. a que terminara
su obra. Siente entonces que su Dios filosófico
empieza a agitarse y a levantarse, se qui-
Su andadura ideológica tuvo su clímax
ta el sudario, se pone en pie y se convier-
cuando Lewis lee The Everlasting Man,
te en una presencia viva. La filosofía deja
de Chesterton: su ateísmo tiene los días
de ser un juego lógico desde que ese Dios
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renuncia a la discusión y se limita a de- la inversa, Él fue el cazador (o eso me


cir: «Yo soy el Señor». pareció) y yo el venado». Se sintió como
«acechado» por «un piel roja», que
Lewis confiesa: «Debes imaginarme solo,
«apuntó infaliblemente y disparó».
en aquella habitación del Magdalen,
Lewis tenía la misma edad de San
noche tras noche, sintiendo, cada vez que
Agustín.
mi mente se apartaba del trabajo, el acer-
camiento continuo, inexorable, de Aquél Su padre alcanzó a enterarse de la bue-
con quien, tan encarecidamente, no de- na noticia, antes de morir en septiembre
seaba encontrarme. Al final, Aquél a de ese mismo año.
quien temía profundamente cayó sobre
La conversión, cuyo itinerario recons-
mí. Hacia la festividad de la Trinidad de
truiría en El Regreso del peregrino
1929 cedí, admití que Dios era Dios y, de
(1933), llevó a Lewis a las filas del
rodillas, oré. Quizá fuera aquella noche
anglicanismo. No se hizo católico, como
el converso más desalentado y remiso de
hubiera deseado su amigo Tolkien – de-
toda Inglaterra». Más adelante escribi-
cía que lo había sacado del ateísmo sólo
ría acerca de esto: «Entré al Cristianis-
para echarlo en brazos de la Iglesia de
mo pateando y gritando».
Inglaterra. Lewis fue un cristiano de vo-
Pero quedaba el paso de identificar a ese cación amplia, jamás un sectario. Según
Dios personal con Jesucristo. «Hasta el teólogo evangélico James I. Packer, el
entonces yo había supuesto que el cen- cristianismo de Lewis sería algo así como
tro de la realidad sería algo así como un «un anglicanismo conservador de ten-
lugar. En vez de eso, me encontré con que dencias catolizantes» (¡que no
era una Persona». Y el día que identifica romanistas!).
a Jesucristo con esa Persona sabe que ha
En su libro Cristianismo esencial Lewis
dado su último paso, y lo recordará siem-
habrá de comparar la Iglesia con una
pre. Fue un día que viajaba en un auto-
casa con muchas habitaciones, y reco-
bús de dos pisos: «Me llevaban al zoo de
mienda: «Cuando hayas escogido tu pro-
Whipsnade una mañana soleada. Cuan-
pia habitación, sé amable con quienes
do salimos, no creía que Jesucristo fue-
han escogido diferentes puertas, y con
ra el Hijo de Dios, y cuando llegamos al
quienes aún permanecen en el salón de
zoológico, sí. Pero no me había pasado
espera. Si se han equivocado, necesitan
todo el trayecto sumido en mis pensa-
de tus oraciones mucho más; si son ene-
mientos, ni en una gran inquietud (...).
migos tuyos, tienes la obligación de orar
Mi estado se parecía más al de un hom-
por ellos. Esta es una de las reglas comu-
bre que, después de dormir mucho, se
nes de la casa».
queda en la cama inmóvil, dándose cuen-
ta de que ya está despierto». A partir de entonces, su vida como inte-
lectual y escritor experimentó un ascen-
En su libro «Milagros», reflexiona acer-
so continuo, aunque no exento de pro-
ca de las circunstancias que lo llevaron a
blemas. Como académico, Lewis sufrió
conocer a Dios: «Nunca tuve la experien-
mucho a causa de su fe cristiana, ya que
cia de buscar a Dios; fue exactamente a
su conversión no le hizo muy popular en
94 ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

la Universidad. Su valiente defensa del bles los malos pensamientos, pues la


carácter sobrenatural del Evangelio pro- masa cerebral utilizada para pensar se
vocó mucho rechazo en círculos acadé- negaría a cumplir su función cuando in-
micos. La filosofía que dominaba enton- tentáramos concebirlos. Y así, la mate-
ces en Oxford era una especie de idealis- ria cercana a un hombre malvado esta-
mo, totalmente opuesto a la fe cristiana, ría expuesta a sufrir alteraciones impre-
incluso dentro de la misma teología. De visibles. Por eso, si tratáramos de excluir
hecho, su compromiso público con el del mundo el sufrimiento que acarrea el
cristianismo le valió ser rechazado cons- orden natural y la existencia de volunta-
tantemente por Oxford para el cargo de des libres, descubriríamos que para lo-
profesor titular de cátedra (nunca fue grarlo sería preciso suprimir la vida mis-
más que un tutor), siendo que era el ma».
mayor erudito en literatura medieval y
Pero esto no muestra el sentido del do-
renacentista de Inglaterra. Más tarde,
lor, si es que lo tiene. Ni demuestra que
casi al final de su vida, Cambridge ha-
Dios pueda seguir siendo bueno cuando
bría de reparar esta injusticia concedién-
lo permite. Para intentar explicar este
dole la cátedra de literatura que Oxford
misterio, Lewis recurre a la que quizá sea
siempre le negó.
la más genial de sus intuiciones. «El do-
El problema del dolor lor, la injusticia y el error –nos dice– son
tres tipos de males con una curiosa dife-
En 1940, Lewis escribe por encargo The
rencia: la injusticia y el error pueden ser
problem of pain (El problema del dolor),
ignorados por el que vive dentro de ellos,
donde desarrolla uno de los temas más
mientras que el dolor, en cambio, no
difíciles de entender por cristianos y no
puede ser ignorado, es un mal desenmas-
cristianos. Si Dios fuera bueno y todo-
carado, inequívoco: toda persona sabe
poderoso, ¿no podría impedir el mal y
que algo anda mal cuando ella sufre. Y
hacer triunfar el bien y la felicidad entre
es que Dios –afirma Lewis– nos habla
los hombres? En esas páginas que se han
por medio de la conciencia, y nos grita
hecho famosas, Lewis reconoce que «es
por medio de nuestros dolores: los usa
muy difícil imaginar un mundo en el que
como megáfono para despertar a un
Dios corrigiera los continuos abusos co-
mundo sordo».
metidos por el libre albedrío de sus cria-
turas. Un mundo donde el bate de Lewis explica que «un hombre injusto al
béisbol se convirtiera en papel al em- que la vida sonríe no siente la necesidad
plearlo como arma, o donde el aire se de corregir su conducta equivocada. En
negara a obedecer cuando intentáramos cambio, el sufrimiento destroza la ilusión
emitir ondas sonoras portadoras de de que todo marcha bien».
mentiras e insultos».
«El dolor como megáfono de Dios es, sin
«En un mundo así, sería imposible co- la menor duda, un instrumento terrible.
meter malas acciones, pero eso supon- Puede conducir a una definitiva y con-
dría anular la libertad humana. Más aún, tumaz rebelión. Pero también puede ser
si lleváramos el principio hasta sus últi- la única oportunidad del malvado para
mas consecuencias, resultarían imposi- corregirse. El dolor quita el velo de la
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apariencia e implanta la bandera de la sotros, la clave para el sentido del uni-


verdad dentro de la fortaleza del alma verso. Lewis proporciona precisamen-
rebelde». te eso. Mejor aún, él nos devolvió la fe
cristiana tradicional para que podamos
Lewis no dice que el dolor no sea doloro-
tener una confianza renovada, con algo
so. «Si conociera algún modo de esca-
así como la seguridad».
par de él, me arrastraría por las cloacas
para encontrarlo». Su propósito es po- Las Crónicas de Narnia
ner de manifiesto lo razonable y verosí-
Su trabajo como escritor de ficción tuvo
mil de la clásica doctrina cristiana sobre
su punto de partida en una de las tertu-
la posibilidad de perfeccionarse por las
lias literarias del Club de los Inklings, en
tribulaciones.
Lewis se hizo célebre para el gran públi-
co poco después gracias a una serie de «Toda persona sabe que
cartas paródicas publicadas durante 31 algo anda mal cuando
sábados de 1941 en el diario «The
Guardian» bajo el título de «Cartas del
ella sufre. Y es que Dios
diablo a su sobrino». Cuando Lewis pu- –afirma Lewis– nos
blicó estas cartas, se le criticó el hecho habla por medio de la
de que en un tiempo de guerra y nazis-
mo, no hablara más que de glotonería,
conciencia, y nos grita
egoísmo y orgullo espiritual. Pero en esto por medio de nuestros
Lewis era más sabio que sus críticos. «No dolores: los usa como
importa lo leves que puedan ser sus fal-
tas, con tal de que su efecto acumulativo
megáfono para despertar
sea empujar al hombre lejos de la luz y a un mundo sordo».
hacia el interior de la Nada. El asesinato
no es mejor que el juego de naipes para
1937. Lewis y Tolkien hablaron sobre lo
lograr ese fin, si los naipes son suficien-
poco que les gustaban las historias que
tes para lograr este fin. De hecho, el ca-
se hacían entonces. «Me temo que ten-
mino más seguro hacia el infierno es el
dremos que intentar escribirlas noso-
gradual, la suave ladera, blanda bajo el
tros», dijo Lewis. Y acordaron que
pie, sin giros bruscos, sin hitos, sin se-
Tolkien escribiera una historia sobre un
ñalizaciones»…
viaje en el tiempo y Lewis sobre una tra-
Luego vino su incursión en la radio BBC, vesía espacial. Así nació «El camino per-
ofreciendo charlas motivacionales para dido» de Tolkien, y «Más allá del plane-
sus compatriotas en medio del fragor de ta silencioso», de Lewis, la primera par-
la Segunda Guerra Mundial. El general te de la trilogía Ransom, en 1938. (Las
británico Sir Donald Hardman resume otras dos son Perelandra y Esa Fuerza
lo que significaron para los ingleses es- Maligna, que Arthur C. Clarke llamó
tas conferencias: «La guerra, la totali- «uno de los pocos trabajos de ficción es-
dad de la vida, todo tiende a perecer sin pacial que puede ser clasificado como li-
sentido. Necesitábamos, muchos de no- teratura»).
96 ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

En 1950 publicó la primera de las siete En una carta a un niño que leía sus his-
novelas infantiles que conformarían las torias, en 1961, Lewis mismo se encar-
célebres «Crónicas de Narnia». Se llama- garía de aclarar el misterio de Narnia.
ba «El León, la Bruja y el Ropero». Sus «Toda la historia de Narnia se refiere a
protagonistas eran cuatro niños que re- Cristo». Y luego agrega: «Supongamos
cordaban a los hijos de esas familias que que existiese un mundo como Narnia, y
se iban a vivir en casas de las afueras de supongamos que Cristo quisiese ir a ese
Londres por culpa de la guerra. Y su his- mundo y salvarlo (como en efecto lo hizo
toria sucedía en un mundo fantástico por nosotros). ¿Qué pasaría entonces?»
semejante a los paraísos de Dante o de El mismo Lewis contesta a esta pregun-
Milton o de la mitología noruega. ta diciendo: «Pues las crónicas son mi
respuesta. Como Narnia es un mundo
La saga muestra el mundo imaginario
de bestias que hablan, pensé en
de Narnia, habitado por animales par-
encarnarlo como una bestia que habla.
lantes, seres mitológicos, gigantes, ena-
Le di forma de león porque se supone
nos, unicornios, dríades, náyades, cen-
que el león es el rey de las bestias, y Cris-
tauros, sátiros, faunos, animales como
to es el León de Judá mencionado en
castores y tejones, y seres humanos; una
la Biblia».
alegoría diversa del mundo, con claves
espirituales presididas por Aslan, el león A partir de la publicación de Las Cróni-
creador y sustentador del universo, fi- cas de Narnia, el nombre de C.S. Lewis se
gura omnipresente detrás del devenir de hizo muy conocido en el mundo entero.
la historia, como un dramaturgo tras Comenzó a recibir miles de cartas de sus
bambalinas que se hace ver en momen- lectores – la mayoría niños – a quienes
tos escogidos, especialmente por Lucía, responde escrupulosa y amablemente.
la niña iluminada.
Matrimonio y duelo
Las Crónicas plantean el conflicto de la
Entre sus muchos lectores, Lewis enta-
fe: que es el ver y el no ver. Aun enten-
bló amistad epistolar con una lectora
diendo que Dios está presente en el mun-
norteamericana, Joy Davidman
do, su presencia a veces es elusiva. Sin
Gresham, quien viajó a Inglaterra a vi-
embargo, al final de la historia, como
sitarlo en 1952. Lewis, un solterón
Lewis describe siempre, Él está detrás de
inclaudicable de 53 años, se sintió atraí-
todas las cosas: el problema estriba sim-
do hacia ella. Poco después, ella se tras-
plemente en nuestra dificultad para ver-
ladó a vivir a Inglaterra, donde conti-
lo.
nuaron cultivando una amistad más se-
Resulta bastante evidente que en Narnia, ria.
Aslan el León, es Cristo, el cual es sacri-
El 23 de abril de 1956 ellos se casaron
ficado en la Mesa de Piedra y resucita
por lo civil, acuciados por el hecho de que
(tomo I), está presente en la Creación
ella debería abandonar el país si no re-
(tomo VI) y en el Juicio (tomo VII). En
novaba su visa, y esto se conseguía de la
un pasaje (tomo III) se revela como tal,
manera más segura a través del matri-
y hasta se transcribe una escena evangé-
monio. Así ella obtuvo su ciudadanía bri-
lica (Juan, 21).
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tánica, con un matrimonio por conve- dudar de la bondad de Dios en las pri-
niencia, sin consumación. meras horas de la madrugada. Lo dejó
en su casa cuando empezaba a amane-
Pronto, sin embargo, sobrevino una tris-
cer. Según dice, en la mañana Lewis se
te noticia a la pareja de amigos: Joy es-
veía mejor, más resignado a su suerte,
taba enferma de cáncer, y le quedaba
convencido de que la fe era lo único que
muy poco tiempo. Entonces decidieron
nunca perdería.
casarse del todo. La ceremonia, según los
ritos de la Iglesia en Inglaterra ocurrió Durante el tiempo de la enfermedad,
casi un año después del matrimonio ci- Lewis se había consagrado a cuidarla,
vil, el 21 de marzo de 1957, en un altar postergando toda otra actividad. Aban-
improvisado junto a la cama en donde donó su producción literaria y sólo dio a
ella trataba de dormir todas las noches. conocer un libro testimonial, un grito de
agonía por la muerte de Joy, A Grief
Joy significó para Lewis no sólo el amor
Observed (Una pena observada), en
de una mujer, sino también una amiga y
1961, basado en apuntes tomados en los
una interlocutora activa, inteligente y
difíciles momentos vividos. En dicho li-
dispar.
bro, no sólo vuelca su tristeza, sino las
A partir del matrimonio, la recién casa- grandes interrogantes que surgen en el
da, «radiante, encantadora e intensa- contexto de un dolor tan grande como
mente femenina» según la descripción es la muerte de un ser amado. Una lec-
de Warren, experimentó una transitoria ción de templanza y reflexión, un libro
recuperación de la enfermedad terminal que llama la atención, en primer lugar,
a fuerza de querer vivir al lado de su es- al sentido de la vida, al estar en contacto
poso. En julio del año siguiente, 1958, con la muerte, y la razón de la fe, para
emprendieron una feliz luna de miel que sortear un momento tan difícil.
terminó dos años después, tras una se-
Esta dramática historia de amor fue lle-
rie de viajes por Irlanda, Grecia e Italia,
vada al cine por Richard Attenborough,
cuando el cuerpo de ella dejó de ser ca-
en la película «Shadowslands» (Tierras
paz de retenerla.
de sombras), en 1993.
Joy Davidson murió en la noche del
Obra y pensamiento cristiano
miércoles 13 de julio de 1960 a la edad
de 45 años. Su esposo, en ese entonces En su larga carrera intelectual, recibió
un nombre admirado por los lectores del muchos premios y honores, doctorados
mundo, una verdadera institución bri- y reconocimientos en diversas universi-
tánica del tamaño de Hitchcock o la rei- dades. Incluso se le concedió la Orden
na, se despidió de ella en una habitación del Imperio Británico, que él rehusó.
de la enfermería Radcliffe.
La obra de C.S. Lewis es ingente y diver-
Clifford Morris, el chofer que lo llevaba sa. Y a través de toda ella se encuentra
de un lado a otro siempre que fuera ne- ese sello personalísimo de su autor, su
cesario, fue la primera persona que tra- frescura, su bondad, su inteligencia y
tó de consolarlo. Lo vio llorar. Lo vio sensibilidad.
98 ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Pero donde verdaderamente puso todo mente un maestro de ética o un modelo


su empeño fue en la difusión de la fe cris- de ejemplo moral.
tiana. Esta prolífica actividad pro-cris-
En su famoso trilema (Lewis Trum-
tiana hizo que su amigo Tolkien volviera
virate), Lewis plantea que del hecho de
a rezongar: Lewis corría el riesgo de con-
que Jesús afirmara ser Hijo de Dios se
vertirse en un «teólogo de bolsillo»
puede llegar a tres conclusiones, una de
(everyman’s theologian).
las cuales debe ser cierta. (1) Estaba Loco,
Entre estas obras destacan, aparte de El era un Lunático, que se creía Hijo de Dios
problema del dolor y Cartas del diablo sin serlo. (2) Era un Mentiroso, que ha-
a su sobrino, El gran divorcio (1945), cía creer a todos que era tal cosa cuando
Mero cristianismo (1952), con su pro- sabía que no lo era. (3) Era lo que decía
puesta de un credo esencial y unitario, ser, Él era el Hijo de Dios.
Reflexiones sobre los salmos (1958) y
El descartar las dos primeras por impo-
Cartas a Malcom, especialmente sobre
sibles, lleva consecuentemente a creer en
la oración (1963). Tras su muerte, Walter
Jesús.
Hooper, su albacea literario, editaría
Dios en el banquillo (1970) y Reflexio- Este argumento de Lewis suele utilizar-
nes cristianas (1967), entre otras. se en las obras de los apologistas cristia-
nos, tales como Josh McDowell. Peter
Siempre vigilante a la actualidad (aun-
Kreeft lo describe como «el argumento
que no acostumbraba leer los periódi-
más importante dentro de la apologética
cos), sensible a los problemas del hom-
cristiana».
bre, no perdía ocasión para dar un testi-
monio de verdad intemporal, pues con- Este mismo argumento, lo desarrolla
sideraba que los medios de comunica- Lewis de otra manera en una de sus car-
ción de masas se concentran en lo efí- tas: «Pienso que la gran dificultad es ésta:
mero y transitorio y llevan a los indivi- si no era Dios, ¿quién o qué era? En Mateo
duos y la sociedad lejos de Dios. Cual- 28:19 encontramos ya la formula bautis-
quier oportunidad era propicia para ha- mal: «En el nombre del Padre, el Hijo y el
blar, escribir, impugnar, rebatir, contra- Espíritu Santo» ¿Quién es este «Hijo»?
decir y pelear con argumentos lógicos, ¿Es el Espíritu Santo un hombre? Si no
como ecuaciones precisas de la geome- es así, ¿es un hombre quien «le envía»?
tría divina. (ver Juan 15:26). En Colosenses 1:17 Cris-
to es «antes de todas las cosas, y todas las
Lewis explicó y defendió la fe cristiana
cosas en él subsisten». ¿Qué clase de hom-
al hombre de hoy, y lo hizo poniendo su
bre es éste?» «Dejo a un lado la referen-
talento y sus conocimientos al servicio
cia obvia al principio del Evangelio de
de Dios.
Juan. Tomemos algo menos evidente.
Si hay algo central en la apologética de Cuando llora sobre Jerusalén (Mateo 23),
Lewis, ésa es su afirmación de la deidad ¿por qué dice de repente (v. 34) «Yo os
de Cristo. Uno de sus temas comunes a envío profetas y sabios»? ¿Quién podría
lo largo de toda su obra, es su ataque a la decir eso, excepto Dios o un lunático?
idea de que Jesús pudiera ser simple- ¿Quién es este hombre que va perdonan-
De ateo a apologista cristiano 99
99
99

do pecados? Y ¿qué acerca de Marcos nunca cristianos. Particularmente sutil


2:18-19? ¿Qué hombre puede anunciar, es por eso la sátira que hace del protes-
que simplemente porque él está presen- tante liberal que va camino del Infierno
te, se acabaron actos de penitencia, como en el autobús de El gran divorcio. Ya que
el ayuno? ¿Quién puede dar al colegio las en esta historia llena de inteligentes imá-
vacaciones a mitad de curso, sino el di- genes y fina ironía, hay un pastor que va
rector?». allí a dar una conferencia ¡sobre cómo
hubiera evolucionado la teología de Je-
Otro de sus aportes doctrinales fue real-
sús, si hubiera vivido más tiempo!
zar la visión del Cielo, como lugar de todo
valor y contentamiento. «Si leemos la C.S. Lewis murió en Oxford de un ata-
Historia, veremos que los cristianos que que cardíaco, el 22 de noviembre de
más hicieron por el mundo presente, fue- 1963, el mismo día que asesinaron al pre-
ron precisamente los que más se ocupa- sidente Kennedy. Contaba 65 años de
ron del venidero», escribe en su Cristia- edad.
nismo esencial. «Es desde que los cris-
Valoración póstuma
tianos han dejado de pensar en el otro
mundo, que han llegado a ser infelices En el día de hoy, a Lewis es posible ver-
en éste». Por lo que: «¡Aspiren al Cielo! lo citado en los contextos más disímiles.
Y obtendrán la tierra «por añadidura. El autor de eruditos textos universitarios
¡Aspiren a la tierra, y no tendrán ni lo es aplaudido por los fanáticos de la cien-
uno, ni lo otro!», afirma. cia ficción, leído por los escolares y reco-
mendado por los párrocos. Sus distintos
Aunque Lewis no era un teólogo, critica
públicos muchas veces se ignoran mu-
fuertemente en sus ensayos el
tuamente, y en la mayoría de los casos
racionalismo teológico. Su respuesta a la
desconocen al resto.
crítica bíblica alemana es que intenta
desmitificar el contenido de los Evange- Lo ha alabado Arnold J. Toynbee y
lios, sin saber siquiera lo qué es un Christopher Dawson. J.B.S. Haldane y
mito. Por ello ataca a Rudolf K. C.E.M. Joad han polemizado con él so-
Bultmann en su propio terreno: la críti- bre el ateísmo. Yves Congar y Hans Urs
ca literaria: «Si me dice que algo de un von Balthasar solían citarlo. Entre sus
Evangelio es una leyenda o un romance, lectores hallamos gente tan distinta
quiero saber cuántos leyendas y roman- como el papa Juan Pablo II y el crítico
ces ha leído, cómo de bien ha sido for- Kenneth Tynan, animador de la van-
mado su paladar para detectarlas por el guardia teatral de los Sesenta.
sabor: no cuantos años se ha pasado con
este Evangelio». Su influencia de fe ha alcanzado a cerca-
nos y lejanos. A cercanos, como Douglas
Según Lewis, estos críticos quieren que Greham, el hijo adoptivo de Lewis, que
creamos lo que ellos pueden leer entre siendo ya adulto abrazó la fe en Jesucris-
líneas, cuando son incapaces siquiera de to. A lejanos, como Francis Schaeffer,
leer lo que dicen las líneas. Intentar pre- que construyó toda su apologética, ins-
dicar un cristianismo que niega los mi- pirado por la obra de Lewis. Charles W.
lagros, produce religiosos o ateos, pero Colson, consejero de Richard Nixon, fue
100 ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA De ateo a apologista cristiano

tocado profundamente al leer Cristianis- del planeta en este preciso momento.


mo Esencial, mientras sufría la pena por Miles de páginas de Internet hacen lo que
el caso Watergate; el conocido ateo pueden para conmemorar su figura. Es-
Anthony Flew, participante de las tertu- critores famosos como Daniel Handler
lias literarias de Lewis en la universidad, o Eoin Colfer han reconocido su gran
se convirtió; lo mismo ocurrió con influencia. En una reciente encuesta rea-
Francis Collins, el famoso genetista di- lizada por la revista Christianity Today,
rector del proyecto genoma humano, fue escogido como uno de los diez cris-
mientras leía Mero Cristianismo. Los tianos más influyentes del siglo XX.
miles de ateos y agnósticos que han ve-
Luego de décadas de olvido, Lewis atra-
nido a Cristo a través de sus escritos le
viesa hoy un sostenido avivamiento.
han valido el título de «apóstol de los
Aparte de la película Tierra de sombras,
escépticos».
tres de las siete Crónicas de Narnia han
Sus novelas de ciencia ficción han llega- sido llevadas hasta hoy al cine, con un
do a ser clásicas. Brian Aldiss decía que importante éxito de taquilla.
Lejos del planeta silencioso era uno de
C.S. Lewis, sin duda, un vaso escogido
los libros que más releía y Philip K.Dick
por Dios en los claustros académicos, al
solía frecuentarlo. Varias generaciones
margen de las grandes escuelas
de niños han disfrutado de sus Crónicas
teológicas y los vitrales, para vindicar la
de Narnia.
Sabiduría entre los sabios de este mun-
Se han publicado más de veinte antolo- do.
gías de sus ensayos, más de veinte estu-
«Mas la Sabiduría es justificada por
dios críticos importantes sobre su obra.
todos sus hijos» (Luc. 7:35).
Sus libros se imprimen en cualquier país

Restitución

“Os restituiré los años que comió la oruga” (Joel 2:25).


¿Se duelen nuestros corazones por los años que hemos malgastado
neciamente? Entonces demos gracias a Dios por el consuelo de conocer su
poder para restituirlos.
«¡Oh!», nos lamentamos, «¡nuestros mejores años han sido devorados
por la langosta! Están perdidos y jamás los podremos recuperar. ¿Qué
haremos?». La respuesta es: ¡Nada! Es Dios quien restituirá esos años.
En cuanto al tiempo malgastado, una década de nuestro tiempo perdido
puede no haber valido más de un día a los ojos de Dios, pero si de aquí en
más redimimos el tiempo, empleándolo para Dios, entonces un día puede
llegar a ser igual en valor a mil años.
El día en la tierra, no está registrado en el reloj del cielo sobre la base de
veinticuatro horas. Dios tiene su propia escala moral de computación. Si
nuestro servicio está de acuerdo a su voluntad, tomemos aliento. ¿Quién
puede decir lo que puede significar una hora a sus ojos?
Watchman Nee, en Aguas Refrescantes
ESTUDIO BIBLICO Claves para el estudio de la Palabra 101
101

Sofonías

Palabra clave: Remanente Versículo clave: 1:4; 3:13

Este “compendio de toda la profecía”, a pesar de estar dirigido a


Judá y Jerusalén, es un retrato del gobierno universal de Jehová. Toda
la tierra es el palco donde el Juez de todo demuestra la grandiosidad
de la ley y la gloria del amor. Naciones de los cuatro extremos de la
tierra son escogidas como ejemplos de Su juicio justo (2:4-15). Se ha-
bla de dos remanentes: el remanente de Baal, que no escapará, y el
remanente de Israel, que sobrevivirá al mismo juicio.

El periodo de Sofonías se sitúa en- ción, una advertencia sobre el Día


tre 642 y 610 a. de C. Él predice la de Jehová, al cual se hace mención
caída de Asiria juntamente con catorce veces en el capítulo 1. La glo-
Nínive. Su profecía debe haberse ria futura, cuando todas las nacio-
dado antes de 625 a. de C, en el pe- nes se unirán en adoración al único
riodo inicial del reino de Josías, Dios, es vista anticipadamente.
cuando las prácticas idolátricas fue-
ron desterradas, permaneciendo, Divisiones:
sin embargo, un remanente de ado- 1) Sof. 1:1-2:3. El día del juicio.
radores de Baal. 2) Sof. 2:4-3:7. La provocación.
Su mensaje es, principalmente 3) Sof. 3:8-20. La salvación.
para los judíos, una reprensión por
causa de la idolatría y la deprava- A.T. Pierson
102 ESTUDIO BIBLICO

Símbolos y tipos
en la vida de Jacob
Aunque las Sagradas Escrituras son un relato literal
e histórico; con todo, por debajo de la narración,
hay un significado espiritual más profundo.

El regreso de Jacob a Betel Y esto es lo que hizo Jacob. Dejó a Betel,


y durante unos años tuvo que beber la
Jacob no tuvo su plena bendición de una
copa más amarga que ha bebido un mor-
vez; parece que perdió algo de ella al poco
tal. No conozco nada más triste que el
tiempo, y Dios le dijo algo más tarde:
segundo fracaso después de la consagra-
«Levántate, ve a Betel y reside allí». Des-
ción.
pués de nuestras horas de oración y vic-
toria, puede que retrocedamos. Dices: Leemos en los Jueces que después que
‘Tuve esta o aquella bendición y la he per- los israelitas hubieron entrado en la tie-
dido’. Puedes regresar a Betel y residir rra de la promesa, recayeron en el peca-
allí. Quizás no puedes ir al mismo altar, do, y su caída duró cuatrocientos años.
pero puedes estar en los mismos brazos. ¡Oh, vosotros los que habéis venido, ase-
Vuelve a Betel; entonces Dios va a ter- guraos de quedaros en Betel; edificad
minar la obra, y el pecado será juzgado vuestro altar y resistid para siempre a la
para siempre. sombra de su presencia!
El fallo de Jacob en hacer esto de modo Las escenas finales de la vida de Jacob
pleno fue, quizás, el secreto de todas las están llenas de instrucción y consuelo.
pruebas ulteriores que tuvo que pasar; Al fin todo fue bien, y delante de Faraón,
Jacob regresó, pero no se quedó allí. Si Jacob pudo decir en realidad: «Todas las
lo hubiera hecho habría evitado las cosas han cooperado para bien», y lue-
amargas pruebas que siguieron. Pues, un go: «El Ángel que me ha redimido de
poco más adelante, leemos que Jacob iba todo mal, bendiga a los muchachos».
de un sitio a otro otra vez. Y pronto vino
Todo fue bien al final, y lo mismo dire-
la vergüenza, la caída de Dina, la lucha
mos nosotros, pobres descarriados. ¡Pero
de sus hijos, la traición y venta de José a
cuántas penas podríamos ahorrarnos y
los madianitas, y el hundimiento de las
cuántos lazos podríamos esquivar, si
esperanzas de Jacob durante años. ¡Oh,
siempre obedeciéramos de modo literal
hijos consagrados de Dios, es algo glo-
y completo a nuestro Dios del pacto y
rioso cruzar el Jaboc, pero es algo terri-
permaneciéramos en Él!
ble el cruzarlo otra vez, entonces, en di-
rección opuesta!
Símbolos y tipos en la vida de Jacob 103
103

La tumba de Jacob pensemos en nuestros huesos: no como


hacen algunos, haciendo preparativos
El último símbolo que consideraremos es
costosos para su entierro o la losa de su
la tumba de Jacob. Murió en Egipto; lla-
tumba, sino para el momento en que re-
mó a los suyos a su alrededor y a su ama-
sucitaremos y nuestro polvo será glorifi-
do José y dijo: «Si he hallado ahora gra-
cado con Cristo y sus redimidos, o será
cia en tus ojos… haz conmigo misericor-
cubierto para siempre de oprobio y des-
dia y verdad: Te ruego que no me entie-
precio.
rres en Egipto; mas cuando duerma con
mis padres me sepultarás en el sepulcro Queridos amigos, ¡qué vida, qué débil, qué
de ellos». Y se lo juraron y no mucho des- pobre, qué equivocada, en qué necesidad
pués se movía una larga caravana que se estaba de la gracia de Dios! Pero el Dios
detuvo en la cueva de Macpela. de Jacob: ¡Qué tierno, qué fiel, qué bue-
no, qué paciente! Y él está dispuesto a ser
Jacob tenía la vista puesta en el día en
tu Dios y el mío. Aceptémosle en el espí-
que sonaría la trompeta y los muertos se
ritu del antiguo himno, que fue el canto,
levantarían, y quería que sus mismos
la canción de cuna de nuestra infancia.
huesos estuvieran dentro del pacto de
Dios. Y así, queridos, ¿habéis escogido ¡Oh Dios de Betel, de cuya mano
vuestra sepultura entre el pueblo de Is- tu pueblo es aun alimentado,
rael?, y no me refiero a la tumba literal, que condujiste, durante su peregrinaje
sino a la gloria de la resurrección. a nuestros padres.
Extiende, pues, tus alas sobre mí
Esta fue la hermosa fe de Jacob cuando
hasta que llegue al fin de la senda;
murió. Ordenó que sus huesos fueran lle-
y a la morada eterna
vados a Israel cuando sus descendientes
nuestras almas lleguen por fin en paz.
cruzaran el Mar Rojo. Y Dios quiere que
A.B. Simpson.

Las paradojas de Cristo

Cristo sintió hambre, como hombre, y satisfizo en el hombre el hambre


de Dios. Sintió hambre y era el Pan de Vida.
Cristo padeció sed, como hombre, y sin embargo había dicho: “El que
tenga sed, venga a mí y beba”.
Se sintió cansado a veces, y es nuestro descanso.
Pagó tributo como vasallo, y era el Rey de reyes.
Fue llamado diablo, y echó fuera demonios.
Oró, y es el que escucha nuestra oración.
Lloró, y es quién seca nuestro llanto.
Fue vendido por 30 piezas de plata, y es el rescate de un Mundo.
Enmudeció como una oveja, y sin embargo es la Palabra Eterna.
No tuvo lugar propio donde reclinar su cabeza, y eran suyos los mundos.
Todos le abandonaron, quedó solo, y tenía en la eternidad múltiples
legiones de ángeles dispuestos a cumplir sus órdenes.
Fue crucificado por los hombres, y había venido para ofrecerles el Cielo.
Gregorio Nacianceno (329-389)
104 VIDA CRISTIANA

Consagración

Lecciones básicas sobre la vida cristiana práctica.


“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Rom.
12:1).

En la edificación de un nuevo creyente, ción. El amor lo atará y él estará así sin


el primer problema a resolver es el asun- valerse por sí mismo.
to de la consagración. Pero si él puede o
El amor, por tanto, es la base de la con-
no admitir esta lección depende en gran
sagración. Nadie puede consagrarse sin
parte de cuán eficazmente él ha sido sal-
sentir el amor del Señor. Tienes que ver
vado. Si el evangelio no se ha presenta-
el amor del Señor antes de poder aún
do correctamente, aquel que viene al Se-
consagrar tu vida. Es inútil hablar de
ñor Jesús puede considerarse a sí mis-
consagración si no se ha gustado el amor
mo como haciendo a Dios un gran favor.
del Señor. Después de haber visto el
¡Para una persona como él, convertirse
amor del Señor, la consagración será la
en un cristiano añade mucha gloria a la
consecuencia inevitable.
cristiandad! Bajo tal ilusión, ¿cómo pue-
de alguien hablarle acerca de la consa- Sin embargo, la consagración se basa tam-
gración? Incluso una reina tiene que ser bién en el derecho o prerrogativa divina.
conducida al punto donde ella ponga con Esta es la verdad que encontramos en 1ª
alegría su corona a los pies del Señor. Cor. 6:19-20. «¿O ignoráis que vuestro
Todos necesitamos darnos cuenta de que cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
somos nosotros los favorecidos por el cual está en vosotros, el cual tenéis de
Señor al ser amados y salvados. Solo en- Dios, y que no sois vuestros? Porque ha-
tonces podemos dejar todas las cosas béis sido comprados por precio; glorifi-
gustosamente. cad, pues, a Dios en vuestro cuerpo».
Las bases de la consagración Hoy, entre los cristianos, este asunto de
haber sido comprados por precio no pue-
Veamos primero el Nuevo Testamento.
de ser entendido cabalmente. Pero, para
Allí encontramos cómo los hijos del Dios
los corintios en el tiempo del imperio
son constreñidos por amor a vivir para
romano, esto estaba perfectamente cla-
el Señor que murió y resucitó por ellos
ro. ¿Por qué? Porque en ese tiempo ha-
(2ª Cor. 5:14). La palabra «constreñido»
bía mercados humanos. Tal como hoy
significa estar firmemente sujeto o ser ro-
puedes ir al mercado a comprar pollo o
deado de modo que uno no pueda esca-
pato, así se podía comprar seres huma-
parse. Cuando una persona es movida
nos en el mercado humano.
por el amor, experimentará tal sensa-
Consagración 105
105

La única diferencia era que los precios Señor constituye aún la verdadera con-
de los alimentos estaban más o menos sagración. Después de que alguien ha
establecidos, mientras que, en el merca- sido constreñido por el amor y ha visto
do humano, el precio de cada alma era la prerrogativa del Señor, es necesario
establecido haciendo una oferta en la hacer algo adicional. Este paso extra nos
subasta. Aquel que hacía la oferta más pone en la posición de la consagración.
elevada obtenía al hombre, y quien po- Siendo constreñidos por el amor del Se-
seía al esclavo tenía poder absoluto so- ñor y sabiendo que hemos sido compra-
bre él. Pablo utiliza esta metáfora para dos, nos apartamos quietamente de todo
mostrarnos lo que ha hecho nuestro Se- para ser enteramente del Señor.
ñor por nosotros y cómo él dio su vida
como rescate para comprarnos de nue-
vo para Dios. El Señor pagó un gran pre- Es inútil hablar de
cio – su propia vida. Y hoy, a causa de consagración si no se ha
esa obra de redención, nosotros cedemos
nuestros derechos y perdemos nuestra
gustado el amor del
soberanía. Ya no somos de nosotros mis- Señor. Después de haber
mos, porque pertenecemos al Señor; por visto el amor del Señor,
lo tanto, debemos glorificar a Dios en
nuestros cuerpos. Somos comprados por
la consagración será la
precio, la sangre de la cruz. Puesto que consecuencia inevitable.
somos comprados, llegamos a ser suyos
por derecho, por prerrogativa divina.
Esta es la consagración descrita en el
Por un lado, por amor, elegimos servir-
Antiguo Testamento. Es la aceptación de
lo; y por otra parte, por derecho, no so-
un oficio santo, el oficio de servir al Se-
mos nuestros. Nosotros debemos seguir-
ñor. «Oh Señor, siendo yo amado, ¿qué
lo a él; no podemos hacer de otra mane-
más puedo hacer sino separarme de todo
ra. De acuerdo al derecho de redención,
para poder servirte? De aquí en adelan-
somos suyos; y según el amor que el res-
te, nadie puede utilizar mis manos o mis
cate genera en nosotros, debemos vivir
pies, mi boca o mis oídos, porque estas
para él. Una base para la consagración
mis dos manos son para hacer tus obras,
es el derecho legal y la otra base es la res-
mis pies para andar en tu camino, mi
puesta de amor. La consagración está,
boca para cantar tu alabanza, y mis oí-
pues, basada en el amor, que sobrepasa
dos para oír tu voz». Esto es consagra-
al sentimiento humano, así como en el
ción.
derecho según la ley. Por estas dos razo-
nes, no podemos sino pertenecer al Se- Supón que tú compras un esclavo y lo
ñor. traes a tu hogar. En la puerta de tu casa,
el hombre se arrodilla y te rinde home-
Significado real de la consagración
naje, diciendo: «Amo, tú me has com-
Nosotros debemos saber que ser cons- prado. Hoy atiendo con alegría a tus pa-
treñidos por el amor no es todavía la con- labras». Porque el hecho de que tú lo
sagración; ni tampoco ver el derecho del hayas adquirido es una cosa, pero que él
106 VIDA CRISTIANA

se humille delante de ti y proclame su consumido sigue siendo el mismo – toda


deseo de servirte es algo más. Porque tú nuestra vida. Necesitamos aprender a
lo has comprado, él reconoce tu derecho. esperar en Dios. Ofrecemos nuestros
Pero, porque tú lo has amado aun cuan- cuerpos para que podamos ser aquellos
do él es tal clase de hombre, él se declara que sirven.
enteramente tuyo. Solo esto es consagra-
Una vez que nos convertimos en cristia-
ción.
nos, debemos servir a Dios de por vida.
La consagración es más que el amor, más Tan pronto como un médico llega a ser
que la compra; es la acción que sigue al un cristiano, la medicina retrocede de ser
amor y a la compra. En adelante, aquel su vocación a ser su afición. Lo mismo
que se consagra es separado de todo en ocurrirá con el ingeniero. La demanda
este mundo, de todos sus amos anterio- del Señor ocupa la primera prioridad;
res. En lo sucesivo, él no hará nada sino servir a Dios se convierte en el trabajo
lo que su amo le ordene. Él se restringe a principal. Si el Señor permite, puedo
hacer solamente las cosas de aquel úni- desempeñarme en la medicina o en la
co dueño. Este es el real significado de la ingeniería para ganar mi sustento, pero
consagración. no podré hacer de ellos mi trabajo de
vida. Algunos de los primeros discípulos
El propósito de la consagración
eran pescadores, pero, después que si-
La consagración apunta no a la predica- guieron al Señor, ellos ya no esperaban
ción o al trabajo para Dios, sino a servir ser pescadores grandes y exitosos. Pue-
a Dios. La palabra «servicio» en el origi- de ser que se les permitiera pescar de vez
nal tiene el sentido de «esperar en», es en cuando, pero su destino fue alterado.
decir, esperar en Dios para servirle. La
Que la gracia de Dios nos asista, espe-
consagración no implica necesariamen-
cialmente a los creyentes jóvenes, para
te el trabajo incesante, porque su objeti-
que todos podamos ver cómo nuestra
vo es esperar en Dios. Si él quiere que
vocación ha sido cambiada. Que todos
estemos en pie, nos ponemos en pie; si
los profesores, doctores, enfermeras, in-
él quiere que esperemos, esperamos; y
genieros e industriales vean que ahora
si él quiere que corramos, corremos. Este
su vocación es servir a Dios. Sus voca-
es el verdadero significado de «esperar
ciones anteriores han retrocedido a ser
en» él.
aficiones. Ellos no deben ser demasiado
Lo que Dios requiere de nosotros es que ambiciosos en sus campos específicos,
presentemos nuestros cuerpos a él, no aunque el Señor puede dar a algunos de
con el fin de subir al púlpito o de evan- ellos posiciones especiales. Aquellos que
gelizar lejanas tierras, sino de esperar en servimos a Dios no podemos esperar ser
él. Sin duda, algunos pueden tener que prósperos en el mundo, porque estas dos
aceptar el púlpito, ya que han sido en- cosas cosas son contradictorias. De aquí
viados allí por Dios. Algunos pueden ser en adelante, solo debemos servir a Dios;
constreñidos a ir a tierras distantes, por- no tenemos otra vía o destino.
que han sido comisionados por Dios para
En la consagración, nuestra oración es:
ir. El trabajo en sí varía, pero el tiempo
«Oh Señor, tú me has dado la oportuni-
Consagración 107
107

dad y el privilegio de venir ante ti y de cristianos, estamos inutilizados para


servirte. Señor, soy tuyo. En adelante mis todo lo demás. Esto no significa que va-
oídos, mis manos y mis pies, siendo com- yamos a ser menos fieles en nuestros tra-
prados por la Sangre, son exclusivamen- bajos seculares. No, nosotros debemos
te tuyos. El mundo ya no puede utilizar- estar sujetos a las autoridades y cumplir
los, ni yo tampoco». ¿Cuál es, entonces, con fidelidad nuestras tareas. Pero he-
el resultado? El resultado será la santi- mos visto delante de Dios que nuestra
dad, porque el fruto de la consagración vida debe ser gastada en el camino de
es la santidad. servir a Dios; todas las demás labores son
secundarias.
En Éxodo 28 tenemos por un lado la con-
sagración y por el otro la santidad al Se- Watchman Nee
Traducido de Spiritual Exercise,
ñor. Necesitamos ser conducidos a ver (Christian Fellowship Publishers, 2007).
que después de habernos convertido en

El camino a la vida

Al principio, yo veía a Dios como mi observador, mi juez, no perdiendo de


vista las cosas que yo hacía mal, para saber si yo merecía el cielo o el
infierno cuando muriera. Él estaba allí como una especie de presidente. Yo
reconocía su imagen cuando la veía, pero realmente no le conocía. Pero
después cuando encontré a Cristo, me parecía como si la vida fuese algo
como un paseo en bicicleta, pero era una bicicleta en tándem, y noté que
Cristo iba en la parte posterior ayudándome a pedalear. No sé en qué
momento él sugirió que cambiásemos lugares, pero la vida no ha sido
igual desde entonces.
Cuando yo tenía el control, yo conocía el camino. Era algo aburrido, pero
podía predecir la distancia más corta entre dos puntos. Pero cuando él
tomó la dirección, él conocía atajos largos encantadores, subía montañas
y a través de lugares rocosos a velocidades de vértigo. ¡Todo lo que yo
podía hacer era sostenerme!
Aun cuando parecía locura, él dijo: “¡Pedalea!”. Yo me preocupé y estaba
ansioso y pregunté: “¿A dónde me llevas?”. Él rió y no contestó, y comencé
a aprender a confiar en él. Me olvidé de mi vida aburrida y entré en la
aventura, y cuando dije: “Tengo miedo”, él se volvió y tocó mi mano. Tuve
amor, paz, aceptación y alegría, regalos que tomé en mi viaje, de mi Señor,
para mí. Y seguimos viajando.
Él dijo: “Da los regalos; son equipaje adicional, demasiado peso“. Así lo
hice, a la gente que encontramos, y vi que, dando, yo recibía, y nuestra
carga seguía siendo liviana.
Al principio, yo no confiaba a él el control de mi vida. Pensé que él la
arruinaría; pero él conoce los secretos de la bici, sabe virar para tomar las
curvas cerradas, sabe sortear las rocas altas, sabe volar para acortar los
pasajes temibles. Y estoy aprendiendo a callar y a pedalear en los lugares
más extraños, y estoy comenzando a gozar de la vista y de la brisa fresca
en mi cara con mi delicioso y constante compañero, Jesucristo.
Y cuando creo que ya casi no puedo más, él solo sonríe y dice: “Pedalea”.
Autor desconocido
108 VIDA CRISTIANA

Psicología sexual masculina

Un enfoque bíblico.

La sexualidad humana, además de tener La manera de vivir la sexualidad entre


una función reproductiva, tiene un ob- hombres y mujeres es absolutamente
jetivo espiritual que es la unidad. Esto distinta. Quien no entienda esto y haga
es, la unión en espíritu, alma y cuerpo, cambios en su conducta sexual, vivirá
que crece y se desarrolla en una permanentes frustraciones.
interacción permanente de estímulos y
Por ejemplo, el varón experimenta el pla-
respuestas afectivas.
cer como una descarga de la tensión
En varias ocasiones en el ejercicio de ayu- sexual, en cambio la mujer lo vive como
dar a matrimonios en su crecimiento, he un aumento gradual de la tensión, por lo
sido testigo del profundo dolor emocio- tanto el varón anhela la satisfacción in-
nal cuando manifiestan sus quejas. mediata de sus deseos, en cambio la
mujer disfruta con la habilidad del hom-
Curiosamente, he observado que la que-
bre para aumentar poco a poco su de-
ja más recurrente de los varones es la
seo.
indiferencia afectiva de sus esposas,
manifestada en una indisposición a la Conceptos como estos son básicos en una
intimidad sexual. convivencia sexual saludable, por lo tan-
to conocerlos, considerarlos y trabajarlos
Con el tiempo me he dado cuenta que
son una tarea en la cual el matrimonio
muchos hombres cristianos viven el con-
debe enfocarse.
flicto de sentirse atraídos sexualmente
por sus esposas, pero sin la posibilidad En cuanto al apetito y frecuencia sexual,
de vivir en plenitud la satisfacción que por lo general el varón es más dispuesto.
entrega la vida sexual conyugal. ¿Qué se esconde en la búsqueda recu-
rrente de intimidad sexual de un espo-
Los factores que movilizan a una mujer
so? Fundamentalmente, la búsqueda de
a negarse sexualmente a su marido son
afecto. Amar y ser amado, dar y recibir
diversos y pueden ser razonables. Sin
cariño.
embargo, no serán motivo de análisis en
este artículo. Esta vez me abocaré a de- A las mujeres les toma tiempo darse
cir algunas cosas que atañen a los varo- cuenta que detrás de la rudeza masculina
nes, para traer una mayor comprensión por lo general encontramos un niño an-
al conflicto. sioso y necesitado de afecto. Un ser dé-
Psicología sexual masculina 109
109

bil que se nutre de la feminidad. El hom- do a su situación, quien es sometido a


bre nace de la mujer y su instinto natu- tal presión lentamente comienza a pen-
ral siempre es volver hacia ella. La vida sar y sentir la sexualidad como una con-
afectiva que proporciona la feminidad es dena, un mal que no pueden dominar, lo
un aliciente permanente a la masculini- que en medio de una sociedad altamen-
dad. El varón se afirma en ella, psicoló- te erotizada se convierte en un conflicto
gicamente potencia sus atributos cuan- de proporciones, que encuentra vías de
do es acogido, admirado y respetado por escape en conductas a nivel de autoero-
su esposa. El potencial de la masculini- tismo, pornografía, consumo de prosti-
dad es amplificado con el complemento tución o compromisos afectivos en rela-
emocional que entrega su pareja. ciones extramaritales.
Por lo general, para una mujer es incom- Luego, el postrer estado pasa a ser más
prensible el vivo interés sexual de su complejo, pues sienten haber sido arro-
marido. Ellas disocian el interés de ellos jados a tal situación involuntaria, la cual
con el afecto, e interpretan que detrás de nunca desearon, por lo cual se les gene-
este apetito sexual se esconde el más cru- ra un conflicto adicional que es aún más
do de los egoísmos. Sin embargo, en la perverso: llegar a sentir mucha rabia e
lógica masculina el interés sexual es incluso odio por sus esposas, concluyen-
afecto. Por lo tanto, cuando un hombre do finalmente en un atentado contra sus
busca a su mujer, busca fundamental- valores, principios, fe y Dios.
mente contacto afectivo. Definitivamen-
te, el varón ama con sexo, ama genital-
mente. El amor de los esposos es
Aunque es cierto que con el paso del dar y recibir. Y está
tiempo la sexualidad ha dejado de ser la destinado al fracaso si se
oportunidad de amar, y el mundo ha
hecho que la sexualidad sea solo un de-
objetiva solo en una de
porte para sentirse más joven y divertir- estas dos partes.
se sin compromiso afectivo, no obstan-
te lo que impulsa a un varón ir hacia su
mujer en busca de intimidad sexual es El apóstol Pablo, consciente de esta si-
una expresión de amor, de cariño. Sobre tuación que puede ocurrir en ambos es-
todo en hombres regenerados por el Es- posos, sabiamente aconseja de una ma-
píritu, a quienes la encomienda bíblica nera práctica, diciendo:
les manda a amar a sus mujeres como a
«Bueno le sería al hombre no tocar mu-
sus mismos cuerpos, considerándolas
jer. Sin embargo, por causa de las
como coherederas de la gracia de la vida.
fornicaciones tenga cada uno su propia
(Ef. 5; Col. 3; 1a Ped. 3).
mujer, y tenga cada una su propio ma-
Por otra parte, el efecto de una repre- rido. El marido debe cumplir con su mu-
sión sexual sostenida en el tiempo es de- jer el deber conyugal, y asimismo la
vastador en la psiquis de un varón cris- mujer con su marido. La mujer no tiene
tiano casado. De no encontrar un senti- dominio sobre su propio cuerpo, sino el
110 VIDA CRISTIANA

marido; ni tampoco tiene el marido do- tuando solo en función de satisfacer ne-
minio sobre su propio cuerpo, sino la cesidades, suplir carencias o tener com-
mujer. No os neguéis el uno al otro, a no pañía. Tal amor es incompleto, puesto
ser por algún tiempo de mutuo consen- que la condición sine qua none de la re-
timiento, para ocuparos sosegadamente lación de esposos, es dar y recibir. Quien
en la oración. Luego volved a juntaros verdaderamente ama, recibe el fruto de
en uno, para que no os tiente Satanás a ese amor.
causa de vuestra incontinencia» (1a Cor.
También Pablo aconseja a los matrimo-
7:1-5).
nios a no privarse de la intimidad sexual
Es interesante notar que Pablo plantea (v. 5). No abstenerse por cualquier mo-
la relación sexual de los esposos como tivo, por lo tanto, menos obstaculizarla.
un deber mutuo, pero es muy iluminador
Muchas mujeres manipulan el acto
conocer la traducción literal del término
sexual como instrumento de castigo ha-
griego empleado en el versículo 3, que
cia sus esposos. Recuerdo vívidamente
dice: «A la mujer el hombre la deuda
el relato de un esposo quien me decía que
pague, igualmente también la mujer al
toda vez que buscaba a su esposa para la
hombre». El mismo término es emplea-
intimidad sabía que primero debía es-
do en los siguientes pasajes de la carta a
cuchar 15 minutos de regaños por sus
los Romanos: «Pagad a todos lo que de-
faltas e incumplimientos. Lo triste de la
béis: al que tributo, tributo; al que im-
historia es que la relación terminó cuan-
puesto, impuesto; al que respeto, respe-
do este esposo encontró en otra mujer
to; al que honra, honra. No debáis a
afecto incondicional.
nadie nada, sino el amaros unos a otros,
pues el que ama al prójimo ha cumpli- En otro caso, el excesivo pudor de la es-
do la Ley» (Rom. 13:7-8). posa imposibilitaba al esposo conocerla
más íntimamente. Este es un asunto co-
De manera que cuando un matrimonio
mún en contextos religiosos. Las muje-
se acerca a la intimidad sexual, lo hacen
res que han sido formadas bajo una
en función de suplir una deuda de amor
crianza estricta han llegado incluso a
mutuo, y no como un deber uni-
negar su sexualidad al punto de avergon-
direccional, en términos de cumplir una
zarse aún de sus propios cuerpos. El pu-
obligación. La obligación, por lo general,
dor es necesario en el crecimiento del ser
no conlleva gozo, sino una alta cuota de
humano, pero no al límite de ser un obs-
sacrifico, que por las características ab-
táculo en el conocimiento matrimonial.
negadas de la mujer, la tendencia será a
vivir una vida sexual sacrificada, por lo La abstinencia prolongada en un matri-
tanto no placentera. monio puede ser usada por el tentador,
incluso por motivos nobles como dedi-
El acto sexual vinculado al afecto es pro-
carse a la oración. Un varón a quien se le
pio de la condición humana. El amor de
niega el contacto físico, se le niega el acto
los esposos es dar y recibir. Y está desti-
de amar, como ya lo hemos explicado;
nado al fracaso si se objetiva solo en una
en conclusión, queda expuesto a ser pre-
de estas dos partes. Cuando pensamos
sa del enemigo.
solo en recibir, o solo en dar, estamos ac-
111
111
Psicología sexual masculina 111

Pregunto a los lectores, especialmente a Es deber de la pareja buscar ayuda opor-


las mujeres: ¿Por qué llegar al límite de tuna para solucionar los problemas. La
contaminar la intimidad sexual? ¿Por cuestión de la frecuencia será contesta-
qué no poner remedio antes de que la da sobre la base de las necesidades, de-
situación explote? Si una mujer tiene di- seos y la conciencia de cada persona. No
ficultades en el gozo sexual, algo serio existe un modelo a seguir respecto a la
está ocurriendo. Si es una cuestión de frecuencia sexual ideal de una pareja.
apetito, tal vez se deba al stress familiar,
Cada matrimonio de acuerdo a su edad
y es comprensible. Pero no está bien po-
y etapa de desarrollo, debe conversar este
ner como pretexto enfermedades para
asunto en respeto y consideración. To-
evitar el contacto; muchas veces
mar acuerdos, fijar criterios, límites, ho-
el problema no está en la enfermedad fí-
rarios, lugares, momentos; no es un tema
sica, sino en la psicológica. La posterga-
menor o sin importancia que deba de-
ción de la vida sexual en el matrimonio
jarse al azar. De ello depende en gran
por los quehaceres del hogar, la mater-
parte el bienestar individual del día a día,
nidad, los estudios, la proyección labo-
la seguridad, y la confianza.
ral, es una equivocación.
Marcelo Díaz

Parientes lejanos

Cierto anciano solitario, vivía en las profundidades de las montañas de


Colorado. Cuando murió, sus parientes lejanos vinieron de la ciudad para
llevarse sus cosas de valor. Luego de llegar, todo lo que ellos vieron fue
una vieja choza con un retrete adosado a ésta. Dentro de la choza, cerca
de la chimenea de piedra, había una vieja cacerola y su equipo de minería.
Una mesa llena de grietas con una silla de tres patas montaban guardia
junto a una delgada ventana, y una lámpara de kerosene servía como
centro de mesa. En un rincón oscuro había un desmoronado catre con una
gastada bolsa de dormir sobre él.
Ellos recogieron algunas de las viejas reliquias y se dispusieron a partir.
Mientras se iban, un viejo amigo del solitario, sobre su mula, les hizo
señas que parasen. "¿Les importaría si yo saco algo de lo que ha quedado
en la cabaña de mi amigo?", preguntó. "Sí; vaya tranquilo", le contestaron.
Después de todo, pensaron, ¿qué puede haber de valor dentro de la choza?
El viejo amigo entró a la choza y caminó directamente hacia la mesa.
Estiró el brazo debajo de ella y levantó una de las tablas del piso. Luego
procedió a sacar todo el oro que su amigo había encontrado en los últimos
53 años, suficiente como para construir un palacio.
El solitario murió habiendo tenido un solo amigo que lo sabía. Mientras el
amigo miraba por la pequeña ventana observando la nube de polvo, detrás
de la cual desaparecía el coche de los parientes, dijo: "Deberían haberlo
conocido mejor”.
Así también, solo los que conocen íntimamente a Cristo pueden disfrutar
sus infinitas riquezas.
Colaboración de José Lara, Van Nuys, California, USA
112 APOLOGETICA

La laminina cruciforme
nos mantiene unidos
El misterio de la proteína que revela a nivel molecular la
obra unificadora y sustentadora de la cruz de Cristo.

Hace unos cinco años el evangelista Nor- Considerando la controversia existente,


teamericano Louie Giglio predicó un este artículo revisará en profundidad la
mensaje en donde exponía que Dios man- literatura científica de primera fuente que
tiene todo unido bajo su poder sustenta- ha sido publicada sobre la laminina, revi-
dor, desde las galaxias en el universo has- sando aspectos de estructura, función y
ta nuestros propios cuerpos, los cuales tipos moleculares, con el fin de validar u
están conformados por este poder unifi- objetar los argumentos a favor o en con-
cador. Agregaba posteriormente que se ha tra de su estructura cruciforme y su rol
descubierto una proteína denominada de estructura unificadora, para finalmen-
laminina, con forma de cruz, que man- te hacer una reflexión acerca de la inter-
tiene unidos los tejidos corporales, consi- pretación teológica que se le ha dado.
derándolo como un resultado más de este
Estructura y función de la lami-
poder sustentador y unificador. Desde
nina
entonces diversas páginas de Internet re-
lacionadas con divulgación de temáticas El cuerpo humano está compuesto de
que relacionan fe cristiana y ciencia han trillones de células de distinto tipo y con
publicado artículos que consideran a la funciones también distintas, pero todas
laminina como un emblema representa- ellas están unidas formando tejidos, los
tivo de la relación de unidad de Cristo con que finalmente forman los diversos ór-
su iglesia a través de su sacrifico en la cruz, ganos, sistemas y en definitiva, a todo el
o como una especie de firma o huella del cuerpo humano. Una de las principales
Creador, mientras que en otros sitios equi- estructuras responsables de que el cuer-
valentes se señala que es un error consi- po humano se mantenga unido desde sus
derarlo de esta manera, porque la Biblia cimientos fundamentales (las células) es
(dicen) no requiere de moléculas que con- una glicoproteína de gran tamaño deno-
firmen sus verdades. Estos últimos argu- minada laminina, la cual presenta tres
mentan además que la representación en brazos en forma de cruz (Figura 1). La
forma de cruz no sería tal, porque sería laminina en su estructura general, está
solo un modelo o diagrama figurado, y por compuesta de tres partes que se entrela-
tanto no real, y que habría además mu- zan entre sí, denominadas cadenas Alfa,
chas formas y tipos de laminina. Beta y Gamma.
La laminina cruciforme 113
113
113

Esta disposición espacial cruciforme de gurado, sino que esta proteína denomi-
la laminina ha sido considerada muy nada laminina clásica, tiene efectiva-
adecuada por los biólogos moleculares, mente una forma de cruz.
dado que funciona por una parte como
Cada punta de la cruz de la laminina pre-
mediadora entre sitios distantes al inte-
senta sitios de enlace para mantener
rior de las células y de otros componen-
unidas a las estructuras celulares y
tes moleculares que se encuentran fuera
extracelulares. El brazo largo tiene recep-
de la célula (en la matriz extracelular), y
tores en sus extremos que responden a
también actúa como la encargada de unir
señales químicas para favorecer la unión
todos estos componentes al regular la
entre las células formando una red que
arquitectura corporal y la adhesión de las
afirme y asegure el tejido, mientras que
células. Es cierto que los dos brazos cor-
los brazos cortos de la laminina
tos de la laminina clásica (Figura 1) no
cruciforme presentan sitios de unión es-
siempre son perfectamente rectos ni
pecialmente habilitados para unirse con
constituyen de forma exacta un ángulo
otras moléculas de laminina, lo cual les
de 90º con el brazo largo principal, pero
permite ir formando delgadas laminas de
las fotografías realizadas con microsco-
tejido que contribuyen finalmente a ha-
pio electrónico desde hace ya tres déca-
cer cada vez más firme los distintos teji-
das revelan claramente que esta molé-
dos corporales (Figura 2).
cula más importante de laminina (tipo
1) tiene realmente una estructura en for- Tipos de laminina
ma de cruz siendo esta forma confirma-
da por variados trabajos posteriores que Hasta ahora han sido identificados 12
utilizaron microfotografias electrónicas. tipos diferentes de laminina en mamífe-
No se trata por tanto de un diagrama fi- ros las cuales presentan cuatro formas
básicas; la forma clásica como cruz (lla-
mada también laminina tipo 1), la for-
ma de cruz alargada, la forma de cruz
truncada (brazos cortos muy reducidos)
y la forma sin el extremo superior de la
cruz. Las dos primeras presentan dos
brazos cortos y uno largo, y son típica-
mente cruciformes. Las dos restantes
presentan también tres brazos, pero los
brazos cortos se ubican en el tope supe-
rior del brazo largo.
De estas cuatro formas, la primera (for-
ma clásica de cruz) sería la más impor-
tante por cuanto participa desde el pro-
ceso mismo de formación del embrión,
Figura 1. Estructura de la forma clásica de la molé-
cula laminina (tipo 1), con sus cadenas básicas Alfa, y posteriormente forma parte de la ma-
Beta y Gamma. (Tomada de varias fuentes). yoría de los tejidos del ser humano, en-
114 APOLOGETICA

contrándose también presente en otras (tipo 1) y aquella con forma alargada,


especies de vertebrados, siendo la única presentan efectivamente una forma de
laminina a la que se la han definido cla- cruz, comprobada a partir de la
ramente las distintas interacciones tales microscopía electrónica en reiterados
como mediadora entre componentes ce- estudios. Por tanto la cruz que da forma
lulares, aglutinadora de células y gene- a la molécula de la laminina no es un
radora de tejidos. diagrama representativo.
Estas proteínas llamadas lamininas, Efectivamente, existen varios tipos de
principalmente cruciformes, forman lamininas, pero la laminina clásica (tipo
por tanto la lámina basal (estructura 1) ha sido considerada por los biólogos
fundamental de los tejidos del cuerpo) moleculares como la más representativa
de la mayoría de las células animales, y e importante de los tejidos corporales
también del ser humano. Sin ellas, los humanos y de otros animales. Finalmen-
órganos y el cuerpo no se sostendrían y te, respecto a sus funciones, se ha deter-
caerían desarmados. La laminina ha minado que en mamíferos la laminina
sido considerada como una proteína juega al menos tres roles esenciales; en
esencial, que funda las bases para la es- primer lugar es el principal elemento es-
tructura-ción de tejidos del cuerpo hu- tructural y unificador de tejidos, en se-
mano y otros animales, participando gundo lugar une a las células entre sí y
además en la diferenciación celular y también a la matriz externa a las células,
promoviendo el crecimiento y la gene- y finalmente promueve el crecimiento de
ración de tejido. tejido. Estas conclusiones permiten efec-
tivamente el que se pueda establecer una
La laminina y la cruz de Cristo
símil o comparación entre la estructura
A partir de los variados artículos cientí- y la función de la laminina en el cuerpo
ficos publicados en prestigiosas revistas humano con la función unificadora de
especializadas es factible concluir lo si- Cristo y su iglesia a través de su sacrifi-
guiente: La forma de la laminina clásica cio en la cruz.

Figura 2. Visión esquemática de la forma en que se agrupan las moléculas de laminina para formar la
lámina basal, de la cual surgirán finalmente las distintas capas de tejido. (Colognato and Yurchenco. 2000).
La laminina cruciforme 115
115
115

Por cierto que no se trata de probar una La naturaleza y los seres vivos dentro de
verdad bíblica con la forma y función de ella son parte de la creación de Dios y la
una proteína como la laminina, aunque ciencia es producto por una parte de las
ella misma es evidencia poderosa de Di- capacidades con las que el Señor dotó al
seño Inteligente, ni tampoco buscar en ser humano para practicarla, y porque
ella un complemento a la Palabra de lo creado muestra un claro propósito y
Dios, como ha sido escrito por quienes orden inherente. Por ello no debiéramos
no aceptan tal comparación. Se trata más mirar con despropósito situaciones
bien de establecer un símil entre la for- como las que aquí se han presentado,
ma y función de la laminina en el cuerpo porque lo lógico es precisamente encon-
humano, con Cristo y su cruz como pie- trar diseño, pruebas de un poder subli-
dra angular que estructura la arquitec-
tura de ese cuerpo espiritual que es su
Iglesia. Comparación que permite
visualizar de forma didáctica verdades Se ha determinado que en
espirituales complejas. La comparación, mamíferos la laminina
al igual que otras figuras literarias, re- juega al menos tres roles
sulta ser un recurso pedagógico altamen-
te provechoso para enseñar cosas difíci- esenciales; en primer
les, y en la Biblia fueron utilizadas múl- lugar es el principal
tiples figuras literarias como la metáfo- elemento estructural y
ra, la metonimia, la hipérbole, la proso-
popeya y la comparación, entre otras. unificador de tejidos, en
El propio Señor Jesucristo hizo uso de es-
segundo lugar une a las
tas figuras literarias, las que se registran células entre sí y también
en distintos pasajes de los evangelios, en- a la matriz externa a las
contrándose también en el Antiguo Tes-
tamento. De manera similar al tema que
células, y finalmente
nos convoca en este artículo, el apóstol promueve el crecimiento
Pablo utilizó formas y funciones corpora- de tejido.
les humanas para dar a conocer profun-
das verdades espirituales (1ª Cor. 12:12-
13). Esto no significa que quienes cono- me y propósito dentro de esta naturale-
cieron a Cristo y lo aceptaron en sus vi- za, en los seres que la habitan y en noso-
das como Señor y Salvador antes del de- tros mismos. Después de todo, cada par-
sarrollo del microscopio electrónico (el te de nuestro cuerpo fue diseñada con un
que permitió conocer a la laminina), te- propósito, y somos hechura y diseño de
nían un conocimiento incompleto, porque su mente y manos.
la Palabra escrita en la Biblia fue, es y será
absolutamente suficiente. Pero lo que co- Ya sea una enorme coincidencia o defi-
nocemos hoy, ayudados por el desarrollo nitivamente un propósito, no deja de ser
de la ciencia, nos permite reconocer más altamente extraordinario que el elemen-
aún la grandeza de nuestro Creador. to molecular que nos mantiene unidos
116 APOLOGETICA La laminina cruciforme

como cuerpo físico sea una estructura en paz mediante la sangre de su cruz» (Col.
forma de cruz. Ya miles de años antes que 1:16-20).
se descubriera la estructura y propieda- Ricardo Bravo Méndez
des de la laminina como unificadora del Bibliografía
Aumailley, M., and N. Smyth. 1998. The role of laminins
cuerpo humano, la Escritura señalaba in basement membranes. J. Anat. 193:1–21.
que por medio de la cruz, el Señor Jesu- Beck, K., I. Hunter and J. Engel. 1990. Structure and
function of laminin: anatomy of a multidomain
cristo reconciliaría consigo mismo todas glycoprotein. The FASEB Journal, Vol. 4, 148-160.
las cosas, porque fueron creadas por él y Colognato H, and Yurchenco P. 2000. Form and Function:
The Laminin Family of Heterotrimers. Developmental
para él. Cristo es el principio unificador Dynamics 218:213–234.
universal, es el centro que agrupa y une Engel J, Odermatt E, Engel A, Madri JA, Furthmayr H,
Rohde H, Timpl R. 1981. Shapes, domain organizations
todo; sin su presencia el universo se des- and flexibility of laminin and fibronectin, two
morona, y la iglesia también cae a peda- multifunctional proteins of the extracellular matrix. J Mol
Biol. 25; 150 (1):97–120.
zos. Su cuerpo extendido formando una Ekblom, P., and Timpl, R. (eds). 1996. The Laminins,
cruz en el madero, entregado en un Harwood Academic Publishers, Reading, United
Kingdom. 321 pp.
cruento sacrificio, logró lo imposible, Miner, J. et al. 1997. The Laminin a Chains: Expression,
unir y reconciliar con él todas la cosas, Developmental Transitions, and Chromosomal Locations
of a 1-5, Identification of Heterotrimeric Laminins 8–11,
tanto en la tierra como en el cielo. Gloria and Cloning of a Novel a 3 Isoform. The Journal of Cell
al Señor. Biology, Volume 137, Number 3, pp. 685–701.
Nageswara C. et al. 1982. Isolation of a Subunit of
«Porque en él fueron creadas todas las Laminin and Its Role in Molecular Structure and Tumor
Cell Attachment. The Journal of Biological Chemistry.
cosas, las que hay en los cielos y las que Vol. 257, No. 16, pp. 9740-9744.
hay en la tierra, visibles e invisibles; Paulsson, M., R. Deutzmann, R. Timpl, D. Dalzoppo, E.
Odermatt and J. Engel. 1985. Evidence for coiled-coil
sean tronos, sean dominios, sean prin- ar-helical regions in the long arm of laminina. The EMBO
cipados, sean potestades; todo fue crea- Journal vol.4 no.2 pp.309-316.
Paulsson M., M. Aumailley, R. Deutzmann, R. Timpl, K.
do por medio de él y para él. Y él es an- Beck and J. Engel. 1987. Laminin-nidogen complex. Eur.
tes de todas las cosas, y todas las cosas J. Biochem. 166, 11-19
Reina Valera. 1960. Santa Biblia, Revisión 1960. Edito-
en él subsisten. Y él es la cabeza del cuer- rial Caribe.
po, que es la iglesia; el que es el princi- Sasaki, T., R. Fässler and E. Hohenester. 2004. Laminin:
the crux of basement membrane assembly. The Journal
pio, el primogénito de entre los muer- of Cell Biology. Volume 164, Number 7. pp. 959 – 963.
tos, para que en todo tenga la preemi- Sixt M., B. Engelhardt, F. Pausch, R. Hallmann, O.
Wendler, and L. Sorokin. 2001. Endothelial Cell Laminin
nencia, por cuanto agradó al Padre que Isoforms, Laminins 8 and 10, Play Decisive Roles in T
en él habitase toda plenitud, y por me- cell Recruitment across the Blood–Brain Barrier in Ex-
perimental Autoimmune Encephalomyelitis. The Journal
dio de él reconciliar consigo todas las of Cell Biology, Volume 153, Number 5, pp. 933–945.
cosas; así las que están en la tierra como Timpl R., Rohde H., Robey P., Rennard S., Foidart J. &
Martin G. 1979. «Laminin – a glycoprotein from basement
las que están en los cielos, haciendo la membranes». J Biol Chem, 254 (19): 9933–7.

Si fuese como Jesús

Un judío cristiano y otro no-cristiano estaban conversando acerca del


nacimiento virginal de Cristo. “Si yo te dijese que en esta ciudad nació un
niño, sin un padre, ¿tú creerías eso?”, preguntó el no-cristiano. “Sí”,
respondió el cristiano, “si él viviese como Jesús vivió”.
Tomado de À Maturidade
117
117
REPORTAJE 117

¿Por qué él no me
odiaba?
Yo había dado muerte a su esposa en un accidente
automovilístico, y ahora él deseaba hablar conmigo.

Mi primer año de secundaria estaba le- bre la hierba junto a una bicicleta des-
jos de tener un gran inicio. Al tercer día, trozada.
finalmente memorizaba mi horario de
Sin un teléfono celular, miré hacia el ca-
clase, mi combinación del armario y la
mino buscando algún lugar desde don-
mayor parte de mis rutinas de aquella
de llamar una ambulancia. Había solo
nueva vida. Esa mañana me puse mis
dos viviendas a la vista. Corrí a la más
nuevos jeans y sandalias, tomé mis libros
cercana y llamé a la puerta. Como no
y útiles, y besé a mi mamá despidiéndo-
hubo respuesta, subí a mi coche y mane-
me. Desde nuestra casa de campo, había
jé hasta la otra casa. Me sentí aliviada
un trayecto de 15 kilómetros al colegio.
cuando un anciano abrió la puerta y me
Mientras subía a mi pequeño coche ma-
señaló rápidamente hacia su teléfono.
rrón, tomé el cinturón de seguridad, pen-
Llamé al 911. Entonces, llamé a casa y
sando: «Nunca me acuerdo de usar esta
pedí a mi mamá que viniese por el cami-
cosa, pero lo haré ahora que lo he pen-
no hasta que ella me viera. No me atreví
sado».
a decirle todo lo demás.
Mientras ascendía una colina, recordé
En el momento en que regresé a la esce-
que aún necesitaba pintar mis labios.
na, otro coche había parado, y un hom-
Ajusté el espejo retrovisor para una apli-
bre estaba parado junto al camino, cer-
cación rápida. Cuando mis ojos volvían
ca de la mujer. Él miró mi coche y pre-
al camino, tuve vislumbre de algo que se
guntó: «¿Tú la atropellaste?». Respondí
movía, y entonces sentí mi coche
a través de mi llanto de pánico: «Sí, se-
sacudirse repentinamente. Yo había gol-
ñor, pero no trataba de escaparme, solo
peado algo. Mi pensamiento inicial fue
la dejé para ir a llamar una ambulancia».
de que quizás fuese un animal del cam-
Mi madre llegó en un par de minutos, y
po. Pero tuve la sensación abismante de
me abalancé a ella mientras ella corría
que era algo mucho peor.
hacia mí con sus propias lágrimas de
Cuando detuve el coche y corrí atrás a pavor. Mientras esperábamos ayuda,
ver lo que había impactado, mi sensa- todo lo que yo podía pensar era que la
ción fue confirmada. Permanecí tem- mujer a la que había atropellado era pro-
blando ante el cuerpo de una mujer de bablemente madre de alguien, hija o es-
cabellos rizados yaciendo boca abajo so- posa de alguien.
118 REPORTAJE

Cuando finalmente llegó un paramédico rehusarme, pero supe que no podía. Ne-
y examinó a la mujer, él nos dijo fríamen- cesitaba encontrarme con él, aunque me
te que llamáramos a una funeraria, por- invadía un pánico de muerte. Cuando fui
que no había nada que él pudiese hacer. a verlo, salí del coche con mi corazón
Yo abandoné el lugar sin siquiera saber sobresaltado y muchos nudos en mi gar-
quién era la víctima. ganta.
Las dos horas siguientes fueron un caos. Apenas entré a la casa, vi a un hombre
Recuerdo haberme derrumbado en el alto, de mediana edad, que venía hacia
sofá de la sala de estar, sollozando, y des- mí sin animosidad en sus ojos, con sus
pertando más tarde cuando un policía brazos ampliamente abiertos. Gary
llamó a la puerta, para interrogarme. Jarstfer me abrazó con calidez, y las lá-
Pensé: «Esta calamidad fue absoluta- grimas que yo había estado intentando
mente culpa mía. Yo debí haber sido la dominar comenzaron a fluir libremente
muerta, no ella». Aterrorizada ante la sobre su camisa de franela mientras sus
idea de enfrentarme a la familia de la di- propias lágrimas caían sobre mi cabeza.
funta mujer, esa tarde consideré el sui-
cidio más de una vez.
Cuando finalmente llegó
Más adelante ese día, recibí una llama-
da telefónica de un hombre que dijo ser un paramédico y examinó
vecino de Marjorie Jarstfer – la mujer a a la mujer, él nos dijo
quien yo había atropellado. Él me dijo fríamente que llamáramos
que Gary, el marido de Marjorie, estaba
fuera de la ciudad. Agregó que él y su a una funeraria, porque
pastor habían viajado para ver al señor no había nada que él
Jarstfer y decirle que su esposa había pudiese hacer.
muerto en un accidente. Me sentí abru-
mada. La familia ahora lo sabía. De se-
guro, ellos probablemente también me
Yo no podía parar de repetir: «¡Lo sien-
deseaban la muerte.
to tanto! ¡Lo siento tanto!». Una vez re-
Mi interlocutor continuó: «Shannon, cuperada la calma, Gary me presentó a
quiero que sepas que la respuesta inme- su pastor y a dos de sus hijos adultos.
diata de Gary fue: ‘¿Cómo está la mucha- Luego me llevó de la mano hacia un
cha? ¿Está herida?’». Yo no podía creer asiento y comenzó a decirme cosas que
que la primera reacción de este hombre él quería que yo supiera sobre la vida de
a tales noticias devastadoras fuera pre- Marjorie.
ocuparse por mí. ¿Cómo podía él pensar
«Mi esposa era una mujer muy piadosa,
en mí, cuando yo acababa de arrebatar-
y hemos servido muchos años con los
le a su esposa?
editores de la Biblia de Wycliffe. No ha-
Quedé aún más atónita cuando el hom- bía límite para lo mucho que Marjorie
bre dijo que Gary deseaba que yo fuese a amaba al Señor», explicaba Gary. «Ella
su casa en la víspera del funeral. Quise tenía un andar muy cercano e íntimo con
¿Por qué él no me odiaba? 119
119
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Dios, tanto así que ella me decía que sen- desdichadas?». El fiscal quería procesar-
tía que el Señor la llamaría pronto a Su me por homicidio involuntario, pero
hogar. Ella vivía cada día como si fuera Gary insistió en que todos los cargos fue-
su último día en la tierra, y nunca salía sen retirados. Él tuvo una oportunidad
de esta casa en su paseo matinal sin abra- perfecta de hacerme pagar por lo que yo
zarme y besarme como si me dijese adiós había hecho; sin embargo, eligió la mi-
por última vez». sericordia.
Yo trataba de desentrañar la idea de que Temía que Gary cambiara de parecer y
alguien pudiera estar tan cerca de Dios pidiera el castigo que yo merecía. Sin
al extremo de saber cuándo su tiempo embargo, el tiempo probó que yo estaba
en la tierra estaba cumplido para ascen- equivocada. Semanas después de la ca-
der arriba. Gary tenía mi completa aten- tástrofe, Gary vino a mi trabajo solo para
ción a medida que él continuaba: saber cómo estaba yo.
«Shannon, Dios estaba listo para llevar
Las acciones misericordiosas de Gary –
a Marjorie al hogar celestial. Aun cuan-
junto con sus palabras alentadoras en
do esto nos ha tomado a todos por sor-
aquella noche anterior al funeral de
presa, esto no es ninguna sorpresa para
Marjorie – serían mi fuente de fuerza y
él. Tú puedes preguntarte por qué Dios
de consuelo en los años venideros. Dios
permitió que esto te sucediera, pero qui-
tomó este hecho horrible y lo convirtió
siera que lo vieras de esta manera. Él sa-
en algo hermoso. Como resultado de ello,
bía que tú serías lo suficientemente fuer-
puedo decir junto con el apóstol Pablo:
te para sobrellevar esto, y eso es lo que
«Nos regocijamos … no sólo en esto, sino
quiero que hagas. No puedes permitir
también en nuestros sufrimientos, por-
que esto arruine tu vida, Shannon. Dios
que sabemos que el sufrimiento produ-
desea fortalecerte por medio de esto. Él
ce perseverancia; la perseverancia, en-
quiere utilizarte. De hecho, yo te estoy
tereza de carácter; la entereza de carác-
pasando el legado de Marjorie. Quisiera
ter, esperanza» (Rom. 5:3-4, NIV).
que amaras a Jesús sin límites, así como
Marjorie lo hizo. Quisiera que tú le per- Fui gradualmente del sentimiento de
mitas al Señor utilizarte para su gloria». «ser culpable» al sentimiento de «elegi-
da» – elegida para tomar el legado de
Algunas semanas más tarde, a Gary se le
Marjorie como una mujer piadosa que
sugirió demandar a mis padres por más
ama a Jesús sin medida. Deseé ser total-
dinero del que nuestra póliza de seguro
mente suya, no solo de labios, sino con
podía cubrir, pero él rehusó, diciendo:
mi vida.
«¿Cuál sería el propósito de agregar do- Shannon Ethridge
lor a esa familia haciendo sus vidas más Copyright © 2008 Christianity Today

Tómalo todo

Oh, Señor Jesús, toma de mí por las fuerzas del amor, todo aquello que
yo escondo de ti y todo lo que no te dé. Estoy a tu favor y en contra mía.
Charles Whiston
120 CARTAS DE NUESTROS LECTORES

El misterio de la voluntad de Dios por la redacción de las notas y por el


Hace seis años, buscando en Google contenido de las mismas. Los felicito
material sobre el misterio de la voluntad sinceramente por tan bella labor.
de Dios, encontré una referencia a su Susy. Melodía FM, Argentina.
página. De inmediato me cautivó la
palabra de Dios contenida en su web.
Revista «La Vid Verdadera»
Comencé a descargar las revistas y pude
aprender mucho sobre la visión eterna y Encontré su página web de Aguas Vivas
la edificación de la Iglesia. Recibí luz para y me ha parecido excelente. Junto a dos
un entendimiento más profundo sobre hermanos, hemos diseñado la revista
la Iglesia. Su revista y página web la he «La Vid Verdadera». Ya estamos
recomendado muchísimo. En verdad trabajando en nuestra tercera edición.
Dios abrió mi espíritu para recibir su Quisiéramos pedir su autorización para
Palabra. Su revista y en general su página insertar algunos de sus mensajes en
ha aportado muchísimo a mi relación nuestra revista, que es gratuita. Si nos
con el Señor. Su sitio web es mi página autorizan, nos comprometemos a
de inicio del navegador. insertar el crédito correspondiente a
autor y a su ministerio.
Daniel Iván Reyes. Chihuahua, México.
Eduardo Leiva Vargas, Revista «La Vid
Verdadera», Managua, Nicaragua.
Periódico bimestral
Les escribo para preguntarles si puedo Estudio y meditación de la Palabra
imprimir las páginas de vuestra revista Es bueno para mi vida recibir de parte
para repartirla entre mis hermanos de de Aguas Vivas edificación por medio del
la iglesia. Estoy editando un periódico estudio y la meditación en la palabra de
bimestral, y hace unos días el Señor me Dios. Muchas gracias por el esfuerzo y la
guió a vuestra página. Quisiera constancia de los hermanos que sirven a
preguntarles si puedo sacar algunas Dios en ese ministerio. Muchas veces
cosas de ellas, ya que de verdad, se ve Dios ha hablado a mi corazón por medio
están escritas por conocedores de la del material que publican.
Palabra, por el vocabulario que se utiliza,
Carlos Cipollone.

Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios.

AGUAS VIVAS
Para la proclamación del Evangelio y la edificación del Cuerpo de Cristo
Año 13 · N° 66 · Abril - Mayo - Junio 2012
REDACCION: Rodrigo Abarca, Roberto Sáez, Marcelo Díaz, Gonzalo Sepúlveda.
DISEÑO Y DIAGRAMACION: Mario Cortés, Daniel Cortés, Mario Contreras.

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