Masonería
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Masonería
ASIGNATURA: APOLOGETICA
LA MASONERIA
Alumno: Eliomar Alexander Sucre
La masonería toma su nombre del antiguo gremio de los masones. Éstos eran los
artesanos que trabajaban la piedra en la construcción de grandes obras. Con el declive
de la construcción de las grandes catedrales en Europa y la propagación del
protestantismo, los gremios de masones comenzaron a decaer y para sobrevivir
comenzaron a recibir miembros que no eran masones de oficio. Con el tiempo, estos
últimos se hicieron mayoría y los gremios perdieron su propósito original. Pasaron a
ser fraternidades con el fin de hacer contactos de negocios y discutir las nuevas ideas
que se propagaban en Europa.
Los autores masónicos Delmar Darrah, A. S. MacBride y Melvin Johnson señalan la falta
de credibilidad de muchos de sus compañeros escritores masónicos. Darrah, en su
libro History And Evolution Of Freemasonry (Historia y evolución de la masonería), dice
que “los masones han creído las cosas relacionadas con el origen de la institución que
quisieron creer y han salido a contarlas como hechos. Cuando faltaron eslabones, los
han provisto abrevando en sus fértiles imaginaciones”. (1)
En sus comienzos, la Masonería fue una sociedad que agrupaba a los constructores de
catedrales del Medioevo. Estos artesanos poseían ciertos privilegios y eran llamados
Francmason (literalmente "Albañiles Libres"), denominación que dio origen a los
términos sinónimos Masonería o Francmasonería. Con el declive de la edificación de
catedrales en Europa, los grupos o "Logias" -en la terminología masónica -fueron
admitiendo en su seno a otras personas no vinculadas con esta actividad.
La sociedad masónica era bien aceptada por civiles y religiosos en algunos países pero
encontró gran oposición en la Iglesia Católica Romana. Esta ha declarado
constantemente, desde 1738, que cualquiera de sus fieles que se adhiriera a esta
fraternidad es culpable de grave pecado y que, por tanto, debe ser excomulgado. La
razón principal de esta actitud es que el Catolicismo considera a la Masonería, cómo
"El partido del Diablo" por las temibles ceremonias satánicas contenidas en ella. Pese a
este estatuto, muchos de los miembros de sus altas jerarquías se adhirieron
clandestinamente en sus filas. Las enseñanzas de la Masonería distan de ser
congruentes con el cristianismo original que encontramos en la Biblia.
Son más bien, muchas de ellas las que se aglutinan en la hoy conocida como "La Nueva
Era". En la Masonería convergen todas las religiones así como el humanismo, el deísmo
y el naturalismo. Por esta causa no es de extrañarse que en 1990 una de las
publicaciones masónicas oficiales en Norteamérica fuera titulada "LA NUEVA ERA". El
famoso historiador español Ricardo de la Cierva", menciona en uno de sus libros a un
Jesuita profesor de la Universidad de Zaragoza, el padre José Antonio Ferrer, a quien la
Universidad le habla encargado que hiciera un estudio profundo sobre la Masonería.
En este libro, De la Cierva se refiere a un discurso pronunciado por el sacerdote Ferrer
en donde asegura que se involucraron sacerdotes, religiosos y obispos católicos en la
Masonería, aduciendo que había más de dos mil clérigos masones en el siglo XVIII, y
que se habían fundado logias aún dentro de los conventos. También es sabido que
varios de los representantes de las iglesias protestantes tradicionales alrededor del
mundo se encuentran en sus filas, ocupando altos grados de en la organización.
Atribuyo este poder de seducción con el que la Masonería ha podido enredar tanto al
Clero como a Evangélicos, a la forma fraudulenta con la que se manejan sus doctrinas
en los grados iniciáticos (los tres primeros). Estos nuevos adeptos ignoran totalmente
las profundidades de la Orden y su más oscuro secreto. Para ellos es una fraternidad
centrada en el bienestar de la familia, una organización con carácter de beneficencia y
una agrupación con intereses políticos y financieros, aunque no dejan de reconocer el
extraño y a veces atemorizador carácter de sus ritos. Terribles verdades están
celosamente guardadas, y pretendo sacarlas a la luz para que se puedan discernir con
claridad las genuinas intenciones de esta asociación secreta.
En Francia, dos sociedades distintas se basan en "El Rito Escocés" bajo las razones
sociales de: SUPREMO CONSEJO, o "Potencia Suprema del Orden Masónico" y EL GRAN
ORIENTE DE FRANCIA o "Gran Colegio de todos los Ritos Francmasónicos". Cada una de
estas sociedades expide sus respectivas identificaciones y grados. Un Rito está
constituido por una sucesión de grados conferidos por uno o varios cuerpos
constituidos, pero bajo la autoridad de un gobierno supremo único. Adam Weishaupt,
tomó la determinación de infiltrar la rama continental de la Francmasonería y para
1782 lo consiguió en la Convención Internacional Masónica de Wilhelmsbad, Alemania.
Weishaupt, que fue adoctrinado en el ocultismo egipcio, formuló un plan de cinco años
a través del cual se propuso reunir todos los sistemas ocultistas en una gran y
poderosa organización secreta. Entre las metas de Weishaupt estaban:
"Trágicos secretos. No se los puedo confesar. Sólo les puedo decir que todo esto es
mucho más serio de lo que piensan. La conspiración que se está tejiendo aquí está tan
bien formulada que le será imposible tanto a la Monarquía como a la Iglesia escapar de
ella". Weishaupt animaba a la gente a iniciarse en la fraternidad prometiéndoles
poder, influencia y éxito en el mundo. Al mismo tiempo se aseguraba de que los
miembros se sintieran totalmente comprometidos y atados a ella, por medio de la
obtención de informes personales de carácter delicado y aun involucrándolos en
crímenes bajo la promesa de que nadie podría tocarlos mientras pertenecieran a La
Orden. Weishaupt escribió: "Los discípulos están convencidos que la Orden gobernará
al mundo. Por eso cada miembro se convierte en un gobernante.
Todos pensamos de nosotros mismos que estamos capacitados para gobernar. Esto es
un pensamiento altamente motivador tanto para hombres buenos como malvados.
Por tanto la Orden se expandirá". "Se dan suficientemente cuenta de lo que significa
gobernar, gobernar en una sociedad secreta? No solamente sobre los más pequeños y
los mayores de la población, sino sobre los mejores hombres, hombres de todos los
rangos sociales, de todas las naciones y de todas las religiones. Gobernar sin ningún
tipo de fuerza externa; unidos de forma indisoluble; respirar un mismo espíritu y un
mismo sentir en ellos, hombres distribuidos sobre toda la faz de la tierra".
"En los altos grados de la Orden de Los I1luminati, los miembros eran ateos y
satanistas. Al público en general, se presentaban profesando el deseo de hacer de la
humanidad "una Familia buena y feliz". Hicieron todos los esfuerzos para ocultar sus
verdaderos Propósitos usando el nombre de la Masonería. Utilizando las más hábiles
artimañas, los Iluministas atraían a su agrupación la gente más rica e influyente de
Europa y posiblemente también estaban incluidos los más poderosos banqueros
europeos".
También es importante analizar los escritos de Albert Pike", cuyas enseñanzas y dogma
del antiguo y aceptado "Rito Escocés" de la Masonería. Albert Pike fueron publicados
primero en 1871 y que volvieron a ver la luz al ser publicadas de nuevo en 1966. Se
suponía que eran para ser usadas exclusivamente por el Concilio de los que habían
alcanzado el Grado 33. Pike es probablemente el más prominente expositor del credo
y de las doctrinas masónicas y es el Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo
"Madre" de todos los Supremos Consejos del Mundo. Es conocido entre sus seguidores
como "El Papa de la Masonería".
No olvidemos que Weishaupt aprendió los rituales de las ceremonias ocultistas de los
egipcios y que, por lo tanto la simbología juega un importante papel en este Rito. ‘Sin
hacer ningún comentario, quiero citar algunos extractos de la edición de 1966 del "Rito
Escocés Antiguo y Aceptado o Rito de la Perfección" escrito por el líder de la Masonería
en Norteamérica, Albert Pike.
"La Masonería, en la cual se levantan los altares de los Cristianos, de los Hebreos, de
los Musulmanes, de los Brahmanes, de los seguidores de Confucio de Krishna, y de
Zoroastro puede reunir, hermanar y juntar sus oraciones al único Dios que es sobre
todos los Baales".
"La Masonería... oculta sus misterios, excepto a sus adeptos y sabios y usa símbolos
falsos para guiar erróneamente a los que merecen ser guiados en el equívoco"."
Estos ven la Logia como una especie de exclusivo club social. Otros, ciegos por la
avaricia y el poder, se inician para recibir la extraordinaria ayuda masónica y conseguir
así sus más altas satisfacciones de éxito. Hay quien también se alista por el profundo
deseo de alcanzar el máximo desarrollo de su ego y de los poderes de la mente, para
controlar a sus semejantes. Lo que por desgracia todos tienen en común es que entran
en ella ignorando los verdaderos fines de esta asociación y totalmente cegados a las
potencias espirituales que la gobiernan. Lo queramos admitir o no, hay fuerzas
espirituales que, aunque no las tomemos en cuenta o neguemos su existencia, no por
eso dejan de tener influencia en nuestras vidas y afectarnos. En muchos casos éstas
llevan a sus incautas víctimas hasta profundas depresiones del alma, a la locura y aún a
la misma muerte.
Albert Pike, el destacado erudito masónico, dijo que “es la religión universal, eterna e
inmutable, tal como la plantó Dios en el corazón de la humanidad universal”. (9) La
afirmación de Pike es un buen ejemplo del doble mensaje masónico. El cristiano puede
interpretar lo que se dice como una referencia al Dios personal del cristianismo que
creó el universo. Sin embargo, cuando uno toma la afirmación de Pike junto con el
resto de su cosmovisión, se vuelve aparente que se está refiriendo al dios impersonal
de la masonería, según se mencionó anteriormente.
En otras palabras, la masonería tiene sus raíces en las mismas fuentes que las
religiones de misterio del mundo que provocaron la ira del Dios hebreo del Antiguo
Testamento. Y el Oficio está preparando ahora el camino para el resurgimiento de la
misma religión de los antiguos.
El masón, sin embargo, podría no ser consciente de mucho de lo que enseña la Logia.
El masón que no está iniciado en los grados superiores es engañado deliberadamente
por sus hermanos. Pike dice que “la verdad no es para los que son dignos”. Sigue
diciendo que “la masonería oculta celosamente sus secretos, y desorienta
intencionalmente a los intérpretes engreídos”. (12)
Hall lo expresa de esta forma: “Son necesarias cualidades espirituales antes que los
verdaderos secretos masónicos puedan ser entendidos por los hermanos mismos”.
(13) Lo que parece estar diciendo Hall es que uno debe alcanzar cierto nivel espiritual
antes de que pueda entender correctamente las profundas enseñanzas simbólicas de
la masonería. Como ejemplo, uno de los símbolos más conocidos de la masonería es la
letra “G”. Según qué interpretación uno escoge, este símbolo puede representar a la
geometría, a Dios (God, en inglés) o la gnosis. Un cristiano inglés, obviamente,
interpretaría al símbolo como Dios, en tanto que el pagano lo vería como
conocimiento, o gnosis.
Albert Pike fue aún más directo cuando dijo: “Los Grados Azules no son más que el
patio exterior del Templo. Parte de los símbolos se exhiben allí para el iniciado, pero
este es engañado intencionalmente por interpretaciones falsas. La intención no es que
las entienda; sino que él se crea que las entiende. Su verdadera explicación está
reservada para los Adeptos, los Príncipes de la Masonería”. (14)
El dios masónico
El dios de la masonería y el Dios de la Biblia no son lo mismo. Hay una gran diferencia
entre los dos conceptos de Dios. Se considera que el dios masónico, “el Gran
Arquitecto del Universo” (E.G.A.D.U.), está por encima de todos los demás dioses.
Pike afirma que la masonería es la unificadora de todas las religiones, y que “el
cristiano, el hebreo, el musulmán, el brahmán, los seguidores de Confucio y Zoroastro,
pueden reunirse como hermanos y unirse en oración al único Dios que está por encima
de todos los baales”. (15) En otras palabras, el Dios bíblico queda reducido al nivel de
todos los demás dioses y, al mismo tiempo, es considerado como igual a los dioses
falsos de esas religiones. Por lo tanto, el cristiano queda desprovisto de su condición
característica de única religión verdadera que ofrece a la humanidad su única
esperanza de salvación.
Claramente, al dios masónico se le da una posición más importante entre todos los
demás “dioses”. Albert Pike habló de “Dios como siendo Uno, Inaccesible, Individual,
Eterno e Invariable. . . Hay solo un Dios, infinito e incomprensible, a quien no se le
puede asignar ningún atributo humano, aun cuando se lo imagine como infinito”. (16)
Por lo tanto, según Pike, el dios de la masonería es “Individual” en naturaleza, y no el
Dios trino de la Biblia. Asimismo, el dios masónico es inalcanzable. No es una
personalidad interesada en su creación; es una fuerza, un principio.
Manly P. Hall, un masón grado 33, se refiere a Dios como el “Principio de Vida” que se
encuentra dentro de todos las cosas vivas. En un pasaje citado anteriormente, Hall
dijo: “El verdadero discípulo de la antigua masonería ha renunciado para siempre a la
adoración de personalidades. Con su perspectiva superior, se da cuenta de que todas
las formas . . . no son de ninguna importancia para él comparado con la vida que está
evolucionando en su interior”.(17) Hall revela, en este pasaje, que:
1. El dios de la masonería es una fuerza que mora dentro de las cosas vivas, y que
Por otra parte, el Dios del cristianismo es trascendente y solo reside dentro de la
familia humana, y solo cuando recibe la invitación de hacerlo. En la masonería,
Jesucristo no es aceptado como “Uno” con el Padre, y no se lo busca para la salvación.
Jesús dejó muy en claro los requisitos de su Padre: “Escrito está: Al Señor tu Dios
adorarás, y a él solo servirás” (Lucas 4:8). El Padre dice que “A Jehová tu Dios temerás,
y a él solo servirás . . . No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los
pueblos que están en vuestros contornos; porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en
medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te
destruya de sobre la tierra” (Deuteronomio 6:13-15).
El masón que dice ser cristiano debe decidir a quién servirá: al Dios de la Biblia o al dios
de la masonería. No puede servir a ambos.
El Jesús masónico
La pregunta central que todo masón cristiano debe hacerse es: “¿Quién es Jesucristo,
según la Logia?”. Anteriormente vimos que Albert Pike estuvo muy influenciado por el
ocultismo, y que él fue el responsable de reescribir los rituales para todo el trabajo de
los grados más allá de Maestro Masón.
Debido a la influencia de Pike, la masonería ha adoptado un enfoque universalista de la
divinidad. Según Jim Shaw, un masón grado 33 que dejó la Logia, la masonería enseña
que “Jesús era solo un hombre. Fue uno de los arquetipos, ‘uno de los grandes
hombres del pasado, pero no divino y ciertamente no el único medio de redención de
la humanidad perdida. Estuvo al nivel de los otros grandes hombres del pasado, como
Aristóteles, Platón, Pitágoras y Mahoma. Su vida y leyenda no fueron diferentes de la
de Krishna, el dios hindú. Él es el hijo de José’, no el hijo de Dios”. (18)
Las oraciones masónicas no deben incluir el nombre de Jesucristo, sino deben referirse
al Gran Arquitecto del Universo. La revista Maryland Master Mason ofreció esta
declaración con relación a la oración en la Logia: “Todas las oraciones en logias
masónicas deben ser dirigidas a la deidad única que todos los masones denominan el
Gran Arquitecto del Universo”. (19)
Para el cristiano, esta idea debería generar una verdadera preocupación. La Biblia es
clara en cuanto a lo que Jesús dice de aquellos que se avergüenzan de Él: “A
cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré
delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los
hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos”. (20)
Según Pike, “la masonería es una búsqueda de luz”. (23) La pregunta que uno debe
hacerse es: ¿Cuál es la fuente de esta “Luz” en la que está basada la masonería
contemporánea? Pike sigue diciéndonos que la luz de la masonería está basada en la
Cábala, o misticismo judío. Para el cristiano esta es una verdadera dificultad, porque el
cristiano no puede aceptar las creencias ocultistas de los místicos. La Biblia nos dice
que la “verdad” o “luz” solo puede encontrarse en la Palabra de Dios.
Al masón se le enseña que, a medida que recibe más luz, crece en perfección. Al crecer
en perfección, él cree que realmente crece su dignidad personal y, al hacerlo, obtiene
una apreciación más profunda de la masonería. Esta comprensión profunda lleva a un
mayor grado de iluminación y permite al masón sentir que ha hecho todo lo que
necesita hacer para la aceptación en la Gran Logia superior. Esta apelación al orgullo
humano es una trampa mortal, porque todos tenemos una naturaleza pecaminosa y
queremos sentir que nos hemos “ganado” la salvación, y que la “merecemos”.
Sin embargo, el masón que dice que Jesucristo es su Señor queda en una posición muy
difícil ante la Logia. La Logia considera que el cristiano es profano o indigno de recibir
la “Luz” en el Oficio. El masón se enfrenta a este dilema: si la Logia tiene la Luz que
busca la humanidad, y si Jesús es la Luz, entonces ¿cómo puede ser que Jesús no debe
ser mencionado en la Logia, si realmente es la Luz del mundo? (24) Esta idea se vuelve
cada vez más difícil cuando el cristiano intenta reconciliar lo que dice la Biblia acerca
de Jesús con lo que dice el Oficio sobre la presencia de Jesús en la Logia.
¡Albert Pike habla de Lucifer come el portador de la Luz! “Lucifer, ¡el Hijo de la
Mañana! ¿Es él quien porta la Luz, y con sus esplendores intolerables ciega a las Almas
débiles, sensuales o egoístas?”. (25) La Biblia identifica a Lucifer como Satanás y un
ángel de luz. Según el paganismo, Lucifer es el portador de la luz que ilumina la
comprensión del hombre de su Yo Superior o su “Yo Divino”. El autor masónico Foster
Bailey lo dice de esta forma: “La masonería, por lo tanto, no es solo un sistema de
moral, que inculca la ética más elevada a través de la cual resulta, si es seguida, la
revelación consciente de la divinidad . . . . Describe la recuperación de la divinidad
oculta del hombre y su exposición a la luz . . . el poder para lograr la perfección latente
en cada hombre”. La masonería pretende ser la Luz que despierta la mente del hombre
a su perfección y divinidad última.
La pregunta que pide ser contestada por cada masón es simplemente esta: “¿Qué Luz
seguirá, la verdadera Luz de Cristo o la luz tenuemente encendida de la Logia?”.
Las cosas ocultas de la masonería
El masón no solo debe guardar los secretos de la Logia, sino que debe hacer
juramentos acompañados de severas penas si alguna vez escoge revelarlos. Según Carl
H. Claudy, un ex Gran Maestro de Masones, las penas masónicas buscan inspirar terror
en el candidato. Claudy dice que, si el candidato rompe su juramento, experimentará
la humillación que sentiría cualquier hombre que haya roto un juramento solemne.
Pero aún más, experimentará “la ira de Dios blasfemado. El horror de un pecado del
cual no hay ninguno superior”. (26)
Se le hace creer al candidato que las penalidades que acompañan a los juramentos que
hace son llevadas a cabo realmente. En ningún momento se le dice que estas
penalidades son simplemente simbólicas. Mackey afirma que las penalidades no deben
ser infligidas por la Logia sino por Dios. Él dice que “las penalidades rituales de la
masonería. . . están en manos, no del hombre sino de Dios, y deben ser infligidos por
Dios, y no por el hombre”. (30) La Logia se coloca en una situación precaria cuando
presume que Dios protegerá su paganismo haciendo morir a sus detractores.
El mayor problema para el masón cristiano es que, al tomar los juramentos del Oficio, y
vivir su vida de acuerdo a estos juramentos, ha abierto la puerta para que Lucifer le
quite su relación con el Dios vivo.
El simbolismo y la masonería
“En todo tiempo, la verdad ha sido ocultada bajo símbolos, y a menudo bajo una
sucesión de alegorías, donde velo tras velo tuvo que ser penetrado antes de alcanzar la
verdadera Luz, y quedara revelada la verdad esencial”. (31) Estas palabras de Albert
Pike, el destacado erudito masónico, suenan como nobles y verdaderas. Sin embargo,
el cristiano debe sopesar las elevadas palabras de Pike con la Biblia.
Nuestro Señor estuvo, en todo momento, ansioso por ayudar a sus discípulos a
reconocer la verdad de sus enseñanzas. El único problema que tuvieron que vencer fue
su falta de entendimiento espiritual. El escritor del evangelio, en Mateo 7, nos dice que
todo lo que tenemos que hacer es simplemente pedir. “Pedid, y se os dará; buscad, y
hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca,
halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide
pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si
vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Así que,
todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”. (32) El Señor desea atraernos
hacia sí. No tenemos que atravesar velo tras velo para llegar a una comprensión divina.
Él nos la ha dado de buen grado en su Palabra. Según la investigación del Dr. Robert A.
Morey: “No había grados en la masonería de doscientos años atrás; y el grado de
Maestro no tiene más de 150 años”. Sigue diciendo que “la mayoría de los
historiadores masónicos ahora reconocen que fueron los franceses Desaguilliers o el
Dr. Anderson que inventaron los primeros tres grados. Los pocos símbolos
introducidos por estos dos clérigos cristianos vinieron de la Biblia y eran cristianos en
todo sentido”. (33) Aquí vemos nuevamente que los orígenes del Oficio estaban
arraigados en la creencia cristiana.
Esta actitud hacia la Biblia pone en claro que, para la masonería, la Biblia no es
considerada como inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia. Más bien, “es solo un símbolo de la Voluntad Divina, la Ley o la
Revelación”. (35) Mi intención es desenmascarar los secretos y los abismos de la
Masonería a fin de dar verdadera luz a aquéllos que de corazón sincero buscan a Dios o
creen tener una relación con Él. Quiero ofrecer una salida a todos aquellos que quieran
escapar de los lazos de la Masonería y del ocultismo, y de su inevitable y terrible
destino eterno. Como decía el sabio Rey Salomón: "Hay caminos que al hombre le
parecen derechos pero su fin es camino de muerte". Proverbios 16: 25
Conceptos Masónicos
Dios
Dios es el "Gran Arquitecto" que aparece como un concepto y no como persona. De
hecho, en 1887 la logia masónica del "Gran Oriente" (de la que se inspira por lo
general la Masonería en América Latina) formalmente eliminó la necesidad de que sus
miembros crean en Dios o en la inmortalidad del alma. Los símbolos cristianos de la
cultura recibieron una interpretación secular. Así, la cruz pasó a ser un mero símbolo
de la naturaleza sin mayor trascendencia. Las letras "INRI" sobre la cruz de Jesús,
pasaron a significar "Igne Natura Renovatur Integra" (el fuego de la naturaleza lo
renueva todo), lo cual es un absurdo. (su verdadero significado es: "Iesus Nañarenus
Rex Iudaeorum", Jesús de Nazaret Rey de los Judíos).
Jesús
El secretismo y los ritos de iniciación. La masonería cela a los miembros en los ritos de
iniciación. Los candidatos deben hacer juramentos de no revelar en absoluto los
"secretos" de la masonería. Cada masón desconoce lo que enseñan y hacen en los
grados superiores. Por esa razón muchos masones de grados inferiores no saben la
verdadera naturaleza de la masonería.
Luz
-Primer Grado: El masón "Aprendiz" jura: "No revelaré ninguno de los secretos de la
masonería, bajo pena de que me corten el cuello".
-Segundo Grado;: El masón "Compañero" jura: "No revelaré jamás ninguno de los
secretos de la masonería a los que no son masones, ni siquiera a los Aprendices, y esto
bajo pena de que me arranquen el corazón y de que mi cuerpo sea arrojado a los
cuervos".
-En el ritual de iniciación del grado 29° el iniciando pisa y escupe sobre un crucifijo, al
que considera como signo de destrucción y muerte oprobiosa. 1
- Al llegar al treintavo grado (llamado "Kadosh"), se debe pisar la tiara papal y la corona
real, simbolizando el repudio a sus mayores enemigos, la Iglesia y el Estado. Entonces
se jura liberar a la humanidad "de las ataduras del despotismo" (que se refiere, sobre
todo a la Iglesia Católica).
Gabriel López de Rojas, quien fuera iniciado a la masonería en los más altos grados del
Rito Escocés Antiguo y es fundador de la organización para masónica Orden Illuminati
asegura que la leyenda masónica de Hiram Abiff, asociada al tercer grado masónico es
claramente luciferina.
Los masones se consideran librepensadores para opinar sin contar con la Biblia o la
Iglesia (a la que consideran una tiranía) y sin embargo están atados a la logia.
La Masonería se organiza en ritos, los cuales son divididos en grados. El rito escocés
tiene 33 grados y el grado 33 es honorario. Los 33 grados del rito escocés son
equivalentes a los 10 grados del Rito de York. Los grados 1 a 3 son los mismos en los
dos ritos mencionados y son llamados de grados de Logia Azul, pues son comunes a
cualquier rito masónico. Cuando llegue al grado 3, el masón debe escoger entre esos
dos ritos en el caso de que desee ascender en la jerarquía. Sólo después de pasar por
los tres primeros grados el aprendiz será considerado un masón.
2. Compañero
3. Maestro
Grados Capitulares
4. Maestro Secreto
5. Maestro Perfecto
6. Secretario Íntimo
7. Preboste y Juez
Grados Filosóficos
Grados Superiores