2017 Tesis Ferrer Vazquez Mario
2017 Tesis Ferrer Vazquez Mario
2017 Tesis Ferrer Vazquez Mario
Tesis doctoral
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__________
Autor:
MARIO FERRER VÁZQUEZ
__________
Directores:
Dr. RICARDO TOSCA SEGURA
Dr. JUAN JOSÉ FERRER MAESTRO
Introducción 9
Agradecimientos 15
1. Objetivos 19
4. La medicina en la antigüedad. 47
4.1. La medicina irracional y pre-racional en las culturas 47
Arcaicas.
4.2. La aparición del pensamiento racional. Tales de Mileto y 52
los presocráticos.
4.3. El nacimiento de las primeras escuelas médicas. 57
4.3.1 . La escuela de Crotona. 59
4.3.2 . La escuela de Cnido 60
4.3.3 . La escuela de Cos 61
4.4. Medicina y filosofía. Aristóteles. 63
7. La medicina helenística. 99
7.1. El Museion de Alejandría. 100
7.2. La medicina en Roma. 107
7.3. La infancia en Roma. 111
7.4. La cuestión de los expósitos. 115
7.5. La educación de la infancia en Roma. 119
A mi madre, por haberme transmitido los valores que me han hecho crecer
como persona, por haberlo dado todo por mi y por ser el impulso que
necesitaba para el estudio de esta maravillosa profesión. No pasa un día en
el que no esté presente en mi vida.
INTRODUCCIÓN
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1
Schneider, 1969: 339-438.
2
Laín Entralgo, 1970, 22-25.
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AGRADECIMIENTOS
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PRIMERA PARTE
Epitafio del médico Publio Sertorio Niger, que ejerció su profesión en Emérita
Augusta (Mérida) durante el Imperio Romano.
Museo Nacional de Arte Romano, Mérida.
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1. OBJETIVOS
3
Tomado literalmente por mí de sus clases en la Facultad de Medicina de Valencia.
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En resumen, me propongo:
1. Obtener la visión médica de los científicos greco-helenísticos y
romanos.
2. Escrutar sus conocimientos pediátricos y valorarlos en su
contexto social.
3. Elaborar un corpus de estos mismos conocimientos.
4. Establecer la relación con los conocimientos pediátricos
actuales, tanto a nivel de patología y terapéutica como a nivel
social. Analizando los conocimientos heredados y de cómo el
conocimiento de los hechos históricos puede repercutir en la
ciencia pediátrica actual y el humanismo médico. Reflexionando
sobre la evolución del tratamiento a la infancia dentro de la
sociedad, y como ha repercutido éste en la medicina moderna,
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4
Un niño escribe a su madre en la Babilonia de Hammurabi. El pequeño reprende
acerca de cómo abarata los ropajes que ella teje para él, dudando incluso del amor
que le profesa; se compara con un compañero suyo, inferior en clase social, quien a
pesar de ser adoptado lleva unos trajes mejores que los suyos: “tú me engendraste
y él fue adoptado, pero mientras su madre le quiere, tú no me quieres a mí”
(Pritchard, 1975, 191-192).
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8
King, 1907, 87–96.
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Sobre todo si se trataba de niñas. Se conserva un ejemplo en una carta del siglo I
a.C., dirigida por un marido a su esposa embarazada, donde le urge a exponer a su
bebé si nace niña, Papiro de Oxirrinco 744G en Lefkowitz & Fant, 2005, 187.
30
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
10
Trabajos y días, 378; también Aristóteles (Política, 4, 14) y Platón (República, 5, 2)
abogan por restringir la natalidad y reconocen la habitual exposición de recién
nacidos.
11
Peña, Ruiz y Wagner, 1995; Evans-Grubbs, 2013.
31
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12
De Miguel Ibáñez, 2010.
13
Huskinson, 2007; Rawson, 2003.
14
Terranova, 2014.
15
Morris, 1992
32
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16
Aristóteles, Política, 4, 15.
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17
Aristóteles, Política, 5, 1.
18
Scheidel, 2007; Parkin, 2013.
34
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19
Dasen, 2011.
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20
“What is a Child?”, de esta forma tan directa y acertada da comienzo el artículo
introductorio de Cohen, 2007.
36
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21
Boocock & Scott, 2005, 3-8.
22
Boocock & Scott, 2005, 15-17; 19-32.
37
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23
Knapp, 2011.
38
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24
Gianoutsos, 2006: el autor considera que distintos ángulos de vislumbrar la
sociedad hacen diferente al niño de Locke y al de Rousseau; no obstante, es
necesario señalar que la finalidad objetiva del propósito de ambos niños es la de
llegar a diluirse en el entramado social y alcanzar la madurez de forma responsable
y acorde a sus pares. Por tanto, como en Grecia y Roma, el niño no es más que un
proyecto de ciudadano moralmente capacitado para participar en un gobierno,
administración o régimen establecido.
25
Ariès,1962. Ya en la introducción (p. 10), el autor habla de la historia familiar como
una necesidad que hay que explicar para poder ser comprendida dentro de los
parámetros de nuestra visión actual. Asimismo, determina la historia de la infancia
como una historia “silenciada”, por tanto, la considera existente y útil para una
comprensión global de la historia social y de las familias.
26
Veyne, 1962, en el capítulo dedicado al nacimiento y desarrollo de un individuo en
el mundo antiguo.
39
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27
DeMause, 1982.
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31
Cohen, 2007
42
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32
Cartledge, 2002
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33
En este sentido es desgarrador el trabajo del psicohistoriador Lloyd DeMause,
1974, en el que lleva a cabo un explícito repaso sobre la historia de la infancia y los
abusos que sobre ella se han realizado. Tanto mayores cuanto más se retrocede en
el pasado.
45
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4. LA MEDICINA EN LA ANTIGÜEDAD
34
Ferrer Maestro, 2016
35
Longrigg, 1998, 5-8.
47
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36
Pérez Tamayo, 1997; Giné, 1968-1969.
37
De este término deriva hoy, por ejemplo, el vocablo “yatrogenia” o “iatrogenia”,
definido como alteración, especialmente negativa, del estado del paciente producida
por el médico (RAE).
38
Martí Ibáñez, 1962; Arribas, 1997.
48
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41
Longrigg, 1998.
42
Rangroo, 2008.
43
Laín Entralgo, 1981.
50
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44
Giné, 1868, 48.
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45
Laín Entralgo, 1970, 74.
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46
King & Dasen, 2008.
47
Laín Entralgo, 1970.
55
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48
López Piñero, 1998.
49
Citado en la introducción que C. García Gual hace del tratado hipocrático Sobre la
Enfermedad Sagrada, 1983.
56
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50
King & Dasen, 2008.
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51
Como hemos visto anteriormente, en la amplia obra de Aristóteles también cupo
la educación en la infancia (Política, 4, 15), a la que otorga una gran importancia.
52
Evans, 2013.
64
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65
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53
Samama, 2003; Massar, 2005; King & Dasen, 2008; Martí Ibáñez, 1962.
67
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68
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54
Samama, 2003, 36.
69
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70
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55
Para más información sobre el ejercicio de la medicina, los médicos públicos y la
organización médica dentro de la compleja sociedad griega se pueden consultar los
textos: Samama, 2003; Massar, 2005.
71
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56
A este respecto me remito al capítulo sobre la medicina en Roma.
57
López Piñero, 1998.
72
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58
Manrique, 2014.
74
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59
Retief, 2005.
60
Como afirma Nutton (2003, 314-315), a pesar de los recientes esfuerzos
dedicados al estudio de las mujeres en la antigüedad, sabemos poco acerca de la
participación femenina en la medicina antigua.
61
El aborto se practicaba en la Grecia clásica de forma amplia, como así lo recogen
textos de Platón, Aristóteles e incluso los tratados hipocráticos. Sin embargo parece
ser que en Atenas estaba prohibido (González Gutiérrez, 2015). En Roma éste era
más común en los estratos altos, y en los bajos, entre las prostitutas (Samama,
2003).
75
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62
Samama, 2003, 15.
76
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6. HIPÓCRATES
63
Omito ya el término presocrática ya que éste lo considero referido a la filosofía y
parece más certero hablar, por trascendencia y rigor médico, de medicina
prehipocrática e hipocrática, marcando un claro punto de inflexión.
77
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64
Laín Entralgo, 1970, 78-79.
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65
Definición de la OMS: constitución 1984. Se aprecia en esta definición una
evolución de la clásica basada en el equilibrio y desequilibrios, ¿qué es un estado
completo de bienestar en varios ámbitos sino un equilibrio entre todos ellos?
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66
Varela, 1997.
67
De nuevo sobre esta disertación me remito al capítulo sobre Roma, donde se
compara, de forma somera y breve eso sí, la dietética hipocrática y su repercusión
galénica.
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68
Los comentarios de Galeno de Pérgamo sobre los tratados adjudicados a
Hipócrates son voluminosos y se acompañan con datos biográficos del coico; dada
su extensión y profundidad me remito al trabajo de Kollesch y Nickel, 1979.
69
Numerosísimas fuentes son las que se pueden consultar acerca de la biografía del
médico de Cos. No existe tratado sobre la medicina hipocrática que no contenga su
apunte biográfico. Se nombra a Varela por tener un específico tratado sobre la
pediatría, pero podría nombrarse a Laín Entralgo o López Piñero, entre otros, puesto
que existe un consenso más o menos claro sobre la biografía de Hipócrates, no así
sobre su mito, imagen personal que trato de transmitir a lo largo de todo el texto.
84
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70
Tomado de Varela, 1997, 15.
71
García Gual, 1983.
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72
Tratados Hipocráticos. Sobre la enfermedad sagrada. Tomado del Volumen I de la
colección de tratados hipocráticos, traducción de C. García Gual. 1983, 399-401.
73
Longrigg, 1998.
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López Piñero, 1998.
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López Piñero, 1998.
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76
López Piñero, 1998.
77
Ordoñez, 2012.
78
De Arana, 2011.
91
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79
Varela, 1997, 18.
92
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80
Varela, 1997.
81
Tratados que se pueden consultar en la bibliografía
82
Publicación actual que data de 2012, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes. Extracto del original de Pedro Laín Entralgo, en: Historia universal de la
medicina. Tomo II. Antigüedad clásica, Barcelona, Salvat, editores, 1972, 73-116.
Obra considerada fundamental para el estudio de la medicina hipocrática.
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López Piñero, 1998.
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¿para siempre?, probado queda que no, que coexiste incluso hasta la
actualidad. Entonces, ¿cómo creer que vamos a desterrar de nuestro
subconsciente creencias tan arraigadas durante más de treinta y cinco
siglos?, obviamente no es tarea fácil. Precisamente esto nos debe
hacer valorar la importancia de la historia, de conocer el pasado, de
saber de dónde viene aquello que damos como cierto, como actual; de
conocer lo que se pensaba en aquellos años, de obtener una
perspectiva clara del avance actual de la medicina, sobre una sólida
base construida a lo largo de los siglos, y especialmente en el mundo
clásico, en la Grecia hipocrática.
Como hemos visto de Hipócrates y la escuela de Cos, la historia
clínica es parte fundamental en toda la medicina hipocrática. Una
sucesión de hechos bien relatados, dando mucha importancia a la
observación y anotación de los síntomas, signos y cronología, muy
descriptivos; sientan sin duda las bases de nuestra historia clínica
actual, quizá la mejor herramienta para un médico a pesar de todos
los avances actuales.
Por poner un ejemplo, el pronóstico, auténtica base de la medicina de
Cos, la conocida como “facies hipocrática”:
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84
López Piñero, 1998.
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7. LA MEDICINA HELENÍSTICA
85
Barceló, 2011.
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100
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86
Bagnall, 2002.
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87
Casson, 2001.
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Canfora, 1986.
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López Piñero, 1998.
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92
Varela 1997, 33-36.
93
Eijk , 1999, 414.
105
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94
Varela 1997, 33-36.
106
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95
Historia Natural, 28, 4-5.
107
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Una costumbre cuya práctica se sigue llevando a cabo, casi dos siglos
después, como confirma Tertuliano (ss. II-III d. C.), el célebre
apologista cristiano:
96
Apologética, 9, 10.
108
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97
Ferrer Maestro, 2015.
109
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98
Extraído de su obra Antología de clásicos médicos, 1998, 73.
110
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
“Aquí reposo por fin, una mujer casada, Veturia por nombre y
descendencia, la esposa de Fortunatus, la hija de Veturius. Viví
tres veces nueve años, pobre de mí, y me casé [cuando tenía]
dos veces ocho. Dormí [solo] con un hombre (unicuba), me
casé [solo] con un hombre (uniiuga). Después de haber tenido
seis hijos, uno de los cuales me sobrevive, yo he muerto. Tito
Julio Fortunato, centurión de la Segunda Legión Adiutrix Pia
Fidelis, lo estableció para su esposa: ella fue incomparable y
notablemente respetuosa con él.” 99
99
CIL 3, 3572, procedente de la antigua ciudad de Aquincum, en la provincia
romana de Panonia inferior (sus ruinas pueden verse hoy en día en las afueras
de Budapest).
111
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recién nacido pasaba a ser niño o niña. Es por esto que habitualmente
los padres dejaban pasar una semana para dar nombre a sus hijos:
“Siete días tras el nacimiento ocurre la caída del cordón umbilical,
hasta entonces el recién nacido es más una planta que un animal” 100
El octavo día se les ponía el nombre a las niñas y el noveno a los
niños. Este día los recién nacidos se presentaban en el hogar como
legítimos, se alzaba al niño con ambos brazos desde el suelo y se
ordenaba amamantarla si era niña. Era el dies lustricus, el día de la
purificación del recién nacido, en el que también recibían su
praenomen (equivalente a nuestro nombre de pila) que les distinguía
del resto de los miembros (los hombres usaban tres nombres:
praenomen, nomen y cognomen: ‘tria nomina’) y se les imponía la
bulla si era varón, el amuleto que les protegería de los malos espíritus
hasta los dieciséis años. Las niñas recibían su nomen, común a toda
su familia, que las identificaba como pertenecientes a la misma101. Se
trataba de una jornada de gozo y celebración repartiendo monedas y
dulces entre los familiares y allegados especialmente invitados al
hogar del paterfamilias.
La mayor parte de las muertes en las sociedades antiguas, y en Roma
en particular, eran de niños y lactantes o recién nacidos
(habitualmente la diferencia entre ambos era la caída del cordón
umbilical), a pesar de su relativamente poca presencia en lápidas
existentes. Cuanto más joven era el niño, más vulnerable resultaba,
particularmente en zonas urbanas, y ello afectaba a todas las clases
sociales. La medicina no estaba desarrollada para este tipo de
problemas y, como explicaré más adelante, no se llevaron a cabo
100
Plutarco, Cuestiones romanas, 102; Obras morales, 288c; Parkin, 2013, 45-46.
101
P.e. Publius Cornelius Scipio Africanus maior (donde Africanus maior es un
apodo que se añade en personajes notables tras el tria nomina), es padre de Publius
Cornelius Scipio (conserva el tria nomina sin apodo) y de Cornelia Scipionis (donde
el nomen de la familia se ha convertido en el identificativo de la hija).
112
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
102
Étienne ,1976.
113
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103
Plutarco, Vida de Numa, 12, 2; véase Parkin, 2013, 48.
114
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
104
Evans-Grubbs, 2013; Montanini, 1991.
115
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105
Evans-Grubbs, 2013, 83.
106
Evans-Grubbs, 2013, 122.
116
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107
Sobre el tema del aborto en Roma es muy recomendable la obra de Patricia
González Gutiérrez, 2016.
108
De Arana, 2011.
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109
García Caballero, 2000.
118
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
110
Everitt, 2008, 18.
119
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111
Aulo Gelio, Noches Áticas, 13, 17, 1.
112
Everitt, 2008, 21.
120
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121
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113
King & Dasen, 2008
114
Epístolas morales a Lucilius, 68.
122
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115
Plinio, Historia Natural, 25, 7, 22.
123
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124
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116
Con variaciones, extraído de Molina González, 2010.
125
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SEGUNDA PARTE
127
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«In the company of Hippocrates we are far from the dark and numinous world of
traditional Greek religion»
8.1 INTRODUCCIÓN
128
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
129
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117
A este respecto remito al capítulo de “La medicina en la antigüedad” de este
mismo trabajo.
130
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118
Arribas, 1997, 14-14.
131
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132
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
133
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119
Se dice de él en algunos escritos antiguos (Dezeimeris JE, Resumen de la
Medicina Hipocrática, 1844) que nació el primer año de la 80ª olimpiada, lo que
correspondería, según ese texto, al año 458 a.C., en la isla de Cos.
120
Sobre el concepto de “naturaleza” o physis, se habló en la primera parte de este
trabajo. Autores como Laín Entralgo, en “La medicina hipocrática” (1970) hablan
ampliamente sobre este tema. En multitud de los tratados médicos del corpus,
aparece la palabra “naturaleza”, haciendo así referencia al concepto más filosófico
de la naturaleza del todo, para conocer la naturaleza de las partes. Conceptos que,
en la parte que nos interesa, serían la base del “método hipocrático”, sobre la
naturaleza de las cosas y el verdadero razonamiento. Como se puede leer en un
fragmento de la conversación de Fredo y Sócrates en la Obra de Platón: Fredo
270b-d: extraída de la Introducción general de las obras de Hipócrates (García Gual.
1983).
134
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
135
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136
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
121
Enmarcada en la teoría humoral, estos canales imaginarios permitían la
circulación del pneuma (aliento vital, aire interior), por todo el cuerpo.
137
Mario Ferrer Vázquez
122
Este mismo criterio se ha seguido utilizando en la actualidad, nótese la
coincidencia con las etapas de escolarización, así como la edad considerada hasta
hace escasos 30 años como edad pediátrica, los 7 años.
138
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
123
Ver nota 18 y referencias a la doctrina hipocrática en este mismo trabajo.
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124
Basado principalmente en la traducción realizada por J.A. López Férez, en la
edición de textos hipocráticos realizada en 1983, en su tomo I, por la Ed. Gredos,
páginas 213-297. A su vez, éstos, basan su traducción principalmente en los textos
griegos presentados por W. H. S. Jones, Hippocrates, IV, Londres, 1923 (1967),
págs. 97-22 1, donde aparecen los Aforismos acompañados de traducción inglesa.
Así mismo se dedican comentarios a la clásica y eternamente citada traducción de
los textos hipocráticos realizada por E. Littré, Oeuvres completes d'Hippocrate. 10
vols., Paris. 1839-1861, vol. IV (1962, l ed. 1844). págs. 396-609. Con texto griego y
traducción francesa. Se recogen datos sobre otras traducciones publicadas,
concretamente en los siglos XIX y XVIII: A.M. Sedeño de Mesa, Aforismos de
124
Hypocrates, Madrid 1789, 1-279 ; ed. J.E. Dezeimeris, Resumen de la medicina
hipocrática o Aforismos de Hipócrates, Barcelona 1844. Esta última recoge los
Aforismos según la edición de Dezeimeris, en su texto en latín y su traducción al
castellano. En los diferentes textos de diferentes épocas se aprecia el objeto de los
mismos. Mientras las traducciones actuales tratan los textos como una fuente
clásica, histórica, y como tal la utilizan para comentar con perspectiva histórica los
datos que aparecen, del mismo modo que puedo hacer yo en este trabajo; los textos
de los siglos XVIII y XIX comentan los aforismos, y en general cualquier libro
hipocrático, desde el punto de vista docente y práctico, como manuales de corte
histórico pero con, sino plena, si una importante vigencia en sus teorías y preceptos
124
expuestos en ellos . No en vano servían para la enseñanza de la medicina y para
la práctica clínica, así pues comentan los Aforismos tratando de explicar su
significado, y las razones por las que suceden tales situaciones.
125
Definiendo “aforismo” como “sentencia breve de validez universal”, según la Real
Academia de la Lengua Española: máxima o sentencia que se propone como pauta
en alguna ciencia o arte.
141
Mario Ferrer Vázquez
Parece ser que esta forma literaria gozó de gran favor en la época
helenística y romana, así como en la Edad Media. Su facilidad para
transmitir y recordar, en sentencias cortas y explícitas, la hacen, aun
hoy, especialmente válidas en lo que a estilo literario se refiere.
126
Como citaba Littré en sus Obras completas de Hipócrates. La gran recopilación
de las obras de Hipócrates de nuestra era. Oeuvres complètes d’Hippocrate, 10
vols., París, 1839-61. Vol. IV. 440.
127
Cuya autoría probable se atribuye al médico cnidio Eurifonte.
128
Littré fue uno de ellos.
142
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
129
Se puede traducir como arte, ciencia, técnica, puesto que la palabra original es la
tan manida téchnè. En los escritos hipocráticos se opone claramente a la rutina y el
empirismo, y tiene una finalidad concreta.
130
Las traducciones del texto griego, al latín y posteriormente a las diversas lenguas
dan como resultado interpretaciones diversas. De este modo, en tan sólo dos textos
a nuestro idioma, uno de ellos del año 1983 (el más actual) y otro del año 1789,
existen diferencias evidentes en la traducción del texto clásico.
143
Mario Ferrer Vázquez
131
Hemos conservada este vocablo en la actualidad para referirnos a los procesos
digestivos que tienen lugar en el estómago, en alusión a la “cocción” de humores
que allí tiene lugar.
132
Esta teoría de la “cocción” de los humores es una teoría que se mantuvo durante
siglos, en resumen basada en los cambios que la enfermedad causaba en un
humor, cambios en su consistencia, color, etc. Estos cambios eran atribuidos al
desequilibrio de los mismos, y el adecuado proceso o “cocción” llevaba a su
curación, si no se producía de modo correcto, no se producía pues la misma.
133
Este tipo de procesos sin duda están basados en la observación, ya que un niño,
por su actividad y metabolismo, produce y demanda más energía que un anciano,
de ahí nace esta teoría acorde al pensamiento de la época.
134
Este concepto, como es evidente, ha llegado hasta nuestros días con escasa
variaciones en su significado médico, utilizada más actualmente para referirnos a
una reagudización de una enfermedad crónica, subaguda o latente.
135
Este término se traduce habitualmente, en especial en las obras castellanas
actuales, como recomienda Laín Entralgo (en “La medicina hipocrática”, 1970, 270),
como “depósitos”, en lugar de “apostemas”, que es como lo encontramos en
ediciones de los siglos XIX y XVIII. En otras ocasiones se traduce directamente
como “abscesos”, en los casos en los que ese depósito sea material purulento.
144
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Así pues la dieta era, como he citado varias veces, una de las piedras
angulares del tratamiento para los médicos hipocráticos. También lo
era para los niños, aunque en los más pequeños, la escasa variedad y
las características de la alimentación, así como el escaso margen en
el ejercicio, dejaba pocas opciones a los médicos. Los fármacos se
utilizaban con más cautela, en general, en los niños. En cuanto a los
136
Como ya he comentado en alguna ocasión este concepto, completamente
desarrollado en el tratado hipocrático Sobre los aires, aguas y lugares, ha llegado
hasta nuestros días interiorizado en cada uno de nosotros, incluso en aquellos que
poseemos los conocimientos necesarios para rebatirlo, como causa de enfermedad,
cuando sabemos a ciencia cierta hoy en día cuáles son las causas específicas de la
mayoría de afecciones estacionales o con variación geográfica, e incluso
interindividual.
145
Mario Ferrer Vázquez
AFORISMOS DE HIPÓCRATES:
LIBRO I
146
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
AFORISMO I
137
Hipócrates, Aforismos, trad. López Férez JA, Madrid, 1983, Gredos. 241.
138
Hipócrates, Aforismos, según la edición de Dezeimeris. Resumen de la medicina
hipocrática, ed. JB y MPG. Barcelona 1844.
139
Hipócrates, Aforismos, trad. Sedeño de Mesa AM, Madrid, 1789.
147
Mario Ferrer Vázquez
AFORISMO XIII
“Los ancianos son los que mejor soportan el ayuno; después, los
de mediana edad; muy poco, los adolescentes, y, peor que
todos, los niños, y, de entre ellos, los que resultan ser más
vivaces de lo que les corresponde”.
140
Al respecto ver bibliografía concreta.
148
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
AFORISMO XIV
“Los que están creciendo tienen muchísimo calor innato, por ello,
necesitan muchísimo alimento, y si no, su cuerpo se consume.
En cambio, los ancianos tienen poco calor; por eso, necesitan
poco combustible pues, con mucho, se apaga. Por tal motivo, las
fiebres tampoco son igualmente agudas en los ancianos, pues su
cuerpo está frío”
AFORISMO XVI
149
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO II
AFORISMO XXXIX
141
El “método de los contrarios”, cada problema se trata con su contrario. Está
basado, asimismo en una teoría filosófica.
150
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
AFORISMO XL
AFORISMO XLIV
AFORISMO LXV
142
La coriza es una inflamación de la mucosa nasal, un catarro nasal o resfriado
común. Ambos términos hacen referencia a cuadros catarrales, uno de ellos faringo-
laríngeo y otro faringo-nasal.
151
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO III
AFORISMO XII
152
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
AFORISMO XVIII
AFORISMO XXIV
143
Úlceras pequeñas: áphtai. Aunque, en algunas traducciones, también incluyen en
esta definición la candidiasis oral o Muguet.
153
Mario Ferrer Vázquez
AFORISMO XXV
AFORISMO XXVI
144
Entendiendo como tumores su acepción real de “hinchazón o bulto que se forma
en alguna parte del cuerpo”, relacionada con el proceso de apóstasis o con su
término latino abscessus que hoy ha quedado relegado únicamente a la colección
purulenta.
154
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Otro punto a tener en cuenta son los cambios sociales. Los niños se
sociabilizan muy precozmente, por la escolarización, en nuestros días.
Esto conlleva una exposición más temprana a la patología infecciosa
de lo que, a buen seguro, sucedía en la Antigüedad.
AFORISMO XXVII
Aforismo que concreta poco para sacar alguna conclusión, salvo las
cronificaciones de patologías infecciosas y las patologías
reumatológicas. La epistaxis tiene múltiples etiologías.
AFORISMO XXVIII
145
Epistaxis.
146
Respecto al concepto de “crisis” remito al lector a la nota 17 y su página, de esta
misma sección.
155
Mario Ferrer Vázquez
AFORISMO XXIX
AFORISMO XXX
“En los que están por encima de esa edad: asmas, pleuritis,
perineumonías, letargos, frenitis causones, diarreas crónicas,
cóleras, disenterías, lienterías, hemorroides.”
156
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
LIBRO IV
147
Séneca, Epístolas Morales a Lucilio, Ed. I. Roca Meliá, Madrid 1986, 6.54.
157
Mario Ferrer Vázquez
AFORISMO XXXIV
AFORISMO XXXV
158
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
AFORISMO LXVI
AFORISMO LXVII
“En las fiebres, los terrores causados por los sueños, o los
espasmos, mal síntoma.”
159
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO V
AFORISMO VII
148
En su original aparece el término “metástasis”, actualmente utilizada para
designar la propagación de un foco canceroso, en la época utilizada para señalar un
“desplazamiento del depósito”, de donde se extrae “modificación” o “remoción”. -
Galeno, comentando este pasaje, sostiene que metástasis. por extensión y abuso,
tiene aquí el valor de de solución completa.- Cita de Littré, tomada de: López Férez,
1983, 272.
160
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Las diferencias entre estas dos traducciones del mismo aforismo son
evidentes, esa es la razón por la que muestro ambas aquí. En el
aforismo del s. XVIII habla de la mayor probabilidad de cura si sucede
antes de la juventud, que marcan con la cifra de catorce años, y de
que la muerte le sobreviene CON ella, al contrario que la traducción
del s. XX, donde no deja claro este término, pareciendo referirse a que
la epilepsia es la causa de la muerte. Quizá sería menos sorprendente
si fuera al revés.
AFORISMO XXIV
“Las cosas frías, como, por ejemplo, nieve, hielo, son enemigas
del pecho, producen toses y causan hemorragias y catarros.”
149
Traducción tomada del texto de A.M. Sedeño de Mesa, Aforismos de Hypocrates,
1789, 115.
161
Mario Ferrer Vázquez
tan utilizado hoy en día “enfriamiento”, y de por qué nos tratamos con
caldos o bebidas calientes, o tapándonos en la cama, los procesos
catarrales víricos.
AFORISMO XXIX
AFORISMO XXX
“Para una mujer embarazada, ser atacada por alguna
enfermedad aguda es mortal.”
AFORISMO XXXVIII
150
Al respecto consultar la obra de Laín Entralgo, 1970.
162
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
AFORISMO XLII
AFORISMO XLVIII
163
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO VI
AFORISMO XLVI
LIBRO VII
164
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
151
He utilizado la traducción realizada por Mª Dolores Lara Nava del texto clásico,
publicada por Gredos, 1983.
165
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166
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167
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168
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169
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152
He utilizado la traducción realizada por C. García Gual en: Tratados
Hipocráticos.1. Pronóstico, 329-350, Madrid, 1983.
170
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
171
Mario Ferrer Vázquez
buena base teórica y una práctica, una experiencia, del mismo modo
que realizaban los médicos de hace dos mil quinientos años.
En afecciones urinarias:
172
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
173
Mario Ferrer Vázquez
174
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
153
Fiebres tercianas o cuartanas: durante siglos y precisamente influenciados por la
doctrina hipocrática de la observación, se denominó a una enfermedad grave, de
larga duración y con accesos febriles intercalando periodos afebriles, generando una
serie de días “críticos” bien definidos en tratados como Epidemias I. Este tipo de
fiebres hoy se cree, eran debidas a la infección por Plasmodium, es decir, Paludismo
o Malaria, endémico en la región en la época, y que hasta hace relativamente poco
tiempo, e incluso hoy en día en algunos lugares, se seguía o se sigue denominando
“fiebre cuartana”. De una gravedad sintomatológica importante, no siempre era
mortal, de ahí que en las definiciones de estas fiebres no siempre se sea del todo
explícito. Además las fiebres, en el principio de sus síntomas, eran muy similares
para muchas dolencias, lo que hoy denominamos “inespecíficas”, por lo tanto y
como bien se reconoce el texto, muy difícil predecir el curso en sus inicios en la
mayoría de las ocasiones.
175
Mario Ferrer Vázquez
176
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
154
Hablando de las fiebres tercianas, como se ve no es más que un criterio temporal
que no parece obedecer a nada más que la pura observación, habiendo pues
enfermedades que les suceda al tercer, cuarto o quinto día. Recordar la influencia
de la numerología como ciencia en la época.
155
Por frenitis hoy en día entenderíamos una inflamación del diafragma. Sin
embargo en la Antigüedad se denominaba así a una enfermedad que hacía perder
la razón al paciente, ya que ésta se localizaba, según ellos, en el phrénes. Se
conserva este nombre aunque más tarde se aceptaron otras zonas del cuerpo como
origen de la razón. Esta enfermedad consistía en una patología aguda, febril, que
asociaba pérdida de peso, mirada perdida, delirios, locura, convulsiones, y que tenía
una alta mortalidad. Hoy en día suponemos se trataba, por lo descrito, de diversos
tipos de meningoencefalitis.
177
Mario Ferrer Vázquez
156
Como ya he comentado, era característica de Hipócrates y la Escuela de Cos la
enorme importancia conferida a la observación de los signos y síntomas y la historia
clínica, y no tanto al nombre concreto o clasificación de la enfermedad.
178
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179
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180
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
181
Mario Ferrer Vázquez
157
Escrito utilizado por C. García Gual y H. Grensemann, para introducir el capítulo
referente a la traducción de este texto del Corpus Hippocraticum. C. García Gual,
Tratados Hipocráticos 1, Sobre la enfermedad sagrada, Madrid, 1983, Pág. 389; H.
Grensemann, Die hippokratische Schrift “Ueber die heilige Krankheit”, Berlín, 1968,
pag. 5.
182
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
183
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184
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
185
Mario Ferrer Vázquez
Pero si el lector piensa, por mis palabras o la de los autores, que los
científicos de la época y los médicos, y en particular Hipócrates y sus
discípulos rechazan todo tipo de creencias religiosas, nada más lejos
de la realidad. Al igual que en nuestros días, durante la historia los
médicos y científicos en general tienen lo que se denomina
“pensamiento científico”, esto es, crítico, racional, con inquietud y
viveza por explicar lo inexplicable mediante la razón; lo que no
significa no tener creencias o rechazar toda religión, fe o doctrina. El
autor dice:
186
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
160
La “lucha” sigue, desgraciadamente, hoy en día; gastando mucha energía,
conocimientos, razones de peso, explicaciones y evidencias científicas en
desmontar teorías pseudomédicas sin base alguna y curanderos que, aún hoy en
día y del mismo modo que en la época de Hipócrates, tratan de aprovecharse del
dolor y las desgracias ajenas.
187
Mario Ferrer Vázquez
161
El flujo descendente, katárroos, provocaría estos síntomas. Destacar, la acepción
actual de esta palabra para designar el aumento de flujo, en este caso mucoso, en
los cuadros infecciosos de vías respiratorias, generalmente altas y de curso benigno.
Pues nuestra palabra “catarro” proviene de este vocablo griego.
162
Sobre el asma, traducción de dificultad respiratoria, ya hablé en los comentarios
al libro de los aforismos. Del mismo modo que la alusión en este texto a los
jorobados, consecuencia directa de una vida de dificultad respiratoria extrema.
188
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
“De los niños pequeños que son atacados por esta enfermedad,
la mayoría muere, si el flujo se les presenta copioso y al soplar el
viento del Sur. Pues sus venas menores, que son finas, no
pueden acoger la flema, por su espesor y abundancia, sino que
la sangre se les enfría y se congela, y de ese modo se mueren.
Si es poco y hace su curso descendente no por ambas venas,
sino por una u otra de éstas, sobreviven, pero quedan marcados.
Pues se les queda distorsionada la boca, o el ojo, o la mano, o el
cuello, según por donde la vena menor al llenarse de flema sea
dominada y oprimida. Por tanto, a causa de esa vena menor,
necesariamente esa parte del cuerpo, la dañada, es más débil y
más deficiente. Pero a la larga y con el tiempo resulta
beneficioso, en conjunto. Porque ya no es propenso a los
ataques una vez que está señalado por este motivo: a causa de
esa opresión las demás venas están dañadas y se van
comprimiendo en cierta proporción, de modo que reciben el aire,
163
Definición bastante exacta de la sintomatología de una crisis epiléptica florida,
completa o generalizada como la denominamos hoy en día. Posteriormente hace
referencia a que puede producirse en un lado del cuerpo o en los dos (parciales o
generales), conscientes de que el cerebro humano tiene dos hemisferios y
teorizando sobre su influencia en ambas partes del cuerpo, pese a su
desconocimiento total del sistema nervioso, debido a que allí llegaban venas
diferenciadas del hígado o bazo, es decir, de ambos lados del cuerpo.
189
Mario Ferrer Vázquez
190
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
191
Mario Ferrer Vázquez
164
Diafragma, phrén, o hai phrénes, etimológicamente relacionada con el verbo
“pensar” o “meditar”. En los textos de Homero aparecen las emociones situadas en
el centro del pecho, junto al ánimo (thymos). Posteriormente se localizaron más
concretamente en el diafragma. El nombre se mantuvo, y existían discusiones
acerca del origen de los nombres para los sofistas, por naturaleza o por convención.
Otro apunte que surge de esta nota es la palabra thymos, etimológicamente
relacionada con el ánimo y así lo utilizamos hoy en día (en “distimia” por ejemplo),
también sirve para nombrar a la glándula linfoide responsable de la maduración de
los linfocitos T, el timo, situado en el centro del tórax en los niños.
192
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Poco sabían de las causas reales, pero sin embargo ya sabían que su
origen estaba en el noble órgano del cerebro. Por lo tanto sus teorías
no eran acertadas, pues de base estaban viciadas por la teoría
general del origen de las enfermedades, sin embargo la observación
sobre estas causas les llevaba a tener claro que el origen era el
cerebro. Muy importante la diferenciación por edades y el
reconocimiento del papel del cerebro sin conocer nada del sistema
nervioso. Tratado éste de los más interesantes a la hora de analizar
los conocimientos y comportamientos de la ciencia médica hipocrática,
y de reflexionar acerca de nuestros propios conocimientos.
193
Mario Ferrer Vázquez
Esta obra es una de las más célebres del Corpus Hippocraticum, una
de las que mejor ilustra el pensamiento científico de la época, que
genera teorías para la etiología no solo de las dolencias, sino del
origen y formación de los hombres y sus características. Por este
motivo se atribuye clásicamente por muchos autores al propio
Hipócrates, muy emparentada con la obra Sobre la enfermedad
sagrada, comparte teorías e incluso estilo literario, razón por la que se
piensa que podría ser del propio Hipócrates, o de alguien muy cercano
a él.
165
J.A. López Férez, Tratados Hipocráticos I, Sobre los aires, aguas y lugares,
Madrid, 1986, 11.
166
Recordar el marcado carácter itinerante de la profesión médica de la época, los
periodeutas, signo de enriquecimiento cultural y prestigio del propio médico. El
propio Hipócrates ejerció como tal.
194
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
195
Mario Ferrer Vázquez
167
No podemos encontrar una referencia clara ni identificable a nuestros nombres
actuales para los vientos, pues había diversas maneras de nombrarlos en la antigua
Grecia del siglo V-IV a.C. sin que ninguna de ellas se impusiera sobre las demás.
196
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
168
Ver los capítulos correspondientes de este mismo trabajo.
197
Mario Ferrer Vázquez
198
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
“Las que están mirando hacia la puesta del sol, a cubierto de los
vientos que soplan desde el Oriente, e, incluso, de los vientos
calientes y los fríos, procedentes del Norte, pasan de largo por
ellas, esas ciudades están, por fuerza, en una posición muy
malsana. Pues, en primer lugar, sus aguas no son claras. La
razón de ello es que por la mañana predomina generalmente, la
niebla, que, al mezclarse con el agua, le quita la transparencia,
pues el sol no brilla antes de haberse elevado a lo alto (…) Las
aguas quietas, pantanosas y estancadas son, por fuerza, en el
verano, calientes, gordas y fétidas, porque no fluyen, pero, como
las alimenta el agua de lluvia, siempre nueva. y las calienta el
sol, son, necesariamente, de mal color, nocivas y productoras de
bilis; en invierno, son heladas, frías y turbias a causa de la nieve
y los hielos, de suerte que ocasionan, con gran facilidad, flema y
ronqueras. Quienes las beben tienen siempre el bazo grande y
contraído, y el vientre duro, delgado y caliente (…) Esa afección
les acompaña en verano e invierno. Además, sobrevienen
199
Mario Ferrer Vázquez
200
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
201
Mario Ferrer Vázquez
169
Alejandro de Macedonia era un excelso conocedor de la obra homérica, sus
campañas militares y su vida eran reflejo de la admiración del relato de la vida de
Aquiles, a quien emulaba en su grandeza (Barceló, 2011).
202
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
203
Mario Ferrer Vázquez
Sea como fuere, dado que la autoría no está clara171, sí se puede ver
en él características de la escuela de Cos, mezclando pronóstico con
diagnóstico y ensalzando este acto médico, a pesar de que
ciertamente, se trata de un libro en ocasiones confuso.
170
E. García Novo, Tratados Hipocráticos II, Predicciones I, Madrid 1986, 169.
171
El tema de la autoría de textos es algo extensamente debatido y muy importante
para nosotros, sin embargo en la Grecia antigua, Previa a las tragedias de Ática, la
autoría de los textos no era tan fundamental, sobre todo aquellos dirigidos la práctica
profesional, como los textos médicos que, como éste, estaban destinados a la
práctica médica diaria.
204
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
205
Mario Ferrer Vázquez
172
La traducción del texto utilizada para el análisis es la realizada por E. García
Novo, Tratados Hipocráticos II, Predicciones II, Madrid 1986, págs. 205-273.
206
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Predicciones II, es también uno de los tratados que más habla sobre
la ciencia y su aportación a ciertos procesos, y sobre la incapacidad
de la misma para solucionar algunas cuestiones de la naturaleza que
el tiempo y la ciencia pueden o no recuperar.
173
Ambas con variaciones sobre la traducción a la que hago alusión del texto
expuesto (E. García Novo, 1986)
207
Mario Ferrer Vázquez
tumores por el cuello, o se les puso la voz más débil, o les afecta
una tos seca crónica, o, después de haber crecido, sufren con
frecuencia un dolor en el vientre sin que se produzca diarrea, o
tienen luxaciones en los costados, o se les vuelven varicosas
unas venas gruesas del vientre, o el epiplón desciende, o un
testículo se ha hecho grande, o una mano se ha quedado débil y
sin fuerza, o un pie, o toda una pierna se quedó tullida, sin otra
causa (conocida), en todos estos casos está al alcance del
médico saber que la enfermedad surgió con anterioridad a todas
estas afecciones. La mayor parte de los que cuidan a los niños,
al ser interrogados, estarán de acuerdo; a otra parte les pasa
desapercibido, y dicen que no tienen conocimiento de que se
haya producido nada de este tipo.”
208
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
209
Mario Ferrer Vázquez
174
A la afección que se refiere es a una hinchazón ocular acompañada de lagrimeo
abundante y un grado variable de dolor, a la que confiere un grado más crónico pero
más benigno cuando es unilateral. Lo diferencia también del ojo legañoso y
escasamente doloroso que se “pega” por la noche, y al que confiere un carácter
benigno y limitado en el tiempo, describiendo una conjuntivitis simple, frente a otras
patologías oculares más complejas.
210
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
175
Su origen etimológico es la palabra griega plural utilizada en el texto original,
dysenteríai, que hoy designa a las diarreas infecciosas de origen generalmente
bacteriano y de curso no tan benigno.
211
Mario Ferrer Vázquez
176
Texto utilizado para el análisis: traducción de E. García Novo, Tratados
Hipocráticos II, Prenociones de Cos, Madrid 1986, 277-402.
212
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
177
Concepto de “crisis” (krísis): momento clave de la evolución de la enfermedad,
central, en el que la misma se encamina hacia su resolución, sea cual sea. La
acompañan una serie de signos externos observables por el buen médico.
178
El proceso de cocción de los humores es también muy hipocrático, los humores
que no se encuentran equilibrados en un proceso morboso, someten a una cocción
para que el humor “crudo” se presente “puro” o “cocido”. Este proceso de “cocción” o
pépsis, ha pasado a nuestros días para referirse a los procesos de digestión.
179
El acúmulo o depósito de materia morbosa que, tras el proceso de enfermedad o
“cocción” no encuentra una salida, se denomina apóstasis. Presentándose de
diversas maneras (gangrena, hinchazón, absceso propiamente dicho, tumoración,
etc.). Traducido actualmente como “depósito”.
180
Actualmente utilizada para designar la propagación de un foco canceroso, en la
época utilizada para señalar un “desplazamiento del depósito”, de donde se extrae
“modificación” o “remoción”. En ocasiones utilizada para denominar, según apunta
posteriormente Galeno, una solución completa del episodio (ver nota 33 de esta
sección).
181
Como recidiva se conoce actualmente a la situación de repetición o reaparición
de la enfermedad, síntoma o proceso morboso.
182
Como paroxismo entendemos hoy el grado máximo de agudeza o aparición de
una enfermedad o síntoma. A diferencia del previo los paroxismos suceden dentro
de la misma enfermedad, como reagudizaciones sin curación entre ellos.
183
O. Poeppel, Die hippokratische Schritf Koiakai prognoseis und ihre Ueberlieferug,
tesis doct. ined., Kiel, 1959.
184
E. García Novo, Tratados Hipocráticos II, Prenociones de Cos, Madrid 1986, 296.
213
Mario Ferrer Vázquez
108
“En los niños, una fiebre aguda y retención del intestino con
insomnio, a lo que se añade dar patadas cambiar de color y estar
enrojecido, anuncio de espasmo.”
109
110
111
112
214
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
131
185
Deposiciones negras, malolientes y blandas, producidas por sangre digerida
mezclada con las deposiciones que le dan ese aspecto. Signo de sangrado intestinal
alto.
186
El causón se caracteriza sobre todo por fiebre ardiente (de ahí su nombre, kaúo
«quemar», que les debía parecer a los antiguos el síntoma característico por
excelencia de la enfermedad). Otros síntomas son la sed, sequedad de lengua, orina
oscura, entorpecimiento y delirio. Es problemático identificarla exactamente pues los
síntomas que presenta son los mismos que los de otras muchas enfermedades con
fiebre alta. Parece corresponderse con una afección del sistema nervioso central y
215
Mario Ferrer Vázquez
134
“Las fiebres del tipo causón hacen crisis a los catorce días,
proporcionando alivio o muerte.”
216
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
185
“Un dolor intenso de oído, con fiebre aguda y algún otro signo
maligno, produce la muerte en siete días o en menor tiempo a
individuos jóvenes, tras haber perdido éstos la razón, a menos
que se produzca abundante secreción de pus del oído, flujo de
sangre por la nariz, o algún otro signo favorable. A las personas
de más edad les produce la muerte más lentamente y con menor
frecuencia, pues los oídos supuran de antemano, y pierden la
razón más rara vez; pero la mayoría de éstos sufren recaídas, y
así perecen.”
267
217
Mario Ferrer Vázquez
274
218
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
333
350
351
219
Mario Ferrer Vázquez
359
220
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
361
365-370
221
Mario Ferrer Vázquez
189
No parece lógico que no se presente este tipo de patologías en la edad infantil,
salvo que su curso sea distinto al resto de edades y eso no las identifique como
iguales. Generalmente con este complejo término se incluyen, mayoritariamente en
los textos hipocráticos, patologías pulmonares de curso muy similar a las actuales
neumonías bacterianas.
190
Enfermedad infecciosa de la región lateral, el concepto de pleura no está
anatómicamente descrito en la era hipocrática, por lo que en ocasiones esta
afección es un tanto confusa y no debe tomarse como infección pleural.
191
Afección gotosa de los pies.
192
Con nefritis se denominaba a un tipo de afecciones renales o en la zona en torno
a ellos, generalmente dolorosas y con determinadas afecciones de la orina, y que no
tiene la acepción actual, por lo que no debe identificarse por el término moderno.
193
Un tipo de dermatitis que asemeja al vitíligo o “lepra blanca”, no bien definida en
los textos.
222
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
223
Mario Ferrer Vázquez
Este texto, que recoge la dieta no sólo como alimento, sino como
régimen de vida, se subdivide en cuatro partes. En la primera de ellas
el autor recoge una concepción general de la naturaleza humana
tomando como base teorías filosóficas, y llegando a hablar de
embriología. En un segundo libro habla de los lugares y vientos, y de
los tipos de dieta; en él repasa una gran cantidad de alimentos y sus
propiedades, así como ejercicios. En un tercero aparecen ya
tratamientos dietéticos para patologías específicas, así como dietas
más recomendadas en las distintas épocas del año y tipos de
persona. Finalmente, en un cuarto libro, trata acerca de los sueños.
194
Para su estudio he seguido la traducción de C. García Gual, Tratados
Hipocráticos III, Sobre la dieta, Madrid 1986, págs. 9-116.
224
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
225
Mario Ferrer Vázquez
226
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Este Sobre las afecciones, que también podría traducirse como Sobre
las enfermedades, es un tratado escrito en estilo divulgativo, como el
propio autor reconoce, “para el público profano”. En él se realizan
concretas definiciones de patologías, una aproximación a su origen y,
en algunas ocasiones, terapéutica. Por el modo en el que está escrito
y analiza las patologías, muchos autores actuales lo sitúan entre los
textos de la escuela de Cnido, por influencia del códice principal de la
misma, las Sentencias Cnidias. Quienes opinan en contra de esta
influencia se basan en el hecho de que en la segunda parte del escrito
se habla de la dieta, sin embargo esto podría ser debido al carácter
divulgador de la obra. Otros datos a favor de la escuela cnidia son la
utilización de un sistema binario de humores: “los padecimientos les
vienen en su totalidad a los hombres por causa de la bilis y de la
flema”; así como utilización de ciertos recursos terapéuticos como los
“gargarismos”. Esta terapia tan sólo aparece, dentro del Corpus, en
este tratado y en “Sobre las enfermedades II”, lo que se podría
interpretar como una peculiaridad de la escuela cnidia.
195
El texto utilizado para el análisis es la traducción de J.M. Lucas, Tratados
Hipocráticos III, Sobre las afecciones, Madrid 1986, págs. 119-177.
227
Mario Ferrer Vázquez
PLEURESÍA:
196
En los siguientes párrafos extraídos del texto se describen estas patologías
228
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
CONCEPTO DE CRISIS:
229
Mario Ferrer Vázquez
PERINEUMONÍA:
230
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
(bronquitis, neumonías por otras causas, casos más leves, etc.) para
la pleuresía. Es decir, diferencian ambas entidades en base a la
observación de los síntomas y de ahí elucubran, en su conocimiento,
sobre las causas.
FRENITIS:
231
Mario Ferrer Vázquez
CAUSÓN:
232
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
233
Mario Ferrer Vázquez
198
Diferencia entre las tres del mismo modo que actualmente. Diarrea para las
diarreas simples, disentería para aquellas que las deposiciones son mucosas,
biliosas o con sangre, y cólera para las acuosas severas con importante dolor y
vómitos.
234
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Podría llamar la atención, dado el título del tratado, que hable sobre
esta cuestión, sin embargo hay que reseñar que la palabra original
que da nombre al texto, trophēs, tiene un significado mucho más
amplio que el de alimentación o nutrición, y abarca el crecimiento y la
formación del ser humano. De hecho en la actualidad hemos tomado
este vocablo para referirnos a todo aquello que tiene que ver con la
formación y crecimiento: distrofia, atrofia, trófico, trofismo, etc.
199
I. Rodríguez Alfageme, Tratados Hipocráticos III, Sobre la alimentación, Madrid
1986, 244-245.
235
Mario Ferrer Vázquez
236
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Sin embargo existe una muy amplia discusión sobre este tema, sobre
la diferenciación clara entre ambas escuelas, ya desde tiempos de
Galeno quien reconocía que ambas, pese a haber existido, tenían
fuentes comunes y compartían información, lo cual no es
descabellado, y que no sabía nada acerca de la oposición de las
mismas201.
Sea como fuere, lo cierto es que hasta nuestros días han llegado
trabajos de la escuela de Cos y discípulos de Hipócrates, así como el
200
Utilizo la traducción de L. Sanz Mingote, Tratados Hipocráticos IV, Sobre las
enfermedades de las mujeres I y II, Madrid 1988, págs. 42-290.
201
J.A. Ochoa Anadón, Tratados Hipocráticos IV, Tratados Ginecológicos:
introducción, Madrid 1988, 13.
237
Mario Ferrer Vázquez
238
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
202
J. de la Villa Polo, Tratados Hipocráticos VIII, Sobre los lugares en el hombre,
Madrid 2003, 132.
239
Mario Ferrer Vázquez
“Si después del parto hay vómitos de sangre, eso es que el tejido
hepático está dañado. A los vómitos acompaña un dolor en las
vísceras y el cardias es atacado por espasmos. Conviene lavar a
la enferma con abundante agua caliente, aplicarle los fomentos
que más aguante y darle a beber durante cinco o siete días leche
240
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
241
Mario Ferrer Vázquez
203
L. Sanz Mingote, Tratados Hipocráticos IV, Sobre las enfermedades de las
mujeres I, Madrid 1988, 188-196.
242
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
204
La acepción en el texto es “infección”, en general, no la actual que se refiere a
una infección grave de tipo generalizado.
243
Mario Ferrer Vázquez
205
Puede referirse a Mijo o a granos de Cebada tostada.
244
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
206
Tomo como traducción para el análisis el texto de L. Sanz Mingote, Tratados
Hipocráticos IV, Sobre la superfetación, Madrid 1988, págs. 333-350.
245
Mario Ferrer Vázquez
246
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
207
Cita aparecida en: E. García Novo, Tratados Hipocráticos V, Epidemias, Madrid
1989, 7.
208
De donde deriva nuestra actual acepción de “epidemia”.
209
Con katástasis se alude a las condiciones meteorológicas y geográficas de una
región determinada en los textos de Epidemias.
247
Mario Ferrer Vázquez
LIBROS I y III210
210
Sigo la traducción de A. Esteban Santos, Tratados Hipocráticos V, Epidemias,
Libros I y III, Madrid 1989, págs. 23-127.
248
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
211
Sobre los procesos de cocción y las fiebres semitercianas ya he hablado
anteriormente.
249
Mario Ferrer Vázquez
212
Periodo que abarca desde el final del verano al principio del otoño.
250
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
213
Micción escasa y penosa, dolorosa. Sinónimo de disuria.
251
Mario Ferrer Vázquez
252
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
253
Mario Ferrer Vázquez
254
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
255
Mario Ferrer Vázquez
214
Sensación continua de defecación, se realice o no, acompañada generalmente
de dolor y malestar.
215
Diarrea con deposiciones con alimentos sin digerir.
216
Diarrea con deposiciones mucosanguinolentas, de origen infeccioso.
256
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
257
Mario Ferrer Vázquez
“En Larisa, a una joven la atacó una fiebre del tipo causón,
aguda; insomne, sedienta, lengua fuliginosa, seca; orinas de
buen color, pero fluidas. El segundo día en un estado penoso, no
concilió el sueño. El tercero evacuó del vientre abundantes
heces acuosas y de color verde-amarillo, y en los días siguientes
eran evacuadas otras semejantes de forma benigna. El cuarto
emitió orinas fluidas, escasas, tenían partículas en suspensión
en la parte superior, no depositaban; deliró por la noche. El sexto
le brotó violentamente por la nariz abundante sangre; tras haber
sufrido escalofríos segregó mucho sudor caliente por todo el
cuerpo; sin fiebre; llegó a la crisis. Pero durante las fiebres y ya
pasada la crisis, le bajó la menstruación por primera vez
entonces; pues era doncella. Y estaba durante todo el tiempo
con náuseas, escalofríos, rojez en el rostro, dolor de ojos; con
pesadez de cabeza. Para ésta no hubo recidiva, sino que le
sobrevino la crisis217. Los dolores; en los días pares.”
217
El concepto de crisis se refiere a cambio agudo en una enfermedad, ya sea para
empeorar o para mejorar, como se indica en estos dos párrafos.
218
Sigo la traducción de E. García Novo, Tratados Hipocráticos V, Epidemias,
Libros II, IV y VI, Madrid 1989, págs. 131-250.
258
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
259
Mario Ferrer Vázquez
219
Provocada por una infección bacteriana, de origen, al parecer, orofaríngeo.
260
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
“Al hijito varón de Atenades, (se le cariaron) los dientes del lado
izquierdo en la parte de abajo, en la parte de: arriba los del lado
derecho. De éste, la oreja derecha supuró cuando ya no había
dolor.220”
220
Podría referirse a una simple asociación casual entre una otitis media supurativa
y unas caries.
221
Es decir, entrado el otoño.
261
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262
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
263
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264
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
265
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266
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
LIBROS V y VII222
222
El texto utilizado para el análisis es la traducción de la propia B. Cabellos
Álvarez, Tratados Hipocráticos V, Epidemias, Libros V y VII, Madrid 1989, págs. 253-
353.
267
Mario Ferrer Vázquez
268
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
28: “En Ómilo, una chica de unos doce años murió a mitad del
verano, a los catorce días de haber recibido una herida en la
cabeza. Alguien le dio un golpe con una puerta, fracturando y
contusionándole el hueso. Las suturas se hallaban en la herida.
39: “Un niño murió a los cuatro días de haber sido golpeado por
un cerdo en el vientre y en el hígado; la respiración era intensa,
estaba inconsciente y tenía fiebre.”
40: “El hijo de Hermófilo estuvo once días enfermo, con fiebre,
sin comer ni evacuar. Empezó con un delirio que cesó por la
noche. Al día siguiente estaba ronco, sin voz, con la vista vuelta
y en estado febril. Provocándole vómitos con una pluma metida
en la garganta, devolvió bilis negra, e hizo una abundante
deposición con la aplicación de una lavativa.”
223
Podemos apreciar como la “simple” observación clínica lleva a deducir a los
médicos de la Antigüedad un conocimiento real, de cómo afecta al lado contralateral
del cuerpo una herida o afectación en el encéfalo.
269
Mario Ferrer Vázquez
270
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
En el libro VII:
224
Dos casos claros (75 y 76) de tétanos tras una herida infectada.
225
Se refiere a una ciudad del Quersoneso Tracio
271
Mario Ferrer Vázquez
272
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
228 3
Un ciato equivaldría aproximadamente a 45 cm
229
Un quénice equivale más o menos a un kilogramo.
273
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274
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
275
Mario Ferrer Vázquez
230
El autor extrae una conclusión médica basada en la práctica. Este pasaje es
ampliado y con una conclusión con respecto al mismo que encontramos en el libro V
y que he reflejado en este trabajo, el párrafo 97 del citado libro.
276
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
231
Estos mismos dos párrafos aparecen prácticamente iguales en el libro V, 75 y 76.
También recogidos anteriormente. Correspondientes a heridas tetánicas.
232
Esta referencia a una intervención o actuación post-mortem deja claro que el
texto está dirigido a los profesionales de la medicina. No se trata de una autopsia,
por lo que cumplía con los preceptos éticos de la época (B. Cabellos Álvarez,
Tratados Hipocráticos V, Epidemias, Libros V y VII, Madrid 1989, 328).
277
Mario Ferrer Vázquez
233
De nuevo esta misma historia, aquí algo más completa, aparece en el párrafo 66
del libro V.
234
Vientos del norte al inicio de la primavera. Su nombre viene dado porque
favorecían el regreso de las aves (órnithes).
278
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
235
En este texto sí aparece el término epidēméō con una acepción muy similar a la
actual, cuando su acepción común era la de desplazarse para el ejercicio de la
medicina (B. Cabellos Álvarez, Tratados Hipocráticos V, Epidemias, Libros V y VII,
Madrid 1989, 346).
236
Este párrafo es el único de los libros V y VII en que se describe una Katástasis
climatológica, que corresponde al periodo primavera-verano, con alguna de las
afecciones más comunes que aun hoy en día conocemos.
237
Este mismo caso aparece en el libro V, 100. Ya apuntado anteriormente.
279
Mario Ferrer Vázquez
238
Corresponde al término griego Kataphorē, de significado muy similar a kōma, de
cuyo nombre deriva la actual “coma”, con similar acepción. Aparece así algo más
adelante en el mismo párrafo.
239
En este contexto cabe recordar que crisis tiene el significado de final de la
enfermedad.
280
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Pues bien, estos tres tratados, que forman parte del Corpus, tienen un
estilo diferenciado y junto a Sobre las afecciones internas y
Afecciones, forman un conjunto de textos atribuidos a la escuela de
Cnido y, por lo tanto, no escritos por Hipócrates ni por ninguno de sus
discípulos. Los escritos cnidios son clásicamente tildados de
excesivamente empíricos y esclavos de los hechos, sin embargo hoy
en día, se ven como una serie de tratados de carácter más terapéutico
y técnico. De forma general no hay grandes planteamientos teóricos
240
La fuente utilizada para el análisis es la traducción de A. Alamillo Sanz, Tratados
Hipocráticos VI, Enfermedades I-II-III, Madrid 1990, 23-187.
281
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO I
241
Mª.D. Lara Nava, Tratados Hipocráticos VI, Enfermedades, Introducción, Madrid
1990, 7-20.
242
En cuanto a las causas de las enfermedades, y de la teoría de los dos humores,
remito a lo comentado en Afecciones, puesto que existe un evidente paralelismo,
influencia cnidia. Esto es, sin embargo, de lo poco sobre lo que se teoriza.
282
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
243
En la Antigüedad la tisis correspondía no sólo a la tuberculosis pulmonar, sino
también a otras patologías de sintomatología y curso similares. Ya he hablado
anteriormente de ella.
244
Probablemente anasarca
245
El término griego era Kynánchē que designaba un conjunto de patologías que
afectaban la garganta y laringe y provocaban dificultades para tragar y respirar.
246
El término griego es Staphylē, se trataba de una afectación del velo del paladar
que adoptaba la forma de uva, y de ahí el nombre. También se utilizaba para
designar la úvula sana, como podemos apreciar etimológicamente. De significado
poco claro.
247
Con este nombre se conocía antiguamente a una patología somática que
asociaba alteración de la psique. No se corresponde con ninguna entidad específica
en la medicina moderna.
248
No se trata de la lepra como la conocemos hoy en día, sino de una afección
cutánea benigna descamativa, que podría corresponder a la psoriasis (léprē). La
lepra en la antigüedad se denominaba Elephantíasis.
249
Leichēn. Término con el que antiguamente se denominaba a una serie de
afecciones cutáneas de diversa índole.
250
El resto de patologías que nombra, o bien son fácilmente identificables, o bien ya
he hablado de ellas con anterioridad.
283
Mario Ferrer Vázquez
284
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
LIBRO II
285
Mario Ferrer Vázquez
251
De las diferentes formas de presentación: con o sin fiebre, en la zona amigdalar o
laríngea.
252
Se puede referir, por la descripción, a una difteria.
253
En esta ocasión parece nombrar una afectación laríngea.
254
Traducción de Staphylē, ya comentado en la nota 119.
286
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
LIBRO III
287
Mario Ferrer Vázquez
255
Esta descripción bien parece, por la gravedad y la asociación neurológica e
hinchazón, una difteria. Como ya comenté en Aforismos, es una enfermedad de
elevada mortalidad, antes de la vacunación y aparición de los antibióticos. Otra
patología dramática como la epiglotitis, no tiene todas estas características, aunque
si el ahogo, el babeo, la gravedad y la fiebre elevada.
256
Con este término el autor alude a otras patologías infecciosas amigdalares
menos graves. Diferenciándolas así dentro del elenco amplio de “angina”.
288
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
257
La traducción utilizada es la de Mª. D. Lara Nava, Tratados Hipocráticos VI,
Sobre las afecciones internas, Madrid 1990, págs. 191-280.
289
Mario Ferrer Vázquez
290
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
291
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292
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
258
Utilizo la traducción de Mª. D. Lara Nava, Tratados Hipocráticos VII, Sobre las
heridas en la cabeza, Madrid 1993, págs. 15-39.
259
M.A. Arribas, Historia de la higiene y la salud infantil, Prehistoria, Madrid 1997, 9-
11.
293
Mario Ferrer Vázquez
“Los huesos de los niños son más finos y más blandos, por esto,
porque están más llenos de sangre261, son huecos, esponjosos y
no son densos ni duros. Cuando sufren una herida, igual e
incluso menor, de armas que son iguales e incluso más ligeras,
los huesos del niño más pequeño supuran más y más
rápidamente que los del mayor, y también durante menos
tiempo. Y cuando de todas formas han de morir a consecuencia
de un golpe, el más joven muere antes que el mayor.”
260
Mª. D. Lara Nava, Tratados Hipocráticos VII, Sobre las heridas en la cabeza,
Introducción, Madrid 1993, 11.
261
Corresponde esta idea a la teoría filosófica que, desde Tales y pasando por
Aristóteles, estaba en vigor en la época de que “el agua es vida”. Los médicos
hipocráticos revierten esta cuestión en la sangre y en la idea de que poco a poco se
va disminuyendo hasta la vejez y la muerte, en la que se produce la ausencia de la
misma, se “seca”.
294
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Para los expertos en el Corpus estos dos tratados son los mejores de
cuantos existen actualmente, por contenido y redacción. Ambos
formaban parte, al parecer, de un mismo libro. Junto con el anterior,
son los más elaborados y se consideran lo mejor de la escuela de
Cos.
262
Utilizo la traducción de H. Torres Huertas y B. Cabellos Álvarez, Tratados
Hipocráticos VII, Sobre las fracturas y Sobre las articulaciones, Madrid 1993, págs.
63-221.
263
B. Cabellos Álvarez, Tratados Hipocráticos VII, Sobre las articulaciones, Madrid
1993, 133.
295
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296
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
297
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298
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
264
De hecho utiliza este método para ciertos tratamientos (básicamente
estiramientos y rectificaciones), pero razonados y dentro de un pensamiento crítico y
científico, ofreciendo una terapia para casos concretos.
299
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300
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
301
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302
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303
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304
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265
B. Cabellos Álvarez, Tratados hipocráticos VII, Sobre las articulaciones, Madrid
1993, 197.
305
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306
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
307
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308
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Estos dos tratados, que originariamente formaban parte, con casi total
seguridad, de uno sólo, son trabajo de un mismo autor que
pertenecería a la escuela de Cnido.
La única referencia infantil tiene que ver con una distinta manera de
actuar ante un prolapso rectal.
“Si el recto se sale, empuja para adentro con una esponja suave
y frótalo con caracol; atando por las manos al enfermo tenlo
suspendido un momento y (el recto) entra. Si la parte que se sale
es demasiado grande y no queda dentro nada, rodeando con un
cinturón los costados, pasando por detrás bajo el cinturón una
faja y empujando para adentro el recto, aplícale una esponja
suave empapada en agua caliente en la que hayan hervido
virutas de almez; con esta misma agua irriga el recto y estruja la
esponja. Luego, pasando la faja por entre los muslos, átala a la
altura del ombligo. Cuando quiera hacer de vientre que lo haga
sobre el orinal de boca muy estrecha; si se trata de un niño, que
lo haga entre los pies de una mujer267, sujeta su espalda por las
rodillas de ella268. Y cuando defeque que extienda las piernas,
pues así el recto no se sale.”
266
Utilizo la traducción y notas del texto realizada por Mª. D. Lara Nava, Tratados
Hipocráticos VII, Sobre las fístulas. Sobre la Hemorroides, Madrid 1993, págs. 263-
283.
267
Nótese que se refiere expresamente a una mujer, y no entre las piernas de
alguien, tal y como era costumbre.
268
Para mantener las nalgas bien apretadas
309
Mario Ferrer Vázquez
Este último escrito ha sido poco estudiado por los autores en general,
en un principio atribuido a la escuela de Cos, parece que los últimos
expertos lo sitúan en el espectro de autores cnidios.
269
El texto utilizado es la traducción de Mª.D. Lara Nava, Tratados Hipocráticos VII,
Sobre la úlceras, Madrid 1993, págs. 285-303.
310
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
311
Mario Ferrer Vázquez
Este tratado pues, incluye los cuatro humores hipocráticos, así como
el concepto de physiología y los ámbitos científicos que comenté al
270
Léase “hombre” como “ser humano”, en el sentido que otorga el vocablo griego
άνθρωπος (anthropos), distinto de la cualidad masculina de varón, que tiene su
propio término griego “ανδρος” (andros).
271
El texto utilizado como fuente es la traducción de J. Cano Cuenca, Tratados
Hipocráticos VIII, Sobre la naturaleza del hombre, Madrid 2003, págs. 13-63.
272
J. Cano Cuenca, Tratados Hipocráticos VIII, Sobre la naturaleza del hombre,
Introducción, Madrid 2003, 24.
312
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
313
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314
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
273
Se mencionan aquí por primera vez en este tratado, los cuatro humores que
constituyen la naturaleza del hombre, según la teoría de la escuela de Cos, que
después pasó a la posteridad gracias a Galeno. En cuanto a la bilis negra, no es un
humor que suela nombrarse en exceso. Para Laín Entralgo (La medicina hipocrática,
Madrid 1970, 147) un humor es: “un elemento secundario del cuerpo animal,
caracterizado genéricamente por su elementalidad biológica—esto es, por el hecho
de funcionar en la vida normal como sustancia que no se descompone en otras más
simples—, por su fluidez, aunque esta sea tan escasa en la bilis negra, y por su
mixcibilidad.”
315
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316
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317
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318
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274
Utilizo el texto traducido por J. de la Villa Pozo, Tratados Hipocráticos VIII, Sobre
las carnes, Madrid 2003, págs. 139-164.
319
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320
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
275
La leche es el alimento principal del niño en sus primeros meses de vida, es por
esto que todas las denominaciones que corresponden a esa época derivan de ese
vocablo. En este caso “dientes de leche”.
276
Puesto que la alimentación es ya más madura, atribuyen a la misma la formación
de la dentición definitiva.
321
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322
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
323
Mario Ferrer Vázquez
282
De cómo se explica todo con la proporción del siete, aun cuando el propio autor
reconoce que no siempre es así, termina dando una explicación.
283
Una idea muy extendida en la Antigüedad, sin una base real, ya que está basada
en esta proporción pitagórica y tratan de explicarla por la misma.
324
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
284
Dado que los tiempos de gestación venía, en la mayoría de los casos, por
testimonio directo de la madre, esto muy probablemente inducía a error. Desde un
punto de vista legal tiene su importancia pues se considera legítimo un hijo que nace
diez meses tras la muerte del marido o siete meses tras el matrimonio legal.
285
Como hemos visto este párrafo es más una argumentación de la proporción
pitagórica del siete, en grupos de siete o múltiplos del mismo, y de cómo ella explica
una serie de fenómenos en la formación del feto y en la salud y enfermedad. No
obstante, y debido a la creencia de la base científica de este argumento, se
considera esta disquisición un razonamiento científico de unos hechos observados.
325
Mario Ferrer Vázquez
286
He utilizado la introducción y traducción de Mª. E. Rodríguez Blanco, Tratados
Hipocráticos VIII, Sobre la generación, Madrid 2003, págs. 233-257.
287
E. Littré, Oeuvres completes d'Hippocrate, Paris 1851, tomo VII.
326
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
288
Teniendo en cuenta que, según la unión de ambos espermas, nacen niños o
niñas con características de uno o de los dos progenitores, parece lógico que
lleguen a la conclusión de que se segrega en todas partes, pues lleva todas las
características del cuerpo humano. Esta teoría de la pangénesis también la comenta
Aristóteles, y antes que él, entre los presocráticos, se atribuye a Demócrito.
327
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328
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Como vemos trata de explicar por qué se nace varón o mujer, y que
esto debía ser por la aportación de ambos progenitores, heredando
características de ambos en mayor o menor grado. Lo que hoy
atribuimos a la genética, en la medicina hipocrática se explicaba por el
esperma y su procedencia, una forma de “genética” sin duda, una
explicación razonada sobre la observación y utilizando las teorías
científicas de la época sin los recursos actuales. Continúa el autor
razonando sobre las malformaciones y fenotipos y su origen:
329
Mario Ferrer Vázquez
289
Este tipo de analogías con vegetales era un recurso bastante habitual, podemos
encontrarlas en trabajos de filósofos, así como las analogías animales.
330
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
331
Mario Ferrer Vázquez
Este tratado versa, de forma general, sobre el desarrollo del feto. Cito
el inicio del texto, ya que hay algún concepto que quisiera comentar:
Ahora añado los pasajes del texto que considero más interesantes
desde el punto de vista médico y pediátrico actual, que aparecen en
este tratado completo de embriología hipocrática. Durante todo el
texto se ocupa de la formación del embrión y de cada parte del feto,
razonando y argumentando cada una de sus exposiciones de una
290
Sobre la autoría y características remito al encabezamiento del anterior libro,
Sobre la generación. El texto utilizado para el análisis ha sido la traducción de Mª. E.
Rodríguez Blanco, Tratados Hipocráticos VIII, Sobre la naturaleza del niño, Madrid
2003, págs. 258-291
291
El movimiento produce calor, y en consecuencia vida. Es uno de los conceptos
básicos de la fisiología dentro del Corpus Hippocraticum; traducido de kinēsis.
292
Traducción de pneuma, concepto absolutamente básico y fundamental dentro del
Corpus Hippocraticum. Hace referencia al aire innato, al aliento, vital, a aquel aire
que circula por el cuerpo y que produce vida, alimento e impulso a cualquier ser
vivo. Un concepto hipocrático como pocos, que circulaba por las venas, por ejemplo,
por el corazón. En la primera parte de este trabajo hablé sobre ello, y se puede
consultar el tema en la obra de Laín Entralgo, La medicina hipocrática, Madrid 1970.
332
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
293
Un esquema de cómo se forma el saco vitelino.
333
Mario Ferrer Vázquez
294
Relato de la historia a la que autor alude, tras un aborto provocado con sus
consejos, pudo examinar el embrión y el saco vitelino.
295
Una clara descripción del embrión en su saco vitelino, que inicialmente describe
como “esperma”.
334
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
335
Mario Ferrer Vázquez
296
Este complicado y farragoso párrafo acerca de la formación del embrión,
diferenciado en días entre hombre y mujer, es un tema muy mencionado en la
literatura médica de la Antigüedad. No obstante carece de base alguna, tampoco las
pruebas que menciona tienen relación alguna, los flujos loquiales y los abortos. Es
un argumento tan simple como la idea prefijada de la inferioridad de la mujer
respecto al hombre.
297
Una idea muy común en la Antigüedad, nombrada por varios filósofos y médicos,
entre ellos Aristóteles; la de las similitudes y analogismos entre el desarrollo de las
plantas y el ser humano.
336
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
298
Esta idea era la idea más extendida, de que la matriz, con su movimiento y calor,
producía el aporte de leche.
337
Mario Ferrer Vázquez
299
Una gestación a término se produce a las 40-42 semanas, y se refieren a meses
naturales de gestación, y no a meses de duración. Los meses griegos tenían 29 o 30
días. Recordar que tenía efectos legales, pues el hijo se consideraba legítimo si
nacía 10 meses tras la muerte del marido, por ejemplo. Hay que tener en cuenta
además las teorías numerológicas.
300
En el texto original se utilizan las palabras niño, embrión y feto sin una
diferenciación clara.
338
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
339
Mario Ferrer Vázquez
301
Es característica de la ciencia de la época el formular una teoría, probarla en
parte según los criterios admitidos, y posteriormente generalizarla a casos similares,
para ofrecer una conclusión universal.
340
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
341
Mario Ferrer Vázquez
302
Para la introducción general al texto remito a lo dicho al comienzo de Sobre la
generación. Utilizo en este caso la traducción de Mª. E. Rodríguez Blanco, Tratados
Hipocráticos VIII, Sobre las enfermedades IV, Madrid 2003, págs. 293-341.
342
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
343
Mario Ferrer Vázquez
344
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
345
Mario Ferrer Vázquez
346
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Por otra parte, en el caso de que se forme una piedra por comer
tierra, cuando el niño está creciendo, no hay dolor hasta que el
pueda comer por sí mismo. Y esto es lo que tenía que decir
sobre este asunto. La enfermedad tiene cinco síntomas: el
paciente sufre dolor cuando quiere orinar y la orina sale poco a
poco como entre los que padecen estranguria304; la orina es
sanguinolenta dado que la vejiga esta ulcerada por la piedra; la
vejiga se inflama, pero esto no es visible; es en el prepucio en
donde se manifiesta la señal; a veces la orina lleva fragmentos
de arena por las razones siguientes: en ocasiones dos pequeñas
piedras o mas se forman del mismo modo que he contado en el
caso de una sola. Esto ocurre por lo siguiente. Cuando se ha
formado una piedra, la arena, al llegar, puede encontrar un
hueco aislado en la vejiga; la piedra no puede entonces fijar la
arena sobre ella misma, sino que aquella es demasiado pesada
y abundante como para no solidificarse por separado. Se forman
entonces dos piedras o incluso más por el mismo procedimiento
y, como colisionan en la agitación, se rompen y algunas
partículas arenosas pasan a la orina. Este es el caso algunas
303
El texto original está en mal estado, y en este párrafo faltan frases.
304
Disuria. Un síntoma que es nombrado como una entidad nosológica, ya he
hablado de la estranguria anteriormente.
347
Mario Ferrer Vázquez
305
El autor hace alusión a un texto que no se conserva.
348
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
306
Especie de papilla de harina de cebada, agua, vino o miel.
349
Mario Ferrer Vázquez
307
El término del texto original es Stómachos.
308
Se refiere a la epiglotis, sin dar un nombre concreto a la misma.
350
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
309
El texto utilizado como fuente para el análisis es la traducción de J. de la Villa
Polo, Tratados Hipocráticos VIII, Sobre el parto de ocho meses, Madrid 2003, págs.
345-373.
351
Mario Ferrer Vázquez
310
J. de la Villa Polo, Tratados Hipocráticos VIII, Sobre el parto de ocho meses,
Madrid 2003, 360.
311
J. de la Villa Polo, Tratados Hipocráticos VIII, Sobre el parto de siete meses,
Madrid 2003, 377-385.
352
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
353
Mario Ferrer Vázquez
354
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
314
De nuevo utilizan analogías botánicas.
315
Esta afirmación coincide con lo que ocurre en la actualidad
355
Mario Ferrer Vázquez
316
Atribuyen la diferenciación tardía a las supuestas diferencias hombre-mujer, cuya
única base es cultural y social, no científica.
317
Un nuevo ejemplo de cómo la situación cotidiana y social influye en las
conclusiones científicas al respecto de las mujeres frente a los hombres.
318
Esta afirmación da cuenta de la elevada mortalidad de los recién nacidos en la
época.
356
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
319
Hoy sabemos que la sonrisa social, como inicio de un desarrollo psicomotor
correcto y maduración neuronal, se produce alrededor del mes de vida, con lo que
coincide con las afirmaciones del autor. Además de referirse a la sonrisa
inconsciente que se produce durante el sueño de los recién nacidos, que se trata de
un reflejo espontáneo muscular, no relacionado con el desarrollo neuronal.
357
Mario Ferrer Vázquez
320
Utilizo la traducción de Mª.E. Rodríguez Blanco, Tratados Hipocráticos VIII,
Sobre la dentición, Madrid 2003, 396-401.
321
É. Littré, Oeuvres completes d ’Hippocrate, Paris, 1864, tomo I, 415. Citado en:
Mª.E. Rodríguez Blanco, Tratados Hipocráticos VIII, Sobre la dentición, Introducción,
Madrid 2003, 389.
358
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
322
Podría corresponder a alteraciones metabólicas como hipoglucemias, o diabetes
o de otro tipo, incluso enfermedades parasitarias.
323
Por fiebre aguda se entiende una fiebre severa de duración 2-3 semanas. Las
convulsiones y la fiebre están relacionadas, pero no con el proceso de dentición,
como ya sabemos.
359
Mario Ferrer Vázquez
11: El proceso es más largo para los que echan los dientes
acompañados de tos; adelgazan más cuando asoma el diente.
13: Los que orinan más que evacuan están, en proporción, mejor
nutridos.
15: Los que duermen bien y están bien nutridos pueden tomar
mucho alimento, aun en el caso de que no esté suficientemente
preparado.
18: Las ulceraciones en las amígdalas que cursan sin fiebre son
menos peligrosas.
324
Con algún tipo de diarrea malabsortiva (intolerancias proteicas, celiaquía,
transgresiones dietéticas, etc.)
325
Reflejo de patologías infecciosas primarias o bien secundarias a un daño
intestinal severo
360
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
326
En efecto, pues podría traducir el inicio de una enfermedad bacteriana grave,
como la difteria.
327
Las deposiciones y vómitos no resolvían los procesos, pero forman parte de
procesos generales víricos de curso benigno en la gran mayoría de ocasiones.
361
Mario Ferrer Vázquez
362
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
363
Mario Ferrer Vázquez
364
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
328
Barceló y Hernández de la Fuente, 2015.
365
Mario Ferrer Vázquez
329
Barceló, 2011.
330
Recordemos que Hipócrates vivió entre los años 460-370 a.C. aproximadamente.
331
Aunque esto no es ciertamente así. Hemos visto ejemplos dentro del Corpus,
explícitos, de autopsias a fetos. Probablemente algunos del los precisos
conocimientos anatómicos de los médicos hipocráticos se debían a la realización de
autopsias, y no sólo a las necropsias en animales. Una mención al conocimiento
anatómico de Alcmeón de Crotona. Es lógico pensar que, pese a la prohibición, un
científico de la época no podía dejar a la imaginación o la analogía, lo que podía
comprobar por sí mismo.
366
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
ARISTÓTELES
367
Mario Ferrer Vázquez
apenas un año más tarde (322 a. C.) que su joven discípulo, el gran
Alejandro332.
Dentro de sus pensamientos y doctrinas, construye una polis donde
socialmente la familia cobra un protagonismo esencial y eso incluye la
educación, cuidado y asistencia a los más pequeños333. Su amplia
obra es de sobras conocida, incluyendo numerosos escritos sobre
diversos ámbitos de la ciencia como las matemáticas, física, lógica,
biología, política y, por supuesto medicina. Aunque no era médico en
sentido estricto, sí poseía formación médica desde el inicio,
recordemos que era hijo de médico. Asumió en general los preceptos
de la teoría humoral hipocrática y de la doctrina del médico de Cos.
332
Barceló, 2011.
333
Aristóteles, Política, 4, 15.
334
Varela, 1997, 28. Se aprecia en este párrafo del propio Aristóteles las similitudes
con los preceptos hipocráticos.
335
Varela, 1997; López Piñero,1998; Evans Grubbs,Parkin, & Bell, 2013.
336
Ver los comentarios al tratado hipocrático Sobre la generación.
368
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
337
Las referencias a la supremacía del género masculino predominan en la obra
aristotélica.
369
Mario Ferrer Vázquez
338
. En este párrafo, que aparece mencionado en Varela, 1997, 28-29, hace
referencia a una técnica que actualmente está muy de actualidad, como es “milking”,
consistente en exprimir el cordón umbilical al recién nacido con el fin de aumentar su
hematocrito, proporcionando así una serie de beneficios que, actualmente, se utiliza
en los bebés prematuros. Además, la referencia a la matrona y la técnica, es similar
a la relatada, siglos después, por Sorano de Éfeso.
339
Se refiere al meconio.
370
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
340
Sobre éste tema ya se refieren en diversos textos hipocráticos.
341
Era sin embargo, práctica habitual como ya he comentado en anteriores
apartados, el suministrar vino a los niños, aunque bien es cierto que generalmente
mezclado con agua.
371
Mario Ferrer Vázquez
342
Plinio dijo de él que solo fue superado en reputación por Hipócrates (Historia
Natural, 26, 6)
372
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
373
Mario Ferrer Vázquez
374
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
343
López Piñero, 1998, 40.
344
López Piñero, 2000, 74.
375
Mario Ferrer Vázquez
345
Muchos de los conocimientos que, sobre la medicina hipocrática y alejandrina,
tenemos en nuestros días provienen de fuentes secundarias, como Galeno, y por
supuesto las obras del Corpus Hippocraticum, que debieron ser una parte de las
existentes.
376
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
346
Esta denominación podría deberse a la analogía con el calor o a alguna
superstición o tradición oriental. Se trata, al parecer, de una meningitis. Y Sorano lo
nombra en su Gynaecia, más adelante me referiré de nuevo a ella.
347
Como vimos en el estudio correspondiente del Corpus Hippocraticum.
348
Exantema de los pañales
349
También la cultura popular actual lo atribuye a estas causas en muchas
ocasiones.
350
Tratamientos que siguen vigentes, con las variaciones obvias de la industria.
Aceite de rosa mosqueta, soluciones grasas emolientes, etc. En: F. Varela, Pioneros
de la pediatría. Desde la antigüedad al renacimiento, Madrid 1997, 33-36.
377
Mario Ferrer Vázquez
378
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
351
López Piñero, 1998.
379
Mario Ferrer Vázquez
352
En su lectura apreciamos algunos de los argumentos más actuales, del mismo
modo que antes cuando hacía referencia a la “moda” en la Roma republicana.
380
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
381
Mario Ferrer Vázquez
353
Se creía que la sangre que alimentaba al feto en la matriz, posteriormente se
trasladaba a los pechos para continuar alimentando al recién nacido.
382
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
y de las tierras que los nutren suelen ser sobre manera más
decisivos para favorecer o contrarrestar su disposición natural
que la de la propia semilla sembrada, y a menudo puedes ver
como un árbol hermoso y esplendido, al ser trasplantado a otro
lugar, muere a causa de la humedad de una tierra de peor
calidad. ¿Cual es, pues, ¡ay! la razón por la que con el alimento
bastardo y descastado de una leche ajena se echa a perder esa
nobleza de la persona recién nacida, así como su cuerpo y su
espíritu cimentados en unos inicios bien dispuestos por la
naturaleza? Especialmente si la nodriza qué vais a utilizar para
proporcionarle la leche es esclava o de origen servil y, como
suele suceder muy a menudo, extranjera y procedente de un
pueblo bárbaro, o es inmoral o deforme o desvergonzada o
borracha; pues generalmente, sin pararse a pensar demasiado,
suele echarse mano de cualquiera que en ese momento esta
amamantando. ¿Vamos, pues, a permitir que ese niño nuestro
se vea inficionado por un contagio pernicioso y que lleve a su
cuerpo y a su espíritu el halito vital procedente de un cuerpo y de
un espíritu degenerados? A menudo nos extraña que algunos
hijos de mujeres honradas no se parezcan a sus padres ni física
ni psíquicamente. Pues ¡por Hércules! he ahí la razón. Nuestro
[Virgilio] Maron demostró gran sabiduría y elegancia, cuando, al
emular aquellos versos de Homero ‘No fue tu padre Peleo, el
conductor de carros, ni Tetis tu madre; el glauco mar fue quien te
dio a luz y las abruptas rocas, pues tus sentimientos son
implacables’, no atribuye el motivo de ello solo al alumbramiento,
como lo hace aquel a quien imita, sino también a la alimentación
de una fiera salvaje, pues de su propia cosecha añadió este otro
verso: Ύ las tigresas de Hircania te ofrecieron sus ubres’, ya que,
efectivamente, en el desarrollo de la personalidad suele tener
383
Mario Ferrer Vázquez
354
Aulo Gelio, Noches Áticas, 2, 11, 20.
384
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
355
Extraído de la obra de Mnesites de Cízico, en López Pérez, 2004-2005, 225-236.
356
Sobre Demócrito y la teoría atomista, me remito a la primera parte de este
trabajo.
385
Mario Ferrer Vázquez
357
Se trata del aire vital, del aliento vital, no del simple aire. Remito al capítulo del
estudio del Corpus Hippocraticum donde lo menciono.
386
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Aulo Cornelio Celso (hacia 14 a.C -37 d.C.) fue un enciclopedista y tal
vez médico, probablemente originario de la ciudad de Roma, aunque
también se sostiene que fuera natural de la Galia Narbonense. Según
el naturalista Plinio no fue médico, aunque él afirma haber ejercido
esta profesión. Su periodo vital coincide con el principado de Augusto
y de su sucesor Tiberio.
Celso es conocido por su obra De medicina, que se cree que es la
única parte conservada de una enciclopedia mucho más amplia (De
artibus) sobre distintas disciplinas (agricultura, derecho, retórica y
artes militares). De medicina es una fuente primaria en aspectos como
la dieta, farmacología y cirugía (la tradicional división tripartita de la
medicina establecida por Hipócrates y Asclepíades), y es una de las
mejores fuentes de conocimiento médico en el mundo romano. Se
trata de uno de los pocos textos médicos originalmente en latín, sin
embargo parece que éste era probablemente una traducción o
recopilación de textos clásicos griegos, con escasas o ninguna
aportación original, sin embargo éste es un mérito que se le atribuye a
Celso un recopilatorio en latín de medicina helenística.
Dividida en ocho libros dedicados, respectivamente, a: la historia de la
medicina (1), patología general (2), enfermedades específicas (3),
partes del cuerpo (4), farmacología (5 y 6), cirugía (7) y ortopedia (8).
Anecdóticamente recordemos que Hipócrates usó la palabra griega
carcinos, que significa cangrejo, para referirse a tumores malignos, y
que fue Celso quien tradujo el término griego al latín cancer, con el
mismo significado.
La primera edición impresa de la obra de Celso fue publicada en
Venecia en 1478 y eso le convirtió en un manual imprescindible entre
387
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO I
358
Consultada en Perseus Project:
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:1999.02.0142
388
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
diluido para los niños, para los ancianos debe ser puro, pero en
ninguna edad debe administrarse vino que cause flatulencia359.”
LIBRO II
359
Corresponde en su inicio al Aforismo XIII del libro I de los textos hipocráticos: ver
en este mismo trabajo. Posteriormente recoge otras máximas que también se
encuentran en los textos hipocráticos y ya he comentado anteriormente.
360
Se trata también de una recopilación ordenada de aforismos hipocráticos que
podemos encontrar en el libro III de los mismos, y consultar en la parte
correspondiente de este trabajo.
389
Mario Ferrer Vázquez
361
Paralelismo con Aforismo XVIII del libro III de Hipócrates, comentado en este
trabajo. Refleja la teoría pitagórica de los grupos de siete, ampliamente comentada.
390
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
LIBRO IV
362
Aquí se puede comprobar la correspondencia de este aserto con el Aforismo
XXXI del libro V, prueba evidente de las fuentes utilizadas por Celso, véase Conde
Parrado, 2003, 106-107.
363
A su vez será Galeno, posteriormente, quien insistirá en lo inadecuado de
sangrar a los niños antes de los catorce años (De curandi ratione per sanguinis
missionem liber, XIII, XI 290K).
391
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO VI
11, 3: “Pero de lejos las más peligrosas son las úlceras que los
griegos llaman aftas, sobre todo en los niños. En ellos a menudo
causan la muerte, pero no existe el mismo peligro para los
hombres y las mujeres. Estas úlceras comienzan en las encías,
después invaden el paladar y toda la boca, luego pasan hacia
abajo a la úvula y la garganta. No es fácil curar a los niños que
las padecen. Pero la enfermedad es aún peor en un lactante,
pues hay menos posibilidad de su remisión mediante algún
medicamento364.”
LIBRO VII
364
Celso se refiere en este pasaje a úlceras de peor pronóstico, habitualmente en la
medicina griega la palabra aphtai, sobre todo en los textos hipocráticos, solía
referirse a úlceras orales infantiles de buen pronóstico. Sin embargo es un término
que en las traducciones crea cierta controversia, como hemos visto a lo largo de
este trabajo.
392
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
365
Nombre en uso actual de una pinza de dentista.
393
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO VIII
394
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
395
Mario Ferrer Vázquez
366
Sobre este tema consultar la tesis doctoral de M.L. Alía Alberca, 2010.
396
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Habla aquí del meu athamantico, una especie similar a la planta del
comino. Utilizada, como vemos, como diurético en distintas formas,
una de ellas en forma de emplasto sobre la vejiga de los niños.
También se utiliza para regular la menstruación y algunos síntomas de
397
Mario Ferrer Vázquez
398
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
399
Mario Ferrer Vázquez
400
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
401
Mario Ferrer Vázquez
367
En cuanto al pneuma remito al lector a lo dicho anteriormente, tanto en este
mismo capítulo como en el análisis del Corpus Hippocraticum.
402
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
368
Laín Entralgo, 1986
403
Mario Ferrer Vázquez
369
Se trata de un sinónimo de angina que designa una patología severa, que hace
que el paciente saque la lengua fuera, y asemeje a un perro jadeante. Palabra
compuesta de sus vocablos griegos: perro (kyón) y estrangular (ankhei).
404
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
370
Se considera históricamente el primer médico que describe la celiaquía.
405
Mario Ferrer Vázquez
371
Las purgas son unas terapias típicamente coicas.
406
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
372
Enema rectal o lavativa colónica. De nuevo referencia a terapia purgante
hipocrática.
407
Mario Ferrer Vázquez
373
Asclepíades de Bitinia (o de Prusa), fundador de la escuela metodista o atomista,
ya comentada en el inicio del capítulo.
408
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
LIBRO I
374
Como también lo hará Galeno
409
Mario Ferrer Vázquez
SOBRE EL TÉTANOS
SOBRE LA ANGINA
SOBRE LA ÚVULA376
Hace referencia a que a los jóvenes y a los niños les atacan las
membranas. Esta afección, que ya vimos en el Corpus, no tiene una
clara equivalente hoy en día, refiriéndose generalmente a distintos
tipos de afecciones amigdalares.
375
A este respecto afirmaciones similares se hacen en el Corpus Hippocraticum.
376
Una característica de la mentalidad “precientífica” del médico antiguo, y que ya
he comentado, era servirse de la analogía para explicar sus observaciones, como
nombrar las partes anatómicas por su parecido con algo, como la úvula por su
parecido con un racimo de uvas (Staphyle). Comentado en el apartado del Corpus
Hippocraticum.
410
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
SOBRE LA PLEURITIS:
377
Aphtai, afección ya nombrada en distintos pasajes del Corpus, más frecuente en
niños, y que engloba desde el muguet, a las aftas orales víricas, como a
enfermedades más severas o carenciales. De ahí su diferente pronóstico. Por lo que
no correspondería a la actual acepción de afta. No obstante Areteo se refiere con
este nombre a una afectación más severa, que produce la muerte,
411
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO II
SOBRE LA PERINEUMONÍA379
378
Pese a no definirlo aun de forma correcta, el conocimiento anatómico es mayor
que en la época hipocrática.
379
Se refiere a la actual neumonía típica, aunque no siempre.
380
En este caso, si sucede de esta manera, parecería más bien una epiglotitis.
381
Neumonía complicada, la frontera entre perineumonía y pleuritis está en general,
mal definida.
412
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
tisis por una úlcera duradera382, si sobreviven al ahogo inicial del pus.
La espuma para Areteo procede siempre de los pulmones, pues ésta
es su naturaleza. Los ancianos no sobreviven en ningún modo al
absceso y al pus, a la perineumonía, los jóvenes y los adultos. No hay
referencia específica a los niños.
SOBRE EL SÍNCOPE
382
Podría corresponde, o no, a la actual tuberculosos pulmonar. Como ya he
comentado. Tisis se puede referir a una tuberculosis o bien a una úlcera duradera y,
generalmente, sangrante.
413
Mario Ferrer Vázquez
SOBRE EL CÓLERA
Sobre estas refiere que la edad más indemne es la niñez. Agudas son
poco frecuentes.
383
Al menos así lo indica Areteo, lo que hace intuir que no se trata del actual cólera,
sino de cualquier gastroenteritis, vírica, alimentaria o epidémica.
384
Creencia ésta típicamente hipocrática, ya comentado anteriormente en el análisis
correspondiente.
414
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
SOBRE LA EPILEPSIA
415
Mario Ferrer Vázquez
SOBRE LA TISIS
416
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
.
SOBRE EL ASMA
“Si por una carrera, por ejercicios, o por cualquier otra actividad,
la respiración se torna dificultosa, se denomina asma390. La
enfermedad del asma también se denomina ortopnea391. Queda
afectado el pulmón y los órganos que contribuyen a la
respiración, por simpatía, tórax y diafragma. Si se afecta el
corazón nunca resiste mucho tiempo392”
388
Como vemos, no siempre parece corresponder a una tuberculosis pulmonar,
podría incluir otras patologías.
389
los Aforismos mencionan esta enfermedad especialmente presente en los
jóvenes y más concretamente entre los 18 y 35 años
390
Como recordaremos asma tiene la acepción de disnea, sin embargo en este
tratado ya se acerca más a la acepción actual, a diferencia de los tratados
hipocráticos.
391
Dicho así porque respiran mejor erguidos. Se trata de la dificultad respiratoria en
posición de decúbito supino.
392
Para Areteo “en tal lugar se encuentra el principio de la respiración y de la vida”,
se refiere al actual cor pulmonale.
417
Mario Ferrer Vázquez
393
Mediante la observación llegan a conclusiones válidas, sin causas acertadas pero
en su retórica, probadas.
394
El frío es desencadenante de crisis, no causa. No obstante estas terapias se han
utilizado durante siglos, especialmente los baños cálidos o termales, alejados de
zonas con proliferación de alérgenos y contaminantes, mejoraban estos cuadros
respiratorios.
395
Aleteo nasal.
418
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
396
Sintomatología toda ella reconocible hoy en día en las patologías asmáticas y
pulmonares crónicas.
419
Mario Ferrer Vázquez
Cf. De locis affectis, ed. Kühn, VIII 292). Tienen el pecho muy
henchido, no distorsionado ni ulcerado. Si el pulmón no supura,
se llenan de humores casi solidificados, y los intervalos entre los
ataques son muy prolongados. Algunos se ahogan rápidamente
antes de que el mal se extienda por todo el cuerpo. En otros la
alteración termina en hidropesía alrededor de los costados, o en
anasarca.397”
SOBRE EL BAZO
SOBRE LA ICTERICIA.
397
Se trata, según parece, de otro tipo de asma, mezclando en ambas afecciones
sintomatología similar y común al actual asma, EPOC y otras patologías crónicas
pulmonares.
398
Efectivamente, pues las causas son muy distintas en general, o si son infecciosas
afectan más a un anciano.
420
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
LIBRO IV:
SOBRE LA HIDROPESÍA
399
Derrame de todo el cuerpo con flema blanca, crasa y fría, linfática
probablemente.
421
Mario Ferrer Vázquez
SOBRE LA DIABETES
400
Parece más un derrame que un edema en sí.
422
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
401
En este punto Areteo describe síntomas sistémicos tipo caquécticos y de
deshidratación y debilidad.
423
Mario Ferrer Vázquez
SOBRE LA DISENTERÍA
424
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
425
Mario Ferrer Vázquez
SOBRE LA ELEFANTIASIS404
404
Se refiere a lepra. El concepto actual de elefantiasis, nada tiene que ver con éste,
pues se trata de una afectación en genitales y miembros inferiores, de origen
linfático y causado por filaria o por otras dolencias de muy diversa índole.
426
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
405
Y he comentado con anterioridad esta teoría de los opuestos.
427
Mario Ferrer Vázquez
CURACIÓN DE LA CINANQUIA406
406
Recordemos que se trata de una afección grave de la garganta con sofocación
intensa.
428
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
LIBRO VI
CURACIÓN EN LA PERINEUMONÍA
407
Ya he comentado en este mismo capítulo y en los anteriores sobre el Corpus
Hippocraticum.
429
Mario Ferrer Vázquez
430
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
431
Mario Ferrer Vázquez
CURACIÓN DE LA EPILEPSIA
408
Aristóteles fija el cambió de edad cuando el hombre puede producir semen,
aproximadamente a los 14 años. Plinio recoge también la idea de que el cambio de
edad motivado por el primer coito favorece la resolución de algunas enfermedades.
432
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
CURACIÓN DE LA TISIS
LIBRO VIII410
CURACIÓN DE LA DIABETES
409
Esto es un concepto eminentemente hipocrático.
410
Tanto del libro VIII como del VII falta bastante texto, que no ha llegado hasta
nuestros días.
411
No deja de ser un planteamiento lógico y razonable dados los conocimientos de
la época.
433
Mario Ferrer Vázquez
CURACIÓN DE LA CELIAQUÍA
CURACIÓN DE LA ELEFANTIASIS
412
Una de las pocas situaciones en las que Areteo recomienda esta terapia.
413
Recordemos que los afectados por lepra en Roma eran apartados y confinados,
condenándolos al ostracismo por la sociedad y por sus familias.
434
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
414
El fuego se consideraba el más importante sanador, y aquello que no respondía
al fuego era incurable.
435
Mario Ferrer Vázquez
436
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
unos y los otros, del embarazo, del parto, de los cuidados de un recién
nacido, en una sociedad totalmente masculinizada.
Sorano, pues, escribió el primer tratado eminentemente pediátrico,
dedicado a un conjunto que era madre e hijo, parto y cuidados del
recién nacido, patología de la gestación y desarrollo del niño.
Ofreciendo un punto de vista muy rompedor para la época, otorgando
a las mujeres capacidad de decisión, probablemente porque él mismo
trabajaba día a día con ellas, en las labores de “parteras” e incluso de
médicas dedicadas a los problemas de las mujeres. No mostrando
oposición a ello sino más bien al contrario, señalando la necesidad de
una correcta preparación. Ofreció unos cuidados humanos al recién
nacido, preocupándose por su bienestar y expresando por escrito algo
que, de una manera o de otra, se venía realizando desde que existe la
propia humanidad.
Muchas de las prácticas en ginecología y obstetricia recogidas en este
tratado se siguieron utilizando hasta bien entrado el siglo XVI.
LA ESCUELA METODISTA
437
Mario Ferrer Vázquez
415
Quizá una visión un tanto simplista, pero efectiva a la hora de intentar conocer,
para el profano en la materia, la diversidad de la época.
416
Herófilo formuló la teoría de que por las venas circulaba sangre, y no pneuma, no
fue muy seguida esta teoría por sus contemporáneos (véase el cap. 9.2). Ambos de
la escuela Alejandrina.
417
Erasístrato tal vez abandonó dicha escuela para unirse a la teoría atómica de
Demócrito. Según podemos intuir por los ataques recibidos por Galeno en algunos
de sus escritos, como el que analizo posteriormente: Sobre cómo hay que proteger
la salud.
438
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
439
Mario Ferrer Vázquez
440
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
441
Mario Ferrer Vázquez
NOSOLOGÍA Y TERAPÉUTICA
442
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
443
Mario Ferrer Vázquez
419
Concepto también presente en la obra de Areteo, como ya hemos visto.
444
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
FUENTE
LIBRO I
420
Sorano ya había escrito un magnífico libro ginecológico: Las enfermedades de
las mujeres, escrito bajo la influencia del metodismo, y alejado de las supersticiones
e irracionalidades que generalmente surgían en torno a estos temas.
445
Mario Ferrer Vázquez
Habla de los signos para diferenciar el sexo del feto. Según los
hipocráticos y otros423. Varios signos basados en pruebas que no son
correctas, él mismo reconoce que las ha probado y, que en ocasiones
aciertan y en otras no. Por lo que no reconoce signos claros ni prueba
alguna para saber el sexo del feto.
Nos habla también de la pica o antojos. Haciendo referencia a todos
los trastornos alimentarios de las embarazadas, desde los cambios en
gustos, vómitos, nauseas, antojos, hambre o falta de ella…
Comenta sobre la contracepción y el aborto. Los tratados y la moral
hipocrática prohíben los métodos abortivos. En el texto hipocrático
Juramento, se prohíbe expresamente administrar método abortivo; así
como el testimonio del propio Hipócrates: “no administraré a nadie un
abortivo”. Sin embargo en La naturaleza de los niños, se habla de un
método abortivo en una chica que creía estar en su sexta semana, de
421
El oficio de matrona, comadrona, “partera” u obstetrix, era incluso más importante
que hoy en día. El desconocimiento del hombre sobre la patología femenina y el
cuerpo femenino, en líneas generales y salvo honrosas excepciones, era seguro
debido a que eran mujeres curanderas (maiai) y matronas, las encargadas en primer
lugar de los problemas de las mujeres.
422
En la época existía una elevada tasa de mortalidad durante el parto, tanto de la
madre como del recién nacido.
423
Mucho se ha escrito sobre el tema. En el Corpus recordemos que se hablaba de
la lateralidad, por ejemplo, según si estaba a derecha o izquierda se decidía el sexo.
Todas ellas exentas de rigor y sin base científica alguna. Sorano, en su libro Las
enfermedades de las mujeres ya habla sobre este tema.
446
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
424
López Pérez, 2004-2005, 232.
447
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO II
425
El término en inglés es worth rearing que traduzco como viabilidad, pues es a lo
que se refiere. Literalmente: “válido para la crianza”.
426
Se trata de una costumbre prevalente en Roma y en los pueblos teutónicos, de
hecho el término germano de matrona, Hebamme, se refiere a la tarea de la matrona
de recoger al niño del suelo y ponerlo en brazos del padre.
448
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
427
Sobre este tema remito al lector a los textos hipocráticos correspondientes que
he comentado previamente.
428
En inglés utilizan la palabra “shaking”
449
Mario Ferrer Vázquez
429
Establece una relación entre el tipo de material y la aparición de complicaciones,
no sólo mecánicas.
430
Un ataque a las prácticas supersticiosas y mágicas de la folkmedicina, de un
modo similar a como lo hacía Hipócrates.
431
La nutrición del bebé no era tan sólo por la sangre, sino que era el pneuma, la
creencia habitual, quién otorgaba la vida al recién nacido.
432
Esta observación es muy interesante y, a buen seguro, salvó vidas.
450
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Los pueblos que se definen como bárbaros, como los germanos, los
escitas y algunos de los Helenos en ocasiones, lavaban al niño en
agua fría para comprobar si era viable o no, si lo resistía eso era
motivo de firmeza433, otros lo bañan en vino, o en orina de niño, o vino
con salmuera. Sorano rechaza todas estas prácticas, según él (su
escuela), el frío no condiciona la firmeza o viabilidad de un niño,
puesto que siempre lo daña y no está relacionado con ésta, y si le
provoca convulsiones o ataques se ha demostrado que lo convierte en
susceptible a enfermedades. Si es necesario algo de enfriamiento es
suficiente con el aire ambiente, pues el niño enseguida llora cuando se
expone a él, pues viene de un lugar cálido y húmedo y envolvente
como el útero. El vino causa estupor en el recién nacido, por sus
efluvios, y no solo en ellos, también en el resto. La orina igualmente,
pues es maloliente. Se necesita pues un producto que limpie y sea
astringente, para retirar la capa de sangre pegajosa y al mismo tiempo
se prepare la superficie para ser endurecida e inmune contra el
desarrollo de erupciones.
Un método que consideran aceptable es espolvorear al RN con sal
fina y en polvo, o natrón434. Evitando ojos y boca, pues pueden
ulcerarlos, no en cantidad excesiva pero si suficiente para limpiar, en
niños delicados se puede mezclar con miel o aceite de oliva435.
433
Estaban aquellos que no lo soportaban pero morían, los que lo soportaban y
convulsionan posteriormente o lividecen y los que lo soportaban. Evidentemente era
una práctica cruel e irracional, que obviamente aumentaba aún más la mortalidad
neonatal. Afortunadamente Sorano rechazaba estas prácticas.
434
Jabón de carbonato de sodio con varias impurezas, utilizado con detergente,
también para limpiar a los niños, como contraceptivo, y para otro tipo de patologías
de la mujer.
435
Eran conocidas las propiedades emolientes de ambos.
451
Mario Ferrer Vázquez
436
la palabra griega se refiere a una emulsión jabonosa, probablemente resultante
de la mezcla de la vermis caseosa con la sustancia limpiadora aplicada.
437
Primera noticia escrita de profilaxis ocular.
438
Más que miopía, se refería a la pérdida de visión.
439
Profilaxis umbilical.
440
Se refiere Sorano a que el peso de este resto hará que el ombligo que quedé
mejor en cuanto a cicatriz posterior, que no quede herniado.
452
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
441
Se justificaba esa costumbre de enfajar a los niños aduciendo que, con esa
práctica, se conseguía que crecieran derechos y, además, se evitaban las
torceduras que se podían producir en sus frágiles miembros. En segundo lugar,
parece ser que otra de las razones por las que se enfajaba a los niños era para
impedir que se arrastrasen por el suelo como los animales y que gateasen. En tercer
lugar, algunos autores señalan que una de las ventajas que tenía el enfajamiento
era, sin duda, la comodidad que ello representaba para los padres. Esta práctica fue
la habitual desde la Antigüedad hasta prácticamente el siglo XIX e incluso más en
algunas regiones. Muy extendida en la Edad Media: M. Cabrera Sánchez. La
transmisión del saber médico: la vida infantil en la edad media a través de los
tratados pediátricos y de otras fuentes de la época. Meridies, VIII, 2006, 18.
453
Mario Ferrer Vázquez
SOBRE LA ALIMENTACIÓN
454
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
442
He de recordar que, en las clases altas, la “moda” era contratar a una nodriza
para amamantar a sus bebés. Por lo que lo escrito debe interpretarse no como un
ataque a la leche materna, sino como una adaptación a sus pacientes y a los
tiempos, aun así defendiendo las bondades del propio amamantamiento de sus
hijos.
443
De nuevo podemos intuir que se refiere a las clases altas, y no a las bajas, donde
las opciones eran mínimas y, creyendo que no hacían lo correcto pues no era la
costumbre y recomendación, en realidad ofrecían lo mejor que podían, en muchos
casos lo único que podían, a sus hijos.
455
Mario Ferrer Vázquez
Las madres tienden a bañar varias veces al día al recién nacido y por
la noche, y rociarlo con agua, puesto que tras el baño se quedan
tranquilos y duermen. Sin embargo esto puede resultar dañino, dice
Sorano, y deja al recién nacido débil y predispuesto a enfermedades.
Se debe bañar durante el día, nunca por la noche, y una vez y no
varias salvo que lo necesite por que se ensucie continuamente o este
cubierto de una erupción.
Describe la técnica del baño en agua tibia, y el posterior masaje
estirando bien al recién nacido y masajeando todo el cuerpo, para
posteriormente envolverlo de nuevo y poner algo de aceite de oliva en
el cuerpo444.
444
Salvo el enfajamiento, obviamente, se sigue recomendando lo mismo tras un
baño.
456
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
445
Probablemente, ya que el calostro (“la primera parte de la leche”) tiene unas
características organolépticas muy diferentes a la leche “madura”, los antiguos
desechaban éste y, en muchas ocasiones, los primeros días hasta que adquiría un
aspecto de leche. Hoy en día sabemos de los enormes beneficios que proporciona
el calostro, ya no sólo nutricionales, sino para el desarrollo inmunológico. Por lo
tanto, de haber ofrecido la parte desechada por sistema, hubiera mejorado la salud
de los recién nacidos, en una época donde no existía ninguna terapia
antimicrobiana, y éstos, los virus y bacterias, existían pese a no ser conocidos; el
calostro hubiera ofrecido una excelente protección natural.
446
Este tema, también de actualidad, ya aparece en este texto, en los que sería la
primera referencia al riesgo de asfixia, y de muerte súbita del lactante.
457
Mario Ferrer Vázquez
458
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
450
Una cauterización parecida a lo que se realiza hoy en día con nitrato de plata. Y
una creencia de que dejar algo de peso mejora la cicatriz. Pauta que aún siguen en
algunos lugares.
451
Ser zurdo, pues, era considerado una “enfermedad” o una especie de
malformación, culpándose a una acción.
452
Que ofrecía un entorno más familiar y cálido.
453
No pensemos, por supuesto, en nuestros actuales cuartos de baño.
459
Mario Ferrer Vázquez
Si el bebé tiene úlceras por sus vendajes, deben retirarse, poner algo
más suave, una pequeña camiseta simple, y curar las heridas.
454
Se refiere mayoritariamente, como podemos intuir, a las clases altas.
455
Según la teoría atomista de Asclepíades, por lo que la comida no podría fluir por
ellos pare repartirse por el cuerpo.
460
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
456
Esta observación es real, y en ella se basa también la pauta de inicio de
alimentación complementaria actual, sea cual sea, en el aumento de tono y en la
sedestación.
457
La costumbre de dar vino a los niños, en este caso, el desapego a la crianza y la
escasa tolerancia. El vino, a buen seguro, les ofrecía momentos de “tranquilidad” a
los padres, a costa de la salud y el neurodesarrollo de los niños.
458
Una nueva referencia al contagio, a la manera de la medicina de la antigüedad.
459
Las recomendaciones actuales sobre la lactancia siguen este camino, sin
embargo Sorano recomienda esperar a tener una cantidad de dientes que asegure
la masticación, cuando esto no era necesario siempre que se adaptara el alimento, y
461
Mario Ferrer Vázquez
462
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
enfermo se le pasará a leche otra vez, para volver al destete una vez
se haya recuperado463.
LA DENTICIÓN
Se inicia alrededor del séptimo mes. No se debe dar nada que deba
masticar antes de entonces, aunque sobre el quinto mes se
recomienda masajear las encías durante el baño con los dedos
ungidos y suavizarlas con grasa de pollo. Se puede dar un trozo de
grasa para que el bebe la succione, que sea lo suficientemente grande
para que no se la trague. Pero cuando los dientes hayan roto, se debe
abandonar esta práctica puesto que provoca más dolor y
deformidades cuando trozos de grasa quedan entre los dientes. Evitar
otro tipo de prácticas como untar mantequilla o utilizar cuchillos para
romper. Se deben poner piezas de lana en el cuello, mandíbulas y
cara, suavizadas con aceite de oliva, que también se introducirán en
gotas dentro de los pabellones auriculares. Si continúa la inflamación
se utilizan cataplasmas de harina fina de maíz, fenogreco o linaza y
fomentos con esponjas, especialmente para la encías, y se debe
además untar con miel hervida en su punto justo464.
463
Esta idea refleja que, la observación, les hace llegar a la conclusión de que la
leche materna era una buena terapia. Cierto es, además de ofrecer un excelente
perfil nutricional, ofrece inmunoglobulinas y lactoferrina que, entre otros, contribuyen
a la defensa inmunológica.
464
Una preocupación recurrente, el dolor (y el llanto) de la dentición.
463
Mario Ferrer Vázquez
EL MUGUET
Para el picor, puede aliviarse con calor, y untando el cuerpo con aceite
de oliva refinado al que se le añade una pequeña cantidad de cera.
Para los exantemas, ampollas y úlceras. Baños con una cocción de
rosas o lentejas467. Para las úlceras más importantes recomienda otro
tipo de fomentos variados.
Cuando los picores ya ceden y disminuyen los exudados468,
recomendaban un baño con agua y aceite de oliva y después untar
465
Se le da un nombre específico a una patología, las aftas, muy nombrada en el
Corpus Hippocraticum como ya me he referido con anterioridad en este texto.
466
De una frecuencia alta en la infancia, sorprende la poca repercusión que en los
textos tiene hasta Sorano.
467
De agua, ver la anotación sobre esta terapia que realizo en el texto de
Dioscórides, De materia médica.
468
literalmente eran reumatismos que fue la palabra usada para denominar
cualquier flujo de humores hasta que en 1642, Baillou en su Liber de Rheumatismo
diera la presente connotación de reumatismo.
464
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
469
Existen, como vemos, numerosas referencias a los cambios de dieta de la
nodriza en relación con los problemas del recién nacido.
470
Primera mención a la patología respiratoria del lactante por excelencia
actualmente.
471
Muchas de estas recomendaciones se siguen utilizando como remedios
“naturales”, incluso en preparados farmacéuticos. Recordemos que, hoy por hoy, la
bronquiolitis sigue sin tener una terapia efectiva.
465
Mario Ferrer Vázquez
SIRIASIS O SEIRIASIS472
472
El nombre viene, bien de la estrella Sirius, o por similitud con el calor de la región
Siria; para otros se llama así por el bregma hundido (fontanela), ya que entre los
granjeros seiros es el nombre de un objeto hueco donde guardan las semillas.
473
Parece que esta enfermedad, provenga de donde provenga el nombre y se
atribuya a Demetrio o a Sorano, es una enfermedad típica de la primera infancia, y
parece corresponder a una meningitis en un lactante, que como sabemos difiere en
clínica con la del niño más mayor, en lo que a rigidez y signos meníngeos se refiere.
474
Las referencias al bregma en esta patología sugieren el origen meníngeo de la
misma, y por lo tanto, su gravedad.
466
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Sobre qué edad el niño debe ser entregado a un pedagogo, y que tipo
de persona debe ser, y sobre cómo debe ser preparado por él si no es
criado por los padres, y todos los problemas de este tipo dice Sorano
no pertenecen al campo de la medicina.
475
Se traduce así como dije, cualquier exudado o flujo de humores, literalmente
reumatismos.
476
En este caso, una referencia al revés de lo que nos tiene acostumbrados la
literatura médica. Un tratamiento para niños que puede tomarse del de los adultos,
explícitamente.
477
Una creencia aún vigente en la actualidad, sin fundamento científico.
467
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO III
478
En la medicina hipocrática y griega clásica el útero era considerado un órgano
móvil dentro del cuerpo de la mujer, como ya he dicho. El “histerismo” no era más
que una patología somatoforme, psiquiátrica; o bien si era sofocativo, una patología
de cualquier otra índole que, por tener lugar en la mujer, se le atribuía al útero, y de
ahí el nombre.
479
La mola ya era descrita en los tratados hipocráticos, en éstos, como ahora, no se
refiere tan sólo al actual embarazo molar o mola hidatiforme, sino a cualquier otro
crecimiento o tumoración anómala del útero en el curso de una posible gestación.
468
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
ya han tenido varios son más sencillos. También el tamaño del feto es
importante si es grande para dificultarlo, problemas con el útero.
También en su tercer libro habla de fetos atrofiados o muertos como
causa, y más difícil en mujeres “blandas y cálidas”480. Pero comete un
error, según Sorano, no buscando las causas por las que las mujeres
dan a luz de forma sencilla.
Cleophantus habla también de problemas mecánicos por estrechez de
caderas, aunque dicho de otra manera. También cuando el feto no se
presenta de cabeza. También difícil en mujeres nerviosas o que viven
de forma ociosa y lujosa. Pero comete el error de no buscar todas las
causas, de nuevo apostilla Sorano.
Por lo que en todo este apartado se sugiere formar para reconocer las
causas de este parto difícil y actuar en consecuencia481. Tamaño del
feto, inflamación o algún problema en el útero, ligadura de cordón al
cuello, malposición, problemas en el canal del parto, calor o frío,
tumores, tamaño o grasa materna o miedo, pueden ser factores
causales según Sorano.
Tratamiento para aperturas escasas del cuello uterino o para
malposiciones: en la presentación de pies deben estar juntos y dejar
salir, si nalgas o transversa debe intentar reposicionarse a una forma
más sencilla. Si no responde al reposicionamiento manual, se debe
extraer por ganchos o embriotomía, incluso si se pierde al feto se
debe cuidar por la salud de la madre482.
480
Este tipo de definiciones, como hemos visto, es habitual en los textos clásicos, ya
que se deben a la teoría de los cuatro elementos y sus características, de donde se
extrae la teoría humoral y tantas otras. Por lo que era algo muy arraigado en la
cultura médica.
481
El hecho de buscar las causas de un problema y actuar en consecuencia, es una
metodología médica y científica muy vigente en la actualidad, que dice mucho de la
figura de Sorano.
482
Otro aspecto importante en el posicionamiento de Sorano en pro de las mujeres.
469
Mario Ferrer Vázquez
Anotaciones finales:
483
Este tipo de extracción instrumental se describe en este tratado de forma
detallada por primera vez.
484
Otra creencia vigente aun hoy en día para muchas personas, pese a no tener
base.
485
Como ya he comentado, las propiedades emolientes del aceite de oliva y
cicatrizantes del aceite de rosas, eran conocidas desde hace siglos. Se siguen
utilizando ambas propiedades.
470
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Uno de ellos, tan sólo voy a comentarlo por encima por el interés que
tiene para mi trabajo y sobre el autor que estoy analizando, habla de
las exigencias de la nodriza: la elección de la misma, el examen
probatorio de la leche y el régimen alimentario entre otras cosas.
Al respecto del examen probatorio de la leche, hace referencia a que
ésta es una prueba necesaria para comprobar el buen estado de la
misma. Sorano destaca tres formas de comprobarlo: las
características antes descritas de la nodriza, la salubridad del niño
como señal inequívoca de la validez de la leche y la observación de la
471
Mario Ferrer Vázquez
486
Cabrera Sánchez, 2006. 232-233.
472
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
487
Pérgamo fue uno de los reinos helenísticos creados tras la muerte de Alejandro.
Bajo el gobierno de los reyes atálidas se convirtió en uno de los estados más
prósperos y poderosos de la época. Allí nació la jardinería como actividad y
profesión, y el coleccionismo de libros y de obras de arte entre la clase dirigente lo
distinguieron como comunidad de diletantes. Amigos y aliados de Roma, el mismo
reino y todas sus riquezas pasaron a formar parte de la república romana en el año
133 a. C. por herencia de su rey Atalo III.
473
Mario Ferrer Vázquez
488
Tratados que por sus características descriptivas sobre anatomía y fisiología, no
ofrecen grandes aportaciones directamente a la pediatría, sino a la medicina en
general y a través de ella a todas las disciplinas médicas.
474
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
475
Mario Ferrer Vázquez
489
García Ballester, 1997, 12.
476
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
490
García Ballester, 1997, 7-8.
491
Temkin, 1932, 4, 1 -80.
477
Mario Ferrer Vázquez
492
En ocasiones con la sensación de la magnificación de la figura de Hipócrates, y
la atribución al mismo de textos y doctrinas que, quizá, no le correspondieran; dicho
esto sin restar el protagonismo de ambos en la historia y evolución médicas, tal y
como las conocemos hoy en día. Pero no olvidemos que las conocemos gracias,
sobre todo, a Galeno.
478
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
493
Obviamente con los recursos y conocimientos de la época.
494
Libro de lectura interesante para cualquier interesado en la cultura, la historia y la
ciencia, pero especialmente para los médicos. Fue el primer libro médico clásico que
mi padre me regaló, y supuso una importante aportación al conocimiento humano de
la medicina y a los orígenes de la patología y el diagnóstico.
479
Mario Ferrer Vázquez
496
García Ballester, 1997, 92; García Ballester, 1981, 203.
480
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
481
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO 1
497
Por las molestias que el niño sufría.
482
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
“Hay que examinarlo todo, tanto los síntomas actuales, como los
antiguos, los presentes mediante observación propia y los
483
Mario Ferrer Vázquez
498
Una referencia a la escuela empírica, que ya he comentado, a la que Galeno se
oponía, y éstos a la dogmática, hipocrática.
499
Aquellos patognomónico es aquello que aparece en una determinada patología y,
que por su presencia, diagnóstica la misma. Signos o síntomas patognomónicos.
Son muy pocas las enfermedades que los tienen hoy en día.
500
Enseñanza básica para el diagnóstico galénico.
501
Fundador de la escuela metodista, oposición y crítica claras.
484
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
Otro ejemplo lo pone con un joven que sufre una lesión medular por
caída y parálisis por debajo de ella, incluida laríngea, algunos querían
tratar las zonas afectadas por simpatía (la voz, las piernas), pero
Galeno trató la zona afecta, la espalda, disminuyendo su inflamación
hasta recuperar las funciones502.
Galeno llamaba cuerdas vocales a los nervios recurrentes que él
había descubierto y que inervaban la laringe, ya que sus maestros
conocían sólo los que están junto a las arterias. Éstos formaban parte
del aparto fonador de tal manera que su lesión producía la afonía, del
mismo modo que la lesión de la musculatura propia y de la glotis, así
como de los nervios que hasta ahora se conocían junto a las arterias
(junto a la carótida). Ya que los nervios recurrentes se distribuyen de
igual forma por muchos otros sitios se decidió llamar vocales para
distinguirlos. Sobre esto pone dos ejemplos:
502
Sin duda este tratamiento de Galeno fue mucho más efectivo, y da cuenta de la
observación y método del mismo, que trata la zona afectada y no el resto por
simpatía.
503
Inflamación de los ganglios cervicales, generalmente por mycobacterias, aunque
podrían ser en la época por oras causas.
485
Mario Ferrer Vázquez
Otra historia clínica de dos niños, que sigue el mismo método. Pone
de manifiesto su conocimiento sobre el sistema nervioso (con las
limitaciones obvias y fallos que hoy conocemos), que aporta una
visión más concreta y ampliada de la nosología hipocrática, gracias a
sus deducciones razonadas en el conocimiento teórico previo.
504
Los nervios recurrentes.
486
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
505
Basado en la teoría de los contrarios ya comentada, pero de clara vigencia de
hoy en día para este tipo de tratamientos, aunque por un mecanismo algo diferente.
487
Mario Ferrer Vázquez
LIBRO III
488
Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
489
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506
Quizá una de las razones por las que se relata poco a los niños, su falta de
concreción ante las preguntas médicas, y la escasa información que pueden extraer
de ellos.
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“(…) dejad que cada uno ponga el nombre que desee (a las
enfermedades o afecciones), y vosotros tened como meta el
descubrimiento del lugar afectado y al mismo tiempo, como es
lógico, de su afección; pues si ello no se conoce con exactitud,
es imposible tratar correctamente las partes afectadas (…)”
LIBRO IV
507
Galeno distingue entre afecciones simpáticas, aquellas que se producen por
simpatía en un órgano, originándose en otro; y afecciones idiopáticas, aquellas que
su origen tiene lugar en el mismo órgano afectado por los síntomas. En este caso la
afección sería mayoritariamente idiopática, y en ocasiones por simpatía. El término
“idiopático” (del griego idios “propio, particular” y páthos “afección”), tiene
etimológicamente el significado atribuido por Galeno; sin embargo en la actualidad,
curiosamente, se designa con esta palabra, refiriéndose a una enfermedad, a
aquellas que tienen origen desconocido.
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Afecciones que cursan con ahogo, con o sin inflamación. Ver los comentarios
sobre éstas en los libros hipocráticos referenciados.
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509
Zaragoza Gras, 2003, 163.
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510
Recordemos que era una práctica que ya se había prohibido de nuevo, aunque
en Alejandría mantenían los conocimientos y, quizá, los privilegios ocultos de seguir
realizando.
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511
Este título inglés, traducido a nuestro idioma daría lugar a confusión, si bien es
cierto que los médicos hablamos muchas veces de “higiene” para referirnos a una
serie de hábitos dietéticos, en el sentido “clásico” del vocablo, la palabra “higiene” no
tiene ese uso de forma habitual, sino más bien se refiere a la limpieza. Aunque el
DRA define “higiene” en su primera acepción como: “parte de la medicina que tiene
por objeto la conservación de la salud y la prevención de enfermedades”.
512
Galeno, Sobre cómo hay que proteger la salud, ed. M. Cerezo Magán, La salud
según Galeno, Lleida 2015, 25-253.
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LIBRO I:
CAPÍTULO VII
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“No hay que secar a los niños, pues la humedad es algo natural
en ellos, como se puede ver en las ronqueras, en las corizas y
los catarros514, deben ser dietados en lo que les es pro natura,
humedeciéndolos en baños de aguas potables (pues las aguas
que manifiestan una cualidad medicinal son todas secas, como
las sulfurosas, asfálticas o aluminosas), y suministrándoles
alimentos de una naturaleza de lo más húmeda posible. De este
modo también la misma naturaleza se ha cuidado de los niños
disponiendo de la leche materna como alimento húmedo para
ellos. Por tanto, la leche de la madre es quizás lo mejor en
general para todos los bebés, excepto que casualmente se
encuentre enfermo, y sobre todo para el que está dotado de la
mejor constitución, sobre lo cual trata ahora nuestro discurso. Es
natural que todo el cuerpo y la leche de esa madre sean
irreprochables. Efectivamente de la sangre nos viene el alimento
mientras permanecemos en el vientre de la madre; y de la
sangre también se produce la generación de la leche515, la cual
ha adquirido un mínimo cambio en las tetas. De manera que los
niños que son alimentados con la leche materna hacen uso de
un alimento que no sólo es muy de su costumbre, sino que
además les es el más similar. Es evidente que la naturaleza no
513
Según la teoría hipocrática: la enfermedad se trata con su contrario: “las
afecciones contrarias precisan medicamentos contrarios”, sin embargo según la
naturaleza y la edad o la costumbre, lo que les es más útil es lo similar.
514
Se refiere aquí Galeno a todo tipo de catarros simples, con mucosidad y
húmedos, a los que tan acostumbrados estamos los pediatras, y los padres y
madres.
515
Ya hemos visto que ésta era la creencia de la época. La misma sangre que nutría
al feto ahora nutrirá al bebé, con un cambio que se produce en los pechos.
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sólo ha preparado tal alimento para los bebés, sino que también
ha dispuesto para ellos al punto desde el principio facultades
congénitas para que hagan uso de ella. Y en efecto, si a ellos
cuando han nacido se les pone inmediatamente el pezón de la
teta, maman la leche y tragan con mucha avidez. Y si por
ventura están afligidos y están llorando, no deja de ser una
medicina muy pequeña de su pena para ellos la teta del pecho
nutricio que le alimenta puesta en su boca. Por tanto, estos tres,
efectivamente, son las medicinas que han sido descubiertas por
las nodrizas516 para la pena de los niños, las cuales las han
aprendido por la experiencia; el que ahora hemos dicho y otros
dos, movimiento moderado y cierta modulación de la voz, con el
uso de los cuales no sólo los calman, sino que los conducen al
sueño, mostrando, a su vez, en esto la naturaleza que ellos, los
bebés, están capacitados de forma natural para la música y la
gimnasia. Por lo tanto, todo el que es capaz de hacer un buen
uso de estas artes, éste educará de la mejor manera cuerpo y
alma.”
516
En esta alusión a las nodrizas, que más que nodrizas son niñeras pues no solo
parece que se dediquen a alimentar, sino también a cuidar; se aprecia a qué clase
de estrato social va dirigido mayoritariamente el texto, y la nula reivindicación que
hace de la leche de la propia madre.
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Las patologías infantiles en la medicina greco-helenística
CAPÍTULO 8
Este capítulo trata sobre el uso de los movimientos en los niños. Tres
movimientos descubiertos por las nodrizas: en cunas, literas y en
brazos. Critica abiertamente a Asclepíades517 y Erasístrato518, al
primero por su oposición al movimiento, que ya he comentado, y al
segundo por hacer lo propio pero de una manera más velada; en
realidad a ambos por haber abandonado la teoría humoral. Según
Galeno, Asclepíades y sus seguidores se oponían a la realización de
ejercicio físico pues no contribuían a la salud, llega incluso a llamarles
charlatanes.
Galeno nos habla de las etapas y los movimientos. Los niños pueden
moverse por sí mismos cuando empiezan a gatear y a andar, pero no
se les debe forzar a caminar para que no se les tuerzan las piernas. A
la edad de tres o cuatro años, pueden hacer otros movimientos como
montar en carro o barco, y a los siete movimientos más fuertes. Según
Galeno, que se opone frontalmente a impedir los movimientos, pues
les son de naturaleza, aunque los encerraras no se les podría impedir
moverse.
Siguiendo las doctrinas de Platón e Hipócrates, se refiere al alma y el
carácter relacionado con la misma, como ya he comentado. El
carácter que es puro, el niño que es bueno en todo, debe protegerse,
el alma se corrompe por malas costumbres en comidas y bebidas,
517
Asclepíades de Prusa, para conocer sobre él ver la introducción al capítulo sobre
Sorano.
518
Erasístrato, comentado en varias ocasiones, ver introducción al capítulo sobre
Roma.
501
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519
Esta argumentación ya aparece en Las facultades del alma siguen los
temperamentos del cuerpo. Algo similar ya defendía Aristóteles en su tratado sobre
política, que comenté en la primera parte.
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“Pues bien, yo una vez a un niño que lloraba durante todo el día
y que estaba irritado y que se cambiaba de posición con
vehemencia y desordenadamente, descubrí qué era lo que le
afligía, estando él falto de alimento; como, efectivamente, ni
poniéndolo en la teta, ni levantándolo la nodriza por si quería
hacer caca u orinar, se calmaba, y no se consolaba en absoluto
ni cuando puesto en sus brazos intentaba acostarlo, advertí que
su cama, sus pañales, y sus indumentarias estaban demasiado
sucios, y que el mismo niño estaba sucio y sin lavar, ordené que
se lavara y se limpiara, y que se le mudara la ropa de cama, y
que se le pusiera el vestido todo limpio; y cuando todo esto se
hizo al punto cesó en movimientos desmesurados, e
inmediatamente cayó en un sueño muy plácido y muy profundo.
Poner bien la mira en las cosas que afligen al niño no sólo es
obra de perspicacia, sino también de la experiencia sobre lo que
continuamente es objeto de su cuidado.”
CAPÍTULO 9
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CAPÍTULO 10
520
Me da la sensación de que acepta estos cuidados, y acepta incluso lo dicho por
Sorano, y trata de encontrar el punto hipocrático que éste no le dio a sus
argumentaciones.
521
¿Origen de una de las creencias populares más extendidas?
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este discurso está escrito para “griegos o para aquellos que, a pesar
de ser de naturaleza bárbaros, emulan la cultura griega522”.
Finaliza el capítulo diciendo que a los niños en sus primeros años se
les debe alimentar a base de leche, y dar baños calientes con aguas
dulces, para mantener su carácter húmedo, mencionando de nuevo a
Hipócrates, y evitando ejercicios extremos.
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
En este capítulo trata sobre los niños en la segunda etapa, que como
ya he comentado sería desde los 7 a los 14 años, lo que los griegos
llamaban la segunda hebdómada524. Sobre cuál es su temperamento y
qué régimen necesita. Mediante ejercicio, ni excesivo ni violento,
522
Bien conocido es el chovinismo de Galeno, y en esta frase se refiere también al
pueblo romano, de forma velada. Atacando ferozmente a las culturas de los pueblos
germanos y aquellos que no son griegos o adoptan la cultura griega.
523
Costumbre muy extendida, incluso mencionada en los tratados hipocráticos,
aunque habitualmente rebajado con agua o aguamiel.
524
Periodos de siete años, según la teoría pitagórica, considerada ciencia.
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Parece que no le interesan, puesto que lo que quiere explicar Galeno es como
preservar la salud, si de ésta ya se adolece difícilmente se puede conservar.
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greco
TERCERA PARTE
Posición del feto en el útero. Ilustración que acompaña un texto de Muscio, sobre el
año 900 d.C. Texto ginecológico traducción al latín del Gynaecia de Sorano.
S
(Extraído de Soranus’ Gynecology,
Gynecology O. Temkin, Baltimore 1856, 189.)
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Al respecto de este tema, del aborto en la sociedad clásica, recomiendo la lectura
de la tesis doctoral: González Gutiérrez, PA. (2015). El vientre controlado:
anticoncepción y aborto en la sociedad romana. Madrid.
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Galeno, Sobre cómo hay que proteger la salud, ed. M. Cerezo Magán, La salud
según Galeno, Lleida 2015, 25-253.
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Palabra derivada del inglés, “el actual griego”, que significa “prueba”, sería tal vez
más correcto hablar de medicina basada en pruebas, pero la traducción que se usa
en la actualidad es ésta.
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12. CONCLUSIONES
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Concepto que fue por primera vez citado por Alcmeón de Crotona.
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Teoría de los humores y de los elementos y sus características.
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Resulta curioso pensar como, de forma cíclica en la historia, alguien formula una
teoría que demuestra ser válida siglos después, pero en su época se le da poca
importancia o se ignora directamente, no es el caso de Demócrito, pero no gozó de
la importancia histórica, ni aún ahora, ni los metodistas, que su teoría merece.
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ROMA
SORANO
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Aunque tal vez sí, pero era consciente del público al que iba dirigido su tratado.
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Las sibilancias recurrentes del lactante son consideradas un tipo de asma infantil.
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GALENO
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RESUMEN DOCTRINAL
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Esta última cuestión vigente y efectiva, y resurgiendo hoy en día.
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BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES
AUTORES CLÁSICOS:
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TRATADOS HIPOCRÁTICOS
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16. Tratados Hipocráticos. Sobre los humores. Ed. López Férez JA.
Madrid. 1986
17. Tratados Hipocráticos. Sobre los flatos. Ed. López Férez JA.
Madrid. 1986
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34. Tratados Hipocráticos. Sobre las fístulas. Ed. Lara MD. Madrid.
1993
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36. Tratados Hipocráticos. Sobre las úlceras. Ed. Lara MD. Madrid.
1993
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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83. Terranova, C., ed. (2014), La presenza dei bambini nelle regioni
del Mediterraneo antico, Roma.
84. Varela, F. (1997), Pioneros de la pediatría. Desde la
antigüedad al Renacimiento. Madrid.
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