Título Iv - Interpretación Del Acto Jurídico

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“Año de la universalización de la salud”

UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ DE


MENDOZA DE AMAZONAS
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

PROFESORA: Patricia Bracamonte Pretell

ALUMNOS:
- Cobers Rodríguez, Denyse
- Goñas Maslucán, Franz
- Idrogo Campos, José Luis
- Rodriguez Díaz, Rodrigo Rafael
- Rojas Krugger, Josué Carlos

CICLO: V

CURSO: Negociación y Acto Jurídico

TEMA: TÍTULO IV - INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

CHACHAPOYAS - AMAZONAS - PERÚ - 2020


Índice

Índice .....................................................................................................................................1

1. Acto Jurídico ...................................................................................................................3

1.1. Definición del Acto Jurídico .....................................................................................3

1.2. Acto Jurídico y Hecho Jurídico .................................................................................3

1.3. Clasificación de Actos Jurídicos ...............................................................................3

1.3.1. Actos Formales .................................................................................................4

1.3.2. Actos No Formales ............................................................................................5

1.4. Forma de los Actos jurídicos ....................................................................................5

1.4.1. La forma ad solemnitatem .................................................................................5

1.4.2. La forma ad probationem...................................................................................5

1.4.3. Ventajas e Inconvenientes de las Formas ...........................................................6

1.5. Estructura y Elementos del Acto Jurídico .................................................................6

1.6. Elementos esenciales del acto jurídico para la relación jurídica .................................8

1.7. Nulidad del Acto Jurídico por falta de elementos esenciales .....................................8

1.8. Efectos del Acto Jurídico ..........................................................................................9

1.9. Objetivo y motivo del Acto Jurídico .........................................................................9

1.10. Extinción del Acto Jurídico ...................................................................................9

2. La Interpretación .............................................................................................................9

2.1. Definición de Interpretación .....................................................................................9

2.2. La interpretación del Acto jurídico ......................................................................... 10

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2.3. Interpretación e Integración .................................................................................... 11

2.4. Clases de Interpretación del Acto Jurídico .............................................................. 13

2.5. Sistemas interpreticos del Acto jurídico .................................................................. 14

2.5.1. La interpretación Objetiva ............................................................................... 14

2.5.2. La interpretación Sistemática ...........................................................................15

2.5.3. La interpretación Finalista ............................................................................... 16

2.5.4. La interpretación de Buena Fe ......................................................................... 17

2.5.5. La interpretación contra proferentem ............................................................... 18

3. Interpretación Del Acto Jurídico en el Perú con origen Del Código Civil Peruano ......... 19

4. La Interpretación Del Acto Jurídico En El Código Civil Peruano ................................... 20

5. Criterios Interpretativos ................................................................................................. 20

5.1. Criterio de Expresión y Principio de Buena Fe........................................................ 20

5.2. Criterio de 1nterdependencia o coherencia lógica ................................................... 21

5.3. Criterio de la Naturaleza y el Objeto del Acto ......................................................... 21

Conclusiones ........................................................................................................................ 21

Bibliografía: ......................................................................................................................... 22

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1. Acto Jurídico
1.1. Definición del Acto Jurídico
No es otra cosa que la manifestación de la voluntad de una o más partes con la
intención de crear, modificar o extinguir un derecho, en sentido estricto es un acto de
voluntad de comportamiento. El sujeto quiere y conoce su comportamiento y la norma
jurídica valora eso. Esa voluntad de comportamiento es considerada por la norma
jurídica para la producción de los efectos jurídicos de ello se desprende:

a) La voluntad se debe manifestar, mientras no lo haga el deseo queda en el


fuero interno de la conciencia de la persona y no produce ningún efecto.
b) La persona debe tener intención de producir un efecto jurídico, esto es, crear,
modificar o extinguir un derecho.
c) El objetivo del acto es crear, modificar o extinguir un derecho.

1.2. Acto Jurídico y Hecho Jurídico


Haciendo una distinción entre hecho jurídico y acto jurídico, un hecho jurídico
no tiene por qué ser voluntario ni controlable por la persona, mientras que, en un acto
jurídico, la voluntad de la persona es esencial. Por lo tanto, todos los actos jurídicos son
hechos jurídicos, pero no todos los hechos jurídicos son actos jurídicos.

1.3. Clasificación de Actos Jurídicos


a) Actos positivos y negativos: En los primeros, el nacimiento, modificación,
extinción, etc.; de un derecho, depende de la realización del acto.
b) Unilaterales o Bilaterales: en los unilaterales interviene una sola persona
(testamento); y en los bilaterales requieren el consentimiento de dos personas
o más (compra-venta).
c) Entre vivos o por causa de muerte o mortis causa (de última voluntad): Los
actos jurídicos cuya eficacia no depende del fallecimiento de aquellos de
cuya voluntad emanan, se llaman actos entre vivos, como son los contratos,
una compra venta o una sociedad. Cuando no deben producir efectos sino
después del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emanan, se
denominan disposiciones de última voluntad, como son los testamentos.
d) Actos gratuitos y onerosos: Actos a título gratuito o simplemente gratuito
son aquellos en que la obligación está a cargo de una sola de las partes y
responden a un propósito de liberalidad, es decir cuando tiene beneficio o

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utilidad una sola de las partes; tales como los testamentos, la donación, la
renuncia sin cargo a un derecho. En cambio, en los actos onerosos las
obligaciones son recíprocas y cada contratante las contrae en vista de que la
otra parte se obliga a su vez; es decir cuando ambas partes tienen beneficios
o utilidades así ocurre en la compraventa, la permuta, etc.
e) Solemnes – Formales y no solemnes - no formales: Actos formales son
aquellos cuya eficacia depende de la observancia de las formas ordenadas
por la ley es decir es solemne una compra-venta de un bien raíz y no formales
aquellos cuya validez no depende del cumplimiento de solemnidad alguna,
es decir los actos no solemnes no requieren de ninguna formalidad.
f) Causales y Abstractos: en el primero, la causa aparece como ineludiblemente
unida a la existencia del acto jurídico, es decir, tiene causa evidente y notoria.
Ejemplo: el arrendamiento y en el segundo, es posible que tenga una causa,
pero lo que obliga no es esa causa sino la realización de ciertas solemnidades,
no obstante, de constituir una declaración de voluntad que revela el ánimo
de generar efectos jurídicos que, interesen al agente, no llevan la causa
incorporada en sí, ejemplo: el giro de una letra que, conteniendo una
obligación de pago, es independiente de su causa.
g) Puro y simple o Sujeto a modalidad: los primeros son los que obligan en
cuanto se celebran; y los segundos son los que las partes modifican sus
efectos naturales.
h) Principales o Accesorios: el primero, no necesita otro Acto Jurídico para
subsistir, por si solo; y el segundo, son aquellos que necesitan de otro AJ
para subsistir.

Quiero enfocarme en la distinción de los actos en formales y no formales, que la


misma se basa en que si el ordenamiento jurídico señala o no una forma para su
realización. Los actos son formales o No formales. Los actos no formales son
aquellos para los cuales la ley no señala forma determinada, cayendo dentro del
principio de libertad de formas.

1.3.1. Actos Formales


Son formales los actos jurídicos cuya validez depende de su celebración bajo
la forma exclusiva determinada por ley. Los actos formales se subdividen en actos
solemnes y no solemnes.

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1.3.1.1.Actos Formales Solemnes
Los actos solemnes son aquellos en los cuales la omisión de la forma
legal establecida no solo provoca la nulidad del acto como tal, sino que lo
destituye de cualquier otro efecto civil. Ejemplo el matrimonio, si se omite la
forma legal establecida la unión de los contrayentes es concubinato.

1.3.1.2.Actos Formales No Solemnes


Los actos formales no solemnes son aquellos donde la omisión de la
forma legal establecida determina la nulidad del acto como tal, pero no le impide
producir otros efectos jurídicos diferentes. Ejemplo: ocurre frecuentemente en
la transmisión de derechos reales sobre bienes inmuebles, los cuales deben ser
hechos en escritura pública; si se omite la escritura pública los actos son nulos,
pero valen como contratos donde las partes quedan obligadas a hacer la escritura
pública. Las partes al otorgar luego la escritura pública realizan lo que se llama
la conversión del acto jurídico.

1.3.2. Actos No Formales


Son formales los actos jurídicos cuya validez depende de su celebración bajo
la forma exclusiva determinada por ley.

1.4. Forma de los Actos jurídicos


Del texto del art. 144 se desprende dos tipos de forma del acto jurídico, por un
lado, la forma ad probationem (forma probatoria) y por otro la forma ad solemnitatem
(forma solemne). Cuando la ley impone una forma y no sanciona con nulidad su
inobservancia, constituye sólo un medio de prueba de la existencia del acto.

1.4.1. La forma ad solemnitatem


Ad solemnitatem es una expresión que significa "para solemnidad" y consiste
en un requisito formal impuesto por la ley para que un acto jurídico tenga validez.
... Por último, indicar que esta expresión se opone a la idea de "ad probationem",
que sirve solo para la prueba del acto jurídico y no para su validez

1.4.2. La forma ad probationem


Por otro lado, Ad probationem significa literalmente, “para la prueba”. Y
esta no es más que la descripción de la forma requerida por la Ley para probar la
existencia y consistencia de un hecho o un derecho, una formalidad, se exige ad

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probationem cuando no se exige sino para la demostración de un acto, sin que su
inobservancia engendre la nulidad del Ad solemnitatem.

1.4.3. Ventajas e Inconvenientes de las Formas


El profesor trujillano Reyna Mantilla en su obra Acto Jurídico hace mención
a la posición de la doctrina, sobre los inconvenientes y ventajas de la forma, entre
los principales inconvenientes de la forma se señalan los siguientes:

- Obstaculizan el tráfico, volviendo lento, desalentando muchas veces a


quienes desean celebrar un acto jurídico.
- Podría favorecer a las personas menos escrupulosas, a que las más rectas
se consideran ligadas incluso por el negocio sin forma, y aquellas no
tienen obstáculo en alegar la falta de esta como causa de invalidez. No
podría compartir la posición del autor por lo que en líneas precedentes
senté la posición clara de que todo acto jurídico tiene forma por lo cual
la sola mención al llamado: “negocio sin forma” no tiene razón de ser.

Del otro lado, la doctrina en general considera que el formalismo ofrece muchas
ventajas como las siguientes:

- Evitar que las partes se precipiten en la celebración de los actos jurídicos,


sobre todo en aquellos que tienen una trascendencia especial.
- Da mayor seguridad respecto a la celebración del acto jurídico y a su
contenido.
- Facilidad de la prueba de la existencia y del contenido del acto.
- Da certeza del acto al dotar a la declaración de un medio duradero de
conocimiento. Es decir, tendría un efecto psicológico que consiste en la
sensación que experimentan los contratantes de quedar especialmente
obligados.

1.5. Estructura y Elementos del Acto Jurídico


Según el Artículo 140 de Código Civil La Noción del Acto Jurídico requiere
elementos esenciales. El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear,
regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas. Para su validez se requiere que esta
manifestación de voluntad debe cumplir con ciertos requisitos los cuales son los
siguientes:

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- Agente capaz.
- Objeto física y jurídicamente posible.
- Fin lícito.
- Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad.

De manera hermenéutica entorno al acto jurídico, se pueden señalar cuáles son


sus elementos esenciales o de existencia, los que, de manera indispensable, requiere
para existir, pues faltando cualquiera de ellos el acto no existiría es decir seria
INEXISTENTE, y operaria la NULIDAD ABSOLUTA. Es decir, no puede producir
ningún efecto jurídico.

En nuestro Código Civil por los ordinales 1264, 1265 se encuentran establecidos los
requisitos esenciales para la existencia y valides del Acto jurídico, se requiere que dicho
acto reúna los siguientes elementos:

- Voluntad del Autor del acto para realizarlo.


- Objeto Posible (Físicamente y Jurídicamente).
- En ciertos casos cuando se trata de actos solemnes (Matrimonio,
Testamento, reconocimiento), la solemnidad que la ley establece para
emitir la declaración de la voluntad.

Y los requisitos que hacen que los actos sean inválidos mismos que señala el Artículo
1264, que para la validez de un contrato se requiere:

- Consentimiento.
- Objeto que pueda ser materia de contrato.

Artículo 1265. El contrato puede ser invalidado:

- Por incapacidad.
- Por vicios de consentimiento.
- Porque su objeto o su causa sean ilícitos.
- Por defectos en la forma establecida por la ley.

Se debe tener en cuenta que desde el momento en que se celebra un Acto cumpliendo
con los requisitos necesarios, obliga no sólo al cumplimiento de lo expresamente
pactado, sino también a las consecuencias que, según su naturaleza, sean conformes a
la buena fe, al uso, costumbre o a la ley.

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1.6. Elementos esenciales del acto jurídico para la relación jurídica
El hombre dentro de la sociedad se relaciona con otras personas, y cuando esas
relaciones tienen importancia jurídica se habla de “relaciones jurídicas”.

a) Sujeto: Son las personas entre las cuales se establece la relación jurídica. El
sujeto puede ser activo; aquel que, en la relación jurídica, ejerce un derecho
o una facultad y el sujeto pasivo; aquel que, en la relación jurídica, se
encuentra obligado a dar, hacer o no hacer algo.
b) Manifestación de voluntad: que puede ser expresa o tácita es expresa cuando
se exterioriza por el lenguaje: moral, escrito o mímico. Es tacita cuando se
desprende de hechos u omisiones que de manera necesaria e indubitable
revelan un determinado propósito, aunque el autor del acto jurídico no
exteriorice su voluntad a través del lenguaje
c) Objeto: Es el contenido del derecho que tiene el sujeto activo. Es la
prestación sobre el cual recae la relación jurídica, es la obligación de dar,
hacer o no hacer
d) Causa: Es el hecho o acto que hace nacer a la relación jurídica, o que por el
contrario la modifica o la extingue
e) Forma: El reconocimiento que haga la norma jurídica a los efectos deseados
por el autor del acto si la norma jurídica no reconoce una cierta
manifestación de voluntad no hay acto jurídico para producir consecuencias
de derecho que estén amparadas en el ordenamiento. Si todas las
manifestaciones de voluntad fueran amparadas por el ordenamiento jurídico,
el derecho estaría al servicio del Caprichos de los particulares.

1.7. Nulidad del Acto Jurídico por falta de elementos esenciales


Se dice que la nulidad en un acto jurídico tiene la característica de transformar
en ineficaces los mismos, esta ineficacia puede ser absoluta o relativa. Se considera que
el acto jurídico es afectado con nulidad absoluta por falta de:

- Consentimiento.
- Objeto que pueda ser materia de él.
- Solemnidades prescritas por la ley.

La ilicitud en el objeto, en la causa o en la condición del acto produce su nulidad, ya sea


absoluta, ya relativa, y esta puede referirse como no a una ilegitimidad originaria del

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acto o sobreviniente, por un cambio en el ordenamiento jurídico que torna inválido un
acto que nació válido bajo un régimen anterior.

También, en cada caso y dependiendo de la gravedad de la infracción al ordenamiento


jurídico. El acto jurídico afectado por nulidad absoluta produce efectos provisionales,
los que serán destruidos retroactivamente cuando se decrete por autoridad judicial, y por
ser de orden público, no es susceptible de revalidarse por confirmación ni por
prescripción, pudiendo invocarse por todo afectado.

1.8. Efectos del Acto Jurídico


Son la creación, modificación, transferencia, transmisión o extinción de
derechos y obligaciones. Por tanto, el efecto de un acto jurídico es la relación jurídica
que engendra; los efectos de los actos jurídicos, a priori, sólo alcanzan a las partes que
participar y no benefician o perjudican a quienes no los han celebrado. Sin embargo, en
determinados casos, tales efectos serán oponibles a terceros.

1.9. Objetivo y motivo del Acto Jurídico


El objeto de la Relación Jurídicas decir la prestación debida debe ser posible,
licita determinada o determinable. Todos los actos jurídicos tienen la principal
obligación de ser lícitos para así poder manifestarse en todos sus aspectos y que el
Derecho los ampare y les dé consecuencias Jurídicas, hemos de tener en cuenta que un
acto es ilícito cuando va en contra de las leyes de orden Publico o de las buenas
costumbres. Es así como el ordenamiento jurídico nos presenta la manera para poder
realizar la interpretación para poder interpretar el acto jurídico y que dicha
interpretación sean una base para el resto de normas del ordenamiento legal.

1.10. Extinción del Acto Jurídico


Puede referirse a una ya sea a una ilegitimidad originaria del acto o
sobreviniente, por un cambio en el ordenamiento jurídico que torna inválido un acto que
nació válido bajo un régimen anterior. También, en cada caso y dependiendo de la
gravedad de la infracción al ordenamiento jurídico

2. La Interpretación
2.1. Definición de Interpretación
Según Campos (s.f. a) señala que “es una actividad humana tan antigua como la
traducción; se puede afirmar que existe desde que el género humano tuvo uso de palabra

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puesto que siempre fueron necesarios los intermediarios entre pueblos de culturas e
idiomas distintos para facilitar la comunicación a todos los niveles” (p. 1, párr. 4). En
otras palabras, La interpretación consiste en desentrañar el sentido de algo. Todo
comportamiento humano va incorporando sentidos a la realidad. Cada vez que tomamos
contacto con una realidad determinada intentamos sacar a la luz el sentido que ella
alberga.

En el campo del Derecho, se interpretan para entender su sentido y alcance, tanto las
normas legislativas, como las normas consuetudinarias las jurisprudencias, las
negóciales y las que están contenidas en los principios generales del Derecho. La
interpretación comprende la globalidad de la actividad jurídica, constituye un dato
ineludible de la experiencia jurídica. Sin interpretación no hay derecho. En realidad, la
interpretación no es la traducción de las palabras; para interpretar como para traducir es
necesario extraer el significado del discurso del orador y reformularlo para que sea
explícito para el receptor del discurso.

La interpretación es una traducción oral instantánea por oposición a la traducción. Se


puede definir como una operación sobre el discurso mediante la cual el intérprete
efectúa la transmisión del sentido del discurso de la lengua original formulándolo en la
lengua terminal (Campos, s.f. c, p. 1, párr. 1).

2.2. La interpretación del Acto jurídico


El acto jurídico es el instrumento conferido por el ordenamiento jurídico a los
particulares para dictar normas que regulen sus propios intereses. Precisamente, la
autonomía privada es la potestad que tienen los individuos ara darse normas así mismas
que regulen sus relaciones jurídicas; los particulares tienen la potestad de constituir por
sí y par si su propio ordenamiento jurídico particular. La interpretación de acto jurídico
es la técnica dirigida al conocimiento del contenido sentido y alcance del acto, o sea, de
la regulación establecida por el agente o agentes que lo crean. En otras palabras, se trata
de determinar el contenido de acto jurídico atribuyéndole su exacto que determine las
obligaciones y los derechos que de él se derivan.

La interpretación del acto jurídico puede presentar según los casos dificultades mayores
o menores, pero es siempre necesaria. La interpretación del ser humano y del lenguaje
hace que la reproducción de la voluntad mediante la declaración no esté libre de

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confusión y dudas, por lo que la interpretación deviene en un quehacer necesario para
aclarar las dudas y establecer su significado.

Cornejo (s.f.) sostiene que interpretar un Acto Jurídico es establecer su verdadero


sentido y alcance, la teoría de la interpretación repara el defecto o duda de manifestación
de la voluntad efectiva del agente, en el acto unilateral, o voluntad común de las partes,
en actos bilaterales (párr. 3).

Todo acto jurídico debe ser interpretado según el principio de la "BUENA FE", es decir
que la buena fe es la cláusula general de todos los contratos y que estos se interpretan
objetivamente, asimismo, por "la buena fe es el alma de las relaciones sociales", lo cual
explica que la regla más importante indique que los contratos deben entenderse de buena
fe, lo que significa lealtad en la concertación del acto, confianza en la palabra empeñada.
Si en un acto los términos son susceptibles de dos significados, debe considerarse el
más adecuado a la naturaleza del acto (Cornejo, s. f., párr. 3).

2.3. Interpretación e Integración


La labor interpretativa del negocio jurídico, entonces, opera en la reconstrucción
de “lo querido” o de “la común intención de las partes” y el itinerario seria a través del
principio de la buena fe (regulado en cada artículo mencionado respectivamente), de la
interpretación sistemática y de la interpretación teleológica evidentemente, no se trata
de un numerus clausus y cabria aplicar otros criterios interpretativos: no hay
impedimento legal para ello.., que estaría dentro de lo que se llama “integración del
contrato”.

Se advierte que “la interpretación de los contratos, así como de los negocios en general,
está dirigida a la constatación de lo que constituye la intención efectiva de las partes,
autorregulación de los propios intereses, más allá del sentido literal de las expresiones
usadas. Sin embargo, esta fase, a menudo denominada “subjetiva” o “cognitiva” -, en
cuanto básica y prioritaria, representa solo un aspecto del procedimiento interpretativo
del negocio y no agota (o no puede agotar) la actividad hermenéutica requerida por la
ley al respecto.

En efecto, cuando esta primera indagación no haya tenido un éxito positivo y subsista
aun la duda sobre el alcance real de la declaración, se aplican una serie de reglas
interpretativas suplementarias que prescinden, en cierto modo, del real intento negocial,
y están dirigidas, sobre la base de varios criterios, a la salvaguardia de dichos intereses

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y a la obtención de fines específicos, entre los cuales, el fundamental es la misma
conservación del acto jurídico, es esta la interpretación denominada (objetiva) o
(integradora). Mientras sobre el primer perfil, la interpretación el acto privado de
autorregulación (negocio) tiene sustancial afinidad con interpretación de la ley, bajo el
segundo perfil, se distingue netamente”.

Este proceso, se sostiene, “induce a considerar que, ya en un plano más general entre
interpretación e integración corra un nexo consecuencial necesario, de tal manera que
la primera debe preceder (trátese de integración por normas supletorias o dispositivas o,
en cambio, imperativas) a la segunda.

Por el contrario, no valdría objetar que una afirmación similar tendría sentido solo si se
parte del presupuesto que la integración opera solo en presencia de lagunas. Ya que, una
vez demostrado que existen hipótesis en las cuales la fuente legal interviene con carácter
de inderogabilidad, independientemente de la lagunosidad, tal nexo seria interrumpido
y quedaría solo en los casos en los cuales la integración proceda por normas supletorias
o dispositivas.

Solo entonces, las facultades reconocidas a los privados en orden a estas impondrían,
imprimís, el desenvolvimiento de la actividad hermenéutica “(como individualización
en su plenitud del reglamento creado por fuente privada)”, sobre cuya base debería ser
posible “decidir si subsisten en concreto en condiciones que hacen posible el operar de
la fuente legal”.

A lo que parece posible replicar que, si la interpretación pareciera preceder a la


integración, ello depende no del hecho de que la segunda, como alguien sostiene,
operaria solo en presencia de lagunas del reglamento contractual, sino de lo que, incluso
cuando l integración proceda por normas imperativas, será siempre necesario
comprender, sobre todo, el significado y el alcance objetivo de la “fuente privada”, para
establecer si y cual norma integradora debe operar en concreto, con esta; para establecer
cuál será el resultado del concurso de la “fuente privada” con aquella “legal” y, por
tanto, el resultado conjunto del acto” . Para Juan Espinoza, “se pueden separar los
momentos de la interpretación e integración. Sin embargo, no debemos olvidar lo obvio:
se trata de un solo proceso que, en la práctica, no es tan claro saber si se está en una u
otra fase”.

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2.4. Clases de Interpretación del Acto Jurídico
a) Interpretación popular de las normas o de la ley: Consiste en una visión no
técnica y que llevan a cabo las personas no expertas en el asunto; un ejemplo de
esta interpretación es cuando actúan jurados populares.
b) Interpretación doctrinal de las normas o de la ley: Es una visión técnica fundada
en ciertos criterios y es la que hacen los juristas. Actualmente no existe doctrina
obligatoria, sin embargo, los Tribunales suelen fundar sus resoluciones en las
opiniones vertidas doctrinalmente; un ejemplo de esta interpretación se presenta
cuando un abogado o un particular cualquiera interpretan una disposición
normativa, su interpretación correcta o incorrecta, tiene un simple valor
doctrinal y a nadie obliga su observancia.
c) Interpretación judicial de las normas: Indica la actividad de los agentes del
Poder Judicial, que declara la Ley que son competentes para desentrañar el
sentido de las Leyes, tiene especial importancia la actividad de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación en México cuando sienta jurisprudencia, como
función unificadora del criterio legal, si un Juez es quien interpreta una norma
a fin de aplicarla a un caso concreto, esta interpretación adquiere una
obligatoriedad para el asunto que se trata, y sirve de base a una norma
individualizada. Cabe señalar que, en el caso de la jurisprudencia, las tesis
establecidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, obligan a las
autoridades inferiores y pueden ser consideradas como versiones oficiales de
ciertas normas.
d) Interpretación auténtica o legislativa de las normas: Implica la definición de la
norma en la propia norma y la lleva a cabo el legislador, la cual puede ser de
dos clases: contextual, cuando se lleva a cabo en la misma norma o en la ley, y
no contextual, cuando se hace en la ley posterior.
e) Interpretación administrativa: Ahora bien, dentro del estudio de la
interpretación, no podemos soslayar la interpretación que se realiza en el ámbito
administrativo. Ésta podría definirse simplemente por exclusión, es decir, la que
no sea legislativa ni jurisdiccional, cuyos caracteres ya conocemos, por lo que,
al no encuadrarse en ninguno de estos, tendría forzosamente que ser
administrativa. Sin embargo, esta definición no nos da ningún criterio positivo
con el que se pueda caracterizar dicha interpretación.

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Para en el caso en que nos encontremos ante leyes contradictorias que regulan
el mismo caso y sus preceptos son contrarios o contradictorios entre sí, se presenta el
problema relativo a cuál de ellas deberá aplicarse; por lo que los jurisconsultos formulan
las siguientes reglas de interpretación de que ha de seguir el juez o la autoridad
conocedora de la causa para resolver el conflicto: primera, hay que analizar con cuidado
si es del todo imposible conciliar los preceptos de las dos normas, porque pudiera ser
que únicamente sea aparente la contradicción y no real; segunda, si se fracasa en ese
intento, hay que tener en cuenta si una de las leyes es general y la otra especial, porque
en caso de que así suceda, la especial deberá prevalecer sobre la general, la excepcional
sobre la común; tercera, cuando una de las leyes es jerárquicamente superior a la otra
ley, dentro del derecho positivo, entonces hay que dar la preferencia a aquella sobre
esta; por ejemplo, los preceptos de la Constitución deben prevalecer sobre los de
cualquier otro ordenamiento jurídico; cuarta, cuando la incompatibilidad de las normas
es radical, absoluta, en tal forma, que lo que una de ellas ordena la otra lo prohíbe,
entonces deberá resolverse que mutuamente se destruyen y que ninguna de ellas rige el
caso de que se trate, por lo cual habrá de acudirse a los principios generales de derecho
para suplir el vacío de la legislación; quinta, si la incompatibilidad no es radical, se
preferirá la Ley que esté más en consonancia con el sistema jurídico al que pertenezca
dicho caso e incluso con el sistema del derecho nacional.

En otras palabras, se echará mano de la llamada interpretación sistemática, que ve en


cada norma un elemento constitutivo de determinado organismo jurídico, y la interpreta
de acuerdo con el principio que da vista a dicho organismo.

2.5. Sistemas interpreticos del Acto jurídico


2.5.1. La interpretación Objetiva
Es aquella actividad hermenéutica dirigida a desentrañar la común intención
de las partes que celebraron el contrato, lo cual involucra no sólo lo manifestado o
declarado (texto) sino también aquellos comportamientos previos y posteriores
(extratextual) al acto negocial. Presumiéndose iuris tantum que lo declarado es lo
realmente querido.

El Código ha definido indudablemente una posición. Las relaciones entre la


voluntad y su manifestación y la determinación del sentido de esta se rigen por lo
declarado, sin que la referencia al principio de la buena fe atenúe el criterio

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objetivista. Puede inferirse entonces que el criterio objetivista que ha adoptado el
Código Civil constituye el principio general de interpretación.

En aplicación de este principio, la interpretación no puede orientarse a la indagación


de la voluntad interna, no declarada, sino a precisar la voluntad manifestada
partiendo de una necesaria presunción, de que esta última corresponde a la intención
del celebrante o celebrantes del acto jurídico. Pero no se trata de excluir la voluntad
interna a la vista de lo declarado, sino de interpretar el acto “de acuerdo con lo que
se haya expresado en él”. Nos vemos, pues, en la posición del Código una posición
extrema en cuanto que el intérprete tenga que ceñirse a lo expresado y nada más,
máxime si tiene que aplicar el principio de buena fe. (Vidal Ramírez, 2011, pp. 347-
348)

Por tanto, entendemos por interpretación objetiva a aquella actividad hermenéutica


dirigida a desentrañar la común intención de las partes que celebraron el contrato,
lo cual involucra no sólo lo manifestado o declarado (texto) sino también aquellos
comportamientos previos y posteriores (extratextual) al acto negocial.
Presumiéndose iuris tantum que lo declarado es lo realmente querido.

2.5.2. La interpretación Sistemática


Es aquel método hermenéutico que entiende al contrato no como una suma
de cláusulas sino como un conjunto orgánico lo cual involucra que al momento de
interpretarse un contrato no deba buscarse desentrañar la intención negocial de las
partes por medio de una sola cláusula soslayándose las demás, pues ello traería
inexactitudes respecto de lo que verdaderamente han querido las partes en el
contrato, sino que deben contrastarse las unas por medio de las otras a fin de evitar
y/o eliminar las posibles ambigüedades que provocaría justamente el interpretárselas
de manera independientemente. El criterio sistemático solo tiene lugar luego de
haberse buscado la “común intención de las partes” y observado la “buena fe”. El
criterio sistemático rige también en caso se trate de interpretar dos o más actos
jurídicos vinculados entre sí.

La redacción del artículo bajo comentario establece un criterio que ordena al


intérprete buscar la común intención de las partes, tomando al contrato como una
unidad que, en su totalidad, contiene el programa contractual previsto por ellas. En
este sentido:

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- Una cláusula aparentemente clara, debe ser vista y entendida como
conformante del unitario conjunto que forma el contrato.
- Una cláusula aparentemente dudosa, debe ser contrastada con las restante
cláusulas del contrato, a fin de eliminar dicha duda, aprehendiendo un único
significado de lo que se presentó inicialmente como “dudoso”, evitando
que una cláusula pueda ser interpretada de manera independiente
mostrando un sentido que no es acorde con el conjunto del contrato.
(Fernández Cruz, 2002, p. 158)

Según una doctrina brasileña, la interpretación sistemática consiste en la


subordinación de una norma (o cláusula) a un conjunto de disposiciones de mayor
generalidad de las cuales no puede o no debe ser disociada. Es decir, parte el
intérprete del presupuesto del que una ley (o cláusula) no existe en solitario y en
consecuencia no puede ser entendida aisladamente del resto de disposiciones. (Da
Silva Pereira, 2011, p. 164)

La interpretación sistemática implica diferenciar qué parte es indispensable para la


reconstrucción de “lo expresado” o de “la común intención de las partes”, de aquello
que es simplemente superfluo. Este criterio no es subsidiario”, es decir, no es un
criterio al cual se deba recurrir cuando resulte dudoso el significado de la cláusula
en concreto. (Espinoza Espinoza, 2008, pp. 236-237)

2.5.3. La interpretación Finalista


Es aquel método hermenéutico, que se aplica luego de haber utilizado los
previos (común intención de las partes, buena fe y sistemático) y que tiene como
objetivo, primero, aclarar las dudas o ambigüedades que aún persistan y luego
encaminar el propósito práctico de las partes a la celebración del tipo negocial que
tuvieron en mente celebrar.

Finalmente, la regla establecida en el 170 del CC consagra la interpretación legal,


funcional o finalista, que normalmente se aplica cuando, luego de haberse agotado
otros criterios hermenéuticos de interpretación subjetiva, subsisten significados
plurívocos sobre el sentido de las expresiones utilizadas por las partes en el contrato,
las cuales deben adecuarse a lo señalado por la naturaleza y el objeto del acto.

En este sentido, la doctrina comparada ha entendido que al referirse al tema de la


naturaleza del acto, se está ante un problema en donde la interpretación debe estar

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dirigida a buscar el significado del contrato en directa relación con la causa del
mismo, esto es que “el significado de aquello que las partes han acordado no puede
en efecto ser adecuadamente investigado sino se tiene en cuenta las razones prácticas
del negocio, o sea la causa concreta” (Fernández Cruz, 2002, p. 159)

El objeto a que alude esta interpretación no es la cosa material sino el objetivo que
el agente se propuso regular con su precepto a través de un cierto negocio. Es más,
precisamente la materia final sobre la cual el agente declara su voluntad. El artículo,
con el vocablo “objeto” quiere aludir, en consecuencia, a los temas o asuntos, en
cuanto finalidad objetiva, sobre los que recae el precepto negocial, sean cosas (en
cuanto a bienes materiales), o derechos o conductas.

En este orden de ideas, si el negocio cuya declaración de voluntad se ha de


interpretar alude a la traslación de dominio de dos fincas, lo que ha de ser materia
de investigación no es solo la precisión de si es una o ambas fincas, lo que tuvieron
en mente los contratantes, sino si la enajenación es por venta, permuta, donación u
otra figura jurídica. (Lohmann Luca de Tena, 1994, p. 274)

Por tanto, entendemos por interpretación finalista a aquel método hermenéutico, que
se aplica luego de haber utilizado los previos (común intención de las partes, buena
fe y sistemático) y que tiene como objetivo, primero, aclarar las dudas o
ambigüedades que aún persistan y luego encaminar el propósito práctico de las
partes a la celebración del tipo negocial que tuvieron en mente celebrar.

2.5.4. La interpretación de Buena Fe


En consecuencia, tanto su aspecto subjetivo (creencia) como su aspecto
objetivo (comportamiento) deberán concurrir copulativamente para que se pueda
alegar, valga la redundancia, la buena fe y, de ese modo, el ordenamiento jurídico
pueda tutelar el derecho del tercero.

El estado de ignorancia del tercero solo será legítimo (buena fe subjetiva) en la


medida en que el comportamiento que lo acompañe sea el correcto (buena fe
objetiva) lo cual involucra, en primer lugar, que tercero actué con diligencia, ósea
que haya practicado todos los actos necesarios tendientes a buscar la información
relevante acerca de la situación jurídica que lo afecta (por ejemplos ir a registros
públicos y verificar que el inmueble que pretende adquirir no cuente con cargas y

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gravámenes) acto seguido, en ese momento, su estado de ignorancia podrá
considerarse legítimo configurándose así finalmente la buena fe.

La buena fe tiene un rol trascendental en la vida social:

- PRIMERO, porque excusa de responsabilidad a quien razonablemente


actúa en la creencia de no estar cometiendo una infracción a las normas del
derecho privado.
- SEGUNDO, porque permite exigir actos que razonablemente hubiesen sido
pactados si los costos de transacción fuesen bajos.
- TERCERO, porque permite asignar titularidades en base a un criterio que
desincentiva el comportamiento deshonesto.
- CUARTO, porque permite defender titularidades en base a un criterio que
incentiva el comportamiento honesto. Sin buena fe, tanto los niveles de
responsabilidad extra con contractual como los niveles de comportamientos
contractuales oportunistas serían alarmantemente altos. (Escobar Rozas,
2015, p. 322)

En el contexto registral, la buena fe cobra una relevancia particular, pues en base a


un procedimiento poco costoso, como es el de revisión de la información registral
de un activo, permite oponer, a quien actúa diligentemente, el derecho adquirido en
base a la referida información.

2.5.5. La interpretación contra proferentem


Es aquel, presente tanto en el civil law como en el common law, que tiene
como objetivo tutelar a aquella parte que no redactó las cláusulas de un contrato por
adhesión o con arreglo a cláusulas generales de contratación, sino que simple y
llanamente las aceptó en bloque, mediante una presunción consistente en que las de
dudas o ambigüedades producto de la redacción del predisponente se interpreten en
favor del adherente. La interpretación contra proferentem, no debe descartar otros
criterios tales como la buena, fe, el sistemático, teleológico, etc.

La interpretación contra proferentem, siguiendo a Leyva Saavedra, presenta tres


requisitos: 1. que la cláusula sea dudosa, ambigua u oscura; 2. que la oscuridad,
ambigüedad o duda sean imputables al predisponente; 3. que tanto la oscuridad
como la ambigüedad o duda no se hayan podido resolver utilizando otros criterios
de interpretación.

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De acuerdo con una regla de interpretación arraigada en tiempos lejanos y
conservada en la mayoría de ordenamientos a nivel latinoamericano y europeo, así
como en el common law, cuando se esté ante la ambigüedad de una cláusula que no
haya podido ser superada a través de los demás cánones de interpretación y cuando,
adicionalmente, la cláusula haya sido dictada por una de las partes (o una de las
partes se haya valido de un formulario facilitado por un tercero), dicha ambigüedad
debería resolverse en contra de la persona que ha dictado la cláusula o se ha valido
del formulario del tercero: esta es la formulación básica y tradicional de la regla
denominada interpretatio contra proferentem. A esta se ha sumado en época reciente
una nueva formulación mucho más contundente: las ambigüedades deben ser
resueltas a favor del consumidor. (Rodríguez Olmos, 2012, p. 257)

La regla de interpretación contra proferentem también es una tradición conocida en


el derecho inglés. El juez británico lo usó principalmente para resolver disputas
donde las cláusulas limitativas o excluyentes de responsabilidad estuvieran
involucradas. Algunos autores evocan la regla no en la parte relacionada con la
interpretación de los contratos, sino en la de la exoneración y exclusión de
responsabilidad.

Se le da cierta importancia a esto doctrina en el Common Law, calificada como


«principio no solo legal, sino también de justicia», de tal suerte que se puede invocar
«para limitar el poder de dominación de aquel contratante que esté en la capacidad
de negociar según sus propios términos los que tendrá ser tomados o no por la otra
parte». (Suire, 2017, p. 85)

3. Interpretación Del Acto Jurídico en el Perú con origen Del Código Civil Peruano
La principal fuente es la del código civil italiano de 1942, en el cual un legislador
peruano fiel a su tradición de mantener un libro de acto jurídico, independiente del de
contratos, traslado los artículos 1366, 1363 y 1369 del Códice a los artículos 168, 169, 170.
La normatividad relativa a la interpretación de los contratos del Códice ha sido asimilada
por nuestro código civil en la redacción de los artículos de interpretación del acto jurídico
y también de la parte general de los contratos.

- Art. 1362: Los contratos deben negociarse, celebrarse, y ejecutarse según


las reglas de la buena fe y común intención de las partes.

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- Art. 169: Las cláusulas de los actos jurídicos se interpretan las unas por
medio de las otras, atribuyéndose a las dudosas el sentido que resulte del
conjunto de todas.
- Art. 168: El acto jurídico debe ser interpretado de acuerdo con lo que se
haya expresado en él y según el principio de la buena fe
- Art. 170: Las expresiones que tengan varios sentidos deben entenderse en
el más adecuado a la naturaleza y al objeto del acto.
- Art. 1401: Las estipulaciones insertas en las clausulas generales de
contratación o en formularios redactados por una de las partes, se
interpretan, en caso de duda, a favor de la otra.

La doctrina expresa y distingue claramente entre la interpretación objetiva y subjetiva,


siendo la interpretación denominada subjetiva, la cual está dirigida a aclarar la común
intención del parte, conforme al principio de fondo de la interpretación del contrato y la
interpretación denominada objetiva la cual está dirigida a fijar el significado del contrato
cuando está en duda la común intención de los contrayentes.

4. La Interpretación Del Acto Jurídico En El Código Civil Peruano


En la esencia del acto jurídico en del derecho peruano esta la voluntad jurídica. Los
elementos principales de la voluntad jurídica son el discernimiento, la intención, la libertad
y la exteriorizaron. La voluntad interna y su declaración compone una unidad denominada
voluntad jurídica. Al derecho no le importa la voluntad como hecho psicológico no
exteriorizado por lo que no existe ninguna trascendencia social. El derecho, por ser
regulador de conducta humana social, solamente se preocupa de encausar la voluntad
exteriorizada como acto social encaminado a producir consecuencias jurídicas.

5. Criterios Interpretativos
La tarea de la interpretación del negocio jurídico, entonces, opera en la
reconstrucción de “lo querido” o de “la común intención de las partes”, y el itinerario sería
a través del principio de la buena fe), de la interpretación sistemática y de la interpretación
teleológica.

5.1. Criterio de Expresión y Principio de Buena Fe


Según el Art. 168 del Código Civil, el criterio de expresión manifiesta la
tendencia objetivante del Código Peruano; la interpretación sólo deberá tener en cuenta
lo expresado lo que tiene una exteriorización concreta y específica. El principio de

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Buena Fe se refiere a la buena fe objetiva de confianza y lealtad que da lugar a una
exigencia de claridad por parte del destinatario y el deber de hablar claro del declarante.

5.2. Criterio de 1nterdependencia o coherencia lógica


Según el Art. 169 del Código Civil y el cual contiene un principio general de
entendimiento e invoca el criterio contextual al sentido de una cláusula aparece gracias
al conocimiento del contexto (cláusulas que anteceden o siguen) en el cual se ha
expresado la cláusula dudosa.

5.3. Criterio de la Naturaleza y el Objeto del Acto


Según el Art. 170 del Código Civil, este criterio se refiere a la relevancia jurídica
que tiene en cuenta la relación entre el negocio realizado en un caso particular y, la
formación típica legal.

Conclusiones
- Se identifica que en el Código Civil peruano de 1984 en su artículo 168, hace hincapié
en que el intérprete no calcula el sentido del acto por lo que no sea “en lo expresado” y
solo “desde lo expresado”, por tanto, el individuo que lo interpreta se reduce a un juicio
objetivo y extrínseco, sobre el significado del negocio.
- Dícese que el Código Civil peruano preserva una concepción objetiva para el análisis
de lo que realmente quieren las partes, lo anterior dispuesto por los artículos 140°, 141°,
168°, 1352°, 1361°, 1362°, 1373° y 1374° del c.c., preceptos que configuran la
declaración de la voluntad como fuente principal de interpretación en la medida que
obligan al interprete a buscar la real intención de las partes.
- Identificamos que en la interpretación subjetiva y objetiva está inmersa bajo algunos
errores y para superar dichos errores creemos que la interpretación debe orientarse a
determinar el significado más correcto del acto, considerando su función y eficacia
como un instrumento de autorregulación de interés privado.
- Se llega a concluir que la interpretación del acto jurídico es una labor de hermenéutica
jurídica que está destinada a encontrar el verdadero sentido y alcance de la
manifestación de la voluntad, que se encuentra dentro del acto jurídico.

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