Liderazgo Guia
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LIDER: Significa dirigir, con la implicación de proveer y ayudar, para guiar y cuidar un determinado grupo de personas.
“Es un soldado de Cristo, dispuesto a combatir las fuerzas del mal” (Ef. 6:12).
Personalidad: conjunto total de nuestras facultades físicas, mentales y emocionales, que a lo largo de la vida de cada ser han sido
construidas a partir de vivencias, experiencias y aprendizajes tanto favorables como desfavorables, positivos y negativos. Como
cristianos debemos adoptar una personalidad que refleje el rostro de Cristo.
Actitud: determinan la vida anímica de cada individuo, Este término guarda una relación particular en el estudio del carácter, como
indicación innata o adquirida, relativamente estable, para sentir y actuar de una manera determinada: (positiva, de respeto, de
arrepentimiento, colaboradora, altruista, emocional, racional/analítica, de confianza, flexible, empática). Dios obra por medio del
Espíritu Santo en nosotros para capacitarnos con sus dones sobrenaturales para desarrollar tareas que solamente Él puede hacer en
nosotros. Actitud se puede asociar con las virtudes. (Filipenses 2:1 al 3) “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún
consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo,
sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más
importante que a sí mismo.
Virtud: disposición permanente que inclina, de un modo fuerte y firme, a una potencia para actuar conforme a la recta razón
(Integridad, Fe, Esperanza, Caridad, Prudencia, Fortaleza, Justicia, Templanza, Capacidad para tomar decisiones, Persuasión,
Humildad, Responsabilidad, Aptitud, Entusiasmo, Generosidad, Honestidad ) (Gálatas 5:22 y 23) se habla de las obras del Espíritu
que pueden aplicarse como virtudes: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”
(Filipenses 4:8) "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Integridad: En el antiguo testamento, la palabra hebrea traducida "integridad" significa "la condición de ser intachable, perfección,
sinceridad, sensatez, rectitud, moralidad". Integridad en el nuevo testamento significa "honestidad y la adhesión a un patrón de buenas
obras". Jesús es el ejemplo perfecto de un hombre íntegro. (Hebreos 4:15) 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Aptitud: es la idoneidad, voluntad que posee un individuo para ejercer un cargo o realizar una determinada actividad; se asocia con la
competencia, es tanto mental como física. Una persona tiene la capacidad de desarrollar la aptitud: intelectual, emocional, moral,
emprendedora y proactiva ante las situaciones venideras. (Heb. 13: 20-21) 20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro
Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
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os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por
Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén
Carácter: es lo que verdaderamente somos, no la apariencia externa, sino la realidad interna. Es la expresión de nuestro corazón, no
de nuestra mente. Podemos tener ideas buenas pero acciones equivocadas. Nuestro carácter no son las buenas ideas sino la realidad de
nuestras acciones. El carácter no es algo que tenemos de una vez y para siempre. Es posible cambiarlo y desarrollarlo. Ese es el
propósito de Dios expresado en Rom 8:29 y Rom 12.2: que nuestro carácter cambie de tal manera que refleje el carácter de Cristo.
Ello implica, entre otras cosas, la adquisición de sabiduría y conocimiento (Jn 8:31-32) y el desarrollo de la habilidad de tomar buenas
decisiones, morales, justas y equitativas. Es el “esqueleto” sobre el cual se desarrolla la personalidad. Un carácter débil dará como
fruto una personalidad débil, Un carácter bueno dará como fruto una persona buena, y lo contrario también es cierto. Y así
sucesivamente. El carácter es el fundamento sobre el cual las personas edificamos nuestras vidas, y a través de ello, las de nuestras
familias, organizaciones y la sociedad entera.
Cualidades: características positivas de la forma de ser y actuar de una persona. Puede ser natural o aprendida; está relacionada con la
personalidad y el carácter. Algunos ejemplos de cualidades son: sinceridad, responsabilidad, simpatía y tolerancia. (Colosenses 3:12-
13) Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y
paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó,
así también {hacedlo} vosotros.
1. Dependen de la fuerza del Señor (Josué 1:06) 6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la
tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
2. Obedece la ley de Dios (Josué 1:7.8) 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley
que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas
que emprendas.
8
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
5. Demuestra integridad incuestionable, como una cualidad esencial, lo cual le permite ganarse la confianza de quienes le siguen (2
Cor. 4:2) “Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios,
sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios”. ( Mat 5:8)
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”
6. Son aptos para aprender y enseñar la palabra, se mantienen en constante estudio y apego a la sana doctrina, trazan bien la palabra,
siempre están abiertos a la capacitación y desarrollo personal (2 Tim. 2:15) “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”
7. Poseen madurez espiritual (1Tim.3:6) “no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. La
inmadurez espiritual impide que pueda desarrollar roles de autoridad, los cuales deben ir acompañados de conocimiento y
humildad (Hebr. 5:14) “pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los
sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”
8. Están al servicio de su equipo, nuestro señor Jesucristo establece el patrón por medio de sus propias acciones a nuestro favor
(Mat. 20:28) “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.
Ejerce el poder bajo el control de Dios (Mt 5:5), para mantener relaciones correctas. El líder siervo se disculpa por sus
errores (Mt 5:4); muestra misericordia cuando otros fallan (Mt 5:7), fomenta la paz cuando es posible (Mt 5:9). El liderazgo
cristiano se enfoca más en ayudar a otros que en mandarlos.
En las sagradas escrituras podemos encontrar personajes formados para ser líderes y que marcaron la diferencia a través del testimonio
y ejemplo de sus maestros:
-. Josué tuvo como modelo a Moisés;
-. David a Samuel;
-. Eliseo a Elías;
-. Los discípulos a Jesús;
-. Timoteo y Tito a Pablo.
b) Y…Ejemplo: (1 Timoteo 4:12) “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta,
amor, espíritu, fe y pureza”. “Que el principal sermón de tu vida lo predique tu conducta”.
En el caso del liderazgo cristiano es sumamente importante vivir siendo ejemplo antes de ser un elocuente predicador. Las palabras
convencen pero el ejemplo arrastra. (1 Pedro 5:2-3) “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por
fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que
están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”.
Cualidades esenciales de un buen líder cristiano basado en el llamado de Dios al ministerio, que hacen Marcar la diferencia
resaltando su testimonio y ejemplo:
CONVICCIÓN:
(Lucas 9:62) “Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.”. La
convicción se refiere a la seguridad que tiene una persona de la verdad o certeza de lo que cree o siente. En el caso del liderazgo
cristiano la fuerte convicción acerca del llamado de Dios en su vida es una característica indispensable. De hecho, el cristianismo está
basado en convicciones y no en emociones, de lo contrario nuestro desempeño estará influenciado por nuestro estado de ánimo.
Una vez iniciada la carrera en el liderazgo cristiano no hay vuelta atrás ya que los que lo hacen no agradan a Dios, y pasan a
convertirse en cristianos fracasados. (Hebreos 10:38) “Más el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma”.
SUMISIÓN
Solo una persona que ha sabido someterse sabe cómo hacer que otros lo sigan. Nuestra sumisión debe ser “a la voluntad de
Jesucristo” (Hechos 5:29) Pedro y los otros apóstoles respondieron: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien
que a los hombres. Sin embargo, Dios ha puesto líderes a quienes debemos someternos. Jesús siempre estuvo sujeto al padre
celestial. Un buen líder cristiano sabe escuchar, entiende y acepta sugerencias. La sumisión es el resultado de un líder lleno del espíritu
santo, es decir, la consecuencia natural de un líder consagrado a Dios es un líder que practica la sumisión.
DISCIPLINA
En (2 Pedro 1:5,6). El Apóstol pedro nos dice que:.. “a la fe debemos añadirle virtud y a la virtud, dominio propio”… Un buen
líder cristiano aprende la autodisciplina por medio de la sumisión y esta como consecuencia de estar llenos del espíritu santo mediante
la consagración.
PACIENCIA
En (2 Pedro 1:5,6). El apóstol pedro continúa diciendo “... y al dominio propio, paciencia…”. La paciencia es una virtud, fruto del
Espíritu santo en la ejecución del liderazgo cristiano.
Un líder que inspira a sus seguidores a seguir adelante solo necesita ser paciente e insistir en compartir su visión y con toda seguridad
obtendrá los resultados propuestos.
El líder cristiano tiene que estar consciente que el liderazgo es el proceso de toda una vida, implica ardua preparación y sometimiento
a la voluntad de Dios.
(Santiago 5:7-8) “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso
fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia,
y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca”.
TRANSPARENCIA
El líder debe ser transparente al hablar, comunicar con integridad y honestidad su plan, su visión, su misión y sus metas. Jesús siempre
habló con transparencia. Las iglesias necesitan de un líder que se acerque a cada persona, que tengan una relación de compartir como
familia. Que sean transparentes y sobre todo que actúen con naturalidad. Conocer la manera de vivir de cada hermano y así poder en el
amor de Cristo prestar su ayuda.
• El buen líder cristiano requiere esta pequeña cadena de cualidades. Si un líder es consagrado entonces está lleno del espíritu santo,
si está lleno del espíritu santo entonces podrá someterse a la autoridad superior y a Jesús como nuestro máximo líder. Si adquiere
sumisión, entonces podrá ser disciplinado, si es disciplinado podrá ser paciente y si es paciente podrá ser transparente. Estas
cualidades hacen que un líder pueda desarrollar un liderazgo tal que llevara a sus seguidores inevitablemente a los pies de Cristo cada
día y obtendrán victoria sobre victoria para la gloria de nuestro amado salvador Jesús.
10. Su mirada está enfocada en Dios; como líderes siempre vamos a ser:
Señalados…: En éste punto no debemos olvidar que la obra es de Dios y nosotros sólo instrumentos. Somos tesoros en vasos de
barro, dice Pablo en (2Corintios 4:7) lo cual nos recuerda que somos frágiles, pero su poder es nuestro recurso inagotable y del
cual debemos depender. (Neh. 4) 1 Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran
manera, e hizo escarnio de los judíos. 2 Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen
estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los
montones del polvo las piedras que fueron quemadas?
Allí Nehemías y el pueblo están siendo señalados y criticados hasta el punto de ser pisoteada su reputación como líder llamado por
Dios.
Nehemías no les responde solo habla con su Dios y ora contra el adversario.
4 Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por
despojo en la tierra de su cautiverio.
14 Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos
del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y
por vuestras casas.
….Y Ser sufridos: (2 Timoteo 2:3-4) “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se
enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. Esta es una característica de todos los
que deciden servirle al Señor: Ser sufrido. De hecho nuestro Señor Jesús recibe en (Isaías 53:3) el título de varón de dolores.
Como un soldado, el líder cristiano debe estar dispuesto a travesar por toda clase de dificultades por causa de la oposición del
mundo, la carne y el diablo.
En esta posición es donde podemos decir que transitamos la UDD (Universidad del desierto), de la cual debemos salir victoriosos,
los grandes líderes de la biblia atravesaron el desierto y de allí salieron con nuevas fuerzas, con ministerios firmes y con la
multigracia de nuestro señor Jesucristo!
Ser un líder cristiano no es tan fácil como parece, pero si somos llamados por Dios, Él es quien nos dará las herramientas necesarias
para cumplir nuestro rol, como líderes de su palabra y que podamos ejercer un ministerio preparados. Que es tan hermoso servir a
Dios y a las personas, que aunque nos traiga situaciones malas nos llena de satisfacción poder llevar la verdad a donde no la conocen.
a)-. Son personas de confianza
b)-. Escuchan
c)-. No juzgan
d)-. Delegan
e)-. Motivan
f)-. Entienden a las personas
g)-. Aprenden
h)-. Planean de ante mano
i)-. Fijan objetivos para ellos mismos
El liderazgo se basa en el carácter y no en los tipos de personalidad. La importancia que le da el líder a la integridad en su vida ayuda
a conocer el carácter de él como una persona de confianza, calificada para el liderazgo; reflejada a través de la solidez y la
transparencia.
La persona que hace de la integridad un hábito, podrá responder con acciones rectas, incluso cuando todo se está derrumbando.
(Santiago 1.8): «El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos». Quién es usted determina lo que usted hace.
Jesús dio importancia a esa verdad en sus enseñanzas (Mt 5-7). De ahí que el carácter sea el principio de la naturaleza moral interior.
El carácter es mejor entenderlo desde cómo se forma y cómo funciona en la vida ética cristiana.
a. ¿Puedo manejar información correctamente? Debe mostrar sabiduría e integridad. Lo que debe garantizar cualquier líder es
su capacidad de manejar correctamente información confidencial.
b. ¿Puedo aplazar un juicio? Evite realizar juicios a la ligera. Debe tomar sus decisiones sólo en base a argumentos y evidencias
sólidos.
c. ¿Estoy dispuesto a ser dirigido por Dios? Además de escuchar la voz de Dios, debe prestar atención a personas sabias. Es
clave la actitud de obediencia.
d. ¿Puedo confrontar de manera apropiada? Evitar el conflicto, la ira desenfrenada, el engaño descarado, las palabras hirientes
son algunas de las cosas que demandan un desafío de amor.
e. ¿Tengo miras amplias? La tradición de la iglesia da vida; el tradicionalismo amenaza la vida. La comodidad de lo familiar
también puede sofocar el avance de la iglesia. ¿Estoy en capacidad de aportar nuevas estrategias, una nueva visión?
f. ¿Tengo un temperamento de «sí, puedo»? Pareciera que algunas personas tienen la «bendición» del pesimismo. Las personas
con una actitud de «sí, puedo» son diferentes. En vez de decir: « ¿Por qué nosotros?» como su primera respuesta, dicen «
¿Por qué no?» ¿Cómo responde usted ante las nuevas ideas?
g. ¿Estoy dispuesto a asumir mi culpa? Los líderes piadosos asumen la responsabilidad por sus pecados. Son humanos, y lo
saben. No son personas que esconden su culpa, enfrentan sus equivocaciones con humildad.
a. Transparencia.
La habilidad para aceptar la crítica o para absorber las opiniones negativas no sólo ayuda a evitar situaciones delicadas, sino también a
cerrar la brecha causada por los errores.
b. Discernimiento.
La sabiduría para saber cuándo batallar y cuándo dejar pasar, el discernimiento para entender lo que es verdaderamente importante y
lo que podemos obviar, puede ayudar a los líderes a evitar errores o a superar los cometidos.
c. Honestidad.
La honestidad sigue siendo la mejor estrategia. Lo que no se esclarece a través de las declaraciones directas, eventualmente se
dispersará (y probablemente se distorsionará) por medio de los canales de las murmuraciones de la iglesia.
d. Integridad.
Las alternativas equivocadas abundan en el período posterior a haber cometido un error: encubrimientos, acusaciones, huidas rápidas.
Sin embargo, después de nuestro error viene el momento en que debemos ser totalmente rectos. Esta es la razón por la que debemos
tener estos rasgos de carácter marcados en el alma antes del desastre.
A lo largo de la Escritura ( 1 Tim 3) El apóstol pablo nos indica los esfuerzos mínimos a realizar y las cualidades de carácter que se
deben tener para el liderazgo cristiano, entre las cuales destacan las mencionadas en la lista del fruto del Espíritu: «El fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley». De igual
manera se nos insta a tener corazones compasivos, humildad, amabilidad, y perdón; a pensar en todo lo que es puro, bello, digno de
admiración, y pureza; lo que suponga virtud o merezca elogio; a ayudar a los necesitados, y dispuestos a compartir lo que tenemos;
pues más bienaventurado es dar que recibir; a tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros; a seguir la justicia, la
piedad, la constancia, a ser moderados, respetables, íntegros; decir la verdad y cumplir lo prometido aunque salgamos perjudicados; a
dar ejemplo en la manera de hablar, en la conducta, a ser prontos para escuchar, lentos para hablar y para enojarnos; a que nuestro
amor brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera; a ser hospitalarios, amigos del bien, sensatos, santos y
disciplinados.
Cuando hacemos un esfuerzo por cultivarlas en nosotros, realzamos nuestra manera de ser para que el Espíritu Santo pueda obrar y
transformar nuestro corazón, mente y espíritu. Quizás algunas o muchas de estas cualidades no nos nazcan espontáneamente, y la
verdad es que al principio tal vez tengamos que esforzarnos diligentemente para adoptarlas. La finalidad es fomentar en uno mismo un
carácter amoldado a Cristo; para ello se requiere «despojarse del viejo hombre, con sus hechos, y revestirse del nuevo [...] conforme a
la imagen del que lo creó, [el cual] se va renovando hasta el conocimiento pleno.
• Pero existen otras características no menos importantes, por medio de las cuales podemos evaluar nuestro servicio en la iglesia.
Motivación:
Agradar a Dios y no a los hombres.
(1 Tesalonicense 2:4) “… No como para agradar a los hombres, sino a Dios…”
En el liderazgo se enfrentan continuamente muchas tentaciones: ¿le gustara a la gente mi desempeño? ¿Les caeré bien? ¿Les gustara
mi intervención? ¿Me volverán a invitar?
Ser un líder cristiano verdadero es alguien que entrega su vida para que Dios pueda depositar en él, la capacidad de servirle fielmente
y que con denuedo pueda trabajar en el ministerio rescatando almas, y que pueda sentir el dolor que Dios siente por las almas.
Compromiso:
El punto de partida para la vida del líder cristiano es un corazón comprometido con el Señor Jesucristo, debe tener un profundo
compromiso con la iglesia, a través de un caminar diario, íntimo y guiado por el mismo Espíritu de Dios. Cada líder cristiano debe ver
a Jesucristo como el ejemplo supremo de liderazgo de servicio.
Responsabilidad:
Formar parte del cuerpo de la iglesia es un privilegio, pero también es una gran responsabilidad dada por Dios. No podemos olvidar
que la iglesia es del Señor, fue Él quien la ganó por su propia sangre, y que el líder, solo es un colaborador de Dios; ¿Por qué? Porque
el líder debe estar atento de no caer, él mismo. Tener cuidado de su propia condición espiritual, porque si falla, también fallará en el
cuidado de su equipo. (Hechos 20:28) Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él gano por su propia sangre. Este verso es quizás la descripción más rica
de la responsabilidad del líder cristiano en toda la Biblia. “Mirad por vosotros”, significa que el líder debe atender a su propio
bienestar espiritual primero. Una trampa de Satanás es mantenernos tan ocupados que descuidamos la oración y la amistad con Dios a
través de la Palabra. Muchas veces un líder falla porque ha estado tan ocupado en el ministerio, que ha descuidado su propia alma y se
ha convertido en un blanco fácil del enemigo.
El líder saludable debe aprender a equilibrar las demandas del liderazgo de iglesia con las demandas de la familia y de la vida
personal. Ciertamente, también es responsable ante toda su familia, ella tiene la libertad de poder tratar cualquier área o de ofrecer
consejo. De tal manera que ocasionalmente hay cosas dolorosas que oír, pero el estar en el ministerio no lo exonera de hablar claro
en su casa; es más, es algo que debe ser hecho.
• El Líder es consciente de su debilidad, sabe que no puede realizar la tarea por sí mismo. Sabe que incluso el Hijo de Dios trabajó
en equipo. Conoce que su función no es realizar por sí mismo todas las tareas, sino que es mucho más efectivo cuando es capaz de
descubrir y equipar al pueblo de Dios para el servicio.
La principal tarea de un líder es construir un equipo y Capacitarlo para hacer la obra del ministerio (producir otros líderes). La
observación y la experiencia demuestran que Dios siempre promociona a un ministerio mayor a los líderes que preparan a otros para
tomar su lugar.
(Ef.4:11-12). Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin
de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo
(2Ti. 2:2). Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a
otros.
• Un buen líder cristiano debe tener grabadas estas tres dimensiones subyacentes en sus pensamientos, decisiones y acciones:
-.La perspectiva y la esperanza eterna de que al final « [mi redentor] triunfará sobre la muerte».
-.Enfocar su atención en prepararse, hacer que otros se preparen (evangelización, discipulado y cuidado pastoral),
-.y lograr que la casa esté lista (la revitalización de la iglesia y la transformación de la sociedad).
Una visión Es la fotografía que Dios tiene de nuestro futuro si nos colocamos en su mano; es un SUEÑO posible que involucra un
PLAN realizable. Esto significa una meta de gran valor, que requiere una inversión personal y de tiempo, a largo plazo. Ambos
aspectos deben existir para que exista una visión. Un plan sin un sueño carece del ímpetu para atraer los líderes necesarios para
hacerlo funcionar. Una visión sin plan es visionaria no más.
El líder está enfocado en Dios, Le escucha en la oración, en la Palabra, Mantiene la visión de Dios. Eso es lo que realmente le
mueve. Nunca trabaja solo y nunca trabaja para sí mismo.
a. Visión Inspiracional Compartida: el líder visiona el futuro; comunica apasionadamente la visión; y atrae talento apelando a
aspiraciones compartidas.
b. Formación de equipo: el líder promueve la colaboración, fortalece a otros, delega funciones, forman equipos sólidos.
d. Desarrollo de Gente: el líder identifica y retiene el talento; implementa un efectivo proceso de reclutamiento y proceso de selección;
crea oportunidades de desarrollo profesional para su equipo.
MODELOS DE LIDERAZGO:
Hay un modelo centrado en el líder; en el cual se pretende que todo pase a través de él. Ese líder se convierte en un
adicto al control, y acaba convirtiéndose en el cuello de botella de la congregación. Un embudo tiene una capacidad, por
más que echemos en la parte ancha del embudo sólo pasará lo que es capaz de pasar por la parte estrecha.