Termómetro de Galileo

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Termómetro de Galileo

14 05 2009

Galileo, además de dedicarse a la astronomía, dedicó parte de su tiempo y su ingenio a


construir aparatos con los cuales poder medir la temperatura. Uno de los más curiosos
es el termómetro que lleva su nombre. Seguro que lo has visto en alguna tienda de
decoración o similar ya que, además de su utilidad para medir la temperatura, es
tremendamente vistoso. Consta de un tubo estrecho, lleno de agua y cerrado por ambos
extremos, en cuyo interior se colocan algunas esferas con agua coloreada en su interior,
provistas de una plaquita que indica la temperatura. Dependiendo de la temperatura las
esferas suben o bajan y la temperatura del agua (y por tanto de la habitación en la que se
encuentra el termómetro) se corresponde con la última de las esferas que flotan en la
parte superior (la situada más abajo).

El fundamento físico es el siguiente:


Sobre cada una de las esferas actúan dos fuerzas: empuje (E) y peso (P).

El empuje puede calcularse (Principio de Arquímedes) como el producto del volumen


de la esfera (VE) por la densidad del agua y por la gravedad y el peso es la suma del
peso de la esfera (m g) y el del agua contenida en su interior (VLdH2O g), donde VL es el
volumen de agua del interior de la esfera.

Cuando la esfera está en equilibrio se cumple que E = P y sustituyendo llegamos a la


expresión : (VE - VL) dH2O = m

Si tenemos en cuenta que la densidad del agua varía con la temperatura según

Sustituyendo en la expresión anterior y operando obtendremos que para que una esfera
esté en equilibrio debe cumplirse:

De le expresión anterior se deduce que si consideramos que todas las esferas tienen
idéntico volumen (igual VE ), cuanto más alta sea la temperatura menor cantidad de
líquido (VL ) ha de contener en su interior para estar en equilibrio. Así se explica que las
esferas destinadas a medir temperaturas más altas tengan menor cantidad de agua
coloreada en su interior.

Imaginemos ahora una esfera cualquiera que esté en equilibrio. Si aumenta la


temperatura disminuirá el término entre paréntesis, con lo cual la expresión no valdrá
ahora cero, sino que adquirirá un valor negativo, o lo que es lo mismo, sobre la esfera
actuará una fuerza resultante hacia abajo que la hará descender. Las esferas “diseñadas”
para medir temperaturas más altas flotarán en la parte superior ya que para ellas la
expresión tiene un valor positivo. El valor de la temperatura se corresponde, por tanto,
con el de la esfera situada en la parte inferior del grupo situado más arriba.

La precisión del aparato no es como para tirar cohetes (20 C), pero no se puede negar  lo
ingenioso, y decorativo, del invento.

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