LAUDO ARBITRAL
Para dar solución a la casuística, es necesario citar la siguiente Ley : 1563 de 2.012, “
Por medio de la cual se expide el Estatuto de Arbitraje Nacional e Internacional, y se
dictan otras disposiciones”.
Siguiendo de cerca el modelo de la Uncitral , la Ley 1563 de 2.012, sitúa al país como
uno de los mas desarrollados en la materia de arbitraje internacional y según lo
anterior se dispone que un arbitraje es internacional cuando:
1) Las partes en un acuerdo de arbitraje tengan, al momento de la celebración de
ese acuerdo, sus domicilios en Estados diferentes; b) el lugar del cumplimiento
de una parte sustancial de las obligaciones o el sitio con el cual el objeto del
litigio tenga una relación más estrecha está situado fuera del Estado en el cual
las partes tienen sus domicilios, y c) la controversia sometida a decisión arbitral
afecte los intereses del comercio internacional”.[ CITATION Ann12 \l 1034 ]
Nótese que si las partes no están en consonancia respecto a iniciar el proceso de
arbitraje, los árbitros no recurrirán a las normas procesales, dejando que dicho proceso
salga del contexto nacional.
Art. V Convención New York; en su Literal A: El acuerdo de arbitraje no será válido si
una parte no cuenta con el consentimiento.
2) Un laudo arbitral categóricamente se deberá cumplir cabalmente por las partes,
en concomitancia a la expresión de la voluntad de las mismas, empero si una de
las partes no accede a actuar en relación con un laudo arbitral, ésta estará
susceptible a las autoridades jurisdiccionales competentes, en observancia a
que un laudo tiene las características de definitivo, inapelable e irrevocable.
3) Nos debemos remitir a la Convención de New York, a fin de dilucidar e temas
referentes a ejecución de un laudo arbitral de carácter internacional en
Colombia, las partes deberán pactar y de ésta forma se dirime n las
controversias toda vez que resulten, en la Cámara de Comercio Internacional,
acompañado del aval de la Ley 1563 de 2.012.
La Corte Suprema de Justicia, examina de fondo si un Laudo, contiene el
carácter de validez, toda vez que sea constate, será de ejecución a nivel
nacional. Los Laudos generados en Colombia, con carácter internacional serán
de contexto nacional, no requieren de reconocimiento alguno, no obstante si
unas de las partes, renuncia a interponer recurso de anulación contra el Laudo,
ahí si es propicio realizar el trámite de dicho reconocimiento.
Análisis lectura Algunas Cuestiones Sobre El deber Jurídico
Es mi menester consignar en este trabajo, que el todo jurídico nos circunda, por
el hecho de nuestra condición natural humana, dados los dotes de raciocinio,
razón, adaptabilidad comprobada, y capacidad de análisis, se nos ha
encomendado por el mismo sistema emplear estos dotes, con la finalidad de
vivir en simetría con mi igual, que a diferencia de nuestros hermanos inferiores
( Los animales), contamos con la capacidad de realizar operaciones mentales,
que atienden a comportamientos propios del hombre, que no es mas que un
afianzamiento de nuestra complejidad analítica, moldeada , en aras de adoptar
una conducta compacta frente a los demás individuos con los que se
intercambien ideas, pensamientos, modus vivendi, costumbres, culturas y
condiciones socio económicas, y está demostrado con este trabajo de proyecto
integrador, que deben estar latentes aquellos entes reguladores jurídicos como
son los árbitros, en vista que los hay en muchas aristas del diario vivir del
hombre, como las autoridades policiales, autoridades laborales, locales,
internacionales, y no debo dejar de mencionar las autoridades jurídicas.
Un modelo de ordenamiento jurídico está diseñado para imprimir una
aplicabilidad de control al compendio de individuos que estamos insertos en un
mismo sistema, o enjundia organizada por las naciones, a fin de contar con un
pueblo que forje las naciones, las habite y actúe conforme a estas autoridades
mismas necesitan para que exista un orden lineal, sin embargo, es esa misma
complejidad del hombre que da cabida a una actitud que va en contravía de lo
que propone el ordenamiento jurídico, y es ahí donde salta a la luz la propuesta
Kelseniana, de aplicar la sanción a quienes no pueden o no tienen la mera
voluntad de dejar entre ver una conducta en consonancia con los demás que si
van por la recta línea de lo que llamo el deber ser del actuar del hombre en
sociedad, “sana conducta”. No dejando a un lado el aspecto cultural que tanto
oprime y constriñe al hombre, éste debe aprender con esa misma capacidad de
aprendizaje natural como don divino, la “fácil” adaptabilidad, a emprender un
comportamiento que no rompa los ejes de la ética, ni de la moral, porque
cuando se quebranta, salta ala la luz el castigo, y quizá merecido, por haber
faltado al objetivo de cuidado, por irrumpir en la institución de la Bona Fide, y
en relación a la casuística de éste trabajo, son esas conductas como la parte que
no quiso hacer reverencia al Laudo arbitral, que generan discordia no solo ante
la otra parte, sino ante un todo deber jurídico que está en la necesidad de
abogar por quienes han saboreado la hiel de la injusticia, el atropello del otro, y
es ahí donde requerimos a grito entero un árbitro que tenga el poder y la
sapiencia desde el ámbito del derecho para ejercer su control y lograr dirimir
con total éxito cualquier inconformidad que exponga un individuo o el llamado
la “otra parte”.