Impactos y Mitigacion de Contaminacion Acustica Marina
Impactos y Mitigacion de Contaminacion Acustica Marina
Impactos y Mitigacion de Contaminacion Acustica Marina
SOBRE IMPACTOS Y
MITIGACIÓN DE LA
CONTAMINACIÓN
ACÚSTICA MARINA
1
DOCUMENTO TÉCNICO SOBRE
IMPACTOS Y MITIGACIÓN DE LA
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA MARINA
Madrid, 2012
2
• Elaborado por Natacha Aguilar (Universidad de La Laguna) y Ana Tejedor
(KAI Marine Services), con el apoyo del Grupo de Expertos Nacional del
Ruido Submarino y la contribución del informe "Prospecciones sísmicas
marinas: Acuerdo de medidas de mitigación del efecto en los cetáceos de
aguas españolas e identificación de áreas sensibles" (Carla Álvarez,
Manuel Castellote y Manel Gazo, SUBMON, noviembre 2011)
Cita:
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (2012). Documento
técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina.
Madrid. 146 pp.
Edita:
© Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
Secretaría General Técnica
Centro de Publicaciones
NIPO: 280-12-232-2
3
En memoria de Wolfgang Dinter,
quien dentro del Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno
alemán fue, hasta su prematura muerte, pionero en promover
los trabajos de evaluación de los efectos del ruido submarino
sobre la biodiversidad, incluyendo posibles medidas de
mitigación, para su análisis dentro del Convenio OSPAR.
Dichos trabajos fueron la base técnica para la elaboración del
primer informe nacional de febrero de 2010.
4
ÍNDICE
Resumen ejecutivo...................................................................................... 6
5
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Resumen ejecutivo
RESUMEN EJECUTIVO
La legislación nacional aplicable actualmente es la Ley 37/2003 del Ruido, así como
la Ley 41/2010 de Protección del Medio Marino, la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la
Biodiversidad y la Ley 9/2006 de Evaluación de Impacto Ambiental, por ser el ruido una
fuente de impacto potencial sobre la vida silvestre y porque la introducción de energía,
incluido el ruido subacuático, es uno de los descriptores para determinar el buen estado
ambiental.
1
Convenio OSPAR para la protección del Medio Ambiente Marino del Atlántico del Nordeste
2
Acuerdo ACCOBAMS sobre la conservación de los cetáceos del mar Negro, el mar Mediterráneo y el Área Atlántica
Vecina
3
Acuerdo ASCOBANS para la conservación de los pequeños cetáceos del mar Báltico, el Nordeste Atlántico, el mar de
Irlanda y el mar del Norte
4
CBI: Comisión Ballenera Internacional
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Resumen ejecutivo
PRIORIDADES DE ACTUACIÓN
LEGISLATIVAS
• Desarrollo de la Ley del Ruido para contemplar las emisiones acústicas submarinas.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Resumen ejecutivo
• Estudios del impacto del ruido antrópico sobre la vida marina (efectos sobre la
pesca, sensibilidad acústica de las especies, daños fisiológicos, efectos de
comportamiento, respuestas a nivel individual y poblacional).
• Las dos medidas anteriores pueden incorporarse a la base de datos ROAR, de modo
que esta se convierta también en un instrumento de trasvase de información a los
convenios internacionales, de los que España es parte, que están solicitando
información sobre la contaminación acústica en aguas nacionales de sus miembros.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Resumen ejecutivo
EDUCACIÓN E INCENTIVACIÓN
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-I-
AVANCES REGULATORIOS
SOBRE EL RUIDO SUBMARINO
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (UNCLOS)
La Convención sobre el Derecho del Mar, de la que España forma parte desde su
ratificación en 1997, prevé la adopción de medidas contra la contaminación del medio
marino. En su definición de “contaminación del medio marino” (artículo 1.1 (4) está
subsumido el ruido submarino dentro de la “introducción por el hombre, directa o
indirectamente, de sustancias o de energía que puedan producir efectos nocivos en el
medio marino”. El capítulo XII de este Convenio se ocupa en su totalidad de la protección
y conservación del medio marino. En el mismo conviene destacar diferentes obligaciones
de los Estados en la lucha contra todo tipo de contaminación en el medio marino (artículo
194), en particular que dichas acciones deben incluir medidas especiales para la
protección y conservación de ecosistemas frágiles o raros, así como los hábitats de
aquellas especies amenazadas. El artículo 236 concede cierta inmunidad con respecto a
las anteriores medidas a las actividades militares de los Estados, exclusión parcial, puesto
que el compromiso expresado en dicho artículo es que las cumplirán en la medida de lo
posible.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Convenio OSPAR para la protección del Medio Ambiente Marino del Atlántico del
Nordeste
En el marco del Convenio OSPAR encontramos, por una parte, los artículos 1(d) y 2
(1), los cuales contienen la obligación por parte de los Estados parte de reducir y mitigar
los impactos de la contaminación en el medio ambiente marino. En el Anexo V del
Convenio OSPAR sobre la protección y conservación de los ecosistemas y la diversidad
biológica, las Partes se comprometen a adoptar las medidas necesarias para proteger,
preservar y gestionar las especies amenazadas y, en particular, a identificar, con vistas a
su regulación, las actividades que causan, o es probable que causen, un impacto
significativo sobre la conservación de la biodiversidad. En relación a este último punto,
conviene destacar también la obligación de las partes de implementar el principio de
precaución y la obligación de utilizar las mejores tecnologías disponibles para reducir y
mitigar dichos impactos.
Convenio de Barcelona para la protección del medio marino y de la región costera del
Mediterráneo
Este Convenio cuenta con diferentes protocolos, uno de los cuales es el Protocolo
para la Protección del Mediterráneo frente a la contaminación derivada de la exploración y
explotación de la plataforma continental y el suelo y subsuelo marino. En el artículo 3 de
este Protocolo se establece que todas las Partes deben usar las mejores tecnologías
disponibles y las mejores prácticas para prevenir y eliminar la contaminación (incluyendo
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
el ruido) de las actividades marinas. A su vez el artículo 3 del Protocolo sobre las Zonas
Especialmente Protegidas y la Diversidad Biológica del Mediterráneo, establece que cada
parte tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para proteger, preservar y
gestionar las especies amenazadas y en peligro, y en particular, deben identificar, con
vistas a regular, las actividades que tienen o pueden llegar a tener un impacto significativo
sobre la conservación de la biodiversidad.
Convenio de Bonn sobre Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS)
• asegurar que las Evaluaciones de Impacto Ambiental, tienen en cuenta todos los
efectos que las actividades puedan tener sobre los cetáceos y la biota marina y sus
rutas migratorias, considerando un enfoque ecológico holístico desde la fase de
planificación estrategica.
• aplicar las Mejores Técnicas Disponibles (BAT) y las Mejores Prácticas Ambientales
(BEP), incluyendo tecnologías limpias cuando sea apropiado, en sus esfuerzos para
prevenir y eliminar la contaminación acústica/ ruido submarino.
• integrar la cuestión del ruido submarino en los planes de gestión de las Áreas
Marinas Protegidas.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
• adoptar medidas de reducción del uso de sónares navales de alta intensidad hasta
que una evaluación transparente de su impacto ambiental sobre los mamíferos
marinos, los peces u otras formas de vida marina haya sido completada y en la
medida de lo posible, intentar prevenir los impactos de su uso, especialmente en
áreas reconocidas o con probabilidad de ser hábitats importantes de especies
particularmente sensibles a sónares activos;
• seguir desarrollando trabajos y estudios relativos al ruido submarino y aportar
información relevante sobre el ruido submarino;
• examinar la posibilidad de introducir “zonas protegidas de los ruidos”, donde la
emisión de ruidos submarinos pueda ser controlada y minimizada para la protección
de los cetáceos y otras biotas.
Acuerdo para la Conservación de los Cetáceos del mar Negro, el mar Mediterráneo y el
Área Atlántica Vecina (ACCOBAMS)
Varias Resoluciones han sido aprobadas bajo el marco de ACCOBAMS, un acuerdo
emanado del Convenio sobre Especies Migratorias, en esta materia. La más reciente es la
Resolución 4.17 Directrices para tratar el impacto del Ruido Antropogénico sobre los
Mamíferos Marinos en el área de ACCOBAMS, en el año 2007. En esta Resolución, se
establecen unas Directrices para gestionar los impactos del ruido submarino sobre los
cetáceos en el Área ACCOBAMS, como referencia para el correcto desarrollo de actividades
que producen ruido submarino. Mediante la Resolución, se pide a las Partes:
Por otra parte, la Reunión de las Partes insta al grupo de trabajo establecido bajo la
Resolución 3.10 a que, en cooperación con la Secretaría, el Comité Científico y las Partes,
desarrollen las directrices presentadas con el objetivo de probar su aplicación en áreas
específicas e informar acerca de los progresos alcanzados en la implementación de la
Resolución 4.17.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Acuerdo para la conservación de los pequeños cetáceos del mar Báltico, el nordeste
Atlántico, el mar de Irlanda y el mar del Norte (ASCOBANS)
Este Acuerdo en su Quinta Reunión de las Partes (MOP-5, 2006) adoptó una
resolución sobre el efecto adverso del sonido, los barcos y otras formas de impacto sobre
pequeños cetáceos. En dicha resolución las Partes se comprometen a desarrollar, junto
con las autoridades relevantes, incluidas las militares, medidas correctoras, incluida la
evaluación de impacto ambiental, para reducir el impacto y el posible daño físico a los
pequeños cetáceos. Igualmente esta resolución hace referencia a otros dispositivos
acústicos de barcos de pesca, a las actividades industriales extractivas o a cualquier otro
tipo de impacto o alteración. Se introduce además la necesidad de evaluar la efectividad
de cualquier tipo de directrices o medidas de mitigación introducidas.
Destaca también la Resolución adoptada por la Sexta reunión de las Partes (MOP-6)
en 2009, relativa a “Efectos adversos del ruido submarino sobre los mamíferos marinos
durante las actividades de construcción marinas para la producción de enerías renovables”
(Resolución 6.2).
Organización Marítima Internacional (OMI)
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Comisión Ballenera Internacional (CBI)
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I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Directiva marco sobre la Estrategia Marina (Directiva 2008/56/CE por la que se
establece un marco de acción comunitaria para la política del medio marino)
Mediante esta Directiva los Estados miembro quedan obligados a establecer las
medidas necesarias para lograr o mantener un buen estado ambiental del medio marino a
más tardar en el año 2020 (artículo 1). La definición del buen estado medioambiental
significa que la utilización del medio marino se encuentra en un nivel sostenible y entre
otras se destaca que dicho nivel sostenible exige que los vertidos antropogénicos de
sustancias y de energía, incluidos los ruidos, en el medio marino no generen efectos de
contaminación (artículo 3).
Por otro lado, dado que es uno de los descriptores menos estudiados, la CE estableció
un Subgrupo de expertos con el objetivo de revisar la información disponible y ayudar a
los Estados Miembros con la aplicación técnica de los Indicadores definidos para el
Descriptor. El informe final del Grupo ha sido publicado en febrero de 2012 (Van der Graaf
et al., 2012). El informe clarifica el propósito, uso y limitaciones de los indicadores y
describe la metodología que será concreta, efectiva y practicable en un primer esfuerzo
por clarificar el desarrollo técnico de los indicadores y por tanto avanzar con la aplicación
práctica de los mismos.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Directiva relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres
(Directiva 92/43/CEE de Hábitats)
En el campo de biodiversidad el instrumento más ambicioso de la Unión Europea sin
ninguna duda es la creación de la Red Natura 2000, a través de la Directiva 92/43/CEE.
Esta Directiva exige a los Estados miembros, dentro de su territorio o dentro de las aguas
marítimas bajo su soberanía o jurisdicción nacional, la creación de Zonas Especiales de
Conservación para aquellos hábitats y especies recogidos en los anexos de la Directiva,
(entre los que se incluyen tanto hábitats como especies marinas) para asegurar la
conservación de los mismos y evitar su deterioro. Para asegurar esto último las Zonas
Especiales de Conservación deben de contar con adecuados planes o instrumentos de
gestión con las medidas adecuadas. En el caso de las Zonas Especiales de Conservación
establecidas en el medio marino, las anteriores medidas deberán establecer las
correspondientes limitaciones con respecto al ruido si existen razones que así lo
justifiquen.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Ley 41/2010, de 29 de diciembre, de Protección del Medio Marino (transposición de la
Directiva marco sobre la Estrategia Marina)
Esta ley introduce la exigencia de desarrollar estrategias marinas como elementos
holísticos y horizontales de planificación, instrumentos en los que la problemática del ruido
submarino debe quedar recogida en toda su extensión.
Por otro lado, actualmente se está trabajando en la evaluación inicial, definición del buen
estado ambiental y establecimiento de objetivos ambientales en base a dicho descriptor.
Para ello se está trabajando en la evaluación del impacto potencial de las actividades
humanas generadoras de ruido submarino, considerando los efectos acumulativos de
presiones como el tráfico marítimo, la presencia de grandes puertos, la pesca y las
campañas de prospección sísmica.
Normativa de Evaluación ambiental: Evaluación ambiental estratégica (Ley 9/2006, de 28
de abril, sobre evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio
ambiente) y Evaluación de Impacto Ambiental (Real Decreto legislativo 1/2008, de 11 de
enero por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Evaluación de Impacto
Ambiental de proyectos)
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Normativa sobre Ruido (Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido)
Esta normativa muestra una importante ambición del ordenamiento español al
superar con creces el ámbito de aplicación y el objeto de la normativa europea sobre
Ruido ambiental (Directiva 2002/49/CE), el cual se reduce al impacto del ruido ambiental
sobre los seres humanos. No obstante, hay que tener en cuenta que la legislación
española excluye igualmente de su ámbito las actividades militares. En su articulado
destaca el art. 7.1. Este artículo establece que los límites de inmisión (nivel de ruido
incidente en el espacio y que procede de una fuente de ruido) se regulan por el Real
Decreto 1367/2007 en los Espacios Naturales que requieran una especial protección
contra la contaminación acústica. Así, el art. 14.3 de dicho Real Decreto establece que los
objetivos de calidad acústica para ruido, aplicables a estos espacios naturales, se
establecerán para cada caso en particular, atendiendo a aquellas necesidades específicas
de los mismos que justifiquen su calificación. En este sentido, la legislación española no ha
definido todavía límites (aplicables a nuevos proyectos) ni objetivos (aplicables a fuentes
de ruido existentes) para espacios naturales terrestres, ni mucho menos para el medio
marino, exigiéndose en la práctica (para espacios terrestres) los límites de inmisión que se
aplican a los usos urbanos más sensibles (esto es, sanitario, docente y cultural y que
equivaldrían por ejemplo a unos limites de 80 dB de LAmax, 55 dB día / 55 dB tarde /45
dB noche en el caso de nuevas carreteras o vías de tren y 50 dB día / 50 dB tarde / 40 dB
noche en el caso de nuevas actividades y puertos. En el RD también se fijan los niveles
objetivo. Los dB de LA son niveles de sonoridad (L de level) expresados en decibelios
ponderados para el ser humano, según una escala A definida por la sensibilidad de nuestro
oído al sonido de distintas frecuencias (por ejemplo, no oímos infrasonidos ni ultrasonidos,
y la energía acústica en estos rangos se multiplicaría por cero para expresar dB LA). Los
dB LAmax expresan niveles máximos y son adecuados en caso de eventos cortos muy
ruidosos, aunque sería importante consider otras medidas para los ruidos continuos.
La normativa del ruido define que será controlado por las instituciones
competentes. En el medio terrestre por tanto la competencia cae principalmente sobre los
ayuntamientos, lo que no excluye otras entidades cuando sea necesario, como lo sería en
el caso de que se desarrolle esta Ley para el control del ruido submarino.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad
OBJETIVO 3.10 Establecer una planificación integrada del medio marino de forma que se
reduzca el impacto sobre la biodiversidad de las actividades humanas.
- Acción 3.10.1 Establecer, para cada demarcación marina y en el marco de las estrategias
marinas, programas de medidas para lograr el buen estado ambiental de la biodiversidad
marina.
OBJETIVO 3.11 Establecer Áreas Marinas Protegidas y espacios de la Red Natura 2000 en
el medio marino y asegurar su gestión coherente.
- Acción 3.11.2 Elaborar los criterios mínimos comunes para la gestión coordinada y
coherente de la Red de Áreas Marinas Protegidas de España, así como el Plan Director de
la Red.
- Acción 3.11.3 Elaborar, aprobar y aplicar planes de gestión de las Áreas Marinas
Protegidas y de los lugares Red Natura 2000 de competencia estatal.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
I. Avances regulatorios sobre el ruido submarino
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
II. Introducción al sonido
-II-
INTRODUCCIÓN AL SONIDO
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
II. Introducción al sonido
I = W / área = W / m2
Para comprender estas medidas de forma intuitiva podemos utilizar el símil de una
presión mecánica sobre nuestra piel. La misma energía de presión, repartida durante un
periodo muy largo (poca potencia) y sobre un área amplia (poca intensidad), producirá
menos dolor instantáneo que si toda la presión se concentra en un instante y sobre un
punto de la piel (alta potencia e intensidad), aunque una presión duradera de menor
intensidad también puede causar daños. En acústica es importante la energía total emitida
al medio, así como su temporalidad (un zumbido continuo de varias horas puede contener
la misma energía total que un pulso sísmico < 1 segundo). Los estereocilios de la cóclea
(células sensibles a la vibración en el caracol del oído) perciben la onda de presión
acústica de forma continua. Sin embargo, el procesado neuronal tiene un tiempo de
integración de la energía acústica, de duración variable para distintas especies. Por ello,
un sonido de alta intensidad instantáneo, de duración menor al tiempo de integración,
puede no ser percibido en el cerebro con la sonoridad correspondiente a su nivel máximo,
dado que se ha promediado este nivel durante todo el tiempo de integración, y aún así
este nivel máximo puede provocar daños auditivos. Por otra parte, el agotamiento
metabólico de los estereocilios también puede darse por una estimulación constante
debida a un sonido de intensidad media-alta, que en una exposición corta no hubiera
resultado dañino.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
II. Introducción al sonido
SONORIDAD
Es la sensación sonora, o medida subjetiva, de la intensidad con la que un sonido
es percibido, en una escala del más débil al más fuerte. La sonoridad depende de la
intensidad de un sonido, pero también de su frecuencia, amplitud y otras variables, como
pueden ser la sensibilidad del oído de quien escucha o la duración del sonido. La
sensibilidad de cada oído a determinadas frecuencias dicta su umbral de audición, que es
la mínima intensidad a la que un sonido puede ser detectado por un determinado oído. Por
ejemplo, las personas no oyen ultrasonidos aunque sean de gran intensidad. Así mismo,
para los seres humanos la sonoridad se agudiza para sonidos débiles, y disminuye para
sonidos fuertes, lo que se debe a que la audición no es lineal, sino logarítmica. Por ello es
adecuado medir la sonoridad en unidades logarítmicas, los decibelios (dB).
DECIBELIOS
Son sumamente útiles por dos razones: la primera es que constituyen una medida
comparativa o de relación entre dos sonidos, porque el ser humano no puede dar una
indicación fiable de la intensidad de un sonido aislado, mientras que es capaz de distinguir
diferencias muy pequeñas de intensidad entre dos sonidos. Se hizo coincidir el nivel de
referencia en el aire (0 dB) con la presión sonora de 20 micropascales (μPa), por ser esta
la mínima presión audible para una persona. Así, los decibelios en aire expresan la
diferencia de intensidad entre el sonido a cuantificar (intensidad producida por una presión
sonora X) y la presión de 20μPa (por eso las medidas se dan re 20μPa en aire). En el mar,
al no basarse las unidades de medida en el ser humano, se utiliza la referencia de 1μPa
(re 1μPa), por ser más cómodo a la hora de hacer los cálculos. La segunda razón de la
utilidad de los decibelios es el gran rango de presiones a las que son sensibles los
animales, en el caso humano, desde 0 dB (20 μPa) hasta el umbral medio del dolor,
8
normalmente entre 100-140 dB re 20μPa (134 dB=100Pa=10 μPa). Esta gran diferencia
hace mucho más sencillo trabajar en escala logarítmica (de 0 a 134 dB), que en escala
lineal (de 20 a cien millones de μPa). A la hora de medir sonido lo que nos llega es una
onda de presión, con una determinada potencia e intensidad. La forma de expresar en
decibelios estos parámetros se representa en el siguiente cuadro:
Los decibelios
Bel: expresión logarítmica de una potencia con respecto a otra
de referencia =log10(Wm/ Wref)
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
II. Introducción al sonido
COMPARATIVA DE NIVELES EN MAR Y AIRE
Hay dos razones principales por las que no se pueden transformar directamente los
niveles sonoros en el mar y en el aire (ver Anexo 1). La primera se debe a que las
variaciones de la densidad y velocidad del sonido en cada medio provocan cambios en la
transmisión de la presión acústica. Para corregir estos efectos hay que sumar 36 dB al
nivel medido en aire. La segunda razón viene dada por los distintos niveles de referencia
utilizados para calcular el nivel de las señales en agua (re. 1 μPa) y en aire (re. 20 μPa),
que se traduce a 26 dB. Por tanto, para expresar un nivel medido en aire a su equivalente
matemático en agua deben sumarse 62 dB. Sin embargo, el gran desconocimiento
existente, sobre las adaptaciones de la fisiología acústica de la fauna marina para recibir el
sonido, hace que lo más prudente sea no realizar extrapolaciones sobre los impactos que
los mismos niveles de sonido podrían tener en mar y aire.
FRECUENCIA
Es el número de veces que una onda completa un ciclo en un segundo. Sus
unidades son ciclos por segundo o Hertzios (Hz). Los humanos describimos los sonidos
como graves o agudos según sean de frecuencias bajas o altas, respectivamente. El rango
humano de audición se encuentra entre las frecuencias de 20 Hz y 20 kHz (kiloHertzios)
(Figura II.1). Frecuencias más graves o bajas se denominan infrasonidos. Frecuencias más
altas o agudas son ultrasónicas. Distintas especies marinas son sensibles a un amplio
rango de frecuencias, desde las infrasónicas (muchos peces) a las ultrasónicas (cetáceos y
algunos peces clupeiformes), llegando a más de 150 kHz. El umbral de sensibilidad a
distintas frecuencias será por tanto distinto para cada especie, según la fisiología de su
sistema auditivo, pudiéndose realizar audiogramas tanto en base a estudios de potenciales
evocados en el cerebro, al ser expuesto el animal a ciertos sonidos, como en base a
comportamientos de individuos, entrenados a realizar ciertas acciones al escuchar un
sonido. Los resultados de ambos métodos son comparables, aunque no idénticos en
muchos casos. En la figura II.1 se presentan ejemplos de audiogramas para varias
especies de mamíferos marinos.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
II. Introducción al sonido
Transmisión del sonido en el mar
La señal se atenúa al transmitirse debido a la pérdida por absorción y por
divergencia. El nivel de absorción de la energía acústica depende de la longitud de onda
de la señal. Ondas de alta frecuencia, con muy pequeña longitud de onda, chocan con las
moléculas de agua, las hacen vibrar y pierden energía que es absorbida en esta vibración.
Cuanto menor sea la frecuencia, y por tanto más largas las ondas, tienden a no chocar
sino “mecer” las moléculas de agua y, por tanto, reducen la pérdida de energía por
absorción. En base a esto, Payne y Webb (1971) calcularon que las vocalizaciones del
rorcual común, con una frecuencia de 20 Hz, podrían detectarse a cientos, incluso miles
de kilómetros en ausencia de ruido que las enmascarara. Estas vocalizaciones fueron
detectadas en todos los océanos cuando se instalaron hidrófonos extensivamente en la
segunda guerra mundial, invirtiendo la marina americana una fortuna para identificar su
fuente. Se han llevado a cabo varios experimentos de transmisión acústica en los que se
situaron emisores de baja frecuencia y gran potencia a profundidad, en el denominado
canal SOFAR. Este canal se crea debido a que la velocidad del sonido se relaciona con la
temperatura del agua y con la presión. Al descender la temperatura en profundidad, la
velocidad también disminuye. Por debajo de la termoclina, cuando la temperatura no
desciende más, la velocidad vuelve a incrementarse, porque domina el factor presión. Se
crea por tanto una capa de velocidad mínima y las ondas de sonido producidas en esta
capa tienden a reflejarse al intentar pasar a las zonas circundantes, de mayor velocidad
del sonido. Esto crea un efecto de canal en el que la energía sonora tiene poca pérdida,
pues se refleja hacia dentro del propio canal. Un ejemplo de estos experimentos, que
demuestran que la transmisión del sonido de baja frecuencia a miles de kilómetros es
posible, se presenta en la Figura II.2.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
II. Introducción al sonido
Figura II.2. Ejemplo de la transmisión a largas distancias de sonidos de alta potencia y baja frecuencia. Experimento
Heard Island: sonidos emitidos dentro de un canal sonoro de profundidad cerca de la Antartida fueron recibidos en
todos los océanos (Figura de http://909ers.apl.washington.edu)
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
II. Introducción al sonido
La ecuación del sónar y medidas del nivel acústico
Las unidades de medida de los parámetros físicos son muy claras y se han
estandarizado en el sistema internacional (pascales, watios, etc). Sin embargo, existen
varias formas de medir una señal acústica, y es importante que se indiquen siempre, no
sólo las unidades, sino qué es lo que se ha medido. El nivel de una señal normalmente
varía en el tiempo. Existen fuentes de sonido pulsado (señales cortas producidas de forma
intermitente) y de sonido continuo, al menos por un periodo de tiempo. Para describir las
señales se mide el pico máximo de presión acústica (0-pico si se toma sólo la parte
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
II. Introducción al sonido
Figura II.4. Ejemplos de ondas con la misma frecuencia y distinto nivel o amplitud (parejas A-C y B-D). En C) se
representan las expresiones más utilizadas para describir el nivel de la señal: rms, cero a pico (0-p) y pico a pico
(peak to peak, p-p). Los picos representan la máxima presión positiva o negativa en la vibración de la onda.
Otra medida a tomar es el nivel de exposición sonora (Sound exposure level, SEL)
que tiene en cuenta el nivel de la señal y su duración, normalizando la cantidad de energía
total a un tiempo de 1 segundo, por lo que permite comparar señales de distintas
presiones máximas y duraciones. El SEL se expresa como dB re 1 μPa2s y es típicamente
de 20 a 25 dB inferior a la presión cero-a-pico y de 10 a 15 dB inferior a la presión RMS
para señales de una duración entre 30-100 ms (= tiempo de integración). Para señales
que duran 1 s, los valores SEL y RMS concuerdan.
31
-III-
FUENTES DE LA CONTAMINACIÓN
ACÚSTICA MARINA: IMPACTOS
Y MITIGACIÓN
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
GENERALIDADES
En el océano hay una gran variedad de sonidos naturales, tanto procedentes de la
biota como del medio. Entre estos últimos se pueden diferenciar los sonidos normales
(olas, viento) y los producidos por eventos catastróficos, como movimientos sísmicos o
volcanes submarinos, que evidentemente pueden causar impactos sobre la fauna. Dentro
de los sonidos animales existen algunos de gran intensidad instantánea, como los
chasquidos de los cachalotes, que constituyen una de las fuentes de sonido animal de
mayor potencia. Sin embargo, estos chasquidos son muy cortos y los niveles de energía
que acarrean son mucho menores que los de los sónares humanos de alta intensidad, por
lo que la comparación de ambas fuentes sonoras no es razonable (Madsen, 2005). Debe
considerarse además que cada especie se ha adaptado, a lo largo de un periodo de tiempo
evolutivo, a las condiciones acústicas de su medio, mientras que la contaminación acústica
humana se ha extendido de forma significativa en los últimos 100 años, produciendo
cambios de importancia en el ambiente acústico normal de amplias zonas marinas.
Las especies pueden reaccionar a sonidos que coincidan con las frecuencias a las
que son sensibles. Se pueden dar respuestas de comportamiento y en algunos casos
afecciones fisiológicas a la audición, con cambios en el umbral de sensibilidad temporales
o permanentes. Así mismo, se pueden producir daños causados por altas presiones
acústicas incluso a frecuencias a las que los animales no sean sensibles auditivamente.
Por último, la afección del ruido puede ser directa o indirecta. En este último caso bien por
provocar cambios de comportamiento o desorientación, que puedan desembocar en daños
o incluso mortandad (Rommel et al., 2007; Guerra et al., 2004, Fernández et al., 2005: Cox
et al., 2006), o bien a través de cambios en la calidad del hábitat que puedan generar
estrés (Wright et al., 2008) Estos distintos tipos de impactos potenciales se esquematizan
en la tabla III.1. y se explican con más detalle dentro de los impactos de cada tipo de
actividad humana y en los Anexos II a IV.
33
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
Tabla III.1. Esquema de los tipos de impactos del sonido sobre la fauna marina, con ejemplos de
publicaciones científicas donde se tratan cada uno de estos impactos.
• Desorientación causada por daños en los órganos del equilibrio, que puede
originar efectos secundarios, incluyendo impactos letales (por ejemplo, asfixia
en calamares gigantes, Guerra et al., 2004)
Daños perceptivos:
• Solapamiento y enmascaración de sonidos biológicos relevantes por ruidos de
origen antrópico, incluyendo sonidos comunicativos, ecolocalización
(biosónar), sonidos asociados con la localización de las presas, evitación de
depredadores o colisiones con embarcaciones (Payne y Webb, 1983; Aguilar
de Soto et al., 2005)
Efectos comportamentales:
• Interrupción de comportamientos normales, por ejemplo alteración de ritmos
respiratorios y de inmersión, movimientos anómalos, evitación de áreas,
cambos en rutas migratorias, etc. Estos efectos se pueden dar a decenas de
kilómetros desde la fuente de emisión (revisados en Richardson et al., 1995)
Efectos crónicos:
• Stress con consecuencias potenciales de inmunodepresión y reducción de
viabilidad reproductiva. Incremento del gasto energético (Wright et al., 2008)
34
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
35
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
Tabla III-2. Esquema de acciones prioritarias a legislar o fomentar con el objetivo de reducir el impacto
de la contaminación acústica marina. EIAa: evaluación del impacto ambiental acústico. EAE: evaluación
ambiental estratégica.
Actividad Acción a regular legislativamente // impulsar mediante incentivos
Hidrocarburos: - EAE y EIAa incluyendo los efectos sobre la fauna silvestre y sobre la pesca
Prospección - Fomento de compra de información previa en la zona para reducir la
sísmica duplicación de muestreos sísmicos (estímulos fiscales)
Fase de cata - Evitar muestreos sísmicos simultáneos (sinérgicos) o consecutivos localizados
Fase de - Integración del EIA de las fases de prospección sísmica, cata y explotación del
explotación proyecto de hidrocarburos, para evitar realizar prospecciones sísmicas en zonas
donde el EIA de la fase de explotación imposibilitara la misma, haciendo
redundante el impacto acústico de la fase de prospección.
- Evitar las prospecciones sísmicas en épocas críticas de especies protegidas
(reproducción, migración, concentraciones de alimentación)
Obras marinas - EAE y EIAa incluyendo los efectos sobre la fauna silvestre y sobre la pesca
Instalación - Evitar las actividades en épocas críticas de especies protegidas (reproducción,
tuberías migración, concentraciones de alimentación)
Instalación pilotes - Uso de cortinas de burbujas para mitigar la transmisión del ruido
Construcciones - Uso de las mínimas cargas necesarias para la construcción
Explosiones
Aerogeneradores - EAE y EIAa incluyendo los efectos sobre la fauna silvestre y sobre la pesca
- Uso de cortinas de burbujas para mitigar el ruido de la instalación de pilotes
Sónares y explosiones - EAE, solicitud (aunque no es vinculante según la legalidad vigente) de EIAa.
militares Evitación de zonas conocidas de concentración de especies sensibles, como las
de la familia Ziphiidae y otras especies de cetáceos.
- Aplicación de las medidas incluidas en la tabla específica del sónar
Ecosondas - Fomentar el uso de ecosondas de muy alta frecuencia (>200 kHz) para
aplicaciones someras. Las ecosondas de frecuencias medio-altas (20-40 kHz)
son necesarias para llegar a profundidades de 1000 m, mayores de las
habituales de las pesquerías costeras. Las ecosondas de frecuencias muy altas
no interfieren con la fauna marina y son perfectamente viables para
profundidades de hasta 200 m, típicas de la flota pesquera artesanal costera.
Sistemas de evitación - Regular el uso de los pinger, legislando la necesidad de obtener un permiso
acústica (pingers) de para su utilización, a otorgar por las autoridades con competencia en pesca y
pesca y maricultura medio ambiente.
- Aplicar en lo posible técnicas alternativas, no sonoras
Tráfico marítimo de - EAE. También EIAa cuando las rutas atraviesen zonas marinas protegidas
grandes buques - Fomento de aplicación de diseños de de reducción de vibraciones del barco y
emisiones acústicas al medio, optimizando la eficiencia de la propulsión.
Tráfico marítimo de - EIAa cuando las actividades se realicen sobre especies, o en zonas marinas,
turismo (observación protegidas a nivel internacional, nacional o regional.
comercial de cetáceos, - Fomento del uso de tecnologías comprobadas para reducción de ruido
pesca o paseos) (aislamiento de la sala de máquinas, amortiguación del motor, etc),
considerando El Real Decreto 1727/2007, de 21 de diciembre, por el que se
establecen medidas de protección de los cetáceos
Tráfico marítimo de - Incentivación fiscal a la comercialización de motores de cuatro tiempos, más
recreo silenciosos que los de dos tiempos, así como a la aplicación de tecnologías de
reducción de ruido en el diseño de barcos recreativos. Incentivación publicitaria
al uso de la vela como alternativa al recreo de motor.
- Fomento del uso de ecosondas de navegación que emitan a frecuencias
inaudibles para la fauna marina (por encima de 200 kHz)
- Incentivación al uso de dispositivos de separación del agua de refrigeración de
los gases de combustión
- Incentivo al uso de hélices más silenciosas y aislamiento de la sala de
máquinas, así como montura flexible y amortiguada del motor.
Investigación - Fomento de creación de bases de datos de batimetría, relieve y comunidades
biológicas submarinas, así como de datos geológicos y geomorfológicos, para
evitar duplicación de muestreos acústicos sísmicos, con sondas multihaz y 3D.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
Tabla III.3. Definición de medidas de mitigación de actividades que emiten ruido de alta intensidad
FASE DE PLANIFICACIÓN
EAE y EIAa Evaluación estratégica, y específica del proyecto, de impacto ambiental
Investigación Investigación de procesos de impacto. Recopilación de información sobre la
biodiversidad marina en las zonas de realización de las actividades. Estudios de
impacto sobre especies protegidas y sobre la pesca, realizando análisis
comparativos previos, durante y posteriores a las actividades,
Selección áreas Determinación de áreas de localización de las actividades en base a la
información anterior
Exclusión costera Evitación de realizar actividades en aguas a un cierto radio de la costa
Exclusión áreas Evitación de zonas de especial concentración de biodiversidad, o zonas
específicas protegidas y áreas de amortiguamiento alrededor de las mismas
Exclusión temporal Evitación de zonas en las épocas en las que se realizan actividades de
importancia, tales como concentraciones de animales en zonas de alimentación,
reproducción o épocas migratorias
FASE DE OPERACIÓN
Zona de exclusión Determinación de la presencia de especies sensibles en una zona alrededor de
las fuentes acústicas, dentro de la cual estarán expuestas a niveles de
intensidad dañinos, e interrupción de las actividades en ese caso
Zonas Acción anterior extendida a una zona periférica a la zona de exclusión , para
amortiguamiento garantizar que los animales no entran en esta.
Sistema detección Sistemas de localización de especies sensibles, visuales o acústicos
Muestreos pre-post Muestreos de abundancia relativa de especies sensibles anteriores y posteriores
a la realización de las actividades
Observadores Desarrollo de los sistemas de detección por personal cualificado
entrenados
Visibilidad Limitación de las actividades de potencial impacto a condiciones de visibilidad en
las que los observadores pueden trabajar con efectividad
Monitoreo acústico Uso de sistemas de localización acústicos que no emiten señales, sino que
pasivo detectan pasivamente las vocalizaciones de las especies sensibles
Uso mínimo fuente Restricción de los niveles y temporalidad de las emisiones al mínimo posible para
que las actividades sean funcionales
Condiciones Restricción de las actividades a condiciones de mar y viento que permitan la
ambientales localización de los animales
Comienzo gradual Incremento de la potencia, o del número de emisores acústicos, gradualmente
emisión durante un periodo de unos 30 minutos
Retraso si se detectan Interrupción en el comienzo de las actividades si se observan cetáceos, u otras
especies especies sensibles, bien en todo el área o en la zona de amortiguación
Reducción potencia si Reducción de la potencia total de emisión si se detectan cetáceos u otras
se detectan especies especies sensibles
off si se detectan Interrupción de las actividades si se detectan cetáceos u otras especies sensibles
especies
Red de varamientos Mantenimiento de toma de datos de la ocurrencia de varamientos y de las
causas de las muertes de los animales, con análisis patológicos
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
Zonas de seguridad/amortiguamiento:
Las zonas de seguridad, tanto de exclusión como de amortiguamiento, se definen
en relación a la posición de la fuente de sonido, independientemente de si son fijas o en
movimiento. Son necesarios observadores para detectar la presencia de especies sensibles
en la zona de exclusión, utilizando métodos acústicos o visuales, y en ese caso retrasar el
comienzo de las actividades productoras de ruido (MMS, 2004; JNCC, 2007; Environment
Australia, 2001) o interrumpirlas (Environment Australia, op.cit.) El radio de la zona de
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
-III.1-
SÓNARES Y DETONACIONES
MILITARES
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
Explosiones submarinas
Los ejercicios navales pueden incluir prácticas de tiro con munición real (minas,
torpedos, bombas). Las detonaciones pueden ser de distinta magnitud, dependiendo del
armamento testado y de los objetivos de las maniobras, e incluyen las fuentes más
potentes de ruido antropogénico en el mar (Richardson et al. 1995). Durante muchas
décadas, las Armadas de distintos países han realizado explosiones submarinas de forma
rutinaria, tanto en tiempos de guerra como en maniobras navales. La explosión de cargas
submarinas puede utilizarse para, por ejemplo, realizar pruebas de choque o resistencia
de buques (“shock-test”). Estas pruebas pueden utilizar más de mil kilogramos de
explosivos (Hildebrandt, 2004). Otros ejercicios que envuelven uso de grandes cargas
explisovas son los de hundimiento de barcos (Figura III.1.1). Estas pruebas producen un
sonido de baja frecuencia con un nivel de presión acústica máxima de hasta 299 dB re 1
µPa a 1m. No está claro hasta qué punto las pruebas de choque se llevan a cabo dentro de
las aguas españolas y probablemente sean poco comunes. No existe una base de datos
pública acerca de la frecuencia con la que se realizan ejercicios navales, en España, que
incluyan hundimiento de barcos, prácticas de tiro o cargas submarinas, ni de las
características de potencia de la munición utilizada en cada caso. Ello limita la capacidad
de evaluar el alcance del impacto de estas actividades en aguas nacionales.
Figura III.1.1. Hundimiento de buque destructor por un torpedo disparado desde un submarino. Imagen en 800px-
Mark_48_Torpedo_testing.jpg
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
Las explosiones submarinas son más dañinas que las explosiones en aire debido a
la física de la propagación de la onda expansiva. Landsberg (2000) revisa el fenómeno y
explica que la energía de la detonación se distribuye entre: 1) la onda inicial de choque;
2) la velocidad de movimiento del agua por la presión creada por el frente de la onda de
choque; 3) los pulsos producidos por los colapsos sucesivos de la burbuja de la
detonación; 4) la turbulencia y empujes de los movimientos de las masas de agua
circundantes. La explosión es una reacción química muy rápida que genera calor y gases,
de modo que se forma una burbuja en el agua con una presión de hasta 50.000 atm y una
temperatura de 3000ºC. La burbuja se expande y desplaza agua, lo que genera la primera
onda de choque, llegándose a la presión pico en escasos milisegundos. Esta onda de
choque es la que causa la mayor parte de los daños en órganos. Al expandirse la burbuja
se enfría y desciende la presión, que ha pasado al agua; el momento del agua desplazada
crea una serie de oscilaciones en el volumen de la burbuja, que a su vez producen pulsos
secundarios de presión. En el agua, por ser incompresible, hay poca absorción de la onda
expansiva, que se transmite a mayor rango que en aire. El rango letal de una explosión en
agua es por tanto mucho mayor que la misma masa explosiva en aire. Por ejemplo, un
hombre a 5 m de la explosión de una granada de mano no sufriría daños por la onda
expansiva en el aire, pero el impacto sería letal si esa persona estuviera sumergida.
Cuando la onda expansiva alcanza la superficie del agua, parte de la presión se dispersa
en la pluma y campana de explosión y el resto de la energía se refleja de vuelta al agua.
Sónares de detección de submarinos
Sónares tácticos de frecuencia media: Durante al menos cuatro décadas, el sónar activo
de frecuencias medias y de alta intensidad se ha empleado como un elemento estándar,
por las Armadas de numerosos países, para la detección de submarinos. Estos sistemas
emiten pulsos intermitentemente, formados por tonos de frecuencia modulada,
normalmente en el rango entre 2 y 8 kHz. Dos sónares muy utilizados en los ejercicios
(incluyendo maniobras relacionadas con varamientos masivos de cetáceos) son los tipos
AN/SQS-53C (Charly) y AN/SQS-56. El primero alcanza intensidades de emisión mayores
de 235 dBRMS re 1 μPa a 1m, emitiendo a frecuencias centrales de 2,6 y 3,3 kHz. El
segundo emite normalmente a 223 dBRMS re 1 μPa a 1m, con frecuencias centrales de 6,8,
42
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
7,5 y 8,2 kHz. Las señales cubren un ancho de banda estrecho, inferior a 100 Hz. Estos
sónares son direccionales y emiten en una banda horizontal de una media de 30 grados de
inclinación, como un disco que se regula para ser omnidireccional en los 360 grados de la
horizontal, o bien limitado a un sector de 120 grados en la dirección del rumbo del barco.
Se despliegan desde los buques a profundidades de unos 6-8m (D'España et al., 2006). El
ciclo de emisión de los pulsos es alto. Estos sónares se despliegan en los buques de
superficie y submarinos. Un ejemplo del sonido de este tipo de sónares se puede
encontrar en: http://www.uboataces.com/ref-sónar-sounds.shtml
Sónar activo de baja frecuencia / SIAL. Estos sónares son una nueva generación, que
opera en frecuencias bajas para ampliar el rango espacial de detección de los submarinos.
Emiten tonos modulados por debajo de 700 (500) Hz, con directividad horizontal y ciclos
de trabajo altos. Uno de los sónares más importantes de este tipo es el SURTASS LFAS,
desarrollado por la Armada de EEUU y cuyo uso es objeto de un controvertido debate
público desde hace años, que ha sido llevado a los juzgados por la NFSC. Este sistema
está formado por hasta 18 transductores, cada uno con un nivel de emisión de 215 dB re
1 μPa a 1 m, lo que resulta en un nivel de emisión conjunta de hasta 240 dB re 1 μPa a 1
m (Zimmer, 2003). Aunque los niveles máximos o rms sean similares en este sónar y los
de frecuencias medias, la energía emitida es mucho mayor en los LFAS, debido a la larga
duración de sus pulsos. Otro sistema de sónares de baja frecuencia, el denominado TVDS,
es utilizado por los investigadores de la OTAN y tiene un nivel de emisión de hasta 228 dB
re 1 μPa RMS @ 1 m (D'Amico, 1998; ZIMMER, 2003; D’SPAIN et al., 2006). Los sónares de
baja frecuencia se pueden desplegar desde buques de superficie y desde submarinos,
aunque estos usan el sónar activo mucho menos y operan a la configuración de nivel
sonoro mínima para lograr sus objetivos tácticos y reducir su detectabilidad acústica. Un
ejemplo del sonido de este tipo de sónar puede encontrarse en el siguiente enlace:
http://www.planetpuna.com/LFAS%20Analysis/LFAS%20Pitch.htm
Comunicaciones subacuáticas
Flota de submarinos en España
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
sónares, entre otros. La flotilla participa anualmente en dos misiones de 45 días cada una
vinculadas al operativo de la OTAN "Active Endeavour", en el Mediterráneo oriental,
además de realizar operaciones de salvamento y rescate, entre otras actuaciones.
Varamientos masivos
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
exluyentes, son: i) que los émbolos de gas/grasa se producen por el efecto físico de la
fuerte onda de presión acústica creada por los sónares, y ii) que los sónares producen un
cambio en el comportamiento de los animales rompiendo su perfil normal de buceo
,activando mecanimos patogénicos similares a los descritos en la enfermedad
descompresiva severa en humanos y en animales de experimentación. (Jepson et al.,
2003; Fernández et al., 2005). La primera hipótesis exige que los animales se encuentren
relativamente cerca de los barcos emisores de sónar, dado que la presión acústica tiende a
disminuir con la distancia. La segunda hipótesis es apoyada por el hecho de que los zifios
son buceadores extremos de profundidad (Tyack et al., 2006), que probablemente llevan
al límite sus facultades fisiológicas de forma natural (Aguilar de Soto, 2006; Cox et al.,
2006; U.S MMC 2004), por lo que podrían ser más sensibles a alteraciones de las mismas,
producidas por respuestas de estrés o escape.
Grecia 1996
Frantzis (1998) recoge los siguientes hechos: durante los días 12 y 13 de Mayo de
1996 vararon doce zifios de Cuvier (Ziphius cavirostris) a lo largo de 38,2 km de costa del
Golfo de Kyparissiakos, separados una distancia media de 3,5 km. Otro zifio se encontró
dos semanas después en la isla de Zakyn-thos, separada 57 km del continente. La
necropsia se limitó a un análisis externo y muestreo del contenido estomacal, sangre y
piel. No se recogieron los oídos ni muestras para su estudio histológico. El estómago
contenía una cantidad variable en todos los casos con contenido fresco, probando que los
animales se habían alimentado recientemente, lo que es generalmente indicativo de un
buen estado de salud; no se realizó un estudio patológico y no se observaron signos
externos del trauma que pudieran provocar el varamiento masivo. El buque de la OTAN
“RV Alliance” se encontraba simultáneamente en el área utilizando sónares activos de
detección de submarinos de medias y bajas frecuencias; estos últimos similares a los
debatidos LFAS o “low frequency anti-submarine sónar” que diversas marinas del mundo
están intentando promover en todos los océanos. Teniendo en cuenta datos de los
dieciséis años anteriores, se calculó que la probabilidad de que un varamiento en masa
ocurriera en este área por causas distintas al uso de los sónares militares sería menor de
un 0,07%. Originalmente, se relacionó este varamiento con el uso de los sónares de bajas
frecuencias similares a los LFAS, sin embargo, este hecho no fue confirmado y es
destacable que las frecuencias de emisión de los sónares de medio rango, que también se
utilizaron, coinciden con los varamientos de Bahamas en el 2000 y de Canarias en 2002.
Bahamas 2000
Vararon 17 cetáceos, de los cuales al menos siete murieron, durante los días 15 y
16 de Marzo de 2000, a lo largo de un arco de 240 km en el área norte de las Islas
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
Los resultados de las necropsias efectuadas en cinco zifios mostraron que no había
evidencias de enfermedades o colisiones previas al varamiento, encontrándose los
animales en buen estado físico y con evidencias de alimentación reciente en algunos
casos. Sin embargo, los zifios mostraban claros signos de traumas relacionados con
causas acústicas, que se evidenciaron mediante los análisis de tomografía computerizada
de las cabezas de un zifio de Cuvier y un zifio de Blainville. Se observaron daños en las
estructuras auditivas, tales como hemorragias intracocleares bilaterales y unilateral en la
región temporal en el espacio subaracnoideo, con coágulos de sangre bilateralmente en
los ventrículos laterales. Daños similares se observaron en otras dos cabezas de zifios de
Cuvier, aunque su mayor estado descomposición dificultaba diferenciar las lesiones
encontradas de procesos necróticos o autolíticos no lesionales. Sin embargo, la
coincidencia de los daños con los encontrados en las primeras dos cabezas (en buen
estado de conservación), así como la presencia de sangre en espacios intracraneales
aislados, con las membranas del oído interno intactas, confirmó la hipótesis de un origen
pre-mortem de las lesiones. Los análisis histopatológicos posteriores mostraron, en dos
casos de zifios de Cuvier, sangre en el ápice y base de la cóclea, pérdida de neuronas
auditivas y tejidos metabólicos, así como colapso del laberinto.
Sónar SQL 53C “Charlie”: para intensidades de emisión de 235 dB re. 1 µPa 1 m se
medirían intensidades de 180 dB re. 1 µPa a distancias de 1000 m y de 160 dB re. 1 µ Pa
a distancias de 34 km dentro del canal de transmisión en superficie y 10 km fuera del
mismo. Para intensidades de emisión mayores de 235 dB re. 1 µPa se medirían
intensidades de 180 dB re. 1 µPa a distancias de 5 km.
Sónar SQL 56: la intensidad descendería por debajo de los 180 dB re. 1 µPa a unos 300 m
de distancia, con escasa o nula difusión bajo el canal de superficie.
En resumen, se observa que las distancias a las que se alcanzan altas intensidades
son mucho menores que el rango espacial cubierto por los varamientos (240 km) de los
zifios, que en varios casos llegaron vivos a costa.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
Canarias 1985-2004
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
IMPACTOS DE EXPLOSIONES
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
Hay múltiples experimentos del impacto de las explosiones sobre la fauna íctica,
habiéndose observado mortandades de diversas especies de peces a distintos rangos de la
explosión, según las cargas utilizadas y el tamaño de los peces; parece ser que los peces
más pequeños son más sensibles al impacto de las ondas de choque (USACE, 1999).
Las medidas de mitigación que parecen más efectivas son las de evitar zonas
conocidas de alta densidad de avistamientos de zifios o donde se hayan registrado
varamientos masivos previos. Así, desde la declaración de la Moratoria al uso del sónar a
50 mn de Canarias, en 2004, no se han registrado nuevos varamientos masivos atípicos
50
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
de zifios. Esto es una mejora muy significativa sobre los, al menos, siete varamientos
masivos relacionados con maniobras navales en las dos décadas anteriores. Sin embargo,
evitar zonas costeras no garantiza que no se produzcan impactos sobre poblaciones de
zifios, u otras especies sensibles, en aguas más oceánicas. Estos impactos podrían pasar
desapercibidos al no observarse varamientos. Por ello es importante desarrollar, de forma
paralela, investigación sobre las áreas donde se plantea localizar maniobras navales que
impliquen el uso de sónar o explosiones submarinas. Estas medidas deben ir
acompañadas de un protocolo estricto de detección de fauna silvestre, y de actuación en
caso de detección, durante el desarrollo de las maniobras, que reduzca las posibilidades
de producir daños a la fauna.
Tabla III.1.1. Relación de medidas de aminoramiento de impacto del uso del sónar sobre la fauna marina,
desarrolladas por varias nacionalidades. RAN-Aus: Marina Real Australiana; NURC: Centro de la OTAN del Mediterráneo
(Liguria); RN-UK: Marina Real de Reino Unido. EIA: Evaluación de Impacto Ambiental. Datos cortesía de Dolman et al.
(2007). Las medidas se definen en la sección III
Medida RAN Canada Francia Italia Noruega NURC España RN- EEUU Maniobras EEUU-UK
-Aus Canarias UK Hawaii (desde 2006)
FASE DE PLANIFICACIÓN
EIA Si No No No No Si No Si Si Si
Investigación No No No No Si No Si No Si No
Selección áreas Si No Si Si Si Si No Si No Si
Exclusión costera Si No No No No No Si No Si Si
Exclusión áreas específicas Si No No Si No No Si Si Si Si
FASE DE OPERACIÓN
Zona de exclusión Si Si Si Si Si Si Si Si Si Si
Zonas amortiguamiento Si No No Si No No No No No No
Sistema detección Si Si No Si Si Si No Si No No
Muestreos pre-post Si No Si Si Si Si No* Si Si Si
Observadores entrenados No No No No No No No* Si Si Si
Visibilidad Si Si No No No Si No* Si Si No
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
* Modificado de Dolman et al. (2007) para este trabajo tras consultar con fuentes de la Armada Española
Tras los últimos varamientos masivos en las Islas Canarias en 2002 y 2004, el
Ministerio de Defensa Español impuso una moratoria sobre el uso de los sónares militares
activos dentro de 50 millas náuticas del Archipiélago. Este es un paso importante y una
medida de prevención pionera para tratar de reducir el impacto de la actividad militar en
una zona conocida por sus poblaciones de zifios. Sin embargo, podría no ser suficiente
para cumplir con este fin, debido a las razones siguientes:
• La distancia máxima entre cada uno de los zifios varados en un solo suceso en Canarias
fue> 80 nm (millas náuticas);
• El ejercicio militar naval ‘Majestic Eagle’ 2004 se realizó a unas 100nm al NE de
Lanzarote y se registraron varamientos de zifios en Lanzarote y Fuerteventura;
• El paso de buques a posibles zonas de ejercicios navales cerca de Canarias puede
implicar el uso del sónar, sobre todo si los buques no son españoles. Se desconoce la
disciplina a la moratoria española por parte de buques de otras nacionalidades. Sería
importante informarles a través de los avisos a los navegantes, para que consideren la
moratoria cuando naveguen en aguas internacionales dentro del perímetro de las 50
millas náuticas alrededor del Archipiélago.
• Existe una gran escasez de datos sobre la distribución de los zifios en aguas oceánicas
del perímetro del archipiélago, por lo que es necesario evaluarlo adecuadamente para
verificar si las poblaciones de Canarias están asociadas al talud o se reparten por la
llanura abisal.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.1. Sónares y detonaciones militares
Los zífios pasan sólo el 8% de su tiempo visibles en la superficie, con una duración
media de los intervalos de superficie de 2 minutos, lo que hace difícil la detección visual
(Aguilar Soto, 2006). Esto es sobre todo cierto cuando la fuerza del viento aumenta por
encima de Estado Beaufort 3. La reciente descripción de las vocalizaciones de dos especies
de zifios y los chasquidos característicos que producen, de frecuencia modulada, muy
diferentes a los de otros cetáceos, abogan por una combinación de métodos de detección
visual y acústica (Johnson et al., 2007). Sin embargo, los zifios estudiados son
vocalmente activos durante un 18 al 25% del tiempo y a profundidades de más de 200-
500 m, alrededor de 30 minutos cada dos horas (Aguilar Soto, op. cit.; Tyack et al. 2006),
lo que debe incluirse en los protocolos de detección acústica para garantizar su
efectividad.
53
-III.2-
EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE
HIDROCARBUROS
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Sondeos sísmicos con pistolas de aire comprimido
Figura III.2.1. Izquierda: esquema de prospección sísmica 3D; centro: barco sísmico arrastrando un sistema de
cañones de aire comprimido compuesto por varios grupos de cañones para obtener datos 3D; derecha: cañón (o
pistola) de aire comprimido (“airgun”). Imágenes tomadas de PETROENAP, Abrus Cia EIA. Los cables de arrastre de
hidrófonos de este proyecto tenían una longitud de 9 km.
55
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
La capacidad de las pistolas de aire comprimido puede variar desde 0,16 a casi 33
litros (Richardson et al., 1995), aunque en la industria se suele especificar en pulgadas
cúbicas (inch³ o in³), siendo la equivalencia de 1 litro = 61 inch³. El conjunto de cañones
que forma el array puede sumar un total de 8.000 inch³ en total, pero típicamente oscilan
entre 2.000 a 4.000 inch³ y contienen unos 30 cañones de aire comprimido (entre 12 y
48) (Caldwell y Dragoset, 2000). La emisión de los cañones del sistema se produce de
forma simultánea, para sumar su potencia. Emiten los disparos al liberar abruptamente el
aire comprimido y están diseñados para producir energía de baja frecuencia, dirigida
principalmente hacia abajo (Caldwell y Dragoset, op. cit.). Existe una dependencia física
entre la frecuencia y la absorción/atenuación del sonido: cuanto menor es la frecuencia,
menor es la absorción del sonido por las moléculas de agua y por tanto más energía se
puede transferir por las ondas acústicas, lo que resulta en una mayor penetración de los
sedimentos. El sonido viaja hacia abajo a través de la columna de agua, penetra en el
fondo marino y es reflejado hacia la superficie, donde los ecos se recogen por los
hidrófonos arrastrados. La profundidad de penetración de las exploraciones sísmicas
industriales en la corteza terrestre es de hasta 15.000 pies (aprox. 5 km) para sondeos de
petróleo y 20.000 pies para yacimientos de gas (IWC, 2006). Esto indica las grandes
distancias a las que los pulsos sísmicos pueden ser detectados por la fauna marina.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Figura III.2.2: Izquierda: Dibujo esquematizado del funcionamiento de una prospección sísmica, con un sistema de
cañones de aire comprimido que emite señales acústicas y un sistema de hidrófonos, de varios kilómetros de longitud,
que las recogen y transmiten al barco. Derecha: ejemplo de pistola o cañón de aire comprimido de gran calibre.
Dado que las emisiones individuales de cada cañón de aire comprimido se suman
para dar una señal conjunta de mayor potencia, y dado que las pistolas están separadas
entre sí espacialmente varios metros (cada una puede medir más de 1m), es difícil medir
directamente el nivel de emisión conjunto. Para estimar este nivel nominal de emisión del
sistema se realizan cálculos a partir de mediciones a distancia, asumiendo que el sonido
se ha transmitido de forma esférica desde un punto virtual en el centro del array y, por
tanto, ha perdido 6 dB de intensidad acústica cada vez que se dobló la distancia (por
ejemplo, una grabación a 200 m con un nivel recibido de 200 dB re 1 μPa se traduciría en
un nivel nominal de emisión de 246 dB re 1 μPa @ 1 m). Los niveles de emisión reales, si
se midieran junto a cada pistola (en el “campo cercano” del sistema), son algo menores
que el valor nominal retro-calculado (Caldwell y Dragoset, 2000). El sistema sísmico está
diseñado para que la mayor parte de la energía se dirija direccionalmente hacia el fondo
marino, por lo que los niveles en las otras direcciones se suponen menores. El nivel
vertical nominal de emisión, en el eje vertical, para los sistemas de cañones sísmicos
puede alcanzar valores de hasta unos 260 a 262 dB (p-p) re 1 μPa @ 1 m. Este nivel
disminuye a medida que la dirección de propagación vira desde vertical (hacia el fondo) a
la horizontal (hacia los lados del array), principalmente para las frecuencias bajas, en las
que se reduce en alrededor de 20-60 dB (dependiendo de las dimensiones y colocación
espacial de las pistolas). Por el contrario, las frecuencias medias-altas se transmiten mejor
en el plano horizontal. (Parkes y Hatton 1986, Caldwell y Dragoset, 2000).
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Figura III.2.3. Perfil de inmersión de un cachalote con un hidrófono miniaturizado adherido al lomo y expuesto a
pulsos sísmicos a diversas distancias del barco emisor. En el eje vertical se indica la profundidad del cachalote, en el
horizontal la distancia al barco y los colores representan el nivel sonoro de los pulsos recibidos. Se observa como a 2 y
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
12 km hay pulsos rojos, de alta intensidad, mientras que a distancias intermedias el nivel es menor, demostrando la
existencia de zonas de convergencia de las ondas de presión acústica y zonas de sombra de menor presión. Figura de
Madsen et al. (2006)
Vibradores Marinos
Producen señales que penetran varios cientos (sparker) o decenas (boomer) de metros en
los sedimentos, debido a su espectro de frecuencias relativamente más alto. Los niveles
de fuente típicos están alrededor de 204-210 dBRMS 1 μPa @ 1 m (CCC, 2002). Larter
(2004) da las siguientes especificaciones para un boomer de remolque profundo: nivel de
fuente 220 dBRMS re 1 μPa @ 1 m; frecuencia de 0.8-10 kHz; duración de pulso 0,2 ms;
ancho de haz de 20°. Los sónares tipo chirp también están en el rango superior de
frecuencia de los dispositivos sísmicos (aproximadamente de 0,5 a 12 kHz). El nivel pico
de fuente de estos dispositivos es de 210 a 230 dB re 1 μPa @ 1 m. Los sónares tipo chirp
y las ecosondas científicas, que también pueden penetrar en los sedimentos, pueden
utilizarse también montados en el casco del barco.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Figura III.2.5 Plataforma de perforación de hidrocarburos, con emisiones acústicas de la perforación, del incremento
del tráfico marítimo en la zona y de la maquinaria propia de una gran industria.
Las distancias a las que el ruido de los pulsos sísmicos puede producir impactos ha
sido y es objeto de debate. Para diseñar protocolos de reducción de impacto se utilizan
tradicionalmente modelos acústicos simplificados, que asumen una transmisión esférica de
las ondas de sonido, en mar abierto y desde una fuente omnidireccional. Según estos
modelos, la intensidad sonora pierde 6 deciBelios (dB) cada vez que se duplica la
distancia, de modo que, por ejemplo, el límite de seguridad establecido para buceadores
humanos (150 dB re 1μPa, SACLANTCEN, 1998) se alcanzaría a distancias entre 8 y 260
km del barco sísmico, dependiendo de su nivel de emisión inicial (Tabla III.2.1) Los
mismos modelos de transmisión esférica predicen que las intensidades a las que se han
observado comportamientos de alarma y evitación en cetáceos, tortugas, peces y
cefalópodos (145-195 dB re 1μPa, Richardson et al., 1995; Malme et al., 1984; McCauly et
al., 2002) se alcanzarían a distancias de entre 100 m y más de 1000 km (Tabla III.2.1).
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Tabla III.2.1: Niveles recibidos a distintas distancias, asumiendo una transmisión esférica del sonido desde una
fuente puntual de intensidades: a) 230 y b) 260 dB re 1µPa a 1 m. Estos niveles orientativos no incluyen variaciones
originadas por condiciones locales, ni pérdidas por absorción que son despreciables para las bajas frecuencias que
constituyen la mayor parte de los pulsos sísmicos distantes.
* Ulrich (1985) describe niveles de ruido ambiente < 100 dB re 1µPa en las bajas frecuencias típicas de la sísmica. En
estas condiciones, el nivel de los pulsos sísmicos supera al ambiental a grandes distancias, lo que explica su detección
rutinaria en boyas submarinas instaladas en el Atlántico Norte, a rangos de la fuente sísmica mayores de 3.000 km
(Nuyreick, 2004).
Impactos sobre mamíferos buceando
Dentro de los mamíferos buceadores, los cetáceos son los que han desarrollado un
sistema acústico más especializado a la vida acuática. Los misticetos, o ballenas con
barbas (yubarta, rorcuales, ballena franca...), vocalizan principalmente en bajas
frecuencias, coincidentes con las de mayor energía de las prospecciones sísmicas. Los
odontocetos, o cetáceos con dientes (delfines, calderones, cachalotes, zifios, etc), emiten
a frecuencias medias y altas, por lo que se han considerado tradicionalmente libres del
impacto acústico de las prospecciones sísmicas. Sin embargo, hay dos razones que indican
que los odontocetos también pueden ser objeto de impacto de los sonidos sísmicos: i) se
ha demostrado que los pulsos sísmicos, transmitidos cerca de la superficie, contienen
energía en frecuencias que coinciden con los rangos de emisión de muchas especies de
odontocetos (Goold y Fish, 1998; McCauley et al., 2000; Madsen et al., 2006, DeRouter et
al., 2006); ii) es posible que un sonido de muy alta intensidad sea perjudicial, aunque no
coincida con las frecuencias de las vocalizaciones de la especie.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
El nivel de seguridad más aceptado por la industria sísmica para reducir el impacto
en la fauna marina es de 180 dB re. 1 μ Pa RMS, aunque los protocolos para los buceadores
humanos, por ejemplo el de NURC (NATO Undersea Research Center) recomiendan utilizar
el nivel de 160 dB re. 1 μPa RMS (SACLANTCEN, 1998). Este valor es más coherente con los
resultados de experimentos recientes en los que se expuso a delfines mulares (Tursiops
truncatus), entrenados en cautividad, a sonidos de frecuencias medias. El estudio utilizó
63
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Los resultados anteriores indican que los daños en el sistema acústico son variables
y dependen, aunque no exclusivamente, de si el ruido se emite en las frecuencias de
sensibilidad de los animales, en cuyo caso se ha demostrado que pueden producirse daños
auditivos a niveles de 160 dBRMS re 1 μPa. Dado que existen especies de cetáceos
(misticetos) cuyo máximo nivel de sensibilidad se solapa con las frecuencias sísmicas,
estos experimentos indican que debe tomarse el nivel de 160 dB re 1 μPa como nivel de
seguridad para evitar afección auditiva sobre estas especies.
Cambios de comportamiento.
Impacto sobre invertebrados, peces y tortugas marinas, y sobre la pesca.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Tortugas
Las tortugas marinas son especies amenazadas, cuyas reacciones son difíciles de
estudiar debido a su comportamiento esquivo y ardua observación en el mar. Sin
embargo, se ha demostrado que las tortugas marinas exhiben respuestas de evasión a
sonidos de baja frecuencia (Lendhart, 1994). McCauly et al. (2002) estudiaron las
respuestas de tortugas verdes (Chelonia mydas) y bobas (Caretta caretta) a pulsos
sísmicos experimentales, manteniendo a las tortugas en cautividad. Los resultados
mostraron cambios significativos en el comportamiento de natación de las tortugas y
crecientes movimientos de probable evitación desde niveles de 166 a 175 dB re 1 μPa RMS.
Los autores citan otros estudios: O'Hara (1990) y Moein et al. (1994) con resultados de
evitación similares. En el último caso, se realizaron también análisis neurofisiológicos a
tortugas bobas, mostrando daños fisiológicos temporales (TTS) hasta 2 semanas tras los
experimentos, en los que fueron sometidas a pulsos sísmicos de 175 a 179 dB re 1μPa.
Invertebrados
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Peces y pesquerías
Gordon et al. (1998) afirman: “los peces óseos son particularmente vulnerables a
los sonidos intensos debido a la existencia, en la mayoría de ellos, de una vejiga natatoria
llena de aire. Aunque los peces generalmente tienen una sensibilidad acústica menor que
la de los mamíferos marinos, el rango de frecuencias al que son más sensibles coincide
con el de la mayor intensidad de los sonidos sísmicos, por debajo de 500 Hz. A estas
frecuencias su sensibilidad auditiva es mayor que la de los odontocetos estudiados hasta
el momento. Los efectos de los pulsos de las series de pistolas de aire comprimido varían
desde serios daños físiológicos a poca distancia, a movimientos de evitación y cambios de
comportamiento”.
El estudio más completo sobre impactos fisiológicos fue realizado por McCauly et al.
(2003), que expusieron unas 15 especies de peces a impulsos sísmicos de diversa
intensidad, manteniendo a los peces en cautividad y realizando los experimentos tras un
periodo de aclimatación. Los peces mostraron respuestas de alarma tipo C (contracciones
involuntarias de las fibras musculares de un lado del cuerpo, que provocan un fuerte
arqueamiento general del pez) a altas intensidades. Así mismo, los resultados de los
análisis del epitelio auditivo de (Chrysophrys auratus) mostraron ablación de las células.
Sin embargo, los peces no mostraron signos hormonales de estrés a consecuencia del
experimento. En estos estudios se mostró que el pargo (Pagrus auratus) enjaulado sufrió
grandes daños a las células ciliadas situadas en el epitelio sensorial del oído interno,
después de haber sido expuestos a sonidos de pistolas experimentales de aire comprimido
durante dos períodos de tiempo con un descanso de 1:12 horas en medio. Los
experimentos se realizaron a distancias desde 400-800 metros hasta 5 m de la jaula. El
daño fue severo a nivel regional, sin evidencia de reparación ni reemplazo de las células
sensoriales dañadas hasta 58 días después de la exposición. Las pistolas emitían a 223 dB
re 1 µPaP-P 1m/204 dB re 1 µPaRMS a 1m) y fueron recibidas en las jaulas a potencias entre
167 dB re 1 μPa2/Hz a 35 Hz y 130 dB re 1 μPa2/Hz a 35 Hz y 130 dB re 1 μPa2/Hz a 1kHz
(cuando la pistola estaba a 50 m) y de 150 dB re 1 μPa2/Hz a 45-55 Hz, y 110 dB re 1
μPa2/Hz a 1000 Hz (pistola a 100 m). El oído interno del pargo es típico de la mayoría de
las especies comercialmente importantes (por ejemplo, el salmón, el atún, el bacalao, el
eglefino), lo que hace que este estudio sea particularmente interesante. Sin embargo, es
posible que el pargo sea más o menos sensible a la estimulación intensa que otras
especies y el impacto de la exposición sobre la supervivencia final de estos peces no está
claro (McCauley et al., 2003). Otros estudios han demostrado que el sonido subacuático
produce TTS a la carpa, tilapia, y pez sol (Smith et al., 2003; Scholik et al., 2001).
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
y peso corporal, de las larvas de esta especie y de Fundulus similis (Banner y Hyatt,
1973). Estos autores realizaron los experimentos en tanques en cautividad, en los que el
único factor de variabilidad fue el incremento del ruido ambiente en unos 20 dB re 1μPa
en frecuencias de 20 Hz a 1 kHz. Las frecuencias de este experimento se superponen a las
sísmicas y los niveles de incremento del ruido estudiados se pueden encontrar a >100 km
de los barcos sísmicos. Sin embargo, las prospecciones sísmicas utilizan pulsos cortos en
lugar de ruido continuo y es desconocido si la acumulación de estos pulsos, repetidos cada
5-30 segundos, causaría los mismos efectos que el sonido continuo de este experimento.
Respecto a peces de agua dulce, Popper et al. (2005) expusieron a tres especies a
5 o 20 impulsos neumáticos con niveles recibidos máximos de 205-210 dB re 1µ Pa
(valores RMS de 195-200 dB re 1 µPa RMS, y valores SEL de 176-180 dB re 1µ Pa2s). Se
observaron daños auditivos (TTS) en dos de las tres especies, que se recuperaron dentro
de 24 horas desde la exposición. Dado que los muestreos sísmicos suelen durar varios
meses, pero cubren un área geográfica grande, deben realizarse evaluaciones de impacto
que consideren el potencial de impacto de posibles exposiciones a medio plazo.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
pesca. Se concluyó que el daño físico directo a los peces es despreciable y que podría
haber una respuesta de comportamiento a una distancia máxima de 2 km de la fuente
sísmica. Los autores de este estudio interpretaron que la magnitud del efecto no daría
lugar a cambios a largo plazo en las tasas medias de captura ni en el tamaño de las
poblaciones de peces en general (Gausland, 2003). Con respecto a los cambios de
comportamiento, una serie de estudios observó que varias especies de peces exhibieron
respuestas de "alarma" a disparos de aire comprimido (Wardle, 2001) y otras formas de
sonido antropogénico (Blaxter, 1985; Knudsen, 1992; McCauley, 1999). También los peces
han mostrado alteraciones en sus patrones de migración para evitar una fuente de sonido.
Juveniles del salmón del atlántico alteran su curso de migración río abajo para evitar
sonidos de baja frecuencia (Knudsen, 1994).
Impacto de las detonaciones de desinstalación de plataformas
Keevin y Hemper (1997) realizan una serie revisión de la literatura y aportan las
siguientes evidencias. En Marzo y Abril de 1986, 51 tortugas marinas, principalmente
tortuga golfina (Lepidochelys kempii) vararon en Texas tras la desinstalación de
plataformas que conllevaron 22 explosiones submarinas. Se identificaron estas
detonaciones como la causa más probable de mortandad, dado que otros factores de
impacto eran bajos durante ese periodo. Se han observado tortugas dañadas o muertas,
coincidiendo con la desinstalación de plataformas con explosivos, en al menos otras dos
ocasiones. NMFS realizó una serie de experimentos para comprobar los daños de la
desinstalación de plataformas en tortugas y para ello expusieron a tortugas golfinas y
bobas (Caretta caretta) a las detonaciones empleadas para desinstalar una plataforma
situada a 9 m de profundidad. Las cargas eran de 23 kg de nitro-metano cada una,
colocadas en cada pata de la plataforma a 5 m por debajo del fondo marino. Las tortugas
se descolgaron a media agua para la detonación y se sacaron inmediatamente. Las cuatro
tortugas más cercanas (a 366m) y la tortuga boba a 914m estaban inconscientes, por lo
que habrían muerto ahogadas. Todas las tortugas resultaron afectadas y algunas sufrieron
daños en la cloaca y vasodilatación que no se recuperaron en dos o tres semanas.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
A. Acciones previas a la prospección
• Restricciones espaciales
Las autorizaciones e informes técnicos emitidos por lor órganos competentes para las
operaciones de prospección sísmica marina, deberían impedir las actividades en áreas de
presencia de especies sensibles5 y en áreas marinas protegidas. Se aconseja respetar una
zona de amortiguamiento de 20 km alrededor de las mismas en el caso de cetáceos.
5
Por especies sensibles se entiende aquellas en las que hay evidencia científica de impacto negativo en su supervivencia
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
• Restricciones temporales
Para prospecciones cercanas a áreas sensibles para cetáceos, se aconseja definir zonas de
amortiguamiento de 20 km de carácter estacional a respetar solo en la temporada en la
que el área crítica es utilizada por los cetáceos.
Es importante resaltar que las restricciones temporales, en conjunto con las espaciales,
son las dos medidas de mitigación más importantes y efectivas de todas las disponibles.
Estas medidas deben considerarse por los promotores de las prospecciones sísmicas
durante la fase de diseño y también deben ser evaluadas por las autoridades que regulen
este tipo de actividades durante la fase de obtención de permisos.
Una de las características más importantes del ruido como contaminante del hábitat de
especies sensibles en el marco de la evaluación y mitigación de impactos es su carácter
acumulativo y sinérgico. Los efectos psicológicos y fisiológicos del ruido en los organismos
marinos, especialmente aquellos sensibles al ruido como los cetáceos, se multiplican si la
exposición al ruido es de carácter crónico. También si los individuos o poblaciones
afectadas están sometidos a la exposición de otros contaminantes, en particular los
químicos. En este contexto, es importante considerar la calidad del ecosistema que va a
ser perturbado acústicamente y evaluar su nivel de exposición crónica al ruido por
operaciones de prospección sísmica pasadas y otras actividades que generan ruido (ej.
trafico marítimo, sónar táctico militar). De la misma manera, es importante evaluar la
carga de otros tipos de contaminantes a nivel de individuos y poblaciones (existen
estudios relevantes sobre la concentración de contaminantes en tejidos de cetáceos). El
promotor, durante la elaboración de la propuesta, así como la entidad evaluadora de la
misma, deben considerar las características acumulativas y sinergícas del impacto del
ruido y definir el nivel de restricción de actividades de prospección sísmica en base a la
condición del ecosistema y sus poblaciones de cetáceos.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Con el fin de evaluar el potencial nivel de impacto acumulativo provocado por operaciones
de prospección sísmica, uno de los análisis a considerar previo desarrollo de una nueva
prospección es el solapamiento espacial de líneas sísmicas anteriormente adquiridas en el
área de estudio.
Dos o más barcos operando en dos concesiones cercanas de manera simultánea reducen
la eficiencia de mitigación y generan situaciones de riesgo.
Por principio de precaución, los posibles efectos generados en cetáceos por operaciones
simultaneas en diferentes áreas deben ser minimizados por el órgano competente,
regulando operaciones simultaneas en áreas adyacentes o cercanas que puedan abarcar el
hábitat de una misma población (ej. decenas de km para pequeños odontocetos, centenas
de km para rorcuales o cachalotes).
En los casos en los que se propone más de una embarcación como fuente de adquisición,
deberá aplicarse el mismo principio de precaución y limitar esta actividad a distancias
máximas entre embarcaciones de fuente sísmica, que puedan ser controladas visualmente
por observadores. En estos casos suelen ser necesarias embarcaciones adicionales
dedicadas a la observación u observación desde avionetas. El soft-start (método de
mitigación que permite a los cetáceos alejarse de la fuente de ruido antes de que la
exposición alcance los 180 dB re 1microPa) y los procesos de demora para cada
embarcación, deben comunicarse en tiempo real y realizarse en paralelo
independientemente de qué embarcación haya identificado cetáceos en distancia de
riesgo. Los tiempos de espera deben respetarse para ambas embarcaciones aunque solo
sea una la que se encuentre cerca de cetáceos.
Con el fin de reducir el impacto acústico en cetáceos, se debe definir la geometría de los
cañones de aire para minimizar la proporción de energía que se propaga horizontalmente
y minimizar la cantidad de energía y frecuencias por encima de aquellas necesarias para el
propósito de la campaña. Si el promotor no incluye un análisis para la minimización del
nivel de fuente y propagación horizontal de la señal debe justificar el motivo.
71
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
Los observadores de mamíferos marinos (MMO) y los técnicos de acústica pasiva (PAM)
deben ser expertos capacitados y con experiencia demostrable en dichas especies (en el
Anexo 6 de este Documento están recogidos los requisitos de formación que serían
recomendables para los MMO, así como el instrumental básico de trabajo). El equipo
seleccionado de observadores visuales debe ser aprobado por la administración antes de
autorizar el proyecto.
Los MMO deben ser contratados por una empresa independiente a la solicitante de la
autorización para evitar intereses en minimizar acciones de mitigación.
La zona de exclusión se define como el área circular que abarca niveles de ruido de hasta
180 dB re 1 μPa (RMS) medido desde el punto central de los cañones de aire. Este es el
umbral de ruido que tiene la capacidad potencial de provocar daños fisiológicos en el
sistema auditivo de los cetáceos. El radio de esta área ha de ser definido por modelización
acústica basada en el tipo y nivel de fuente propuesta y las condiciones ambientales del
área a prospectar o que más se aproximen. Los resultados del modelo han de verificarse
mediante medidas de campo acústico durante las primeras horas del inicio de la operación
y en cada inicio de líneas sísmicas que se realicen en áreas cuyas características
oceanográficas sean marcadamente diferentes a las incluidas en el modelo (ej. diferencias
en profundidad) o que se realicen en periodos marcadamente diferentes (ej. verano e
invierno). Según características del medio, mediante la modelización suelen obtenerse
distancias de 300 hasta 3000 metros como zonas de exclusión.
La zona de exclusión es observada visualmente en búsqueda de cetáceos antes de la
activación de cañones de aire y la observación se mantiene activa hasta que se finaliza la
adquisición sísmica y los cañones de aire se detienen. No obstante, los MMO pueden no
llegar a cubrir visualmente toda la zona de exclusión desde la embarcación que arrastra
los cañones de aire, por lo que serán necesarias medidas adicionales, tales como
embarcaciones adicionales que posicionen MMO alrededor de la embarcación que arrastra
los cañones de aire o inspección en avioneta.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
exclusión: un área definida por el radio de 180 dB re 1 μPa (RMS) donde se requiere parar
los cañones si se avista cualquier cetáceo y otra área mayor definida por el radio de 160
dB re 1 μPa (RMS), donde se requiere parar los cañones si los MMO avistan la especie
sensible en cuestión. El umbral de 160 dB re 1 μPa (RMS) corresponde con el umbral de
ruido que provoca cambios de comportamiento.
Existen diferentes tipos de modelos para predecir la perdida por transmisión del sonido en
el agua y definir la zona de exclusión. En general, es necesario que el modelo considere
propiedades geoacústicas del fondo marino, propiedades físicas del agua (temperatura,
salinidad, viscosidad, etc.), profundidad y características de la fuente acústica (intensidad,
numero de cañones y geometría del arrastre) como parámetros mínimos para obtener
predicciones razonables. Los resultados de estos modelos son la base del diseño de las
actividades de mitigación por lo que ha de considerarse como una parte fundamental de la
propuesta. Así mismo, la validación de los resultados del modelo mediante medidas del
nivel de campo acústico durante el inicio de la prospección ha de considerarse igualmente
importante. Las diferencias entre los resultados del modelo y la propagación real del
sonido deben ser corregidas lo antes posible durante el inicio de la adquisición sísmica
para ajustar el área a incluir en la zona de exclusión. No deberían ser permitidas aquellas
propuestas cuya zona de exclusión no se base en los resultados de la modelización
acústica de la perdida por transmisión y validación posterior en campo.
73
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
sísmica. Este estudio debe tener como objetivo la obtención de información preliminar,
pero suficiente sobre distribución, diversidad y presencia estacional de cetáceos en el área
a prospectar que permita definir un plan de mitigación de impacto acústico adecuado.
B. Durante la campaña de prospección sísmica
Si un cetáceo es detectado, dentro de la zona de exclusión antes del inicio del soft-
start, el comienzo del soft-start se debe demorar por lo menos 30 minutos desde el último
avistamiento o detección acústica localizada dentro de la zona de exclusión. La demora
debe extenderse a 60 minutos si la profundidad es mayor a 200 m o si la especie
detectada es sensible.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
• Soft-start
El soft-start debe llevarse a cabo cada vez que los cañones de aire van a ser disparados,
incluyendo disparos de prueba (ej. calibración, sincronización, etc.). Siempre que sea
posible, el soft-start debe ser planificado de manera que se desarrolle cuando la
observación por MMO (y la escucha por PAM si está disponible) pueda ser realizada de
manera efectiva.
• Una vez que el soft-start se ha realizado y los cañones de aire están a pleno
rendimiento la adquisición de datos sísmicos debe comenzar de inmediato. Los
operadores deben evitar la emisión innecesaria a pleno rendimiento, antes del
comienzo de la línea.
• Si, por cualquier motivo, el disparo de los cañones de aire se detiene y se reinicia con
un intervalo menor a 10 minutos y el control de la zona de exclusión por MMO y/o PAM
ha sido efectivo durante al menos los 60 minutos previos, no es necesario aplicar un
periodo de observación previo al reinicio de los disparos pero se debe aplicar la medida
de soft-start con un incremento máximo de hasta 6 dB por minuto.
• Después de una interrupción no planificada de más de 10 minutos o de menos de 10
minutos pero sin un control de la zona de exclusión efectivo por parte de los MMO
durante al menos los 60 minutos previos, o durante periodo nocturno, se debe realizar
un observación previa de 30 o 60 minutos seguida de un soft-start con un incremento
de 6 dB cada 5 minutos. Si las condiciones de visibilidad no son suficientes para
realizar la observación por MMO, no se podrá iniciar el soft-start hasta que las
condiciones lo permitan, a no ser que se disponga de PAM a bordo. Si la interrupción
ocurre durante el periodo nocturno o se hace de noche durante el intervalo de
inactividad, solo se podrá reiniciar la actividad de los cañones de aire si existe PAM con
capacidad de localización cubriendo la totalidad de la zona de exclusión.
• Si un mamífero marino se detecta al mismo tiempo que los cañones están
descansando, el MMO debe retrasar el inicio del soft-start. Si no hay mamíferos
marinos presentes, puede informar sobre el inicio del soft-start.
• Cuando dos o más barcos están operando en área adyacentes en turnos diferentes
para evitar causar interferencias sísmicas entre ellas, el proceso de soft-start y de los
76
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
procesos de demora para cada barco deben comunicarse y aplicarse en cada barco
implicado en el estudio sísmico.
La verificación de campo acústico debe realizarse durante las primeras horas del inicio de
la operación y en cada inicio de líneas sísmicas que se realicen en áreas cuyas
características oceanográficas sean marcadamente diferentes a las incluidas en el modelo
(ej. diferencias en profundidad) o que se realicen en periodos marcadamente diferentes
(ej. verano e invierno). Las medidas de nivel de ruido recibido deben realizarse a
diferentes distancias del centro del arrastre de los cañones de aire, estas distancias
dependen del resultado del modelo aplicado para calcular la zona de exclusión, pero
generalmente incluyen puntos de medida tanto dentro como fuera del radio de 180 dB re
1microPa. Si las medidas a diferentes distancias no son simultáneas, estas deben tomarse
dentro de un intervalo de tiempo en el que no haya variaciones significativas de los
parámetros que afectan la propagación del sonido y la medida de campo acústico (ej.
cambios de profundidad, de estado del mar, del nivel de ruido ambiente, etc.).
El método de verificación de campo acústico y sus detalles (el número de veces que se
aplicó, las distancias medidas, los valores de medida obtenidos, etc.) deben quedar
reflejados en los documentos que el promotor entrega al final de la prospección sísmica
para la correcta evaluación de esta operación.
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.2. Exploración y explotación de hidrocarburos
C. Acciones posteriores a la prospección
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-III.3-
CONSTRUCCIONES
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.3. Construcciones
Instalación de pilotes
Dragados
Explosiones
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.3. Construcciones
incompresible, hay poca absorción de la onda expansiva, que se transmite a mayor rango
que en aire. El rango letal de una explosión en agua es por tanto mucho mayor que la
misma masa explosiva en aire. Por ejemplo, un hombre a 5 m de una granada de mano
no sufriría daños por la onda expansiva en aire, pero el impacto en agua sería letal.
Cuando la onda expansiva alcanza la superficie del agua, parte de la presión se dispersa
en la pluma y campana de explosión y el resto de la energía se refleja de vuelta al agua.
Funcionamiento de los parques de energía eólica marinos
Estas estructuras son una fuente de sonido constante de baja frecuencia en el
agua. El ruido que se produce al girar las aspas no penetra en el agua, por la reflexión que
se produce por el cambio de medio. Sin embargo, las vibraciones se transmiten al pilote
que sostiene a las aspas, y desde este, al agua en el que está sumergida su base. Al igual
que muchas fuentes de ruido, los niveles de fuente operacionales de los aerogeneradores
son más bajos que durante la construcción y dependen de factores distintos: el tipo de
construcción, tamaño, condiciones ambientales (es decir, la profundidad, la topografía, la
estructura de los sedimentos, hidrografía), velocidad del viento, el tamaño del parque
eólico, etc. Actualmente se dispone de pocos datos sobre las emisiones de sonido al mar
atribuibles al funcionamiento de las turbinas de viento y sus efectos sobre la vida marina.
En el mar, hasta ahora sólo se han medido las emisiones acústicas de los aerogeneradores
de una potencia de salida de entre 0,2 y 2,0 MW (Madsen et al., 2006). Sin embargo, está
planificado construir extensos parques eólicos marinos en el Mar del Norte con turbinas de
una potencia de 3,5 a 5 MW (De Buhr, 2001; Wobben, 2004). Las mediciones, usando
como ejemplo modelo una turbina eólica marina de 0,5 MW, indicaron que el sonido bajo
el agua operativo que procede de una turbina tan pequeña está sólo por encima del sonido
ambiental en el rango de frecuencias por debajo de aproximadamente 1-2 kHz (Degn,
2002). Henriksen et al. (2003) estiman que el nivel máximo de ruido de tales operaciones
sí estaría por encima del umbral de audición de las marsopas. Deben considerarse las
posibles afecciones a peces que son capaces de detectar infrasonidos a través de la línea
lateral, pero hasta el momento no hay estudios de impacto de este tipo.
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.3. Construcciones
Los efectos de la onda expansiva son más fuertes en explosiones submarinas que
en aire, pues en el aire la onda de choque se disipa más rápidamente y tiende a ser
reflejada por la superficie del cuerpo, mientras que en el agua la onda atraviesa el cuerpo
y causa daños internos en las interfases de gas y líquido de los órganos. Keevin y Hemper
(1997) realizan una revisión de daños sobre la vida marina y reportan afecciones de
explosiones submarinas a la flora (la fanerógama marina Zostera marina y varias especies
de algas), a invertebrados y a peces. En el caso de los peces se observó que las
detonaciones frecuentemente no producían daños externos muy visibles, mientras que los
órganos internos podían estar profundamente afectados. Dado que las detonaciones
afectan principalmente a las interfases y cámaras aéreas, los peces e invertebrados sin
vejiga natatoria parecen ser más resistentes a impactos de explosiones. La tabla III.4.1
presenta una revisión de los niveles de exposición sonora que producen daños a peces,
vertebrados marinos y vertebrados terrestres sumergidos. Ver también el apartado de
impactos de las actividades de hidrocarburos, desinstalación de plataformas (III.2.B)
Tabla III.4.1. Estima de valores pico y de nivel de exposición sonora (SEL) que causarán impactos en peces y otros
vertebrados. Tabla traducida de Duncan y McCauly (2009) que la realizaron en base a datos de Ketten (1995) y
medidas empíricas propias de las equivalencias entre niveles máximo y SEL para explosiones submarinas.
Max dB re 1 μPa 2
Tipo de daño SEL dB re 1 μPa s
Mínimos daños a peces 174-180 154-159
100% mortandad en peces >210 186
Alta incidencia de daños en
210-214 186-190
vertebrados marinos
Daños letales en vertebrados
>215 190
terrestres sumergidos
Durante los días de actividad de hincado de pilotes, Edrén et al. (2004) encontraron
una disminución de 31-61% en el número de focas (Phoca vitulina) que estaban fuera del
agua, en un banco de arena a unos 10 km de distancia del lugar de construcción. Sin
embargo, parece que el número total de focas en la zona no varió durante toda la fase de
construcción. Un estudio con focas anilladas (Phoca hispida) mostraron poca o ninguna
reacción al ruido de instalación de tuberías en obras de construcción de una isla artificial
de producción de petróleo en el Ártico. Se midieron niveles de sonido de 157 dB0-P re 1
µPa, 151 dBRMS re 1 µPa, o 145 dB re 1 µPa2·s respectivamente, a 63 m de distancia. Los
autores suponían que las focas en torno a este sitio probablemente estuvieran habituadas
a los sonidos industriales (Blackwell et al., 2004). Del mismo modo, Moulton et al. (2003,
2005) no encontraron cambios en la abundancia relacionados con la construcción de la
isla, la perforación ni la producción de petróleo en el mismo lugar. Otros estudios, sin
embargo, estudios con marsopas (Tougaard et al., 2003, 2005) han observado reducción
de la abundancia y actividad vocal de los animales en la zona de hincado de pilotes.
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.3. Construcciones
Funcionamiento de aerogeneradores
Koschinski et al. (2003) mostraron que marsopas y focas evitaban ruido simulando
un aerogenerador en funcionamiento.
El incremento del ruido basal a frecuencias bajas podría tener efectos sobre peces e
invertebrados. Por ejemplo, en este experimento, que no estaba dirigido al sonido de
aerogeneradores, se puso una bomba de aire ‘Rena’ que produjo un sonido de banda
ancha a un lado de los tanques experimentales para simular los niveles de sonido de fondo
naturales en un acuario que contenía camarón café norteño (Penaeus aztecus). El nivel de
la fuente fue más alta a unos 50 Hz, acercándose a 130 dB re 1 μPa @ m, y los niveles de
fuente estuvieron 30-40 dB más altos que el sonido ambiente entre 80 y 400 Hz
(Lagardère, 1982). Se encontró que los camarones tenían tasas de reproducción y
crecimiento reducidos, así como un aumento en la tasa de agresión (canibalismo).
A. durante el periodo durante el que las hembras utilizan más el área, al final de su
periodo de gestación, cuando están con las crías (junio a septiembre), se prohibirán
trabajos en el agua.
B. durante el periodo en el que las belugas utilizan menos el área, o no es un periodo
crítico como el mencionado arriba (Mayo a Junio y Septiembre a Octubre), se
realizarán trabajos en el agua siempre que los animales no sean expuestos a
niveles que superen los 120 dB re 1 μPa RMS para fuentes de ruido continuo, o 160
dB re 1 μPa RMS para fuentes de ruido ocasional;
C. durante otros periodos, se desarrollarán los trabajos siempre que no haya belugas a
radios que las hagan exponerse a niveles mayores de 180 dB re 1 μPa RMS
D. en cualquier periodo en el que se permitan los trabajos en el agua, se limitarán las
actividades de instalación de pilotes a 3 horas por semana, así como las
operaciones de detonación con dinamita en tierra, cerca de costa, a horas diurnas y
con condiciones de visibilidad que permitan la detección de belugas en un
perímetro suficiente como para asegurar que no sean expuestas a niveles de más
de 160 dB re 1 μPa RMS”
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.3. Construcciones
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-III.4-
TRÁFICO MARÍTIMO
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Grandes buques
Figura III.4.1. Izquierda: Incremento de nivel en el ruido de fondo a bajas frecuencias (<300 Hz) en dos áreas del
Pacífico Norte, denotando que se duplica la potencia acústica cada década (incremento de 3 dB) (Andrews et al., 2002;
McDonald et al., 2006). Derecha: evolución del número de buques comerciales y de su tonelaje (amarillo, en millones
de Tn) en los océanos (datos de Ross, 1993; figura de IFAW, 2008).
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
flota comercial mundial, representan aproximadamente la mitad del tonelaje bruto (OSB,
2003). Con más de 10.000 superpetroleros comerciales, 6.000 graneleros de carga seca,
40.000 buques portacontenedores y 23.000 barcos de pesca que operan en todo el
mundo, los buques grandes se encuentran entre las fuentes más ubicuas de ruido
antrópico en los océanos (OSB, 2003; Hildebrandt, 2004). El ruido generado por buques
de gran tamaño en movimiento rápido es bastante intenso: superpetroleros ≤195 dB re 1
µ Pa 2 /Hz a 1m (Hildebrandt, 2004); buques mercantes ≤ 220 dB re 1µPa a 1 m (OSB
2003), y se concentra en los rangos de baja frecuencia (5-500 Hz). Estas fuentes de ruido
son las más frecuentes cerca de los grandes puertos y a lo largo de las rutas de
navegación más utilizadas y pueden propagarse a lo largo de distancias muy grandes,
debido a su baja frecuencia. Esto conlleva un incremento del ruido de fondo marino
incluso lejos de los puntos críticos de emisión. Es necesario realizar un análisis
cuantitativo del tráfico marítimo, y de su evolución, específico para las aguas españolas,
haciendo uso de los modernos sistemas AIS de identificación automática de los buques de
gran eslora y con medidas paralelas del nivel de ruido ambiente.
Figura III.4.2. Rangos de frecuencias a los que emiten generalmente los barcos y ecosondas de navegación, y a los
que son sensibles los cetáceos con barbas (misticetos) y dientes (odontocetos).
Aunque la mayor parte del ruido de los barcos es de bajas frecuencias, por debajo
de 600 Hz (OSB, 2003), trabajos recientes describen la emisión acústica de un carguero
moderno con niveles, en bandas de 1/3 de octava a 30 kHz, por encima de los 150 dBRMS
re 1 µPa a 1 m (Arveson y Venditis, 2000) y niveles de banda ancha (0,354 a 44,8 kHz)
de 136 dBRMS re 1 μPa a>700 m de distancia (Aguilar Soto et al., 2006). Estos niveles
elevados a altas frecuencias (el ser humano sólo es capaz de oír hasta los 16-20 kHz) se
registran ya a velocidades de navegación de 16 nudos. La mayor parte del ruido de un
barco navegando a velocidades de más de 10 nudos se origina por la cavitación de las
palas de la hélice, que produce burbujas que explotan ruidosamente (Figura. III.4.3), de
modo que los componentes en altas frecuencias se relacionan normalmente con la
velocidad de rotación del motor. Otros estudios de barcos rápidos con sistemas de
propulsión distintos muestran también niveles de emisión elevados a medias y altas
frecuencias (Browning et al., 1997); este estudio describe el ruido de fast-ferries CAT, que
comienzan a ser comunes en las aguas españolas, principalmente en Canarias. Las
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Figura III.4.3. Izquierda: Buque carguero. Existen más de 90.000 barcos de más de 100 toneladas de registro bruto
en los océanos y el tráfico comercial de carga continúa incrementando. Derecha: Visualización de las burbujas de
cavitación que genera una hélice al girar en un túnel de experimentación, produciendo ruido que llega a frecuencias
altas. Figuras de IFAW (2008) y de Renilson-IFAW (2009).
Influencia del tipo de hélice y de la velocidad en el ruido
Los grandes buques tienen hélices que pueden ser de inclinación de las palas fija o
variable. En las primeras se ha descrito que el ruido aumenta de forma proporcional a la
velocidad. Arveson y Venditis (2000) midieron que el ruido emitido por un carguero
ascendía proporcionalmente a 104*log(rpm), o unos 31 dB cada vez que se doblaba la
velocidad. Otras medidas realizadas en barcos más pequeños observaron una relación
lineal entre log(velocidad) y el nivel de ruido en dB (McCauley et al., 1996). En estos
barcos la velocidad era aproximada por las rpm del barco (Renilson-IFAW, 2009). La
misma tendencia de incremento del ruido dependiente de la velocidad se ha observado en
otros estudios (Wittekind, 2008). La situación no es tan clara para los barcos con hélices
de inclinación de palas variable. Aunque generalmente también experimentan un ascenso
del ruido emitido al incrementar la velocidad (Kipple y Kollars, 2004), existen excepciones,
debidas a que el control de la velocidad no se efectúa reduciendo las revoluciones, sino
reduciendo la inclinación de las palas (y por tanto desplazando menos agua). Esto trae
problemas, porque el cambio de inclinación crea cavitación y desciende la eficiencia de la
propulsión, lo que se puede solucionar variando la relación “inclinación de palas-
revoluciones” para cada velocidad, como hacen algunos barcos militares y podría ser
aplicado en los barcos comerciales (revisado en Renilson-IFAW, op. cit.) En resumen, la
reducción de velocidad conlleva un descenso de las emisiones acústicas en la gran
mayoría de los barcos.
• Southall, 2005: la mayoría (el 83%) del campo acústico que rodea a los buques de
7
Información extraida del informe técnico TEJEDOR, A., SAGARMINAGA, R. y ZORZO, P. 2012. Mitigación de los
impactos del Tráfico Marítimo en aguas españolas. Proyecto LIFE+ INDEMARES.
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Finalmente dicho Grupo de trabajo acordó que las hélices son la principal fuente de
ruido submarino generado por los buques (MEPC 61/24). En ese contexto, el Comité
observó que las medidas coordinadas y la investigación aplicada en las rutas de
navegación podría traducirse en importantes avances para determinar qué tipos de buque
y qué buques son más ruidosos, ya que reducir el nivel de ruido que emite un número
relativamente pequeño de los buques más ruidosos es un posible modo de reducir de
manera eficaz el aporte total de ruido del transporte marítimo al conjunto de ruidos en los
océanos. Esta demanda de datos fiables sobre los ruidos submarinos puso de manifiesto la
necesidad de elaborar la definición de un método adecuado de medición del ruido
submarino procedente de los buques (esto es, los resultados de la labor del ISO/TC8/SC2
y/o la nueva norma ANSI/ASA S.12.64-2009/part1) para asegurarse de que pueden
obtenerse resultados cuantitativos reproducibles.
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Por último y dadas las implicaciones técnicas inherentes, el Comité decidió trasladar
la discusión a un Subcomité específico a fin de elaborar las directrices técnicas para
abordar la cuestión del ruido debido al transporte marítimo y sus efectos adversos en la
fauna marina. En la actualidad, el MEPC está a la espera de que dicho Subcomite informe
de los resultados sobre esta cuestión. Los resultados están previstos para el próximo
MEPC 64 (Octubre 2012).
Barcos de media/pequeña eslora y recreo
Ecosondas de navegación
Las ecosondas contribuyen parte del ruido generado por el transporte marítimo, al
producir sonido por medio de transductores para localizar la profundidad del fondo marino,
o bancos de peces. Se utilizan en casi todos los buques de gran eslora y en muchos barcos
menores, incluyendo la mayoría de los pesqueros y un gran número de embarcaciones de
recreo. Las ecosondas suelen tener un haz vertical centrado (~ 30 ° -60 °) en un rango de
frecuencia de 8-30 kHz para aguas profundas, con un nivel de fuente máximo de 220 dBp-
p re 1 μPa a 1m, una duración máxima de pulso de 10 ms, y un ciclo de trabajo máximo
de 1% (Moustier, 2004). Su rango de frecuencias coincide con el de muchos odontocetos,
y el importante número de ecosondas de navegación en uso significa que esta fuente de
sonido contribuye considerablemente al monto total de energía del ruido submarino
antrópico. El rango de frecuencias de la ecosonda depende de la profundidad del fondo. El
agua absorbe altas frecuencias más que bajas frecuencias, por lo tanto los transductores
de baja frecuencia proporcionan las lecturas más profundas (frecuencias de menos de 50
kHz en aguas de más de 100-200 m de profundidad). Sin embargo, las frecuencias altas
proporcionan mejor resolución y detalle en la pantalla. Si se examinan pantallas de 50 kHz
y de 200 kHz simultáneamente se observa el mayor detalle en la pantalla de frecuencia
alta. Este detalle podría mostrar cardúmenes de peces, cebo, estructuras, etc. Muchos
sónares de pesca de frecuencia dual combinan la operación en baja y alta frecuencia en
una sola pantalla/transductor. Esto les da las ventajas de ambos a los pescadores
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Extensión del problema
Las grandes líneas de tráfico generan ruido que se extiende a grandes distancias.
Las frecuencias altas serán absorbidas en el proceso de difusión de la energía acústica
pero las frecuencias graves dominan el ambiente marino a menos de 200-300 Hz en los
océanos del Hemisferio Norte. La figura III.4.4 ejemplifica el nivel de saturación de las
líneas de transporte marítimo en el Mediterráneo y en una zona del Este de EEUU, en
ambos casos se afectan zonas marinas protegidas (el Santuario de Liguria y el Stellwagen
Bank, respectivamente).
Figura III.4.4. Izquierda: Mapa de tráfico del Mar de Liguria, cortesía de Notarbartolo di Sciara (2007). Derecha:
Mapa de tráfico de la costa de Massachusetts, cruzando el área protegida del Stellwagen Bank, cortesía de Hatch
(2007).
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Enmascaramiento de señales biológicas y del hábitat
Figura III.4.5. Izquierda: Rango calculado de detección de las vocalizaciones del rorcual común (Balaenoptera
physalus) antes del desarrollo del tráfico marítimo motorizado. Derecha: Rango actual calculado en base al incremento
del ruido ambiente en las frecuencias graves utilizadas por el rorcual, enmascarándolas. Datos de Payne y Webb
(1971), mapa cortesía de Clark para Okeanus (2009).
20log10(Rango1960) = 20log10(Rangoactual) + 15 dB
Una reducción del radio de detección al 18% del de hace 50 años implica que el
volumen de agua ensonificada por las vocalizaciones es mucho menor, dado que este
volumen se relaciona con el radio elevado al cubo. Es posible que los animales puedan
desarrollar técnicas de compensación a la elevación del ruido ambiente. Sin embargo, esta
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
drástica reducción de su rango de comunicación, a un 18% del que podían usar hace 50
años, se ha producido en un período menor que la longevidad de una ballena. Entre estos
mecanismos de compensación podrían estar el aumentar la potencia de emisión,
registrado por ejemplo en orcas (Orcinus orca) en las cercanías de barcos (Scheifele,
2005), o cambiar las frecuencias de las vocalizaciones, por ejemplo registrado en belugas
(Delphinapterus leucas) cercanas a barcos (Lesagne et al., 1999) y sugerido para ballenas
francas a lo largo de varios años (Parks et al.) para que no coincidan con la mayor parte
de la energía del ruido de los barcos. Sin embargo, frecuencias más altas se transmiten a
menor distancia, lo que reduce su efectividad, y además la tendencia actual de los barcos
es a incrementar su velocidad, lo que repercute en una emisión de ruido a mayores
frecuencias debido a la cavitación. Por otra parte, los cambios del comportamiento vocal
de los animales pueden estar limitados por su propia anatomía.
Los cetáceos son depredadores de alto nivel en las redes tróficas y, por tanto,
pueden ejercer un control top-down en las comunidades biológicas marinas. Sin embargo,
el impacto de la contaminación acústica también puede funcionar como un proceso
bottom-up en los ecosistemas marinos. Existen nuevas y crecientes evidencias de que un
amplio rango de animales, algunos en la base de las redes alimentarias, como larvas de
distintas especies de peces y crustáceos (Montgomery et al., 2006; Tolimieri et al., 2000;
Leis et al., 2002; Leis et al., 2003; Jeffs et al., 2003; Simpson et al., 2004, 2005; Leis and
Lockett, 2005; Radford et al., 2008) usan el sonido para distintas funciones vitales. En el
caso de algunas larvas, utilizan el sonido ambiente natural de la costa para orientarse en
la fase de asentamiento, y por tanto podrían ser afectadas también por el incremento del
ruido antrópico, si este coincide con las frecuencias utilizadas por las larvas para
orientarse. Muchas de las larvas estudiadas corresponden a especies de importancia
económica pesquera y es por tanto relevante indagar si la contaminación acústica puede
interferir con la función vital de asentamiento larval. Aún se están comenzando a estudiar
las características espectrales y niveles de los sonidos que utilizan estas especies
(Simpson et al., 2008), pero estos recientes descubrimientos son indicativos de la
importancia del sonido para estructurar las comunidades marinas, y del poco conocimiento
que aún tenemos sobre el funcionamiento de los procesos mediados por señales acústicas
a lo largo de toda la red trófica. Por ello, es importante aplicar el principio de precaución y
comenzar a controlar el nivel de ruido antrópico, dado que el tráfico marítimo produce
contaminación acústica a escalas espaciales muy grandes, a frecuencias coincidentes con
la mayor parte del ruido ambiente de importancia para la fauna, y ha elevado ya el nivel
del contaminante “ruido” de forma significativa en los océanos.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Efectos de comportamiento
Los barcos tienen colisiones con cetáceos, siendo estas un importante factor de
amenaza para la conservación de algunas especies. Una de las más afectadas es la ballena
franca del norte (Eubalaena glacialis), amenazada de extinción y para la que se ha
descrito que una reducción en las colisiones anuales podría invertir el declive de la
población, que parece predecir su desaparición dentro de este siglo. A pesar del impacto
claro de los barcos para estas ballenas, se ha comprobado que no reaccionan ante el ruido
de las embarcaciones (Nowacek et al., 2004), lo que indica que la falta de respuestas de
comportamiento no es directamente extrapolable a una falta de impacto. En este contexto
no es de extrañar que exista una gran variabilidad en las respuestas de comportamiento
de distintos animales, e incluso a nivel intraespecífico, ante estímulos de ruidos de barcos.
Se han observado efectos del ruido en el comportamiento de mamíferos marinos que
pueden ser desde sutiles a severos (Richardson et al., 1995). Por ejemplo, las reacciones
pueden ser de simples cambios de orientación a respuestas de escape. Estas respuestas
pueden tener costes energéticos directos y por tanto, podrían influir de forma indirecta
sobre las actividades de alimentación, navegación y reproducción. Se han observado
manatíes (Trichechus manatus) que responden a la aproximación de barcos
(supuestamente detectados por el ruido emitido por los mismos) con una respuesta
aparente de escape, cambiando orientación, tasa de coleteo y buceando hacia aguas más
profundas (Nowacek et al., 2004). Otro ejemplo es el de las belugas (Delphinapterus
leucas) que evaden rompehielos a distancias dehasta 30-50 km (Finley et al., 1999;
Cosens y Ddueck, 1993) y reducen la tasa de emisión vocal al aproximarse los barcos
(Lesage et al., 1999). Variaciones en la tasa de emisión o en la longitud de las llamadas se
han registrado también, por ejemplo, en delfines mulares (Tursiops truncatus) (Buckstaff,
2004) y orcas (Orcinus orca) (Foote et al., 2004) expuestos a ruido de barcos.
Efectos fisiológicos
No existen pruebas de que el ruido de los barcos pueda ejercer efectos fisiológicos
sobre los cetáceos, aunque se ha sugerido que se podrían producir de forma indirecta si el
ruido causa estrés o por la exposición crónica a altos niveles de ruido. El hecho de que los
animales puedan aprender a convivir con altos niveles de exposición sonora (por ejemplo
poblaciones que habitan en las cercanías de líneas de tráfico marítimo) no implica que el
ruido sea inocuo, sino que la evitación del área tiene un coste mayor para los animales,
por ser una zona de reproducción, alimentación o simplemente a la que son fieles por
causas evolutivas. Las respuestas fisiológicas al estrés siguen un patrón muy homogéneo
en animales de diversos taxones estudiados en laboratorio (revisado en Wright et al.,
2008) y se han observado estas respuestas en exposiciones de ruido a animales de
experimentación, por lo que no hay razón para deducir que los mamíferos marinos, u otra
fauna con la que es difícil experimentar en condiciones controladas, estén libres de los
impactos fisiológicos del estrés causados por el ruido. El estrés puede ser alimentario (si
se reduce la eficiencia en la caza por enmascaramiento de la ecolocalización o de la
detección pasiva de presas), social (se reducen los rangos de comunicación) o perceptivo
(molestias que pueden producir cambios de comportamiento).
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
El ruido de los barcos se produce tanto directamente desde la hélice (u otro sistema
propulsor) hacia el mar, como desde todo el barco, que re-radia las vibraciones que
causan en el casco la propia maquinaria del buque y la propulsión de la hélice. Por tanto,
se asume de forma general que la cantidad de ruido y vibraciones dentro del casco será
proporcional a la cantidad de ruido emitido directamente al mar, aunque no existen
estudios específicos a este respecto. Uno de los principales objetivos es reducir la
cavitación, dado que esta fuente de ruido, cuando ocurre, domina sobre otros sonidos de
la hélice (excepto el “singing”) y de cualquier otro ruido hidroacústico del barco (Ligtelijn,
2007). Generalmente la cavitación es inevitable a velocidades medias y altas; la velocidad
más baja a la que se comienza a producir cavitación es la denominada CIS (cavitation
inception speed). Un barco que produce mucha cavitación está perdiendo energía en la
creación de burbujas, que no se invierte en la propulsión del barco, por lo que la reducción
de cavitación y la mejora de la eficiencia de la propulsión suelen ir en paralelo, ofreciendo
un estímulo económico a las navieras para aplicar técnicas de reducción de ruido.
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III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Mantenimiento de las palas de las hélices ya existentes
Los daños inducidos por el uso en las palas reducen la eficiencia de la propulsión en
hasta un 2% (Townsin et al., 1985) e incrementan la cavitación, provocando por tanto un
mayor ruido hidroacústico. El mantenimiento de las palas debería introducirse como un
procedimiento rutinario dentro de las tareas a desarrollar cuando los buques pasan a
dique seco para inspección y mantenimiento.
Mecanismos de mejora del flujo del agua hacia la hélice
Diseño de nuevas hélices
Las hélices se diseñan para condiciones esperadas de uso que normalmente no se
cumplen en la práctica, lo que genera funcionamientos fuera de diseño que aumentan las
vibraciones y el ruido. Las condiciones que se predicen suelen ser del buque a plena carga
y a una velocidad y distribución de flujo determinados, en aguas calmadas. Se aconseja
llevar un registro de las condiciones de uso reales del barco, medias a lo largo de unos
años de uso, y evaluar si es necesario modificar la hélice o adaptar una nueva, tanto para
reducir ruidos como para mejorar la efectividad de la propulsión, lo que puede resultar
económicamente beneficioso. Existen varios modelos de hélices que muestran diversos
grados de reducción de vibraciones y ruidos en el casco, así como reducción de la
cavitación. Los resultados específicos sobre la generación de ruido al mar no están aún
probados en muchos casos y requieren aún de investigación. Uno de los modelos
prometedores de nuevas hélices para grandes buques se ha diseñado por la empresa
española SISTEMAR. Esta empresa ha inventado hélices denominadas CLT (Contracted
and Loaded Tips) que reducen de forma significativa las vibraciones en el barco, así como
el consumo para la propulsión (en un test comparativo realizado se midió un ahorro del
11,5% del combustible a igual velocidad y condiciones de mar). Aunque no se han hecho
medidas específicas del ruido producido hacia el mar, sí se ha medido que el flujo de agua
creado por la hélice CLT es mucho más concentrado y presenta una disipación de energía
menor que las hélices tradicionales. Así mismo, los pulsos correspondientes al paso de las
96
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
palas de la hélice se ven reducidos a partir del segundo armónico, por lo que el nivel de
ruido radiado al mar se espera que sea muy inferior al producido por una hélice
convencional (Pérez Gómez et al., 2006). Este y otros diseños de las palas de las hélices
se muestran en la Figura III.4.6. En esta figura se presenta también un ejemplo de los
diseños de modificaciones propuestas para la tapa de la hélice (D), que han resultado en
reducciones de la cavitación, al recuperar parte de la energía rotacional que se pierde por
el vértice de la hélice.
Figura III.4.6. Izquierda: Diseños de hélices propuestos para reducir vibraciones y ruidos y mejorar la eficiencia de la
propulsión de grandes buques. Revisadas en Renison-IFAW (2009). A) Hélice de palas de alta curvatura (Highly
skewed, MAN Diesel A/S Denmark) B) Hélice de puntas cargadas (Contracted and Loaded Tip -CLT- de SISTEMAR) C)
Hélice Kappel (MAN Diesel A/S, Denmark); D) Hélice de Boss Cap Fins (Mitsui O.S.K.Techno-Trade). Derecha: ejemplo
de hélice de reducción de ruido para barcos de media y pequeña eslora (Varifold)
Con respecto a barcos de pequeña y mediana eslora, los motores de cuatro tiempos
son en general más silenciosos que los de dos tiempos. También se han desarrollado
modelos de hélices que reducen la cavitación, con menor emisión de ruido, normalmente
tienen un mayor número de palas en la hélice, como el ejemplo de la Figura III.4.6,
llegando a tener cuatro o cinco palas en lugar de las tres de las hélices convencionales. La
reducción en el ángulo de inclinación de las palas también parece reducir la cavitación. El
hecho de que estas hélices se utilicen en submarinos da una idea de la mejora que
producen en las emisiones de ruido, esencial para estos buques.
Montura del motor amortiguado
La instalación del motor en soportes provistos de amortiguación flexible, tanto en el
casco como en su conexión al eje de rotación de la hélice, reduce la transmisión de sus
vibraciones al agua.
97
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.4. Tráfico marítimo
Separador de agua de refrigeración
La instalación de un sistema de separación de los gases del motor y agua de
refrigeración (que normalmente se expulsan juntos) reduce las burbujas y ruidos
asociados en la salida del tubo de escape.
Insonorización de la sala de máquinas
El revestimiento de las salas de máquinas con material aislante del ruido reduce las
emisiones sonoras dentro del barco, así como desde el casco hacia el mar.
Reducción del uso de ecosondas y fomento de ecosondas de alta frecuencia
Es recomendable restringir el uso de ecosondas de navegación en aguas someras a
instrumentos que emitan en frecuencias altas, preferiblemente superiores a los 150 kHz
(incluso 200 kHz, en zonas de posible distribución de marsopas, como las costas
atlánticas). Esta medida reduce tanto el alcance espacial de los sonidos (al absorberse las
altas frecuencias con gran rapidez) como su impacto sobre la fauna cercana, dado que hay
pocas especies sensibles a más de 120 kHz y sólo un grupo de especies (marsopas,
cachalotes pigmeo/enano) vocalizan hasta unos 180 kHz.
Las ecosondas se utilizan a veces de forma ininterrumpida, sin que exista una
necesidad real. La mayoría de los barcos de recreo sólo las necesitan para las maniobras
de acercamiento al fondeo. Los barcos de pesca deportiva y profesional en aguas someras
utilizan también las ecosondas para localizar zonas de pesca tales como bajíos o roqueros.
Esto indica que una campaña de sensibilización, enfocada a la reducción del uso de las
ecosondas cuando no son necesarias, podría tener efectos directos amplios en el control
de esta fuente de contaminación marina.
98
-III.5-
DISPOSITIVOS DE EVITACIÓN
ACÚSTICA (PINGERS)
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.5. Dispositivos de evitación acústica (pingers)
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.5. Dispositivos de evitación acústica (pingers)
Es difícil realizar una evaluación del impacto de los D-EVITA, porque se han
realizado múltiples experimentos y los resultados obtenidos son tan diferentes que indican
que existen múltiples parámetros interactuando, tales como la especie y diversas
características de los dispositivos (Kastelein 1997, 2006). A este respecto, existen
especies que parecen tener una mayor sensibilidad a la contaminación acústica. Por
ejemplo, la completa eliminación de las capturas accidentales de zifios (familia Ziphiidae)
en las pesquerías de deriva de California, desde que se comenzaron a usar D-EVITA en
1996, se ha interpretado como síntoma de la especial sensibilidad acústica de estas
especies (Caretta, 2008). Ejemplos contrarios los dan varias especies de delfines, que
parecen habituarse en minutos a la presencia de los dispositivos (Dalgaard Balle, 2006).
En algunos casos los animales no sólo parecen habituarse rápidamente, sino que incluso
pueden aprender a interpretar los sonidos como "llamadas a comer", identificando zonas
donde la depredación es posible con facilidad (Geiger y Jeffries 1986; Mate y Harvey
1987; Jefferson y Curry 1994). Sin embargo, debe considerarse que el estímulo alimento
es muy fuerte y la habituación de comportamiento no garantiza que los animales no se
estén acercando a los dispositivos hasta recibir niveles potencialmente dañinos para su
oído. En este sentido, los AHD, con niveles de emisión >185 dB re 1μP @ 1m, tienen el
potencial de producir cambios temporales, e incluso permanentes, del umbral de
sensibilidad acústica de las especies expuestas (Nachtigall et al., 2004; Richardson et al.,
1995). Otro tipo de impactos fisiológicos, tales como respuestas de alerta (contracciones
musculares reflejas) e incrementos de la tasa respiratoria, han sido observados en focas
cautivas expuestas a sonidos de alta intensidad de AHD, y las focas parecieron no
habituarse a estos sonidos particularmente intensos (Kastelein, 2006; Götz, 2008).
101
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.5. Dispositivos de evitación acústica (pingers)
El uso de los dispositivos de evitación acústica debe plantearse una vez se hayan
agotado otras vías de solución alternativas a las interacciones pesca/maricultura y
mamíferos marinos, incluyendo posibles modificaciones mecánicas de las artes de pesca o
instalaciones de maricultura. Estas medidas mecánicas de mitigación de las interacciones
son preferibles a las sonoras, pues no suponen un incremento de la contaminación
acústica ni interfieren con el comportamiento de los animales. Así mismo, pueden
beneficiar a otras especies que también sufren capturas accidentales, como peces
condrictios o tortugas.
Una vez se llegue al punto de plantear el uso de D-EVITA, se solicitará una licencia
administrativa y se iniciará un estudio con varias fases (Dalgaard et al., 2009): 1)
selección del modelo más adecuado de dispositivo; 2) experimentación en fase piloto para
evaluar su efectividad; 3) seguimiento técnico de los dispositivos y de las interacciones,
para comprobar si existe habituación y, en este caso, si afecta a la efectividad del
dispositivo, así como si existen alteraciones relevantes del comportamiento o distribución
de las especies. El requerimiento de licencia está avalado por el precedente de la
legislación regional de Baleares, donde el uso de D-EVITA ha sido prohibido desde 2005,
hasta que exista certidumbre científica sobre su efectividad en reducir la depredación, y
en todo caso es necesario un permiso para la posesión de estos instrumentos. Es
necesario desarrollar un censo de las unidades D-EVITA en aguas nacionales, y detener su
proliferación hasta que se evalúe su impacto ambiental, como indica la resolución de
ACCOBAMS sobre este tema. Asimismo, tal y como recoje el Informe de Alnitak MITIGA
PESCA (Sagarminaga 2012), se recomienda la inclusión de un código digital de cada
dispositivo con el fin de facilitar la monitorización de su uso.
102
-III.6-
INVESTIGACIÓN
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.6. Investigación
Sísmica y sónares de investigación y sondeo
Es frecuente que un estudio geofísico utilice, además del sistema de pistolas de aire
comprimido, otros instrumentos acústicos. Existen varios diseños de ecosondas civiles que
se usan para llevar a cabo diferentes tareas de investigación, tales como la realización de
mapas batimétricos, o, a través de la evaluación de la energía reflejada (‘backscatter’),
para definir el relieve del lecho marino y la composición del subsuelo (sónares de barrido
lateral, sónares multihaz), analizar las capas de sedimentos (perfiladores acústicos), o
localizar peces u otros objetos que reflejan las señales sonoras en la columna de agua.
Los sónares de estos tipos pueden estar montados en el casco o ser remolcados.
Normalmente emplean señales de media y alta frecuencia, según el objetivo deseado y la
profundidad de trabajo. Las ecosondas tipo multihaz emiten un conjunto de numerosos
haces preformados de sonido, de forma perpendicular al eje del barco, con niveles de
fuente con un pico nominal que llega a 239 dB re 1 μPa a 1m (Moustier, 2004; Hildebrand,
2004; Boebel et al., 2005), o puede superarlo. Por ejemplo, Lamond-Doherty (2008)
informan de un muestreo con uso combinado de un array sísmico de 20 cañones,
acompañado de una sonda científica SIMRAD EM120, que emite series de pulsos con una
duración/pulso de 2 a 15 ms, con los pulsos separados entre 5 a 20 s, dependiendo de la
profundidad de muestreo (más profundidad implica menos pulsos y más largos). Los
pulsos, centrados en 12 kHz de frecuencia, se emiten con un nivel de 242 dBRMS re 1 μPa
a 1m, formando un haz direccional de sólo 1º en el eje proa-popa y 150º en el eje babor-
estribor. En el mismo muestreo se utiliza un perfilador acústico que emite un pulso por
segundo, de 1-4 ms de duración, a frecuencias de 3,5 kHz y con un nivel de fuente de 204
dBRMS re 1 μPa a 1m.
Sistemas de localización
104
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.6. Investigación
filter” (es decir, cuentan con un conocimiento a priori de la señal transmitida) para lograr
los rangos de alcance de detección citados. Se desconoce si los sonidos son audibles para
la fauna marina a las mismas distancias, debido al enmascaramiento de las señales por el
ruido ambiente.
Correntímetros Doppler y liberadores acústicos
Otros: termografía acústica y experimentos de transmisión
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.6. Investigación
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
III. Fuentes de contaminación acústica marina: impactos y mitigación
III.6. Investigación
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121
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
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Annual Conference, La Rochelle, 2nd-7th April 2005.
122
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
ANEXO 1:
LISTADO TÉCNICO DE TÉRMINOS ACÚSTICOS
Presión recibida en bares multiplicada por la
Bar‐m distancia emisor‐receptor. Estima del nivel emitido.
(1)
Magnitud relativa de dos cantidades en escala
Decibel Decibelio dB, décima parte de un Bel
logarítmica (2)
Energy flux
Densidad espectral del dB re. 1J/m2/Hz
spectral density (4)
flujo de energía
Transformada rápida de Se usa para computar el contenido espectral de una
FFT
Fourier señal de presión (5)
Force Fuerza Newton (N)= kg*m/s2 masa * aceleración
Relación entre el máximo de presión y la RMS de
Form factor factor de forma
una onda
Relación entre la presión y la velocidad de la
Impedance Impedancia Ryals
partícula en un medio
2
Intensity Intensidad W/m or decibel (dB) Potencia por unidad de área (2)
Joule Julio J Unidad de trabajo o energía
Newton Newton N Unidad de fuerza
Unidad de presión
Pascal Pascal Pa ‐5
1 Pa = 10 bar
Amplitud máxima de una onda. Diferencia entre la
máximo min‐max (peak‐peak o p‐p)
Peak media y el pico máximo positivo (0‐peak) o entre el
0‐max (0‐peak o 0‐p)
mínimo y el máximo (p‐p)
Power spectral Densidad espectral de 2
dB re. 1μPa /Hz (1) 4
density potencia
Pascal (Pa) =
Pressure (p) Presión (p) 2 2 fuerza ejercida por unidad de área
N/m = kg/s m
RMS (root mean
raíz cuadrática media RMS 3
square)
Sound exposure Nivel de exposición 2
dB re. 1μPa s proporcional al flujo de densidad de energía para
level (SEL) sonora
una onda plana propagándose en un medio libre
Watt Watio W (= J/s) Unidad de potencia
Work y Energy Trabajo, Energía Julios (J) Fuerza * distancia
123
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
p = z *v
La presión también se mide en bares (1), el bar-m puede ser convertido en nivel de
emisión de la fuente en dB re. 1μPa de la siguiente forma: nivel de emisión = 220
dB + 20log(bar-m) (Richardson et al., 1995)
m kg kg
z = c*ρ = * 3= = Ryal ( Ryl )
s m s * m2
Nw kg * m * s
z= p = m 2 = Nw * s = s =
kg
= Ryal
v m m 3
m 3
s * m2
s
Así:
mar aire
δ 1037 kg/m3 1 kg/m3
c 1500 m/s 340 m/s
z 1.5 MRyl 340 Ryl
E = F * d = N * m = Julios( J )
124
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
N *m
W =E = = Watios (W )
t s
a) potencia instantánea: proporcional al cuadrado de la presión
p2
W = p *v = p * p =
z z
(el resultado se multiplica por 4π m para integrar la potencia en la superficie de la
2
p2
W = 4π m 2 ∫ dt
z
I =W
m2
También se calcula como intensidad producida por una presión rms p en un medio
abierto con una impedancia z :
p2
I=
z
Formas de medida:
I dB = 20*log(20) ≈ 26dB
125
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
(3)
Raíz cuadrática media (rms)
El valor RMS se calcula como la raíz cuadrada de la media de los valores de presión de la
onda al cuadrado, con la siguiente fórmula:
T 2
1
RMS =
T ∫ x (t )
0
dt
El SEL es una medida de la energía de una señal acústica, por lo que depende tanto de su
amplitud como de la duración de la misma. Se calcula como la integral de los valores de
presión instantánea al cuadrado, normalizada a una presión de referencia al cuadrado,
durante 1 segundo. Así, para medidas de sonido submarino el SEL está referenciado a 1
μPa²s. La fórmula es la siguiente:
T 2
SEL = 10 log ( ∫ x ( t ) dt )
0
126
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
ANEXO 2:
SIGNIFICACIÓN BIOLÓGICA DE LOS CAMBIOS DE
COMPORTAMIENTO
Los efectos sutiles no mortales son incluso más difíciles de estimar y más aún
cuando se estudian animales con cerebros grandes y comportamientos complejos, como
los cetáceos, en medios no controlados, como se ha encontrado en experimentos sobre los
efectos de sonido en animales terrestres que andan libres, incluidos los seres humanos.
La cuestión de si una reacción en la conducta constituye un "efecto biológicamente
significativo" en el contexto de perturbación acústica es compleja, se considera
controvertida y, por tanto, no se ha resuelto todavía. Además, hay muy pocas
combinaciones de tipo de sonido y de especies de mamíferos marinos para las cuales
existe información cuantitativa disponible sobre la probabilidad de trastornos de
comportamiento significativos en relación con la exposición al sonido.
127
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
Sin embargo, la falta de información acerca de estos parámetros para muchas especies
limitará su aplicabilidad y deben complementarse con la aplicación del principio de
precaución cuando no hay datos disponibles y hay razones para sospechar que hay un
impacto. Otra propuesta de WARTZOK (2004) fue el desarrollo de un "Índice de
Gravedad", donde la duración de la alteración está relacionada con la duración de modos
significativos de la ecología del comportamiento, por ejemplo de alimentación,
reproducción, o migración.
128
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
129
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Anexos
130
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
Las reacciones al sonido de los rompehielos difieren en el caso del narval (Monodon
monoceros), que tiende a mostrar un comportamiento "quieto/silencioso", y la beluga,
que muestra un comportamiento de "huida" (JCNB / NAMMCO 2005).
Las marsopas (Phocoena phocoena) tienen la audición más aguda con la más
amplia gama de frecuencias de todos los odontocetos investigados hasta ahora (Kastelein
et al. 2002, 2005): tienden a mostrar respuestas de evasión a los distintos tipos de
sonidos provocados por el hombre a niveles relativamente bajos de exposición. Esto ha
sido comentado en relación con el transporte marítimo (Polacheck & Thorpe, 1990; OTANI
et al. 2001; PALKA & Hammond, 2001; AGA et al. 2005), hinca de pilotes (Henriksen et
al. 2003; TOUGAARD et al. 2005), emisores de sonidos de aviso y repulsión (‘pingers’)
(Kastelein et al. 2000; Teilmann et al. 2006), dispositivos de hostigamiento acústico / AHD
(Johnston, 2002; OLESIUK et al. 2002), los dispositivos acústicos de disuasión / ADD
(Robertson et al. 2005), o ruido de funcionamiento simulado de generadores eólicos
(KOSCHINSKI et al. 2003). Las marsopas también mostraron evasión y un aumento en
subidas a superficie en reacción a las transmisiones simuladas de una red de
comunicación acústica submarina a umbrales (valores límite) de sonido equivalentes
(valores promedios temporales y con ciclo de trabajo incorporado) de 97-111 dB re 1 μPa
(Leq) en señales de banda de 1/3-octava en el rango 8-16 kHz (Kastelein et al. 2005). Las
marsopas respondieron más fuertemente a la presentación inicial de sonidos tipo ‘pinger’
con menor tiempo en superficie, la frecuencia cardíaca cayendo por debajo de la
bradicardia normal, y actividad reducida de ecolocalización, aunque los animales parecían
habituarse en las sesiones siguientes (Teilmann et al. 2006). Un estudio reciente subrayó
la especial sensibilidad de las marsopas a las emisiones sonoras de un estudio
sismográfico. Aparecieron conductas de evasión con niveles recibidos de 145 o 155 dBRMS
re 1 μPa, respectivamente, hasta más de 70 km de distancia. Procedimientos ‘ramp-up’, el
aumento paulatino de nivel, frecuentemente utilizados como medida de mitigación, se
consideraron ineficientes a tales distancias, porque los animales no podían abandonar el
espacio ensonificado a tiempo (Bain & WILLIAMS, 2006). Durante las épocas de hinca de
pilotes para la construcción de parques eólicos en alta mar en Dinamarca se observaron
varios tipos significativos de responsividad en las marsopas. Estas respuestas incluían el
cese de la actividad acústica, disminución de su densidad a simple vista y patrones de
rumbo de natación alejándose de la fuente de ruido hasta al menos 15 km y 20 km
(TOUGAARD et al. 2003, 2005). Thomsen et al. (2006) calcularon unas zonas TTS
teóricamente dependientes de frecuencia a una distancia de 1 km y una zona de
audibilidad de al menos 80 km para las marsopas (y focas comunes) en relación con ruido
de la hinca de pilotes para turbinas eólicas de 1,5 MW (pico de banda ancha SL = 228 dB
re 1 μPa0-P @ 1m/206 dB re 1 μPa2s @1m). En un ejercicio similar, MADSEN et al. (2006
a) han determinado la zona de audibilidad en relación con el ruido de la hinca de pilotes a
por lo menos 100 km y, posiblemente, hasta 1.000 km, para estos dos animales.
131
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
estudios sísmicos (Malme al. 1983, 1984, 1985, 1986, 1988, Richardson, 1998;
Richardson & Malme 1993; RICHARDSON, et al. 1986, 1995; BROWNELL 2004, Gordon et
al. 2004). Para yubartas machos (Megaptera noveaangliae), hay algunos informes (en
parte anecdóticos) de tolerancia o atracción hacia fuentes sísmicas. Las hembras, por el
contrario, muestran conductas de evasión de estos sonidos (McCauley et al. 1998, 1999,
2000).
En dos estudios (Miller et al. 2000; Fristrup et al. 2003), las yubartas alargaron
algunas de sus canciones de apareamiento en respuesta al sónar activo de bajas
frecuencias (LFAS). Si bien algunas ballenas dejaron de cantar, las canciones de otros
fueron 29% más largas a niveles recibidos de max. 150 dB, esto fue tal vez un esfuerzo
para compensar por la interferencia (Miller et al. 2000), y las canciones se mantuvieron
10% más de tiempo hasta dos horas después de la exposición (Fristrup et al. 2003). Un
estudio, aunque no concluyente en su significado, empleó un gran número de hidrófonos
montados en el fondo del mar sobre el talud continental de Europa occidental y detectó un
cese en las vocalizaciones de un grupo de hasta 250 ballenas de aleta machos en un área
de 10.000 mm2 durante un estudio sismográfico (CLARK & GAGNON 2006). Sólo después
del estudio comenzaron las ballenas de aleta a cantar con éxito. Por otra parte, los
autores alegaron que los estudios sísmicos y el canto de las ballenas de aleta machos son
concurrentes regularmente durante los meses de verano.
132
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
ANEXO 3
NIVELES DE SONIDO EN CUANTO A REGULACIÓN
En algunos reglamentos nacionales se ha utilizado un amplio rango de valores de
niveles de exposición sonora (SEL), máximos (pico a pico o cero a pico) o de la raíz
cuadrática media (RMS), por ejemplo 120, 140, 160, 180 o 190 dB re 1 μPa, como
umbrales (niveles límite) críticos de presión acústica para aplicaciones específicas de
sonido y señales (HESS 1999; U.S.DoN 2001; California Coastal Commission 2002; NMFS
2003; NMFS/NOAA de 2005, UICN 2006). Estos valores límite son siempre controvertidos.
En el caso de los varamientos masivos de zifios, la distribución geográfica de los mismos
sugiere que probablemente fueron afectados a niveles de presión sonora
significativamente menores (modelados tan bajo como RL <150-160 dBRMS re 1 μPa)
(HILDEBRAND et al., 2004; Hildebrand, 2005). No existen umbrales de exposición
sonora universales, que reflejen adecuadamente las complejas relaciones entre
los parámetros físicos, ambientales y biológicos, así como la variabilidad en la
sensibilidad de cada especie e intra-específica.
Las dificultades se deben a varias cuestiones:
1) Formas de medida del sonido: Aportar umbrales de nivel de presión acústica en valores
RMS parece inadecuado, al menos como medida única, para evaluar los riesgos acústicos
de sonido/ruido pulsado (Madsen, 2005). Los sonidos pulsados e impulsivos pueden tener
altos niveles máximos de presiones acústicas máximas, y aún así contener poca energía si
son de escasa duración. Dado que el daño físico y el deterioro del sistema auditivo pueden
ser provocados por altas presiones máximas, y también por altos flujos de energía, es
importante que cualquier límite de seguridad, para la exposición al sonido, incluya tanto
un nivel de flujo de la energía recibida (SEL) como un nivel de presión máximo recibido
(pico a pico). Un protocolo así, de "criterios dobles", fue ya sugerido por el “grupo de
criterios de exposición al ruido” (Ketten & Finneran 2004/Noise Exposure Criteria Group),
por ser más adecuado para evaluar el potencial de impacto tanto de los pulsos breves de
alta presión, como de los pulsos de alta energía con menores presiones máximas
(Madsen, op. cit.). Estos criterios también podrían servir para definir los niveles umbral en
materia de efectos sobre el comportamiento (Richardson & Tyack 2004).
133
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
Comparación de distintas fuentes antrópicas de sonido subacuático, ordenadas por su potencial de producir exposición al sonido. Tabla modificada de Hildebrand
(2004). Los valores de emisión representados en la tabla son estimaciones medias, dado que las variaciones en los modos de uso de algunos dispositivos
pueden producir valores significativamente más bajos. Se supone un valor nominal de 15 min. de audibilidad plena para fuentes móviles (barcos). "Algunas
características de la fuente adicionales, tales como tiempo de llegada al pico, también pueden ser importantes para determinar los efectos de las fuentes sobre
los mamíferos marinos. Esta tabla no pretende ser un catálogo ni incluye todas las fuentes de ruido posibles; se presenta para para dar una idea de la amplia
gama de potenciales impactos acústicos introducidos en el medio ambiente marino" (NRC, 2003).
Dispositivo Subacuático Nuclear
338 328 10 Evento único Baja Ancha Omni
(30 kilo‐ton.)
Prueba de Choque de buques
299 299 1 Evento único Baja Ancha Omni
(10,000 libras de TNT)
Sónar Militar de Baja Frecuencia
243 235 6 ‐ 100 10 e.g. 250 30 Horizontal
(SURTASS/LFA)
Sistema de Pistolas de Aire
Comprimido (prospección sísmica 241 256 0,030 0,3 50 150 Vertical
comercia)
Sónar Militar de Frecuencias Medias 2.600‐
232 235 0,5 – 2 6 Estrecha Horizontal
(AN SQS 53C) 3.300
‘Superpetrolero’ 900
228 198 100 23 5‐100 Omni
(270 m de eslora) (15 min)
134
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
Tomografía 1.200
226 195 2‐8 75 37.5 Omni
(Fuente NPAL) (20 min)
Conjunto de Pistolas de Aire
223 240 0.020 0.1 10 10–120 Omni
Comprimido (científico)
Dispositivo Acústico de
185 185 0,5 – 2 50 10,000 600 Omni
Hostigamiento
Dispositivo acústico de Disuasión
127 132 300 8 10,000 2000 Omni
(AquaMark300)
135
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
ANEXO 5
TABLA DE VARAMIENTOS MASIVOS ATÍPICOS DE CETÁCEOS
La siguiente tabla presenta un listado de varamientos masivos atípicos de cetáceos asociados al uso de sónares militares o explosiones durante ejercicios
navales, así como a prospecciones sísmicas utilizando sistemas de pistolas de aire comprimido. La coincidencia espacio-temporal de las actividades con los
varamientos, así como los resultados de los exámenes patológicos, indicando síntomas comunes en los casos analizados, proveen evidencia contextual y
sintomática de la relación entre las mortandades y las actividades humanas en curso. Sin embargo, en muchos casos no existe información sobre las
actividades humanas en el área y/o no pudo desarrollarse un análisis patológico adecuado. Se define varamiento en masa como el de dos o más ejemplares. En
la mayoría de los incidentes que se enumeran aquí se observa la presencia de al menos una especie de zífio (familia Ziphiidae), por lo general el zifio de Cuvier
(Ziphius cavirostris, Zc), que refleja tanto la susceptibilidad de los zífios a los impactos acústicos como la concentración del esfuerzo científico en torno a estas
especies (por ejemplo, Smithsonian INST. 2000; IWC, 2004) y que el zifio de Cuvier es el de distribución más cosmopolita de la familia Ziphiidae. En dos casos,
las Islas Canarias (Simmonds & López-Jurado, 1991; Martín et al. 2004) y Japón (Brownell et al. 2004), se llevó a cabo un análisis retrospectivo de los
varamientos de zifios y su coincidencia con actividades navales, por lo que estas dos zonas concentran la mayoría de los eventos. Algunas cifras de
"encallamiento/varamiento" incluyen animales que luego se redirigieron hacia el mar y se desconoce su supervivencia.
Especies: Zc: Zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris); Md: zifo de Blainville (Mesoplodon densirostris); Ze: zifio de Gervais (Mesoplodon europaeus); Mb: zifio de
Sowerby (Mesoplodon bidens); Ha: zifio calderón boreal (Hyperoodon ampullatus); Pm: cachalote común (Physeter macrocephalus); Kb: cachalote pigmeo
(Kogia breviceps); Ks: cachalote enano (Kogia simus); Gm: calderón de aleta corta (Globicephala macrorhynchus); Pe: orca bastarda (Peponocephala electra);
Pp: marsopa (Phocoena phocoena) Ba: rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata); Mn: yubarta (Megaptera novaeangliae);
1963 Japón Zc (4+, 8‐ 12 de marzo: Varamiento de al menos cuatro zífios de Cuvier en la Bahía de Sagami, Japón, tres cerca de Brownell et al. 2004
10?) Chigasaki y otro cerca de Hiratsuka, ambos en la Bahía de Sagami. Dos zifios más podrían haber varado en
Odawara, uno o dos más en Atami, y uno o dos más en Ito, todos en la Bahía de Sagami, al mismo tiempo, lo
136
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
que posiblemente eleva el total afectado a ocho‐diez zifios. Véase la entrada "1960 / Japón" para más detalles.
1967 Japón Zc (2) 16 de marzo: Encallamiento de dos zífios de Cuvier, uno en Kanagawa y uno en Odawara, en la Bahía de Brownell et al. 2004
Sagami, Japón. Se observó que ambos animales vararon vivos. Véase entrada de "1960 / Japón" para más
detalles.
1978 Japón Zc (4) 17 de octubre: Varamiento de cuatro zífios de Cuvier cerca de Shimizu, en la Bahía de Sagami, a varios Brownell et al. 2004
kilómetros de distancia. Según informes, los animales vararon vivos. Véase entrada "1960 / Japón" para más
detalles.
137
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
1987 Japón Zc (2) 16 de julio: Encallamiento de dos zífios de Cuvier, uno en Numazu y uno en Shizuoka, ambos en la bahía de Brownell et al. 2004
Suruga, en Japón. Ambos animales vararon muertos. Véase entrada "1960 / Japón" para más detalles.
1988 Islas Canarias Zc (3), Ha 25 a 26 Noviembre: Varamiento en masa de tres zífios de Cuvier y de un zifio calderón boreal (Hyperoodon Simmonds & Lopez‐Jurado
(1), Kb (2) ampullatus) a lo largo de la costa sureste de Fuerteventura, así como de 2 cachalotes pigmeos (Kogia breviceps) 1991; MartÍn et al. 2004
a lo largo de la costa NE de Lanzarote, durante unos ejercicios de la Armada (FLOTA 88).
1989 Japón Zc (3) 2 de Febrero: Varamiento de tres zífios de Cuvier en Ninomiya, en la Bahía de Sagami, Japón. Los animales, Brownell et al. 2004
según informes, quedaron varados vivos.
138
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
informó que los animales quedaron varados en vivo.
Véase la entrada "1960 / Japón" para más detalles.
1991 Islas Canarias Zc (2) 11 de Diciembre: Dos zífios de Cuvier vararon en Tazacorte, La Palma, tras el hundimiento del buque Martín et al. 2004
"Churruca", durante los ejercicios navales en el área (SINKEX 91).
1996 Grecia Zc (12+) 12‐13 mayo, 12+ zífios de Cuvier quedaron varados en la costa del Golfo de Kyparissiakos, Grecia en Frantzis 1998, 2004; Frantzis &
coincidencia temporal‐espacial directa con maniobras navales de la OTAN realizando una prueba de sónares Cebrian 1999; D’Amico 1998;
activos de frecuencias media y baja. Los animales mostraron ojos parcialmente sangrantes y habían comido
poco antes de su muerte.
1999 Islas Vírgenes Zc (4) 3 de octubre: cuatro zífios de Cuvier vararon en las Islas Vírgenes de los EE.UU. Coincidió con los ejercicios NMFS 1999; Mignucci‐Giannoni
navales en alta mar (COMPTUEX) de la Armada de los EE.UU. El Gobierno de las Islas Vírgenes confirmó que se et al. 2000
de EE.UU.
usó sónar durante el ejercicio.
2000 Bahamas Zc (9), Md 15‐16 de marzo: Al menos 16 cetáceos (9 zífios de Cuvier, 3 de Blainville, 2 sin especificar, y 2 rorcuales Balcomb & Claridge 2001;
(3), Ziphiid aliblancos (Balaenoptera acutorostrata)) quedaron varados durante maniobras de la Armada de EE.UU. Los NOAA & U.S. Navy 2001; Ketten
sp. (2), Ba exámenes de anatomía patológica revelaron hemorragias en los pulmones, los riñones, las grasas acústicas, el et al. 2004; IWC 2004
(2) oído interno, las cavidades craneales, y alrededor de las membranas intracraneales, apuntando como causa
común a un trauma acústico. Antes de este suceso, los zífios de Cuvier eran comunes en la zona y en gran parte
estaban incluidos en el catálogo de identificación fotográfica desarrollado por científicos locales (Bahaman
Cetacean Research) Los estudios indicaban que, generalmente, se producían reavistamientos de grupos de zifios
de Cuvier ya catalogados todos los meses del año. Desde el varamiento masivo de 2000, relacionado con el uso
de sónares navales, sólo se ha observado (en 2003) a uno de los individuos anteriormente catalogados. Los
escasos avistamientos de zífios de Cuvier en la zona, a partir del varamiento, han sido de individuos que
anteriormente no habían sido fotoidentificados (tal vez nuevos inmigrantes). Estos datos sugieren que la
mayoría de los zífios de Cuvier en la región podrían haber sido afectados en el evento de 2000, bien de forma
139
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
letal, subletal o provocando la emigración de los animales.
2002 Brasil Mn (8) De junio a octubre: Ocho yubartas adultas (Megaptera novaeangliae) vararon de forma individual a lo largo de Engel et al. 2004; IWC 2004;
los Bancos Abrolhos. El análisis retrospectivo indicó que el número de adultos varados en esa temporada IAGC 2004; Parente et al. 2006;
representó más de una cuarta parte del total registrado entre 1975 y 2003, aunque el esfuerzo en los recuentos IWC 2006
de la población aumentó después de 1992. No se llevaron a cabo necropsias detalladas, pero se consta que los
animales carecen de señales claras de choques con barcos y enredos con artes de pesca, que son las causas más
comunes de varamientos en la región. Además, se observaron algunos cambios en la distribución de yubartas,
mediante reconocimientos aéreos durante la temporada. Una posible implicación de actividades de
exploración sísmica industrial ha despertado cierta controversia, pero no se ha podido demostrar.
2002 Islas Canarias Ziphiidae 24 de septiembre: Varamiento masivo de 14+ zifios (incluyendo al menos nueve zífios de Cuvier, uno de Jepson et al. 2003; fernandez et
(14+) Blainville, y uno de Gervais) en Fuerteventura y Lanzarote, coincidiendo con maniobras navales (Neo Tapón 02). al. 2005b; Martín et al. 2004
Algunos zifios vararon vivos, otros se encontraron muertos en la costa, y tres fueron recuperados (muertos)
flotando en el mar. Exámenes patológicos mostraron embolias grasas y gaseosas produciendo hemorragias,
sobre todo, en los riñones, pulmones, ojos, la cavidad oral, el tejido peribullar y el oído interno, las cavidades
del cráneo y alrededor de las membranas intracraneales, a lo largo de las grasas acústicas, además de daños
140
Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
estructurales al oído interno.
2003 Estado de Pp (< 14?) 5 de mayo: Durante una operación de sónar del buque de guerra USS Shoup, observadores de ballenas y Norman et al. 2004; NMFS
Washington científicos de mamíferos marinos situados en la zona notaron comportamientos muy atípicos de un ‘pod’ de 2005a; Balcomb 2006
(EE.UU.) orcas bien conocido (J‐pod) (Orcinus orca), y también de ~ 100 marsopas (Phocoena phocoena) y algunos
rorcuales aliblancos (Balaenoptera acutorostrata), hasta una distancia de 20 millas. Hubo constancia de 14
marsopas varadas durante los días siguientes; 11 de las mismas fueron sometidas a examen anátomo‐
patológico, pero la causa de muerte sólo se pudo determinar en 5 ejemplares. En dos de ellos se encontró
traumatismo desfocalizado. Sin embargo, el avanzado estado de descomposición de los cadáveres dificultó la
interpretación patológica de la causa de muerte de la mayoría de los ejemplares. Las lesiones compatibles con
un trauma acústico podrían haber sido difíciles de interpretar o quedarse ocultas.
2004 Alaska Zc (6) Junio: Hubo informes sobre seis zífios de Cuvier varados en el Golfo de Alaska después del ejercicio de la Moore & Stafford 2005
Armada de EE.UU.: ‘Northern Edge 04’.
2004 Hawai Pe (150‐ 3 de julio: Entre 150 y 200 orcas bastardas (Peponocephala electra) entraron en la bahía de Hanalei, Kauai, NMFS 2006b
200) durante un importante ejercicio de sónar de la Armada de EE.UU. (RIMPAC 04). Una cría varó y murió y los
demás delfines no pudieron salir por su propia fuerza y se las llevaron fuera de la bahía al día siguiente. Se
había utilizado sónar la noche antes del varamiento, en un movimiento dirigido hacia la isla, que fue operativo
de aproximadamente 25 millas al norte durante el encallamiento. En el único otro encallamiento en masa de
esta especie registrado en Hawai, que se produjo más de 150 años antes, las ballenas habían sido obligadas a
varar en tierra por cazadores. No se ha comunicado ninguna otra explicación causal de peso para este
acontecimiento.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
2004 Islas Canarias Zc (4) Julio: Aproximadamente una semana después del ejercicio de la OTAN “Majestic Eagle” cerca de Marruecos, Espinosa de los Monteros et al.
cuatro cadáveres de zífio llegaron a las Islas Canarias. A pesar de la descomposición, las necropsias patológicas 2005; Fernández et al. 2004b;
identificaron embolia grasa en los tres animales examinados. Fernández et al. 2005a;
Fernández 2006b
2006 Bahamas Md (2), Enero a abril: Durante los primeros cuatro meses del año, por lo menos tres zífios no especificados Wells 2006; Small 2006; NMFS
Ziphiid sp. (posiblemente Mesoplodon spp.) y dos o tres cachalotes (Physeter macrocephalus) quedaron varados a lo largo 2005
(3+), Pm de las Islas Andros, cerca de una zona de ejercicios navales de la Armada de los EE.UU. (AUTEC) Dos zífios de
(2‐3) Blainville más encallaron cerca de AUTEC en mayo de 2005. Pescadores locales informan de varamientos
adicionales de zífios, al menos dos de zifios de Cuvier, cerca de la isla de Abaco. No se ha realizado un análisis
retrospectivo del índice de varamientos en Bahamas y en particular en la zona de AUTEC.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
Un número de otros varamientos (sin detallar aquí) están sometidos actualmente a investigación por sus posibles asociaciones a
maniobras que usan sónar, u otras actividades acústicas: e.g. julio 2005, de 2-3 cachalotes enanos, 2 delfines, 2 zífios de Longman, 1
zífio sin especificar (de Blainville, o diente de Gingko), cerca de Taiwán; varamientos de 2008 en UK y Madagascar; varamientos de 2009
en Azores.
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Anexos
ANEXO 6
OBSERVADORES DE MAMIFEROS MARINOS (MMO) Y
DISPOSITIVOS DE DETECCIÓN ACÚSTICA PASIVA
(PAM)
1. Capacitación de los MMO
Al menos dos MMO deberán estar a bordo de los barcos sísmicos que operen en
aguas españolas para observar continuamente la zona de prospección. Los MMO
desempeñarán dos tareas: tendrán que observar sistemáticamente el área de
prospección para poner en funcionamiento las medidas de mitigación en caso
de ser necesarias. Además, los MMO deberán recoger datos de abundancia y
distribución de los cetáceos durante toda la campaña. Esta tarea se deberá
llevar a cabo tanto cuando se están realizando las actividades sísmicas, como
cuando el barco esté navegando en tránsito.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
Un técnico de PAM entrenado debe ser capaz de identificar especies por sus
características acústicas (al menos a nivel de grupo), localizar la dirección y
distancia del cetáceo detectado acústicamente y conocer de los procesos que
implican una prospección sísmica, así como de sus obligaciones cómo PAM.
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Documento Técnico sobre impactos y mitigación de la contaminación acústica marina
Anexos
4. Informe final
La toma de datos del resto de las especies marinas también podrá tenerse en
cuenta en el informe final.
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