Las 9 Características Que Todo Cristiano Debe Tener
Las 9 Características Que Todo Cristiano Debe Tener
Las 9 Características Que Todo Cristiano Debe Tener
Ser cristiano no significa estar libre de problemas, sino tener la paz y seguridad de
Dios cuando estas cosas ocurren. Juan 16:33 (NTV) dice: “Les he dicho todo lo
anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y
tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” Hay muchas técnicas y
ejercicios que prometen traernos paz; sin embargo, la paz que Dios da no se
iguala a ninguna otra, pues, su paz no es circunstancial, sino que es duradera.
Hay distintas maneras de demostrar buen trato y una de ellas es con las
palabras. Efesios 4:29 nos advierte que debemos decir palabras que edifiquen a la
comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen. Debemos de tratar bien a
otros, incluso cuando ellos no hacen lo mismo con nosotros. En Mateo 5:43-44
(TLA) también nos recomienda a orar por aquellos que no nos desean lo
mejor: “Amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan. Así demostrarán
que actúan como su Padre Dios, que está en el cielo.”
Dios nos pide depositar toda nuestra confianza en Él, sin importar los momentos
difíciles que pasemos, así como dice Hebreos 11:1 (TLA): “Confiar en Dios es
estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar
convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver.” Dios sabe
recompensar a quienes le tienen fe, pues, al hacerlo le estamos demostrando
fidelidad. Al ser fiel a Dios, le estás poniendo por sobre todo lo demás en tu vida; y
cuando lo haces, todas las cosas siempre trabajan para bien.
HUMILDAD: es una virtud moral contraria a la soberbia, que posee el ser
humano en reconocer sus habilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas
para obrar en bien de los demás, sin decirlo. ... Más exactamente, la humildad es
la sabiduría de lo que somos.
1 Corintios 10:23 (TLA) dice: “Algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo
que quiera.» ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo
fortalece la vida cristiana.” Dios nos ha dado la libertad para elegir entre el bien y
el mal. Cada elección que hagamos tiene una consecuencia. A diferencia de los
animales, Dios nos entregó dominio propio para que aprendamos a controlar
nuestros malos deseos. Quien necesite ayuda para gobernar sus impulsos, puede
acudir a Dios para que Él le dé la fortaleza necesaria.