Guia Saha Version Completa
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Expertos Intervinientes
Coordinador General
Dr. Roberto A Ingaramo, Trelew, Chubut
Comité Ejecutivo
Dr. José Alfie, Buenos Aires
Dr. Claudio Bellido, Buenos Aires
Dr. Mario Bendersky, Córdoba
Dr. Horacio Carbajal, La Plata, Bs.As
Dr. Luis Colonna, Buenos Aires †
Dr. Fernando Filippini, Rosario, Santa Fe
Dr. Felipe Inserra, Buenos Aires
Dr. Luis Juncos, Córdoba
Dra. Carol Kotliar, Buenos Aires
Dra. Rosa Simsolo, Buenos Aires
Dr. Raúl Perret, Resistencia, Chaco
Dr. Gabriel Waisman, Buenos Aires
Comité de Redacción
Dr. Sebastián Ameriso, Buenos Aires
Dr. Lucas Aparicio, Buenos Aires
Dr. Miguel Arnolt, Rosario, Santa Fe
Dr. Hugo Baglivo, Buenos Aires †
Dra. Jessica Barochiner, Buenos Aires
Dra. Marta Barontini, Buenos Aires
Dr. Gustavo Blanco, Mar del Plata, Bs.As
Dr. Patricio Cantarelli, Buenos Aires
Dr. Jorge Carbó, Rosario, Santa Fe
Dra. Paula Cuffaro, Buenos Aires
Dra. Mildren Del Sueldo, Buenos Aires
Dra. Mónica Díaz, Buenos Aires
Dr. Raúl Echeverría, La Plata, Bs.As
Dra. Irene Ennis, La Plata, Bs.As
Dr. Guillermo Fábregues, Buenos Aires
Dr. Carlos Galarza, Buenos Aires
Dr. Roberto Gallo, Rosario Santa Fe
Dr. Néstor García, Córdoba
Dr. Alcides Greca, Rosario, Santa Fe
Dr. Arnoldo Kalbermister, Buenos Aires
Dr. Claudio Majul, Buenos Aires
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Dra. Margarita Morales, Buenos Aires
Dr. Diego Nannini, Rosario, Santa Fe
Dr. Marcelo Orías, Córdoba
Dr. Simón Palatnik, Rosario, Santa Fe †
Dr. Roberto Peidró, Buenos Aires
Dr. Daniel Piskorz, Rosario, Santa Fe
Dra. Beatriz Riondet, La Plata, Bs.As
Dr. Pablo Rodríguez, Buenos Aires
Dr. Eduardo Rusak, Buenos Aires
Dr. Martín Salazar, La Plata, Bs.As
Dr. Daniel Suárez, Buenos Aires
Dr. Carlos Ujeda, Buenos Aires
Dr. Gustavo Vampa, Buenos Aires
Dra. Liliana Voto, Buenos Aires
Dra. Judith Ziberman, Buenos Aires
Comité de Revisión
Dr. Hernán Gómez Llambí, Buenos Aires
Dr. Alberto Ré, La Plata, Bs.As.
Dr. Alberto Villamil, Buenos Aires
Correctores de Estilo
Dr. Pablo Rodríguez, Buenos Aires
Dr. Leandro Schiro, Trelew, Chubut
Agradecimientos
Laboratorio Bayer
Indice
Prefacio
Abreviaturas utilizadas
D) Tratamiento.
d.1) Metas del tratamiento
d.2) Recomendaciones Generales
d.3) Tratamiento no farmacológico
d.3.a) Cambios de estilos de vida
d.3.b) Restricción calórica
d.3.c) Restricción del Sodio
d.3.d) Ingesta de Potasio
d.3.e) Dietas especiales. DASH
d.3.f) Otras medidas dietéticas
d.3.g) Actividad física
d.3.h) Limitación en el consumo de alcohol
d.3.i) Abandono del hábito de fumar
d.3.j) Factores Psico-sociales
G) Poblaciones Especiales.
g.1) Hipertensión Arterial en niños y adolescentes
g.2) Hipertensión Arterial Sistólica Juvenil
g.3) Hipertensión Arterial en ancianos
g.4) Hipertensión Arterial y embarazo
g.5) Hipertensión Arterial en la mujer y menopausia
g.6) Hipertensión Arterial resistente al tratamiento
g.7) Hipertensión Arterial en los deportistas
g.8) Hipertensión Arterial y Cirugía. Valoración pre-quirúrgica
g.9) Hipertensión Arterial en hombres con patología prostática
H) Seguimiento.
h.1) Algoritmo de seguimiento del paciente hipertenso
h.2) La educación en el seguimiento del paciente hipertenso
h.3) Adherencia al tratamiento
Bibliografía
Prefacio
a.1) Prevalencia
No existen estudios poblacionales aleatorios de alcance nacional que hayan investigado la
prevalencia de hipertensión arterial (HTA) con mediciones directas de la presión arterial (PA)
En la tabla 1 se muestran las prevalencias obtenidas en los estudios regionales publicados que
figuran en PubMed, que definieron HTA como PA sistólica (PAS) ≥140 y/o diastólica (PAD) ≥ 90
mmHg, y que fueron realizados con mediciones directas de la PA sobre muestras aleatorias de
población no seleccionada. El estudio CARMELA (10) ha comunicado en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires una prevalencia de 29% entre los 25 y 64 años, más alta que en otras
ciudades latinoamericanas.
Es de destacar, entonces, que la alta prevalencia de HTA en la Argentina es similar a la de los
EEUU antes de la intensificación de sus campañas de educación y de prevención primaria.
Como se muestra en la tabla 1, y como ocurre usualmente en los estudios epidemiológicos, la
prevalencia se estimó en base al promedio de varios registros realizados en una ocasión; sólo
en un caso se confirmó el diagnóstico en una segunda ocasión, tal como lo exige el diagnóstico
de HTA en el consultorio.
a.3) Incidencia
El incremento de la PA con la edad transforma paulatinamente a la mayoría en hipertensos. La
información sobre incidencia de HTA es muy escasa aunque es mayor en los pacientes con
HTA limítrofe. En ellos, en el estudio Framingham, se observó una progresión de 15-20% luego
de 4 años (29). En nuestro medio la incidencia de HTA en limítrofes triplicó a la hallada en los
individuos con PA normal (21).
Mientras que el riesgo de ser hipertenso a corto plazo es adecuadamente reflejado por la
incidencia, el riesgo a largo plazo es visto más claramente por el riesgo en vida (riesgo de
desarrollar HTA durante los años restantes de vida). De acuerdo con el estudio Framingham
quienes no son hipertensos a los 55-65 años tienen 90% de riesgo de serlo a los 80-85 años
(30).
El riesgo de transformarse en hipertenso está relacionado con los niveles de la PA; así, en
sujetos de 65 años, el riesgo de desarrollar HTA en 4 años fue 50% si eran limítrofes y 26% si
la PA era normal (hasta 129/84 mmHg). (31)
El bajo control en nuestro país se debe, entre otras cosas, a una muy pobre eficacia del
tratamiento (porcentaje de los pacientes que ingieren antihipertensivos que tienen su PA <
140/90 mmHg) que ha oscilado entre 7 y 30% (3,4,6,7). Recientemente el estudio CARMELA
(10) comunicó mejores tasas de conocimiento (64,1%) y una eficacia del tratamiento de 43,0%
pero estos datos, provenientes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pueden no
representar la realidad global del país. Dado que los fármacos son capaces de normalizar la
PA, el bajo control y la baja eficacia del tratamiento pueden estar relacionados con una falta de
convencimiento de los efectores de salud de la necesidad de descender la PA < 140/90 mmHg
como aconsejan la mayoría de las guías de HTA (11,32,33,34). Si a esto agregamos que la
reducción de la tasa de mortalidad en Argentina, entre 1999 y 2007, fue sólo 6,5% para
enfermedad coronaria y 13,7% para ACV surge la impostergable necesidad de implementar
políticas de intervención sobre la población (35).
b.1) Objetivo
La evaluación del paciente hipertenso tiene por objetivo:
Confirmar el diagnóstico de HTA y determinar su severidad
Estimar el riesgo cardiovascular y establecer las metas del tratamiento
Inferir el mecanismo fisiopatológico subyacente
Descubrir una posible causa (HTA secundaria)
* Dentro de la HTA grado 2, los pacientes con PA > 180 y/o 110 mmHg. en dos tomas separadas por 30
minutos entre ellas, son considerados hipertensos en la primera consulta, no requiriendo confirmación en
una consulta posterior.
1. Hematocrito
2. Recuento leucocitario
3. Glucemia en ayunas
4. Colesterol total, HDL, LDL y Trigliceridemia
5. Creatinina sérica
6. Filtrado glomerular estimado (formula MDRD)
7. Uricemia
8. Ionograma
9. Orina completa
10. Electrocardiograma (ECG)
11. Cociente albumina/creatinina en orina
ECG
La hipertrofia ventricular izquierda (HVI) se diagnostica electrocardiográficamente por:
1) el criterio de voltaje de Cornell (RVL + SV3) mayor de 2 mV en mujeres o mayor de
2,4 mV en hombres;
2) el producto de Cornell duración del QRS x [RaVL+SV3, (+ 6 mm en mujeres) es
mayor a 2440 mm x ms;
3) el criterio de Sokolow (SV1 + RV5-6) mayor de 38 mm,
4) o por la presencia de signos de sobrecarga en la repolarización (42,43).
Aunque la sensibilidad de ECG para diagnosticar HVI es baja en relación al ecocardiograma,
ambos estudios son complementarios, ya que el pronóstico empeora cuando la HVI también es
electrocardiográfica (44). Aun en hipertensos sin HVI electrocardiográfica, el voltaje de la R en
aVL correlaciona de manera directa con el riesgo cardiovascular (45). Por otro lado, el ECG
también permite diagnosticar cardiopatía isquémica, trastornos de conducción y arritmias. La
regresión de la HVI en ECG seriados brinda información pronóstica, como lo demostró el
estudio LIFE (46).
Ecocardiograma
2
Se considera HVI cuando el índice de masa del ventrículo izquierdo es > 125 g/m en
2
los varones y > 110 g/m en las mujeres (47).
La presencia de HVI predice el desarrollo de IC, fibrilación auricular, ECV y muerte (48-
49).
La regresión de la HVI se asocia a disminución del riesgo cardiovascular (50). El
seguimiento ecocardiográfico permite evaluar si la eficacia del control de la PA se
asocia a una regresión paralela del DOB.
MAPA
Ver apartado correspondiente
MDPA
Ver apartado correspondiente
Índice tobillo-brazo
El índice tobillo-brazo (ITB) representa el cociente entre la PAS del tobillo y la del brazo.
Cuando es < 0.9 indica enfermedad arterial obstructiva periférica (EAOP) avanzada y es
un predictor de angina, IAM, IC congestiva, ACV, necesidad de cirugía de
revascularización miocárdica, cirugía carotídea y/o vascular periférica (62-67).
Este método también es útil para diagnosticar coartación de aorta
Hiperaldosteronismo Primario
Afecta aproximadamente a un 2-12% de los hipertensos, dependiendo de la población
estudiada. Las causas más frecuentes son el adenoma (30 %) y la hiperplasia suprarrenal
(70%) bilateral, y menos frecuentemente hiperaldosteronismo respondedor a glucocorticoides o
carcinoma suprarrenal. Debería sospecharse en todo paciente con HTA moderada, severa o
resistente, hipopotasemia espontánea o inducida por diurético, hallazgo de una masa
suprarrenal en un paciente hipertenso, o cuando existe historia familiar de HTA temprana o de
ACV en un menor de 40 años.
La investigación comienza con los dosajes de aldosterona (ALDO) y actividad de renina
plasmática (ARP). Previo a los dosajes hormonales se recomienda el uso de antagonistas alfa
(terazosina o doxazosina) o antagonistas cálcicos (AC) no dihidropiridínicos, como drogas
antihipertensivas, ya que no alteran la interpretación de los resultados.
Cuando el cociente ALDO (ng/dl)/ARP (ng/ml.h) es ≥ 30, y la ALDO > 15 ng/dL, se debe
completar la evaluación con una prueba confirmatoria para demostrar la imposibilidad de
suprimir la secreción de ALDO. (71-72)
Se recomienda ante la sospecha de hiperaldosteronismo primario la derivación al especialista
para la realización de pruebas confirmatorias.
Una vez confirmado el diagnóstico hormonal se procede a la localización de un eventual
aldosteronoma. Se recomienda el uso de tomografía axial computada (TAC) con técnica
“multislice” con contraste pidiendo especialmente que se visualicen las glándulas
suprarrenales y se contabilice el tiempo de lavado de contraste para la discriminación de los
casos potencialmente malignos (estos últimos no suelen ser inferiores a 4 cm). De no ser
posible se puede utilizar resonancia magnética nuclear (RMN).
Tratamiento (72)
Hiperplasia: antagonistas de la aldosterona (espironolactona, esplerenone)
Adenoma: Suprarrenalectomía laparoscópica
Feocromocitoma
El feocromocitoma, tumor productor de catecolaminas, es una causa importante de HTA
secundaria. Su sintomatología depende de la hipersecreción predominante de adrenalina o
noradrenalina. La triada característica: HTA, cefaleas y sudoración se observa cuando
predomina la secreción de noradrenalina, mientras que la secreción de adrenalina produce
fundamentalmente taquicardia, también acompañada de cefaleas y sudoración y trastornos
metabólicos como hiperglucemia y perdida de peso. Se debe sospechar esta entidad en
pacientes de cualquier rango etario con historia de HTA permanente con o sin crisis
paroxísticas o con crisis paroxísticas solamente, acompañadas de cefalea severa,
palpitaciones, diaforesis, palidez, temblor, ansiedad, náuseas, dolor epigástrico, debilidad,
pérdida de peso, etc. En casos severos puede haber DOB.
Dado que puede presentarse en forma esporádica o familiar, es importante interrogar sobre el
antecedente en el paciente o en sus familiares de: Feocromocitoma previo, carcinoma
medular de tiroides en búsqueda de Neoplasia Endocrina Múltiple (NEM) tipo 2A; fenotipo
característico que incluye habito marfanoide y neuromas mucosos y en lengua para descartar
NEM tipo 2B, manchas café con leche y neurofibromas para Neurofibromatosis tipo 1 y
manifestaciones de enfermedad de von Hippel Lindau (hemangiomas en sistema nervioso
central o retina, quistes y /o tumores renales, pancreáticos y/o hepáticos, etc.) (74-75)
Cuando se lo sospecha, el abordaje inicial siempre será el diagnóstico hormonal por el dosaje
de catecolaminas y sus metabolitos en plasma u orina, y solo después se procede al
diagnóstico por imágenes para localizar al/los tumor/es que pueden estar localizados en la
glándula adrenal o en cualquier lugar donde puedan haber quedado restos de tejido cromafin
y sus eventuales metástasis.
La certeza diagnóstica la da el hallazgo de la elevación de la excreción urinaria de
catecolaminas y sus metabolitos: acido vainillin mandélico, metanefrina y normetanefrina.
También se pueden realizar las determinaciones de metanefrina y normetanefrina en plasma
si se cuenta con la tecnología adecuada.
Una vez hecho el diagnóstico bioquímico, se procede a la localización del tumor mediante
TAC o RMN de abdomen y pelvis o tórax, y se puede completar con centellograma corporal
con metaiodobencilguanidina I131. La ecografía puede ser útil en manos de un profesional
bien entrenado. Es importante recordar que todos son métodos complementarios ya que
ninguno posee el 100% de sensibilidad.
Una vez hecho el diagnóstico se debe ofrecer el estudio genético para la detección de
afecciones familiares asociadas a feocromocitoma como NEM2, von Hippel Lindau y
paraganglioma familiar. (74-75)
Una vez realizado el diagnóstico del tumor se requiere un manejo cuidadoso y eficiente para
prevenir serias complicaciones y aun la muerte del paciente. Ver sección g.8. Hipertensión y
Cirugía. Valoración pre-quirúrgica.
Para controlar la HTA, los síntomas cardiovasculares y preparar al paciente para la cirugía
(único tratamiento efectivo) hay que utilizar bloqueantes alfa en dosis adecuadas para lograr la
normotensión. El uso de de los bloqueantes adrenérgicos se basa en que contrarrestan los
efectos de la liberación de catecolaminas por el tumor. Los bloqueantes adrenérgicos son
necesarios en presencia de taquicardia o en presencia de arritmias inducidas por las
catecolaminas. No deben usarse en ausencia de bloqueo alfa-adrenérgico.
Las crisis hipertensivas, tanto pre como intra-operatorias se controlan adecuadamente con la
administración de fentolamina en bolo endovenoso o con la infusión endovenosa continua de
nitroprusiato de sodio.
Modificado de 2007 Guidelines for the Management of Arterial Hypertension European Society of
Hypertension (ESH) and of the European Society of Cardiology (ESC), European Heart Journal
Advance Access published June 11, 2007.
Tabla 5. Estratificación del riesgo cardiovascular
PA (mmHg)
Otros FR, DOB
o enfermedad Normal Limítrofe HTA grado 1 HTA grado 2
PAS hasta 129 PAS 130-139 ó PAS 140-159 ó PAS >160 ó
y PAD hasta 84 PAD 85-89 PAD 90-99 PAD >100
Condiciones de la medición
Método de Medición.
Medición palpatoria: debe realizarse inicialmente para evitar subestimar el valor sistólico
si existiera un silencio auscultatorio que interrumpa la continuidad de los ruidos. Esta
maniobra consiste en palpar el pulso radial, inflar el manguito hasta 30 mmHg por
encima de su desaparición y luego desinflar lentamente hasta su reaparición
(coincidente con la PAS)
Método auscultatorio: Esperar un minuto. Inflar el manguito hasta 30 mmHg sobre la
PAS estimada palpatoriamente. Desinflar el manguito a un ritmo de 2-3 mmHg por
segundo. El primer ruido auscultado, inmediatamente sucedido por otro, representa a la
PAS, mientras que la desaparición de los ruidos (fase V de Korotkoff) representa a la
PAD.
Los ruidos pueden continuar auscultándose hasta el cero (como puede ocurrir en el
embarazo, en niños, en el paciente en hemodiálisis, o con insuficiencia aórtica). En
estos casos se debe aclarar la presencia del fenómeno e intentar establecer el valor
de PAD en la atenuación auscultatoria (Fase IV de Korotkoff) lo cual no siempre puede
delimitarse claramente.
Frecuencias de mediciones
Las mediciones deben realizarse dos o más veces con intervalos no menores a 1
minuto. Considerar el promedio de 2 mediciones estables (diferencias menores de 5
mmHg).
Cuando dos mediciones difieren marcadamente (valores > 5 mmHg) o el paciente
presenta arritmias deben realizarse mediciones adicionales (1 ó 2) y promediarlas. La
presencia de extrasístoles o de fibrilación auricular dificulta la medición de la PA. En
estos casos el valor de la PAS de los latidos ectópicos excede mucho a la PAS
promedio del resto de los latidos. Estos latidos anómalos, que se reconoce como ruidos
aislados, no sucedidos inmediatamente por el resto de los ruidos, deben ser
descartados.
En la visita inicial medir la PA en ambos brazos tomando como referencia el brazo de
mayor valor.
En pacientes ancianos, diabéticos, sintomáticos o con otras condiciones que
predisponen a la hipotensión ortostática (Parkinson, dializados, que estén bajo
tratamiento con alfa-bloqueantes o simpaticolíticos de acción central) la evaluación
debe incluir la medición de la PA de pie para pesquisar hipotensión ortostática.
En niños y adolescentes también debe registrarse la PA en miembros inferiores.
Medir la PA en todas las consultas.
Se debe tener presente que la presencia del operador puede evocar en el paciente un aumento
de la PA y la FC (reacción de alerta) que condiciona la sobreestimación de la PA. Otras veces
la medición en reposo en el consultorio subestima la PA habitual del paciente (HTA oculta).
Para obviar éstos fenómenos y las limitaciones inherentes a la medición convencional (técnica
inadecuada, subjetividad de la medición), existen métodos de medición automática en ausencia
de un operador como el MDPA y el MAPA. Los valores obtenidos con estos métodos muestran
mayor reproducibilidad, mayor correlación con el DOB, y mayor valor pronóstico que las
mediciones convencionales. (76-80)
b.4.2) Otras formas de medición de la presión arterial
Equipos:
1. Deben utilizarse equipos automáticos o semiautomáticos de brazo validados (consultar
el Sitio www.dableducational.org o el sitio web de la Sociedad Británica de HTA
www.bhsoc.org).
2. El médico debería controlar, al menos una vez, el buen funcionamiento y la técnica
que utiliza el paciente, solicitando que traiga su equipo a la consulta. Para esto se
toman mediciones simultáneas con el equipo automático y un tensiómetro de mercurio
usando una conexión con tubo en T.
3. Utilizar brazaletes adecuados a la circunferencia braquial (tabla 6).
4. No se recomiendan los equipos aneroides o de mercurio.
5. No se recomiendan los equipos de muñeca (excepto los equipos validados listados en
www.dableducational.org) o de dedo.
6. La precisión de los equipos de muñeca validados es dependiente de la posición del
antebrazo (debe estar a la altura del corazón) y de la muñeca (evitar la flexión o la
hiper-extensión de la muñeca). Tendrían utilidad en pacientes obesos en quienes no es
posible utilizar mediciones de brazo. Se recomiendan equipos con sensor de posición.
El paciente debe ser entrenado para disminuir los errores en la técnica y obtener información
útil para el diagnóstico y seguimiento.
Mantener 5 minutos de reposo previo a las mediciones y 30 minutos sin fumar o beber
café.
Sentado con la espalda apoyada y el brazo apoyado sobre la mesa.
Posición correcta del manguito
Sin hablar durante la medición.
Repetir las mediciones con intervalos de 1-2 minutos.
Realizar mediciones por 7 días consecutivos, incluyendo dos mediciones matinales
(antes del desayuno, luego de orinar y antes de tomar la medicación), y dos vespertinas
(previas a la cena y antes de tomar la medicación).
Repetir este esquema de mediciones cada 2 semanas en la fase de ajuste del
tratamiento farmacológico y 1 semana al mes en la fase de seguimiento.
Debe explicarse al paciente que es normal que su PA presente variaciones con las mediciones
sucesivas y que tiene valor el promedio de múltiples mediciones y no valores extremos
ocasionales no confirmados en tomas sucesivas. También debe instruirse al paciente que el
auto monitoreo no debe ser constante sino que es suficiente con un muestreo obtenido con la
periodicidad establecida por su médico.
Indicaciones clínicas:
ECG
Los criterios electrocardiográficos recomendados para el diagnóstico de HVI son (96-97):
Criterio de voltaje de Cornell = R aVL + S V3 (en mujeres se suma 8 mm). Se
diagnostica HVI cuando es mayor de 28 mm en el hombre y de 20 mm en la mujer.
Combinación o producto del criterio de voltaje de Cornell por la duración del QRS = (R
aVL + S V3) x duración del QRS (seg) Se diagnostica HVI cuando es mayor de 2.440
mm / mseg.
Criterio de Sokolow-Lyon = S V1 + R V5 o V6. Se diagnostica HVI cuando es mayor de
35 mm.
Ecocardiograma
Evidencias A Ia
La HVI guarda una relación continua, lineal y positiva con el riesgo cardiovascular, y por cada
2
incremento de 25 gr/m , el riesgo cardiovascular aumenta un 20%. Para el diagnóstico
ecocardiográfico de HVI se recomienda la valoración del índice de masa ventricular izquierdo
(IMVI), que resulta de corregir la masa ventricular izquierda, calculada por el método de
Devereux, por la superficie corporal (98-100). Se debe medir el diámetro diastólico del
ventrículo izquierdo (DDVI), el espesor de la pared posterior del ventrículo izquierdo (PPVI) y
del septum interventricular (SIV), y con esta información, se aplica la fórmula de Devereux. Los
2 2
valores de normalidad son ≤ 110 gr/m en la mujer y ≤ 125 gr/m en el hombre. En los sujetos
obesos se recomienda corregir la masa ventricular izquierda por la altura elevada a la 2,7 (los
2,7
valores de normalidad son 50 gr/m ).
La valoración de la geometría ventricular izquierda es un aspecto adicional que puede generar
información útil en la práctica asistencial cotidiana. Resulta de relacionar el índice de masa
ventricular izquierda con el espesor relativo (ER) de las paredes ventriculares. Se considera
como punto de corte para el ER un valor de 0,45. Con estos dos parámetros podemos definir
los cuatro modelos geométricos de ventrículo izquierdo en HTA:
Los pacientes con remodelado concéntrico, si bien no presentan HVI de acuerdo al concepto
clásico, tienen mayor riesgo cardiovascular que los pacientes con geometría normal. Los
pacientes con hipertrofia de tipo concéntrica tienen una mayor incidencia de muerte súbita y
eventos coronarios agudos que los pacientes con hipertrofia excéntrica (101), y estos mas que
los pacientes con remodelado concéntrico.
La regresión de la HVI ha demostrado tener un efecto favorable independiente sobre el
pronóstico cardiovascular. La regresión de la HVI es un objetivo terapéutico. Estudios recientes
han demostrado que un tratamiento intensivo no es necesario para revertir el DOB, por lo que
un descenso de la PAS por debajo de 140 mmHg es una meta terapéutica suficiente (102-104).
Diferentes ensayos clínicos controlados, y meta-análisis de los mismos, han demostrado que
tanto los cambios en el estilo de vida, como casi todas las familias de drogas logran la
regresión de la HVI, siendo las variables más significativas a tener en cuenta: 1) la magnitud
del descenso de la PA; 2) el sostenimiento en el tiempo del descenso de la PA; y 3) mayor
regresión cuanto mayor es la hipertrofia inicial. Sólo los alfa-bloqueantes parecieran ser
inefectivos en lograr la regresión de la HVI, y el atenolol inferior a otras drogas para alcanzar su
reversión (105-107).
La evaluación de la función ventricular, tanto sistólica como diastólica, con técnicas
ecocardiográficas, en presencia de HVI no ha evidenciado adicionar información para la
estratificación del riesgo cardiovascular (108).
La valoración de la fibrosis ventricular y auricular a través de la resonancia magnética nuclear,
no ha mostrado valor pronóstico adicional a la presencia de HVI (109-112).
ESTILO DE VIDA 1 - 6 MESES ESTILO DE VIDA ESTILO DE VIDA 1 - 4 SEMANAS ESTILO DE VIDA
+ MONOTERAPIA + TRATAMIENTO COMBINADO **
** SE RECOMIENDAN LAS SIGUIENTES COMBINACIONES DE DROGAS: IECA – DIURETICO TIAZIDICO; ARA II – DIURETICO
TIAZIDICO; IECA – BLOQUEANTE CÁLCICO DIHIDROPIRIDINICO; ARA II – BLOQUEANTE CÁLCICO DIHIDROPIRIDINICO
TABLA 10. INDICACIONES PARTICULARES DE LAS PRINCIPALES FAMILIAS DE
ANTIHIPERTENSIVOS
d.4.b) Diuréticos
Los diuréticos reducen la PA en la mayor parte de los pacientes con HTA, siendo su efectividad
comparable a la de otros antihipertensivos (231-234). El efecto sobre la PAS resulta
preponderante en poblaciones particulares como ancianos por lo que son drogas de elección
en pacientes con HTA sistólica aislada (235-236). Desde el punto de vista conceptual una
tiazida (TZ) es de elección habitual, generalmente en combinación con otros agentes
antihipertensivos (237-238). Los diuréticos de asa son reservados para la HTA con IR crónica
avanzada, o en IC congestiva (234).
Su efecto aumenta cuando se combinan con una moderada restricción de sodio en la dieta (8)
aun cuando difieren en su composición química y ciertas propiedades farmacológicas. La
clortalidona ha demostrado su efectividad y seguridad en grandes estudios controlados como
SHEP (236) y ALLHAT (231,239). La indapamida es eficaz y metabólicamente neutra (240-
242).
Los diuréticos del asa son diuréticos potentes aunque sus efectos antihipertensivos no son
superiores a los de las TZ. Deben ser utilizados varias veces en el día para mantener este
efecto y evitar el efecto rebote. La droga más representativa de este grupo es la furosemida. La
torasemida presenta una mayor vida media y un metabolismo principalmente extrarrenal.
Los ahorradores de potasio serán tratados en párrafo aparte.
De acuerdo a lo señalado, las principales ventajas de los diuréticos en pacientes con HTA son:
Su eficacia, bajo costo y escasos efectos secundarios en dosis bajas (243).
Su utilidad en pacientes con HTA sistólica aislada y ancianos (235-236 244)
Su efecto sinérgico cuando son combinados con otros agentes antihipertensivos
(237).
El efecto de contrabalancear la retención de sal y fluidos que causan algunos
otros agentes antihipertensivos.
Su utilidad en IC (236).
Pueden resultar drogas útiles en pacientes con HTA y edemas de causa
indeterminada y en pacientes con hipercalciuria y osteoporosis (TZ).
Los efectos secundarios más comunes son dosis dependientes: la hipopotasemia, la
hipercolesterolemia, la hiperinsulinemia, la intolerancia a la glucosa y la hiperuricemia, las
cuales sólo se desarrollan luego de un tratamiento prolongado. (234-243).
d.4.c) Betabloqueantes
Los BB han demostrado, además del efecto antihipertensivo propiedades antiarrítmicas y
antiisquémicas.
En los últimos años, la utilidad de los BB en el tratamiento de la HTA no complicada ha sido
cuestionada en base a resultados de varios meta-análisis (244-245) y revisiones (246). Como
consecuencia de los mismos, recomendaciones internacionales como las de NICE-British
Hipertensión Society (247) desaconsejan la utilización de este tipo de drogas como primera
elección. Otros estamentos como Canadian Hypertension Education Program limitan su utilidad
a pacientes menores de 60 años (248) mientras que la actualización de las guías de la
Sociedad Europea de HTA, acepta la utilidad de los BB en pacientes con HTA no complicada, e
incluye a los mismos entre los fármacos a combinar en pacientes que requieren combinaciones
farmacológicas para su control, sobre todo de alto riesgo (249). Las mayores limitaciones de
los BB han sido comprobadas en estudios comparativos con atenolol, por lo que no deberían
extrapolarse los mismos a otros BB, fundamentalmente a los BB con propiedades
vasodilatadoras, aunque de ellos no se dispone de estudios controlados de pacientes
hipertensos como para extraer conclusiones valederas. En pacientes con trastornos
metabólicos asociados o DBT la utilización de los BB tradicionales debería limitarse,
fundamentalmente si deben asociarse a diuréticos tiazídicos (244.245.250). Esta
contraindicación probablemente sea menor con carvedilol o nebivolol, que no perturban los
parámetros metabólicos.
De acuerdo a lo señalado, en la actualidad la utilización de los BB en pacientes hipertensos
está limitada a quienes presentan en forma concomitante cardiopatía isquémica, IC o arritmias
cardíacas por aumento del automatismo (250). Por otra parte, estos fármacos también podrían
resultar útiles en pacientes con HTA y jaqueca, embarazo, hipertiroidismo, diferentes estados
hiperquinéticos y en pacientes con taquicardia habitual, aún en ausencia de arritmias
significativas.
La utilización de BB se encuentra contraindicada en pacientes con asma bronquial y
bradiarritmias severas (bloqueo AV de 2do y 3er grado). Además, no se aconseja la utilización
de estos fármacos en pacientes con DBT tipo 1 y angina de pecho vasoespástica demostrada.
Debe extremarse el cuidado cuando se asocian con AC no dihidropiridínicos, dada la sinergia
para reducir la conductibilidad que puede generar bloqueos.
En pacientes con enfermedad vascular periférica, es preferible el uso de BB con acción
vasodilatadora. En pacientes con asma bronquial se sugiere el uso de BB cardioselectivos
cuando su indicación sea imprescindible.
d.4.f) Antialdosterónicos
Los antialdosterónicos son utilizados habitualmente en combinación con otro diurético (TZ,
furosemida) para prevenir el desarrollo de hipopotasemia.
La espironolactona, por su efecto antialdosterónico, se utiliza con buenos resultados en
pacientes con hiperaldosteronismo primario y en pacientes con HTA resistente en los que
mecanismos vinculados a una secreción inadecuada de ALDO parecen estar presentes (290-
292). Su uso se lo asocia con efectos adversos tales como ginecomastia, disfunción sexual e
hiperpotasemia presentes en el 10% de los pacientes.
La esplerenona, un antagonista competitivo del receptor mineralocorticoide más específico,
produce menos ginecomastia (293); ha sido utilizada con éxito en pacientes con IC, pero su
eficacia preventiva en HTA no ha sido demostrada.
Se requieren datos más convincentes para recomendar a los antialdosterónicos en reemplazo
de las TZ como drogas de primera elección en HTA no complicada. (294-295)
d.4.g) Antirreninas
El aliskiren es el único inhibidor directo de la renina autorizado para su uso en HTA. Su eficacia
para disminuir la PA es comparable a otras clases de drogas antihipertensivas (296). Su efecto
prolongado y buena tolerancia son cualidades útiles en la adherencia del paciente.
Estudios iniciales demuestran que aliskiren protege órganos blancos y en combinación con
losartan disminuyó la proteinuria en pacientes con DBT tipo 2 y nefropatía (297). Fue igual de
efectivo que losartan en reducir la HVI (298). Están en marcha estudios que intentan probar la
eficacia de la droga en la disminución de eventos finales duros en HTA, ECV y renal (299).
Otras combinaciones
BB + TZ
BB + AC DHP
AC + TZ
IR + TZ
IECA/ARA II + BB
DIURETICOS
Dosis diaria* para el tratamiento de la HTA
Sustancia
esencial no complicada
Diuréticos del tubo distal (tiazidas y
similares)
Clortalidona 12,5-50 mg
Hidroclorotiacida 12,5-50 mg
Indapamida 2,5 mg
Indapamida SR 1,5 mg
Metolazona 0,5-1 mg
Diuréticos de asa (requieren 1-3 dosis
diarias)
Bumetanida 0,5-4 mg
Furosemida 40-240 mg
Piretanida 6-24 mg
Torasemida 2,5-80 mg
Diuréticos ahorradores de potasio
Bloqueadores de los canales de sodio.
2,5-10 mg
Amilorida
Triamtireno 25-100 mg
Antagonista de la aldosterona
Espironolactona 12,5-100 mg
Eplerenona 25-50 mg
BETABLOQUEANTES**
Actividad Selectividad por los Dosis
Sustancia Tomas
simpaticomimética receptores adrenérgicos β-1 diari
por día
intrínseca (cardioselectividad) a
total
25-200
Atenolol Sí 1-2
mg
2,5-10
Bisoprolol Sí 1
mg
50-200
Metoprolol XR Sí 1
mg
40-280 1
Nadolol mg
40-320
Propranolol 2-3
mg
Propranolol de 60-120
acción prolongada 1
mg
5-10
Nebivolol No
(vasodilatador) 1
Si mg
β + α-
BLOQUEANTES**
Sustancia Dosis diaria total Tomas/día
Labetalol 200-800 mg 2
BLOQUEANTES CALCICOS
Sustancia Dosis diaria total Tomas/día
Verapamilo 80-480 mg 2-3
Verapamilo de acción prolongada 120-480 mg 1
Diltiazem 120-360 mg 2
Diltiazem de acción prolongada 120-360 mg 1
Amlodipina 2,5-20 mg 1
Felodipina SR 2,5-20 mg 1
Lercanidipina 5-20 mg 1
Nifedipina de acción prolongada 10-40 mg 1-2
Nifedipina Oros 30-60 mg 1
Nitrendipina 10-40 mg 2
ALFABLOQUEANTES
Sustancia Dosis diaria total Tomas/día
Doxazosin 1-16 mg 1
Prazosin 1-16 mg 2-3
Terazosin 1-10 mg 1
Diabetes
La asociación de hipertensión arterial y la diabetes es muy frecuente; aproximadamente el 50
por ciento de los hipertensos pueden desarrollar diabetes tipo 2 y una proporción similar de
diabéticos son o van a ser hipertensos. Más del 75 por ciento de la población adulta con
diabetes tiene niveles de presión arterial >130/80 mmHg o están recibiendo tratamiento con
drogas antihipertensivas. La presión arterial elevada es un hallazgo frecuente en el momento
del diagnóstico de la diabetes tipo-2 y, en la diabetes tipo 1 suele asociarse a la presencia de
nefropatía. Sin embargo, la implicancia de la hipertensión arterial es similar en ambos tipos de
diabetes, ya que el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular es similar para ambas
formas. La presencia de hipertensión agrega un factor de riesgo adicional multiplicador para el
desarrollo del daño de órgano blanco; la mortalidad se incrementa 7,2 veces cuando los
diabéticos presentan hipertensión arterial. Como el riesgo CV aumenta en presencia de
diabetes, se justifica que se establezcan metas de tratamiento con cifras menores que las que
hay que alcanzar en la población de hipertensos no diabéticos.[397-400] (Evidencia A)
Tratamiento
Cambios en el estilo de vida.
En el enfoque terapéutico del paciente hipertenso con diabetes tipo 2 es fundamental la
indicación temprana de medidas que tiendan al cambio en los hábitos de vida para mantener
un peso adecuado, además del control de la glucemia y de la colesterolemia. El aumento de la
actividad física aeróbica reduce también la presión arterial y mejora el control de la glucemia y
de la dislipidemia.
Agentes antihipertensivos.
El análisis de numerosos estudios permite afirmar que el control de la presión arterial con
indicación de alcanzar <130/80 mmHg en hipertensos con diabetes requiere por lo general
combinaciones de dos o más fármacos. (Evidencia B) Sin embargo, luego del análisis de los
resultados del estudio ACCORD, no parece que la indicación de cifras menores de 130/80
mmHg tenga mejores resultados que descenderla hasta 140/90 mmHg. (Evidencia B)
Diuréticos.
A pesar de las controversias generadas alrededor del uso de los diuréticos respecto al
empeoramiento que los mismos pueden generar en el control de la glucemia, algunos estudios
no encontraron que el compromiso del control de la glucemia inducido por los diuréticos
redujera el beneficio aportado por los mismos sobre el riesgo cardiovascular, en el largo
plazo.[412] Por su parte, un análisis de un subgrupo de pacientes diabéticos del
Antihypertensive and Lipid-Lowering Treatment to Prevent Heart Attack Trial no encontró
incremento de la tasa de eventos cardiovasculares en este subgrupo, a pesar de que en ellos
el control de la glucemia fue muy deficiente.[413] (Evidencia B)
Es de hacer notar, no obstante, que esos estudios han sido post-hoc y que el seguimiento de
los pacientes fue durante un periodo de tiempo limitado. Asimismo, la implicancia real del
desarrollo de diabetes de novo inducida por los fármacos –diuréticos tiazídicos y bloqueantes
beta adrenérgicos, especialmente- sobre la mortalidad y las alteraciones microvasculares,
como las que se observan en la retinopatía y la nefropatía, si bien no han sido estudiadas en
profundidad, aparecen como realmente sustanciales.
Las dosis bajas de diuréticos son efectivas para descender la presión arterial tanto en
diabéticos como en no diabéticos. Los efectos metabólicos adversos, muy frecuentes con el
uso de dosis elevadas, son infrecuentes con bajas dosis y lo mismo puede decirse de otros
agentes con acción metabólica mínima, como la indapamida. Es importante tener en cuenta
que los diuréticos no deben utilizarse en sujetos con riesgo elevado de desarrollar diabetes de
novo, como es el caso de los pacientes obesos y con síndrome cardiometabólico. El desarrollo
de efectos metabólicos adversos, incluyendo la diabetes de novo, en asociación con la
administración de atenolol y diuréticos tiazídicos –aún durante cortos períodos de tiempo- es
más frecuente en individuos con obesidad abdominal. (Evidencia A) En el caso de pacientes
con diabetes manifiesta no hay mayor contraindicación para administrar estos fármacos,
cuando sea necesario para el control adecuado de la presión arterial. En casos de pacientes
con filtrado glomerular <50 mL/min, el diurético tiazídico debería ser reemplazado por un
diurético de asa en dosis adecuadas (por ejemplo, furosemida dos veces al día o torsemida
una vez al día). Estas drogas también están indicadas en casos de descenso del filtrado
glomerular con aumento de los niveles de la kaliemia >5 mEg/L.
Consideraciones finales
Los cambios en el estilo de vida son importantes para lograr descender la PA a las cifras
deseadas. El bloqueo del SRA constituye la base del tratamiento de la HTA en el paciente
diabético. Los AC y los diuréticos pueden ser asociados si no se alcanza el objetivo deseado
de PA. Los pacientes que no alcanzan los niveles de PA adecuados con tres drogas,
incluyendo un diurético, y los pacientes con nefropatía clínica deberían ser derivados al
especialista entrenado en el manejo de tales casos.
Según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (418) (datos auto reportados) en
la Argentina el porcentaje de pacientes con sobrepeso y obesidad es del 49.1% (34.5 %
sobrepeso y 14.6 % obesidad).
La obesidad se asocia frecuentemente a HTA. La evidencia actual sugiere que el tejido adiposo
disfuncionante puede estar involucrado en su patogénesis.
La estrecha relación entre ambas patologías estaría dada por un aumento de la reabsorción
tubular de sodio, por: 1) activación del sistema nervioso simpático; 2) activación del SRA y 3)
compresión mecanica por grasa intra o perirenal. Otros mecanismos involucrados son:
alteración del sodio, calcio y potasio intracelular, aumento del tono vascular y aumento de los
niveles de ALDO. (419-423)
Tratamiento
El descenso de peso (Evidencia A Ia) es la medida más efectiva. Un descenso de 10 Kg. se
acompaña de una reducción de la PA de 5 a 20 mmHg (424).
Los inhibidores del SRA han sido asociados con un efecto metabólico beneficioso, disminución
del desarrollo de nuevos casos de DBT tipo 2, activación PPAR γ y disminución del tono
simpático. Estas ventajas tienden a ubicar a los fármacos que inhiben el SRA como la primera
opción en este grupo de pacientes (Evidencia B Ia). Sin embargo, hasta el momento existen
solo dos estudios diseñados exclusivamente para esta población (425) Ambos mostraron un
similar efecto terapéutico entre la inhibición del SRA y diuréticos tiazidicos.
Hay menor experiencia con AC y debido a la asociación que la obesidad tiene con los otros
componentes del síndrome metabólico, los BB no deberían ser utilizados como drogas de
primera elección.
e.5) Hipertensión y dislipidemias
Existe una frecuente y bien documentada asociación entre HTA y dislipidemia. Más del 40% de
los hipertensos no tratados y más del 50% de los tratados tienen un nivel de colesterol > 250
mg/dl o una relación colesterol total/HDL > 6,0, en tanto que la dislipidemia se presenta en
menos del 30% de los normotensos. El nivel de triglicéridos también es mayor en hipertensos
que en normotensos (426-430) (Evidencia B Ib)
Ambas patologías producen alteraciones en el endotelio y la pared arterial, y se ha verificado
que a mayor nivel de HTA sistólica, mayor penetración de LDL en la íntima del vaso. (431,432)
(Evidencia B IIa)
Entre las explicaciones probables para la elevada asociación entre ambos FR (433) se citan
cambios en la función endotelial, sensibilidad a la sal, aumento de receptores de angiotensina II
en las paredes vasculares, disbalance del sistema nervioso autónomo con predominio de las
acciones simpáticas y el estrés oxidativo. (434) (Evidencia B Ib)
No hay acuerdo unánime en que todos los hipertensos deban recibir estatinas.
Varios estudios, aunque no todos, han mostrado que el uso de estatinas lleva a una reducción
de la morbi-mortalidad cardiovascular. (435) La indicación de su uso estaría dada por el riesgo
cardiovascular global elevado del paciente (>20% a 10 años) (436-439)
La disponibilidad actual de fármacos antihipertensivos permite seleccionar y adecuar el
tratamiento en aquellos pacientes que presentan ambos FR. (440) A modo de orientación, se
sugiere considerar los efectos metabólicos de los antihipertensivos expresados en la Tabla 14
Diuréticos o
Espironolactona
BB tradicionales
BB vasodilatadores
AC
IECA
ARA II
Alfabloqueantes
Existen múltiples factores que pueden estar involucrados en el desarrollo de cáncer: estilo de
vida, tabaquismo, obesidad, vida sedentaria, el trabajo por las exposiciones ocupacionales,
factores genéticos y hereditarios. Sin embargo, la asociación entre HTA y el desarrollo de
cáncer es discutida (441).
En los últimos años algunos trabajos citan una posible predisposición genética particular para
presentar una asociación de estas dos patologías en algunos individuos (442,443). Sin
embargo, esta asociación no ha podido verificarse. No hay evidencia actual que la HTA sea un
FR para padecer cáncer, como tampoco que algún antihipertensivo actualmente en uso sea
capaz de generar tumores.
Merece destacarse que cuando se evidencia una enfermedad maligna en un hipertenso,
deberán controlarse periódicamente los niveles de PA, ya que el paulatino deterioro del
paciente, la hiporexia, menor consumo de sodio, pérdida de peso, etc, pueden determinar
descensos tensionales. Ello obligará a adecuar dosis y fármacos a la nueva situación.
e.7) Hipertensión en enfermedades inflamatorias y crónicas invalidantes (1-4).
Vasculitis y Colagenopatias
Las vasculitis son un grupo heterogéneo de trastornos que tienen en común la inflamación de
vasos sanguíneos con la consiguiente afección sistémica. Se produce una infiltración
inflamatoria con necrosis de la pared de los vasos sanguíneos (capilares, vénulas y arteriolas).
Su reversibilidad es potencialmente elevada cuando se detecta en fases tempranas, sin
embargo, una vez en la fase residual fibrótica de la enfermedad, la lesión es irreversible. Son
poco prevalentes como causa de HTA secundaria.
La Poliarteritis Nodosa es la más común en la población adulta. Más de la mitad de los casos
cursan con HTA en relación a la presencia de vasculitis renal difusa con hiperreninemia e
hiperaldosteronismo.
La Arteritis de Takayasu es una entidad en la que una de las formas principales de
presentación es la HTA. El interés de su detección aún en fase fibrótica reside en que la
población con esta arteritis es joven (por definición, < 40 años) y con un riesgo cardiovascular
incrementado originado tanto por disfunción endotelial asociada a las vasculitis en general, así
como a rigidez arterial por alteración de las fibras de colágeno.
En el Lupus Eritematoso Sistémico la HTA responde a una vasculitis necrotizante de la nefritis
lúpica, siendo esta de rápida evolución y la HTA un marcador de mal pronóstico.
La Esclerodermia produce la clásica “crisis renal esclerodérmica” con proteinuria, cilindros,
disminución del filtrado glomerular e HTA acelerada o maligna. La misma tiene buena
respuesta a los IECA.
e.8) Hipertensión arterial oculta o enmascarada (HTAE)
Clasificación
Se reconocen dos entidades diferentes:
a) Urgencias Hipertensivas: cuando no existe daño agudo o nuevo de un órgano blanco
b) Emergencias Hipertensivas: cuando existe daño agudo o nuevo de un órgano blanco
A su vez estas dos entidades tienen dos variantes cada una ilustradas en la Tabla 15
PA 180/110 mm Hg ( promedio de 3 mediciones con la técnica recomendada por VII JNC, Consenso Latinoamericano de HTA)
•anamnesis (evaluar situaciones con efecto presor) examen físico con fondo de ojo(siempre)
estudios complementarios si están indicados para evaluar daño de órgano blanco
SIN DAÑO AGUDO DE ÓRGANO BLANCO CON DAÑO AGUDO ÓRGANO BLANCO
Introducción
Se observa HTA en 75 % de los pacientes que sufren un ACV agudo y la mitad de los
pacientes que presentan un ACV se encuentran tratados con antihipertensivos (470,471).
La HTA se asocia a enfermedades estructurales arteriales que pueden causar complicaciones
cerebrovasculares como ACV, encefalopatía hipertensiva, la leucoaraiosis, deterioro cognitivo,
demencia, aneurismas de Charcot (470).
Prevención primaria y secundaria de ACV en hipertensos
El control de la PA es una estrategia de eficaz de prevención primaria, atribuyéndose a la
reducción de la PAS una disminución del riesgo de ACV isquémico (RRR 37 %) y hemorrágico
(RRR 54 %) en ancianos (470-475). La reducción de 5-6 mmHg de reducción de la PAD
también ha demostrado reducir la incidencia de ACV en aproximadamente un 42 %.
La prevención del ACV recurrente a través del tratamiento antihipertensivo ha demostrado
beneficio que se extiende a personas con o sin historia de HTA. (Evidencia A Ia) (473-478,
480,481)
PAD <110
PAD 120-140 PAD 110-120 y/o
PAD 140 y/o y/o PAS <180 mmHg
mm Hg PAS 220 mHg PAS 180-220 mmHg
Si va a recibir anticoagulación
No va a recibir
y/o trombolíticos
anticoagulación y/o trombolíticos
La hipotensión ortostática (HO) se define como la reducción de la PAS > 20 mmHg. y/o
reducción de la PAD > 10 mmHg, con el cambio de posición (supina a de pie) dentro de los 3
minutos, independiente de los síntomas que ocurran (486) o utilizando una mesa inclinada a
0(
60 Clase 1, Nivel A).
Si la PA disminuye luego de 3 minutos, se sugiere continuar su medición durante 6 minutos en
búsqueda de presíncope o síncope ortostático (487).
El síncope ortostático causa aproximadamente el 9.4% de los síncopes en general (488) y el
síncope vasovagal es la segunda causa más frecuente (489,490). El síncope inducido por
drogas es a su vez causa del 6.8% de los síncopes totales, y en la mayoría de estos casos el
mecanismo es insuficiencia ortostática (491).
La disautonomía es uno de los mecanismos más comunes y puede sospecharse cuando los
cambios de la PA no se acompañan de cambios compensatorios de la FC (neuropatía en la
que el sistema autonómico no satisface las demandas de oxígeno en posición de pie) (492).
El 40 % de los pacientes que presentaron síncope se hallaba recibiendo drogas
antihipertensivas, particularmente diuréticos, vasodilatadores y bloqueantes alfa-adrenérgicos y
menos frecuentemente los IECA y los AC. (493)
El MAPA puede aportar datos acerca de las circunstancias en las que el paciente con historia
de HO o síncope presenta mayores fluctuaciones de su PA (Evidencia A IIa), así como detectar
las mismas en pacientes con mayor riesgo (hipertensos con disautonomías primarias o
secundarias que requieren recibir drogas antihipertensivas) (Clase B)
Recomendaciones terapéuticas
A) Estilo de vida y medidas no farmacológicas
1) Evitar cambios posturales bruscos
2) No permanecer períodos prolongados de pie y usar medias compresivas
3) Evitar las altas temperaturas (sauna, baño turco, baños de inmersión)
4) Evitar los ejercicios violentos o intensos. Realizar ejercicios que tonifiquen músculos de los
miembros inferiores
5) Evitar comidas abundantes, ricas en hidratos de carbono y alcohol.
6) Evitar drogas con propiedades vasodepresoras (494).
7) Beber 2.5 litros de agua diarios y aumentar el consumo de sal por encima del normal para
esa población y región (Nivel de evidencia B)
8) Elevar la cabecera de la cama
B) Intervenciones farmacológicas
1. Fludrocortisona 0.1- 0.2 mg/día. La dosis total no debe exceder 1.0 mg/día. (Efectos
adversos: hipopotasemia, hipomagnesemia, edema periférico, aumento de peso o falla
cardíaca) (Evidencia B IIa) (495)
2. Midrodine 2,5-10 mg cada 4 horas (Efectos adversos: náuseas, hipertensión) (Evidencia B
IIa)
3. Desmopresina (Evidencia C)
4. Eritropoyetina (Evidencia C)
Comentarios
En el caso de hipotensión secundaria a drogas la principal estrategia en el tratamiento
es la eliminación del agente desencadenante (Evidencia A Ia).
Cuando el paciente presenta HTA supina severa e HO se dificulta la indicación de
drogas antihipertensivas. Se recomienda derivar a especialista en HTA.
En el paciente normotenso con HO originada en fallas autonómicas primarias o
secundarias, el objetivo del tratamiento será reducir la hipoperfusión cerebral y por ende
sus manifestaciones clínicas (mareos, inestabilidad, somnolencia, síncope, etc). La
elevación de 10 a 15 mmHg. de la PAS suele ser suficiente para alcanzar estas metas.
G) Poblaciones Especiales
Medición de la PA
El niño debe estar sentado en una silla, si esto permite que apoye su brazo cómodamente a la
altura del corazón; de lo contrario, se debe sentar sobre el regazo de su madre; no debe
medirse la PA si el niño llora o tiene alguna actividad muscular en el brazo. El manguito se
elige de acuerdo al tamaño del brazo, debe cubrir el 80% de la circunferencia y 2/3 de la
distancia acromion-olécranon (se considera el tamaño de la cámara inflable interior y no el de
la funda que la cubre). En niños pequeños se puede utilizar el mango de adulto en el muslo
auscultando sobre el hueco poplíteo (496).
FR de desarrollo de HTA
Valores de PA entre los percentilos 90 y 95 (PA limítrofe), antecedentes familiares de HTA y/o
ECV prematura, bajo peso al nacer, obesidad, dislipidemias, tabaquismo, raza negra y nivel
socio-económico bajo. Es obligatorio medir regularmente la PA en nefropatías; DBT;
tratamiento prolongado con corticoides, ciclosporina o AINEs; trasplante de órganos;
neurofibromatosis; recién nacidos con vías en vasos umbilicales; síndrome de Turner;
coartación de aorta corregida; síndrome urémico hemolítico; IC inexplicable; miocardiopatía
dilatada y convulsiones de etiología desconocida.
Evaluación diagnóstica
< P 90 ≥ P 90
< P 90 P 90-95 ≥ P 95
Tratamiento no farmacológico
Está basado principalmente en cambios del estilo de vida. Incluye descenso de peso cuando
esté indicado (513-517) (Evidencia A IIa), medidas dietéticas como incorporación de verduras y
frutas, lácteos descremados y disminución de la ingesta de sal (518-524) (Evidencia A Ib),
actividad física regular y restricción del sedentarismo (525-528) (Evidencia A Ia), evitar el
tabaquismo, el consumo de alcohol y drogas.
Tratamiento farmacológico
Debe iniciarse:
1) ante la falta de respuesta al tratamiento no farmacológico
2) en pacientes con HTA primaria no obesos
3) cuando hay DOB
4) en pacientes con HTA secundaria.
Las drogas utilizadas en pediatría incluyen los IECA, los ARA II, BB, AC y diuréticos (529-537).
(Evidencia A Ia) Se comienza con una droga y de acuerdo a la respuesta se aumenta la dosis o
se combinan 2 drogas de distinta clase a dosis bajas. Las dosis recomendadas de los distintos
antihipertensivos se detallan en la tabla 19.
50 80 81 83 85 87 88 89 34 35 36 37 38 39 39
90 94 95 97 99 100 102 103 49 50 51 52 53 53 54
1 95 98 99 101 103 104 106 106 54 54 55 56 57 58 58
99 105 106 108 110 112 113 114 61 62 63 64 65 66 66
50 84 85 87 88 90 92 92 39 40 41 42 43 44 44
90 97 99 100 102 104 105 106 54 55 56 57 58 58 59
2 95 101 102 104 106 108 109 110 59 59 60 61 62 63 63
99 109 110 111 113 115 117 117 66 67 68 69 70 71 71
50 86 87 89 91 933 94 95 44 44 45 46 47 48 48
90 100 101 103 105 107 108 109 59 59 60 61 62 63 63
3 95 104 105 107 109 110 112 113 63 63 64 65 66 67 67
99 111 112 114 116 118 119 120 71 71 72 73 74 75 75
50 88 89 91 93 95 96 97 47 48 49 50 51 51 52
90 102 103 105 107 109 110 111 62 63 64 65 66 66 67
4 95 106 107 109 111 112 114 115 66 67 68 69 70 71 71
99 113 114 116 118 120 121 122 74 75 76 77 78 78 79
50 90 91 93 95 96 98 98 50 51 52 53 54 55 55
90 104 105 106 108 110 111 112 65 66 67 68 69 69 70
5 95 108 109 110 112 114 115 116 69 70 71 72 73 74 74
99 115 116 118 120 121 123 123 77 78 79 80 81 81 82
50 91 92 94 96 98 99 100 53 53 54 55 56 57 57
90 105 106 108 110 111 113 113 68 68 69 70 71 72 72
6 95 109 110 112 114 115 117 117 72 72 73 74 75 76 76
99 116 117 119 121 123 124 125 80 80 81 82 83 84 84
50 92 94 95 97 99 100 101 55 55 56 57 58 59 59
90 106 107 109 111 113 114 115 70 70 71 72 73 74 74
7 95 110 111 113 115 117 118 119 74 74 75 76 77 78 78
99 117 118 120 122 124 125 126 82 82 83 84 85 86 86
50 94 95 97 99 100 102 102 56 57 58 59 60 60 61
90 107 109 110 112 114 115 116 71 72 72 73 74 75 76
8 95 111 112 114 116 118 119 120 75 76 77 78 79 79 80
99 119 120 122 123 125 127 127 83 84 85 86 87 87 88
50 95 96 98 100 102 103 104 57 58 59 60 61 61 62
90 109 110 112 114 115 117 118 72 73 74 75 76 76 77
9 95 113 114 116 118 119 121 121 76 77 78 79 80 81 81
99 120 121 123 125 127 128 129 84 85 86 87 88 88 89
50 97 98 100 102 103 105 106 58 59 60 61 61 62 63
90 111 112 114 115 117 119 119 73 73 74 75 76 77 78
10 95 115 116 117 119 121 122 123 77 78 79 80 81 81 82
50 99 100 102 104 105 107 107 59 59 60 61 62 63 63
90 113 114 115 117 119 120 121 74 74 75 76 77 78 78
11 95 117 118 119 121 123 124 125 78 78 79 80 81 82 82
99 124 125 127 129 130 132 132 86 86 87 88 89 90 90
50 101 102 104 106 108 109 110 59 60 61 62 63 63 64
90 115 116 118 120 121 123 123 74 75 75 76 77 78 79
12 95 119 120 122 123 125 127 127 78 79 80 81 82 82 83
99 126 127 129 131 133 134 135 86 87 88 89 90 90 91
50 104 105 106 108 110 111 112 60 60 61 62 63 64 64
90 117 118 120 122 124 125 126 75 75 76 77 78 79 79
13 95 121 122 124 126 128 129 130 79 79 80 81 82 83 83
99 128 130 131 133 135 136 137 87 87 88 89 90 91 91
50 106 107 109 111 113 114 115 60 61 62 63 64 65 65
90 120 121 123 125 126 128 128 75 76 77 78 79 79 80
14 95 124 125 127 128 130 132 132 80 80 81 82 83 84 84
99 131 132 134 136 138 139 140 87 88 89 90 91 92 92
50 109 110 112 113 115 117 117 61 62 63 64 65 66 66
90 122 124 125 127 129 130 131 76 77 78 79 80 80 81
15 95 126 127 129 131 133 134 135 81 81 82 83 84 85 85
99 134 135 136 138 140 142 142 88 89 90 91 92 93 93
50 111 112 114 116 118 119 120 63 63 64 65 66 67 67
90 125 126 128 130 131 133 134 78 78 79 80 81 82 82
16 95 129 130 132 134 135 137 137 82 83 83 84 85 86 87
99
Edad Percentilo 136 137 139 141 143
Percentilo de Talla 144 145 90 90 Percentilo
91 92 de93
Talla94 94
50 114 115 116 118 120 121 122 65 66 66 67 68 69 70
90 127 128 130 132 134 135 136 80 80 81 82 83 84 84
50 83 84 85 86 88 89 90 3 39 39 40 41 41 42
9590 13197 13297 134 136 138
98 100 101 102 103139 140 5 84 5385 5386 54
87 55
87 55 88 89
56
1 9995 139 140 141 143 145
100 101 102 104 105 106 107 146 147 5 92 93 93 94
57 57 58 59 59 95 96 97
60
17
99 108 108 109 111 112 113 114 6 64 65 65 66 67 67
50 85 85 87 88 89 91 91 4 44 44 45 46 46 47
90 98 99 100 101 103 104 105 5 58 58 59 60 61 61
2 95 102 103 104 105 107 108 109 7
6 62 62 63 64 65 65
99 109 110 111 112 114 115 116 1
6 69 70 70 71 72 72
50 86 87 88 89 91 92 93 9
4 48 48 49 50 50 51
90 100 100 102 103 104 106 106 6 62 62 63 64 64 65
National
3 High Blood Pressure Education Program Working Group on High Blood Pressure
95 104 104 105 107 108 109 110 6 66 66 67 68 68 69
in Children and
99
Adolescents. Pediatrics. 2004,114 (497): 555-576
111 111 113 114 115 116 117 7 73 74 74 75 76 76
50 88 88 90 91 92 94 3
ANEXO 2. Presión
90 arterial en MUJERES por edad
101 102 103 104 106 107 108
y94 5 50 51 52 52 53
percentilo
6
de talla
64 65 66 67 67
54
68
4 95 105 106 107 108 110 111 112 4
6 68 69 70 71 71 72
99 112 113 114 115 117 118 119 7 76 76 77 78 79 79
50 89 90 91 93 94 95 96 6
5 53 53 54 55 55 56
90 103 103 105 106 107 109 109 2
6 67 67 68 69 69 70
5 95 107 107 108 110 111 112 113 6
7 71 71 72 73 73 74
99 114 114 116 117 118 120 120 0
7 78 79 79 80 81 81
8
90 104 105 106 108 109 110 111 68 68 69 70 70 71 72
95 108 109 110 111 113 114 115 72 72 73 74 74 75 76
99 115 116 117 119 120 121 122 80 80 80 81 82 83 83
50 93 93 95 96 97 99 99 55 56 56 57 58 58 59
90 106 107 108 109 111 112 113 69 70 70 71 72 72 73
7 95 110 111 112 113 115 116 116 73 74 74 75 76 76 77
99 117 118 119 120 122 123 124 81 81 82 82 83 84 84
50 95 95 96 98 99 100 101 57 57 57 58 59 60 60
90 108 109 110 111 113 114 114 71 71 71 72 73 74 74
8 95 112 112 114 115 116 118 118 75 75 75 76 77 78 78
99 119 120 121 122 123 125 125 82 82 83 83 84 85 86
50 96 97 98 100 101 102 103 58 58 58 59 60 61 61
90 110 110 112 113 114 116 116 72 72 72 73 74 75 75
9 95 114 114 115 117 118 119 120 76 76 76 77 78 79 79
99 121 121 123 124 125 127 127 83 83 84 84 85 86 87
50 98 99 100 102 103 104 105 59 59 59 60 61 62 62
90 112 112 114 115 116 118 118 73 73 73 74 75 76 76
10 95 116 116 117 119 120 121 122 77 77 77 78 79 80 80
99 123 123 125 126 127 129 129 84 84 85 86 86 87 88
50 100 101 102 103 105 106 107 60 60 60 61 62 63 63
90 114 114 116 117 118 119 120 74 74 74 75 76 77 77
11 95 118 118 119 121 122 123 124 78 78 78 79 80 81 81
99 125 125 126 128 129 130 131 85 85 86 87 87 88 89
50 102 103 104 105 107 108 109 61 61 61 62 63 64 64
90 116 116 117 119 120 121 122 75 75 75 76 77 78 78
12 95 119 120 121 123 124 125 126 79 79 79 80 81 82 82
99 127 127 128 130 131 132 133 86 86 87 88 88 89 90
50 104 105 106 107 109 110 110 62 62 62 63 64 65 65
90 117 118 119 121 122 123 124 76 76 76 77 78 79 79
13 95 121 122 123 124 126 127 128 80 80 80 81 82 83 83
99 128 129 130 132 133 134 135 87 87 88 89 89 90 91
50 106 106 107 109 110 111 112 63 63 63 64 65 66 66
90 119 120 121 122 124 125 125 77 77 77 78 79 80 80
14 95 123 123 125 126 127 129 129 81 81 81 82 83 84 84
99 130 131 132 133 135 136 136 88 88 89 90 90 91 92
50 107 108 109 110 111 113 113 64 64 64 65 66 67 67
90 120 121 122 123 125 126 127 78 78 78 79 80 81 81
15 95 124 125 126 127 129 130 131 82 82 82 83 84 85 85
99 131 132 133 134 136 137 138 89 89 90 91 91 92 93
50 108 108 110 111 112 114 114 64 64 65 66 66 67 68
90 121 122 123 124 126 127 128 78 78 79 80 81 81 82
16 95 125 126 127 128 130 131 132 82 82 83 84 85 85 86
99 132 133 134 135 137 138 139 90 90 90 91 92 93 93
50 108 109 110 111 113 114 115 64 65 65 66 67 67 68
90 122 122 123 125 126 127 128 78 79 79 80 81 81 82
17 95 125 126 127 129 130 131 132 82 83 83 84 85 85 86
99 133 133 134 136 137 138 139 90 90 91 91 92 93 93
National High Blood Pressure Education Program Working Group on High Blood Pressure
in Children and Adolescents. Pediatrics. 2004, 114 (497): 555 –576
Tratamiento
Para el paciente hipertenso añoso, rigen las mismas indicaciones no farmacológicas a seguir
que para los pacientes más jóvenes, en especial con respecto al consumo de sal ya que esta
población etaria se ha mostrado más sensible a las cargas de sodio (553).
El tratamiento farmacológico puede iniciarse con las principales clases de drogas: diuréticos
tiazídicos, AC, ARA II, IECA y BB (éstos en combinación con otras drogas)
Otras drogas como la nitroglicerina transdérmica, el mononitrato de isosorbide y la nifedipina de
acción corta, pueden ser utilizadas en situaciones especiales como la HTA supina e
hipotensión ortostática que sufren algunos pacientes con co-morbilidades.
Introducción
La HTA complica el 5 al 15% de los embarazos. Afecta tanto a la madre como a su hijo y
continúa siendo la mayor causa de morbi-mortalidad materna y perinatal en el mundo. La
detección precoz de FR maternos (pre-gestacionales y gestacionales), es la base para
identificar esta enfermedad y prevenir las complicaciones graves.
Definición
La HTA en el embarazo se define como una PA ≥140/90 mmHg, en al menos 2 tomas en el
mismo brazo (Evidencia B IIb), con un intervalo de 15 minutos entre ambas (Evidencia B III)
La PAD > 90 mmHg se asocia a un aumento de la morbilidad perinatal siendo un mejor
predictor de resultados adversos durante el embarazo que el aumento de la PAS (556).
La HTA grave se define como una PAS ≥160 mmHg y/o una PAD ≥110mmHg. La HTA grave
sistólica se asocia con un aumento del riesgo de ACV durante el embarazo (Evidencia B IIb)
(558,559).
Se considera proteinuria positiva a valores ≥300 mg/24 horas o dipstick ≥ de 2+ (Evidencia B
IIa) (557).
Para el diagnóstico de preeclampsia debe valorarse la proteinuria en todos los embarazos con
FR y/o HTA (Evidencia B IIb), siendo preferible medir la proteinuria en 24 hrs. (Evidencia B IIb)
(557).
Se considera preeclampsia grave cuando a la HTA se le asocia uno o más de los siguientes
parámetros:
Proteinuria > 5 g/24 horas.
Deterioro significativo de la función renal (aumento de la creatinina en sangre, oliguria <
400 ml/24 hs).
Síntomas clínicos de DOB (cefalea, alteraciones de la visión y/o epigastralgia).
Edema pulmonar
Retardo del crecimiento Intrauterino
Oligoamnios
Monitoreo fetal con signos de sufrimiento fetal
Eclampsia
Síndrome HELLP
Clasificación (556)
1) HTA pre-existente (Crónica): diagnosticada antes de la concepción o durante las
primeras 20 semanas de la gestación. Persiste cuando se evalúa 12 semanas después
del parto.
2) HTA Gestacional: diagnosticada después de las 20 semanas de gestación en una
paciente previamente normotensa que no presenta proteinuria positiva. El diagnóstico
inicial debe ser cauteloso ya que aproximadamente un 50% de las mujeres con
diagnóstico de HTA gestacional presentan más tarde durante el embarazo proteinuria
positiva desarrollando una preeclampsia. Si la paciente consulta luego de las 20
semanas de gestación el diagnostico definitivo se realiza cuando la PA retorna a
valores normales luego de las 12 semanas posparto, diferenciándola de la HTA crónica.
3) Preeclampsia: HTA diagnosticada después de las 20 semanas de gestación y
proteinuria ≥ 300mg/24 horas, en una paciente previamente normotensa. La lesión es
multisistémica comprometiendo, placenta, riñón, hígado, cerebro, y otros órganos.
Preeclampsia sobreimpuesta a la HTA crónica: paciente que padece HTA crónica pero
luego de las 20 semanas de gestación se diagnostica proteinuria. Si presentan
proteinuria previa o consultan tardíamente la presencia de un aumento brusco de los
valores de PA o de pródromos de la eclampsia puede ser útil para su diagnóstico.
4) Eclampsia: presencia de convulsiones en una embarazada con diagnóstico de
preeclampsia. (560, 561)
Síndrome HELLP
Ocurre en el 4% al 12 % de las embarazadas que padecen preeclampsia grave y en 30 a 50%
de las pacientes con eclampsia. Sus síntomas más frecuentes son dolor epigástrico (86% al
92%) o en hipocondrio derecho (30% al 40%), nauseas o vómitos (45 al 86 %).
El diagnóstico se realiza ante la presencia de:
HE- anemia hemolítica microangiopática
L -aumento de las enzimas hepáticas (TGO, TGP, LDH)
LP - plaquetopenia (< 100.000/ mm3)
También se puede observar bilirrubina indirecta >1.2mg/dL, LDH >600IU/L y TGO/TGP
>70IU/L.
En mujeres con HTA preexistente solicitar en la primera consulta análisis completos de
laboratorio relacionado a la patología pregestacional, y además determinar proteinuria,
creatinina y potasio sérico (Evidencia B IIb)
Tratamiento
Es importante la reducción de la actividad en el hogar y laboral en mujeres embarazadas con
preeclampsia moderada. (Evidencia A IV) (565),
La terapéutica con drogas antihipertensivas debe ser usada en mujeres con HTA grave o
preeclampsia grave con el objetivo de disminuir el riesgo materno de ACV pero manteniendo un
nivel de PA adecuado para favorecer el flujo sanguíneo utero-placentario (562).
El único tratamiento definitivo de la preeclampsia es el parto. El uso de las distintas
terapéuticas tiene como finalidad alcanzar la etapa de viabilidad feto-neonatal.
Tratamiento para la HTA Grado I (140-159/90-99 mmHg) (566)
La terapéutica farmacológica de estas pacientes reduce el riesgo de HTA grave en un 50%,
pero no ha demostrado beneficios en otros resultados maternos o perinatales (563-564-567) ni
en la prevención de la preeclampsia (567).
Cuando la PA es ≥150/100 puede utilizarse drogas para mantener estabilizada la PA entre 130-
139/80-89 mmHg (Evidencia C III)
Las drogas sugeridas son:
Metildopa (I-A) 250-500 mg cada 6 horas. Máximo 2g/d
Labetalol (I-A) 100–400mg VO cada 12 horas Máximo 1200 mg/día
Nifedipina (I-A) 10 -40mg VO liberación lenta 1-2 veces por día
Estas drogas pueden ser administradas en el primer trimestre de la gestación (Evidencia B IIb)
Están contraindicados los IECA, ARAII y los inhibidores de la renina (Evidencia B IIb)
Hipertensión grave/Preeclampsia grave (567-570)
El criterio para indicar la internación es la sospecha de cualquiera de las formas graves de la
enfermedad. Las pacientes deben ser hospitalizadas en un centro alta complejidad, con
disponibilidad de laboratorio, diagnóstico por imágenes las 24 horas y una unidad de Terapia
Intensiva Neonatal. (Evidencia B IIb). El objetivo es evitar complicaciones secundarias o
terciarias y poder efectuar un control estricto materno y fetal. De no ser posible, debemos
comenzar el tratamiento de soporte y solicitar la derivación de la paciente a un centro de
atención terciario.
Emergencia hipertensiva
Se diagnostica cuando los valores de PAS ≥160mmHg y/o la PAD ≥110 con signos clínicos de
daño multiorgánico.
Es necesario el uso de drogas de descenso rápido de la PA para evitar un ACV en la madre. El
descenso debe asegurar valores de PA que mantengan una adecuada perfusión placentaria,
(PAS entre 130-150 mmHg y PAD entre 80-100 mmHg), para no afectar la salud fetal.
(Evidencia B IIb)
Las drogas más utilizadas son: Labetalol, Nifedipina, Hidralazina o Clonidina. (Evidencia A Ia)
Como estás pacientes presentan un mayor riesgo de eclampsia se les administra
simultáneamente sulfato de magnesio para prevenir las convulsiones (Evidencia B IIb). Está
contraindicado el uso del nitroprusiato. (569)
Labetalol
Paciente en posición supina
Medir la PA
Administrar 1 ampolla = 20 mg ( 0.25 mg/kg. para 80 kg.) vía IV lenta durante un periodo
de 2 minutos
Evaluar la PA 5 a 10 minutos después de la aplicación para evaluar la respuesta
Efecto máximo a los 5 minutos
Dosis adicionales cada 10 minutos hasta lograr el descenso deseado de la PA. Dosis
máxima 300 mg.
58% de las pacientes desarrollan hipotensión postural dentro de las 3 hrs de
administrado por vía IV
Cuando comienza a elevarse la PAD en posición supina es necesario comenzar con 200 mg
vía oral seguida de otra dosis adicional entre las 6 a 12 hs de 200-400mg, según respuesta.
Mantenimiento: 400-1200mg/día en 2-3 tomas.
Contraindicaciones: asma bronquial, bradicardia severa, IC manifiesta, bloqueo AV de 2º grado
en adelante, shock cardiogénico.
Nifedipina
Capsulas de 10 mg vía oral (30‟- 60‟)
Dosis máxima 40 mg/día
Hidralazina
5 mg IV y luego continuar con 5 a 10 mg IV cada 15 - 20 minutos hasta alcanzar la
respuesta deseada o una dosis máxima de 40 mg
Continuar con la dosis efectiva alcanzada cada 6 hs.
Clonidina
Bolo IV de 0.15mg
Mantenimiento 0.75 mg en 500 ml de dextrosa al 5% a 21 micro-gotas
Los síntomas de intoxicación pueden comenzar con enrojecimiento del rostro, dificultad para el
habla, somnolencia o pérdida del reflejo patelar. El control de los parámetros mencionados
debe ser cada 15 a 30 minutos, según la evolución. Se debe tener en cuenta si presenta
oliguria por la posible alteración en la excreción del mismo. En caso de intoxicación administrar
1 gr/EV de gluconato de calcio.
3
Dosis de ataque: 4-5 g de Sulfato de Magnesio (4 ampollas al 25%) en 10 cm de solución de
dextrosa al 5% en bolo IV lento, a pasar en 10-15 minutos.
3
Mantenimiento: goteo IV de 20 g de sulfato de magnesio (16 ampollas al 25%) en 500 cm de
solución de dextrosa al 5%, a 7 gotas por minuto. Con bomba de infusión continua, a 21
microgotas por minuto durante 24 hs (1 gramo/ hora).
Si la paciente presenta una eclampsia la administración de la droga es igual a la expuesta
anteriormente pero además se deben adoptar las siguientes medidas:
Proteger a la paciente:
o sostenerla.
o aspirar faringe.
o administrar oxígeno.
Extraer sangre y muestra de orina:
o para estudios de laboratorio.
o evaluar proteinuria.
Colocar sonda de Foley para medir diuresis de 24 hs.
Pronóstico (575)
Aunque las manifestaciones de la preeclampsia se resuelven luego del parto, representa un
riesgo futuro de ECV a lo largo de la vida. El riesgo para HTA es 2-6 veces mayor que en las
gestantes que no padecieron preeclampsia en su primer embarazo, controlado entre los 2 a 24
años post-parto. Si además de la preeclampsia el nacimiento fue prematuro el riesgo de ECV
aumenta a 8 veces la mortalidad materna comparada con una mujer normotensa y con
nacimiento de niños a término.
Tratamiento
No farmacológico
En toda paciente se indica cambios en el estilo de vida. La reducción de peso (Evidencia B Ia),
la actividad física regular (Evidencia B Ia) y el mantener una dieta saludable (Evidencia B Ia),
han demostrado reducir significativamente los ECV. La suspensión del hábito tabáquico es
mandatoria (Evidencia B Ia). (590)
Farmacológico
No hay diferencias significativas con respecto al descenso de la PA y reducción de eventos
comparado con hombres (591-595) (Evidencia A Ia) pero algunos efectos colaterales son mas
frecuentes, como edema con AC, tos con IECA o calambres con diuréticos. (Evidencia C II).
Puede ser particularmente útil el uso de diuréticos tiazídicos ya que aumentan la reabsorción
del calcio y ayudan a prevenir la osteoporosis. (596) No se ha observado beneficio en
prevención de enfermedad cardiovascular (primaria o secundaria) o de hipertensión arterial
con el uso de terapia de reemplazo hormonal (TRH) o modulador de receptores de estrógeno.
(Evidencia A III), (590,597,598-601). En aquellas mujeres que la requieran el uso de TRH por
causas ginecológicas como síntomas climatéricos, deficiencia estrogénica, menopausia precoz,
se debe realizar un control cardiológico y ginecológico periódico (599-602).
g.6) Hipertensión resistente al tratamiento
Una HTA se considera refractaria o resistente cuando no se alcanzan los objetivos terapéuticos
de < 140/90 mm Hg. con un tratamiento que incluya cambios en el estilo de vida, y una
combinación de 3 fármacos antihipertensivos con diferentes mecanismos de acción, en dosis
adecuadas, incluyendo un diurético. La prevalencia de HTA refractaria varía del 1 al 13%.
(603,604)
Causas de Pseudorresistencia
Mala Adherencia al tratamiento: análisis retrospectivos indican que entre un 30 y 50%
de los pacientes no cumple con el tratamiento establecido y lo abandona antes del
primer año.
Incorrecta medición de la PA: la técnica inadecuada en la medición de la PA puede ser
una causa de aparente resistencia al tratamiento. La falta de reposo previo a la
medición y el uso de manguitos tradicionales en pacientes obesos puede sobreestimar
la PA.
Efecto de guardapolvo blanco
Pseudohipertensión: su verdadera prevalencia es difícil de establecer. Se observa en
pacientes añosos con arterias calcificadas, rígidas, que no colapsan con el insuflado del
manguito y registran presiones falsamente elevadas, con presión intraarterial normal.
Componente A.- Bajo (<40% VO2 B.- Moderado (40 a C.- Alto (>70% VO2
estático máximo) 70% VO2 máximo) máximo)
I. Bajo Golf. Billar. Bowling. Béisbol. Softbol. Hockey sobre
(<20% MCV) Tiro. Cricket Esgrima. Tenis de césped. Ski cross
mesa. Voleibol. country. Carrera de
marcha. Carrera de
distancia. Squash.
Fútbol. Tenis.
II. Moderado Arquería. Carrera de Fútbol americano. Básquet. Hockey
(20-50%MCV) autos. Buceo. Eventos de campo sobre hielo. Ski de
Equitación. (salto). Patinaje fondo. Carrera de
Motociclismo. artístico. Rugby. media distancia.
Carrera de Natación. Handbol.
velocidad. Nado
sincronizado.
III. Alto Evento de campo Descenso en ski. Boxeo.
(>50% MCV) (lanzamiento). Skate. Canotaje/Kayak
Gimnasia. Artes Snowboard. Ciclismo. Decatlón.
marciales. Lucha Remo. Patín carrera.
Navegación a vela. Triatlón.
Escalada. Ski
acuático. Pesas.
Windsurf.
Criterios para
Riesgo Evaluación permitir el deporte Recomendación Seguimiento
HC, ECG, PA bien controlada Todos los deportes Anual
Bajo PE, Eco permitidos
Se recomienda no discontinuar los antihipertensivos. La excepción son los IECA y los ARA II,
los cuales se recomienda suspender el día previo a la cirugía debido al riesgo de hipotensión
severa durante la inducción anestésica (625,626). En relación a los BB: 1) no se indican de
rutina en cirugías no cardíacas, 2) representan una opción terapéutica en el hipertenso no
controlado, 3) no se recomienda suspenderlo si ya lo está recibiendo (625). La dosis del BB
debería ajustarse de acuerdo a la FC (meta < 65 lpm) (625), sin embargo se deben evitar las
dosis altas debido al riesgo de hipotensión y bradicardia (627). Es importante asegurarse que el
paciente reciba la dosis correspondiente la mañana de la cirugía para evitar una eventual
recurrencia de angina, HTA o arritmias durante el procedimiento (625).
La HTA aguda es frecuente después de una cirugía mayor, y complica al 50% de las cirugías
cardíacas (628). En el post-operatorio la meta del tratamiento antihipertensivo es una PA
cercana al valor prequirúrgico, aunque descensos mayores están indicados cuando existe alto
riesgo de sangrado o de IC. En éstas circunstancias se usan fármacos de acción inmediata y
duración del efecto corta o intermedia con titulación precisa (enalaprilato, labetalol,
nitroglicerina, esmolol e hidralazina). El nitroprusiato se reserva cuando no están disponibles
éstos agentes.
La hiperplasia prostática benigna (HPB) es una de las patologías más frecuentes en edades
superiores a los 50 años. La prevalencia se incrementa con la edad siendo a los 80 años de
alrededor del 80%. (630) Los bloqueantes alfa adrenérgicos (Prazosina, Doxazosina,
Terazosina, Tamsulosina, Urapidilo) han sido utilizados con eficacia como drogas de primera
elección (Evidencia B Ib) en el tratamiento de los síntomas de HPB aun en pacientes sin HTA.
Producen una disminución del tono del músculo liso prostático del cuello de la vejiga. Se deben
administrar inicialmente en dosis bajas y ajustadas, hasta lograr dosis eficaces en un período
de 4 a 8 semanas para disminuir la incidencia de efectos adversos. (631) Un cuidado especial
requiere el fenómeno denominado de primera dosis caracterizado por hipotensión ortostática,
mareos y taquicardia refleja que puede llevar a episodios sincopales en este grupo etario en
particular. Se recomienda su utilización antes de acostarse y con aumento gradual de la dosis.
Sugerencias especiales
1. Evaluar la adherencia al tratamiento a través de alguna técnica cuantitativa o
semicuantitativa.
2. Optimizar la comunicación con el paciente a través del correo postal oelectrónico,
contacto telefónico, por fax, etc.
3. Fomentar la participación del médico en grupos de educación continua a la comunidad,
con la finalidad de aumentar el conocimiento de la enfermedad y la adherencia a los
tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.
I) Aplicación Práctica de las Guías. Interacción.
¿En enfermedades crónicas de gran impacto social como la HTA, los objetivos de las guías
mundiales, se cumplen en la práctica?
Somos testigos de importantes frustraciones a nivel mundial cuando observamos los bajos
porcentajes de detección, diagnostico, tratamiento apropiado y adherencia terapéutica en
enfermedades crónicas como la HTA. En países desarrollados los controlados son inferiores al
,
70% (66% Canadá, 43% EEUU) (652-654) en Latinoamérica inferiores al 19% y en nuestro
país inferiores al 15%.
Mientras el conocimiento crece exponencialmente, no se destacan beneficios proporcionales
en el descenso de las complicaciones duras de esta enfermedad, aumentando el deterioro
progresivo humano además de los costos en la salud mundial.
Sin lugar a dudas las estrategias de efectividad del gasto y la evidente deshumanización de la
relación medico-paciente son algunos de los factores a planificar y cambiar (655-670).
[Evidencia A Ia]
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