LIBRO Organización Internacional y Sistema Político Mundial - Dr. Juan Carlos Velázquez Elizarrarás - UNAMFCPyS - CRI - México - 2011
LIBRO Organización Internacional y Sistema Político Mundial - Dr. Juan Carlos Velázquez Elizarrarás - UNAMFCPyS - CRI - México - 2011
LIBRO Organización Internacional y Sistema Político Mundial - Dr. Juan Carlos Velázquez Elizarrarás - UNAMFCPyS - CRI - México - 2011
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Secretario General EDUARDO BÁRZANA GARCÍA
FACULTAD DE CIENCIAS
POLÍTICAS Y SOCIALES
3
UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
México 2011
4
© 2011
Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Circuito Exterior Mario de la Cueva
Ciudad Universitaria
México, D. F. C.P. 04510
ISBN: 978-607022654-2
Cuidado de la edición
Domingo Cabrera Velázquez
ÍNDICE
Presentación ...........................................................................................................11
Prólogo ....................................................................................................................21
Klaus Theodor Müeller Uhlenbrock
PRIMERA PARTE
DESARROLLOS TEÓRICOS
DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
Capítulo 1
Conceptualización y epistemología de la Organización Internacional
como disciplina de las Relaciones Internacionales
Capítulo 2
La teoría de la toma de decisiones en la organización internacional
Capítulo 3
Funcionalismo e integracionismo en la organización internacional
Capítulo 4
Visiones teóricas de la globalización y su influencia
en la organización internacional de la sociedad global
Capítulo 5
La teoría de los regímenes internacionales y las
visiones ético-normativas de la organización internacional
5.1. Evolución, concepto y contenido general de la teoría de los
regímenes internacionales en la organización internacional ..........................125
5.2. Principales visiones ético-normativas de la organización internacional ..........134
5.3. Nuestra postura ético-normativa sobre la organización internacional ..................144
SEGUNDA PARTE
TEMAS ANALÍTICOS DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
Capítulo 6
Concepciones occidental, socialista y tercermundista de la organización
internacional en el orden bipolar del Siglo XX: su contribución actual
6.1. La interpretación occidental de la organización internacional ........................152
6.2. La interpretación socialista de la organización internacional ............................157
6.3. La concepción tercermundista de la organización internacional .....................166
Capítulo 7
Las grandes transformaciones del sistema político mundial y su impacto
en la organización y la cooperación internacionales
7.1. Algunos factores inmediatos de los cambios cualitativos
de la sociedad internacional ...........................................................................176
7.2. Enunciado de las grandes transformaciones de la sociedad
internacional ....................................................................................................181
7.3. Importancia de la cooperación en las relaciones internacionales ...................184
7.4. Principales corrientes teóricas, definiciones y categorías de la
cooperación en la organización internacional ..................................................186
7.5. Elementos centrales de la cooperación internacional
y repunte de los mecanismos interinstitucionales ............................................193
TEORÍAS, TEMAS Y PROPUESTAS PARA EL ESTUDIO CRÍTICO DE LA ORGANIZACIÓN ... 9
Capítulo 8
La organización internacional y el sistema político mundial: binomio
de coordinación para un gobierno internacional
8.1. La organización internacional como fenómeno político y
subsistema de las relaciones internacionales .................................................201
8.2. La organización internacional como subsistema del sistema
político mundial ...............................................................................................207
8.3. La organización internacional como escenario de coordinación y
técnicas de gobierno internacional .....................................................................217
Capítulo 9
La organización internacional como productora de soft law:
una perspectiva de teoría jurídica y política
Efrén Gustavo Marqués Rueda
TERCERA PARTE
PROPUESTAS PARA LA CONCEPCIÓN CRÍTICA
Y LA TRANSFORMACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
Capítulo 10
Pensamiento y política en la evolución de la organización internacional:
una visión historiográfica
Capítulo 11
Supranacionalismo, poder y conflicto en la organización internacional
11.1. Perfil general del supranacionalismo en la organización
internacional económica y política .................................................................298
11.2. Concepción del supranacionalismo a través del poder y el conflicto
en el sistema de relaciones internacionales ..................................................301
11.3. Supranacionalismo, poder y conflicto en el caso de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) .........................................................309
Capítulo 12
Régimen jurídico y función legislativa general
de las organizaciones internacionales
12.1. Introducción al derecho de las organizaciones internacionales ....................325
12.2. La subjetividad de la organización internacional en el derecho
internacional público ....................................................................................327
12.3. El derecho constitucional o fundacional de las organizaciones
internacionales ..............................................................................................331
12.4. El derecho derivado o reglamentario de las organizaciones internacionales .....336
12.5. La responsabilidad internacional de las organizaciones internacionales .....340
12.6. Las resoluciones de las organizaciones internacionales como
fuente autónoma del derecho internacional contemporáneo ..........................344
Capítulo 13
Los organismos no gubernamentales (ONG) como fuerza transnacional
y correlato de la sociedad civil internacional
13.1. Acercamiento a la naturaleza de las fuerzas transnacionales ......................360
13.2. Definición, clasificación y estructura de las ONG ..........................................363
13.3. Objetivos, organización y papel actual .........................................................365
13.4. Las ONG en el ámbito funcional de las Naciones Unidas:
el rol central del PNUD ................................................................................369
Capítulo 14
Propuestas, consensos y obstáculos a la transformación política
y estructural del sistema de las Naciones Unidas
14.1. Las convergencias políticas necesarias para la transformación sistémica .....379
14.2. El consenso internacional sobre los grandes temas de la reforma
al sistema de las Naciones Unidas ..............................................................381
14.3. Fortalecimiento de la Secretaría y del rol político del Secretario General .......399
14.4. La reforma al sistema judicial internacional: la Corte Internacional
de Justicia ....................................................................................................403
14.5. Aspectos fundamentales de la reforma financiera del sistema de
Naciones Unidas ...........................................................................................408
14.6. Los cambios significativos en el eje supranacional del Sistema:
el Consejo de Seguridad .............................................................................413
PRESENTACIÓN
La presente contribución se da a conocer en México en el marco conmemorativo del
LX Aniversario de la creación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM, la más importante en América Latina. Busca recuperar y reconsiderar la esencia
de las propuestas teóricas y las formulaciones empíricas de los grandes pensadores
que han elevado a la Organización Internacional a la categoría de disciplina de las
Relaciones Internacionales y subsistema del Sistema Político Mundial. Su hipótesis
principal advierte que los cambios mundiales de la era global conllevan a una creciente
interdependencia entre las naciones que se refleja en la amplitud y extensión de las
relaciones internacionales contemporáneas, y la rapidez con que ellos se dan
demanda, también, una transformación del concepto tradicional que se emplea de
organización internacional para situarla como vertiente disciplinaria y objeto de estudio
de las ciencias políticas y sociales, en especial de las Relaciones Internacionales. Se
trata entonces de traer al primer plano su importancia como campo de conocimiento
y dimensión institucional empírica para todos aquellos individuos y actores cuya vida
profesional y académica gira en torno de la fenomenología internacional del mundo
moderno en su más amplio espectro. Observamos así que la Organización
Internacional forma parte integral del área disciplinaria de política internacional en los
planes de estudio de licenciatura y posgrado en Relaciones Internacionales en la
mayoría de las Escuelas, Institutos y Facultades de las más pretigiosas universidades
de vanguardia en el plano mundial, y prácticamente en todos los casos se le considera
como una materia que tiene la característica toral de ser de las que más sentido dan
a los mapas curriculares para la enseñanza y aprendizaje del universo de lo
internacional.
Con frecuencia advertimos que al hacerse referencia a la organización
internacional, se sobreentiende o se piensa en organizaciones internacionales
específicas, como la ONU, la OEA, la OTAN o la Unión Europea, por mencionar las
más conocidas en nuestro ámbito nacional, sin embargo, es necesario hacer hincapié
en que el fenómeno comprende un vasto campo que incluye todo tipo de relaciones
entre Estados, instituciones, empresas privadas de diversa naturaleza, organizaciones
no gubernamentales (ONG), iglesias, foros, agencias, federaciones, movimientos
políticos y sociales o en general, cualquier interrelación entre entidades e individuos
de distintas procedencias, estadios y nacionalidades.
En este sentido, establecer los límites para este trabajo académico que hoy
ofrecemos al público, no ha sido nada fácil, pues la organización internacional como
tal, nos refiere al principio de interrelación de cualquier sociedad que desde tiempos
remotos haya intentado establecer lazos con grupos sociales y políticos distantes de
su lugar de origen (visión historiográfica), al tiempo que es la forma en que buscan
integrarse las naciones y los Estados en la actualidad para abarcar coordinadamente
todo género de actividades en las dimensiones política, económica, comercial, so-
cial, jurídica, científica, tecnológica, cultural e ideológica, pero en el escenario de un
sistema político mundial crecientemente complejo, anárquico y descentralizado, con
fuerzas centrífugas y centrípetas, visibles e invisibles, en constante enfrentamiento
dialéctico, producto y necesidad de una comunidad humana cada vez más consciente,
abierta e interconectada, donde el proyecto de un verdadero gobierno internacional,
12 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
más allá de la organización universal que son las Naciones Unidas, todavía se
encuentra en ciernes.
Hasta ahora parece no haber duda en que el concepto original de la organización
internacional ha cambiado y así lo revelan los últimos ensayos y textos sobre el tema
en los institutos y academias especializados de todo el orbe, pero donde la cuestión
central se plantea en términos de esclarecer si tal mutación se ha dado en cuanto a
forma o en cuanto a fondo, o en ambos niveles. Y esta interrogante nos presenta,
como advertían Rosenau y Abi-Saab, un panorama difícil de definir, con peligro de
conducir al investigador a una teorización que excedería el alcance de un estudio
general y orientado al mejoramiento de la enseñanza, aunque sin perder nunca su
sustentación comprensiva y analítica, razón por la cual hemos organizado nuestra
contribución en tres partes precisas (teorías, temas y propuestas), para estar en
posibilidad de determinar objetivamente si la organización internacional se ha
transformado sólo hacia afuera, en su exterior y en su contexto global, o si tal cambio
implica sólo o además, un tono distinto hacia su interior, en su dinámica estructural y
funcional interna que afecte, entre otros hitos, el equilibrio y los procesos de poder
que conducen a la toma de decisiones, en un complejo de interrelaciones e
interpenetraciones de los elementos que actúan y conjugan en todo sistema u
organización que se halla por encima del sistema estatal soberano.
El nuestro, no es un libro de organismos o instituciones internacionales, que las
enliste o enumere, que las compendie o resuma, pues este enfoque ha perdido utilidad
analítica y sólo apela a un vano ejercicio de memorización sin comprensión, que
extravía todo sentido práctico en estos tiempos de alta exigencia heurística y de
reflexión científica sobre el cómo opera el mundo político y las formas de organización
de la sociedad internacional, que nos rodean y confunden constantemente. Este tipo
de obras recopilatorias que fue muy necesario en el pasado, con su respectivo enfoque
tradicional y un carácter sustantivamente jurídico-legal, ha quedado ampliamente
rebasado por los sistemas de información y consulta electrónica, donde abundan la
búsqueda y obtención inmediatas de datos por Internet o la apertura de páginas
oficiales de casi todos los organismos internacionales existentes, que circulan en
todas direcciones en estas y otras redes de datos, estudios, estadísticas, monografías,
citas, numeralias, resúmenes históricos, e incluso artículos y análisis bien respaldados,
que integran lo que hoy identificamos claramente como la sociedad del conocimiento
y de la información.
Es obvio que en un panorama informativo así, resulta poco útil, ocioso y quizás
hasta riesgoso elaborar recopilaciones, almanaques, directorios, enciclopedias,
tratados o “surveys” de organizaciones internacionales y que ya pocos se dan a la
tarea de formular, como antes lo hicieron los maestros Erick Frattini, Edmund
Osmañczyk, Andreu Nin, entre otros más, dado que hoy quedan rápidamente
desactualizados –como la tecnología– y requieren por tanto de una constante adición
y ampliación de datos y referencias. Luego entonces, se trata precisamente, de hacer
teoría, construir paradigmas nuevos, encuadrar análisis críticos, comparar debates
doctrinales y visiones praxeológicas, y en suma, elaborar herramientas que permitan
al estudioso y al lego mismo, entender, comprender y aprender el comportamiento
del fenómeno de los organismos, agencias e instituciones que conforman la realidad
extraordinariamente vital de las relaciones internacionales y el sistema político mundial
del siglo XXI.
PRESENTACIÓN 13
de tales disciplinas y estructuras no quiere ceder ante las nuevas realidades del
mundo ni ante las necesidades actuales de conocimiento y de la edificación de nuevas
ciencias de su enseñanza, de su investigación, de sus procesos institucionales. Estas
circunstancias y demás, han propiciado que diferentes instituciones y especialistas
de los principales centros y universidades del mundo entero, se dediquen al estudio
de nuevos problemas como la teorización general, la epistémica, la lógica crítica, la
interdisciplinariedad, o bien a la investigación de nuevos parámetros y a la exploración
de otras vertientes cognoscitivas como la Organización y las Relaciones
Internacionales, disciplina ésta que se sigue confundiendo o queriendo circunscribir
indebidamente al estudio de la política exterior, la política internacional, el derecho
internacional y la diplomacia.
A la presente entrega le preceden dos libros, uno publicado en 2009 “Sistemas
Políticos Comparados. La organización política del Estado y su inserción en las
relaciones internacionales”, y el otro en 2010 “La Política Comparada ante las Grandes
Pugnas Modélicas. Crisis y Transformación de los Sistemas Políticos Modernos”,
que han tenido una gran recepción y alta calificación dentro y fuera de la comunidad
universitaria, particularmente en otros centros de investigación y enseñanza en el
interior de la República Mexicana y diversas universidades del extranjero que sería
prolijo mencionar.
La obra que ahora presentamos lleva por título: “Teorías, temas y propuestas
para el estudio crítico de la Organización Internacional. Hegemonías,
dependencia y cooperación en el sistema político mundial”, y está dedicada como
un merecido homenaje póstumo al profesor e investigador universitario Efrén Gustavo
Marqués Rueda, el más ilustre de nuestros discípulos, entre otros muy valiosos que
prosiguen en el camino, seguidor y contribuyente fiel de nuestras obras anteriores, a
quien consideramos el perfil más acabado del joven internacionalista mexicano. Vaya
para él nuestra perenne admiración y alta estima por verternos las mieles del lazo
académico y fraternal.
Esta y las tres obras anteriores, se inscriben en el Proyecto PE300307 Aplicación
de la Política Comparada al Estudio y Enseñanza de las Relaciones Internacionales:
Sistemas Políticos y Organización Internacional, dentro del Programa de Apoyo a
Proyectos Institucionales para el Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME), que
persigue el fomento de la excelencia en investigación, calidad académica, difusión
extensiva, elevación sustancial de los niveles cualitativos del proceso de enseñanza-
aprendizaje, y la formación de nuevos cuadros de profesores e investigadores, en
todos los campos del conocimiento que son materia, ciencia y esencia de nuestra
Alma Mater. El libro de hoy, es un producto con el que culmina el Proyecto y se
intenta responder con creces a estos altos propósitos académicos, amén de constituir
un esfuerzo de reflexión colectiva del núcleo de investigación del Seminario de Estudios
de Política Comparada en Relaciones Internacionales (SEPCRI) del Centro de
Relaciones Internacionales (CRI) de nuestra Facultad.
El texto está dividido en tres Partes principales. La Primera, se intitula Desarrollos
teóricos de la organización internacional, y consta de cinco capítulos; la Segunda,
se denomina Temas analíticos de la organización internacional, y está integrada
por cuatro capítulos; y la Tercera, lleva por nombre Propuestas para la concepción
crítica y la transformación de la organización internacional, compuesta de cinco
apartados. Cada uno de los catorce capítulos incluidos contiene un preámbulo y una
PRESENTACIÓN 15
PRÓLOGO
26BLANCA
27
PRIMERA PARTE
DESARROLLOS TEÓRICOS
DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
28
28 BLANCA
29
CAPÍTULO 1
CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA
DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
COMO DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
SUMARIO
Preámbulo. 1.1. Precisión terminológica de la organización internacional. 1.2. Precisión
histórico-conceptual de la organización internacional. 1.3. Concepción sistémica de la
organización internacional. 1.4. Características y tipologías . Reflexión final.
PREÁMBULO
sus facetas. En realidad, hay más puntos de partida que resultados efectivos en la
búsqueda de una sola definición de organización internacional, que sea
omnicomprensiva del fenómeno que busca describir.
En los planes de estudio de las Licenciaturas de Ciencias Diplomáticas (1953-
1968) y de Relaciones Internacionales (1969-1976), en la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, la asignatura
se denominó “Organismos Internacionales”, y a partir del Plan de Estudio de 1976-
1997 adquirió la designación de “Organización Internacional”, pasando así a ubicarse
dentro del Área disciplinaria de Política Internacional, posición y nombre que conserva
en el Plan de Estudio que arrancó en 1997 y que continúa vigente (con una revisión
parcial en 2005). Dentro de los argumentos que sustentaron estos cambios
terminológicos y de contenido de la materia que nos ocupa, se manejaron algunos de
los criterios que estamos recuperando en el presente epígrafe y que se presentaron
a la Comisión Revisora a mediados de los setentas.
Es tan amplio el espectro de las llamadas entidades no territoriales, cada una de
ellas diferente de las demás, variedad infinita de estructuras, funciones, atribuciones,
desempeños e importancia real y formal, que los múltiples términos que se han
elaborado para describirlas no han logrado sustituir al actual de ‘organización
internacional’, como tampoco a los tradicionales de ‘institución’ u ‘organismo’
internacional. Incluso, en la actualidad, al amparo de las tendencias globalísticas,
algunos autores se han empeñado en promover y difundir términos que a su entender
son más “modernos”, con un nivel superior de descripción del fenómeno y con mayor
apego a su manifestación en la realidad presente; surgen así, por ejemplo, los
siguientes nombres: regímenes internacionales, actores colectivos internacionales,
colectividades mundiales, movimientos transnacionales, integraciones internacionales,
entre otros.
Al respecto, consideramos que muchas veces se trata de meros pruritos de
innovación, o de definiciones sui generis” o “atípicas”, que no cumplen con su objetivo
de dar mayor claridad y comprensión al término, o bien se refieren más bien a otros
fenómenos o estructuras internacionales que quedan mejor comprendidas en la
denominación general de “organización internacional’. Nos parece que estos ejercicios
para imprimir novedad a la terminología aceptada no están correctamente cimentados
y pretenden, guardadas proporciones, tanto como querer sustituir el término
‘internacional’, por otros afines como ‘transnacional’ o ‘supranacional’, mismos que,
como veremos en el presente libro, son niveles bien diferenciados de manifestación
de las relaciones internacionales, convergentes y no excluyentes, pero que no deben
ser confundidos por el analista y el estudiante de lo internacional.1
Sin dejar de lado el valor que tienen todos los esfuerzos heurísticos y de teorización
que se vienen dando en la profesión y la academia para afinar el término y el concepto
de esta joven disciplina, nos parece que lo verdaderamente importante es que el
estudio científico de la organización internacional ya se ha convertido en un
prerrequisito para aprender la manera en que se manifiestan, conducen y operan
todas las formas que adopta la sociedad internacional al organizarse, formal e
1
MERLE, Marcel, Sociología de las Relaciones Internacionales, Alianza Universidad, 1980,
capítulo III, Las Fuerzas Transnacionales.
32 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
2
MEDINA, Manuel, Las organizaciones internacionales, Alianza Universidad, Madrid, 1976,
pp.13.14.
CAPÍTULO 1 CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL ... 33
3
KRIPPENDORFF, Ekkehart, Las relaciones internacionales como ciencia, FCE, México,
1985, p. 24.
34 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
4
Holsti señala que existen relaciones internacionales cada vez que un “número múltiple de
entidades políticas independientes –tribus, ciudades-repúblicas, naciones o imperios- se trata
de ver entre sí con considerable frecuencia y de un modo reglamentado”. Ver Krippendorff, E.,
Ibídem
5
KRIPPENDORFF, Ekkehart, El Sistema Internacional como Historia, FCE, México, 1985,
p. 21.
6
DEL ARENAL, Celestino, Introducción a las Relaciones Internacionales, Tecnos, Madrid,
1984, p. 23.
CAPÍTULO 1 CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL ... 35
7
BADIE, Bertrand y SMOUTS, Marie-Claude, Los operadores del cambio de la política
mundial. Sociología del escenario internacional, Editorial FNCP-Dalloz-Publicaciones Cruz,
México, 2000.
8
Del Arenal, op. cit., pp. 66-71.
36 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Hasta la creación de las Naciones Unidas, existía poca diferencia entre los órganos
de una organización y la organización en sí misma. Algunos autores consideran a los
primeros como órganos comunes de los Estados Miembros, desconociendo una
identidad propia en la organización como tal. En la literatura legal y política encontramos
algunas definiciones que se fueron dando en la búsqueda de soluciones prácticas y
de un análisis científico. De estas definiciones se identifican tres elementos:
10
VIRALLY, Michel, El devenir del derecho internacional. Ensayos escritos al correr de los
años, FCE, México, 1998, Cap. XVIII El papel de las organizaciones internacionales en la
atenuación y solución de las crisis internacionales, pp. 413 y ss.
11
GALTUNG, Johan, “Towards a typology of international organizations”, en The Concept of
International Organization, Editado por George Abi-Saab, UNESCO, París, Francia, 1981, p.67
12
Existen otros métodos como los de la filosofía o los de la ciencia económica, pero éstos
suelen ser más enriquecedores en los casos de organizaciones de corte financiero, comercial y
monetario, que en situaciones relativas a las instituciones más numerosas como las de carácter
político, militar, cultural, religioso, científico o las dedicadas a las materias primas o a la energía.
38 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
13
ABI-SAAB, George, “The Concept of International Organization: a synthesis”, en Abi-
Saab, op. cit., p.13
14
Abi-Saab, G., op. cit., p.14.
CAPÍTULO 1 CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL ... 39
15
Los primeros antecedentes de estas tendencias se encuentran, por cierto, en el seno de
una organización internacional, la primera UNCTAD, en 1964.
16
EASTON, David, The Political System, Chicago, 1953; A Framework for Political Analysis,
Englewood Cliffs, N.J., 1965.
40 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Los “inputs” son los intereses y las demandas de los Estados miembros y
específicamente, la influencia que utilizan para promoverlos y darles efecto dentro de
la organización o a través de su intermedio. El derecho al veto es el aspecto formal
de esta influencia que también implica los medios que un Estado posee para hacer
que otros voten en un sentido determinado, por persuasión, presión y otro medio.
Aquí se sitúa también el fenómeno de los grupos dentro de las organizaciones
internacionales, sobre todo las de tipo universal como la ONU, cuya meta es llevar al
máximo la influencia de sus miembros.
El “output” es una resolución o decisión formal de la organización; su importancia
reside en su contenido. En el sistema político interno, la decisión se relaciona con el
ejercicio de alguna función gubernamental, que puede ser un acto legislativo, ejecutivo
o judicial. En el nivel internacional, las funciones son diferentes y no se distinguen
con claridad, empero es posible establecer diferencias entre dos niveles: uno de
carácter legislativo y judicial, y otro que pertenece al ámbito de la acción, con las
acciones ejecutivas. De aquí que el “output” de la organización internacional
comprende, al menos:
1) Una acción colectiva: la organización decide lo que debe hacerse con sus
recursos, implicando el uso de haberes materiales colectivos y capacidades
legales y políticas; recursos legales y políticos; es el máximo que un Estado o
grupo de Estados, que hayan confirmado sus demandas mediante una
resolución, pueden obtener de una organización.
2) La legitimización colectiva: de la que aparece una separación entre la decisión
y su ejecución. Al presentarse una demanda, sea de carácter general o normativo,
o sobre una cuestión específica y concreta, la resolución se inclina por la posición
de la organización, sin que por ello se comprometan sus recursos propios para
ejecutar la decisión. En este caso, si el Estado o Estados interesados cuentan
con los recursos materiales requeridos, actúan directamente, apoyados por la
legislación colectiva, librando las diversas interpretaciones gracias a esta misma
fuerza colectiva.
3) La censura, que consiste en la forma negativa de la legitimización colectiva,
que se utiliza como presión moral cuando los Estados involucrados no poseen
los recursos necesarios para llegar a cabo la acción apoyada por la legitimización
colectiva.
17
COX, Robert y JACOBSON, Harold, “The Anatomy of Influence: Decision Making in Inter-
national Organization”, Londres, 1974, en Abi-Saab, G., op. cit., p. 24.
CAPÍTULO 1 CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL ... 41
18
Abi-Saab, G., op. cit., p. 17.
42 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
19
VIRALLY, Michel, Definition and classification of international organizations: a legal ap-
proach, en The concept of international organization, Abi-Saab, op. cit., p. 50.
20
Existen casos excepcionales en los que una resolución adoptada por una conferencia
internacional ha dado lugar al establecimiento de una organización, como la Organización de
Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por ejemplo; otro caso fuera de serie lo constituye la
Commonwealth o Mancomunidad de Naciones, creada mediante un decreto real de Su Majestad
británica.
CAPÍTULO 1 CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL ... 43
21
Sobre este particular, profundizaremos en el Capítulo 12 de nuestra investigación, intitulado:
Régimen jurídico y función legislativa general de las organizaciones internacionales.
22
Virally, M., Ibid., p. 54
44 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
conducta de los Estados que las integran, en la medida en que puedan establecer
tareas conjuntas (esto sucede excepcionalmente hoy en día). Aun cuando las
organizaciones puedan por sí mismas emprender diversas operaciones usando
sus propios recursos, lo hacen, en todos los casos, en cooperación con los
gobiernos interesados. Estas organizaciones cooperativas no afectan la
estructura básica de la comunidad internacional actual, compuesta por los
Estados soberanos, facilitándoles la mejor ejecución de sus funciones sociales
en las esferas en donde sus poderes individuales de acción son insuficientes.
Se constituyen así como instrumentos de los Estados miembros, al no actuar
como agentes autónomos.
b) La segunda línea referida a la integración como función de la organización
internacional, actúa en sentido contrario, acercando entre sí a los Estados
miembros al hacerse cargo de algunas de sus funciones, fusionándolos en un
todo compuesto en la substitución de la organización, como una entidad legal,
por sus miembros, al efectuar tratos con terceras partes (como en negociaciones
económicas y comerciales por ejemplo). En paralelo, algunas funciones
esenciales de los Estados como la legislación o las regulaciones estatutarias,
serán ejercidas por los órganos de la organización para y en nombre de los
órganos de los Estados. Las organizaciones de integración, poseen ciertas
peculiaridades en común con los Estados, ya que tienen una población y un
territorio, aun cuando sólo es desde un punto de vista estrictamente funcional.
23
Virally, M., Ibid., p. 55
24
En nuestro Capítulo 11 “Supranacionalismo, poder y conflicto en la organización
internacional”, desarrollamos nuestra hipótesis en el sentido de que todas las organizaciones
internacionales son supranacionales en principio, variando únicamente el nivel o grado de
supranacionalidad existente entre una organización y otra.
CAPÍTULO 1 CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL ... 45
25
WITKER, Jorge, El régimen jurídico de los productos básicos en el comercio internacional,
UNAM, México, 1981.
46 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
de las funciones de los dos órganos. Se concluye que los poderes legales de las
organizaciones internacionales, por su debilidad en términos generales, limitan el
interés de tal clasificación.
26
La Carta de las Naciones Unidas dedica su Capítulo VIII a los Acuerdos Regionales y
comprende los artículos 52 al 54, donde se estipula expresamente que: “Artículo 52. Ninguna
disposición de esta Carta se opone a la existencia de acuerdos u organismos regionales cuyo
fin sea entender en los asuntos relativos al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales
y susceptibles de acción regional (…)”.
48 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
El sociólogo y matemático noruego Johan Galtung, nos abre una visión distinta en el
intento de establecer una tipología de las organizaciones internacionales con su
propuesta denominada del continente invisible, es decir, el de los actores no territoriales.
Se trata de las organizaciones internacionales que tienen en su propia esencia la
característica de no territorialidad, en un sistema que posee su propio derecho sui
generis, con una lógica, contradicciones y estructura propias.27
A diferencia de los actores territoriales que se organizan sobre las bases de la
contigüidad de “unidades” territoriales en una vecindad dada por su organización
geográfica, los actores del sistema no-territorial se organizan sobre las bases de
similitud o la interacción en un espacio socio-funcional. En un actor territorial, por
ejemplo un Estado, existen organizaciones y asociaciones como los partidos, las
uniones comerciales, las granjas, industrias y empresas, en tanto que en un actor no-
territorial se encuentran Estados, que a su vez pueden formar organizaciones o
asociaciones de Estados. Así, a fin de analizar más a detalle en esta línea de no-
territorialidad, el maestro Galtung evita referirse a la clasificación tradicional de
organizaciones intergubernamentales, no gubernamentales, etc., partiendo entonces
27
GALTUNG, Johan, “Non-Territorial actors: the invisible continent”, en The Concept of In-
ternational Organization, op. cit., p. 67.
50 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
28
Galtung, J., op. cit., p. 71.
CAPÍTULO 1 CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL ... 51
hacia un nuevo orden económico, político, militar, cultural y social, al participar en los
procesos de penetración del continente invisible no territorial.
Estas afirmaciones pueden quedar más claras al abordar con mayor detalle el
estudio de los organismos no gubernamentales (ONG) como fuerzas transnacionales
y entidades de manifestación concreta de los intereses, deseos y expectativas de la
sociedad internacional civilmente organizada.29
REFLEXIÓN FINAL
29
Al respecto, remítase al contenido del Capítulo 13 de la presente obra: Los organismos no
gubernamentales (ONG) como fuerza transnacional y correlato de la sociedad civil internacional.
CAPÍTULO 1 CONCEPTUALIZACIÓN Y EPISTEMOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL ... 53
Insistimos, como lo hemos hecho en el aula los últimos treinta años, que el término
contemporáneo de ‘organización internacional’ es de origen relativamente reciente, y
ha venido sustituyendo, poco a poco y con discreción en la literatura especializada y
en la academia principalmente, al de ‘instituciones’ u ‘organismos internacionales’.
Tal como hoy aplicamos el concepto, es el resultado de una rápida evolución práctica
que comenzó hace varias décadas de desarrollo de distintas definiciones que se fueron
acuñando al amparo de diferentes escuelas de pensamiento, principalmente en
Estados Unidos y Europa, y que no siempre se caracterizaron por su concisión, sin
olvidar que en realidad, nunca lograron abarcar el fenómeno en su complejidad real ni
en todas sus facetas. En verdad, aun en la actual sociedad global, hay más intenciones
iniciales que resultados efectivos en la búsqueda de una sola definición de organización
internacional, que sea omnicomprensiva del fenómeno que busca describir.
Proliferan en el actual panorama académico y profesional muchas denominaciones
como las de regímenes internacionales, actores colectivos internacionales,
colectividades mundiales, movimientos transnacionales, integraciones internacionales,
entre otros más, pero las más de las ocasiones se trata de meros intentos de innovación
superficial, o de definiciones “únicas”, “sui generis” o “atípicas”, que no cumplen con
su objetivo de dar mayor claridad y comprensión al término, o bien se refieren más
bien a otros fenómenos o estructuras internacionales que quedan mejor comprendidas
en la denominación general de “organización internacional’.
Empero, las ciencias de lo político y lo social, como las relaciones internacionales,
continúan siempre adelante y aprovechan para su desarrollo y consolidación todas
las oportunidades históricas que hay en su camino, con sus avances, dilemas,
desacuerdos y retrocesos incluso. Por ello, sin pasar por alto el valor que tienen
todos los esfuerzos heurísticos y de teorización que se vienen dando en todos los
niveles para afinar el término y el concepto de esta joven disciplina, lo indiscutible y
relevante es que el estudio científico de la organización internacional ya se ha
convertido en un prerrequisito para aprender la manera en que se manifiestan,
conducen y operan todas las formas que adopta la sociedad internacional al
organizarse, formal e informalmente, oficial o extraoficialmente, y obtener ventajas
para el desarrollo nacional en un orden internacional anárquico y asimétrico, que
requiere mecanismos de nivelación y conformación. Adicionalmente, no debe ignorarse
que es sólo a través de la reflexión y la concertación de acciones que las instituciones
internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, se transforman en
instrumentos necesarios para lograr un sistema mundial más justo, seguro, compartido
y equilibrado.
54
54 BLANCA
55
CAPÍTULO 2
LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES
EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
SUMARIO
PREÁMBULO
La toma de decisiones podría resultar para muchos de nosotros una de las actividades
más recurrentes en nuestra vida cotidiana y, a la vez, una de las más difíciles y
conflictivas para determinados casos. Así, el trasladar esta usual tarea a campos más
especializados, puede traer consigo consecuencias mucho más trascendentales, tal
es el caso de la toma de decisiones dentro de la política, la organización o las relaciones
internacionales. Por ello, es importante conocer algunos rubros básicos puntuales de
la teoría general de la toma de decisiones, también conocida como teoría de la decisión,
antes de centrar nuestro estudio en el campo específico de las organizaciones
internacionales.
La toma de decisiones es un proceso del cual no se puede hablar sin tomar en
cuenta el proceso de racionalización, en muchos casos inmediata, del individuo ante
situaciones que sugieren una disyuntiva. La idea general que nos planteamos al
encontrarnos con un dilema de elección es la de tomar la decisión correcta, más
convincente o que nos dé mejores resultados. La toma de decisiones es por demás
un tema tan genérico que varias disciplinas han enfocado parte de su contenido a su
estudio mediante diversos métodos, por ejemplo, los planteamientos filosóficos,
matemáticos, de lógica, psicológicos, estadísticos, sociales, entre otros, que de una
u otra manera tratan de las decisiones que toma el individuo racional, actuando de
manera aislada o en grupo.
A nuestro entender, la toma de decisiones abarca diferentes espacios desde lo
cotidiano hasta labores especializadas; es por tal razón, que no se puede hablar de la
toma de decisiones sin considerar el contexto en que se encuentre la problemática
planteada. De tal manera que, se trata de un ámbito muy especial, que requiere, ante
todo, ser analizado no sólo desde sus rasgos más generales, sino también adecuar el
56 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
30
ARON, Raymond, Estudios políticos, FCE, México, 1997, p. 360.
31
DEL ARENAL, Celestino, op. cit., p. 250.
32
BUNGE, Mario, Emergencia y convergencia. Novedad cualitativa y unidad de conocimiento,
Editorial Gedisa, Barcelona, España, 2004, p. 289.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 57
por más que retomemos métodos matemáticos y estadísticos que nos indiquen la
amplitud de las posibilidades de éxito, todo ello será un asunto incierto hasta el
momento de su realización.
33
TOMASSINI, Luciano, Relaciones Internacionales: Teoría y Práctica, Proyecto de
Cooperación con los Servicios Exteriores de América Latina, PNUD/CEPAL, Documento de
Trabajo No. 2, Santiago, Chile, 1988, 148-149
34
White, B.P., “Decision-Making Analysis de Approaches and Theories in the International
Relations”, Londres, 1978, pp. 51-152, en Tomassini, L., op. cit., p. 152.
58 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
35
SNYDER, R. C., BRUCK, H. W. y SAPIN, B. (eds.), Foreign Policy Decision-Making: An
Approach to the Study of International Politics, New York, Free Press, 1966, p. 2.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 59
la realidad internacional esta corriente afirma que son más útiles la observación del
comportamiento efectivo de los agentes que protagonizan esa realidad y el buscar
regularidades o elementos repetitivos en esos comportamientos, que estudiar a las
instituciones y los conceptos abstractos como Estados, interés nacional, soberanía y
organización internacional. Este enfoque llevó de las generalizaciones del realismo al
empleo de información cuantitativa metodológicamente y desde el macro al
microanálisis, buscando no sólo la descripción de los fenómenos sino su explicación
y la posible predicción de lo que seguiría en consecuencia.
En cuanto al segundo factor, el gobierno de los Estados Unidos principalmente
propició, durante la posguerra, el fenómeno de los in-and-outers, grupo de científicos
políticos especialistas en relaciones internacionales contratados para ayudar en las
funciones gubernamentales en una serie de situaciones críticas internacionales
surgidas a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Estos estudiosos regresaron más
tarde a las instituciones académicas para continuar el análisis de las situaciones que
habían ayudado a resolver. En este grupo se encuentra William Yaendell Elliot, que
fue uno de los primeros “analistas practicantes”, como los llama Tomassini y que llevó
a la Universidad de Harvard a un grupo de figuras ahora muy conocidas como Mc
George Bundy, Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski, Samuel Huntington y Stanley
Hoffman. Una década más tarde, Huntington, junto con Richard Neustadt, hicieron lo
mismo en la Universidad de Columbia, formando un grupo en el que participaron
Graham Allison y Morton Halperin, quienes más tarde serían dos críticos importantes
de la visión realista estato-céntrica y creadores de un modelo para explicar la política
exterior llamado “enfoque burocrático”; de esta misma línea, siguió Charles E. Lindblom
de la Universidad de Yale, utilizando la irracionalidad como base de la toma de
decisiones, frente a un actor racional unitario.
El tercer factor referido a la toma de decisiones, lo constituye el estudio de gran
cantidad de casos que se analizaron en los años sesentas y parte de los setentas,
alrededor de la política exterior.
Tenemos así que el estudio de la toma de decisiones en este enfoque behaviorista
por lo tanto, considera a los actores concretos que participan en la adopción de
decisiones en nombre del Estado, lo cual permite la observación científica de su
comportamiento, ofrece las explicaciones respectivas y el establecimiento de
regularidades y predicciones sobre el futuro; se estudia el comportamiento del Estado
en relación a factores internos y no sólo imperativos subjuntivos, definiendo el interés
nacional –y su proyección a la política exterior– a través de la percepción de los
actores que toman las decisiones. En la misma tónica, el análisis de la toma de
decisiones resalta la importancia del proceso a través del cual se llega a la decisión
sin limitarse a su contenido o resultados solamente; además, contempla la posibilidad
de tomar en cuenta tanto a actores gubernamentales como no-gubernamentales en
el análisis de las relaciones internacionales y de las organizaciones
intergubernamentales, de manera mucho más amplia que en la visión realista o clásica.
El enfoque disminuye la división entre “alta y” baja” política internacional, en la que
sólo la primera constituía la expresión del Estado y la posibilidad de vincular las
fuentes internas y externas de la política exterior, y por lo tanto de influir en la toma de
decisiones en las relaciones y organismos internacionales.
Al trasladarse el punto focal del análisis de los actores que la ejercitan al marco
en que se mueven, las influencias que los rodean y las relaciones entre ellos, la
60 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
36
Tommasini, L., op. cit., p. 165.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 61
Por otra parte, con relación a la interacción existente entre los elementos personales
y organizativos, psicológicos e institucionales del proceso de decisiones, existen tres
subsistemas desde el punto de vista organizativo, que son: individual, de grupo, e
institucional.38 Su papel varía de acuerdo con las condiciones en cada país, en cada
etapa y en cada caso y con la naturaleza, carácter y estilo de comportamiento de
cada esfera y las relaciones entre ellas.
La primera esfera, engloba a los sujetos que participan a título individual en el
proceso de toma de decisiones, con la influencia lógica de su personalidad, experiencia
y formación, y en la manera como perciben los problemas y adoptan una decisión.
37
Tommasini, L., op. cit., p. 171.
38
Ibid., pp. 181-187.
62 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Una tipología de este subsistema contiene tres partes: a) los actores pasivos que
dejan que las situaciones se resuelvan por sí mismas; b) los actores que intentan una
definición o solución partiendo de paradigmas preestablecidos; y, c) los que tienden a
utilizar y evaluar toda la información disponible para fundamentar o modificar un
diagnostico y la solución. Tomassini señala con tino, que la diferencia entre estos tres
aspectos se encuentra en la cantidad de información no tomada en cuenta; así, la
actitud pasiva evita voluntariamente o de manera no deliberada el procesar nueva
información de manera selectiva para confirmar sus ideas preestablecidas, en tanto
que la actitud analítica centra su atención en la información, evaluando constantemente
y revisando sus conclusiones con cada nueva evidencia.
La segunda esfera, la colectiva o de grupo, interviene en los procesos decisorios
a través de los grupos que asesoran a los que toman decisiones, cumpliendo con
tareas de ampliar información, ofrecer opciones y posibilidades en una situación dada
estimando los riesgos y oportunidades desde un punto de vista pluralista, utilizando
su potencialidad para crear consenso y para actuar frente a una autoridad personalista
o elitista; todo ello redunda en la reducción de la incertidumbre dentro del proceso.
Las ventajas de esta esfera con respecto a la primera, radican en la capacidad para
acumular y procesar información, establecer una división del trabajo eficaz, y atacar
problemas complejos de manera interdisciplinaria –como lo hacemos los
internacionalistas–, estimando los riesgos en una perspectiva más amplia e
identificando un número mayor de opciones.
El tercer nivel del proceso, el institucional, corresponde a la dinámica organizacional
y a la política burocrática. Del primer concepto de “organización burocrática”, en que
se consideraba la capacidad para distribuir tareas y establecer una buena división del
trabajo con la aplicación de la racionalidad para el desempeño del mismo, se ha
pasado al concepto de “política burocrática”, cargado de nuevas connotaciones menos
positivas; el jerarquizar, especializar y centralizar actividades, se considera como
fuente de distorsión en la recopilación de información, obtención de asesoría y
adopción de decisiones, características negativas que probablemente se deben al
propio crecimiento de las organizaciones burocráticas, tanto en el plano nacional
como internacional, formándose una verdadera red de instituciones burocráticas en
los dos niveles.39
Para Cox y Jacobson,40 el proceso de toma de decisiones se inscribe dentro del marco
las relaciones de poder, sin mostrar el poder en sí mismo. En realidad, la toma de
39
En cuanto a la dinámica organizacional, es decir, la dinámica interna de cada institución,
la tendencia es aplicar sus propias tradiciones, experiencias, valores, objetivos, estilos y
procedimientos. La aplicación de una política organizacional y burocrática puede implicar el
peligro de que las decisiones tomadas respondan a intereses de la organización en primer
término y a la naturaleza de los problemas a resolver después, lo cual puede significar una
política o de conducta débil o errática y sin fuerza efectiva.
40
COX, Robert W. y JACOBSON, Harold, K., “The Decision-Making: An Approach to the
Study of International Organization”, en The Concept of International Organization, op. cit., p. 79.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 63
decisiones revela influencia, es decir, la traducción del poder en acción. Las acciones
influyentes ocultan el poder que se maneja entre fuerzas contendientes. Este concepto
de toma de decisiones nos explica que el individuo o la colectividad que decide se
basa en las relaciones de poder prevaleciente en el momento de la toma de la decisión,
y las circunstancias iniciales que determinan el proceso son las que definen la estructura
del poder. Dentro del concepto de decisión, se influye la “no-decisión”, que se presenta
cuando un grupo, individuo, gobierno o institución internacional se abstiene de llevar
a cabo una acción al prever que su iniciativa seria infructuosa o aun dañina para sus
objetivos, anticipando una oposición demasiado fuerte para ser superada. De este
modo se eliminan acciones en el propio proceso de toma de decisión. Por ello, se
entiende que la mecánica tiene dos ángulos, uno que lo describe como una prueba
de las relaciones de poder al principio de una acción y otro como el medio para cambiar
esas relaciones de poder.
Las decisiones pueden transformar las relaciones de poder cambiando los recursos
disponibles de los actores o también los procedimientos que utilizan y que otorgan a
los actores posiciones más o menos ventajosas. Por lo tanto, el estudio de la toma de
decisiones es al mismo tiempo, el estudio de la dinámica de las relaciones de poder
que se inicia con el análisis de la estructura de las relaciones de poder existentes y
que pretende entender los mecanismos mediante los cuales el proceso de decisiones
sostiene o cambia esa estructura. Las relaciones de poder y la toma de decisiones se
dan dentro de diferentes contextos, algunos más amplios y significativos que otros y
que van desde la esfera de la sociedad local hasta el Estado grande y moderno con
una política económica compleja y, por supuesto, aun más allá situándose en el nivel
de las organizaciones internacionales, entidades complejas compuestas de Estados
soberanos.
Cuanto más complicado es el contexto en que se da una decisión, por ejemplo en
política económica a nivel nacional o internacional, más acciones implica el proceso;
éstas son de hecho decisiones tomadas y en ocasiones superpuestas o duplicadas
por diferentes grupos, en diferentes grados de importancia y efectividad. El concepto
de decisión se hace menos preciso y pierde especificidad en relación directa con el
aumento de complicación del proscenio en que se da. Los tipos de acciones que dan
origen a una política se clasifican en categorías generales: declaraciones simbólicas,
programación estratégica, situaciones tácticas, etc. Entre más grande es el contexto,
se pierde en mayor grado la especificidad de las decisiones dentro del proceso de
decisión.
Las relaciones de poder pueden considerarse, por lo tanto, en dos grandes niveles:
el global, y el nacional o local. La visión global puede ser utilizada para analizar
cambios profundos y definitivos dentro del sistema mundial de relaciones de poder
en el que encajan las instituciones separadamente. El contexto nacional o local,
refiriéndonos a una visión limitada en alcance pero más o menos bien definido en
términos de límites, implica una estabilidad de factores de la política mundial que
contemplan las decisiones especificas y es utilizado para entender el funcionamiento
interno de determinadas instituciones.
Hasta 1991, con el colapso de la bipolaridad, las relaciones de poder a nivel mundial
se dieron en términos de la dicotomía Este-Oeste al principio de la guerra fría en la
década de los cuarentas, Norte-Sur al surgir el debate sobre las relaciones económicas
internacionales durante los sesentas y los setentas incluso, y nuevamente Este-Oeste
64 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
durante casi toda la década de los ochentas. Y aquí lo interesante es que los maes-
tros Cox y Jacobson proponen un modelo de sistema mundial partiendo de las
relaciones de producción, que va más allá de estas dicotomías. 41 La
internacionalización de la producción se convierte en el proceso histórico que une
estos segmentos del mundo y determina su relación dentro de un solo sistema mundial.
Esta internacionalización de la producción trae consigo una división global del
trabajo en la que el desarrollo tecnológico se concentra en una sola área central o
núcleo, mientras que la producción física de las mercancías es cada vez mayor en las
áreas periféricas; estas dos áreas están enlazadas por mecanismos de control situados
en el centro. Las corporaciones multilaterales se conciben, por lo tanto, como
mecanismos tecnológicos y de control. Entre las áreas centro y periferia de localizan
áreas intermedias o semi-periféricas que pugnan por obtener el status de centro.
Este sistema mundial, que prevalece en esencia hasta nuestros aciagos días del
siglo XXI, se define en términos de posiciones fundamentales dentro de las relaciones
de producción, entendidas como actividades dominantes que a su vez determinan la
posición de los Estados en el sistema mundial. Los conceptos “centro” y “periferia”
son al mismo tiempo funcionales y geográficos, por lo que podemos trasladar los
términos y hablar de posiciones funcionales o de países. Continuando y para abundar
en el análisis del poder, Cox y Jacobson señalan que es este un concepto cuya
definición no puede limitarse a términos físicos o materiales que tienen una contraparte
en las ideas. La ideología, que consiste en los parámetros de las relaciones de poder
existentes, se orienta al comportamiento y a la ciencia aplicada y sostienen la estructura
del poder inclinando la opinión en su favor y dirigiendo los esfuerzos a la solución de
problemas que surgen en las propias relaciones de poder.
Ni duda cabe que históricamente la ideología ha jugado un papel por demás
relevante. El funcionalismo de los años cuarenta marcó su influencia en la estructura
y políticas de las instituciones internacionales de esa época, sentando sus bases en
la sociedad más que en la voluntad de los Estados. Hacia la década de los sesentas,
surgió el desarrollismo, definido como la promoción del crecimiento económico en los
países pobres a través de la expansión de una economía mundial liberal, con la creación
de condiciones para la inversión privada directa y fomentando el capitalismo
dependiente. Estas tres primeras corrientes ideológicas tienden a mantener el status
quo de las relaciones sociales de poder y las estructuras de la economía mundial en
un marco y un espacio temporal determinado.
Siguieron después las ideologías del transnacionalismo en los setentas y del
globalismo en los ochentas hasta nuestro momento. El primero no partió del
desarrollismo radicalmente, sino que cambió el énfasis de los servicios públicos
orientados al crecimiento y la política pública hacia las corporaciones multinacionales
como supuestas máquinas de autocrecimiento. El globalismo por su parte, introduce
una nueva perspectiva de carácter ecológico, con la noción de los límites a la
contaminación y a la población total del mundo, así como la necesidad de vigilar y
mantener el ecosistema. El globalismo encierra una contradicción al exponer que las
políticas anteriores que no consideraban el crecimiento, en realidad ponen al mundo
en un grave peligro, que sólo podría evitarse si los pobres del mundo tuvieran menos
41
Cox y Jacobson, op. cit., p. 89.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 65
42
El concepto de hegemonía deriva de GRAMSCI, Antonio, Cuadernos de la Cárcel, Ediciones
Era, México, 1984.
43
Recordemos que Vajruschev menciona en su libro El Neo-colonialismo y sus Métodos,
op. cit., pp. 143-144, que la organización internacional surge como un proceso que institucionaliza
la dependencia.
66 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
ganador en la contienda, ya que es claro que las instituciones que prevalecen son
aquellas que no crean conflictos y aceptan las condiciones establecidas por la
organización impuesta por las fuerzas hegemónicas.44
Debe también considerarse que los cambios que ocurren en una institución están
en un segundo plano con respecto a los que se dan en la hegemonía. Este cambio en
la hegemonía puede ser resultado de la aparición de una fuerza contra-hegemónica
que, tomando en cuenta la naturaleza dual del poder en sus elementos materiales e
ideológicos, resultara de la combinación de dos factores: 1) un aumento en los recursos
materiales disponibles a un grupo subordinado, y, 2) una articulación coherente y
persistente de las demandas del grupo subordinado que desafía la legitimidad del
consenso vigente. La primera respuesta de un grupo hegemónico, una vez que se
percibe la presencia de una fuerza contra-hegemónica, es tratar de infiltrar su influencia
en ella, dando a sus principales elementos la facilidad de ocupar un puesto importante
en el sistema sin cambiar realmente el mismo. Así se restablece la antigua hegemonía
sin hacer cambios radicales en el sistema global. La segunda respuesta consiste en
lograr el establecimiento de un compromiso histórico, una negociación para
reestructurar las relaciones de poder sin llegar al extremo de una revolución violenta
para cambiar el sistema.
Volviendo a nuestro ejemplo, la demanda por un nuevo orden económico
internacional, tanto ayer como hoy, representa una genuina fuerza contra-hegemónica
precisamente, porque impone un desafío efectivo representado por el consenso en-
tre un gran número de países subdesarrollados (170 a la fecha), difícil de lograr en un
mundo en que las economías de esos países son relativamente competitivas. Es un
consenso entre gobiernos con diferentes políticas, desde los que buscan un aumento
en las inversiones externas hasta los que defienden la autosuficiencia, desde los que
buscan movilizar a la población nacional y ampliar la participación popular, hasta los
que utilizan la coacción para obstaculizar este tipo de movimientos. En un consenso
efectivo porque se mantiene y fortalece con las manifestaciones de los cambios en el
poder mundial, tales como los que hemos enunciado detalladamente en el capítulo 7
de nuestra investigación.
Los elementos más radicales que sustentan el consenso de los países en
desarrollo, aun con sus fracturas internas más visibles en el siglo XXI, pretenden un
compromiso histórico que les permita una mayor participación en el control de los
recursos reales. Por su parte, los poderosos del sistema hegemónico responden como
ya vimos, tratando de atraer a algunos elementos del consenso del mundo en
desarrollo, ofreciéndoles una satisfacción atractiva dentro del orden ya existente, pero
siempre cuidándose de no perder el control; esta oferta resulta atrayente sobre todo
a países temerosos del surgimiento de presiones populares.
Por su parte, en lo que toca a la reforma o reconstrucción de las organizaciones
internacionales, que debe enfocarse desde la perspectiva de las relaciones inter-
institucionales, observamos que el objeto inicial del estudio a que se somete la
institución sujeta a cambio –más aún si se trata de la organización universal–, con-
44
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, Sistemas Políticos Comparados. La organización
política del Estado y su inserción en las relaciones internacionales, FCPS, UNAM, México,
2009, ver Capítulo 11, pp. 321-358.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 67
El primer paso para diseñar un modelo del proceso es definir la naturaleza del
poder, que en términos puramente abstractos no es sino la capacidad de influir sobre
la acción de otros y lograr que la autonomía de las acciones propias no vaya demasiado
lejos. Históricamente se observa que la clase de poder a que nos estamos refiriendo
es tradicionalmente, el que se da en la esfera del Estado y de las relaciones
interestatales. Esta visión centrada en el Estado cuyo poder es el único proveedor de
hechos trascendentes en el estudio de la política mundial, sigue el modelo de los
Estados europeos con su sistema de balance de poder, durante la etapa del Concierto
de Europa en el siglo XVII y que se extendió hasta el XIX incluyendo a Norteamérica,
45
Estos parámetros son cuidadosamente observados al analizar el tema de la refundación
del Sistema de las Naciones Unidas, mismo que abordamos en el Capítulo 14 de la presente
obra.
46
Cox y Jacobson, op. cit., p. 86.
68 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Rusia y Japón. La visión centrada en el Estado hace referencia implícita a una minoría
privilegiada entre el grueso de entidades jurídicamente reconocidas como Estados.
Las relaciones centradas en el Estado se encuentran en tres niveles, uno estatal
y otros dos en el nivel transnacional, entendiéndose este término como el conjunto
de factores no estatales entre los pueblos en cuanto a relaciones económicas y
movimientos de personas y de ideas. En el primer nivel de relaciones de poder, en la
esfera de la política-seguridad, se habla de alta política. En el segundo nivel de las
relaciones de poder, en la esfera económica-bienestar, o de baja política, se permanece
dentro de la esfera del Estado, pero solamente como formador y canalizador del
desarrollo de la sociedad o en respuesta a la presiones de la sociedad; en este segundo
nivel, la política financiera en Estados capitalistas modernos ha jugado un papel par-
ticular, actuando como enlace entre las políticas nacionales de economía-bienestar
de los Estados individuales y sus relaciones económicas internacionales. Conviene
señalar que la primacía recién adquirida de los ministros de finanzas en el mundo
capitalista, consolidados en los últimos tres lustros, se debe a que las políticas
nacionales están seriamente determinadas por las condiciones económicas externas,
siendo este ministerio el lazo entre las economías externas e internas.47 El tercer
nivel de las relaciones de poder, surge conceptualmente desde fuera de la esfera del
Estado, en el seno de la sociedad, como el nivel del poder social o de las relaciones
dominantes o subordinadas de las clases y grupos sociales. El poder social se expresa
en términos de producción y consumo.
Es claro que en las relaciones de producción unos grupos controlan a otros y con
la internacionalización de la producción, estas relaciones de control progresivamente
aumentan su acción entre grupos sociales de diferentes países. De aquí que exista
una estructura internacional de relaciones de producción, así como una estructura de
control de la economía mundial, implícita en la noción de la interdependencia y explicita
en las teorías de la dependencia, entendiéndose esta última como el concepto
relacionado con el poder social en las relaciones transnacionales. Este poder social
y estructura de control de la economía mundial se componen en realidad, como
estatales y no estatales a la vez, sin que pueda determinarse exactamente hasta
dónde llega la diferencia; los Estados dedican recursos para alentar, apoyar o modificar
el comportamiento de actores no estatales, mientras que los grupos sociales o intereses
no estatales pueden influir las políticas estatales en los mismos asuntos.
Si se considera la producción como el aspecto determinante del poder social, el
consumo es su contraparte. En el capitalismo, producir es consumir, nos decía en
sus clases allá por 1970 el estimado maestro Juan Brom48 (recientemente fallecido).
47
La nueva primicia de los ministros de finanzas en los modernos Estados capitalistas
surge de forma en que las políticas económicas de bienestar nacionales son condicionadas por
las condiciones económicas externas, convirtiendo a los ministros de finanzas en el lazo entre
la economía externa e interna. Nota de Erhard Friedberg en “L’Internalisation de l’Economie et
Modalités d´Intervention de L’Etat: la “Politique Industrielle”, citado por Cox y Jacobson, op. cit.,
p.100.
48
El maestro Juan Brom O., impartió durante muchos años la cátedra de Teoría Económica
y Social del Marxismo, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Fue autor,
entre otros, del libro Para Comprender la Historia. Murió recientemente en marzo de 2011. Sus
alumnos y colegas le rendimos un merecido homenaje, al pensador infatigable y crítico
permanente del imperialismo.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 69
Cuando se habla de países ricos y países pobres, en realidad se dice que algunos
países cuentan con más grupos sociales poderosos, capaces de controlar la mayor
proporción de la producción mundial, en tanto que otros países ricos tienen más
grupos sin poder, incapaces de hacerlo. Aunque existe gente rica en países pobres y
gente pobre en países ricos, el poder social no puede medirse mediante variables
como el PNB per cápita, ya que el hecho de que las cuentas se hagan sobre una base
nacional no es razón para justificar estos parámetros.
Las relaciones de poder a nivel mundial, pueden ser definidas en la práctica como
el puente que une Estado y sociedad. En términos conceptuales, el sistema político
mundial debe tomar en cuenta:
1) Una primera categoría, integrada por los dirigentes de la política exterior de los
Estados poderosos, individuos que ejecutan su misión revestidos de una dotación
de hegemonía como base de todas sus acciones. Los funcionalistas incluyen
en esta categoría a burócratas de nivel medio de oficinas externas y ministros
en funciones que participaron en la toma de decisiones dentro de las
organizaciones internacionales. Este nivel de negociación es adecuado en
tiempos de estabilidad, lo cual significa que existe un marco de acción
establecido para los funcionarios de nivel medio. En tiempos de cambio en la
estructura de las relaciones de poder, por el contrario, es necesario considerar
la forma en que los jefes de gobierno y secretarios del exterior ven el papel y el
potencial de las instituciones internacionales, ya que su intervención puede
cambiar los limites de acción de los oficiales de nivel medio. Por lo tanto, la
primera categoría de factores aproximativos debe incluir solamente a los más
altos niveles de creadores de política exterior nacional, los que tienen la autoridad
para fijar un marco de la política a los oficiales de niveles más bajos.
2) La segunda categoría, incluye a los grupos con intereses especiales cuyas
actividades trascienden las fronteras nacionales, incluyendo grupos de interés
privados o no gubernamentales, así como segmentos de las burocracias
70 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
49
KEOHANE, Robert O. y NYE, Joseph, S., “Transgovernmental Relations and Interna-
tional Organizations, World Politics, Vol. 27, No. 1, oct.1974, pp. 39-62, en Cox y Jacobson, op.
cit., p. 103.
50
Aquí pueden resultar ilustrativos los conceptos vertidos en el libro de SIRVENT, Carlos
(coord.), Gramsci y la política, UNAM, México, 1980, 177 pp.
51
Cox y Jacobson, op. cit., p.78.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 71
52
Según Marcel Merle, en su Sociología de las Relaciones Internacionales (las Fuerzas
Transnacionales) la factibilidad de utilizar la opinión pública y su utilidad, radicaría en la medida
en que la movilización del interés de las masas en ciertos asuntos mundiales afectara la
reformulación de una hegemonía y proporcionara una base política para una acción internacional.
53
Las instituciones de Bretton Woods proporcionaron mayor seguridad a las preocupaciones
sociales nacionales como el desempleo, que el patrón oro, en condiciones en que las políticas
nacionales perseguían una meta de economía mundial liberal. El sistema posterior de tipo de
cambio flotante, de la misma manera, reflejaba las acciones nacionales en tanto que mantenía
el principio de un compromiso previo de armonizar las políticas nacionales con los intereses de
una economía liberal a nivel mundial.
72 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
y por ende sus regulaciones, se formulan por lo general a instancias del Estado que
establece una hegemonía, o al menos cuentan con el apoyo estatal. El Estado
dominante se encarga de asegurar el consentimiento de otros Estados de acuerdo
con una jerarquía de poderes dentro de una estructura interestatal de la hegemonía.
También se consulta a algunos países menos importantes, de segundo plano,
asegurando su apoyo y se solicita por lo menos, la aprobación de algunos de los
países más periféricos. La participación formal se pondera en la medida de las
potencias dominantes como sucede en el FMI o el Banco Mundial, o también puede
calcularse sobre la base de un voto por Estado, como en la mayoría de los organismos
internacionales. Existe una estructura informal de influencia que refleja los niveles
diferentes del verdadero poder político y económico y que sirve de base a los
procedimientos formales de la toma de decisiones.
Los organismos internacionales desempeñan de igual manera un papel ideológico,
ayudando en la definición de los lineamientos de la política de los Estados y dando
legitimidad a ciertas instituciones y prácticas a nivel nacional. Reflejan enfoques que
favorecen a las fuerzas sociales y económicas dominantes. La OCDE por ejemplo, al
recomendar el monetarismo,54 apoyó todo un consenso predominante de pensamiento
político en los países centrales y reforzó a aquellos que pretendían combatir la inflación
de esta manera, frente a otros Estados que se preocupaban más por el desempleo.
La OIT por si parte, al evocar el “tripartismo” (obreros, patronos y gobiernos), da
legitimación a las relaciones sociales surgidas de los países centro, como el modelo
a seguir.
El talento de las elites de los países periféricos es captado dentro de las
instituciones internacionales mediante el llamado “transformismo”. Los individuos
de países periféricos, a pesar de llegar a un organismo internacional con la idea de
trabajar desde dentro para cambiar el sistema, son condenados a hacerlo dentro
de las estructuras de una especie de revolución pacífica. Así, lo más que lograrán
será ayudar a transferir elementos de “modernización” a las periferias pero ello solo
en la medida que sean consistentes con los intereses de las potencias locales
establecidas. Robert Cox compara a la hegemonía con una almohada que absorbe
los golpes hasta que el agresor en potencia encuentra, más temprano que tarde, un
punto en que descansar.55 Sólo cuando la representación en una organización
internacional está basada firmemente sobre un reto social y político articulado a la
hegemonía, con base en un naciente bloque histórico y contra-hegemónico, podrá
construir una verdadera amenaza. La cooptación de individuos dentro de las
periferias desmerece estos esfuerzos.56
54
FRIEDMANN, Milton y Rose D., Libertad de elegir, Ediciones Grijalvo, México, 1983, Cap.
9 El remedio a la inflación, pp. 345-389
55
Cox, Robert W., “Gramschi Hegemony and International Relations: An Essay in Method”,
Millenium: Journal of international Studies, Vol. 12, No. 2, pp. 162-175
56
El transformismo también absorbe las ideas contra-hegemónicas en potencia y las convierte
a la doctrina hegemónica. La noción de la autosuficiencia, por ejemplo, comenzó como un reto
a la economía mundial al implicar un desarrollo autónomo determinado de manera endógena.
El término fue más tarde traducido como apoyo que las agencias proporcionaban a los países
periféricos dentro de un programa de bienestar social de hágalo-usted-mismo, que tienden a
capacitar a las poblaciones rurales para alcanzar la autosuficiencia, para detener el éxodo rural
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 73
De esta manera, una táctica para cambiar la estructura del orden mundial deviene
en una completa quimera, amén que sería muy difícil pensar que los representantes
del mundo en desarrollo lograrán un cambio radical en la superestructura de una
organización internacional y, desafortunadamente, aun cuando pudieran lograrlo, se
encontrarían con que esa superestructura no está adecuadamente conectada a una
base política popular, sino por el contrario, con las clases hegemónicas en los Estados-
centro en tanto que en las periferias se conecta solamente con la revolución pasiva.
Por otro lado, para entrar más en materia de la toma de decisiones en la
organización internacional, recurriremos de nueva cuenta a un estudio realizado por
Cox y Jacobson,57 precisamente en este rubro, que abarca ocho organismos
internacionales de carácter universal o semi-universal: UIT, OIT, UNESCO, OMS, OIEA,
FMI, GATT y UNCTAD, a los cuales dieron seguimiento directo y continuo durante
una década para observar su comportamiento y obtener las constantes necesarias
para convalidar su investigación y brindarnos un producto acabado que hasta ahora,
en nuestra opinión, no ha sido superado.58
En contraste con el sistema mundial de relaciones de poder, estas organizaciones
especializadas proporcionaron una muestra de contextos en que se dan decisiones
relativamente limitadas y especificas. El estudio se ocupa del periodo 1945-1970,
que fue una etapa de relativa estabilidad en el marco de las relaciones de poder en el
mundo, a pesar de que de hecho algunos sucesos cambiaron este esquema. Estados
Unidos y la Unión Soviética fueron las potencias dominantes en esa época y aunque
la Unión Soviética caminó hacia un nivel semejante al de Estados Unidos en algunos
aspectos (hasta su derrumbamiento en 1991), ambas naciones declinaron en poder
ante otros Estados. Las principales modificaciones fueron el aumento de poder y
potencial de autonomía de la entonces Europa occidental y la creciente articulación
de los intereses del mundo subdesarrollado. Las ocho organizaciones estudiadas
mostraron la estructura de poder mundial y se adaptaron a las modificaciones más
sobresalientes del esquema de relaciones de poder. El estudio político dedica espe-
cial atención a la interacción entre los individuos que participaron en estos organismos
seleccionados, dada la estabilidad reinante del entorno en que se produce. El objetivo
fue explicar la manera como adquirieron y ejecutaron la influencia en la organización
internacional, a través del análisis de las decisiones tomadas; también se pretendía
descubrir la presencia de patrones y estructuras persistentes de influencia.
Asimismo, se utilizaron varias escalas de medida para determinar la influencia de
los diferentes actores y categorías de actores. Una técnica utilizada fue la de examinar
a las ciudades y para alcanzar un grado más elevado de estabilidad social y política entre la
población, cuestión que la economía mundial es incapaz de integrar. La autosuficiencia en su
significado transformado, se convierte en un complemento y apoyo a las metas hegemónicas
de la económica mundial.
57
Cox y Jacobson, op. cit., p. 81.
58
Aunque este estudio pudiera parecer obsoleto para la época actual, nos parece muy útil
porque nos brinda una explicación de la que algunos autores consideran la primera fase de la
organización internacional como tal, enmarcada como objeto de la ciencia de las Relaciones
Internacionales. Además, como ya se advirtió, no ha habido hasta ahora, un trabajo de esta
naturaleza que nos acerque a la toma de decisiones en los organismos internacionales de 1990
o 2000 a la fecha.
74 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
simplemente la estructura formal de autoridad; por supuesto, los individuos que tenían
posiciones de autoridad en una organización, eran determinantes para las decisiones.
Otra técnica de análisis fue la de interrogar individuos con mayor influencia general
en una organización particular. También se intentó constatar índices de conducta en
cuando a influencia o nivel de individuos en algunas organizaciones sobre la base de
logros alcanzados al iniciar u obstaculizar propuestas. Finalmente, se utilizaron
estudios de caso de las interacciones observadas en una decisión particular, a fin de
determinar el nivel de influencia en varias instancias.59 A pesar de que cada técnica
contemplaba algunas limitaciones, con la utilización de diversas lecturas de medidas
se obtuvo un conocimiento amplio y razonable de la influencia relativa de los individuos
que, de manera directa, participaron en la toma de decisiones en las ocho
organizaciones objeto de estudio.
En su trabajo, Cox y Jacobson se mostraron más interesados en conocer las
características generales de la influencia que en identificar los actores que resultaron
ser más influyentes. Por ende, buscaron determinar el modo en que algunos atributos
generales con respecto a la posición y a la personalidad, contribuyeron a hacer más
incluyentes a diferentes individuos. El concepto de posición comprendía el papel
desarrollado dentro de la estructura formal de autoridad y en el caso de representante,
el poder de la oficina que representaban. En este sentido, se buscó la referencia a la
cambiante estratificación del poder de los Estados Unidos en el sistema global. Los
atributos personales tomaron en cuenta factores como el carisma, la experiencia, el
grado de conocimiento del experto, la tenacidad y la habilidad para negociar.
El interés fue más allá de la medida estática, la comparación y el análisis de la
influencia de actores individuales, sino que también se determinó cómo la influencia
se sumaba a otras orientaciones políticas particulares. Las ideologías de las
organizaciones fueron investigadas asimismo como medio de legitimar las metas y
estrategias particulares utilizadas en su instrumentación. Se observaron en igual tono
los grupos persistentes de actores, formales como el caso de los grupos de camarillas
políticas o informales como en los repetidos modelos de votación.
Se investigó también al exterior de los procesos de interacción interna dentro de
las organizaciones internacionales, considerando el entorno en que se presentaba el
marco para las políticas de cada una de ellas. Este entorno o medio ambiente de las
agencias se concebía en dos aspectos: uno era el entorno general de la política
mundial que afectaba a todas las organizaciones intergubernamentales, y el otro, el
entorno específico de cada institución en términos de condiciones directas a sus
tareas particulares. A su vez, cada uno de estos entornos podía concebirse como una
estratificación de las capacidades de los Estados, patrones distintivos de la
organización o ideología y configuración de alineamientos o escisión de intereses
entre los Estados. Este tipo de análisis fue definitivamente “estato-céntrico”, ya que
tomó a los Estados como entidades básicas coordinadoras de los intereses expresados
a través de los organismos internacionales, pero además, se tomaron en cuenta
59
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, El estudio de caso en las relaciones jurídicas
internacionales. Modalidades de aplicación del derecho internacional, FCPS, UNAM, México,
2007, ver Marco Teórico-Conceptual, pp. 29-58.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 75
Sin olvidar que el primer intento conocido para estudiar científicamente la toma de
decisiones en los organismos internacionales, fue de Robert Cox y Harold Jacobson,60
que comprendió el periodo 1945 a 1970 y ocho instituciones internacionales
especializadas, por nuestra parte, en el Centro de Relaciones Internacionales de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, hemos continuado y ampliado
trabajos de esta misma naturaleza en dos fases precisas, la primera de 1978 a 1995
cuando se celebraron los primeros cincuenta años de vida de las Naciones Unidas, y
la segunda, de 1996 a nuestros días, pasando por la Declaración del Milenio hasta
llegar al plan de reforma de la ONU propuesto por el Secretario general, Ban Ki-moon
en 2010 e iniciado por sus antecesores Bouthros Gali y Kofi Anan.
Nuestros estudios han quedado plasmados en programas curriculares para la
impartición de la disciplina de Organización Internacional, dentro de los planes de
estudio de la licenciatura y posgrado de Relaciones Internacionales, desde 1982
para ser precisos. De hecho, cuando tuvimos en las manos los trabajos de Cox y
Jacobson, Morosov, Abi Saab, Galtung, Virally y otros más, ya habíamos comenzado
a intercambiar informes y experiencias sobre las nuevas tendencias en la asignatura,
con maestros de la escuela española de organización internacional como Manuel
Medina, Manuel Diez de Velasco, Ramón Tamames y el propio mentor Modesto Seara
Vázquez, autor del Tratado General de la Organización Internacional, el primero en
su género en México y que, no obstante su enfoque tradicional y juridicista, no ha
sido superado hasta el momento.
También hemos realizado en las últimas tres décadas diversos artículos de fondo,
capítulos en libros, textos para mejoramiento de la enseñanza como el presente, así
como disertaciones, ponencias y conferencias básicamente, que nos han permitido,
entre otras ventajas importantes, ampliar el espectro de observación marcado por
Cox y Jacobson, pues nuestro análisis y crítica se han centrado en otros organismos
del Sistema de Naciones Unidas, como la ONUDI, la OMC (1995 a la fecha), el Grupo
Banco Mundial (con el BIRF, la AIF, la CFI, el OMGI y el CIADI), la OMPI, el ACNUR,
el UNIFEM, la OMI, la OACI, la OMPI y la Organización Mundial de Aduanas, al igual
que otros fuera del sistema de Naciones Unidas como la Liga de Estados Árabes, la
OEA, la Unión Africana, la ANSEA, la OPEP y la OCDE (México es miembro desde
1989). Además, se han realizado al amparo de nuestros seminarios especializados,
de 1982 a lo que va de 2011, más de medio centenar de tesis sobre variados aspectos
teórico-doctrinales y empíricos de la organización internacional, varios de cuyos autores
se encuentran laborando incluso en los organismos sobre los que realizaron su
investigación.
Combinando estos y otros esfuerzos, procuraremos a continuación exponer, al
menos de manera escueta, el abanico de formas en que se manifiestan los variados
procesos decisorios característicos de organizaciones universales, regionales,
militares, sui generis, atípicas o altamente supranacionales, y que el trabajo de Cox y
60
Cox, Robert W. y Jacobson, Harold K., “The Decision-Making Approach to the Study of
International Organization”, en Abi-Saab, op. cit.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 77
Jacobson no abarcó en su tiempo.61 En este sentido, son diez los tipos de decisiones
que hemos detectado y analizado en la práctica internacional de los últimos años:
61
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, Reestructuración y toma de decisiones en la
organización internacional, Ponencia presentada en el XX Coloquio Internacional de Primavera,
CRI-FCPS-UNAM, México, 1995. Un trabajo de temática similar pero más completo y actualizado,
se sustentó en el XXIII Congreso Anual de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales
(AMEI), realizado en la Ciudad de Veracruz, Veracruz del 7 al 10 de octubre de 2009.
78 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
62
Para mayor explicación de este proceso legislativo consúltese: VELÁZQUEZ Elizarrarás
Juan Carlos, Reestructuración general del Nuevo Derecho Internacional, México, FCPS, UNAM,
1994, pp. 29-32.
CAPÍTULO 2 LA TEORÍA DE LA TOMA DE DECISIONES EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 79
Los actores clasificados en las primeras cuatro categorías son muy activos en la
toma de decisiones en todas las organizaciones conocidas y actuantes en los últimos
30 años. Los de categorías 5, 6 y 8 se muestran generalmente activos únicamente en
algunas organizaciones y de manera esporádica. Los correspondientes a la categoría
7, no figuraban en el panorama en los sesenta y setenta; siendo a partir del periodo
1985-1995 que comienzan a tener un papel dinámico en la organización internacional,
63
Tiene ya algunos años que la empresa editora Entrepreneur Group USA publica la revista
Entrepreneur (“para el éxito del emprendedor”); en México se publica traducida al español por
Impresiones Aéreas, S.A. de C.V. (el número en mis manos es el 9 del volumen III).
80 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
REFLEXIÓN FINAL
que está presente en todos los momentos de la vida individual y social, cuya importancia
deriva, entre otras razones, del reconocimiento de que a toda acción corresponde
una reacción y que cada una de ellas es producto de una decisión.
Como lo hemos podido apreciar en las anteriores líneas, desde las más elevadas
esferas hasta las intermedias e inferiores, todo lo que la organización internacional
hace o refleja es resultado de un proceso de decisión. Por ello, resultan muy
interesantes los mecanismos que gobiernan estos procesos, que entre otros aspectos
son prueba de la existencia de un equilibrio de poder, en el que los conceptos como
hegemonía, poderío, regímenes y decisión, se vinculan estrechamente para conformar
un sistema en el que las decisiones afectan a todos los Estados e instituciones
internacionales; tanto a los que participan en él directamente como a los que de manera
indirecta reciben sus efectos.
Las decisiones inciden radicalmente en la elaboración de la política exterior de
gobiernos y de los organismos internacionales –es obvio que éstos también la tienen,
aunque no sean entidades soberanas como el Estado–, que depende enteramente
de la manera como cada uno se inserte en el sistema internacional, de sus relaciones
con los otros actores internacionales y de la voluntad política que exista al interior
para establecer los límites tanto de la jurisdicción y competencia como de la seguridad
nacional e internacional.
De todo lo antes expuesto se infiere igualmente que cada una de las decisiones
es adoptada de diferente manera según la organización y el sujeto que la lleve a
cabo. Es decir que en cada una de las instituciones tienen características propias, y
por tanto, un tipo de decisión puede tener múltiples y variados impactos. Además,
cada una de las decisiones es el resultado de alguna otra decisión que derivó en un
marco determinado de acción o en una base de elección, por lo que se debe tomar en
cuenta también que el estudio de la toma de decisiones es continuo y se limita por
supuesto a los niveles contextuales de que se trate. En todo caso, siempre hay que
reconocer el comportamiento preciso de los factores y elementos que inciden y
condicionan las formas, estructuras y actuaciones de las organizaciones
internacionales, pues éstas son el resultado de múltiples tipos de decisiones que
tendrán diversos impactos y características propias según la institución que la tome y
cómo decida llevarla a cabo.
Hasta el momento se han elaborado muy pocos estudios en materia de toma de
decisiones en la organización internacional, además del clásico de Cox y Jacobson,
por lo que no debe quitarse el dedo del renglón y continuar trabajando en ello, en
estrecha coordinación y comunicación con otros estudiosos interesados en el tema.
Hasta ahora, parece que la mayoría coincidimos en que la lógica de las relaciones de
poder mundiales son perfectamente visibles en la estructura y funcionamiento de la
organización internacional moderna, y son los procesos definitorios como la toma de
decisiones los que determinan su transformación, el rumbo, la forma y la influencia
que continúen teniendo las hegemonías en su devenir, razón por la cual la construcción
de nuevas teorías y el involucrarnos para formar parte de los procesos, hará
seguramente más factible la construcción de las mejores soluciones a los problemas
planteados al sistema de organismos internacionales prevaleciente.
Y no olvidemos, finalmente, que la toma de decisiones mediante la cual se
institucionaliza una nueva hegemonía contempla tanto a las organizaciones
internacionales existentes como a las llamadas cuasi-instituciones en las que se
82 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
incluyen foros ad hoc para diversas negociaciones. El proceso se extiende más allá
de los sitios centrales de reunión, incluyendo las redes de grupos de interés público
y privados que son los que forman la política internacional desde el interior de los
Estados. Así, en suma, el proceso de decisión de las organizaciones internacionales
es, eminentemente inter-institucional y trasciende por tanto, a las instituciones
existentes, debiendo incluir la explicación de la reforma o la creación de nuevas
instituciones.
83
CAPÍTULO 3
FUNCIONALISMO E INTEGRACIONISMO
EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
SUMARIO
PREÁMBULO
64
ALGER, Chadwick, F., “Funcionalismo e integración como aproximación a la Organización
Internacional”, en The concept of international organization, op. cit., p. 222.
84 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
65
Alger, op. cit., p. 125.
66
COCKS, Peter, “Toward a Marxist Theory of European Integration”, en International Orga-
nization, Review, No, 34, Universidad de Wisconsin, EUA, 1980, pp. 17-19.
86 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
67
KAISER, Karl, “Transnational Politics: Toward a Theory of Multinational Politics”, en Inter-
national Organization, Review, Universidad de Wisconsin, EUA, 1980, pp. 798-801.
68
MITRANY, David, A Working Peace System. An Argument for the Functional Devlopment
of International Organization (1943), 4a. edic., Londres, 1946. Para la concepción de este autor
Celestino del Arenal (op. cit., p. 202), recomienda consultar a THOMPSON, Kenneth W., Mas-
ter of International Thought. Major Twentieth-Century Theorist and the World Crisis, Baton Rouge/
Londres, 1980, pp. 202-215.
CAPÍTULO 3 FUNCIONALISMO E INTEGRACIONISMO EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 87
69
JERVIS, Robert, “Cooperation under the Security Dilemma”, en World Politics, Princeton
University Press, 1978, p. 169.
88 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
70
Alger se refiere al concepto de “derramamiento” o mejor dicho “desbordamiento” de Mittrany,
como “spillover”, para dar una idea funcional de la coparticipación en la utilización de las
experiencias en cooperación, op. cit. 127.
CAPÍTULO 3 FUNCIONALISMO E INTEGRACIONISMO EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 89
71
El maestro Alger proporciona un amplio análisis de la postura de Deutsch, op. cit., pp.
128-129.
90 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
1) Condiciones de antecedentes:
a) similitud en el poder de las unidades que unen su fuerza económica;
b) nivel de las transacciones que incluyen el comercio, la movilidad de fuentes
de trabajo, los movimientos de capital y el intercambio de personas;
c) pluralismo en cada país, dentro de los grupos importantes y dentro del país
como un todo; y,
d) élite complementaria, asemejando élites en cuanto a su valor, por ejemplo
militar y de trabajo.
72
HAAS, Ernst, B., “Why Collaborate? Issue-Linkage and International Regimes”, World
Politics, Princeton University, 1980, p. 362.
73
HAAS, Ernst, B. y SCHMITTER, Phillipe, C., “Economics and Differential Patterns of
Political Integration: Projections about Unity in Latin America”, International Organization, No. 4,
pp. 705 -737.
CAPÍTULO 3 FUNCIONALISMO E INTEGRACIONISMO EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 91
Al igual que en el enfoque de Deutsch, esta lista incluye tres variables que se
refieren a: 1) los tipos de lazos entre las unidades nacionales; 2) sus características
internas; y, 3) similitudes y diferencias entre las unidades.
Como es posible advertir, la diferencia entre el enfoque de Haas y Schmiter y el de
Deutsch es pues, la temporalidad que estiman necesaria. Para los dos primeros, la
presencia de las condiciones se divide en tres momentos, mientras que Deutsch opina,
como ya hemos apreciado, que el orden puede transformarse sin alterar el resultado
si todas las condiciones están presentes y son efectivas. Haas y Schmitter afirman
que para lograr una verdadera integración, es necesario determinar las condiciones
dadas durante el proceso dentro de las organizaciones internacionales.74
Otra diferencia en el propósito de Haas y Schmitter y Deutsch, es que mientras
este último se refiere a una “comunidad de seguridad”, los primeros se refieren a la
evaluación de las “oportunidades de la politización automática”. La politización implica
una respuesta de los actores ante los errores y contratiempos respecto de los
propósitos iniciales en el sentido de ampliar el espectro de recursos estimados para
obtenerlos. La politización implica también que los actores tienden a resolver sus
problemas de manera que se tome en cuenta el interés común y que en el proceso se
delegue una mayor autoridad al centro. En este razonamiento, la politización constituye
una de las propiedades de la integración, la variable que une a la economía y la
política, junto con el desarrollo de nuevas expectativas y compromisos de parte de
los intereses organizados en los estados miembros. Aquí cabe resaltar que la creación
de nuevas uniones políticas fue el interés primordial de Haas y Schmitter, en tanto
que Deutsch y Mitrany trabajaron para lograr una comunidad en que no se pensara en
la guerra. Mientras que la politización se construyó con base en la esencia del
“desbordamiento” (“spillover”) de David Mitrany, se aplicó con fines diferentes o hacia
variables dependientes, de manera que este enfoque se calificó en su momento como
neo-funcionalista.75
Otro autor, Joseph Nye,76 en la búsqueda de una definición para el concepto de la
integración, utilizó un número de variables con el desarrollo de medidas para cada
una de ellas, dejando la relación dada entre las mismas variables, a la verificación
empírica. Nye propuso medidas separadas para la integración económica, para la
integración social y para la integración política, cuyas características explica a detalle
74
Haas y Schmitter, en Alger, op. cit., p. 130.
75
Ibidem, p. 131.
76
NYE, Joseph, Peace in Parts, Boston, Mass., Little Brown & Co., 1971, en Alger, op. cit.,
p. 142.
92 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
en sus investigaciones. Para él, por ejemplo, las variables económicas se cuantifican
en relación con: 1) las transacciones regionales, y 2) los porcentajes de las
transacciones económicas y de los gastos para los servicios conjuntos como
porcentajes del PNB. También considera que la integración social se mide a través
de: 1) las transacciones de masas, y 2) el intercambio de estudiantes y viajes aéreos.
Y respecto a la integración política, considera que ésta sigue cuatro senderos precisos:
primero, la integración institucional y la medida de supranacionalidad de las decisiones;
segundo, la interdependencia en la formación política, sobre todo respecto al espacio
que entrelaza los ministerios; tercero, la identidad mutua y la obligación, como se
refleja en las elecciones de elite y populares y en el comportamiento de las
negociaciones; y, cuarto, el grado de comunidad de seguridad, por ejemplo las
expectativas de relaciones no violentas.
Prácticamente, Nye aplica este marco analítico para diferenciar tres estrategias
de la integración europea: el federalismo, el funcionalismo y el neo-funcionalismo.
Así, el federalismo se inicia haciendo énfasis en la integración institucional, como un
prerrequisito para alcanzar la integración política, la integración de actitudes y la
comunidad de seguridad. El funcionalismo arranca del reforzamiento del esfuerzo de
colaboración en asuntos políticos específicos de interés común, lo que repercutirá en
otras áreas políticas. Por su parte, el neo-funcionalismo, que se apoya en la integración
política y de manera intermedia en la integración política institucional, se reconoce
como una estrategia para atacar la soberanía nacional a través de los “mercenarios”
políticos y tecnócratas que se ocultan en el interior para actuar. Nye describe a los
neo-funcionalistas como federalistas disfrazados de funcionalistas que persiguen fines
de naturaleza federal a través de los que aparentemente son medios funcionalistas.77
Desde otra perspectiva, de acuerdo con Jean Monnet 78 y sus seguidores, la postura
de David Mitrany sobre el “desbordamiento”, no es aceptable; debiendo recurrirse en
cambio, a la estrategia deliberada de utilizar la integración económica como base
sobre la cual el funcionalismo se utiliza para llenar el espacio entre el pensamiento
del gobierno mundial y el federalista, lo cual puede lograrse especificando los medios
a utilizar al inducir a un grupo independientemente de naciones a aceptar en cierto
grado a un gobierno común central.
Esta síntesis del funcionalismo y de la integración es el resultado de los logros
alcanzados por los practicantes de la integración europea, desde la Comunidad
hasta la actual Unión, quienes desarrollaron esquemas analíticos para entender los
sucesos y, con diferentes grados de experimentación práctica intentaron probar y
mejorar la teoría funcional. En una época clave de la integración regional europea,
Nye trabajó para lograr niveles comparativos del comportamiento de los mercados
comunes y de las organizaciones políticas regionales en África y América Latina;
para ello hizo cuatro modificaciones al enfoque neo-funcional, refiriéndose
explícitamente, al esquema de Haas y Schmitter. Primero, Nye encontró la politización
automática como una variable dependiente determinante del eurocentrismo,
reflejando el interés de los neo-funcionalistas más que de las elites de los países
menos desarrollados; en su lugar, propuso la toma de decisiones colectiva en las
77
Alger, op. cit., p.133.
78
MONET, Jean, Les Etat-Unis d’Europe ont Commencé, en Alger, Ch, op., cit, pp.133 y 142.
CAPÍTULO 3 FUNCIONALISMO E INTEGRACIONISMO EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 93
políticas para alcanzar una unión económica. Segundo, incluyó entre los actores a
los opositores de la integración, más allá de los tecnócratas integracionistas y los
grupos de interés que trataban de persuadir a los gobiernos de no crear
organizaciones económicas regionales. Tercero, enumeró, las condiciones para la
integración a la luz del trabajo comparativo realizado en los procesos de integración
de las áreas menos desarrolladas, agregando de manera específica a los actores
ajenos a la región, a la idea regional, a la identidad regional y a la socialización de
una elite. Cuarto, identificó otras fuerzas potenciales en el proceso, por encima de
las tareas semi-técnicas, que conducen a la unión política. En una palabra Nye
adaptó el reto de la comparación regional de la misma manera que los investigadores
de la integración europea aceptaron el paradigma de los neo-funcionalistas europeos
con respecto a la variable dependiente, los actores a examinar, las variables neo-
funcionales y la exclusión de los factores extra-regionales.79
La versión revisada del esquema del neo-funcionalismo de Joseph Nye, es claro
al indicar que el potencial de integración en el punto de partida, presenta, al menos,
cuatro condiciones estructurales: a) igualdad económica o simetría de las unidades;
b) el valor complementario de la elite; c) la existencia del pluralismo (grupos asociados
modernos); y d) capacidad de los Estados miembros para adaptarse y dar una
respuesta. Igualmente, el potencial de integración supone tres condiciones que deben
ser fielmente atendidas: a) una distribución equitativa de los beneficios; b) la percepción
de una dependencia o dominación externa; y, c) costos bajos de exportación. Bajo
circunstancias adecuadas, los gobiernos de las organizaciones regionales (UE,
ANSEA, UA) determinan el grado de aumento o disminución de sus actividades, y se
ponen en marcha una serie de mecanismos: 1) el impacto en actores externos; 2) el
levantamiento de transacciones; 3) el enlace funcional; y, 4) la vinculación deliberada
más allá de los lazos funcionales iniciales, formación de grupos regionales no-
gubernamentales, socialización de elites participativas y un atractivo de identidad
creado por el nuevo centro de actividad.
Estos mecanismos del proceso producen en su momento, cuatro posibilidades
de resultados: a) politización, b) redistribución, c) externalización, y d) reducción de
alternativas. La politización, implica una controversia y resulta de la divergencia
de interpretaciones que se da al involucrar varios grupos y aumentar la visibilidad de
las instituciones centrales. La redistribución, es resultado del impacto diferencial
de la organización sobre los grupos dentro de los Estados y a través de éstos. La
externalización, aparece según como se da la integración y los gobiernos miembros
son forzados de manera creciente a apoyar una posición externa colectiva frente a
terceras partes que no participan. Por último, la reducción de alternativas, se refiere
precisamente al estrechamiento del margen de maniobra y opciones a los que toman
las decisiones políticas en la medida en que avanza la integración. Estos resultados
sirven de retroalimentación al potencial de integración, estableciendo el ciclo en un
proceso continuo.
79
Ver a VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Sistemas Políticos Comparados, Capítulo VI las
aportaciones de Todd Landman, op. cit., pp. 195-232.
94 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
80
Ver como otro ejemplo el caso de la Organización de Estados Americanos y la instalación
de los Estados Unidos como hegemonía regional soberana.
81
Alger, Ch, op., cit, pp.136-139.
CAPÍTULO 3 FUNCIONALISMO E INTEGRACIONISMO EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 95
82
Alger, Ch, op., cit, p. 140.
CAPÍTULO 3 FUNCIONALISMO E INTEGRACIONISMO EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 97
los futuros sistemas globales, con miras a evitar las fronteras de actividades y jerarquías
en las relaciones externas de sus actividades funcionales, lo que inhibe la colaboración
de unidades nacionales y la concatenación de unidades sub-nacionales.
REFLEXIÓN FINAL
83
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, La política comparada ante las grandes pugnas
modélicas. Crisis y transformación de los sistemas políticos modernos, FCPS, UNAM, México,
2010. Revisar los Capítulos VI India, pp. 259-367, y VII China, pp. 369-506.
CAPÍTULO 3 FUNCIONALISMO E INTEGRACIONISMO EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL 99
100BLANCA
101
CAPÍTULO 4
VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA
EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DE LA SOCIEDAD GLOBAL
SUMARIO
PREÁMBULO
84
Un interesante enfoque marxista del fenómeno nos lo brinda MARINI, Ruy, Mauro, “Proceso
y tendencias de la globalización capitalista”, en La Teoría Social Latinoamericana. Cuestiones
Contemporáneas, Ruy Mauro Marini y Margara Millán (coord.), UNAM y El Caballito, México,
1996, pp. 49-68.
102 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
85
HELD, David, “Sovereignity, National Politics and the Global System”, en Political and the
Modern State, Polity Press, Oxford, 1989.
CAPÍTULO 4 VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA ... 103
86
KAISER, P., “Transnational Relations as a Threath to the Democratic Process”, en
Transnational Relations and World Politics, Keohane y Nye (eds.), Harvard University Press,
1981. También ver: KEOHANE, Robert y NYE, Joseph, Power and Interdependence in World
Politics, Little Boun and Company, Boston, 1977. Destaca asimismo: LANDER, Edgardo,
Modernidad y Universalismo, Rectorado de la Universidad Central de Venezuela, UNESCO,
Editorial Nueva Sociedad, Venezuela, 1991.
87
CHALMERS, Douglas: An End to Foreign Policy: the U.S. and Internationalized Politics,
The Columbia University Press, 1991.
88
ROUSENAU, James: “Turbulence and Sovereignity in World politics: Expalining the Relo-
cation of Legitimacy in the 1990s an Beyond”, en Globalization and Territorial Identities, Princeton,
Princeton University Press, 1990.
89
AMIN, Samir, Los Desafíos de la Mundialización, Siglo XXI-UNAM, México, 1997.
90
ARÓN, Raymond, Peace and War: a Theory of International Relations, Doubleday, Nueva
York, 1966.
91
Keohane y Nye, 1977, op. cit.
92
CARDOSO, E., y FALETO, E., Dependencia y Desarrollo en América Latina, Siglo XXI,
México, 1971. También IANNI, Octavio, Dialéctica de la Dependencia, ERA, México, 1973.
93
Wallerstein, Immanuel, The Modern World System, Academic Press, Nueva York, 1974.
104 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
94
ROUDEMETOF, Víctor, “Globalization Analyses and the theory of the Civilizing Process”,
Paper presented at The World Congress of Sociology, Bielifeld, Alemania, 1994.
95
Vale la pena citar algunas reflexiones que a este respecto hace el investigador mexicano
Carlos M. VILAS, en su ponencia “Seis Ideas Falsas sobre la Globalización (Argumentos desde
América Latina para la refutación de una ideología)”, que presentó en el XXII Coloquio
Internacional de Primavera, CRI-FCPS-UNAM, mayo de 1997. Planteadas de manera muy
resumida estas proposiciones son las siguientes:
"
La globalización es un fenómeno nuevo. (De hecho es un proceso de desarrollo multisecular
y añejo).
"
Se trata de un proceso homogéneo. (En realidad involucra desenvolvimiento desigual en
sus diferentes niveles y dimensiones, actores o sujetos y está sometido a numerosas
tensiones y presiones).
"
Conduce a la homogenización de la economía mundial, superando a la larga las diferencias
entre desarrollo y subdesarrollo, y entre países y regiones pobres y ricos. (La evidencia
muestra que no disminuyen las desigualdades ni las contradicciones, por el contrario,
reproduce y acentúa, en escala mundial, el desarrollo desigual y combinado de las
relaciones y producciones materiales y culturales).
"
La globalización encamina al progreso y al bienestar universal. (Al respecto el Banco
Mundial señaló en 1995 que: “La desigualdad, tanto entre las distintas regiones como
dentro de los países, sigue siendo una característica significativa de la economía mundial
(…) Es muy probable que en los próximos decenios la disparidad entre ricos y pobres
aumente y se agudice la pobreza”).
"
La globalización de la economía lleva a la globalización de la democracia. (La idea de la
funcionalidad de la globalización económica con la democracia es típica de una concepción
vulgar de una y otra, notoriamente auspiciada, difundida y financiada por algunos ‘think
tanks’ del stablishment político conservador de los Estados Unidos y recogida por
organismos financieros internacionales como el FMI, el BIRF y el BID. De hecho, lo que
se observa es la capacidad de la globalización capitalista para imponerse en una gran
variedad de contextos institucionales en los que la característica común es el carácter
restringido de la participación popular, o su mediatización por una red de mecanismos
institucionales o de facto).
"
La globalización acarrea la desaparición progresiva del Estado, o al menos una pérdida
de importancia del mismo. (Esta idea revela el parentesco directo entre la ideología
ligera de la globalización y el neoliberalismo, y es expresada de manera maniquea: la
expansión global de los mercados tiene como contracara la retracción de los Estados; la
CAPÍTULO 4 VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA ... 105
98
ZABLUDOVSKY, Gina, “Los retos de la Sociología frente a la globalización”, en Perspectivas
y Problemas Teóricos de Hoy, Sociológica, Año 7, No. 20, UAM, México, 1992, p. 34.
99
Para analizar las recientes transformaciones de las relaciones internacionales y de la
organización internacional, DiMuccio y Rousenau (op. cit., 1992) proponen el enfoque de la
“teoría de la turbulencia”. De acuerdo con ella, cualquier sistema internacional es considerado
“turbulento” cuando sus parámetros pasan por cambios sustantivos en el número de los actores
y sujetos, en la extensión de sus diferencias y en el rango, profundidad y complejidad de las
interdependencias. Estas circunstancias afectan a su vez las propias acciones, metas y los
actores y sujetos.
CAPÍTULO 4 VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA ... 107
100
FURTADO, Celso, El Capitalismo Global, FCE, México, 1999. // ALEXANDER, T., Fien
de Siecle Social Theory, Verso, London, New York, 1995, p. 11. // STOMKA, Piotr, The Sociol-
ogy of Social Change, Blackwell, Publisher, London, 1993, p. 92. Según opinión que comparten
estos tres autores, en años recientes la situación descrita se observa en la transición “del
comunismo al capitalismo”, esto es, se considera que muchas de las sociedades poscomunistas
se han caracterizado por una prevaleciente actitud “pro-occidental” y poco crítica que se expresa
como el deseo de ser considerados como “parte de Europa” y de negar toda su relación con el
mundo “pre-occidental” o “pre-civilizado”.
101
MAZLICH, Bruce: “An Introduction to Global History”, en Conceptualizing Global History,
Westwiev Press, 1993, pp. 2-9. Uno de los debates que quizá sean más ricos dentro de los que
adoptan esta perspectiva es la que llevan a cabo los historiadores en torno a la definición de
distintas concepciones sobre la “historia universal”, “historia internacional, “historia mundial
contemporánea” e “historia global”. Preocupados por esta cuestión, los científicos sociales han
llamado la atención sobre una serie de preguntas que todavía no parecen tener una respuesta
definitiva: ¿A partir de cuando se inicia la “historia global”?; ¿es la “historia global” sinónimo de
“historia contemporánea”? o ¿se trata más bien de una perspectiva de análisis de los fenómenos,
o de ciertos temas o problemas que se adoptan en la investigación social independientemente
de la época que se estudie?
108 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
102
ROBERTSON, R., “Globality, Global Culture and Images of World Order”, en Social Change
and Modernity, Edited by Hanz Hakerkaf and Neil J. Smelser, University of California Press, pp.
298-399, 1992. Este autor considera que además del “sistema mundial” el científico social
interesado en los fenómenos globales tiene que tomar en cuenta al “individuo”, las sociedades
como tales y la “humanidad”.
CAPÍTULO 4 VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA ... 109
103
En efecto, el político checoslovaco se convirtió en un líder de talla mundial para las
aspiraciones más genuinas de llevar a cumplimiento los ideales marcados por pensadores
como Montesquieu, Locke y sobre todo Kant. En contraste, el ex dictador serbio fue tomado
como el prototipo de las tendencias más retrógradas en el intento de introducir criterios étnicos
en los asuntos políticos a semejanza de lo ejecutado por el nazismo inspirado en las ideas de
Hitler y Rosenberg.
104
Sin pecar de reiterativos, señalaremos que la sociedad global es un fenómeno que requiere,
por su enorme complejidad, de un estudio mucho más cuidadoso y profundo que lo que aquí
hemos apenas esbozado. Tratando de sistematizar un asunto tan abundante en determinaciones,
CAPÍTULO 4 VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA ... 113
Las transformaciones que están ocurriendo desde la segunda mitad del siglo an-
terior, pueden ser percibidas como las manifestaciones de una ruptura histórica más
o menos drástica y general, con implicaciones teóricas y prácticas fundamentales.
Son mutaciones repentinas y lentas, parciales y totales, visibles e invisibles,
sorprendiendo a unos y a otros en todos los lugares y que están marcando la pauta a
seguir en la organización internacional de la sociedad global. Como lo enfatiza Octavio
Ianni,105 la geografía y la historia parecen haber entrado en un nuevo ciclo donde han
adquirido movimientos inesperados y dimensiones sorprendentes. Realidades
geográficas e históricas que parecían estables o superadas resurgen de pronto, al
mismo tiempo que diseñan nuevos mapas del mundo y nuevos marcos de referencia
para el sistema de relaciones internacionales y del propio subsistema de la organización
internacional. Se sacuden también los contextos mentales, sociales y las normas de
referencia, generando contratiempos y preocupaciones, o crisis y conflictos, tanto
como perspectivas y horizontes. Se inicia otro ciclo de la historia, otros modelos de
organización de la sociedad internacional y nuevas concepciones de lo que debe ser
una institucionalización verdaderamente universal de las relaciones internacionales,
amén que se están gestando nuevos escenarios para las fuerzas y las luchas sociales
como el combate frontal a la pobreza, la marginación y las graves asimetrías que
produce y exacerba a diario el modelo global en turno y frente a las que poco han
podido hacer la cooperación y los organismos internacionales.
Son muchas las dudas y las interrogantes sobre los significados, tendencias y las
implicaciones de la sociedad global que nos ha tocado vivir. Algunas veces los
cuestionamientos están basados en el parámetro representado por la sociedad
Anthony McGREW, en su ensayo “A Global Society?” (en Stuart Hall, et. al., Modernity, Polity
Press, Cambridge, 1995, pp. 466-503), presenta una clasificación muy ilustrativa de los enfoques
sobre el rubro. Allí se expresa que los análisis sobre la sociedad global se pueden dividir en dos
grandes vertientes: los que ponen el acento en una sola causa como determinante de la acción
y los que enfatizan el carácter multicausal del fenómeno. Obviamente se trata de una ordenación
inicial y esquemática que, sin embargo, ha sido considerada útil para estructurar un acercamiento
a la discusión sobre la materia. En la línea monocausal, McGrew resalta los trabajos de tres
autores: Wallerstein, Rosenau y Gilpin. Wallerstein (Historical Capitalism, 1983) introdujo en el
seno de las ciencias sociales el concepto de sistema mundial y ha puesto el acento en la
importancia del capitalismo en el proceso de la sociedad global. Rosenau (The Study of Global
Interdependence, 1980) asocia la existencia de la sociedad global con el proceso tecnológico y
en especial con la expansión de las compañías transnacionales. Gilpin (The Political Economy
of International Relations, 1987), por su lado, destaca los aspectos politico-militares de la
integración internacional, su perspectiva se centra en el auge y descenso de los poderes
hegemónicos en el sistema interestatal. Por cuanto a la vertiente multicausal, se ubican dos
pensadores: Giddens y Robertson. Conforme al primero (The Consequences of Modernity, 1990)
se pueden reconocer al menos cuatro factores que inciden en la conformación de la sociedad
global: el sistema económico capitalista, el sistema interestatal, el complejo militar y el proceso
de industrialización. Robertson (Mapping the Global Condition, 1990) expresa que el mayor
desafío de la teoría social hoy en día es considerar la trayectoria de la sociedad global en un
sentido plural para ir más allá de los modelos establecidos en cuanto a política, la economía y
el derecho internacional.
105
IANNI, Octavio, La Era del Globalismo, Siglo XXI, México, 1999. Se recomienda la lectura
del capítulo 8 (La Idea del Globalismo), pp. 155-181.
114 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
106
Como vimos en nuestro Capítulo 2, lo cierto es que las transnacionales pierden sus
raíces progresivamente, planeando y concretando sus actividades en términos de geoeconomías
propias, muchas veces ajenas a las peculiaridades e idiosincrasias de los gobiernos nacionales
y de las organizaciones internacionales, principalmente las de naturaleza y funcionamiento
económicos.
107
Ianni, Ibidem, p. 173.
CAPÍTULO 4 VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA ... 115
108
IANNI, Octavio, La Sociedad Global, Siglo XXI, México, 1998. Del mismo Ianni, consultar:
Teorías de la Globalización, México, Siglo XXI, 1996. Indica el autor en este último trabajo, que
el globalismo desafía tanto a las naciones y a las nacionalidades como a las más diversas
corrientes teóricas de las ciencias sociales, las cuales se enfrentan a los desafíos de la sociedad
global, por la originalidad como objeto de reflexión y por la urgencia de su interpretación. Son
tantos y tales los retos así generados que en todo el mundo las ciencias sociales buscan y
rebuscan conceptos, categorías e interpretaciones.
116 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
proyección universal que sólo pueden ser encarados de manera eficaz reconociendo
esa proyección, y adoptando acciones y estrategias también de proyección global, o
por lo menos internacional o regional. Es, por supuesto, el caso de los temas centrales
de la nueva agenda político-social internacional, como el medio ambiente y la paz y
seguridad individual y colectiva. A esto podemos agregar la problemática que
representa una organización internacional desorganizada y fraccionada, de un derecho
internacional mediatizado, al igual que múltiples problemas sin resolver en materias
de derechos humanos, migración, desarrollo, desarme, endeudamiento externo y las
condiciones leoninas de pago impuestas a los países deudores. En conjunto, estos
temas y problemas, y otros muchos más que dificultan y obstruyen el progreso colectivo,
diseñan lo que podría denominarse –en lenguaje de Carlos M. Vilas– una “agenda
hacia una ciudadanía global” o “agenda para una conciencia global de la ciudadanía”,
que busca convocar a la acción por encima de las fronteras nacionales y de las
organizaciones intergubernamentales de corte tradicional.
En efecto, junto con el desarrollo progresivo de tal agenda, y bajo el embate
persistente de la globalización, tienden a intensificarse amplias redes de expresiones
asociativas, genéricamente denominadas ONG, o “sociedades civiles
internacionalmente organizadas”, que abarcan una enorme variedad de casos –-hoy
se cuentan más de 4000 de ellas–: locales, nacionales, transnacionales; orientadas
hacia temas específicos o sectoriales o hacia cuestiones globales. En el devenir de
la actual sociedad global, la eficacia de estas organizaciones, su autonomía efectiva
respecto del Estado soberano y las corporaciones, el tipo de relaciones que mantienen
con las colectividades humanas, son extremadamente variadas y han motivado
intensas e inacabadas discusiones en todos los ámbitos del conocimiento social,
económico, político, jurídico, cultural e ideológico.
Muchas de ellas han probado ser simples fachadas de los grandes actores de la
globalización financiera y de la penetración neocolonial de las grandes potencias
–cuando no una forma simulada de beneficencia o de “ayuda no oficial al desarrollo”.
Pero en otros casos, afortunadamente la mayoría y que son los que nos interesa
rescatar en esta percepción humanista de la sociedad global, esas ONG han probado
ser de un valor estratégico para la introducción y la promoción de muchos de los
temas que integran el contenido de los programas de la organización internacional
general y que se incorporan a una agenda global alternativa, de inusitada importancia
para los hombres y los pueblos que pugnamos por un “orden en el desorden imperante”,
incluyendo la lenta pero progresiva sensibilización de algunas organizaciones e
instituciones políticas respecto de dicha agenda de la asociativa global.
Además, un aspecto relevante, en especial para la dimensión que hoy están
adquiriendo las relaciones internacionales y la organización internacional, se explica
en el hecho de que a pesar del sesgo y de los efectos desequilibrantes y asimétricos
que involucra la construcción de la sociedad global, esta situación está ayudando,
contradictoriamente, al progresivo desarrollo de lo que algunos autores como el propio
Vilas (1994) han denominado “globalización de la idea de justicia”. La desregulación
de innumerables actividades de las sociedades nacionales e internacional, es como
los medios de comunicación o la Internet, permiten por un lado el tráfico de mucha
chatarra informativa e incluso su utilización con fines ilícitos y atentatorios a la dignidad
y la libertad humanas; mientras que, por el otro, facilitan la socialización de información
alternativa, o de confrontación con los poderes autoritarios del Estado y de las firmas
CAPÍTULO 4 VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA ... 117
transnacionales, que ya no pueden ser censurados por aquél o por éstas. Claro está,
es incuestionable que no todo lo que circula por estas vías puede interpretarse como
proveniente de los ámbitos más democráticos o progresistas de la sociedad, pero
buena parte de lo que se transmite cuestiona seriamente las fuerzas que impulsan el
uso irrestricto del poder, el control de la producción y el consumo, incluidas las ideas,
o la globalización financiera del capital y sus efectos más denostables. Es atendible
después de todo, que esta actividad, ahora aún desregulada, ha incrementado y
acelerado el acceso de información entre los nuevos actores de la agenda global.
Hay pues una relación directa e innegable, entre la construcción de la sociedad de la
información y la construcción de la sociedad civil internacionalmente organizada.
En suma, todo lo expuesto explica por qué la sociedad global es captada no nada
más como un conjunto de sesgos e inercias negativas, sino como el desafío para
encontrar vías de oposición y de alternativa a tales impulsos y desviaciones. Por
supuesto, los avances en el conocimiento y en la gestación de una conciencia
de identidad y ciudadanía global son todavía mucho mayores que en términos de
capacidad para generar impactos en las políticas estatales y en el comportamiento
de los súper-monopolios depredadores. Pero sin el desarrollo de esta conciencia, es
imposible pensar en avanzar al terreno de los resultados concretos, especialmente
en los de un nuevo orden político internacional. Y es que, precisamente, esta idea de
ciudadanía global no emerge espontáneamente o por el simple desarrollo inercial
de la sociedad globalizada; como toda ciudadanía, es el producto de la resistencia a
la opresión y de la lucha por un mundo mejor. De otra manera, como lo reafirma Vilas,
“Sin una voluntad de confrontación a lo presente, hasta la idea de futuro carece de
sentido”.109
Por otro lado y en el mismo orden de ideas, también es cierto que el desarrollo
descansa, antes que nada, en factores endógenos, tales como la modernización del
Estado, la estabilidad institucional, el estado de derecho, la justicialidad de la vida
social, la transparencia en el manejo de la cosa pública, el respeto a los derechos
ciudadanos, los equilibrios macroeconómicos, los incentivos para la inversión nacional
y el ahorro interno, y la capacitación de los recursos humanos. En la sociedad global,
que concebimos desde la perspectiva emancipara de la ciencia social crítica, nada
de esto puede importarse de afuera ni delegarse en el liderazgo de los agentes
transnacionales. Como lo ratificara Aldo Ferrer (1997), el desarrollo no es posible sin
respuestas viables al dilema del crecimiento integral en un mundo global. Este dilema,
a nuestro parecer, sigue descansando en el ejercicio de la libertad de maniobra con
que cuenta cada país; y, el hecho de que esa libertad se asuma para aceptar
incondicionalmente las reglas del juego establecidas, adoptar estrategias inviables o
iniciar caminos alternativos de desarrollo, depende más de los factores internos que
de las restricciones del contexto externo. Y como bien lo enfatiza el estimado mentor
Enrique Ruíz García, hay que tener cuidado con la visión fundamentalista de la
globalización ya que indudablemente se trata de una versión moderna del absolutismo
109
VILAS, Carlos, M., “Participation, Inequality, and the Whereabouts of Democracy”, en D.
Chalmers, C.M. Vilas, et.al. (eds.), The New Politics of Inequality In Latin America, Oxford,
Oxford University Press, pp. 3-42. De Vilas también están: Violencia Política, Legitimidad y
Fragmentación Social, Foro Internacional, y Violencia y Políticas Públicas en América Latina,
Caracas, CENDES, Universidad Central de Venezuela, 1996.
118
como un todo y en sus partes. En esta lógica, cuando lo observamos desde una
perspectiva amplia, de largo plazo, el Estado-nación se revela también como un proceso
histórico problemático, contradictorio y transitorio que, en una época, se definía por la
soberanía, real o anhelada, amplia o limitada; en tanto que en los tiempos actuales se
vuelve a modificar, pero ahora radicalmente: de manera progresiva, ahora lentamente,
a veces de modo repentino, esto es, se transforma en provincia de la sociedad glo-
bal; del mismo modo que las organizaciones interestatales se convierten en conjuntos
de provincias de esa misma sociedad global. La soberanía cobra pues, otro sentido
histórico.
En el lenguaje social actual es común advertir que las condiciones para la
formulación e implementación de proyectos nacionales soberanos son drásticamente
afectadas por la globalización, o bien únicamente se hacen posibles cuando
contemplan las poderosas determinaciones y designios externos, transnacionales y
propiamente globales. A partir de la época en que este proceso se constituye como
una nueva realidad, conformando una nueva totalidad histórica, cuando las fronteras
son anuladas o modificadas, la soberanía se transforma en figura retórica. Al debilitarse
el Estado-nación, inmediatamente surgen provincialismos, nacionalismos,
regionalismos, etnicismos, fundamentalismos, o sea, nuevos surgimientos que
expresan tanto reivindicaciones e identidades antiguas como la decadencia del Estado-
nación como instituto de soberanía. De ahí que entonces, hablar, por ejemplo, de
“transferencia” de soberanía del Estado a las organizaciones internacionales para
darles vida y sustentación de poder de decisión autónomo pase a ser, más que antes,
un enunciado retórico sin ningún fundamento.
Desde otra arista, paulatinamente los actores clásicos de las relaciones
internacionales, los Estados-nacionales, son empujados a organizarse alrededor de
un “actor” nuevo y diferente: la “comunidad” regional, es decir, son varias las
constelaciones de países en los que el Estado-nación aparece subordinado, tal y
como está sucediendo en Europa, América, Rusia, Sudeste de Asia y en el Pacífico.
Así, quienes ven en la globalización un conjunto de variadas y poderosas fuerzas
que hacen anacrónico el Estado-nación y quimérica a la soberanía, al mismo tiempo
que se crean exigencias de ordenamiento político mundial, no dudan en afirmar la
insuficiencia del paradigma de las relaciones internacionales que da prioridad al
Estado-nación como figura principal, actor de la soberanía. En este ambiente, se
considera, surgen otros actores, diferentes estructuras de poder, distintas
polarizaciones de intereses, nuevas condiciones de convergencia y antagonismos
entre Estados soberanos, grupos sociales, clases sociales, fuerzas transnacionales,
movimientos de opinión pública, organizaciones supranacionales, fundamentalismos,
corrientes de pensamiento.
Este es el contexto en el que el susodicho paradigma tradicional de las relaciones
internacionales comienza a ser superado, o subordinado por el nuevo. Uno que
corresponde a la dinámica de la sociedad nacional, del Estado-nación, en el que
sobresale el supuesto de la soberanía. Otro, ligado a la dinámica de la sociedad
global, que incluye relaciones, procesos y estructuras de dominación y apropiación
peculiares, implica movimientos de integración y antagonismos originales, y hace
posible –no se olvide– soberanías y hegemonías desconocidas. En un mundo
globalizado, cuando se modifican, transforman, recrean o anulan fronteras reales o
imaginarias, los individuos nos movemos en todas direcciones, cambiamos de país,
CAPÍTULO 4 VISIONES TEÓRICAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y SU INFLUENCIA ... 121
REFLEXIÓN FINAL
110
ARNAIZ, Amigo, Aurora, Soberanía y Potestad, DGPFE, UNAM, México, 1999.
122 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
CAPÍTULO 5
LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES
Y LAS VISIONES ÉTICO-NORMATIVAS DE LA ORGANIZACIÓN
INTERNACIONAL
SUMARIO
PREÁMBULO
111
MAYER, P., RITTBERGER, V. y ZÜRN, M., “Regime Theory. State of Art and Perspec-
tives”, en V. Rittberger (ed.) Regime Theory and International Relations, Oxford University Press,
New York, 1997, p. 398.
124 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
112
MARQUÉS, Rueda, Efrén Gustavo, La solución pacífica de controversias en la agenda
jurídico-política de las relaciones internacionales contemporáneas. Alcances y límites de la
Corte Internacional de Justicia, FCPyS-UNAM, México, 2011, p. 24. Tesis de doctorado.
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 125
113
KRASNER, Stephen D., “Structural Causes and Regime Consequences: Regimes as
Intervening Variables”, en S. Krasner, ed., International Regimes, Ithaca, N.Y., Cornell Univer-
sity Press, 1983, p. 2.
114
De esta suerte, la realidad internacional comienza a interpretarse en términos de globalidad
y la teoría de las relaciones internacionales genera un nuevo paradigma de interpretación, el
globalista, que surge frente al modelo estatocéntrico del realismo dominante durante el bipolarismo
y a partir del fracaso de las teorías de la integración regional, motivadas por el fenómeno comunitario
de los años sesenta.
126 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
115
SCOTT, J., Small States and Security Regimes. The International Politics of Nuclear Non
-proliferation in Nordic Europe and the South Pacific . University of Press of America, Maryland,
1995, p. 12.
116
KRATOCHWIL, F. y RUGGIE, J. G., “International Organization: A State of the Art or An
Art of the State”, en International Organization, vol. 40, No. 4, 1986, p. 768.
117
HASENCLEVER, A., MAYER, P., y RITTBERGER, V., Theories of International Regimes,
Cambridge University Press, Cambridge, 1999, p. 9.
118
J. Scott, op cit., p. 16.
128 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
119
KEOHANE Robert y NYE, Joseph, Poder e Interdependencia. La política mundial en
transición, Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano, 1998, p. 59.
120
KEOHANE, Robert, Instituciones Internacionales y poder estatal: Ensayos sobre teoría
de las relaciones internacionales, CEI, Argentina, 1993, p. 111 (ver capítulos 4 y 5).
121
Ibidem, p. 112.
122
LITTLE, Richard, “International Regimes”, en John Baylis y Steve Smith, ed., The Global-
ization of World Politics. An introduction to International Relations, Oxford University Press,
1997, pp. 231-247.
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 129
123
Se dice que aun cuando se busca precisión, puede siempre agregar detalles sin resolver,
cuestiones avanzadas de interpretación que surgen cuando los actores aplican el lenguaje legal
a la vida real.
130 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
124
Keohane, op. cit., p. 112.
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 131
125
KRASNER, Stephen. Conflicto estructural: el Tercer Mundo contra el Liberalismo Global,
Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano, 1989.
126
A. Hasenclever, op. cit., p. 18.
127
Ibidem.
128
BOULDING, Kenneth, Ecodynamics, A new theory of social evolution, Londres, Sage De
Nevers, Renée, 1978.
132 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
129
Adler, Emanuel y Haas, Peter (1997) “Conclusion: epistemic communities, world orders,
and the creation of a reflective research program”, Columbia University, N.Y., 1997.
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 133
130
J. Scott, op. cit. p. 21. De este modo un análisis completo de los orígenes de los regímenes
internacionales deberá transitar el triple camino de las relaciones de poder, las constelaciones
de intereses y la construcción de significados. Las relaciones de poder nos permitirán diferenciar
Estados generadores y Estados receptores e identificar para cada uno de ellos los intereses en
juego. Y esta comprensión nos permitirá abordar los procesos de construcción de significado
en dos instancias analíticas: la creación de significados que subyace a la definición de los
intereses de los estados generadores y la creación de significados intersubjetivos que luego se
derraman entre todos los actores del sistema.
134 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
de sus prescripciones para mejorar la visión ético-normativa que nos interesa: Terry
Nardin, Klaus-Gerd Giesen, Crhis Brown, Seyom Brown y Hans Kung.
131
NARDIN, Terry, Law, Morality and the Relations of States, Princetton University Press,
Princetton, New Jersey, USA, 1983.
132
Así, se afirma que la primera dificultad con las teorías del derecho internacional, es la
manera en que ellas caen en contradicciones con relación al bien o a lo recto, es decir, por una
parte, postulan un primer orden no justo de valores, entendido como deseos y necesidades
individuales de los Estados, y por la otra, un orden de valores más alto que se establece
cualitativamente en el nivel del pluralismo de la sociedad internacional en el que cada Estado
puede tener el derecho de perseguir sus propios fines y su propia concepción de lo bueno y de
lo recto, sin más límite que el derecho y las concepciones de los demás sujetos de derecho
internacional.
136 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
133
HOFFMAN, Mark, “States, Cosmopolitanism and Normative International Theory”, Para-
digms: The Kent Journal of International Relations, Vol. 2, 1988, p. 66.
134
GIESEN, es citado por Mark NEUFELD (profesor de la Universidad de Trent en Canadá),
en varios de sus trabajos, principalmente en la Conferencia que impartió en junio de 2002 en la
División de Estudios de Posgrado, FCPS, UNAM, México, sobre “La ética internacional crítica
en las Relaciones Internacionales”.
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 137
135
BROWN, Chris, International Relations Theory: New Normative Approaches New York,
Columbia University Press, 1992.
136
BROWN, Chris, “International Theory and International Society: the Viability of the Middle
Way?”, Review of International Studies, Vol. 21, Columbia University Press, Nueva York, 1995.
138 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
ética orientada más a lo bueno que precisamente al derecho; por la otra, podría
argüirse que las formulaciones de Brown tienden más a reordenar o acomodar las
diferentes proposiciones teóricas de otros pensadores que a desarrollar suposiciones
convencionales acerca de la ética en el derecho y en las relaciones internacionales. Y
como ejemplo, es importante destacar la aceptación que el autor hace de la muy
problemática distinción –hasta hoy no resuelta de manera consensada y convalidada–
entre teoría “normativa” y “no normativa”.
Otra aportación destacable en Brown es la de llamar la atención sobre el problema
de la delimitación de la ética a los procedimientos de la moralidad, sin ir más allá, es
decir, separada de las discusiones acerca de las distinciones cualitativas de lo bueno.
A este respecto, recordemos que una noción más amplia de ética no separa, sino
más bien vincula lo justo y lo bueno, permitiendo así mayor margen de acción al
derecho. La ética determina de esta manera, al situar el bien por encima de lo correcto,
el tipo y la calidad del derecho internacional que la sociedad va a disponer y,
consiguientemente, del sistema de relaciones internacionales e interacciones
organizativas que se van a desarrollar.
El contraste entre la teoría moral que surge orientada al derecho y la que parece
oponerlo a lo bueno desafía muchas de nuestras presunciones básicas sobre la ética
internacional. Si es cierto que la mayor teorización acerca de la ética internacional se
realiza sobre alguna variante de la teoría del derecho, entonces esto sitúa los de-
bates establecidos entre liberales-kantianos y realistas-utilitarios en un nuevo
escenario: el de la convergencia y la complementariedad. De manera específica, ello
nos invita a pensar este debate en términos ambivalentes, o sea, tan real como limitado,
como real y limitada aparece hoy ante nuestro entendimiento, la polémica que se da
entre neoliberales y neorealistas y que define en buena medida el actual discurso
norteamericano de las Relaciones Internacionales. En otras palabras, los esfuerzos
intelectuales de nacionales y extranjeros, deben encaminarse a retomar el discurso
teórico-empírico de la disciplina de las Relaciones Internacionales, y por supuesto de
la Organización Internacional, empero orientándolo paralelamente al campo de la
ética internacional y del derecho universal. Coincidimos con un sector la expansión
del discurso ético para crear un escenario de encuentro de articulaciones en pugna
sobre lo bueno, resulta ser un imperativo si de lo que se trata es no incurrir en la
desarticulación en que generalmente ha caído la teoría normativa.
137
BROWN, Seyom, International Relations in a Changing Global System. Toward a Theory
of the World Polity, Westview Press, Oxford, U.K., 1992.
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 139
138
WALTZ, Keneth N., Theory of International Politics, Menlo Park, Addison-Wesley, 1979.
139
Ejemplos de estudiosos interesados en la cooperación internacional y regímenes de
coordinación son, además de los ya mencionados: AXELROD, Robert M., La Evolution de la
Cooperación, Nueva York, Basic Books, 1984; KEOHANE, Después de la Hegemonía:
Cooperación y Conflicto en la Política Económica Mundial, Princeton University Press, 1984; y,
OYE, Kenneth A., ed., Cooperación bajo Anarquía, Princeton University Press, 1986.
140 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
5.2.5. Hans Küng y su visión teórica de una ética mundial para las relaciones políticas
internacionales
140
Estamos convencidos de que existe un asentimiento generalizado por demandar modelos
de organización política que sean prácticos y a la vez justos y éticos. A pesar de las diferencias
culturales, muchos individuos en el mapa mundial percibimos vías para reconciliar nuestros
intereses inmediatos con los de la colectividad, para anteponer la búsqueda del bien común al
mero logro del beneficio personalizado. Mucha gente desea ser tratada éticamente y hacer lo
mismo con los semejantes; deseo que comparten muchos actores y sujetos del escenario glo-
bal. En diferentes campos y niveles, hay actitudes de individuos y grupos que propenden a la
legitimidad política y jurídica que debe subyacer a toda autoridad gubernamental nacional e
internacional.
141
KÜNG, Hans, Una ética mundial para la economía y la política, FCE, México, 1a. edición
en español, 2000. El autor divide su contribución en dos grandes partes, la primera se refiere a
la política mundial entre política real y política ideal; y la segunda, a la economía mundial entre
Estado de bienestar y neocapitalismo. Sin demérito de la importancia que tiene esta última para
la vida del mundo actual, me referiré a la primera parte la cual recomiendo ampliamente para su
discusión y análisis. Él la subdivide en cinco apartados principales íntimamente ligados: i) ¿Otra
vez la vieja política real? Política mundial al viejo estilo: Kissinger. ii) Contra la política-ideal
moralizante. Ensayo de una nueva política: Wilson. iii) Política de responsabilidad. Rasgos
generales de un nuevo paradigma de política. iv) Etica mundial como fundamento de la sociedad
mundial. Retos y propuestas. Y, v) Paz mundial. Reto para las religiones del mundo ¿Colisión o
paz entre civilizaciones?
142 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
142
MORGENTHAU, H. J., “La realité des normes; en particulier des normes du droit interna-
tional”, París, 1934.
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 143
143
ROSENAU, J. N., Turbulence in World Politics. A Theory of Change and Continuity,
Princeton, N. J., 1990.
144
Destaca Küng que también en la ciencia política ‘realista’ se presta cada vez más atención
al problema de la responsabilidad ética global. Como ejemplo, le admira que un politólogo como
John C. Garnett (Universidad de Gales), en su informe intitulado “El interés nacional a examen”,
144 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
concluya que uno de los “inconvenientes principales” de la postura que orienta la política exte-
rior desde el interés nacional es que “acentúa más el ‘recibir’ que el ‘dar’,” y tiene muy poco en
cuenta “que los Estados, además de intereses, tienen también responsabilidades y obligaciones”.
145
FALK, Richard, On Humane Governance. Toward a New Global Politics. The World Order
Models Project Report of a Global Civilization Iniciative, Cambridge, EUA, 1995.
146
Por ejemplo A. MacIntyre, R. Rorty, M. Focault y R. Bubner, en Hans Küng, Proyecto de
una ética mundial, Madrid, 1991, 1998, pp. 62-64.
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 145
147
Como en el caso de J. F. Lyotard y W. Welsch.
148
Estándar (originalmente “estandarte”, “bandera” oficial) significa hoy día algo que se
toma como modelo por el que puede regirse otra cosa; esto es, directriz, regla, norma. Aquí nos
referimos a estándares éticos, o sea, valores, normas, actitudes morales. Ethos, es la actitud
ética fundamental de una persona o de un grupo, mientras que ‘ética’ -aunque no siempre se
hace tal precisión- sugiere la doctrina (filosófica o teológica) de los valores, las normas y las
actitudes morales. En la lengua inglesa, el término griego ethos es poco usual y se traduce
preferentemente por ethic. A su vez, ethics se usa como actitud moral básica y también como
sistema ético, y lo mismo ocurre con el término alemán Ethik.
149
Cuando los miembros de un tratado, por ejemplo en la reciente guerra de Yugoslavia, no
tienen desde el principio la voluntad político-ética (desgraciadamente ni verificable ni requerible)
146 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
cumplimiento del principio fundamental del derecho internacional pacta sunt servanda
(los pactos han de cumplirse), depende decisivamente de la voluntad político-ética
de las partes. Basta con una cláusula secreta (imposible de controlar) como la famosa
de Bismarck rebus sic stantibus, para que el tratado más solemne resulte “armado
con cartón”, de modo que, al cambiar la situación, puede ser declarado unilateralmente
como no vigente y totalmente inaplicable. Al respecto, Max Huber (1874-1960) ya
reivindicaba la relevancia de la distinción entre derecho y actitud ética, en su concepto
de una “ética internacional” que, a su parecer, estaría en el trasfondo del derecho y,
sobre él, lo trascendería, y por tanto no podría fundarse en el derecho mismo.150 Este
y otros internacionalistas destacan enfáticamente y con toda razón, que ni el derecho
ni las costumbres, pueden mantenerse a la larga sin la autoridad de una actitud ética
que los respalde y proceda de otra instancia superior, “una actitud ética que eleve las
costumbres a la categoría de moralidad”.
Por ello, reiteramos nuestra convicción en los valores éticos y normativos
universales, y en su recuperación crítica y dialéctica, para reafianzar el compromiso
que tienen el derecho internacional y las relaciones internacionales para lograr el
orden, progreso y bienestar de la comunidad internacional, a contracorriente de una
dinámica global desprovista de valores humanos y principios naturales supremos. Y
es que ante un derecho internacional, que deja todavía a los Estados soberanos un
amplio margen de maniobra en la organización y las relaciones internacionales, la
actitud ética habrá de tener permanentemente el cometido de ofrecer criterios e
imponer límites a este vasto margen de maniobra y actuación política.
Para nosotros, lo ético y lo normativo, resurgen hoy día con singular empuje y
tienden a ubicarse en lugares privilegiados de la sociedad global y en el vértice de la
argumentación central del pensamiento político de los individuos, los pueblos, los
Estados, las organizaciones internacionales y de las fuerzas transnacionales
representadas por una sociedad civil que se construye a diario con el discurso de la
emancipación y el humanismo ético como distintivo universal. La libertad y la igualdad
son dos valores que luchan por su predominio en el ámbito de la realidad política
mundial, por tanto, la forma como estos valores se consoliden y equilibren en los
marcos axiológicos de la comunidad política internacional, reflejará la tendencia o
ausencia de una ética democrática que humanice las relaciones internacionales y
legitime a la organización internacional de nuestra caótica era.
La teoría internacional, la teoría normativa y la teoría ética internacional, confluyen
necesariamente en el diseño y en la práctica habitual de la política y del poder, donde
las relaciones internacionales son también, en su infinita complejidad, eminentemente
políticas, no obstante que la lógica económica nos muestre la otra cara de la moneda,
el lado más visible y publicitado de las estructuras y los contenidos de la agenda
planetaria. Por tal razón, las aproximaciones teóricas sobre lo moral, lo ético, lo
de respetar el armisticio pactado, de nada sirven los pactos de armisticio suscritos con las
grandes potencias, y tampoco sus garantías jurídicas. Tan pronto como se ofrece ocasión para
ello, se vuelve de nuevo a las armas, bajo los más variados pretextos tanto políticos como
jurídicos (Küng, op. cit., p.145).
150
HUBER, Max, “Prolegomena und Probleme eines internationalem Ethos”, en Die Friedens-
Warte, vol. 53 (1955-1956), No. 4, pp. 305-329 (citado por Küng, op. cit., p. 147).
CAPÍTULO 5 LA TEORÍA DE LOS REGÍMENES INTERNACIONALES Y LAS VISIONES ... 147
REFLEXIÓN FINAL
sin examinar. Para ilustrar esta concepción se revisó en sus líneas generales el
conjunto de contribuciones capitales de cinco estudiosos de la ética internacional y
de los enfoques normativos básicos aplicables a la política, la organización y las
relaciones internacionales: Nardin, Giesen, los dos Brown y Hans Küng, a los que
incorporamos nuestra visión personal del problema.
Con base en ésta, afirmamos que las instituciones de las relaciones internacionales
requieren de un sólido fundamento ético-normativo, pues un nuevo orden mundial no
es excluyentemente jurídico, económico o político, sino integral y total, y no puede
crearse ni estructurarse sólo con leyes, tratados, convenciones, reglamentos y aun
con regímenes. Asimismo, el compromiso en favor de los derechos humanos
presupone una conciencia de la responsabilidad y los deberes, y ello concierne por
igual al pensamiento y al sentimiento de los hombres. En consecuencia, a largo plazo,
la política, las organizaciones y las relaciones internacionales no tienen, ni tendrán
consistencia alguna sin una actitud ética, por lo que difícilmente habrá un nuevo orden
jurídico y político mundial sin una actitud ética mundial.
149
SEGUNDA PARTE
150 BLANCA
151
CAPÍTULO 6
CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA
DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL EN EL ORDEN BIPOLAR
DEL SIGLO XX: SU CONTRIBUCIÓN ACTUAL
SUMARIO
PREÁMBULO
151
Merle, Marcel, op. cit., pp. 27-31.
152 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
152
HIGGINS, Rosalyn, “Western interpretations of international organization as reflected in
scholary writings”, en The Concept of International Organization, op. cit., p. 193.
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 153
153
El artículo 38 del Estatuto de la Corte se refiere a las aplicaciones por parte de ésta, de
convenciones internacionales, costumbre internacional, principios generales de derecho,
decisiones judiciales y enseñanzas de la mayoría de los publicistas altamente calificados.
154
En los últimos treinta años se observa un amplio consenso en la doctrina moderna en el
sentido de que las decisiones o resoluciones de organismos internacionales y de órganos políticos
como la Asamblea General de la ONU, son fuentes de derecho internacional. Para mayor detalle
ver los Capítulos de la presente obra relativos a la producción del Soft Law, y a la función
legislativa general de las organizaciones internacionales.
154 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
155
Para tener una visión más amplia y actual de esta cuestión, se recomienda revisar los
Capítulos antes citados del presente libro.
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 155
156
Cita de la Corte Internacional de Justicia sobre gastos de Naciones Unidas, Informes de
la Corte, 1962, citado por Rosalyn Higgins, op. cit., p. 203.
157
FALK, Richard, AJIL, Vol. 60, 1966, citado por Higgins, op. cit., p. 203.
158
DETTER, Ingrid, Law Making by International Organizations, 1965, citado por Higgins,
op. cit, p 203.
159
Introducción de Michel Virally a la obra de E. YEMIN, Legislative Powers in the United
Nations and Specialized Agencies, Sijthoff, 1969, p. 67.
156 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
fue que los Estados no pueden siempre evitar una obligación legal respecto de las
leyes que no han aprobado. Tanto en Francia, como en Suecia y en Estados Unidos
se manifestó la posibilidad práctica de que un Estado evite el impacto de tales reglas
al participar en un organismo; además, aun cuando los Estados utilicen el término
“poderes regulatorios”, son los poderes legislativos los que se hacen efectivos.
En otro orden paralelo de ideas, dentro de las interpretaciones occidentales de la
organización internacional, se da una discusión sobre el papel que desempeñan, las
oficinas del Secretario General. Hasta hoy se ha logrado un consenso sobre el papel
de un secretariado internacional en el aspecto funcional. De la misma manera, se ha
dado un gran debate respecto a los poderes de operación de la organización
internacional. En forma directa se habla de su capacidad de crear leyes, a la que se
refieren los académicos y estudiosos en la materia; de manera indirecta y en relación
del mantenimiento de la paz, los estudios se han centrado en las actitudes políticas
tomadas por los Estados miembros. Por ejemplo, está la cuestión del fracaso del
Consejo de Seguridad en su afán por hacer cumplir el Articulo 43 de la Carta de las
Naciones Unidas, el cual se refiere a la obligación de los Estados a proporcionar
fuerzas armadas, ayuda y facilidades en el momento en que sea requerido por el
Consejo para mantener la paz y seguridad internacional.
En la guerra fría, las divisiones políticas e ideológicas entre los países occidentales
y orientales impidió repetidamente que los arreglos que llevarían a la formación de
esta obligación, fueran llevados a la práctica. A pesar de todo, aun en la actualidad,
las Naciones Unidas han tenido que tomar decisiones en casos específicos que han
requerido su apoyo en cuestiones militares. La visión occidental, en general, sobre
las actividades militares de las Naciones Unidas, apoya lo establecido en los Artículos
40 y 41 de la Carta, que se refieren a la utilización temporal de medidas o acciones
diplomáticas y económicas de apoyo por parte del Consejo de Seguridad.
Existe un punto de discusión que permanece sobre la mesa y que por supuesto,
crea divergencia de opiniones, y es el dilucidar para no continuar con la confusión, si el
Consejo de Seguridad tiene autoridad suficiente delegada a través del Artículo 24 al
imponer como responsabilidad principal el mantenimiento de la paz, aun cuando los
acuerdos para hacer efectivo el Artículo 43 mencionado no se han llevado a la práctica.
Por otra parte, si es el Consejo de Seguridad el único órgano que tiene esta
responsabilidad, surge también la necesidad de definir si la Asamblea General participa
o no de esta autoridad. Sin duda, se concluye al respecto que el Consejo de Seguridad
puede recomendar medidas para mantener la paz con fundamento en las leyes, pero
es indispensable que exista el acuerdo expreso de los países para llevar a efecto sus
recomendaciones. De aquí se deduce entonces que la Asamblea General ejerce un rol
en el ejercicio de la autoridad, aunque la mayoría de los autores de occidente no se han
detenido a esclarecer a fondo el contenido del artículo 12 de la Carta.160
La relación existente entre la organización internacional y el Estado en cuyo territorio
se lleva a cabo la operación de un grupo militar, resulta ser bastante delicada. Existe un
juego interno que se maneja entre el Estado y las necesidades manifestadas por el
160
El Artículo 12 de la Carta dice en su párrafo 1 que “Mientras el Consejo de Seguridad
esté desempeñando las funciones que le asigna esta Carta con respecto a una controversia o
situación, la Asamblea General no hará recomendación alguna sobre tal controversia o situación,
a no ser que lo solicite el Consejo de Seguridad”.
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 157
161
Higgins, op. cit., p. 201.
162
MOROSOV, Grigorii, “The Socialist Conception of International Organization”, en Abi
Saab, op. cit., p. 173.
158 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
163
BREZHNEV, Leonid, I., Report of the CPSU, XXV Congress, Moscú 1976, en Morozov,
op. cit., p.191.
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 159
164
Morozov, op. cit., p. 176.
160 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
los Estados, hacía otras esferas y sin limitarse a la diplomacia multilateral. Creadas
para solucionar conjuntamente los mayores problemas mundiales, las OIG buscan la
paz y la realización de los deseos genuinos de las naciones por establecer lazos
económicos y culturales con otros Estados, aun en contra de los obstáculos de la
discriminación económica impuesta por los países accidentales, según lo sostienen
estos autores.
Aparece aquí la aplicación del principio leninista que señala que en la política
exterior es esencial considerar tanto los esquemas agresivos de los círculos capitalistas
como las actitudes de una burguesía política pensante y las oportunidades de lograr
acuerdos con los Estados capitalistas. Lo anterior explica la participación de los Estados
socialistas en las OIG, en las que se congregan Estados de sistemas sociales opuestos
y cuyas actividades se caracterizan por la cooperación, pero sobre todo, por la
contención, dado que la coexistencia pacífica no implica de ninguna manera un
compromiso ideológico. En la concepción socialista, el papel de los Estados jóvenes
dentro de las OIG adquiere gran importancia por su participación en el proceso de
consolidación de su soberanía y de su independencia nacional, así como para
solucionar sus problemas de presión económica y de otra índole.
La influencia de las organizaciones internacionales mundiales varía en gran medida
de acuerdo con su naturaleza, composición y forma como se manejan las fuerzas
políticas en su interior. La concepción socialista sostiene que las OIG al igual que los
Estados, son parte de un sistema de relaciones internacionales con un papel
específico, aunque con un rol secundario como miembros de la organización en
relación al papel de miembros de primera clase que ejercen los Estados que poseen
derechos completos bajo el régimen legal internacional. Las OIG se clasifican dentro
del sistema de relaciones internacionales tanto por su importancia real como por su
relación con un criterio formal; por ejemplo, algunas OIG forman parte del sistema
general de relaciones internacionales como componentes del propio sistema y de
uno de sus subsistemas, por su relación con una organización más grande que forma
tal subsistema.
Abundando, las Naciones Unidas tienen relaciones con sus agencias
especializadas dentro de un sistema, que es de hecho, el subsistema y con
organizaciones no gubernamentales sobre una base de consulta únicamente. Así, la
UNESCO y la OIT pueden considerarse como parte del subsistema de Naciones
Unidas y como elementos autónomos del sistema general de las relaciones
internacionales. Pero los subsistemas, es decir, los grupos formados por un número
de organizaciones internacionales mediante lazos formales, no constituyen
organizaciones internacionales nuevas; verbigracia, las familias de las Naciones
Unidas no constituyen un elemento independiente dentro del sistema general, aunque
sus componentes si lo sean.
El papel que ocupa una organización internacional dentro de la jerarquía de las
relaciones internacionales, depende de un número de factores como la clase de
actividad que desarrolla, la naturaleza y tamaño de su membresía, entre otros. La
influencia de las organizaciones internacionales en las políticas de los Estados y por
ende en las relaciones internacionales como un todo, resulta un fenómeno complejo
dentro de un proceso con dos caras: la situación de las organizaciones internacionales
determinada en gran medida por los procesos generales que se desarrollan en la
esfera internacional, en tanto que su actividad en turno es una parte integral de las
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 161
165
Vajruschev, op. cit., p. 384.
162 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
ve afectado por los factores que marcan una desigualdad en cuanto a fuerza económica
y militar, tamaño de la población, recursos naturales disponibles, etc. De hecho, los
mismos principios de derecho internacional protegen este orden en las OIG al adherirse
al principio de “un país, un voto”. El sistema de voto por unanimidad en el Consejo de
Seguridad de la ONU es una expresión de la responsabilidad que asumen las potencias
por el destino del mundo, aplicando el principio de igualdad entre dos sistemas sociales
diferentes y opuestos, capitalismo y socialismo, que requiere de soluciones de
consenso para los problemas internacionales. Así, es claro que el éxito del ejercicio
de las OIG depende sobre todo, de la voluntad de sus Estados miembros y de los
esfuerzos que éstos realicen por la cooperación y la paz. De igual manera, la eficiencia
funcional de la maquinaria de una OIG por ejemplo, la calidad del servicio civil
internacional, dependerá de los mismos factores.
Para la concepción socialista, las concesiones mutuas y los compromisos
contraídos son elementos importantes en la cooperación internacional entre los
Estados, en tanto no interfiera con los aspectos ideológicos que separan los sistemas.
Las decisiones que se toman en las OIG reflejan su posición respecto al mantenimiento
de la paz y la soberanía y contemplan los intereses de todos los miembros en la
medida de lo posible. Estas decisiones pueden influir en las políticas de los Estados,
por lo que no se acepta el punto de vista que sostiene que las organizaciones
internacionales desarrollan una voluntad jurídicamente independiente de la de sus
Estados miembros y aun superior, posición que sólo puede aplicarse al periodo de la
guerra fría, en que un grupo de países tomaron en ventaja de su llamada mayoría
automática de votos a fin de imponer su voluntad sobre otros países a través de una
OIG.
Los intentos para afirmar que las decisiones de las OIG son de carácter legalmente
obligatorio al derivar de una voluntad suprema, se enfrentan de hecho a la contradicción
irreconocible del carácter universal aceptado de esta categoría de la organización
internacional, ya que estando compuesta una OIG por Estados con diferentes sistemas
sociales y de estructura de clases, no pueden reflejar una sola voluntad general o
suprema en el sentido clásico. Los intereses opuestos de clase no pueden obviamente,
producir una voluntad sintética de esta naturaleza, puesto que en el mismo nivel resulta
esencial considerar los intereses de los Estados opuestos en actitudes sociales si
realmente se desea alcanzar resultados justos con una actividad de respeto a la
soberanía y a los intereses de todos los Estados miembros.
De lo anterior deducimos que las decisiones de las OIG deben seguir un
procedimiento en que se refleje la interacción del conflicto y la cooperación entre las
fuerzas políticas que participan en la organización; solo así se podría hablar de una
base verdadera en el sentido legal, que considere también a las regiones individuales
y las posiciones adoptadas por grupos de Estados. La voluntad combinada de las
OIG resulta distinta de las voluntades individuales de sus miembros, tanto en esencia
como en naturaleza, puesto que resulta de un conjunto de decisiones tomadas por la
vía del compromiso; esta voluntad combinada se convierte en una fuerza dinámica al
aplicarse a la solución de los problemas, puesto que propicia un enfrentamiento de
las voluntades de diferentes Estados para acordar una posición determinada. Las
diferentes voluntades se presentan individualmente y de manera independiente o
dentro de un grupo socio-político homogéneo, por lo que una voluntad combinada de
una OIG representa la expresión compleja de las posiciones de los Estados miembros.
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 163
166
HOFFMAN, Stanley, “An Evaluation of the United Nations en The Strategy of the World
Order”, Vol. III, The UN, World Law Pund, Nueva York, 1966, pp. 79 y 795.
167
BREZHNEV, L., I., “Following Lenin’s Course”, Vol. III, pp. 148-149, Politizdat, 1972, en
Morozov, G., op. cit., p.182.
164 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
En el enfoque que se analiza, las ONG que forman el grupo más numeroso de
organizaciones internacionales (más de dos mil en 1984), posee una naturaleza es-
pecial que parte de la influencia que el público ejerce en la política exterior de un país,
del impacto de la opinión pública en las relaciones internacionales y de la importancia
del factor ideológico en tales relaciones. Asimismo, la revolución científica y tecnológica
que se está desarrollando ha propiciado la creación de gran número de ONG
especializadas. La concepción socialista analiza a las ONG desde dos aspectos: el
primero se refiere a los factores sociales y el segundo a las actitudes de estas
organizaciones hacia el mantenimiento de la paz. Se reconocen como canales
importantes para expresar la opinión pública y su influencia en el clima internacional
y por ende, en la toma de decisiones a nivel de los gobiernos. Las actividades de las
ONG contribuyen al desarrollo del derecho internacional, emitiendo convenciones
que posteriormente son examinadas por los Estados o por organizaciones
intergubernamentales y que finalmente influyen en la elaboración de lineamientos del
propio derecho de gentes. Un aspecto importante del papel de las ONG en las
relaciones internacionales es su posición de consulta con las OIG, especialmente con
las Naciones Unidas, UNESCO, OIT y otros organismos. Esta relación prueba que
sus actividades, la información que proporcionan y los recursos que manejan, son
útiles para la cualquier tipo de organización internacional.
166 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
La visión socialista también se caracteriza por el modo en que enlaza las actividades
de las organizaciones internacionales con los asuntos prácticos, buscando la
combinación de los principales aspectos del problema con la teoría, sin perder de
vista el significado de la organización en sí misma. Esta concepción es resultado del
estudio multidisciplinario de las organizaciones internacionales, abarcando la ciencia
del derecho internacional, de la política internacional y de otras ramas del conocimiento,
en un contexto orgánicamente unificado que permite un examen comprensivo de los
problemas básicos de las organizaciones internacionales con base en una metodología
marxista-lenista. Para autores como Tunkin, Konstantínov y Arkadi Altshuler,168 el punto
de vista socialista resalta la gran importancia de la cooperación científica entre los
estudiosos de las relaciones y las organizaciones internacionales que representan
otras corrientes y escuelas, como una forma de interacción avanzada que favorecerá,
sin duda, el desarrollo sostenido de estas apasionantes disciplinas científicas.
168
ALTSHULER, Arkadi, Derecho monetario internacional, Editorial Progreso, Moscú, 1988,
ver la Introducción, pp. 3-10.
169
BEDJAOUI, Mohammed, “A Third World View of the International Organizations. Actions
Towards a New International Economic Order”, en Abi-Saab, op cit., p. 206.
170
Mapa de las Naciones Unidas, No. 3105, Rev. 9 (S), Naciones Unidas, 1988, en “África-
Recuperación, Desarrollo y las Naciones”, publicada para el Día de las Naciones Unidas, 24
de octubre de 1988.
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 167
171
Bedjaoui, M., op. cit., p. 207.
172
Ibidem, p. 209.
168 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
No obstante, debemos advertir que los creadores y protectores del viejo orden
continúan actuando en las organizaciones internacionales como Estados que han
sido injustamente privados de su derecho a la supremacía sobre una minoría que ya
es mayoría, y al mismo tiempo alimentan contradicciones adhiriéndose a principios
de democracia y universalidad en esas organizaciones. Los autores de esta corriente
asumen que, de hecho, gracias a la “regla de la mayoría”, de la cual se benefician a
pesar de todo los países desarrollados, los países periféricos abrieron una brecha
sustancial en la estructura legal creada para cimentar la dominación de los primeros y
actualmente están pugnando por transformar el orden establecido para lograr su propio
desarrollo. Debe admitirse, sin embargo, que los esfuerzos de estos países todavía
son una esperanza frágil y difícil de asegurar, aunque representan sin lugar a dudas
un factor en el balance de fuerzas ante el poder real de los países industrializados
que ponen en juego todas las presiones a su alcance para dominar la situación mundial.
Por supuesto que las actividades del mundo en desarrollo son criticadas con
severidad por las potencias, que no han dudado en llamar a la nueva mayoría
“mecánica” y a sus decisiones “arbitrarias”, como si las organizaciones internacionales
hubieran sido convertidas en sujetos de un nuevo imperialismo. De ninguna manera
reconocen o aceptan que el establecimiento de un nuevo orden económico
internacional sea en realidad una legítima defensa ante los Estados más fuertes. Los
teóricos advierten que los países en desarrollo son acusados de sufrir una excesiva
politización de los problemas dentro de las organizaciones internacionales, con un
alto grado de irresponsabilidad en el estudio de los mismos y que, básicamente, son
criticados por haber descubierto que las fallas de la organización parten de la existencia
de un Consejo de Seguridad en el que el veto de los Estados victoriosos de la gran
conflagración de 1939-1945, determinó el derecho internacional, en contradicción
con la tan defendida idea de que las Naciones Unidas fueron creadas como una
organización de todas las naciones del mundo, con iguales derechos para todos.
A este respecto, Mohammed Bedjaoui, uno de los exponentes más conspicuos de
esta corriente, afirma categóricamente que ello es falso, ya que la sola existencia de
un Consejo de Seguridad con miembros permanentes que gozan el derecho de veto
y miembros que no son permanentes, demuestra que la Organización se creó como
un club de victoriosos que pretendían sentar las leyes para el mundo. Así lo demuestra,
confirma Bedjaoui, el hecho de que a los dos años de su creación, el diálogo terminó
y dio paso a la oposición entre el Este y el Oeste y el principio de la guerra fría, con las
dos grandes potencias pugnando por imponer su hegemonía.173 Al crearse una nueva
minoría formada precisamente por esos países triunfantes, que aun reteniendo la
riqueza y el poder militar ya no pudieron continuar un dialogo ventajoso con las naciones
que antes controlaban, se produjo un claro ambiente de descontento por parte de los
países poderosos al tener que aceptar su nueva oposición minoritaria.
Este ataque de los países desarrollados de calificar de excesiva politización a los
tercermundistas, parece no tener sentido si se analiza la realidad de política de los
problemas dentro de las organizaciones internacionales. Un caso que podemos
apreciar en un ejemplo subrayado por Amadou-Mahtar M´Bow, Director General de
UNESCO en la década de los setentas, permite apreciar esta afirmación, refiriéndose
a la admisión de la República Popular China en la Organización, detenida durante 20
173
Ibidem, p. 211.
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 169
años por mayoría de votos, solamente por razones políticas, al no existir ninguna
razón técnica por la que 800 millones de chinos no pudieran considerarse como
contribuyentes a la educación, la ciencia o la cultura, propósitos nucleares de ese
organismo.174 Además, considérese que no obstante las Naciones Unidas en su historia
han visto pasar varios grupos dominantes, ninguno ha planteado tan claramente
cuestiones ligadas a la dignidad del hombre, a la justicia y la equidad como el de los
Estados tercermundistas, al reclamar un nuevo orden económico internacional entre
las naciones.175
La acusación de politización exagerada en realidad refleja la inconformidad de
países que una vez fueron mayoría entre la “mayoría automática” formada por las
naciones aparentemente diferentes en condiciones como Argelia, Chile e India, pero
que persiguen ese tan buscado nuevo orden económico internacional. El complejo
balance debe ir más allá de las críticas a la supuesta “mayoría automática” y lograr
una realidad semejante para todos los países. El fenómeno llamado del “Estado cliente”
que se refiere a la situación de compromiso entre los menos desarrollados y las
potencias, que limitan la libertad de acción de los primeros, en realidad ha
desaparecido. A pesar de que con la descolonización y la aparición de muchos Estados
pequeños pareció surgir un mundo más libre de las esferas de influencia Este-Oeste
en cuanto a cuestiones ideológicas y Norte-Sur en aspectos económicos, además de
todo un movimiento de países no-alineados que se enfrentan a los países
desarrollados, se ha comprobado por algunos intentos de los investigadores que los
“clientes” por crear una solidaridad en defensa de los principios de igualdad, no han
dado los frutos esperados. Por ejemplo, al analizar la votación en los organismos, se
ha comprobado que sus puntos de vista difieren en mayor medida que los puntos en
que convergen sus opiniones.176
Los países desarrollados han utilizado toda clase de presiones económicas,
financieras, culturales o militares y aun utilizando los alimentos como arma para lograr
asegurar la mayor cantidad de votos a su favor, yendo desde la diplomacia secreta
hasta la amenaza abierta, como sucedió en el caso del entonces secretario de Estado
Henry Kissinger cuando declaró que los países que recibían ayuda de su país tenían
que mantener una posición moderada en las organizaciones internacionales, a fin de
cuidar sus relaciones bilatelares.177 Nótese que con la persistencia de este fenómeno,
174
Citado por VIDAL, Miyamoto, Pilar, El concepto moderno de la organización internacional,
parámetro de las relaciones internacionales, Tesis de Licenciatura dirigida por el autor de este
libro que contiene parte importante de sus apuntes personales, FCPS, UNAM, México, 1990, p.
241.
175
Resolución 3201 (S. VI) de la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU, Mayo
1, 1974, que contiene la Declaración del Establecimiento de un Nuevo Orden Económico
Internacional.
176
Al utilizar datos computarizados para establecer los tres pasos principales en la formación
de una resolución en la Asamblea General de las Naciones Unidas, es decir, la elaboración de
la agenda con los demás temas a decidir, las bases para las decisiones y los resultados de
votación, se ha concluido que sólo un número limitado de países pueden realmente influir en la
resolución y son precisamente aquéllos que combinan la política como ciencia, con la dirección
de una política internacional de mayor alcance, lo cual favorece la supremacía de las grandes
potencias.
177
Le Monde, periódico francés, febrero 1976, en Bedjaoui, M., op. cit., p. 249.
170 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
178
Para contrarrestar esta situación, los países del movimiento de no-alineados trataron de
formar un equipo solidario de asistencia mutua en casos de agresión económica o
desestabilización política. Las organizaciones internacionales se han ocupado por atender esta
preocupación de defensa de los derechos de los pueblos y los Estados a proteger sus recursos
naturales, trabajando por prohibir la interferencia de los países desarrollados, tanto en asuntos
internos como en los económicos, por ejemplo prohibiendo el uso de la fuerza y la coerción de
cualquier tipo en las relaciones económicas internacionales. Los teóricos tercermundistas arguyen
que el nuevo orden económico internacional progresará, por lo tanto, cuando se logre un conjunto
de normas que impidan, si es posible, la agresión económica.
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 171
estos Estados es que continúan teniendo una mayoría similar a la de los países
chicos en algunas instituciones internacionales, poseen el poder de veto en otras y
pertenecen a “clubes” exclusivos –la OCDE, por ejemplo– a través de los que dirigen
la formación del nuevo orden.
Nos enfrentamos así a lo que Bedjaoui llama “sindicato de Estados”,179 que es
un número limitado de Estados con gran poder, que continua haciendo y proclamando
el derecho para todos con la política del “club exclusivo” de grandes potencias,
como el Grupo de los Diez o de los Ocho Países más industrializados. Estos últimos
grupos se reúnen periódicamente para discutir los problemas monetarios mundiales
y deciden de hecho las políticas monetarias en todo el orbe. Los países
industrializados han mantenido el control de instituciones como el FMI y el Grupo
Banco Mundial, por fuera de otras instituciones internacionales, a fin de evitar
contratiempos. Aun cuando se ven obligados a aceptar a países en desarrollo en
sus clubes –ahí esta México en la OCDE desde 1989– los países industrializados lo
hacen con la mira de obtener una mayoría de su parte, evitando una crisis en el
sistema mundial sin contribuir en realidad al surgimiento del nuevo orden económico
internacional con mayor grado de equidad. Aquí cabe resaltar también la
extraordinaria ventaja que la Carta otorga a los miembros del Consejo de Seguridad,
con el derecho de veto del Artículo 27, a fin de prevenir la adopción de decisiones
que pudieran afectar sus intereses individuales. Este poder de veto acentúa los
defectos en la operación de la maquinaria de las organizaciones internacionales,
reflejada en un desbalance institucional que existe entre los órganos principales, lo
que afecta sensiblemente la credibilidad y confianza en la Organización.
Por otra parte y en relación nuevamente a la mayoría automática de los países
en desarrollo, es muy interesante referirnos a una aclaración de lo que significa el
poseer un derecho y el ejercerlo.180 Como lo apuntan Badjaoui, Amín, Franck y Marini,
entre otros autores de esta corriente, teóricamente existe una gran diferencia entre
ambas cuestiones, pues por un lado, el mundo subdesarrollado posee un derecho
que la ONU y otras organizaciones internacionales le otorgan, pero, por el otro, no
dispone de la capacidad real e institucional para ejercerlo; siendo aquí precisamente
donde aparece el factor del subdesarrollo. En el proceso de toma de decisiones que
se efectúa en las Conferencias internacionales de los países del tercer mundo se
encuentran condicionados a una limitada representación, si la tienen, ya que pocos
países tienen los recursos humanos necesarios cualitativamente, para ser
representados. La enorme cantidad de comités, subcomités, “burós”, comités
preliminares, unidades de coordinación y tantos otros pequeños grupos, hacen que
un Estado en desarrollo necesite una delegación extensa para cubrir todos los
puestos y actuar en todos los encargos. De esta manera, el supuesto predominio en
número de los países en desarrollo, es en realidad ficticio para los efectos de la
“mayoría mecánica” y los países industrializados obtienen los votos que requieren
dominando la situación en el aspecto práctico de la desigualdad en el diálogo.
179
Bedjaoui, op. cit., p. 220.
180
Ibidem, p. 224.
172 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
REFLEXIÓN FINAL
De todo lo expuesto en el presente capítulo se infiere que, no obstante que las visiones
teóricas de la organización internacional analizadas se desarrollan en el corazón de
un contexto ideológico y político de guerra fría y de una vacilante distensión entre dos
sistemas sociales antagónicos, socialismo y capitalismo, es claro que aportaron nuevas
nociones del fenómeno en su tiempo que tienen importantes repercusiones en la
configuración del sistema político mundial a partir de los noventas del siglo XX y la
disposición del armazón institucional internacional que prevalece en la actualidad.
Pero también surge la reflexión sobre el hecho de que sea cual fuere el enfoque
adoptado en esos tiempos de compleja transición, como en el que hoy vivimos, sea
occidental, socialista o tercermundista, la importancia de la organización internacional
es claramente aceptada por todos los autores y doctrinarios. Varían las perspectivas,
pero hay consenso respecto del rol fundamental que juega la organización internacional
en la cooperación para la paz y el desarrollo mundial, y la regulación posible del juego
en el que se ven fuertemente involucradas las hegemonías, los intereses y los poderes
en pugna. En nuestra opinión, este factor es definitivo para estudiar científicamente la
organización de la sociedad internacional, en esquemas y estructuras gubernamentales
y no gubernamentales, ya que desde este punto de vista, pasa a un segundo término
y cobra relativa importancia la discusión sobre la concepción a la cual deban adheririse
el estudioso o el operador de la política internacional, esto es, queda por encima del
debate ideológico el factor de la realidad fundamental que representa la organización
internacional en cualquier concepción elegida: occidental, socialista o tercermundista.
Pero a nuestro entender, esta última es la que mejor nos asienta al revelarse como
la defensa de las naciones menos afortunadas, una posición que sin duda resulta la
más razonablemente comprendida para quienes vivimos en Estados periféricos que
luchan por superar el subdesarrollo histórico y la herencia del colonialismo, y que, en
este sentido, tiene importantes coincidencias con la línea de interpretación socialista
de la organización internacional, con la que hay una interesante correspondencia en
metas y contenidos. Aparece entonces, la vertiente interpretativa occidental, como la
antítesis natural de estas dos líneas de pensamiento de las relaciones internacionales
contemporáneas.
Sin embargo, en cualquiera de las posiciones se observan preocupaciones que
son comunes, aunque son claras las diferencias en las soluciones planteadas a los
problemas propios del fenómeno de la organización internacional, principalmente en
lo referente al funcionamiento de las Naciones Unidas y su reforma. En esta lógica,
los autores de todas las corrientes –la occidental en menor medida– conceden que la
credibilidad de la organización internacional se ve fuertemente afectada por la falta
de una obligación forzada a fin de que se cumplan las resoluciones de la Asamblea
General. Esta característica de las resoluciones de no ser forzosas, ubicándose en el
terreno más propio de las recomendaciones, permiten a los países de vanguardia
material y política poseer una arma poderosa contra los esfuerzos para establecer un
nuevo orden internacional en todos los niveles, económico, político, social y jurídico.
Ha existido una fuerte controversia sobre los aspectos obligatorios de las
resoluciones de las organizaciones internacionales vigentes y la determinación del
límite de fuerza que puede aplicarse a su operación, misma que afecta la confianza
puesta en las Naciones Unidas por un gran número de Estados. Sobre todo, se hace
CAPÍTULO 6 CONCEPCIONES OCCIDENTAL, SOCIALISTA Y TERCERMUNDISTA ... 173
patente una incapacidad de las instituciones internacionales para hacer efectivas sus
resoluciones, manteniéndose así en un bajo perfil de supranacionalidad, impacto y
eficiencia. Sin embargo, para los tercermundistas y socialistas de ayer y de hoy, los
organismos y sus resoluciones resultan ser el instrumento que permite la cooperación
internacional y los cambios necesarios en el orden económico y político mundial,
aunque también suele neutralizar sus esfuerzos en la organización internacional.
Finalmente, todos parecen coincidir en que la ONU es quien debe encabezar la
elaboración democrática de las decisiones internacionales para la paz y el desarrollo,
como marco principal de las relaciones internacionales, a través de su propia
democratización de carácter universal y la representación igualitaria de los Estados
en todos sus órganos y organismos. Sólo así podrá alcanzar la mayoría de Estados
una participación definitiva en la construcción de un sistema internacional más justo,
equilibrado e incluyente.
174
174 BLANCA
175
CAPÍTULO 7
LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO
MUNDIAL Y SU IMPACTO EN LA ORGANIZACIÓN
Y LA COOPERACIÓN INTERNACIONALES
SUMARIO
PREÁMBULO
181
En la década de los cincuenta surgió la necesidad de teorizar y aparecieron los primeros
teóricos de las Relaciones Internacionales en los países anglosajones, destacando Hans J.
Morgenthau, Quincy Wright, Norman J. Padelford, George A. Lincoln, George Schwanzenberger,
entre otros. En Francia y España, destacaron pensadores como Raymond Aron, Antonio Truyol
y, en los años sesenta, Marcel Merle, Celestino del Arenal y Manuel Medina. En tiempos más
recientes, descuellan Karl J. Holsti (International Politics), John A. Vásquez (El poder de la
política del poder), Kenneth N. Waltz (Teoría de la política internacional), Charles Zorbibe (Les
organisations internationales), Henry Kissinger (La Diplomacia), Seyom Brown (ATheory of the
World Polity), Robert Cox, Robert O. Keohane, Mark Neufeld, Alvin Tofler, por mencionar sólo a
algunos.
182
El autor agradece sobremanera la calificada participación de las profesoras e
investigadoras universitarias, la Doctora Karla Bonilla Aranda y la Licenciada Estela Edith Limón
Vela, en la formulación de los epígrafes relacionados con el estudio general de la Cooperación
Internacional que aquí presentamos.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 177
183
Como bien lo asienta la internacionalista mexicana Graciela Arroyo Pichardo (infra), las
teorías de estos autores se aplican a las relaciones internacionales y a la organización
internacional, pudiendo ser clasificadas en realistas, socio-históricas, funcionalistas, sistémicas,
del conflicto, marxistas, de la integración, de la dependencia, de la interdependencia,
normativistas, neorrealistas, neo-idealistas, etc. y dan cuenta particularmente de las relaciones
entre las grandes potencias en cada etapa histórica, en términos del poder político y económico,
del juego de las alianzas y de los liderazgos. Es decir, en las relaciones y la organización
internacionales hay actores con poder de acción y decisión y actores sobre quienes se decide.
Consecuentemente, las interpretaciones o teorizaciones dominantes provienen generalmente
de los mismos centros de poder, esto es, de donde provienen la mayoría de los grandes
doctrinarios.
184
ARROYO, Pichardo, Graciela, “Las Relaciones Internacionales y la dinámica local glo-
bal”, en Relaciones Internacionales, No. 83 Mayo-Agosto, 2000, CRI-FCPS-UNAM, México, pp.
37-44.
185
FUKUYAMA, Francis, “The end of the History”, International Security, Summer, 1989,
EUA. Él plantea que el proceso “fin de la historia”, se ha visto confirmado en los últimos años
dada la constante convergencia hacia prácticas del mercado e instituciones democráticas.
178 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
186
HUNTINGTON, Samuel P., El Choque de Civilizaciones y la reconfiguración del orden
mundial, Paidós, Barcelona, 1997. Sin lugar a dudas este libro de Huntington representa una de
las grandes contribuciones del pensamiento crítico de los noventas para la comprensión del
mundo de la posguerra fría. Su antecedente data de 1993 cuando fue publicado en la revista
Foreign Affairs el artículo “The Clash of Civilizations” que, a decir de los expertos, desató más
debate que cualquiera publicado desde los años cuarenta.
187
COX, Robert, “Social Forces, States and World Orders: Beyond International Theory”,
Millenium, vol. 10. No. 2, 1981, Reino Unido.
188
Raymond Aron nos alertó sobre los peligros que esconden las fracturas culturales y
civilizatorias. Por ello, rechazaba los debates entre neorrealistas e institucionalistas, pues
consideraba que de estas teorías se desprendían los orígenes de la “hostilidad absoluta” y, por
lo tanto, de la negación del derecho internacional y de la política internacional y de algunos de
sus principios básicos como la regulación, la moderación, el equilibrio de poder, la autoayuda,
la posibilidad de avanzar hacia un sistema internacional más homogéneo, con organismos
internacionales mejor diseñados. Este “roll back” a un neodarwinismo lo alarmaba por el dilema
irresoluble que contenía, excepto que se recurriera a la violencia extrema y al exterminio de lo
“distinto”.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 179
189
En este punto disentimos con lo expresado por Huntington, pues ha resultado evidente
en las últimas décadas que, aunque se afirme lo contrario, los Estados centrales desempeñan
roles y conductas ambivalentes pues, por un lado, se auto-designan como conservadores de la
paz y seguridad internacionales, mientras que por el otro, promueven los conflictos y los
desórdenes, locales y regionales, y manipulan a los organismos internacionales competentes,
como el Consejo de Seguridad de la ONU, amén de que mantienen el control de la producción,
distribución y comercialización de todo tipo de armamentos. Al respecto, Henry Kissinger llegó
a afirmar que “en nuestro sistema (capitalista) es dable que las crisis sean temporales y se
curen con las guerras y los conflictos”. Periódico El Día, editorial, septiembre 3 de 1973, p.2.
190
Huntington, op.cit., p. 21.
180 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
191
Sobre esta situación Huntington, op. cit. p. 385, comenta adicionalmente que “En una
ciudad tras otra (...) el crimen parecía estar extendiéndose rápidamente, y los elementos básicos
de la civilización, desvaneciéndose. La gente hablaba de una crisis planetaria de autoridad. El
desarrollo de empresas internacionales productoras de bienes económicos se vio igualado cada
vez más por el de organizaciones internacionales como mafias criminales, cárteles de drogas y
bandas terroristas que atacaban violentamente la civilización. Ley y orden es el primer requisito
para que la civilización exista, y en gran parte del mundo (...) parecía estar esfumándose, al
tiempo que se veía sometida a serios ataques en China, Japón y Occidente. A escala mundial,
parecía que, en muchos aspectos, la civilización estaba cediendo ante la barbarie, lo cual
generaba la imagen de un fenómeno sin precedentes, el de una Edad Obscura universal que
podía caer sobre la humanidad.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 181
192
ARROYO, Pichardo, Graciela, Metodología de las Relaciones Internacionales, Oxford
University Press, México, 1999, pp. 1-3.
193
Krippendorff, op. cit., pp. 48-64.
194
GODELIER, M., “Los procesos de transición y las ciencias sociales”, en Revista
Internacional de Ciencias Sociales, num.113, UNESCO, París/Barcelona, 1988, pp. 5-9.
182 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Hasta ahora resulta claro que el sistema internacional como objeto de estudio de
las Relaciones Internacionales y como ámbito natural de actuación de las
organizaciones internacionales, es intrínsecamente inestable. Como armazón o
entramado resultante del desarrollo histórico del conjunto de sus componentes
originales –los Estados, sujetos primarios del derecho internacional– en permanente
interacción y con el medio geográfico y biótico en el que se sustenta, es una estructura
cambiante. Los grandes giros en la organización del sistema internacional registrados
a través del tiempo son ostensibles, principalmente por la recomposición de los
espacios geográficos y por el ascenso y descenso de potencias hegemónicas, así
195
De 1945 a 1955 se registraron y publicaron por la Secretaría de la ONU 225 volúmenes
que comprendían 3633 tratados. En 1965 ya había 6450. En 1985 se rebasó la cantidad de
10,000 tratados. Y en estos momentos, entrados prácticamente en el siglo XXI, existen alrededor
de 12 500 tratados que ocupan cerca de 1035 volúmenes. Información proporcionada por la
Biblioteca de la ONU en México, agosto de 2005.
184 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
como por las alianzas entre los Estados existentes en cada época. Ya en tiempos
más actuales, el establecimiento de organismos interestatales –sujetos del derecho
internacional cada vez menos atípicos o sui generis– añade a esta estructura
mecanismos que la hacen más estable y funcional.196 Sin embargo, organizaciones
como la Liga de las Naciones y la ONU, agencias especializadas como el Grupo
Banco Mundial (BIRF, AIF, CFI y OMGI), el FMI, la OMC, la OMI, etc., siempre han
sido dominados por un determinado grupo de Estados que deciden de acuerdo con
reglamentos establecidos, básicamente por ellos mismos, para tal efecto.
Pero la existencia de estas organizaciones es resultado de procesos históricos
que configuraron el sistema político mundial en su conjunto y sus características en
cada etapa de la historia. Es en esta misma dinámica que se va a insertar la
cooperación internacional como uno de los rasgos sustantivos del fenómeno de la
institucionalización de las relaciones internacionales, en constante mutación y
acoplamiento.
196
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos:”La Organización Internacional como subdisciplina,
subsistema y paradigma de las relaciones internacionales contemporáneas. Aproximaciones
teóricas, interdisciplinariedad y reestructuración general”, en Revista Relaciones Internacionales,
No.68, Oct-Dic.1985, UNAM-FCPS, México, pp. 5-39.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 185
197
MINGST, Karen, Fundamentos de las Relaciones Internacionales, CIDE, México, 2006,
pp. 463-471.
186 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
198
MARQUÉS, RUEDA, Gustavo, La cooperación Internacional en materia penal: El derecho
extradicional y el combate a la criminalidad, Tesis de Maestría, FCPS, UNAM, México, 2006,
p.1.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 187
199
El liberalismo institucional da énfasis al desarrollo de convenciones, las cuales, excluyen
ciertas áreas de la competición internacional, y privilegia la interconexión entre los cambios
nacionales e internacionales. Las prácticas de los actores configuran organizaciones
internacionales que por lo general afectan a los actores en su modo de percibir y definir sus
propios intereses y preferencias. El acercamiento consiste, por tanto, en abrirse a todo tipo de
explicaciones incluyendo las históricas, culturales e iguales cuentas de base de poder, con tal
de que estén mediadas por normas internacionales.
188 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
200
En abono a esta premisa, la versión de la opción racional de la teoría de sistemas, por
ejemplo, sostiene que los Estados actores deberían embarcarse en un comportamiento
cooperativo para solventar los “dilemas de los intereses comunes así como de la hostilidad
común”.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 189
201
Keohane, Instituciones internacionales (…), op. cit., Capítulo 4 y 5.
202
BONILLA, Aranda, Karla, La Salud como factor esencial para la paz y la seguridad re-
gional en América del Norte 2006-2010, Tesis Doctoral, FCPS, UNAM, México, 2010, p. 37.
203
BAYLIS, John y SMITH, Steve, The Globalization of World Politics, Oxford University
Press, Londres, UK, 1997, p. 238.
204
KRASNER, Stephen, Conflicto estructural: el Tercer Mundo contra el Liberalismo Global,
Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano, 1989, pp. 36 y ss.
190 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
En resumen, todos estos enfoques teóricos –y otros más que no se tratan por
razones de espacio–, han puesto de manifiesto que las constantes transformaciones
que se han dado en la escena mundial en los últimos años, generan nuevas
necesidades, temas y tipos de cooperación que resuelvan las demandas de la sociedad
internacional no sólo bajo los esquemas clásicos, sino a través de categorías del
paradigma cooperativo cada vez más eficientes y expeditas que integren el marco de
acción y de toma de decisiones más adecuado para responder a los grandes desafíos
que enfrenta el orbe, principalmente en materias clave del desarrollo social
internacional.
Al tenor de lo antes expuesto, es claro que el tópico del desarrollo ha alcanzado gran
relevancia en el escenario contemporáneo, sobre todo para los países postergados
en torno a la idea de incremento del bienestar de los pueblos, siendo precisamente la
noción de un interés colectivo, lo que ha dado la pauta a una acepción concreta y
formal de lo que es la cooperación, concibiéndola como la expresión de una
preocupación que debe ser general para la comunidad de naciones, dadas las
crecientes brechas de bienestar que existen entre los casi 200 Estados del mapa
mundial (y que son más notorias al interior de los países), deviniendo así en uno de
los pilares más sólidos en los que se sostienen las grandes iniciativas del diálogo y el
entendimiento internacional.
La cooperación es un mecanismo clave “que es reconocida como un importante
elemento de cohesión en las relaciones internacionales”, y definida como “uno de
los factores centrales en la construcción tanto de instituciones multilaterales como
de vínculos de carácter bilateral, subregional y regional”, que han permitido la
resolución conjunta a problemáticas compartidas en diversos ámbitos del quehacer
internacional. En un sentido amplio, el paradigma de la cooperación en las relaciones
internacionales debe entenderse como “la interacción creativa entre los Estados, la
promoción del diálogo y el acercamiento para resolver problemas comunes a partir
del entendimiento y no del enfrentamiento”.205 Es en este sentido, que se extiende
la cooperación internacional hacia muchos ámbitos, áreas y niveles que pretenden
dar un tratamiento colectivo para afrontar retos y desafíos generales. Bajo esta
tónica, también se alude a que en el plano internacional, sobre todo en el área de la
organización política, la cooperación se ha destinado al mantenimiento de la paz y
a la seguridad internacional, para lo cual los diálogos políticos han sido los medios
más útiles para este fin.
En nuestra perspectiva, al tenor del presente estudio, el término cooperación
internacional es amplio y multifactorial, pero refiere en esencia al conjunto de
acciones que derivan de los flujos de intercambio que se producen entre sociedades
nacionales diferenciadas en la búsqueda de beneficios compartidos en los ámbitos
del desarrollo político-económico y el bienestar social, o bien, que se desprenden
de las actividades que realizan tanto los organismos internacionales que integran
205
PÉREZ BRAVO, Alfredo, et al., La cooperación técnica internacional. La dinámica
Internacional y la experiencia Mexicana, SRE/PNUD, México, 1998, pp. 19 y ss.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 191
1) Por las áreas en que se devuelve, la cooperación puede ser política, económica,
social, técnica, educativa, jurídica, cultural, etc.
2) Por el número de las partes involucradas, puede ser bilateral, trilateral, regional
o subregional y multilateral.
3) Por la naturaleza de los actores presentes, puede ser de tipo gubernamental,
no gubernamental o mixta.
4) Con base en los costos de las acciones de colaboración previstas, proyectadas
o desplegadas, puede ser reembolsable y no reembolsable.
5) Tomando en cuenta el nivel de desarrollo de las partes, puede ser vertical y
horizontal.
206
Al respecto checar: Secretaría de Relaciones Exteriores, Dirección General de Cooperación
Técnica y Científica, http://dgctc.sre.gob.mx/html/coop_int_mex.html, fecha de consulta 26/02/
2011.
207
Keohane, Ibid., p. 112.
208
Con ellos se conforma una especie de “triángulo de los elementos de la cooperación
internacional”, en el que se comprende a ésta sobre una clara concepción de Desarrollo de un
país y los esfuerzos propios que como tal, se hacen por lograrlo bajo la dinámica propia de cada
fuente cooperante.
192 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Ahora bien, por el impacto que representa para los intereses del Estado, puede
clasificarse en tres grandes modalidades:209
209
VILLEGAS, Cedillo, Aline, La Cooperación internacional en salud: evaluación, seguimiento
retroalimentación y restricciones financieras en la aplicación de la Estrategia de Salud para
todos en México (1980-2000), Tesis, FCPS, UNAM, México, 2004, pp. 8 y 9.
210
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, Estudios avanzados de derecho internacional
público en ciencias políticas y sociales, FCPS, UNAM, México, 2008, ver específicamente
Capítulo VI, pp.199-246.
211
Tal es el caso de las políticas proteccionistas aplicadas por los países desarrollados a
sus sectores agrícolas, y los contratos desiguales y de adhesión a través de los cuales se
acuerda la transferencia de tecnología desde los países industrializados hacia los Estados en
vías de desarrollo.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 193
212
MARTIN, L., Lisa, “Fundamentos para una cooperación internacional”, en Peter H. Smith
(compilador), El combate a las drogas en América, FCE, México, 1993, p. 321.
194 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
213
Ibidem, p. 323.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 195
214
Keohane, Ibid., p.104.
196 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
215
VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS, Juan Carlos, El derecho internacional público en la agenda
política de las relaciones internacionales, FCPS, UNAM, México, 2005, pp. 77 y ss.
216
Las ayudas que brindan los cooperantes internacionales pueden ser de carácter oficial
cuando la cooperación es ofertada por un país o una institución multilateral, o no oficial cuando
la ofrece un organismo no gubernamental (ONG), entidades e instituciones de cooperación
internacional sin fines de lucro y constituidas en el extranjero (ENIEX) o instituciones privadas
sin fines de lucro receptoras de donaciones de carácter asistencial o educacional provenientes
del exterior (IPREDA). Ambos flujos de cooperación transitarán entonces por dos grandes
senderos: el de la cooperación no reembolsable (CTI) y el de la cooperación reembolsable.
217
La cooperación técnica internacional puede ser definida como “el flujo de recursos técnicos,
pericias, información especializada, innovaciones científicas, tecnología, experiencias y
conocimientos que coadyuvan a resolver problemas específicos del aparato productivo y a
fortalecer las capacidades nacionales científicas y tecnológicas dentro de la estrategia de
desarrollo económico y social de cada país. El enfoque centrado en el conocimiento y la
innovación es compartido por la cooperación técnica con su disciplina afín, la cooperación
científica”, Pérez Bravo, op. cit., p.22.
CAPÍTULO 7 LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DEL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL Y SU ... 197
REFLEXIÓN FINAL
Por ello, con este análisis hemos querido demostrar que además, la cooperación
internacional es amplia y multifactorial, y puede evolucionar al interior o al margen de
las instituciones nacionales e internacionales, empero, refiere en esencia al conjunto
de acciones que derivan de los flujos de intercambio que se producen entre sociedades
nacionales diferenciadas en la búsqueda de beneficios compartidos en los ámbitos
del desarrollo político-económico y el bienestar social, o bien, que se desprenden de
las actividades que realizan tanto los organismos internacionales que integran el
sistema de la ONU, como aquellos de cobertura regional o materia especializada,
intergubernamentales o no gubernamentales, abiertos o cerrados, en cumplimiento
de intereses internacionales particularmente definidos. La cooperación internacional,
es extensa y compleja, variada y cambiante, sensible a los cambios que pauta la
política y el interés económico, pero es muy necesaria y muchas veces insustituible,
más aún si se le concibe como la movilización estratégica –y no simplemente
asistencial— de recursos humanos, materiales, financieros, técnicos y tecnológicos
para promover el desarrollo interno e internacional de las sociedades y los individuos
que las componen.
199
CAPÍTULO 8
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO
MUNDIAL: BINOMIO DE COORDINACIÓN PARA UN GOBIERNO
INTERNACIONAL
SUMARIO
PREÁMBULO
218
ARCHER, Clive, Organizaciones Internacionales, Universidad de Aberdeen, Londres y
Nueva York, 2ª edic., 1983.
200 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
219
ARCHER, op. cit. p. 187.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 201
220
Medina, Manuel, op. cit., pp. 67-68.
221
Almond, Gabriel y Coleman, James, en Medina, M., op. cit., p. 74.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 203
222
Medina, M., op. cit., pp. 74-78.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 205
223
LUARD, Evan, Organismos Internacionales. El Marco Naciente de la Interdependencia,
Ed. El Manual Moderno, México, 1989, pp. 1-4.
224
Luard, supra, pp. 5-9.
206 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
relación a los países desarrollados, los que ya sabemos, aportan la mayor cantidad
de recursos. En el sistema de gobierno propuesto por Luard, que otros autores han
apoyado y que no resulta tan utópico si se habla de balance de fuerzas, queda de
manifiesto como tema central, que el conflicto consiste en decidir dónde debe llegar
un gobierno internacional y hasta qué punto es aceptable la intervención para el
otorgamiento de servicios públicos a expensas de los países más ricos. En este punto,
se observa que la administración se vuelve política al ubicarse como parte activa de
la toma de decisiones en una organización internacional y ejercer el papel estratégico
que implica determinar y justificar la distribución de recursos encaminados a la
eliminación, en la mayor medida posible, de la desigualdad entre los Estados.
Estos y otros factores determinan la posición que tiene la organización internacional
como fenómeno político y subsistema del sistema de relaciones internacionales. La
vida política internacional se conforma por la interacción de los elementos que integran
dicho sistema, entre los que destacan las organizaciones internacionales, que en un
mundo de Estados soberanos, surgen como el conjunto de fuerzas que condicionan
la actuación de los gobiernos nacionales a nivel internacional. El sistema internacional
se compone de entidades gubernamentales y no gubernamentales, que nos revelan
su creciente complejidad al asumir diferentes formas de organización, pero no existe
un gobierno que se equipare en el sistema internacional al Estado como se da en los
sistemas políticos nacionales.225 En realidad, como ya dijimos antes, la sociedad
internacional por carecer de un gobierno estrictamente hablando, es anárquica por
definición y sólo podría convertirse en sociedad estatal, nacional o centrada, si se
crearan los órganos de poder centrales necesarios para ello.
A pesar de que no existe tal gobierno central, se observa, abundando en lo dicho,
la presencia de un sistema de relaciones políticas entre los actores de la sociedad
internacional, donde la organización internacional surge como mecanismo de reducción
de la anarquía internacional al introducir elementos gubernamentales en el sistema
político internacional, conformándose así como fenómeno y proceso político en sí
misma. Además, consideremos de nueva cuenta que las funciones que desarrollan
las instituciones internacionales de tipo legislativo, ejecutivo y judicial, al no existir un
gobierno internacional stricto sensu, conducen al menos a una etapa primaria de las
tareas de un gobierno propiamente dicho. La organización internacional se presenta
entonces, como subsistema del propio sistema político mundial y como parte de la
fenomenología política global, por tal razón y siguiendo la línea de pensamiento de la
escuela hispana de las Relaciones Internacionales, la organización internacional se
considera como un sistema político independiente, que se mueve bajo los efectos de
un ambiente político internacional en una interacción recíproca.
Conviene aquí recordar que la Organización Internacional (con mayúsculas) como
disciplina académica es, epistemológicamente, una rama, una vertiente científica de
las Relaciones Internacionales, con un objetivo centrado en el estudio detallado de
todas las formas y presentaciones en que se organiza la sociedad internacional, es
decir, las organizaciones internacionales en su amplia y compleja connotación, a través
de la red de relaciones políticas y de cualquier índole, de carácter internacional-mundial,
entendidas como relaciones entre entidades políticamente independientes.
El número de organizaciones internacionales ha crecido ininterrumpidamente, a
225
Medina, M., Ibidem, p. 67.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 207
226
GERBERT, Pierre, “Rise and Development of international organization: a synthesis, en
The Concept of Internacional Organization, op. cit., p. 27.
227
MINGST, Karen, Fundamentos de las Relaciones Internacionales, CIDE, México, 2007,
pp. 277-279.
228
ROCHA, Valencia, Alberto, Configuración política de un nuevo mundo: dimensiones
políticas de lo global, lo supraregional, lo posnacional y lo local, Ed. Universidad de Guadalajara,
Guadalajara, México, 2003.
208 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
229
MORALES, Ruvalcaba, Daniel Efrén, “El proceso histórico de la integración regional: de
la gobernabilidad mundial al regionalismo supranacional”, en Revista México y la Cuenca del
Pacífico, vol. 10, no. 30, Universidad de Guadalajara, México, 2007, pp. 61-70.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 209
230
En este sentido, se pregunta con razón Alberto Rocha, si lo que habrá de prevalecer es
un orden político pos-westfalíano, un orden político retro-westfaliano, o bien, una presentación
híbrida.
210 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
231
BRZEZINSKI, Zbigniew, El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus
imperativos geoestratégicos, Paidós, Madrid, 1998, p. 33. Para actualizar estas tesis, Alberto
Rocha recomienda del mismo BRZEZINSKI, El dilema de E.U. ¿Dominación o liderazgo glo-
bal?, Paidós, 2005. Para Brzezinski, “los Estados Unidos tienen la supremacía en los cuatro
ámbitos decisivos del poder global: en el militar su alcance global es inigualado; en lo económico
siguen siendo la principal locomotora del crecimiento global, pese a que en algunos aspectos
Japón y Alemania (que no disfrutan del resto de los atributos del poder global) se les acercan;
en el tecnológico mantienen una posición de liderazgo global en los sectores punta de innovación;
y en el cultural, pese a cierto grado de tosquedad disfrutan de un atractivo que no tiene rival,
especialmente entre la juventud mundial. Todo ello da a los Estados Unidos una influencia
política a la que ningún otro Estado se acerca. La combinación de los cuatro ámbitos es lo que
hace de los Estados Unidos la única superpotencia global extensa”.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 211
232
PNAC (2007), “Project for the New American Century”, consultado a través del sitio web
en línea: http://www.newamericancentury.org (Última consulta en enero de 2011).
233
ROCHA, Valencia, Alberto y MORALES, Rubalcaba, Daniel Efrén, “El sistema político
internacional de post-Guerra Fría y el rol de las potencias regionales mediadoras. Los casos de
Brasil y México, Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad, vol. XV, No. 43, sep.-dic. de 2008,
pp. 37-40.
234
Los republicanos no consideran importantes los proyectos de regionalización, lo cual
explica en buena medida el estancamiento y fracaso del ALCA.
212 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
235
Rocha y Morales, op. cit, pp. 38-39.
236
DALLANEGRA, Pedraza, Luis (2003). “¿Hacia un nuevo orden mundial estratégico-militar?
El mundo después del 11 de septiembre de 2001”, documento de trabajo No. 10, consultado en
su versión electrónica en el sitio web oficial de la Universidad del Salvador: http://
www.salvador.edu.ar/csoc/idicso/docs/sdti010.pdf. (consulta personal en febrero de 2011).
237
En este punto resalta una gran paradoja: el gobierno neoconservador de los republicanos
se enfrasca en combatir frontalmente una “red terrorista”, pero inicia una guerra convencional y
sostenida, contra Estados nacionales (Afganistán e Irak).
238
BUSH, George Walker (2002), “The National Security Strategy of the United States of
America”. Documento en línea rescatado por Rocha y Morales del sitio oficial de The White
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 213
Por otra parte, ya se ha iniciado una cuarta etapa, en el SPM de estos momentos,
con el mandato del presidente Barack Obama, que en política internacional retomó la
línea de su antecesor de una política exterior que podríamos denominar “pos-retro-
westfaliana”, donde la cuestión del fortalecimiento de la supremacía y el
restablecimiento de la hegemonía de los Estados Unidos se mantiene en la práctica
del SPM, donde, por cierto, el problema del orden internacional-global-regional no ha
sido resuelto y se mantiene como una cuestión abierta.
Hoy, dos grandes fenómenos ponen en entredicho la capacidad hegemónica de
Estados Unidos para conducir las riendas del SPM: la crisis financiera mundial de
2008, provocada por las propias oligarquías estadounidenses (y tan impune como
que varios de sus artífices ocupan hoy puestos clave en el gobierno del señor Obama),
y el reacomodo del mapa geopolítico en los países árabes con las crisis políticas en
Túnez, Egipto y Libia, más todo lo que reste por venir.
Así, cabe recordar que para Joseph S. Nye Jr., en el SPM, “el poder se distribuye
entre los países con una pauta semejante a una compleja partida de ajedrez tridimen-
sional. En el tablero superior, el poder militar es generalmente unipolar. Como hemos
visto, Estados Unidos es el único país […], y una potencia global. Pero en el tablero
del centro, el poder económico es multipolar […]. Estados Unidos no es el país
hegemónico y a menudo debe negociar como homólogo de Europa. Esto ha llevado a
algunos observadores a denominarlo un mundo híbrido unimultipolar. Pero la situación
es incluso más complicada y difícil de captar en la terminología tradicional del equilibrio
de poderes. El tablero inferior es el reino de las relaciones trasnacionales, que rebasan
las fronteras, quedando fuera del control gubernamental […]. En este tablero inferior
el poder está muy disperso y en él no tiene sentido hablar de unipolaridad,
multipolaridad o hegemonía”.241
Finalmente, cabe confirmar que, como lo han expresado diferentes especialistas,
el SPM y el mundo posmoderno son sistemas híbridos; no tienen rasgos distintivos
únicos que los diferencien clara y objetivamente de los demás. El mundo actual es un
mundo de mezclas, lo cual le imprime a la organización internacional también una
naturaleza híbrida y compleja que empaña su verdadera identidad. En el SPM, la
unipolaridad con los Estados Unidos al frente se ha visto seriamente disminuida, por
lo que hoy se configura una multipolaridad y estaría en ciernes un orden multipolar
cerrado, esto es, limitado a un grupo selecto de potencias: Estados Unidos, la Unión
Europea y los nuevos BRIC (Brasil, Rusia, India y China).242 En la fase de transición
hacia este nuevo orden multipolar limitado, no hay nada concluido ni definitivo. Al
menos de momento, el hegemón estadounidense se ve disminuido y el BRIC demuestra
bríos; el G-7 se encuentra en descenso, sube y baja, y el BRIC asciende con rapidez.
Como lo enfatizan los propios teóricos brasileños, se está produciendo un empate
tripolar geoeconómico entre la Unión Europea, Estados Unidos y el BRIC; y se está
dando una bipolaridad geoestratégica entre Estados Unidos y Rusia, que implica una
especie de bipolaridad nuclear bilateral, como en el pasado, con China en tercer
lugar. Así las cosas, el SPM y el resto del mundo dentro, nos movemos hacia un
mundo multipolar cerrado, concatenado con fuertes regionalismos.
241
Citado por Rocha y Morales, op. cit., p. 49.
242
Velázquez Elizarrarás, La política comparada (…), op. cit., p. 353. Adicionalmente, se
sugiere revisar los sistemas políticos actuales de India y China, como miembros del BRIC.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 215
243
VIRALLY, Michel, La notion de fonction dans la théorie de l’organization international,
PEDONE, París, Francia, 1973, pp. 265-273.
216 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
244
ALMOND, Gabriel, A. y POWELL, G., Bingham, Comparative Politics: Development Ap-
proach, Boston 1973. Ver también a HAAS, Ernst, A functional Approach to International Orga-
nization, Collierd Mac Millan, Londres, 1975, pp. 131 a 141.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 217
245
Luard, Evan, op. cit., pp. 273 a 296.
246
Galtung, Johan, “Non-territorial actors (…)”, op. cit., p. 63.
218 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
247
Alger, Chadwick, op. cit., p.122.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 219
iii) No existe una filosofía bien establecida o normas bien definidas de coordinación
en los principales cuerpos de toma de decisiones.
iv) Muchas disposiciones de coordinación en el sistema de Naciones Unidas se
han convertido en letra muerta, por ejemplo en materia de planeación,
programación y presupuesto: los acuerdos adoptados son más formas de
consulta que rubros de coordinación, y por ello, en todo caso, sirven para reforzar,
en lugar de modificar, la autonomía esencial de los organismos.
v) Han sido bastante insuficientes los esfuerzos de coordinación de instancias
como el Comité Asesor de la ONU sobre Asuntos Administrativos y de
Presupuestos (CAAAP); el Comité Administrativo sobre la Coordinación (CAC);
la Junta Asesora de Servicios Públicos Internacionales (JASPI); el Comité
Consultivo sobre Información Pública; o el propio Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD).
vi) No operan correctamente las reformas al ECOSOC ni las restructuraciones a la
Secretaría General de la ONU, tendientes a reforzar su capacidad para influir
en la coordinación y entre organizaciones internacionales inscritas y separadas
del sistema de Naciones Unidas.
vii) Actualmente cuando se habla insistentemente de la reforma a la maquinaria
del gobierno internacional encabezado por la ONU a pocos parece interesarles
el dilema que todavía presenta su errático sistema de coordinación. Ciertamente
se han logrado avances con la planeación a largo plazo, los presupuestos por
programas y otras reformas; sin embargo, la coordinación sigue siendo tan
deficiente como cuando Evan Luard resaltó este problema en 1977.248
viii) No se ha comprendido del todo que la coordinación del gobierno internacional
no es simplemente el evitar yuxtaposiciones y duplicaciones entre las
dependencias, o el establecimiento de servicio y normas comunes. Esto es
relativamente fácil de resolver, de hecho ya se hubiera resuelto. La dimensión
de la coordinación va mucho más allá. Implica un intento para establecer un
orden consciente y deliberado y relaciones apropiadas entre las diversas
actividades del gobierno, con el fin de asegurar que no haya gastos excesivos
en ninguna de ellas o que no se preste atención adecuada a algunas. Esto es,
implica un intento para obtener un patrón de prioridades entre una multiplicidad
de programas. El objetivo central es el de constituir un plan general para todo el
sistema.
ix) La coordinación sólo se iniciará en un sentido real en el momento en que las
decisiones o las recomendaciones de algún cuerpo exterior afecten directamente
los presupuestos, recursos y programas de una organización internacional, de
modo que se conformen a un orden deliberadamente establecido de prioridades
para el sistema, más que a metas auto-impuestas.
Finalmente, debe quedar bien asentado que los cambios institucionales por sí
solos no pueden ser suficientes para establecer un sistema más eficiente de
coordinación entre las numerosísimas organizaciones internacionales dentro y fuera
del sistema de Naciones Unidas. En la práctica pura, se requiere además de un
248
Luard, Evan, op. cit., p. 283.
220 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
mayor sentido de lealtad entre los servidores públicos internacionales hacia el sistema
en su conjunto, en lugar de su fidelidad a cada unidad individual. Debe considerarse
a los “otros” organismos como socios más que como rivales o incluso como enemigos,
como sucede en la actualidad con mucha frecuencia.249 Es por demás obvio advertir
que estas necesidades de coordinación eficiente y de ajustes estructurales y
funcionales para lograr sentar las bases de un gobierno internacional, incipiente pero
eficiente, se tornan más complejas cuando salimos del sistema de Naciones Unidas y
nos instalamos en el complejo de la totalidad de organismos internacionales que operan
en el escenario mundial contemporáneo, de su relación ordenada de unos con otros
y de su capacidad de respuesta a las demandas de la comunidad internacional-global
de nuestra era.
Sabemos que algunas organizaciones tienen una autoridad considerable; pero muchas
la poseen de manera limitada, o bien, carecen de poder (supranacionalidad baja o
caasi nula). Los gobiernos nacionales se comprometen regularmente a cooperar de
modo general con estos cuerpos; pero normalmente no se les puede obligar a hacerlo
así en casos específicos. Por ello, las organizaciones internacionales tendrán que
ampliar y perfeccionar la variedad de técnicas que utilizan para inducir la cooperación
y la coordinación.
Algunas de las técnicas señaladas a continuación resultan de la práctica cotidiana
y son más o menos conocidas, pero han sido insuficientemente estudiadas:
249
NIN, Andreu, Organizaciones obreras internacionales, Fontamara, España, 1983, pp.
72-76.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 221
servicios comunes, cuya universalidad es evidente para todos los actores lo-
cales, transnacionales y mundiales. Se trata de ciertas tareas de un efectivo
beneficio colectivo, cuya realización es mejor de manera conjunta y coordinada.
Es entonces quehacer esencial de la organización el identificar, orientar, conducir
y proporcionar estos servicios requeridos por los demás sujetos: gobiernos
nacionales y organizaciones internacionales de todo género.
ix) Las negociaciones periódicas intergubernamentales. Estamos hablando de una
técnica moderna que no ha arrojado los números positivos de ella esperados
(en términos de soluciones democráticas), pero que cada vez está siendo más
requerida en organismos de conformación y funcionamiento complejos, como
lo fue el GATT durante 46 años de existencia, o la actual OMC que, hasta este
momento, tres lustros después de su creación, comienza a desempeñar una
vida protagónica e influyente en las relaciones económicas internacionales. En
la actualidad se desarrollan en el mundo múltiples técnicas de negociación
sobre todo comercial, financiera y monetaria que deben ampliarse y difundirse
a todos niveles y para todos los actores Las reuniones periódicas entre gobiernos
son útiles pero lo serían más si éstos no guardaran tan cuidadosamente su
independencia de acción en este campo en particular: negocian
independientemente y el organismo sólo influye en ellos de modo marginal,
sirviendo únicamente de foro para las negociaciones multilaterales.250
x) La negociación de grupos o conventículos. Técnica de eminente política
internacional de agregación. Surgida y desarrollada en el seno de la Asamblea
General y en el centro de los debates de la Conferencia de Naciones Unidas de
Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Funciona por la confrontación directa entre
diferentes conjuntos de gobiernos, con el grupo más numeroso, el de los países
subdesarrollados, que presentan sus demandas a los países desarrollados, en
una amplia variedad de campos. Cuando las organizaciones internacionales,
como la UNCTAD, no pueden establecer políticas por votación mayoritaria como
lo hacen otras dependencias en campos menos contenciosos, deben realizarse
tratos generales entre grupos –como el del sistema generalizado de
preferencias–, ejerciendo fuertes presiones sobre los gobiernos para que los
apliquen. En resumen, se puede afirmar que el comercio internacional es una
disciplina en las que fuertes presiones internas hacen que los gobiernos
devengan renuentes a conceder mucha autoridad a cualquier organización
internacional, por lo tanto, la ruptura de este candado será tarea técnica y política
fundamental a resolver en el futuro inmediato.
xi) Vigilancia multilateral. Se trata de una interesante técnica común de gobierno
internacional que ofrece contrastes muy llamativos en los campos monetario y
financiero mundiales. En virtud de que sólo las medias internacionales pueden
permitir superar los problemas generales de pago, los gobiernos están más
dispuestos a conceder gran autoridad al cuerpo pertinente y capacitado que es
el FMI. Los gobiernos han aceptado una divisa internacional, el DEG y, más
aún, le han concedido al Fondo un papel considerable en la administración del
250
COGORNO, Eduardo, Guillermo, Teoría y técnica de los nuevos contratos comerciales,
Ediciones MERU, SRL, Argentina, 1980, pp. 17-18.
CAPÍTULO 8 LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL Y EL SISTEMA POLÍTICO MUNDIAL:... 223
251
Vajruschev op. cit., pp. 155-213 (consúltese el capítulo relativo a las instituciones
financieras internacionales encabezadas por el FMI).
252
MENDE, Tibor, ¿Ayuda o recolonización? Lecciones de un fracaso, Siglo XXI Editores,
México, 1974. Epílogo 224-235.
224 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
REFLEXIÓN FINAL
226 BLANCA
227
CAPÍTULO 9
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT
LAW: UNA PERSPECTIVA DE TEORÍA JURÍDICA Y POLÍTICA
SUMARIO
PREÁMBULO
253
DEL TORO HUERTA, Mauricio Iván, “El fenómeno del soft law y las nuevas perspectivas
del derecho internacional”, en Anuario Mexicano de Derecho Internacional, IIJ-UNAM, México,
vol. VI, 2006, p. 159.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 229
254
Me refiero a la organización internacional en su sentido sociológico, es decir, como formas
en las que se estructura la sociedad internacional, y no, como lo marca la literatura clásica, a
instituciones internacionales como la ONU, la OMC, etc.
255
Marqués, Rueda, Tesis Doctoral, op. cit., p. 24.
230 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
256
ARMITAGE, Richard y NYE, Joseph, Jr., CSIS Commission on smart power. A smarter,
more secure America, CSIS, Nueva York, 2007, p. 6.
257
Idem.
258
Véase: FRIEDMANN, Wolfgang, La nueva estructura del derecho internacional, Trillas,
México, 1967.
259
Véase: BECERRA, Ramírez, Manuel y Klaus MÜLLER Uhlenbrock (coords.), La
juridificación de las relaciones internacionales. Un análisis plural, IIJ-UNAM, México, 2008.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 231
260
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, El derecho internacional público en la agenda
política de las Relaciones Internacionales, FCPS, UNAM, México, 2005, p. 5. (Prólogo del Dr.
Modesto Seara Vázquez).
232 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
El término soft law ha sido ampliamente cuestionado por la doctrina en razón de sus
imprecisiones y de las múltiples acepciones de que ha sido objeto. El término en
cuestión ha sido definido atendiendo, por lo menos, a tres grandes criterios, a saber:
1) las definiciones que se centran en los efectos legales del soft law, 2) las que le
otorgan una naturaleza política, social o moral, y 3) aquellas que lo definen con relación
a las fuentes clásicas del derecho internacional consagradas en el artículo 38, párrafo
1, del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Atendiendo al primer criterio de clasificación, algunos doctrinarios señalan que el
término soft law se usa para “describir principios, reglas, estándares o directrices que
carecen de efecto vinculante aunque no dejan por ello de producir determinados efectos
jurídicos”.261 Una buena parte de la doctrina emplea el término para referirse a aquellos
instrumentos que tienen un carácter jurídicamente no vinculante, pero que poseen
cierta relevancia jurídica, siendo su espacio natural de producción el derecho
internacional.262 Para Jan Klabbers, este término alude a los instrumentos que son
considerados como dotados de efectos legales, pero sin ser elevados al rango de
verdadero derecho.263 Dentro de este sector, destaca la concepción de Thürer, para
quien, el soft law es definido específicamente como: “un fenómeno de las relaciones
internacionales que abarca todas aquellas reglas sociales generadas por los Estados
y otros sujetos de derecho internacional que no son obligatorias o vinculantes pero
que, sin embargo, tienen una relevancia legal especial”.264
261
DEL TORO HUERTA, Mauricio Iván, op. cit., p. 533. Se refiere a autores como Jerzy,
Sztucki y Ramberg.
262
ALARCÓN GARCÍA, Gloria, “El soft law y nuestro sistema de fuentes”, en Libro-Homenaje
del Profesor Alvaro Rodríguez Berejio, [en línea], España, versión pre-print, [citado el 15 de
noviembre de 2010], Formato pdf, disponible en: http://digitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/
10423/1, p. 9.
263
KLABBERS Jan, “The redundancy of soft law”, en Nordic journal of International Law,
Kluwer Law International, The Netherlands, n°65, 1996, p. 168.
264
Citado por DEL TORO HUERTA, Mauricio Iván, op. cit., p. 534.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 233
Con base en una pretendida naturaleza política, algunos doctrinarios han definido
al soft law como aquellos “estándares y principios de conducta no obligatorios”,265 o
bien, como acuerdos vinculantes política y moralmente, pero sin ningún efecto jurídico.
Por otra parte, para aquellos que definen este término con relación a las fuentes del
derecho internacional, el soft law se encuentra conformado por normas, principios y
procedimientos internacionales, que están fuera del sistema formal de fuentes del
artículo 38, párrafo1, del Estatuto de la CIJ y carecen del carácter normativo requerido
para crear derechos y obligaciones, pero, sin embargo, son capaces de producir ciertos
efectos legales.266 Van Hoof afirma que el término soft law es utilizado “para englobar
instrumentos que no se acomodan a las ‘fuentes’ tradicionales de Derecho
Internacional, si bien concurren en ellos elementos característicos de las reglas de
Derecho por lo que no merecen ser considerados no-Derecho”.267
Finalmente, es importante señalar las tres principales acepciones que, de acuerdo
con Julio Barberis, se han otorgado al término soft law, a saber:
Las acepciones antes transcritas demuestran que el soft law no posee el rango de
fuente formal del derecho internacional debido, por un lado y con base en una posición
exegética, a que no se encuentra previsto en el artículo 38 del Estatuto de la CIJ y, por
otro lado, a que en su formación no concurren los elementos necesarios y aceptados
por la doctrina para que se materialice el proceso formal de creación normativa. No
obstante estas carencias inherentes al soft law, la doctrina reconoce que este fenómeno
es capaz de generar ciertos efectos legales. No se niega que esta peculiar figura del
derecho internacional pueda crear compromisos y pautas de comportamiento, por tal
motivo, el problema en torno al soft law comienza a trasladarse al ámbito particular de
su obligatoriedad y de la capacidad de los sujetos jurídicos internacionales para exigir
el cumplimiento de tales compromisos.
265
KARMEL, Robert S. y Claire R. KELLY, “The hardening of soft law in securities regula-
tion”, en Brooj J. Internacional Law, 2009, vol. 34, p. 884.
266
FRANCIONI, Francesco, “International ‘soft law’: a contemporary assessment”, en LOWE,
Vaughan y Malgosia FITZMAURICE (eds.), Fifty years of the International Court of Justice.
Essays in honour of Sir Robert Jennings, Cambridge University Press, Estados Unidos, 1996,
p.168.
267
Citado por MAZUELOS, Bellido, Ángeles, “Soft Law: ¿Mucho ruido y pocas nueces?”, en
Revista Electrónica de Estudios Internacionales, REEI, 2004, n°8, p. 21. www.reei.org
268
Cfr. BARBERIS, Julio, Formación del derecho internacional, Buenos Aires, de Palma,
1994, pp. 281 y ss.
234 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
En este sentido, y con base en la más estricta técnica jurídica, el soft law no
puede ser considerado como verdadero derecho, ya que no puede exigirse su
cumplimiento por parte de los sujetos internacionales. El problema no pasa por la
obligatoriedad, puesto que muchas normas jurídicas son obligatorias y no por ello se
cumplen, sino más bien, por la cuestión relativa a su exigibilidad. Esta aparente
naturaleza imperfecta del soft law ha llevado a la doctrina a concebirlo como un ‘derecho
flexible’, ‘derecho blando’, ‘derecho suave’, ‘pre-derecho’, ‘derecho en agraz’269, o
bien, ‘derecho programa o programático’.270 Esta concepción posee un carácter
eminentemente excluyente y un tanto simplista, puesto que se limita a definir al soft
law en oposición al hard law, y a sus efectos legales como no obligatorios en oposición
a obligatorios.
Desde una perspectiva más amplia, Riphagen mencionaba que el derecho no es
el único sistema normativo que regula la conducta humana, por lo que es necesario
identificar los diferentes niveles que conforman el mundo jurídico, mismo que se
encuentra dividido en por lo menos cuatro niveles representados en la fórmula non-
law / soft law / law / ius cogens, en donde el soft law y el ius cogens representan los
dos extremos del derecho.271 De acuerdo con Van Hoof y Baxter, el soft law se ubicaría
en una zona gris entre el blanco derecho y la negrura del no-derecho. Este sector de
la doctrina descarta la posibilidad de ignorar la naturaleza jurídica del soft law, aunque
lo ubica en una posición intermedia con respecto al hard law, lo que conllevaría a
identificar al ‘derecho suave o blando’ como una manifestación primaria o transitoria
del verdadero derecho.
Aunque la posición doctrinal antes mencionada asume una visión más integral del
mundo jurídico, no resuelve los problemas relativos a la obligatoriedad y exigibilidad
del soft law, puesto que, a menos que se convierta en hard law en razón de una
relación lógica de continuidad, no es obligatorio y exigible. Por este motivo, el soft law
tiene ciertos efectos jurídicos sólo en la medida en que genera expectativas de
cumplimiento de ciertos compromisos, constituye una prueba de una práctica estatal
o de una convicción jurídica (opinio iuris), o bien, ayuda a interpretar instrumentos
jurídicos internacionales cuyo carácter vinculante es plenamente aceptado.
Las dos posiciones doctrinales antes mencionadas presentan razonamientos
aceptables. Sin embargo, el problema en torno a la naturaleza jurídica del soft law
radica en una desafortunada denominación de un fenómeno internacional. El soft law
surgió de la necesidad de la sociedad internacional por encontrar nuevas formas de
alcanzar acuerdos, consensos y compromisos en un cada vez mayor número de
rubros y asuntos internacionales de variada naturaleza. Asimismo, refleja las
tendencias de la sociedad internacional en la regulación de materias o áreas
determinadas. Los Estados adoptaron compromisos políticos, económicos y sociales
al margen de los canales clásicos de conformación de obligaciones, empero, su
intención nunca fue crear un mecanismo de creación normativa antagónico o
contrapuesto a las fuentes clásicas del derecho internacional. La práctica internacional
269
Derecho en formación o en maduración.
270
Como lo concibiera Dupuy en su conocido trabajo Droit programmatoire: de la coutume
sauvage á la <<soft law>>.
271
Cfr. Del Toro Huerta, op. cit., p. 524.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 235
Para Thürer, el fenómeno del soft law puede ser identificado atendiendo a cuatro
aspectos, a saber:
272
CHINKIN, Christine, “Normative development in the international legal system”, en
SHELTON, D. (ed.), Commitment and compliance. The roles of non binding norms in the inter-
national legal system, Oxford University Press, Nueva York, 2000, pp. 30 y 31.
273
THÜRER, D., “Soft Law”, en Bernhardt, (ed.), Encyclopedia of Public International Law,
2000, p. 454.
236 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
274
Mazuelos, op. cit., p. 35.
275
PEYRÓ, Llopis, Ana, “Los mecanismos de control del cumplimiento de las obligaciones
previstas en el Protocolo de Kioto”, en BROTÓNS, Antonio y Rosa María FERNÁNDEZ EGEA
(eds.), El cambio climático en el derecho internacional y comunitario, Fundación BBVA, España,
2009, pp. 79 y 80.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 237
distintivo del soft law, puesto que el propio derecho internacional es producto, en
gran medida, de la voluntad de los Estados.
Con base en todas las reflexiones antes expuestas, considero que el soft law
constituye una forma novedosa de adoptar compromisos, pautas de comportamiento
y directrices generales en torno a las problemáticas actuales de la sociedad
internacional. No se restringe a los instrumentos adoptados por las organizaciones
internacionales, aunque el marco de tales instituciones es que ha tenido un mayor
grado de aplicación. Sin embargo, actualmente, el soft law también es adoptado por
los Estados en el ámbito de sus relaciones bilaterales y multilaterales, así como en
diversos foros, reuniones y conferencias informales, tales como, y por citar un ejemplo,
el Foro Económico Mundial de Davos y las reuniones cumbre que desde 1964 realiza
cuatrienalmente, la Conferencia de las Naciones Unidas como Comercio y Desarrollo
(UNCTAD).
El soft law, dentro de ciertos límites bien establecidos, constituye una nueva fuente
del derecho internacional. Además, puede servir de base para la posterior adopción
de normas jurídicas en su sentido clásico, o bien, como herramienta interpretativa del
derecho internacional vigente. En este sentido, y en total acuerdo con Karl Zemanek,
la dicotomía obligatorio/no obligatorio realmente no ayuda a determinar la naturaleza
ni los alcances del soft law.276
No obstante lo anterior, la desconfianza imperante entre los actores internacionales
y la constante posibilidad de incumplir con lo acordado, ubican a la sociedad
internacional en un estadio en el que es casi imposible concebir el surgimiento y
cumplimiento de obligaciones sin la necesidad de que existan mecanismos formales
de exigibilidad o normas imperativas que constriñan la conducta de los actores
internacionales. Por esta razón, es entendible que la doctrina del derecho internacional
se empeñe en asociar el soft law con el hard law en una relación lógico-jurídica de
subordinación; sin embargo, esta perspectiva, por un lado, tergiversa la verdadera
naturaleza del primero y, por otro lado, intenta reafirmar y defender a ultranza el valor
histórico del segundo como principal mecanismo de regulación de la conducta humana.
Partiendo de esta reflexión, considero que los elementos característicos básicos
del soft law son:
276
Cfr. ZEMANEK, Karl, “Is the term ‘Soft Law’ convenient?”, en Lieber Amicorum Professor
Seidl-Hohenveldern, Kluwer Law International, 1998, pp. 845 y ss.
238 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
El soft law permite superar la falta de voluntad y reticencia de los Estados para
adoptar normas rígidas en áreas o campos sensibles para los intereses nacionales,
así como los tecnicismos propios de la ciencia jurídica. Es una forma de regular la
conducta de los sujetos y actores internacionales a través de principios, reglas y normas
de comportamiento que reflejan la tendencia internacional en una determinada área,
así como los intereses, necesidades y valores sociales coyunturales imperantes en la
sociedad internacional. En el siguiente apartado se estudiarán las principales
posiciones teóricas en torno al fenómeno del soft law a fin de confrontarlas e identificar
sus categorías o postulados básicos.
Antes de revisar las principales posiciones teóricas existentes en torno al soft law, es
necesario plantear algunas reflexiones sobre las características básicas del actual
sistema internacional a fin de ubicar en su contexto social al fenómeno jurídico
estudiado en esta contribución. Como en su momento fue señalado, el debate en
torno al soft law aparece en las agendas temáticas del derecho internacional y las
relaciones internacionales en la década de los años setentas del siglo pasado. Cuatro
décadas han pasado desde entonces, en las cuales el sistema internacional se ha
transformado de manera radical, principalmente, como resultado del fin de la Guerra
Fría y la expansión del capitalismo a nivel mundial a través del proceso o fenómeno
de la globalización.
Las relaciones internacionales y el derecho internacional pasaron de ocuparse
únicamente de la coexistencia pacífica entre los Estados, a temas de variada
naturaleza, tales como: el medio ambiente, la democracia, los derechos humanos, la
ciencia y la tecnología, el desarrollo, el comercio internacional, entre otros más.
Asimismo, como sostiene la corriente teórica del neoliberalismo institucional en
Relaciones Internacionales, los temas clásicos de la high politics (coexistencia,
armamentismo, paz y seguridad en sus sentidos clásicos) fueron desplazados por la
denominada low politics (temas de naturaleza más social, cultural y económica) de la
agenda actual de las relaciones internacionales como producto de la desaparición de
la amenaza nuclear entre las dos grandes potencias hegemónicas de la Guerra Fría.
Esta realidad permitió afirmar tanto a los neorrealistas277 como a los neoliberal
institucionalistas,278 que hoy en la sociedad internacional las posibilidades de
cooperación internacional son mayores en razón de la existencia de una
interdependencia entre las naciones dados los lazos comerciales existentes, los cuales
obligan a los Estados a cooperar a fin de no ver afectados sus propios intereses
nacionales. Además, el surgimiento de fenómenos de magnitudes mundiales puso
277
Autores como Grieco, Mearsheimer y Waltz.
278
Por ejemplo: Keohane, Nye, Krasner, entre otros.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 239
279
KEOHANE, Robert O., “Cooperation and International Regimes”, en LITTLE Richard and
Michael SMITH (eds.), Perspectives on World Politics, Routledge, USA, 1991, Second edition.
280
Cfr. GRIECO, Joseph, “Anarchy and the limits of cooperation: A realist critique of the
newest liberal institutionalism”, en KEGLEY W., Charles, Controversies in International Rela-
tions Theory. Realism and the Neoliberal Challenge, University of South Carolina, USA, 1995.
240 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
281
Cfr. KLABBERS, Jan, op. cit., pp.168 y 169.
282
Se refieren a los enfoques teóricos derivados o vinculados al Rational Choice. En
Relaciones Internacionales, tal enfoque predominó la visión explicativa de neorrealistas y
neoliberal institucionalistas durante el tercer debate paradigmático de esta disciplina, y del cual
se desprendió la denominada neo-síntesis entre los dos grandes enfoques explicativos de las
Relaciones Internacionales.
283
SHAFFER, Gregory y Mark A. POLLACK, “Hard vs. Soft Law: Alternatives, Comple-
ments, and Antagonists in International Governance”, en Minnesota Law Review, n°94, 2010,
p.707.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 241
Fuente: Elaboración propia con base en: SHAFFER, Gregory y Mark A. POLLACK, op. cit., p. 723.
284
Ibíd., pp. 707 y ss.
242 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
1. Los instrumentos de hard law son más creíbles porque tienen efectos jurídicos
directos en los ordenamientos legales nacionales y porque requieren su
recepción en el derecho interno.
2. Los instrumentos de hard law posibilitan la resolución de los problemas
inherentes a una creación normativa incompleta al contemplar mecanismos de
interpretación y elaboración de compromisos jurídicos en un cierto plazo.
3. Los instrumentos de hard law permiten a los Estados un mejor monitoreo para
hacer cumplir sus compromisos, incluyendo los diferentes mecanismos de
solución de diferencias, tales como las cortes.286
Por su parte, los defensores del soft law argumentan que esta peculiar figura del
derecho internacional presenta ventajas significativas sobre el hard law, a saber:
285
Cfr. ABBOTT, Kenneth W. y Duncan SNIDAL, “Hard and Soft law un International Gover-
nance”, en International Organization, n°54, 2000.
286
SHAFFER, Gregory y Mark A. Pollack, op. cit., pp. 717 y 718.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 243
1. Los instrumentos de soft law son más fáciles y menos costosos de negociar.
2. Los instrumentos de soft law imponen costos más bajos a la soberanía estatal.
3. Los instrumentos de soft law proporcionan mayor flexibilidad para que los Estados
hagan frente a la incertidumbre.
4. Los instrumentos de soft law permiten que los Estados sean más ambiciosos y
se comprometan a una cooperación más profunda.
5. Los instrumentos de soft law permiten hacer frente de mejor manera a la
diversidad.
6. Los instrumentos de soft law están disponibles para los agentes no estatales,
incluyendo las agencias administrativas del Estado, asociaciones comerciales
y organizaciones no gubernamentales.287
287
Ibíd., p. 719.
244 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
Ante este posible escenario, resultaría tentador asumir y defender el hard law. Sin
embargo, la experiencia internacional reciente demuestra que el fenómeno ‘soft’ rebasa
considerablemente los efectos pragmáticos que pretende otorgarle el racionalismo.
El derecho al desarrollo y el medio ambiente son claros ejemplos de que el soft law se
inscribe en un proceso o fenómeno socio-internacional de mayores alcances. Por un
lado, el derecho al desarrollo se ha logrado edificar sobre principios de justicia social
e igualdad al amparo de la labor de la UNCTAD, de naturaleza eminentemente ‘soft’,
y al margen de las instancias formales dominantes como el FMI y el Grupo Banco
Mundial. Por otro lado, el Derecho Internacional del Medio Ambiente que, a través de
instrumentos que en su mayoría pueden ser calificados como soft law, ha logrado
conformar un corpus iuris aplicable a la protección y conservación del medio ambiente
y en la conformación de un régimen internacional sobre cambio climático que, aunque
ha querido ser desvirtuado por Estados Unidos y otros países, ha presentado grandes
avances como lo fue la entrada en vigor del Protocolo de Kioto y la adopción de un
mecanismo de cumplimiento de sus obligaciones.
Defender el hard law resulta tentador debido a que la ciencia jurídica es precisa al
señalar las técnicas del proceso de creación normativa y los criterios que debe cubrir
una norma jurídica para ser válida. Además, esta perspectiva es de gran utilidad para
rechazar la existencia de nuevas fuentes del derecho internacional que, respondiendo
a demandas históricas de la sociedad internacional tales como: justicia, igualdad,
pluralidad y universalidad, puedan poner en riesgo el statu quo y los intereses
predominantes en las relaciones internacionales. Caso sintomático de esta realidad
son las resoluciones de organizaciones internacionales, las cuales han sido
fuertemente criticadas por las potencias hegemónicas, pese a que tales
organizaciones, por su vocación universal y especificidad temática, cuentan con los
elementos necesarios para asumir una función cuasilegislativa. En temas como el
desarrollo, las potencias se han limitado a calificar tales resoluciones como el producto
de una “tiranía de las mayorías”.
Finalmente, considero que el constructivismo defiende una posición más mesurada
y coordinadora. Reconoce la importancia tanto del hard law como del soft law, pero
posee la virtud de fundamentar su análisis en una idea que no es ajena ni para el
jurista ni para el internacionalista, a saber: la socialización. A través de ésta, los Estados
aprenden a identificar preocupaciones y objetivos comunes, a reducir la desconfianza
mutua, a moldear su conducta, y a cooperar. “Los constructivistas afirman
expresamente como los regímenes internacionales pueden llevar a los Estados a
cambiar la percepción sobre sus intereses a través de un proceso transnacional de
interacción, deliberación y persuasión”. Aunque se afirma que el soft law allana el
camino al hard law, considero que esta posición teórica va más allá, ya que producto
del aprendizaje y la socialización el denominado ‘derecho suave’ no tiene la necesidad
de aspirar a convertirse en ‘derecho duro’, puesto que el cambio de conducta de los
actores internacionales tendrá como resultado inmediato que se asuman como
‘normales’288 los compromisos y obligaciones, por lo que, en cierto sentido, resulta,
288
Me refiero a normales como sinónimo de habitual o cotidiano. El objetivo de la norma
jurídica es crear una normalidad o conducta normal que sea realizada por el individuo de forma
natural y habitual sin necesidad de tener presenta la naturaleza coercitiva y coactiva de la
norma.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 245
El fenómeno del soft law se inscribe en los debates doctrinales relativos a las
denominadas nuevas fuentes del derecho internacional, dentro de las que suelen
identificarse por lo general a las resoluciones de las organizaciones internacionales,
los actos unilaterales de los Estados y los acuerdos ejecutivos. La naturaleza jurídica
plena de estas manifestaciones de creación de obligaciones internacionales ha sido
duramente criticada debido a la existencia de una visión dominante, pero restringida,
de las fuentes del derecho internacional.
Tradicionalmente, las fuentes del derecho internacional han sido definidas como
“los modos de formación o manifestación de ese derecho, o los modos de su realización,
y de los cuales dimanan directamente los derechos y las obligaciones de las perso-
nas internacionales.290 Buena parte de la doctrina se ha enfocado en el estudio de los
procesos a través de los cuales se crean las normas jurídicas en el ámbito internacional,
289
SINDICO, Francesco, “Soft law and the elusive question for Sustainable Global Gover-
nance”, en Leiden Journal of International Law, n°19, 2006, pp. 835 y ss.
290
ACCIOLY, Hildebrando, Tratado de derecho internacional público, Instituto de Estudios
Políticos, Madrid, 1958, tomo I, p. 50.
246 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
Existe consenso entre la doctrina para afirmar que el párrafo 1 del artículo 38 no
realiza una enumeración exhaustiva de las fuentes del derecho internacional, y que
su redacción no establece una jerarquía entre tales fuentes. Estos argumentos han
sido confirmados por la propia labor judicial de la CIJ, en la que dicho órgano ha
tenido que analizar y aplicar manifestaciones jurídicas no previstas en el artículo 38,
tales como: el derecho nacional, los efectos de algunos actos jurídicos unilaterales y
las resoluciones de organizaciones internacionales.
El artículo 38 del Estatuto de la CIJ ha sido rebasado por las nuevas tendencias
del derecho internacional. Como afirma Manuel Becerra, “de un examen detenido
sobre todo de la práctica internacional es posible advertir que la normatividad
internacional tiene formas de manifestación mucho más amplias y en algunos casos
más sofisticadas”.291 Alf Ross, “ve en la limitación de las fuentes en un solo artículo el
peligro de que frecuentemente sea incompleto o que sea inadecuado a la realidad
[…] la práctica internacional es la importante, ya que es mucho más rica y compleja
que la simple expresión de un artículo en un documento internacional”.292 Por este
motivo, como acertadamente señala Becerra Ramírez y otros especialistas en la ma-
teria, el artículo 38 del Estatuto de la CIJ sólo debe ser visto como una referencia o
punto de partida en relación con las fuentes del derecho internacional.
Ante la insuficiencia explicativa del enfoque tradicional que limita el proceso de
creación normativa en el ámbito internacional a las fuentes formales enunciadas en el
artículo 38 del Estatuto de la CIJ, la doctrina ha desarrollado enfoques explicativos
alternos que, desde una visión más integral del derecho internacional y las relaciones
internacionales, permiten reconocer la existencia de nuevas manifestaciones de
creación normativa. Por ejemplo, Ian Brownlie, señala que la distinción entre fuentes
materiales y formales en el derecho internacional es difícil de mantener, por tal motivo,
291
BECERRA, Ramírez, Manuel, La recepción del derecho internacional en el derecho interno,
IIJ-UNAM, México, 2006, p. 1.
292
Citado por Becerra, ibíd., p. 4.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 247
293
Cfr. BROWNLIE, Ian, Principles of Public International Law, Oxford University Press,
Oxford, 2003.
294
BAXTER, R., op. cit., p. 566.
295
Mazuelos, op. cit., p. 22.
248 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
La relación soft law-fuentes clásicas del derecho internacional no debe ser vista
como problemática o conflictiva, sino como una interrelación dinámica en la que ambas
manifestaciones jurídicas se complementan y retroalimentan mutuamente. El soft law
proporciona un conjunto de normas jurídicas que refleja las tendencias actuales de la
296
Ver: Velázquez E., El derecho internacional público en la agenda política (…), op. cit.,
revisar el Capítulo V Avances del Derecho Internacional Constitucional: régimen jurídico y
capacidad normativa general de las organizaciones internacionales, pp. 147-191.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 249
297
KLABBERS, Jan, op. cit., p.177.
298
ICJ, Judgment, 20 april 2010. http://www.icj-cij.org/docket/files/135/15877.pdf
250 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
299
BORRÁS, Susana, “El desenlace del conflicto de la celulosa: Argentina vs. Uruguay”, en
revista Catalana de Dret Ambiental, Cataluña, Vol. 1, n° 1, p. 33 y ss. También: Separate Opi-
nion of Judge Cançado Trindade to the Judgment in the case conserning Pulp Mills on the River
Uruguay, párrafos 52 y ss., disponible en http://www.icj-cij.org/docket/files/135/15885.pdf
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 251
actual demuestra que el fenómeno ‘soft’ también es aplicable al campo de los actos
jurídicos unilaterales estatales,300 así como en foros y reuniones informales entre
Estados. Así, algunos señalan que el soft law en el ámbito internacional puede
agruparse en cuatro grandes categorías, a saber:
Los primeros tres criterios clasificatorios excluyen toda posibilidad de que exista
un soft law autónomo, puesto que se le asigna un papel de pre-derecho o de
herramienta auxiliar para la interpretación del hard law. El cuarto criterio permite ubicar
al soft law como complementario al hard law, mientras que el quinto le otorga autonomía
300
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, “Construyendo una teoría internacional general
de los actos jurídicos unilaterales del Estado”, en el libro del mismo autor: Estudios avanzados
de derecho internacional público en ciencias políticas y sociales, FCPS, UNAM, México, 2008,
pp. 15-48.
301
Cfr. BAXTER, R., “International law in her infinite variety”, International and Comparative
Law Quartely, vol.48, 1980. También, ALARCÓN GARCÍA, Gloria, op. cit.
302
Del Toro, Huerta, op. cit., p. 536.
303
Ídem.
252 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
304
ALARCÓN, García, Gloria, op. cit., p. 10.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 253
Finalmente, existe una cuarta tipología, más enfocada en el soft law nacional, que
distingue entre soft law público ad intra y ad extra y soft law público-privado. En su
carácter público ad intra, el soft law constituye una forma de regulación adoptada por
un poder público en el ejercicio de sus potestades, para la ordenación de su
organización interna, mientras que en su carácter público ad extra, tiene como finalidad
una regulación que afecta a terceros. El soft law público ad intra es adoptado de
forma unilateral, mientras que el soft law público ad extra comúnmente es pactado o
acordado entre dependencias, instituciones o sujetos públicos a fin de regular ciertas
relaciones entre ellas. El soft law público-privado “es una expresión normativa
depositada en manos de entes privados. En este caso, una persona física o jurídica
ejerce una potestad normativa por delegación, pero con la importante característica
de que los efectos jurídicos de las normas aprobadas sólo surten efectos entre un
grupo reducido de personas. Así, el poder público se desprende de una competencia
reguladora, dando paso a que sea el sector privado el responsable de adoptar tales
normas”.305 Un caso sintomático de soft law público-privado lo podría constituir la lex
mercatoria ampliamente estudiada por la doctrina del derecho internacional privado
como medio para resolver los denominados conflictos de leyes.
El soft law público ad intra y ad extra también puede ser extrapolado al ámbito de
las relaciones internacionales. El ejemplo más claro sería el de las resoluciones de
organizaciones intergubernamentales (OIG). Estas instituciones internacionales, con
base en su tratado constitutivo, pueden auto-organizarse y regir su actividad interna
mediante la adopción de resoluciones cuyo contenido material puede ser catalogado
como ‘soft’. Nada impide a estas organizaciones regular su funcionamiento interno y,
mucho menos, adoptar las medidas necesarias, cualquiera que sea su naturaleza,
para optimizar su accionar. Asimismo, pueden emitirse resoluciones para establecer
pautas de comportamiento y colaboración con otras organizaciones internacionales a
fin de atender asuntos comunes. La única limitante que se podría encontrar al ejercicio
de esta facultad por parte de las organizaciones internacionales, radica en el hecho
de que las disposiciones de carácter ‘soft’ no pueden contravenir el objetivo funda-
mental para el cual fue creada la organización ya que, de lo contrario, se le estaría
atribuyendo al soft law una naturaleza contra legem, es decir, la capacidad de poder
derogar el hard law.
Atendiendo al carácter integral y multidisciplinario de este trabajo, considero que
una tipología del soft law no puede realizarse tomando en cuenta única y
exclusivamente criterios mecánicos como los relativos a la formalidad propia con que
se crean las normas jurídicas clásicas. El soft law es un fenómeno internacional, por
tal motivo, sus manifestaciones son tan variadas que sería en realidad imposible
presentar una relación pormenorizada de todas ellas. En este sentido, y cualquiera
que sea su manifestación material (resoluciones, códigos, memoranda, etc.), destaco
y adopto la clasificación que distingue entre un soft law general (principios de soft
law) y un soft law especial (reglas de soft law), puesto que permite ubicar a este
305
El tema relativo al soft law público y al soft law público-privado es ampliamente estudiado
por Daniel Sarmiento en su trabajo intitulado: La autoridad del derecho y la naturaleza del soft
law, [en línea], Universidad Complutense de Madrid, Madrid, [citado el 19 de noviembre de
2010], Formato pdf, disponible en: http://www.danielsarmiento.es/pdf/soft_law.pdf
254 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
306
Klabers, op. cit., p. 171.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 255
307
Mazuelos, op. cit., pp. 5 y 6.
308
Citado por Del Toro Huerta, op. cit., pp. 519 y 520.
309
Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
310
Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 16 de diciembre de 1960.
311
Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1974.
312
SEPÚLVEDA, César, Derecho Internacional, Porrúa, México, 2002, 23ª edición, pp.110 y 111.
256 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
cumplir con ellas puede significar, y de hecho lo es, una violación a las obligaciones
que impone el ser miembro”.313 Para este sector de la doctrina, la discusión en torno
al carácter obligatorio de algunas resoluciones de las organizaciones internacionales
es de carácter eminentemente político, más que fundamentarse en verdaderos
razonamientos técnico-jurídicos.
En el caso de las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas se
ponen en juego intereses políticos nacionales antagónicos, como son, por citar sólo
un ejemplo, los de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad con respecto
a los de los miembros de la Asamblea General. Las resoluciones de la Asamblea
reflejan el sentir de la mayoría de sus miembros, más aún en una época en que se ha
trabajado por la democratización, universalización y pluralidad de dicho órgano político;
a las potencias les preocupa que la Asamblea General pueda convertirse en una
suerte de legislador internacional que, concomitantemente, adopte nuevas normas
jurídicas contrarias a los intereses de una minoría. Por este motivo, como bien señala
Becerra Ramírez, “se sostuvo la idea de que las resoluciones de la Asamblea Ge-
neral no tienen carácter obligatorio y [se intentó] explicar la gran autoridad jurídica
que tienen algunas resoluciones […] vía el mecanismo de creación de la costumbre
internacional. Muchas de estas resoluciones, se sostiene, recogen el derecho
consuetudinario, o bien son el punto de partida de creación de la costumbre
internacional”.314
“Las resoluciones de la Asamblea General, sin ser originalmente fuentes de derecho
internacional, pueden convertirse en una fuente de derecho”.315 No cabe duda que las
resoluciones adoptadas conforme a los artículos 16 y 17 son obligatorias, en razón de
que su ámbito material de validez se circunscribe a facultades expresamente conferidas
a la Asamblea General.316 Por tal motivo, el problema en torno a la validez de las
resoluciones de la Asamblea General se traslada a aquellas en las que es difícil
determinar si dicho órgano político está facultado para emitir o adoptar resoluciones
obligatorias para sus miembros.
De acuerdo con la doctrina, las resoluciones del máximo foro de la ONU, como las
emitidas por otras organizaciones internacionales, pueden hacer las veces de meros
pronunciamientos317 o captar una norma jurídica y sólo reiterar una posición,318 en
cuyos casos no serían consideradas fuentes de derecho; sin embargo, también es
claro que pueden establecer situaciones jurídicas de carácter normativo, en cuyo
caso sí podría calificárseles de verdaderas fuentes de derecho. De acuerdo con Jorge
Castañeda, pueden identificarse tres categorías de resoluciones que constituyen algo
313
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, “Reestructuración general del nuevo derecho
internacional. Perspectivas hacia el siglo XXI”, en Temas selectos del nuevo derecho internacional,
FCPS, UNAM, México, 1994, p. 24.
314
Becerra, Ramírez, op. cit., p. 5.
315
Méndez, Silva, Ricardo, “La soberanía permanente de los pueblos sobre sus recursos
naturales”, en GÓMEZ-ROBLEDO, Verduzco, Alonso (compilador), La soberanía de los Estados
sobre sus recursos naturales, IIJ-UNAM, México, 1980, p. 72.
316
Cuestiones en materia de presupuesto, gastos y administración fiduciaria.
317
Becerra, op. cit., p. 7.
318
Méndez Silva, op. cit., p. 74.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 257
Las resoluciones pueden ser fuente de derecho en la medida en que cumplan con
dos requisitos: uno cuantitativo, destinado a comprobar el número de Estados que
han votado a favor de una resolución, y uno cualitativo, encaminado a desentrañar el
objeto de la resolución y los alcances que pretendieron dársele. Algunos doctrinarios
señalan que las resoluciones adoptadas por unanimidad pueden, dependiendo de su
objeto, ser consideradas como fuente derecho, pero que aquellas que son el resultado
de una votación mayoritaria presentan dificultad para comprobar sus efectos
vinculantes.
La creación de un derecho, la confirmación de uno existente, o la mera enunciación
de pronunciamientos dentro de una resolución, debe buscarse, en primer lugar, en el
propio texto y redacción de la resolución; en segundo lugar, en la convicción jurídica
de los Estados al momento de votar a su favor; en tercer lugar, en la práctica
internacional subsecuente tanto de los Estados como de la propia organización
internacional; y, en cuarto lugar, del número de Estados que votaron a favor de tal
resolución. No obstante lo anterior, ante la dificultad actual para adoptar resoluciones
por unanimidad, la obligatoriedad de una resolución debe encontrarse en la convicción
jurídica de los Estados y en la práctica internacional.
A la luz de la práctica actual, no se puede negar la naturaleza normativa de algunas
resoluciones de organizaciones internacionales, que por su vocación universal y plu-
ral como la Asamblea General de Naciones Unidas o por su especialización temática
en un área determinada, poseen una naturaleza cuasi-legislativa inherente. Para
319
Declaración de los principios jurídicos que rigen las actividades de los Estados en mate-
ria de exploración y utilización del espacio extra-atmosférico.
320
Esta clasificación de Jorge Castañeda es citada por Alonso Gómez-Robledo Verduzco
en: “Significación jurídica del principio de la soberanía permanente sobre los recursos natu-
rales”, mismo autor, op. cit., p. 46.
258 EFRÉN GUSTAVO MARQUÉS RUEDA
REFLEXIÓN FINAL
El término soft law ha sido empleado de forma imprecisa y, muchas veces, oportunista
y tendenciosa. Así, en sus origines, McNair lo utilizó para diferenciar las proposiciones
de lege lata de las de lege ferenda. Posteriormente, fue estrechamente vinculado a la
importancia y trascendencia jurídica de algunas resoluciones de la Asamblea Ge-
neral de las Naciones Unidas. Finalmente, en la actualidad, se le utiliza para hacer
referencia a todas aquellas manifestaciones jurídicas que sin ser obligatorias, tienen
ciertos efectos legales. Asimismo, dicho término ha sido dotado de connotaciones
políticas destinadas a comprobar su utilización como un mecanismo de los Estados
para evadir los canales formales del derecho internacional y del derecho nacional.
Para algunos autores, el soft law constituye una forma efectiva de evadir los pesos y
contrapesos constitucionales que impiden al Poder Ejecutivo comprometer
internacionalmente al Estado, sin antes haber pasado por el análisis y aprobación del
Poder Legislativo.322
El soft law tiene su mayor cuota de aplicación en los ámbitos de las organizaciones
internacionales y los actos jurídicos unilaterales del Estado. Indistintamente pueden
ser calificados como soft law las resoluciones, recomendaciones, declaraciones,
directrices, programas, códigos, etc., adoptados en el marco de una organización
internacional, lo mismo que los acuerdos ejecutivos, memoranda o bases de
321
Velázquez Elizarrarás, op. cit., pp. 30 y 31.
322
Cfr. También, KLABBERS, Jan, “The Undesirability of Soft Law”, en Nordic Journal of
International Law, Kluwer Law International, The Netherlands, n°67, 1998, p. 384.
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL COMO PRODUCTORA DE SOFT LAW: ... 259
260 BLANCA
261
TERCERA PARTE
262 BLANCA
263
CAPÍTULO 10
SUMARIO
PREÁMBULO
323
AGUILAR, Monteverde, Alonso, La Crisis del Capitalismo, Editorial Nuestro tiempo, México,
1979, pp. 212-219.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 265
de Asia, reflejando la crisis del sistema colonial del imperialismo. La guerra proporciona
al capitalismo la posibilidad de resurgir de una economía bélica a una de paz, ante la
necesidad de proporcionar a los países devastados los medios para su reconstrucción
y de cubrir las demandas de consumo de todo tipo de bienes y medios de producción
que habían dejado de producirse. En 1948-1949, dentro de esta segunda etapa, se
vislumbra un nuevo surgimiento de la crisis, que no estalla realmente, gracias otra
vez, a una guerra, la de Corea, que reclama gran actividad para el rearme. En 1953-
1954, al terminar este conflicto, y caer la producción, aparece la tendencia al
estancamiento en Reino Unido y Estados Unidos, aunque países como Alemania y
Japón, intensifican su actividad productiva.
La tercera etapa de la crisis general, se inicia a mediados de los cincuenta con la
característica distinta de no ser esta vez ocasionada por una guerra. El sistema colo-
nial se desploma intensificándose la rivalidad entre los dos sistemas, socialista y
capitalista. A pesar de la política del Estado Benefactor y el keynesianismo de la
época, a partir de 1967 se inicia esta nueva fase de profunda crisis. Se da por una
militarización de la economía, una revolución científico tecnológica y el desarrollo del
capitalismo monopolista del Estado, un fuerte desempleo, inflación severa y desajustes
monetarios comerciales y financieros. Este nivel de análisis, nos permite apreciar el
proceso histórico de la crisis actual: los años previos al comienzo de la era global
capitalista a fines de los setentas y comienzo de los ochentas, son tiempos de una
mayor concentración de capitales y de internacionalización de la producción,
observándose una gran diversificación de la división internacional del trabajo con la
formación de empresas transnacionales y consorcios multinacionales, y una fuerte
presencia de los organismos internacionales políticos y económicos, de dentro y fuera
del sistema de las Naciones Unidas. Se pusieron en práctica técnicas anticrisis por lo
general altamente inflacionarias, y una política de expansión monetaria auspiciada
por el FMI que trajo aparejada una inflación acelerada y universal, que llevó al derrumbe
del sistema monetario internacional, proclamando la inconvertibilidad del dólar
norteamericano con relación al oro. Se creó así una nueva situación coyuntural que
generalizó la idea de reestructurar en serio tanto las reglas como las instituciones
económicas y financieras internacionales, pero éstas permanecieron prácticamente
sin cambios apreciables.
La cuarta etapa, arranca a partir de la primera mitad de los setentas y se prolonga
hasta mediados de los ochentas, y se caracteriza por el surgimiento de fuertes barreras
proteccionistas que cambiaron el esquema prevaleciente, debido a las condiciones
depresivas de la demanda, deteniendo la apertura del comercio exterior con una mayor
competitividad entre los mercados internacionales. Irrumpe con gran fuerza en la
escena la globalización de los procesos y la economía internacional capitalista acusa
un trayecto de recesión generalizada, junto con una crisis de sobreproducción, que
contrariamente a lo esperado, agravó la inflación. A partir de 1974 y hasta la subida al
poder de Mijail Gorbachov en 1985, el comercio mundial se mantuvo hasta cierto
punto dinámico, con expansión en el mercado de capitales, pero, a partir de entonces,
las recesiones de la acumulación de capital real van a aparecer en adelante
combinadas con la crisis financiera internacional, tal y como quedó plenamente
demostrado en el colapso financiero mundial de 2008 y cuyos efectos se están
prolongando a la segunda década de este tercer milenio.
266 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
324
VAJRUSCHEV, V., El neocolonialismo y sus métodos, Editorial Progreso, Moscú, 1974.
Ver en especial el Capítulo II.6. Utilización de las organizaciones internacionales y regionales,
pp. 143-144.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 267
325
Las crisis, capitalistas o de otra índole que impactan a las OIG, han favorecido la
proliferación de las ONG, pero en un grado en que sólo pueden clasificarse por su naturaleza.
No existe un régimen jurídico para ellas, sino que su reglamentación sólo queda supeditada a
los lineamientos de las Naciones Unidas y su reconocimiento al estatus consultivo que las
vincula al Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la Organización y a otros organismos
especializados del sistema.
326
SEARA, Vázquez, Modesto, Tratado General de la Organización Internacional, FCE,
México, 1986, p. 896.
327
SORENSEN, Max, Manual de Derecho Público, FCE, México, 1ª edic. 1973, 6ª reimp.
1998, pp. 266-270.
268 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
328
LUCK, Edward, C., “The U.N. at 40: a supporters’s lament, Foreign Policy”, invierno
1984-85, pp. 143-159, en Contextos, No. 47, Año 2, SSP, México, 15 marzo 1985, pp. 17-24.
329
WALDHEIM, Kurt, The United Nations: the tarnished image, foreign affairs, Otoño 1984,
p.p. 93-107, en Contextos, No. 47, Año 2, SSP, México, pp. 3-10.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 269
recursos, mientras que por el otro, escatiman voluntades políticas para parlamentar
las decisiones orientadas a producir los efectos idóneos. Aquí, otro aspecto de la
crisis del multilateralismo se aprecia en la insuficiencia de la propia organización
internacional para controlar el fenómeno supranacional, haciendo que los problemas
de alcance global se vean bilateralizados, como ya antes se apuntó.
Pero hay que hacer notar que con la entrada del nuevo milenio, la crisis del
capitalismo ha provocado que este sistema económico-político esté dejando de ser
una oligarquía tripartita internacional para dar paso a una más equitativa distribución
del poder con la cual la organización internacional está dejando de servir sólo a los
intereses del mundo industrializado. Resurgen ahora, a la par de los grandes procesos
de la organización de integración regional, diferentes e inesperados problemas sociales
como la explosión de los nacionalismos, los desajustes económicos de deuda externa,
inflación y descapitalización, así como políticos de alta preocupación como el
neocolonialismo, la explotación intensiva de los recursos naturales y la degradación
del medio ambiente del orbe, junto con los reclamos de nuevos sujetos internacionales,
la creación de movimientos de protesta organizados y un cambio del rol hacia el
protagonismo real de una sociedad transnacional laica.
En los últimos veinte años, la crisis ha producido cambios inusitadamente rápidos
que permiten apreciar el peligro latente de una revolución del mundo en desarrollo
(175 Estados), que de manera paulatina ha tomado fuerza, imponiendo su presencia
en casi todos los organismos internacionales, aun los de carácter cerrado como la
OCDE y los de estricto alcance regional y aun los de seguridad como el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas, y la OTAN (la evidencia del cambio está en la
presencia de Rusia en la nueva Alianza Atlántica).
No puede negarse por otro lado, que la globalización y los nuevos métodos de la
contienda posguerra fría, dentro y fuera de la égida de la organización internacional,
le han dado otro perfil a la crisis general y han favorecido la integración de diferentes
bloques y grupos organizados internacionalmente, como los formados en América
del Norte y América del Sur, el nuevo esquema de cooperación trilateral Canadá-
Estados Unidos-Europa, los Foros como el Asia-Pacífico-APEC, los nuevos países
industrializados-NICS, la Comunidad de Estados Independientes (CEI) encabezada
por Rusia y otras once ex repúblicas soviéticas, la que a su vez, conforma el sistema
BRIC de las llamadas potencias emergentes junto con Brasil, China e India, con la
posible incorporación de Sudáfrica al concierto.
Pero en el fondo, persiste un contexto de crisis profunda para la cual no se
vislumbran todavía soluciones democráticas y definitivas en un nuevo orden
internacional que no acaba de edificarse, ya que existe una represión abierta para
contener los cambios, y, donde gracias a que todos los Estados pretenden la mayor
ventaja, principalmente las hegemonías, la eficacia de las organizaciones
internacionales, OIG y ONG, se torna más débil y las negociaciones internacionales
se complican aún más. Surge entonces, la posibilidad de la guerra, un recurso
recurrente en la historia política de la sociedad internacional, como un medio más
eficaz para resolver las crisis y continuar la política aun por medios violentos. Así, se
percibe una clara relación entre la guerra y la organización internacional, como lo
apreciaremos en el siguiente epígrafe.330
330
CLAUSEWITZ, Karl Von, De la Guerra, Colofón, S.A., México, 2006.
270 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
331
OSMANCZYK, Edmund, Jan, Enciclopedia Mundial de Relaciones Internacionales y
Naciones Unidas, FCE, México, 1976, p. 2091.
332
REAL Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Espasa-Calpe, S.A., 19ª
ed., Madrid, 1970, p. 685.
333
No debe confundirse bajo ninguna circunstancia, al Jus Belli o derecho de la guerra, con
el Jus ad Bellum o derecho a la guerra, este último proscrito como recurso válido de los Estados
en sus relaciones internacionales, por virtud del Tratado Briand-Kellog de 1928.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 271
334
TRUYOL y SERRA, Antonio, La sociedad internacional, Alianza Universidad, Madrid,
1981, p. 36.
335
Kripperdorff, El sistema internacional (…), op. cit., p. 20.
272 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
336
Kripperdorff, Las relaciones internacionales (…), op. cit., p. 26.
337
CZEMPIEL, Ernst-Otto, Fragmento de libro, 1965, pp. 279-290.
338
Ibidem, p. 277.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 273
La base del derecho internacional “clásico”, en vigor hasta la Primera Guerra Mundial
fue el derecho público europeo llamado también “derecho de gentes europeo”. Este
derecho público fue iniciado por la Paz de Westfalia en 1648, fecha en que se considera
oficialmente que surgió el Estado moderno. A partir de ese año, se crearon tratados
como los de Menester y Osnabruck, que convirtieron la constitución del Imperio en
asunto europeo, y que fueron los primeros en una larga lista que formó un verdadero
corpus iuris gentium europeo.339 Este derecho público europeo fue la matriz del derecho
internacional mundial que rige en la actualidad. Su principio fundamental se fincaba
en la “legitimidad”, aunque hechos tales como el reparto de Polonia demostraron que
su aplicación fue menos estricta en el plano internacional que en el orden interno de
los Estados. Después del Congreso de Viena, el impacto de las ideas revolucionarias
y del bonapartismo reforzaron el principio de legitimidad como base del orden
internacional, aunque Gran Bretaña no lo aceptó totalmente.
La efectividad de las situaciones se antepuso a la legitimidad en la práctica
internacional, realidad interpretada por Voltaire al afirmar que los reyes, la conveniencia
y el derecho del más fuerte hace las veces de la justicia y que “son las victorias las
que hacen los tratados”.340 La efectividad del derecho público se observa como
constante de la sociedad internacional a lo largo de su desarrollo expansivo y este
carácter individualista del derecho internacional clásico no puede ser limitado sino en
el marco de una sociedad internacional organizada. En este punto asoma ya la
importancia de la interrelación que se va a dar hasta nuestros días, entre el derecho
de gentes y la organización de la sociedad internacional.
La Europa moderna, diferenciada de la Cristiana medieval por ser producto de
una pluralidad de Estados soberanos,341 que pugnaban por mantener su independencia
unos respectos a otros, puso en el tapete el problema fundamental de conciliar esa
pluralidad con las necesidades de cooperación producto de cualquier lazo que se
quisiera establecer con otras entidades. Esta realidad dio su fisonomía a la Europa
política que daría forma a la sociedad y a la organización internacional del presente.
Esta Europa política, fundamentada en la unidad dentro de la diversidad, que florece
en los siglos XVII y XVIII, lleva hacia la utilización del término “sistema”. El “sistema
de Estados europeo” o “sistema político de Europa”, en un plano universal del derecho
natural,342 está ligado por una red de relaciones e intereses de las naciones que lo
integran. La Europa moderna se percibe como una república, con miembros
independientes, que al reunirse en la búsqueda de un interés común y del orden y la
339
Truyol y Serra, op. cit., p. 35.
340
VOLTAIRE, Le Siécle de Louis XVI, Capítulo VIII, Francia, p. 696.
341
Truyol y Serra, op. cit., p. 32.
342
VATTEL, E. de, en Truyol y Serra, op. cit., p. 33.
274 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
libertad, producen la idea de la balanza política o del equilibrio del poder, que establece
que ningún gobierno predominará abiertamente o impondrá su ley a los demás. Nótese
que aquí se sientan las bases de la futura organización internacional.
De esta “república” europea se desprenden tres elementos esenciales: 1) un
derecho público común, 2) un equilibrio del poder como principio de funcionamiento,
que más tarde se transformaría en organización, y 3) una diplomacia permanente
como instrumento de la cooperación. Sin embargo, el sistema de Estados europeo,
monárquico de naturaleza, no alentó la participación de los pueblos y las naciones en
las relaciones internacionales, al predominar el interés dinástico como del Estado y
la solidaridad de los soberanos por encima del sentimiento nacional o del nacionalismo
que surgió en los siglos XIX y XX. El derecho internacional europeo se alteró por
primera vez con la secesión de las trece colonias inglesas de América que consiguieron
su independencia mediante un tratado de paz firmado en Paris en 1783. Bajo el título
de confederación, se inició un Estado soberano que más tarde se llamaría Estados
Unidos de América, poniendo en vigor su constitución en 1787 y cambiando la historia
de las relaciones internacionales, ya que a partir de entonces el sistema europeo
perdió su carácter continental. Este hecho va a impactar sobremanera en la
configuración del derecho internacional, del Estado y de la organización internacional.
En efecto, el derecho internacional se transformó con la revolución americana
que proclamó el derecho de los pueblos a su legitimidad democrática, basada en el
libre consentimiento del pueblo a disponer de su destino, es decir, a la
autodeterminación. La propia Declaración de Independencia, con su fundamento
intelectual de la teoría del contrato social de John Locke, formulada en el espíritu del
liberalismo, invocaba las doctrinas de los derechos del hombre, de la soberanía popular
y del derecho de revolución. Una segunda aportación de la revolución americana fue
la adopción de la forma republicana de gobierno, que aunada al principio democrático,
cambiaron definitivamente el curso y contenido del derecho internacional. Asimismo,
un nuevo rasgo surgió con las repúblicas americanas, el federalismo, que se instauró
en varios Estados a lo largo del continente americano. El federalismo, como forma
particular de organización del Estado moderno, va a incidir también en la mística de
creación y materialización de subsecuentes formas de organización internacional.
El sistema europeo de Estados se transformó en un sistema europeo y americano,
con una civilización cristiana en común. Truyol plantea la cuestión de la existencia de
un derecho internacional “americano” y al respecto, en el plano político enlaza la
cuestión del “panamericanismo” o idea del hemisferio occidental.343 El insigne maes-
tro español, al citar a un historiador latinoamericano, nos aclara de hecho esta
interrogante, cuando señala que como América: “no existe un continente que haya
hecho más por aportar a los conflictos internacionales soluciones del derecho, que
haya estudiado con tanta pasión las cuestiones de derecho internacional”.344
La noción de un derecho internacional americano emergió lentamente de América
Latina, estudiando a fondo como consecuencia de las conferencias panamericanas
que desembocarían en la Unión Panamericana y en la IX Conferencia Internacional
Americana de Bogotá, a la Organización de Estados Americanos. Sin embargo, es
343
Truyol y Serra, Antonio, op. cit., p. 52.
344
CHAUM, P., en Truyol, Ibidem, p. 51.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 275
345
SCHWARZENBERGER, K., en Truyol, ibidem, p. 67.
346
VAN HOUTE, en Truyol, ibídem, p. 66.
347
Sorensen, Max, op. cit., p. 53.
276 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
348
Ibidem, p. 54.
349
CUADRA y Moreno, Héctor, “La teoría de las Relaciones Internacionales, Estudio Preliminar
a la Teoría General de las Relaciones Internacionales”, Estudios 31, FCPS, UNAM, 2ª ed, 1986,
pp. 15-18.
350
GONZÁLEZ, Souza, Luis F., “Estado, Clase y Nación en las Relaciones Internacionales
(Algunas Reflexiones Críticas)”, en La Cuestión Nacional en el Estudio de las Relaciones
Internacionales, No. 2, CRI-FCPS, UNAM, México, 1985, pp.19-22.
351
Truyol, op. cit., p. 19.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 277
Así, podemos distinguir las uniones de Estados de derecho político como la federación
y el Estado federal, y las uniones de derecho internacional, como la confederación.352
En la actualidad, todos los Estados mantienen relaciones exteriores, aunque no siempre
son reconocidos. Es indispensable que todos los grupos de decisión autónoma y aun
los miembros de esas sociedades políticas, mantengan relaciones entre sí, aunque
cabe aclarar que en el caso de estos últimos, se trata de relaciones interindividuales
que se efectúan a la sombra de los Estados mismos, construyendo el elemento más
rico y activo de la sociedad internacional y su principal factor de progreso. Son parte
de una organización internacional, pero no considerados como organismos en sí
mismos.
Para establecer las diferencias entre el derecho internacional y el derecho interno,
deben considerarse los siguientes puntos:
No existe un acuerdo general entre los autores dedicados al estudio de las relaciones
internacionales para distinguir las fases históricas del desarrollo del derecho
internacional y por lo tanto de la organización internacional. La mayoría de los autores
352
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, La política comparada ante las grandes pugnas
modélicas. Crisis y transformación de los sistemas políticos modernos, FCPS-UNAM, México,
2010. Ver la Pugna Modélica Estatismo Unitario-Estatismo Federal, pp. 117-148.
278 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
del siglo XIX se inclinaron por situar el inicio del estudio del derecho internacional a
partir del siglo XVII con el surgimiento del Estado soberano, mientras que autores
más recientes prefieren la tesis de que dicho comienzo tuvo lugar en 1815 al amparo
del Congreso de Viena. Para tomar una posición al respecto, conviene considerar los
puntos de vista concretos de algunos doctrinarios que nos permitan hacer un
comparativo dialéctico acerca de la división en el tiempo que ellos asumen para
establecer los principales períodos históricos del desarrollo del fenómeno que nos
ocupa. Pero antes conviene adelantar que, desde nuestra perspectiva historiográfica,
es precisamente el nacimiento del Estado moderno el criterio más importante para
definir si la organización internacional fue un hecho conocido desde la edad antigua o
si por el contrario, es un fenómeno de cuño más reciente que ve la luz después de
1648, de 1789 o de 1815, y no antes, como varios estudiosos han llegado a postular.
En este sentido, destacan dos posturas, la estatocéntrica y la histórica-abierta; la
primera, no reconoce la existencia de la organización internacional antes del nacimiento
del Estado y sin la presencia de Estados miembros en su seno, mientras que la
segunda, la remonta a la presencia y actuación de otros actores políticos anteriores al
Estado, propios de cada época, como los reinos, los imperios, o las ciudades-estado
que tuvieron un perfil singular en la vieja Grecia.
En añadidura, debe reconocerse que el Jus Gentium y la organización internacional
modernos, se van a dar efectivamente a plenitud con el reconocimiento de la pluralidad
de Estados al establecer sus derechos y obligaciones recíprocos, como ocurría en el
pasado con otros sujetos diferentes del Estado poswestfaliano, por lo que no es difícil
apreciar la existencia de constantes y similitudes entre las instituciones arcaicas y las
modernas, como entre las formas de organización internacional del siglo XVI y las
actuales.
Aclarado esto, comencemos por mencionar que Marcel Merle considera una primera
etapa diplomática, que inicia el cambio en el siglo XIX con las revoluciones de 1830 y
1848, y el movimiento de las nacionalidades en Italia y en Alemania, época en la que
se confundía la historia diplomática con el estudio de la política exterior de los
gobernantes y el de las relaciones internacionales. Una segunda etapa, modifica la
perspectiva histórica con el choque de la primera guerra mundial y sus consecuencias,
trayendo un nuevo enfoque que distinguió las relaciones internacionales de las
combinaciones diplomáticas. La aparición de nuevos actores internacionales asiáticos
y americanos, así como nuevos tipos de Estado con diferente ideología como la
revolucionaria de la URSS y la nacionalista de Alemania que cambiaron el juego
diplomático internacional. A partir de este período se da el cambio del nombre de
“Historia Diplomática” a “Historia de las Relaciones Internacionales”,353 y dentro de
ésta la historia de los organismos internacionales.
Por su parte, Max Sorensen nos proporciona una clasificación que es adoptada
por la mayoría de los autores, tomando como parteaguas el citado Congreso de Viena
de 1815, línea divisoria del desarrollo de la organización internacional prolongando
hasta 1914 la primera etapa de su desarrollo. El fenómeno de la organización
internacional, como cuerpo de instituciones para la cooperación de los Estados data
de la segunda mitad del siglo XIX durante la cual se dieron movimientos de
353
MERLE, Marcel, op. cit., pp. 59-67.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 279
independencia y unificación en muchas partes del mundo, así como el inicio del
movimiento hacia la interdependencia y la cooperación internacional. La comunidad
desorganizada de Estados se transformó en una asociación mundial con un orden
social relativamente organizado. El jurista danés señala que a pesar de que las
instituciones permanentes sólo se desarrollaron en esa segunda mitad del siglo XIX,
el desarrollo histórico de las organizaciones internacionales puede esquematizarse
en tres espacios temporales concretos:
354
Sorensen, Max, op. cit., pp. 98-107.
355
ARELLANO, García, Carlos, Derecho Internacional Público, Vol. I, Porrúa, México 1983,
p.13. El autor señala algunos autores partidarios de la primera tendencia: Charles G. Fenwick,
V.M. Potemkin, César Díaz Cisneros, Adolfo Miaja de la Muela, M. Bluntschi, y L. Oppenheim.
De la segunda tendencia, destaca, entre otros más, a César Sepúlveda, Franz Von Liszt, Charles
Rousseau, y a Alfred Verdross.
280 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
356
Medina, Manuel, op. cit., pp. 33-41.
357
Ibidem, p. 35. Para Medina y otros autores, las primeras organizaciones internacionales
fueron las comisiones fluviales iniciadas a partir del Congreso de Viena de 1815, formadas para
atender la necesidad de controles permanentes que se ocupan de la administración de los
intereses comunes de los Estados y que constituyeron el primer experimento de cooperación
internacional. También a partir de entonces se sentaron las bases para la “diplomacia de
conferencias”, ejercida mediante conferencias y congresos internacionales multilaterales en la
que los gobiernos producían legislación internacional y que fue efectiva hasta la Primera Guerra
Mundial. En la segunda mitad del siglo XIX surgió otra forma de organización con fines de
cooperación, las uniones administrativas internacionales, que fueron el modelo para las
organizaciones internacionales del siglo XIX, contando ya con una estructura tripartita. El siguiente
paso en el desarrollo de las organizaciones internacionales, se da con la creación de la Sociedad
de Naciones al término de la Primera Guerra Mundial en 1918, saltando después a la etapa
posterior de la Segunda Guerra Mundial, con el inicio del Sistema de las Naciones Unidas y el
orden establecido por las Conferencias de Dumbarton Oaks, Bretton Woods, Yalta, Postdam y
San Francisco. En esta etapa surgen también las organizaciones regionales que forman hasta
hoy una verdadera red de cooperación internacional.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 281
358
GERBERT, Pierre, Rise and development of international organizations: a synthesis, en
The Concept of International Organization, op. cit., p. 27.
359
Eran a la vez, consejos de arbitraje entre ciudades y confederaciones políticas que
utilizaban los mismos santuarios, organizadas como consejos con poder para tomar decisiones
mayoritarias y que se reunían en fiestas comunes en las que definían acuerdos y opiniones.
Durante estas fiestas se prohibían las guerras, que se suspendían con treguas llamadas la “paz
de Dios” y que de ser violadas, sentenciaba al infractor a una declaración en su contra de
“guerra santa”.
360
Arellano García, op. cit., pp. 32-35.
361
Seara Vázquez, op. cit., pp. 661-662.
282 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
362
Ya en 1623, con el francés Emeric de Crucé se hablaba de formar una asamblea mundial,
y en el siglo XVIII las relaciones internacionales se fundaban en la soberanía de los príncipes y
el mantenimiento del balance del poder, con una cantidad tal de conflictos, que hacían ver la
paz como una meta utópica. Juan Jacobo Rousseau y después Emmanuel Kant tuvieron la
visión de que un congreso de delegados de Estado no sería viable y terminaría en desacuerdo,
aun cuando se pensaba en un congreso europeo. Rousseau consideraba que las relaciones
pacificas eran imposibles a menos que desaparecieran los príncipes dominados por la avaricia
y el afán bélico. Kant por su parte, en 1795, proponía que para lograr la paz, los Estados
tendrían que ser repúblicas, recomendando una federación europea basada en una constitución
que debería surgir del modelo de la confederación de Estados Unidos de América; que se
transformo después en federación.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 283
En aquellos años de mediados del siglo XIX una de las primeras tareas que enfrentaron
los gobiernos fue la organización de las comunicaciones, imprescindibles para lograr
el progreso.363 Así, las organizaciones interestatales más antiguas son precisamente
las que comprenden el correo y el telégrafo, que hicieron posible los contactos a
través de las fronteras nacionales. Los servicios postales, hace ya unos 2,500 años,
363
LUARD, Evan, Organismos internacionales, op. cit., pp. 12-27.
284 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
a) que los territorios de todos los Estados miembros se consideran como “un
territorio postal simple”, con un pago simple e igual para cada artículo y sólo
aumentando la tarifa cuando se implica gastos de transportes marítimos;
b) todos los miembros aceptan dar un trato al correo internacional semejante al
otorgado a su correspondencia interna, asegurando el cuidado en el intercambio;
y,
c) se acepta como método de pago la cancelación mutua de los costos.
364
Sorensen, op. cit., p. 600.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 285
Aun antes de los servicios postales, los servicios telegráficos se organizaron a nivel
internacional, ya que en cuanto fue preciso el intercambio de telegramas cruzando
las fronteras nacionales, se hizo patente la necesidad de establecer acuerdos para la
interconexión de líneas. En 1837 se estableció la primera línea telegráfica conocida y
en 1844, Samuel Morse presentó un telégrafo público entre Washington y Baltimore
que se imitó en toda Europa de manera inmediata. En 1849 se extendió la red telegráfica
en muchos países de Europa y al año siguiente se tendió el primer cable submarino
entre Inglaterra y Francia.
En 1864 Napoleón III convocó a una reunión con representación de los países
principales en Europa, dado que el problema de la distribución de pagos se había
resuelto hasta entonces mediante acuerdos bilaterales. En esta conferencia se
establecieron las bases para un sistema internacional, bajo el principio revolucionario
adoptado por la organización postal de la uniformidad de tarifas, tomándose asimismo
una moneda para todas las cuentas, el franco francés en oro. Se creó una escala de
pagos y un método de ajuste de cuentas, y sobre todo, se fundó la Unión Telegráfica
Internacional, que a partir de 1885 se hizo cargo también de los asuntos del recién
aparecido teléfono con la serie consecuente de aspectos que era imprescindible regular
a nivel internacional regular a nivel internacional. Más tarde, al parecer la telegrafía
inalámbrica, surgieron nuevos problemas técnicos. En 1906 la Primera Conferencia
Internacional de Radiotelegrafía se llevó a cabo y en ella se firmó un convenio para
fundar la Unión Radiotelegráfica Internacional.
Después de la Primera Guerra Mundial se establecieron tres comités separados
para cada tipo de comunicación, ya que por la naturaleza distinta de los aspectos
técnicos, requerían diferentes regulaciones. En 1924 se estableció el Comité Consultivo
Internacional sobre el Teléfono; en 1925 el Comité Consultivo Internacional del
Telégrafo y en 1927, a raíz de la aparición de los primeros servicios de radiodifusión,
el Comité Consultivo Internacional de la Radio. De la fusión de las dos Uniones
anteriores, se formó en 1932, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU),
abarcando las tres formas de comunicación bajo una convención simple. Con la
aparición de nuevas formas de comunicación como la televisión y el radar, se hizo
una reconstitución de la Unión. Después de la Segunda Guerra Mundial, la UIT se
estableció como organismo especializado de la ONU durante una conferencia
celebrada en Atlantic City en 1947.
365
Luard, Evan, op. cit., pp. 28-44.
286 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Al igual que la UPU, la UIT tiene carácter técnico y no político. Sin embargo, no
puede negarse que existen problemas de tipo político como los que atañen a
membresía, derechos de votación y tamaño de los problemas. La UIT desarrolló una
técnica propia para obtener la cooperación de los gobiernos, utilizando especialistas,
expertos no políticos y resolviendo las controversias sin depender de las negociaciones
multilaterales. Es gracias a este sistema que la UIT tiene una reputación de experiencia
y libertad de desviaciones políticas, al establecer un grado de autoridad entre los
gobiernos dentro de su propia esfera de competencia técnica.
366
Ibidem, pp. 48-64.
367
Sorensen, op. cit., p. 596.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 287
368
Medina, Manuel, op. cit., pp. 48 y 110.
369
El concepto de “autodeterminación nacional” fue, es y seguirá siendo por mucho tiempo
punto de desacuerdo y controversia dentro y fuera de las organizaciones internacionales y de la
política mundial.
288 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
370
TOMASSINI, Luciano, “Relaciones Internacionales: Teoría y Práctica”, Proyecto de
Cooperación con los Servicios Exteriores de América Latina PNUD/CEPAL, Documentos de
Trabajo No. 2, Santiago de Chile, Noviembre 1988, pp.11-12.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 289
371
Seara, Vázquez, Tratado general (…), op. cit., pp. 73-74.
372
El Presidente Wilson buscaba la asociación de naciones fundada sobre el principio del
derecho de los pueblos a la libre determinación, del derecho al respeto por su independencia y
su integridad territorial, garantizando por garantías reciprocas. Los famosos 14 puntos de Wil-
son emitidos en enero de 1918 consideraban que el establecimiento de una organización mundial
sería indispensable para una paz permanente, intención que demostró ser loable pero que no
consiguió los fines propuestos al crear una organización cuya efectividad se diluyó en el concierto
internacional por su misma naturaleza esencialmente europea.
373
Medina, M., op. cit., p. 43.
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 291
374
Truyol y Serra, op. cit., pp. 49, 70, 82 y 120.
292 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
por su agresión a la entonces Abisinia. Por último, la ausencia de los Estados Unidos
en la Liga causó un desequilibrio dentro de la institución que no pudo salvarse.
La propia concepción de la organización fue defectuosa. Desde el principio se dio
un enfrentamiento entre Francia e Italia y los ingleses unidos a los americanos y a los
países latinoamericanos. Los primeros defendían una Liga fuerte, capaz de controlar
a Alemania y asegurar la aplicación de los tratados de paz mediante una fuerza militar
para la seguridad colectiva. Los segundos, en contra de un “militarismo internacional”
y una Liga coercitiva y seguros de que Alemania no constituía un peligro, querían una
organización de buena voluntad cuyos miembros utilizaran la mediación internacional
sólo en caso de surgir una disputa, así como que la Liga utilizara la presión moral de
la opinión pública internacional para mantener la paz.
De aquí parte la contradicción del pacto de la Sociedad en relación con la seguridad
colectiva. El uso de la fuerza no se prohibía y solamente se regía por algunas reglas
no muy bien definidas. El citado Pacto de 1928, que condenaba el recurso de la
guerra, sólo era un compromiso legal, demasiado vago y carente de garantías de los
mecanismos institucionales que le hubieran dado efectividad. Igualmente, el Acta
General de Arbitraje, en el mismo año, contenía los procedimientos pacíficos que
debían utilizarse para no recurrir a la guerra pero no eran obligatorios. La propia
palabra “guerra” no estaba bien definida, con lo que los países que cometían una
agresión se disculpaban llamándole simplemente “incidente”. El Consejo tenía que
decidir las sanciones a aplicar, siendo su intervención incierta sin que nadie pudiera
tomar cartas en los asuntos. Por último, el desarme resultó imposible, las numerosas
comisiones y conferencias con ese fin no llegaron a nada y el retiro de Alemania de la
Liga fue la señal del regreso a la carrera armamentista.
Los defectos estructurales aludidos se exacerbaron por el hecho de que la Liga
no tuvo la oportunidad de trabajar dentro de un sistema internacional homogéneo.
Los países vencedores y vencidos, conservadores en busca del mantenimiento del
status quo y revisionistas que perseguían cambios en los tratados imperialistas sin
respeto por ninguna ley e incluso los pacifistas, todos se encontraban en conflicto,
unos con otros.
El papel político de la Liga demostró ser nulo, resolviendo solamente problemas
de minorías, pero sin lograr enfrentarse a una gran potencia; no fue capaz de encarar
a Italia ante la orden de Mussolini de bombardear Corfú; tampoco pudo penalizar a
Japón cuando invadió Manchuria en 1931, aunque al ser moralmente condenado,
Japón se retiró de la Liga en 1933 y después atacó a China en 1937. La SDN no fue
capaz de impedir que Italia conquistara a Etiopía en 1935-36, ni aún aplicar sanciones
en su contra cuando se declaró como agresor. El fracaso de las sanciones, debido a
la complicidad franco-británica para pasar por encima de las sanciones militares y a
la entrega de petróleo americano a Italia, marcó el cambio diametral en la historia de
la organización. Muchos países la abandonaron y la ilusión de la seguridad colectiva
se esfumó. Turquía solicitó que se diera término a la desmilitarización de los Estrechos;
Suiza regresó a su neutralidad absoluta; Italia dejó la organización en 1927 y atacó a
Albania en 1939. La Liga fue incapaz de impedir el surgimiento de la Alemania de
Hitler, que se habría retirado de ella en 1933, procediendo a romper el Tratado de
Versalles y cometiendo agresión contra Austria, Checoslovaquia y Polonia. Asimismo,
la Organización que había admitido a la Unión Soviética en 1934, no pudo impedir
que dividiera a Polonia o que atacara a Finlandia en 1939, y para entonces, había
CAPÍTULO 10 PENSAMIENTO Y POLÍTICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ... 293
375
Gerbert, op. cit., p. 44.
294 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
REFLEXIÓN FINAL
296 BLANCA
297
CAPÍTULO 11
SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO
EN LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
SUMARIO
PREÁMBULO
Todo este contexto se relaciona directamente con el poder soberano, mismo que le
es “transmitido” a la organización internacional por los Estados que la integran. Es
decir, ese poder, para ser efectivo, tiene que proveerse de cierto grado de “soberanía”,
pudiendo afirmarse que, en cierto modo, los Estados “transfieren” a la organización
una parte de su propia soberanía con la finalidad de hacer de aquélla un ente fuerte,
capaz, permanente y efectivo. En la medida en que esta soberanía, producto de la
suma de las partes otorgadas por las distintas unidades políticas, es mayor, más
grande será el poder que ejerce la organización internacional hacia adentro y hacia
afuera de su ámbito de acción y de toma de decisiones.
A nuestro entender, el supranacionalismo es también un fenómeno histórico
asociado al grado de desarrollo integral de los Estados. Revela las características de
una organización con un grado avanzado de madurez que agrupa, con base regional
o no regional, a países que comparten un alto nivel de desarrollo económico y de
participación en el comercio internacional, así como un sistema de gobierno
constitucional democrático, estable y distributivo. Esto no excluye, por supuesto, uno
o dos ejemplos históricos de organizaciones supranacionales integradas por Estados
socialistas, pero cuyo motor fue más la fuerza y el sometimiento por parte de un
hegemón, que el convencimiento social que, se afirma, sólo es posible encontrar en
las sociedades liberales y autodenominadas democráticas. Claro está, esta
aseveración es relativa y no se trata, en todo caso, de pretender ideologizar el
fenómeno que ahora nos ocupa. Los ejemplos referidos del pasado socialista lo
constituyen el COMECON o CAME y el Pacto de Varsovia. Del lado del sistema
capitalista, tenemos también ejemplos de otras organizaciones internacionales que
podríamos calificar de altamente supranacionales, como serían: a) con base regional:
Unión Europea, ANSEA, Benelux, etc.; y, b) con base no regional o general: FMI,
BIRF, OTAN, OCDE, OIEA, la ex Comisión Trilateral, entre otros.
376
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos y URUCHURTU, Gustavo, “El supranacionalismo
en una sociedad internacional y transnacional”, Ponencia presentada en el VIII Congreso Nacional
de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI), Tlaxcala, UAT, octubre 28 de
1994.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 299
377
Medina, Manuel, op. cit., pp. 113-119.
300 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
378
NACIONES UNIDAS, Las Corporaciones Multinacionales en el Desarrollo Mundial,
Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Nueva York, 1973, p. 4.
379
ROBINSON, Richard D., “Beyond the Multinational Corporation, Monografia”, en Las
Corporaciones Multinacionales en el Desarrollo Mundial, op. cit., p. 116.
380
Ibidem, p. 89.
381
GRUPO DE TRABAJO ESTRUCTURA DE LA INDUSTRIA CANADIENSE, “Foreign
Ownership and the Structure of Canadian Industry”, Ottawa, 1968, p. 33, en Las Corporaciones
Multinacionales en el Desarrollo Mundial, op. cit., p. 116.
382
BALL, George W., “Cosmocorp: The importance of being stateless”, en Courney C. Brown,
World Business, Nueva York, 1970, p. 337.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 301
383
CARCAÑO, Patricia, La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSEA), Tesis
Licenciatura, FCPS, UNAM, SUA, 1992, pp. 12-28.
302 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
lucha por el poder; el fin primero y último de la política internacional es el poder y los
gobernantes lo utilizan para lograr hacer de ella, su instrumento de éxito.384 El
reconocido teórico bávaro señala que el poder es el fin principal de la política y el
motivo determinante de cualquier acción de esta naturaleza, pero también aclara que
el poder constituye al mismo tiempo una relación y un medio para alcanzar un fin.
Otro teórico político, K.J. Holsti, define el poder en términos de actos de capacidad de
influencia y la respuesta a esos actos.385 Por su parte, Karl Deutsch, abundando al
respecto, describe el poder como la capacidad de cambiar las probabilidades de
obtener resultados o hacer que las cosas sucedan de manera dirigida.386
En la política internacional, según se deduce de las definiciones de estos y otros
doctrinarios –Brucan, Carrington, Rosenau, Nin, Little, Sidjanski–, el poder se relaciona
directamente con la idea del Estado-nación como actor principal en el sistema político
mundial; pero existen, como antes vimos, formas o manifestaciones de poder que
tienden a transgredir las fronteras de los Estados, como es el caso de las corporaciones
internacionales y de las fuerzas transnacionales. Empero, aun este tipo de
organizaciones internacionales requiere de la existencia del Estado como marco de
referencia para dar sentido a sus actividades que se expresan en formas de poder y
que influyen en los gobiernos a fin de lograr sus metas. Además las organizaciones
internacionales fincadas sobre el principio de la soberanía de los Estados, expresan
la relación actual entre el poder y el Estado-nación.
384
MORGENTHAU, Hans, La política entre las naciones, A. Knopf, 3ª ed., New York, 1965,
p. 27.
385
HOLSTI, K., J., The concept of power in the study of International Relations. Politics of
the International System, Platzgraff, Ed. Philadelphia, 1969, p. 134.
386
DEUTSCH, Karl, Política y Gobierno, Houghton Miffin, Boston, Mass. 1970, p. 24.
387
Consúltese a BRUCAN, Silviu, La disolución del poder, Siglo XXI, México, 1985.
388
Brucan, supra, 1985.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 303
389
Recomiendo la revisión del término en RICO, Carlos, “Los mitos de la interdependencia”,
en Foro Internacional, El Colegio de México, México, septiembre de 1979.
390
Lo cierto es que los movimientos de las redes sociales también pueden provocar o
exacerbarlos conflictos, como en el caso de las revueltas sociales y políticas que tuvieron lugar
en Túnez, Egipto y Libia en los primeros meses de 2011, y que devinieron en la caída de
gobiernos dictatoriales como el de Ben Ali, Hosni Mubarak y de Muammar Kaddafi,
respectivamente.
391
BRUCAN, Silviu, Power and Conflict is the Study of International Organizations, en Abi-
Saab, UNESCO, op. cit., pp. 145-148.
392
Brucan, supra, p. 147.
304 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
la evaluación del poder nacional por parte de quienes toman las decisiones y la
eficiencia en el uso del poder para alcanzar las metas previstas. El poder nacional es
el potencial cuyo valor depende de la capacidad de usarlo y el grado en que se utilice.
En este sistema global que hoy vivimos los problemas que derivan de la revolución
científica tecnológica combinada con las revoluciones sociales y nacionales, los
diferentes niveles de desarrollo, los recursos planetarios, alimentos, seguridad,
derechos humanos, contaminación de mares y degradación del medio ambiente,
adquieren tal dimensión que el uso de la fuerza se convierte en un instrumento
ineficiente y peligroso. Esta problemática no puede de ninguna manera, resolverse
en forma aislada por un grupo u otro de naciones, sino que requiere de soluciones
globales a nivel mundial. Es aquí donde radica la nueva tarea histórica de las
organizaciones internacionales: ser producto y respuesta al conflicto y las relaciones
de poder.
La politóloga argentina Alejandra Durán Sáenz, nos invita a definir el conflicto en los
términos que lo plantea su coterráneo el especialista Fernando Milia, ante todo, como
“un enfrentamiento, choque o desacuerdo intencional entre dos entes o grupos de la
misma especie que manifiestan, unos contra otros, una intención hostil, en general a
propósito de un derecho y quienes por mantener, afirmar o restablecer el derecho
intentan quebrar la resistencia del otro, eventualmente recurriendo a la violencia, que
llegado el caso puede tender al aniquilamiento físico del otro”.393 En este punto,
recordamos que para Raymond Aaron, no sólo la lucha de clases explica el
comportamiento conflictivo de un estado, sino que hay variables de orden socio-cul-
tural, ideológico que también desempeñan un papel importante en la gesta y desarrollo
del conflicto.394
A nuestro entender, en un breve análisis estructural, el conflicto presenta caracteres
distintivos: a) en todos los casos se le define como un fenómeno social que se hace
extensivo a las naciones, b) es propio del dinamismo de las sociedades, c) la
comunicación juega un papel fundamental, d) se trata de la contraposición de intereses
por el cual se genera situaciones de tensión, e) tiene, en la actualidad, un sentido
globalizante ya que entran en juego variables de orden socio-cultural, económico,
político, jurídico, etc., f) existe un enfrentamiento intencional específico, y g) tiene, al
menos, tres factores comunes que son: hay intención hostil, se disputa un derecho y
existen demostraciones de violencia y agresividad.
Aparece entonces la necesidad de arribar a un concepto de conflicto más propio
de las relaciones internacionales, que surge justamente cuando la dominación y
dependencia entre las naciones y entre grupos de naciones provoca un gran
diferendo internacional. Los conflictos aparecen precisamente, cuando todas las
condiciones de desigualdad entre los países, aunados al uso de capacidades, se
393
MILIA, Fernando, El conflicto en un análisis estructural, Instituto de Publicaciones Navales,
Argentina, 1985, p. 3.
394
ARÓN, Raymond. Paz y Guerra entre Naciones, Editorial Gallimard, Buenos Aires, Ar-
gentina, 1962.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 305
agudizan y contraponen para imponer la fuerza de los más poderosos. Pero debe
comprenderse que el concepto de fuerza, es diferente del de poder y no debe
confundirse. El poder se refiere a la esfera política principalmente, en tanto que la
fuerza, en el sentido físico de la violencia, debe ser la última instancia del poder en
un conflicto.
El maestro Brucan nos brinda una tipología inicial de los conflictos internacionales
que él atestiguó, a la que nos hemos permitido adicionar otras propuestas precisas
producto de nuestra observación de las desavenencias de los últimos años, que
nos ayuda a esquematizar el panorama actual en el que se mueven el poder y las
controversias internacionales, y que impactan a la organización internacional.395
395
Brucan, Power and Conflict (…), op. cit., p. 147.
396
Son interesantes los conceptos del profesor GONZÁLEZ, Aguayo, Leopoldo, acerca del
tema de la Geopolítica de los océanos, Programa de la materia de Geopolítica, CRI, FCPS,
UNAM, México, 1998.
306 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
397
DURÁN, Sáenz, María Susana, Programa de Teoría de las Relaciones Internacionales,
Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI), www.caei.com.ar.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 307
398
Seara, Vázquez, op. cit., pp. 749-751.
399
Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo, Bélgica y Francia
400
Estados Unidos, Canadá y diez países de Europa Occidental: Dinamarca, Gran Bretaña,
Islandia, Italia, Noruega , Portugal, Luxemburgo, Bélgica, Francia y Países Bajos.
401
Seara, Vázquez, Ibidem.
402
Medina, Manuel, op. cit. p. 119.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 309
403
MÁXIMO, Salvador, La Comunidad del Atlántico Norte, EUDEBA, Buenos Aires, 1958.
310 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
404
SOHN, Louis B. (comp.), International Organization and Integration, Martinus Nijhoff Pub.,
Países Bajos 1986, p. 919.
405
En tiempos de paz, las fuerzas armadas permanecen disponibles bajo la autoridad de
sus propios gobiernos nacionales, pero pueden ser comisionados para servir en la OTAN.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 311
política de deshielo entre las superpotencias de la época, la OTAN entró en una crisis
interna al perderse en cierto grado la conciencia de la necesidad de la organización
–como ocurriría de nueva cuenta a raíz del colapso de la URSS en 1991. A pesar de
que gracias a su existencia se logró mantener una coalición geopolítica entre Estados
Unidos y la entonces Europa Occidental, existía en ambos lados del Atlántico la
sensación de que la estructura de la OTAN ya era obsoleta, haciéndose necesaria su
reforma radical a la luz de la presencia en sus filas de personajes de Estado retirados
como el propio Kissinger, Zbigniew Brzezinski y Helmut Schmidt.
Ayer como hoy, la verdadera clave del problema no radica en saber si la OTAN
debe cambiar sino cómo lo hará. Las propuestas de reforma han caído en tres
categorías,406 todas ellas críticas para la OTAN y para la política exterior de Estados
Unidos y son, en general, las siguientes: a) el compartir la carga, lo cual se refiere a
que Estados Unidos ha llevado el liderazgo de la defensa europea más que los propios
países europeos y se propone un cambio en sentido inverso; b) la devolución vendría
con ese cambio, al ocuparse los países de Europa de su defensa con la participación
de EUA; y, c) el rompimiento de los compromisos, que plantea la posibilidad de que
Estados Unidos abandone la OTAN.
Con frecuencia sucede que una propuesta individual del cambio se considera en
una de estas categorías, pero cae finalmente en otra. Lo que no puede negarse es
que el cambio sustancial de recursos de América a Europa desde la década de los
cincuentas sugiere un cambio paralelo en la responsabilidad central por la defensa
europea y el interés nacional de Estados Unidos en la independencia y prosperidad
del viejo continente es cada vez mayor, por lo que las reformas de la OTAN deben ir
más allá del compartir la carga y todavía más lejos que el rompimiento de los
compromisos.
El debate sobre estas reformas debe enfocarse desde el contexto del llamado
“Problema Americano”, surgido desde la debacle ocasionada en Estados Unidos con
la guerra de Vietnam, que evidenció el declive de la habilidad de ese país para dominar
los asuntos mundiales. Este descenso es relativo y no absoluto y es resultado del
éxito de la política estadounidense desde la posguerra, con treinta años posteriores
que vieron la recuperación de Europa occidental y Japón, el desarrollo del tercer
mundo y las pretensiones de paz en la URSS, todas ellas metas centrales de la
política norteamericana que, sin embargo, redundaron en una disminución inexo-
rable de la preponderancia política, económica y militar de ese país. Bajo la bandera
de la “Pax Americana”, la riqueza mundial y el poder llegaron a crecer de una manera
más plural.
En esos años se decía que la tendencia no llevaba hacia una nueva hegemonía,
ya que los soviéticos no eran los principales beneficiarios puesto que la URSS se
veía amenazada por otros países más que por Estados Unidos mismo. El peligro no
era la “Pax Soviética”, sino una anarquía global, dado que las instituciones de
postguerra habían dependido tanto del predominio de Estados Unidos, que todo el
sistema parecía colapsarse sin este país.407 Así, se estimaba que el escape más
406
CALLEO, David, P., “NATO’S Middle Course”, en Foreign Policy, Num. 69, Carnegie
Endowment for International Peace, Invierno 1987-1988, pp. 135-136
407
Las últimas administraciones del gobierno norteamericano, hasta antes de Ronald Reagan,
312 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
práctico para Estados Unidos y especialmente para aquéllos que en ese país todavía
deseaban la hegemonía o nada, condenando al hegemón al aislamiento y el
agotamiento, lo representa la reforma de la OTAN. En efecto, ayer como hoy, esta
organización revela hasta qué grado la hegemonía norteamericana se ha hecho
inmanejable, pero también indica los prospectos más prometedores para crear un
patrón más adecuado de relaciones, todo lo cual incluye riesgos, pero obviamente,
los beneficios esperados son mayores que el deterioro acelerado de la situación que
prevalece en el presente siglo XXI.
Los problemas particulares de la OTAN han cambiado poco en los últimos 40
años, pero los asuntos del medio ambiente complicaron las cosas en los ochentas.
Militarmente, la OTAN había sido siempre un protectorado nuclear norteamericano
por lo que, más que tratar de adaptarse al poder convencional soviético en Europa,
Estados Unidos eligió seguir como el protector continental hegemónico por medio de
la amenaza de usar armas nucleares para detener una invasión soviética. Esta política
de disuasión fue un principio de que la “hegemonía barata”, ideal mientras Estados
Unidos era más o menos invulnerable, pero insatisfactoria cuando las fuerzas soviéticas
comenzaron a crecer enormemente hasta alcanzar a las norteamericanas. Con Estados
Unidos en riesgo, la OTAN llegó a convertirse en una alianza enredada, alejándose
de las ideas de su concepción.
La estrategia americana ha sido ajustar a la nueva estrategia del medio ambiente,
pasando desde la doctrina de la “represalia masiva” de las ciudades soviéticas, a la
de la “respuesta flexible”, que consiste en respuestas graduadas diseñadas para limitar
la destrucción nuclear al mínimo necesario para detener un ataque. Además, la doctrina
de la “contrafuerza” se enfocó a limitar a las armas nucleares intercontinentales para
ir en contra de los objetivos militares del enemigo. Es obvio que estos cambios
transformaron la hegemonía barata en una cara carrera armamentista que llevó a
Estados Unidos y a la URSS hacia una etapa de desenfrenada producción de armas
nucleares. Pero con las conversaciones sobre el desarme ambas naciones se
comprometieron a reducir el arsenal nuclear y así por ejemplo, Estados Unidos llegó
a desmantelar varios cientos de misiles nucleares en territorio de la entonces Europa
Occidental.
Es un hecho que los países europeos occidentales deseaban la comodidad de
estar defendidos por el escudo nuclear norteamericano, sirviendo como base
estacionaria la potencia de ese país, preparándose siempre para presiones
diplomáticas y económicas o para expediciones militares más allá de la región de la
OTAN. Por su parte, Europa occidental estaba extendiendo sus lazos económicos a
la URSS y haciendo sus arreglos propios con países del Medio Oriente.
se rehusaban a aceptar la pérdida del poder de su país, tratando de jugar el papel geopolítico
que desarrollaron en los cincuentas. Durante la mayor parte de los setentas, la política
norteamericana procuró ocultar la evidencia por medio de la reducción de costos o su
transferencia a otros. En los ochentas, Estados Unidos se esforzó para reafirmar su predominio,
pero sólo consiguió inciertos beneficios militares y un asombroso crecimiento de la deuda,
llevando la situación a consecuencias financieras y comerciales poco favorables a la posición
del país con relación a la economía mundial.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 313
408
En efecto, desde mediados de la década de los sesentas, Europa occidental había tenido
también diferencias con Estados Unidos en relación con la política económica general, ya que
la economía norteamericana con su inestabilidad había complicado la administración europea,
cuyos funcionarios culpan a la política económica nacional de Estados Unidos y resienten la
posición adoptada por ese país. Pero los europeos no pueden ignorar el lazo entre el presupuesto
nacional de Estados Unidos y su déficit comercial y los costos de la protección militar en Europa
Occidental. De esta manera se aprecia cómo una justicia sistemática permite que Estados
Unidos manipule el sistema monetario mundial de manera que los aliados paguen al menos en
parte, por los gastos militares de su propia defensa.
409
FERNÁNDEZ DE CASTRO, Rafael, “Hondas diferencias entre EU y Alemania en la OTAN”,
especial para “La Jornada”, México, 3 de junio de 1989, p. 29.
314 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
410
Calleo, D.P., op. cit., pp. 137-147.
411
BETTS, Richard K., “NATO´S Mid Life Crisis”, Foreign Affairs, Councils of Foreign Rela-
tions, Inc., New York, Primavera 1989, pp. 37-52. Hoy Alemania como la nueva potencia europea,
está reclamando el liderazgo ya que considera que, teniendo el mejor ejército de Europa, está
pagando el precio más alto con el menor poder de decisión, además de soportar el riesgo de
saber que si un conflicto bélico se desatase, probablemente sería en su territorio.
412
Fernández de Castro, R., ibidem.
413
En orden alfabético los Estados miembros de la OTAN son los siguientes: Albania, Bélgica,
Bulgaria, Canadá, Croacia, República Checa, Dinamarca, Estonia, Francia, Alemania, Grecia,
Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portu-
gal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 315
414
Es interesante advertir que las potencias militares dentro de la OTAN insisten mucho en
este aspecto del mando igualitario y democrático de la Alianza, lo cual en primer término tiende
a contrarrestar la característica de alta supranacionalidad que la identificó en sus primeros
cuarenta años de vida. Sin embargo, esto habría que ser demostrado en el terreno de los
hechos.
316 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Por otra parte, ante la pregunta de cuál es el papel que ha venido jugando Rusia
en el nuevo concierto aliancista, una vez que fue totalmente liquidado el esquema del
Pacto de Varsovia, debe resaltarse que durante los últimos años, Rusia y Ucrania han
mantenido relaciones independientes especiales con la Alianza que les han permitido
establecer, en distintas formas, programas cooperativos sobre una gran variedad de
cuestiones prácticas relacionadas con la seguridad y que les han resultado benéficos
lo mismo que para Europa en general. Ambos Estados son miembros del Consejo de
Asociación Euroatlántica, pero a raíz de la decisión de la OTAN de intervenir
militarmente para poner fin al conflicto de Kosovo, Rusia suspendió su participación
en varios de estos programas. Sin embargo, pese a las diferencias en relación con el
uso de la fuerza militar, los países miembros han trabajado en estrecha colaboración
con representantes del gobierno ruso en el marco de las actividades diplomáticas
para dar solución política definitiva al conflicto de Kosovo.
Rusia y la OTAN se han mantenido en un perfil medio de cooperación en una
esfera que ha arrojado ciertos resultados dignos de atención, como las actividades
desarrolladas conjuntamente primero en la Fuerza de Ejecución (IFOR) y más tarde
en la Fuerza de Estabilización (SFOR) en Bosnia y Herzegovina, al igual que en otros
sectores. Sobre todo, consideramos que se están logrando avances que tienen por
antecedente tres fechas importantes que conviene retener: 1) en 1995, Rusia se
adhiere a la Asociación para la Paz; 2) a fines de 1996, el entonces secretario general
de la OTAN, Javier Solana, recibe el mandato de negociar una nueva relación con
Rusia que elimine sus reticencias a la ampliación; y 3) en 1997, se firma el Pacto
OTAN-Rusia, que crea el Consejo Permanente Conjunto y pone fin formalmente a la
Guerra Fría.
En otro orden de actuación, también se lleva a cabo un programa de cooperación
especial en el marco del Diálogo Mediterráneo de la OTAN, con siete países
mediterráneos no miembros (Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Mauritania, Marruecos
y Túnez).415 El propósito del Diálogo Mediterráneo es mejorar la seguridad y estabilidad
de la región mediterránea, estrechamente vinculadas a la seguridad y estabilidad de
Europa. Dentro de la OTAN misma, los comités están encargados de elaborar con
anticipación planes en aspectos relativos a consultas políticas, planificación y
operaciones de defensa, cooperación en materia de armamentos y otros. Los comités
presentan sus recomendaciones al Consejo del Atlántico Norte, órgano ejecutivo
supremo de la Alianza, o al comité de planificación de la defensa, que en lo central se
encarga de cuestiones relativas a la estructura militar integrada de la OTAN. También
se hacen consultas sobre cuestiones económicas concernientes a la seguridad, como
el gasto de defensa y la conversión de industrias de defensa a fines civiles.
La OTAN también ofrece un foro para la cooperación activa ente sus estados
miembros y sus países asociados en lo que respecta a planificación de actividades
en casos de emergencia civil, socorro en casos de catástrofe y programas científicos
415
Será muy revelador analizar a detalle el papel desempeñado por la OTAN en los
movimientos sociales y principalmente, políticos, que han estallado en los primeros meses de
2011 en Túnez, Egipto y, posteriormente, en Libia, teniendo como fin el derrocamiento de
dictadores empiternos y como entretelón la captura y asesinato del líder terrorista de Al Q’aeda,
Osama Bin Laden, a inicios de mayo del mismo año.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 317
416
En noviembre de 1998, el Centro Euro-atlántico de Coordinación para Respuesta a
Catástrofes, inaugurado en junio anterior, coordinó las operaciones de socorro a regiones de
Ucrania occidental devastadas por las inundaciones. Después del deterioro de la situación en
Kosovo y la zona circundante, el Centro también desempeñó una función esencial en la
coordinación de la ayuda humanitaria de los países de la OTAN y sus asociados para aliviar la
situación de los refugiados kosovares y ayudar a los países vecinos.
318 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
417
El tercer nivel está compuesto por los denominados mandos componentes (CC-Compo-
nent Command), dos de carácter terrestre, dos marítimos y dos aéreos. Del JFC de Brunssum
dependen el CC terrestre de Heidelberg (Alemania), el CC marítimo de Northwood (Reino Unido),
y el CC aéreo de Ramstein (Alemania); el JFC de Nápoles dispone del CC terrestre de Madrid
(España), del CC marítimo de Nápoles (Italia) y del CC aéreo de Izmir (Turquía). El JHQ no
dispone de mandos componentes, siendo su principal capacidad la de proporcionar un cuartel
general de fuerzas conjunto combinadas (CJTF HQ) embarcado.
CAPÍTULO 11 SUPRANACIONALISMO, PODER Y CONFLICTO EN LA ORGANIZACIÓN ... 319
418
En cuanto a la estructura de fuerzas, ésta se compone de fuerzas nacionales y
multinacionales, así como sus cuarteles generales asociados, puestos a disposición de la Alianza
de forma temporal o permanente y según determinados criterios de disponibilidad. Está basada
en tres principios, la disponibilidad, la sostenibilidad y la multinacionalidad. Se consideran dos
tipos de fuerzas, las fuerzas de despliegue y las fuerzas aéreas. Las fuerzas de despliegue, en
diferentes grados de disponibilidad, están organizadas en conjuntos. Así se dispone de un
conjunto nacional y multinacional de cuarteles generales, otro de unidades de combate, de
unidades de apoyo al combate y de unidades de apoyo logístico. El proceso de organización de
las fuerzas está concebido para la construcción de cada organización operativa de acuerdo con
las necesidades específicas de cada operación. De este modo para una operación determinada
se elegirá el cuartel general más adecuado y unidades de combate, de apoyo al combate y de
apoyo logístico de cada conjunto.
320 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
REFLEXIÓN FINAL
CAPÍTULO 12
RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL
DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES
SUMARIO
PREÁMBULO
Las clasificaciones como la antes referida son útiles como medio de orientación ge-
neral, pero no tienen mayor relevancia. En el estudio del derecho internacional se
deduce que las clasificaciones responden muchas veces a las circunstancias o al
capricho de quien las elabora. Algunas suelen ser demasiado simples y otras, por el
contrario, son complicadas e inexactas. Las organizaciones internacionales no son
de hecho un engarzamiento ideal y teórico de los Estados y órganos que las integran,
por lo cual es difícil distribuirlas en grandes tipologías a las que todas pueden ser
aproximadas, como las variedades a las especies y las especies a los géneros en las
clasificaciones biológicas. Cada organización internacional es original en gran medida:
es el producto de la historia, de la geografía, de la política internacional, de la estructura
socioeconómica, de la cultura, de la ideología, de la actitud del Estado frente al entorno
mundial; es, en suma, el resultado de un conjunto de elementos que engendran un
estatus único en un tiempo y espacio definidos. No obstante, tenemos que reconocer
que existen situaciones que generan analogías más o menos grandes, y que se
producen influencias y contaminaciones, es decir, ciertas organizaciones se edifican
sobre el modelo de sistemas organizacionales prevalecientes, de una manera voluntaria
y deliberada, mientras que en otras la imitación es menos consciente, pero profunda
(en este punto preciso, el ejemplo actual que vemos más claro es el del modelo imitativo
de la Unión Africana respecto del modelo más original de la Unión Europea).
Las organizaciones internacionales son sumamente complejas en sus funciones,
estructuras, decisiones, gestiones y poderes, como para tolerar categorías herméticas
por compartimientos, y las clasificaciones principales que podemos utilizar, como lo
hacen los diferentes doctrinarios, juristas y politólogos, trascienden los límites de
muchas de esas entidades. Por lo tanto, debemos prevenir y estar alertas en cuanto
al cuidado extremo que debe tenerse antes de atribuir un significado legal a tales
clasificaciones.
Las organizaciones internacionales constituyen el signo de identidad más
característico y significativo de la sociedad internacional contemporánea. Emanadas
de la voluntad soberana de los Estados, que son sus miembros constituyentes,
responden a la necesidad de hacer frente de modo permanente e institucionalizado a
los problemas que plantea la coexistencia y, más aún, la cooperación exigida por la
creciente interdependencia. La proliferación de organizaciones y, con ella, la creciente
diversificación de sus estructuras y medios de acción es fuente de numerosos
problemas, que abarcan desde los costos (presupuestarios y diplomáticos) que los
Estados miembros han de afrontar al participar en múltiples y diversas organizaciones
hasta las medidas que a nivel internacional se han de articular para la adecuada
coordinación operativa entre entidades afines y concurrentes, medidas que chocan
con la tendencia de cada una de ellas al poner su autonomía y margen de maniobra
por encima de cualquier otra consideración. Esta tendencia arrastra incluso a los
Estados miembros cuando las distintas organizaciones son pantallas de estrategias
políticas enfrentadas o su representación descansa en departamentos sectoriales
con intereses que se hallan en conflicto.
Contra lo que se ha dicho en la doctrina dominante, las organizaciones no
transforman la estructura interestatal de la sociedad internacional; antes al contrario,
la presuponen y hasta cierto punto la salvaguardan, en la medida que han sido
326 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
concebidas por los Estados para ordenar y regular sus actividades colectivas y no
como centros de poder superiores a ellos o como un ‘super-Estado’, según expresión
de la CIJ (reparaciones de daños sufridos al servicio de las NU, 1949; interpretación
del acuerdo entre la OMS y Egipto, 1980). Abundan los ejemplos para confirmar esta
aseveración, pero lo más destacable radica en que el fenómeno organizativo apunta
al objetivo central de institucionalizar parcialmente a la comunidad internacional ac-
tual. La mera existencia de la organización proporciona un marco multilateral que
propicia una dinámica de actuaciones colectivas y suscita hábitos de negociación y
acuerdo que a la larga provocan una evolución expansiva de las competencias e
intereses comunes.
Por esta vía, las instituciones internacionales han sido el instrumento que más ha
contribuido a la evolución y transformación del derecho internacional actual, tanto por
lo que hace a su elaboración y aplicación como a la realización y desarrollo de sus
funciones y valores. Efectivamente, tienden a configurarse como el principal foro de
debate y gestación de los métodos de producción normativa, coadyuvando al tiempo
a su interacción y, en su caso, a la formación de normas generales; asimismo, ellas
son las que dispondrán –principalmente si son sus patrocinadoras– los mecanismos
para el control de la observancia de las normas y compromisos internacionales,
mediante los medios de arreglo de las controversias institucionalizados, y las que
decidirán las condenas ante su infracción, mediante la adopción de amonestaciones,
apercibimientos, recomendaciones o sanciones.
A las organizaciones se debe también el avance experimentado en las funciones
del derecho de gentes, en la medida que: 1) han proporcionado un marco institucional
a las relaciones entre Estados que regula el tradicional ‘derecho de la coexistencia’,
2) son la espina dorsal de los nuevos campos abiertos por el ‘derecho de la cooperación’
y, 3) son requeridas, en particular, para mejorar y robustecer el ‘derecho al desarrollo’.
Como lo enfatizan Remiro Brotóns y Diez de Velasco,419 también han enriquecido el
perfil del derecho internacional general dando origen al nuevo derecho internacional
constitucional, al introducir en ambas disciplinas ciertas dosis de: 1) democratización,
consintiendo la participación de todos los Estados en los procesos de elaboración y
aplicación de las normas internacionales; 2) socialización, potenciando la actuación
en la escena internacional de otros actores sociales y acentuando al tiempo el
“polimorfismo” de la subjetividad internacional; y, 3) humanización, siendo una matriz
de afirmación de los derechos y libertades fundamentales y de los mecanismos para
su garantía y control y confiriendo dimensión internacional a todo el espectro de
relaciones humanas que se instrumentan mediante la cooperación en todos los cam-
pos del quehacer humano de la contemporaneidad. En este orden argumentativo, ha
señalado el maestro Antonio Truyol y Serra y lo ha confirmado Manuel Medina, que es
concebible históricamente la existencia de una organización internacional –como
entidad política– que funcione al margen de todo ordenamiento jurídico, sobre la base
419
Reconocidos juristas e internacionalistas de la Escuela española de Derecho Internacional,
a quienes he dedicado un capítulo en una de mis obras anteriores. Aprovecho esta oportunidad
para rendir un merecido homenaje póstumo a don Manuel Diez de Velasco, fallecido
recientemente en 2010. Quede en pie nuestro testimonio de gratitud y admiración por sus grandes
contribuciones al estudio del Jus Gentium..
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 327
420
Manuel Medina en su libro Las Organizaciones Internacionales, Alianza Editorial, España,
1976, p. 57, afirma que la concentración de poder que se produce en el Estado permite que, en
determinadas condiciones, un gobernante absoluto pueda regir por tiempo indefinido los destinos
de una nación. La monarquía absoluta de la edad moderna, las dictaduras recientes y los
totalitarismos demuestran en qué medida es posible que el aparato estatal sea gobernado con
criterios no jurídicos o, incluso, antijurídicos.
421
FRIEDMANN, Wolfgang, La nueva estructura del derecho internacional, Trillas, México,
1967, pp. 190-197. El maestro Friedmann le llama “derecho constitucional internacional”.
328 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
422
En resumen, la personalidad jurídica internacional, en sus diversos aspectos, es funda-
mental para el funcionamiento cabal de la organización internacional. Y relacionado con ello,
destaca el tema de la sucesión entre organizaciones internacionales, con la particularidad de
que, como éstas no ejercen soberanía territorial, estos casos por lo general constituyen ejemplos
de traspaso de poderes jurídicos cuando una institución cesa de existir (verbigracia, Sociedad
de Naciones y ONU, en 1945-1946).
423
Hoy en día, conforme a la práctica, la jurisprudencia y la doctrina, no existe la duda inicial
por cuanto a que las organizaciones internacionales son sujetos de derechos y obligaciones
internacionales. Es cierto, el derecho internacional por su origen y evolución histórica ha tendido
a aceptar como únicos sujetos internacionales a los Estados soberanos; no obstante el desarrollo
de la cooperación internacional y el papel creciente que en la misma desempeñan las
organizaciones internacionales, fue posibilitando que a partir de la Segunda Guerra Mundial, y
en especial como consecuencia de las creación de la ONU, se fuera abriendo progresivamente
paso al reconocimiento de subjetividad.
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 329
424
Los sucesos que desencadenaron este interrogante fueron la muerte en 1948 en un
atentado terrorista del diplomático sueco Conde Folke Bernadotte, como mediador de las
Naciones Unidas en Palestina y de otras personas que lo acompañaban. Como consecuencia
de ello, el Secretario General de las Naciones Unidas tuvo que abonar en concepto de
indemnización unas sumas considerables de dinero, suscitándose en la Asamblea General la
duda de que si la ONU tenía la capacidad para presentar una reclamación internacional contra
el gobierno responsable de los daños sufridos por ella, así como por los causados por las
víctimas o sus causahabientes. También en el ámbito de las organizaciones regionales se ha
presentado este tipo de problemas, como en la Liga de Estados Árabes en 1952.
425
Coincidimos con Sorensen cuando señala que el análisis efectuado por la CIJ para
determinar la existencia de la personalidad internacional de la ONU es, en buena medida,
transferible a la generalidad de las organizaciones internacionales, pues aunque no se puede
330 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
desconocer que la CIJ al analizar este problema lo hace en relación con la ONU, por lo que la
extensión, por pura analogía sólo sería posible respecto de una entidad similar, lo cierto es que
la referencia continua a la personalidad internacional de naturaleza funcional permite pensar
que otras organizaciones también poseen, para el desempeño de sus funciones de tal
personalidad, aunque puedan ser diferentes.
426
En relación con la cuestión de la disponibilidad de esta personalidad frente a terceros,
varios autores expresan que el instrumento por el que se crea una organización suele ser un
tratado, y por tanto está sujeto al efecto relativo de éstos (res inter alios acta) no obliga más que
a las partes, y no a los terceros, que pueden no reconocerla. Pero vale la pena advertir que la
intensa participación de las organizaciones en la vida internacional es cada día mayor, unida al
principio de la efectividad que inspira el derecho internacional, postulando un valor más político
que jurídico, más declarativo que constitutivo de su existencia.
427
Tal es el caso del instrumento constitutivo del Organismo Multilateral de Garantía de
Inversiones (OMGI) de 1988; la Convención relativa a la constitución de un fondo común sobre
las materias primas, abierta a la firma el 1 de octubre de 1980; la Convención de Naciones
Unidas sobre derecho del mar de 1982, que en lo relativo a la autoridad internacional de fondos
marinos, afirma en su art. 176 que “tendrá personalidad jurídica internacional y la capacidad
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 331
jurídica necesaria para el desempeño de sus funciones y el logro de sus fines”. Tal vez los
ejemplos más evidentes son los de la Comunidad Andina y el MERCOSUR, en efecto, el art. 48
del Protocolo de Trujillo del 10 de marzo de 1996, por el que se modifica el Acuerdo de Cartagena
y se crea la Comunidad Andina, dispone que dicha comunidad: “es una organización subre-
gional con personalidad jurídica internacional”; mientras que el art. 34 del Protocolo de Ouro
Preto del 17 de diciembre de 1994, no puede ser más explícito al respecto al señalar que el
MERCOSUR “tendrá personalidad jurídica de Derecho Internacional”. Respecto de las
Comunidades Europeas, el punto de partida de la afirmación de su personalidad internacional
se encuentra en una breve declaración contenida en el art. 281 de su texto fundacional al tenor
del cual “La comunidad tendrá personalidad jurídica”. No obstante, la generalidad de la doctrina
deduce de la comparación del citado art. 281 con el art. 282 relativo a la capacidad jurídica
interna de la Comunidad que la fórmula contenida en la disposición examinada, en lugar de
limitar su alcance al orden interno, persigue el reconocimiento de dicha personalidad en la
esfera del Derecho Internacional.
332 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
428
Resoluciones No. 2089-XX y 2152-XXI de la Asamblea General. Otro caso es el de la
Unión Internacional de Organismos Oficiales de Turismo, nacida como ONG, para transformarse
en OIG en virtud del Tratado adoptado en 1970 por la Asamblea General de la Unión en la
Organización Mundial del Turismo (con sede en España). Aquí lo interesante es advertir que la
ausencia de tratado constitutivo denuncia un problema de falta de efectividad, como le ocurre al
G-8, al Grupo de Río o a la misma Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE),
a la que los Estados participantes decidieron llamar Organización (OSCE) desde el 1 de enero
de 1995, tal vez para compensar –según expresión del maestro Remiro Brotóns— “(…) con una
pasada semántica la inconmovible determinación de la mayoría de seguir negando su
formalización mediante tratado para mejor combatir la futura afirmación de una personalidad
internacional”.
334 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
OEA, la OUA hoy UA, etc., Estatuto, para el Consejo de Europa, la CIJ, la CPI, el
TRIDEMAR, etc.) se manifiesta la prioridad de sus estipulaciones sobre: a) otros
compromisos contraídos por los miembros (art. 103 de la Carta de Naciones Unidas
al que expresamente remite el artículo 30.1 de la Convención de Viena) y b) las
decisiones adoptadas por la misma organización en el ejercicio de sus competencias,
se expresen éstas en resoluciones o en acuerdos concluidos con terceros.
La eficaz protección de este bloque de constitucionalidad (intrínseca o material y
extrínseca o formal) en gran medida dependerá de si se han dispuesto o no medios
jurisdiccionales para su control. En cuanto a la segunda función de los tratados
constitutivos, ésta se infiere de que: a) las reservas formuladas al tratado constitutivo
exigen, salvo otra disposición, “(…) la aceptación del órgano competente de esa
Organización”, según establece el artículo 20.3 de la Convención de Viena, y b) los
efectos de la enmienda del tratado fundacional se prevén erga omnes una vez
aceptada.429 Otras funciones de los tratados constitutivos invocan las relaciones de
la organización con los Estados miembros y no miembros.
Precisamente la base jurídica de la relación ‘organización-Estado miembro’ es el
instrumento constitutivo. En primer lugar, a menudo se establecen disposiciones
destinadas a consagrar deberes específicos que los Estados miembros están obligados
a cumplir como partes contratantes del instrumento constitutivo. Algunos de los
organismos especializados de la ONU en el campo económico presentan ejemplos
importantes de este sistema. Pero hay un elemento verdaderamente constitucional,
a saber, los poderes atribuidos a la institución, mediante la actuación de sus órganos
principales, para tomar decisiones que de varios modos imponen nuevas obligaciones
a los Estados miembros o les confieren ciertos derechos. En cuanto a la naturaleza y
el alcance precisos de dichos poderes, los tratados constitutivos presentan grandes
diferencias.
Tal es el caso de aquellas entidades que por lo general no poseen facultades
legislativas, y aquellas que sí tienen importantes atribuciones para crear normas ge-
nerales de conducta para los Estados, habitualmente en campos especializados.
Sobre problemas específicos, las hay con facultades para dictar decisiones que
jurídicamente obligan a las partes interesadas, si bien ésta es la excepción antes que
la regla. La muestra más importante es el del poder que el Consejo de Seguridad
puede ejercer de acuerdo con el capítulo VII de la Carta, en casos de amenaza a la
paz mundial, quebrantamiento de la paz o un acto de agresión. Otros ejemplos de tal
429
Tal aceptación de la enmienda no es por unanimidad (como excepcionalmente exige el
Tratado de la Unión Europea, en su art.1), sino por una mayoría calificada de los miembros
(normalmente de dos tercios, verbigracia, los arts. 146 y 147 de la Carta de la OEA, XIX de la
Constitución de la FAO, XII de la UNESCO, 41 del Consejo de Europa, etc.), modulada a veces
porque en la mayoría prescrita han de estar ciertos miembros, identificados nominalmente,
como hace la Carta de la ONU (arts. 108 y 109.2) al requerir entre los dos tercios exigidos para
la entrada en vigor de su reforma la ratificación de los cinco miembros permanentes del Consejo
de Seguridad o en atención a determinadas condiciones como, por ejemplo, su cuota de
participación económica en la organización (arts. VIII del BIRF y XVII del FMI) o su importancia
industrial (por ejemplo el art. 36 del tratado de la OIT). La minoría reacia a consentir la enmienda
se ve así en la disyuntiva de aceptarla o retirarse del tratado, un derecho que particularmente le
asiste en estas circunstancias y a cuyo ejercicio puede verse incluso forzado (como en el caso
de la OACI, artículo 94.2).
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 335
430
En el texto de LANDY, O., The Effectiveness of Internacional Supervisión. Thirty years of
ILO Experience, ILO Publications, France, 1980, se señala que los efectos prácticos de las
recomendaciones varían con las circunstancias, de acuerdo con las medidas especiales de
vigilancia internacional que puedan aplicarse. Sin embargo, fundamentalmente tales medidas
implican el cumplimiento de obligaciones jurídicas dentro de tratados o fallos obligatorios. Un
grupo de medidas de ‘supervigilancia’ contiene, como elemento esencial, la obligación de informar
con respecto a la acción nacional aunque ha sido tomada para cumplir una decisión o
recomendación internacional. Entonces dichos informes pueden ser analizados por la institución
y sometidos a debate público. Éste es un elemento esencial del sistema de la OIT. Dentro del
OIEA tales arreglos se encuentran en operación, aunque en escala limitada.
431
Consúltese Corte Internacional de Justicia: Reparation for Injuries Suffered in the Ser-
vice of the United Nations, Rep. 182, 1949 y 1952.
432
El maestro Max Sorensen hace referencia a que en la Comunidad Europea del Carbón y
del Acero (CECA), la misma doctrina parece haber sido aceptada en una oportunidad (Cour de
Justice, Recuiel, Vol. ii, p. 305 (1955 – 1956), aunque en ocasiones posteriores la Corte ha sido
más reticente. Sin embargo, en líneas generales, afirma que la doctrina ha merecido aprobación.
En toda materia en que el derecho internacional no impone obligaciones a un Estado éste
queda en libertad para actuar, y ninguna entidad internacional puede interferir, excepto con su
consentimiento. Esto aplica asimismo en el caso del denominado derecho de injerencia por
razones humanitarias, que ha suscitado acaloradas discusiones en los últimos años.
336 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
433
El instrumento constitutivo también puede disponer que los Estados miembros tengan el
derecho a participar en las actividades de la organización, con sujeción a determinadas
condiciones. En uso de tal principio, el artículo 35 (2) de la Carta de las Naciones Unidas
permite al Estado no plantear la disputa, en la que se encuentre involucrado, ante el Consejo de
Seguridad o la Asamblea General, si admite por anticipado, para los efectos del litigio, las
obligaciones de solución pacífica contenidas en la Carta. Igualmente, el Estado que no es parte
del Estatuto de la CIJ puede tener acceso a la Corte de acuerdo con los requisitos exigidos por
el Consejo de Seguridad, según las disposiciones del artículo 35, numerales (2) y (3) del Estatuto.
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 337
434
Este es el caso de la llamada “pequeña revisión” del tratado constituyente de la CECA
(art. 95, párrs. 3 y 4), que entra en vigor sin necesidad de ratificación por los Estados miembros.
En otras situaciones, existe la posibilidad de modificación de un documento constituyente
mediante la ratificación por mayoría calificada de los Estados miembros, que obliga, sin em-
bargo, a los Estados que no le han ratificado (por ejemplo, la ONU según se estipula en los
artículos 108 y 109 de su Carta).
435
Medina, Manuel, op. cit., p. 60, destaca que en la práctica de las Naciones Unidas, se
estima que una resolución del Consejo de Seguridad es válida aunque haya sido adoptada en
ausencia o abstención de uno de los miembros permanentes, a pesar de que el articulo 27-3 de
la Carta requiere del voto afirmativo de los cinco miembros permanentes del Consejo para que
338 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
obstante la CIJ, en su dictamen de 1962 sobre ciertos gastos de las Naciones Unidas,
parecía inclinarse por una interpretación liberal de los preceptos de la Carta de la
ONU. En cambio el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea en su sentencia
sobre el Acuerdo Europeo sobre Transportes por Carretera de 1971, limitó
considerablemente la facultad de los Estados miembros de disponer por acuerdo
informal del contenido de los tratados constituyentes de las comunidades.
Como lo reiteramos líneas arriba, la mayor parte de las normas creadas por los
órganos de una institución interestatal van dirigidas a regular la actividad de esos
mismos órganos: reglamentos de procedimiento o régimen interior, reglamentación
de funcionarios, normas presupuestarias, regulación laboral, prescripciones técnico-
administrativas, entre otras. Algunas de estas disposiciones imponen obligaciones a
los Estados miembros frente a la organización: normas sobre pago de contribuciones
o sobre requisitos de acreditación de los representantes gubernamentales. En uno u
otro caso, se trata de un marco legal común derivado que sólo surte efecto en el
interior de la organización, y que no se proyecta a las relaciones entre los Estados
miembros fuera del seno de la misma. Este corpus normativo se denomina
genéricamente como derecho interno de las organizaciones internacionales, y es
bastante similar a los sistemas normativos internos estatales de derecho administrativo.
Incluso, como lo expresa el especialista Wolfgang Friedmann, en el nivel internacional,
aún no es fácil distinguir con precisión los límites de contenido del derecho internacional
constitucional respecto de los del derecho internacional administrativo.436 Lo interesante
del caso es que en ciertas entidades se ha establecido, de manera más o menos
clara, un control jurisdiccional para la aplicación de este derecho interno de las
organizaciones, sobre todo en cuestiones de personal. Así los funcionarios de la
ONU pueden recurrir al Tribunal Administrativo de las Naciones Unidas (TANU) con-
tra las decisiones de la Secretaría que perjudiquen sus derechos estatutarios.
Igualmente, los funcionarios de la OIT y de algunas otras organizaciones
especializadas de las Naciones Unidas con sede en Europa pueden recurrir ante el
Tribunal Administrativo de la OIT contra las decisiones de sus respectivas
administraciones internacionales que violen sus derechos laborales.437 Dentro del
mismo sistema de las Naciones Unidas, el procedimiento de los dictámenes u opiniones
consultivas permite un control indirecto de la legitimidad de los actos y decisiones de
órganos políticos como la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, y aunque
estos dictámenes se diferencian de las sentencias por no ser obligatorios, suelen ser
cumplidos en lo habitual por las instituciones de las Naciones Unidas y sus Estados
miembros.
éste pueda adoptar resoluciones que no sean de procedimiento. Por su parte, desde la firma de
los llamados “Acuerdos de Luxemburgo” de 1966, el Consejo de las Comunidades Europeas
sólo adopta decisiones por unanimidad, olvidando que los preceptos de los tratados autorizan
la adopción de decisiones por mayoría simple o calificada, según los casos.
436
Friedmann, op. cit., pp. 190-194.
437
El Tribunal Administrativo de la OIT es incluso, competente para entender los litigios
relativos a los contratos de suministros concertados entre la OIT y personas o sociedades
particulares. Por su parte, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, ha venido
asumiendo una amplia jurisdicción contenciosa administrativa sobre los actos de las instituciones
comunitarias.
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 339
438
Declaró, además, que las partes del litigio eran el miembro afectado del personal
administrativo y las Naciones Unidas. Por consiguiente, la Organización se encontró legalmente
obligada a cumplir el fallo del Tribunal y a pagar indemnización concedida al miembro del per-
sonal. Finalmente, la ONU, vinculada por el fallo y en el ejercicio de su función presupuestaria
tuvo que destinar la cantidad de dinero necesaria para cubrir la indemnización (1954).
439
Cahier, Philippe, “Le Droit interne des organisations internationales”, 67 RGDIP, 563,
Paris, France, 1963. Además del profesor Cahier hay otros autores que mantienen la opinión de
que puede ser útil agrupar todas estas reglas de derecho derivado como parte de lo que se
llama la ley interna de las instituciones internacionales.
340 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
440
REMIRO, Brotóns, Antonio, et. al., Derecho Internacional, McGraw-Hill, Madrid, 1997,
ver Capítulo V Las organizaciones interestatales, pp. 139-171.
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 341
441
DIEZ DE VELASCO, Manuel, Instituciones de derecho internacional público, Tecnos,
Madrid, pp. 181-193.
442
Por lo que se refiere al ejercicio activo, la CIJ en dictamen de abril 11 de 1949, afirmó el
derecho de la ONU a interponer una reclamación internacional por los daños sufridos, como
consecuencia de la violación de una norma internacional, por sus agentes en el ejercicio de la
función encomendada por ella. Mientras que la actividad operacional de la ONU ha provocado
situaciones en las que se ha visto reclamar la reparación de los daños causados por los mismos,
como los derivados de la intervención de las fuerzas de urgencia de NU en el Congo con
ocasión de la secesión de Katanga en los años sesenta; responsabilidad reconocida por las NU
que concluyeron sendos acuerdos de indemnización, uno con la República del Congo en
noviembre 27 de 1961 y, otro con Bélgica de febrero 20 de 1965.
342 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
443
En este punto, el maestro Max Sorensen revela que puede ocurrir que la organización
carezca de los medios que le permitan hacer frente a esta responsabilidad, en tal caso el tercero
se sentirá naturalmente tentado a dirigirse directamente contra los Estados miembros
considerándolos solidariamente responsables por los perjuicios que ha sufrido. Para el tercero,
el Estado miembro sería una especie de “garante internacional” del cumplimiento de las
obligaciones de las que pueda derivar responsabilidad. La práctica nos ofrece varios ejemplos
relacionados con las dificultades financieras que conocen ciertas organizaciones internacionales
y que han llevado en algún caso a la suspensión de pagos por éstas y a la reclamación a sus
Estados miembros de las deudas contractuales que aquéllas habían asumido (ejemplos
elocuentes son los problemas financieros que han colapsado el Consejo Internacional del Estaño
o la Organización Árabe para la Industrialización).
444
Por ejemplo, el artículo 3 del Convenio sobre la responsabilidad internacional por daños
causados por objetos espaciales de 1972; el artículo 6 del anexo IX de la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (III CONVEMAR) de 1982; el artículo II, 5 de la
Constitución de la FAO de Quebec de 1945; o el artículo 16 de la Convención que establece la
Organización Marítima Internacional de 1959 (antes OCMI).
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 343
en tanto que sujeto diferenciado de sus Estados miembros; y, b) los actos de los que
responda habrán de guardar conexión con el ámbito competencial de que goce la
propia institución, conforme a su derecho constitucional y reglamentario.
En similar razonamiento, las relaciones entre la organización y el Estado local,
revisten singular interés para la ubicación de la responsabilidad. Se entiende por
Estado local aquel en cuyo territorio una organización ha desplegado las actividades
que constituyen el hecho ilícito que se le imputa. Tengamos presente que la acción de
los órganos de las instituciones se ejerce por regla general en el territorio de un Estado
y en virtud de los llamados ‘Acuerdos de Sede’ concertados entre dicho Estado y la
organización en cuestión. Estos acuerdos señalan normalmente el principio por el
que se excluye la atribución del Estado del comportamiento ilícito observado en su
territorio por órganos de una organización. Al menos esa es la tendencia que se observa
en los trabajos recientes de la CDI, en la práctica de varios Estados como Francia,
España, Italia, Estados Unidos y Canadá, así como en diversos acuerdos celebrados
con la ONU, la Organización Mundial de Turismo, la Unión Africana o la Liga de
Estados Árabes donde, como regla general, se encuentran cláusulas en las que se
exonera a los Estados-Sede de responsabilidad internacional por acciones u omisiones
atribuibles a organizaciones internacionales o a sus agentes.445
445
Al respecto, aclara Michael Akehurst, Derecho de las organizaciones internacionales,
Alianza Universidad, España, 1985, p. 34, que tales acuerdos no obligan a terceros Estados,
son para ellos res inter alios acta, con lo que nada impide que en caso de sufrir un ilícito
internacional por parte de una organización presenten directamente su reclamación contra el
Estado del territorio donde se ha celebrado el acuerdo. Esta circunstancia, aduce el maestro,
explica por qué en algunos de los acuerdos de sede, como el celebrado por España con la
Organización Europea de Investigaciones Espaciales (art. 3), se inserten cláusulas en las que
se explicita el derecho que asiste al Estado local de recurrir frente a la organización si un tercer
Estado ha cuestionado su responsabilidad internacional por el hecho ilícito de ésta acaecido en
su territorio.
446
VIRALLY, Michel, El devenir del derecho internacional. Ensayos escritos al correr de los
años, FCE, México, 589 pp. Consúltese el capítulo referido, pp. 190 a 220. También se recomienda
de este recordado autor (fallecido en 1999) el Capítulo XIV La ONU ante el Derecho, pp. 273-
311.
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 345
opinión más general, admitida sin discusión por numerosos autores y defendida en el
seno mismo de la ONU, la recomendación se define en forma negativa: por su ausencia
de fuerza obligatoria. A lo sumo se acepta reconocerle un valor político, o hasta moral.
Esta opinión no sólo es inquietante sino que causa preocupación en todos nosotros,
los estudiosos y operadores del derecho internacional, por la sencilla razón de que la
mayor parte de las decisiones tomadas por las organizaciones internacionales
adquieren, precisamente, la forma de recomendaciones. Y la primera muestra de ello
la representa la Asamblea General de las Naciones Unidas que no dispone de otro
medio jurídico para satisfacer sus responsabilidades, o el propio Consejo de Seguridad
que, salvo en las limitadas hipótesis –resoluciones ‘duras’– en las que actúa para
salvaguardar la paz y la seguridad internacionales, no puede recurrir más que a este
procedimiento.
Esta visión negativista de las recomendaciones ha hecho que se llegue a dudar
de estas y otras instituciones y a tener pocas esperanzas en su porvenir. Por ello, es
impostergable recuperar el espíritu de las recomendaciones y el valor jurídico de las
resoluciones, reconocerlas a beneficio de un buen inventario, revalorar su fundamento,
actualizar su conceptualización, recuperar su importancia en las relaciones jurídicas
internacionales y definir lo que verdaderamente representan en el orden del derecho
internacional. Una magna tarea, sin duda, que es responsabilidad compartida de todos
los agentes jurídicos y actores políticos de la sociedad global, en especial por los
teóricos y estudiosos de la organización internacional. Esta elemental comprobación
que resultó tan atractiva al maestro Virally demuestra que, ciertamente, un estudio del
derecho internacional constitucional o de la organización internacional no podría estar
completo sin un análisis profundo de la naturaleza jurídica de las recomendaciones y
las resoluciones, tomadas ambas como expresiones sinónimas, sólo para efectos
exclusivos de una aproximación general. Este tipo de análisis, hasta ahora muy
descuidado, debe permitirnos también comprender mejor el lugar, el papel y la función
de las organizaciones en las relaciones jurídicas internacionales.
desarrollo que posteriormente habría de tener tal actividad. Por esta razón, una
lectura actual del artículo 38 a la luz de las nuevas funciones y la realidad dinámica
del derecho internacional permite, a nuestro modo de ver, incorporar los actos jurídicos
y resoluciones de las organizaciones interestatales a las fuentes reconocidas del
ordenamiento jurídico internacional.447
Ahora bien, en el ámbito de las competencias que le han sido atribuidas, y de
acuerdo con los procedimientos establecidos, todas las organizaciones tienen la
facultad de expresar, mediante determinados actos de sus órganos, una voluntad
propia, jurídicamente distinta de la de los Estados miembros. Más aún, puede argüirse
que las entidades han sido establecidas con la finalidad esencial de adoptar actos
propios en el marco de la cooperación internacional institucionalizada para cuyo
fortalecimiento fueron creadas; y los términos empleados para calificar tales actos
son muy distintos y heterogéneos, como también lo son los efectos jurídicos que
despliegan. Dicho en otros términos, su actividad normativa es el reflejo de la capacidad
que gozan estos sujetos internacionales para elaborar y manifestar una voluntad
jurídica propia e independiente de la de sus propios componentes soberanos, indi-
vidual o colectivamente considerados. Recordemos que la naturaleza derivada y
funcional o atípica de la personalidad jurídica internacional de las organizaciones
explica, además, el que esta actividad normativa deba desplegarse, en un sentido,
con la finalidad de realizar los objetivos comunes fijados por sus Estados miembros.
Ello significa que para poder determinar en cada caso concreto el alcance de su
competencia normativa, será preciso examinar su derecho interno, sus reglas
funcionales, esto es, su instrumento constitutivo, sus decisiones y resoluciones
adoptadas de conformidad con éste y su práctica establecida, tal y como se consigna
en el artículo 2.1.j de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 21
de marzo de 1986.
Ciertamente, las organizaciones no son realidades unívocas, sino que existen
numerosas categorías de ellas cuyos fines, composición y competencias son distintos,
además no constituyen compartimientos estancados y excluyentes ya que están sujetas
a una evolución incesante, siendo frecuentes las transformaciones operadas en las
mismas lo que les lleva a transitar por diversas categorías. Su carácter particular
447
En nuestro libro, Nuevos desarrollos temáticos para el estudio del derecho internacional
público, FCPyS, UNAM, México, 2004, pp. 104 y 105, planteamos algunas ideas que pueden
esclarecer este punto concreto. En cuanto a sus alcances, la interpretación del artículo 38 del
Estatuto de la CIJ no es muy uniforme en la doctrina de derecho internacional, sobre todo en lo
que se refiere a dos aspectos: el carácter ejemplificativo o enumerativo en las fuentes señaladas
en dicha disposición y en la importancia jerárquica en que pudieran estar enumeradas las fuentes.
Al respecto, hay una corriente mayoritaria que considera que el artículo 38 in comento tiene una
terminología puramente descriptiva y “no tiene por objeto restringir en forma alguna la operación
de las fuentes que se describen”. La interpretación contraria, es decir, la que considera que no
hay más fuentes del derecho internacional que las señaladas en el precitado artículo 38 representa
un obstáculo importante al desarrollo del derecho internacional, tanto general como constitucional.
En efecto, la adecuación del derecho internacional a las relaciones internacionales en constante
transformación no sería posible con la existencia de un sistema cerrado de fuentes del derecho.
Por ello, dicho precepto no debe verse como una camisa de fuerza que reprima la manifestación
de la normatividad jurídica internacional, además de que se deben tomar en cuenta las
transformaciones cualitativas de la sociedad global.
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 347
hace muy necesario analizar el orden jurídico propio de cada una de ellas para poder
determinar precisamente cómo se forma en cada situación concreta y en el seno de
su estructura institucional su voluntad jurídica, qué órganos intervienen en los
diferentes supuestos, qué procedimientos de adopción existen y, finalmente, en qué
actos jurídicos se plasma dicha voluntad.448 A primera vista, de la lectura de los
instrumentos constitutivos de las organizaciones se puede deducir si éstas tienen o
no capacidad para crear unilateralmente normas jurídicas, de manera que, cualquiera
que sea el órgano que adopte el acto jurídico, éste se imputa a la institución como
sujeto internacional y no a sus Estados miembros, aunque ellos hayan podido contribuir
a su adopción a través del ejercicio del voto en el seno del órgano de que se trate. Si
la respuesta es afirmativa, el poder normativo ejercido por los órganos de la
organización podrá adoptar en la práctica una terminología muy variada e incierta
(excepción hecha del marco del derecho comunitario europeo), y así tenemos:
recomendaciones, dictámenes, resoluciones, directivas, declaraciones, votos,
estándares, decisiones, reglamentos, despachos, comisiones, prácticas, normas,
reglas, anexos, orientaciones, entre los principales.
Efectivamente, no existe una terminología única para calificar los actos propios o
unilaterales de las entidades internacionales. Hay un verdadero torrente de voces
empleadas en sus textos constitutivos. Hay que tener cuidado, por lo demás, al pensar
que la denominación del acto permite la identificación de sus efectos jurídicos; incluso
en el seno del mismo sistema institucional un mismo término puede ser empleado
para designar resoluciones de efectos jurídicos diferentes: este es el caso, por ejemplo,
de las recomendaciones de las Instituciones Comunitarias, que en el ámbito de la
CECA designan un acto obligatorio en cuanto al resultado (artículo 14 del TCECA),
mientras que en el sistema de la CE y de la CEEA reducen sus efectos al sentido
etimológico del término, no siendo por tanto vinculantes (artículos 189 del TCE y 161
del TCEEA). Es por ello que varios doctrinarios, principalmente españoles y franceses
aunque no tanto los italianos, prefieren hablar genéricamente de resoluciones. Al
respecto, nosotros somos de la opinión de que para superar el obstáculo de esta
imprecisión terminológica y para intentar agrupar las diferentes posibilidades, se puede
recurrir, con carácter general, al término resolución como expresión comprensiva
referida a todo acto emanado de un órgano colectivo de una institución, el de decisión
para referirse a los actos obligatorios, y recomendación para aquellos que, en principio,
al no vincular, no crean derecho.
Debemos reconocer que no es tarea fácil determinar los efectos jurídicos de las
resoluciones y, por consiguiente, apreciar si y hasta qué punto son capaces de crear
derechos y obligaciones para sus destinatarios, como tampoco lo es formular una
teoría general en este campo. Y es que no todas las resoluciones de las organizaciones
producen efectos jurídicos, de manera que sólo aquellas que establecen una regla de
448
Resalta el profesor Diez de Velasco que la participación directa de las instituciones como
sujetos internacionales en tratados bilaterales y multilaterales es una realidad cuya frecuencia
e importancia explica el que se haya dedicado a esta práctica convencional una Convención
internacional particular, a saber, la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre
Estados y Organizaciones Internacionales o entre Organizaciones Internacionales de 21 de
marzo de 1986, y al que suelen referirse los publicistas al examinar el derecho de los tratados.
348 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
derecho en el orden jurídico internacional van a constituir una fuente autónoma del
derecho internacional. Sobre el particular, retomando nuevamente al maestro Virally,
cabría advertir que los efectos jurídicos de un acto no dependen de la denominación
que le ha sido dada por el órgano que lo ha adoptado, sino de su objeto y contenido
en relación con las definiciones que aporta el instrumento constitutivo.
Así, podemos encontrarnos ante “recomendaciones” que según el tratado
constitutivo producen efectos jurídicos obligatorios, como ocurre, por ejemplo con las
recomendaciones del antes citado CECA, que según su artículo 14 “(…) obligarán en
cuanto a los objetivos fijados en ellas, pero dejarán a sus destinatarios la elección de
los medios apropiados para alcanzar tales objetivos”. Y, a la inversa, es viable descubrir
“decisiones” que carecen de efectos jurídicos obligatorios, tal y como sucede con las
decisiones que adopta el Consejo de Administración del Fondo Monetario Internacional,
derivadas de las encuestas llevadas a cabo por sus ‘misiones de expertos’ sobre la
situación económica de un determinado país; aunque, claro está, no habría de
confundir tales medidas con las ‘decisiones’ que adopta el Fondo como cláusulas
compromisorias en las llamadas ‘Cartas de Intención’ que establece, por lo general y
a estricto nivel bilateral, con sus Estados miembros. Es verdaderamente necesario,
por consiguiente, examinar caso por caso los distintos supuestos para determinar su
particular alcance jurídico.
Adviértase nuevamente que como entidades tributarias de su subjetividad
internacional, secundaria y funcional, la capacidad de las organizaciones para adoptar
resoluciones jurídicamente vinculantes en el ámbito de sus competencias depende
de la voluntad de los Estados miembros, expresada originariamente en su Tratado
constitutivo y, por consiguiente, no todas disponen de la misma o de un mínimo común
de capacidad. Situándonos en los extremos, el acto de la organización puede ser
desde una mera recomendación, cuyos destinatarios son invitados pero no obligados
a seguir un determinado comportamiento, acción o abstención (por ejemplo, las
recomendaciones de la Asamblea General de la ONU, según los artículos 10 a 14 de
la Carta), hasta una norma directamente aplicable en los ordenamientos jurídicos de
los Estados miembros, incluso, con primacía sobre sus leyes internas (por ejemplo,
los reglamentos comunitarios, según el artículo 189 del TCE). Tal capacidad decisoria
podría ser establecida, por otro lado, como un poder implícito de la entidad, en atención
a las necesidades del ejercicio de sus funciones y la realización de sus propósitos, y
aun en virtud de su práctica establecida, esto es, las normas de derecho internacional
consuetudinario que haya originado su actividad, ya admitidas entre las reglas de la
entidad en instrumentos convencionales de marcada importancia.449
Es de subrayarse que, como en los demás aspectos que afectan su funcionamiento,
la facultad de las instituciones y la de sus diferentes órganos para adoptar actos
jurídicamente vinculantes, debe de dilucidarse y decidirse en el marco de cada
organización en concreto. En la medida en que tales facultades existan, las
resoluciones, actos unilaterales de la organización, pueden considerarse fuente
449
Tal afirmación se desprende de los artículos 1.34 de la Convención de 1975 sobre la
Representación de los Estados en sus Relaciones con las Organizaciones Internacionales, y,
2.1.j de la Convención de 1986 sobre el Derecho de los Tratados entre Estados y Organizaciones
Internacionales o entre Organizaciones Internacionales.
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 349
450
Siguiendo el ritmo de la actividad normativa de las organizaciones que es bastante
abundante y variada, es necesario establecer a modo meramente expositivo dos criterios
distintivos de tal actividad. Tenemos primero, aquellos actos que van a desplegar sus efectos
en el interior de su orden jurídico, creando normas auto-reguladoras que lo completen y adapten
y, segundo, aquellos otros actos que se orientan hacia el exterior de la organización estableciendo
normas que van a afectar a otros sujetos internacionales, ya sean éstos Estados miembros o no
de la misma u otras organizaciones. No se trata, por lo demás, de categorías normativas puras,
puesto que como lo consigna la doctrina y la práctica jurídica actual, algunos de estos actos
van a tener efectos mixtos, es decir, tanto ‘auto-normativos’ como ‘hetero-normativos’.
451
En suma, para el cumplimiento de sus propósitos y la eficaz ejecución de sus funciones
todas las organizaciones internacionales han sido capacitadas para adoptar por mayoría, simple
o calificada, diferentes tipos de resoluciones destinadas a reglamentar y armonizar su
funcionamiento interno e institucional, obligatorias en primer término para sus propios órganos
pero también para los Estados miembros en la medida que les conciernan.
350 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
452
Otras resoluciones internas de esta clase se refieren a la posibilidad atribuida a los
órganos principales de la ONU para crear los órganos subsidiarios que estimen necesarios en
el desempeño de sus funciones (artículos 22, 29 y 68 de la Carta). Estas decisiones son de
gran importancia a la luz de los órganos creados por este medio, por ejemplo: el Tribunal
Administrativo de Naciones Unidas (TANU), encargado de resolver los litigios entre la
Organización y sus funcionarios y cuyas sentencias son obligatorias para ésta; el Comité de los
Veinticuatro, promotor esencial de la estimulación y control del proceso descolonizador; la
Comisión de Derechos Humanos, dotada de poderes para iniciar procedimientos públicos
especiales en los países que hayan vulnerado de forma masiva y reiterada tales derechos; o,
los relativamente recientes Tribunales penales internacionales para el enjuiciamiento de grandes
crímenes cometidos en la ex Yugoslavia (1993), en Ruanda (1994) y en Sierra Leona (2002),
creados por el Consejo de Seguridad en el marco del Capítulo VII de la Carta de ONU, y cuya
jurisdicción prevalece sobre los tribunales nacionales.
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 351
También son dignas de observación, por su carácter mixto o sea de efectos internos
y externos, las resoluciones presupuestales y financieras en tanto que éstas van a
establecer por un lado, los gastos que la organización puede efectuar, mientras que
por el otro, tienden a instaurar las cuotas que los Estados miembros deben aportar o
los gastos que deben soportar.
La actividad normativa interna de las organizaciones puede manifestarse por
medio de actos que no son, en principio, jurídicamente vinculantes o bien a través
de actos jurídicos obligatorios. Dentro del primer grupo aparecen las
recomendaciones y los dictámenes dirigidos por un órgano de la institución a otro
órgano de la misma tanto por propia iniciativa como a solicitud de este último.453
Dentro del segundo grupo, de actos jurídicos obligatorios, destacan de inmediato
las resoluciones que conciernen al funcionamiento de los órganos de la entidad
interestatal, siendo pertinente observar que la generalidad de los instrumentos
constitutivos de ésta, atribuyen expresa o implícitamente a sus órganos, competencia
para adoptar sus reglamentos de funcionamiento. En idéntica argumentación, van a
ser jurídicamente vinculantes las resoluciones relativas a la creación de los órganos
secundarios; siendo también importante referirse a otros dos supuestos de
resoluciones internas de carácter obligatorio: los reglamentos relativos a la función
y agentes de la organización, y los reglamentos financieros, y más concretamente,
aquellos que fijan los presupuestos de las instituciones, tanto de las que se nutren
de las contribuciones obligatorias y/o voluntarias de sus Estados miembros, como
de las que disfrutan de sus recursos propios (como el UNICEF y los Voluntariados
de la ONU).454
Podemos cerrar estas ideas afirmando que como resultado de las resoluciones de
normativa interna, obligatorias y no obligatorias, las organizaciones interestatales han
podido sentar las bases estructurales para el cumplimiento de los propósitos y objetivos
previstos en sus tratados constitutivos. Sin embargo, por numerosas e importantes
que sean para su desarrollo sostenido, la adopción de resoluciones internas o de
carácter institucional obligatorias no permite afirmar inequívocamente que una
organización cuente con poderes normativos. Debe quedarnos claro, por tanto, que
tales poderes existirán sólo cuando ésta sea capaz de adoptar resoluciones externas
o de carácter funcional de las que se deriven obligaciones jurídicamente exigibles a
los Estados miembros que sean sus destinatarios.
453
Diez de Velasco aduce que son numerosos los ejemplos que sobre este tipo de normas
nos ofrece la práctica. A título meramente ilustrativo, cita el artículo 10 de la Carta de la ONU,
donde se dispone que la Asamblea General podrá hacer recomendaciones al Consejo de
Seguridad sobre asuntos o cuestiones de su competencia; así como el artículo 62 de la propia
Carta donde se faculta al ECOSOC para hacer recomendaciones a la Asamblea General sobre
asuntos de carácter económico, social, cultural, etc. En otros ámbitos como el representado por
la Unión Europea, existen también actos de esta naturaleza, así los artículos 262 y 265 del TCE
establecen la posibilidad de que el Consejo Económico y Social y el Comité de las Regiones
eleven respectivamente, dictámenes al Consejo y a la Comisión.
454
Por ejemplo, el Estatuto de los Funcionarios de las Naciones Unidas, adoptado por la
Asamblea General el 2 de febrero de 1952; o, el Estatuto de los Funcionarios de las Comunidades
Europeas, Reglamento número 259/68 del Consejo de 29 de febrero de 1968.
352 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Nos referimos a las resoluciones externas o de carácter funcional para aludir los
actos jurídicos que traducen el ejercicio de las funciones que desempeña una
organización internacional en el ámbito de su competencia sustancial o material. En
la medida en que ésta sea investida por sus creadores de poderes normativos, se
favorece y fortalece la cooperación internacional institucionalizada en el que se inscriba
su actividad. Pero hoy son realmente excepcionales –muy pocas en realidad– las
entidades con capacidad para adoptar actos jurídicos de contenido normativo. En
general, sus resoluciones de carácter externo o funcional son recomendaciones, por
las que regularmente se exhorta a los Estados miembros para comportarse en un
determinado sentido, dependiendo de la voluntad de éstos observar de buena fe lo
recomendado.455 Dicho en otros términos, ciertas organizaciones poseen un poder
normativo que trasciende su ámbito interno y afecta a otros sujetos internacionales e,
incluso, en algunos casos a los propios particulares. Estos actos adoptan, bien la
forma de decisiones obligatorias, bien la de recomendaciones carentes, en principio,
de efectos jurídicamente vinculantes. El primer supuesto, suele darse con mayor
frecuencia en las organizaciones regionales de integración (Unión Europea, Comunidad
Andina, ANSEA o MERCOSUR) y en los organismos técnicos o especializados (OACI,
FMI, UIT, OMPI, OIEA, OMS). El segundo, resulta más propio de las organizaciones
políticas de alcance tanto universal como regional (ONU, Consejo de Europa, OEA,
UA, UE, Liga Árabe), lo que no excluye que en las entidades integracionistas y en las
técnicas se adopten también recomendaciones y que, en algunas ocasiones, en las
asociaciones políticas se tomen igualmente decisiones. Un análisis general de am-
bos tipos de resoluciones podrá ilustrarnos mejor esta realidad normativa.
Veamos primero las recomendaciones. La generalidad de las organizaciones son
provistas por sus tratados constitutivos de la capacidad de adoptar actos de naturaleza
recomendatoria obteniendo una invitación dirigida a uno o varios destinatarios, para
que asuman un comportamiento determinado, sea éste una acción o una abstención.
Por su forma de invitación o exhortación no conllevan, en principio, la obligatoriedad
de su comportamiento, si bien en determinados supuestos pueden producir efectos
en el campo del derecho. Entonces, la regla general consiste en la no obligatoriedad
455
Estos son los limitados efectos que tienen, por ejemplo, las resoluciones externas de la
Asamblea General de la ONU. La voluntad de los miembros de la Organización de no conferir
a su órgano plenario competencia normativa autónoma (uno de los “candados” que le impuso la
Carta) quedó ya patente en la Conferencia de San Francisco (1945) cuando, con un solo voto a
su favor, fue derrotada una propuesta de la delegación de Filipinas en la que se defendía el
carácter obligatorio de las resoluciones de este foro mundial una vez que contaran con la
aprobación del Consejo de Seguridad. La Asamblea puede, sí, deliberar sobre cualesquiera
asuntos o cuestiones dentro de los límites de la Carta pero, salvo en lo que afecta al orden
interno de la Organización, sus resoluciones son recomendaciones (arts. 10 a 14 de la Carta).
No obstante, como lo enfatiza el maestro Remiro Brotóns, aun carentes de fuerza jurídica
obligatoria per se (efectos intrínsecos o inmediatos), estas resoluciones pueden desempeñar
un importante papel en otros procesos de producción normativa (efectos extrínsecos o mediatos).
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 353
456
Por ejemplo, el artículo 249 del Tratado de la Comunidad Europea consigna claramente
lo siguiente: “Ningún Estado contratante será culpable de la infracción del presente convenio si
no pone en práctica tales recomendaciones”.
457
Debemos conceder sin embargo que, contra la opinión de una parte de la doctrina
imperante, la ausencia de fuerza obligatoria no significa que el acto recomendatorio carezca
de todo alcance, pues son del todo atendibles su impacto político (presión psicológica, opinión
pública) y su valor jurídico basado en el principio pacta sunt servanda ( los Estados están
obligados a examinar las recomendaciones de buena fe) y en los artículos 2, 5, 6 y 56 de la
Carta de las Naciones Unidas e, incluso, en el artículo 10 del Tratado de la Comunidad Europea.
458
El maestro Diez de Velasco cita por ejemplo, el artículo 11 del Instrumento Constitutivo
del Consejo Nórdico; el artículo IV. B. 4°. del tratado de la UNESCO; el artículo IV.2° del Tratado
de la FAO; el artículo 19.6° del Convenio constitutivo de la OIT; y el artículo 9.2 del Tratado del
CARICOM.
459
Según explicación textual que transcribimos del libro del maestro Remiro Brotóns, op.
cit., pp. 306-309, tenemos que en las Resoluciones ‘Contracting in’, algunas organizaciones de
fines específicos, particularmente de ámbito regional, han sido capacitadas para adoptar
resoluciones vinculantes a condición de contar con el acuerdo de todos sus Estados miembros.
A fin de evitar el efecto paralizador de la regla de la unanimidad prevista en sus tratados
constitutivos, la práctica de la organización ha corregido la regla permitiendo que las decisiones
354 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
de sus órganos produzcan efectos jurídicos para los Estados que se hubiesen mostrado a favor
de su adopción, quedando por consiguiente el resto liberados de su aplicación. El espacio
europeo ofrece buenos ejemplos del empleo de esta técnica. En las Resoluciones ‘Contracting
out’: otras instituciones de fines específicos, especialmente de cooperación en los ámbitos
científico y técnico, sean universales o regionales, han recibido de sus tratados constitutivos la
facultad de adoptar por mayoría resoluciones jurídicamente vinculantes para todos los Estados
miembros que, en un plazo determinado, no hubiesen manifestado la imposibilidad de aplicar lo
ordenado en su Derecho interno, su objeción o reservas.
460
Casos ilustrativos de tal tipo de actos de ‘obligación por resultado’ los encontramos en
las directivas comunitarias previstas en el artículo 249 del Tratado de la Comunidad Europea;
también pertenecen a esta categoría las decisiones adoptadas por la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en los artículos 5 y 6 de su Tratado constitutivo;
o también las tomadas por la EFTA, según se desprende del artículo 32.4 de la Convención que
la crea; o, incluso, las resoluciones dictadas por la OPAEP, al tenor del artículo 12 de su Acta
funcional.
461
Según dispone el artículo 249 del TCE, se trata de actos de alcance general, obligatorios
en todos sus elementos y directamente aplicables en cada Estado miembro; lo que se dignifica,
dada además la peculiaridad del ordenamiento jurídico comunitario que sus destinatarios no
serán única y exclusivamente las instituciones y los Estados miembros, sino, que además,
afectarán los derechos y obligaciones de los particulares, quienes podrán invocarlos ante los
tribunales.
462
Como ya lo destacamos líneas atrás, junto a las organizaciones de integración, existen
otras que disfrutan también de la posibilidad de adoptar decisiones de alcance general obligatorias
en todos sus elementos. Es el caso aludido de las organizaciones de carácter técnico. De este
modo, la OMS puede establecer reglamentos sanitarios obligatorios y aplicables, en principio, a
todos sus Estados miembros (artículo 21); lo mismo ocurre con la OMM, cuyo órgano competente
puede adoptar reglamentos técnicos (artículo 7.d); es el caso, igualmente de la ISO respecto de
los denominados estándares internacionales (artículo 52); o, finalmente, de la Autoridad
CAPÍTULO 12 RÉGIMEN JURÍDICO Y FUNCIÓN LEGISLATIVA GENERAL DE LAS ... 355
Antes de concluir este argumento, merecen especial mención las decisiones del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tanto por el carácter universal de esta
organización como por el alcance jurídico de tales actos. En efecto, el artículo 25 de
la Carta de la ONU dispone que “Los miembros de las Naciones Unidas convienen en
aceptar y cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad de acuerdo con esta Carta”.
El alcance universal de esta disposición se refuerza con lo establecido en el artículo
2.6° de la propia Constitución de San Francisco, al afirmarse que “la Organización
hará que los Estados que no son Miembros de las Naciones Unidas se conduzcan de
acuerdo con estos principios en la medida que sea necesario para mantener la paz y
la seguridad internacionales”. En efecto, es precisamente en el marco del
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales donde, en principio, se
despliegan, aunque no de manera exclusiva, las decisiones obligatorias del Consejo
de Seguridad. Al respecto, la CIJ, llamada a conocer e interpretar algunas decisiones
del Consejo de Seguridad sobre el Asunto del África Sudoccidental –hoy Namibia–
adoptadas sobre la base de los artículos 24 y 25 de la Carta, tuvo la ocasión de
afirmar su carácter obligatorio y general al concluir que éstas eran “obligatorias para
todos los Estados miembros de las Naciones Unidas, que están por lo tanto, obligados
a aceptarlas y cumplirlas”.463
REFLEXIÓN FINAL
Una vez expuestas las principales líneas de investigación y contenido del presente
capítulo, es posible constatar que en las últimas décadas, en efecto, se ha venido
desarrollando un bien definido campo de estudio del derecho internacional y de las
relaciones internacionales, que tiene por objeto principal abordar todos los aspectos
involucrados con el régimen jurídico-legal y la función legislativa general de las
organizaciones internacionales. Para ello fue necesario introducirnos primero al
derecho que les es aplicable, analizando los puntos sensibles y problemáticos de la
subjetividad, el derecho originario o constitucional, el derecho reglamentario, y la
responsabilidad internacional de las organizaciones internacionales, lo que nos permitió
arribar a buen puerto con el análisis crítico y actualizado de sus actuaciones,
decisiones, y resoluciones como fuente indirecta del derecho internacional
convencional y consuetudinario.
Pensamos que quedó ampliamente demostrado que las organizaciones
internacionales son entidades de muy alta complejidad en sus funciones, estructuras,
decisiones, gestiones y poderes, como para tolerar categorías herméticas por
compartimientos, y las clasificaciones principales que se utilizan, como lo hacen los
Internacional de los Fondos Marinos y Oceánicos, cuya asamblea puede aprobar reglamentos
en materias tales como el reparto de ventajas financieras obtenidas de las actividades
desarrolladas en la Zona, así como la regularización de la prospección, explotación y exploración
de dicha Zona (artículo 160.2°.,F. I. y F II, de la Tercera CONVEMAR, de 1982.
463
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA, Naciones Unidas, Recueill, 1971, p. 53.
Consúltese también el texto: Resúmenes de los fallos, opiniones consultivas y providencias de
la Corte Internacional de Justicia, ONU, Nueva York, 1992, 287 pp.
356 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
358 BLANCA
359
CAPÍTULO 13
LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES (ONG)
COMO FUERZA TRANSNACIONAL Y CORRELATO
DE LA SOCIEDAD CIVIL INTERNACIONAL
SUMARIO
PREÁMBULO
con el auspicio de las Naciones Unidas, organización que al efecto ha credo órganos
especiales para el control de las ONG. Además, éstas deben atenerse a los
ordenamientos jurídicos del país donde establecen su sede y pueden formar secciones
nacionales.
Este flujo de acciones transnacionales está formado por una red de desplazamiento
de personas, movimiento de capitales, intercambio de mercancías o circulación de
ideas, iniciativas realizadas por individuos o grupos que tienen movimiento y objetivos
propios. La influencia que ejercen los actores de esta red se deja sentir fuertemente
en el campo internacional,464 y es vigilada por los gobiernos que reconocen sus posibles
efectos en el equilibrio de la economía, la solidez de la moneda o aun el mantenimiento
del consenso nacional. Encontramos la razón de la transnacionalidad de estas acciones
en el hecho de que los gobiernos no influyen directamente en las actividades que
realizan los grupos con base en sus intereses individuales y específicos.
464
MERLE, Marcel, Sociología de las Relaciones Internacionales, Versión española de
Roberto Mesa, Alianza Editorial, 3ª Ed., Madrid, 1982, pp. 345-353.
465
Merle, op. cit., p. 337.
466
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, “Sujetos del tráfico jurídico externo. Persona
jurídica o moral”, en Nuria González (coord.), Lecciones de derecho internacional privado
mexicano. Parte Especial Derecho Civil Internacional, Porrúa, UNAM, México, 2008, pp. 401-
523.
467
ROBINSON, R.D., International Bussiness Policy, Holt Rinehart Wintson, Nueva York,
1964, en Merle, M., op. cit., p. 359.
CAPÍTULO 13 LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES (ONG) COMO FUERZA ... 361
468
ROBINSON, R.D, “Beyond the Multinational Corporation”, 1973, p. 27, en Las
Corporaciones Multinacionales en el Desarrollo Mundial, op. cit., p. 116.
469
Medina, Manuel, op. cit., p. 29.
470
Truyol y Serra, op. cit., p. 132.
362 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Esta descripción nos permite apreciar por qué estas empresas multinacionales,
que persiguen la unidad del mercado mundial con el máximo beneficio y un modo
de explotación y distribución de recursos basado en la racionalidad global, se colocan
al frente de importantes conglomerados y una estrategia bien cimentada. Este tipo
de organización les da una importancia relevante, como lo demuestra un ejemplo:
la Comisión Trilateral formada por Estados Unidos, Japón y Europa que en busca
de mayor cohesión dentro del mundo occidental, mantuvo el poder del capitalismo
(en los setentas y los ochentas) con base en las corporaciones transnacionales,
resistiendo la presión del mundo en desarrollo, de los países socialistas y del
eurocomunismo.471
Ahora bien, el distinguir entre organismos lucrativos y no lucrativos, no siempre es
tarea sencilla y establecer criterios de distinción en la práctica se vuelve más
complicado, pero la tarea es importante pues suele servir de marco de referencia
para analizar críticamente a las diversas fuerzas transnacionales; este parámetro las
distingue en cuanto a la influencia que tienen en relación con el Estado y la mayor o
menor capacidad que el mismo les atribuye en la disputa por el poder. Estas fuerzas,
lucrativas o no, son organizaciones que se distinguen en su operación, de las
espontáneas y no organizadas, que constituyen la opinión pública internacional,
conformada por manifestaciones y reacciones que parten del nivel nacional al
internacional al darse una de las tres condiciones siguientes: a) convergencia de
opiniones entre gobiernos, b) concordancia entre opiniones públicas nacionales, o c)
manifestaciones concertadas de grupos que actúan simultáneamente en varios países
para defender una causa determinada.472
Las asociaciones internacionales, conocidas como ONG constituyen un medio de
defensa y promoción de valores.473 Son fuerzas transnacionales que se han
consolidado como las más fieles representantes de los intereses, valores e inquie-
tudes de la sociedad civil internacionalmente organizada, que enarbolan la bandera
del altruismo, no lucrativas, cuyo objetivo central es la efectividad en las acciones
que emprenden y que le representan de manera general, una señal de esperanza y
un ideal de convivencia.
471
TAMAMES, Ramón, Estructura Económica Internacional, Alianza Editorial, 6ª ed. Madrid,
1980, pp. 319-324.
472
Merle, M., op. cit., pp. 379-387.
473
Truyol y Serra, op. cit., p. 132.
CAPÍTULO 13 LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES (ONG) COMO FUERZA ... 363
Las ONG responden a las necesidades que en ocasiones los gobiernos o las
organizaciones intergubernamentales no pueden satisfacer. Tienden a llenar los vacíos
que éstas van dejando en su desempeño y a cubrir los espacios donde aquéllas no
logran tener presencia, acciones o efectividad suficientes, un hecho que por demás
explica, en alguna medida, su proliferación exponencial característica de las últimas
décadas. De aquí que la definición de Marcel Merle es adecuada al señalar que una
ONG es “todo grupo, asociación o movimiento constituido de forma duradera por
particulares pertenecientes a diferentes países con la finalidad de alcanzar un objetivo
con fines no lucrativos”.474
Esta aseveración puede enfrentarse a la realidad que representan organismos
como la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), el Consejo o la
Asociación Mundial de Boxeo, la Federación Internacional de Automovilismo o la
Federación Internacional de Tenis, y otras más, que persiguen claramente beneficios
económicos o comerciales junto con la promoción de sus respectivos deportes. Es
verdad que en estos tiempos de globalidad económica todo tiende a mercantilizarse,
y el deporte no es la excepción, sin embargo debe tenerse en cuenta que para
mantener el rango de “no lucro” que debe identificar a toda genuina ONG, las
finalidades de las diferentes federaciones deportivas mundiales debieran estar
encausadas al fomento y desarrollo de las actividades que sostienen y de ninguna
manera al enriquecimiento personal de sus dirigentes. De otra suerte, habría que
excluirlas de la categoría de ONG e incluirlas, en consecuencia, en alguna de las
clasificaciones de empresas transnacionales o multinacionales, o en cualquiera otra
forma de organización internacional atípica o sui generis, pero no como ONG, pues
esto genera serias confusiones en varios niveles. ONG auténticas hay muchas,
como el CICR, Caritas o Amnistía Internacional, que no tienen nada que ver con
agencias como la FIFA o el propio Comité Olímpico Internacional (COI) que se han
convertido en verdaderos campos propicios para los negocios internacionales
deportivos, comportándose como verdaderos consorcios donde salen ganando,
preferentemente, empresarios, dirigentes y gobiernos. En este orden, se puede
apreciar claramente que este asunto merece una muy seria reconsideración por
parte de los analistas de las relaciones internacionales y, en particular, de los
especialistas en organización internacional.475
Abundando, tenemos la definición de Manuel Medina que entiende por ONG a
aquellas estructuras formadas por particulares, grupos o entidades que no constituyen
gobiernos nacionales y que son difíciles de identificar en relación con las
organizaciones formadas por gobiernos, que cuentan con un acta y unos órganos
permanentemente establecidos.476 Una definición más, expresada por una ONG
precisamente, señala que se trata de una organización privada, no lucrativa, solidaria,
474
Merle, M., Ibidem, p. 338.
475
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, Programa de la materia de Organización
Internacional, Licenciatura en Relaciones Internacionales, FCPS, UNAM, México, 1982 (se
actualiza anualmente).
476
Medina, op. cit., p. 29.
364 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
con una misión relacionada con el desarrollo de los países, sostenida por donativos y
aportaciones y que a menudo tienen afiliaciones religiosas cercanas.477
Se consideran dos características principales de las ONG cuya combinación permite
que los particulares participen en la dinámica del sistema internacional, que son la
iniciativa privada y la solidaridad internacional. La iniciativa privada es la muestra de
la espontaneidad en el sistema internacional, que no obedece a iniciativas
gubernamentales o de carácter intergubernamental; existen sin embargo excepciones
y encontramos ONG creadas precisamente, a expensas de una organización
intergubernamental, que promueve y facilita el camino para su participación en
proyectos nacionales o internacionales, en una correspondencia mutua de intereses.
Un ejemplo lo constituyen las asociaciones científicas promovidas por la UNESCO; y
más aún, existen ONG que están financiadas por los gobiernos, aunque constituyen
una excepción.
La combinación de estas dos características resulta en la acción de los particulares
que forman las ONG en el contexto político internacional, en una red de interacciones
que pueden o no apoyar la armonía de las políticas nacionales, erigiéndose bien en
amortiguadores de polémicas o en generadores de tensiones. La clasificación de las
ONG obedece a factores como los objetivos, la implantación geográfica, la dimensión,
la estructura y la organización.
En términos geopolíticos, la distribución de las ONG es desigual en el plano
internacional encontrándose mayor concentración en Europa que en los otros
continentes, lo cual refleja que el fenómeno de las ONG es europeo básicamente y
de manera accesoria, americano.478 Las ONG han aumentado el alcance de la
cooperación privada, sobrepasando barreras ideológicas, por ejemplo el Oeste y el
Este, y beneficiando al continente africano y al asiático principalmente al vincularlos
más estrechamente en el plano global.
Las ONG pueden clasificarse en cuanto a su tamaño hablándose de “grandes” y
“pequeñas”. Ejemplos de grandes ONG son la Federación Sindical Mundial, la
Confederación Internacional de Sindicatos Libres y la Confederación Mundial del
Trabajo. Pero el tamaño no está relacionado con la influencia de las organizaciones,
ya que existen grupos pequeños como el movimiento Pugwash que aunque agrupa a
un número reducido de científicos de Oriente y de Occidente, ha realizado una labor
importante a través de las Conferencias de Pugwash sobre Ciencias y Asuntos
Mundiales ocupándose de problemas tan importantes como los aspectos científicos y
tecnológicos del desarrollo de nuevas armas y del desarme nuclear en comparación
con organizaciones intergubernamentales que no han tenido la eficacia de ellas
esperada.479
Al hablar de clasificación de ONG es conveniente señalar que la comunidad en
los países industrializados ha crecido muy rápidamente al existir hoy en día
477
ENTERPRISE Development in Africa and Latin America, The Technoserve Experience,
Technoserve, Occasional Papers in the Enterprise Development, Norwalk, Conn., EUA, 1989,
pp. 3-4.
478
Merle, op. cit., p. 341.
479
SIMPOSIO Pugwash sobre “Los aspectos científicos y técnicos del desarrollo de nuevas
armas, las cuestiones de verificación y la seguridad mundial”, Desarme, Revista periódica de
las Naciones Unidas, Vol. XI, No. 3. Nueva York, Otoño, 1988.
CAPÍTULO 13 LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES (ONG) COMO FUERZA ... 365
480
Enterprise Development (…), op. cit., p. 3.
481
El “militantismo”, se refiere a la práctica política y religiosa en que predomina el elemento
militante que equivale a la manifestación de la defensa de una corriente como partidario y
luchador por ella. El “mesianismo”, es la corriente religiosa y política seguida por aquellos que
mantienen la esperanza infundada de solucionar los problemas mediante la intervención de una
sola persona.
482
Enterprise Development (…), op. cit., p. 3.
366 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
con más detenimiento. Lugar aparte merecen el Consejo Mundial de Iglesias, las
confederaciones misionales baptistas y la propia Iglesia Católica (hay infinidad de
iglesias internacionales en el mundo moderno), que se consideran como ONG, y esto
también habría que revisarlo metodológicamente al tenor de las circunstancias que
impone la sociedad global, el SPM y el nuevo concepto de la organización internacional
que asumimos en la presente investigación. Igualmente, partiendo de sus objetivos,
aparece otro tipo de ONG que son las confederaciones sindicales e internacionales
de partido, que han obtenido reconocimiento legal en la mayoría de los Estados y por
parte de las Naciones Unidas.
Las modalidades de organización y estructura distinguen también diferentes clases
de ONG. Algunas tienen una administración rígida y centralizada, mientras que la
gran mayoría presentan una descentralización de funciones expresada por la dificultad
en armonizar las diferentes tendencias que se presentan en un mismo grupo; en este
sentido, las ONG se asemejan a las organizaciones intergubernamentales que se
enfrentan a las tensiones surgidas entre los Estados. En añadidura, la dificultad misma
demuestra que la solidaridad internacional no es fácil de obtener aun dentro de la
iniciativa privada.
Las ONG suelen ser conocidas como ya mencionamos antes, como asociaciones
internacionales para distinguirlas de las organizaciones intergubernamentales, empero
para las ONG, el aspecto de organización ocupa un lugar secundario y su preocupación
principal es el desarrollo de una función eficaz en su campo de actividad.483 Algunas
ONG reclutan a sus adherentes directamente y en forma individual, mientras que
otras son federaciones nacionales con mayor autonomía que la propia dirección de la
ONG a la que pertenecen y en relación con la autonomía de los grupos individuales.
Estas modalidades de organización determinan o refuerzan los propios contrastes de
la estructura de las ONG en la sociedad globalmente organizada.
Los interlocutores naturales de las ONG son los Estados y las organizaciones
intergubernamentales, que las consideran sin tomar en cuenta las características
diversas que las rodean. Para los Estados, el papel de las ONG no ocupa un lugar
jurídico respaldado por un estatuto apropiado a su naturaleza y funciones, sino que
éstas tienen que someterse a la legislación del país donde fijan su sede, al no contar
con un acuerdo internacional que les de reconocimiento y libertad de acción en el
territorio ocupado por los Estados miembros, por encima de las fronteras. No se
olvide que las ONG no tienen reconocida la calidad de sujeto por el derecho
internacional público, al menos en la mayoría de la doctrina prevaleciente, sin em-
bargo, hay autores como los de la escuela española que consideran a algunas de
ellas, muy selectas, como el CICR, como sujetos “atípicos” o “sui generis”.484 Bélgica
es el único país que ha establecido una legislación especial para la implantación y el
funcionamiento de las ONG, a partir de 1919, pero persiste el problema del
reconocimiento inexistente de parte de otros países, de las leyes belgas que sólo
tienen validez en su territorio. En el caso de Francia, por ejemplo, las ONG se enfrentan
a un problema mayor todavía, al estar bajo el derecho común y ser consideradas
483
Medina, op. cit., pp. 28. 30.
484
DIEZ de VELASCO, Manuel, Instituciones de derecho internacional público, Tecnos,
Madrid, España, 13ª. ed., 2001, pp. 255-256.
CAPÍTULO 13 LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES (ONG) COMO FUERZA ... 367
485
Vidal, Pilar, op. cit, pp. 354-355.
486
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, Estudios avanzados de derecho internacional público
en ciencias políticas y sociales, FCPS, UNAM, México, 2008, ver Capítulo VI, pp. 199-246.
368 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
En otro sentido, existe la tendencia por parte de las OIG a considerar a las ONG
como sus auxiliares, lo cual, por supuesto, daría al traste con el concepto de
colaboración igualitaria y se integrarían las ONG en el sistema de Estado-nación como
un elemento más. Por ello, cabe aclarar que en realidad los gobiernos se benefician
de la actividad de las ONG, aprovechando sus recursos, contactos y especialmente
sus posibilidades operativas para realizar proyectos que superan la capacidad del
aparato gubernamental. Como bien lo destaca Marcel Merle, el estatuto consultivo en
la práctica, se ha vuelto en contra de las mismas ONG, ya que deben estar de acuerdo
con las políticas gubernamentales del país donde residen y tienden así a insertarse
en una cooperación dirigida, consolidando un sistema que en realidad es opuesto al
que deseaban modificar.487
Las ONG no pueden competir con los Estados, debido a la dispersión de sus
centros de interés y a la dificultad que en algunos casos se ha dado de lograr ser
efectivas al unificar su acción, así como a las divisiones que se dan en los grupos
privados y al hecho de que han buscado el aval de los Estados y el padrinazgo de las
OIG en su labor de asociar a la iniciativa privada con el sector público en el nivel
internacional. Sin embargo, para resaltar el papel que actualmente desarrollan las
ONG, es importante aceptar la realidad de su injerencia cada vez mayor en la vida
internacional oficial y en la agenda de la sociedad global, mediante sus actividades
consultivas, aun cuando no tengan el reconocimiento jurídico internacional total.488
En otro orden de reflexión, y sin pretender salirnos del tema principal de las ONG
sino más bien complementarlo, es muy importante subrayar que un grupo ideológico,
político, o económico puede actuar en la esfera internacional aunque no esté constituido
como organización internacional; tal es el caso de los grupos nacionales que también
pueden ejercer su influencia a nivel internacional, voluntaria o involuntariamente, como
es el caso de la Bolsa de Nueva York, cuyas acciones repercuten en los asuntos
económicos de muchos Estados.489 Las sociedades multinacionales según señala
Medina, son la prolongación de estos grupos nacionales que a su vez están controlados
por un equipo de accionistas y administradores.
En el plano financiero y bursátil, tenemos un ejemplo de la repercusión internacional
del movimiento de las firmas multinacionales, que durante la década actual se han
asociado al proceso de la globalización de la economía.490 Esta globalización implica
la integración de mercados aislados hacia un mercado global mundial en el que se
comercia con todo tipo de instrumentos, mercancías, divisas, obligaciones, acciones,
futuros y opciones, que pueden arbitrarse o intercambiarse unos contra otros. El
proceso ha hecho cada vez más difícil para los gobiernos nacionales el establecimiento
de reglas de comportamiento para nuevos operadores en esos mercados. Además, el
mismo proceso se ha visto acompañado por una concentración de actividades en
algunas de las instituciones financieras de carácter multinacional, por lo que no es
fácil para las nuevas empresas acceder a esos mercados. Esta situación muestra
487
Merle, op. cit. pp. 350-352.
488
Truyol y Serra, op. cit., pp. 350-352.
489
Medina, Manuel, op. cit. pp. 28-29.
490
CASTAÑARES, Priego Jorge, El Auge y la Crisis Bursátil Internacional de los Años
Ochenta, El Mercado de Valores, No.14, México, Julio, 1988, pp. 14-16.
CAPÍTULO 13 LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES (ONG) COMO FUERZA ... 369
que si bien se da una fuerte presión para abrir los mercados nacionales a los grandes
conglomerados financieros, una vez que penetran localmente, éstos defienden un
predominio cerrado en el mercado, de manera que es sólo a través de asociaciones
entre conglomerados financieros que tengan intereses en varios mercados nacionales
que se les permitirá participar.491
491
El proceso de reformas en los mercados financieros más importantes del mundo, originado
en Estados Unidos, repercutió en primer término en Nueva York y directamente en Londres y
Tokyo, influyendo también en otros mercados como Frankfurt, Zurich, Paris, Milán, Hong Kong
y Sidney. Cabe mencionar que excepto en los mercados bursátiles francés y británico, en los
Estados Unidos, Japón (compuesto por Nomura, Daiwa, Nikko y Yamaichi), Alemania y Suiza,
existen grupos reducidos de empresas que dominan las operaciones y que son instituciones
bien capitalizadas, de agresivas tendencias de ventas y que dados sus volúmenes de operación,
tienen la capacidad de crear sus propios mercados de compra y venta aun fuera de los mercados
ya establecidos. La clara intervención de las organizaciones bursátiles en este proceso de
globalización, reformas y ampliación de mercados financieros, combinada con un conjunto de
factores económicos, influyeron en el extraordinario crecimiento del mercado bursátil mundial,
demostrando así la influencia que pueden ejercer las organizaciones internacionales en la
dinámica del sistema.
492
Seara Vázquez, op. cit., pp. 183-184 y en ABC de las Naciones Unidas, Documento de
Información Pública, Naciones Unidas, Nueva York, 1988, pp. 11-12.
370 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Por supuesto, no todas las ONG tienen el carácter consultivo que otorgan el
ECOSOC y algunos organismos especializados con base en lo preceptuado por el
Articulo 71 de la Carta de la ONU y que permite a diferentes grupos privados el
expresar sus intereses nacionales e internacionales con reconocimiento jurídico-
internacional limitado, y con el consecuente reconocimiento de su influencia en la
vida oficial de los gobiernos. Estos grupos corresponden a una esfera intermedia
entre el individuo y el Estado, así como también entre el individuo y la sociedad
internacional y de hecho atenúan y atemperan el carácter interestatal de esta última.493
Por otra parte, la ONU, reconociendo la labor y la importancia de las ONG en la
escena internacional ha creado, a través del Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD), una División de Organizaciones no Gubernamentales, así como
una red de coordinadores de las relaciones con las ONG en las direcciones regionales
y en las oficinas exteriores del sistema. Esta División especializada en ONG tiene la
tarea de examinar las propuestas importantes de proyectos y programas del PNUD,
tratando de asegurar que los beneficiarios de los mismos participen en su planificación
y ejecución, así como de averiguar si las ONG pueden intervenir en la ejecución de
las actividades propuestas; cuenta al efecto, con un amplio y detallado banco de
datos sobre ONG, mediante el cual proporciona información y asesoría a las
dependencias operativas del PNUD que se interesen en aprovechar los recursos para
sus proyectos. De igual manera, puede recomendar consultores con experiencia en
materia de ONG o de grupos de participación popular. El órgano en cuestión también
prepara materiales para uso del PNUD o de las ONG, que incluyen elementos de
capacitación de personal, monografías y boletín informativo periódico que presenta
ejemplos de la cooperación entre el PNUD y las ONG.
Téngase en cuenta que el PNUD es una organización intergubernamental que se
ocupa de canalizar la cooperación técnica dentro del Sistema de Naciones Unidas.
Partiendo de contribuciones voluntarias que otorgan los países interesados, el
Programa proporciona subsidios de asistencia técnica destinados a países en vías
emergentes, para proyectos que estimulen y logren las metas de desarrollo. El PNUD
es el organismo que proporciona mayor diversidad de servicios y aun mayor número
de beneficiarios, entre las instituciones que trabajan por el desarrollo. Sus recursos
alcanzaban aproximadamente un 1,000 millones de dólares anuales en los noventas,
y en la actualidad se han incrementado pero no de manera significativa.
Para desarrollar sus actividades, el PNUD cuenta con una red mundial de 140
oficinas en 170 países y territorios del mundo en desarrollo y es debido a su presencia
física en estos lugares, que el Programa ha descubierto que el desarrollo se alcanza
únicamente apoyando a los gobiernos y a su población, con sus propias metas y
enfoques y con base en sus propias decisiones. De esta manera se aprovechan las
técnicas locales para resolver problemas, creando un desarrollo auto-sostenido.494
Así, las actividades de la población, especialmente las provenientes de iniciativas
populares que verdaderamente alcanzan a los sectores más populares de las zonas
rulares, merecen la mayor atención por parte del PNUD. Estas actividades están en la
493
Truyol y Serra, op. cit., pp. 134-135.
494
NACIONES UNIDAS, ABC de las Naciones Unidas, Departamento de Información Pública,
ONU, Nueva York, 2006, pp. 48-49.
CAPÍTULO 13 LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES (ONG) COMO FUERZA ... 371
mayoría de ocasiones, organizadas por los grupos de ONG que, en combinación con
la ayuda internacional, y con el apoyo de los gobiernos, trabajan en los niveles micro
de la economía nacional.495
Las esferas de cooperación entre las ONG, el PNUD y los gobiernos incluyen
cuestiones políticas, intercambio de información, planificación, ejecución y evaluación
de programas, así como el fortalecimiento de las propias ONG. En la primera esfera,
que contempla el dialogo en asuntos de política, las ONG aportan experiencias
particulares en relación a las necesidades de la comunidad y los enfoques populares
para su desarrollo. De esta manera, el PNUD puede apoyar la participación de las
ONG en las Mesas Redondas que se organizan entre los países receptores y países
donantes, a fin de poner en marcha planes estratégicos y de desarrollo con asistencia
externa. En África, Asia y América Latina, el PNUD ha celebrado consultas especiales
con las ONG sobre políticas de desarrollo o cuestiones sectoriales, que promovidas
por el Representante Residente de cada oficina del PNUD, sirven para intercambiar
opiniones sobre estos tópicos.
La segunda esfera, referida al intercambio de información tiene una importancia
que no siempre es apreciada en el trabajo por el desarrollo. El esfuerzo colectivo de
los asociados a las ONG es básico, ya que reflejan el sentir popular en grupos
voluntarios de todas las zonas, aun las más remotas, y transmiten las necesidades
locales de la población. El PNUD promueve los intercambios de información con las
ONG, en una amplia red que le permite, a través de sus oficinas exteriores, conocer a
fondo los programas nacionales de desarrollo de cada país. Anualmente, el
Representante Residente elabora un informe sobre la cooperación técnica para el
desarrollo y una oficina exterior, en Addis Abeba, publica un boletín regular para informar
de las ONG de las necesidades locales de desarrollo y emergencia detectadas por el
Programa. Cada vez más, las oficinas exteriores del PNUD se interesan en reunir
información sobre las ONG en cada Estado donde operan, a fin de aumentar la
cooperación. En 1987, el PNUD, en combinación con “Agencias Privadas en
Colaboración (PACT), inició una misión especial en 10 países de África a fin de
promover actividades encaminadas a una mejor comunicación entre el PNUD y las
ONG de ese continente. A fines de los noventa estas iniciativas se incrementaron al
doble y en años recientes del presente siglo se han mantenido prácticamente en el
mismo nivel.
En una tercera esfera, de la planificación, ejecución y evaluación de programas, el
PNUD, a través de sus oficinas exteriores, y los gobiernos, utilizan cada vez más
recursos para diseñar, ejecutar y evaluar proyectos de desarrollo. Las ONG de Europa
y África, por ejemplo, trabajan por lograr un programa financiado por el PNUD para
crear oportunidades de empleo en Ruanda y otros países africanos, para los jóvenes
que representan dos terceras partes de población con edad menor a los 25 años. Aun
cuando las ONG cumplen con un papel reducido en la ejecución de proyectos
patrocinados por el Programa, adquieren cada vez mayor importancia como recursos
para el propio PNUD, sus organismos de ejecución y de gobierno.
En una cuarta esfera de cooperación, el Programa se ocupa tradicionalmente del
fortalecimiento de las ONG locales, apoyando el desarrollo autónomo, a fin de que
495
PNUD-Asociación para el Desarrollo, Ayudar a la población, a ayudarse a sí misma,
Folleto Informativo de la División de ONGS, Naciones Unidas, Nueva York, Septiembre 1988.
372 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
496
Los fondos que recauda el PNUD se distribuyen a los países beneficiarios, de acuerdo a
los programas nacionales. México por ejemplo, dispuso de un programa 1987-1991 que contó
con 12 mil dólares, distribuidos en proyectos de desarrollo que proporcionan asesoría de expertos
y consultores internacionales, apoyo administrativo, subcontratación de servicios, capacitación,
compra de equipo y fondos para gastos inherentes a la ejecución de los proyectos.
497
PNUD-Asociación, op. cit., p. 19.
CAPÍTULO 13 LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES (ONG) COMO FUERZA ... 373
Las ONG pueden también ser agencias ejecutoras bajo el régimen de ejecución
por el gobierno y su participación en la ejecución de los proyectos es creciente,
especialmente cuando se requieren subcontratos con un organismo especializado o
como organismos operativos designados por el gobierno receptor. Las ONG pueden
asociarse al PNUD en el inicio de identificación y diseño de un proyecto, pero existen
muchos casos en que es a iniciativa de las ONG que un gobierno se interesa en un
proyecto. Además, el Administrador del PNUD ha manifestado conveniencia de celebrar
subcontratos con ONG que puedan proporcionar servicios especializados en diseño,
ejecución y evaluación de proyectos.
Un factor importante que obstaculiza la acción de las ONG en cuanto a buscar la
cooperación del PNUD, radica en que las reglamentaciones de los organismos
multilaterales son demasiado complejas y onerosas. El PNUD actualmente continúa
trabajando –lleva 25 años en ello– para simplificar sus procedimientos, lo cual se
espera que redunde en una mayor confianza por parte de las ONG y llegue a facilitar
la cooperación.
El PNUD administra, fuera de su programa principal, otros fondos especiales en
cuya ejecución participan ONG, o proporciona apoyo a las actividades de los mismos.
Estos fondos son básicamente los siguientes cuatro:
número de ONG, alcanzando hoy más de 4,000 de ellas en el orbe, obedeciendo este
fenómeno al desdibujamiento de las fronteras estatales que ocasiona que los grupos
de cooperación internacional a nivel institucional desarrollen un verdadero gobierno
invisible y paralelo al de Estados nacionales, teniendo por cimiento la cooperación
permanente de grupos sociales que actúan cruzando los límites territoriales y mutando
de asociaciones nacionales en sociedades internacionales organizadas.
Es cierto también que algunas ONG han probado ser simples fachadas de los
grandes actores de la globalización financiera y de la penetración neocolonial de las
grandes potencias, empero, en otros casos, afortunadamente la mayoría y que son
los que nos interesa rescatar, esas estructuras civiles han probado ser de un valor
estratégico para la introducción y la promoción de muchos de los temas que integran
el contenido de los programas de la organización internacional general y que se
incorporan a una agenda global alternativa, de inusitada importancia, incluyendo la
lenta pero progresiva sensibilización de algunas organizaciones e instituciones políticas
internacionales respecto de dicha agenda de la sociedad globalmente organizada.
El aspecto interesante de este tipo de organizaciones privadas, no sectoriales, no
lucrativas, es que realizan una labor de hormigas, fortaleciendo la capacidad de
desarrollo de los países en los que trabajan y favoreciendo el logro de la autosuficiencia
en sectores donde la acción gubernamental no es todo lo bueno que se requiere para
lograrla. Además, el carácter de no lucrativas no impide que las ONG obtengan
utilidades en las empresas que emprenden, ya que al destinar estos beneficios a
nuevos proyectos de desarrollo, es realidad no se enriquece a las organizaciones en
sí mismas, sino que se encauzan mayores cantidades de recursos financieros, técnicos
y materiales para cumplimentar con mayor eficacia e impacto los objetivos de asistencia
de la ONG de que se trate.
No hay duda que las ventajas que obtienen los grupos beneficiados con el flujo de
cooperación internacional que mueven las ONG permiten ver a futuro una perspectiva
en que la tendencia seguirá en ascenso, aumentando el número de grupos nacionales
que afianzarán su situación como asociaciones internacionales. La eficacia de las
ONG, que se ocupan en primer término de la obtención de sus objetivos antes que de
su propia organización como advierte Manuel Medina, lo cual no es precisamente un
defecto si se tienen las precauciones necesarias para su buena administración, permite
vislumbrar una mayor proliferación de ONG que conducirá al logro de mejores niveles
de cooperación internacional.
En estos momentos, ya transcurrida la primera década del siglo XXI, la proyección
de las ONG se aprecia profundamente vinculada al desarrollo de la política de los
gobiernos donantes y receptores de asistencia, ya que el apoyo de los sectores
gubernamentales representará una garantía de éxito para los proyectos de desarrollo
que se emprendan. Así pues, las ONG, como fuerzas transnacionales y correlato de
la sociedad civil internacional, permiten imaginar que las relaciones internacionales
se verán fortalecidas en el contexto de la cada vez mayor interdependencia entre los
Estados, la organización internacional y el sistema político mundial, donde las
decisiones tomadas en común redundarán en mayores beneficios para una creciente
mayoría de los individuos y pueblos del orbe.
376
276 BLANCA
377
CAPÍTULO 14
PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS
A LA TRANSFORMACIÓN POLÍTICA Y ESTRUCTURAL
DEL SISTEMA DE LAS NACIONES UNIDAS
SUMARIO
PREÁMBULO
498
SEARA, Vázquez, Modesto, La hora decisiva. Análisis de la crisis global, Porrúa, México,
1995, 417 pp.
378 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
499
BOUTHROS, Bouthros-Ghali, Discurso-mensaje de Naciones Unidas por el cincuentenario
de la fundación de la ONU, New York, 24 de octubre de 1995, publicado en el Universal, 29
octubre de 1995.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 379
500
Para estar al día sobre estos datos se recomienda recurrir al Departamento de Prensa de
la ONU en México y al Boletín Mensual del Centro de Información de las Naciones Unidas
“Naciones Unidas México”.
501
Doc. A/Res/55/2 de 18 septiembre de 2000. Resolución adoptada por la Asamblea Ge-
neral: Declaración del Milenio.
380 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
502
A/59/2005, 21 de marzo de 2005. Quincuagésimo noveno periodo de sesiones.
503
Doc. A/51/950 (14/7/1997)
504
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano,
1994, p. 95.
505
Doc./A/59/2005 de 21 de marzo de 2005. Informe del Secretario General. Aplicación y
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 381
A guisa enunciativa, las siguientes representan áreas de interés primordial en las que
la comunidad internacional muestra consenso para lograr la reforma integral al Sistema:
Estado u organización internacional está ajeno al peligro que representa para la paz
mundial este tipo de desviaciones del propósito original que le asigna la Carta al
Órgano. La democratización y el “blindaje” del Consejo de Seguridad ante sus propias
fuerzas internas, es una necesidad impostergable y elemento central de la reforma
del conjunto organizacional universal.
507
NACIONES UNIDAS, ABC de las Naciones Unidas, Nueva York, 2006, pp. 8-9.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 383
cabe aclarar que a pesar de que los gobiernos no están obligados jurídicamente a
cumplir con sus decisiones, éstas tienen un valor ético y democrático importante,
amén que responden al peso de la opinión pública mundial y a la autoridad moral de
la comunidad internacional. Además, debe tenerse en cuenta –y esto es básico para
encaminar su reforma–, que la labor cotidiana de las Naciones Unidas es respuesta
primordial de los mandatos de la Asamblea General, que reflejan la voluntad de la
mayoría de los Miembros expresada en los resolutivos, resoluciones y
recomendaciones aprobadas por ella. Esta vasta labor es desempeñada por las
comisiones y los otros órganos establecidos por la Asamblea, las conferencias
internacionales convocadas por ésta, y la Secretaría de las Naciones Unidas, esto
es, el Secretario General y los funcionarios internacionales bajo su égida. De ahí,
que la susodicha reforma al máximo foro deba contemplar, necesariamente, los
cambios y ajustes necesarios en estos niveles de mando y decisión.
También es relevante asumir que los Estados miembros deberían realizar un es-
pecial esfuerzo para que este gran foro pudiese desempeñar su función de “principal
órgano deliberativo de las Naciones Unidas” y tener presente, dentro de lo que se ha
indicado como una apertura a la sociedad civil, la posibilidad de establecer mecanismos
que mejoren las relaciones sistemáticas con las ONG, tal como se ha indicado en el
Informe Cardoso.508 Por su parte, los Estados miembros deberían examinar la relación
entre la Asamblea General y la Secretaría, con la idea de dotar al Secretario General
de una mayor flexibilidad en la administración de su personal, sin que ello vaya en
detrimento de su obligación de rendir cuentas a la Asamblea .
Por último, haciendo eco de las principales tendencias presentes en las
conferencias del Sistema de la última década, cabe destacar algunos otros puntos
importantes para lograr la reorientación requerida a fin de agilizar y hacer más eficiente
la gestión de la Asamblea y su conjunto directo de instituciones: a) contrarrestar el
“mayoriteo”, y el “asambleísmo”, como vicios desgastantes e improductivos; b) disminuir
la burocratización excesiva y terminar con la producción desaforada de papel oficial
(se cuenta por toneladas); c) abrir los ‘candados’ impuestos a este foro mundial por la
propia Carta, que en tal virtud se limita a recomendar sin obligar a nadie; y, d) reducir
la sumisión al Consejo de Seguridad y llevar más de la mano con éste las tareas
relacionadas con la paz, la seguridad internacional, los regímenes de protección y la
supervisión de instancias jurisdiccionales especiales, como los tribunales penales ad
hoc, e incluso las Operaciones para el Mantenimiento de la Paz (ONUMP).509
508
Doc.A/58/817 de 11 de junio de 2004, en el punto 64 se habla de reconocer la contribución
que pueden hacer las ONG u otros grupos especializados de la sociedad civil a los procesos de
la Asamblea General, permitiendo una participación debidamente planificada de agentes distintos
a los gobiernos centrales.
509
Sobre este último conjunto de tareas, y teniendo por antecedente importante los episodios
“negros” de la guerra del Golfo Pérsico en 1991 y la agresión de Estados Unidos y sus aliados
a Irak en 2003, somos de la opinión de que debe modificarse, haciéndolo más balanceado y
compartido, el contenido del artículo 12 de la Carta que deja sin posibilidad de intervenir a la
Asamblea General “Mientras el Consejo de Seguridad esté desempeñando las funciones que le
asigna esta Carta con respecto a una controversia o situación (…)”, no pudiendo, por tanto,
hacer ningún tipo de recomendación “(…) sobre tal controversia o situación, a no ser que lo
solicite el Consejo de Seguridad”.
384 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
510
BEDJAOUI, Mohammed, A Third World View of International Organizations: Action to-
wards a New International Rconomicorder, en Abi-Saab, UNESCO, 1981 op. cit., pp. 207-245.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 385
14.2.5. Reducción gradual del enfoque militar y reforzamiento del manejo político de
las Operaciones de Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz. (ONUMP)
Como adelanto a lo que se consigna en el apartado sexto del presente capítulo relativo
a la reforma financiera del Sistema, cabe advertir que, aprovechando ciertos vacíos y
ficciones legales de la Carta e interpretándola a su conveniencia, los gobiernos que
monopolizan la tarea colectiva de mantener la paz y seguridad internacionales, dicho
en lenguaje de la Carta, resuelven la aplicación de las medidas sancionadoras a que
se refiere el Capitulo VIII del Instrumento, en vez de las conciliaciones y negociaciones
que comprende el Capitulo VI. Se afirma que son actualmente 16 las misiones de paz
a lo largo y ancho del mapa mundial, cuyo mantenimiento de casi 3,000 millones de
dólares en el período 1993-1995 y de 2,500 millones de dólares en el trienio 2001-
2004 –que se mantiene casi igual para el bienio 2008-2009–, resulta elevadísimo;
más todavía si consideramos los logros exiguos y los resultados-soluciones poco
definitivos alcanzados.
Prácticamente en todos los foros mundiales y como un producto político directo de las
relaciones internacionales actuales que son, incluyentemente, globales,
511
VELÁZQUEZ, Elizarrarás, Juan Carlos, La política comparada ante las grandes pugnas
modélicas. Crisis y transformación de los sistemas políticos modernos, FCPS, UNAM, México,
2010, 575 pp. Ver el Prólogo de esta obra para conocer más de cerca el pensamiento político de
este destacado profesor de la Universidad de Milán y consultor del actual Secretario General de
la ONU.´
386 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
trol desde el momento en que es administrado por los países industrializados donantes,
imponiendo criterios de restricción de recursos para las naciones receptoras de los
flujos de ayuda si éstas no facilitan los intercambios o no eliminan factores poco
favorables para los primeros.512
Hemos dedicado a este tema el Capítulo 13 del presente libro, sin embargo, cabe
apuntar unas breves reflexiones al respecto. La sociedad civil ha legitimado con las
ONG un nuevo mecanismo de participación, más libre y directo, que se separa con
frecuencia de las formulas de acción gubernamental. Las corrientes privadas ensayan
novedosos canales de manifestación de sus intereses, rebasando el conducto
tradicional establecido: los gobiernos nacionales y la ONU. Se estima que alrededor
del 30 por ciento de las numerosísimas ONG existentes, ya no se preocupan por
contar con el reconocimiento formal de las Naciones Unidas, por conducto del
ECOSOC, que hasta hace una década era considerado como condición esencial para
actuar políticamente. Es Urgente entonces, la reforma de los medios e instrumentos
consagrados por las Naciones Unidas ONU en materia de organización no
gubernamental. Con esta reforma se busca recuperar una instancia de actuación que,
según expresión de Richard Falk, de puede definir como la ‘globalización de abajo
hacia arriba’.
En abono a esta postura, existe la sensación, cada vez más generalizada, de que
las Naciones Unidas funcionan como una enorme máquina burocrática, alejada de
los ciudadanos y de su entorno próximo. En su Informe ante la Asamblea General,513
Kofi Annan, preocupado por las relaciones entre la Organización y la sociedad civil,
manifestó su intención de establecer un Grupo de Personas Eminentes con el encargo
de examinar estas relaciones.
Este Grupo de Personas Eminentes,514 que se encargó de analizar las relaciones
entre las Naciones Unidas y la sociedad civil, redactó el Informe Cardoso, que tomó el
nombre en honor a su presidente Fernando Enrique Cardoso, ex presidente del Brasil.
Bajo su responsabilidad se elaboraron una serie de recomendaciones prácticas
dirigidas al Secretario General sobre cómo mejorar las relaciones de las Naciones
Unidas con la sociedad civil, así como con el sector privado y los parlamentos. Ante la
treintena de propuestas de reforma y mejora que contiene el Informe Cardoso, se
hace preciso fortalecer el sistema con el fin de facilitar esa interacción y también se
hace necesario que Naciones Unidas no se encierre sobre sí misma sino que pase a
512
MENDE, Tibor, op. cit., 247 pp. Para mayor detalle sobre este punto, se recomienda
revisar el Capítulo 7 de la presente obra y que se refiere a las grandes transformaciones del
sistema político mundial y su impacto en la organización y la cooperación internacionales.
513
Doc. A/57/387 y Corr. 1 (Fortalecimiento de las Naciones Unidas: un programa para
profundizar el cambio).
514
El Grupo presidido por Fernando Enrique Cardoso (Brasil) se integró por Bagher Asadi
(República Islámico de Irán), Manuel Castells (España), Birgitta Dahl (Suecia), Peggy Dulany
(USA), André Erdös (Hungría), Juan Mayr (Colombia), Malini Mehra (India), Kimi Naidoo
(Sudáfrica), Mary Racelis (Filipinas), Prakash Ratilal (Mozambique) y Aminata Traoré (Mali).
388 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
ser una organización “proyectada hacia el exterior”, con el fin de aprovechar más su
función de coordinadora a nivel mundial de los distintos grupos interesados. Incluso,
se destacó la importancia de aplicar la fórmula Arria,515 en el seno del Consejo de
Seguridad y se reconoció que este órgano, durante estos últimos años, había tomado
varias iniciativas en este sentido consultando a las ONG; recordando que en 2004 lo
había hecho en dos ocasiones.516
Al respecto, creemos que debería mejorarse el sistema de acreditación con el fin
de que las ONG acreditadas puedan participar en todos los foros de las Naciones
Unidas y la necesidad de asignar a un Comité de la Asamblea General la
responsabilidad de examinar todas las solicitudes de acreditación, ya que si bien el
artículo 71 de la Carta permite al ECOSOC hacer los arreglos adecuados para celebrar
consultas con ONG, la Carta no designa ningún mecanismo ni órgano concreto para
la acreditación de las mismas. Además, aunque de conformidad con la Resolución 3
(II) del Consejo Económico y Social (21 de junio de 1946), el Comité encargado de las
ONG es el órgano intergubernamental que se encarga de examinar las solicitudes de
reconocimiento por el Consejo como entidad de carácter consultivo, indica que la
Asamblea, si así lo decide, podría adoptar un sistema único de acreditación y asumir
la responsabilidad de éste.
Sin embargo, el actual Secretario General ha dejado bien claro que, en relación
con las obligaciones y responsabilidades de las ONG que han sido reconocidas por
las Naciones Unidas, un gran número de ellas no cumplen con el requisito de presentar
informes cuatrienales sobre sus actividades, ni concretan qué relación guardan con
las metas y objetivos generales de la sociedad internacional. De ahí, que se apunte la
idea de proponer a los Estados miembros la posibilidad de elaborar un código de
conducta como instrumento para asegurar que las ONG se comprometan con la
consecución de los objetivos de la Carta.
En estos dos grandes campos del derecho internacional, el esfuerzo desarrollado por
Naciones Unidas ha sido importante, pero palpablemente insuficiente por el gran atraso
histórico de los derechos fundamentales del hombre, todavía poco respetados, al
igual que el derecho de las naciones a disponer de ellas mismas y la autodeterminación
de los pueblos, como los palestinos, kurdos, vascos, bosnios, timores, serbios,
armenios, chechenios, croatas, catalanes, quebequenses, tutsis, hutus, y tantas otras
minorías y grupos étnicos que viven en condiciones de no reconocimiento y
515
La Fórmula Arria consiste en llevar a cabo reuniones oficiosas convocadas y acogidas
por uno de los miembros del Consejo de Seguridad en las que participan una o más ONG o
expertos pero en las que no se levanta acta.
516
Durante el año 2004 el Consejo de Seguridad ha invitado a representantes de ONG y del
sector empresarial a participar en dos debates abiertos: uno sobre la función de las empresas
en la prevención de conflictos, el mantenimiento de la paz y la consolidación de la paz después
del conflicto y otro sobre la función de la sociedad civil en la labor de consolidación de la paz
después del conflicto.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 389
vulnerabilidad. Aquí la reforma debe ser total porque afecta al desarrollo y esencia
del hombre mismo, amén de que debe impulsarse, precisamente, los derechos políticos
y sociales de las minorías y grupos étnicos y llevar hasta sus últimas consecuencias
la Declaración Universal de los Pueblos Indios, recientemente adoptada por mayoría
en el seno de las Naciones Unidas (2007). También se debe recuperar la observancia
y aplicación del derecho internacional humanitario a todos los conflictos que ocurran
en el escenario mundial y promover, por todos los medios posibles, que los Estados
se apeguen a dicha normativa (leyes y costumbres) para la regulación y humanización
de las guerras y otro tipo de diferendos armados.
Por su parte, se deben revisar a fondo los métodos de trabajo de la Comisión de
Derechos Humanos. En efecto, como ha señalado el Grupo de Alto Nivel, la Comisión
de Derechos Humanos del Sistema ONU ha perdido credibilidad y profesionalismo, lo
que ha redundado en desmedro de su capacidad para desempeñar sus funciones. En
otros medios diplomáticos se insiste también en que no es posible que Estados que
carecen de un compromiso demostrado con la promoción y la protección de los
derechos humanos procedan a establecer normas para afianzarlos; se observa que
en los últimos años ha habido países que se han hecho partes de la Comisión no para
afianzar los derechos humanos sino para protegerse contra críticas o para criticar a
otros. Es claro entonces, que este órgano no puede ser creíble si se considera que
aplica dos medidas distintas cuando se trata de cuestiones de derechos humanos.
Ello implica, necesariamente, una reforma a fondo de la Comisión de Derechos
Humanos, donde uno de sus temas clave, es la de su composición, ya que la elección
como miembros de la Comisión de determinados Estados, que no cumplen con sus
obligaciones de garantizar la defensa y protección de los derechos humanos, ha
generado grandes tensiones de carácter político y que se hayan desvirtuado los
objetivos y funciones de la misma. Hoy existe consenso en cuanto a que la solución
para que exista un verdadero sistema de protección de los derechos humanos en el
marco de las Naciones Unidas, no está en modificar el modelo de la Comisión, ni
hacer que retorne a su original sistema de funcionamiento en el seno del ECOSOC,
sino por el contrario alejarlo de su férula e independizarlo convirtiéndolo en un Consejo
de los Derechos Humanos que logre funcionar a la par del ECOSOC y del Consejo de
Seguridad, avalado como tal por la propia Carta de la ONU.
este sentido, conforme a este planteamiento, sólo la ONU tendría el derecho de injerir
en un Estado por razones humanitarias. Este debate apenas comienza.517
517
SEARA, Vázquez, Modesto, “La discusión ociosa: No Intervención o Derecho de
Injerencia”, en Velázquez Elizarrarás, Juan Carlos, coord., Nuevos Desarrollos Temáticos para
el Estudio del Derecho Internacional Público, FCPS, UNAM, México, 2004, pp. 13-30.
518
Micro-Estados tradicionales como Mónaco, Luxemburgo, San Marino y Liechtenstein
forman parte de las Naciones Unidas desde comienzos de la década de los noventa del siglo
pasado. Consúltese: Almanaque Mundial (2004 y 2005) y la Guía Mundial (2003 y 2005).
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 391
millones de PNB por fracción”. Cada diez años, la distribución de votos será objeto de
revisión por la Asamblea General.519 Al respecto, cabe señalar que distintos pensadores
y operadores de la política internacional consideran que, en la práctica, para muchas
poblaciones esta propuesta parece reducirse a que los Estados grandes tenderán así
a engrandecerse más y los pequeños siempre serán pequeños; pues, a fin de cuentas,
los que tendrían mayor privilegio ‘político-electoral’ internacional serían los Estados
más poblados, los de mayor extensión territorial y los económicamente más
desarrollados. En esta perspectiva, es evidente que la adopción de un sistema de
votación como el señalado, encaja a la perfección en las pretensiones, perspectiva y
posicionamiento político regional y mundial de las potencias emergentes, como China,
India y Brasil que aúnan enormes espacios territoriales y cuantiosas poblaciones.
519
SEARA, Vázquez, Modesto, Una nueva Carta de Naciones Unidas, Editado por la
Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM), Oaxaca, México, 1993, p. 34.
520
Ver por ejemplo a: STOESSINGER, J., (ed.), Financing the United Nations System, The
Brookings Institution, Washington, 1964, p. 245.
392 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
A reserva de que hemos dedicado el apartado quinto del presente Capítulo a la reforma
del sistema judicial internacional y de su cabeza la CIJ, baste señalar en este punto
que el proceso de cambio que se propone al sistema organizacional en general
implicaría, entre otras medidas, la restricción del uso arbitrario irracional de la cláusula
facultativa de jurisdicción obligatoria, la apertura de la competencia consultiva y
contenciosa a los organismos internacionales, el desarrollo doctrinal y afianzamiento
del derecho internacional jurisdiccional, la ampliación y representación equitativa de
20 jueces en lugar de 15, la creación de cuatro cortes regionales con cinco jueces
cada una y el reforzamiento y ampliación jurisdiccional de la Corte Penal Internacional
(CPI), junto con su Estatuto y reglamentos sustantivos, extendiendo su competencia,
por ejemplo, a los crímenes de narcotráfico y terrorismo.522
521
Seara Vázquez, Ibidem, pp. 35-36.
522
Aunque no precisamente como un logro de la reforma del sistema de Naciones Unidas,
esta propuesta ha sido felizmente realizada. La Corte Penal Internacional se constituyó como
un órgano autónomo de la ONU, con su propio Estatuto (Roma), sus Elementos de los Crímenes
y sus Reglas de Procedimiento y Prueba, en julio de 1998, entrando en funciones, una vez
depositada la ratificación número 60, en julio de 2002. México firmó el Estatuto en septiembre
de 2000 y lo aprobó por vía del Senado en junio de 2005.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 393
523
Informes Anuales del Fondo Monetario Internacional 1995 a 2004. Consúltese en biblioteca
del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Igualmente son útiles los informes
anuales del Banco de México (1999 a 2008) en la Biblioteca del propio cuerpo financiero-
monetario.
524
VIRALLY, Michel, “El papel político del secretario general de las Naciones Unidas”, en el
libro del mismo autor El devenir del derecho internacional, FCE, México, 1998, pp. 332-373.
394 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Numerosas han sido las iniciativas que se han perfilado en este sentido. Los servidores
públicos internacionales reflejan, tarde o temprano, los vicios de las estructuras
burocráticas nacionales y en las últimas décadas han aumentado en número de manera
vertiginosa, aunque no en calidad y capacitación integral. Se requiere de una reforma
administrativa a fondo y de un uso racional y estratégico de los escasos recursos
disponibles. La ONU ha devenido un ente sobre-administrado –mal administrado en
realidad– pues en teoría, el número de los hombres de oficina y directivos debe ser
poco costoso y proporcional al tamaño e importancia de la organización de que se
trate. Los compulsivos criterios de contratación de personal han casi saturado la
capacidad de respuesta y racionalidad de casi todo el sistema de Naciones Unidas.
En este sentido, entre otros rubros a atender con prioridad, vale la pena mencionar la
recuperación y reorganización del Tribunal Administrativo de las Naciones Unidas
(TANU)
Paralelamente, aunque la Organización ha establecido una especie de derecho
internacional de los servicios civiles, es decir, de las condiciones jurídicas que rigen
los servicios del personal de organismos internacionales de dentro y fuera del Sistema,
falta aún mucho por hacer. Por parte de la OIT y de los tribunales administrativos de la
ONU, se han producido un buen conjunto de precedentes en materia laboral
internacional, pero los trabajos tienden a estancarse porque actualmente han dejado
de ser prioritarios. Se requiere un autentico régimen de protección a los empleados
internacionales contra bajos salarios, despidos o castigos injustos, impuestos a causa
de fuertes presiones políticas que ejercen los miembros principales de las Naciones
Unidas. Se debe instrumentar una mecánica que rescate y consolide los derechos
laborales consagrados, y que no disfrutan los burócratas internacionales: libertad de
asociación, derecho a la huelga, sindicalización, condiciones óptimas de trabajo,
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 395
525
Y así se indica en el Proyecto de documento final cuando se apoya “plenamente al
Secretario General en su objetivo de alcanzar el más alto grado de eficiencia, competencia,
integridad, comportamiento ético, transparencia y rendición de cuentas de la Secretaría”
(Documento A/59/HLPM/CRP.1, párr. 90).
526
Ibidem, parr. 93.
396 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
personal” y se requiere al Secretario General que prepare una propuesta para que la
Asamblea General adopte una decisión al respecto en sus períodos de sesiones,
aunque hasta ahora ha habido sólo silencio al respecto.
Hace casi dos décadas, al inaugurar la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social, el
Secretario General Bouthros Ghali denunció la falta de un nuevo contrato social a
527
MAZA, Enrique: “El Neoliberalismo, el sistema de mercado y la deuda salieron ilesos de
Copenhague. Las ONG emergen ante la ONU y exigen centrar el desarrollo en la gente”, en
Proceso Internacional, Revista Proceso, núm. 960, 27 de marzo de 1995, pp. 52-55, México.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 397
nivel global, por lo que se requirió a los jefes de Estado realicen compromisos firmes
que confronten verdaderamente los grandes problemas sociales (pobreza, desempleo,
marginación) con un desarrollo centrado en el hombre. Se trata asimismo de plasmar
en los hechos el rol que tiene la sociedad internacional civil en la promoción del
desarrollo social. Hoy es indubitable que las fuerzas del mercado, por sí solas, son
incapaces de promover el desarrollo económico y social; que la globalización de los
problemas afecta a todas las naciones, ricas, medianas y pobres; y, que, justamente,
se requiere la globalización de las respuestas. Resulta urgente pues, un
replanteamiento serio de las funciones y programas de los organismos encargados
del desarrollo económico y social internacional, partiendo del hecho de que el reto no
son los recursos, sino las prioridades y que, sin lugar a dudas, el excesivo consumo
de las naciones industrializadas, es una causa fundamental de la desviación del
desarrollo, tanto en los países pobres como en los ricos.
Como antes decíamos, no solamente se trata de plantear la reforma del Consejo
de Seguridad, ya que también existen otras cuestiones que deberían tenerse en
cuenta. Así, el ECOSOC deberá ser revisado y, también, fortalecido con el fin que
pueda cumplir con los cometidos que le asigna la Carta, ya que, en el marco del
actual fenómeno de globalización, un ECOSOC venido a menos no cubre las
expectativas que se le atribuyeron en su diseño original. Habrá que fomentar una
mayor interrelación entre este importante órgano de las Naciones Unidas, las
instituciones de Bretton Woods y la OMC con el fin de que se pueda apoyar con una
mayor eficacia a los países en vías de desarrollo. Hace más de tres lustros, con
ocasión de la celebración del quincuagésimo aniversario del Sistema, el profesor
Carrillo Salcedo, reflexionaba sobre las reformas de la Organización, y en relación
con el reforzamiento del ECOSOC apuntaba que a pesar de la escasa atención que
los gobiernos le dedican, este órgano principal e intergubernamental, podría ser
mejor que el G-7 y que las instituciones de Bretton Woods, como instancia de
negociación para defender los intereses comunes y adoptar concertadamente
políticas colectivas, capaces de resistir la arbitrariedad de los movimientos de
capitales y los abusos de las leyes del mercado.
No debe olvidarse que la Declaración del Milenio destaca que la tarea fundamen-
tal a la que hoy nos enfrentamos es conseguir que la mundialización se convierta en
una fuerza positiva para todos los habitantes del mundo, ya que, si bien ofrece grandes
posibilidades, en la actualidad sus costos y beneficios se distribuyen de forma muy
desigual. Por ello se reconoce que los países en desarrollo y los países con economías
en transición tienen dificultades especiales para hacer frente a este problema funda-
mental. De ahí que, entre las propuestas que circulan, está la de celebrar un Foro
bienal de Alto Nivel sobre la Cooperación para el Desarrollo. Estas y otras iniciativas
son las que deben apuntalar la reforma de Naciones Unidas en el rubro vital del
desarrollo internacional.
528
Ver el Capítulo 8 del presente texto dedicado a la organización internacional y el sistema
político mundial: un binomio de coordinación para un gobierno internacional.
529
La administración del sistema de coordinadores residentes debe seguir siendo, a juicio
del Secretario General, responsabilidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 399
mandatos. En este sentido, es evidente que los Estados deberían evitar mandatos
duplicados o solapados, aprovechar las ventajas comparativas de cada organización
y buscar las sinergias y las varias complementariedades, lo que además de ser mucho
más racional en términos materiales, resulta también más eficiente en el manejo de
recursos financieros.
Ahora bien, frente a la importante dimensión de este doble problema –de mandatos
y de recursos–, la Secretaría evidencia las debilidades en la coordinación de todo el
sistema de las Naciones Unidas, con su multiplicidad de fondos, programas, entidades
y organismos especializados, al formular como única recomendación propuesta a los
Jefes de Estado y de Gobierno que “aseguren una mayor coherencia en todo el sistema
resolviendo coordinar a sus representantes en los órganos rectores de los distintos
organismos humanitarios y de desarrollo para cerciorarse de que sigan una política
coherente al asignar mandatos y recursos en todo el sistema”. 530
530
Informe del Secretario General, Kofi Anan, marzo de 2005, p. 12. Ante este doble problema
central, el Secretario General formula también sus recomendaciones de manera separada. Por
lo que respecta a los mandatos señala que “las diferencias en la estructura de gestión de las
numerosas partes del sistema, la superposición de mandatos y los mandatos que responden a
prioridades anteriores”, redundan en perjuicio de la eficacia de las Naciones Unidas. De ahí
que, como ya había hecho en anteriores ocasiones, el Secretario General pretenda asegurar
que “los mandatos de la Organización se mantengan actualizados” y, a tal fin, pide a la Asamblea
General que “examine todos los mandatos de más de cinco años para comprobar si las actividades
previstas siguen siendo en verdad necesarias y si los recursos asignados para su realización
pueden redistribuirse para responder a nuevos desafíos”.
400 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
531
Cabe subrayar que ha habido en los últimos períodos una tendencia constante a examinar
propuestas conducentes a incrementar la capacidad de las Naciones Unidas para conseguir
sus propósitos y un funcionamiento más eficaz, sin que se requiera la introducción de reformas
a la Carta. Sin embargo, y pese a estos esfuerzos y tendencias, las críticas sobre la ineficiencia
del Sistema siguen siendo recurrentes y con notable credibilidad.
532
Desde 1962 fue funcionario del Sistema de Naciones Unidas. Se desempeñó a partir de
1987 como Subsecretario General (de Gestión de Recursos Humanos y Coordinador de Asuntos
de Seguridad entre 1987-1990, de Planificación de Programas, Presupuesto, Finanzas y Controles
entre 1990-1992 y de Operaciones de Mantenimiento de la Paz entre 1992-1993). Finalmente,
desde 1993 y hasta su designación como Secretario General, desempeñó el puesto de Secretario
General Adjunto.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 401
533
Aunque, como decía el propio Secretario General en la carta de envío de su Informe,
las medidas propuestas en ese Informe “constituyen las reformas más extensas y de más
vasto alcance en los cincuenta y dos años de historia de esta Organización” (Documento A/
51/950, p. 2).
402 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
534
Vid. el Informe, Documento A/59/2005, párr. 185.
535
Velázquez, Elizarrarás, El derecho internacional público en la agenda (…), op. cit., pp.
193-239.
404 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
536
GUILLAUME, Gilbert, “La Cour Internacional de Justice. Quelques propositions concrètes
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 405
los problemas que éstos plantean. Hasta hace poco tiempo fue bastante difícil,
principalmente para los estudiosos de países latinoamericanos y de otros en vías de
desarrollo, acceder de manera directa y oportuna a la información derivada de la
práctica jurisdiccional de la Corte y del desarrollo del proceso internacional. Los datos
precisos y actualizados se concentraban en muy pocos sitios y fuentes, por lo que era
habitual acudir a publicaciones especializadas de circulación restringida y a la
búsqueda directa en las universidades, institutos jurídicos y academias de derecho
internacional de Europa y los Estados Unidos, o en tribunales con sede en estos
lugares. Afortunadamente, con la apertura de fronteras y la irrupción de la sociedad
de la información (la Internet en particular), la situación ha cambiado, particularmente
en México, donde ya estamos desarrollando una avanzada escuela de pensamiento
jurídico, de lo cual dan testimonio fiel varias iniciativas, proyectos y líneas de
investigación en materia de jurisdicción, jurisprudencia y justicia internacionales.538
Más de seis décadas han pasado desde la primera audiencia celebrada por la
CIJ, tiempo en el que los criterios políticos, la representación cuasi-universal de la
Asamblea General y la por demás “pretensiosa espectacularidad” del Consejo de
Seguridad, han acaparado la atención de los más aventajados estudiosos del Derecho
Internacional y las Relaciones Internacionales, relegando al máximo tribunal –al igual
que a la Secretaría, como antes vimos–, a un plano secundario con respecto a los
demás órganos principales de las Naciones Unidas. Efectivamente, los debates en
torno a la reforma del completo institucional se han centrado, principalmente, en la
reestructuración y ampliación del ECOSOC y del Consejo de Seguridad (CS). Sin
embargo, la reforma al Estatuto de la CIJ, parte integrante de la Carta de las Naciones
Unidas, sólo ha sido objeto de trabajos académicos aislados en los que se plantean
algunas propuestas para modernizar y hacer más eficiente la labor del alto organismo
jurisdiccional.539
Como lo hemos discutido con el doctorante Efrén Marqués Rueda en distintos
coloquios de posgrado, la reforma al Estatuto de la CIJ encuentra dificultades políticas
y tecnicismos jurídicos que durante largos años han sido insalvables. En el ámbito
político, los Estados no están dispuestos a fortalecer las facultades de la CIJ y, mucho
menos, a aceptar su jurisdicción obligatoria de forma incondicional. Durante incontables
538
Marqués, Rueda, Tesis doctoral, op. cit., Hemos tomado del trabajo de este joven
internacionalista –recientemente fallecido– varios de los señalamientos sobre la reforma a la
CIJ aquí apuntados.
539
Para profundizar en el estudio de las propuestas de reforma a la CIJ, Efrén Marqués
Rueda recomienda la revisión de los trabajos: ROSENNE, Shabtai, The World Court. What it is
and how it Works, Martinus Nijhoff Publishers, Leiden, 2003, 6a edición; BOFFI BOGGERO,
Luis M., ¿Está en crisis la Corte Internacional de Justicia?, Editorial ASTREA, Buenos Aires,
1975; SCHEWEBEL, Stephen M., “Fifty years of the World Court: A critical appraisal”, en Are
international institutions doing their job? Proceedings of the 90th Annual Metting, American Soci-
ety of International Law, Washington, D. C., march 27-30, 1996; LOWE, Vaughan y
FITZMAURICE, Malgosia (eds.), Fifty years of the International Court of Justice. Essays in
honour of Sir Robert Jennings, Cambridge University Press, USA, 1996; ABILA Committee on
Intergovernmental Settlement of Disputes, “Reforming the United Nations: What about the In-
ternational Court of Justice?”, en Chinese Journal of International Law, Vol. 5, n° 1, 2006; GROSS,
Leo (ed.), The future of the International Court of Justice, Ocean Publications Inc., New York,
1976, vol. 1.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 407
540
MURTY, B. S., Solución de las controversias, en Max Sorensen Editor, Manual de Derecho
Internacional Público, FCE, México, 1998, 6ª. reimpresión, p. 651. Señala el autor: “En 1939
había sido prevista por 534 instrumentos internacionales”, teniendo su desarrollo más significativo
y ambicioso “en los artículos 31 del Pacto de Bogotá, y el artículo 1° de la Convención Europea
para la Solución Pacífica de Controversias de 1957, que confiere a la Corte, en cuanto a las
partes en los tratados respectivos, jurisdicción obligatoria sobre todos los conflictos de orden
jurídico, según se define en el artículo 36 (2) del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia.”
541
BERNAL, Carlos, “Hacia un mayor fortalecimiento de la Corte Internacional de Justicia”,
en Revista Mexicana de Política Exterior, IMRED-SRE, México, n°47, verano 1995, Nueva Época,
p.51. Este mismo autor señala (p.52) que en el caso de México, no ha sido práctica internacional
de nuestro país incluir la cláusula de aceptación obligatoria de la CIJ en tratados bilaterales. Sin
embargo, México sí ha llevado como práctica reiterada aceptar la jurisdicción de la Corte en
diversos tratados multilaterales.
542
“Practice directions”, Basic documents of the International Court of Justice, [en línea:
www.icj-cij.org] Consultada el 7 de febrero de 2010.
408 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
543
DURCH, W.J., “Paying the Tab: Financial Crises” en The Evolution of UN Peacekeeping:
Case Studies and Comparative Analysis, Henry L. Stimson Center, Washington, 1993, p. 51.
Así por ejemplo, en 1993 casi dos tercios de los 2,230 millones de dólares de cuotas impagadas
a Naciones Unidas eran debidas por Estados Unidos (834 millones) y Rusia (598 millones),
(doc.A/C.5/47/13/Add.1), mientras que en septiembre de 2000 Estados Unidos debía 1,900
millones en pagos atrasados y actuales (dos tercios de toda la deuda de los Estados Miembros
con la ONU) y, en cambio, Rusia había reducido su mora a las ONUMPs a sólo 75 millones de
dólares (DPI/1815/Rev.18, octubre de 2000). Véase también a E. CHILDERS & B. URQUHART,
Renewing the United Nations System, Dag Hammarskjold Foundation, Uppsala, 1994, pp.148-
149.
544
CODERCH PLANAS, J., “La financiación de Naciones Unidas: problemática actual” en
C. FERNÁNDEZ DE CASADEVANTE y QUEL, F. J. (coord.), Las Naciones Unidas y el Derecho
Internacional, Ariel, Barcelona, 1997, p. 74 y ss.
545
El costo total estimado de todas las ONUMP desde su inicio en 1948 hasta junio de 2001
no superaba los 23,300 millones de dólares, pese a lo cual las cuotas pendientes de pago a
estas operaciones totalizaban a 1 de enero de 2002 los 1,900 millones de dólares (DPI/1634/
Rev.22, de 15 de enero de 2002). Para obtener información general se puede consultar a
STOESSINGER, J. G., Financing of UN Peace and Security Operations, The Brookings Institu-
tion, Washington, 2004.
410 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
546
En 1946 su presupuesto regular era de 21,5 millones de dólares, mientras que en 1992
alcanzaba los 1,181.2 millones de dólares. SCHMIDT R. and KOSCHORRECK W., en B. SIMMA
y otros (ed.), The Charter of the United Nations. A Commentary, Oxford UP, Oxford, 1995, p.
297. Casi un 40 por ciento de este presupuesto se dirigió a las actividades operacionales de
emergencia del mantenimiento de la paz y la asistencia humanitaria.
547
El presupuesto bienal aprobado para los años 2000-2001 establecía un crecimiento nominal
cero, con una reducción de 100 millones de dólares con respecto al bienio 1994-1995, y el
consiguiente recorte en la plantilla de casi mil puestos, que ha quedado en unos 8,900 empleados
de los 12,000 que había a mediados de la década de los años ochenta del siglo XX, (DPI/1815/
Rev.18, octubre de 2000, en http://www.un.org/spanish/news/fsnlpk/crisisfinaciera.htm). Véanse
los informes del Secretario General de la ONU, K. ANNAN, Renovación de las Naciones Unidas:
Un Programa de Reforma (doc.A/51/959, de 14 de julio de 1997, para.32), y sus Memorias
anuales sobre la labor de la Organización de 1998 y 2001 (A/53/1, septiembre de 1998, para.7;
y A/56/1, 6 de septiembre de 2001, para.235); asimismo E. CHILDERS & B. URQUHART, Re-
newing the United Nations System, Dag Hammarskjold Foundation, Uppsala, 1994, p.143.
548
CHILDERS, E., y URQUHART, B., Renewing the United Nations System, Dag
Hammarskjold Foundation, Uppsala, 1994, p. 151.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 411
549
Véase el informe del Secretario General de Naciones Unidas, Mejoramiento de la situación
financiera de las Naciones Unidas, de 2 de noviembre de 1993 (A/48/565, para.5 y 32-34). Pero
esta última posibilidad era desaconsejada por el Grupo independiente de asesoramiento sobre
la financiación de las Naciones Unidas, pues la ONU no es una empresa comercial ni puede
compararse con las entidades estatales, sino que es una organización internacional
especialmente preocupada por el mantenimiento de la paz. Véase al respecto su informe
Financiación de unas Naciones Unidas eficaces (A/48/460, anexo, de 11 de octubre de 1993,
para.43-46).
550
FRANCK, M. Thomas, “The Role and Future Prospects of the Secretary-General”, en
BARDONNET, D. (ed.), The Adaptation of Structures and Methods at the United Nations, Work-
shop of the Hague Academy of International Law 1985, Nijhoff, Dordrecht, 1986, pp. 88-89. Este
autor ya había propuesto que la Asamblea General estableciera un fondo especial para iniciativas
sobre mantenimiento de la paz.
412 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
551
CODERCH PLANAS, J., “La financiación de Naciones Unidas: problemática actual” en
FERNÁNDEZ DE CASADEVANTE, C. y QUEL, F .J. (coord.), Las Naciones Unidas y el Derecho
Internacional, Ariel, Barcelona, 1997, pp.77-78. Igualmente se puede consultar a LEE, J.M. y,
PAGENHARDT, R. von, To Unite Our Strength. Enhancing the United Nations Peace and Secu-
rity System, University Press of America, Lanham, 1992, pp. 117-122.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 413
asignar el 0.7 por ciento del producto nacional bruto a la ayuda oficial para el
desarrollo o de avanzar considerablemente hacia esa meta, que debe entenderse
como un criterio importante en relación con la aportación.
b) En segundo lugar, el Consejo debería incorporar en el proceso de adopción de
decisiones a países que sean más representativos de la composición general
de la Organización, en particular del mundo en desarrollo.
c) En tercer lugar, estas reformas no deberían afectar la eficacia del Consejo.552
d) Y en cuarto lugar, las reformas señaladas deberían convertir al Consejo en un
órgano más democrático y más transparente, haciéndole rendir cuentas de su
actuación.
De esta suerte, siguiendo al pie de la letra las recomendaciones del Grupo de Alto
Nivel, Kofi Annan ayer y Ban Ki-moon hoy, han planteado dos opciones determinadas
a través de dos modelos (a y b) que pueden permitir resolver, definitivamente, un
debate en el que se ha avanzado muy poco en las últimas dos décadas. En los dos
modelos, a y b, se distribuyen los puestos entre cuatro grandes regiones: África, Asia
y Pacífico, Europa y América, que como tales pueden resultar útiles para tomar y
aplicar decisiones sobre la composición del Consejo de Seguridad, pero sin que ello
vaya en detrimento de los grupos regionales al uso en la actualidad, en el marco de
las elecciones generales o para otros fines de la ONU. Además, en ambos modelos,
un método que ayudaría a alentar a los Estados a contribuir más activamente a la paz
y la seguridad internacionales, de acuerdo con el citado artículo 23 de la Carta, sería
que la Asamblea General, teniendo en cuenta las prácticas establecidas de consulta
regional, eligiera a los miembros del Consejo dando preferencia, en los puestos
permanentes o de mayor duración, a los Estados que se cuenten entre los tres primeros
en la aportación de contribuciones financieras al presupuesto ordinario en la región a
que pertenezcan o se encuentren entre los tres mayores contribuyentes voluntarios o
contribuyentes efectivos en su región a las ONUMP que correspondan.
Según el modelo a), se proponen seis nuevos puestos permanentes, en este
caso sin derecho a veto, y tres nuevos puestos no permanentes de dos años de
duración divididos entre las cuatro grandes regiones a que hacíamos referencia en el
párrafo anterior. Por tanto, en el cómputo total de miembros de las Naciones Unidas
(193 miembros a la fecha) se mantendrían los cinco actuales puestos permanentes,
se agregarían seis nuevos puestos permanentes y se proponen trece puestos con un
mandato de dos años no renovable. Con ello se establecería un total de veinticuatro
miembros para el Consejo de Seguridad en el que se lograría una distribución equitativa
de seis miembros por cada una de las cuatro regiones señaladas. La composición del
Consejo quedaría, entonces, conformada por once miembros permanentes y trece no
permanentes.
552
Los cambios propuestos en el seno del Consejo de Seguridad se argumentan sobre una
base numérica que quiere tener en cuenta una distribución geopolítica equitativa. En la actualidad,
de acuerdo con el artículo 23 de la Carta, como es sabido, son cinco los miembros permanentes
(República Popular China, Francia, Federación Rusa, Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda
del Norte y los Estados Unidos de América) y diez miembros no permanentes elegidos por un
periodo de dos años.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 415
553
RIQUELME, Cortado, R.: “La reforma del Consejo de Seguridad. ¿llegó su oportunidad?”,
Revista de la Asociación para las Naciones Unidas (ANUE), nº 30, junio 2005, p. 10.
416 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
554
En 1963, al incorporarse los cuatro nuevos puestos de miembros no permanentes en el
Consejo de Seguridad y al plantearse la reforma del artículo 23, durante la primera fase, tal
como se determina en el artículo 108, de los cinco miembros permanentes sólo uno emitió su
voto favorable a la ampliación y, en cambio, un año y medio más tarde en 1965, durante la
segunda fase de ratificación por los parlamentos nacionales los cinco miembros permanentes
ratificaron la reforma. Desde su creación la Carta de la ONU se ha modificado en cuatro de
sus artículos. En 1965 se modifica el artículo 23 con el aumento de once a quince el número
de miembros del Consejo de Seguridad; y, también, el artículo 27, donde se aumentan de
siete a nueve el número de votos afirmativos necesarios para la adopción de decisiones,
incluso los votos afirmativos de los cinco miembros permanentes en todas las cuestiones de
fondo, pero no en las de procedimiento. También en 1965, se modifica el artículo 61, con el
aumento del número de miembros del ECOSOC de 18 a 27 y en 1973 se regula otro aumento
de 27 a 54. En 1968 se aumenta de 7 a 9 el número de votos necesarios en el Consejo de
Seguridad para convocar una Conferencia General con el fin de revisar la carta en el marco
del artículo 109.
418 JUAN CARLOS VELÁZQUEZ ELIZARRARÁS
Otro asunto crucial de la reforma del Sistema de las Naciones Unidas lo constituye
sin duda la propuesta del Grupo de Alto Nivel,555 sobre un tema crucial como es la
creación de una Comisión para la Consolidación de la Paz. El artículo 29 de la Carta
permite al Consejo de Seguridad establecer los organismos subsidiarios que estime
oportunos para el desempeño de sus funciones, de tal modo que este órgano central,
en virtud del mencionado artículo de la Carta y previa consulta al ECOSOC, podría
establecer una Comisión para la Consolidación de la Paz. Esta Comisión buscaría
constatar cuáles son aquellos países que se encuentran en graves dificultades o al
borde de un colapso y organizar de forma proactiva y de acuerdo con el gobierno de
ese país la asistencia necesaria, con el fin de evitar que el proceso de deterioro avance
más y apoyar, durante el periodo que fuese necesario, la transición entre el conflicto
y la consolidación de la paz después de superado el mismo. Se ha propuesto también,
establecer una Oficina de Apoyo para la Consolidación de la Paz en la Secretaría, por
un lado para proporcionar a la Comisión el apoyo administrativo necesario y, por el
otro, asegurarse que el Secretario General pueda integrar estrategias y normas para
el mantenimiento de la paz en todo el Sistema y proporcionar apoyo a las operaciones
sobre el terreno.
Sobre el particular, la respuesta de los dos últimos Secretarios Generales Kofi
Annan y Ban Ki-moon, se inclina por favorecer el establecimiento de este nuevo órgano
intergubernamental, ya que ambos entienden que la consolidación de la paz después
de los conflictos resulta esencial pues los Estados en situación de pos-conflagración
requieren, ante todo, fortalecer la transición entre la fase inmediatamente posterior a
los conflictos y la fase de la reconstrucción. Este es precisamente el tránsito donde la
mayoría de los Estados enfrenta adversidades y condiciones poco propicias para
trascender la merma de capacidades y recursos que produce toda guerra,
independientemente de su intensidad y alcances.
Por otra parte, en lo concerniente al preocupante papel de los Estados Unidos
como “objetor persistente” de los intentos de reforma al Sistema, particularmente al
Consejo de Seguridad, es evidente que el papel de los delegados y diplomáticos de
los Estados en las distintas reuniones cumbre de las Naciones Unidas, resulta funda-
mental para pulsar los logros obtenidos, las deficiencias y los obstáculos principales,
Por ejemplo, en la Reunión Cumbre de 2005, no fue bien recibido por los optimistas
de la reforma de la ONU y otros países que se mantienen alertas, la designación de
John Bolton como el embajador en turno de los Estados Unidos ante la Organización,
pues, además de torpe e impulsivo, este “diplomático” se caracterizó por proferir una
serie de declaraciones atropelladas sobre la supuesta inoperancia del modelo de
Naciones Unidas. Todo esto cobra su verdadera dimensión, si se le considera en el
555
Doc/A/59/565 de 2 de diciembre de 2004, punto 261 a 269, pp. 78 y ss. Esta Comisión
para la Consolidación de la Paz debería tener un número razonablemente reducido de miembros
donde además de representantes del Consejo de Seguridad debería incluir representantes del
ECOSOC e invitar a que asistieran representantes del país cuya situación se estuviese
examinando.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 419
marco del peso específico que tiene la gran potencia en el concierto internacional, el
desprecio al sistema ONU de mantenimiento de la paz y la seguridad internacional
manifestado en el curso de la guerra “preventiva” que desató en contra de Irak, así
como su voluntad hegemónica de controlar el proceso de reforma de la Organización
y del propio Consejo de Seguridad. Durante el mandato de George W. Bush las cosas
fueron así, y con Barck Obama (2008-2012), nada asegura que hayan cambiado,
para bien o para mal.
En la misma línea de “objeción persistente” que ha identificado a la diplomacia
estadounidense de los últimos años, las declaraciones de Rick Grenell, entonces
portavoz de la misión de los Estados Unidos, hablan por sí solas: “vamos a lograr un
documento que va a ser muy detallado en algunas cuestiones y extremadamente
simple en otras”, lo que sin duda preludiaba la voluntad de postergar determinados
temas de carácter sensible, entre los que estaba la reforma del Consejo de Seguridad
y donde la lucha contra la pobreza o el deterioro del medio ambiente ocuparon lugares
secundarios frente a otros temas como el terrorismo o la proliferación nuclear. El
Grupo de Trabajo (que reunía a treinta y dos Estados seleccionados según criterios
regionales) encargado de redactar un borrador de Documento para presentarlo a la
Asamblea, se encontró con setecientas enmiendas presentadas al texto por los
Estados Unidos. Otros Estados, también se manifestaron reticentes al documento,
cada cual con sus propios argumentos, como India, Venezuela, Egipto, Cuba, Irán,
Argelia o Rusia, por citar otros ejemplos.
Por todo ello, el resultado obtenido en la Reunión de 2005 –y en las posteriores
reuniones pro-reforma de la ONU ya en la era del coreano Ban Ki-moon– fue una
especie de “acuerdo de mínimos”, que alcanzó, al menos, una referencia al desarrollo,
el terrorismo, la consolidación y el mantenimiento de la paz, los derechos humanos,
la democracia y el imperio de la ley, el medio ambiente, la salud internacional, la
asistencia humanitaria, la reforma de la gestión, a la responsabilidad de proteger o la
actualización de la Carta. Quizás, podría afirmarse que entre las cuestiones más
importantes que se pudieron concretar, en un ambiente cargado de cortapisas, fue el
acuerdo para establecer un Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
la creación de una Comisión para la Consolidación de la paz, y si fuese real, el
compromiso firme e inequívoco, tanto de los países donantes como de los países en
desarrollo, de alcanzar los objetivos del desarrollo del Milenio para el año 2015,
prácticamente en puerta.
REFLEXIONES FINALES
los tiempos han cambiado, las guerras ya no resuelven los grandes problemas del
mundo y el ritmo de vida de las sociedades se ha vuelto extremadamente dinámico,
caótico y cambiante. De ahí que la credibilidad del gran complejo institucional creado
en 1945 se haya visto seriamente comprometida, amén que los factores políticos,
económicos, sociales y ambientales que se encuentran en fase crítica han incidido en
el debilitamiento de su imagen y muchos de sus deturpadores han encontrado la
ocasión ideal para exculparse, y de paso pregonar y formalizar su desprestigio.
Por esta razón, hoy se presentan momentos idóneos para reflexionar y actuar
sobre los necesarios cambios que deben implementarse para dotar a toda la estructura
organizacional de nuevos impulsos, ajustes en sus decisiones, rediseño de sus
políticas y estrategias y, ante todo, renovada capacidad de acción e influencia en los
acontecimientos mundiales. No se trata, por supuesto, de continuar refrendando los
principios de la Carta y estableciendo directrices para los años siguientes, visualizando
el 2000, 2005, 2015 o 2020 como se ha venido haciendo hasta el cansancio, ni de
proseguir con el desgastante mecanismo de las Declaraciones, como la del Milenio,
o las de mediados y fines de siglo. Hoy los problemas son más graves y requieren de
decisiones tajantes e inmediatas, y las transformaciones institucionales y
programáticas deben ser efectivas y concretas. Queda ya muy poco tiempo y menos
espacio para continuar con la retórica y el egoísmo de las soberanías, ni con los
juegos perversos de la gran potencia. Pero aun así, las iniciativas y las voluntades
estatales y civiles se siguen viendo obtusas y hasta ahora han sido menos que tibias;
realmente muy poco se ha logrado, principalmente en materia de reformas al gran
sistema multilateral, en los planos gubernamental y no gubernamental, aunque algo
resulta innegable y a la vez muy desalentador, que, por buenos deseos, nadie ha
escatimado.
Las negociaciones de los últimos veinticinco años en torno a la ansiada reforma a
las Naciones Unidas, han puesto en evidencia una notable diferencia entre las
posiciones de las naciones desarrolladas con los países en vías de desarrollo. Empero,
la reforma institucional ha continuado suscitando un profundo debate. Y un hecho es
inobjetable: el proceso no se centra sólo en la representación insuficiente del Consejo
de Seguridad, o la recomposición del sistema financiero y monetario internacional, ya
que sin que se menoscabe el peso de este argumento, la Organización se ha
manifestado incompetente para poder resolver los desafíos de la seguridad
internacional como la lucha contra el terrorismo o la producción de armas de
destrucción masiva, o la prevención para que no se produzcan genocidios; o los
grandes dilemas del medio ambiente como el cambio climático o la diversidad biológica;
o los desafíos humanos y sociales, como la satisfacción de las necesidades
fundamentales del 70 por ciento de la población mundial.
El modelo y la estructura institucionales cuya ingeniería data de hace casi 70
años, si bien no son del todo obsoletos, sí han devenido inoperantes e insuficientes
como lo han demostrado los recientes acontecimientos planetarios. Por ejemplo, a
raíz de la crisis financiera mundial que sacudió al orbe en 2008 prolongando sus
efectos a 2010-2012, se retomó seriamente en los altos círculos de la Organización
la posibilidad de fortalecer el papel del ECOSOC con el fin de que las relaciones con
las instituciones de Bretton Woods, sean repensadas y revitalizadas. No obstante, se
ha hecho casi nada al respecto, y sólo se han planteado paliativos y las medidas
adoptadas afianzan y prolongan el modelo económico fracasado, no lo reconstruyen.
CAPÍTULO 14 PROPUESTAS, CONSENSOS Y OBSTÁCULOS A LA TRANSFORMACIÓN ... 421
FUENTES DE CONSULTA
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