Trabajo Final Derecho Inmobiliario

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Trabajo final derecho inmobiliario

Derecho Inmobiliario (Universidad Tecnológica de Santiago)

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Descargado por Pedro Valdez ([email protected])
lOMoARcPSD|6609863

UNIVERSIDAD ABIERTA PARA


ADULTOS
(UAPA)

Facultad de Ciencias Jurídicas y


Políticas
(Carrera de Derecho)

Asignatura:
Derecho Inmobiliario

Tema:
 Recurso de Apelación de una Litis Sobre Derechos
Registrados.
(Trabajo Final)

Participante(s): Matricula(s):
Luisa De Los Santos 15-0708
Kelvin Bonilla 14-1729

Facilitador:
Licda. Liz Sahdala.

Santo Domingo, R.D.


1

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28/09/2017.

TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCION.............................................................................................3
CUERPO DEL TRABAJO...............................................................................3
CUADRO FÁCTICO Y CRONOLOGÍA CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS.
....................................................................................................................4
AGRAVIOS DE LA SENTENCIA IMPUGNADA.............................................9
EL DERECHO APLICABLE AL FONDO DE LA LITIS.....................................14
BAJO LAS AMPLIAS RESERVAS DE DERECHOS Y ACCIONES...................23
CONCLUSIÓN.......................................................................................24
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................25

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INTRODUCCION

RECURSO DE APELACIÓN EN OCASIÓN LITIS DE DERECHO


REGISTRADOS:

AL: TRIBUNAL SUPERIOR DE TIERRAS DEPARTAMENTO


CENTRAL, D.N.

VÍA: SECRETARÍA GENERAL DE LA JURISDICCIÓN INMOBILIARIA

Asunto: Instancia contentiva de recurso de apelación conforme a los artículos


79 y siguientes de la Ley No. 108-05, sobre Registro Inmobiliario, que se
interpone contra la sentencia No. 2016-4471, de fecha veinticinco (25) de
agosto del año dos mil dieciséis (2016), del expediente No. 031-201454077
emitida por la Cuarta Sala del Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original del
Distrito Nacional.

Recurrente: YUNY DE LA ROSA TAVERAS

Abogados apoderados: Licdos. Luisa de Los Santos. Por si Kelvin Bonilla.

Recurridos: RAFAEL IVÁN TEJADA ANA CRISTIAN SUERO RAMÍREZ DE


TEJADA JOSÉ MANUEL PIÑA TERMA DORALINA CARO DE PIÑA

Interviniente: JUAN GABRIEL CRUZ BRITO

Inmueble / Referencia: Solar 1-A, Manzana No. 841, del Distrito Catastral No.
01, contentivo de un solar de 200 metros cuadrados y sus mejoras, ubicado en
la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, designado mediante
matrícula inmobiliaria No. 0100093343.

Expediente No. : 031-2014-54077

Referencia documental: Litis sobre derechos registrados de fecha 03 de febrero


del año 2017.

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CUERPO DEL TRABAJO

HONORABLES MAGISTRADOS (AS):

La señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS, dominicana, mayor de edad, unida


consensualmente con el señor Juan Gabriel Cruz Brito, portadora de la cédula
de identidad y electoral No. 001-1274234-1, domiciliada y residente en la calle
Baltasar de los Reyes No. 114, del sector Villa Consuelo, ciudad de Santo
Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, quien tiene como abogados
constituidos y apoderados especiales a los Licdos. Luisa De Los Santos y
Kelvin Bonilla., dominicanos, mayores de edad, casado y soltero, portadores de
las cédulas de identidad y electoral No. 223-0132261-0 y 001- 2 1416523-6,
sellos hábiles, respectivamente, abogados de los tribunales de la República,
debidamente matriculados en el Colegio de Abogados de la República
Dominicana, con estudios profesionales abiertos en la Avenida Bolívar No. 353,
Edificio ELAM’s II, tercer nivel, suite 3-E, y en la calle Luisa Ozema Pellerano
No. 07, segundo nivel, ambos en el sector Gazcue de esta ciudad de Santo
Domingo de Guzmán, lugares donde el exponente elige domicilio procesal ad-
hoc, para todos los fines y consecuencias legales de la presente instancia
recursiva y las actuaciones que se desprendan en lo adelante. Se pone a
disposición los teléfonos: 829-464-0200 y 829-880-5434 cel., e-mail:
[email protected]; lugares y dirección electrónica donde los
exponentes como sus abogados apoderados especiales, pueden ser
requeridos de manera informal (no oficial) en relación a la presente instancia,
que se somete a la consideración de este tribunal de la jurisdicción inmobiliaria.

MENCIÓN PROCESAL. – En virtud de las disposiciones previstas en el artículo


79 y siguientes de la Ley No. 108-05, sobre Registro Inmobiliario, así como de
los reglamentos de los tribunales de la jurisdicción inmobiliaria, interpone formal
RECURSO DE APELACIÓN, contra la sentencia No. 20164471 de fecha
veinticinco (25) de agosto del año dos mil dieciséis (2016), del expediente No.
031-201454077, emitida por Cuarta Sala del Tribunal de Tierras de Jurisdicción
Original del Distrito Nacional, para que la misma se revocada íntegramente, por
ser violatoria de las disposiciones del artículo 30 de la Ley No. 108-05, citada,
los artículos 1108, 1116, 1117, 1131, 1321, 1402, 1421 y 1636 del Código civil
dominicano, 141 del Código de procedimiento civil, y 69, numeral 2), 4) y 10) de
la Constitución, entre otras disposiciones legales y constitucionales, así como
desnaturalizar los hechos y documentos, carecer de base legal, ser violatoria
del debido proceso, entre otros agravios que analizaremos más adelante
después de realizar un resumen factico de los hechos que dieron origen al
conflicto de tierras en cuestión. Por tanto, tiene a bien, exponeros y solicitaros,
muy respetuosamente, lo siguiente:

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CUADRO FÁCTICO Y CRONOLOGÍA CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS.

1.- Origen de la causa.- La presente litis de derechos registrados tiene, su


génesis en la venta simulada y fraudulenta de un bien titulado a nombre del
señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO y compartida la propiedad con la señora
YUNY DE LA ROSA TAVERAS por razón de una relación conyugal, en la que
el primero suscribió un contrato de préstamo teniendo como instrumento
documental de garantía irregular y forzosa un contrato de venta realizado sin la
firma ni el consentimiento de la cónyuge hoy reclamante, recurrente, y esta
para hacer válido su reclamo interpuso una litis de derechos registrados de
fecha trece (13) de febrero del año dos mil catorce (2014), en base a los
hechos que, en detalle, se describen a continuación.

2.- Resulta que: Entre los señores JUAN GABRIEL CRUZ BRITO y YUNY DE
LA ROSA TAVERAS, existe una relación consensual equivalente a un
matrimonio, con convivencia común, pública e ininterrumpida de catorce (14)
años. Producto de esta relación conyugal no solamente 3 procrearon hijos sino
también bienes muebles, inmuebles e inversiones con el trabajo y sustento
común de ambos. Esto viene demostrado por la “Declaración jurada de unión
libre” contentiva en el acta auténtica de fecha veintidós (22) e febrero del año
dos mil doce (2012) instrumentada por el Licenciado ELIGIO RAPOSO CRUZ,
Abogado Notario Público de los del número del Distrito Nacional, y por otros
documentos comunes y testimonios que fueron presentados y debatidos
oportunamente ante el tribunal a-quo y que no fueron debidamente
ponderados.

3.- Como evidencia probatoria de esta relación consensual (unión libre)


procrearon dos (02) hijos, hoy menores, a saber: 1) ALLEN GABRIEL, nacido
en fecha dos (02) de diciembre del año dos mil dos (2002), según consta en el
Extracto de Acta de Nacimiento de fecha dos (02) de mayo del año dos mil tres
(2003), asentado en el Libro No.00001-T, Folio No. 0194, Acta No. 00194, del
año 2003, expedida por la Oficialía Estado Civil de la Primera Circunscripción
del Distrito Nacional en fecha doce (12) de enero del año 2011; y 2) YUNNY
MARIET, nacida en fecha primero (01) de noviembre del año dos mil diez
(2010), según se puede comprobar con el Extracto de Acta de Nacimiento de
fecha dos (02) de noviembre del año dos mil diez (2010), asentada en el Libro
No. 00022, Folio No. 0109, Acta No. 04309, del año 2010, expedida por la
Oficialía Estado Civil de la Primera Circunscripción del Distrito Nacional en
fecha dos (02) de noviembre del año 2010. Estos documentos fueron
sometidos y debatidos ante el tribunal a-quo pero no fueron escrutados
debidamente por la jueza apoderada del caso.

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4.- De igual manera como forjaron una familia, los señores JUAN GABRIEL
CRUZ BRITO y YUNY DE LA ROSA TAVERAS adquirieron, gestionaron y
construyeron bienes muebles e inmuebles comunes diversos, acreencias,
títulos incorporales, entre otros, dentro de los cuales se encuentra el inmueble
que es objeto de la presente litis y que corresponde a las descripciones
catastrales siguientes: “Solar 1-A, Manzana No. 841, del Distrito Catastral No.
01, contentivo de un solar de 200 metros cuadrados y sus mejoras, ubicado en
la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, designado mediante
matrícula inmobiliaria No. 0100093343”.

5.- A pesar de ser, este inmueble, el producto de la comunidad conyugal, en


fecha veintidós (22) de enero del año dos mil once (2011), legalizado por la
Dra. Arelis Ramírez Cubilete, Abogada Notario Público de los del Número del
Distrito Nacional, fue vendido a espaldas de su cónyuge conviviente y de
manera fraudulenta por el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO (cónyuge) a los
señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE
TEJADA, sin que dicho acto fuera firmado, ratificado o se hubiere realizado con
el conocimiento de la cónyuge conviviente, la señora YUNY DE LA ROSA
TAVERAS, a pesar de ser propietaria del cincuenta por ciento (50%) y no
obstante, tener conocimiento, los alegados “compradores”, de la existencia de
aquel vínculo jurídico que impedía la realización de la malhadada venta sin el
consentimiento de la originalmente demandante y hoy recurrente.

6.- Más aún, en términos reales lo que se produjo fue la concesión de un “Acto
de garantía” [típica práctica] para la obtención de un préstamo con cuyo
desembolso se saldaría un préstamo que originalmente había sido suscrito por
ambos cónyuges con el señor Fabián Taveras Domínguez, representante de la
empresa Inversiones Taveras, S.A., conforme se observa en el contrato de
préstamo con garantía hipotecaria de fecha 23 de junio del año 2009 y avalado
en un correspondiente pagaré notarial que era perseguido para su ulterior
ejecución sobre el inmueble en cuestión, tal como se verifica en la notificación
de “Intimación de pago” contenida en el acto No. 198/10 de fecha 22 de mayo
del año 2010, y que demuestra el nivel de urgencia que tenían los propietarios
por salvar la propiedad. De esta manera, los señores RAFAEL IVÁN TEJEDA y
ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA, que eran –a la sazón,
testaferros de los ulteriores adquirientes–, ofrecieron un préstamo de unos
cinco millones de pesos (RD$5, 000,000.00) con la finalidad de saldar la deuda
original y otros misceláneos.

7.- De esta forma, para poder entregar el desembolso, los señores RAFAEL
IVÁN TEJEDA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA exigían, a
parte del contrato y pagaré aval del citado desembolso, un contrato de venta
simulado como garantía del préstamo, a lo cual solo accedió el señor JUAN
GABRIEL CRUZ BRITO, sin estar presente su cónyuge copropietaria del
inmueble, la señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS. Siendo esta la razón por

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la cual la venta simulada o contraescrito de la transacción financiera se haya


hecho por una suma extremadamente irrisoria no solo respecto a la deuda real
sino también al mismo valor del inmueble que se sitúa en más de quince
millones de pesos (RD$15,000,000.00).

8.- No obstante, este contraescrito realizado por el señor JUAN GABRIEL


CRUZ BRITO, los alegados adquirientes hicieron uso de este acto de garantía
“disfrazado de venta de inmueble” procediendo fraudulentamente y de mala fe
a venderlo a terceros. Es de esta manera dolosa, y no de otra, que los hoy co-
recurridos y originalmente co-demandados, los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y
TERMA DORALINA CARO DE PIÑA adquieren los derechos sobre un
inmueble fruto de una venta nula de pleno derecho, conforme se verifica en el
acto de venta bajo firma privada de fecha treinta y uno (31) de enero del año
dos mil once (2011) legalizado por la Dra. Arelis Ramírez Cubilete, Abogada
Notario Público de los del Número del Distrito Nacional.

9.- Es evidente por los hechos antes relatados y pruebas documentales y


testimoniales que fueron conocidos y debatidos ante el tribunal a-quo, que, no
obstante, la existencia de la malhadada venta afectada de nulidad per se, los
señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE
TEJADA tenían absoluto conocimiento público de la relación consensual
sostenida entre la originalmente demandante, hoy recurrente, y el señor JUAN
GABRIEL CRUZ BRITO, hasta el punto de haber realizado negocios y
transacciones donde estuvo involucrada la señora YUNY DE LA ROSA
TAVERAS en calidad de “esposa” (compañera marital) del señor JUAN
GABRIEL CRUZ BRITO. Esto, como es normal, hacía prevenible a los co-
recurridos de asegurarse del consentimiento de la hoy recurrente en su
condición de co-propietaria de los bienes de la comunidad de bienes, si en
realidad 5 habrían actuado de mala fe, algo que el tribunal no valoró pues ni
siquiera conoció el fondo de la litis presentada a su escrutinio, como más
adelante se dirá.

10.- Sin tomar en consideración el hecho incontrovertible y de notoriedad


pública de esta relación, en una situación claramente dolosa, los señores
RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA,
sirvieron a la vez de cómplices al realizar una operación de compra del referido
inmueble [cuando en realidad se trató de la garantía de un préstamo] para
luego de una forma habilidosamente rápida venderlo a terceros, los señores
JOSÉ MANUEL PIÑA y TERMA DORALINA CARO DE PIÑA y de esta manera
pretender aducir ser terceros adquirientes de buena fe, como se pudiera
advertir partiendo del hecho de que el inmueble en cuestión [Solar No. 1-A,
Manz. No. 841, DC. No. 01] ha sido ya transferido ante el Registrador de
Títulos del Distrito Nacional conforme se evidencia en el certificado de título
identificado por la matrícula inmobiliaria No. 0100093343, expedido en fecha
treinta (30) de agosto del año dos mil once (2011).

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11.- Sin embargo, dicho todo esto, una simple lectura y análisis de los
contratos de venta de fecha 22 y 31 de enero del año 2011 en cuestión,
realizados en una fecha inmediatamente posterior en que fueron alegada
mente firmados, legalizados por el mismo notario público, en el mismo lugar,
realizados por montos muy parecidos y gestionada su transferencia al mismo
momento, revela tanta similitud y coincidencia que, sin lugar a dudas, nos
llevan a la conclusión de la existencia del carácter doloso de estos contratos y
la trasferencia de derechos registrados con la cual se ha pretendido despojar
de sus derechos de propiedad a la hoy recurrente que reclama la nulidad de los
mismos y la erradicación de los derechos registrales defectuosos ante esta
jurisdicción inmobiliaria en base a los medios de derecho que se desarrollarán
más adelante, no sin antes, advertir los agravios de la sentencia que por esta
instancia se impugna.

12.- Además de la pretensión de la restitución y/o restauración de los derechos


sobre el inmueble en cuestión, que en buen derecho corresponden a la señora
YUNY DE LA ROSA TAVERAS [sin perjuicio de los que reclamare el señor
JUAN GABRIEL CRUZ BRITO, por causa del fraude en su contra] esta
actuación dolosa de los originales demandados y hoy recurridos, practicada en
forma de contubernio entre todos –uno de forma directa y otros indirecta-, ha
causado serios daños materiales y morales a la hoy recurrente que deberían
ser resarcidos, aun cuando las acciones en responsabilidad civil estén limitadas
a meras instancias incidentales en el curso de litis conteniendo demandas
temerarias.

13.- La sentencia impugnada. – No obstante, la comprobación de todos estos


hechos por pruebas documentales y testimoniales, el tribunal a-quo priorizó
emitir una sentencia que no dio solución ni escrutó ni analizó nada en el fondo
y solo refiriéndose a alegadas y meras fallas procesales que debió el mismo
tribunal haber subsanado si fuera el caso de que hayan sido ciertas, lo cual no
es la realidad de los hechos, como bien, ustedes, Jueces de este Tribunal
Superior de Tierras, podrán comprobar. De esta manera, la Cuarta Sala del
Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original del Distrito Nacional, emitió la
sentencia 6 No. 20164471 de fecha 25 de agosto del año 2016, hoy recurrida,
cuyo dispositivo es el siguiente:

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AGRAVIOS DE LA SENTENCIA IMPUGNADA.

14.- Los agravios y deficiencias jurídicas de la sentencia impugnada. - La


sentencia No. 20164471, hoy impugnada, a simple vista presenta no solo su
carencia de base legal sino también su carácter incompleto, tanto en las
motivaciones como en el mismo contenido de los argumentos para dar solución
al fondo del proceso sometido al escrutinio del tribunal a-quo. Ello sin
considerar la violación al debido proceso que entraña su dispositivo.

15.- Contradicción de motivos. – El mismo dispositivo de la sentencia entraña


una contradicción independientemente de la falta de relación entre el
dispositivo, las motivaciones del juez y las circunstancias de la causa que
definieron el desarrollo procesal de la instancia. Esto queda claro en los dos
primeros dispositivos de la sentencia. Mientras el “Primero” declara buena y
válida en cuanto a la forma la demanda o litis de derechos registrados, el
“Segundo” la “rechaza” en todas sus partes, supuestamente por ‘no citarse
correctamente’ todas las partes envueltas en el asunto. Algo tan contradictorio
e ilógico procesalmente hablando no puede coexistir conforme a nuestra
legislación y jurisprudencia.

16.- Por tanto, la coexistencia de estos dos (02) dispositivos por sí solos
configura el vicio de la contradicción de motivos, independientemente de que la
misma pseudo motivación que hace el tribunal a-quo en su sentencia, primero,
no refiere a ningún aspecto del fondo, y segundo, se limita a afirmar que la
señora TELMA DORALINA CARO DE PIÑA supuestamente no fue puesta en
causa en el presente proceso, sin considerar que la misma, primero no tenía
domicilio conocido y segundo, después de habérsele notificado varias veces los
documentos y la misma demanda introductiva de la litis [ver más de 5
notificaciones], le fue otorgada una gracia [ver acta 04/02/2016] y había sido
defendida en estrados bajo una alegada “reserva” por el Licdo. Engels Valdez
Sánchez, también abogado del esposo de ésta, el señor JOSÉ MANUEL PIÑA.
Todo esto se puede evidenciar en las actas de audiencia de fechas 11 de
noviembre de 2015 y 04 de febrero de 2016. El tribunal a-quo no se refirió a
este aspecto de las circunstancias de la causa, quedando sin motivos para
luego sustentar contradictoriamente que no se había puesto en causa a una de
los codemandados, que el mismo abogado de la contraparte y esposo de
aquella, representaba.

17.- De todo lo antes dicho, podemos colegir claramente que si una acción o
demanda es buena y válida en la forma es porque todo el procedimiento de
interposición y citación previas de la instancia ha sido hecho correctamente.
Más aún proveer un dispositivo de rechazamiento del fondo sobre la base de
un aspecto de forma es totalmente incomprensible e ilógico más allá de la

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contradicción que evidencia tal posibilidad. Podríamos decir, que este fallo
podría marcar un hito en cuanto al ejercicio errático de administrar justicia
mediante una sentencia jurisdiccional. Una antítesis total a las teorías del
derecho procesal civil que aplica supletoriamente a la jurisdicción inmobiliaria.

7 18.- Que, en cuanto al vicio de contradicción de motivos, nuestra Suprema


Corte de Justicia ha juzgado lo siguiente: “Considerando, que para que exista
el vicio de contradicción de motivos, alegado por la recurrente principal, es
necesario que aparezca una verdadera y real incompatibilidad entre las
motivaciones, fuesen estas de hecho o de derecho, o entre estas y el
dispositivo y otras disposiciones de la sentencia atacada; y además, cuando
estos son de tal naturaleza que al anularse recíprocamente entre sí, la dejan
sin motivación suficiente sobre el aspecto esencial debatido, o cuando la
contradicción que exista entre sus motivos y el dispositivo lo hagan
inconciliables…”

19.- Falta de motivación. – La sentencia de marras solo se limita,


prácticamente a enunciar los pedimentos y argumentos de las partes y aun lo
hace de manera incompleta. Pues muestra clara de ello es que mientras la
parte demandante hoy recurrente presentó conclusiones advirtiendo a la jueza
presidenta del cumplimiento de las normas del debido proceso al realizarse
varias notificaciones a los co-demandados JOSÉ MANUEL PIÑA y TELMA
DORALINA CARO DE PIÑA para que estos se defendieran, hizo constar la
comprobación realizada por el abogado postulante de la entonces demandante
[Audiencia: 05/06/2016], pero no así el requerimiento que en previa audiencia
se habría concedido al abogado de aquellos para que produjera sus medios de
defensa, depositara prueba, en su supuesta calidad “reservada” de defensor
técnico de los co-demandados. Para luego en la última audiencia establecer
que no era abogado más que del señor JOSÉ MANUEL PIÑA y no de su
esposa, que al decir de los domicilios declarados in-voce por su abogado se
trataba del mismo.

20.- De esta manera, se comprobó la actitud dilatoria grosera de la parte que


luego termina siendo beneficiada por el fallo del tribunal a-quo. Estas
interioridades del proceso no fueron expuestas en la sentencia, con la única y
mal sana razón de justificar un supuesto atentado al debido proceso y la tutela
judicial efectiva.

21.- La falta de motivación no solo se manifiesta en el hecho de la carencia de


argumentos lógicos que sustenten la solución del fallo de un juez, sino también
de la insuficiencia de incursión en el texto de la sentencia de hechos y
circunstancias de la causa, vitales para que los jueces de alzada y las mismas
partes tengan conciencia de cuál es el argumento dado por el juez para
sustentar su fallo. Ese es el caso de la sentencia impugnada. Pues deja en el
aire y sin ninguna mención posible de escrutinio las incidencias reales que se

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dieron en las audiencias, así como enuncia algunas en su fallo que para la
solución absurda que ofreció no concuerdan con la realidad. Este tribunal
superior podrá constatar lo dicho en el contenido de las actas de audiencia que
reposan en el expediente y aún por el mismo testimonio de las partes que
presenciamos y estuvimos en las audiencias de discusión de pruebas y el
fondo ante la primera instancia del caso que nos ocupa. Como es normal, este
tipo de agravios al emitir una sentencia, conlleva a que la misma se torne
carente de base legal. Además de que tal vicio viola las disposiciones del
artículo 141 del Código de procedimiento civil produciendo la nulidad del acto
jurisdiccional.

22.- Sobre este vicio de la falta de motivación la doctrina se ha referido de


manera muy extensiva. Nos llama a la atención un aporte sobre el particular
ofrecido por una monografía de José Cárdenas Torres, quien analiza varias
perspectivas sobre el particular al esbozar lo siguiente: “Otro elemento de la
tutela jurisdiccional efectiva es el derecho a obtener una resolución fundada en
derecho, que a su vez contempla el principio de motivación de las resoluciones
judiciales; tal principio está contemplado en el inciso 5) del artículo 139 de
nuestra Constitución. Al respecto Juan Monroy Gálvez señala que, "no hace
más de dos siglos, los jueces no estaban obligados a fundamentar sus
decisiones, es decir, ejercían su función y resolvían a partir de su intuición de lo
justo. Sin embargo, una de las conquistas más relevantes, no solo procesales
sino del constitucionalismo moderno, ha consistido en la exigencia al juez en el
sentido de que debe fundamentar todas y cada una de sus decisiones, a
excepción de aquellas, que, por su propia naturaleza, son simplemente
impulsivas del tránsito procesal”.

23.- Siguiendo la misma línea, la referencia doctrinal continua explicando:


“Cuando un juez emite un pronunciamiento es necesario que las partes
conozcan el proceso mental que lo ha llevado a establecer las conclusiones
que contiene dicha resolución; es por eso que, toda resolución debe tener una
estructura racional y detallada. El Tribunal Constitucional, destaca que: "el
derecho a una sentencia debidamente justificada no se agota en la mera
enunciación de la norma aplicable a un caso, sino que importa de manera
gravitante la acreditación de los hechos y la forma de crear convicción en
determinado sentido del Juzgador". Fuente:

24.- En apoyo de ese principio fundamental de la acción jurisdiccional del


estado que ha sido violado por la sentencia No. 20164471 hoy impugnada,
nuestra Suprema Corte de Justicia ha explicado con bastante detalle el
contenido de este deber de motivación de los jueces en la emisión de sus
fallos, en la sentencia de fecha 17 de octubre de 2012, Exp. No. 1999-1793, de
su Sala Civil y Comercial, al establecer, entre otros más argumentos, lo
siguiente: “Considerando, que en esa línea discursiva, es oportuno dejar
sentado, que por motivación debe entenderse aquella que el tribunal expresa

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de manera clara y ordenada, las cuestiones de hecho y de derecho que


sirvieron de soporte a su sentencia, o en otros términos, en la que el juez o los
jueces explican las razones jurídicamente válidas o idóneas para justificar una
decisión; que el incumplimiento de la motivación clara y precisa de las
decisiones entraña de manera ostensible la violación al derecho de defensa,
del debido proceso y de la tutela judicial efectiva, lo cual conlleva
inexorablemente la nulidad de la sentencia, la cual puede pronunciarse aun de
oficio, por el tribunal apoderado de la misma por la vía recursiva de que se
trate; que en ese contexto, es evidente que la sentencia impugnada acusa un
manifiesto déficit motivacional que la convierte indefectiblemente en un acto
inexistente,…”

25.- Violación al derecho de defensa. – Ante la inexistencia de una


irregularidad procesal o un estadio de incompetencia jurisdiccional, un juez o
tribunal, inmediatamente deja de referirse a los puntos fácticos y de derecho
propuestos por las partes, comete una violación flagrante del derecho de
defensa, más como cuando en la especie está matizada tal omisión con una
actitud claramente reticente y con propósito de eludir la solución de un conflicto
sometido a su escrutinio. En otras palabras, buscar el camino más fácil para
salir de un expediente, como se diría en argot popular.

26.- Es evidente, al tenor del contenido de las motivaciones de la sentencia


impugnada, como de los hechos de la causa y carencia de argumentación
existente en la misma, que ante una obligación de custodiar la regularidad del
proceso que es inherente al juzgador, el tribunal a-quo mejor prefirió rechazar
la demanda por supuestamente “no citarse correctamente a todas las partes
envueltas en el asunto”, cuando su deber era haber corregido esa falla
mediante las providencias de lugar, si realmente hubiese sido el caso, previo a
conocerse las conclusiones de fondo de las partes. En su defecto, el tribunal
aquo debió emitir una sentencia preparatoria u ordenar una reapertura de los
debates a los fines de regularizar cualquier otra citación si hubiese sido
necesaria, un aspecto que se entendía había quedado juzgado y subsanado en
previas audiencias, que, dicho sea de paso, fueron muchas para preservar el
derecho de los entonces co-demandados.

27.- Por tanto, la violación al derecho de defensa de la parte hoy recurrente que
requería que se conociera el fondo de su caso en cuanto a la procedencia o no
de sus pretensiones quedó claramente al descubierto por una mera justificación
procesal que no estuvo sustentada en derecho ni en la realidad de los hechos
ni en prueba sustentable. Perjuicios a sus derechos fundamentales como es el
caso de la señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS.

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27.- Bis. – Que, a más a abundar, en el supuesto que el tribunal a-quo


entendiera –aunque, de hecho, no tenía razones para ello– que la esposa del
señor JOSÉ MANUEL PIÑA que había sido puesta en causa junto a éste en el
domicilio común que ambos compartían por ser cónyuges, debiera volver a ser
citada, simplemente debió ordenar la providencia de lugar a tales fines, como
incluso lo había hecho antes la misma parte demandante en la litis como
evidencia de su lealtad procesal.

28.- Por tanto, esta omisión del tribunal a-quo también es claramente violatoria
de las disposiciones de los artículos 69, numerales 2), 4) y 10) de la
Constitución Política de la nación, cuyos textos, respectivamente, establecen lo
siguiente:

 “Numeral 2) El derecho a ser oída, dentro de un plazo razonable y por


una jurisdicción competente, independiente e imparcial, establecida con
anterioridad por la ley”;
 “Numeral 4) El derecho a un juicio público, oral y contradictorio, en
plena igualdad y con respeto al derecho de defensa”;
 “Numeral 10) Las normas del debido proceso se aplicarán a toda clase
de actuaciones judiciales y administrativas”.

29.- Cónsono con lo antes dicho nuestra jurisprudencia, y aún constitucional,


ha sostenido el criterio siguiente: “…que el derecho a un juicio público, oral y
contradictorio, en plena igualdad y con respeto al derecho de defensa, es otro
de los pilares que sustenta el proceso debido. Este derecho, cuya relevancia
alcanza mayor esplendor dentro del juicio, implica poder responder en igualdad
de condiciones todo cuanto sirva para contradecir los planteamientos de la
contraparte.

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EL DERECHO APLICABLE AL FONDO DE LA LITIS.

30.- Carácter devolutivo del recurso de apelación. - Dado que en el presente


caso, el tribunal a-quo se abstuvo de conocer en su totalidad el fondo del
asunto, alegando no haberse supuestamente puesto en causa una de los co-
demandados en la litis de derechos registrados conocida ante el tribunal de
tierras de jurisdicción original, se hace imperioso que, en instancia de
apelación, se conozcan los elementos probatorios y de derecho que sustentan
el reclamo de la hoy recurrente y original demandante, a la cual se le ha
negado el acceso a la justicia por aplicación de la sentencia de marrada.

31.- Cónsono con lo arriba expresado, nuestra Suprema Corte de Justicia ha


juzgado que: “La apelación por su efecto devolutivo apodera a los jueces del
segundo grado del asunto que fue sometido al primer juez en toda su extensión
y dominio, a menos que el apelante la restrinja expresamente a puntos
determinados de la sentencia apelada

32.- I).- Caracterización del dolo y las maniobras fraudulentas.-


Honorable(s) Magistrados(as), como bien podrá deducir de los hechos
desarrollados al inicio de este escrito y los que se substancien con las medidas
de instrucción correspondientes, el caso de la especie, refleja particularmente
dos (02) aspectos fundamentales de dolo e inobservancia legal que nos llevan,
sin lugar a dudas, a determinar la nulidad de los contratos de venta de fechas
22 al 31 de enero del año 2011 y de la correspondiente inscripción del derecho
registral nacido de dichos contratos, particularmente la del último contrato que
fuera asentada en el libro de títulos No. 3373, folio No. 183, de fecha nueve
(09) de junio del año dos mil once (2011).

33.- En primer lugar, están las maniobras fraudulentas de actuar de mala fe al


recibir en supuesta calidad de “compraventa” [cuando en realidad se trataba de
un préstamo con garantía hipotecaria], un inmueble, no obstante, los señores
RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA
tener conocimiento público de la relación marital y mancomunada de bienes de
la entonces demandante con el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO. En
efecto, la venta producida en fecha 22 de enero de 2011 está afectada de un
dolo que afecta los intereses de un tercero, en este caso, de la señora YUNY
DE LA ROSA TAVERAS. La existencia de estos vicios de nulidad no exime
tampoco de su conocimiento a los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y TERMA
DORALINA CARO DE PIÑA, pues como bien también podrá demostrarse por
los documentos y testimonios éstos eran parte del contubernio para hacer
despojar de sus derechos a la hoy recurrente y original demandante.

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34.- En segundo lugar, nos encontramos ante la existencia de una práctica del
negocio financiero informal, en este caso, mal usada con fines de obtener un
beneficio indebido de parte de los co-recurridos y originales demandados, al
simular la existencia de un contrato de venta del inmueble hoy reclamado,
cuando en realidad lo que se realizó fue la entrega de un título de propiedad en
garantía de un crédito concedido por los corecurridos RAFAEL IVÁN TEJADA y
ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA, al cónyuge de la hoy
recurrente, tal como se verificó por la existencia de una “Intimación de pago” en
las condiciones ya dichas al inicio de este escrito introductivo del recurso.

35.- Como se puede ver, de ambas situaciones fácticas se desprenden


claramente dos (02) causales naturales que provocan nulidad de las
actuaciones y derechos fraudulentamente obtenidos por todos los co-recurridos
y entonces co-demandados en las dimensiones, 12 tiempo, límites de
responsabilidad y condiciones correspondientes a cada uno de ellos, que son a
saber: La causa de la obligación por no haber una real intención ni
consentimiento para contratar una venta del inmueble y el dolo, por la
materialización de maniobras fraudulentas tendentes a ejecutar un acto
inexistente y carente de consentimiento, condición necesaria para la validez de
los contratos.

36.- En atención a estas dos (02) irregularidades evidenciadas en los hechos


de la causa, en el caso de la especie se ha faltado a las condiciones esenciales
para la validez de las convenciones, que al tenor del art. 1108 del Código civil,
son las siguientes:

a) El consentimiento de la parte que se obliga;

b) Su capacidad para contratar;

c) Un objeto cierto que forme la materia del compromiso;

d) Una causa lícita en la obligación.

37.- Al tenor de lo antes expuesto, en cuanto concierne a la carencia de causa


de obligación evidenciada en los hechos antes expuestos, las disposiciones del
art. 1131 del Código civil dominicano establecen que: “La obligación sin causa,
o la que se funda sobre causa falsa o ilícita, no puede tener efecto”. De su lado,
en cuanto al dolo deducido de las actuaciones de los co-demandados, se dan
las condiciones para anular los contratos de ventas en cuestión en aplicación
del art. 1116 del Código civil al tenor del cual: “El dolo es causa de nulidad,
cuando los medios puestos en práctica por uno de los contratantes son tales,
que quede evidenciado que sin ellos no hubiese contratado la otra parte. El
dolo no se presume: debe probarse”.

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38.- Unido a las consideraciones antes dicha también resultan aplicables las
disposiciones del art. 1134 del mismo código, por la carencia de buena fe y la
existencia de prácticas dolosas en el despojo del derecho de propiedad del hoy
recurrente, toda vez que al tenor de la referida disposición legal: “Art.
1134.- Las convenciones legalmente formadas tienen fuerza de ley para
aquellos que las han hecho. No pueden ser revocadas, sino por su mutuo
consentimiento, o por las causas que estén autorizadas por la ley. Deben
llevarse a ejecución de buena fe”.

39.- Sobre la nulidad de contratos y derechos registrales cuando han sido


realizados en razón de un acto de simulación.- Al margen de todas estas
irregularidades causantes de nulidad absoluta, ha sido juzgado por nuestra
Honorable Suprema Corte de Justicia, que procede la eliminación de derechos
registrales cuando éstos han sido obtenidos mediante mecanismos
fraudulentos o convenios disfrazados de naturalezas distintas a los real y
jurídicamente sostenidos entre las partes, al establecer lo siguiente:
“Considerando , que el hecho de que al recurrente le fuera mostrado al
momento de proponerse realizar la operación en la que se le ofreció en
garantía el inmueble en discusión, el Certificado de Título expedido a favor 13
de Claudio Martínez, no lo convierte en adquiriente de buena fe, tal como lo
apreciaron los jueces del fondo, al haberse demostrado que el convenio entre
ambos se refería a una hipoteca con garantía del inmueble y no de una venta
de éste en su favor, más aún cuando también se estableció en la instrucción
del asunto, que la negociación realizada entre Rafael Rosario y Claudio
Martínez, consistió también en un préstamo por la suma de RD$300,000.00,
con garantía del inmueble a favor del último y no de una venta y como también
quedó demostrado que la operación intervenida entre Claudio Martínez y el
recurrente Modesto Antonio Cedano Julián, tampoco fue de venta, sino de un
préstamo por RD$1,000,000.00, con garantía del inmueble y que aunque ese
contrato fue disfrazado como si se tratara de una venta del primero a favor del
segundo, no podía hacerlo, ya que tal como quedó establecido en la instrucción
del asunto, Claudio Martínez, no era propietario del inmueble, sino acreedor del
señor Rafael Rosario, que luego se convirtió por el préstamo que le hizo el
recurrente deudor hipotecario de este último; que por consiguiente, resulta
evidente que esos actos de préstamos fueron simulados de supuestas ventas
que nunca se convinieron, ni se realizaron jurídicamente, por lo que al
apreciarlo así y fundamentar sobre los hechos así establecidos su decisión, el
Tribunal a-quo no ha incurrido en las violaciones alegadas por el recurrente en
su memorial introductivo.

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40.- Más adelante dice en otro de los considerandos de esta misma sentencia
del 12/02/2003, al referirse a la existencia o no de la buena fe en los contratos,
particularmente cuándo éstos están matizados por la existencia de préstamos
hipotecarios o no hipotecarios disfrazados de venta de inmueble, que:
“Considerando, que la existencia o no de la buena fe en los contratos, es una
cuestión de hecho de la soberana apreciación de los jueces del fondo, que no
puede ser censurada en casación; que si bien es cierto como se alega, que el
Tribunal a-quo admite que el recurrente adquirió a la vista de un Certificado de
Título, no es menos cierto que el mismo admitió que la operación concertada
entre él y el señor Claudio Martínez, fue un préstamo hipotecario con garantía
del inmueble en discusión y no el de una venta de éste, llegando los jueces del
fondo a la conclusión de que tanto el contrato que se hizo firmar a su favor el
señor Rafael Rosario, por una persona que no era la recurrida, como lo declaró
el Notario Alejandro Pilier Raposo, haciéndose vender en RD$12,000.00 el
mismo inmueble que originalmente había adquirido de la verdadera y única
propietaria por el precio de US$500,000.00 dólares y el que por incumplimiento
de su parte fue rescindido sobre demanda de la recurrida, 14 por sentencia
irrevocable, revela y pone de manifiesto las maniobras dolosas realizadas en el
caso para obtener el registro en su favor del inmueble objeto de la presente
litis, reveladoras de que todos los actos intervenidos con posterioridad al de
fecha 2 de febrero de 1995, otorgado por la recurrida y legalizado por el Notario
Dr. Hugo F. Arias Fabián, fueron de mala fe”.

41.- La nulidad por falta de reconocimiento a la comunidad conyugal de


bienes.- Que, por otro lado, todas estas irregularidades, primero al inicio, al
pretenderse la venta de un inmueble sin el consentimiento de uno de sus co-
propietarios [aun cuando no figure de manera expresa en el título], y luego a
través del dolo y la simulación para afectar derechos de la hoy recurrente y
entonces demandante, llevan irremediablemente a decretar la nulidad del
contrato de venta sostenido entre el cónyuge conviviente de aquella, el señor
JUAN GABRIEL CRUZ BRITO y los señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA
CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA no solo por la simulación per se y el
dolo ante el conocimiento de la relación marital de los dueños reales del
inmueble sino por violación misma a los derechos de la comunidad de bienes
que por analogía al vínculo conyugal consensual se encuentran protegidos por
las disposiciones de los artículos 1401 y 1402, entre otras disposiciones del
Código civil dominicano. Sin de dejar de considerar los derechos que por efecto
de una sociedad de hecho aquella tiene sobre el bien inmueble en cuestión, tal
y como lo ha reiterado en jurisprudencia nuestra Suprema Corte de Justicia.

42.- Para una mejor comprensión de la eficacia que tienen estas disposiciones
legales sobre los hechos de la causa y como se aplican a los mismos, las
transcribimos a continuación:

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“Art. 1401.- La comunidad se forma activamente:

1. de todo el mobiliario que los esposos poseían en el día de la celebración


del matrimonio, y también de todo el que les correspondió durante el
matrimonio a título de sucesión, o aun de donación, si el donante no ha
expresado lo contrario;
2. de todos los frutos, rentas, intereses y atrasos de cualquier naturaleza
que sean, vencidos o percibidos durante el matrimonio, y provenientes
de los bienes que pertenecían a los esposos desde su celebración, o
que les han correspondido durante el matrimonio por cualquier título que
sea;
3. de todos los inmuebles que adquieran durante el mismo”.

“Art. 1402.- Se reputa todo inmueble como adquirido en comunidad, si no está


probado que uno de los esposos tenía la propiedad o posesión legal
anteriormente al matrimonio, o adquirida después a título de sucesión o
donación”.

43.- De estas disposiciones más la ponderación de la sentencia de principios


emitida en fecha 17 de octubre del año 2001 por nuestra Suprema Corte de
Justicia, se desprende que, el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO no podía
vender por sí solo ni mucho menos ser aceptado en calidad de vendedor por
los adquirientes de mala fe, los señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA
CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA, el inmueble sobre cuyos contratos
de venta y transferencia de derechos registrales, hoy se solicita la nulidad. En
este sentido, la Suprema Corte de Justicia ha establecido lo siguiente:

44.- De igual manera, en esta misma sentencia la SCJ, sostiene el criterio


siguiente: “Considerando, que los conceptos así esbozados, no implican en
modo alguno que los concubinos no puedan, de común acuerdo, estipular la
suerte de los bienes que ambos produzcan, sea individualmente o en sociedad,
ni reducen los derechos y deberes que tengan los mismos respecto a la
manutención de los hijos, así como tampoco al derecho que tiene cada
concubino de poder invocar frente a terceros un perjuicio moral y la
subsecuente indemnización, y poder ser considerado uno respecto del otro,
como parte agraviada en cualesquier asunto en que resulte perjudicado su
compañero; que, si durante una unión consensual los 16 concubinos han
aportado recursos de índole material o intelectual en la constitución o fomento
de un patrimonio común, lo que en realidad se forma entre ellos es una
sociedad de hecho, la cual puede ser establecida por cualquier medio de
prueba, y sujeta a las reglas de partición que establecen los artículos 823 y
siguientes del Código Civil”.

45.- Que, además es importante señalar que las actuaciones realizadas tanto
por el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO y los demás recurridos, demuestran
una clara nulidad del acto de venta del inmueble practicado en fecha 22 de

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enero de 2011 con los señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA
SUERO RAMÍREZ DE TEJADA, por la nulidad arrastrada de éste y el
conocimiento de los otros terceros adquirientes, los señores JOSÉ MANUEL
PIÑA y TERMA DORALINA CARO DE PIÑA de la situación anómala que era
su obligación conocer no obstante su conocimiento, y por consiguiente, del
segundo contrato, el de fecha 31 de enero de 2011. De esta manera,
asumiendo lo dispuesto por la jurisprudencia del 17 de octubre de 2001 y las
prácticas jurídicas que desde entonces han evolucionado en favor de la mujer
común en bienes, las disposiciones del art. 1421 del Código civil se aplican
analógicamente a las relaciones consensuales como la sostenida por la hoy
recurrente y el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO, al establecer lo siguiente:

“Art. 1421.- (Modificado por la Ley 189-01). El marido y la mujer son los
administradores de los bienes de la comunidad. Puede venderlos, enajenarlos
o hipotecarlos con el consentimiento de ambos”.

46.-La simulación y el contraescritos.- Es un principio de derecho común


altamente debatido y asentado por doctrina y jurisprudencia que los
contraescritos (o actos simulados) no surten efectos más que entre las mismas
partes contratantes, y más aún, pueden perder efectos contra los mismos
firmantes si ha obrado mala fe manifiesta en uno de ellos, como ha sido el caso
de la especie, donde los señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA
SUERO RAMÍREZ DE TEJADA hicieron uso indebido del contrato de venta de
fecha 22 de enero de 2011 cuando el mismo le fue otorgado como documento
de garantía de un préstamo otorgado al cónyuge de la hoy recurrente. Además,
porque dicho acto tampoco tiene efectos jurídicos sobre la recurrente quien, a
pesar de tener derechos sobre el inmueble, no fue parte ni consintió esas
actuaciones realizadas a escondidas por su cónyuge conviviente.

47.- De esta manera, tienen aplicación las disposiciones del art. 1321 del
Código civil al tenor del cual: “Los contraescritos no pueden surtir su efecto sino
entre las partes contratantes; no tienen validez contra los terceros”.

48.- V). - Los daños acarreados por la simulación y el dolo.- Que, por otro
lado, todas estas irregularidades cometidas por los co-recurridos con el
concurso de su cónyuge conviviente han dado al traste al despojo de la co-
propiedad lograda por la señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS en sus más de
catorce (14) años de unión consensual con el señor JUAN GABRIEL CRUZ
BRITO, lo que constituye un daño material por la pérdida de un bien 17 capaz
de producir emolumentos para el sostenimiento de su familia. De igual manera,
esto ha causado daños morales consistentes en la preocupación emocional de
la pérdida de un bien fruto del esfuerzo mutuo con su cónyuge, lo que trae
como consecuencia problemas de estrés y hasta intranquilidad en su familia
por la situación de discordia que el hecho desleal de su marido ha ocasionado
con el concurso de los co-demandados.

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49.- En esta tesitura, la reclamación de estos daños está fundamentada en las


disposiciones contenidas en los artículos 1382, 1383 y 1384 del Código civil.
Por principio general del art. 1382 del C.C., “Cualquier hecho del hombre que
causa a otro un daño, obliga a aquel por cuya causa sucedió, a repararlo”.

50.- Sin embargo, conociendo las limitantes del artículo 31 de la citada Ley
núm. 108-05, el caso de la especie reviste especial atención, puesto que de la
aplicación inconsulta de presunciones dadas en los contratos simulados
impugnados se produjo una evicción del derecho de propiedad correspondiente
a la hoy cónyuge reclamante que no fue tomada en cuenta a la hora del
reconocimiento de sus derechos sobre el inmueble objeto de la presente litis. Y
que tal actuación dolosa y no vista por quienes están llamados a prevenir la
sana aplicación de la ley inmobiliaria, ha causado daños y perjuicios a la hoy
recurrente. Estos daños y perjuicios, a pesar de lo establecido en el
mencionado artículo, son susceptibles de reparación partiendo de una
interpretación extensiva del artículo 44 de la citada Ley 108-05, el cual
establece lo siguiente: “Art. 44.- Tribunal competente. Toda acción intentada en
los tribunales de la Jurisdicción Inmobiliaria para enmendar el perjuicio que le
haya sido causado por la aplicación de la presente ley, debe ser ordenada su
resarcimiento por la misma sentencia que haya declarado la existencia del
daño. El juez fijará el monto a resarcir.” (Sic).

51.- VI). - Aspectos generales de la litis de derechos registrados.- La


presente instancia introductiva del recurso de apelación que es a la vez la
continuación por efecto devolutivo de la demanda inicial contenida en la litis de
derechos registrados en cuestión, tiene fundamento procesal, además, en las
disposiciones previstas en los artículos 28 y siguientes de la Ley No. 108, sobre
Registro Inmobiliario y los artículos 38 y siguientes del Reglamento General los
Tribunales Superiores de Tierras y de Jurisdicción Original de la Jurisdicción
Inmobiliaria, a los fines de ser conocida una litis de derechos registrados sobre
la contestación sobre la nulidad de los actos de ventas de fechas 22 y 31 de
enero de 2011, así como la irregularidad del derecho registral inscrito a
consecuencias de tales actos. Por cuanto esta jurisdicción es competente para
tomar las medidas cautelares que procedan en especial que sea mantenido el
bloqueo registral sobre la matrícula No. 0100093343 hasta que la solución
adquiera autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada.

52.- Que, en cumplimiento de las mencionadas disposiciones, la parte


reclamante presentó ante el tribunal a-quo, los cuales reitera ante esta
jurisdicción de alzada por efecto de la 18 disposición administrativa
correspondiente, como medios probatorios iníciales, sin desmedros de los que
oportunamente serán presentados y debatidos, los siguientes:

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 Original de la certificación del Acto de venta bajo firma privada de fecha


22 de enero del año 2011, según menciones descritas en la presente
instancia;
 Original de la certificación del Acto de venta bajo firma privada de fecha
31 de enero del año 2011, según menciones descritas en la presente
instancia;
 Copia de la matrícula No. 100093343 correspondiente al certificado de
título del solar No. 1-A, Manzana No. 841 y Distrito Catastral No. 01;
 Original del acto No. 638-11 de fecha 04 de octubre del año 2011, del
ministerial Pedro Junior Medina Mata, contentivo de “Acto de
notificación”;
 Original del acto No. 198/10 de fecha 22 de mayo del año 2010, del
ministerial Junior Manuel Ramírez Peguero, contentivo de “Intimación de
pago”; f) Original del acta auténtica de fecha 22 de febrero del año 2012,
contentiva de “Declaración Jurada de Unión Libre”, instrumentada por el
Dr. Eligio Raposo Cruz, abogado notario público de los del Número del
Distrito Nacional;
 Original del extracto de acta de nacimiento de fecha 12 de enero de
2011, correspondiente al menor Allen Gabriel Cruz De la Rosa;
 Original del extracto de acta de nacimiento de fecha 02 de noviembre de
2010, correspondiente a la menor Yunny Mariet Cruz De la Rosa;
 Copia de la cédula de identidad y electoral No. 001-1274234-1,
correspondiente a la demandante.
 Copia de la cédula de identidad y electoral No. 001-1324426-3,
correspondiente al señor Juan Gabriel Cruz Brito, cónyuge conviviente
de la reclamante.

53.- Como toda instancia judicial la Ley No. 108-05, sobre Registro Inmobiliario
prevé la condenación en costas de quien sucumba en la instancia con las
normas supletorias que apliquen. Esto está sustentado tanto en el art. 66 de la
citada ley y el art. 130 del Código de procedimiento civil.

54.- PETICIONES DEL RECURSO. - Atendiendo a las demás razones de


hecho y de derecho que tenga a bien suplir, este TRIBUNAL SUPERIOR DE
TIERRAS del DEPARTAMENTO CENTRAL, y la sala que resulte apoderada,
para el conocimiento del presente recurso de apelación y litis de derechos
registrados, la hoy recurrente, solicita por la mediación de sus abogados
apoderados, muy respetuosamente, lo siguiente:

 Primero: Declarar como bueno y válido en cuanto a la forma, el presente


recurso de apelación, por haberse interpuesto de conformidad con la Ley
No. 108-05, sobre Registro Inmobiliario y las disposiciones supletorias
del derecho común;
 Segundo: En cuanto al fondo, al acoger el presente recurso, proceder a
REVOCAR en todas sus partes la sentencia 2016-4471 de fecha 25 de

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agosto del año 2016, emitida por la Cuarta Sala del Tribunal de Tierras
de Jurisdicción Original del Distrito Nacional, y como consecuencia del
efecto devolutivo de la apelación, previo 19 conocimiento de las medidas
de instrucción que corresponda, ACOGER los términos y conclusiones
de la litis de derechos registrados contentiva en la “Demanda en nulidad
de actos de ventas por causa de dolo, simulación, violación a la
comunidad conyugal de bienes y eliminación de derecho registral sobre
inmueble” sometida ante el tribunal a-quo en fecha trece (13) de febrero
del año dos mil catorce (2014), mediante la cual en síntesis, se solicita a
este Tribunal Superior de Tierras, conforme a las razones ut supra
expuestas, lo siguiente: Primera solución.- En cuanto al fondo, declarar
la NULIDAD absoluta del acto de venta de fecha 22 de enero del año
2011 intervenida entre los señores JUAN GABRIEL CRUZ BRITO
(cónyuge) y los esposos RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA
SUERO RAMÍREZ DE TEJADA, así como la nulidad relativa del acto de
venta de fecha 31 de enero del año 2011 suscrito por los señores
RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE
TEJADA con los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y TERMA DORALINA
CARO DE PIÑA, ambos legalizados por la Dra. Arelis Ramírez Cubilete,
Abogada Notario Público de los del Número del Distrito Nacional; a
causa de dolo, simulación y perjuicio a la comunidad conyugal de la hoy
recurrente y original demandante con el primer otorgante de la venta
sobre el inmueble descrito en el Ordinal Tercero objeto de la litis en
cuestión, con todos sus efectos legales y por las razones de hecho y
derecho antes expuestas y las que se substancien en el futuro con
medidas de instrucción y otros medios probatorios en el curso de la
instancia de apelación; Segunda solución.- Se ordene la erradicación de
la inscripción de los derechos registrales obtenidos como consecuencia
de los referidos actos de venta de fecha 22 y 31 de enero del año 2011,
en relación al certificado de título designado bajo matrícula inmobiliaria
No. 0100093343, restituyendo los derechos correspondientes a la
recurrente por causa de la co-propiedad, y cancelando cualquiera
certificado de título con matrícula inmobiliaria que haya sido ordenado a
la fecha a favor de los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y TERMA
DORALINA CARO DE PIÑA, o en su defecto, en un primer registro, de
los señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO
RAMÍREZ DE TEJADA; por las razones ut supra expuestas, ordenando
a estos a proveerse de las providencias legales más idóneas para la
recuperación del crédito otorgado usado como simulación para
perjudicar los derechos de la hoy reclamante recurrente.
 Tercero: Por efecto de la litis de derechos registrados incursa en el
presente recurso de apelación, previo a cualquier acto procesal y para
salvaguardar los derechos de la recurrente, sea mantenido el bloqueo
registrar sobre el inmueble objeto de esta demanda, a saber: “Solar 1-A,

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Manzana No. 841, del Distrito Catastral No. 01, contentivo de un solar de
200 metros cuadrados y sus mejoras, ubicado en la ciudad de Santo
Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, designado mediante matrícula
inmobiliaria No. 0100093343”; prescribiendo que el mismo tenga fuerza
ejecutoria hasta tanto sea conocida y decidida con autoridad de la cosa
irrevocablemente juzgada, la litis de derechos registrados de que se
trata.
 Cuarto: Sin perjuicio, de las restituciones de los derechos registrales que
han de ser reconocidos por la sentencia a intervenir en favor de la
señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS, hoy recurrente, CONDENAR a
los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y TERMA DORALINA CARO DE
PIÑA, por su actuación de mala fe, a una indemnización de CINCO
MILLONES DE PESOS CON 00/100 (RD$5, 000,000.00), por los daños
materiales y morales irrogados a la hoy recurrente.
 20 Quinto: CONDENAR de forma solidaria al pago de las costas civiles
del procedimiento a los señores JOSÉ MANUEL PIÑA, TERMA
DORALINA CARO DE PIÑA, RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA
SUERO RAMÍREZ DE TEJADA, así como al interviniente forzoso, el
señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO, en caso de cualquier de ellos
manifieste oposición a los términos de la demanda contenida en la
presente litis; ordenando su distracción a favor de los abogados
concluyentes por haberlas avanzado en su totalidad.

BAJO LAS AMPLIAS RESERVAS DE DERECHOS Y ACCIONES

Y, HARÉIS UNA SANA JUSTICIA, en la ciudad de Santo Domingo de Guzmán,


Distrito Nacional, Capital de la República Dominicana, a los veintiocho (28) días
del mes de Septiembre del año dos mil diecisiete (2017).

________________________ __________________________
Licda. Luisa De Los Santos. Licdo. Kelvin Bonilla.
ABOGADO APODERADO ABOGADO APODERADO

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CONCLUSIÓN

Es la acción mediante la cual se impugna una sentencia que el interesado


considera fue obtenida de manera fraudulenta durante el proceso de
saneamiento. Cuando una persona considera que ha habido fraude en un
proceso en la Jurisdicción Inmobiliaria, la Litis sobre derechos registrados es el
recurso que procede. La revisión por causa de fraude procede solamente
contra las sentencias dictadas durante el proceso de saneamiento. El Tribunal
Superior de Tierras correspondiente al Tribunal de Jurisdicción Original es el
tribunal competente para conocer la sentencia recurrida.

Toda persona que entienda fue privada de un derecho, mediante una sentencia
obtenida de manera fraudulenta puede interponer este recurso ante el Tribunal
Superior de Tierras territorialmente competente, en un plazo no mayor de un
(1) año después de expedido el Certificado de Título, también se puede
interponer el recurso a partir de la publicación de la sentencia.

Este recurso se conoce conforme al procedimiento previsto para la litis sobre


derechos registrados. Se deposita una instancia en la Secretaría de
despachos judiciales y éste debe ser notificado por la Secretaría al Abogado
del Estado, además, la instancia para conocer este recurso, debe notificarse
previamente por acto instrumentado por un ministerial de Jurisdicción
Inmobiliaria, a las personas contra las cuales se dirija el mismo, así como a
todo titular de algún derecho, carga o gravamen a que se refiere la sentencia
impugnada.

BIBLIOGRAFÍA

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lOMoARcPSD|6609863

http://www.monografias.com/trabajos83/debido-proceso-y-tutela-
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PARCELARIA Y EL DESLINDE
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REGLAMENTO GENERAL DE MENSURA Y CATASTRO.
REGLAMENTO GENERAL DE REGISTRO DE TÍTULOS

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