Dinamica 4
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CURSO :
ILÍCITOS TRIBUTARIOS
INTEGRANTES :
PERÚ
20/12/2020
Elemento objetivos y subjetivos del caso a analizar:
Elementos objetivos:
Con respecto al sujeto activo: se señala como autor directo del delito de contrabando
agravado bajo una modalidad específica el transporte de las mercancías en cuestión,
prevista en el artículo 2, literal d, de la Ley de Delitos Aduaneros, Ley número 28008,
concordada con las agravantes contempladas en el artículo 10, literales g y j, de la
misma ley a Esteban Gonzalo Arpasi Vilca; y como tercero civil Manchego
Chuquihuaccha. El sujeto pasivo; para el delito ya mencionado viene a ser el Estado a
través de las entidades encargadas que en este caso sería SUNAT, Administración
Aduanera, como ente rector.
Bien jurídico protegido: El bien jurídico penal que preserva el delito de contrabando es
de contenido sustancialmente económico que viene a ser la recaudación de tributos.
Siendo que, el Estado sanciona la conducta cuando ve desprovista su capacidad
recaudadora.
Elemento Subjetivo:
Dolo: respecto a ello, para el delito de contrabando no cabe la culpa, tratándose de un
delito doloso, cuyo fin es la de transportar mercancía de carácter ilícito. Para el
presente caso, el autor realizó un dolo directo, encontrándosele además de productos
comestibles de otras personas un total de 1496 zapatillas de diferentes marcas siendo
estas las marcas de: Adidas, CAT, Nike, entre otras, teniendo un valor de S/ 200,
747.22 soles, cubiertas con bolsas plásticas negras en el techo del contenedor del
vehículo, en el que, el conductor del vehículo no contaba con la documentación que
corroborase su procedencia y propiedad.
Consumación: En el presente delito de contrabando agravado la consumación se
realizará desde el mismo instante en el que la mercancía se encuentre en territorio
nacional, esto es, que bastará con que traspase los límites territoriales; por lo tanto,
cuando cualquier persona natural o representante de una persona jurídica ingresa
mercancías del extranjero, las extrae del territorio nacional eludiendo, sustrayendo o
burlando el control aduanero, u omitiendo su presentación para su verificación o
reconocimiento en las dependencias de la Administración Tributaria se habrá
configurado tal tipo penal.
Resumen del caso (Casación N.° 882-2018)
En el siguiente caso, tenemos como primer punto, en relación a la acusación realizada
por el fiscal, se imputa a Esteban Gonzalo Arpasi Vilca de haber conducido el camión
de propiedad del tercero civil Mariano Manchego Chuquihuaccha, el cual fue
intervenido por personal de Aduanas (fecha 22/03/13- Ica) resultado de la intervención
se encontró además de productos comestibles de otras personas un total de 1496
zapatillas de diferentes marcas (Adidas, CAT, Nike, entre otras) que están valorizadas
en $/ 77,809 dólares (S/ 200, 747.22 soles, las cuales estaban encubiertas con bolsas
plásticas negras en el techo del contenedor del vehículo, de la cual el conductor no
tenía la documentación que corroborase su procedencia y propiedad.
Es así que Esteban Gonzalo Arpasi Vilca fue condenado por el Juzgado Penal
Colegiado Supraprovincial-Zona Sur-Ica de la Corte Superior de Justicia de Ica
(decisión confirmada por la Primera Sala Penal de Apelaciones y Flagrancia de la
misma Corte) como autor de “delito de contrabando agravado en su modalidad de
transporte”, en menoscabo del Estado peruano. Así mismo, en relación al tercero civil
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Manchego Chuquihuaccha, se ordenó el pago solidario de la reparación civil, así como
el decomiso de su vehículo.
Lo que pretende el procesado a través del recurso de casación, es que se determine si
existió una falta de aplicación del art. 16 de la Ley de Delitos Aduaneros (Ley N°
28008) y el art. 6 de su Reglamento (Decreto Supremo N° 121-2003EF), vigentes al
instante de los hechos, concernientes a la valoración de mercancías extranjeras y
nacionales de procedencia ilegal, puesto que del análisis redunda en establecer si la
conducta imputada constituye delito o no.
Es así que, cuando se determina el tipo de base de contrabando se halla en la Ley N°
28008 en su art. 1 y se fija un monto mínimo de valor de mercancías para que sea
apreciada bajo un tipo de delito aduanero. De este modo, la norma vigente al momento
de los hechos viene a ser el Decreto Legislativo N° 1111 conforme a su modificación
en que se determina un límite que viene a ser superior a 4 UIT.
Bajo este supuesto, la conducta de quien “sustrae, elude o burla el control aduanero
ingresando mercancías del extranjero o las extrae del territorio nacional no las
presenta para su verificación o reconocimiento físico en las dependencias de la
Administración Aduanera o en los lugares habilitados para tal efecto” es así que solo
sería tipificado como delito de contrabando si dichos bienes superaban los S/ 14, 800
soles al día de lo acontecido, mientras que el valor de la UIT en el año 2013 fue de S/
3700 soles, esto es de conformidad con el Decreto Supremo N° 264-2012-EF
(publicado el 20/12/12).
En ese sentido, se imputó y condenó al casacionista Esteban Gonzalo Arpasi Vilca por
la comisión de una modalidad específica de contrabando; el transporte de las
mercancías en cuestión, prevista en el artículo 2, literal d, de la Ley de Delitos
Aduaneros, Ley número 28008, concordada con las agravantes contempladas en el
artículo 10, literales g y j, de la misma ley. Esto es, cuando se utilice un medio de
transporte acondicionado o modificado en su estructura con la finalidad de transportar
mercancías de procedencia ilegal y cuando el valor de las mercancías sea superior a
veinte Unidades Impositivas Tributarias.
Cabe resaltar que, para establecer la ilicitud de la conducta contemplada en la ley de
delitos aduaneros, como contrabando, es necesario realizar la valoración de la
mercancía que se ha incautado. Razón por el cual, se establece en el reglamento de la
ley de delitos aduaneros determinadas reglas para dicho procedimiento.
Tratándose del delito de contrabando de mercancía extranjera, respecto al caso en
mención, dichas reglas deben ser aplicadas bajo el artículo 6, inciso a, del reglamento
de la ley de delitos aduaneros.
Prosiguiendo con el caso en concreto, la valorización de la mercancía incautada,
zapatillas, se estableció mediante el Informe número 88-2013-SUNAT/3P0030, del
veintisiete de marzo de dos mil trece, el cual fue valorado por las sentencias para
calificar la conducta como contrabando agravado. La ley contempla que el único
legitimado para efectuar la valoración de la mercancía es la Administración Aduanera
y, en el caso, el referido informe fue elaborado por el oficial especializado de la Oficina
de Oficiales de Aduanas.
Asimismo, el Informe número 88-2013- SUNAT/3P0030 se precisó que, para estimar
del valor de la mercancía incautada, zapatillas, se consideró el valor de las mercancías
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similares que se ubicó en la internet para este tipo de mercancías y que se expenden
a través de esta vía dentro del territorio nacional.
En este sentido, cabe precisar que el Oficial especializado de Aduanas se valió de la
primera regla (contenida en el literal i), inciso a), artículo 16, del Reglamento) para
establecer la valoración de las mercancías, no tomando en cuenta las otras dos reglas
contenidas en los literales ii) y iii).
Es así, que en el referido literal i), indica que el valor será el precio más alto de una
mercancía idéntica o similar a la que es objeto de valoración, que este registrado en
diversas fuentes.
Así tenemos, que la enumeración de los medios redactado en la norma para obtener
información concerniente al valor de la mercancía no es del todo restrictiva, ya que se
trata de una lista abierta, por lo cual el uso de cualquiera de ellos es, claramente,
permitido; de manera que no resulto necesario acudir a los medios señalados en el
presente literal i), tal como así lo considero el Oficial especializado de Aduanas. De
modo que, este Colegiado Supremo consideró que la elaboración del Informe N° 88-
2013-SUNAT/3P0030 cumplió con los requisitos legales para efectuar la valorización,
contemplados en el artículo 16 de la Ley de Delitos Aduaneros y en el artículo 6 del
Reglamento.
Siendo así, se mantiene la validez de la estimación del valor total de la mercancía
materia del ilícito (zapatillas), que ascendió a USD 77 809, por lo que resulta evidente
que dicho monto supera las cuatro UIT e, incluso, las veinte UIT necesarias para
configurar la agravante imputada. En consecuencia, esta Corte Suprema verifico que,
en la sentencia de vista, no existió la falta de aplicación de normas penales o jurídicas
tal como lo señalo la defensa del acusado Esteban Gonzalo Arpasi Vilca.
En cuento a la pretensión del tercero civil Mariano Manchego Chuquihuaccha, se tiene
que del auto admisorio se verificaría si se habría respetado las normas establecidas
para afectar su patrimonio, referido a la reparación civil y el decomiso de bienes
provenientes del delito.
Ahora bien, respecto de ello se tiene como propietario del vehículo en el cual se
trasportaba la mercancía materia de contrabando al Sr. Manchego Chuquihuaccha,
ostentando la calidad de tercero civil, tal como así se desprende de la acusación fiscal
y de su dictamen de precisión.
Corresponde indicar que en primera instancia, al ser incorporado al proceso como
tercero civil tiene responsabilidad civil por las consecuencias del delito, conforme así lo
provee el art. 111, inc. 1 del C.P.P; lo que implica, que al imponerse una sentencia, el
pago de la reparación civil será solidario entre los responsables del hecho punible y los
terceros civiles obligados, como es en el presente caso, el encausado Esteban
Gonzalo Arpasi Vilca y Mariano Manchego Chuquihuaccha, respectivamente.
Se verifico que el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial-Zona Sur-Ica de la Corte
Superior de Justicia de Ica ordenó, en la sentencia de primera instancia, el decomiso
del vehículo camión, al verificarse que dicho vehículo “fue utilizado para camuflar la
mercadería incautada”; asimismo, cabe señalar que no fue cuestionado por el tercero
civil en el recurso de apelación, tampoco se desprende un cuestionamiento en
segunda instancia, por ende la Sala Superior no se pronunció específicamente en
dicho extremo.
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Siguiendo este lineamiento, la consideración que parte la presente Corte Suprema, en
relación al artículo 102 del Código Penal, respecto de la facultad del juez de resolver el
decomiso de los instrumentos con que se hubiere ejecutado el delito, aun cuando
estos pertenezcan a terceros, señalando además que prevé una excepción y es
cuando los terceros no hayan prestado su consentimiento para su utilización.
Verificándose entonces, que la unidad cuyo propiedad perteneciente al tercero civil,
fue debidamente acondicionada para ale transporte de mercancía materia de
contrabando, encontrándose considerables cantidades de zapatillas de distintas
marcas; claro está que el vehículo fue usado para camuflar dicha mercancía; y que se
resaltó además que la imputación se ceñía solo al transporte de las mercancías de un
punto a otro, mas no al acondicionamiento del vehículo que como señalamos
anteriormente era propiedad del tercero civil y no del encausado.
Y que el abogado defensor de Mariano Manchego, solicitó se le aplique la excepción,
para disponer el decomiso del vehículo, prevista en la parte final del primer párrafo del
artículo 102 de la precitada norma, sosteniendo que no ha prestado conocimiento para
que el vehículo de su propiedad, sea usada para productos de contrabando.
Finalmente, y en cuanto al sustento de la decisión de la presente Corte, ha declaro
infundada el recurso de casación, esto es en virtud de que la referida excepción que
plantea el abogado del casacionista, debe ser rechazado toda vez que de haberse
probado que el tercero civil consistió el uso de su vehículo para la realización de un
hecho delictivo, no sería tratado bajo esta figura procesal, sino como participe del
hecho.