No Hay Duda Sobre El Impacto Negativo Que Esta Situación Tiene y Tendrá en La Gran Mayoría de Organizaciones
No Hay Duda Sobre El Impacto Negativo Que Esta Situación Tiene y Tendrá en La Gran Mayoría de Organizaciones
No Hay Duda Sobre El Impacto Negativo Que Esta Situación Tiene y Tendrá en La Gran Mayoría de Organizaciones
organizaciones. Los autónomos y las PYMEs seguramente sufrirán este impacto de forma más
rápida y profunda. En cambio, las grandes empresas tendrán más oportunidades de mitigar el
daño gracias a la diversidad de recursos de los que disponen, pero para conseguirlo, es
imprescindible diseñar una estrategia con carácter urgente.
La metodología para planificar una estrategia para mitigar los efectos negativos del COVID-19 es
similar a la que utilizamos para crear cualquier otra estrategia. Es decir, habrá que definir los
objetivos (metas) que quieras conseguir apoyándolos en los proyectos (acciones e iniciativas) que
es necesario implementar para conseguirlos, además de los KPIs (indicadores) que estás tratando
de impactar positivamente.
En un momento en el que la mayoría de los países están luchando contra la pandemia, el papel
que desempeñan las empresas en este escenario es fundamental. Como actores clave de la
economía, la responsabilidad social de las compañías consiste en llevar a cabo una buena gestión
empresarial y, principalmente, garantizar la seguridad y la organización adecuada de todos sus
empleados.
Todas las compañías deberían contar con un “Equipo de Respuesta a Emergencias" que establezca
la estrategia y marque los objetivos del plan de emergencia, garantizando que se toman las
decisiones de la manera más rápida y acertada posible.
Este grupo también debería evaluar los puntos fuertes y débiles de la compañía y de sus
profesionales para ajustar procesos en momentos de crisis.
2. Evaluar los riesgos y establecer los mecanismos de respuesta de emergencia
Si una empresa no tiene un plan de este tipo, debe realizar una evaluación exhaustiva de todos los
riesgos de inmediato, analizando el capital humano de la compañía, las subcontrataciones, la
cadena de suministro, los clientes y el sector público (gobiernos).
Es necesario mantener una comunicación fluida tanto con los públicos internos como con los
externos, así como reforzar los servicios de atención al cliente. De esta forma evitaremos que se
produzca una opinión pública negativa.
Según una encuesta realizada recientemente por Deloitte, el 82% de las empresas afirma que la
flexibilidad en el trabajo es, en estos momentos, el medio más importante de gestión de los
profesionales.
Las empresas suelen contar con materias primas suficientes y diferentes canales de adquisición de
las mismas para no tener que detener la producción o reemprenderla en cuanto pase el periodo
de cuarentena.
En la gestión de los inventarios, las organizaciones deben tener en cuenta factores como el
bloqueo del consumo, el correspondiente aumento de los costes financieros y la presión sobre el
flujo de efectivo.
Al mismo tiempo, en las industrias con ciclos de producción prolongados, las organizaciones deben
prepararse con antelación para un repunte del consumo cuando la epidemia se haya calmado,
para evitar el riesgo de un inventario insuficiente.
6. Desarrollar soluciones para los riesgos de cumplimiento y mantenimiento de las relaciones con
los clientes que surgen de la incapacidad de reanudar la producción a corto plazo.
Las empresas deben identificar y evaluar los contratos cuya ejecución pueda verse afectada y
notificarlo con celeridad a los clientes, para mitigar las posibles pérdidas, así como evaluar si es
necesario firmar un nuevo contrato o cláusulas adicionales. Es importante generar y conservar
todas las evidencias documentales para utilizarlas en posibles demandas civiles.
Es necesario poder aplicar la responsabilidad social de las empresas desde las perspectivas del
medio ambiente, la sociedad, la economía y la estabilidad de los empleados, así como coordinar
las relaciones con la comunidad y las empresas de suministros. Se debe evaluar el posible impacto
y la duración de la epidemia, ajustar los planes y, a nivel de los accionistas o del consejo de
administración, comunicar las medidas propuestas y los resultados de las mismas.
Las empresas deben establecer mecanismos de gestión de los datos de los empleados y registrar al
personal interno y externo, a los proveedores y al resto de empleados con el que la organización
tenga contacto.
Aconsejamos a las empresas prestar especial atención al flujo de caja, para garantizar la seguridad
de los fondos, de acuerdo con el ritmo de los proveedores y los planes de trabajo de los
empleados.
Según la encuesta de Deloitte sobre Gestión de Riesgos Empresariales, el 76% de los responsables
de riesgos cree que su empresa podría responder eficazmente si mañana se produjera una
emergencia importante. Sin embargo, solo el 49% de las empresas ha elaborado manuales
pertinentes y realizado pruebas previas basadas en escenarios de emergencia. Además, solo el
32% de las empresas ha llevado a cabo ejercicios de simulación de emergencias para
La mayoría de las empresas están expuestas a sufrir diferentes tipos de crisis por riesgos
inesperados en cualquier momento. Por ello, es fundamental establecer o mejorar sus sistemas de
gestión de riesgos para poder identificarlos y elaborar un plan de mitigación.