Sentencia C-269-99
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I. ANTECEDENTES
(...)
CAPITULO III
(...)
De otra parte, la actora critica el uso indebido que las aseguradoras han
venido dando a “los incisos 2 y 3 del nuevo artículo 1068”, al expedir
pólizas con una leyenda que califica de “leonina”, en forma preimpresa
que anuncia de manera genérica, que el no pago oportuno de la prima da
lugar a la terminación automática del contrato. Agrega, entonces, que como
quedó redactada la norma atacada, se convierte en perdedor al asegurado,
independientemente de que haya efectuado el pago de la prima al tomador,
en el caso que éste a su vez incumpla. Por lo tanto, estima que lo correcto
habría sido establecer a partir de la expedición de la póliza, el término de
un mes para que el tomador cancele la prima y en caso de lo hacerlo, se dé
por terminado automáticamente el contrato; de lo contrario, considera que
se atenta contra la transparencia y buena fe de todo negocio jurídico, en
perjuicio de la comunidad.
IV. INTERVENCIONES
Según informe de la Secretaría General de la Corte Constitucional, del 4 de
noviembre de 1998, dentro de la oportunidad legal intervinieron en el
proceso los Ministerios de Justicia y del Derecho y de Desarrollo
Económico, así como la Federación de Aseguradores Colombianos,
FASECOLDA, los cuales defendieron la constitucionalidad de la
disposición enjuiciada, en los términos que se sintetizan en seguida.
2. Ministerio de Desarrollo.
1. Competencia.
2. La materia a examinar.
2 “por la cual se expiden normas en materia de intermediación financiera, se regula la actividad aseguradora,
se conceden unas facultades y se dictan otras disposiciones”.
3Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia No. 002 del 24 de enero de 1.994, M.P. Dr.
Carlos Esteban Jaramillo Schloss.
A su turno, la doctrina colombiana ha diseñado la siguiente noción para ese
tipo de contrato : 4
De las anteriores citas y de conformidad con los artículos 1083, 1137, 1054
y 1066 del Código de Comercio, los elementos del contrato de seguro son :
el interés asegurable, el riesgo asegurable, la prima o precio del seguro y la
obligación condicional del asegurador. Su importancia radica en que, si
falta alguno de ellos, el contrato no produce efecto alguno (C.Co., art. 5
1045).
4 Ossa G., J. Efrén. Teoría General del Seguro - El Contrato. Editorial Temis, Bogotá-Colombia 1.991, pág. 2.
5 Esta norma debe entenderse junto con el artículo 897 C.Co., según el cual “Cuando en este código se
exprese que un acto no produce efectos, se entenderá que es ineficaz de pleno derecho, sin necesidad de
declaración judicial.”.
6 OSSA G., J. Efrén. Teoría General del Seguro - El Contrato. Editorial Temis Bogotá-Colombia 1.991,
pág.73.
El tercer elemento, o sea la prima o el precio del contrato de seguro (C.Co.,
art. 1045), comprende la suma por la cual el asegurador acepta el traslado
de los riesgos para asumirlos e indemnizarlos en caso dado. En virtud de la
obligación condicional, el asegurador asume el riesgo contratado por el
tomador, mediante el pago de la prestación asegurada, sujeta la condición
de ocurrencia del siniestro, dentro del mes siguiente a la fecha en que el
asegurado o beneficiario acredite, aun extrajudicialmente, su derecho ante
el asegurador de acuerdo con el artículo 1077 (C.Co., art. 1080 ). Dicho 7
(C.Co., art. 1058), pagar la prima (C.Co., art. 1066) y conservar el estado
del riesgo y notificar sus cambios (C.Co., art. 1060).
En este caso, teniendo en cuenta que dicho pago debe efectuarse, salvo
disposición legal en contrario, en el término estipulado por las partes
contratantes y, en caso de silencio, a “más tardar dentro del mes siguiente
contado a partir de la fecha de la entrega de la póliza o, si fuere el caso, de
los certificados o anexos que se expidan con fundamento en ella” (C.Co.,
art. 1066 ), la no cancelación durante ese plazo, constituye la causa de la
11
Para armonizar tal proposición, se reformó el texto del artículo 1066 del
Código de Comercio, ” en el sentido de constituir legalmente en mora al
tomador que no haya cancelado la respectiva prima dentro del mes
siguiente a la fecha de su exigibilidad” , salvo disposición legal o
14
Todo acto de naturaleza jurídica entre los particulares y de éstos con las
autoridades públicas, así como la realización de cualquier clase de
obligación, deben estar sometidos a la primacía del principio de la buena
fe, el cual tiene reconocimiento constitucional en el artículo 83 de la Carta
Política de 1.991, principio que también puede predicarse de la misma
manera en las convenciones o contratos en general, entendidos éstos como
los acuerdos de voluntades encaminados a crear, modificar o extinguir
relaciones jurídicas, al permitir cumplir con el mandato, según el cual:
“todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes...”
(C.C., art. 1602) y, por lo tanto, “... obligan no sólo a lo que en ellos se
expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de
la obligación, o que por la ley pertenecen a ella.” (C.C., art. 1603).
cada una de las partes se obliga con respecto de la otra, a asumir una carga
patrimonial en el cumplimiento de la prestación a que se compromete y a
cambio recibir una ventaja a través de la contraprestación pactada a su
favor y en forma equivalente. 16
15 Messineo Francesco, Doctrina General del Contrato, Tomo I, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos
Aires, 1.952, pág. 411.
16 Idem opera, pág. 416.
17 Ospina Fernández Guillermo y Ospina Acosta Eduardo, Teoría General de los actos o negocios jurídicos,
Editorial Temis S.A. Bogotá-Colombia, 1987 Tercera Edición, pág. 62.
derecho del asegurador de exigir el pago de la prima devengada y de los
gastos causados por la expedición del contrato (C.Co., art. 1068).
“Dentro de los presupuestos técnicos del seguro, que son los llamados a
garantizar la estabilidad de la empresa aseguradora, figura la “ley de los
grandes números”, que enseña que “Mientras mayor sea el número de
exposiciones, más estrecha será la diferencia entre los resultados
efectivos y los esperados como probables con un número infinito de
exposiciones” (Launie J.J. Lee J. Finley y Baglini Norman A.,
Principles of Property and Liability Underwriting, Insurance Institute of
America, first edition, 1976, pág. 321, citados por J. Efrén Ossa G.,
Teoría General del Seguro - La Institución, Temis, Bogotá, 1988, pág.
36). Esto, para la gestión aseguradora, significa que mientras más
grande sea la cantidad de riesgos contractualmente asegurados en un
22 M.P., Dr. Jorge Arango Mejía.
ramo, más certeza tendrá el asegurador de que la siniestralidad se
acerque al nivel proyectado. Este principio básico, complementado con
el de la probabilidad estadística, explica por qué la empresa de seguros
se dedica a una operación razonablemente técnica y no a una serie
irresponsable de apuestas, sometidas al capricho del azar. Por esto se ha
dicho que “ (...) Del continuo registro que efectúa de determinados
hechos, la estadística deduce coeficientes tanto más exactos cuanto
mayor ha sido el número de las observaciones y más dilatado el
período de su examen. Con base en el pasado, la estadística puede
proyectar sus cálculos para el futuro. Y de ahí se desprende la
probabilidad estadística.” (J. Efrén Ossa G., ob. cit. Teoría General del
Seguro - La Institución, pág. 36).
VII. DECISION.
R E S U E LV E :
Fecha ut supra,