Cervical Gia

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GUÍA DE MANEJO PARA

CERVICALGIA

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1. OBJETIVO
Establecer los lineamientos necesarios por parte del fisioterapeuta, para selección de
alternativas clínicas de tratamiento y prevención con base en las necesidades
individuales del paciente.

2. ALCANCE
La siguiente guía aplica para todo paciente que presente sintomatología compatible con
una cervicalgia en los servicios asistenciales del E.S.E HOSPITAL FRONTERIZO LA
DORADA.

3. DEFINICIONES
La presencia de dolor en la región cervical, engloba un amplio abanico de alteraciones
que como causa o efecto, tienen su ubicación en la región posterior y posterolateral del
cuello, con o sin irradiación a las zonas y segmentos adyacentes. Esencialmente, son
dolencias de origen óseo, articular o muscular que afectan a la región perirraquídea,
siendo la etiología más frecuente los procesos degenerativos.

Las modalidades de tratamiento fisioterápico más utilizadas para el abordaje de la


cervicalgia mecánica son las siguientes: terapia manual, ejercicio, calor, frío, tracción
cervical, ultrasonidos, electroestimulación nerviosa transcutánea (TENS), otras formas
de electroterapia y fototerapia. Su efectividad ha sido estudiada en general a corto
plazo con resultados no concluyentes

4. RESPONSABLE
Profesional del área de Fisioterapia que preste el servicio de atención en el E.S.E
HOSPITAL FRONTERIZO LA DORADA el cual deberá adherirse a ésta guía para los
pacientes, en los apartes que les apliquen.
5. ESTRUCTURA DOCUMENTAL:

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La cervicalgia o síndrome doloroso cervical supone una compleja experiencia sensorial
y emocional desagradable asociada a una afectación tisular importante (Meseguer et
al., 2000). Si bien no existe una definición exacta y precisa de la cervicalgia, la mayoría
de los autores la definen como dolor en la región cervical (Travernier et al., 1996),
aunque en otras ocasiones se define como dolor localizado entre el occipucio y la
tercera vértebra dorsal (Côté et al., 1998).

Este dolor puede manifestarse aislado en la zona del raquis o puede acompañarse de
dolor irradiado o referido a otras zonas próximas como la cabeza y el miembro superior.
Existe una consistente evidencia sobre la coexistencia de la cervicalgia con otros
problemas de salud como otras afectaciones músculo-esqueléticas, dolores de cabeza,
una peor autopercepción de salud (Hogg-Johnson et al., 2008), y el vértigo
cervicogénico (Revel et al., 1994).

La cervicalgia constituye hoy día un problema de salud frecuente asociado a los hábitos
de vida que acompañan a los tiempos modernos. En la población adulta la prevalencia
de cervicalgia a lo largo de la vida oscila entre el 50% y el 70 y entre un 50% y un 85%
de aquellas personas que experimentan cervicalgia padecerán un nuevo episodio a lo
largo de los cinco años siguientes. Si el alivio del dolor es el único objetivo en el
abordaje de las cervicalgias, las alteraciones funcionales pueden persistir como
precursoras de futuras insuficiencias biomecánicas, y por tanto de recidivas y
cronificación.

 CLASIFICACION
Clasificación según las características anatomopatológicas subyacentes en la
cervicalgia

Una de las clasificaciones de las cervicalgias se basa en las características


anatomopatológicas subyacentes a la misma, considerándose que éstas pueden ser
consecutivas a una patología, a trastornos estáticos o funcionales, o bien a desórdenes

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psicosomáticos (Travernier et al., 1996; Engstrom & Bradford, 1998). De esta manera,
las situaciones que pueden dar lugar a cervicalgia son:

 Patología:
o Inflamatoria - Infecciosa
o Tumoral
o Traumática
o Otras
 Desórdenes mecánicos (cervicoartrosis, alteraciones discales…)
 Problemas psicosomáticos (verdadera ansiedad, traumatismo emocional,
depresión…)

Clasificación según la combinación de sintomatología y patología


El grupo de trabajo “Québec Task Force on Spinal Disorders” (Spitzer et al., 1987),
propuso entre otros, una clasificación de los trastornos vertebrales en 11 categorías,
basada en la historia del paciente, las exploraciones clínicas y la respuesta al
tratamiento

Según Meseguer et al. (2000), esta clasificación ha sido simplificada por diversas
entidades con el fin de facilitar su uso en:
 Dolor inespecífico de cuello
 Radiculopatía cervical
 Patología vertebral grave

Las cervicalgias mecánicas o trastornos cervicales mecánicos corresponden a las


categorías diagnósticas 1 y 2 (dolor de cuello con o sin irradiación a la extremidad
proximalmente) de la clasificación propuesta por el Québec Task Force on Spinal
Disorders. Estos trastornos incluyen la afectación de una o varias estructuras en el
cuello, como son las articulaciones uncovertebrales e interarticulares, los discos, los
huesos, el periostio, los músculos y ligamentos (Gross et al., 2001). Según Bronfort et

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al. (2010), la cervicalgia mecánica se define como el dolor en la región anatómica del
cuello para el que no es posible identificar una causa patológica específica.

Clasificación según la duración de los síntomas

El dolor cervical se ha clasificado también en función de las fases de la curación del


tejido blando lesionado: inflamación, reparación y remodelación (Meseguer et al., 2000).
De acuerdo con ello, tradicionalmente se ha clasificado el dolor cervical en:
 Dolor cervical agudo: cuando la limitación de la actividad debida a síntomas
cervicales o cervicobraquiales se presenta menos de 7 días.
 Dolor cervical subagudo: desde 7 días hasta 3 meses.
 Dolor cervical crónico: dolor que persiste más de 3 meses.

Según la Québec Task Force (Spitzer et al., 1987), esta clasificación basada en las
fases de curación del tejido blando tiene sentido para lesiones traumáticas, pero no
para los pacientes que sufren dolor inespecífico asociado a sobrecargas mecánicas
repetitivas. En estos casos la fase crónica comienza en fases más tempranas porque
no es esperable que después de las 7 semanas el tejido blando pueda recuperarse por
sí sólo. De esta manera, la Québec Task Force propone la siguiente clasificación de los
pacientes con cervicalgias mecánicas en función de la duración de los síntomas:

 Agudos: menos de 7 días


 Subagudos: entre 7 días y 7 semanas (49 días).
 Crónicos: por encima de 7 semanas (más de 49 días)

Clasificación basada en la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la


Discapacidad y de la Salud (CIF).

La Guía de práctica clínica (GPC) de la Asociación Americana de Fisioterapia (Childs et


al., 2008) propone la clasificación de las cervicalgias en las siguientes categorías según

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las manifestaciones encontradas en la exploración clínica, basándose en la clasificación
propuesta en la CIF (Organización Mundial de la Salud, 2001):
 Cervicalgia con déficit de movilidad (b7101 Movilidad de varias articulaciones)
 Cervicalgia con dolor de cabeza (28010 Dolor en cabeza y cuello)
 Cervicalgia con limitación en la coordinación del movimiento (b7601 Control de
los movimientos voluntarios complejos)
 Cervicalgia con dolor irradiado (b2804 Dolor irradiado en un segmento o región)

Nuevo modelo conceptual y de clasificación según el Neck Pain Task Force

El “Bone and Joint Decade 2000-2010 Neck Pain Task Force and Its Asociated
Disorders” (NPTF) establecido en el año 2000 con el objeto de informar y capacitar
sobre el manejo y abordaje de la cervicalgia, propone un nuevo modelo conceptual de
las cervicalgias centrado en las personas con dolor de cuello o que tienen riesgo de
padecerlo. El modelo describe la cervicalgia como una aparición episódica de dolor de
cuello durante toda la vida, con una recuperación variable entre los episodios; describe
además las opciones terapéuticas disponibles para hacer frente a la cervicalgia, los
factores que determinan estas opciones, y sus consecuencias, así como los impactos a
corto y largo plazo de la afectación (Haldeman et al., 2008).

 Cervicalgia Grado I: Sin signos o síntomas que sugieran una patología


estructural mayor y, sin o con menor interferencia en las actividades de la vida
diaria; debe responder ante una mínima intervención con control del dolor y
tranquilidad. No requiere intensos tratamientos. Es el caso más frecuente de las
cervicalgias.
 Cervicalgia Grado II: Sin signos o síntomas de una patología estructural mayor,
pero con mayores interferencias en las actividades de la vida diaria, requiere del
alivio del dolor, y de la intervención/activación temprana destinada a la
prevención de la discapacidad a largo plazo. Menos del 10% de la población
refiere haber tenido una experiencia de dolor cervical de esta severidad en el año
anterior.
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 Cervicalgia Grado III: Sin signos o síntomas de una patología estructural mayor,
pero con presencia de signos neurológicos como disminución de los reflejos
tendinosos profundos, debilidad y/o déficit sensorial; puede requerir
investigación, y ocasionalmente tratamientos más invasivos. Es muy poco
frecuente.
 Cervicalgia Grado IV: Con signos y síntomas de patología estructural mayor,
como fracturas, mielopatía, neoplasias o enfermedades sistémicas; requiere
investigaciones y tratamientos inmediatos. Ocurre en muy raras ocasiones.

 PREVALENCIA
La cervicalgia constituye hoy día un problema de salud bastante frecuente
asociado a los hábitos de vida que acompañan a los tiempos modernos (Aker et
al., 1996). La mayoría de las personas pueden esperar tener algún episodio de
cervicalgia en sus vidas que provoquen diferente grado de discapacidad. Entre
un 30% y un 50% de la población adulta refiere haber padecido algún tipo de
cervicalgia en el año anterior, así como un 20% al 40% de la población general
refiere haber tenido alguna cervicalgia en el mes anterior, y entre el 8% y el 15%
refiere dolor en el mes anterior que interfirió en sus actividades. Entre un 15% y
un 20% de las personas sin cervicalgia previa referirá un nuevo episodio en el
año siguiente. Estos datos son más elevados en la población trabajadora y en
algunos tipos de empleos (trabajo con ordenadores y personal sanitario)
(Guzman et al., 2008).

La prevalencia puntual de la cervicalgia en la población general oscila entre un


10% a un 15%, y su prevalencia a lo largo de la vida oscila entre el 50% y el 70%
(Aker et al. 1996; Meseguer et al., 2000), si bien esta varía de unos países a
otros (Vernon, 2007a). La prevalencia anual de cervicalgia oscila entre un 12,1%
y un 71,5% en la población general, y entre un 27,1% y un 47,8% en los
trabajadores. Por otro lado, las cervicalgias asociadas a discapacidad suponen
una prevalencia anual entre un 1,7% y un 11,5% de la población general.
(Haldeman et al., 2008).

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 CAUSAS
La pobreza o riqueza de signos objetivos distinguen el tipo de cervicalgias, pudiendo
ser incluso de origen psicosomático ansiógeno. La etiología más frecuente corresponde
a los procesos degenerativos. Por otra parte, las cervicalgias también pueden ser causa
directa de braquialgias o desencadenar neuralgias que se extienden a zonas vecinas,
recibiendo denominaciones como cérvicobraquialgia, síndrome de Barré-Liéou.

Principales causas
 Rectificación de la lordosis cervical
 Puntos gatillo
 Desalineamiento de la columna cervical
 Contractura muscular ( principalmente de trapecio fibras superiores)
 Procesos degenerativos

 MANEJO DE CERVICALGIA

 OBJETIVO
Proporcionar al paciente los medios necesarios para mejorar el dolor y la funcionalidad,
de manera que pueda desempeñarse adecuadamente en su medio laboral o cotidiano.

Lo primero que se debe realizar es una entrevista orientada a las dolencias y


disfunciones del paciente (evaluación del dolor), en segundo lugar, realizar una
exploración detallada teniendo en cuenta los siguientes aspectos.
 Inspección estática de la postura.
 Inspección dinámica de los movimientos.
 Exploración palpatoria.
 Pruebas de recorridos articulares.
 Pruebas de estabilidad articular.
 Pruebas de contracción muscular contra-resistencia

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 Pruebas de compromiso meníngeo-medular (Valsalva, tos y expectoración).
 Pruebas de detección de alteración sensitiva según dermatomas.
 Comprobación de los reflejos osteotendinosos.
 Pruebas de equilibrio.

Finalmente, valoración por pruebas de imagen (radiografías, RM y TAC) de los


segmentos supuestamente afectados por la alteración principalmente en caso de
alteraciones de la columna cervical y procesos degenerativos.

 TRATAMIENTO FISIOTERAPEUTICO

Existen muchos tratamientos disponibles para los pacientes con cervicalgia, estrategias
conservadoras como la medicación, los tratamientos manuales, y la educación de los
pacientes

Basándose en la evidencia, se recomienda la manipulación, movilización, presión


isquémica, ejercicios terapéuticos y domiciliarios, tracción, intervención educativa, láser
de baja potencia, masaje, TENS, almohadas, terapia electromagnética pulsátil o
ultrasonidos, en pacientes con cervicalgia crónica, tanto cuando la causa del dolor es
conocida o desconocida, para mejorar el dolor y la movilidad, mediante dosis y métodos
basados en la experiencia de los clínicos y en la situación específica de los pacientes.

TERAPIA MANUAL (TM) EN LAS CERVICALGIAS


La TM abarca todos los procedimientos en los que las manos se usan para movilizar,
ajustar, manipular, aplicar tracción, masajear, estimular o influir de alguna manera las
articulaciones y los tejidos musculoesqueléticos. Gross et al. (2002) señala cuatro
categorías principales de TM: la manipulación, la movilización, los masajes y las
terapias neuromusculares (Gross et al., 1996). Este mismo autor (Gross et al., 2002b)
plantea unos años después una ligera variación de esta clasificación, de manera que en
las técnicas de TM considera las manipulaciones, las movilizaciones pasivas, las
terapias de movilización neuromuscular, el masaje y las técnicas de tejidos blandos.
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Muchos profesionales incorporan el uso de la TM mediante la combinación de todos los
procedimientos (Gatterman, 1990)

La revisión realizada por Hurwitz et al. (1996) concluía que las manipulaciones, las
movilizaciones y la fisioterapia parecen ser más efectivas que los relajantes musculares
y que la atención médica general en el alivio del dolor a corto plazo en los pacientes
con cervicalgia subaguda o crónica, mientras que las manipulaciones probablemente
sean ligeramente más efectivas que las movilizaciones y la fisioterapia.

La Guia Practica de Cervicalgia en las cervicalgias de la American Physical Therapy


Association,s guidelines (Childs et al., 2008) recomienda, basandose en una fuerte
evidencia, la aplicación de manipulaciones o movilizaciones cervicales para recudir el
dolor de cuello. La manipulación y la movilización con ejercicios resulta ser más efectivo
para reducir el dolor y la discapacidad cervicales que la manipulación y la movilización
solas (Bronfort et al., 2010).

Técnica neuromuscular (TNM)


La aplicación de la TNM se realiza con dos objetivos: diagnóstico y terapéutico. En
primer lugar se aplican trazos transversales a las fibras musculares, con fines
diagnósticos en busca de zonas de máxima tensión. A posteriori se aplican trazos
longitudinales a las fibras de cada músculo con el objetivo terapéutico de estirar
localmente las zonas de máxima tensión previamente localizadas. Con este último
objetivo se utilizan los roces deslizantes con lubricación leve sobre las bandas
isquémicas y/o los PGM ó nódulos musculares.

En la aplicación de esta técnica hay que tener en cuenta una serie de consideraciones y
precauciones:

 Para el deslizamiento más eficaz sobre los tejidos, los dedos del fisioterapeuta
se separan levemente y “guían” a los pulgares, que son las verdaderas
herramientas terapéuticas.

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 Los dedos restantes soportan el peso de las manos y los brazos y alivian de
carga a los pulgares, de manera que la presión ejercida por el pulgar es
controlada con más facilidad y puede modificarse con las tensiones variables
encontradas en los tejidos.
 La muñeca debe permanecer estable de forma que las manos se muevan como
una unidad con un movimiento escaso o nulo a nivel de la muñeca o de las
articulaciones de los pulgares, para evitar irritación, inflamación y disfunción en
las articulaciones del terapeuta.
 El deslizamiento se realiza a una velocidad moderada, de unos 5 a 8 cms cada
4-5 s, con el objeto de percibir adecuadamente los tejidos, y poder realizar las
múltiples repeticiones que aumenten en grado significativo el riego sanguíneo y
normalización de las fibras y nódulos musculares disfuncionales.
 El grado de presión y velocidad de la técnica varían en relación a la tensión que
se vaya encontrando en las distintas zonas de la musculatura afecta. Es
necesario disminuir éstas en las zonas donde se localice mayor tensión o
dureza.
 Se realizan unos 6 a 8 pases sobre la misma zona, en ambos sentidos
longitudinales de las fibras musculares afectas (de origen a inserción y
viceversa).
 A fin de transmitir la presión y la fuerza directamente a su objetivo, el peso que
se aplica debe transmitirse en una línea lo más recta posible, por lo que no se
flexiona el brazo más que algunos grados a nivel del codo o de la muñeca.
 La altura de la camilla y el ángulo de acercamiento a las zonas afectas deben ser
las adecuadas, para economizar esfuerzo y lograr la comodidad necesaria para
la óptima aplicación de la técnica.
 Puede presentarse un malestar temporal que hay que vigilar y ajustar a fin de
evitar un tratamiento excesivo.

Estiramiento postisométrico
La técnica consiste en contraer isométricamente contra resistencia el músculo tenso y a
continuación fomentar su elongación durante una fase de relajación voluntaria
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completa. Siempre que sea posible se utiliza la gravedad para “alentar“ la liberación de
la tensión del músculo y ganar movilidad. Para que la relajación postisométrica sea
efectiva el paciente debe estar relajado, con el cuerpo bien apoyado en una posición de
estiramiento confortable de la musculatura afecta. Se alarga pasiva y suavemente el
músculo hasta el punto de tensión (hasta alcanzar la barrera o el punto de resistencia
inicial).

De esta manera la técnica de relajación postisométrica comienza solicitando al paciente


una contracción isométrica del músculo tenso situado en su longitud máxima indolora,
mientras el fisioterapeuta estabiliza el segmento corporal correspondiente para impedir
el acortamiento del músculo. La contracción debe ser ligera (10-25% de la contracción
voluntaria máxima). Después de mantener esta contracción durante 3-10 s, se pide al
paciente que descanse y que relaje el cuerpo completamente. Durante esta fase de
relajación, el fisioterapeuta conquista suavemente la distensión obtenida, notándose la
ganancia en la amplitud de movilidad. Debe procurarse mantener la longitud de
estiramiento del músculo y no permitir que vuelva a una posición más neutra durante
los siguientes ciclos de contracción isométrica y relajación. Se repite la secuencia hasta
3 ciclos.

ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA TRANSCUTÁNEA


Los efectos beneficiosos del TENS en el tratamiento del dolor se ha comprobado tanto
en procesos agudos como crónicos, incluso se ha defendido su uso en lugar de los
narcóticos. Se puede apuntar como una de sus ventajas la posibilidad de que el sujeto
pueda seguir el tratamiento en su propio domicilio, por su sencillez de manejo.

Se puede realizar electroestimulación analgésica colocando los electrodos en diferentes


ubicaciones: sobre la piel, subcutáneos, en astas posteriores de la médula, epidurales,
etc.

EJERCICIOS TERAPÉUTICOS

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En la revisión realizada por Sarig-Bahat (2003) se concluía que la evidencia significativa
hallada hasta ese momento permitía fundamentar la efectividad del ejercicio en las
cervicalgias mecánicas. Se sugería además, considerar el uso de ejercicios de
propiocepción o de fortalecimiento dinámica como métodos de ejercicio terapéutico de
elección, basado en una evidencia relativamente sólida.

En una revisión sistemática de alta calidad realizada por el “Cervical Overview Group”
sobre el ejercicio en los trastornos mecánicos cervicales (también incluía el whiplash y
alteraciones miofasciales), se concluyó que hay una moderada evidencia de la eficacia
de los ejercicios de estiramientos y de fortalecimiento en este tipo de trastornos, y una
fuerte evidencia de los beneficios de la combinación de ejercicios con manipulación o
movilizaciones en estos pacientes (Kay et al., 2007).

Para las cervicalgias no agudas, los ejercicios de estiramientos solos o combinados con
técnicas de manipulación vertebral obtuvieron mejores resultados en cuanto al dolor y la
discapacidad que las técnicas de manipulación solas, después de 1 y 2 años (Bronfort
et al., 2001; Evans et al., 2002).

PLAN CASERO
o Plan de recomendaciones y ejercicios como complemento del tratamiento para
realizar en casa.

6. BIBLIOGRAFIA

1. Universidad Industrual de Santander. Proceso Bienestar Estudiantil Subproceso


Atención en Salud. Guía de Fisioterapia para Manejo y Tratamiento de
Deficiencia del Desempeño Muscular. Versión 02 . Código: GBE.58

2. Belén Díaz Pulido. Departamento de Ciencias Sanitarias y Médico-Sociales


Programa de Doctorado de Ciencias Médico-Sociales y Documentación

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Científica. “Tesis Doctoral Efectividad de la Terapia Manual frente al TENS
(Estimulación Eléctrica Transcutánea del Nervio) en el Estado Funcional de los
Pacientes con Cervicalgia Mecánica”. Octubre 2011

7. CONTROL DE CAMBIOS

CONTROL DE CAMBIOS
ACTO
VERSIÓN MODIFICACION
ADMINISTRATIVO
01 Se elabora la guía por primera vez.

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