Bachillerato Canarias Comentario de Texto de La Casa de Bernarda Alba Federico Garcia Lorca
Bachillerato Canarias Comentario de Texto de La Casa de Bernarda Alba Federico Garcia Lorca
Bachillerato Canarias Comentario de Texto de La Casa de Bernarda Alba Federico Garcia Lorca
de texto de "La casa de Bernarda Alba Federico
García Lorca"
Análisis objetivo
1. Localización:
a. Externa:
i. Época:
Durante la década de los ‘30, España está sumida en una profunda
crísis política,
económica y social que tiene su origen en la Restauración. Tras la
dictadura de Primo de
Rivera y la Segunda República Española una parte de la clase militar
intenta un golpe de
Estado sin éxito y comienza un enfrentamiento fraticida entre el bando
republicano y
el bando sublevado.
ii. Autor:
El granadiense Federico García Lorca (18981936) fue poeta, dramaturgo y prosista es
pañol,
y el autor más influyente adscrito al movimiento de la Generación del
27. Perteneciente a
una familia acomodada fue motivado por su madre en su interés por la cultura desde
jóven.
Muere fusilado un mes después del golpe de Estado del 36, por sus
ideas políticas y su
declarada homosexualidad.
iii. Movimiento literario:
Se encuadra en el movimiento de la Generación del 27. G. Lorca estuvo
principalmente
influenciado por el Neopopularismo. El universo lorquiano se define por un sistemat
ismo en
el que la poesía, el drama y la prosa se alimentan de obsesiones —amor, deseo, este
rilidad
— y de claves estilísticas constantes. La variedad de formas y
tonalidades nunca atenta
contra esa unidad cuya cuestión central es la frustración.
iv. Obra:
Este fragmento es concretamente la última escena de La Casa de Bernarda Alba, obra
que
se terminó en 1936 meses antes del fusilamiento de su autor. Interpretada por prime
ra vez
en marzo del 41 y poco después su primera edición como obra suelta
por la
editorial Losada. Muchos han opinado que es la culminación de un largo proceso evol
utivo
del dramaturgo, desde el modernismo al vanguardismo.
a. Interna:
i. Tiempo:
Externo:
No se especifica. En base a cuando elabora Lorca la obra y que esta es en esencia
una crítica al atraso de los pueblos de la España de la época se
deduce que la
acción transcurre durante la primera mitad de siglo XX.
Interno:
El fragmento es la última escena de la obra (que dura un día), ya es de noche. La
duración exacta de la escena es aproximadamente paralela a la lectura.
ii. Espacio:
Externo:
La obra está ambientada en un pueblo español indeterminado. Aparte de
estar
directamente expuesto en el subtítulo “Drama de las mujeres de los
pueblos de
España” a lo largo de la obra se hacen variadas referencias a una típica casa con
un corral, muros gruesos, … que lo corroboran.
Interno:
El interior de una vivienda todo momento, descrita por sus muros
blancos y
gruesos. Concretamente en esta escena están en el patio interior de la
casa. Se
hace alusión al exterior brevemente cuando Bernarda sale con la escopeta
y
también al corral contiguo al espacio.
2. Plano del contenido:
b. Tema:
Drama de mujeres de los pueblos de España que como subtítulo de la obra describe la
temática de
la obra aunque dada su profundidad destacan otro subtemas como las
apariencias, el odio, la
envidia, la dominancia, la rebelión, la resignación… que se caracterizan
simbólicamente por medio
de los personajes (odio y envidia: Martirio; dominancia: Bernarda;
rebelión: Adela; …). En este
fragmento destaca por encima de todo la represión de la sexualidad y la libertad in
dividual puesta de
manifiesto por medio de Adela y culminando con su suicidio.
c. Argumento o resumen:
La obra comienza con el funeral del segundo marido de Bernarda, tras el cual se imp
one un riguroso
luto. La hija mayor (Angustias) heredera del dinero del primer marido
de Bernarda encuentra
pretendiente (Pepe) y produce la envidia de las otras. La lucha por este pretendien
te desembocará
en la situación de este fragmento en el que, cerrando la obra, Adela se enfrenta vi
olentamente a sus
hermanas y en especial a su madre que le incriminan haber roto el
luto al acostarse con Pepe.
Finalmente tras ser engañada a creer que Bernarda dispara a Pepe, Adela se suicida
trágicamente
ante la incrédula sorpresa de las mujeres.
d. Funciones y elementos del lenguaje:
Predomina el uso del lenguaje expresivo o emotivo por tratarse de una
discusión entre los
personajes que expresan sus deseos y sentimientos (lín. 1 ¡Qué pobreza la mía no po
der tener un
rayo entre los dedos!), con este ejemplo también se muestra el uso poético que del
lenguaje que se
hace puntualmente. El lenguaje referencial tiene también gran importancia
porque se mencionan y
se hace referencia a sucesos que dentro del contexto de la acción son reales (lín.
13 Ahí fuera está,
respirando como si fuera un león.). Dado que se trata de texto dialógico resulta ló
gico que se dé uso
a la función fática o de contacto cuando Bernarda grita el nombre de Adela o observ
a que la Poncia
exclama (lín. 33 ¡Adela! lín. 34 ¿Qué?). Por último y de voz de Bernarda principalm
ente (siendo ella
la dominadora durante toda la obra) aparece el uso apelativo o conativo
cuando ésta,
constantemente, da órdenes (lín. 1 Quietas, quietas. lín. 15 ¿Dónde está la escopet
a?).
La situación comunicativa puede apreciarse desde dos frentes, por un lado una comun
icación entre
Lorca, como autor, y el lector; o por otro la comunicación entre los mismos persona
jes de la obra.
En el primer caso el emisor es Lorca, que por medio del texto
dialógico nos transmite el mensaje
(denotativamente la historia de Bernarda y sus hijas, conotativamente una
crítica a la sociedad
española de la época). En otro contexto, interior a la obra, la comunicación (habla
) se produce entre
los personajes que se intercambian el papel de emisores y receptores contínuamente
y transmiten
el mensaje de sus intervenciones.
e. Estructura semántica o interna:
Este fragmento comienza in media res, ya que la introducción al
conflicto precede a la escena
(Adela y Martirio luchan), cuyo nudo es la discusión y el
enfrentamiento entre las mujeres y
desenlace la muerte de Adela.
La obra se divide en tres actos, siguiendo el esquema clásico de
planteamientonudodesenlace
cada una ambientada en un tiempo distinto, mañanatardenoche respectívamente. Dentro
de cada
uno de los actos se presenta de forma paralela la misma secuencia:
calma inicial, sucesión de
conflictos y violencia final. Este fragmento corresponde a la escena de violencia f
inal del tercer acto
en forma del disparo de la escopeta y el suicidio de Adela. La obra presenta ciclos
sucesivos y es
reseñable que empieza y concluye con una muerte, así Lorca describe la
situación estática y
sucesiva de la vida rural española a la que critica y califica de drama.
f. Acotaciones:
Son breves y concisas (lín. 3 Señalando a Adela. lín. 7 Adela arrebata
el bastón a su madre y lo
parte en dos.), cumplen la función de indicar a los intérpretes un
gesto preciso o una actitud
concreta y señalan el momento de entrada de personajes no presentes desde el comien
zo, también
(lín. 22) se dirigen a los técnicos de sonido y a los directores de escena a quiene
s se indica de la
existencia de puertas y espacios externos. La acotación de las lín. 1617 introduce
a única hija de
Bernarda que no tiene parlamento en la escena y que de otro modo
estaría ausente. Además
aparecen algunas didascalias internas como en las lín. 23, en las que
indica que el atuendo de
Adela (enaguas llenas de paja de trigo), lín. 45 en la que Bernarda dice ¡Descolgar
la! y que de otro
modo no se habría sabido con certeza el medio para el suicido de Adela (ahorcamient
o), …
Por lo general en el resto de la obra mucho más elaboradas y forman parte del texto
literario.
g. Personajes:
En esta última escena aparecen e intervienen todos los personajes
relevantes de la obra (salvo
Amelia que solo contempla), destacan Bernarda y Adela en la acción
dramática, las hermanas, la
Poncia y la criada.
Bernarda: Es una mujer dominante, impasiva, fría y recalcadamente retrógrada, se le
puede
definir como la dictadora o tirana dentro de la casa, además está
profundamente
preocupada por el “qué dirán” y lo demuestra en sus dos últimas intervenciones, en
las que
por encima de la preocupación de que su hija haya fallecido está el ocultar su peca
do. Su
personaje es arquetípico, es decir, su conducta es plana e invariable a lo largo de
la obra.
Su nombre representa masculinidad (de Bernardo) lo que es paradójico
pues es ella quien
se interpone entre sus hijas y los hombres. Bernarda se apoya sobre un
bastón que
simboliza un báculo de poder que utiliza para dar órdenes de forma autoritaria y si
n cabida a
argumentos. Lorca la fija como blanco de la mayoría de sus críticas usándola como s
ímbolo
del sistema y la sociedad españolas.
Adela: Es un personaje romántico por antonomasia, se opone y lucha
contra el régimen
establecido por Bernarda y encarna la tragedia que representa la obra.
En este fragmento
parte el bastón de Bernarda siendo así un único héroe que lucha con el deseo de tod
as las
mujeres de la casa contra la madre, omnipotente y opresora de la
voluntad de todas.
Muriendo voluntariamente en un acto suicida final, da razón a Mª Josefa
cuando
anteriormente en la obra ésta afirma que como única vía de escape de la autoridad e
stán la
locura o la muerte. Es el único personaje plenamente redondo de la obra.
Angustias: La más mayor de las hermanas, hija del primer marido de
Bernarda y heredera
de su dinero, está prometida a Pepe a pesar de conocer que él solo la quiere por su
dinero
(siendo la única de la familia con riquezas). Su propio nombre la
describe en un papel
arquetípico.
Martirio: Se resume en su actitud envidiosa hasta el punto de la
crueldad que demuestra
continuamente (lín. 48 Dichosa ella mil veces que lo pudo tener.) Es
arquetípica aunque
momentos antes de la escena demuestra un retazo de autoreflexión durante su lucha c
on
Adela.
Magdalena: La más inocente de las presentes no interviene de forma muy relevante, e
s la
que más quería al padre.
Pepe: Aunque no es un personaje de reparto su intervención desde el
exterior es muy
relevante en la obra. Es el hombre de deseo de Angustias, Adela y Martirio y es el
símbolo
de la sexualidad y la libertad. De él solo se sabe por medio de los
parlamentos de otras
figuras. Cuando Bernarda atenta contra su vida con la escopeta, logra
escapar en su jaca
(correr a caballo, otro símbolo de la libertad) lo que se interpreta
como la imposibilidad de
erradicar la sexualidad, él puede morir, pero no el deseo de las hermanas.
La casa: A la vez el espacio en que se desarrolla la obra y un personaje. Para Lorc
a es la
vez la seguridad (punto de vista de Bernarda) ante los oscuro y lo desconocido (pec
ado) y
por otro lado una prisión (punto de vista de Adela) que aisla a las mujeres del ext
erior, de la
realidad.
h. Acción(es):
Se presenta una fuerte lucha verbal entre Bernarda y Adela llegando
incluso hasta gestos de
violencia física (lín. 58 en las que Bernarda se dirige furiosa hacia Adela y ésta
arrebata el bastón a
su madre y lo parte en dos). Angustias y Martirio además también se
enfrentan a la hija menor.
Anteriormente Adela había estado pelando con Martirio porque ésta no le
permitía salir y así
despierta Bernarda. La consecuencia de esta lucha entre Bernarda y Adela
desemboca en el
suicidio de la hija al ser engañada a creer que Pepe fallece.
3. Plano de la expresión:
a. Forma de elocución:
Se trata de un texto de acción dialogal, presentado para su puesta en escena.
b. Estructura externa o formal:
i. Léxico empleado:
Lorca usa un léxico de los campos semántico de la agresión (lín. 1 rayo; lín. 15 es
copeta;
lín. 38 martillo; …) eminentemente por parte de Bernarda, del sexo
(lín. 45. virgen; lín.
46 doncella; …) y las tradiciones (lín. 32 endemoniada de la religión).
Los verbos son
predicativos en una escena cargada de acción, en presente del indicativo
y en imperativo
por parte de Bernarda. Hay un uso de verbos en presente del indicativo
con intención
imperativa en las acotaciones.
ii. Sintaxis empleada:
Predominan las oraciones simples tanto en los parlamentos como en las acotaciones,
esto
dota de un ritmo rápido. Hay varias construcciones de actos de habla
indirecto (lín. 3
4 ¡Mira esas enaguas (...)!; lín 49 Yo no quiero llantos) cuyas
intenciones son en algunos
caso de crítica o de transmitir un mensaje de forma políticamente
correcta y por parte de
Bernarda como órdenes (no lloréis).
iii. Métrica utilizada:
Ninguna ya que no hay ningún parlamento en verso.
iv. Recursos estilísticos, fonéticos y gramaticales:
No hay un uso abundante de recursos, destacan: la exclamación retórica
que hace
Bernarda (lín. 1 ¡Qué pobreza la mía no tener un rayo entre los dedos!) que es a la
vez un
apóstrofe; la comparación y animalización de la intervención de Adela
(lín. 13 Ahí fuera
está, respirando como un león.); la epanadiplósis empleada por Adela (lín. 25 ¡Pepe
! ¡Dios
mío! ¡Pepe!) que recalca que el sexo (que simboliza Pepe) es el
principio y la finalidad de
todo; ...
c. Género literario al que pertenece el texto:
Se trata de un texto dialógico dramático en el que la acción avanza
por medio de la confrontación
durante el diálogo entre los personajes, que se caracterizan de este
modo, cuyo objetivo es la
puesta en escena y que presenta acotaciones explícitas o implícitas destinadas a un
director.
Pertenece al subgénero del drama, tal como indica el subtítulo, por tratar con pers
onajes más reales
y próximos.
Análisis subjetivo
4. Conclusión:
De la misma manera que en la obra completa, este fragmento presenta de
modo muy representativo el
universo dicotómico que envuelve la Casa de Bernarda Alba, a saber: la opresión con
tra la libertad; la vida
contra la muerte; las normas y convenciones sociales contra los deseos
instintivos; … Las posturas
eclécticas quedan erradicadas y la posibilidad de diálogo como medio de resolución
de conflictos se esfuma;
ni una palabra discrepante de parte de las oprimidas dado que Bernarda impone el si
lencio como ya hiciera
desde su aparación al inicio de la obra, sellando así la tragedia con
su mutismo impuesto. La descripción
hiperbólica de su tiranía muestra a todas luces que a Lorca no le interesaba el rea
lismo en sí mismo, como
podría extraerse erróneamente de una lectura denotativa de la obra; por
el contrario, probablemente sus
intenciones eran otras: la manifestación de la tragedia de España como nación que s
e resiste al progreso y
vive anclada en los vestigios de un pasado caduco, vácuo, muerto.