Tratamiento Del Trastorno Del Travestismo

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Tratamiento del Trastorno del Travestismo

Antes de empezar a abarcar este aspecto, habría que rememorar un poco sobre lo

comentado en partes anteriores de la monografía. Una de esas cuestiones a abarcar es justamente

la visión del travestismo como un trastorno psicopatológico. Recordemos, pues, que para

determinar que algo se puede catalogar como una enfermedad psíquica es que se consideran

diversos aspectos como el moral, social, filogenético… estas divisiones referidas al aspecto

sexual terminan siendo muchas veces cuestionables por la carga subjetiva que se puede ver y por

lo acontecido en épocas anteriores debidas a aspectos como la religión, etc. Todo esto; entonces,

nos lleva a entender que lo patológico en la sexualidad tiene que alejarse del apartado valorativo

y mantener una ética tanto al identificar como al poder tratar a la persona con el malestar

específico (por la asignación del trabajo académico, nos referimos exclusivamente al trastorno

del travestismo).

Una buena forma de resumir lo referido superficialmente en el párrafo anterior sería con

lo expuesto por Álvarez (2011):

“La investigación en sexualidad ayuda a las sociedades a obtener mayor consciencia de sí

misma para su evolución integral y hacen más coherente su propia imagen; sirven de

apoyo a las acciones de quienes se preocupan por la salud, educación y bienestar de la

sociedad, de modo que ya no se actúe sobre bases falsas, sino a partir del conocimiento

de seres humanos provistos de una sexualidad: la llamada acción basada en evidencia

científica.”

A partir de la última revisión, entendemos que debemos rememorar queel travestismo en

sí mismo no constituye una problema psicológico si es que entendemos ese conjunto de criterios

que mencionamos en las primeras líneas de este título. Justamente una evolución de una mejor
puesta en términos de categorización lo tomamos de Álvarez (2011) que menciona que el

Instituo Mexicano de Sexología prefiere denominar como “Expresiones Comportamentales de la

Sexualidad” a muchos actos aberrantes, desviados o incluso propiamente parafílicos (incluido el

trastorno del travestismo) pues de esta forma de entender las cosas es que quitamos tanto el

sentido valorativo de lo que nos acontece como tema principal como las fallas éticas al abordar el

trastorno en sí.

Concretado una revisión y rememoración pequeña de lo abordado en títulos anteriores,

empezamos. Resulta de importancia el recalcar que este tipo de comportamientos referidos a usar

prendas de otro género se entiende actualmente como un estilo de vida que debe poder ser

aceptado por las personas que lo viven… entonces, manteniendo el sentido científico de lo

patológico es que entendemos que el abordaje debe ir dirigido tanto hacia una comprensión como

una aceptación de uno mismo y sus modos de conducirse por el mundo.

Velasco (2013) nos ilustra un poco lo que entiende él por el travestismo y lo difícil que

puede ser vivir teniendo las tendencias comportamentales que tiene uno y que la sociedad lo

reprima por aspectos como el machismo, etc. Es entonces que este autor propone 7 etapas en las

que abarca algunos contenidos del travestismo (quizá a un estilo parecido al que Ardila en el

2008 exponía). Lo que refiere netamente en cuanto al trastorno está ubicada en la segunda fase

que denomina justamente de la forma en la que era reconocida en el Word Health Organization

(2000) en el CIE 10: “Travestismo Fetichista”.

Intervención individual y familiar

Velasco (2013) menciona que en el momento en el que se da el descubrimiento del

trastorno (debemos recordar que este autor se refiere al travestismo como un conjunto de etapas)

es que hay muchas dudas, malestares por parte de la familia que lo llega a percibir y que se tiene
aún incluso esperanzas de la extinción total de esa conducta que puede tomarse aberrante por las

personas significativas de la persona implicada. Además menciona tal como lo refiere American

Psychiatric Association (2014) esas dos partes clave del trastorno como son: el inicio de las

manifestaciones de travestismo en la infancia y el mayor desarrollo en la pubertad (que es

cuando refiere que la familia se suele dar cuenta de ese tipo de conductas).

En virtud de lo que menciona como conceptos principales, Velasco (2013) afirma:

“Dado que tal erradicación es, hasta donde la literatura reporta, imposible, es necesario

ser honestos y trabajar apoyando terapéuticamente un proceso de desculpabilización y

aceptación personal y familiar de esta expresión, así como en la responsabilización del

joven y en el incremento de su capacidad de negociar los espacios en los que puede llevar

a cabo su afición, sin riesgo para él y sin buscar acarrear consecuencias negativas para

sus parejas, aunque haciéndose cargo de las dificultades que ellas pueden tener para

aceptar esta faceta de ellos y la necesidad de que se plantee honestamente desde el

principio.”

Justamente lo comentado anteriormente nos vuelve al sentido ético de la intervención del

trastorno del travestismo. Pero esta una de las circunstancias en las que se da el descubrimiento y

la forma en la que esta se maneja en el proceso psicoterapeútica, pues podemos añadir algunas

otras como las que señala Brown (2009):

“Solo una pequeña parte de la población con este trastorno busca atención médica.

Quienes buscan ayuda pueden hacerlo a causa de problemas con su cónyuge o de la

preocupación sobre cómo el travestismo está afectando su vida social y laboral. O puede

que reciban tratamiento por orden judicial. Algunos buscan atención médica para tratar

otros problemas, como el abuso de sustancias o la depresión.”


En todo caso, la terapia individual debe seguir apuntando a lo mencionado por Velasco

(2013) tanto en su sentido ético como en su sentido procedimental de aceptación. Según este

autor menciona estas etapas (aunque también es importante señalar que estas no son lineales

según lo expuesto por él mismo y se pueden ver interrumpidas en cualquier punto de la carrera):

1. Transexualismo infantil: no búsqueda de excitación sexual, solo gusto por vestirse

diferente a lo que se espera.

2. Travestismo Fetichista: placer y gratificación al travestirse.

3. Fetichismo de mujer completa: no solo uso de prendas, sino vestirse completamente.

4. La resignación y necesidad de autoaceptación: no hay control voluntario, por lo que

sigue la autoaceptación.

5. Revelación e integración: aceptación de familiares.

6. Travestismo a tiempo completo: estar travestidos tod el día sería más satisfactorio

para ellos.

7. Transexualismo Secundario: dejar el travestismo de forma espontánea o paso a etapa

de transexuales preoperados.

Todos estos estadíos nos pueden ayudar a dilucidar en la etapa en la que está la persona

en su camino de aceptación y solo debemos de aplicar psicoterapia en el momento que se

consideren los criterios encontrados en el DSM V [ CITATION Ame14 \l 10250 ]

Velasco (2013) nos indica la forma de aceptación a la condición de vida que tiene (en

este sentido, no toma tanto el sentido patológico que nos concierne como tópico, pero nos aporta

en el sentido de liberación de la persona más allá de que sea algo patológico o no):

a) Rapport adecuado: usar por ejemplo el enfoque centrado en la persona.


b) Integración del travestismo como parte de sí: hablar sobre la homofobia que están en

sus sentimientos, realizar psicoeducación (diferencias con la homosexualidad,

transexualidad…) y pedirle que comente su experiencia. La pérdida de vergüenza no

es una imposición, más bien es resultado del proceso.

c) “Continuum de la conciencia” o “focusing”: se exploran temas básicos mediante

preguntas como: ¿cómo me siento realmente ante el travestismo? y segundo ¿qué

deseo hacer ante él?

Carrera (1974, citado por Velasco, 2013) menciona que doctores como Pomeroy y

Schaefer apoyaban a que los travestis ejercieran su afición y según lo expuesto por estos últimos

es que estos dejarían de lado la compulsión de los actos (con la correspondiente patologización

de esto) y se hicieran más manejables.

La Word Health Organization (2000) en el DSM IV, menciona que el trastorno del

travestismo tiene como comorbilidades a otras parafilias por lo que puede ser diagnosticado con

varias de ellas… además que en la porción de texto que hace referencia al diagnóstico

diferencial, menciona que podría darse el caso de que se presente a la par de la disforia de

género, ppor lo que tendría que diagnosticarse ambas de igual manera aunque teniendo en cuenta

que esto no siempre se cumple. Tanto en comorbilidades como la propia disforia de género, se

entiende que si se presente en conjunto con el trastorno específico para el trabajo, estas deben ser

tratadas a la par.

Intervención grupal

Velasco (2013) menciona que esta forma de intervención para la aceptación del

travestismo (menciona un caso específico de una organización denominado “Crisálida”) solo

accden quienes aún les pesa aceptar su travestismo, por lo que estar rodeado de personas que han
vivido situaciones parecidas y comparten la “expresión comportamental de la sexualidad” es que

pueden ayudar a ese proceso de aceptación. Esto derivaría en una pérdida de tensión al

travestirse y también la propia compulsión por hacerlo.

Velasco (2013) menciona como última porción de su trabajo que el grupo “Crisálida”

ayuda a las personas tanto en su mejoramiento de la imagen femenina mediante técnicas teatrales

del personaje creado como primer lugar. Y en segudno, se menciona que se realiza como un

taller de desarrollo humano, en que se fomentan habilidades de empatía, respeto, asertividad,

comunicación y otras, que les refuerzan la autoestima.

Referencias

Álvarez, G. (2011). Sexoterapia Integral. México, D.F.: Editorial El Manual Moderno, S.A. de

C.V.

American Psychiatric Association. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos

mentales DSM-5. Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Ardila, R. (2008). Homosexualidad y Psicología. México D.F.: Editorial El Manual Moderno S.

A. de C. V.

Brown, G. R. (s.f. de Agosto de 2009). Manual MSD. Obtenido de Manual MSD:

https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-de-la-salud-mental/sexualidad-y-

trastornos-sexuales/travestismo

Velasco, V. (4 de Junio de 2013). Gestaltnet. Revista Figura-Fondo. Obtenido de Gestaltnet.

Word Health Organization. (2000). Guía de bolsillo de la clasificación CIE-10 : clasificación de

los trastornos mentales y del comportamiento. Madrid: Editorial Médica Panamericana.

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