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Psicologia Humanista Informe de Exposicion

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior


Universidad Bicentenaria de Aragua
Escuela de Psicología
San Joaquín de Turmero, Edo. Aragua

Psic
ología
Human Integrantes:
Bolívar, Arantxa C.I 20.988.124

ista Fuenmayor, Roxana C.I 23.801.369


Goncalves, Karla C.I 24.818.186
Hernández, María Luisa C.I 20.988.761
Mendoza, Iran C.I 23.423.673

Junio, 2015
Introducción

Muchos son los caminos que se han construido en torno al estudio


psicológico del hombre y cada uno de ellos ha surgido en un contexto específico,
respondiendo a sus problemáticas y necesidades. Pero esto no ha sido un
desarrollo lineal ni acumulativo; por el contrario, está constituido por
contraposiciones, similitudes, retornos, refutaciones y respaldos, todo respecto a
métodos, teorías, planteamientos, técnicas y demás aspectos de la disciplina
psicológica.

La psicología humanista es una de las ramas más modernas de la


psicología que prioriza la salud integral, la calidad de vida y los atributos positivos
inherentes al ser humano.

Es considerada como la tercera ola o la tercera fuerza de la psicología,


contemplando las perspectivas cognitivo-conductual y psicoanalítica como las dos
fuerzas predominantes anteriores a la humanista. Se crea más o menos a
mediados del siglo XX, a través de las propuestas y el trabajo de muchos
representantes. Surge como una necesidad social de integrar en la disciplina
psicológica las necesidades reivindicativas de la época que se manifestaban en
los movimientos contraculturales propios de los años 60.

A pesar de que son muchas las influencias psicológicas y filosóficas que


alimentan la psicología humanista, podríamos considerar como padres de ésta a
Abraham Maslow y a Carl Rogers.
Psicología Humanista

Se denomina psicología humanista a una corriente dentro de la psicología,


que nace como parte de un movimiento cultural más general surgido en Estados
Unidos en la década de los sesenta del siglo XX y que involucra planteamientos
en ámbitos como la política, las artes y el movimiento social denominado
Contracultura.

La psicología humanista es una escuela que pone de relieve la experiencia


no verbal y los estados alterados de conciencia como medio de realizar nuestro
pleno potencial humano.

Surgió como reacción al conductismo y al psicoanálisis, dos teorías con


planteamientos opuestos en muchos sentidos pero que predominaban en ese
momento. Pretende la consideración global de la persona y la acentuación en sus
aspectos existenciales (la libertad, el conocimiento, la responsabilidad, la
historicidad), criticando a una psicología que, hasta entonces, se había inscrito
exclusivamente como una ciencia natural, intentando reducir al ser humano a
variables cuantificables, o que, en el caso del psicoanálisis, se había centrado en
los aspectos negativos y patológicos de las personas.

Por esto, uno de los teóricos humanistas más importantes de la época,


Abraham Maslow denominó a este movimiento La Tercera Fuerza para mostrar lo
que se proponía con esta corriente: integrar las formas (aparentemente opuestas)
en que se expresaba el que hacer psicológico de la época (conductismo y
psicoanálisis).

El pensamiento que influyó en el surgimiento de esta corriente es muy


amplio y podría resumirse como el que generaron todos aquellos que se han
resistido a reducir la psicología y el estudio de los seres humanos a una mera
ciencia natural. Sin embargo, se pueden sistematizar sus influencias en varios
grupos principales:
• En cuanto a la crítica al mecanicismo y reduccionismo de la psicología en
tanto ciencia natural, y su propuesta de poner énfasis en la intencionalidad del ser
humano, como individuo total, se puede citar a Franz Brentano y su concepto de
intencionalidad, a Oswald Külpe con su antielementarismo, a Wilhelm Dilthey y a
William James con su estudio sobre la conciencia y la introspección.

• En el aporte de figuras disidentes de la ortodoxia freudiana se pueden


contar como influencias a Erich Fromm con su foco en la búsqueda existencial de
los seres humanos, a Karen Horney, a Erik Erikson con su concepción
sociocultural del desarrollo humano, a Fritz Perls y el desarrollo de la Terapia
Gestalt, a Carl Gustav Jung con su estudio de la espiritualidad humana y su lucha
por autodesarrollarse, a Alfred Adler, a Wilhelm Reich con su reivindicación del
cuerpo en la psicoterapia, a Eric Berne con su contribución sobre los juegos
psicológicos y el guión psicológico, y a Viktor Frankl, con la creación de la
Logoterapia y la búsqueda del sentido de la existencia que ésta propone.

• Las teorías de la personalidad que emergieron en esos momentos y que


intentaron mostrar al ser humano más en función de sus motivaciones y
necesidades que en función de sus patologías o determinaciones, como las de
Gordon Allport y Henry Murray.

• El trabajo de la psicología fenomenológica existencial, de autores como


Karl Jaspers, Medard Boss y Ludwig Binswanger en Europa y Rollo May en
Estados Unidos.

Planteamientos fundamentales

Dentro de esta corriente los enfoques teóricos y terapéuticos son tan


diversos que no es posible plantear un modelo teórico único. Lo que sí se puede
extrapolar de estas diversas teorías y enfoques es una serie de principios y
énfasis (Kalawski, citado por Bagladi):

1. Énfasis en lo único y personal de la naturaleza humana: el ser humano


es considerado único e irrepetible. Tenemos la tarea de desarrollar eso único y
especial que somos, así, ámbitos como el juego y la creatividad son considerados
fundamentales.

2. Confianza en la naturaleza y búsqueda de lo natural: el ser humano es de


naturaleza intrínsecamente buena y con tendencia innata a la autorrealización. La
naturaleza, de la que este ser humano forma parte, expresa una sabiduría mayor.
Por lo tanto, como seres humanos debemos confiar en la forma en que las cosas
ocurren, evitando controlarnos o controlar nuestro entorno.

3. Concepto de conciencia ampliado: la conciencia que tenemos de


nosotros mismos y la forma en que nos identificamos con nuestro yo o ego, es uno
de los varios estados y niveles de conciencia a los que podemos llegar, pero no es
el único.

4. Trascendencia del Ego y direccionamiento hacia la Totalidad que somos:


la tendencia en el curso de nuestra autorrealización es ir alcanzando cada vez
niveles de conciencia más evolucionados, que se caracterizan por ser cada vez
más integradores (de partes de nosotros mismos y de nuestra relación con el
resto, y con la totalidad. Véase también Psicología transpersonal).

5. Superación de la escisión mente/cuerpo: la psicología humanista parte


desde un reconocimiento del cuerpo como una fuente válida de mensajes acerca
de lo que somos, hacemos y sentimos, así como medio de expresión de nuestras
intenciones y pensamientos. Funcionamos como un organismo total, en que mente
y cuerpo son distinciones hechas sólo para facilitar la comprensión teórica.

6. Reequilibrio entre polaridades y revalorización de lo emocional: la cultura


occidental ha tendido a valorar lo racional sobre lo emocional, la acción frente a la
contemplación, etc. Esto produce un desequilibrio en nuestro organismo, ya que
desconoce aspectos valiosos de nosotros mismos o los subestima, relegándolos al
control de otros. El cultivo de lo emocional, lo intuitivo, lo contemplativo, por parte
de la psicología humanista, es un intento por restablecer ese equilibrio.
7. Valoración de una comunicación que implique el reconocimiento del otro
en cuanto tal: dejar de reconocer a los demás como objetos, o medios para
alcanzar nuestros propósitos personales, es uno de los énfasis principales de esta
corriente. Esta forma restringida de relacionarse con los demás se transforma en
una barrera comunicacional entre los seres humanos, ya que nos concentramos
en sólo una parte del otro (la que nos es útil, por ejemplo), y dejamos de verlo
como un ser total, impidiendo una comunicación plena.

Antecedentes

Podría decirse que un hecho trascendente en el surgimiento del movimiento


humanista, fue cuando Maslow (1991, 1994) se convenció de que la investigación
y la teoría de su tiempo se focalizaban excesivamente en sujetos que asistían al
psicólogo por razones patológicas. La imagen de la naturaleza humana, trazada
por los estudios de estos pacientes, era pesimista y distorsionada. Maslow,
intentando remediar esta situación, comenzó a estudiar lo que él consideraba un
ejemplo de persona sana, denominándolas personas autorrealizadas, dado que
tienen una alta necesidad de realizar un trabajo importante, responsable, creativo,
honrado y justo. Personas con madurez, capaces de encarar disgustos,
frustraciones, incomodidades y derrotas, sin quejas ni abatimiento. Personas
capaces de vivir en paz con lo que es imposible de cambiar. Es a partir de ello que
consolida una de sus principales aportaciones en el mundo de la psicología: “La
teoría de la motivación humana”, donde propone que la naturaleza humana es un
continuum logro de necesidades internas, iniciándose con necesidades fisiológicas
básicas y progresando hasta las meta-necesidades, como las que están presenten
en la gente autorrealizada. Estas personas han satisfecho las necesidades
inferiores y buscan alcanzar las superiores, con lo que son capaces de llegar a ser
todo lo que potencialmente sería posible. A mediados de los años 40’s, la
psicología humanista surgió como respuesta al descontento de lo que proponían
las corrientes teóricas de mayor predominancia en ese momento: el Psicoanálisis
(1ª. Fuerza), una “psicología de profundidades” a partir de los estudios del
inconsciente, que tenía una visión de la naturaleza humana como patológica,
mientras que el Behaviorismo (2ª. Fuerza), tuvo su base en el concepto de la
psicología como una ciencia exacta, en el observar, medir y controlar conductas;
planteando una naturaleza “mecanicista” del Ser Humano

(Engler, 1999) Maslow, insatisfecho con el dominio de la primera y segunda.


fuerzas en la psicología, convoca a todos aquellos psicólogos que estuvieran en
desacuerdo con tales propuestas teóricas, y es en el verano de 1963 cuando se
da el Primer Encuentro y Fundación de la Association for Humanistic Psychology
(AHP); sin embargo, el acontecimiento que se considera como el momento de la
constitución de la Psicología Humanista, como Tercera Fuerza de la Psicología, es
la Conferencia de Saybrook en Noviembre de 1964 a la cual asisten Allport y
Rogers, pronunciando públicamente su apoyo a la psicología humanista, además
aestarían presentes Abraham Maslow, Rollo May, James Bugental, Charlotte
Buhler, George Kelly, Gardner Murphy, Henry Murray, entre otros importantes
personajes de la época (Castanedo, 2002). La Tercera Fuerza surgió dando
énfasis a áreas que habían sido descuidadas por las corrientes anteriores como
son los factores existenciales humanistas. Especialmente se consideró que las
dos primeras fuerzas se limitaban a estudios de psicopatología (las obras
completas de Freud contienen más de 400 referencias sobre neurosis y ninguna
sobre salud); generalizando de sistemas simples a sistemas más complejos;
ignorando áreas relevantes al estudio global del ser humano (Castanedo, 2002).

Al inicio la AHP lo constituyó un grupo de protesta contra el behaviorismo y


el psicoanálisis, defendiendo simplemente la introducción de los valores
humanistas en los principios de la psicología. Sin embargo, la membresía creció
de 100 miembros en 1963 a 500 en 1966 y se elaboraron políticas más precisas
dirigidas a métodos de la psicología humanista. Es así como Charlotte Buhler,
elegida presidente en 1965, retoma el reto de confrontar la gran confusión que
existía en aquellos tiempos, relacionada con los métodos objetivos de la psicología
humanista. Cuatro años más tarde, la Asociación no era más un grupo de protesta
sino una “tercera fuerza” de la psicología, firmemente establecida, con una
identidad propia. (Castanedo, 2002). La propuesta de la Tercera Fuerza ha sido,
desde entonces, abarcar las relaciones y posibilidades del hombre, captar la
totalidad de las potencialidades positivas del ser humano y la plena realización de
las mismas. Otorga prioridad a la experiencia humana, a los valores, propósitos y
significados, mientras promueve el crecimiento personal y el cambio. A esta nueva
propuesta se le identificaron tres enfoques distintos: Teorías del Yo,
Existencialismo y Fenomenología. El Self se convirtió en un agente activo
implicado en resolver conflictos existenciales con el fin de sobrevivir y crecer
óptimamente.

Principales Representantes de la Psicología Humanista

Sus principales representantes son: William James, Gordon Allport,


Abraham Maslow, Carl Rogers, Ludwig Bingswanger, Medar Boss, Rollo May,
Victor Frankl, Eric Fromm, Ronald Laing. (Carpintero, Mayor y Zalbidea, 1990).

 Ludwig Bingswanger

Discípulo de Husserl y muy influido por Heidegger. Utilizó las categorías


heideggerianas en la terapia, tratando de abarcar con ello al hombre en su
totalidad, y no sólo a algunas de sus dimensiones. La comprensión y descripción
del mundo del paciente son sus objetivos principales: para ello propondrá un
encuentro interpersonal libre de prejuicios entre el terapeuta y el paciente.

Criticó a Freud por su énfasis en la visión biologista y mecanicista del ser


humano:

 Su tratamiento del hombre como ser social fue insuficiente.


 Tampoco comprendió adecuadamente al yo en relación
consigo mismo.
 Ni las actividades humanas en las que el hombre trasciende el
ambiente (como el amor o la creatividad).

Para Bingswanger el punto de partida para comprender la personalidad es


la tendencia humana a percibir significados en los sucesos y, por ello, ser capaz
de trascender las situaciones concretas. Su énfasis en la importancia de la
descripción ha dado lugar a que una de sus principales aportaciones sean las
descripciones de los “mundos” de los esquizofrénicos y de las “formas frustradas”
de existir.

En cuanto al análisis de las diferencias individuales, se entiende que estas


van desde el ser auténtico (verse capaz de influir en la propia vida a través de las
decisiones y elegir el futuro en pensamiento y acción) al conformismo
(considerarse indefenso ante las fuerzas externas, ser pasivo, elegir el pasado
cuando deciden algo). En esta línea, la psicopatología existencial muestra
especial interés por los estados que incluyen la falta de significado. Medard Boss,
uno de los continuadores de Bingswanger y pioneros de la terapia existencial
describió diferentes contenidos y niveles de eficacia en las construcciones sobre el
sí mismo y el mundo.

 Rollo May

Es uno de los más importantes representantes del humanismo


norteamericano. Critica el reduccionismo del psicoanálisis freudiano en su
tratamiento del hombre, pero no quiere desechar la obra de Freud. Humanista no
dogmático:

 Impulsa la visión humanista de la psicoterapia pero critica la


exclusión de los elementos negativos de la naturaleza humana que
postulan algunos autores humanistas.
 Defendió activamente el derecho de los psicólogos a trabajar
como psicoterapeutas frente a los intentos de las asociaciones médicas de
considerar la psicoterapia como una especialidad médica, pero denunció la
evitación de la confrontación con los dilemas del hombre que la psicología
ha realizado en su camino hacia la aceptación social.

Concepto central en la psicología de May

El dilema del hombre Se origina en la capacidad de éste para sentirse


como sujeto y como objeto al mismo tiempo. Ambos modos de experimentase a sí
mismo son necesarios para la ciencia de la psicología, para la psicoterapia y para
alcanzar una vida gratificante. El psicoterapeuta alterna y complementa la visión
del paciente como objeto, cuando piensa en pautas y principios generales de la
conducta, y como sujeto, cuando siente empatía hacia su sufrimiento y ve el
mundo a través de sus ojos. Rechaza las dos alternativas de la consideración del
ser humano como “puramente libre” o “puramente determinado”, argumentando
que ambas suponen negarse a aceptar el dilema del hombre. Introdujo como
fundamentales en el contexto de la terapia las experiencias existenciales de la
ansiedad, el amor y el poder.

Algunas características que propone para la terapia existencial:

Objetivo de la terapia existencial: aumentar la conciencia del cliente


respecto de su propia existencia y, así, ayudar a que experimente su existencia
como real.

 La técnica debe estar subordinada y seguir al conocer. Debe


ser flexible y ajustarse a las necesidades de cada cliente.
 El terapeuta y el cliente son dos personas en una auténtica
relación. El terapeuta no interpreta los hechos sino que los pone de
manifiesto en su relación con el cliente.
 Los dinamismos psicológicos no son considerados comunes a
la especie humana; se pone el énfasis en la significación particular de las
dinámicas del cliente que se derivan del contexto de su vida. El terapeuta
no siempre sabe qué es o qué motiva al cliente, y su actitud, más que
aplicar una teoría, consiste en escucharle con atención y respeto.
 El terapeuta procura analizar todas las formas de
comportamiento, tanto de él mismo como del cliente, que impiden el
encuentro real entre ambos.
 Da mucha importancia al compromiso, que es el verdadero
modo de estar vivo.
 Abraham Maslow

Fue un psicólogo estadounidense, una de las figuras más conocidas de la


psicología humanista, comparte con otros psicólogos humanistas la propuesta de
un sistema holístico abierto a la variedad de la experiencia humana y, por tanto, el
rechazo del uso de un método único para el estudio de esta diversidad. Propone
integrar el conductismo y el psicoanálisis en sistemas más amplios. Tuvo gran
interés por las personas humanamente excepcionales, lo que le llevó a una visión
del hombre que muestra lo que puede llegar a ser y lo que se puede frustrar.

El concepto central en la psicología de Maslow es el de autorrealización,


entendida como culminación de la tendencia al crecimiento que Maslow define
como la obtención de la satisfacción de necesidades progresivamente superiores
y, junto a esto, la satisfacción de la necesidad de estructurar el mundo a partir de
sus propios análisis y valores.

Maslow establece su jerarquía de necesidades, la más conocida de sus


aportaciones definiendo en su pirámide las necesidades básicas del individuo de
una manera jerárquica, colocando las necesidades más básicas o simples en la
base de la pirámide y las más relevantes o fundamentales en la cima de la
pirámide, a medida que las necesidades van siendo satisfechas o logradas surgen
otras de un nivel superior o mejor. En la última fase se encuentra con la «auto-
realización» que no es más que un nivel de plena felicidad o armonía.

La jerarquía de necesidades de Maslow se describe a menudo como una


pirámide que consta de cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser
agrupados como «necesidades de déficit»; al nivel superior lo denominó «auto-
actualización», «motivación de crecimiento», o «necesidad de ser». «La diferencia
estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la
necesidad de ser es una fuerza impelente continua». La idea básica de esta
jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando
se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de
crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que
las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la
jerarquía.

Rechazó las teorías de la motivación que partían de determinantes únicos


de la conducta, proponiendo una teoría de determinantes múltiples
jerárquicamente organizados en los siguientes niveles:

 Necesidades fisiológicas

Son básicas para mantener la salud como respirar, beber agua,


alimentarse del equilibrio de la temperatura corporal, de dormir, descansar,
eliminar los desechos.

 Necesidades de seguridad y protección

Son las necesidades de sentirse seguro y protegido: seguridad física, de


salud, de empleo, de ingresos, recursos, moral, familiar y de propiedad privada.

 Necesidades de afiliación y afecto

Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las


necesidades de asociación, participación y aceptación. Entre estas se encuentran:
la amistad, el compañerismo, el afecto y el amor.

 Necesidades de estima: Maslow describió dos tipos de


necesidades de estima, una alta y otra baja.
 La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno
mismo, e incluye sentimientos tales como confianza, competencia,
maestría, logros, independencia y libertad.
 La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la
necesidad de atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus,
dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.

El centro de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el


complejo de inferioridad.
Auto-realización o auto-actualización

Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para
denominarlo: «motivación de crecimiento», «necesidad de ser» y «auto-
realización».

Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a


través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo
potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han
sido alcanzados y completados, al menos, hasta cierto punto.

El proceso que lleva a la autorrealización culmina en lo que Maslow llama


“experiencia cumbre”, que se siente cuando se alcanza una cota como ser
humano, un estar aquí y ahora “perdido en el presente”, con la conciencia de que
lo que debería ser, es Maslow identifica la sanidad, la autorrealización y la
creatividad. . Estas experiencias son perfectamente naturales e investigables y
nos enseñan sobre el funcionamiento humano maduro, evolucionado y sano.

Cuando el proceso hacia la autorrealización se corta, aparecen reacciones


desanimadoras, compensatorias o neuróticas y la conducta se focaliza hacia la
evitación impidiendo el desarrollo autónomo. Maslow propone una concepción de
la patología, relacionando la privación de los Valores del ser, con la aparición de
determinadas alteraciones, que él llama metapatologías y que entiende como
disminuciones de lo humano.

Maslow consideró auto-realizados a un grupo de personajes históricos que


estimaba cumplían dichos criterios: Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Mahatma
Gandhi, Albert Einstein, Eleanor Roosevelt, William James, entre otros.

Maslow dedujo de sus biografías, escritos y actividades, una serie de


cualidades similares; estimaba que eran personas: centradas en la realidad, que
sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo real y genuino; centradas en los
problemas, que enfrentan los problemas en virtud de sus soluciones; con una
percepción diferente de los significados y los fines.
En sus relaciones con los demás, eran personas: con necesidad de
privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación; independientes de la cultura y
el entorno dominante, basándose más en experiencias y juicios propios;
resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión social; eran
inconformistas; con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o
de la condición humana; buena aceptación de sí mismo y de los demás, tal como
eran, no pretenciosos ni artificiales; frescura en la apreciación, creativos,
inventivos y originales; con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias
que el resto de la humanidad.

Meta necesidades y meta patologías

Maslow también aborda de otra forma la problemática de lo que es auto-


realización, hablando de las necesidades impulsivas, y comenta lo que se
necesitaba para ser feliz: verdad, bondad, belleza, unidad, integridad y
trascendencia de los opuestos, vitalidad, singularidad, perfección y necesidad,
realización, justicia y orden, simplicidad, riqueza ambiental, fortaleza, sentido
lúdico, autosuficiencia, y búsqueda de lo significativo.

Cuando no se colman las necesidades de auto-realización, surgen las meta


patologías, cuya lista es complementaria y tan extensa como la de meta-
necesidades. Aflora entonces cierto grado de cinismo, los disgustos, la depresión,
la invalidez emocional y la alienación.

Principios Básicos de la Teoría de Maslow

Sólo las necesidades no satisfechas influyen en el comportamiento de las


personas, pero la necesidad satisfecha no genera comportamiento alguno.

Las necesidades fisiológicas nacen con la persona, el resto de las


necesidades surgen con el transcurso del tiempo.

A medida que la persona logra controlar sus necesidades básicas aparecen


gradualmente necesidades de orden superior; no todos los individuos sienten
necesidades de auto-realización, debido a que es una conquista individual.
Las necesidades más elevadas no surgen en la medida en que las más
bajas van siendo satisfechas. Pueden ser concomitantes pero las básicas
predominarán sobre las superiores.

Las necesidades básicas requieren para su satisfacción un ciclo motivador


relativamente corto, en contraposición, las necesidades superiores requieren de
un ciclo más largo.

 Carl Rogers

Influyente psicólogo en la historia estadounidense, quien junto a Abraham


Maslow llegaría a fundar el enfoque humanista en psicología. Su método
terapéutico, la terapia centrada en el cliente, o terapia no directiva, parte de la
hipótesis central de que el individuo posee en sí mismo medios para la
autocomprensión y para el cambio del concepto de sí mismo, de las actitudes y del
comportamiento autodirigido (Pezzano, 2001). El terapeuta debe proporcionar un
clima de actitudes psicológicas favorables para que el paciente pueda explotar
dichos medios. Dos rasgos principales de la terapia centrada en el cliente son:

 La confianza radical en la persona del cliente (paciente).


 El rechazo al papel directivo del terapeuta.

Para Rogers el ser humano nace con una tendencia realizadora que, si la
infancia no la estropea, puede dar como resultado una persona plena: abierta a
nuevas experiencias, reflexiva, espontánea y que valora a otros y a sí mismo. La
persona inadaptada tendría rasgos opuestos: cerrada, rígida y despreciativa de sí
mismo y de los demás.

Rogers insiste en la importancia que tienen las actitudes y cualidades del


terapeuta para el buen resultado de la terapia: las tres principales son la empatía,
la autenticidad y la congruencia.

La diferencia con Maslow es que a su proceso de autorrealización lo


considera constante y continuo.
Rogers sostiene que la crianza y sobre todo el papel de la madre es un
factor básico para lograr una personalidad adulta.

De 1942 en su Counseling and Psychotherapy, funda las bases de su client-


centered therapy o Terapia centrada en el cliente, piedra angular del movimiento
de la Psicología Humanista (Pezzano, 2001). La Psicoterapia de Rogers se centra
en la persona, que él llama cliente y no paciente, porque no es pasivo sino activo y
responsable en el proceso de mejorar su vida, debiendo decidir conscientemente y
racionalmente qué está mal y qué debe hacer al respecto. El terapeuta es como
un confidente o consejero que escucha y alienta en un plano de igualdad, con una
actitud comprensiva, entendiéndolo. A esta actitud que debe tener terapeuta la
denomina “encuentro”.

Fue partícipe y gestor instrumental en el desarrollo de la terapia no


directiva, también conocida como Terapia centrada en el cliente, que renombró
como Terapia centrada en la persona. Esta interesante teoría es conocida por sus
siglas en inglés PCA “Person-Centered Approach” o enfoque centrado en la
persona (Pezzano, 2001). Sus teorías abarcan no sólo las interacciones entre el
terapeuta y el cliente, sino que también se aplican a todas las interrelaciones
humanas. La terapia rogeriana contrasta con las perspectivas psicológicas
freudianas y las sociales de Alfred Adler y de Albert Bandura, por el uso preferente
de la empatía para lograr el proceso de comunicación entre el cliente y el
terapeuta o, por extensión, entre un ser humano y otro.

Enfoque centrado en la persona

Carl Roger dejó el papel de terapeuta frío y rígido del terapeuta pasivo y
obtuvo grandes resultados, mediante esta práctica encontró actitudes que son
necesarias para promover el desarrollo humano, estas son:

La Congruencia hacia el otro: Esto se refiere a que la persona debe


negar lo menos posible lo que está experimentando al relacionarse con su cliente,
es necesario que se dé cuenta de lo que está pasando en esa relación, no tomar
una actitud defensiva, tratar de estar en contacto consigo mismo para poder
expresarse cuando considere que es significativo para el trabajo que se está
haciendo o para su paciente. Roger proponía que esta actitud que tomara el
profesional hacia su cliente, facilitaría su trabajo para que el paciente se diera
cuenta también de su propia experiencia.

Consideración Positiva: se refiere a despojarse de los juicios,


considerando a las personas que irán aumentando con mayor conocimiento del
otro, cuando el paciente logra captar esta aceptación, también es capaz de darse
cuenta que se le tiene confianza y fe y así logra sentirse en libertad de ser lo que
es.

Empatía: se habla de tener la capacidad de ponerse verdaderamente en el


lugar de la otra persona, de visualizar al mundo como la otra persona realmente lo
ve, sin perder la cualidad de uno mismo.

Estas actitudes tienen un doble objetivo, por un lado el de generar un


ambiente promotor de crecimiento y por otro el de enseñarle al otro a ser así
consigo mismo, es decir, a ser empático, aceptante y congruente consigo mismo.
Si este aprendizaje se logra, va a poder fluir y desarrollarse mucho más; ya que la
posibilidad que maneja Rogers es que nosotros nos hemos detenido en nuestro
crecimiento porque hemos tenido que ser como no somos; hemos tenido que
desviar nuestra tendencia natural a satisfacer nuestras necesidades hacia la
complacencia y satisfacción de las necesidades de otros.

Según la terapia centrada en el cliente de Carls Rogers, el paciente sufre un


cambio cuando se siente comprendido y aceptado por el terapeuta, es por ello que
toda la terapia humanista se basa en dar al ser humano el valor que tiene así
como la atención y empatía que requiera. Algunos de estos cambios son:

 Realiza un relajación de sentimientos, si antes los consideraba


como algo remotos, ahora los hace suyos o los ve como propios y
finalmente como un flujo siempre cambiante.
 Cambia su modo de experimentar de estar muy lejos de la
primera experiencia de su existencia, la acepta como algo que tiene un
significado y al final del proceso el paciente se siente libre y guiado por sus
experiencias.
 Pasa de la incoherencia a la coherencia, desde la ignorancia
de sus contradicciones hasta la comprensión de las mismas y su evitación.
 Existe un cambio en la relación con sus problemas, que va
desde la negación a la aceptación de sus responsabilidades pasando por la
aceptación.
 Modifica su modo de relacionarse con los demás, se da cuenta
de la manera en que antes evitaba relacionarse y ahora busca establecer
relaciones íntimas y estar abierta a ellas.
 De antes estar centrado en el pasado, a la actualidad en
donde el paciente se centra en el presente.

Teoría de la personalidad de Rogers

Las proposiciones que están al comienzo de la serie son las más alejadas
de la experiencia del terapeuta y, por lo tanto, las más sospechosas, mientras que
las que aparecen hacia el final se acercan cada vez más al centro de nuestra
experiencia.

Rogers quiso comprender y describir el cambio que sufre el paciente


cuando se siente comprendido y aceptado por el terapeuta:

 Se produce una relajación de los sentimientos: de


considerarlos como algo remoto se reconocen como propios y, finamente
como un flujo siempre cambiante.
 Cambio en el modo de experimentar: de la lejanía con que
primero experimenta su vivencia se pasa a aceptarla como algo que tiene
un significado, y al terminar el proceso el paciente se siente libre y guiado
por sus vivencias.
 Se pasa de la incoherencia a la coherencia: desde la
ignorancia de sus contradicciones hasta la comprensión de las mismas y su
evitación.
 Se produce también un cambio en su relación con los
problemas: desde su negación hasta la conciencia de ser él mismo su
responsable, pasando por su aceptación.
 Cambia igualmente su modo de relacionarse con los demás:
desde la evitación a la búsqueda de relaciones íntimas y de una disposición
abierta.

Objeto de la psicología humanista.

El objetivo de la psicología humanista es descubrir y desarrollar todo el


potencial que el ser humano todavía desconoce de sí mismo e integrar las partes
de su personalidad que le impiden seguir su camino y realizarse de forma integral.
No hablamos de patologías pues la psicología humanista es una visión del
hombre, a partir de sus posibilidades de realización.
 
La patología se manifiesta en un ambiente y unas condiciones que no
permiten al ser humano desarrollarse en libertad y ser uno mismo.
 
La terapia se centra en la búsqueda de sentido, mediante el trabajo tanto
consciente como inconsciente, utilizando técnicas que permiten “darse cuenta” de
todos los hábitos, conductas y creencias que impiden el desarrollo de nuestra
personalidad y de nuestro Ser.
 
Desde nuestra visión holística del hombre hemos integrado junto a la
práctica psicoterapéutica, tanto en la terapia individual, como en el trabajo en
grupo: las esencias florales, la psicomúsicoterapia y la sexología.

Tratamiento individual y grupal de:


 
 Depresión.
 Ansiedad.
 Fobias.
 Terapia de pareja.
 Sexología.
 Problemática laboral.
 Resolución de conflictos.
 Flores de Bach.
 Psicomúsicoterapia.
 Técnicas de relajación.
Metodología de la psicología Humanista.

En cuanto a la metodología científica, la Psicología Humanista insiste, además,


en que el estudio debe estar más centrado en los problemas y menos
concentrado en los medios y métodos. Poca utilidad tendría el uso de un
método muy "objetivo" si el problema estudiado carece de importancia en la
vida humana. Los medios no deben prevalecer sobre los fines, sino estar
supeditados a éstos.
En segundo lugar, los problemas humanos no pueden ser tratados ade-
cuadamente manejando simples abstracciones, palabras y conceptos, como
suelen hacer los intelectuales con mucha frecuencia. Es necesario llegar a
la experiencia real originaria, que es el proceso humano básico del cual
depende toda operación de la ciencia.

En tercer lugar, el ser humano es una unidad irreductible; cada una de sus


"partes" está relacionada con todas las demás. La coordinación e interacción
mutua de los procesos no permite aislarlos sin que pierdan su naturaleza, su
relevancia y su significado. Haciéndolo, tenemos sencillamente otra cosa. Por
esto, es necesario aprender la gran lección de la Psicología de la Gestalt, la
cual nos muestra que "el todo contiene propiedades que no se encuentran en la
suma de las partes". De aquí, la necesidad de una metodología holista, que sea
a la vez científica y profundamente respetuosa de la naturaleza humana.

 En esta línea de prioridades, los métodos de investigación deberán ser


fieles a la naturaleza del objeto estudiado, por profunda y compleja que sea. La
metodología deberá crearse, si es necesario, adaptarse y estar en función de
su objeto y jamás podrá sacrificarse la naturaleza del objeto a una metodología
prestada y más fácil de aplicar, hecho del cual la Historia de la Psicología nos
ofrece abundantes ejemplos.

Finalmente, señalamos que muchos psicólogos humanistas se consideran a


sí mismos como opuestos al Conductismo y al Psicoanálisis, considerando esta
característica casi como una autodefinición. Abraham Maslow, padre de la
Psicología Humanista, tiene a este respecto un pensamiento muy diferente. Él
consideraba la orientación humanista como "una estructura supraordenada más
amplia" que puede dar cabida al Conductismo, al Psicoanálisis y a otras
posiciones en Psicología. Maslow se oponía a las dicotomías (pro-freudiano o
anti-freudiano, pro-conductista o anti-conductista, etc.). Él decía de sí mismo:
"yo soy freudiano y soy conductista y soy humanista..." Lógicamente, esta
posición es un  señalamiento y un programa de acción para las futuras
investigaciones psicológicas: su trabajo debe orientarse hacia el estudio de la
complementariedad de los diversos enfoques. La Psicología Humanista desea
abarcarlos e integrarlos todos en una visión del ser humano más amplia, para
lo cual adopta un paradigma epistemológico sistémico.

Diferentes representantes de las ciencias que se relacionan con el


comportamiento humano (psicología, pedagogía, antropología, sociología,
historia, economía, ciencia política, etc.) claman por una nueva
metodología para el estudio de sus fenómenos.
En efecto, el concepto tradicional de ciencia y su método, parece constreñir
y aprisionar nuestro pensamiento cuando trata de comprender la conducta
humana. Se necesitaría, por lo tanto, un sistema lógico, una metodología ágil y
flexible capaz de adaptarse y captar la estructura de las vivencias profundas
que se dan en el ser humano y que dan razón de ser de su comportamiento
externo.

En muchos aspectos, el elemento diacrítico que se da entre la Psi-


cología Humanista y las otras orientaciones psicológicas es de orden me-
todológico. La orientación humanista se ubica en el problema que se debe
estudiar y en el pleno respeto a su naturaleza (el ser humano como persona);
las otras orientaciones han estado más centradas en
sus técnicas metodológicas, las cuales han sido consideradas como la única
vía para lograr algo confiable.
La idolatría del método proviene de los grandes resultados que su uso ha
proporcionado en el campo de las ciencias naturales; pero estos beneficios no
se pueden atribuir al método en sí, sino a su alto nivel de adecuación al objeto
de estudio de las ciencias naturales, que es, más bien, pasivo y estático.

Por otra parte, la adecuación anterior sería, en cambio, ínfima en relación


con el objeto de estudio de la psicología (vida psíquica íntima y su
correspondiente manifestación externa) y, en general, con el objet o que
estudian todas las ciencias humanas.
La historia muestra que lo que ayer nos asustaba por considerarlo
revolucionario, hoy se considera sólo una buena intuición, mañana llega ser
una doctrina anticuada y poco después será juzgada como represiva y hasta
pura superstición. Según la primera edición de la Enciclopedia Británica, el
flogisto era "un hecho demostrado", según la última edición, "el flogisto no
existe"; al astrónomo Hubble le dieron el Premio Nobel por ciertos hallazgos
sobre el comportamiento de las galaxias, pero años después se lo dieron a otro
astrónomo por demostrar prácticamente lo contrario. Ésa la vida de nuestra
ciencia, y es natural y lógico que así sea.

Por esto, no deja de ser lamentable la conducta de muchos inves tigadores


cuyo ciclo de vida intelectual, tanto en la ciencia como en metaciencia, se
asemeja, más bien, –como ironiza Maslow– al comportamiento de los corales
marinos: mientras son jóvenes nadan libremente en el océano, pero más
adelante se vuelven sedentarios y se calcifican; así viven seguros en su nicho.
La tradición científica ofrece también un nicho tranquilo y pacífico a los
investigadores que han aceptado sumisamente los cánones metodológícos
consagrados por ella.

Ventajas y desventajas.

El estudio de la experiencia subjetiva del individuo y del significado que éste


atribuye a los eventos de la realidad, manteniendo una concepción holística del
hombre y con el interés centrado en la comprensión de las personas más que en
la predicción o control de sus conductas. 
Hay una ambigüedad y carencia de valor científico, conformándose con
descripciones vagas de las personas, que dificulta o imposibilita generar
predicciones o hipótesis verificables.
Es excesivamente limitado al centrarse casi exclusivamente en la experiencia
consciente inmediata, marginando otra serie de factores como los biológicos,
situacionales, de aprendizaje, y otros.
Sobre las teorías de Maslow podemos decir.

Ventajas:

 Maslow establece la primera sistematización de las necesidades humanas,


las cuales poseerían una raíz biológica instintoide. De este modo, se
escapa de realizar un simple catálogo de supuestos instintos que poseería
el hombre, intento erróneo que olvida las diferencias existentes entre el
mundo animal (donde existirían, supuestamente, tales instintos) y la
especie humana.
 Maslow fue uno de los primeros en afirmar que una necesidad satisfecha no
es fuente de ; junto a esto, reniega de los modelos homeostáticos de la
motivación, sino que postula la existencia de una tendencia positiva al
crecimiento, que se expresaría en las distintas necesidades de origen
instintoide que surgen sucesivamente tras la satisfacción de necesidades
de nivel inferior. Todo esto dio una nueva base a los estudios sobre
motivación.
 Los estudios de Maslow se basan en el estudio sobre personas sanas - o
actualizadas - y no sobre enfermos, tal como lo hacen Freud o Horney, lo
que nos daría una perspectiva más adecuada para comprender como se
logra y que significa la “salud mental”, más allá de definirla como la
“ausencia de enfermedad”.

Limitaciones.

 Si bien Maslow postula que su modelo es válido para todos los seres
humanos (hay que recordar que la jerarquía tendrían su base en el código
genético humano), sus estudios los realizó sobre individuos occidentales
del siglo XX, por lo que proposiciones serían válidas solamente para la
sociedad occidental de nuestro siglo.

Desventajas.

 Si bien se han obtenido pruebas para algunos aspectos específicos del


modelo , no se ha encontrado una forma de estudiar el modelo como un
todo; sin embargo, la jerarquía es ampliamente aceptada por su atractivo
intuitivo.
 El modelo de Maslow no explica de forma clara y consistente ciertas
conductas, como son las de autosacrificio en aras de un bien común;
aunque este acto se justifique por la presencia de necesidades de
trascendencia que superarían las básicas de orden de la supervivencia,
parece necesario un ajuste del modelo para lograr asimilar de mejor modo
estos hechos.

Sobre las teorías de Rogers.

Ventajas.

 Rogers es uno de los principales exponentes de la corriente humanística


que reconoce como motivación fundamental de la conducta la tendencia a
la actualización, que abrió una nueva visión holística, preocupada del
individuo, alternativa a los modelos de control de conducta de orientación
conductista como el de Skinner.
 Rogers ha incentivado la investigación sobre algunas características de los
terapeutas, como lo son “la autenticidad, la empatía y un respeto positivo
incondicional” (DiCaprio, 1989, pag. 345) y de las características de la
relación terapéutica.
 El modelo de Rogers entrega una visión complementaria a la Karen Horney
en lo referente a los conceptos de yo real e ideal, explicando algunos
conductas que serían las consecuencias de las diferencias entre el
concepto del yo real e ideal; además, señala la forma de resolver la
incongruencia, la cual sería el conocimiento de las experiencias sensitivas y
viscerales.

Limitaciones.

 La teoría de la personalidad de Rogers, bastante optimista en lo referente a


la bondad del individuo y en la capacidad de este para lograr su
actualización, junto al aprecio por el cambio, serían adecuadas para la
cultura norteamericana, pero tal vez no lo sea para otros tipos de culturas
que privilegian la estabilidad:

“Las teorías de la mutabilidad, la reactividad y las posibilidades de


mejoramiento [como la de Rogers] son más apropiadas para los tipos de
personalidad que se encuentran en los Estados Unidos; mientras que las
teorías de la interioridad, de la fijeza y la integridad resistente a los cambios
son mejor recibidas en Europa.”

 La terapia de Rogers, por lo menos en su etapa del los 50 (terapia centrada


en el cliente), restringía el papel del terapeuta al no permitirle expresar de
manera libre toda su personalidad; con el tiempo, el trabajo del enfoque
personalizado en grupos de terapia le permitió a Rogers darse cuenta del
descuido de la persona total del terapeuta .

Desventajas.

 No ofrece muchas sugerencias concretas y directas para lograr el cambio


en conductas específicas de los individuos. De acuerdo a esto : “aun
cuando pasa gran parte del tiempo discutiendo los beneficios que resultan
cuando una persona logra un estado de congruencia, en realidad no nos
dice cómo llegar a este estado, excepto en términos muy generales”
 La visión de Rogers sobre un yo que no se escinde y que solamente
requiere ser aceptado ha sido considerado como demasiado optimista, a
diferencia de autores como Freud que da como el eje de la personalidad al
ello, que se caracteriza por ser egoísta, antisocial y primitivo.
Conclusiones.

El enfoque científico-humanista  se puede caracterizar como: centrado en


el significado, la descripción, las diferencias cualitativas, el proceso de
clarificación y diferenciación progresiva, la investigación de las relaciones
intencionales, el trato de los fenómenos humanos con un sentido humano y con
un estilo humano, la articulación de los fenómenos de la experiencia y la
conducta en el contexto de una concepción más amplia de la naturaleza, dando
prioridad a la vida real y a la relación hombre-mundo y teniendo en cuenta la
presencia e implicación del científico.
Considerando las últimas características de este paradigma, es lógico
concluir que la determinación de las variables que entran en juego en una
situación concreta no podrá ser realizada completamente antes,  sino, más
bien, durante o después  de la investigación. Esto señala, igualmente, que
aunque la Psicología científico-humanista no es empiricista o positivista, sí
es empírica(basada en la experiencia) y positiva  (afirma la realidad).

Si tuviéramos que sintetizar en breves expresiones


las contribuciones que la Psicología Humanista ha dado al pensamiento
psicológico actual, podríamos señalar, entre otras, algunas de las principales
que Wertz (1998, pp. 46-47) enfatiza: la introducción de una tradición histórica
relevante, como la griega y la renacentista, en la psicología moderna, y un
fructífero diálogo con las humanidades; una sólida y bien fundamentada crítica
de las corrientes imperantes en psicología (conductismo y psicoanálisis) que,
debido a ello, han ido atemperando sus viejas posiciones radicales; la inclusión
de los aportes del existencialismo y la fenomenología; nuevas orientaciones y
procedimientos psicoterapéuticos; nuevos tópicos de investigación: como el
cambio, el crecimiento, la salud, la auto-percepción, los valores, la creatividad,
el amor, el sentido de la vida y de la misma muerte; principios teóricos, como el
significado, la libertad, la intencionalidad, la auto-realización y otros; y todo ello
dentro de una marco teórico y epistémico más comprehensivo y enraizado en
una nueva y sofisticada filosofía y teoría de la ciencia (paradigma sistémico), y
respaldado por una rigurosa y original metodología de la investigación
(métodos cualitativos) más fiel y sensible a las características peculiares que
mejor distinguen a los seres humanos.
Y, en una visión más amplia y comprehensiva, pudiéramos decir que el
movimiento humanista ha ido logrando a nivel mundial una serie de "frutos" de
amplísima repercusión, tanto a nivel de derechos humanos, del niño, de la
mujer, como a nivel de acuerdos políticos, de desarme, de comercio y
reducción del colonialismo, entre otros.

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