Interpretación Finalista Vs Sistemática

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Interpretaciones Finalista y Sistemática del acto jurídico

XXXXX XXXXX XXXXX

UNICATÓLICA
Programa de Derecho
legislación
9 de Octubre de 2018
Bogotá D.C.
Introducción

La interpretación consiste en desentrañar el sentido de algo. Todo


comportamiento humano va incorporando sentidos a la realidad. Cada vez que
tomamos contacto con una realidad determinada intentamos sacar a la luz el
sentido que ella alberga.

Existe la permanente necesidad de Interpretar debido a la compleja y


cambiante realidad social, lo permanentes descubrimientos científicos,
tecnológicos y humanísticos, la globalización, a lo limitado del saber y del
conocimiento como consecuencia de la imperfección del ser humano, a lo
transformación de los valores y actitudes asumidas frente a la vida, a las
exigencias de claridad y explicación de las obscuridades, ambigüedades y
lagunas de los textos, al deseo de explicar lo que está implícito en los textos o
en los hechos, a la sinonimia y polisemia del lenguaje, a que el significado de
un término puede ser diferente según cuál sea el contexto en el que se emplea,
según la situación a que se refiere, según la particular forma de expresarse del
que habla o del medio social al que pertenece, en fin a la exigencia de dar
contenido y sentido a los hechos, actos, expresiones, signos, etc. Son muchos
los factores por los cuales un mismo término puede ser entendido en un
sentido por el hablante y en otro sentido por el oyente.
La Escuela método de Interpretación Savigniano:

Este método fue expuesto por Savigny en su obra de Sistema de derecho


romano actual ,en el cual manifiesta “que el derecho popular y el legislador son
el verdadero representante de la ley”.Savigny considera que se interpreta la ley
de dos formas .1) la ley aislada: debe ser interpretada de forma gramatical,
lógica, histórico y sistemático.2) Cuando la ley es defectuosa  se dispone de
tres medios  a) analizar el conjunto de la legislación b) indagar los motivos de
ley c) apreciar el resultado obtenido con la interpretación . Este método es muy
importante ya que aporta a la evolución histórica de la interpretación del
derecho.

La escuela de libre investigación científica su mayor exponente fue (Francois


Geny 1900) con su obra Método de interpretación y fuentes del derecho
positivo privado .Los postulados de este método son seis ; 1) (Geny) entiende
por fuentes formales “ las imperativas de autoridades externas al intérprete con
virtualidad bastante para regir su juicio ,cuando tiene por objeto propio e
inmediato la revelación de una regla destinada a imprimir una dirección en la
vida jurídica” Estas fuentes son la ley escrita ,la costumbre y la tradición o
autoridades, 2) La ley escrita cubre el pensamiento del legislador además
revelan en que época se realizó la ley , 3) Se debe descubrir elementos
extrínsecos los cuales nos van a servir para saber el hecho el cual hizo que el
legislador creara esa ley. 4) Estudio de trabajos preparatorios. 5) La costumbre
revela un sentimiento jurídico el intérprete se impone ante ella.6) Es
considerada libre porque no puede encontrar bases sólidas más que los
elementos objetivos que solo la ciencia puede revela.
Escuela del derecho libre Esta escuela se inicia en Alemania en 1906 por el
profesor (Hermann Kantorwicz 1964) sus principales postulados son: 1) No
cree que la ley sea la única fuente de derecho positivo considera que hay que
reconocer normas que brotan de la conciencia del pueblo2) El derecho libre es
independiente del estatal pero da origen a este.

Escuela Teleológica:

(Rudolf von Ihering  1872) fue su fundador; esta escuela considera estos
postulados: 1) La norma debe estar creada con un fin que ayude a la sociedad
2) Toda ley es escrita por un motivo. El método teleológico manifiesta que una
ley debe tomar en consideración el valor social y los valores sociales
contenidos en ella.
Interpretación sistemática. Consiste en analizar una norma, relacionándola
con las demás, que configuran en su totalidad una institución jurídica.

Interpretación teleológica o finalista. Tratar de ver cuál es la finalidad


máxima de la norma, (finalidades metajurídicas).

Método Teológico o Finalista

este método, en esencia, busca viabilizar, precisar o determinar las dudas que
pudiesen surgir de la utilización de un lenguaje impropio usado al momento de
la celebración y consumación del acto jurídico, que se preste a confusión,
donde el interpretación precisamente de encontrar el verdadero sentido o
alcance. Ahora bien, cuando el artículo 170º C.C. (que recoge el método
comentado) señala que las expresiones deben entenderse al sentido más
adecuado a la "naturaleza" del acto. Este método interpretación propenderá
establecer la clase, especie o variedad de acto jurídico que se ha celebrado, lo
que un sector de la doctrina señala como "especie negociada".

Asimismo, la doctrina recoge otro defecto de redacción en el mencionado


artículo 170º C.C. cuando señala "al objeto del acto", ese nombre resulta
impropio para el contexto de la interpretación teológica o finalista ya que no se
refiere al aspecto material que se encuentra en duda, sino propiamente "a la
finalidad del acto", palabra que debió ser redactada en ese sentido,
entendiéndose como tal a la finalidad objetiva; es decir, lo que se pretendió con
la celebración del acto jurídico.

La tarea de interpretación de las normas es, sin duda, compleja y problemática.


Compleja, en cuanto que es la labor más delicada en el proceso de aplicación
del derecho; problemática, en la medida que la interpretación puede ofrecer
distintos resultados en relación con el efectivo contenido del derecho aplicable.
Así, la tarea exegética es labor intelectual y no operación reglada por fórmulas
objetivas u objetivables, por lo que nunca podrá consistir en un proceso
automático en el que la cibernética, a través de los denominados sistemas
expertos, pueda alcanzar la solución jurídica a la cuestión objeto de
controversia.

El art. 3,1 CC, que enuncia los diferentes elementos a tener en cuenta en la
exégesis de las normas, afirma in fine: Las normas se interpretarán...
atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquéllas.

Este elemento es denominado teleológico, pues, la teleología es la doctrina que


atiende a las causas finales. Así, la interpretación teleológica es denominada
finalista ya que trata de desentrañar cuál es la finalidad perseguida por la
norma, en suma, cuál es el fin que pretende cada una de las disposiciones de
la ley.
Del texto literal de la norma se deduce que el elemento finalista es el criterio
interpretativo por antonomasia, ya que es el único desde el que puede
desentrañarse el auténtico sentido de un precepto legal. Todos los demás,
citados en el art. 3,1 CC, son complementarios a éste, pues, cobran sentido en
la medida que coadyuvan con él.

Ha sido la dogmática alemana la que, en tiempos contemporáneos, ha


estudiado, en profundidad, la esencia de la interpretación teleológica. Para una
reconocida doctrina la interpretación finalista consiste, esencialmente, en
realizar un análisis de la naturaleza de los hechos o de las cosas que son el
objeto de la regulación legal. Así, el exegeta puede, efectivamente, descubrir el
verdadero significado de la norma y a través de aquel desentrañar su auténtica
finalidad.

La doctrina científica suele hablar de la ratio legis para referirse a la motivación


por la cual la norma se ha dictado o al resultado que la norma pretende
alcanzar. Dicha ratio legis trasciende así, cualquier coyuntura histórica o
socioeconómica ya que el criterio teleológico otorga estabilidad a la tarea
interpretativa, debido a que no se circunscribe a la realidad histórica del
momento de su promulgación -lo que la doctrina denomina occasio legis-, ni se
condiciona por el criterio sociológico que determina que las normas deben
interpretarse de acuerdo con la realidad social del tiempo en que han de ser
aplicadas.

A los efectos de concretar cuál sea la finalidad de la norma se hace preciso


diferenciar la ratio legis de la mera voluntas legislatoris. Mientras que ésta no
pasa de ser un hecho circunstancial histórico, y por ello efímero, aquella
presenta un carácter más estable, pues, considera la norma legal en su propia
racionalidad.

Por último, la interpretación finalista de las leyes debe tener en cuenta los
valores y principios que han inspirado su aprobación. La consideración
axiológica del contenido de la norma legal objeto de interpretación es,
asimismo, especialmente importante en el proceso de interrelación de los
diferentes criterios que el art. 3,1 CC, establece como elementos copulativos en
la tarea exegética.

Método Sistemático o Interdependiente

Establece que para interpretar los actos jurídicos, se debe apreciar a éstos de
manera integral, tratando de preservar su unidad como acto jurídico existente,
donde si bien es cierto pueden existir algunas partes conformantes dudosas,
ambiguas o poco claras, el intérprete deberá realizar su labor de hermenéutica
mediante un juego o método combinatorio relacionando una cláusula con otra,
donde a aquellas que resultan dudosas o confusas se les debe atribuir el
significado, comprensión o sentido que resulte de las demás cláusulas o partes
integrantes.

El método señalado se encuentra regulado en el artículo 169º C.C. que a la


letra señala lo siguiente: "Las cláusulas de los actos jurídicos se interpretan las
urnas por medio de las otras, atribuyéndose a las dudosas el sentido que
resulta del conjunto de todas".

En este punto debemos precisar que un sector de la doctrina señala que existe
defecto de redacción del artículo antes citado, por cuanto consideran que al
utilizar la palabra "cláusula" se convierte en una norma de carácter restrictivo
ya que en esencia, sólo comprendería a los contratos y, no a la generalidad de
actos jurídicos a los cuales sería aplicable

 Articuló 170º C.C. (método de interpretación finalista o teleológico).


 Artículo 169ºC.C. (método de interpretación sistemático o
interdependiente).

Teorías y criterios en la interpretación jurídica

Puesto que la interpretación legal consiste en atribuir un significado a la


disposición que se interpreta, las cuestiones metodológicas básicas se refieren
al modo en que se indaga ese significado. Pues bien, los criterios
interpretativos son la respuesta a dónde buscar el significado de la disposición
que se interpreta; son puntos de vista que puede y debe tener en cuenta el
intérprete para formarse una idea sobre el contenido del Derecho. La Teoría del
Acto Jurídico es una elaboración de la doctrina posterior a la promulgación del
Código Civil francés de 1804. No apareció sino hasta el siglo XIX, pues los
actos jurídicos bajo una formulación teórica uniforme no fueron concebidos en
Roma como lo admite la generalidad de los romanistas. Es más al decir de los
romanistas, los jurisconsultos romanos no fueron afectos a la abstracción sino
a la consideración de los casos concretos para determinar las situaciones que
merecían ser protegidas y las circunstancias en las que debía reconocerse al
sujeto de derecho la facultad de entablar sus relaciones jurídicas. Ello no
significó, que la tendencia hacia la concreción y la tipicidad de los juristas de
Roma no haya tenido conciencia de la generalidad de algunos conceptos e
instituciones y que, bajo determinados aspectos, haya determinado y
aproximado singularizadas figuras en las que encontraba una cierta
homogeneidad. Y, es así, como el Derecho Romano legó los principios y
conceptos receptados por el Derecho moderno, según Iglesia. Precursores y
redactores del Código Napoleón no acogieron una formulación teórica para
explicar con un concepto lo suficientemente lato, genérico y uniforme, la amplia
gama de relaciones jurídicas que puede generar la voluntad privada,
limitándose a la convención, de la que hicieron derivar el contrato. Fue, pues,
por lo que queda expuesto, la doctrina francesa posterior a la promulgación y
vigencia del Código Civil de 1804 la que enunció la Teoría del Acto Jurídico .
Juristas romanos tomaron conciencia de la generalidad de algunos conceptos
y la generalidad de esos conceptos ha sido el germen de lo que la doctrina
francesa postuló mediante la Teoría del Acto Jurídico, pues sus doctrinadores
consideraron que la convención no era lo suficientemente lata para cubrir toda
la gama de relaciones jurídicas que podían originarse en la voluntad privada y
buscó un concepto de mayor amplitud, que inclusive abarcara a la convención,
y así nació la idea del acto jurídico. Derecho Romano. Pág. I 78

La idea del acto jurídico era la de un concepto lo suficientemente amplio y


general. El acto jurídico así concebido debía dar cabida a toda la gama de
actos jurídicos y debía constituirse en la fuente voluntaria de relaciones
jurídicas, las que también, voluntariamente podían ser objeto de regulación,
modificación o extinción. Al influjo de la doctrina francesa, la Teoría del Acto
Jurídico se constituyó como institución de Derecho Privado, aunque no siempre
admitida o legislada por la codificación civil. Pero también los juristas alemanes
del siglo XIX que formaron el movimiento pandectista, hicieron la misma
búsqueda y hurgando en las fuentes romanistas y prescindiendo de los
glosadores y de los postglosadores, no solo llegaron a la conclusión de que la
convención no cubría toda la gama de relaciones jurídicas susceptible de
originarse en la voluntad privada, pues al lado de las convenciones, que son
bilaterales, se podían crear también relaciones jurídicas nacidas de la voluntad
unilateral. Fue así que buscaron un concepto único, que abarcara lo bilateral y
lo unilateral, surgiendo la conceptuación del negocio jurídico como una
declaración o manifestación de voluntad encaminada a una finalidad práctica
que, no contraviniéndolo, pudiera recibir e1 reconocimiento y la tutela del
ordenamiento jurídico. De este modo, se dio lugar a la formulación de la Teoría
del Negocio Jurídico. Con las vertientes doctrinales francesa y alemana, se
produjo una bifurcación de la Teoría que pretendía explicar el rol de la voluntad
humana en la generación de relaciones jurídicas y en la regulación,
modificación o extinción de las ya creadas. De un lado, la originada por la
doctrina francesa que enunciaba al acto jurídico y, de otro, la pandectística
germana, que lo hacía con el negocio jurídico. La conceptuación del acto
jurídico, aunque no explicada, fue incorporada en nuestro Código Civil de 1936
y, de é1, ha sido receptada por el vigente Código de I 984, con el “nomen iuris”
de acto jurídico no obstante que la doctrina, bajo el influjo del Código Civil
alemán, ya venía difundiendo el concepto de negocio jurídico.

Postulados de la interpretación sistemática del acto jurídico

En lo que corresponde a la legislación colombiana, los artículos 27 al 30 del


Código Civil recogen, en suma, los métodos de interpretación establecidos por
Savigny, a saber: los criterios textual, sistemático, histórico y teleológico.
Criterio sistemático. Según este criterio, la norma que se extraiga de una
disposición jurídica debe encontrarse en armonía con otras normas, fines o
principios del ordenamiento jurídico, de tal modo que no exista contradicciones,
incompatibilidad o incongruencia entre diversas disposiciones que componen
un conjunto normativo. Este criterio obedece a la idea según la cual el
ordenamiento jurídico puede ser concebido bajo la idea de un sistema, de allí,
entonces, que la coherencia y unidad se califiquen como sus características.
Esto implica, entonces, que por vía de este método puede el intérprete limitar,
precisar o ampliar el radio de acción de una determinada disposición al
contrastarla con otras normas consonantes con la materia que trata, pues toda
disposición ha sido proferida en el marco de un amplio conjunto de
disposiciones de igual jerarquía, con las que debe operar de manera
consonante.

Una de las manera en que se manifiesta el criterio sistemático está en la


llamada interpretación adecuadora, que se ampara fundamentalmente en la
fuerza normativa que tienen las disposiciones constitucionales y, en general,
las de mayor jerarquía jurídica, y que postula que la interpretación que se debe
dar a una disposición debe encontrarse en consonancia con aquella que se
extraigan de la norma jurídica superior, de manera que entre las posibles
interpretaciones que se puedan dar a una disposición, el operador deberá
preferir aquella que en la mayor medida se encuentre acorde con el espíritu de
la disposición superior

Criterio Teleológico. En este caso la interpretación se lleva a cabo de la mano


de los fines perseguidos bien sea por el creador de la norma (subjetivo) o por la
finalidad operativa que se espera obtener con una norma de ese sentido
(perspectiva pragmática o de efecto útil). Así mismo, si se le conecta con el
método sistemático implica que los valores y fines del ordenamiento jurídico
son los criterios inspiradores de este método de interpretación. Como
consecuencia, el alcance y sentido de las normas jurídicas debe hacerse en
consonancia con la finalidad objetiva que se persigue por parte del legislador y
por los principios y fines que inspiran el ordenamiento jurídico.
Ejemplo de aplicación de la interpretación Finalista

Sentencia de Constitucionalidad nº 063/18 de Corte Constitucional, 13 de Junio


de 2018

Ponente: GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO

Actor: DAVID MAURICIO URIBE MARIN

Demandado: DECRETO LEY 1793 DE 2000

Fecha de Resolución: 13 de Junio de 2018

Emisor: Corte Constitucional

Expediente: D-11882

CARRERA MILITAR. RETIRO DEL SERVICIO COMO SOLDADO POR


RAZÓN DE DISMINUCIÓN DE CAPACIDAD PSICOFÍSICA. REQUISITO
PARA INGRESO, DE SER SOLTERO. Demanda de inconstitucionalidad contra
los artículos 4, 8 y 10 (parciales) del Decreto Ley 1793 de 2000, por el cual se
expide el Régimen de Carrera y Estatuto del Personal de Soldados
Profesionales de las Fuerzas Militares. El demandante considera que los
apartes normativos acusados contravienen los artículos 13, 16 53, 54 y 93 de la
Constitución, así como el artículo 27 de la Convención sobre los Derechos de
las Personas con Discapacidad. Luego de considerar que exigir para la
incorporación como soldado profesional ser soltero, no tener hijos o unión
marital de hecho, configura una vulneración de los derechos a la igualdad y de
autonomía personal, la Corte decidió declarar la INEXEQUIBILIDAD del literal
c) del artículo 4º del Decreto Ley 1793 de 2000. De otra parte declaró la
EXEQUIBILIDAD CONDICIONADA del numeral 2º del literal a) del artículo 8º y
el artículo 10º del Decreto en mención, siempre y cuando se entienda que el
retiro por disminución de la capacidad psicofísica de los soldados profesionales
del Ejército Nacional sólo procede cuando el concepto de la Junta Médico
Laboral sobre reubicación no sea favorable y sus capacidades no puedan ser
aprovechadas en otras actividades administrativas, de mantenimiento o de
instrucción, entre otras.

Sentencia C-063/18

Referencia: Expediente D-11882

Demanda de inconstitucionalidad contra los artículos 4°, 8° y 10° (parciales) del


Decreto Ley 1793 de 2000 “Por el cual se expide el Régimen de Carrera y
Estatuto del Personal de Soldados Profesionales de las Fuerzas Militares”

I. ANTECEDENTES
En ejercicio de la acción pública consagrada en el artículo 241 de la
Constitución Política, el ciudadano D.M.U.M. presentó ante esta Corporación
demanda de inconstitucionalidad contra los artículos 4º, 8º, 10 y 21 (parciales)
del Decreto Ley 1793 de 2000, por considerar que violan los artículos 13, 16,
25, 29, 47, 53, 54 y 93 de la Constitución.

Mediante auto del 20 de enero de 2017[1], se admitieron los cargos contra: (a)
el artículo 4º del Decreto Ley 1793 de 2000, por violación de los artículos 13 y
16 de la Constitución; y (b) los artículos 8º y 10º (parciales) del Decreto Ley
1793 de 2000, por violación del artículo 13 de la Constitución.

En esa misma providencia se inadmitieron todos los cargos presentados en


contra del artículo 21 del Decreto Ley 1793 de 2000, y los referidos a la
supuesta violación de los derechos al debido proceso, al mínimo vital, al trabajo
en condiciones dignas, a la protección de los trabajadores y a la estabilidad
laboral reforzada para las personas en situación de discapacidad y al que el
demandante denominó “a la rehabilitación”, contenidos en la Convención sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad, en concordancia con el
artículo 93 de la Constitución y el bloque de constitucionalidad, propuestos
contra los artículos 8 y 10 (parciales) de la normativa mencionada.

El 27 de enero de 2017, el demandante presentó corrección de la demanda[2].


Mediante auto del 13 de febrero de 2017[3] se rechazaron los cargos
inadmitidos respecto del artículo 21 del Decreto Ley acusado, y aquellos
referidos a la presunta violación de los derechos al debido proceso, al mínimo
vital, al trabajo en condiciones dignas y a la rehabilitación de las personas en
situación de discapacidad, propuestos contra los artículos 8º y 10º acusados.

Sin embargo, se admitieron los cargos presentados en contra de los artículos


8º y 10º (parciales) del Decreto Ley 1793 de 2000, por violación de los artículos
53, 54 y 93 de la Constitución y 27 de la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad, referentes a la protección de estabilidad laboral
reforzada establecida para las personas en situación de discapacidad.

Así mismo, se ordenó: (i) fijar en lista las normas acusadas para garantizar la
intervención ciudadana; (ii) correr traslado al Procurador General de la Nación,
para lo de su competencia; (iii) comunicar el inicio de este proceso al
Presidente de la República, al Presidente del Congreso, a los Ministerios de
Justicia y del Derecho, del Interior, de Defensa y del Trabajo, al Ejército
Nacional y a la Armada Nacional de Colombia; e (iv) invitar a la Academia
Colombiana de Jurisprudencia, a las facultades de Derecho de las
Universidades del Rosario, Externado de Colombia, Nacional de Colombia, de
Nariño, S.A., La Sabana, del Atlántico, Libre de Colombia, ICESI, al Grupo de
Acciones Públicas de la Pontificia Universidad Javeriana, a la Fundación
Saldarriaga Concha y a PAIIS para que, si lo consideraban adecuado, se
pronunciaran sobre la constitucionalidad de las normas demandadas.
La Sala Plena de esta Corporación mediante Auto 305 de 2017 decidió
suspender los términos “de los procesos de constitucionalidad enumerados en
el fundamento jurídico sexto de esta decisión[4], que hayan sido admitidos para
trámite ante la Corte y en la etapa procesal en que actualmente se encuentren”,
a partir del 21 de junio de 2017. En consecuencia, el presente proceso fue
suspendido hasta que la Sala Plena decidió continuar con el mismo.

Cumplidos los trámites constitucionales y legales propios de esta clase de


juicios y previo concepto de la Procuraduría General de la Nación, procede la
Corte a decidir sobre la demanda de la referencia.

II. TEXTO DE LAS NORMAS DEMANDADAS

A continuación, se trascribe y subraya el texto de las normas parcialmente


acusadas:

“DECRETO 1793 DE 2000 (septiembre 14)

Diario Oficial No. 44.161, de 14 de septiembre de 2000

Por el cual se expide el Régimen de Carrera y Estatuto del Personal de


Soldados Profesionales de las Fuerzas Militares.

ARTÍCULO 4. REQUISITOS PARA INCORPORACIÓN. Son requisitos mínimos


para ser incorporado como soldado profesional:

Ser colombiano.

Inscribirse en el respectivo Distrito Militar.

Ser soltero, sin hijos y no tener unión marital de hecho.

Ser mayor de 18 años y menor de 24 años.

Acreditar quinto grado de educación básica o en su defecto presentar ante el


Comando de la Fuerza un examen de conocimientos básicos.

Ser reservista de primera clase de contingente anterior o último contingente y


presentar certificado de buena conducta expedido por el C. de la Unidad a la
cual perteneció; o ser reservista de primera clase de contingentes anteriores a
los dos últimos o de segunda o tercera clase que se encuentre en condiciones
de recibir un entrenamiento especial.

Reunir las condiciones psicofísicas de acuerdo con las disposiciones legales


vigentes para el personal de las Fuerzas Militares.

ARTÍCULO 8. CLASIFICACIÓN. El retiro del servicio activo de los soldados


profesionales, según su forma y causales, se clasifica así:
Retiro temporal con pase a la reserva

Por solicitud propia.

Por disminución de la capacidad psicofísica.

Retiro absoluto

Por inasistencia al servicio por más de diez (10) días consecutivos sin causa
justificada.

Por decisión del C. de la Fuerza.

Por incapacidad absoluta y permanente o gran invalidez.

Por condena judicial.

Por tener derecho a pensión.

Por llegar a la edad de 45 años.

Por presentar documentos falsos, o faltar a la verdad en los datos


suministrados al momento de su ingreso.

Por acumulación de sanciones

ARTÍCULO 10. RETIRO POR DISMINUCIÓN DE LA CAPACIDAD


PSICOFÍSICA. El soldado profesional que no reúna las condiciones de
capacidad y aptitud psicofísica determinadas por las disposiciones legales
vigentes, podrá ser retirado del servicio”.

III. LA DEMANDA

D.M.U.M. presenta demanda de inconstitucionalidad contra el Decreto Ley


1793 de 2000 (parcial), por diversos cargos de los cuales solo fueron admitidos
los propuestos contra los artículos 4º, 8º y 10º (parciales) ibídem, por
considerar que violan los artículos 13, 16, 53, 54 y 93 de la Constitución, así
como el artículo 27 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad.

Artículo 4º (parcial) del Decreto Ley 1793 de 2000

Para comenzar, el demandante indica que el literal c) del artículo 4º del Decreto
Ley 1793 de 2000, que establece como requisito para ser incorporado como
soldado profesional “ser soltero, sin hijos y no tener unión marital de hecho”,
viola el derecho a la igualdad (artículo 13 de la Constitución), por tratarse de un
requisito irracional y desproporcionado.
Así, señala que una norma similar que exigía la soltería a los candidatos a
oficiales y suboficiales de las Fuerzas Militares fue declarada inexequible
mediante Sentencia C-1293 de 2001[5], por sacrificar los intereses personales
de los candidatos de manera desproporcionada. En ese contexto, transcribe
acápites de la decisión en los cuales la Corte establece que la medida no
supera el juicio de razonabilidad y proporcionalidad, al cercenar los derechos a
la igualdad, de acceso a la educación y a cargos públicos, a la libertad de
escoger profesión y oficio, y al libre desarrollo de la personalidad.

En segundo lugar, refiere la Sentencia T-813 de 2000 que ordenó a la Escuela


Militar de Cadetes General J.M.C. inaplicar la parte del reglamento que
establecía como mala conducta contraer matrimonio. Luego, plantea que
quienes deciden conformar una familia con un militar conocen su misión y los
sacrificios que las condiciones del servicio conllevan.

A su vez, resalta que si la lógica detrás del requisito es no afectar el proceso


formativo que se considera incompatible con la vida familiar, “los militares
colombianos que permanecen en desarrollo de operaciones militares durante
lapsos de al menos tres o cuatro meses, deberían permanecer solteros sin
hijos durante prácticamente toda su vida militar”[6]. Por lo tanto, en su criterio,
la exigencia de soltería es desproporcionada y “menos aceptable cuando la
Honorable Corte Constitucional se pronunció a ese mismo respecto en relación
(sic) con los candidatos a O. y S. y determinó que esa exigencia era
desproporcionada”[7].

Adicionalmente, relata que de su experiencia personal de 20 años como


suboficial puede concluir que los alumnos y militares con una familia
conformada por esposa o compañera permanente “en términos generales, son
personas más centradas y responsables que tienen un mayor nivel de respeto
por la autoridad y por la ley”[8].

Por ello, sostiene que “no sólo debería prohibirse la exigencia de la soltería y/o
de no tener hijos al momento de ingresar a la ESPRO como candidato a
soldado profesional, sino que, aplicando el principio de igualdad en su sentido
material, debería preferirse, entre un candidato soltero y sin hijos, y uno que
tenga formalizado su hogar, al último, ya que del salario que devengue el futuro
soldado profesional no solo dependerá él mismo, sino su núcleo familiar, y a
que –en términos generales– será un militar más respetuoso de las normas”[9].

En tercer lugar, afirma que en este caso existe un trato disímil e injustificado
entre los soldados profesionales y los suboficiales y oficiales de las Fuerzas
Militares, lo cual es discriminatorio pues para el segundo grupo el requisito fue
retirado, mediante Sentencia C-1293 de 2001[10], mientras que para el primero
se mantiene.
Así, señala que si bien los suboficiales y oficiales tienen diferencias respecto de
los soldados profesionales, como el grado de escolaridad, los dos: (i) destinan
su trabajo a las operaciones militares donde arriesgan su vida; (ii) sus carreras
militares tienen una duración mínima de 20 años de servicio antes de adquirir el
derecho a una asignación de retiro; (iii) los unos y los otros son “partes
inescindibles entre sí dentro de la estructura organizacional y jerárquica de las
Fuerzas Militares”[11]; y, finalmente, (iv) todos tienen la condición de personas,
por lo cual no deben sufrir tratos discriminatorios. De conformidad con lo
anterior, argumenta que los soldados profesionales se encuentran en una
situación de desigualdad respecto de los oficiales y suboficiales, por su menor
capacidad económica.

Finalmente, sostiene que la disposición también viola el derecho al libre


desarrollo de la personalidad (artículo 16 de la Constitución), al limitar la
posibilidad de escoger la forma de vida de los potenciales candidatos por
impedir que personas casadas, en unión marital y/o con hijos accedan a la
carrera, o que formen estas uniones o tengan hijos sólo hasta cuando egresen
de la escuela de formación. Así, considera que este requisito constituye una
intromisión desproporcionada en la vida de los potenciales candidatos a
soldado profesional.

En consecuencia, solicita que al ser la norma “de idéntico contenido y alcance


de otra declarada como inconstitucional (mediante sentencia C-1293 de 2001)
se pide a la Honorable Corte Constitucional, que el literal c) del artículo 4º del
Decreto Ley 1793 de 2000, sea declarado inexequible y retirado de nuestro
ordenamiento jurídico (…)”

CONCLUSIONES:

 La Interpretación Jurídica es de vital importancia, ya que el Derecho sólo


puede ser aplicado tras ser interpretado. Por tanto, no puede haber Derecho
sin Interpretación. Mediante el desarrollo de tantos métodos para interpretar
la norma, o el derecho en general, demuestra que el estudio de la
interpretación nunca termina por descubrir, ni totalmente y de manera
inequívoca ni satisfactoriamente, el mensaje expresado en la norma sólo
aspiramos a aproximarnos lo más posible a esta meta.
 El Derecho regula la vida en sociedad aplicándose a los hechos producidos
por tanto sus relaciones e importancia con trascendencia jurídica.
 El Derecho se sustenta a cambios evolutivos, pero no deja de enmarcarse
en la Doctrina, ni en hechos que lo sustenten.
Bibliografía

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