Miércoles de Ceniza 2021

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DIÓCESIS DE SANTA ROSA DE OSOS

Pastoral Litúrgica
Miércoles de Ceniza
17 de febrero de 2021

La celebración se inicia con un canto apropiado. En una mesa se dispone la


Ceniza previamente bendecida por el Presbítero.

Oración del Pobre.-


1.- Vengo ante Ti, mi Señor,
con el peso de mi culpa,
con la fe puesta en tu amor
que me abraza como a un hijo.
Te abro mi corazón
y te ofrezco mi miseria,
despojado de mis cosas
quiero llenarme de Ti

QUE TU ESPÍRITU SEÑOR


ABRASE TODO MI SER
HAZME DÓCIL A TU VOZ
TRANSFORMA MI VIDA ENTERA.
HAZME DÓCIL A TU VOZ
TRANSFORMA MI VIDA ENTERA.

2.- Puesto en tus manos, Señor,


reconozco que soy débil,
más Tú me quieres así
y por eso yo te alabo.
Padre, en mi debilidad
Tú me das la fortaleza,
amas al pobre y sencillo,
le das tu paz y perdón.

3.- Gracias porque ya lo haces,


porque tu paz me libera,
porque acoges mi oración
por el don que es mi pobreza.
Que gozo siento al estar
en los brazos de mi Padre,
canto y alabo tu amor
porque curas al enfermo.
Saludo inicial

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


R. Amén.

Monición

Queridos hermanos:

L a Iglesia, madre y maestra, acompaña con amor la vida de sus


hijos y les ayuda a encontrar en medio del ajetreo del mundo
espacios para renovar la esperanza y para descubrir la grandeza
de la misericordia de Dios.

La ceniza que sale de los ramos, nos invita a volver al sendero de


la alegría y de la santidad del que nos apartamos a causa del
pecado.

De ese pecado fuimos rescatados el día de nuestro bautismo.


Pidamos que este tiempo nos restaure en la gracia recibida y nos
comprometa a dar testimonio del amor de Dios como Discípulos-
Misioneros.

Escuchemos ahora la Palabra de Dios, escrita para iluminar y


acompañar nuestro camino y para guiar a los que queremos
recobrar la amistad y la alegría de nuestra vida como hijos de
Dios.
Lecturas

Lectura del Profeta Joel 2,12-18


"Rasgad los corazones y no las vestiduras"

"Ahora -oráculo del Señor- convertíos a mí de todo corazón con


ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las
vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es
compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se
arrepiente de las amenazas." Quizá se arrepienta y nos deje
todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro
Dios.

Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la


reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los
ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el
esposo de la alcoba, la esposa del tálamo.

Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor,


y digan: "Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al
oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones:
¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone
a su pueblo."

Palabra de Dios.

O bien.

De la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios


5,20; 6,2

Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por


medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos:
¡reconciliaos con Dios!
Pues dice él: En el tiempo favorable te escuché y en el día de
salvación te ayudé. Mirad ahora el momento favorable; mirad
ahora el día de salvación.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial (Salmo 50)

R/ Misericordia Señor hemos pecado

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,


por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.

Pues yo reconozco mi culpa,


tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.

En la sentencia tendrás razón,


en el juicio resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací;
pecador me concibió mi madre.

Te gusta un corazón sincero,


y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.

O bien, si preside el Diácono:

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo


6,1-6.16-18

D ice el Señor: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante


de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no
tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por
delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las
calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os
digo que ya reciben su paga.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano


izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

«Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar


en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados
para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben
su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento
y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

«Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que


desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en
verdad os digo que ya reciben su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,


para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre
que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.

Palabra del Señor.


Después de la breve reflexión, se continua con la siguiente oración.

O h Dios que te dejas vencer


por el que se humilla
y encuentras agrado
en quien expía sus pecados
escucha benignamente nuestras súplicas
y haz que descienda tu gracia sobre estos siervos tuyos
que van a recibir la ceniza, para que,
fieles a las prácticas cuaresmales,
puedan llegar, con el corazón limpio,
a la celebración del Misterio Pascual de tu Hijo,
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.

Imposición de la Ceniza

Después el ministro se limpia las manos y se pone el tapabocas


para proteger la nariz y la boca, luego impone la ceniza a cuantos
se acercan a él o, si es oportuno, se acerca a cuantos están de pie
en su lugar.
Ahora el que preside toma con toda reverencia la ceniza
bendecida que ha llevado y luego se dirige a los presentes,
diciendo una sola vez para todos, la siguiente fórmula:

“CONVIERTETE Y CREE EN EL EVANGELIO”


o bien
“ACUÉRDATE QUE ERES POLVO Y AL POLVO VOLVERÁS”.

El ministro toma la ceniza y la deja caer sobre la cabeza de cada


uno sin decir nada.1

1
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Imposición de la ceniza en
tiempos de pandemia, 12 de enero 2021.
Se concluye con la oración del Padre Nuestro

Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la


oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

El que preside:
V/ Bendigamos al Señor
R/ Demos gracias a Dios

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