La Personalidad Neurótica de Nuestro Tiempo
La Personalidad Neurótica de Nuestro Tiempo
La Personalidad Neurótica de Nuestro Tiempo
La personalidad neurótica presenta cierta rigidez en las reacciones, así como una abierta
discrepancia entre las capacidades y las realizaciones. El neurótico es una persona que siempre
sufre, y ello es producto de un rasgo común a todo tipo de conflicto neurótico, y que es el de la
angustia y las consiguientes defensas que se erigen contra ella, lo cual origina un permanente
conflicto, casi siempre inconsciente, y para el que nunca se halla solución satisfactoria. Este
conjunto de rasgos, que Horney nos habla de una auténtica «personalidad neurótica de nuestro
tiempo», es decir, de una personalidad enferma que, más allá de las singularidades de su conflicto
personal, es homologable en virtud de unas «similitudes básicas». Estas, indudablemente, vienen
producidas por las peculiares dificultades de nuestra época y de nuestra cultura. La relación
fundamental entre neurosis y cultura que Karen Horney sostiene ha entrañado, como se decía más
arriba, una «revisión» de las teorías de Freud en algunos aspectos de gran importancia. Al enfatizar
el carácter cultural y, en consecuencia, actual de las neurosis, Horney ha cercenado la orientación
biológica del psicoanálisis freudiano, basado, como es sabido, en el principio del placer y en la idea
de que la psique humana se halla gobernada por ocultos mecanismos de tipo inconsciente.
La neurosis implica una desviación de la normalidad, criterio en verdad muy importante, aunque
insuficiente para resolver el problema. Existen dos características que nos es dable apreciar en
cualquier neurosis, sin necesidad de conocer íntimamente la estructura de la personalidad: primero,
cierta rigidez en las reacciones, y segundo, una estimable discrepancia entre las capacidades del
individuo y sus realizaciones. Una definición concisa de la neurosis, aunque atinamos a describirla:
la neurosis es un trastorno psíquico producido por temores, por defensas contra los mismos y por
intentos de establecer soluciones de compromiso entre las tendencias en conflicto.
Los neuróticos de hoy tienen en común rasgos tan esenciales como para permitirnos hablar de una
«personalidad neurótica de nuestro tiempo. Las actitudes así observables pueden clasificarse a
grandes rasgos de esta manera: primero, actitudes frente al’ dar y recibir cariño; segundo, actitudes
frente a la valoración de sí mismo; tercero, actitudes frente al problema de la autoafirmación;
cuarto, la agresividad; quinto, la sexualidad.
LA ANGUSTIA
El miedo y la angustia son, ambos, reacciones proporcionales al peligro, pero en el caso del miedo
el peligro es evidente y objetivo, en tanto que en el de la angustia es oculto y subjetivo