Tipos de Narrador
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2. Actué como médico en dos barcos sucesivamente y durante seis años hice
varios viajes a las Indias Orientales y Occidentales, lo que me permitió
aumentar mi fortuna. Pasaba mis horas de ocio leyendo a los mejores autores
antiguos y modernos, pues llevaba siempre conmigo muchos libros. Cuando
estaba en tierra, estudiaba las costumbres y la índole de la población, y trataba
de aprender su idioma, lo que me facilitaba mi buena memoria.
6. El viejo se fue reculando hasta encontrarse con el paredón y se recargó allí, sin
soltar la carga de sus hombros. Aunque se le doblaban las piernas, no quería
sentarse, porque después no hubiera podido levantar el cuerpo de su hijo, al
que allá atrás, horas antes, le habían ayudado a echárselo a la espalda. Y así
lo había traído desde entonces.
7. - Es lo normal. -Le acariciaba los cabellos, la línea suave de los hombros, la nuca-.
Es tan fácil quererte, tan sencillo. Lo más sencillo del mundo. Eres bonita,
inteligente...
8. - Pero, ¿qué dices?
a. Pues eso, que estás hecha para que te adoren (mal, muy mal,
desgraciado, ¿qué te pasa?). Eres un ángel.
b. Sus cuerpos se tocaron. Teresa seguía con los ojos bajos.
9. Luego se habían metido poco a poco las dos y se iban riendo, conforme el
agua les subía por las piernas y el vientre y la cintura. Se detenían, mirándose,
y las risas les crecían y se les contagiaban como un cosquilleo nervioso. Se
salpicaron y se agarraron dando gritos, hasta que ambas estuvieron del todo
mojadas, jadeantes de risa.
10. Aún ahora, luego de tantos años, ese recuerdo sigue siendo
extraordinariamente vívido y molesto. Tengo muchos recuerdos desagradables,
pero…¿por qué no interrumpir aquí estas memorias? Me parece que fue un
error comenzarlas. Sin embargo, por lo menos me he sentido avergonzado
durante todo el tiempo en que las escribí, de modo que no son literatura sino
un castigo y una expiación.
11. El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana
para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un
bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en
el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.