La Corte Constitucional confirmó la sentencia del Tribunal Superior de Medellín en el caso de Margarita Inés Tobón Ochoa contra SURATEP A.R.P. Tobón Ochoa presentó una acción de tutela después de que SURATEP se negó a calificar su patología respiratoria como laboral luego de un accidente con ácido. La Corte encontró que la tutela no era el mecanismo adecuado para resolver este caso, ya que Tobón Ochoa podía haber acudido a la Junta Regional de Invalidez.
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La Corte Constitucional confirmó la sentencia del Tribunal Superior de Medellín en el caso de Margarita Inés Tobón Ochoa contra SURATEP A.R.P. Tobón Ochoa presentó una acción de tutela después de que SURATEP se negó a calificar su patología respiratoria como laboral luego de un accidente con ácido. La Corte encontró que la tutela no era el mecanismo adecuado para resolver este caso, ya que Tobón Ochoa podía haber acudido a la Junta Regional de Invalidez.
La Corte Constitucional confirmó la sentencia del Tribunal Superior de Medellín en el caso de Margarita Inés Tobón Ochoa contra SURATEP A.R.P. Tobón Ochoa presentó una acción de tutela después de que SURATEP se negó a calificar su patología respiratoria como laboral luego de un accidente con ácido. La Corte encontró que la tutela no era el mecanismo adecuado para resolver este caso, ya que Tobón Ochoa podía haber acudido a la Junta Regional de Invalidez.
La Corte Constitucional confirmó la sentencia del Tribunal Superior de Medellín en el caso de Margarita Inés Tobón Ochoa contra SURATEP A.R.P. Tobón Ochoa presentó una acción de tutela después de que SURATEP se negó a calificar su patología respiratoria como laboral luego de un accidente con ácido. La Corte encontró que la tutela no era el mecanismo adecuado para resolver este caso, ya que Tobón Ochoa podía haber acudido a la Junta Regional de Invalidez.
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Sentencia T-926/02 de la Corte Constitucional
Acción de tutela instaurada por Margarita Inés Tobón Ochoa contra
SURATEP A.R.P. Dentro del proceso de revisión de los fallos proferidos por el Juzgado Sexto Laboral del Circuito de Medellín y por la Sala Laboral del Tribunal Superior de la misma ciudad, en el trámite de la acción de tutela iniciada por Margarita Inés Tobón Ochoa contra SURATEP A.R.P.
ANTECEDENTES.
La señora Margarita Inés Tobón Ochoa interpuso acción de tutela contra
SURATEP A.R.P., por considerar vulnerados sus derechos fundamentales a la salud, a la vida, a la seguridad social, y la dignidad humana en razón a que la demandada se niega a calificar como laboral, una patología que padece como consecuencia de un accidente de trabajo.
Para fundamentar su solicitud de amparo, puso de presente los siguientes
hechos:
Desde hace algunos años labora para la Universidad Pontificia Bolivariana,
desempeñando oficios varios, y como tal fue afiliada a la A.R.P. SURATEP. El 21 de mayo de 1999, mientras realizaba sus labores, sufrió un accidente de trabajo, y como consecuencia inhaló ácido clorhídrico. Indica que este accidente le ha causado graves problemas físicos, especialmente de carácter respiratorio por lo que presenta actualmente una merma en su capacidad laboral. Afirma que como consecuencia de su accidente ha sido sometida a tratamiento médico, e incluso, debido a sus secuelas ha solicitado su reubicación laboral.
El 21 de noviembre de 2001, la E.P.S del Instituto de Seguros Sociales,
remitió comunicación escrita a la A.R.P. SURATEP, en la que solicitó que la señora Tobón Ochoa fuera evaluada por riesgos profesionales, derivados del accidente de trabajo sufrido por inhalación de ácido. Posteriormente, el 18 de febrero de 2002, SURATEP en oficio dirigido al jefe de salud ocupacional de la Universidad donde labora la demandante, informó que la patología que padece la demandante no cumple los criterios de enfermedad profesional, por lo que debe seguir siendo atendida a través de su E.P.S.
Manifiesta la accionante que actualmente se encuentra desprotegida, pues
no recibe ningún tipo de tratamiento, ni puede tramitar una eventual pensión.
Agregó que con la negativa de SURATEP A.R.P. de calificar como
profesional su patología, esa entidad le está vulnerando los derechos fundamentales arriba anotados, y aunado a esto, le impide solicitar el reconocimiento y el pago de una eventual pensión de invalidez a la que podría tener derecho. Solicita en consecuencia se ordene a la Administradora de Riesgos Profesionales SURATEP que proceda a dar trámite a su patología como de carácter profesional, y adicionalmente solicita ser evaluada por las autoridades médicas para determinar la pérdida de su capacidad laboral, para saber si tiene derecho a una pensión de invalidez. La accionante presenta una pretensión que por esta vía excepcional no puede cursarse por lo siguiente:
1. Porque la accionante contaba con la oportunidad de demandar el
dictamen de SURATEP dentro de los 5 días hábiles siguientes a la fecha en que este se produjo, y por ende tenía el derecho de que una Junta Regional de Invalidez evaluara su caso. No habiéndolo hecho no es la tutela el camino idóneo para revivir términos ya vencidos y no agotados por el interesado. Es ese el sentido de la jurisprudencia reiterada de esta Corporación cuando señala que la tutela es improcedente cuando con ella se pretenden sustituir mecanismos de defensa que por negligencia, descuido o incuria de quien solicita el amparo constitucional, no fueron utilizados a su debido tiempo. (Véanse entre otras, T-123 DE 1995, SU 111 de 1997)
2. La demandante fue evaluada por SURATEP, obteniendo como resultado
la respuesta señalada por esta entidad en su momento: la contingencia que afecta a la señora TOBÓN OCHOA no reúne los requisitos para ser considerada como profesional, en tanto que antes del accidente de trabajo por ella sufrido en el año de 1999, ya presentaba, según la revisión efectuada en su historia clínica, un cuadro de dos años de evolución de problemas respiratorios y por tanto, las dolencias sufridas por ella no tienen su causa en el accidente de trabajo que menciona en su demanda.
3. No es cierto como lo afirma la accionante que no se haya producido el
dictamen de SURATEP. Se repite, este ya se produjo y fue adverso a los intereses de la tutelante. Ahora, la petición de la accionante es que SURATEP proceda a toda costa a dar trámite a su patología como de carácter profesional (Folio 3 de la demanda) y es ahí donde la solicitud de amparo pierde su sentido, pues no puede el juez de tutela rebasar su ámbito de competencia, para variar el contenido de una decisión tomada por una entidad administradora de riesgos profesionales, o sugerir que se produzca otra respuesta que se acompase a los intereses de la accionante, pues fuera de carecer de competencia para ello, no cuenta con los fundamentos de juicio indispensables a la finalidad de resolver sobre los derechos por cuyo reconocimiento y efectividad se propende. Lo que se debate es así un derecho litigioso, susceptible de discutirse en la jurisdicción laboral ordinaria.
4. Tampoco se aviene a la verdad la afirmación de la accionante cuando
sostiene que quedó desamparada de sus servicios de salud, pues según las normas pertinentes al respecto, hasta tanto una enfermedad o un accidente sean catalogados como profesionales, será el sistema de seguridad social en salud quien se encargue de brindar todas las atenciones requeridas por el paciente.(artículo 12 del Decreto 1295 de 1994). La accionante esta afiliada a la E.P.S. del I.S.S. y es allí donde deben atenderle sus requerimientos de salud. La tutela en este caso no tiene siquiera la virtualidad de proceder como mecanismo transitorio pues no esta probado ningún perjuicio irremediable que acelere esta opción de protección constitucional.
5. Así pues, la inconformidad de la demandante de que su patología no sea
considerada como enfermedad profesional, en razón a la valoración que hiciera SURATEP, es asunto que no corresponde resolver en esta acción de tutela, pues, tal como lo dijeron los jueces de instancia, la controversia puede ser resuelta por otras autoridades, como por ejemplo, acudir a la Junta Calificadora de Invalidez, o a la justicia ordinaria. Es decir, por este aspecto, la tutela es improcedente y por consiguiente se confirmará el fallo de segunda instancia.
DECISIÓN.
En mérito de lo expuesto, la Sala Octava de Revisión de la Corte
Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,
RESUELVE
Primero. CONFIRMAR la sentencia de 22 de mayo de 2002, proferida por el
Tribunal Superior de Medellín.
APORTE CRÍTICO.
Teniendo en cuenta el Decreto1072 de 2015, Titulo 5 , Capitulo 1, En el
proceso de calificación las Juntas Regionales califican en primera instancia la pérdida de capacidad laboral, el estado de invalidez y determinan su origen y la Junta de Calificación Nacional le compete la resolución de las controversias que presentan las entidades de seguridad social, trabajadores y empleadores sobre el origen y la pérdida de la capacidad laboral en caso de accidentes y enfermedades de origen común o profesional y determinan si un trabajador es pensionado por invalidez o no es pensionado, en este caso la señora Margarita Inés Tobón Ochoa, no contaba con dicha junta que determinara su enfermedad, por lo tanto estoy de acuerdo con la decisión tomada por la corte constitucional.