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    Tus Zonas Erróneas, Opinión Cápitulo 3

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    El documento resume el capítulo 3 del libro "Tus zonas erróneas" de Wayne Dyer, el cual argumenta que las personas no necesitan la aprobación de los demás. Explica que la necesidad de aprobación se origina desde la niñez cuando los padres moldean el comportamiento de sus hijos para depender demasiado de la aceptación de los adultos. Más adelante, la escuela y otras instituciones refuerzan esta dependencia haciendo que las personas hagan las cosas para complacer a otros en lugar de pensar por sí mismas. Finalmente, el document

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    El documento resume el capítulo 3 del libro "Tus zonas erróneas" de Wayne Dyer, el cual argumenta que las personas no necesitan la aprobación de los demás. Explica que la necesidad de aprobación se origina desde la niñez cuando los padres moldean el comportamiento de sus hijos para depender demasiado de la aceptación de los adultos. Más adelante, la escuela y otras instituciones refuerzan esta dependencia haciendo que las personas hagan las cosas para complacer a otros en lugar de pensar por sí mismas. Finalmente, el document

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    Tus zonas erróneas, opinión cápitulo 3

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    Universidad de Los Andes

    Vicerrectorado Académico
    Programa de Actualización Docente
    Unidad Curricular – Desarrollo de Competencias
    Socioemocionales en el Docente Universitario

    TUS ZONAS ERRONEAS


    TU NO NECESITAS LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS

    Facilitador: Prof. Ángel Rodríguez


    Autor: Carmen A. Hernández

    Mérida, 31 de mayo de 2019


    TU NO NECESITAS LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS

    Corresponde al tercer capítulo del libro tus zonas erróneas de Dyer. Es un buen título para

    acabar con esos pensamientos que nos hacen infelices, nos inmovilizan y perjudican. En él se

    revisan aspectos como la necesidad, la valoración, la independencia, la manipulación, la

    influencia de los padres, la escuela y las instituciones.

    La aprobación de los demás estaría relacionada con la emoción en el momento o instante en

    que se produce, ya que es una reacción afectiva de duración corta y de gran intensidad. Ésta

    se vuelve un problema o una zona errónea cuando se torna en necesidad, en la sensación de

    que nos hace falta algo.

    La emoción desemboca en la acción, y en ese sentido, el deseo de apoyo no puede ser

    constante y en todo momento, porque entonces estaríamos hablando de un ser dependiente y

    sin voluntad. “Si sólo deseas la aprobación simplemente es porque te sientes feliz con el

    apoyo y la aceptación de las demás personas” (Dyer, 1976, pp. 23).

    La aprobación ha quedado fijada en la mente desde que somos muy pequeños, los padres van

    moldeando nuestra conducta y es allí en esos primeros años donde la aprobación y aceptación

    de los adultos es de vital importancia. Los padres cometen el error en su mayoría al educar a

    sus hijos muy dependientes y no fortaleciendo la capacidad que tienen de resolver sus

    pequeños problemas, y de ir desarrollando la confianza en sí mismos. El núcleo familiar

    alimenta, bajo la apariencia de buenas intenciones, la dependencia de sus miembros y la

    necesidad de aprobación. (Dyer, 1976, pp.26).

    Ya en la escuela los maestros son la extensión de los padres y refuerzan el hacer las cosas

    para los demás, es decir, para los profesores o para cubrir las expectativas de otros, es ahí,

    donde el alumno deja de pensar por sí mismo.

    2
    Las instituciones, la cultura y el estado están también para buscar y otorgar aprobación, en el

    caso del estado y la religión profesan la conformidad y sometimiento, mientras que, la

    cultura manipula el pensamiento, como por ejemplo con: las campañas publicitarias, la

    moda, la política, entre otros.

    Como vemos no es fácil alejarse de la aprobación, pero sin embargo, se debe tomar

    conciencia, y confirmar que no se ha vuelto una necesidad.

    Comprender que la felicidad proviene de la valoración que uno mismo éste dispuesto a

    otorgarse, que se deben establecer límites para que la opinión de los demás no ocasione

    sentimientos negativos, aprender a tomar riesgos y a ser inmunes. Anteponer nuestras

    necesidades sin caer en egoísmos.

    También debemos estar conscientes de que en algunos momentos nuestras opiniones no van a

    contar con el apoyo de los demás y es ahí donde asumiremos una posición valiente para

    defenderlas, pero también para aceptar la apreciación de los demás.

    Por último la aprobación de los demás es una zona errónea que habla de la credibilidad y la

    confianza que tenemos de nosotros mismos.

    3
    Bibliografía

    Dyer W. (1976). Tus Zonas Erróneas. Estados Unidos: Random House Mondadori

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