La OMS Organización Mundial de La Salud
La OMS Organización Mundial de La Salud
La OMS Organización Mundial de La Salud
En el siglo XXI, la salud es una responsabilidad compartida, que exige el acceso equitativo a la
atención sanitaria y la defensa colectiva frente a amenazas transnacionales.
ofrecer liderazgo en temas cruciales para la salud y participar en alianzas cuando se requieran
actuaciones conjuntas;
Estas funciones básicas se han descrito en el Undécimo Programa General de Trabajo, que
proporciona el marco para el programa de trabajo, el presupuesto, los recursos y los resultados a
nivel de toda la organización. Titulado «Contribuir a la salud», el programa abarca el periodo de
diez años que va de 2006 a 2015.
Diapositiva 4, Historia
Uno de los asuntos que abordaron los diplomáticos que se reunieron para crear las Naciones
Unidas en 1945 fue la posibilidad de establecer una organización mundial dedicada a la salud.
La Constitución de la OMS entró en vigor el 7 de abril de 1948, fecha que conmemoramos cada
año mediante el Día Mundial de la Salud.
Cristal
El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de
todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social.
La salud de todos los pueblos es una condición fundamental para lograr la paz y la seguridad y
depende de la más amplia cooperación de las personas y de los Estados.
Los resultados alcanzados por cada Estado en el fomento y protección de la salud son valiosos
para todos.
La desigualdad de los diversos países en lo relativo al fomento de la salud y el control de las
enfermedades, sobre todo las transmisibles, constituye un peligro común.
La extensión a todos los pueblos de los beneficios de los conocimientos médicos, psicológicos y
afines es esencial para alcanzar el más alto grado de salud.
Una opinión pública bien informada y una cooperación activa por parte del público son de
importancia capital para el mejoramiento de la salud del pueblo.
Laura
La OMS opera en un entorno cada vez más complejo y en rápida transformación. Los límites de la
acción de salud pública se han difuminado, extendiéndose ahora a otros sectores que también
influyen en las oportunidades de acción sanitaria y en sus resultados.
La OMS responde a esos retos con una agenda de seis puntos, que abordan dos objetivos de salud,
dos necesidades estratégicas y dos enfoques operacionales. El desempeño global de la OMS se
medirá por el impacto de su labor en la salud de las mujeres y en la salud de la población africana.
Durante el último decenio la salud ha adquirido un protagonismo sin precedentes como impulsor
clave del progreso socioeconómico, de tal manera que nunca se había invertido en ella tal
cantidad de recursos. No obstante, la pobreza sigue contribuyendo a la mala salud, y ésta hunde a
grandes poblaciones en la pobreza. El desarrollo sanitario se rige por el principio ético de equidad:
el acceso a intervenciones que salvan vidas o fomentan la salud no es algo que pueda negarse por
razones injustas, en particular por razones económicas o sociales. El respeto de ese principio
asegura que las actividades de la OMS orientadas al desarrollo sanitario otorguen prioridad a los
resultados de salud entre los grupos pobres, desfavorecidos o vulnerables. El logro de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, la prevención y el tratamiento de las
enfermedades crónicas y la lucha contra las enfermedades tropicales desatendidas son las piedras
angulares de la agenda de salud y desarrollo.
La vulnerabilidad común a las amenazas que acechan a la seguridad sanitaria exige medidas
colectivas. Una de las mayores amenazas para la seguridad sanitaria internacional son las que
provocan los brotes de enfermedades emergentes y epidemiógenas. Esos brotes son cada vez más
frecuentes, como consecuencia de la rápida urbanización, el deterioro del medio ambiente, la
manera de producir y comercializar los alimentos, y la manera de usar los antibióticos. La
capacidad del mundo para defenderse colectivamente de los brotes epidémicos se verá reforzada
en junio de 2007, fecha de entrada en vigor del Reglamento Sanitario Internacional revisado.
Para que las mejoras de la salud operen como estrategia de reducción de la pobreza, es necesario
que los servicios de salud lleguen a las poblaciones pobres y subatendidas. En muchas partes del
mundo los sistemas de salud no pueden cumplir ese objetivo, lo que hace del fortalecimiento de
esos sistemas una alta prioridad de la OMS. Entre los diversos aspectos abordados cabe mencionar
la disponibilidad de un número adecuado de trabajadores debidamente cualificados, una
financiación suficiente, sistemas idóneos para reunir estadísticas vitales, y acceso a las tecnologías
apropiadas, incluidos medicamentos esenciales.
Los datos probatorios son la base para establecer las prioridades, definir las estrategias y medir los
resultados. La OMS genera información sanitaria fidedigna, en consulta con destacados expertos,
para fijar normas, formular opciones de política basadas en la evidencia y vigilar la evolución de la
situación sanitaria mundial.
La OMS lleva a cabo su trabajo con el apoyo y colaboración de numerosos asociados, incluidos
organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, donantes, entidades de
la sociedad civil y el sector privado. La OMS utiliza el poder estratégico de la evidencia para alentar
a los asociados que aplican los programas en los países a alinear sus actividades con las mejores
directrices y prácticas técnicas, así como con las prioridades establecidas por los países.
6. Mejorar el desempeño
La OMS participa en las reformas en curso encaminadas a mejorar su eficiencia y eficacia, tanto a
nivel internacional como en los países. La OMS procura que su capital más importante, esto es, su
personal, trabaje en un entorno motivador y gratificante. La OMS planifica su presupuesto y sus
actividades mediante la gestión basada en los resultados, en la que se definen claramente los
resultados previstos para poder medir el desempeño a nivel de país, regional e internacional.
Marcela
La OMS ha emprendido una serie de reformas a fin de estar mejor preparada para hacer frente a
los retos cada vez más complejos que plantea la salud de las poblaciones en el siglo XXI. Desde los
viejos problemas que se resisten a desaparecer hasta las nuevas amenazas para la salud pública, la
OMS tiene que ser suficientemente flexible para responder a este entorno cambiante.
Diapositiva 11, El proceso de reforma está orientado por los Estados Miembros y tiene carácter
integrador. Los tres objetivos fueron definidos por la 64.ª Asamblea Mundial de la Salud y por el
Consejo Ejecutivo en su 129.ª reunión.
La mejora de los resultados sanitarios, lo que permitirá a la OMS cumplir las expectativas de sus
Estados Miembros y asociados en cuanto a la atención de las prioridades acordadas en materia de
salud mundial; centrarse en las intervenciones y esferas en las que desempeña un papel único y
cuenta con ventaja comparativa; y adoptar un sistema de financiación que facilite centrarse en
estos aspectos.
Una mayor coherencia en el ámbito de la salud mundial, dentro del cual la OMS desempeñará un
papel destacado para favorecer la participación activa y eficaz de un gran número de actores para
mejorar la salud de todos los pueblos.
Una Organización que se afane en lograr la excelencia y sea eficaz, eficiente, receptiva, objetiva,
transparente y responsable (EBSS/2/2).
Diapositiva 12, Tres campos de trabajo diferenciados pero interconectados han surgido en
conformidad con esos objetivos:
Reforma de la gobernanza
Reforma de la gestión