Actividad - 2 - Taller - Epidemiología y Estadística Básica Descriptiva
Actividad - 2 - Taller - Epidemiología y Estadística Básica Descriptiva
Actividad - 2 - Taller - Epidemiología y Estadística Básica Descriptiva
Asesor:
Carlos Daniel Mazabel Córdob
En la actualidad, entre las enfermedades infecciosas a las que están expuestos los
profesionales sanitarios se destacan la Hepatitis B, Hepatitis C, Hepatitis Delta y el SIDA
sin olvidar otros virus y enfermedades, producidas por otros microorganismos
como tétanos, TBC, legionelosis, fiebre Q, rubéola.
La mayoría del personal hospitalario tiene una exposición indirecta pues se deriva de
la atención de la fuente contaminante que puede ser un ser vivo o muerto o por las secreciones
emanadas por ellos o un elemento que fue utilizado para su atención o
manipulación. (Universidad de Madrid, s.f.)
Los seres humanos pueden estar colonizados, entendiendo colonización como la presencia de
microorganismos en la superficie de tejidos del huésped como pueden ser: superficie interna del tracto
digestivo o del aparato respiratorio, piel o mucosas. En este caso, el microorganismo no causa
enfermedad. El resultado de una infección depende de la virulencia del agente infeccioso, el número
de organismos y del estado de nuestras defensas naturales. (MDS salud, 2019)
Enfermedades parasitarias
Los parásitos son organismos que dependen de otro organismo vivo, hospedador, para su
crecimiento. El ser humano puede verse afectado por diversos tipos como protozoos, organismos
microscópicos unicelulares o helmintos, multicelulares observados a simple vista como por ejemplo
gusanos cilíndricos (nematodos).
Las infecciones parasitarias provocan muchas enfermedades tanto en las zonas tropicales
como subtropicales, aunque también en zonas con climas más templados. De todas las enfermedades
parasitarias, la malaria es la que produce más muertes en el mundo, la mayoría de ellas en niños
pequeños en el África subsahariana. Otras enfermedades parasitarias son la filariasis linfática, la
oncocercosis y la dracunculosis, entre muchas otras.
Infecciones bacterianas
Están causadas por bacterias, organismos microscópicos formados por una sola célula que
carece de núcleo. Aunque son muchas las especies que pueden provocar enfermedad en el ser
humano, menos del 1% de las bacterias existentes son perjudiciales. Muchas de las bacterias
patógenas liberan toxinas que pueden dañar los tejidos y así causar enfermedades. Entre los ejemplos
de bacterias que causan infecciones se incluyen los estreptococos, los estafilococos, las
enterobacterias (Ej. Escherichia coli) y Clostridioides difficile, entre muchas otras.
Ejemplos de enfermedades provocadas por estos organismos son el pie de atleta, causado por
el parásito Tinea pedis, la aspergilosis, causada por la familia de los Aspergillus o la candidiasis
vaginal, causada por la levadura Cándida, siendo Cándida albicans la especie más común.
Infecciones virales
Los virus son microorganismos infecciosos, más pequeños que las bacterias y los hongos. No
pueden reproducirse por sí mismos, por lo que necesitan invadir una célula viva, de la que obtendrá
la energía y la maquinaria necesaria para multiplicarse.
Ejemplos de enfermedades virales son la varicela, causada por el virus varicela zóster; el
resfriado común, causado por rinovirus; las hepatitis virales como la hepatitis C o el VIH, causado
por el virus de la inmunodeficiencia humana, entre muchas otras.
Otros virus, como el citomegalovirus (CMV), muy prevalente a nivel mundial, y que infecta
a personas de todas las edades, puede permanecer latente en el organismo. En personas con un sistema
inmunitario normal, la infección cursa normalmente sin síntomas o con síntomas muy leves. Sin
embargo, puede reactivarse de manera oportunista, causando serios problemas de salud a personas
con su sistema inmunitario deprimido (debilitado), como puede ser el caso de los pacientes
trasplantados, por ejemplo, los trasplantados de medula ósea que tienen el sistema inmunológico
debilitado por tener que tomar medicamentos que causan inmunodepresión.
Infecciones asociadas a la asistencia sanitaria
Las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria son aquellas que tienen relación con
prácticas asistenciales en pacientes que están hospitalizados o atendidos de forma ambulatoria, pero
en contacto con el sistema sanitario. Se estima que afectan a entre el 5-10% de los pacientes y
comportan una elevada morbimortalidad y un gran coste económico.
Los principales tipos de infección asociados a la asistencia sanitaria están relacionados con
procedimientos invasivos. Los más frecuentes son la infección respiratoria, la quirúrgica o
intraabdominal y la urinaria.
Para la OMS, son muy diversos los factores que propician la infección en los pacientes
hospitalizados. Entre estos factores están la reducción de las defensas inmunitarias de los pacientes;
la mayor variedad de procedimientos médicos y técnicas invasivas, que crean posibles vías de
infección; y la transmisión de bacterias resistentes a los fármacos en poblaciones hacinadas en los
hospitales, donde las prácticas deficientes de control de infecciones pueden facilitar la transmisión.
(Salud, MDS, 2019)
Las medidas preventivas a aplicar con objeto de eliminar o minimizar los riesgos por
agentes biológicos, se aplicarán preferentemente en el origen, de tal forma cuando ello no
sea suficiente, deberán adoptarse medidas adicionales en el ámbito de los posibles medios de
difusión de dichos agentes y de los trabajadores.
Por lo anterior se debe tener encienta en el entorno laboral las siguientes medidas
preventivas de prácticas de trabajo seguro para todos los trabajadores con exposición a
agentes biológicos:
Entre las medidas preventivas que actúan a este nivel se pueden citar:
La sustitución de los agentes biológicos peligrosos para la salud del trabajador, por
otros que no sean peligrosos o que lo sean en menor grado, en caso de que la
naturaleza de la actividad lo permita.
Señalización de las zonas de trabajo con riesgo biológico y control de acceso al
personal asno autorizado.
La implantación de:
Procedimientos de trabajo y la utilización de medidas técnicas que eviten o minimicen
la liberación de agentes biológicos en el lugar de trabajo, como pueda ser la
utilización de recintos de contención en aquellos procesos que generen bioaerosoles
o salpicaduras.
Planes de limpieza, desinfección y mantenimiento de instalaciones y equipos.
Procedimientos de actuación en caso de accidentes o incidentes en los que se vean
implicados agentes biológicos.
Programas de gestión de residuos que establezcan la recogida, almacenamiento y
evacuación de residuos biopeligrosos en contenedores normalizados.
Programas de gestión de plagas.
Para evitar otras patologías, como aquellas que tienen transmisión oro-fecal, se
recomienda adicionalmente lavar las manos así:
Antes, durante y después de preparar alimentos
Antes de consumir alimentos
Después de utilizar el baño
Después de cambiar pañales o asistir a un niño que haya ido al baño
Después de sonarse la nariz, toser o estornudar
Después de haber tocado animales o alimento para animales o excrementos de
animales
Después de haber tocado la basura.
Los trabajadores deben realizar los siguientes pasos para protegerse a sí mismos y a
sus compañeros de trabajo de las lesiones cortopunzantes:
Evitar el uso de agujas cuando existan alternativas seguras y efectivas.
Ayudar a su empresario a seleccionar y evaluar dispositivos con mecanismos de
seguridad.
Utilizar los dispositivos con mecanismos de seguridad proporcionados por su
empresario.
NO re-encapsular agujas.
Hacer los preparativos de manipulación y eliminación seguras antes de iniciar
cualquier procedimiento en el que se utilicen instrumental u objetos cortopunzantes.
Desechar rápidamente los dispositivos cortopunzantes usados en los recipientes
apropiados
de eliminación.
Informar cualquier incidente/accidente con instrumental cortopunzantes o que
implique la manipulación de un agente biológico sin demora para asegurarse de
recibir el seguimiento adecuado.
Participar en el adiestramiento sobre patógenos transmitidos en la sangre u otros
fluidos corporales y seguir las prácticas de prevención de infección recomendadas,
incluyendo vacunación contra la hepatitis B.
25.6. Limpieza, desinfección e higiene. (Mintrabajo, 2018), (EUCA, 2019), (U. JAEN,
2019)
Las empresas deben tener un Plan de Limpieza establecido con las diferentes acciones
a realizar, de los implementos a utilizar y de las frecuencias de las actividades de limpieza e
higiene de acuerdo a la normatividad vigente ya que la higiene y la limpieza en las
organizaciones contribuyen a la salud y seguridad de los trabajadores los cuales también
deben tener en cuenta los protocolos y procesos establecidos sobre el manejo de la Gestión
del riesgo Biológico.
Los equipos de protección personal o de barrera deben estar adaptados a cada tipo de
exposición, así como los guantes, mascarillas, gafas o batas. Algunas recomendaciones son:
Uso de guantes obligatorio cuando se manejan fluidos corporales, objetos
potencialmente infectados o al realizar procedimientos invasivos.
Uso de mascarillas y protección ocular siempre que pueda haber salpicaduras o riesgo
de aerosoles.
Utilización de batas y delantales impermeables en caso de riesgo de grandes
volúmenes de salpicaduras de líquidos orgánicos.
Los EPP deben ser dispuestos o eliminados de acuerdo con los procedimientos de
bioseguridad establecidos por los organismos competentes, con el fin de proteger al personal
de salud y a la comunidad expuestos a elementos contaminados.
Es obligación del trabajador reportar las anomalías que estos presenten y solicitar el
cambio cuando sea necesario.
La alergia es el resultado de una fuerte reacción del sistema inmunitario inducida por
determinadas sustancias conocidas como alérgenos o sensibilizantes. Las manifestaciones
clínicas pueden afectar a las vías respiratorias como rinitis, asma o reacciones de
hipersensibilidad; o a la piel como prurito, inflamación, excoriaciones, etc.
Efectos tóxicos o intoxicaciones son producidos por las sustancias liberadas por
ciertos agentes biológicos, conocidas principalmente como toxinas (exotoxinas, endotoxinas,
micotoxinas).
27. Responde a las siguientes preguntas sobre medidas de protección frente al Tétanos:
27.1. ¿Cuál es la medida de prevención más eficaz contra el Tétanos y que debe
promoverse en todos los trabajos con riesgo de producción y/o contaminación de
heridas?
La vacuna contra el tétanos es la mejor manera de protegerse y puede prevenir la
enfermedad. Se provee como parte del programa de inmunización durante la infancia. Los
adultos deben aplicarse una nueva dosis o refuerzo cada 10 años. Si sufre una cortadura o
quemadura severa, busque ayuda médica; es posible que necesite un refuerzo. El cuidado
inmediato y adecuado de la herida puede prevenir la infección por tétanos (Medlineplus,
2020).
Dos dosis durante el primer año de vida con un intervalo de 2 meses, a partir de los 2
meses de edad (2, 4), administrada con la vacuna combinada hexavalente.
Una dosis de refuerzo a los 11 meses, administrada con la vacuna combinada
hexavalente.
Una dosis a los 6 años en la que se usa la vacuna DTPa de carga completa combinada
con la vacuna antipoliomielítica (DTPa-IPV). Esta dosis se aplica a los
primovacunados con la pauta 2 + 1. Los vacunados con la pauta de primovacunación
de tres dosis y refuerzo a los 18 meses (3 + 1) se vacunan con dTpa de carga reducida.
En la preadolescencia se administra una dosis a los 14 años de edad con la vacuna de
baja carga antigénica de toxoide diftérico combinada con toxoide tetánico (Td).
Dosis de refuerzo.
Vacunados correctamente en la infancia y la preadolescencia:
Una dosis de refuerzo en torno a los 65 años.
Primo vacunados en la edad adulta:
Dos dosis de recuerdo con un intervalo recomendado de 10 años (intervalo mínimo
de 1 año) entre las dosis hasta que completen un total de cinco dosis.
Una dosis de refuerzo a los 65 años si han pasado más de 10 años desde la anterior
dosis.
27.3. Ante una herida con riesgo en una persona no vacunada (tétanos): ¿Qué hay
que administrar inmediatamente y que trabajadores constituyen un grupo de alto
riesgo?
Se debe tener presente la inmunización antitetánica. (Organización Mundial de la
Salud, 2013).
. Por esta razón, dentro de las medidas preventivas para el personal trabajador
expuesto se encuentran las siguientes:
Capacitación: Parecería que este punto sobrara, sin embargo, es necesario recordar
la importancia de mantener capacitado y actualizado permanentemente al personal
trabajador, en especial sobre prácticas de trabajo seguras y las medidas de prevención para
mitigar el riesgo y cómo actuar ante una posible emergencia.
Uso de elementos de protección personal: Las personas de alto riesgo que trabajan
en lugares donde estén expuestos al contagio del VHB, deben utilizar obligatoriamente
siempre guantes de látex y tapabocas en situaciones de contacto con sangre o fluidos
corporales y demás EPP requeridos para su cargo.