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Alejandro Schmidt - Nace Tu Lámpara (Poesía)

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NACE TU LÁMPARA

Alejandro Schmidt

Nace tu lámpara - 1ª edición - Río Cuarto


ISBN 978-987-1685-16-5

Imagen de tapa:
Leonardo Da Vinci, De Divina Proportione (fragmento)
NACE TU LÁMPARA

ALEJANDRO SCHMIDT
a Mónica Conci
EL LLAMAMIENTO
El llamamiento

Acaso nada haya ocurrido


salvo esta casa
este despertar al borde de la tarde
con tu leve inquietud bruscamente disipada
ante el día en el patio

qué hermoso día


suerte que nos despertamos ahora y no
cuando ya es de noche
dijiste

te conté el llamamiento de Eliseo en el Libro de los Reyes


las exudaciones de la tierra maldita
y los tormentos en cumbres borrascosas
luego
escribí a un amigo acerca de esas correspondencias

puedo sentir que


ni esta terraza ante las piedras luminosas del cielo
ni el profeta menor
ni Lowry
o Emilia Brönte
suspenderán las cicatrices insepultas
su profundo escozor

el amor que no te di
suelta augurios sobre mi corazón

y así
entre atajos sentimentales
anhelantes abstracciones
recorrí los oscuros pasillos de mi vida
como el perdido mensajero
de un remoto hotel.

Acaso nada haya ocurrido


y el silbo del látigo
acerque la distancia entre el aire y su piel

aguardo todavía
una interpretación de las muecas
que trepan a mi máscara intacta

doctrinas

para el ídolo del destino


aferrar el lápiz
sin apretar los labios tras el alma…

Tenés razón en abandonar al día


toda belleza
todo rasgo de imperfecta certeza

sus cualidades de luz, al menos, no prosperan


en sombríos secretos

o prefiero creer que es así


que la Naturaleza expresa una transparente verdad
sólo comunicable
a santos del Sentimiento


ahora y siempre
nada es fruto, existencias
salvo la memoria de tus ojos

redondos y mudos
como el paraíso de Dios.

Iré a nuevos enigmas


regresaré a tu cuerpo como a un país
íntimamente afable
escribiré
sobre un sol sin centro
cuyos cuernos
abren una copa a los cielos

y la áspera, inmaculada sustancia


que se desprendiera sobre mi corazón
poseerá hogar, sus cuerpos,
sus estancias

(¿Serán míos los árboles?¿podré verlos


sin incompleta sombra, sin sus derramamientos?)

y la necesidad de sentido no tendrá alimento


entonces
ya cumplida esta agonía
de fatigas y usura

estaré listo para aceptar


de tus palabras
la súplica a ese resplandor
acaso

inmortal.
Indagaciones

Iré a ver si algo llegó atrás

si cayó una luz


o era mejor el cielo

preciso habita el viento


gargantas
de otredad

y quien construye
calla
su razón

desiertos forja el entusiasmo


imperios
un dios
danzando
con nosotros

veré si han llamado


los que no cuentan en el mundo

los cuidadores del perro del amor.


¿Y piensas en crecer?

El alma ansía verte


y todo es como un sueño
la cumbre
el día triste

¿Y piensas
en crecer?
Amar es raro

Los ojos saltan


el alma regresa

si hay luz, hubo tigres

cuando llegues mostraré


almohadas de profeta
y la espada

¿En el momento de la desesperación


para quién
fuiste una estrella?

Los actos prosperan, el tiempo, no,

no pudiste darme porque


seguí caminando

mensajes y sidra
a quién llora al borde del sendero
escribir es más fácil que respirar

chocan el cuerpo las palabras


sin embargo
desierto
permanece el corazón

un perfume de tinieblas rodea la búsqueda

no te precipites

amar es raro

el otro
una fe.
Así está bien

Vacila otra sombra en el espejo


dulce mueve el aire
memorias

enlazados al yo
suben infortunios

sabés?
turbio es el peso de la vida
lámpara
tu amistad

buscaré
entre la noche y la noche

quizá
esa sonriente montaña de la China
o el pulpo luminoso
se llame amor

ojalá
tu cariño envuelve lo presente

a nadie pregunto

así está bien.


Toda la vida

Dádiva o remedo
de aquella vez
cuando el ojo del mundo
(no sé si decirlo así)
dio estigmas amorosos

consultar
reclamar
a quién

toda la vida
en sueños
la gracia
de eso
que pudimos
soportar

ajenos.
No dormir

Ya se ve fuego entre árboles


lamentos encendidos
lejos del corazón donde sentía
dádivas del azar
cuerpos enterrados en el día
y lo que importa es suficiente
la nube
unos gorriones

para no dormir
bastó
un rostro desde el río

tu sed
amor
al fin del sueño.
Un sol

La noche no llevará la casa


estaré despierto
dormido

unido sin mí
a rebaño de espejos
al agua de la virgen

insistirá lo oscuro
hasta romper su jarra
en las estrellas

estaré vivo
exánime
en tus brazos
en la broma del cometa

amor, único amor

y nadie se llevará esta casa.


Llegue también

Presencia
fue tu palabra
un aceite
vapor del río entre los sauces

pude creer
entonces

en la ciudad
y cerca
que el tiempo
yacía en nuestras manos

recordar el goce de unos ojos


la gravedad del argumento

que por mi soledad


llegue también
tu sombra al dios
y alce puños la distancia
igual, a esa llanura donde dí
los días
recontados
de mi vida.
Con esto

Con esto siento el fuego


con esto que usé para vivir
para comprarte regalitos
esto que
anduvo en tantos bares

¿Oís cómo cambia el paso


y el pasado
si se arroja
si tiembla todavía?

con esto
vendido por ceniza
al perro de la luna
a la cantora
viví
lo fui quemando todo

¿Y qué música
que isla de leones
pude hallar?
Con este solo
solo
corazón que tengo.
No dejes que esas nubes…

Todo pasará dijo el Diablo


y así fue

regresaron arena las montañas


un fantasma junto al río
esta ciudad

no dejes que esas nubes


miren
por última vez

no pase tu mano
sobre un corazón

en tu costado
el tiempo
es nieve
presagio

siempre estás volviendo


de mí

para quedarte.
Grandes aventuras

Contracara del viaje


esta aventura
es quietud de transparencia

te encontré en diamantes
selvas de azar

cero para el enemigo


y transfinito hacia tu sangre

las grandes aventuras


son tus ojos

¿cómo le fue
a esa vida escondida
que ahora destierra
la belleza?

La otra aventura
es ir
sabiendo
mientras pasan la grandes ovejas

por el único día del amor.


VIGÍA
Paloma tuya

Entonces
cuando me dolía tanto la cabeza
traías la paloma
y la ponías en mi frente

bebía la fiebre
como quien se sorprende

cuando sus ojos


enrojecían
la soltabas en el patio

al cielo se iba
toda de fuego
mirando este mundo rojo

donde me levanto
y camino

altivo.
Llegar al continente o a la estrella

Amiga
hueso sostén del corazón

si no fuera
por esta vacilación de la palabras
¿alcanzaran claridad tus pies?

no importa si amor
o la confianza

vivir o vivir
nace tu lámpara.
Inexplicable

Lo que desea el ángel

La voz del sapo entre el pozo y la luna

Los vientos

El sueño

Tu amor, constante.
Es hermosa tu frente

Ahí

visito

árboles

doblados

por la luz.
Días felices

Tu rosa adentro del cansancio.


Aquello que siempre te pedía

No el corazón
los sueños
sino tu mano cierta
tu silencio feliz
en los abismos.
Yo mismo

Ahí trabajan los doctores invisibles


el cuerpo vuelve para adentro
algo sale del sueño y nos contempla

los novios se abrazan como cajas


la casa suelta aire

querida
eres yo mismo
por eso
no te encuentro.
Desde sueños

Llueve desde los sueños


¿qué pueden pedir
estos árboles crudos de la noche?

Ramas íntimas
azotadas por la sensación
en un teatro de virtud

el oro
divierte sus bastones

la lejanía
se presenta
invicta

arde esta hoja


volviendo
hacia mi corazón
el tuyo.
Vigía

No es porque dijiste
sin propósito y como para tu preocupación
vendrá tormenta
se ve allá
en las bocas del sur
que te amo
que aprendo a respetarte
(lo cual es algo bastante distinto a ese amor de la canciones ¿no?)
ni la gratitud
tras años de vigilia
mientras clavaba mi carne contra el aguijón
no
no es una cuestión de lo que dijiste
hiciste

que llueva hasta partirse el mundo

que te encuentre (como a una piedrita blanca


por el espíritu)
y sepa cuidarte

que nunca termine de expresar


tu sombra
sobre el día total
adentro de eso
que algunos llaman realidad, vivir, suceso

ni por el abrazo
el diálogo
una casita blanca
un hijo
un empujarse hacia la aurora

o esa necesidad de hombres y animales


(pan, calor, encendimientos)
que me siento en mi mismo
cada vez
a contemplar

como regresan tus tormentas.


TESORO DEL INSOMNE
Acertijo

Amparo
o piedra frente al cielo
debiera ser amor

aprender que
en tanto reverbera la voz
hondo se vuelve
el rostro de esos puentes

en acaso
o certeza
tu confusión
su viaje
dan estigma
al canto
desde mi
hacia vos misma

y todo lo demás es acertijo…


Algo abre el cielo

Algo abre el cielo

decís
debe ser mi amor

estás segura?

quizá
es otra aventura

ese tren que pasa y no


su rostro de humo y presagios

o la tristeza de los hombres…

Hablamos
se cierran árboles
a fondo
de otra tarde
nada nos perteneces en esta tierra

algo
abre el cielo.
Hasta ahora

Considerando la especie de los monstruos


su recóndito aire

gracias por las botas


el tapado

me avisaste

están mojadas las calles


bosteza el gran muerto del cielo

no sé si es amor
mesa de juego
o qué

pero
hasta ahora

debe esperar el Mal


crecen redondas las palabras.
Sólo eso

Dame la piedra de tu noche


no digas después
que es una fuente
un jarro repleto de violetas

porque voy a creerlo


a no encontrar
el agua
la serpiente

sólo eso
lo que puedas
dame

y veremos cómo apretar días invencibles

te amaré siempre
que más podría hacer

no digas después
que todo el corazón
que todo el aire

falta.
Encender

Durante algún tiempo no tuve casa


el tiempo
era mi casa.

Fue hielo
vidrio del corazón
durar
tenerse.

En el quizás
lloran ángeles secretos.

Seamos sinceros
podrá el amor arder
y derramarse el cielo

escribo
duermo
envuelto por lo turbio.

Abro puertas
y no sabré si el aire
estaba adentro
o dónde.

No dejes de encender para mí


estos desiertos

no encuentres tu casa
no te fíes del tiempo.
Reflejo

La vela que prendiste a los santos


no era, fue
ni llevaba
tu corazón o el mío

un reflejo en la ventana
para la noche del miedo

corazón de Jesús
ángel de la guarda
padre Pío

anoche busqué un vaso de agua


y me miró

esa llama

como pajarito que llegara

a pie
en la tormenta.
Rumor

Fuimos a conversar en la luz


toda palabra
llegó al revés
muy convencida

porque tenemos corazón


es imposible el silencio

(¿no escuchaban eso

tum- tum- tum

los hombres que flotaron


entre el planeta
y el oscuro derrame de los astros?)

decís
hablemos
y así
ocurre la miseria

amiga
es necesaria otra oscuridad
soplo de lejos

rumor de un secreto fuego


es la existencia

piadosa y triste
como reina de un cuento
demora
la sabiduría.
…Y llegan, incesantes…

Si supieras hasta donde han llegado las cosas


como si hubieran ido
en brazos del pampero

parecen reposar allí


con nuestros problemas
dando enigmas

¡qué cosa!
hasta dónde, hasta dónde
y nosotros
aquí
sorprendidos
enojados
sin recordar cómo, ni por qué
pasó lo que pasó
culpando a Dios
o al tiempo
su acertijo

…y llegan, incesantes…
sus clarísimas señales
si supieras
si pudiera explicarte…
El viajero pronuncia su advertencia

No busques por esos caminos donde hocican


dragones
su alimento

ni perturbes lo callado
la dura transparencia
en patrias
que no conocen tierra

¿Quién cantará lo ausente?

No creas que esa sombra


acude o
te convoca

apenas es mi voz
no un viento de montañas

amor
hay que perder la vida

perderla

y sonreír.
No es mi corazón

Eso que ves allá


tirado
remontando
no es mi corazón
el de Edmundo D’ Amicis
o el de las manzanas

ese aire llegado


con maneras de estatuas
no es
si lo fuera
estarías cierta
de honduras, cometas
del modo en que la luz castiga…

Eso que aguardás


pese a vos misma
altiva
no es mi corazón
ni sus errores

se parece
es cierto

no es mi corazón.
Qué esperabas

El talento puede ser vencido


el amor
los dioses

qué esperabas?
que mi error alcanzara luz?
se descosiera
y bailara?

La imaginación
su voluntad
pueden ser vencidos
no se precisa tanto

basta aparecer
el pan
lo inexpresado…

Yo puedo ser vencido

vos
aún quienes no cuentan
y ganan la virtud de su fracaso…

Fresca dura la noche


en nuestro brazos

la candidez

el llanto.
Tesoro del insomne

Desde estas llanuras


donde duermen las vacas
bajo un árbol viudo

desde esta casa donde suma el viento


tesoros al insomne
te invoco

no con orgullo
o reclinado
en la brumosa columna de los solos.

Desde este cuerpo


armado
en frágil animal

preciso como un ciego


reclamo
los pasos que arribaron
al lazo
del enigma.
Aunque asciendas
envuelta por cerrojos

sé vulnerable

-ésa es la rosa casi abierta –.

Mira
perdura aceite en su candil
estas llanuras devoran
lo que enseñan

azota el firmamento su desastre

roca y paños de la sombra

así te esperé toda mi vida

así confié lo nunca hallado

entre el mundo

y la espuma de los astros.


Esta mañana

Porque aún estamos lejos de nosotros


desiertos verbales
nos ocupan

bastaría
ahogados del propio corazón
mirarnos
como sea

para que entonces



la música

y tras la nieve

abrazos
resplandor

esta mañana.
Animal traído por la luz

Si llegaras
como un animal traído por la luz
abriendo ramos de la noche
haciéndote lámpara o serenidad
encerraría
capaz
el silencio de esta mesa

decidiste
probar el pan
en música
de otros días

¿Cómo aprender la elemental


astronomía del amor?

La crueldad ya dibujó sus reinos

¿Sabrás que también


nos aguarda esta paciencia?
Casa dolor
y fuego
verdaderos

si vinieras
adentro de esa soledad
vestida por sueños
podría levantarme de mi mismo
como esa hierba que rompe
los breves palacios
del sentido.
Puro no ser

Hemos olvidado lo que somos


lo que soy
es piedra en mi camino

de pronto
duele el pie
duele

me has conocido

y sigue el camino
con su luna

vos
también olvidaste
aquella sombra

te acercás ligera
a este vacío
al traspié
puro de no ser
ya
lo que somos.
La dicha

Como esa primavera que algo trae del invierno


en la luz
los tallos

fueron nuestros días felices

pequeñas moscas
entre los sauces
y el vapor del alba.
En estos días

Y te preocupás por lo perdido


en estos días
cuando el alma sale cerca

no es que estés distraída


solo esperás
una señal

para seguir.
La situación

Este vivir
es tiempo y contratiempo
nací
todos nacemos

tarde

la situación es ésta

un trago amarillo
calma los demonios

tus lágrimas descansan


amor
en sus enmiendas

seremos siendo
y no hay razón
hazaña
anida lluvia en las estatuas
ya pedirás sus manos

flota el libro santo


calla
interminable

qué esperás todavía

podemos entrar
sin conocer la puerta

y ser feroces
feroces

mientras recita
el puro
sus endechas

no hay más

da un tumbo a tu promesa
y que se rompa
abierta.
Podremos entrar al Paraíso

También fue pena la estrella


lo que faltó
faltaba y llegó
con su raíz bendita
la coz
y los pronombres

no perdamos tiempo en detalles


tenés la culpa vos
la tengo yo
y quienes puedan
llevarla de paseo, de andamiaje

la pena
a saber
es rosa muy abierta
como el mar de Moisés
y lo que piensa el bosque

perros que llaman al sol


llega el día
de sangre
hasta los huesos
las hadas confusas
los mandatos
culpables

abrazos de ciego
vino derramado
laureles en la frente
culpables…

En un lugar adonde nunca iremos


el monstruo duerme
escribe el ángel

no está lejos
nunca iremos.

Dame tu culpa
la miraré de noche
será otra luz de expósitos
amante corazón de olvido

no dudes
es una la pena
y distante
bajo esa lluvia esperaremos

Dios arrebatará el fuego de la espada

podremos entrar al Paraíso.


Nota de la presente edición

Todos los poemas fueron escritos entre 1990 y el presente.


Excepto El llamamiento –publicado aquí en otra versión-
y Paloma tuya, los poemas permanecían inéditos.
DATOS DEL AUTOR

Alejandro Schmidt:
radamanto@arnet.com.ar

Alejandro Schmidt, nació Villa María, Córdoba, Argentina en 1955.


A modo de libros, folletos y plaquetas publicó 42 textos de poesía, entre ellos:

Clave menor (1983)


Serie Americana (1988; 2º edición 2008)
El diablo entre las rosas (1996; 2º edición, 2006)
Escuela industrial (1996,2º edición 2008)
En un puño oscuro (1998)
El patronato (2000)
Silencio al fondo (2000)
Esquina del universo (2001)
Oscuras ramas (2003)
Llegado así (2005)
La vida milagrosa (2005)
Casa en la arena (2006)
Mamá (2007)
Videla (2009)
Átomos (2009)
Árbol viudo (2011)
Mi metafísica (2012)

Entre 1990 y 2007 dirigió la editorial de poesía Radamanto. Fue traducido parcialmente al
inglés, alemán, italiano, catalán, rumano y portugués. Dos de sus libros se transcribieron al
Braille.
CONTRATAPA

A los poemas de Nace tu lámpara los aúna la recurrencia de un tópico que suele asimilarse
a la naturaleza de la poesía misma: el amor. La poética de Alejandro Schmidt transfigura
esa materia, sometida en más de una ocasión a la endeblez de lo melifluo y condenada a la
trivialidad del lugar común, en una experiencia desconcertante y, por eso mismo,
iluminadora.
Leo “amar es raro//el otro//una fe”, y esa suerte de afirmación epigramática -en la que la
elipsis juega un papel destacado- concentra en buena medida el clima de este libro. Si el
amor presupone y exige -me atrevo a interpretar- un reconocimiento del otro a través de un
acto de fe, de allí, entonces, su rareza, su acontecer inexplicable, su condición incierta y
(por qué no) misteriosa.
De esa condición inasible, que cuestiona los alcances de la representación lingüistica y
plaga a la escritura de sensaciones, imagenes, recuerdos e interrogantes continuos hablan
los poemas de este libro. La intensidad vertiginosa de los mismos revela que para Schmidt,
una vez más, la poesía se escribe con la entonación, descarnada y urgente, de una plegaria y
un desafío que no espera respuestas ni consuelo trascendentales.
Un resplandor vacilante, el destello de una lámpara que alumbra la presencia esquiva y a la
vez impostergable del amor.

José Di Marco
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