La Información Como Mercancía
La Información Como Mercancía
La Información Como Mercancía
3.- Los derechos de autor Asunto de vital importancia. Si bien es cierto que el
trabajo intelectual tomado como mercancía hay que protegerlo, también es cierto
que ese mismo trabajo tomado como conocimiento hay que promocionarlo.
Cualquier esfuerzo por diseminar el conocimiento será poco y siempre serán
escasas las iniciativas destinadas a hacer accesible la información a cuanta más
gente mejor. Digámoslo claro: el copyright es un asunto puramente mercantil.
Todo autor está deseando que su obra sea conocida y llegue al mayor número de
usuarios posible, pero lo que no está dispuesto es a que no genere ingresos. Aún
teniendo en cuenta esto, aún respetando el trasiego comercial de la información
(sean textos, imágenes, sonidos o películas), y las leyes del copyright, se hace
necesaria una conciencia CULTURAL que contemple la gratuidad en el uso y
copia de documentos para fines no comerciales (uso educativo). El avance que
supondría a medio y largo plazo la libre disposición del fondo de conocimientos de
la humanidad sin las restricciones del copyright para estos usos sería inaudito en la
historia del hombre. Tenemos el soporte (redes informáticas) y las posibilidades de
hacerlo, lo único que queda es generar la conciencia de que el conocimento tiene
valor aparte de precio. Pero seamos realistas, si no lo hemos conseguido con el
agua, los alimentos y las medicinas, difícilmente pasará con la información.
4. La información tomada como mercancía. Al final todo se reduce a esto. Este
cuarto punto vale por los tres anteriores y por cualquier otro que se quiera añadir.
El verdadero valor de la información no es el económico. La información, el por
qué de las cosas, no debe pertenecer a nadie y no debería pesarse en dólares,
francos o pesetas. Las ideas simplemente son y lo único que hacen es manifestarse
a través de quienes las enuncian. Atribuirles dueño es un error de concepción. Sería
más exacto atribuirles descubridores. Si seguimos pensando en términos
económicos la historia seguirá repitiéndose una vez más. Da igual lo que tengamos
entre manos: comida, libros o, lo que es más triste, personas, aún seguiran teniendo
más los mismos de siempre.