Via Campesina
Via Campesina
Via Campesina
La
agricultura
campesina
sostenible
puede
alimentar
al
mundo
Documento
de
Punto
de
Vista
de
la
Vía
Campesina
Yakarta,
Febrero
de
2011
www.viacampesina.org
Imagen
de
cubierta:
Douglas
Mansur
La
agricultura
campesina
sostenible
puede
alimentar
al
mundo
por
La
Vía
Campesina
La
crisis
de
precios
de
la
alimentación
del
2008
y
la
más
reciente
subida
de
precios,
han
centrado
la
atención
sobre
la
capacidad
del
sistema
alimentario
global
de
“alimentar
al
mundo”.
En
La
Vía
Campesina,
la
alianza
global
de
organizaciones
campesinas
y
de
agricultores
familiares,
consideramos
que
el
sistema
agroecológico
de
producción
de
alimentos
a
pequeña
escala
es
el
que
da
la
mejor
respuesta
a
las
demandas
del
presente
y
del
futuro.
La
actual
crisis
alimentaria
no
es
una
crisis
de
nuestra
capacidad
productiva.
Se
debe
más
a
factores
como
la
especulación
y
acaparamiento
de
alimentos
fomentadas
por
las
empresas
transnacionales
de
la
alimentación
y
los
fondos
de
inversión
que
provocan
injusticias
globales,
lo
que
significa
que
algunas
personas
comen
demasiado,
mientras
que
otras
no
tienen
dinero
para
adquirir
los
alimentos
adecuados,
y/o
carecen
de
tierras
donde
producirlos,
y
fomentan
políticas
nefastas
como
la
promoción
de
los
agrocombustibles
que
orientan
la
producción
agrícola
a
la
alimentación
de
automóviles
y
no
de
las
personas.
Sin
embargo,
no
podemos
negar
que
nuestra
capacidad
colectiva
de
producir
alimentos
suficientes
–
lo
que
incluye
el
cómo
los
producimos
-‐
es
una
pieza
clave
en
el
rompecabezas
1
del
fin
del
hambre.
Aquí
es
donde
el
modelo
industrial
de
monocultivos
a
gran
escala
de
las
corporaciones
del
agronegocio
nos
falla
y
donde
los
sistemas
agrarios
Peasant
and
Family
Farm-‐based
Sustainable
Agriculture
Can
Feed
the
World
campesinos
basados
en
la
agroecología
y
la
soberanía
alimentaria
ofrecen
tanta
esperanza.
(Altieri,
2009).
Principios
de
la
agricultura
campesina
sostenible
Se
pueden
encontrar
ejemplos
de
agricultura
campesina
y
familiar
sustentables
en
todo
el
planeta,
por
lo
que
existe
una
amplia
terminología
para
referirse
a
ésta.
Dependiendo
de
los
sitios
donde
se
realice,
se
emplean
los
términos
agroecología,
agricultura
orgánica,
agricultura
natural,
agricultura
sostenible
de
bajos
insumos,
y
otros.
En
La
Vía
Campesina,
no
queremos
decir
que
un
nombre
es
mejor
que
otro.
Preferimos
especificar
los
principios
que
defendemos.
En
realidad,
la
agricultura
campesina
sostenible
viene
de
la
combinación
del
descubrimiento
y
revalorización
de
los
métodos
campesinos
tradicionales
y
de
la
innovación
de
nuevas
prácticas
ecológicas.
Entre
los
principios
clave,
se
encuentran
los
de
la
agroecología
(Altieri,
2002):
1. Fomentar
el
reciclado
de
la
biomasa
y
optimizar
la
disponibilidad
de
nutrientes
y
el
balance
de
flujos
de
nutrientes.
2. Asegurar
unas
condiciones
de
suelo
favorables
para
el
crecimiento
de
las
plantas,
realizando
un
buen
manejo
de
la
material
orgánica,
las
cubiertas
vegetales
y
la
activita
biótica
del
suelo.
3. Minimizar
las
pérdidas
de
energía
solar,
de
aire
y
de
agua,
adecuando
el
manejo
al
microclima
local,
2
e
incrementando
las
coberturas
para
favorecer
la
recogida
de
agua
y
el
manejo
del
suelo.
4. Diversificación
del
agroecosistema,
en
el
tiempo
y
Peasant
and
Family
Farm-‐based
Sustainable
Agriculture
Can
Feed
the
World
el
espacio,
de
especies
y
genéticamente.
5. Fomentar
las
interacciones
y
sinergias
biológicas
benéficas
entre
los
componentes
de
la
agrobiodiversidad,
para
promover
los
procesos
y
servicios
ecológicos
clave.
No
consideramos
que
la
sustitución
de
insumos
“malos”
por
“buenos”,
sin
modificar
la
estructura
del
monocultivo
es
sostenible.
(Rosset
y
Altieri,
1997).
La
aplicación
de
estos
principios
a
las
complejas
y
diversas
realidades
de
la
agricultura
campesina
requiere
que
el
campesinado
se
(re-‐)apropie
activamente
de
sus
sistemas
de
producción,
adecuándolos
a
su
conocimiento
local,
su
ingenio
y
a
su
capacidad
de
innovación.
Estamos
hablando
de
fincas
relativamente
pequeñas,
manejadas
por
familias
campesinas
o
por
comunidades.
Las
fincas
pequeñas
permiten
el
desarrollo
de
la
biodiversidad
funcional
manejando
producciones
diversificadas,
integrando
cultivos,
árboles
y
animales.
En
este
tipo
de
agricultura
no
se
necesitan,
o
se
necesitan
menos,
insumos
externos
ya
que
mucho
puede
ser
producido
en
la
propia
finca.
El
sistema
alimentario
del
agronegocio
no
puede
alimentar
al
mundo
Con
una
estimación
de
925
millones
de
personas
hambrientas
en
el
mundo,
y
con
una
proliferación
galopante
de
enfermedades
causadas
por
el
sistema
alimentario
—
como
malnutrición,
obesidad,
diabetes,
enfermedades
de
corazón,
cáncer
y
fiebre
porcina
—,
no
es
una
exageración
decir
que
el
3
sistema
alimentario
de
las
grandes
corporaciones
está
fracasando
a
la
hora
de
proveernos
de
alimentos
adecuados
y
sanos.
Peasant
and
Family
Farm-‐based
Sustainable
Agriculture
Can
Feed
the
World
El
hecho
es
que,
bajo
las
leyes
de
este
sistema,
los
alimentos
se
desplazan,
dentro
de
la
economía
global,
de
las
áreas
de
pobreza
y
hambre,
a
las
áreas
de
dinero
y
abundancia.
Y
la
alimentación
está
siendo
Figura
1.
Disminución,
a
largo
plazo,
de
cosechas
bajo
manejo
convencional
basado
en
fertilizantes
químicos
en
India.
Fuente:
Kundu
et
al.,
2007.
http://www.etcgroup.org/upload/publication/pdf_file/Comm102WhoWill
FeeSpa.pdf
Figura
2.
Hoy
en
día,
el
campesinado
alimenta
al
mundo
(ETC,
2009)
Para
alimentar
las
poblaciones
futuras
debemos
cuidar
la
tierra
El
campesinado
alimenta
al
mundo
hoy
en
día,
pero
como
lo
6
haremos
en
el
futuro?
Si,
como
de
costumbre,
seguimos
el
camino
de
menor
resistencia,
cada
vez
más
tierras
estarán
en
manos
del
agronegocio
que
no
está
consiguiendo
alimentarnos
y
que
está
minando
las
capacidades
productivas
Peasant
and
Family
Farm-‐based
Sustainable
Agriculture
Can
Feed
the
World
de
las
tierras
para
las
futuras
generaciones.
Las
corporaciones
mueven
su
producción
en
el
mundo
buscando
los
espacios
donde
es
más
barato
producir,
sin
echar
raíces
en
ningún
espacio
dado.
No
tienen
incentivos
para
conservar,
restaurar
y
aumentar
la
fertilidad
del
suelo.
Más
bien,
extraen,
todo
lo
que
pueden,
tan
rápido
como
pueden,
en
su
búsqueda
de
beneficios
inmediatos,
y
una
vez
que
pasan
el
pico
máximo
de
producción
y
que
el
suelo
empieza
a
degradarse,
abandonan
esa
área
y
van
en
busca
de
otra,
dejando
agroecosistemas
y
economías
locales
devastados
en
su
estela.
El
campesinado
y
los
y
las
agricultores
familiares,
por
otra
parte,
tienen
raíces
en
la
zona
que
tanto
ellos
como
sus
ancestros
han
cultivado
durante
generaciones,
y
donde
sus
hijos
y
nietos
seguirán
ejerciendo
la
agricultura
en
el
futuro.
Es
su
razón
para
cuidar
la
capacidad
productiva
del
suelo
y
el
entorno.
Y
es
precisamente
en
estas
comunidades
donde
encontramos
las
prácticas
tradicionales
sostenibles
y
el
rápido
desarrollo
de
la
agroecología.
La
agroecología
conserva
y
restaura
los
suelos
y
los
agroecosistemas
Dada
la
cantidad
de
suelos
degradados
que
hay
en
el
planeta,
con
una
productividad
a
la
baja,
es
absolutamente
necesario
emplear
técnicas
productivas
restauradoras
como
son
la
agroecología
y
los
métodos
tradicionales.
Algunos
de
los
principios
de
la
agroecología
son
la
incorporación
de
biomasa
y
materia
orgánica
al
suelo,
la
protección
del
mismo
de
las
altas
temperaturas
y
de
la
erosión
mediante
el
mulching,
las
cubiertas
vegetales,
etc.,
y
el
fomento
de
la
biodiversidad
y
de
un
suelo
sano
(Pretty,
1995;
Altieri
et
al.
2000;
Altieri,
2002).
En
América
Central,
decenas
de
miles
de
campesinos
y
campesinas
han
recuperado
laderas
erosionadas
y
restaurado
7
y
aumentado
la
productividad
de
las
mismas,
gracias
al
movimiento
agroecológico
“de
Campesino
a
Campesino”
Figura
4.
Productividad
de
fincas
de
la
ANAP
en
Cuba
por
categoría
de
menor
(Categoría
1)
a
mayor
(Categoría
3)
grado
de
integración
agroecológica
(Machín
Sosa
at
al.
2010)
Estos
sistemas
no
solo
son
mas
productivos,
sino
que
además
tienen
menos
costos
de
producción,
especialmente
cuando
se
tratan
de
insumos
comprados
con
divisas
(Machín
Sosa
et
al.,
2010).
Muchos
de
los
campesinos
y
campesinas
y
familias
dedicadas
a
la
agricultura
familiar
que
pertenecen
a
nuestras
organizaciones
miembro
en
India,
por
ejemplo,
forman
parte
de
los
cuatro
millones
de
miembros
del
movimiento
“Agricultura
natural
de
presupuesto
cero”
(“Zero
Budget
Natural
Farming”),
donde
los
agricultores
y
agricultoras
no
adquieren
insumos
externos
y
confían
en
el
estiércol,
el
mulching,
las
cubiertas
vegetales
y
las
lombrices
para
producir
mas
desde
una
perspectiva
económica
y
mejor
en
términos
medioambientales.
Los
sistemas
agroecológicos
campesinos
se
benefician
11
ampliamente
de
las
variedades
tradicionales
de
semillas
que
están
cada
vez
más
amenazadas
de
extinción,
bajo
el
régimen
Peasant
and
Family
Farm-‐based
Sustainable
Agriculture
Can
Feed
the
World
de
propiedad
intelectual
de
las
corporaciones.
Es
por
esta
razón
que
nuestras
organizaciones
miembro
en
Chile,
Cuba,
Brasil,
Tanzania,
Indonesia,
Sri
Lanka,
Tailandia,
Francia
y
otros,
están
activamente
implicadas
en
la
conservación
y
multiplicación
de
las
variedades
de
semillas
campesinas.
La
agroecología
tiene
un
mayor
grado
de
resiliencia
al
cambio
climático
Los
sistemas
agroecológicos
integrados
están
también
reconocidos
por
su
mayor
capacidad
de
adaptación
y
resiliencia
al
cambio
climático,
incluyendo
sequías,
huracanes,
cambios
de
temperatura
y
modificaciones
de
fechas
de
siembra.
Los
mayores
niveles
de
diversidad
de
las
fincas
agroecológicas,
permiten
que
si
un
cultivo
se
ve
afectado
negativamente,
otros
pueden
compensar
estas
pérdidas.
El
mulch
y
los
abonos
verdes
que
cubren
el
suelo
los
protegen
de
la
erosión,
de
las
altas
temperaturas
y
mantienen
la
humedad
del
mismo.
La
diversidad
de
variedades,
además
de
ser
positiva
dentro
de
la
diversidad
genética,
hace
que
las
fincas
campesinas
se
adapten
más
a
las
condiciones
fluctuantes
que
la
agricultura
comercial
homogénea
(Borron,
2006;
Altieri
y
Koohafkan,
2008;
Altieri
y
Nicholls,
2008;
Chappell
y
LaValle,
2009).
Nuestra
propia
investigación
demuestra
la
resiliencia
de
los
sistemas
agroecológicos
a
los
efectos
devastadores
de
los
huracanes.
En
un
caso,
comparamos
sistemas
campesinos
de
varias
escalas
a
sistemas
de
monocultivo,
y
se
demostró
que
los
sistemas
complejos
sufrieron
pérdidas
de
alrededor
del
50%
–principalmente
las
capas
superiores-‐
mientras
que
los
sistemas
de
monocultivo
llegaron
a
perder
hasta
el
80%,
con
el
impacto
inicial
de
la
tormenta.
Después
de
las
pérdidas
iniciales,
las
fincas
con
cultivos
en
varias
capas,
recuperaron
12
su
potencial
de
cosecha
rápidamente,
compensando
las
pérdidas
de
las
capas
más
altas
por
las
cosechas
de
los
cultivos
de
capa
inferior,
mientras
que
en
los
sistemas
de
14
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