Corte de Apelaciones Rgua Dron Prueba Ilicita

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Rancagua, ocho de febrero de dos mil veintiuno.

Vistos:
Que, en los antecedentes RUC 1901382973-2, RIT 54-
2020, del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz, con
fecha 15 de diciembre de dos mil veinte, se absolvió a los
acusados Mario Gustavo Veliz Oyarzun y Sebastián Israel
Cornejo Lorca, como autores del delito de tráfico ilícito de
drogas, previsto en los artículos 1° y 3°, de la Ley 20.000; y a
los acusados Mario Gustavo Veliz Farías y Milton Jaime Veliz
Farias, como autores del delito de tráfico ilícito de drogas,
previsto en los artículos 1° y 3°, de la Ley 20.000; de los delitos
de posesión y tenencia de arma de fuego convencional; tenencia
y posesión de arma prohibida; posesión y tenencia de
municiones, de los artículos 2° letra b), en relación con el 9°
inciso 1°; artículos 3° y 13° y artículo 2° letra c),
respectivamente, de la Ley 17.798; y, del delito de receptación
del artículo 456 bis A, del Código Penal, cometidos en la
comuna de Chépica el 9 de marzo de 2020.
Contra la referida sentencia, el abogado Gabriel Meza Peña,
Fiscal Adjunto Jefe de Santa Cruz, dedujo recurso de nulidad, el
que fue declarado admisible, y se procedió a su vista en
audiencia de diecinueve de enero del presente año, con la
comparecencia del Ministerio Público y la defensa, quienes
alegaron por el tiempo otorgado, quedando la causa en acuerdo,
y fijándose el día de hoy para la lectura del fallo.
Y considerando:
Primero: Que, el recurso de nulidad promovido por el ente
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persecutor se sustenta, en primer lugar, en la causal del artículo


374 letra g), del Código Procesal Penal, esto es, cuando la
sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia
criminal pasada en autoridad de cosa juzgada; en subsidio, en la
del artículo 374 letra e), en relación con el 342 letra c) y 297,
todos del mismo Código; y, por último, siempre en subsidio, en
la del artículo 373 letra b), por haberse incurrido, en el
pronunciamiento del fallo, en una errónea aplicación del
derecho con influencia sustancial en lo dispositivo del mismo.
Respecto de la primera de las causales invocadas, sostiene
que el Tribunal de Juicio Oral, no aceptó recibir y escuchar el
testimonio del funcionario de la PDI señor Favio Pereira San
Martín, individualizado en el numeral 4° de la prueba testimonial
señalada en el auto de apertura de 16 de septiembre de 2020,
del Tribunal de Garantía de Santa Cruz, al acoger una incidencia
deducida por la defensa, cuyo argumento descansa en el hecho
que en la investigación no existe registro de la declaración del
testigo, siendo su única mención en el parte policial como
operador del dron, lo que vulneraría el debido proceso,
Refiere, que lo resuelto hace caso omiso a la decisión del
Tribunal de Garantía, vulnerando el principio de cosa juzgada y
el orden consecutivo legal que gobierna el procedimiento
ordinario del Código Procesal Penal. Cita doctrina relativa a las
etapas del proceso penal.
Continúa su argumentación, explicando que ya existía una
resolución judicial que se había pronunciado sobre la licitud de
la prueba, la que produjo cosa juzgada, habida consideración de
su naturaleza jurídica de sentencia interlocutoria, y que los
jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal no se encuentran
facultados para, por resolución posterior, modificar lo decidido
en el auto de apertura en cuanto a la aceptación de la prueba.
Cita Jurisprudencia en dicho sentido.
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Finaliza, haciendo presente que al vulnerar lo resuelto en el


auto de apertura, el Tribunal de Juicio Oral excluyó prueba de
cargo esencial y, en consecuencia, desechó la imputación, por lo
que influyó en lo dispositivo de la sentencia pronunciada.
Seguidamente, en relación con el segundo motivo de
nulidad que alega en subsidio, explica que en el considerando
noveno del fallo, los jueces decidieron no ponderar la prueba
ofrecida en la acusación, y en el décimo, no valorar la rendida en
el juicio oral, lo que se contrapone con el deber de analizar toda
la prueba producida en juicio, por mandato de los artículos 324
letra c) y 297, del Código Procesal Penal, norma esta última que
obliga ponderar toda la prueba presentada, incluso aquella que
pudo desestimarse a criterio del Tribunal.
Arguye, que la no valoración por ilicitud tuvo influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo, pues como consecuencia
de ello la Fiscalía se quedó sin prueba para sustentar su
acusación, lo que provocó la absolución de los imputados.
Finalmente, en lo relativo a la tercera y última causal de
nulidad, la que hace consistir en errónea aplicación del derecho,
señalando como normas infringidas los artículos 277 letra e);
296 y 340, inciso 2°, todos del Código Procesal Penal, sostiene
que existió preterición de ley, pues la sentencia en su raciocinio
décimo no aplicó normas que correspondía al caso concreto,
dejando de seguir las reglas imperativas en el proceso penal que
le competen al valorar la prueba rendida en el juicio oral.
Refiere, que en los hechos el tribunal establece una
facultad que no está en la ley, cual es, aceptar sólo la prueba
que estime legítima, cuestión que implica desatender el texto
expreso de las normas citadas en el párrafo anterior. Cita
doctrina relativa a la forma de producir la prueba en el proceso
penal.
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Añade, por último, que el vicio tuvo influencia sustancial


en lo dispositivo del fallo, pues provocó la absolución de los
acusados.
En base a todos los argumentos explicados anteriormente,
concluye pidiendo se declare la nulidad del fallo, y del juicio oral
que le antecedió.
Segundo: Que, respecto de la primera de las causales de
nulidad invocadas, esto es, que la sentencia hubiere sido dictada
en oposición a otra sentencia criminal pasada en autoridad de
cosa juzgada, del artículo 374 letra g), del Código Procesal
Penal, para su correcto análisis se debe tener en consideración
que, como toda nulidad, rige a su respecto el principio de
trascendencia, que se desprende, entre otros, del artículo 375
del código del ramo, conforme al cual “No causan nulidad los

errores de la sentencia recurrida que no influyeren en su parte

dispositiva…”.

Conforme a ello, no producen nulidad aquellos vicios que,


aun en caso de ser efectivos, no tengan influencia en lo
dispositivo del fallo.
En la especie, aun si estimara efectivo que el tribunal de
juicio oral en lo penal infringió la cosa juzgada al no escuchar al
testigo Favio Pereira San Martín, funcionario de la PDI, operador
del dron que sobrevoló el predio en el cual se realizó la
posterior diligencia de entrada y registro, ello en razón de que
el Juzgado de Garantía ya había resuelto su inclusión como
prueba al juicio, lo cierto es que la denunciada infracción carece
de influencia en lo dispositivo del fallo, desde que el tribunal no
sólo declaró la ilegalidad de dicho medio prueba, sino que
efectuó la misma declaración respeto de toda la prueba
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recabada en el referido procedimiento policial, afirmado que


“fue obtenida con infracción de las garantías constitucionales
establecidas en el artículo 19 números 3, inciso 6°, 4 y 5 de la
Constitución Política de la República, en relación a lo establecido
en los artículos 9 y 205 del Código Procesal Penal, por lo que
toda la prueba obtenida en esa diligencia, incluyendo
testimonios, fotografías, planos y objetos, así como las pericias
químicas a la sustancia vegetal dubitada como marihuana y
balísticas a las armas y municiones encontradas, y demás
elementos derivados de ellas, son ilegales, y no pueden
valorarse en juicio para sustentar una condena de los acusados”.
Ahora bien, en lo que dice relación con la no valoración de
la prueba que sí fuese recibida, pero que se consideró ilegal, es
decir, obtenida con infracción de garantías constitucionales,
cabe señalar que ello en ningún caso importa infringir la cosa
juzgada, por cuanto tal como lo ha sostenido la Corte Suprema,
entre otro en el Rol 44.457-2017, “(…) como ya señalaba
acertadamente Hernández Basualto en el año 2005, en "La
exclusión de la prueba ilícita en el nuevo proceso penal chileno",
"de las diversas posiciones que podrían mantenerse en esta
materia hay al menos una que no parece admisible desde un
punto de vista material, como es la de entender que el tribunal
de juicio oral se encuentra absolutamente atado por el auto de
apertura en términos tales que no sólo está obligado a recibir la
prueba ilícita sino que también a valorarla y eventualmente a
dictar sentencia con fundamento en ella, haciendo total
abstracción de una ilicitud que no le corresponde a él
declarar. Pues con prescindencia de su ubicación sistemática y
su alcance directo, es indudable que el art. 276 cumple en
nuestro ordenamiento procesal penal la función de una
prohibición general de valoración de la prueba obtenida con
infracción de garantías fundamentales, prohibición que rige
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también y de modo especial para el tribunal que precisamente


está llamado a valorar la prueba..", a lo que agrega: “cuando el
mecanismo óptimo destinado a impedir la valoración de la
prueba ilícita fracasa, subsiste pese a ello incólume la
prohibición de hacerlo. Es lo que inequívocamente se desprende
de las constancias en la historia fidedigna de la ley, cuando el
legislador declara - con razón ‘estar estableciendo un sistema
que `evita que el tribunal oral tome conocimiento de estas
pruebas y se forme un juicio con elementos que no podrá
después valorar".
Reforzando dicha argumentación, el máximo tribunal ha
agregado que: “En el mismo sentido, han sostenido Awad,
Contreras y Schürmann (Revista de Derecho Universidad Adolfo
Ibáñez N° 3, año 2013, sección Proceso Penal) sobre la
oportunidad para resolver la exclusión de prueba por ilicitud,
afirmando que "esta opción del legislador no obsta a que el
tribunal oral pueda y deba "como remedio tardío en términos
estructurales- excluir en sede de valoración aquella prueba que,
indebidamente, haya pasado los filtros de la audiencia de
preparación del juicio oral" , ya que resulta inadmisible fundar
en una prueba contaminada de ilicitud una decisión
condenatoria, criterio que " como se ha dicho- ha sido recogido
por esta Corte”.
Conforme a lo dicho, dado que a los jueces del fondo no
les estaba vedado analizar y declarar que la prueba recabada en
la investigación había sido obtenida con infracción de garantías
constitucionales, encontrándose incluso obligados a ello, resulta
indudable que la no recepción del testimonio de Favio Pereira
San Martín, carece de influencia en lo dispositivo del fallo, pues
igualmente le alcanza la ilegalidad declarada, más aún si el
Ministerio Público sólo se ha limitado a cuestionar la
oportunidad de la declaración de ilicitud y no las razones de
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fondo que la justifican.


De este modo, considerando la ilegalidad declarada, la que
desde luego no puede ser revertida por esta Corte por no
haberse solicitado ni ejercido alguna causal que lo permita, la
eventual recepción de la prueba que se reclama omitida, en
ningún caso podría justificar una decisión de condena, pues el
artículo 340 del Código Procesal Penal, en relación con lo
dispuesto en los artículos 276 inciso 3° y 334 inciso 2°, del
mismo cuerpo legal, prohíben al tribunal formar su convicción
en prueba ilícitamente obtenida, todo lo cual impide que el
recurso, por esta primera causal, pueda prosperar.
Tercero: Que, en lo tocante al segundo motivo en que se
sostiene el arbitrio de nulidad, esto es, la causal del artículo 374
letra e), del Código Procesal Penal, por haberse pronunciado la
sentencia con omisión de los requisitos del artículo 342 letra c),
en relación con el artículo 297, del mismo Código, es necesario
considerar primeramente, que las normas citadas se traducen en
el imperativo de explicitar los motivos y/o razones en cuya
virtud, por una parte, se aceptan determinadas pruebas o, en
caso inverso, se desestiman otras, amén de expresar el modo en
que el Tribunal adquirió su convicción condenatoria más allá de
toda duda razonable o, en su caso, de absolución de los cargos
formulados en la acusación, obligando al análisis de toda la
prueba producida, incluso de aquella que hubiere desestimada.
En la especie dicho imperativo se cumple, pues el motivo
séptimo del fallo consigna la prueba rendida tanto por el
Ministerio Público como por la defensa, razonando latamente en
los considerandos octavo y noveno respecto de la ilicitud que
afectó a la prueba de cargo y concluyendo, en el décimo, que la
orden de entrada y registro que permitió el hallazgo de la droga,
las armas y la detención de los cuatro acusados, fue obtenida
con infracción de las garantías constitucionales del artículo 19
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N° 3°, inciso 6°; N°4 y N°5 de la Constitución, en relación con


los artículos 9 y 205 del Código Procesal Penal, por lo que toda
la prueba obtenida en esa diligencia, incluyendo testimonios,
planos y objetos, pericias químicas y balísticas, y demás
elementos derivados de ellas, son ilegales, y no pueden
valorarse en juicio para sostener una condena de los acusados.
En base a lo señalado, a esta Corte le asiste el
convencimiento que el fallo recurrido contiene una exposición
clara, lógica y completa de las circunstancias conforme a las
cuales se estimo ilegal la prueba de cargo y, en consecuencia, se
omitió su ponderación, dándose oportuno cumplimiento a las
disposiciones que el recurrente estima conculcadas, pues no se
advierte omisión de fundamentos ni brechas argumentativas,
permitiendo de ese modo a los sentenciadores arribar a la
convicción suficiente para dictar la sentencia absolutoria que se
impugna, lo que conducirá al rechazo del recurso, como se dirá.
Cuarto: Que, por último, también de forma subsidiaria, el
recurrente sostiene su arbitrio en la causal del artículo 373 letra
b) del Código, es decir, la errónea aplicación del derecho
cometida al aceptar sólo la prueba que se estimó legítima,
desatendiendo el texto expreso de los artículos 277 letra e); 296
y 340, inciso 2°, todos del Código Procesal Penal.
Siendo el recurso de nulidad de derecho estricto, respecto
de esta causal, se debe tener presente que ella obedece al juicio
de derecho contenido en la sentencia, esto es, la determinación
de la o las normas aplicables, el modo como han de ser usadas y
las consecuencias jurídicas derivadas de dicha operación, de tal
modo que debe entenderse que el recurrente no ataca los
hechos ni pretende su modificación, aceptando por tanto, los
establecidos en el fallo, pues este arbitrio no constituye una
instancia.
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Asimismo, y en virtud del tenor literal de la parte final, de


la letra b), del artículo 373 del Código, es indispensable que la
referida infracción tenga influencia sustancial en lo dispositivo
de la sentencia, es decir, que sea ésta y no otra consideración la
que lleve a resolver en el sentido que lo hicieron los
sentenciadores, quedando limitada la competencia de esta Corte
a estudiar si el proceso de subsunción fue correctamente
realizado.
Quinto: Que, no obstante lo anterior, las alegaciones del
recurrente se orientan a disentir del criterio del tribunal respecto
del análisis de la prueba de cargo, pretendiendo que esta Corte
declare que ella debe ser ponderada de una manera diversa, al
modo de un recurso de apelación, lo que se contrapone con la
causal de derecho ejercida, la que, como se dijo, impide
cuestionar los hechos establecidos, acorde con la naturaleza de
derecho estricto del recurso de nulidad, razones que desde
luego, impiden acoger el recurso por esta tercera causal.
Por estas consideraciones, y de conformidad, además, con
lo dispuesto en los artículos 372 y siguientes del Código
Procesal Penal, se RECHAZA el recurso de nulidad deducido por
el Ministerio Público contra la sentencia dictada por el Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz con fecha 15 de
diciembre de dos mil veinte, en su autos RUC 1901382973-2,
RIT 54-2020, la que, por lo tanto, no es nula, como tampoco lo
es el juicio oral que le sirvió de antecedente.
Regístrese, notifíquese y comuníquese por correo
electrónico.
Redactado por el Abogado integrante Alberto Veloso Abril
Rol Corte Nº1.685-2020. Reforma Procesal Penal.

No firma el Ministro Sr. Caro, por encontrarse haciendo uso


de su feriado legal. No obstante de haber concurrido a la
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vista y acuerdo de la presente causa.


Sandra Marcela Jazmin de Orue Rios Alberto Salvador Veloso Abril
MINISTRO ABOGADO
Fecha: 08/02/2021 17:36:58 Fecha: 08/02/2021 16:28:33

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Pronunciado por la Segunda Sala de la C.A. de Rancagua integrada por Ministra Marcela De Orue R. y Abogado
Integrante Alberto Salvador Veloso A. Rancagua, ocho de febrero de dos mil veintiuno.

En Rancagua, a ocho de febrero de dos mil veintiuno, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.

QHRXXLJXMD

Este documento tiene firma electrónica y su original


puede ser validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la
tramitación de la causa.
A contar del 06 de septiembre de 2020, la hora
visualizada corresponde al horario de verano establecido
en Chile Continental. Para Chile Insular Occidental, Isla
de Pascua e Isla Salas y Gómez restar 2 horas. Para
más información consulte http://www.horaoficial.cl

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