Definición Weberiana

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Definición Weberiana

De acuerdo con Weber, la sociedad se estratifica como un continuo a lo largo de tres


dimensiones paralelas: la económica, la política y la social. Hasta cierto punto, su modelo
es afín a la imagen vulgar de la estratificación, aunque define de manera rigurosa las
variables que emplea. De acuerdo con el concepto de Weber, las clases objetivas no
necesariamente se corresponden con las identificaciones subjetivas efectuadas por los
individuos, sino que se definen por las oportunidades que se les ofrece en los mercados su
dotación de capital. "Las dimensiones son:" 

* el "estatus económico", que equivale a la riqueza, es decir, a los ingresos y el capital del
que se dispone; la mayor diferencia entre las clases se concentra no en el nivel de
ingresos — aunque las disparidades en éste pueden ser de hasta un 1000% entre el quintil
superior y el inferior en las sociedades industriales modernas —, sino sobre todo en el
volumen y la estructura del capital del que se dispone. La clase media normalmente no
dispone de suficiente capital como para dedicarse simplemente a recibir el interés que
produce, sino que debe implicarse activamente como empresaria en la gestión de éste,
como comerciante o industrial en pequeña escala por ejemplo. Weber distingue además
los poseedores de capital económico de los poseedores de habilidades especiales por las
que pueden obtener un precio relativamente elevado y un cierto grado de control sobre el
mercado en el que ejercen;[1] 
* el "estatus político", que equivale al poder; aunque es más difícil definir el poder en
términos formales o cuantificables que la riqueza, equivale en términos generales a la
capacidad que se posee de determinar, directa o indirectamente, la acción de otros. En el
modelo de Weber, el poder se concentra sobre todo en el ámbito de la política, a través de
la legislación y del monopolio legítimo de la violencia que concentra el Estado. Al estar el
control del Estado en manos de una élite, la distribución desigual del poder se concentra
en éstos; 
* el "prestigio", la capacidad de influir sobre la acción ajena a través de la impresión
carismática que uno produce. El prestigio puede codificarse en medios institucionales,
como los términos o títulos honoríficos que se conceden legalmente, o simplemente
ejercerse en la interacción social. 

El concepto de clase weberiano está basado sobre todo en la primera de estas


dimensiones, la económica. La situación de clase es una determinada posición en un
mercado, que define objetivamente las posibilidades de acceder a determinados bienes y
oportunidades que circulan en éste; el aspecto más característico de una posición de
clase, en términos de Weber, es precisamente la clase de oportunidades vitales que se
abren a los miembros de la misma a partir de la posesión o no de determinados tipos de
bienes, y a la manera en que explotan estos en un mercado. La similitud objetiva entre
individuos tiende a definir trayectorias y conjuntos de experiencias afines entre éstos,
aunque los valores que los individuos adscriban subjetivamente a estaos sean diferentes.
A la vez, la posesión de determinados tipos de bienes define la posibilidad de actuar en
determinados mercados, y recibir en ellos determinados beneficios, que a su vez
constriñen los conjuntos futuros de posibilidades vitales. 

Al distinguir Weber entre los diferentes mercados de capital —industrial, comercial,


educativo, etc.— y las diferentes inversiones a las que puede aplicarse este capital,
postula la existencia de grandes distinciones en el seno de la clase media. De hecho, los
estudios de Weber en ningún momento identifican una "clase media" como tal; lo que otros
analistas subsumen bajo ese término se dividen, en el análisis weberiano, entre la
inteligencia técnica —profesionales y técnicos de cuello blanco, que no disponen de capital
propio pero sí de habilidades a partir de las cuales pueden obtener rentas apreciables— y
la pequeña burguesía, la clase formada por los poseedores de capital que sin embargo no
pueden evitar el trabajar ellos mismos en su explotación. 

Uno de los puntos cruciales del análisis weberiano de clase es que la clase no es
necesariamente una realidad reconocida subjetivamente; los individuos poseen un
conjunto determinado de posibilidades, pero no necesariamente son conscientes de ello y
de que otros comparten ese mismo destino objetivo. La conversión de las condiciones
objetivas en identificaciones subjetivas —comunidades— no es invariable. 

Definición marxista 

En la teoría marxista, las clases no se definen por su posición en escalas lineales de


poder, prestigio o riqueza, sino por su función estructural en las relaciones de producción
(es decir, de explotación). Las relaciones sociales de producción, que constituyen la
estructura básica de la sociedad, están definidas por el uso y la posesión de los medios de
producción, es decir, de aquellos bienes que no están destinados al consumo directo, sino
que se utilizan para producir otros bienes. El control sobre los mismos, que es
relativamente independiente del volumen del consumo, determina la evolución futura de la
producción. 

Aunque Marx no presenta en ningún momento una teoría formal de las clases sociales —
estaba trabajando en ella a su muerte—, la idea de clase es fundamental en toda su obra.
El Manifiesto Comunista afirma que "la historia de toda la sociedad hasta la fecha es la
historia de la lucha de clases". En muchos lugares de su obra se elabora la noción de
clase a partir de la noción de que es la relación entre las clases productivas la que define
el curso de la historia, la teoría llamada materialismo histórico. 

En el capitalismo, a diferencia de formas de producción anteriores, las relaciones de


producción económicas definen completa y absolutamente la estructura social; mientras en
el feudalismo, por ejemplo, factores aparentemente extraeconómicos, como el estamento
(desigualdad jurídica), influían sobre la posición social, en el capitalismo ésta está
íntegramente determinada por la posesión de medios de producción y la forma de trabajo
(desigualdad económica). La situación estatutaria se transforma íntegramente en situación
de clase, y todas las ventajas sociales dependen exclusivamente de la posesión de los
medios de producción. Es decir, lo que define la clase no es simplemente lo que se posee,
sino lo que se hace, la actividad en la que la persona se ocupa. 

En el esquema marxista, la estructura capitalista se divide simplemente entre proletarios u


obreros —es decir, aquellas personas cuya única posesión es su propia fuerza de trabajo
— y capitalistas o burgueses —es decir, aquellas personas cuya propiedad de los medios
de producción define su posición en el intercambio económico, al permitirles usar su
riqueza para aumentar el caudal de la misma a través de la explotación de la fuerza de
trabajo de los obreros. 

Como otras clases —la de los terratenientes, por ejemplo— la clase media en el sentido
marxista es un residuo de épocas anteriores, que subsiste temporalmente en el sistema
capitalista. Marx la considera formada por aquellos que poseen algo de propiedad, pero no
la suficiente para poder dedicarse íntegramente a la explotación de la clase obrera (nótese
la diferencia con Weber, que consideraba que los propietarios que debían destinar su
tiempo a la actividad empresarial eran también, de algún modo, parte de la clase media).
La relación de los pequeñoburgueses —sinónimo, en Marx, de la clase media— con el
trabajo es por lo tanto ambivalente: defiende la propiedad privada de los medios de
producción, pero se opone a los principios políticos de la gran burguesía, partidaria de la
liberalización irrestricta, al ser consciente de que es incapaz de competir con aquella. Esta
ambigüedad, que se refleja en conflictos internos, reduce el papel de esta clase como
actor político; en la medida en que tiene un carácter propio, la pequeña burguesía es
reaccionaria, abogando por el retorno de los antiguos medios de control social que
limitaban el desarrollo del capitalismo. De acuerdo a las previsiones de Marx, la pequeña
burguesía tendería a desaparecer, siendo absorbidos los más exitosos de sus miembros
en la alta burguesía —de acuerdo a la ley de concentración del capital—, mientras que la
mayoría de los mismos se proletarizaría. 

La teoría marxista posterior se interesaría con frecuencia por la sorprendente persistencia


de la clase media; muchos análisis intentaron demostrar que, de acuerdo con las
previsiones de Marx, esta estaba en efecto desapareciendo. El radical incremento de la
diferencia entre los extremos superior e inferior de ingresos pareció confirmar tal hipótesis.
Otras opciones teóricas intentaron describir el surgimiento de la "nueva clase media",
formada por profesionales de cuello blanco, las filas crecientes de burócratas y empleados
administrativos, y la "aristocracia obrera", dando lugar a las teorías postfordistas. Otras,
finalmente, afirmaron que la oposición en el seno de las sociedades avanzadas se veía
trasladada a las relaciones globales, cumpliendo la polarización entre los países centrales
y la periferia del mundo temporalmente el papel de la radicalización de la contradicción
entre proletarios y capitalistas dentro de una misma sociedad. 

en conclusión podríamos definir a la clase media, según la teoría marxista, como aquel
sector social de trabajadores que son dueños de sus propios medios de producción, o al
revés: aquel sector social de los dueños de los medios de producción, cuya fortuna no da
para contratar obreros, por lo que es el mismo quien trabaja los medios y se dedica a la
producción de mercancías. lo importante de este sector, es que la producción de su trabajo
no es alienada, es decir, que disfrutan del producto de su trabajo. 

Eran los comerciantes que se encontraban con buena estabilidad económica, y podían
pagar sus impuestos sin dificultades.

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