VI. El Discernimiento Espiritual
VI. El Discernimiento Espiritual
VI. El Discernimiento Espiritual
P. Gilberto Freire, SJ
El tema del Discernimiento Espiritual, tiene gran importancia para abordar la vida
absolutamente ordinaria, en sus dimensiones personal, comunitaria y pastoral, porque nos
permite hacer la mejor elección en los momentos trascendentales de nuestra vida y porque,
en el ejercicio de nuestro ministerio, debemos acompañar procesos de discernimiento a
muchas personas.
Pero hay otras opciones importantes que, sin ser de “estado de vida”, las hemos
tomado o las debemos tomar en nuestra vida y tienen repercusiones para toda la
vida, y por lo tanto tienen su centralidad y merecen el mejor análisis para optar.
Por ejemplo, si nos referimos a la especialización que cada uno de ustedes ha
tomado, al lugar que han elegido; podríamos decir que se deben tener en cuenta
tiempos, lugares, personas y circunstancias. Estamos hablando del discernimiento
mutable2.
Hay también una serie de opciones, absolutamente ordinarias, que las tomamos
diariamente y que merecen también nuestra atención. Por ejemplo si tomo el bus
881, 98 o si voy a tomar el metro para llegar a la Gregoriana; si voy a tomar un
helado y tengo más de 20 opciones, debe elegir dos o tres sabores solamente. Este
1
Ejercicios de San Ignacio 171a: Hay unas cosas que caen debajo de elección inmutable, así como son
sacerdocio, matrimonio, etc.
2
Ejercicios de San Ignacio 171b: hay otras que caen debajo de elección mutable, así como son tomar beneficios
o dejarlos, tomar bienes temporales.
discernimiento, absolutamente ordinario y diario, algunos hablan de
discernimiento orante3.
A más de esta realidad están otros hechos que debemos discernir, por ejemplo si el
Sr. Obispo me dice que piense en el rectorado del Seminario o trabajo en una
Parroquia, trabajar en la formación de seminaristas o ayudar en las oficinas de la
Diócesis/Arquidiócesis. Apoyar más en este año la Pastoral Juvenil, de movilidad
humana o carcelaria, etc. Aquí nos estamos refiriendo al tema de discernimiento
apostólico4.
MOVIMIENTOS ESPIRITUALES
Para conocer el origen de las mociones espirituales, esto es, sus fuentes, San Ignacio dejó
por escrito varias indicaciones. Junto con las indicaciones para el modo de proceder en
cada situación, forman las 22 reglas de discernimiento de los espíritus (EE: 313-336) 5. Dejó
las 22 reglas que indican no sólo el origen de las mociones espirituales, sino el modo de
actuar en cada situación, y son denominadas “reglas de discernimiento de espíritus”.
Para el discernimiento son tenidos muy en cuenta los estados interiores que se producen
en nosotros, que pueden ser reducidos a 2 estados espirituales: los de Consolación y los de
Desolación.
Consolación y Desolación
Son estados interiores, esto es, que permanece por un tiempo notable (tienen una duración
de 5 minutos, 15 minutos, una hora, un día...).
Entre los estados de Consolación o Desolación hay tiempos tranquilos, donde no hay una
intensidad fuera de lo normal.
Y entre los tiempos de Consolación o Desolación y los tiempos tranquilos hay estados
intermedios, que se aproximan a la consolación o desolación, quedando así estructurados
estos movimientos:
5
Son 14 reglas de la primera semana (para los menos experimentados) y 8 reglas de la segunda semana (para
los más experimentados).
Consolación / Estados Intermedios / Tiempo tranquilo /Estados intermedios /
Desolación.
La Consolación y la Desolación son una experiencia total y totalizante, se da en lo
profundo del espíritu humano, pero alcanza a todo, alcanza la sensibilidad y el cuerpo, es
una experiencia innegable, algo sentido.
La Consolación tiene referencia explícita a Dios, a cualquiera de sus misterios, con una
experiencia de una presencia interior inconfundible. Puede venir, por ejemplo, con un
impulso para donarse a los otros y con un sentimiento profundo de que “Esto, sí, es vida”.
En la Desolación hay un sentimiento de ausencia de Dios (lo contrario de la consolación) y
predomina una visión tétrica de la vida (parece que nada vale la pena o que ni vale la pena
vivir). Puede ser fuerte, entonces, el pesimismo o tendencias pesimistas crecerá
desmedidamente.
¿Cómo se logra discernir los espíritus? Hay tres momentos o fases en que se desarrolla el
proceso de búsqueda de la divina voluntad:
1) 1er. Momento: La ubicación en "Indiferencia".
2) 2do. Momento: La sensibilización a los espíritus.
3) 3er. Momento: Hallar su sentido o interpretación.
Estos tres momentos forman un todo gradual e inseparable.
Este segundo momento consiste en ser dóciles a la acción de Dios y rechazar lo que nos
viene del maligno; se trata de escuchar la voz de Dios que habla en la propia conciencia.
¿Qué es sentir los espíritus? Es percibir, conocer y clarificar la acción de Dios y la del
maligno. Es caer en la cuenta que están presentes en mí: movimientos interiores, ideas,
sentimientos, ilusiones, dudas...que vienen como aves a un árbol... Se distinguen unos de
otros. No son "aves iguales". Hay unos como cuervos (devoran, fastidian...) otros como
palomas (dan gusto interior, esperanza...). Uno no es responsable de que "lleguen" sino de
la RESPUESTA ante esas mociones. A cuáles le hago caso; cuáles deshecho y con cuáles me
quedo dándole vueltas.
Los espíritus vienen por el mismo camino que los demás estímulos, esto es, a través de
ideas, de sentimientos o afectos. La acción de Dios y del maligno hay que buscarla en los
acontecimientos de la vida. Otras veces es Dios mismo, sin causa precedente (EE 330)
quien comunica directamente las ideas o los sentimientos.
San Ignacio se expresa así: "No el mucho saber harta y satisface el ánima, sino el sentir y
gustar las cosas internamente (EE 2). "Dios es quien da a sentir a cada uno lo que le
conviene" (EE 89). "Donde la persona haya sentido algún conocimiento" (EE 118). "Hacer
pausa donde se haya sentido más moción y gusto espiritual" (EE 62. 227).
Sentir los espíritus es advertir que somos actuados por ellos y penetrar en lo que esta
acción pretende. O más en concreto: experimentar la acción interior recibida y aclarar su
contenido.
TIEMPOS DE LA ELECCIÓN
Tiene una doble característica: impulso para dar el "sí" a Dios y la seguridad de que es
Dios quien actúa. Puede venir sola o con efectos sensibles (visiones, revelaciones
interiores, palabras formadas internamente) y también con grandes repugnancias. Esta
gracia sólo debe ser aceptada y correspondida.
LA CONFIRMACIÓN
Esta confirmación se debe dar en el segundo y tercer tiempo del D.E). S. Ignacio da una
importancia fundamental a la confirmación de sus decisiones (diario espiritual 48, EE 183).
La confirmación es interna y externa; interna la que se da entre el que elige y Dios; la
externa es la aprobación por parte de la autoridad de la Iglesia que me confirma la validez
del discernimiento. Normalmente la autoridad externa es quien está acompañando en la
experiencia del discernimiento.
La confirmación interna tiene dos momentos: Agradecer al Señor por haber terminado el
proceso de D.E. Ofrecer al Señor la determinación como algo asumido y querido, y pedir
que se digne aceptar y confirmar. La confirmación no necesariamente se manifiesta por
medio de grandes mociones interiores, puede ser de paz, serenidad, confianza.
Conclusión
Las tres fases o momentos del Discernimiento de Espíritus que hemos visto definen una
postura espiritual firme y segura de quien busca y desea cumplir la voluntad de Dios en
su vida.
DISCERNIMIENTO COMUNITARIO
6
Deliberatio Primorum Patrum, Roma 1539. Las deliberaciones de los Primeros Padres son el documento que
recoge el proceso de deliberación y discernimiento comunitario que realizaron los primeros padres de la
Compañía de Jesús en Roma durante la Cuaresma del año 1539 y que tuvo como resultado la decisión de
dos momentos para enfocar las razones a favor y las razones en contra de una opción
planteada (tercer tiempo para la elección).
En este proceso entra también el discernimiento por medio de las consolaciones y
desolaciones (segundo tiempo para la elección), como veremos en el numeral 2.6. de los
pasos del discernimiento comunitario.
Esta manera de proceder: búsqueda de razones a favor y en contra, -combinando con
tiempos de oración-, asegura que la búsqueda común no se convierta en una pura
discusión entre fuerzas opuestas, porque todo el grupo estará volcado sucesivamente
hacia una sola dirección.
Se trata de favorecer el diálogo, previa escucha tranquila de todos los argumentos
(diagnóstico). Lo que se quiere es que todos juntos lleguen a resolver el problema y
decidir bien. Por eso, el método facilita la escucha mutua o por lo menos evita las
interferencias irritantes y la confrontación reiterada, en el fondo inútil, de ambas posturas.
permanecer unidos por obediencia a uno de sus miembros y comenzar el proceso de fundación de una nueva
congregación religiosa en la Iglesia.
Ponemos en común las mociones suscitadas después de las dos vueltas
(consolaciones y desolaciones). Sin discusión y sin juzgar lo que siente cada
uno, tratamos de captar, al final de esta sesión, la “moción dominante”, la
consolación compartida o la desolación.
3. Confirmación
Hay dos tipos de confirmación: interna y externa. La interna es la adhieren firme de todos
a lo decidido y el querer que se haga (y se ponen a hacerlo, si les toca). La externa, cuando
otra autoridad tiene la última palabra y da su aprobación. En general, esta aprobación
eclesial se vive con alegría y se experimenta como un envío a vivir la opción elegida.
Se recomienda poner por escrito lo acordado para que así todos tengan el documento
preciso del acuerdo que servirá como punto de referencia después.
7
Deliberación es el acto de tomar una determinación personal o comunitaria.