0% encontró este documento útil (0 votos)
28 vistas2 páginas

Casos Clinicos

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 2

CASOS CLINICOS

Caso Clínico 2: Despersonalización

Mujer de 21 años, soltera, instrucción superior técnica, desde niña fue tímida, nerviosa y
colérica, se arañaba el rostro si las cosas no salían según su deseo, era muy
perfeccionista; no tenía antecedentes familiares o personales de importancia. Hace un
año sucedió el fallecimiento de un familiar cercano y desde entonces empezó a sentirse
rara, no se reconocía a sí misma por momentos: afirmaba que era como si su cuerpo
pesara 200 kilos y no fuese suyo o como si se tocara con guantes a sí misma. Decía no
tener noción del tiempo, como si nada existiera en el pasado, como si su cabeza
estuviera vacía y a la vez sentía enorme angustia. Llegaba a preguntarse: “¿realmente
existo? No sé si estoy muerta.” Progresivamente fue experimentando profunda
pesadumbre, abulia, hiporexia, sueño no reparador, ideas suicidas sin plan, se sentía
indigna de afecto, prefería estar en cama dormitando y entonces le parecía escuchar la
voz de su abuela muerta diciéndole: “ya falta poco” y también le parecía ver “sombras”.

En su examen mental no se hallaron ideas delusivas ni alteraciones del pensamiento de


tipo esquizofrénico, tampoco antecedentes de manía. Todos sus exámenes auxiliares
resultaron normales. Fue diagnosticada como depresión mayor severa (a descartar
depresión bipolar en el seguimiento) y se inició tratamiento con un antidepresivo, un
antipsicótico atípico y una benzodiazepina, la evolución fue favorable tanto del ánimo
como de los síntomas de despersonalización. [ CITATION Cru13 \l 3082 ]

Caso Clínico 3: Despersonalización

Varón de 20 años, estudiante universitario, posee un tío esquizofrénico por la rama


materna. Hace cuatro años consumió hachís y experimentó una intensa crisis de pánico,
por lo que no volvió a emplearlo. Refiere que desde esa fecha él quedó “distinto en sus
sentimientos, como si no sintiese el control de sus propios pensamientos aunque él sabía
que sí los controlaba”. No acudió a consulta por el temor de no ser comprendido y la
aprensión de que pudiese confirmársele que se estaba volviendo loco.
Puntualiza: “desde entonces he sentido extrañeza ante mis propias emociones, incluso
no puedo sentir familiaridad con mis pensamientos más íntimos; cuando recién me pasó,
sentía con desesperación como si yo mismo no fuese quien escogía las propias palabras
que pronunciaba”. Tras dos años de padecimiento continuo llegó a experimentar ánimo
deprimido e ideas tanáticas, se preguntaba a sí mismo sin hallar respuesta satisfactoria:
“¿qué es lo que estoy sintiendo?” y muchas veces sentía que si no monitorizaba su
mente permanentemente, ésta “se ponía en blanco”, asimismo sentía incertidumbre,
desánimo, desesperanza y afirmaba: “pienso que ya nunca voy a ser el mismo de antes”.
Pese a esto, el paciente podía seguir sus estudios universitarios y sus relaciones
interpersonales con pareja y amigos.
Se le diagnosticó trastorno de despersonalización y depresión; se le brindó amplia
psicoeducación sobre su trastorno y se le prescribió sertralina y clonazepam, lográndose
mejoría progresiva de sus síntomas depresivos y ansiosos, a la vez que sus episodios de
despersonalización se fueron tornando más leves e infrecuentes.[ CITATION Cru13 \l
3082 ]

También podría gustarte