Junta Revolucionaria de Gobierno
Junta Revolucionaria de Gobierno
Junta Revolucionaria de Gobierno
Las personas principales del levantamiento cívico militar fueron elegidas por
consenso de los líderes de la revuelta para integrar la Junta Revolucionaria de
Gobierno. El mayor Francisco Javier Arana, el capitán Jacobo Arbenz Guzmán y el
civil Jorge Toriello Garrido, asumieron en nombre del pueblo de Guatemala la
responsabilidad de dirigir al país.
Al rendirse las fuerzas armadas leales a Ponce Vaides, el poder absoluto del
General Jorge Ubico pasó legitimado por los militares representantes del gobierno
al triunvirato revolucionario, quienes firmaron el acta de traspaso de mando ante el
Cuerpo Diplomático acreditado en Guatemala en la sede de la Embajada de los
Estados Unidos de América; que no apoyó la lucha contra Ubico, pero tampoco
hizo algo para defenderlo.
Dejó sin efecto el Decreto Legislativo 2445 por medio el cual se otorgó al
presidente Jorge Ubico la cantidad de DOSCIENTOS MIL QUETZALES como
recompensa a sus méritos. DECRETO NUMERO 54.-
Oriundo del municipio de Santa Elena Barillas, “militar de línea”, es decir que no
estudió formalmente su carrera militar; la realizó dentro del ejército iniciándose
como soldado raso y llegó a ser Jefe de las Fuerzas Armadas de Guatemala,
aspirante a la Presidencia, hombre sencillo, con una inteligencia natural muy
marcada y patriota a toda prueba.
El traslado ilegal del mando gubernativo que hizo Jorge Ubico a un triunvirato
integrado por los generales Buenaventura Pineda, Eduardo Villagrán Ariza y
Federico Ponce Vaides fue un acto violatorio a la Constitución, pues dicho puesto
le correspondía al primer designado a la presidencia señor Arturo Saravia; ello
motivó a Jacobo Arbenz a solicitar su baja del ejército y junto al Teniente Coronel
Carlos Aldana Sandoval quien se desempeñaba como instructor de artillería en la
Guardia de Honor promovieron una conspiración militar para deponerlo.
Sustituido Arbenz por una junta militar que finalmente entregó el poder al coronel
Carlos Castillo Armas; vivió parte de su exilio en Checoslovaquia, Unión Soviética,
China y Cuba pues en ese entonces ningún otro país se atrevió a recibirlo. En
México y Uruguay vivió parte de su exilio. Falleció en la ciudad de México a los 58
años el 27 de enero de 1971; fue sepultado en la república de El Salvador en el
panteón de la familia de su esposa.
Sus restos mortales fueron traídos a Guatemala el 19 de octubre de 1995; recibido
con honores militares en la Fuerza Aérea Guatemalteca, cargado por los Cadetes;
su féretro fue trasladado al Salón Mayor del Museo de la Universidad de San
Carlos y al Palacio Nacional, velado por las autoridades del país así como por una
masiva afluencia de personas, entre ellas estudiantes universitarios.
Entre 1944 y 1951, al decir del ex presidente mexicano Lázaro Cárdenas, “el
movimiento guatemalteco fue una revolución urbana en un país rural” El
conmemorar esta gesta heroica del pueblo no debe ser simplemente recordar lo
ocurrido; debe servirnos para reflexionar de forma crítica las ventajas sociales,
económicas y políticas que hemos vivido durante los últimos 73 años.
Bibliografía
https://lahora.gt/la-junta-revolucionaria-gobierno-1944/
https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_de_Guatemala_de_1944