Analisis Juridico

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UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÓNOMA DE LOS ANDES

UNIANDES

EXTENSIÓN SANTO DOMINGO

FACULTADA DE DERECHO

TEMA:

ANÁLISIS JURÍDICO SOBRE EL RECURSO DE CASACIÓN CON LA ÚLTIMA


REFORMA.

AUTOR:

JORDAN MAURICIO RUALES INFANTE.

DOCENTE:

Dr. Wilson Paredes.

NIVEL:

SEXTO

MODALIDAD:

SEMIPRESENCIAL.
ANÁLISIS JURÍDICO SOBRE EL RECURSO DE CASACIÓN CON LA ÚLTIMA
REFORMA.

Para iniciar podemos hablar de los derechos de protección y principios de administración de


justicia que están consagrados en la Constitución de la República del Ecuador los cuales
establecen los límites de los operadores jurisdiccionales. Estos derechos amparan
garantizando a las personas ante posibles fallos judiciales contentivos de errores mediante
una serie de mecanismos. El recurso de casación constituye uno de aquellos medios de
protección y garantía de corrección de todo fallo judicial dentro de la justicia ordinaria. La
casación consiste en un examen de legalidad de las sentencias y decisiones de última
instancia. Verifica su alineación con el ordenamiento jurídico vigente por parte de jueces
especializados (según la materia) de la Corte Nacional de Justicia. Su misión es profiláctica,
en tanto neutraliza todo fallo que riña con la ley para que sus efectos no se manifiesten en el
mundo real, toda vez que un fallo en el que se identifiquen graves errores de Derecho
carecería de sustento jurídico suficiente para su ejecución. Casar, precisamente, significa
anular o derogar una decisión judicial final. Recordemos que la casación procede cuando en
la sentencia se hubiere violado la ley.

El recurso de casación es extraordinario y formalista, esto significa que solamente procede en casos
excepcionales debidamente delimitados por la ley, y debe cumplir además, con ciertos elementos
formales para su procedencia; este recurso tiene como finalidad el control de la legalidad de las
sentencias de instancia, para la defensa de la normatividad jurídica objetiva y la unificación de la
jurisprudencia, en orden a un interés público; y la reparación de los agravios inferidos a las partes por
el fallo recurrido, en la esfera del interés particular del recurrente.

En nuestro sistema procesal el recurso de casación, luego de su calificación en la Corte Provincial o


en el Tribunal Distrital, para su resolución debe pasar por dos fases: una primera fase de admisibilidad
en la que se debe analizar la procedencia del recurso en aspectos formales y de estructura, cuya
calificación está a cargo de las conjuezas y conjueces de la Corte Nacional de Justicia; y, una segunda
fase, que consiste en determinar si el fallo judicial ha incurrido en alguna de las causales determinadas
en la ley y expresamente alegadas por el recurrente.
Por otra parte, como es de conocimiento la Corte Nacional de Justicia es el máximo
organismo jurisdiccional de la Función Judicial, encargada de conocer y resolver los recursos
de casación, revisión y los demás que establezca la ley. Entonces cabe recalcar que entre las
funciones que corresponden a la Corte Nacional de Justicia es expedir resoluciones en caso
de duda u obscuridad de las leyes, las que serán generales y obligatorias, mientras no se
disponga lo contrario por la Ley, y regirán a partir de su publicación en el Registro Oficial.

En lo que corresponde La Sala de Conjueces de la Corte Nacional de Justicia tiene una


delicada misión jurisdiccional: por una parte, está encargada, de acuerdo a la ley, del examen
de admisibilidad de los recursos de casación, que, por su naturaleza extraordinaria, presenta
características específicas que deben ser observadas por parte de los casacionistas, en tanto
atacan el principio de cosa juzgada. Pero, por otra parte, la Constitución establece claramente
el marco dentro del cual las actuaciones de los operadores de justicia se reputan legítimas, y
ello solo puede verificarse cuando se ha respetado cabalmente los derechos fundamentales.
El derecho de acceso a la justicia asigna a sus titulares la posibilidad material de ser oídos
oportunamente por parte de los jueces competentes e imparciales que la propia ley designa.
Violar este derecho presenta las consecuencias jurídicas que la Norma Fundamental ha
previsto para el error judicial y la violación del derecho a la tutela judicial efectiva. La Corte
Constitucional ha solucionado, en muchas ocasiones, cuál es el rol que toca a los conjueces
de la Corte Nacional en la etapa de admisibilidad del trámite de la casación. En varias
sentencias la Corte determinó que extralimitarse en la función de verificar los requisitos
formales implica la violación de una serie de derechos fundamentales, tales como la tutela
efectiva, la motivación, la seguridad jurídica, entre otros. Además, la Corte reveló las etapas
del juicio casacional y las responsabilidades que recaen sobre sus participantes en cada una
de ellas, para concluir que las distintas etapas prevén objetivos propios que son incompatibles
entre sí.

Por lo consiguiente la vigencia de la ley reformatoria del Código Orgánico General de


Procesos (COGEP), publicada en el Suplemento del Registro Oficial No.517 del 25 de junio
de 2019, se implementaron una serie de reformas a la regulación del recurso extraordinario
de casación. Como punto de partida, es importante destacar que las disposiciones de la ley
reformatoria no son aplicables a los recursos de casación que, al 25 de junio de 2019, ya
hayan sido admitidos o inadmitidos. Sin perjuicio de lo mencionado, las reformas abordadas
a en este análisis son aplicables a todos los recursos de casación anteriores a la fecha de
vigencia de la ley siempre que no se haya resuelto sobre su admisión.

También debemos decir, que todos los recursos de casación presentados a partir del 25 de
junio de 2019 se encuentran regulados por las disposiciones de la ley reformatoria.

Ahora bien, respecto de la proposición del recurso de casación, se amplía el término para
interponerlo que inicialmente era de 10 días a 30 días contados desde la ejecutoria del auto o
sentencia de segunda instancia o bien, desde el auto que acepte o niegue recursos horizontales
de ampliación y/o aclaración (Art.266 COGEP). Consideramos que esta reforma es positiva
en la medida que permite un mejor ejercicio del derecho al acceso a la tutela judicial efectiva,
tomando en consideración el carácter formal y riguroso del recurso.

En cuanto a la admisión del recurso de casación, se mantiene el término de 15 días para que,
previo sorteo de ley, un conjuez califique el recurso. Sin embargo, la reforma es explícita al
señalar que el conjuez solamente debe verificar la estructura prevista en el Art.267 COGEP,
es decir, se trata de un control netamente formal (Art.270 COGEP). Nuevamente, esta
reforma es muy positiva ya que existe una práctica generalizada por los conjueces de la Corte
Nacional de Justicia consistente en “calificar” los cargos y no admitirlos si, por ejemplo, se
encuentran incorrecta o insuficientemente motivados a su criterio. Lo descrito implica una
invasión en las competencias exclusivas de las respectivas Salas de la Corte Nacional de
Justicia sobre el fondo del recurso.

Ahora bien, la norma también prevé la posibilidad de que el conjuez de la Corte Nacional de
Justicia ordene al recurrente completar o aclarar su libelo, señalando específicamente las
deficiencias del recurso, en el término legal de 5 días contados desde la notificación
respectiva. Aquí la ley presenta una redacción confusa: “si el recurrente no lo hace, se
inadmitirá el recurso, pudiendo deducirse el recurso de revocatoria del auto de inadmisión”.
de lo antes mencionado podemos criticar que, no tiene sentido presentar la revocatoria del
auto de inadmisión si efectivamente no se aclaró y/o completó el recurso. En todo caso, lo
lógico sería entender que la ley se refiere a casos en los que a pesar de existir un escrito que
complete y/o aclare el recurso de casación, aquel resultare insuficiente a criterio del conjuez
de la Corte Nacional de Justicia, lo que es improbable dado que se trata de un examen formal.
Tampoco tiene lógica que se admita la revocatoria recurso horizontal de un auto
interlocutorio cuando la ley solo permite este medio de impugnación en relación con los autos
de sustanciación (Art.254 COGEP).

Dentro de la reforma se resalta lo siguiente:

Una vez admitido el recurso de casación, la ley reformatoria amplía el término para dar
contestación al mismo, de 15 días a 30 días, en plena aplicación del principio de igualdad de
armas.

En cuanto a la resolución del recurso, se agrega un inciso al final del numeral 3 del artículo
273 del COGEP por el cual “cuando se case la sentencia por el caso previsto en el número 4
del artículo 268 de este Código, el Tribunal de la Sala Especializada de la Corte Nacional de
Justicia, corregirá el error valorando correctamente la prueba que obre de autos”. Aquí hay
un error de técnica legislativa. Agregar ese texto es inoficioso porque el numeral 2 del
artículo 273 ya prevé este supuesto e indica que la Sala de la Corte Nacional de Justicia debe
casar la sentencia o auto y dictar la que corresponda en su lugar, lo que supone evidentemente
valorar nuevamente la prueba.

Respecto del abandono del recurso de casación, la ley reformatoria señala que aquel se
declarará en el plazo de seis meses y ya no en el término de ochenta días (Art.245 COGEP).
Para el cómputo respectivo, son aplicables las reglas de los artículos 33,34 y 35 del Código
Civil, por lo que se contabilizan todos los días, aún los feriados.

En los juicios de excepciones a la coactiva propios de la jurisdicción contencioso


administrativa se mantiene la regla por la cual si el recurrente no presenta ningún escrito o
petición durante el término de 30 días en casación “el procedimiento terminará a favor de la
institución acreedora” (Art.317 COGEP). Para la Corte Constitucional del Ecuador esta
norma no resulta contraria a la norma fundamental según el dictamen 002-19-op del 14 de
marzo de 2019 (párrafo 221).
En esta parte estoy desacuerdo, ya que esta norma violenta el principio de igualdad en el
debido proceso y la proporcionalidad entre falta y sanción, por ejemplo, si no hay actividad
procesal, es decir no hay impulso procesal, lo correcto es declarar el abandono y que se
ejecutoríe la sentencia de instancia (que podría ser parcialmente favorable al administrado,
por ejemplo, por extinción parcial de obligación). En cambio, en virtud de la norma citada la
Administración puede ganar un juicio a pesar de no tener la razón solamente por la
inactividad procesal. La presunción de legitimidad y ejecutoriedad del acto administrativo se
desvanece por medio de la sentencia del tribunal contencioso administrativo competente.

El COGEP, que en artículos anteriores se ha mencionado contiene innovaciones sobre la


oralidad y rapidez de los procesos, interesantemente no introduce mayores cambios en cuanto
al recurso de casación, en comparación a la todavía vigente Ley de Casación.

La nueva reforma establece aspectos muy importantes y podemos puntualizar unos:

• Las Cortes Provinciales solo verifican que se proponga en los tiempos adecuados
(hasta 10 días término luego ejecutoria del auto o sentencia o del auto que niegue o
acepte su ampliación o aclaración) y lo remiten a la Corte Nacional.
• La “calificación” del recurso lo realiza un solo conjuez de la Corte Nacional, no una
sala o tribunal integrado por tres jueces.
• Si el recurso es admitido (calificado) se puede pagar una caución que calculará el
Tribunal para que la sentencia o auto recurrido se suspenda en su ejecución. No hay
parámetros para determinar el monto de esa caución.
• Existe una sola audiencia en la que el Tribunal oirá a las partes involucradas.
• La resolución del Tribunal se dictará al finalizar la misma audiencia.

La sentencia de la Corte Nacional, si acepta el recurso de casación, puede tener varios efectos.
Por ejemplo, podría la Corte declarar la nulidad de parte de lo actuado y devolver el proceso
a un juez inferior para que redacte una nueva sentencia; o bien, podría la Corte dictarla
directamente, dependiendo de cuál vicio encontró en la sentencia inferior.

No todas las sentencias o autos definitivos son susceptibles del recurso de casación. La
necesidad de limitarlos se vio ya reflejada con la anterior Ley de Casación, que en sus inicios
permitió el acceso a este recurso a cualquier tipo de procesos, incluso a resoluciones dictadas
dentro de los incidentes procesales. Por ello se realizó la reforma a la Ley de Casación
establecida mediante la Ley 93, publicada en el suplemento del Registro Oficial 764 de 22
de agosto de 1995, en la que se estimó que esta vía de impugnación extraordinaria procedía
respecto de los juicios de conocimiento modificando el texto del Art. 2 de la Ley de Casación,
conforme a la cual, este recurso extraordinario y supremo “Procede contra las sentencias y
autos que pongan fin a los procesos de conocimiento, dictados por las cortes provinciales,
por los tribunales distritales de lo fiscal y de lo contencioso administrativo”. El artículo 266,
inciso primero del Código Orgánico General de Procesos, en cuanto a la procedencia del
recurso de casación determina: “Art. 266.- Procedencia. - El recurso de casación procederá
contra las sentencias y autos que pongan fin a los procesos de conocimiento dictados por las
Cortes Provinciales de Justicia y por los Tribunales Contencioso Tributario y Contencioso
Administrativo.”

La admisibilidad del recurso de casación no se limita exclusivamente a los requisitos formales y la


temporalidad en la presentación de este recurso, sino que también corresponde a los requisitos de
procedencia y legitimación, por ser elementos intrínsecos a la naturaleza jurídica del recurso de
casación, los cuales deben ser analizados por las conjuezas y conjueces de la Corte Nacional de
Justicia, por ser inherentes a la admisibilidad.

Ejemplo:
El doctor Josué Angueta Andrade, en calidad Procurador Judicial del Banco del Pichincha
C.A., interpone recurso de casación de la sentencia dictada en el trámite ordinario de pago
por consignación seguido por Eduardo Granda Garcés contra del Banco de Pichincha C.A:,
impugnando la sentencia dictada por la Segunda Sala Especializada de lo Civil de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, en fecha 17 de marzo de 2011, las 14h52. , que las normas
infringidas son los artículos: 11 numeral 9, 75, 76, 82, 83 y 172 de la Constitución; 21
segundo inciso, 25, 28 inciso primero y 29 del Código Orgánico de la Función Judicial; 1612
y 1715 del Código Civil.

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