Personajes Destacados de La Independencia de Centroamérica
Personajes Destacados de La Independencia de Centroamérica
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INDEPENDENCIA DE CENTROAMÉRICA
Manuel José Arce y Fagoaga
Vino al mundo en la ciudad de San Salvador, el primer
día de 1787, en el hogar de la distinguida familia de
Antonia Fagoaga de Aguilar y de Bernardo José de Arce,
primo hermano del presbítero y doctor José Matías
Delgado.
Dirigió junto con Manuel José Arce y otros patriotas criollos el movimiento
insurreccional del 5 de noviembre de 1811, fecha en que la leyenda ha perpetuado que
fue él el que tocó, a rebato, las campanas de la Iglesia de La Merced.
En 1813, fue electo diputado provincial con sede en la ciudad de Nueva Guatemala,
donde se desempeñaba como rector del Colegio Seminario o Tridentino y se
encontraba retenido por orden arzobispal, por lo que no tuvo participación en el intento
emancipador de enero de 1814.
Como respuesta, San Salvador fue atacada por tropas de San Miguel y de México,
entre abril de 1822 y el 9 de febrero de 1823. Estas acciones pusieron fin al gobierno
local encabezado por Delgado, quien había hecho importantes movimientos
diplomáticos internacionales durante esa gesta de defensa. Dos de los más
importantes fueron solicitar una tregua al brigadier Vicente Filísola y enviar una
delegación hacia Washington D. C., con el fin de solicitar la incorporación de la
provincia a loa Estados Unidos de Norte América.
JOSE CECILIO DEL VALLE
Nació en la ciudad de Choluteca, Honduras, ciudad del
Pacífico, el 22 de noviembre de 1780. Su padre fue don
José Antonio del Valle y doña Gertrudis Díaz. Sus
primeros estudios los hizo en la Escuela Belén, en la
ciudad de Guatemala, e hizo estudios de Filosofía,
Derecho Civil y Canónico en la Universidad de San Carlos
de Guatemala. Posteriormente, el 1 de septiembre de
1803, hizo el juramento acostumbrado para recibir el título
de abogado. Por su dedicación al estudio se le conocía
como "EL SABIO VALLE".
En la parte administrativa, fue electo vicerrector del Colegio Seminario o Tridentino (17
de agosto de 1793 al 17 de enero de 1794). Además, los votos de sus colegas le
otorgaron los sucesivos cargos de primer consiliario o vicerrector (6 de noviembre de
1800 al 10 de noviembre de 1802) y rector de la Universidad de San Carlos (noviembre
de 1802 a noviembre de 1803 y los mismos meses de 1811 a 1812).
Diputado Provincial por Sonsonate (17 de julio de 1813), fue miembro de la Junta
Consultiva Provincial, reunida en la ciudad de Nueva Guatemala, a partir del 13 de julio
de 1820. Electo diputado por Chimaltenango y Zacatecoluca para el Congreso
Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América (Nueva Guatemala, 24
de junio de 1823), hizo realidad sus sentimientos humanistas y cristianos cuando, en la
última sesión anual de este cuerpo colegiado, efectuada en la capital guatemalteca el
31 de diciembre de 1823, solicitó la liberación de los esclavos que aún quedaban en los
Estados centroamericanos, recién emancipados de los yugos español y mexicano.
Sus restos mortales fueron depositados en una catacumba del interior de la vicentina
Iglesia del Pilar, templo católico colonial que fue dañado por los terremotos del 13 de
enero y 13 de febrero de 2001.
A lo largo del siglo XX, su vida y su obra humanista merecieron varios libros, escritos
por el doctor Ramón López Jiménez y el historiador Jorge
Lardé y Larín.
Fueron sus hermanos el sacerdote Mariano Antonio y Antonia Inés, quien en 1800
contrajo matrimonio con el coronel, alférez real, corregidor y alcalde vicentino Rafael de
Molina y Cañas. Huérfanos de madre a cortas edades, fueron criados por su abuela
materna, Isabel de Nava de Aguilar, y por su tío Nicolás Aguilar.
El 4 de mayo de 1811 se casó con Manuela Antonia de Arce, hermana de Manuel José
Arce. A causa de su involucramiento directo en la jornada libertaria del 5 de noviembre
de 1811, sufrió prisión durante varios meses. Una vez libre, tomó parte activa en la
revuelta independentista del 24 de enero de 1814 y escapó, herido de bala, de la
persecución de las autoridades españolas, para entregarse a ellas en mayo de ese
mismo año.
Gracias a las gestiones hechas por su esposa, fue indultado en junio de 1818 y
excarcelado al año siguiente. Al salir de su encierro, se dedicó a seguir en la lucha
criolla por la emancipación centroamericana de España.
En 1822 fue electo alcalde segundo de la ciudad de San Salvador y diputado del
Congreso Provincial de San Salvador. Después de tomar parte en la lucha contra el
brigadier italiano Vicente Filísola (1789-1850) y las tropas imperiales mexicanas que
ocuparon San Salvador entre 1822 y 1823, el prócer de Lara no aceptó la candidatura
para Jefe de Estado que se le propuso y se retiró a la vida privada, en la comodidad de
su hacienda.
Una década más tarde, retornó a la escena política como intendente general de
Hacienda del estado de El Salvador. Su actitud moderada y sus dotes personales le
valieron ser escogido como diputado presidente del Poder Legislativo desde el 6 de
agosto al 8 de septiembre de 1832. Desde 1834 hasta 1836, se desempeñó como
consejero de Estado y senador nacional ante el Congreso Federal.