Personajes Destacados de La Independencia de Centroamérica

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

PERSONAJES DESTACADOS DE LA

INDEPENDENCIA DE CENTROAMÉRICA
Manuel José Arce y Fagoaga
Vino al mundo en la ciudad de San Salvador, el primer
día de 1787, en el hogar de la distinguida familia de
Antonia Fagoaga de Aguilar y de Bernardo José de Arce,
primo hermano del presbítero y doctor José Matías
Delgado.

Enviado en 1801 para que se educara con esmero en la


capital de la antigua Capitanía General de Guatemala,
se bachilleró en Filosofía del Colegio de San Francisco
Borja. Inició estudios de medicina en la Real y Pontificia
Universidad de San Carlos de Borromeo, los que
interrumpió hacia 1807, debido a que la salud de su
padre le demandó hacerse cargo de la administración de
las haciendas familiares “San Diego” y “San Lucas”, en
las cercanías de Suchitoto.

En diciembre de 1808 y en la urbe sansalvadoreña, contrajo matrimonio con su prima


Felipa Aranzamendi y Aguiar, con quien procreó a José Bernardo (nacido en San
Salvador, en septiembre de 1812), Salvador (fallecido en México, hacia 1830), Jacinta,
Juana, Isabel, Clara (fallecida en Guatemala, el 15 de agosto de 1826), José María
(casado con Ana Roca, procreó a su vez a Manuel José y Juan José), Bernardo
(muerto en el hospital santaneco, hacia 1932), Teresa, Delfina y Ana.

Formó parte de los organizadores de las conspiraciones libertarias del 5 de noviembre


de 1811 y el 22 de enero de 1814. Debido a esas acciones, se le abrió proceso judicial
el 5 de mayo de 1815, por el cual fue capturado y condenado a cinco años de prisión,
los que lo afectaron en su salud e intereses económicos, pero no en su ánimo por la
libertad centroamericana.

Libre a partir de 1818, luego de la independencia, formó parte de los opositores a la


anexión al imperio mexicano (1822-1823), al grado tal que no solo cumplió con su
papel militar en la defensa de San Salvador frente a las tropas del brigadier Vicente
Filísola, sino que formó parte de la delegación diplomática salvadoreña que marchó al
puerto de Boston y a Washington D. C. para solicitar la unión de El Salvador a los
Estados Unidos de América.

El 18 de octubre de 1823 salió de Nueva York rumbo al puerto mexicano de Tampico,


donde se entregó con furor a organizar una expedición militar para lograr la
independencia de Cuba, la cual finalmente se vio frustrada por falta de personal
adecuado y recursos financieros.
JOSE MATIAS DELGADO
Fue el que dio el primer grito de independencia el 5 de
noviembre de 1811 en San Salvador, en 1823 fue electo
presidente de la Asamblea Constituyente. Se le
considera como uno de los más altos próceres de la
independencia centroamericana. Nació en San Salvador
en 1767 y falleció en la misma capital en 1832. El
sacerdote salvadoreño José Matías Delgado,
Benemérito Padre de la Patria Centroamericana, nacido
en la ciudad de San Salvador el 24 de Febrero de
1767.Se ordeno de Sacerdote en Guatemala, donde a la
vez hizo sus estudios previos al doctorado en Teologia,
Derecho Civil y Canonigo.Al regresar a esta capital y en
union del Procer Manuel Jose Arce, dirigio el movimiento
insurrecional del 5 de Noviembre de 1811, en cucha
gloriosa fecha el Padre Delgado lanzo el primer grito de libertad tocando a rebato las
campanas de La Merced. En la noche del 14 de Septiembre,nadie durmio en
Guatemala.Asi llego la manana.El General Gainza,rodeado de todas las autoridades
del Rey Fernando,manda que sean los documentos de Ciudad Real y pone a discucion
el asunto de si debian declararse independiente estas provincias de la metropoli
espanola o no. "El Auditor de Guerra, Dr. Jose Cecilio del Valle fue el primero que tomó
la palabra, manifestando su opinion a favor de la independencia. El Padre de la Patria
Salvadorena, Dr. Jose Matias Delgado, quien elocuentemente, manifesto que no habia
dilacion posible y que su opinion era a favor en ese mismo instante.El pueblo que habia
invadido la sala,vivo a nuestro egregio compatriota, enmedio de los gritos de !Viva la
Independencia. Entre las siete y las ocho de la mañana del 21 de septiembre ingreso a
San Salvador el correo que venía de Guatemala, entrando por la calle de Mejicanos y
anunciando a los habitantes la buena nueva. El regocijo fue indescriptible. El
ayuntamiento dispuso magníficos festejos y todo el pueblo celebro con gran alborozo la
noticia.

José Matías Delgado y de León


Nació en la ciudad de San Salvador, el 24 de febrero
de 1767, en el seno matrimonial del caballero
panameño Pedro Delgado y la dama guatemalteca
María Ana de León, hogar en el que también vinieron
a la vida los independentistas Juan y Miguel.

Obtuvo las borlas doctorales en Cánones, Sacra


Teología y Jurisprudencia en la Real y Pontificia
Universidad de San Carlos Borromeo, en la hoy
ciudad de Antigua Guatemala, en cuyo Seminario
Tridentino, Seminario o de la Ascensión de Nuestra
Señora cursó la carrera sacerdotal y dio curso a los trámites para convertirse en
abogado de la Real Audiencia.
Al regresar a San Salvador, a partir del 12 de agosto de 1797 inició sus funciones como
cura rector, vicario provincial, juez eclesiástico y último comisario local del Tribunal del
Santo Oficio. Desarrolló una intensa labor pastoral y en 1808 inició los trabajos de
reconstrucción de la antigua Iglesia Parroquial de San Salvador (hoy Iglesia del
Rosario), los cuales fueron concluidos una década más tarde.

Dirigió junto con Manuel José Arce y otros patriotas criollos el movimiento
insurreccional del 5 de noviembre de 1811, fecha en que la leyenda ha perpetuado que
fue él el que tocó, a rebato, las campanas de la Iglesia de La Merced.

En 1813, fue electo diputado provincial con sede en la ciudad de Nueva Guatemala,
donde se desempeñaba como rector del Colegio Seminario o Tridentino y se
encontraba retenido por orden arzobispal, por lo que no tuvo participación en el intento
emancipador de enero de 1814.

Electo de nuevo como diputado provincial en 1820, el 15 de septiembre de 1821 fue


uno de los firmantes del Acta de Independencia.

El 28 de noviembre de 1821 se convirtió en jefe político civil de la provincia de San


Salvador. Desde este cargo, el 11 de enero de 1822 encabezó la protesta de la ciudad
contra la anexión al imperio mexicano del brigadier Agustín de Iturbide y Aramburu.

Como respuesta, San Salvador fue atacada por tropas de San Miguel y de México,
entre abril de 1822 y el 9 de febrero de 1823. Estas acciones pusieron fin al gobierno
local encabezado por Delgado, quien había hecho importantes movimientos
diplomáticos internacionales durante esa gesta de defensa. Dos de los más
importantes fueron solicitar una tregua al brigadier Vicente Filísola y enviar una
delegación hacia Washington D. C., con el fin de solicitar la incorporación de la
provincia a loa Estados Unidos de Norte América.
JOSE CECILIO DEL VALLE
Nació en la ciudad de Choluteca, Honduras, ciudad del
Pacífico, el 22 de noviembre de 1780. Su padre fue don
José Antonio del Valle y doña Gertrudis Díaz. Sus
primeros estudios los hizo en la Escuela Belén, en la
ciudad de Guatemala, e hizo estudios de Filosofía,
Derecho Civil y Canónico en la Universidad de San Carlos
de Guatemala. Posteriormente, el 1 de septiembre de
1803, hizo el juramento acostumbrado para recibir el título
de abogado. Por su dedicación al estudio se le conocía
como "EL SABIO VALLE".

En 1812 contrajo matrimonio con la señorita Josefa


Valero. Entre algunos de los cargos que se le atribuyen
están los de Diputado Interino de la Comisión Gubernativa de Consolidación en 1805;
defensor de Obras Pías y censor de la Gaceta de la ciudad de Guatemala; Asesor del
Consulado de Guatemala en febrero de 1806; Fiscal del Juzgado de los Reales
Cuerpos de Artillería e Ingeniería del Reino; en 1809 toma posesión del cargo de
diputado de la Junta Central de Provincia.

El 15 de septiembre de 1821 redactó el Acta de Independencia, no dejando claras las


ideas de una independencia definitiva y absoluta, sino simplemente una separación de
la Corona Española.
Fue quien redactó el Decreto del 4 de Julio de 1829, impidiendo la pena de muerte a
las personas que habían desempeñado altos cargos en el gobierno anterior.

Murió en el camino que conduce de la finca "La Concepción" a la capital donde lo


llevaban para su curación, porque iba muy enfermo, pero cerca de la finca "El Corral de
Piedra" expiró el 2 de marzo de 1834 a los a los 58 años de edad. El gobierno, al igual
que en el Salvador, dispuso que todos los empleados vistieran de luto durante tres
días; la Asamblea decretó que durante tres días doblaran las campanas.

José Simeón Cañas y Villacorta


Nació en el barrio Santa Lucía de la ciudad de
Zacatecoluca, el 18 de febrero de 1767, como tercer
vástago del acaudalado hogar de Pablo de Cañas y
Lucía de Villacorta y Barahona, quienes también
procrearon a otros hijos e hijas, como Pablo, Rafael
(4 de agosto de 1762), Francisco Ignacio (1 de abril
de 1764), María Ignacia (¿mayo de 1765?), Mariana
Marcelina (25 de abril de 1768), María Lucía (17 de
septiembre de 1773), María incolaza (23 de mayo de
1778) y Manuel María (2 de marzo de 1780).

Por el bien y educación de sus descendientes


varones, la familia Cañas y Villacorta se trasladó a
vivir a la hoy ciudad de Antigua Guatemala, donde el joven José Simeón se interesó
por las humanidades y el sacerdocio. Ingresó a la Real y Pontificia Universidad de San
Carlos Borromeo, de la que se bachilleró en Filosofía (2 de abril de 1787) y Teología
(25 de febrero de 1791) y obtuvo su licenciatura (16 de junio de 1795) y los símbolos
correspondientes al doctorado en Sacra Teología (17 de octubre de 1795). Tras
someterse a los exámenes de rigor y al proceso de graduación, el 5 de julio de 1796
presentó su tesis doctoral.

En su vertiginosa carrera por el camino sacerdotal, desarrollada en el Colegio


Seminario, Tridentino o de la Ascensión de Nuestra Señora, entre el 3 y el 24 de
octubre de 1790 fue ordenado como subdiácono, diácono y presbítero.

Del 18 de agosto de 1791 al 6 de junio de 1792 se desempeñó como catedrático de


Artes en su Alma Mater, donde también ganó por oposición el puesto como profesor
titular de Prima Filosofía, en el que fungió desde junio de 1792 hasta el 12 de julio de
1800.

En la parte administrativa, fue electo vicerrector del Colegio Seminario o Tridentino (17
de agosto de 1793 al 17 de enero de 1794). Además, los votos de sus colegas le
otorgaron los sucesivos cargos de primer consiliario o vicerrector (6 de noviembre de
1800 al 10 de noviembre de 1802) y rector de la Universidad de San Carlos (noviembre
de 1802 a noviembre de 1803 y los mismos meses de 1811 a 1812).

Diputado Provincial por Sonsonate (17 de julio de 1813), fue miembro de la Junta
Consultiva Provincial, reunida en la ciudad de Nueva Guatemala, a partir del 13 de julio
de 1820. Electo diputado por Chimaltenango y Zacatecoluca para el Congreso
Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América (Nueva Guatemala, 24
de junio de 1823), hizo realidad sus sentimientos humanistas y cristianos cuando, en la
última sesión anual de este cuerpo colegiado, efectuada en la capital guatemalteca el
31 de diciembre de 1823, solicitó la liberación de los esclavos que aún quedaban en los
Estados centroamericanos, recién emancipados de los yugos español y mexicano.

En 1824 viajó de Guatemala a San Salvador, para apoyar el Congreso Constituyente


de este Estado en el nombramiento civil del presbítero y doctor José Matías Delgado
como primer Obispo salvadoreño, lo que desató una fuerte oposición de las
autoridades guatemaltecas y vaticanas, ante las que el doctor Cañas emitió dos folletos
titulados "Advertencias patrióticas" (San Salvador, 5 y 28 de octubre de 1824) y sostuvo
un crudo debate epistolar con el arzobispo Ramón Casaus y Torres.

Sus restos mortales fueron depositados en una catacumba del interior de la vicentina
Iglesia del Pilar, templo católico colonial que fue dañado por los terremotos del 13 de
enero y 13 de febrero de 2001.

A lo largo del siglo XX, su vida y su obra humanista merecieron varios libros, escritos
por el doctor Ramón López Jiménez y el historiador Jorge
Lardé y Larín.

Domingo Antonio de Lara y Aguilar


Fue don Domingo Antonio de Lara y Aguilar uno de los
patriotas que juntamente con Arce, Rodríguez y Castillo,
se enfrentó con valor a la guardia española. En 1811 se
casó con dona Manuela Antonia de Arce, hermana del
ilustre Manuel José Arce. Para el movimiento de 1811, fue
puesto en prisión, juntamente con otros patriotas,
continuando al salir de la cárcel la propagación de las
ideas de la libertad. Así fue como en 1814 en el nuevo
intento de la emancipación, cayó herido en una carga de
los realistas españoles. Fue puesto preso mientras se
curaba de sus heridas, en su hacienda, habiendo durado
cinco años en la cárcel, pero al salir de ella, nuevamente emprendió los trabajos
revolucionarios, encontrándose entre los que, el 15 de septiembre de 1821, trabajaron
por la Independencia.

Nació en San Salvador, el 30 de agosto de 1783, en el hogar formado por el exalcalde


Domingo Antonio de Lara Mogrovejo y Ladrón de Guevara (1740-enero.1797), Ana
Petrona Aguilar (noviembre.1784), hermana de los sacerdotes Nicolás, Manuel y
Vicente Aguilar.

Fueron sus hermanos el sacerdote Mariano Antonio y Antonia Inés, quien en 1800
contrajo matrimonio con el coronel, alférez real, corregidor y alcalde vicentino Rafael de
Molina y Cañas. Huérfanos de madre a cortas edades, fueron criados por su abuela
materna, Isabel de Nava de Aguilar, y por su tío Nicolás Aguilar.

Desde 1795, el joven Domingo Antonio fue estudiante de Filosofía en la Real y


Pontificia Universidad de San Carlos, en la ciudad de Guatemala, donde destacó en el
aprendizaje de ciencias naturales y humanidades. Por ello, no resulta extraño que, a
inicios del siglo XIX y a bordo de un primitivo planeador de su invención, haya intentado
los primeros vuelos salvadoreños desde el cerro e iglesia de San Jacinto.

Abandonados los estudios a causa de requerirse su presencia en la capital de la


Intendencia de San Salvador, cambió sus apuntes universitarios por una vida de
campo, dedicada casi por completo a la administración de los obrajes de añil de su
familia.

El 4 de mayo de 1811 se casó con Manuela Antonia de Arce, hermana de Manuel José
Arce. A causa de su involucramiento directo en la jornada libertaria del 5 de noviembre
de 1811, sufrió prisión durante varios meses. Una vez libre, tomó parte activa en la
revuelta independentista del 24 de enero de 1814 y escapó, herido de bala, de la
persecución de las autoridades españolas, para entregarse a ellas en mayo de ese
mismo año.

Gracias a las gestiones hechas por su esposa, fue indultado en junio de 1818 y
excarcelado al año siguiente. Al salir de su encierro, se dedicó a seguir en la lucha
criolla por la emancipación centroamericana de España.

En 1822 fue electo alcalde segundo de la ciudad de San Salvador y diputado del
Congreso Provincial de San Salvador. Después de tomar parte en la lucha contra el
brigadier italiano Vicente Filísola (1789-1850) y las tropas imperiales mexicanas que
ocuparon San Salvador entre 1822 y 1823, el prócer de Lara no aceptó la candidatura
para Jefe de Estado que se le propuso y se retiró a la vida privada, en la comodidad de
su hacienda.

Una década más tarde, retornó a la escena política como intendente general de
Hacienda del estado de El Salvador. Su actitud moderada y sus dotes personales le
valieron ser escogido como diputado presidente del Poder Legislativo desde el 6 de
agosto al 8 de septiembre de 1832. Desde 1834 hasta 1836, se desempeñó como
consejero de Estado y senador nacional ante el Congreso Federal.

Nicolás Aguilar y Bustamante


Nació en el cantón La Fuente, jurisdicción de
Tonacatepeque, el 16 de diciembre de 1742, como
primogénito del enlace matrimonial de Isabel de
Bustamante y Nava (1716-7. febrero.1800) y del capitán
Manuel Aguilar y de León (1710-1772), primo hermano
del presbítero y doctor José Matías Delgado. Además de
los otros dos futuros sacerdotes y próceres
independentistas, Vicente y Manuel, este matrimonio
también fue el origen de Ana Petrona y Mónica, quienes
años más tarde contrajeron respectivas nupcias con
Domingo Antonio de Lara y Mogrovejo y Francisco
Durán. Ana Petrona falleció en noviembre de 1784 y su esposo la siguió a la eternidad
en enero de 1797. Su gesta libertadora fue continuada entonces por sus hijos Mariano
Antonio (¿Cuscatancingo?, febrero de 1774-¿Olocuilta?, 13.agosto.1843), Antonia Inés
(¿?-marzo.1844. En 1800 contrajo matrimonio con el coronel, alférez real, corregidor y
alcalde vicentino Rafael de Molina y Cañas) y Domingo Antonio. La residencia de la
familia Aguilar y de Bustamante se localizaba en la esquina sureste de la Plaza de
Armas de San Salvador (hoy Parque Libertad), donde después fueron construidos, en
forma sucesiva, el Palacio del Ejecutivo (llamado Casa Blanca, 1866) y los cines
Popular y Libertad. El 11 de febrero de 1755, Nicolás ingresó como estudiante en el
afamado colegio de San Francisco de Borja (Antigua Guatemala). Recibidas las
órdenes respectivas como capellán (15 de marzo de 1767) y presbítero (4 de abril de
1767), fue nombrado cura de Olocuilta (16 de abril de 1767) y luego de San Salvador
(Iglesia Parroquial o del Sagrario), puesto logrado tras intenso concurso con otros
presbíteros. Aunque de avanzada edad, tomó parte activa en la gesta libertaria del 5 de
noviembre de 1811. Fracasado el movimiento emancipador, Nicolás fue sometido a
riguroso y humillante espionaje por parte de las autoridades españolas.Luego del
segundo intento insurreccional de enero de 1814, se le redobló la vigilancia. A él y a su
hermano Vicente, que ya para esos momentos se encontraba ciego, se les confinó en
su hacienda familiar “Toma de agua” (Quezaltepeque), a partir del 2 de abril de 1814.

Por decreto del arzobispo guatemalteco, a Nicolás se le suspendió en sus labores


como cura y se le remitió prisionero a Guatemala, encarcelamiento que duró de junio a
agosto de 1814. De vuelta en su encierro domiciliar, trabajó junto a su hermano para
obtener jurídicamente por su libertad, la cual les fue concedida por indulto en febrero de
1818.
Aunque no hay datos históricos fehacientes, se supone que Nicolás Aguilar falleció en
su hacienda de reclusión, el 12 de septiembre de 1818, y que fue enterrado en una
fosa abierta en el interior de la última Iglesia Parroquial de San Salvador (hoy Iglesia
del Rosario). Como homenaje a él y a sus hermanos próceres, un errado decreto
legislativo del 23 de junio de 1932 ordenó que los cantones La Toma, Las Tunas, Santa
Lucía, Pishishapa, Piñalitos, Los Mangos, La Florida y El Llano fueran segregados del
pueblo de El Paisnal, al norte del departamento de San Salvador, y que con ellos fuera
fundado el pueblo de Aguilares, que después llegó a ser villa (30 de septiembre de
1946) y ciudad (25 de diciembre de 1971).

También podría gustarte