Amar Hoy Desde El Reino. Fidel Aizpurúa
Amar Hoy Desde El Reino. Fidel Aizpurúa
Amar Hoy Desde El Reino. Fidel Aizpurúa
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Editorial ESET
Vitoria/Gasteiz
D.L.: SS-1013/92.
Introducción........................................................................................ 3
Tema 3. La búsqueda.......................................................................31
Taller de lectura y diálogo............................................... 41
Tema 4. La pregunta....................................................................... 43
Taller de lectura y diálogo........... ....................................45
Introducción
a) Comprensión global del mundo del El mundo del afecto, por lo tanto,
afecto hace referencia a la historia personal
en cuanto algo en sí y en cuanto algo
Podríamos decir, tomando el símil asumido. Es justamente en esto segun
de los ordenadores, que el ancho mun do donde a la persona se le plantean
do del afecto es como nuestro sistema todos los interrogantes. Los elementos
operativo, como ese mundo de órde intocables de nuestro sistema operati
nes básicas sobre las que luego se vo nos sobrepasan hasta llegar a veces
pueden asentar los diversos “progra a desconocerlos, tan enraizados están
mas” de la vida (el de la fe y el dé op en los últimos componentes de lo
ción evangélica como uno de ellos). nuestro. Pero su posterior reordena
miento, la posibilidad de una creciente do en el simple afán de querer y que
asunción, la pretensión de influir algo rer y ser querido. Ahí se inscriben los
sobre ellos dándoles otra dirección es, enormes esfuerzos vitales por dar con
sin duda, una posibilidad abierta. Y ese interlocutor en el que lo nuestro
ello por muy limitada que se suponga quede entendido al menos en la ver
esta posibilidad en casos donde la per dad que nosotros queremos otorgarle;
sona ha llegado a estar marcada por y, además, está esa otra búsqueda de
sus circunstancias históricas. Negar alguien a quien entender amándole.
una puerta abierta a la manipulación Aquí se establece ese trasvase de vida
de este mundo es echarse en brazos de que sostiene la débil espina dorsal de
un destino ciego; creer, por el contra nuestra existencia y que hace crecer la
rio, que esto es pan comido, es una in realidad personal hasta hacerla valiosa
creíble ingenuidad. y con prometedores horizontes. Ya de
cía el viejo aforismo de Sir 6,14:
El mundo del afecto hacer relación “Quien encuentra un amigo fiel, en
a las pulsiones últimas por las que, a cuentra un tesoro”, el tesoro de enten
veces incomprensiblemente, se mueve der y situar, mejor la realidad de s:u
nuestra vida. Ahí se hallan insertos los propia existencia. Por eso le resulta
gozos últimos, tan personales; los tan vital.
miedos últimos, tan causantes de pa
vores insuperables a veces; las para
dojas últimas, tan inconfesables y, con b) Dejarse envolver, saber discernir
frecuencia, tan difíciles de aceptar
aunque sean evidentes; las heridas úl A nadie se nos escapa que, tanto en
timas que uno va tragando en ese dis la Vida Religiosa como en cualquier
loque interno que produce la experien otro género de opciones vitales, hay
cia de toda enfermedad. Todo esg*se no pocas personas que, por unas razo
mezcla en algo que, con frecuencia, nes o por otras, se han situado fuera
tiene una manera extraña de percibirse de la corriente de lo afectivo. A ello
y de tratarse. Extraños a nuestro pro les han llevado múltiples causas: la
pio fin, a nuestro propio componente. superficialidad que llega a hacer una
Esto ha generado el hondo caudal de costra impenetrable, obstáculo ante el
tragedia que acompaña, en una medi que se estrella toda pregunta en serio
da o en otra, la existencia humana. por las realidades de la vida; los esco
zores no curados que llevan a no bus
De forma más sencilla pero tal vez^ carse nuevas complicaciones en este
más certera quizá el mundo ancho y mundo del afecto; los desconocimien
complejo del afecto pueda ser resumi tos increíbles que han llegado a forjar
— 7 —
una idea fantasmal e inexistente de to jico, conviene incidir en una ineludi
da esta realidad; los desengaños hon ble tarea de discernimiento; saber ca
dos para los que ya no hay bálsamo da vez más cuáles son los objetivos en
que suavice y cure; los posiciona- este momento de la propia vida, que
mientos irrevocables que provienen de rer entrar con decisión en los proble
ideologías espirituales o morales que, mas dispuestos a asumir riesgos, tra
puestos por delante, impiden cualquier bajar lo más posible para que esto sea
planteamiento en novedad y gozo. To algo que no desbarate los otros com
das estas causas han hecho que el ponentes de la propia realidad. No ha
mundo de la afectividad sea un tren brá que ahorrarse este esfuerzo que
perdido cuya marcha se mira desde el tiene todos los síntomas de un trabajo:
andén en el que uno ha instalado ya su el gozo por lo conseguido, el esfuerzo
vida. y hasta el enfado por los momentos
estériles, el sudor molesto de quien sa
Por eso, es preciso animar a dejar be que ha puesto la carne en el asador,
se envolver por este torbellino que es los hermosos logros que uno va incor
el mundo afectivo en la inmensidad de porando a su vida. Precisamente por
sus variantes y'raíces. Dejarse envol que es un verdadero trabajo es algo
ver es saberse parte viva de algo que también de verdad positivo para la
puede ser enormemente posibilitador persona, a la corta o a la larga.
para la construcción de la verdad de la
persona; desear entrar en este mundo Ya lo decimos desde ahora, para
sin frenesí pero con la certeza de que esta peculiar, hermosa y, a veces, dura
en ello se juega mucho de lo nuestro; labor, las ayudas serán imprescindi
mantener la certeza de que ahí se jue bles. Ayudas que se traducirán sobre
ga algo de lo que nadie va a ahorrar todo en personas, en aumento de la ca
nos el trabajo y el gozo de lo hecho pacidad reflexiva, en contraste vital
por nosotros mismos. Dejarse envol con situaciones similares en cualquie
ver como quien sabe que sí logra ati ra de los campos de la vida que uno
nar en el tratamiento correcto del te frecuente, participación real en el.
ma, esto ha de producir, sin duda, fru mundo afectivo de los otros por el
tos de vida altamente positivos. cauce de la sintonía y del compartir en
esos niveles. Quizá esto último sea lo
Todo esto no está reñido con un más difícil, pero, sin duda, lo más fe
discernimiento perpetuo acompañante cundo.
de nuestro trabajo en el mundo del
afecto. Precisamente porque mucho de Cualquier sistema vital (el de la Vi
este mundo es global, difuso, paradó da Religiosa, por ejemplo) que apaga
— 8 —
Y, sin embargo, habrá que intentar dad de materia" en este solo aspecto de lo afectivo-
mirar ese mundo del afecto con otra sexuai.
clase de mirada: un modo abierto que 2 ¿Cóm o v a a encarar de un m odo nuevo este tem a
aleje prejuicios innecesarios, un talan un joven sacerdote en cuya ordenación se insiste en
la peculiaridad y diferencia de su persona respecto a
te benevolente que comprenda y excu la de los demás y termina la ceremonia, hoy en día,
se al menos lo mismo que en otros as en un inacabable besamanos? ¿Cómo va a encajar la
problem ática afectiva de un modo nuevo una joven
pectos importantes de la vida1, incluso' religiosa a la que se le pone un hábito diferenciador,
se le coloca en un trabajo diferenciador, se le da un
ámbito relacional diferenciador y se la rodea de un
1 Recordar aquella curiosa claúsula de la "no parve- espiritualidad díferenciadora?
— 9
3 Tom em os, p o r ejem plo, un lenguaje censurado 5 H asta en aquel "tenían todos un mismo sentir" en
hasta ahora, tanto a nivel social como a nivel religio torno al Evangelio de Hech 4, 32 creem os reconocer
so: el lenguaje de la caricia. ¿Cóm o se entiende? algo de esto.
¿Cómo se practica? C F A. GALA, El águila bicéfa
6 C f C. G U RM EN D EZ, art. d i.., p. 2.
la, M adrid 1993^, pp. 269-271; La "terapia de la
caricia", en Vida Nueva n° 1095 del 31/7/93, p. 33. 7 H asta cierto punto parece lógico que la V R haya
estigm atizado las pasiones descontroladas; pero el
4 C f C, GURM ENDEZ, Vuelta a los sentimientos, aplicar la m ism a m edida represiva a los sentim ientos
en Babelia/ELPAIS, n° 88, sábado 19 de ju n io de quizá h a contribuido a un notable em pobrecim iento
1993, pp. 2-3. de las personas.
10 —
forma, se hace parte de esta realidad y yos, menos te ocuparás de la vida pú
ahí es donde el religioso/a de hoy tie blica, del mundo social, de sus con
ne que ir insertando su vivencia de lo flictos. Esta manera involucionada de
afectivo, incluso con el componente vivir la relación de pareja es rasgo cla
evangélico. ro y peculiar de vivir el afecto hoy.
8 A sí lo atestiguan las viejas tragedias, los deshini- * Tal vez sería interesante percatar
bidos versos de Cátulo, ios dramas shakespearianos,
el Bergerac de Rostand, la novela romántica y c u al^
se del esfuerzo que la sociedad dé hoy
q uiera de los últim o s lib ro s en los an aq u eles de
nuestras librerías.
10 C f G. GURMENDEZ, art. dt., p. 3. V er el film
9 Cf A. MONCADA, La crisis de la pareja, Ed. La
"Amo tu cam a rica" que trata parecida problemática.
lectura, Madrid 1992.
— 11 —
está haciendo por extender el uso, dis Y, sin embargo, debajo de todo es
frute y asimilación de lo afectivo y lo to hay una sed inapagada, un afán por
sexual a sectores a los que antes les vivir a fondo lo que solamente se vi
estaba vedado este tema: tercera edad, vencia a nivel superficial, una intui
mundo de las deficiencias psíquicas, ción de que Se da ahí un mundo de
etc. Es, sin duda, un rasgo peculiar, verdad que atrae y obsesiona13. En es
aunque modesto, de una manera de ta paradoja se desenvuelve no poco de
entender lo afectivo más como patri lo que la persona de hoy elabora en
monio de la persona que como algo de torno a la realidad afectiva.
uso y disfrute de ciertas bandas exclu
sivas de la sociedad11.
b) La dificultad mayor: recuperar la
Pero la característica más pecu profundidad
liar por la que se podría caracterizar la
manera con la que la sociedad de hoy No pocos pensadores de hoy14 han
vive este componente de lo humano dejado en evidencia la urgente necesi
que es el mundo afectivo es la inercia, dad que la persona tiene de recuperar
una especie de falta de pasión, en sen la dimensión de profundidad, a la que
tido positivo, un dejarse llevar por las llaman “dimensión perdida”. Quedan
aguas comunes de lo que hace todo el aterrados ante un estilo de sociedad
mundo, un no poder de unos modos donde el cada vez más/cada vez ma-
uniformados de comportamiento en yor/cada vez mejor, nuestro “todo va
los que uno se ve irremediablemente le” de ahora, son los dinamismos que
atrapado. Todo esto lleva a un empo activan la vida del ciudadano de hoy.
brecimiento enorme de la vida afecti Ese caminar en la horizontalidad lle
va y, do que es peor, a no desear traba va, irremediablemente, a un estilo de
jar el tema, a sentirse fatalmente en vida despersonalizado, superficial e
vuelto en un indiscernido torbellino inhumano en todas sus variantes.
que incapacita para el análisis12.
Una vez más se comprueba que e l.
11 C f J. L. ARANGUREN, La vejez como autorre-
alización personal y social, Madrid 1992, pp. 41-42;
A A .V V ., La sexualidad del deficiente, Ed. Ceac,
13 "«El águila bicéfala» lleva siete ediciones en un
M adrid 1988.
mes. H a sido algo bastante raro. Quizá la gente está
12 En la hermosa canción "Palomas al vuelo” del deseando que le hablaran de amor". A. GALA en LA
disco de Mecano, Descanso dominical, se dibuja la RIOJA 18-7-93, p. 6.
problemática ante el afecto conflictivo: "Una opina
14 Ver, por ejemplo, la todavía viva obra de P. TI-
que aquello no está bien; la otra opina que qué se le
LL1CH, La dimensión perdida, Bilbao 1970, en la
va a hacer; y lo que opinen los demás está de más".
que se refiere a la dimensión de profundidad como
Un pequeño botón de m uestra de verse envuelto en
esa dimensión perdida que el hombre de hoy necesi
una especie de fatalidad que sobrepasa a la persona..
ta urgentemente recuperar.
— 12 —
f) ¿ Un fenómeno de hoy?
la dificultad para soportar el peso del ta, corazón abierto”. Ambas realidades
corazón, el propio y el del hermano, son importantes. La casa abierta exige
se hace más consciente y a veces pare flexibilidad y una capacidad de acogi
ce más imposible de superar. da a la que no se nos ha acostumbra
do. Pero, eso no es nada cuando uno
Y, sin embargo, por la dicha mejor decide de verdad abrir su corazón a
adecuación con el hoy social, estos las personas que van incidiendo en el
grupos tienen el horizonte y la posibi propio camino personal. Ahí el riesgo
lidad de lograr un proceso afectivo es mayor porque la acogida es mayor,
denso mucho más a la mano que los situándose con frecuencia en niveles
grupos tradicionales donde el tema ca que para uno son totales. Se experi
si ni se trata. Lo hemos dicho, es un menta en ese caso una pluralidad de
fruto más de la adecuación a la socie amores que exige no poco esfuerzo y
dad en la que se hallan insertos. tiempo para situar, ordenar, asimilar.
El riesgo de un desencaje amenaza
siempre estas situaciones. Pero si se
e) La dificultad cara afuera del grupo va haciendo una obra de asimilación,
discernimiento e integración; si se da
Siempre lo ha sido. Tradicional el tiempo necesario para que las cosas
mente se ha reaccionado generando avancen al ritmo de la alteridad de la
una serie múltiple de defensas de todo vida; si se logra ir aplicando los co
tipo, legales, morales, de costumbres, rrectivos necesarios para que esto fun
etc. Todo este mundo defensivo se cione en positivo, quizá estamos dan
resquebraja desde el momento en que do con ese camino de maduración per
el grupo religioso decide encarar, en el sonal que hace fecunda cualquier op
grado que sea, la realidad social de la ción, incluida la opción de amar desde
que hace parte. Porque, ciertamente, el elemento ordenador y determinante
una cosa es teorizar sobre la inserción de Reino de Jesús. Tal vez aquí se ha
y otra cosa vivirla. Una de las conse lla más vivamente planteado el pro
cuencias de una inserción plasmada en blema de la adecuación de la vida,
un plan de vida es la mutación en las afectiva de la Vida Religiosa en rela
relaciones afectivas con aquellos con ción con el mundo que a uno le ha to
los que se convive. cado vivir, ya que la traducción de ese
mundo pasa, sobre todo, por el entra
Suele decirse, no sin cierta inge mado de personas en las que la vida
nuidad, que el ideal de una buena rela de uno se ve envuelto. Incrementar los
ción con el vecindario de la fraterni instrumentos fraternos que conjuren
dad se resume en el dicho “casa abier los riesgos y abran las posibilidades es
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los discípulos. Se trata de caer en gativa. Podemos darle ese otro giro
cuenta de que la tremenda opción en del trabajo y esfuerzo que tiende hacia
materia afectiva que es unir la vida a el mundo del desamor, siempre tan vi
una sola mujer53 es camino de vida y vo, quizá hoy más que nunca en la
de fe para él, quizá por el gran miste persona urbana y secular.
rio de fidelidad que es la vida humana,
derivado del básico misterio de fideli
dad que es la relación de Dios con la e) En matrimonio con el pueblo:
historia. De todos modos, esto es un Jn 1,19-28
desvelamiento de pura fe y, por lo tan
to, no imponible a la estructura matri Este texto de la embajada a Juan
monial de modo directo y absoluto. Bautista sostiene un significado muy
En el fondo, se está hablando aquí del plural. Nosotros nos atenemos sola
modo de entender lo afectivo de un mente a uno: el evangelista pone en
orientado al Reino, de uno que ha lle boca del Bautista una confesión de su
gado a esa difícil primacía que da sen no mesianidad en favor de Jesús, me-
tido a las cosas hasta en sus niveles sías único. Lo hace bajo la figura del
más hondos. texto levirático de desatar la correa de
la sandalia ya que era uno de los dos
Aunque, como decimos, el texto no gestos (el otro era escupirle en la cara)
apunta directamente a problemáticas que componían el ritual de trasmisión
de Vida Religiosa, tal como lo enten del derecho-obligación de llevarse a la
demos es aplicable por extrapolación. mujer sola. El Bautista no es quién (no
El ser eunuco del que habla el pasaje se trata de ninguna humildad, sino de
puede significar, por ampliación, no impropiedad) para desatarle la correa
solo el “no tocar mujer” de quien hace de la sandalia a Jesús. O sea: no está
del Reino la norma orientadora, siífo por encima de él en la lista de preten
el tocar la mujer abandonada, la que dientes y no hay cuestión de desatar
no es pretendida por nadie, la que no nada porque el Esposo, Jesús, no ha
es repudiada porque no está casada. renunciado a la Esposa, el pueblo54.
Es el ser eunuco que apunta a todo el Por eso se puede decir qne Jesús ha te
ancho mundo de la desafección con el nido como vocación al pueblo y ello
que la persona del Reino se va identi en el marco de lo esponsal, en los ám
ficando y conformando más. La for bitos de un amor cuya hondura noso
mulación del pasaje evangélico es ne tros no sabremos nunca apreciar pero
que la fe de la primitiva Iglesia ha sa pero con vivacidad, desde las pimeras
bido perfectamente intuir. horas de opción de Vida Religiosa. Si
no, faltaría un punto de referencia al
La Vida Religiosa, en la fecundi que habrá que remitirse en muchas
dad de su opción por el Reino, y con ocasiones de la vida.
tando con lo concreto de una vida cé
libe, se halla en condiciones óptimas 2) Vivir el amor desde el Reino no
para ejercer su “matrimonio con el postula, en modo alguno, un aleja
pueblo” que no es solamente un popu miento de la realidad concreta de los
lismo de corte demagógico y contem problemas de la vida. Por el contrario,
porizador. Es el afán porque lo común, el amor desde el Reino está llamado a
lo de todos, los valores de grupo va ser fecundo en esos ámbitos más rea
yan saliendo adelante. Es la colabora les, más duros, de lo diario. Es su vo
ción, sin esperanza ni consuelos, en cación sanadora.
favor del bienestar humano y creyente
de todos aquellos que se hallan singu 3) Solo en lugares donde crece la
larmente en situaciones de desaten valoración de lo humano en recia pro
ción institucional. Es ser sensible a to fundidad y la libertad en anchura cada
do aquello que nace de la base, que se vez mayor puede vivir con salud el
expresa en categorías de pueblo, que amor desde el Reino.
se celebra en el gozo del vecindario.
Hecho todo ello desde la más simple 4) Hacer una reorientación y una
pertenencia a lo común, sin afanes de organización de las opciones vitales,
liderazgo estéril y en el simple ideal grandes y pequeñas, desde el amor del
de llegar a ser un buen vecino. Modos Reino es haber dado con el núcleo del
seculares de la mística de lo esponsal Evangelio.
que aparecen con frecuencia en los es
critos evangélicos, particularmente en 5) Al fin y al cabo, el amor desde
el Evangelio de Juan. el Reino termina en el otro, en,el pue
blo que más soporta el peso de la his
toria, porque la innegable fecundidad
Con este simple rastreo a través de de este amor está llamada a generar
los textos evangélicos podemos esta vida en “matrimonio”, en sintonía to
blecer cinco modos básicos de enten tal, con la historia.
der el amor desde el Reino:
ajustada comprensión del bagaje afec siempre (sus amigos/as), tiene una ca
tivo con el que ella joven de hoy acce pacidad ampliada para absorber el
de a un proyecto de Vida Religiosa60; mundo del erotismo y su flexibilidad
el análisis correcto de los horizontes para mezclar situaciones afectivas
reales que la Vida Religiosa les abre múltiples es más notable.
para encauzar, enriquecer y llevar a
buen puerto su proceso afectivo61; los * Desde un lado más discutible se
procesos de personalización que los percibe mucho más débil su capacidad
grupos de Vida Religiosa son capaces para iniciar procesos de ruptura, alar
de construir para contexto vital del ga muchísimo el tiempo de sus indeci
trabajo afectivo de los/las jóvenes, siones afectivas y termina por mostrar
más allá del límite estrecho y peculiar el lado embarullado en el que real
de las fraternidades de formación62. mente están inmersas muchas de sus
Habrá que tener en cuenta todos estos experiencias.
datos para aprender el delicado arte de
acompañar, participar y ayudar a so * No cabe duda que, desde el punto
brellevar las soledades peculiares del de vista de inserción de su proceso
mundo del afecto hasta llegar a hacer afectivo en el hoy social, el joven reli
las fecundas desde una lectura creyen gioso/a tiene una posibilidad de inte
te de la realidad. gración mayor, llegando más fácil
mente a un equilibrio emocional entre
Es, justamente, en este punto de la lo que siente como más suyo en la en
inserción en la realidad de hoy donde trega al Reino y su sentido de perte
el joven religioso/a trabaja con presu nencia real a la sociedad de la que
puestos más nuevos: nunca ha salido. Por otra parte, la vi
vencia plural del afecto en modos y
* Desde un punto de vista aparen personas hace, por un lado, que se am
temente positivo, el joven religioso/a plíen sus posibilidades de crecimiento
dé hoy mantiene una continuidad con afectivo y, por otro, que ese caudal del
el mundo afectivo en que ha vivido afecto anegue también esas otras par-,
celas de los mundos del desamor hacia
60 No puede ser fácil ni para los mismos educadores,
los que no pocos religiosos/as jóvenes
ya que ellos mismos pertenecen a otro modo de ex son muy sensibles.
periencias afectivas vividas muy distintamente.