La Lengua Como Factor de Identidad
La Lengua Como Factor de Identidad
La Lengua Como Factor de Identidad
8) Identidades lingüísticas.
El lenguaje del chat y los mensajes de texto. Ya son sólo un recuerdo las
largas cartas que escribían nuestros abuelos para comunicarse con la familia y los
amigos distantes. Hoy todo exige velocidad. A la facilidad con que nuestros
jóvenes entablan relaciones con sus similares de todo el mundo, se opone la poda
y deformación del lenguaje que se asemeja a una jerga jeroglífica. En lo
inmediato, lo más perjudicial para los propios jóvenes es que trasladan esta forma
de comunicarse a todos los ámbitos, inclusive en la escuela, provocando conflictos
con los docentes y deteriorando su comunicación con el resto de la comunidad,
que no comprende esos códigos.
Tal vez los puristas nos puedan susurrar que “cualquier tiempo pasado fue
mejor”. Mas no podemos detenernos en esta consideración nostálgica pero
incompleta. Cualquier tiempo pasado fue muy bueno, excelente, irrepetible,…. En
el pasado hubo hombres que, en cada siglo, posibilitaron respuestas a su mundo.
“Encontrar buques naufragados desde los que extraer tesoros que nos hagan
emerger y sumergirnos una y otra vez.” Si nos quedamos en esas experiencias,
corremos el riesgo de quedar incomunicados por falta de elementos que permitan
el intercambio con nuestros contemporáneos.
Hoy es muy difícil establecer fronteras lingüísticas. Ya es complicado
establecer los límites territoriales, que en algunos casos son más virtuales que
geográficos, por lo tanto se vuelve una utopía intentar definir una línea taxativa
entre lenguajes que se encuentran en continuo intercambio, enriquecimiento
mutuo, interacción. Muchos caracterizan esta época como de bilingüismo. Algo
que, si se quiere, no es nuevo, ya que si nos fijamos, por ejemplo, en la historia de
Europa y sus múltiples alternativas históricas y geográficas caracterizadas por
invasiones, dominaciones, conquistas y derrotas, debemos resumir que el
bilingüismo y el sincretismo, no son solamente fenómenos característicos de
nuestra época, sino que tienen antecedentes remotos.