Atte 1
Atte 1
Atte 1
Declaró inconstitucional un artículo de la Ley de Asociaciones Sindicales que dispone que para
ser delegado de personal hay que estar afiliado a la asociación sindical con personería gremial
y ser elegido en comicios convocados por ésta. Fallo completo
El conflicto planteado en este caso se suscitó a raíz de que la Asociación de Trabajadores del
Estado (ATE) convocó a elecciones de delegados de personal en el ámbito del Estado Mayor
del Ejército y del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, a lo que se opuso la Unión
del Personal Civil de las Fuerzas Armadas (PECIFA) por considerar que sólo ella era quien tenía
facultades para realizar ese acto en razón de la personería gremial que le había sido conferida.
Ante ese resultado, ATE acudió a la Corte Suprema mediante un recurso extraordinario federal
en el cual planteó, por una parte, que lo resuelto era arbitrario y, por otra, que la norma en la
que se basaron tanto los jueces como la autoridad ministerial para resolver en el sentido
indicado, vulnera el derecho a una organización sindical libre y democrática, consagrado en la
Constitución Nacional (art. 14 bis).
La Corte consideró que el primer planteo resultaba inadmisible pero el segundo, en cambio,
merecía ser tratado. Examinó las normas internacionales que consagran la libertad de
asociación y, en especial, la llamada "libertad sindical" y su recepción en el derecho interno.
Hizo hincapié en que el Convenio N° 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
como instrumento que define los alcances de dicha libertad, obliga a los Estados miembros de
la organización internacional a poner en práctica las "disposiciones" que la garanticen, lo que
implica, en primer lugar, reconocer el derecho de los trabajadores a la constitución de
sindicatos sin autorización previa y la afiliación sindical. En segundo lugar, la libertad sindical
importa el derecho de los sindicatos a darse su propia organización, a administrarse, a
desarrollar su plan de acción y a elegir libremente a sus representantes.
La Corte apuntó, asimismo, que el referido Convenio N° 87 (OIT) se expide en contra de toda
intervención de las autoridades públicas que limite o entorpezca el ejercicio de tales derechos
y de la propia legislación nacional que los menoscabe. Puntualizó, también, el Tribunal que
esas directivas fueron reafirmadas en diversas oportunidades por órganos de control
internacional. En especial, fueron expresamente reproducidas en observaciones formuladas a
la Argentina. En definitiva, el Tribunal determinó que el art. 41, inciso a, de la ley 23.551 es
inconstitucional en cuanto establece que "...para ejercer las funciones indicadas (es decir de
delegado de personal)...se requiere: a) estar afiliado a la respectiva asociación sindical con
personería gremial y ser elegido en comicios convocados por ésta...".
La norma afecta, por un lado, la libertad de los trabajadores individualmente considerados que
deseen postularse como candidatos, pues los obliga a adherirse a la asociación con personería
gremial, aun cuando exista otra asociación simplemente inscripta. Además, afecta a los
sindicatos simplemente inscriptos, por cuanto les impide el despliegue de su actividad y el
cumplimiento de una de las finalidades para las cuales han sido creados, es decir, la
representación de los trabajadores en la empresa. La norma declarada inconstitucional crea un
monopolio en el ámbito de la elección de delegados de personal respecto de los
representantes que tienen un estrecho vínculo con los trabajadores representados y que
ejercerán su representación en el lugar de trabajo.
Es ésta la primera vez que la Corte Suprema, con su actual integración, aborda un
cuestionamiento constitucional planteado en relación con la ley de asociaciones sindicales. El
tema no es menor, dado que una de las facetas del régimen sindical argentino que mayores
objeciones y controversias ha suscitado, tanto respecto de la normativa actual como de sus
precedentes, ha sido la consagración del sistema de personería gremial en función del recaudo
de mayor representatividad, que confiere al sindicato que la obtiene una serie de prerrogativas
que, como contrapartida, le son negadas a aquellos que no la han alcanzado.
En este fallo, el Tribunal no descalifica el régimen en su conjunto, sino sólo un aspecto que, por
cierto, reviste gran trascendencia pues se trata del privilegio vinculado con la posibilidad de
que los afiliados a sindicatos que no gozan de personería gremial -como en el caso, ATE-
puedan acceder a la representación de los trabajadores en la empresa o el establecimiento, así
como la facultad de ese tipo de asociaciones a convocar los comicios respectivos.
ATTE 2
Los jueces del Máximo Tribunal entendieron que el de¬recho invocado por Asociación de
Trabajadores del Estado (ATE) de representar los inte¬reses colectivos de los trabajadores
municipales a los efectos de promover el reclamo judicial, está inequívocamente reconocido
por normas de jerarquía constitucional.
Los jueces sostuvieron que no puede soslayarse en esta causa el aporte del Convenio N° 87 de
la OIT, instrumento indudablemente fundamental en la materia, según ha quedado
extensamente demostrado en la recordada sentencia "Asociación Trabajadores del Estado c/
Ministerio de Trabajo".
En disidencia con esta decisión, Javier E. Patrón, socio de Marval, O'Farrell & Mairal
-considerando las normas del derecho positivo vigente- entendió que ATE no tendría derecho a
reclamar en esta causa.
Para el especialista en derecho laboral, en este contexto, existe un sindicato que detenta la
personería gremial del personal involucrado a quien la ley expresamente le otorga la facultad
para iniciar el reclamo correspondiente.
Así, Patrón precisó que en este fallo la CSJN, tomando como base lo ya manifestado en los
casos “ATE c/ Ministerio de trabajo” y “Rossi c/ Estado Nacional – Armada Argentina”
nuevamente se aparta del modelo sindical por el que optara el legislador oportunamente
como base para la organización sindical en la Argentina.
“A mi modo de ver la solución propuesta por la Corte complica los temas de derecho e interés
colectivo del mundo del trabajo, ya que no solamente podrían coexistir diversos conflictos
colectivos simultáneos por intereses contrapropuestos, sino que también probablemente se
debilite la posición de los empleados al momento de negociar”, expresó el abogado.
Para así expresarse, sostuvo que uno de los pilares sobre los que se basó el modelo sindical
argentino ha sido evitar la atomización. Tanto de los conflictos como del poder de negociación
de las entidades sindicales
“En nuestro régimen jurídico los trabajadores tienen derecho a constituir en un mismo ámbito
-actividad u oficio dentro de un ámbito geográfico determinado- tantos sindicatos como crean
conveniente; pero solo uno de ellos tiene la facultad exclusiva de representar los intereses
colectivos de los trabajadores del ámbito”, indicó.
Y, agregó, que el derecho a representar con exclusividad los intereses colectivos se atribuye a
aquel de los sindicatos que resulte más representativo en su ámbito, a quien se le otorga la
personería gremial
Asimismo, el letrado precisó que el sistema tampoco es estático; cuando el sindicato con
personería gremial pierde su mayor representatividad a manos de otro sindicato, aquel pierde
la personería gremial que se desplaza hacia éste con todas las atribuciones que de ella se
derivan
Para Patrón, una aplicación extrema de esta doctrina podría llevar, en el peor de los casos, a
una multiplicación de conflictos que con el fin de defender la supuesta “libertad sindical”, haría
perder al colectivo obrero de su capacidad negocial y perjudicaría a la “empresa” en su sentido
más amplio.
“En la cual se engloba no solo el “empresario” (como director de la misma), sino también los
trabajadores (como instrumentos productivos y generadores de la actividad) y a la sociedad
toda como receptora del objetivo empresario (la producción de los bienes y servicios) y la
dinámica económica que ello implica”, sostuvo el socio de Marval, O’ Farrell & Mairal